PROPUESTA PEDAGÓGICA DE COMUNICACIÓN...
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PROPUESTA PEDAGÓGICA DE COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA
“ZIPAQUIRÁ: CRÓNICAS SALINERAS”
YEISMY AMANDA CASTIBLANCO VENEGAS
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN – EDUCACIÓN
BOGOTÁ D.C.
2017
PROPUESTA PEDAGÓGICA DE COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA
“ZIPAQUIRÁ: CRÓNICAS SALINERAS”
YEISMY AMANDA CASTIBLANCO VENEGAS
DIRECTOR
LUIS ALEJANDRO CORREDOR
UNVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN – EDUCACIÓN
BOGOTÁ D.C.
2017
NOTA DE ACEPTACIÓN
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Firma del Director
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Firma del Jurado
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Firma del Jurado
Al Universo que eslabonó el momento,
El lugar y seres maravillosos de luz en mi camino
A mi guía, amigo, amante y compañero,
Carlos Rincón, quien en la luz y en la oscuridad
Construye conmigo caminos de esperanza, amor y paz
A mi madre, guerrera de la vida, acompañante
De cada uno de mis pasos con amor incondicional
A mis hermanos por su fiel cariño,
Con quienes en épocas de invierno hemos compartido
Nuestro mejor abrigo.
Agradecimientos
Con total agrado y admiración, agradezco a los maestros que acompañaron este
proceso de crecimiento personal y profesional a lo largo de la maestría; a mi tutor
Luis Alejandro Corredor Calderón, quien acompañó y guio la elaboración del
presente trabajo de investigación.
A mi compañero de vida Carlos Rincón, quien decidió caminar conmigo este bello
y largo camino aportando siempre en discusión, la construcción de mi labor.
A mi familia entera, en especial a mi madre, Elsy Venegas y mi abuela Aura María
Bastidas, por su paciencia ante los destiempos de encuentro.
A la Corporación Universitaria Minuto de Dios y en especial a Mónica Perassi,
gran maestra y compañera, cuyo aporte fundamental, apoyó todo el proceso e
impulsó esta investigación. A los estudiantes de VI semestre de Comunicación
Social – Periodismo, quienes se convirtieron en investigadores y maestros en el
camino recorrido.
ADVERTENCIA
Acuerdo 19 del Consejo Superior Universitario que dice:
Artículo 177: La Universidad Distrital Francisco José de Caldas no se hará
responsable por las ideas propuestas en esta tesis.
RESUMEN
Este ejercicio de propuesta pedagógica de comunicación participativa, pretende
fortalecer el reconocimiento de la memoria histórica del Municipio de Zipaquirá,
por parte de los 37 estudiantes de VI semestre de Comunicación Social y
Periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Centro Regional
Zipaquirá (CRZ), quienes encuentran una forma de transitoriedad del territorio en
diferentes ámbitos, trabajo, estudio y/o habitabilidad, pero que aún desconocen
dinámicas históricas sucedidas en el municipio, las cuales han sido opacadas por
grandes relatos como la Catedral de Sal.
Como parte del proceso de investigación se analiza desde la academia, la
importancia que se le da a la memoria histórica preocupándose desde allí por el
rescate de aquellas fracciones identitarias, con las que nos reconocemos en cada
uno de nuestros territorios, abriendo la Uniminuto a la comunidad; llevando a este
grupo de estudiantes a indagar sus raíces ancestrales e investigando con la
comunidad el patrimonio cultural inmaterial no documentado en Zipaquirá.
Las categorías conceptuales que se desarrollan en la investigación se direccionan
en planteamientos teóricos que describen la Memoria Histórica (MH) como primera
categoría; allí se muestra históricamente el concepto, su cambio a lo largo del
tiempo y como desde el desarrollo de la MH se conceptualiza la identidad y la
transformación de la cultura. La segunda categoría, Patrimonio y Cultura, muestra
desde la legislación lo patrimoniable y lo no patrimoniable y como desde poderes
hegemónicos se cercena la tradición oral de los pueblos. Por último, la categoría
Educar desde la Comunicación, asume la postura de la Universidad desde la
Corporación Universitaria Minuto de Dios, para emprender procesos de memoria
histórica desde la comunicación participativa. La investigación es realizada bajo el
método investigación acción; se acerca al estudiante a la comunidad y se realiza
la investigación en conjunto, con la apuesta de transformación social, guiada por el
fortalecimiento de la memoria histórica. Así mismo, se enmarca en el tipo de
investigación descriptivo - exploratorio, ya que evidencia la problemática y la
describe, dando forma a la investigación y se implementa por primera vez en un
espacio de aula con estudiantes de comunicación social – periodismo.
