Proyecto Tramao III Toques Finales

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Introducción. El trabajo que a continuación presentamos, basado en una Investigación Acción Participativa, aplicado al consejo comunal La Paz I, ubicado en el sector la paz, parroquia Paraíso, del Municipio Libertador, del Distrito Capital, el cual se realizara práctico teórico de construcción de diagnostico como herramienta establecida para realizar un sondeo en cuanto a las potencialidades, debilidades y fortalezas que están presentes en el ámbito comunitario del sector, de igual forma esto nos lleva a evaluar el tema central como es el análisis social de la justicia visto desde la participación comunitaria sujetos protagonistas de la misma, Esta investigación basada en el diagnostico participativo, nos sirve, para medir las debilidades, fortalezas y necesidades de la comunidad, donde hace vida el consejo comunal “La Paz I”, con ello podemos discernir, evaluar y hacer seguimiento a las problemáticas y necesidades que acusan a la comunidad de aproximadamente trescientas familias, de más 1500 habitantes en 1

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Proyecto Tramo III Toques Finales

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Introduccin.

El trabajo que a continuacin presentamos, basado en una Investigacin Accin Participativa, aplicado al consejo comunal La Paz I, ubicado en el sector la paz, parroquia Paraso, del Municipio Libertador, del Distrito Capital, el cual se realizara prctico terico de construccin de diagnostico como herramienta establecida para realizar un sondeo en cuanto a las potencialidades, debilidades y fortalezas que estn presentes en el mbito comunitario del sector, de igual forma esto nos lleva a evaluar el tema central como es el anlisis social de la justicia visto desde la participacin comunitaria sujetos protagonistas de la misma,

Esta investigacin basada en el diagnostico participativo, nos sirve, para medir las debilidades, fortalezas y necesidades de la comunidad, donde hace vida el consejo comunal La Paz I, con ello podemos discernir, evaluar y hacer seguimiento a las problemticas y necesidades que acusan a la comunidad de aproximadamente trescientas familias, de ms 1500 habitantes en un rea de 1000 metros cuadrados, de igual forma con este estudio se puede tomar decisiones en el marco de elaborar un proyecto que tribute al desarrollo de las polticas pblicas como gobierno local.

La metodologa empleada est sustentada en la Investigacin Accin Participativa. La Investigacin Accin, no es slo investigacin, ni slo Accin, implica la presencia real, concreta e interrelacionados de la Investigacin y de la Accin e inmersa en esta ltima, la Participacin, por lo tanto para investigar tiene que asumirse la reflexin como elemento esencial. Esta metodologa nos ayuda precisamente lograr la interaccin investigador- pueblo y que adems aprendemos haciendo, la praxis y la experiencia desde la sistematizacin transformada en un elemento cientfico.

Este trabajo de investigacin, se vio limitado por tres factores fundamentales al desarrollo efectivo del mismo, en primer lugar la no preparacin pedaggica en el primer tramo a los participantes o vencedores, para la construccin y seguimiento en el campo y los elementos tericos prctico en cuanto a la metodologa a seguir en la investigacin de proyectos comunitarios, en segundo lugar la divisin un momento dado de la seccin en dos grupos y que luego afecto la unificacin de criterios y trabajo en equipo, para el logro del conocimiento prctico terico en el trabajo de campo y en tercer lugar el tiempo individual de cada uno de los participantes en este tercer tramo como factor a concretar en la praxis la metodologa del IAP para la construccin del diagnostico, pero que sin embargo dada las circunstancia el empeo del grupo dio lo mejor de s para interactuar con el consejo comunal La Paz I.

Hacemos referencia de la estructura del presente trabajo el cual consta de siete (7) captulos: en el captulo I, el planteamiento del problema, nos lleva a conocer la del problemtica, objetivo general y objetivos especficos y la justificacin.

En el captulo II Marco terico conversaremos un poco sobre los antecedentes histricos, bases tericas sobre la metodologa de la investigacin, la Investigacin accin Participativa, as como la hermenutica, el diagnostico participativo y sus etapas.

Captulo I:

Planteamiento del problema.

EL desarrollo de un proyecto social formativo y de construccin que genere un saldo organizativo sustentable y viable desde el diagnstico, que tribute a concluir las metas acadmicas de la seccin de estudios jurdico del IV tramo de la aldea Manuel Antonio Carreo de la Misin Sucre, en conjunto con la comunidad la Rotaria en el sector la Paz, de la Parroquia el Paraso, Municipio Libertador del Distrito Capital

En vista que es el consejo ms cercano en la zona, se propuso el abordaje del mismo, tericamente ya se haba realizado un diagnostico desde el seno de la comunidad la Rotaria, donde se obtuvo informacin referencial del mismo, el cual nace con la nueva ley orgnica de consejos comunales en junio de 2010 registrado ante el rgano rector, con solo nueve (9) comits de trabajo de los cuales seis pertenecen al rgano Ejecutivo, contralora Social, Administracin y Financiera, y la comisin electoral permanente. Estos requisitos basados en la Ley Orgnica de Consejos Comunales establecidos en el captulo III, Organizacin del Consejo Comunal artculos del 19 al 30.

En cuantos los datos concretos podemos mencionar que este consejos comunal La Paz I est constituido por ms de 300 familias, los cuales constan de un mbito geogrfico de 4 manzanas todos en su mayora de residencias, el mismo fue registrado en junio de 2010, posee 9 comits, y han propuesto tres proyectos en concretos (salud, socio produccin, y seguridad). Los habitantes en su mayora de clase media, profesionales, no existe analfabetismo, no hay pobreza extrema, los voceros elegidos profesionales titulados, y su mayor preocupacin social es el tema de la inseguridad en la zona (como problema prioritario).

La situacin real, vista desde el anlisis que ms adelante se planteara es, que solo ven en primera instancia y orden de prioridades el tema de la seguridad, donde involucra el espacio que ha sido tomado por algunas personas no gratas a la zona, para lavar vehculos, como segundo planteamiento es el tema de la salud de las personas de la tercera edad: y por ltimo la escuela, como debe desarrollarse all actividades socio productiva con un proyecto organopnico.

Si el tema de la inseguridad se atacara desde la formacin ciudadana, entre vecinos y se educara cada miembro de la familia, donde existiera adems una articulacin con el comit de seguridad integral, cultura y recreacin, educacin y recreacin, Sera que tributara a disminuir la inseguridad en la zona?, Esto ayudara a que se tomara conciencia y sentido de perteneca en cuanto al hbitat?, Mejorara la calidad de vida de cada ciudadano en la zona?, Se incrementara mas la convivencia humana, vecino vecino aumentando la colectividad disminuyendo el individualismo? Estas interrogantes solo la podemos responder con el tiempo siempre y cuando exista la voluntad de aceptar un plan de formacin ciudadana, ideolgica y de convivencia colectiva.

Objetivo.

El objetivo general de esta fase del proyecto Anlisis Social de la Justicia, es identificar la percepcin y conocimiento que tienen los habitantes del Consejo comunal La Paz I, Parroquia El Paraso, Municipio Libertador, Distrito Capital, acerca del trmino Justicia, y de esta manera poder identificar a qu tipo de justicia asocian el termino.

Objetivos especficos:

Construir un diagnstico de la comunidad del Consejo Comunal la Paz I

Establecer un cronograma de actividades para la revisin de las problemticas vista en la comunidad.

Implementar mesas de trabajos en conjunto, para delimitar y orientar las posibilidades de construccin de un proyecto de formacin en la comunidad.

Establecer un concepto de justicia social, basado en la experiencia de la comunidad.

Construir un proyecto socio comunitario en conjunto con el consejo comunal la Paz I, donde se oriente asesora jurdica que valla enmarcado a nuestros intereses acadmicos.

Justificacin.

El propsito de esta investigacin, es en primer lugar cumplir con el record acadmico establecido por la Misin Sucre, para el alcance de la meta de graduacin. En segundo lugar dejar un legado a la comunidad a travs de un proyecto comunitario con saldo organizativo, que le sirva de insumo para el desarrollo en cuanto a la gestin del consejo comunal en la construccin de las polticas pblicas como gobierno local.

Es conveniente realizar este estudio ya que el mismo nos ayuda a contribuir al desarrollo socio poltico en la comunidad, el cual queda como precedente para estudios futuros si se concretase, de igual forma la metodologa aplicada basado en una investigacin accin participativa, como experiencia, nos ayuda a entender que aprender haciendo es la mejor praxis con los protagonista directos involucrados.

En cuanto a los aportes sociales, podemos decir que son variables, aqu podemos establecer incluso la experiencia del trabajo comunitario de cada vocero del consejo comunal, las fuentes jurdicas las leyes del poder popular, y la constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, as tambin el conocer sobre el Investigacin Accin Participativa, como Aportes tericos. La implicacin prctica de esta investigacin es de suma relevancia ya que la misma ayudara no solo al alumnado sino tambin al colectivo comunitario al desenvolvimiento y desarrollo para futuros trabajos de campos.

En cuanto a la utilidad metodolgica, se concreto en la Investigacin Accin la cual, se basa directamente desde la observacin, la construccin directa desde la comunidad, con la aplicacin de los conocimientos tericos, basados en el diagnostico y herramientas de participacin, es decir aprender haciendo.

Es verdaderamente importante acotar que la metodologa (investigacin accin participativa), nos permite conocer e identificarnos directamente con los habitantes de la comunidad seleccionada y as mismo nos ayuda a formarnos como profesionales sensibles y comprometidos con los intereses colectivos ms que los personales. De igual manera nos ensea la importancia que representa para nuestra Institucin (Misin Sucre UBV) el que mantengamos contacto directo con las comunidades, pues solo conociendo directamente los problemas y errores cometidos podremos resarcir y solucionar los daos causados desde la institucionalidad.

Por medio de la elaboracin y ejecucin de esta primera fase del proyecto Anlisis Social de la Justicia buscaremos identificar algunos aspectos importantes de los habitantes del Consejo comunal La Paz I, entre los cuales primordialmente identificaremos los distintos contextos, tanto de los habitantes, como de la comunidad en general.

Esto nos permitir identificarnos realmente con el hbitat y recurso humano existente en la comunidad, para de esta manera identificar la percepcin y conocimiento que tienen los habitantes sobre el trmino justicia y determinar a qu tipo de justicia lo asocian.

