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Acerca de la escalinata y su relato La Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo es un monumento verdaderamente extraordinario y uno de los más inte- resantes en su tipo. Cuando Maler lo descubrió y lo fotografió (1908) (Figura 1), la escalinata podía reconstruirse como una serie de bloques inscritos y lisos que formaban cuatro escalones en la base de la escalinata poniente que llevaba a la cima de la pirámide B-18 (Figura 2). La entrada principal a la Acrópolis Central, que era el alto pala- cio de los gobernantes de Naranjo, los señores de Sa’aal, se encontraba justo del otro lado de la plaza. Las investiga- ciones arqueológicas llevadas a cabo en la Estructura B-18 indicaban que ALEXANDRE TOKOVININE Sobre reyes de la Serpiente y caníbales: una nueva mirada a la Escalinata Jeroglífica de Naranjo Figura 1. Fotografía de Maler de la “Escalinata Monumental, Escalones II y III” (conforme a Maler 1908: Lám. 24). Figura 2. Sección del mapa de Naranjo que muestra la ubicación de la escalinata jeroglífica (designada “HS” por sus siglas en inglés) (Graham y Von Euw, 1975: 6-7). 2007 Traducción de “Of Snake Kings and Cannibals: A Fresh Look at the Naranjo Hieroglyphic Stairway” en The PARI Journal 7(4):15-22. Esta traducción: www.mesoweb.com/ pari/publications/journal/704/Canibales.pdf. Publicaciones en línea de PARI

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Acerca de la escalinata y su relatoLa Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo es un monumento verdaderamente extraordinario y uno de los más inte-resantes en su tipo. Cuando Maler lo descubrió y lo fotografió (1908) (Figura 1), la escalinata podía reconstruirse como una serie de bloques inscritos y lisos que formaban cuatro escalones en la base de la escalinata poniente que llevaba a la cima de la pirámide B-18 (Figura 2). La entrada principal a la Acrópolis Central, que era el alto pala-cio de los gobernantes de Naranjo, los señores de Sa’aal, se encontraba justo del otro lado de la plaza. Las investiga-ciones arqueológicas llevadas a cabo en la Estructura B-18 indicaban que

ALEXANDRE TOKOVININE

Sobre reyes de la Serpienteycaníbales: una nueva miradaa la Escalinata Jeroglífica de Naranjo

Figura 1. Fotografía de Maler de la “Escalinata Monumental, Escalones II y III” (conforme a Maler 1908: Lám. 24).

Figura 2. Sección del mapa de Naranjo que muestra la ubicación de la escalinata jeroglífica (designada “HS” por sus siglas en inglés) (Graham y Von Euw, 1975: 6-7).

2007 Traducción de “Of Snake Kings and Cannibals: A Fresh Look at the Naranjo Hieroglyphic Stairway” en The PARI Journal 7(4):15-22. Esta traducción: www.mesoweb.com/pari/publications/journal/704/Canibales.pdf.

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la escalinata jeroglífica se agregó en algún momento del siglo VII, tras una importante renovación, cuando B-18 adquirió sus dimensiones y disposición actuales (Gámez, 2003). Tras su descubrimiento y document-ación originales, todos los bloques con inscripciones han sido retirados del sitio. Algunos de ellos acabaron en museos de diversos países del mundo; algunos se perdieron (Graham, 1978: 107). Graham publicó las secciones con inscripciones como parte del corpus de inscripciones de Naranjo (Graham, 1978). Tan pronto como los epigrafistas pudieron leer al-gunos de los glifos, quedó claro que la inscripción de la escalinata celebraba las hazañas de los archienemigos de Naranjo del sitio de Caracol, enfatizando sus vic-torias en diversas guerras contra los señores de Sa’aal (Stone et al., 1985: 273-274). La interpretación inicial fue que la escalinata era algún tipo de monumento de con-quista encargado por los gobernadores de Caracol para recordar a la corte subyugada de Naranjo sus pasadas humillaciones. Sin embargo, dicha interpretación con-tradecía el hecho de que posteriores reyes de Sa’aal, poderosos e independientes, decidieron dejar la esca-linata en su sitio, justo frente a su palacio. La interpretación dominante hoy en día es que la escalinata fue tallada originalmente en Caracol y luego tomada como trofeo militar cuando los gobernantes de Naranjo consiguieron imponerse y saquear la ciudad enemiga (Martin, 2000: 57-59; Martin y Grube, 2000: 73). En Caracol se descubrió un fragmento perteneci-ente a un bloque de escalinata similar, confirmando esta hipótesis (Martin, 2000: fig. 12). La mayor parte de los bloques capturados de la escalinata se rearma-ron en Naranjo sin seguir orden alguno; algunos blo-ques acabaron en lugares tan alejados como el sitio de Ucanal (Graham, 1978: 107). La intención parecía ser la de convertir a la inscripción en una burla ininteligible