Así mismo, desde esta investigación se realizan diferentes estrategias y enlaces
para en un segundo momento documentarlo desde el relato de la comunidad y la
investigación realizada. De esta forma, los relatos de la memoria se extrapolan de
la misma, se integran con nuevos memorias y finalmente se documentan, dando
paso a nuevos procesos de divulgación y trabajo de memoria histórica, tanto en la
universidad, como en la comunidad.
La investigación, permitió reconocer las voces de los abuelos que recuentan la
tradición oral de su municipio y a su vez los integra en el trabajo colaborativo con
los estudiantes, parte de una nueva generación. Así mismo, se logra evidenciar la
poca importancia que se le da al Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) en Zipaquirá
y como desde la alcaldía del municipio, se crean proyectos que sobreponen la
Catedral de Sal al PCI.
Por último, el proyecto de investigación se enmarcó en la creación de una
estrategia pedagógica que se consolido como propuesta pedagógica, la cual
pretendió divulgar parte de la memoria histórica del municipio de Zipaquirá
(Patrimonio Cultural Inmaterial) en diferentes espacios del municipio, tales como
proyectos de aula que corresponden a la creación del corredor fotográfico
expuesto en la semana de la comunicación 2017, en la Corporación Universitaria
Minuto de Dios; el blog cuenta la sabana que muestra relatos de Sabana Centro
(Zipaquirá incluida) con un importante número de visitas y aportes, y la posible
publicación del libro “Crónicas Salineras” por parte de la Corporación Universitaria
Minuto de Dios.
Finalmente se concluye que existe un desconocimiento de la memoria histórica
desde el Patrimonio Cultural Inmaterial, sin embargo, es posible repensar
estrategias que logren confluir a los habitantes del municipio en invitaciones para
no olvidarlo, reconocerlo y evocarlo. Así mismo, es necesario trabajar con las
nuevas generaciones las historias del pasado que hacen parte de su identidad. De
esta forma, la homogenización de la cultura se vería amenazada, al reconocerse
cada uno de nuestros jóvenes en espacios diferentes, como miembros de culturas
diferentes, con identidades diferentes.
PALABRAS CLAVE: Patrimonio Cultural Inmaterial, Memoria Histórica, Identidad,
Comunicación Participativa, Tejido Social.
ABSTRACT
This exercise of pedagogical proposal of participatory communication, aims to
strengthen the recognition of the historical memory of the municipality of Zipaquirá,
by 37 students of VI semester in the programe Social Communication and
Journalism of the Corporación Universitaria Minuto de Dios, Zipaquirá Regional
Center (CRZ) , Who find a way of transitoriness of the territory in different areas,
work, study and / or habitability, but still unknown historical dynamics happened in
the municipality, which have been overshadowed by great stories such as the
Cathedral of Sal.
As part of the research process, the importance of the historical memory is
analyzed from the academy. It is concerned with the recovery of those identitarian
fractions, with which we recognize ourselves in each of our territories, opening the
Uniminuto to the community; Leading this group of students to investigate their
ancestral roots and investigate with the community the undocumented intangible
cultural heritage in Zipaquirá.
The conceptual categories developed in the research are addressed in theoretical
approaches that describe the Historical Memory (MH) as the first category; There it
is historically shown the concept, its change over time and as from the
development of the MH is conceptualized the identity and the transformation of
culture. The second category, Heritage and Culture, shows from the legislation the
patrimonial and the non-patrimonial and as from hegemonic powers the oral
tradition of the peoples is closed. Finally, the category Educate from
Communication, assumes the position of the University from the University
Corporation Minuto de Dios, to undertake processes of historical memory from
participatory communication.
The research is carried out under the action research method; The student is
approached to the community and the research is carried out jointly, with the aim of
social transformation, guided by the strengthening of historical memory. Likewise, it
is part of the type of descriptive - exploratory research, since it demonstrates the
problematic and describes it, shaping the investigation and is implemented for the
first time in a classroom space with students of social communication - journalism.