Captulo II: Marco terico:

Antecedentes histricos

En vista que este trabajo de investigacin, est dirigido al anlisis social de la justicia y al diagnstico participativo, vamos hacer referencia histrica del la parroquia el paraso:

Parroquia El Paraso

El 28 de julio de 1895, el presidente de la repblica general Joaqun Crespo, inauguro la construccin del primer asentamiento urbano planificado de la ciudad en lo que conoca como la Hacienda Eches Zurra la cual haba sido adquirida en el ao 1890 por la compaa de tranvas de caracas. Las obras fueron construidas por el arquitecto Juan Hurtado Manrique. Aquel inmejorable ambiente se conoci como Paseo el paraso y vino a tener especial significado luego del terremoto de 1905, cuando los habitantes de la parroquia Altagracia y la pastora decidieron situarse en un sitio ms seguro por lo plano. Este ao por lo tanto, nuestra urbanizacin cumple 100 aos y para conmemorar tal acontecimiento los vecinos organizados en sus asociaciones, hemos decidido a construir la comisin correspondiente la cual se encarga de planificar los actividades inherentes a la celebracin, los cuales ahondaremos a entregar a sus habitantes, nuestro vecinos y su tradicin histrica. En tal sentido se implementaran: charlas, seminarios, curso de recuperacin, cursos diversos, clnicas, encuestas, entrevista, difusin de actividades a travs de medios de comunicacin social; operativos de salud, de ofertas de consumo masivos de limpiezas; ornato, embellecimiento y aseos de nuestros parques, plazas, avenidas, mantenimiento de servicio tres como iluminacin de nuestras reas comunes, y pintura de fachadas, entre otros, as como la presentacin de conciertos y espectculos, con grupos musicales de diversos gneros, bandas de guerras, desfiles y bandas show adems de una innumerable cantidad de actividades, para el esparcimiento y la recreacin de nuestros nios. Las coordinaciones estarn integradas por respetados vecinos, quienes han venido realizando alguna labor a favor de las comunidades y los cuales, mediante la promocin de las asociaciones de vecinos con mbito de nuestra centenaria urbanizacin, han decidido unir esfuerzos e integrarse a esta solemne conmemoracin.

El Paraso logr que el 6 de junio de 1995 a peticin del Concejal Hctor Urgelles, las parroquias La Vega, San Juan y Santa Teresa tuvieran que ceder parte de sus jurisdicciones para la creacin de la Parroquia El Paraso, independientemente de que El Paraso siempre ha tenido identificacin propia

Entre los principales espacios pblicos con los que cuenta El Paraso destacan, la Plaza Pez, Plaza Madariaga, Plaza Washington, Plaza O`Higgins, Plaza Artigas, El Monumento a Carabobo, comnmente conocido como Plaza La India de El Paraso, Plaza Los Leones, Plaza Las Banderas, Plaza Guzmn Blanco, Plaza Alejandro Petin, el Parque La Paz y el Parque Zoolgico El Pinar.

Actualmente, el Paraso es una zona de clase media, en su mayora residencial, aunque en los ltimos aos ha crecido mucho el comercio en la zona, la parroquia tiene un auge constante de construccin. Se puede decir que es tal vez una de las mejores parroquias del oeste de la ciudad, ya que el ndice de delincuencia y pobreza es ms bajo, comparado con el de las parroquias aledaas.

Adicionalmente, en el Paraso existen varias instituciones educativas a nivel de preparatoria, primaria, bsica y diversificada, aunado a la sede de la Universidad Pedaggica Experimental Libertador (popularmente conocido como el pedaggico) y ncleos de institutos Universitarios (CUAM, Fermn Toro, IUTIRLA, entre otros).

El emblema o smbolo de El Paraso, es el Monumento a Carabobo o La India del Paraso, la cual es centro de fortsima obstruccin del trfico, ya que en ella confluyen cuatro principales y congestionadas vas: la Avenida Jos Antonio Pez, la Avenida Tehern, la Avenida OHiggins y la va de entrada a la Parroquia La Vega.

La va ms importante de la zona es la Avenida Jos Antonio Pez, la cual recorre en sentido de suroeste a noreste, desde el Monumento a Carabobo, hasta la Plaza Madariaga y el distribuidor que la comunica directamente con la Autopista Francisco Fajardo en direccin al este, y con el centro histrico de la ciudad. La Avenida Pez es una arteria vial sumamente congestionada, ya que es la va que recorre el linde sureste de la parroquia, el cual limita con una montaa. Es en sta avenida donde se ha desarrollado con ms fuerza el comercio, con tiendas, kioscos, e incluso usuarios de la economa informal.

Otras de las vas que parten de la India del Paraso es la Avenida Tehern, que vendra siendo una prolongacin de la Avenida Pez. sta arteria vial algo menos congestionada que la primera, comunica la parroquia El Paraso con las urbanizaciones de la clase media-alta de la Urbanizacin Montalbn I, II y III y Juan Pablo II. Tambin est la Avenida OHiggins, que va desde la India del Paraso hasta el Puente de los Leones (elevado que cruza la (Autopista Francisco Fajardo por arriba) y constituye el lmite entre la Urbanizacin Montalbn I (de el lado oeste) Parroquia La Vega y la Urbanizacin La Paz, del lado este en la Parroquia El Paraso. La Avenida OHiggins comunica la India del Paraso, en sentido sureste-noroeste; con Las Urbanizaciones de Bella Vista, Vista Alegre, Colinas de Vista Alegre y La Yaguara; que corresponden a sectores del Paraso. El Paraso cuenta tambin con tres Estaciones del Metro de Caracas: (La Yaguara, La Paz y Artigas) y con un terminal de Metro-bus en la Estacin La Paz. El Paraso tambin posee el Hospital Central del I.V.S.S. conocido como El Hospital "Dr. Miguel Prez Carreo".

Otra importante arteria vial es la Avenida Guzmn Blanco, tambin conocida como Cota 905. Es una va con curvas, generalmente con trfico vehicular, en las inmediaciones de la montaa, a 905 msnm. Es una va enclavada en el pulmn vegetal del Paraso desde la India del Paraso hasta la zona conocida como El Cementerio, en la parroquia vecina de Santa Rosala. En varios puntos a lo largo de esta va, en los sectores montaosos y silvestres, se han construido arbitrariamente grandes cmulos de chabolas en precarias condiciones, (conocidos como barrios o barriadas) donde viven personas de escasos recursos. Uno de estos barrios es San Miguel.

Adems de El Puente de los Leones, tambin est el elevado Puente 9 de Diciembre (de la Avenida Washington, va que atraviesa la Avenida Pez y la Avenida Las Fuentes, se eleva sobre la autopista y comunica con la Avenida San Martn y la zona de Artigas) y el Puente Santander (de la avenida homnima, la cual parte de la Pez y desemboca en la San Martn, al norte de la Autopista).

El Paraso, adems tiene la Avenida Las Fuentes que cruza la parte norte de la parroquia, inicia desde el Parque La Paz y termina en un cruce con la Avenida Jos Antonio Pez, esta avenida tambin es vctima de el trfico, por su cercana a la Autopista Francisco Fajardo, y esta generalmente congestionada entre las 6 y 8 de la maana.

Esta parroquia, tiene diversos lugares comerciales como el Centro Comercial Galeras el Paraso, el Centro Comercial MultiPlaza Paraso, el Centro Come.

Segn el INE tena una poblacin de 114.820 habitantes para 2007 y se estima que para 2015 tendr una poblacin de 120.140 habitantes, siendo una de las parroquias de mayor crecimiento anual del Municipio Libertador.

En el Paraso est ubicada la sede principal de la Comandancia General de la Guardia Nacional de Venezuela.

Teora de la Justicia y Clase de Justicia

Anlisis Social de la Justicia:

La idea del trabajo educativo a travs de proyectos no es algo nuevo. Pero, como dice Freire (1998:37) la asuncin de lo nuevo que no puede ser negado o recibido slo porque es nuevo, as como el criterio de rechazo a lo viejo no es solamente cronolgico. Lo viejo que preserva su validez o que encarna una tradicin o marca una presencia en el tiempo contina nuevo. Es cnsono el planteamiento de la Pedagoga por proyectos con lo que Claparede denomin La revolucin Copernicana en la Educacin para describir el paso de las denominadas corrientes educativas tradicionales a las perspectivas pedaggicas actuales (Ocampo, 1999). Este cambio estuvo muy marcado por los aportes de otros campos, en especial, el psicolgico y sus contribuciones referidas a procesos tan importantes como es el aprender. Cuando la humanidad comprob que el verdadero aprendizaje no era producto de una asociacin mecnica entre estmulo respuesta, que la mente ya no era una caja negra, que los seres humanos ni nacan con el conocimiento, ni lo copiaban fielmente de la realidad, sino que el mismo, era producto de una relacin interactiva mente-contexto, realizado de manera holista, integral, global, fue cuando emergieron planteamientos pedaggico-didcticos, con propuestas sobre el ensear coherentes con esas nuevas concepciones del aprender.

Se recuerda, entonces, a Decroly y, ms especficamente, a Kilpatrick quienes proponen esta metodologa de trabajo didctico integral e integradora para aprender, a inicios del siglo pasado. Ovidio Decroly (1871-1932) en una reaccin contra la enseanza tradicional, apoyndose en los enfoques cognitivos del aprendizaje, propone en los grados iniciales, una enseanza orientada ms a relacionar que a separar, a integrar ms que levantar estancos de asignaturas aisladas. Fundamenta su aporte en lo que denomin centros de inters, los cuales se establecan de acuerdo con las necesidades primordiales de los estudiantes infantes tales como: Alimentacin, respiracin, aseo, proteccin, juego, entre otros (Larroyo, 1980). Como se puede apreciar, lo que plante este pedagogo fue la globalizacin de la enseanza, aspecto que an permanece muy vigente, aproximadamente cien aos despus, ya no slo para nios, sino que hoy da se extiende a la educacin de adolescentes y adultos.

Anlisis de Coyuntura

Antes de iniciar un proceso de transformacin de conflictos hay que tener una visin general, lo ms completa posible, del entorno o la realidad en que se est presentando la situacin conflictiva. La mejor forma de construirse esa visin es partiendo de un proceso de anlisis de la realidad actual, que nos ayude a conocer a los actores sociales y la forma en que desarrollan, e inclusive perfilar algunos de los escenarios que pueden presentarse a mediano o largo plazo.

Una coyuntura es un lapso de tiempo en un proceso histrico de una sociedad. En este tiempo se articulan una serie de acontecimientos que le dan sentido a una situacin, y que pueden indicarnos un cambio o transformacin de la realidad. El lapso se define arbitrariamente, y se suele ubicar en el presente o en un pasado cercano.

El anlisis de coyuntura es un conjunto de herramientas metodolgicas que se concentran en el estudio de los actores sociales y sus relaciones en un momento dado. Para tener una visin completa de los actores y la forma en que se relacionan, es necesario partir de una visin del conjunto de la realidad social.

Por esto comenzamos afirmando que la realidad es una construccin social, conformada por la actividad de hombres y mujeres organizados (sujetos sociales). Esta realidad depende de las condiciones en que se desarrollan y relacionan los sujetos sociales.