de su forma anterior, una especie de recordatorio de lo que le ocurría a los enemigos de Naranjo: no importaba si salían victoriosos en ocasiones, todos ellos habrían de acabar arruinados por la derrota, llevados a la corte de los señores de Sa’aal y pisoteados por éstos.

Sobre caníbalesUno de los pasajes clave de la narrativa de la escalinata es el texto del Escalón 6, que detalla la derrota de Nara-njo a manos del superior del gobernante de Caracol, el poderoso señor de la dinastía de Kanal (“Serpiente”)(Figura 3). Le lectura signo-por-signo de este pasaje prácticamente no ha cambiado en los últimos diez años. Comienza con un verbo escrito con el logograma, hasta ahora indescifrado, de ‘estrella sobre tierra’ o de ‘guerra de estrellas.’ Sabemos, por los contextos de la palabra, que se trata de un verbo intransitivo, utilizado para describir la caída de personas y lugares. El sujeto del ataque es Sa’aal, importante lugar dentro de Nara-njo, y al que se alude en la inscripción como la ch’e’n o “cueva” —metáfora maya del período Clásico para hacer referencia a ciudades y comunidades (Martin, 2004: 106-109)— del rey de Naranjo. La narrativa con-tinúa, informándonos que el ataque fue ordenado por Yuknoom ‘Cabeza’, gobernante de Kanal.

(M1) 7-AK’BAL (N1) 16-MUWAAN ?-SA’-li (L2) ’u-CH’E’N k’u-xa-ja (M2) SAK-?CHUWEN ’u-[KAB]ji (N2) yu[ku]-?-li ka-KAN[AJAW]-la (L3) ta 3-TE’-TUUN-ni AJ-chi[ku]-NAHB

[ta] huk ak’bal waxaklajuun[te’] muwaan [?] sa’aal u-ch’e’n k’uxaj sak chuwen u-kabij yuk[noom] [?] kanal ajaw ta huxte’tuun aj chi’k nahb

Entre el evento de guerra (ubicado en la posición N1) y su agente (en la posición N2), se halla el término k’u-xa-ja, ortografía descifrada por Stuart en su im-portantísimo estudio “Ten Phonetic Syllables” (“Diez Sílabas Fonéticas”) (Stuart, 1987: 29-30). Stuart sug-ería que k’uxaj tenía alguna relación con la glosa k’ux “morder/comer/torturar,” que podía reconstruirse hasta el cholano común (Kaufman and Norman, 1984: 124). Dado que la expresión k’uxaj antecedía al título Sak Chuwen, utilizado por los gobernantes de Naranjo, Stuart propuso que podría ser una referencia al hecho de que el rey derrotado había sido comido o torturado, ofreciendo una lectura semejante a lo que sigue k’u[h]xaj sak chuwen “Sak Chuwen es comido/torturado.” Esta interpretación parecía hallar corroboración en un fragmento de la inscripción que acompaña a la repre-sentación de un prisionero en un tablero de Toniná: contiene la frase k’u-xa-ji-ya B’AHLAM k’u[h]xajiiy b’ahlam, “el jaguar ha sido torturado/comido” (Figura 6a). Pero, en vista de que la palabra que precedía inme-

Figura 3. Escalón 6 de la Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo (Graham, 1978: 109).