Also, from this research are made different strategies and links to a second
moment documenting it from the community account and the research done. In this
way, the stories of memory are extrapolated from it, are integrated with new
memories and finally documented, giving way to new processes of dissemination
and work of historical memory, both in the university and in the community.
The research allowed to recognize the voices of the grandparents who recount the
oral tradition of their municipality and in turn integrate them into the collaborative
work with the students, part of a new generation. Likewise, it is possible to
demonstrate the little importance that is given to the Intangible Cultural Heritage
(ICH) in Zipaquirá and as from the mayor of the municipality, projects are created
that overlap the Cathedral of Salt to the ICH.
Finally, the research project was framed in the creation of a pedagogical strategy
that was consolidated as a pedagogical proposal, which sought to divulge part of
the historical memory of the municipality of Zipaquirá (Intangible Cultural Heritage)
in different areas of the municipality, such as projects Of classes that correspond to
the creation of the photographic corridor exposed in the week of communication
2017, in the Corporación Universitaria Minuto de Dios; The blog tells the savannah
that shows accounts of Sabana Centro (Zipaquira included) with a significant
number of visits and contributions, and the possible publication of the book
"Chronicles Salineras" by the Corporación Universitaria Minuto de Dios.
Finally, it is concluded that there is an ignorance of the historical memory from the
Intangible Cultural Heritage, however, it is possible to rethink strategies that
manage to bring the inhabitants of the municipality in invitations to not forget it,
recognize it and evoke it. Likewise, it is necessary to work with the new
generations the histories of the past that are part of their identity. In this way, the
homogenization of culture would be threatened, as each of our young people were
recognized in different spaces, as members of different cultures, with different
identities.
KEYWORDS:Intangible Cultural Heritage, historical memory, Identity,
participatorycommunication, social tissue.
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 12
TEMA ........................................................................................................................................................ 14
DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA ...................................................................................................................... 14 PREGUNTA PROBLEMA ................................................................................................................................ 18
OBJETIVO GENERAL ............................................................................................................................ 19
OBJETIVOS ESPECÍFICOS ............................................................................................................................... 19
1 ANTECEDENTES ........................................................................................................................... 20
1.1 EL PCI EN ZIPAQUIRÁ, SUS APORTES Y TRABAJOS GUIADOS DESDE LA ENSEÑANZA ............................................. 20 1.2 CUENTA LA SABANA COMO INVESTIGACIÓN PREVIA ..................................................................................... 23
2 CONTEXTUALIZACIÓN ZIPAQUIRÁ ........................................................................................... 24
2.1 ANÁLISIS DE ESTUDIO DEL PATRIMONIO EN ZIPAQUIRÁ. ............................................................................... 26
3 MARCO TEÓRICO ......................................................................................................................... 29
3.1 LA MEMORIA HISTÓRICA: UN RECORRIDO POR EL TIEMPO NECESARIO ............................................................ 29 3.1.1 ¿Qué nos puede contar la memoria en el presente? ............................................... 33 3.1.2 La identidad y su influencia cultural. ........................................................................... 36 3.1.3 El discurso narrativo en la memoria. ........................................................................... 37
3.2 PATRIMONIO Y CULTURA. ...................................................................................................................... 39 3.2.1 Patrimonio cultural. ............................................................................................................... 39 3.2.2 Legislación del Patrimonio. ............................................................................................ 41 3.2.3 Patrimonio Cultural Inmaterial. ...................................................................................... 45
3.3 EDUCAR DESDE LA COMUNICACIÓN. ......................................................................................................... 47 3.3.1 Educar para la memoria. ................................................................................................. 47 3.3.2 Entendiendo la educación en la memoria local. ....................................................... 49 3.3.3 ¿Cómo se puede aportar a ese fortalecimiento desde la academia MD? .......... 51 3.3.4 Desde la educación orientada por la Uniminuto ¿Es posible enlazar la
comunicación y la educación para la propuesta de comunicación participativa? ........... 54 3.3.5 La construcción de tejido social Universidad – Comunidad. ................................ 59
4 MARCO METODOLÓGICO ........................................................................................................... 62
4.1 POBLACIÓN Y MUESTRA ......................................................................................................................... 62 4.1.1 Población ............................................................................................................................. 62 4.1.2 Muestra. ............................................................................................................................... 62