El anlisis de coyuntura se centra en los actores sociales, en su fuerza o poder para realizar un proyecto social, para imponer o subordinarse a un proyecto social que define o conforma un sistema social. Nos interesa de manera especial la correlacin de fuerzas de los actores sociales, suponiendo que esto determinar las tendencias, las acciones y los escenarios posibles en la realidad actual y la futura.

Para realizar un anlisis de coyuntura se propone comenzar usando el mtodo de Marx que divide la estructura social en tres partes componentes:

La formacin ideolgica o cultural: Las formas de representar el mundo, y los medios para producir y transmitir informacin.

La formacin poltica: Las formas en que se organizan las colectividades, la sociedad civil y el gobierno.

La formacin econmica: Los modos de produccin, en especial el predominante.

Lo que se produce y la forma en que se produce.

Hablamos del poder como la capacidad de un actor social para realizar algo. En el contexto social, una construccin determinada por las relaciones.

Tomado del texto Metodologa para Anlisis de Coyuntura, de David Bermdez Jimnez, que forma parte de la serie Escuela de Paz y Transformacin de Conflictos de SERAPAZ.

Sociales de los actores. Todos los actores sociales tienen algo de poder, y ste se expresa en la fuerza que acumulan. Hablamos de la fuerza como el conjunto de recursos con que cuenta un actor social. Se expresa en fuerza, al ejercerla o en potencial.

La hegemona es la supremaca que mantiene un grupo social sobre los otros: La direccin intelectual, moral o poltica de un proyecto histrico que impulsa o desarrolla a un grupo social. Su base es el consenso social.

La dominacin es la supremaca que tiene un grupo social a travs de la coaccin o el uso de la fuerza.

La dominacin poltica es la capacidad de imponer un proyecto poltico-ideolgico utilizando diversos tipos de fuerza: La fuerza fsica o represin, la fuerza jurdica apoyada en la legislacin, la fuerza electoral con violencia o fraude, y la fuerza ideolgica o fisiolgica, que es una forma de violencia moral.

La dominacin econmica es la capacidad de un actor social para extraer los excedentes de produccin sobre el trabajo de otros. Estas ganancias gracias al dominio de los recursos econmicos y la posicin en las relaciones sociales.

El rbol Social

Un primer ejercicio de anlisis se puede hacer adaptando la figura de un rbol para representar la estructura social, y realizar un anlisis de su composicin, las partes que le dan identidad y su forma de reproducirse.

Se dibuja un rbol. Se reflexiona sobre las funciones de la raz, el tronco y el follaje. Se comparan estas estructuras con las formaciones de la estructura social. La formacin econmica sera la raz, la formacin poltica sera el tronco y la formacin ideolgica sera el follaje. La idea es ver quines son los actores sociales y las relaciones que forman la raz, el tronco y el follaje de una estructura social.

Se pueden utilizar algunas preguntas como las siguientes:

Para la raz: Quines producen lo que se consume en esta sociedad? Qu se produce? Qu tipo de trabajadores hay? En qu empresas venden su fuerza de trabajo? Cules son sus condiciones de vida? Qu y cunto producen? Qu tipo de propiedad de la tierra predomina?

Para el tronco: Cules son las instituciones, organizaciones, grupos sociales o polticos beneficiados por la raz? Qu organizaciones se benefician y cules no? Cules son los principales conflictos entre estos actores? Cules son los grupos que controlan el estado?

Para el follaje: Cules son las ideas o costumbres que predominan? Qu grupos plantean esas ideas o creencias? Cules son los grupos que tienen acceso a la televisin, radio o prensa? Quines controlan esos medios e instituciones? Para qu sirve promover esas ideas o controlar esas instituciones?

Para el cierre: Cmo se relacionan las partes del rbol social? Cules son sus caractersticas principales? Quin, cmo y hacia dnde lo dirige?

Anlisis de Coyuntura

Se inicia con la delimitacin del espacio y el tiempo de la coyuntura.

Hay que partir de una seleccin de los acontecimientos que se consideran importantes, porque afectan de manera significativa la realidad actual. Se hace una lista de estos acontecimientos, y a partir de la revisin de esta lista se establece el perodo de estudio.

Queremos determinar que nos referimos a la coyuntura que se dio en tal lugar, alrededor de cierto acontecimiento, en un perodo de tiempo determinado. Para ordenar los acontecimientos y los tiempos se puede utilizar la siguiente herramienta:

Lnea de tiempo

Es una grfica que muestra los acontecimientos en una coyuntura. Ayuda a identificar los hechos ms importantes, la forma en que se relacionan, ver las distintas facetas de un evento y recuperar la historia del perodo seleccionado.

Se hace una lluvia de ideas con los acontecimientos ms importantes en los lmites ya definidos para la coyuntura. Se escriben en un papel o pizarrn, y se ordenan segn su antigedad. Despus se traza en un papel o pizarrn una lnea marcada con tiempos, y all se van escribiendo los acontecimientos en el sitio que corresponde a las fechas en que sucedieron.

Se puede hacer una variante de este ejercicio poniendo en paralelo lneas que muestren los acontecimientos en el mbito local, nacional y mundial.

Ubicacin de actores

Se trata de un ejercicio para definir cules son los actores centrales de una coyuntura, cules otros se suman a ellos, y cmo se dan la aglutinacin de fuerzas, las alianzas y las relaciones.

Se definen los actores que se consideran ms relevantes en la coyuntura. Se seleccionan los ms importantes, y se hace un cuadro en el que se trata de responder a varias preguntas:

Principal Actor Principal Actor

Por qu se enfrentan?

Actores que lo apoyan Actores que lo apoyan

Por qu lo apoyan?, Cuntos son, cmo se organizan, cmo y con quin se relacionan?

Cuntos son, cmo se organizan, cmo y con quin se relacionan?

Se comparten y se discuten los resultados, y se hacen observaciones complementarias, con la posibilidad de incluir a otros actores y otras posibilidades de relacin.

Mapeo de Actores

Se trata de una herramienta para visualizar juntos, en un solo esquema, a los poderes centrales en la coyuntura, su poder y sus aliados (actores secundarios). Adems pueden representarse las alianzas con las que cuentan en la coyuntura. El mapeo refleja un momento y una visin particular. Se pueden utilizar crculos para representar a los actores, lneas continuas o dobles para representar alianzas, lneas quebradas para relaciones conflictivas. Se pueden usar flechas para mostrar la direccin de una accin.

Primero se establecen los actores protagnicos de una coyuntura. Se dibujan en un papelgrafo los actores principales, los secundarios y las relaciones que se dan entre ellos. El tamao de los crculos puede dar una idea de las dimensiones de los actores. Las lneas que los unen o los separan pueden dar una idea de las relaciones. Se puede tratar de elaborar el mapa partiendo del punto de vista de los diferentes actores que participan. As es posible lograr mayor objetividad.

Proyecto poltico e intereses de los actores.

Una vez escogidos los actores principales y secundarios, se les estudia de manera particular. Se establece su proyecto poltico-social, es decir, la idea de sociedad que quieren construir. Se identifican sus intereses y las acciones que han realizado en la coyuntura para alcanzarlos. Esto se puede realizar investigando la historia de cada actor, sus acciones y sus declaraciones. Se puede utilizar la siguiente tabla para cada actor:

Actor

Acciones Intereses en la coyuntura Proyecto/identidad

Diagnstico de la correlacin de fuerzas

La fuerza de los actores se define segn los recursos que tiene en la coyuntura para hacer efectiva su estrategia poltica. Los recursos pueden ser los que se usan en la contienda poltica y son visibles, y los latentes, que pueden no usarse pero inhiben o condicionan la accin del adversario. Entre los indicadores de fuerza estn:

La cantidad y calidad de personas que aglutinan: los militantes, los simpatizantes y los movilizados.

El lugar en la estructura social de las personas aglutinadas.

La forma de conciencia, claridad en cuanto a intereses y homogeneidad ideolgica.

Nivel de incidencia: alcance geogrfico y sectorial del grupo. Rural o urbano, local, regional, nacional o internacional.

Preparacin estratgica: capacidad desarrollada para ubicarse en la lucha social o poltica.

Alianzas: estratgicas o de largo plazo, tcticas.

Recursos econmicos.

Recursos jurdicos.

Recursos poltico-militares.

Toda esta informacin se puede concentrar en una tabla. Se trata de determinar el proyecto estratgico, los intereses en la coyuntura y la correlacin de fuerzas.

Proyecto poltico.

Intereses en la coyuntura, Nmero, Lugar en la estructura Formacin de conciencia Nivel de incidencia, Alianzas Recursos, Militantes Individualismo extremo, Econmico, Simpatizantes Solidaridad casual, Estratgica, Jurdico, Movilizados, Conciencia de clase y Tctica Poltico militar.

Oportunidades, amenazas y tendencias de los actores

El anlisis de la correlacin de fuerzas de los actores nos permite valorar las oportunidades que la coyuntura abre para cada uno, segn su propio inters. Cada actor tiene amenaces para la realizacin de su proyecto.

La valoracin de oportunidades y amenazas es el punto de cierre del diagnstico de la correlacin de fuerzas.

El cuadro de oportunidades, amenazas y acciones es una valoracin de la correlacin de fuerzas de la coyuntura. Es un salto del diagnstico a la proyeccin futura de los actores. El cuadro se llena para cada actor, y se puede hacer de modo comparativo.

Se divide el grupo en equipos, y se llena el cuadro dibujado en un papelgrafo:

Oportunidades Amenazas Acciones Actor A, Actor B, Actor C

Para el cierre se discute cul actor est mejor ubicado en la coyuntura. Tambin se ve qu tan adecuadas son las acciones que se prevn. Hay que evaluar qu acciones son las mejores para equilibrar la correlacin de fuerzas.

Tendencias en la correlacin de fuerzas de una coyuntura La construccin de tendencias es la enunciacin de una hiptesis sobre el desarrollo o las consecuencias de la correlacin de fuerzas de una coyuntura. Esta previsin puede hacerse a partir de algunas de las herramientas anteriores. Mientras ms cuidadoso y detallado sea el anlisis, las hiptesis sern ms objetivas.

Una vez enunciadas las hiptesis se pueden ordenar segn cul es la ms factible. Se pueden agrupar en positivas y negativas. Tambin segn los mbitos temticos, como lo econmico, lo poltico y lo ideolgico. A partir de las tendencias se realiza la construccin de escenarios.

Construccin de escenarios

A partir del anlisis podemos reconocer proyectos de transformacin o conservacin de las relaciones que estructuran una sociedad.

Los proyectos de transformacin suponen la desestructuracin de una dominacin/hegemona, y la estructuracin de nuevas relaciones de poder.

Los proyectos de conservacin suponen la defensa de las relaciones sociales fundamentales y el mantenimiento de su dominacin en esas relaciones.

La construccin de escenarios en el anlisis de coyuntura se da como una previsin abierta, que puede cambiar segn el dinamismo social y mltiples factores imponderables, como la influencia de desastres naturales.