L M

1

2

3

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3

diatamente a k’u-xa-ja en el Escalón 6 seguía sin desci-frarse en ese momento, Stuart recomendaba cautela y no especular demasiado sobre la traducción de k’u-xa-ja, basándose únicamente en dos ejemplos. La palabra que antecedía a k’u-xa-ja acabó descifrán-dose como CH’E’EN, ch’e’n, “cueva,” junto con sus sig-nificados asociados, que se han mencionado arriba (Mar-tin, 2004; Stuart, s.f..; Stuart y Houston, 1994: 11-13; Vogt y Stuart, 2005). El comienzo de la frase en el Escalón 6 podía entonces leerse como “[es] la ‘caída’ de Sa’aal; [es] la ciu-dad de.” No obstante, la frase “es la ciudad de” no era seguida por el nombre del gobernante. Parecía que la nar-rativa consistía en tres oraciones independientes: “[es] la ‘caída’ de Sa’aal; [es]su ciudad; Sak Chuwen es torturado. Algunos estudiosos explican la ausencia del nombre del gobernante en la segunda oración como un ejemplo de ‘omisión,’ recurso conocido en otras inscripciones mayas del período Clásico conforme a la cual se retrasa hasta la última oración la referencia explícita al protagonista (en este caso, Sak Chuwen) (Martin, comunicación personal, 2007). Podría haber una mejor solución al problema de com-prensión de la sintaxis del texto. Dos piezas adicionales de evidencia sugieren con vigor que k’u-xa-ja, k’uxaj en este contexto es parte de la frase nominal del rey de Nara-njo. La sugerencia principal en este sentido proviene de un fragmento de tablero que no se había publicado ante-riormente y que se descubrió entre el escombro de la cima de la Acrópolis Central de Naranjo y que actualmente se encuentra almacenado en Yaxha’ (Figura 5). Consiste en seis bloques jeroglíficos dispuestos en dos columnas en tres hileras, así como una sección del borde derecho talla-do del monumento. Los lados izquierdo, inferior y supe-rior del mismo están rotos, por lo que sólo se han conser-vado del todo dos bloques adyacentes al borde derecho. El bloque que ocupa la posición pB contiene el comienzo de la fecha de Rueda Calendárica, pero el resto de ésta está ausente en la tercera fila, como tampoco está el verbo que debería haber seguido a la fecha. Es muy probable que el texto se haya leído en hileras horizontales, con un mínimo de cuatro bloques en cada hilera. Esta reconstruc-ción de la disposición original daría cuenta de la parte faltante de la Rueda Calendárica, así como de un verbo de la cláusula principal en la tercera hilera de la inscripción.

[FALTANTE] (pA1) ?-? (pB1) ta?-?-ma [FALTANTE] (pA2) ?-?-?ya (pB2) 9-’K’AN’ [FALTANTE] (pA3) ?-KAB-ji (pB3) k’u-xa-ja [FALTANTE]

El tamaño y el estilo de los glifos son sumamente simil-ares a los de la escalinata jeroglífica y a los del Tablero 1 de Naranjo, que presumiblemente provenían de Caracol. Una conflación en especial de KAB y de ji constituye una marca característica de las inscripciones de Caracol du-rante ese período (ver Figura 3: M2). La disposición de

Figura 5. Nuevo fragmento de tablero proveniente de Naranjo (dibujo del autor).

pA pB

1

2

3

0 10 20 cm

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Figura 4. Posibles ejemplos de k’u-xa-ja: (a) bloque R2a del Escalón 8 de la Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo (Graham, 1978: 109); (b) Bloques G11-H11 de la Estela 22 de Caracol (Grube ,1994:

fig.9.3).