4.2 TIPO DE INVESTIGACIÓN: DESCRIPTIVA – EXPLORATORIA. ............................................................................. 63 4.3 ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN. ................................................................................................................. 66 4.4 LA INVESTIGACIÓN- ACCIÓN COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN. ................................................................. 67 4.5 PROCEDIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN. ................................................................................................... 70
4.5.1 Etapa I: Diagnóstico. ........................................................................................................ 70 4.5.2 Etapa II: Programación y aplicación. ........................................................................... 71 4.5.3 Etapa III: Evaluación. ........................................................................................................ 71
4.6 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS. ............................................................................. 72 4.6.1 Instrumentos. ..................................................................................................................... 72 4.6.2 Técnicas de análisis. ........................................................................................................ 73
5 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN. ............................................................................................... 74
6 HALLAZGOS. ................................................................................................................................. 86
6.1 TEJIDO SOCIAL DESDE LA MEMORIA HISTÓRICA. ......................................................................................... 86 6.2 AUSENCIAS DE RECONOCIMIENTO DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. ................................................... 88 6.3 EL TRABAJO DE LA COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA EN ESPACIOS EDUCATIVOS. ................................................ 90
7 CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 93
8 PROPUESTA ....................................................................................................................................... 97
9 ANEXOS ........................................................................................................................................... 110
9.1 ANEXO 1: EVALUACIÓN FINAL DEL PROCESO ........................................................................................... 111 9.2 ANEXO 2. FOTOGRAFÍAS. .................................................................................................................... 116 9.3 ANEXO 3: CRÓNICA 1 ......................................................................................................................... 118 9.4 ANEXO 4: CRÓNICA 2 ......................................................................................................................... 121
10 BIBLIOGRAFÍA. ................................................................................................................................. 125
12
INTRODUCCIÓN
Es innegable el hecho de que la historia se ha encargado de relegar infinidad de
narrativas que se producen a lo largo y ancho de nuestro territorio, para darle paso
a esas letras que la historiografía nos presenta como representativas de la
realidad de un pueblo. Dicha historia se moldea y se madura en la memoria como
identidad, anulando o menospreciando los relatos reconocidos desde la oralidad,
que son participes de gran parte del legado cultural de un territorio. Las voces
acalladas que han sido cómplices de la fundación de los pueblos y que también
hacen parte de la memoria histórica, logran su opacidad al no responder a las
dinámicas imperantes de la estructura hegemónica de nuestro país, que les
permiten ser o no parte del Patrimonio Cultural de cada pueblo.
Sumado a esto, vemos como la globalización y las nuevas formas de
comunicación guiadas por interacciones multimediales, nos apartan
indiscriminadamente de prácticas ancestrales e historias que nos hacen ser y
reconocer dentro de un mismo territorio, alejándonos de las tradiciones orales y lo
construido como base y raíz de un pueblo. Parte de ese reconocimiento se ve
negado desde la misma academia, que al pretender dar cabida al acopio del
modelo de educación occidental, esquiva el legado de conocimientos emplazados
desde tiempo atrás, sorteado por nuestros ancestros y que hoy día son el
reconocimiento del porqué y cómo llegamos aquí. La escuela, respondiendo a
dinámicas hegemónicas desde currículos estructurados, se repliega a dicha era de
la globalización tendiente a la “homogenización de la cultura”.
Por lo anterior, surgen un par de interrogantes frente a la problemática ¿Es posible
reconocer esas prácticas ancestrales que dan voz propia e identifican el territorio?,
de ser así, ¿cómo se pueden recoger estas voces para traspasarlas a las nuevas
generaciones, evitando que desconozcan sus historias locales y se aparten de la
identidad generada en el mismo territorio?
Para resolver el interrogante planteado, que corresponde a una problemática
social en auge a nuestros tiempos, se propone trabajar bajo tres categorías
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teóricas. La primera, memoria histórica, es desarrollada desde el ámbito y la
importancia de la memoria. Si bien es cierto, aunque la memoria no desfallece en
el humano, al estar contenida en ella la experiencia de vida, si se puede
abandonar a la acción de recordar consciente o inconscientemente. En este
aspecto, la memoria de las luchas reconocidas en espacios comunes, son
relegadas al olvido, e injustifican el reconocimiento de las mismas por las nuevas
generaciones.
Por otro lado la identidad cultural del municipio se ve amenazada por
desconocimiento de la historia desde el Patrimonio Cultural Inmaterial, (PCI), las
narrativas que se guardan en la memoria desde la experiencia de vida, no son
representadas con importancia, de esta forma, se relega la memoria local al
olvido y con ello se obliga a la transformación de la identidad.