Vamos a entender por escenario:

La escena poltica en la que concurren diversos actores, en una determinada correlacin de fuerzas. Los escenarios actuales se refieren a la disposicin efectiva de fuerzas en el presente. Los escenarios previsibles se refieren a las disposiciones que pueden desarrollarse a futuro.

Criterios para la construccin de escenarios:

El punto de partida es el escenario real del presente, integrado por cuatro elementos:

a) Diagnstico de la correlacin de fuerzas

b) Oportunidades y amenazas para cada actor

c) Acciones de los actores principales frente a la correlacin

d) Tendencias o direcciones a las que apunta la correlacin

El escenario se construye utilizando un mapeo. Se representa esquemticamente un escenario futuro posible de la coyuntura, a partir de las tendencias obtenidas del anlisis.

En los equipos se retoman o elaboran las hiptesis sobre las tendencias de la correlacin de fuerzas en la coyuntura. Se escogen algunas de ellas para realizar el escenario a travs de un mapeo de actores. Se puede partir del mapeo que se hizo de la situacin presente, para que haya similitudes en la imagen de la correlacin de fuerzas.

En el cierre se presentan los resultados de los equipos, y se inicia una reflexin colectiva sobre los escenarios ms factibles. Con esto se determinan algunas acciones o estrategias para aprovechar o transformar el escenario, segn si es positivo o negativo.

A partir de los escenarios propuestos y el debate colectivo se elige el que tenga ms posibilidades de realizacin. Se analiza este escenario con mayor detenimiento, en particular sobre las consecuencias para cada actor principal:

Cmo afecta su fuerza?

Cmo afecta su estrategia?

Qu acciones podra implementar cada protagonista para generar el escenario posible?

Ante este anlisis y el estudio del propio proyecto, hay que determinar cmo se puede hacer frente al escenario para acumular ms fuerza, o perder la menos posible.

Recomendaciones finales

Los pasos metodolgicos y las herramientas se presentan en un orden, pero pueden utilizarse segn las necesidades del grupo, colectivo u organizacin. Cada herramienta puede usarse de manera autnoma para realizar un anlisis concreto. Las herramientas son una propuesta metodolgica y pueden modificarse segn la conveniencia

El anlisis de coyuntura es un modo de revisar la realidad, por eso es una prctica de las ms necesarias para los sujetos de las organizaciones bsicas, de los movimientos sociales y las sociedades en movimiento que buscan transformar la sociedad; para quienes ya no se trata de reconstruir la historia pasada, sino de construir la presente y la futura (A. Gramsci). Es mirar hasta el fondo -sin engaos ni apapachos- el rejuego de fuerzas econmicas-polticas-sociales favorables y desfavorables puestas en accin en un momento y lugar determinado, para entonces ejecutar las acciones ms contundentes que enfrenten y abran escenarios an ms favorables para los de abajo, en el mismo proceso de transformacin social. Quiere decir que la coyuntura no es algo ajeno y que determina totalmente a las gentes, sino que los sujetos sociales tambin son los que abren coyunturas con la determinacin y contundencia de las acciones desempeadas. Este tipo de anlisis tiene una parte inmediata y cotidiana, y otra parte tcnica y sistemtica.

Tal como el anlisis de coyuntura que hizo -en su tiempo y a su modo- don Margarito en la localidad de Atequiza, Jalisco, y que es uno de los Testimonios que recientemente recuper Luis Sandoval Godoy. Sabe que sucedi esto: ya no le daban trabajo a la gente. Y ah andan las familias casi murindose de hambre. Pos sin trabajo, oiga, ni por donde ganar algo, lo que fuera, siquiera para comprar un puo de maz para echar una gorda () No, pos, a chele cmo andara aquella gente. La gente sufra hambre, le digo. Usted sabe lo que es tener hambre y or el chilladero de los hijos pidiendo de comer, y no tener una mugrosa tortilla que darles?. De ese anlisis sac la determinacin siguiente: Yo dije: haber en qu topa. Les habl a todas las gentes para hacer una junta. De ah comenz todo el movimiento No era una cosa de un pleitecito as noms. Yo desde antes les demostr a los ricos que estaba del lado de la justicia. Luis Sandoval Godoy concluye que, el de Don Margarito es un testimonio valioso que debe ser escuchado y analizado atentamente Quiz no se encuentren muchos viejos ahora que se atrevan a hablar como l.

El otro anlisis que hace Emiliano Zapata en la obra literaria de Jos Revueltas titulada Tierra y Libertad. Emiliano tiene las pruebas documentales del continuo despojo padecido por la comunidad de Anenecuilco, Morelos, de parte de las haciendas de Mapastln y Hospital; al igual que todo el pueblo, sabe del Negro Palafox que anda prestando servicio al ejrcito, pero que en realidad es un guardatierras de Mapastln; conoce en carne propia y siente la impotencia ante los actos de leva y asesinato con la ley fuga ejercida contra la parte ms joven de su comunidad y ante cinco paisanos asesinados en amaada leva, Emiliano baja de su yegua, se inclina sobre el primer joven muerto y lo sostiene entre sus brazos. Permanece mirndolo con una intensidad casi sobrehumana, los ojos endurecidos como si se tratara de dos pedazos de obsidiana. Entonces, con una voz sorda exclama su juicio conclusivo: Han querido hacer con Anenecuilco el ms injusto escarmiento, noms porque este ao cultivamos la tierra que es nuestra Mentira que el gobierno est aparte de los hacendados y de los ricos: todos se hacen una pafregar al pueblo. Y a las mujeres llorosas termina por decirles: No hay que suplicarles ni pedirles nada mujer! Vyanse mejor a prepararles un itacate pal camino! ndele!.

Entre diciembre de 1851 y marzo de 1852, Carlos Marx tambin analiz la coyuntura de Francia en su obra El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Ah comprueba que las concesiones liberales y los derechos de los obreros fueron derrumbados por ese jugador tramposo que fue Luis Bonaparte. Que un proceso de revolucin proletaria haba sido revertido en una revolucin burguesa. Y que la espera de la eleccin del segundo domingo de mayo de 1852, cual acto mgico que por s mismo cambiara todas las cosas, era una fantasa con efectos milagrosos impuesto sobre las cabezas de las gentes. La debilidad haba ido a refugiarse, como siempre, en la fe en el milagro electoral. Lo electoral y la proclamacin de leyes, se haban impuesto a condicin de mandar al movimiento obrero -con la ms cruda represin- a segundo plano en el teatro social. Detrs de esto, se implementaron crditos baratos y hasta regalados para los obreros, junto con el cclico estado de sitio o toques de queda. Lo electoral alienta a todos a participar en una lucha ficticia, que oculta la verdadera lucha cotidiana por la sobrevivencia; y cuando esa lucha electoral avanza ms de su tiempo, se buscan apaga-fuegos para frenarla de inmediato. Cada partido da coces al que empuja hacia delante y se apoya en las espaldas del partido que impulsa para atrs. No es extrao que, en esta ridcula postura, pierda el equilibrio y se venga a tierra entre extraas cabriolas, despus de hacer las muecas inevitables () Sin embargo, examinando ms de cerca la situacin y los partidos, se esfuma esta apariencia superficial, que esconde la lucha de clases y la peculiar fisonoma de este periodo. De hecho, el inters material de la burguesa francesa est precisamente entretejido del modo ms ntimo con la conservacin de esa extensa y ramificadsima maquinaria del Estado. Por eso, las discrepancias entre polticos y partidos, no son ms que los pleitos de las sirvientas de Francia ante un mismo patrn capitalista. Bonaparte y Changarnier, por ejemplo, son las criadas polticas de Francia [que] barren la ardiente lava de la revolucin con las viejas escobas, y se tiran del moo mientras ejecutan su faena. Su conclusin ms contundente es que los movimientos sociales subalternos o proletarios, se han equivocado en su estrategia ante el Estado: Todas las revoluciones han perfeccionado esta mquina, en lugar de romperla. Sin embargo, en algn momento, el sufragio universal slo pareci sobrevivir un instante para hacer su testamento de puo y letra a los ojos del mundo entero y poder declarar, en nombre del propio pueblo: Todo lo que existe merece perecer.

Ante estos ejemplos podemos concluir, que el anlisis de coyuntura va al fondo de las relaciones y contradicciones entre las fuerzas sociales existentes y sus proyectos que buscan imponer. Es un anlisis que desnuda los sujetos, instituciones y organizaciones (gobierno-ricos-hacendados; elecciones-polticos-partidos-Estado) en su ms descarado papel social, con relacin a las gentes, pueblos y sectores populares: a los que buscan perfeccionar la maquinaria del Estado, que estn del mismo lado, sirvientas que se desmoan por la reproduccin del sistema capitalista. El anlisis de coyuntura contribuye a las acciones ms claras y contundentes que realmente propician la transformacin social e impiden la enajenacin, manipulacin y coaccin de los sujetos sociales emergentes. Es decir, para que los sujetos de los movimientos sociales no bailen al ritmo y msica que los de arriba imponen, sino bajo el propio ritmo salido del tiempo y espacio de la organizacin. El anlisis de coyuntura capacita para desnudar y romper el reloj de arriba, para decidirse y avanzar con el diminuto -pero constante- reloj de los de abajo. Cul es ahora el reloj, el tiempo, la verdadera coyuntura de los movimientos sociales y las gentes de abajo? Y cul es la coyuntura que los de arriba y sus criadas desmoadas pretenden imponer a los movimientos y gentes? Cmo safarse de la coyuntura de arriba, y cmo decidir y avanzar en la coyuntura de los de abajo?

La democracia que se construye, frente a la democracia que crece?

El tiempo (de arriba) es esa inquietud absoluta, el fuego que consume todo (Hegel)

El apresurado y ensordecedor bombardeo para enrolar las gentes en el crecimiento de la democracia, que como vara mgica har crecer a todos, esconde la reducida dimensin de que se refiere slo a la democracia electoral y partidista y todos sus inmediatos interesados. Al empadronamiento, campaas, voto depositado en unos cuantos minutos dentro de una urna mucho ms pequea que una casa, con mayor evidencia ms pequea que un barrio, colonia, rancho y ciudad. Realmente no cabe todo esto en esa urna.

Y sin embargo, que exige atencin y dedicacin; ofertas, manipulacin y acarreo. Admite y justifica: la divisin y fragmentacin social en colores y divinos designados a los que se les prepara el terreno y las gentes; funcionarios, puestos y gastos desmesurados; incremento y concentracin de ganancias en los dueos de los medios de difusin, ante la precaria situacin de las mayoras; actos de prepotencia, mentira, engao y desprecio. Y que consigue la distraccin de sus acciones ms trascendentes y efectivas, de parte de las organizaciones populares y movimientos sociales durante seis meses o ms tiempo. Y aun as, la democracia electoral y partidista decrece, tanto en atraccin como en nmeros totales de participacin.