G H

10

11

12

b

R

a

la inscripción en el fragmento indica que pertenece a un tablero anteriormente desconocido. Además, la sección restante del bloque pB1 se asemeja a la ortografía ta-jo-ma que aparece en la escalinata, en donde constituye parte del nombre de Tajoom Uk’ab K’ahk’, señor de Kanal (Figuras 9a: H1 and 9b: P2). La fecha de Rueda Calendárica que aparece en el fragmento comienza con 9 K’an. Podría tratarse de la fecha 9 K’an 2 Sek que se discute más abajo. Como habremos de ver, el agente del evento mencionado en el fragmento no es el gobernante de Caracol, a

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menos de que los reyes de Naranjo hayan supervisado su propia ruina. Por lo tanto, es probable que la apar-ición de la fecha 9 K’an sea una coincidencia. Aún si se tratara de la misma fecha, el texto alude a una parte diferente de la historia. Los bloques pA3 y pB3 de la inscripción que aparece en el fragmento presentan un conocido tipo de cláu-sula subordinada o secundaria, que describe el evento mencionado en la cláusula principal o primaria como algo atestiguado, acompañado u ordenado por el pro-tagonista. Invariablemente, la estructura de este tipo de cláusulas consiste en la combinación de un verbo o sustantivo poseído (u-kabij-Ø/u-kabjiiy-Ø, y-ichnal-Ø, y-ilaaj-Ø, y-itaaj-Ø) y el nombre del protagonista. Así, al verbo [u-]kabij-Ø (“él lo ha ordenado”) que aparece en el bloque pA3 debería seguirle, en pB3, el nombre de la persona que “ordena” la acción. El bloque pB3 pre-senta los glifos silábicos k’u-xa-ja. En el contexto que nos ocupa, k’u-xa-ja no puede ser más que el nombre del agente. Hay evidencia adicional en el Escalón 8 de la mis-ma Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo. El escalón está partido a la mitad, pero la mitad derecha está sufici-entemente bien preservada como para permitir ver que el bloque jeroglífico R2 dice k’u-xa-ja SAK-CHUWEN (Figura 4a). La disposición del texto en el Escalón 8 pa-rece idéntica a la de otros escalones, con excepción de los Escalones 5 y 6: hay cuatro pares de bloques jero-glíficos dentro de un solo cartucho; los dos pares su-periores se leen primero, pasando luego a los dos infe-riores. El par superior derecho de bloques que quedan contiene la última parte del Número de Distancia y la primera mitad de la fecha de Rueda Calendárica que comienza con el nombre del día 9 K’an. Otras fechas de Rueda Calendárica talladas en escalones más pequeños no incluyen una Serie Suplementaria. Por lo tanto, la suposición más probable sería que la parte izquierda inferior que falta contenía bloques jeroglíficos pareados que habrían dado la fecha del haab y el verbo o un sus-tantivo compuesto al inicio de la oración. El único pa-pel que podría tener la expresión k’u-xa-ja SAK-CHU-WEN en el par inferior derecho de los bloques sería el nombre del sujeto de dicha oración. Podría bien ser que la inscripción alude a la derrota del ejército de Naranjo en un lugar conocido como “ko-cauac deformado,” en la fecha 9 K’an 2 Sek. El evento se menciona en varias inscripciones de Caracol, incluy-endo los estucos de la Estructura B-16, la Estela 3 y la Estela 22 (Grube, 1994: 87-90, 103). Formaba parte de una serie de ataques exitosos contra Naranjo, que cul-minaron en la victoria detallada en la escalinata. Los textos de los estucos de la Estructura B-16 y la Estela 3 no aluden por nombre a ningún rey de Naranjo. Es posible que apareciera el nombre en la Estela 22 (Figura 4b), pero en la actualidad está demasiado erosionado

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Figura 6. Contextualización de k’u-xa-ja: (a) ortografía k’u-xa-ji-ya en el Fragmento 1 de Toniná (Graham, 2006: 122); (b) che-ka-ja K’IHNICH en la Estela 6 de Caracol

(Houston, 1987: fig. 70).