La segunda categoría abordada es Patrimonio y Cultura. Se desarrollan los
conceptos de lo patrimoniable y lo no patrimoniable según las leyes estatales. A
partir de allí se da vida a la tradición oral, fundante de las narrativas construidas a
través de la memoria. La tradición oral es parte del PCI de Zipaquirá, luchas
internas, lugares, espacios, prácticas, ritos y demás, son recordados culturalmente
por el pueblo y son retomados a través del ejercicio de comunicación participativa
propuesto para reconocer parte de la memoria.
Por último, se desarrolla la categoría de Comunicación Participativa. Como
práctica pedagógica, se propone la realización del ejercicio de memoria en un
espacio abierto a diferentes actores. Estudiantes, docentes, familiares y
comunidad, interactúan en conformidad de sus recuerdos culturales. El ejercicio
propuesto pretende reconstruir las voces de los narradores en escritos que recojan
la tradición como parte del PCI.
Desde la propuesta pedagógica se pretende involucrar a la academia en procesos
de rescate de aquellas fracciones identitarias, con las que nos reconocemos en
cada uno de nuestros territorios, abriendo la academia a la comunidad, llevando al
estudiante a indagar sus raíces culturales e investigando el patrimonio cultural
inmaterial no documentado en Zipaquirá.
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TEMA
Estrategia pedagógica de comunicación participativa, para fortalecer la memoria
histórica, desde un ejercicio de reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial
zipaquireño, acompañado por estudiantes de VI semestre de comunicación social
y periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Centro Regional
Zipaquirá.
DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
Las posibilidades de reconocer ampliamente el Patrimonio Cultural Inmaterial de
un territorio, se limitan a las dinámicas de globalización acelerada que afectan la
cultura y amenazan la identidad desde el escaso reconocimiento de su memoria
histórica; En este sentido, se puede observar que estamentos de educación
superior como la Corporación Universitaria Minuto de Dios, se limita a estas
dinámicas y no plantea en sus currículos acciones de reconocimiento del
territorio, que puedan trascender en la construcción del tejido social.
Lo anterior pude identificarlo desde mi ingreso al Proyecto de Investigación
“Patrimonio Cultural Inmaterial de Zipaquirá: legado oral de la historia y la
identidad” guiado por la Corporación Universitaria Minuto de Dios, en el año 2015,
en el cual, tras la investigación realizada a un amplio grupo de zipaquireños fue
posible identificar un amplio desconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial
(PCI), por parte de los estudiantes de la Corporación Universitaria Minuto de Dios
y habitantes del municipio. En la investigación realizada en el 2015 se vislumbra el
desarraigo por el territorio y desconocimiento de prácticas ancestrales campesinas
que se viven en la región.
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Desde allí se evidencia en los estudiantes de la Uniminuto del Centro Regional
Zipaquirá, el escaso reconocimiento del patrimonio cultural inmaterial del
municipio, como parte de la memoria histórica. Por otro lado, la anterior
problematización se debe, posiblemente, a 3 vertientes desarrolladas en el
municipio que son: el turismo y la transitoriedad de personas desde este; la
urbanización acelerada; y las dinámicas educativas sostenidas desde la
globalización.
La primera es la intensiva transitoriedad de público atraído por el turismo; Dicho en
contexto, el reconocimiento del PCI de Zipaquirá se torna con dificultad por esta
problemática, al ser este el municipio más grande de Sabana Centro,
constituyéndose en su cabecera municipal, concentra parte importante del
mercado, la ganadería y el turismo que se enfoca en la Catedral de sal.
Vemos como Zipaquirá, atrae gran afluencia de público y turistas que reconocen
el municipio como capital salinera, nombrando su Catedral como la primera
maravilla de Colombia; abarcando la importancia del municipio y relegando al
olvido la tradición oral campesina.
La segunda posible causa se encuentra en el crecimiento demográfico del
municipio (16% desde el 2005 al año 2014) debido a diferentes problemáticas que
lo azotan; la urbanización acelerada permite que nuevas familias busquen en este
rincón de la Sabana, un lugar predilecto para vivir, bien sea por alejarse del ruido
de la capital, Bogotá, que se encuentra relativamente cerca de ella o porque el
terreno es más económico que en la capital y permite, en muchos casos, el
acceso a vivienda propia.