Pero sobre todo, el repetitivo y exigente llamado a crecer la democracia electoral, oculta tras una gruesa cortina de humo que ms all de ella tambin hay democracia. Es la democracia que no se espera hasta que crezca, sino que se construye a la voz de ya, en el acto mismo de la organizacin y accin popular para resolver las apremiantes necesidades. La democracia que produce satisfaccin inmediata y alegra por el restablecimiento de los lazos sociales y familiares. La democracia en acto que demuestra y desdobla la capacidad y potencia de los sectores populares para vencer obstculos, problemas y resistencias.

Es la democracia que se construye cuando, por propia iniciativa los vecinos de un barrio se convocan y renen, y juntos deciden cocinar la olla semanal; la comida comunitaria para que entre todas las familias se den el sustento y nadie se muera de hambre. Cuando varias familias se comunican la necesidad de vivienda y juntas se organizan y resuelven con sus propias manos ese derecho fundamental, y despus se convierten en una organizacin regional independiente. Cuando la pandilla, los cuates, el colectivo de jvenes deciden emprender una actividad conjunta y los ingresos son distribuidos de manera equitativa entre todos. Cuando el ejido, a pesar de tener ya tierras individualizadas, deciden sostener el trabajo en comn bajo la regla de cada quien segn su capacidad, pero a cada quien segn su necesidad y as consiguen sobrevivir durante ya casi un ao. Cuando en una vecindad, en asamblea deciden y ejecutan la accin de siembra en comn de hortalizas, rotndose el trabajo, para luego distribuirse los productos segn la necesidad de cada familia, abaratando as la vida y consiguiendo la sobrevivencia de todos. Cuando en un departamento o en toda la fbrica, los trabajadores se juntan y deciden enfrentar en colectivo las crecientes amenazas y violaciones a sus derechos laborales. Cuando en el rancho deciden romper con el dominio del dinero, y una parte de lo que cada familia sabe y produce la disponen para la reciprocidad, el intercambio equitativo que hace circular lo necesario entre todos (guaraches, mesas y sillas, maz, frijol y chile, tomates, sanda y meln, queso y panela, tortillas, ollas y jarros, etc.), y luego construyen una red equitativa de distribucin regional. Cuando toda una comunidad se rene y organiza para defender y decidir sobre sus tierras, bosques y agua, realizando cuidados y trabajos ya sin las malas y desastrosas injerencias externas.

Todo esto quiere decir que la democracia no crece, sino que la democracia se construye y demuestra en cada acto cotidiano que la ejecuta; la democracia se instaura y ejerce o no. Que la democracia -verdad de Perogrullo- tiene que ver con las determinaciones asumidas valerosamente por el pueblo. Que la democracia es meta, pero tambin camino: acto democrtico que actualiza la meta y meta democrtica que cuestiona y empuja al acto. Aspecto importante, que la democracia nunca est sola, sino que se acompaa de justicia y libertad. O sea que la democracia, que en su verdadera raz se refiere al pueblo que toma en sus manos su vida, desplegando sus capacidades y potencias para resolver sus necesidades y anhelos de manera colegiada y consensuada (demos-cratos, poder del pueblo), siempre se relaciona con la distribucin justa de su produccin y resultados, y con la libertad-autonoma-independencia de su organizacin popular; al margen y defendindose de todo poder-sobre y ajeno a la organizacin.

La democracia que se construye cotidianamente por el pueblo, y en muchos casos ya de manera prolongada, tal vez no haga crecer la democracia electoral y partidista, pero no por eso es de menor vala. Seguro que en sta democracia que se construye no corre la desmesurada derrama econmica, los aplausmetros, las luces y el oropel de aquella; y sin embargo cuntos y qu buenos resultados est demostrando. Sobre todo en la dicha colectiva y popular organizada que, segn Federico Nietszche, es la sensacin que experimentamos cuando la potencia crece, cuando nos percatamos de haber superado una resistencia con los recursos y capacidades de la misma gente de abajo; sin ddivas ni condiciones, sin controles externos ni supervisores, sin padrinos ni patrones, sin dirigentes, vanguardias ni intermediarios. Por supuesto que la democracia que el pueblo construye, tiene otro tiempo y espacio que el de la democracia electoral y partidista.

La democracia que se construye por el mismo pueblo, debe valorarse tanto o ms que la democracia electoral y partidista. Ya las mismas gentes lo decidirn. Pero eso s, ahora exige el impulso decidido, con nuevas y diversificadas experiencias, de todos los sectores populares y desde sus propios espacios de vida. Adems, requiere el respeto y defensa de parte de todos los que dicen valorar y anhelar un sistema social realmente democrtico. Esta es la actual coyuntura ms honda, que se vislumbra y esclarece desde las organizaciones, movimientos y sectores populares del sur de Jalisco. No se trata de hechos consumados o inevitables, sino de tendencias que pueden ser frenadas y revertidas a partir de distinta acumulacin de fuerzas. Entonces, tienen la palabra y accin los ncleos, grupos, clases, sectores, organismos y movimientos populares.

Reconozcamos con John Holloway que todos somos un sujeto daado, porque nosotros reproducimos la propia relacin del capital y todas sus consecuencias: en la propiedad, la produccin, las relaciones sociales y formas de organizacin. Y para romper esa relacin necesitamos que nos escuchemos y que pongamos en cuestin todas nuestras verdades reveladas, que obnubilan el juicio crtico. Que analicemos la forma Estado que como torbellino estatista nos atraviesa y conforma hasta en el pensar y actuar organizativo, y que ha constituido la causa principal de muchas de nuestras derrotas.[4] Cosa que, segn R. Gmez Mederos, puede desarmarse su lgica, apelando a la sabidura de los pueblos, a la indivisibilidad y la dispersin que es lo que la har ms vulnerable. Eso es lo que alienta el presente ensayo de anlisis crtico: externar, dialogar, sacar a la luz para aclarar el camino y aclararnos en lo que pensamos y hacemos.

Otra visin del mundo es posible ha dicho tambin Luis Villoro, pero para que eso suceda, primero tendramos que despertar de la ilusin, abandonar la ficcin en que vivimos y actuamos. Sacudirnos la dominacin interiorizada, descrita con crudeza en la novela Las cosas de Georges Prec: Queran la superabundancia. El enemigo era invisible. O mejor dicho, estaba en ellos, los haba podrido, gangrenado, destrozado. Pequeos seres dciles, fieles reflejos de un mundo que se rea de ellos. Intentemos superar sta situacin ahora.

Cornelius Castoriadis ha fundamentado que vivir en un rgimen en el que todas las preguntas pueden ser planteadas, eso tambin es el rgimen democrtico Semejante institucin, en la que todas las preguntas pueden ser planteadas, donde ninguna posicin ni status estn determinados o garantizados de partida define la democracia como rgimen. Hasta poner en discusin los puntos que, como dogma, los grupos de poder tambin esconden y defienden a capa y espada. Entonces estamos autorizados para hacernos las simples y llanas preguntas de qu tan bueno es eso de las elecciones? Quin las decide, reglamenta y formaliza? A quienes realmente benefician las elecciones? Para qu ocupan entonces a la gente? Qu tanto sirven para transformar la sociedad? Cmo estn afectando a los movimientos y organizaciones populares de la regin? Qu relacin tienen con la diversificada estrategia implementada despus del ao 2000 en el Sur de Jalisco? Hay alternativa ante las elecciones, los partidos polticos, el Estado y el capitalismo?

Aunque en un momento pareciera que las elecciones son una conquista popular para producir un cambio de rgimen, es en la coyuntura y sus resultados cuando stas muestran su autntico origen y sus funciones. Son fruto del encubierto -y a veces descarado- matrimonio entre el sistema de poder (o sistema poltico) y el sistema econmico capitalista. Como bien se dice, hija de tigres, pintita. As, las cclicas acciones y efectos de las elecciones y los partidos sobre los sectores, organismos y movimientos populares, son semejantes y complementarias a las continuas acciones y efectos del sistema poltico (gobierno, estado), y el mercantilista y depredador sistema capitalista (fragmentacin, dependencia, verticalismo). Pero, de manera especfica, actualmente las elecciones son la herramienta que el sistema poltico y el sistema econmico implementan cclicamente, para conseguir la reproduccin del sistema de poder por otro periodo ms, con los sujetos y formas que resultan ms adecuados al mancomunado sistema poltico-econmico. Y con todos los medios posibles, hasta recurriendo a inmediatos fraudes en eleccin federal (1988 y 2006), violencias internas y represin. Las elecciones son implementadas para asegurar la continuidad en el modo de dominacin, control y contencin de la sociedad, en la que se ejercen los menudos negocios econmicos. Se requieren, pues, criadas que se desmoen por conseguir ser contratadas para ejercer la actividad de control, contencin y represin de la sociedad. Probado est que ya no tiene remedio (o ms remiendo) este sistema electoral y de partidos, reproductor del sistema de dominacin. Los candados y mecanismos de control estn bien resguardados, slo para fingir un supuesto gradualismo poltico que pospone el derecho y la dignidad popular. La diversidad burocrtica y de fuerzas internas del Estado, terminan actuando en sintona y en la misma direccin al ser tocados sus intereses. El Estado ya es una montaa burocrtica de intereses acumulados, que se amparan y defienden mancomunadamente, y que se agreden hasta con violencia para reacomodarse en las posiciones internas. Y sobre todo porque las tres cosas -las elecciones, el sistema poltico y el capitalismo-, representan un modo de relaciones sociales opuesto al de las comunidades, organizaciones y movimientos populares. Por lo que al subir e ingresar a ellas, terminan por admitirlas personalmente, y pervierten entonces las nuevas relaciones que pretendan construir. Padecen con contundencia lo que Frei Betto percibi con crudeza desde dentro del Gobierno de Luis Ignacio Lula en Brasil, y l lo llam el piquete de la mosca azul. Todas las formas que adoptan las relaciones capitalistas, en este caso el Estado, son la negacin de la dignidad El Estado es una forma de organizacin que subordina y destruye ha escrito J. Holloway. Adems, Estado y poder no son sinnimos; aunque se suban a los puestos y funciones del Estado, el poder efectivo ya se encuentra en otros domicilios, y al parecer mejores. Y en esos otros domicilios es donde se le debe derrotar, por supuesto que con otros medios colectivos y organizacionales de poder autnomos.