A

1

2

a

b

para poder leerlo. En resumen, la nueva traducción de la primera oración del texto del Escalón 6 de la escalinata jeroglí-fica de Naranjo es “es la ‘caída’ de Sa’aal, la ciudad de K’uxaj, Sak Chuwen.” Una de las implicaciones de la nueva traducción es que ahora contamos con el nom-bre del trigésimosexto gobernante de Naranjo, el único rey del siglo VII que no se conocía luego del descu-brimiento de una referencia al trigesimoséptimo gober-nante en el Altar 2 de Naranjo (Martin, comunicación personal, 2007; ver también Grube y Martin, 2004: II-38). Podemos también descartar con confianza la idea del relato de un episodio de tortura o canibalismo en una corte maya del período Clásico. La nueva lectura no necesariamente refuta la hipó-tesis de que la palabra que constituye el nombre se de-riva de alguna forma de la glosa k’ux, “comer/morder” (Kaufman y Norman (1984: 276). A juzgar por el nom-bre, este gobernante de Naranjo podría haber sido un personaje algo siniestro, si bien podría ser también que estemos considerando la glosa equivocada. La inscrip-ción que lleva el fragmento de Toniná que discutimos anteriormente (Figura 6a) puede decir que “el jaguar

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ha sido comido/mordido/torturado,” aunque no ten-emos una porción suficientemente grande del texto original como para saber si la frase es parte del nom-bre del prisionero o una referencia a su destino. Otra precaución que debe tenerse al interpretar el texto de Toniná consiste en que los grafemas -ji-ya de la parte inferior no son tan claros como para permitir descar-tar la posibilidad de que la ortografía sea simplemente k’u-xa-ji. Si es k’u-xa-ji, la traducción establecida se vuelve imposible. ¿En dónde nos deja toda esta discusión en relación con la lectura y traducción de k’u-xa-ja en las inscrip-ciones de Naranjo? Una opción consiste en que k’u-xa-ja representa la abreviatura de una frase nominal más larga, que comenzaría con un verbo; algo así como k’uhxaj chan k’ihnich, “el dios solar es comido/mordido en el cielo.” Sin embargo, sería el primer ejemplo cono-cido de una abreviación tan extrema. No se conocen en las inscripciones mayas nombres constituidos única-mente por verbos (abreviados o no). Por lo tanto, esta interpretación parece poco probable. Por otra parte, la ortografía k’u-xa-ja no tiene nece-sariamente que ser un verbo en este contexto. No hay prueba alguna de que lo sea. La palabra k’uxaj bien po-dría ser un sustantivo derivado del verbo k’ux. El nom-bre k’uxaj bien podría ser la abreviatura de una frase nominal más larga, que comienza con un sustantivo. Otros nombres, tales como chekaj k’ihnich en Caracol (Figura 6b) posiblemente reflejen este mismo paradig-ma. El nominalizador cognado –a se conoce en todas las lenguas de raíz cholana (Lacadena García-Gallo, 2004: 178) y el nominalizador –aj posiblemente aparece en choltí Clásico, en ortografías como pa-sa-ja, pasaj o “abertura” y te-k’a-ja, tek’aj o “caminar” (Lacadena García-Gallo y Wichmann, 2005: 35). El nombre k’uxaj bien podría reflejar un patrón es-pecífico de nominación y abreviatura de los nombres de los gobernantes del período Clásico temprano de Naranjo. Uno de los antecesores inmediatos de K’uxaj, el llamado ‘Doble Peine’ o ‘Ajwosaaj,’ generalmente se menciona con el nombre AJ-?-sa (Figura 7b). La palabra no ha podido descifrarse hasta ahora, pero es probable que se trate de un sustantivo derivado, con el prefijo agentivo aj-. AJ-?-sa es tan sólo una abreviatura del nombre completo: AJ-?-sa CHAN-na K’IHNICH, aj … chan k’ihnich o “el dios solar [es] el [?]ador [en el] cielo” (Figura 7a). El patrón “algo [es] algo [en el] cielo” aparece en los nombres de gobernantes más tem-pranos de Naranjo—Pik Chan Ahk (Altar 1: J4) y Naatz Chan Ahk (Estela 45). Por lo tanto, el nombre completo de K’uxaj bien podría haber sido K’uxaj Chan Ahk o K’uxaj Chan K’ihnich—“Tortuga es lo que se come/muerde en el cielo” o “el dios solar es lo que se come/muerde en el cielo.” Resulta interesante constatar que los nombres de muchos de los gobernantes posteriores

de Naranjo, que son producto del ‘linaje de Dos Pilas’ (Martin y Grube, 2000: 74-75) no siguen este patrón en sus nombres, lo que podría subrayar el hecho de que hubo algún tipo de interrupción dinástica tras la lle-gada de la ‘Señora Seis Cielo’ de Dos Pilas.