Así mismo el desplazamiento forzado de sectores aledaños ha obligado en los
últimos años a víctimas del conflicto a buscar nuevos espacios de habitabilidad
cercanos, donde puedan desempeñarse en diversos oficios; debido a su extensión
y posibilidades Zipaquirá es uno de los municipios de Cundinamarca, después de
Soacha, que más desplazados recibe anualmente, por lo que también genera
desde acá nuevas dinámicas de urbanismo.
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De este modo vemos como el aumento demográfico también es visible desde las
nuevas transitoriedades por los establecimientos de Educación Superior que en
los últimos años se han instaurado allí, como lo son la Universidad Minuto de Dios,
la UNAD y la Universidad Militar. Dichos establecimientos, aportan nuevas formas
de habitar el territorio por personas externas como parte de trabajadores y
estudiantes quienes en busca de cercanía, se reubican en el municipio generando
nuevas habitabilidades; los establecimientos que se concentran en la zona,
inciden en la reforma cultural desde su transitoriedad, cada sujeto trae su
identidad cultural que contrasta con la identidad del zipaquireño, sin embargo, este
choque cultural no logra empoderar a esos nuevos habitantes por el territorio,
desde el reconocimiento de las raíces que lo conforman.
La tercera posible causa es mostrada desde la academia, en este caso, la
educación superior. A pesar del acercamiento que tiene la academia al territorio,
no se encuentran enlaces que fortalezcan la cultura del mismo. Visto desde la
Corporación Universitaria Minuto de Dios, Centro Regional Zipaquirá (CRZ), se
denotan dificultades en el abordaje pedagógico de la memoria y la cultura, no
existen propuestas pedagógicas evidenciadas en os currículos de las diferentes
carreras ofrecidas en Zipaquirá que propendan el reconocimiento de las memorias
aisladas en el PCI, ni una formación que empodere a los estudiantes sobre el
municipio y genere a su vez tejido social con el mismo.
Visto desde afuera, según la información presentada por el proyecto de
investigación “Patrimonio Cultural Inmaterial zipaquireño: legado oral de la historia
y la identidad” trabajado en el 2015 en Uniminuto, el PCI no es reconocido por las
nuevas generaciones que habitan y transitan el territorio, razón por la cual la
cultura y la tradición oral se ven abocadas en fuertes amenazas de extinción, que
solicitan de manera imperante la reproducción de la memoria histórica de su
mismo municipio.
Ahora bien, si la problemática presentada como falta de reconocimiento de la
memoria histórica de Zipaquira, desde el PCI, no es tratada con rigurosidad, nos
vemos expuestos a la amenaza constante de una identidad subalterna desde el
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escaso reconocimiento en dinámicas culturales del municipio, que pueden ser
explicadas y enriquecidas desde la sabiduría ancestral, la tradición oral y la
sabiduría popular recogida desde la identificación y documentación del Patrimonio
Cultural Inmaterial. Así mismo, se desdibujan las posibilidades de acercar a los
estudiantes de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, desde una práctica
educativa de comunicación participativa a la comunidad, en una construcción de
tejido social que a su vez aporte al reconocimiento municipal del PCI de Zipaquirá.
Por lo anterior, es necesario realizar un fortalecimiento de la memoria histórica
desde el Patrimonio Cultural Inmaterial en torno al reconocimiento del mismo,
guiado por la construcción de tejido social desde el acercamiento generado con la
propuesta educativa de comunicación participativa.
Con esto se pretende que la academia se acerque a la comunidad y que desde allí
se creen enlaces de comunidad – universidad, para identificar el PCI de Zipaquirá,
documentarlo y luego buscar formas alternativas de divulgación que permitan
difundirlo en diversos espacios de Zipaquirá, desde la documentación construida
con un grupo de estudiantes de la Uniminuto, (CRZ).
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PREGUNTA PROBLEMA
En la Corporación Universitaria Minuto de Dios no existe ninguna cátedra que
apoye el fortalecimiento de la memoria histórica del Municipio de Zipaquirá, sin
embargo, el compromiso social y el contacto constante con la comunidad desde
allí, nos lleva a pensar que es posible realizar ejercicios de memoria en el
municipio, que de cierta manera puedan ser replicados y valorados desde la
academia.