Entonces, nadie puede actualmente presionar, jalar o empujar a votar si antes no ha puesto el asunto en cuestin; si antes no ha analizado los verdaderos efectos y evidentes consecuencias que el tiempo y espacio de las elecciones, los partidos y el Estado, estn trayendo en el espacio y tiempo de los sectores populares, sus ncleos organizados y sus movimientos sociales. A saber, divisin y enfrentamiento dentro de los pueblos, comunidades y organizaciones populares; verticalismo, clientelismo y corporativismo en las relaciones sociales y organizacionales; coptacin y corrupcin de cuadros y sujetos colectivos populares bajo las relaciones verticales en el tiempo-espacio del poder (ver localidad por localidad ahora, y en los ltimos aos); apropiacin de acciones, historia y proyectos populares; rompimiento de las autonomas para volverlos a la anterior dependencia. En sntesis, producen fragmentacin, coptacin y apropiacin en tres dimensiones de los pueblos, organizaciones y movimientos sociales: a) En las relaciones comunitarias construidas (identidad y reciprocidad), b) En las acciones horizontales de organizacin sostenidas (rotativas, igualitarias, equipos y comisiones), y c) En las capacidades autonmicas-independientes-autogestivas levemente alcanzadas.

Nadie puede actualmente presionar, jalar o empujar a votar, si antes no ha analizado y discutido la supuesta e ineludible bondad de las elecciones y las opciones partidistas para la transformacin social. Si antes no ha puesto en duda el engaoso milagro electoral en el que se refugia y arropa la debilidad y derrota de los grupos y sectores sociales que dicen hoy voto y maana la sociedad ya est cambiada. Como si en una caja de cartn se encontraran las soluciones a nuestros padecimientos para luego alcanzar nuestro bienestar, dice el boliviano Oscar Olivera Foranda. Y en donde tambin se refugia la irresponsabilidad y flojera social, que renuncia a su pensamiento y accin organizada y transformadora, cotidiana y efectiva, delegndola ingenuamente en otros que ni siquiera pretenden modificaciones, mucho menos la urgente y necesaria transformacin social. Porque el sistema de poder y el capitalismo no pueden ser derrotados en una jornada electoral y en un da, sino con un gran movimiento nacional o la confluencia de varios movimientos, por fuera del sistema de partidos electoreros y las instancias corporativas. Solamente podemos conseguir un mundo mejor si estamos dispuestos a emplear nuestras energas morales para conseguirlo, y prestos a enfrentarnos con los que, bajo cualquier disfraz y arropados en cualquier excusa, prefieren un mundo desigualitario y no democrtico, ha dicho I. Wallerstein al analizar la crisis terminal que padece el sistema-mundo capitalista, y la enorme incertidumbre y creatividad social que ahora se abre durante esta primera mitad del siglo XXI.

De lo anterior resulta una simples directriz general de accin, para el periodo electoral y bajo el sistema poltico-econmico imperante: si una persona, familia, colectivo y organizacin decide no participar ms en las elecciones, pero no ejecuta ya una accin cotidiana organizada, mejor que las elecciones y los partidos para cambiar la realidad, para transformar la sociedad, estarn muy equivocados en su decisin tomada.

Estas primeras cinco tesis y la directriz general de accin, no son fruto de nueva teora, sino de nuevas prcticas ejercidas a la par del capitalismo salvaje neoliberal implementado en las ltimas dos dcadas, y que crey encontrar frente a s mismo slo sujetos y colectivos derrotados, divididos y sumisos. Y sin embargo, desde los aos 90s le resultaron nuevos y ms amplios movimientos sociales y populares que ahora plantean la superacin del decadente capitalismo con autonoma, horizontalidad y comunitarismo. No sorprende la cantidad de organizaciones o movimientos, sino -a decir de Bourdieu- que no haya ms trasgresiones o subversin, delitos o locuras , de tan irrespirable que se ha vuelto el aire. En el sur de Jalisco, est probado que los saberes amplios y diversos estn abajo, entre la gente (campesinos, colonos, indgenas, ancianos, amas de casa, jvenes, etc.), y que eso los capacita para vivir por s mismos. Y que esos saberes no se privatizan, no se compran ni se venden; porque slo se comparten cotidianamente y en asamblea, para incrementar las fuerzas y capacidades de sobrevivencia mutua, como organizacin bsica o movimiento social.

Pero ahora, sin embargo, las organizaciones, colectivos, pueblos y movimientos populares existentes en sta regin, deben blindarse y defenderse (tomar decisiones) para no ser desvirtuados, coptados, suprimidos y aplanados con la estrategia implementada en el ltimo sexenio, y que tiene en lo inmediato la vertiente poltico-electoral como coyuntura de coptacin y control. Pero acompaada despus del ao 2000, por la proliferacin de figuras cooperativas corporativizadas y con dependencia institucional y gubernamental; por el supuesto fortalecimiento organizativo con la implementacin de un Organismo de Segundo Grado regional (OSG) articulador, reforzador tambin de las dos figuras anteriores, encausadoras y enganchadoras hacia lo electoral y el sistema de poder (Agendas Ciudadanas y Poder Ciudadano); con despliegues policiales y tecnologa de inteligencia instalados en localidades y puntos clave; y el ejercicio de millonarias inversiones en focalizados programas asistenciales y emprendedores negocios que pretenden reducir el uso del territorio, los espacios pblicos y las decisiones autnomas de los sujetos locales. Punto lgido de esa estrategia ser el ao 2011, cuando se cierren las inversiones econmicas con el pretexto de los juegos panamericanos. Veremos qu y quienes de las organizaciones y movimientos populares se blindan, sobreponen y vencen ante sta diversificada estrategia aplanadora de las resistencias y alternativas en el sur de Jalisco; que pretende distorsionarlas, anularlas, contenerlas, controlarlas, encausarlas o suprimirlas. O cada cosa a la vez, con cada una. Importante ser conocer el cmo podrn lograrlo. Hay que caminar en sus propios pasos, y usar tambin las manos y los brazos en arduo trabajo. Veremos.

Esto pone ahora las condiciones para comenzar a entender la poltica -con C. Castoriadis- como la actividad explcita y lcida que concierne a la instauracin de las instituciones deseables; y a la democracia como el rgimen de auto institucin explcita y lcida, tanto como es posible, de instituciones sociales que dependen de una actividad colectiva y explcita y que nos debe ocupar el mayor tiempo. Esta auto institucin, es un movimiento incontenible, que no pretende lograr una sociedad perfecta sino una sociedad libre y justa, en la medida de la posible. A este movimiento le llamamos el proyecto de una sociedad autnoma y, llevado a su cumplimiento, debe establecer una sociedad democrtica. En este sentido, el objetivo de la poltica no es la felicidad, sino la libertad. La libertad efectiva es lo que llamo autonoma. La autonoma de la colectividad, que no puede realizarse ms que a travs de la auto institucin y el autogobierno explcitos, es inconcebible sin la autonoma efectiva de los individuos que la componen Esta poltica se despliega entonces hacia adentro y hacia fuera de los colectivos, organizaciones y movimientos populares, en el trayecto de ampliacin de una sociedad democrtica auto instituida y controlada por diversos colectivos explcitos por localidades, regiones y territorios. Hasta conseguir una nueva ley social o constitucional, que autnticamente obligue y defienda la democracia, la libertad y la justicia en cada parte de la nacin. Porque, en verdad, la prctica es portadora de experiencias y de conocimientos propios, susceptibles de proporcionar las armas de una hegemona alternativa. La libertad se abre paso en el seno mismo de los dispositivos de poder. Y las normas de la dominacin pueden ser quebradas por una crisis y un acontecimiento que no son resultado de una necesidad del orden social, ni de la predestinacin de un sujeto histrico, ni de un milagro teolgico, sino de la puesta en orden de batalla de prcticas polticas afianzadas en el movimiento que tiende a abolir el orden establecido (Daniel Bensaid).

Muy distinto, pues, al sistema poltico vigente, condicionado frreamente por el capitalismo salvaje y ya en crisis mltiple (financiera, productiva, ambiental, institucional de dominacin). Diferente al Estado como forma de organizacin jerrquica y excluyente, que subordina y destruye la dignidad, y que internamente conforma y limita nuestro actuar transformador. Ahora sabemos con Castoriadis, que pueden existir, ha habido y aqu se augura que habr de nuevo, sociedades sin Estado, carentes de un aparato burocrtico jerrquicamente organizado, separado de la sociedad y en posicin de dominio respecto a sta Una sociedad sin tal Estado es posible, concebible, augurable. Pero una sociedad sin instituciones explcitas de poder es un absurdo, en el que cayeron Marx y los anarquistas. Pensar una sociedad sin Estado me resulta difcil, puede pensarse en un Estado [resanado] que obedezca?, pregunta un estudiante argentino. Y J. Holloway responde: tal vez en los primeros aos se pens que la existencia del Estado poda reconciliarse con la idea del mandar obedeciendo pero creo que tanto la experiencia como la reflexin terica nos muestran que no es posible, porque el Estado es una forma de organizacin que nos excluye. Es una forma de organizacin jerrquica una forma de organizacin que se ha desarrollado a travs de los siglos con el propsito de excluir a la gente de la autodeterminacin de su propio hacer El Estado es una forma de relaciones sociales especfica, una forma jerrquica, integrada al conjunto de las relaciones sociales capitalistas. Esto quiere decir que no hay posibilidad de un Estado que mande obedeciendo. Se resaltan entonces las existentes y potenciales formas de poder cosejista, comunal, con organismos auto instituido y obediente a los colectivos reales y explcitos. Ahora, otra forma de organizacin ya no sera Estado, tendra que ser consejista o comunal, concluye Holloway.

Es la democracia comunitaria, agrega Luis Villoro. Esta sera lo contrario de la actual democracia representativa, porque en ella slo la comunidad tiene el mando, no el individuo o los grupos de individuos; democracia comunitaria es a la que tienden las comunidades en el mbito de nuestra Amrica indgena, las zonas campesinas y en las periferias urbanas. Tendremos entonces colectivos, regiones y pas con democracia, libertad y justicia verdaderas, construyndose y amplindose desde abajo y en la vida cotidiana. Con una potencia de expansin, adecuada a las voluntades individuales y colectivas que se hablan, escuchan y organizan cara a cara. Que preguntan y caminan, y ahora caminan preguntando y preguntndose entre s hasta conseguir del todo su ms grande objetivo: la construccin entre todos de una sociedad ms justa, democrtica y libre. Parafraseando al boliviano Oscar Olivera Foranda: Somos visibles y slo existimos, slo cambiamos las cosas cuando nos movilizamos eso hemos dicho, eso hemos hecho, eso debemos volver a hacer a prepararnos a movilizarnos ms all de las elecciones, ms all de los candidatos y partidos, ms all de nosotros y nosotras. Ya con toda la rabia que producen tantas y tan continuas situaciones padecidas. Porque, como dice Holloway, con el grito de rabia rompemos con eso, decimos no, no somos vctimas, somos humanos, ya basta de vivir as, ya basta de sufrir! Ya no vamos a pedir nada a nadie, ya no vamos a formular demandas, ya no vamos a esperar la revolucin en el futuro porque el futuro nunca llega. Vamos a cambiar las cosas aqu y ahora La rabia anticapitalista es una digna rabia porque rompe con la condicin de vctima, porque ya tiene el deseo de otra cosa, de un mundo diferente, porque detrs de los gritos y de las barricadas hay otra cosa, la construccin de otras relaciones sociales, la creacin de otro hacer, de otro amar () Luchamos contra el capitalismo no solamente con manifestaciones y piedras sino tambin (y tal vez sobre todo) construyendo otra cosa. Luchamos contra el capitalismo viviendo el mundo que queremos crear, conscientes y colectivamente decididos. Ejercitando ya esa otra poltica, la que deja atrs la poltica de las vctimas, la poltica de demandas, la poltica de las denuncias constantes, la poltica de lderes y partidos y Estado. La digna rabia pone a nosotras y nosotros en el centro. Nosotras y nosotros creamos el mundo con nuestra creatividad, nuestra actividad. Tambin somos nosotras y nosotros los que creamos el capitalismo que nos est matando: por eso sabemos que podemos dejar de crearlo. Tambin somos nosotras y nosotros los que estamos creando la crisis actual del capitalismo, o, mejor, nosotras y nosotros somos la crisis del capitalismo. Entonces, ampliemos las acciones y perspectivas en esta otra direccin; aunque ampliando es como aumenta el grado de complejidad y retos colectivos.