Acerca de los reyes de la SerpienteHace algunos años, Martin (2005) desafió los puntos de vista y los modelos teóricos establecidos en el ám-bito de los estudios mayas al sugerir que la dinastía de Kanal no era oriunda del sitio de Calakmul. Con-forme a la nueva interpretación, en algún momento del reinado de Yuknoom ‘Cabeza’ (entre los años 630 y 636), la sede de los señores de Kanal se mudó del sitio de Dzibanché, en Quintana Roo, al de Calakmul en Campeche (Grube, 2004a; Martin, 2005; Martin y Grube, 2000: 103) (Figura 8). El nuevo comienzo se re-flejó volviendo “a ceros” la cuenta dinástica, conforme a la cual Yuknoom ‘Cabeza’ se convirtió en un nuevo fundador: el “primer” señor de Kanal. La llegada de los señores de Kanal a Calakmul eclipsó a una dinastía local, que poseía su propio glifo emblema, en el que figuraba un murciélago. Los gobernantes del ‘Murcié-lago’ desaparecieron de los monumentos públicos du-rante algún tiempo. Sin embargo, después de que los gobernantes de Calakmul sufrieron una serie de derro-tas militares en el siglo VIII, les tocó a ellos desaparecer del registro epigráfico, al tiempo que los señores del ‘Murciélago’ resurgieron como los únicos gobernantes de Calakmul y del cercano sitio de Oxpemul (Grube, 2005: 95-99; Martin, 2005). Los dinastas locales y los de

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Figura 7. Los nombres de ‘Doble Peine’: (a) ortografía completa AJ-?-sa CHAN-na K’IHNICH en los bloques B3-A4 del Altar 2 de Naranjo (Grube, 2004b: fig. 13); (b) ortografía abreviada AJ-?-sa en un vaso de procedencia desconocida que se halla en el museo del Hotel Santo Domingo, Antigua, Guatemala (dibujo

del autor).

a

b

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6

Figura 9. Referencias a Tajoom Uk’ab’ K’ahk’ en la Escalinata Jeroglífica 1 de Naranjo: (a) Escalón 4 (Graham, 1978: 108); (b)

Escalón 7 (Graham, 1978: 109).

b

O P

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2

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Figura 8. Sitios a los que se hace referencia en el texto(Mapas de Precolumbia Mesoweb).

Dzibanché

Oxpemul

Calakmul

Naranjo

Caracol

Kanal compartían el glifo emblema de “reyes de Cal-akmul” (chi’k nahb ajaw), así como el título de “los de Calakmul” (aj chi’k nahb). El pasaje presente en el Escalón 6 de la escalinata de Naranjo contiene una referencia crucial al estab-lecimiento de la dinastía de Kanal en Calakmul. Hace mucho que se sabe que el texto es la referencia más tem-prana que se conoce que vincula a los señores de Kanal con los topónimos Chi’k Nahb y Huxte’tuun, que pa-recen referirse al sitio de Calakmul y el área que lo ro-dea (Martin, 1997: 852, 2005; Martin y Grube, 2000: 104; Stuart y Houston, 1994: 28-29). Sin embargo, el locativo ta en mitad de la oración u-kabij yuk[noom] [?] kanal ajaw ta huxte’tuun aj chi’k nahb llevó a los estudiosos a la ex-traña idea de que la ubicación del acontecimiento de

G H

1

2

a

alguna manera interrumpía la frase nominal del pro-tagonista del texto. En las lenguas mayas, este tipo de sintaxis resulta imposible. La solución al problema radica en leer la oración y traducirla como está—un verbo seguido de un nom-bre (el orden de construcción es el inverso a como se construye en español): Yuknoom ‘Cabeza’, señor de Kanal en Huxte’tuun, persona de Chi’k Nahb, lo or-denó. Parece como si el autor del texto hubiera deci-dido entrar en algo de detalle con el fin de especificar que este rey de Kanal no era exactamente igual a los reyes anteriores de Kanal en términos de su identidad personal, de su ubicación física (“de Chi’k Nahb”) y de la de su puesto de autoridad (“en Huxte’tuun”). Es muy significativo que a Tajoom Uk’ab K’ahk’, el rey anterior de Kanal, y al que se menciona en la mis-ma narrativa, se alude simplemente por su nombre o como “señor de Kanal” (Figura 9).