Mtodo Hermenutica

Puede decirse que la hermenutica (del griego hermeneutiks, interpretacin) en trminos generales es la pretensin de explicar las relaciones existentes entre un hecho y el contexto en el que acontece.

Aunque en un principio la hermenutica constituy un campo cuya aplicacin se vio restringida exclusivamente a cuestiones de carcter bblico, hoy en da se emplea en el anlisis e interpretacin de textos y contextos filosficos, histricos, literarios, cientficos, etc.

Fueron los alemanes Friedrich Ernst Daniel Schleiermacher (1768-1834), Wilhelm Dilthey (1833-1911) y Edmund Husserl (1859-1938) quienes empleando a la hermenutica como mtodo pretendieron explicar toda manifestacin de la vida del hombre.

Ya especficamente, para la interpretacin de textos pueden citarse tres mtodos como los ms importantes:

a) El anlisis de contenido norteamericano, que constituye la alternativa neopositivista de investigacin social emprica ms utilizada.

b) La semitica naturalista francesa.

c) La hermenutica, misma que ha sido empleada desde hace ms de dos siglos por los historiadores, principalmente.

Como dato curioso he de decir que correspondi a la hermenutica fundamentar la separacin entre las llamadas ciencias naturales y las ciencias sociales, y dadas sus caractersticas originales, cedi mucho terreno frente a la postura positivista del anlisis de contenido norteamericano.

Tal es la circunstancia por la cual la hermenutica no ha tenido en Mxico un impacto importante, aunque justo es decir que a ltimas fechas han despertado un vivo inters las ideas de algunos autores de la escuela de Frankfurt, como Walter Benjamin (1892-1940), Theodor Adorno (seudnimo de Theodor Wiesengrund, 1903-1969) y Jrgen Habermas (1929- ), entre otros, quienes intentan vincular a la dialctica marxista con la hermenutica, aplicadas concretamente a la investigacin social.

Porque mucho se ha criticado la estructura que presentan diversas investigaciones sociales en Mxico, fundamentadas en un marco terico referencial marxista, pero empleando procedimientos investigativos de corte positivista, en el ms puro estilo norteamericano.

Los orgenes de la hermenutica deben buscarse en las intenciones por explicar la Biblia y los clsicos grecolatinos. Ms tarde, hacia el siglo XIX, la hermenutica constituy un auxiliar bsico de la historiografa y de la jurisprudencia, y se esgrimi como concepto clave a la comprensin, infiriendo que si bien el lenguaje es comprensible por otros seres humanos, al mismo tiempo tiene el poder de comprender a esos mismos seres humanos.

Seguramente una de las aportaciones ms discutidas de la hermenutica fue su abierto rechazo a considerar a la historia nicamente como una sucesin de hechos (positivismo histrico). Segn la hermenutica, el intrprete o hermeneuta debe separarse de su tiempo, de sus juicios personales, etc., e intentar lograr una contemporaneidad con el texto de referencia y el autor del mismo, interpretndolos, renunciando a cualquier intencin o normatividad de actualidad.

En una posicin ms reciente, Hans Georg Gadamer postula que la interpretacin, sin ser normativa, debe relacionarse con los problemas actuales.

A partir de esta consideracin, Habermas afirma que el hermeneuta necesariamente debe tomar en cuenta las circunstancias de enajenacin y de dominacin institucional en el anlisis de su posicin y la del autor-texto, evidenciando la distancia existente entre la situacin histrico-social del propio intrprete y la correspondiente a la del autor-texto.

As, ya no se trata exclusivamente de interpretar al autor-texto a travs de una especie de intuicin psquica como postularon Schleiermacher y Dilthey, sino de recuperar la comprensin del mundo del autor-texto, y an superarla por medio de la reflexin.

El denominado crculo hermenutico es un recurso explicativo a travs del cual se establece, desde una ptica evidentemente dialctica, que el todo siempre es ms que la suma de sus partes, pues los elementos slo resultan comprensibles dentro de todo el contexto, pero tambin el contexto se explica en funcin de sus partes y de las relaciones existentes entre las mismas: la palabra, dentro de la frase; la frase, dentro del captulo; el captulo, dentro de todo el texto; el texto, inscrito en su tiempo, etc., y viceversa.

En el plano de lo ms comn, tal vez uno de los principales rasgos por los cuales se descalifica al proceso hermenutico, lo constituye la presentacin del trabajo final, mismo que no se ajusta a la tradicin cientificista de presentar separadamente las reflexiones tericas, las estructuras conceptuales clasificadas y otros criterios de categorizacin.

Porque, al contrario, el procedimiento hermenutico ofrece como resultado final un trabajo en forma de lectura que choca a todas luces con los correspondientes a otros derivados de procedimientos nomolgicos o inductivos.

Con base en lo anterior, algunos autores, como Eduardo Weiss, consideran que la hermenutica guarda algunas semejanzas con la etnografa, pues ambas realizan actividades comunes como, por ejemplo, las observaciones que se registran en el diario de campo, para su anlisis posterior. Lo mismo puede decirse del producto final, pues en ambos casos, trtese de la hermenutica o de la etnografa, buscan la comprensin de significado, apoyndose en el relato.

La hermenutica, como mtodo, ha sido empleada por la teologa, la filosofa, la historia, la jurisprudencia, la lingstica y hasta por el psicoanlisis. Pero es con Schleiermacher y con Dilthey que la hermenutica adquiere una dimensin especficamente filosfica, partiendo de dos concepciones fundamentales:

La hermenutica es el arte evitar el malentendido.

Si la totalidad de una obra tiene que ser comprendida a partir de sus palabras y de la combinacin de las mismas, la comprensin plena del detalle presupone que el propio conjunto ya es comprendido.

En la actualidad, entre las proposiciones hermenuticas ms importantes se encuentran la de Paul Ricoeur y la de Hans Georg Gadamer, autores que propugnan por la existencia de una sola hermenutica, y de los que Gabriel Gutirrez Pantoja recupera algunas ideas por dems interesantes, como podr verse en seguida.

En el caso de Paul Ricoeur, Gutirrez Pantoja afirma que la interpretacin del comportamiento humano, remitindose a la historia, no se contrapone con las de las finalidades que persigue el ser humano, ambas se complementan, aunque dialcticamente se unen y se niegan, se integran y se transforman.

El entendimiento de esto, la comprensin, se consolida solamente mediante la interpretacin de la dialctica entre arqueologa y teologa. No hay dos hermenuticas, una de la historia y otra de la aspiracin, del deseo, solamente es necesaria una hermenutica filosfica, una hermenutica reflexiva sobre lo concreto, que una las concepciones antagnicas dialcticamente.

Con la finalidad de ilustrar los dos momentos de arch y telos en un slo proceso, Ricoeur dice: El hombre es el nico ser que es presa de su infancia; un ser siempre en retroceso hacia su infancia; incluso atenuando el carcter demasiado histrico de tal interpretacin pretrita, resulta que seguimos emplazados frente a una anterioridad simblica; de esta forma, si interpretamos el inconsciente como el orden de los significantes-clave respecto a cualesquiera sucesos temporalmente interpretados nos remite a un sentido ms simblico de la anterioridad, pero sigue ofreciendo al orden inverso del espritu el contrapolo que estamos buscando.

Digamos, pues, en trminos muy generales: el espritu es el orden de lo terminal; el inconsciente es el orden de lo primordial. Para explicar esta anttesis en la forma ms escueta posible, yo dira: el espritu es historia, mientras que el inconsciente es destino; destino hacia atrs de lo infantil, destino detrs de unos smbolos que ya estn all y se reiteran independientemente

En sntesis, segn Ricoeur, durante la infancia se van adquiriendo smbolos que se asientan en el inconsciente, para manifestarse en cada momento de la historia del individuo. Esta dialctica entre espritu e inconsciente es el objeto de la filosofa reflexiva, que acta como una hermenutica filosfica. La solucin entre la confrontacin de las hermenuticas, como principio, est en la dialctica entre arqueologa y teologa.

Por tanto, la dialctica se coloca en el centro de la hermenutica para comprender el smbolo. En palabras del autor Es preciso dialectizar el smbolo a fin de pensar conforme al smbolo, y slo as resulta posible inscribir la dialctica dentro de la propia interpretacin y regresar a la palabra viva. Esta ltima fase de la reapropiacin es la que constituye el paso a la reflexin concreta. Volvindose a la escucha del lenguaje, lenguaje, es como la reflexin pasa a la plenitud del habla simplemente oda.

No quisiera que nos engasemos en lo tocante al sentido de este ltimo episodio: el retorno a lo inmediato no es un retorno al silencio, sino al habla, al lenguaje en su plenitud. No digo al habla inicial, inmediata, al enigma espeso, sino a una palabra aclarada mediante todo el proceso del sentido. Por eso la reflexin concreta no conlleva concesin alguna a lo irracional, a la efusividad. La reflexin vuelve a la palabra pero sigue siendo reflexin, es decir inteleccin del sentido; la reflexin se convierte en hermenutica y no hay otra forma de poder llegar a ser concreta sin dejar de ser reflexin.

() Gadamer se apoya en el crculo hermenutico del todo y las partes, aunque aclara que El mismo concepto del todo slo debe entenderse como relativo. La totalidad del sentido que se trata de comprender en la historia o en la tradicin no se refiere en ningn caso al sentido de la totalidad de la historia la finitud de la propia comprensin es el modo en el que afirman su validez la realidad, la resistencia, lo absurdo e incomprensible. El que toma en serio esta finitud tiene que tomar en serio la realidad de la historia.

Una vez hechas estas precisiones, podemos exponer la sntesis de lo que Gadamer considera como comprensin y dnde y cmo se realiza:

1. comprender es ponerse de acuerdo con alguien sobre algo;

2. el lenguaje es, por tanto, el medio universal para realizar el consenso o comprensin;

3. el dilogo es modo concreto de alcanzar la comprensin:

4. todo comprender viene a ser as un interpretar;

5. la comprensin, que se realiza siempre, fundamentalmente, en el dilogo por medio del lenguaje, se mueve en un crculo encerrado en la dialctica de pregunta y respuesta;

6. la dimensin lingstica de la comprensin, indica que es la concrecin de la conciencia de la historia efectual;

7. La tradicin consiste en existir en el medio del lenguaje, en cuanto el pasado se actualiza, se reconoce su sentido a menudo con nuevas iluminaciones.

Derivado de esto, el autor propone en su texto: La comprensin slo se convierte en una tarea necesaria de direccin metodolgica a partir del momento en que surge la conciencia histrica, que implica una distancia fundamental del presente frente a toda transmisin histrica. La tesis de mi libro es que en toda comprensin de la tradicin opera el momento de la historia efectual, y que sigue siendo operante all donde se ha afirmado ya la metodologa de la moderna ciencia histrica

Esta idea sobre la comprensin, Gadamer la aplica a la accin traductora, es decir la accin de traducir textos.

Sobre ello, el autor dice: Igual que en la conversacin con el fin de alcanzar este objetivo, uno se pone en el lugar del otro para comprender su punto de vista, tambin el traductor intenta ponerse por completo en el lugar del autor. Pero esto no proporciona por s solo ni el acuerdo en la conversacin ni el xito en la reproduccin de la traduccin. Las estructuras son claramente parecidas.

El ponerse de acuerdo en una conversacin implica que los interlocutores estn dispuestos a ello y que van a intentar hacer valer en s mismos lo extrao y adverso. Cuando esto ocurre recprocamente y cada interlocutor sopesa los contraargumentos al mismo tiempo que mantiene sus propias razones puede llegarse poco apoco a una transferencia recproca, imperceptible y no arbitraria de los puntos de vista (lo que llamamos intercambio de pareceres) hacia una lengua comn y una sentencia compartida.

Del mismo modo el traductor tiene que mantener a su vez el derecho de la lengua a la que traduce y sin embargo dejar valer en s lo extrao e incluso adverso del texto y su expresin. Sin embargo, tal vez esta descripcin del hacer del traductor est demasiado recortada. Incluso en los casos extremos en los que hay que traducir de una lengua a otra el tema apenas puede separarse de la lengua. Slo reproducir de verdad aquel traductor que logre hacer hablar al tema que el texto le muestre, y esto quiere decir que d con una lengua que no slo sea la suya sino tambin la adecuada al original. La situacin del traductor y la del intrprete vienen a ser, pues, en el fondo la misma todo traductor es intrprete. El que algo est en una lengua extraa no es sino un caso extremo de dificultad hermenutica, esto es, de extraeza y de superacin de la misma.

En realidad en este sentido determinado inequvocamente son extraos todos los objetivos con los que tiene que ver la hermenutica tradicional. La tarea de reproduccin propia del traductor no se distingue cualitativa, sino slo gradualmente, de la tarea hermenutica general que plantea cualquier texto.

El alcance de la hermenutica va ligado segn Gadamer, a los alcances de la ciencia, en donde existe un lenguaje que transmitir y comprender, o textos que traducir, se har evidente la necesaria presencia de la hermenutica.

Sobre las funciones de la hermenutica el autor afirma: El fenmeno de la comprensin y de la correcta interpretacin de lo comprendido no es slo un problema especfico de las ciencias del espritu el problema de la hermenutica va ms all de las fronteras impuestas por el concepto de mtodo de la ciencia moderna.

Comprender e interpretar textos no es slo una instancia cientfica, sino que pertenece con toda evidencia a la experiencia humana en el mundo El fenmeno de la comprensin tiene validez propia dentro de la ciencia, y se resiste a cualquier intento de transformarlo en un mtodo cientfico.

La presente investigacin toma pie en esta resistencia, que se afirma dentro de la ciencia moderna frente a la pretensin de universalidad de la metodologa cientfica. Su objetivo es rastrear (lo mismo) la experiencia de la verdad, que el mbito de control de la metodologa cientfica ah donde se encuentre, e indagar su legitimacin.

De este modo las ciencias del espritu vienen a confluir con formas de la experiencia que quedan fuera de la ciencia: con la experiencia de la filosofa, con la del arte y con la de la misma historia. Son formas de experiencia en las que se expresa una verdad que no puede ser verificada con los medios de que dispone la metodologa cientfica.

As entendida la hermenutica sale del contexto rgido de la metodologa de la ciencia para establecerse como una metodologa que busca la comprensin de la verdad, donde y como quiera que se encuentre, mediante la interpretacin, el arte de la hermenutica.

En defensa de la hermenutica, a la que se acusa de carecer del rigor metodolgico de la ciencia moderna, Gadamer afirma que si bien la ciencia siempre buscar apoyarse en una especie de profilaxis metodolgica, detrs de cualquier nuevo procedimiento metodolgico siempre, tambin, existir la fantasa creadora del que investiga.

Investigacin Accin Participativa:

Investigacin Accin

Existe una manera de investigar cientficamente, propia de las ciencias naturales, en donde el investigador como sujeto de la investigacin aborda un aspecto de la realidad (objeto de la investigacin) con el propsito de describir, interpretar establecer relacin o explicar el fenmeno estudiado. Generalmente, cuando este tipo de investigacin se aplica en el rea social, el objeto de la investigacin no tiene participacin activa en el proceso ni en los resultados y solo puede llegar a conocer las conclusiones.

Sin restarle ni querer quitarle la importancia que tiene este tipo de investigacin para la ciencia, alrededor de 1946, con Kurt Lewin surge una nueva manera de investigar donde la decisin de grupo y compromiso con la mejora es la base fundamental de este tipo de investigacin; Se inician as cambios en la forma de investigar que nos llevan a finales de la dcada del 50 en Amrica Latina a un movimiento de critica al desarrollo de la comunidad acompaado de un cuestionamiento ideolgico y metodolgico de la investigacin social, comenzando a desarrollarse una nueva concepcin que sin perder el carcter de cientificidad busc mayor participacin y apropiacin del proceso y de los resultados por parte de la comunidad involucrada, a este tipo de investigacin se le denomina Investigacin - Accin Participativa ( IAP) y posteriormente se le reconocer como investigacin Participativa (IP) (Arango. 1995:96).

De acuerdo con lo planteado y siguiendo a Montero Maritza (http//bugs.invest.uv.mx), (1999:2) que en referencia a este movimiento social, donde se difunden ideas polticas y econmicas, que generan una concepcin nueva, donde se concibe al sujeto como un ser activo. Seala, que ese fenmeno responde a un movimiento en las ciencias sociales y humanas en general que, en Amrica Latina a fines de la dcada del cincuenta haba comenzado, a producir una sociologa comprometida con las clases sociales econmicamente ms necesitadas.

La autora mencionada hace referencia a los trabajos del socilogo Orlando Fals Borda (1959) en Colombia como un buen ejemplo de lo descrito, quien en su obra de esa poca asentaba ya las bases para una praxis renovadora de las ciencias sociales y del rol de las investigaciones sociales. Igualmente la educacin popular planteaba nuevas formas de intervencin social, ya que como lo han sealado Freire (1974) y Barreiro (1974), entre otros, se trata de un proceso realizado con los miembros de un grupo, en funcin de sus intereses y necesidades, es decir, con sujetos activos que controlan las circunstancias de vida que les toca enfrentar en su contexto socio cultural..

Adems de estos aspectos discutidos y tratados por diferentes autores Latinoamericanos, donde se le da relevancia a los intereses del grupo, en la investigacin accin, tambin se genera cambios en como investigar. En este caso el investigador debe tener claro que no existe neutralidad cientfica, en el sentido del compromiso explcito que debe tener con los sujetos involucrados en la accin. La objetividad debe ser construida en una accin reflexin crtica, dirigida a que los sujetos de la accin, se apropien del conocimiento de su realidad, a travs del anlisis y el estudio de las transformaciones grupales y colectivas, que van teniendo lugar a lo largo del proceso donde el hombre se transforma y transforma su entorno.

Se ve as al sujeto de la investigacin con capacidad de accin y poder transformador, no slo en el mbito grupal y colectivo, sino tambin del entorno social y material. Igualmente, con una capacidad para discernir, organizar, planificar procesos que favorezcan y se apoyen en formas de participacin activa de las comunidades, en una perspectiva democrtica y de autogestin.

La Investigacin Accin, no es slo investigacin, ni slo Accin, implica la presencia real, concreta e interrelacionados de la Investigacin y de la Accin e inmersa en esta ltima, la Participacin, por lo tanto para investigar tiene que asumirse la reflexin como elemento esencial.

En correspondencia con lo anterior, se plantea como manera de investigar con la comunidad y para la comunidad, en funcin de ir generando procesos de transformacin dentro del orden democrtico, la Investigacin Accin Crtica Reflexiva.

Sustentando el hecho de que es investigacin, puesto que se fundamenta en un proceso sistemtico, que orienta sus fases a travs de un conocimiento preexistente, tanto en el investigador como en los dems sujetos de la investigacin. Este conocimiento, es producto de la praxis y la experiencia, que permiten conocer y transformar tanto al sujeto como al entorno y sistematizar las experiencias para ir generando un proceso de cambio y/o transformacin de modelos de vida, formas de agruparse, manera de intervenir, generacin de procesos educativos y organizativos y criterios de pertenencia, entre otros.

Es por lo tanto, accin y participacin, accin entendida no slo como el simple actuar, o cualquier tipo de accin, sino como accin resultado de una reflexin e investigacin continua, sobre la realidad no solo para conocerla, sino para transformarla. Participacin, porque abarca un proceso de comunicacin y retroalimentacin perenne entre los sujetos de la investigacin, donde la planificacin, la toma de decisiones y la ejecucin, forman parte de un compromiso colectivo o de grupo.

Es crtica, porque la prctica se somete a un anlisis y discusin continua, entre los sujetos de la investigacin, que conlleva a procesar e interpretar de manera ms global el contexto social, promoviendo la bsqueda de opciones de cambio con base a los intereses colectivos.

Reflexiva, pues producto del anlisis, debe establecerse una relacin entre lo investigado, el contexto y los sujetos de la investigacin, reforzando el estudio, evaluacin e interpretacin de los problemas y sus causas, valorando las acciones ejecutadas y generando un conocimiento que permite a los sujetos enfrentar las situaciones que se les presenten de manera conjunta y organi