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Hay en las fuentes coloniales ejemplos de un patrón de construcción según el cual un sustantivo y un loca-tivo funcionan juntos como atributo de un sustantivo anterior (por ejemplo, “señor de Kanal en Huxte’tuun”). Muchos documentos tempranos que forman parte de los Papeles Xiu (Quezada y Okoshi Harada, 2001) con-tienen ejemplos claramente similares, como es el caso de u kahlay thoxci kaax tu menob almehenob yetel halach uinic don Francisco de Montejo Xiu governador uay ti noh cah mani lae, “este es el registro de división de la tierra por los nobles y el halach uinic don Francisco de Montejo Xiu, gobernador aquí, en la gran ciudad de Maní” (Quezada y Okoshi Harada, 2001: 55). Pueden hallarse ejemplos similares en los documentos chontales conocidos como Documentos de Paxbolón-Maldonado: nadzon Paxbolon escrivano publico ui ti cah Tixchel, “Yo, Paxbolón, escriba-no público aquí, en el pueblo de Tixchel” (Smailus, 1975: 23); ukaba ta ui ba than acalan ukaba ta mexi[co], “como se le llama en la lengua local y que se llama Acalan en [el idioma] mexi[cano]” (Smailus, 1975: 46). Una alternativa menos probable consiste en que la inscripción contenga una construcción sintáctica abre-viada con el locativo ta. Los documentos chontales y choltíes de principios de la era colonial invariablemente emplean el participio chumul que antecede al locativo, como en la siguiente oración de los Documentos de Paxbolón-Maldonado: tazcubilon ukal uyum cab enpera-dor chumul tutepeual tu castilla, “He sido enviado por el gobernante de la Tierra, el emperador sentado en su tro-no de Castilla” (Smailus, 1975: 54). Sin embargo, expre-siones como “nuestro padre en los cielos,” que aparece en la recopilación hecha por Morán de textos choltíes, aparecen tanto con como sin chumul: natzet ixte ahcalya tuba tuyanililbil mailbil, chumul tichan chumul tuut lum ti xibalba ixte, natzon ahtahnalon, tauut, tati, “eres tú tam-bién quien ha hecho todo lo que puede verse y lo que no puede verse, sentado en el cielo, sentado en la faz de la Tierra, y también en el infierno; nosotros somos los pecadores en tu rostro, en tu boca” (Morán, 1695: 67); hunte cami tichan, “uno nuestro padre en el cielo” (Morán, 1695:67); cami tichan chumulet, “padre nuestro, en el cielo estás sentado” (Morán, 1695: 73). Por lo tanto, es posible que la frase kanal ajaw ta huxte’tuun implique un participio omitido, si bien seguiría siendo gramati-calmente correcta aún sin uno. En todo caso, el uso de un topónimo con el locativo ta es sumamente inusual. Albert Davletshin (comuni-cación personal, 2007) ha sugerido que podría tratarse de un recurso retórico para enfatizar esta parte de la oración, que contiene los tres topónimos asociados con Yuknoom ‘Cabeza.’ El énfasis retórico y la distinción que el autor de la

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Figura 10. Referencias a Huxte’tuun en Calakmul: (a) Huxte’tuun en la cuenta dinástica de la Estela 89 de Calakmul (Martin, 2005: fig. 4b; Mayer 1989: fig. 5); (b) Título Huxte’tuun kaloomte’ en la

Estela 89 de Calakmul (Mayer, 1989: fig. 7).

a b

inscripción optó por hacer entre Huxte’tuun y Chi’k Nahb aborda una cuestión importante sobre la natu-raleza de las entidades geográficas que se hallaban detrás de estos nombres. La evidencia hallada hasta ahora ha favorecido la tesis de que Chi’k Nahb es un topónimo para el sitio mismo de Calakmul (Martin, 1997: 852, 2005). La confirmación más reciente provi-ene de las inscripciones autorreferenciales que se pintaron en los muros de la Acrópolis Norte de Cal-akmul (Carrasco Vargas y Colón González, 2005: 44-45). Sin embargo, los gobernantes de Kanal con sede en Calakmul algunas veces aluden a sí mismos como “sucesores de K’awiil [en] Huxte’tuun” (Figura 10a; consultar también a Martin [2005: 7-8] para una dis-cusión de la cuenta dinástica) o como “kaloomte’ de Huxte’tuun” (Figura 10b). Adicionalmente, Nikolai Grube (2005: 95-99) ha señalado que, en las inscrip-ciones del sitio vecino de Oxpemul, se hace referencia

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a los gobernantes locales como “señores de Oxpemul [en] Huxte’tuun” (Figura 11a) o como “kalomte’ de Huxte’tuun” (Figura 11b, ver Grube, 2005: 95-99). La única manera de interpretar estos datos a la luz de la inscripción del Escalón 6 de la escalinata de Naranjo consiste en suponer que Huxte’tuun es el nombre de un área geográfica mayor, que abarca a sitios como Calak-mul y Oxpemul. Por lo tanto, la inscripción de la escali-nata jeroglífica de Naranjo señala que el poder político de los señores de Kanal en Calakmul se extendía por toda la región de Huxte’tuun. Hasta donde sé, se trata del único ejemplo en el que las inscripciones mayas del período Clásico hacen una distinción entre los orígenes dinásticos de un gobernante, la extensión geográfica de su poder político y su ubicación en el momento.

Notas finalesResumiendo, el presente estudio plantea la reevaluación de un pasaje de gran importancia, perteneciente a la inscripción de la Escalinata Jeroglífica 1 del sitio de Naranjo, en el Petén nororiental, Guatemala. Se creía que este pasaje contenía una referencia al macabro destino que debió encarar el derrotado gobernante de Naranjo, del que se creía había sido comido o torturado hasta la muerte en el sitio de Calakmul. La nueva interpretación consiste en señalar que la sintaxis de la inscripción no tiene sentido más que si las frases nominales de los protagonistas están exentas de interrupciones por parte de cláusulas subordinadas. Por lo tanto, el texto no hace mención ni a canibalismo

ni a la ubicación del acontecimiento. En lugar de ello, alude sólo a los nombres de los gobernantes de Naranjo y de Calakmul. Como resultado de esto, estamos en posición de agregar un nombre más a la dinastía de Naranjo y asomarnos a la compleja naturaleza del panorama político maya del período Clásico y su relación con las identidades personales.

AgradecimientosMe gustaría expresar mi agradecimiento a Vilma Fialko y a Barbara Fash, por darme permiso de trabajar con materiales no publicados en Naranjo y en los archivos del Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas. Aprecio profundamente el apoyo financiero de FAMSI (Beca N06054) y del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, que hizo posible esta investigación. Deseo también expresar mi agradecimiento a Simon Martin, Joel Skidmore y a Albert Davletshin por revisar el manuscrito y compartir conmigo sus ideas sobre el tema de este artículo. Tengo una deuda de gratitud especialmente hacia Marc Zender, por sus muchos comentarios y sugerencias, así como por la invitación a presentar una versión preliminar de este estudio en el taller, en el curso de los Maya Meetings de Texas de marzo de 2007.

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Figura 11. Referencias a Huxte’tuun en Oxpemul: (a) Huxte’tuun y el glifo emblema local en el bloque C5 de la

Estela 12 de Oxpemul (Grube 2005: fig. 8a); (b) Huxte’tuun kaloomte’ en el bloque C3 de la Estela 7 de Oxpemul (Grube,

2005: fig. 8b).

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