Por lo anterior, surge la pregunta:
Desde la comunicación participativa ¿Qué estrategia pedagógica se puede
implementar con estudiantes de VI semestre de comunicación social y
periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de Dios C.R.Z, para
fortalecer la memoria histórica a través del reconocimiento del patrimonio
cultural inmaterial zipaquireño?
PREGUNTAS ORIENTADORAS
¿Qué reconocen los estudiantes de VI semestre de CSOC, como
Patrimonio Cultural Inmaterial?
¿Por qué es necesario el reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial
por parte de los estudiantes de CSOC?
¿Qué implicación tiene el reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial en la
formación profesional de los estudiantes de CSOC Uniminuto CRZ?
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OBJETIVO GENERAL
Fortalecer el reconocimiento de la memoria histórica del municipio de Zipaquirá,
bajo una propuesta pedagógica de comunicación participativa, con estudiantes de
VI semestre de comunicación social y periodismo de la Corporación Universitaria
Minuto de Dios, (CRZ).
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Analizar el reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial zipaquireño en
los estudiantes de VI semestre de Comunicación Social - Periodismo.
Elaborar una propuesta pedagógica que guíe el fortalecimiento de la
memoria histórica desde el Patrimonio Cultural Inmaterial, con los
estudiantes de Comunicación Social –Periodismo del CRZ y el material
escrito por los estudiantes y la comunidad de Zipaquirá.
Recomponer la memoria individual de los estudiantes de Comunicación
Social – Periodismo, a través de la memoria colectiva de la comunidad.
Establecer posibles mecanismos de divulgación del ejercicio de
documentación del Patrimonio Cultural Inmaterial en Zipaquirá.
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1 ANTECEDENTES
1.1 El PCI en Zipaquirá, sus aportes y trabajos guiados desde la enseñanza
Los antecedentes presentados son abordados desde tres bases importantes: el
estudio de la historia zipaquireña, principalmente abordada por la Academia de
Historia de Cundinamarca; la legislación en torno al patrimonio cultural, estudiada
por el proyecto Patrimonio Cultural Inmaterial Zipaquireño del Centro Regional
Zipaquirá y finalmente las prácticas sobre la identidad y la Cultura Popular
Tradicional, en las que podemos mencionar docentes, colectivos e investigaciones
en torno a temas del mismo como el teatro McDouall.
Como primera base del ejercicio del rastreo de información, se encuentra el
estudio realizado por la Academia de historia de Cundinamarca, desde sus inicios,
se ha enfocado en el estudio de algunos espacios con amplia habitabilidad como
lo son La Plaza de Los Martires Zipaquireños y La Plaza de los Comuneros que
son columna vertebral de hechos historiográficos representativos del municipio.
El segundo espacio de rastreo de información, es direccionado bajo la
Constitución Política de Colombia, desde esta se establece la relación existente en
el capítulo 2 con los Derechos económicos, Sociales y Culturales de la nación. El
artículo 72, es direccionado bajo la importancia del Patrimonio, al considerarlo“[…]
bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales
que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables,
inembargables e imprescriptibles”. La identidad Nacional es relacionada con los
bienes culturales como parte fundamental en la formación de la cultura de
nuestros pueblos.
Enlazado a esto, la Constitución establece la importancia de la Cultura en el
Artículo 70“El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura
de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la
educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en
21
todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional” (Constitución
Política de Colombia, 1991)
La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El
Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El
Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los
valores culturales de la Nación.” (Constitución Política de Colombia, 1991).
Seguido de esta Artículo, se muestra en el aparato legislativo colombiano, la
incidencia de las leyes y su modificación en la creación de conceptos culturales,
así como la creación de nuevas leyes que los justifican. Tal caso se evidencia en
la Ley 397, la cual es creada con el fin de desarrollar los artículos 70, 71 y 72 de
la Constitución y establece la cultura como “el conjunto de rasgos distintivos,
espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos
humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida,
derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias” (Artículo 1°). Así
mismo se logra relacionar la identidad y el papel fundamental que cumple en el
desarrollo de la cultura de un pueblo, tomado desde el papel que debe cumplir el
Estado respecto a la conservación y difusión del patrimonio cultural. (Constitución
Política de Colombia, Art. 7. 1991).
Sin embargo, lo concebido como Patrimonio Cultural es modificado nuevamente
en el año 2008 desde la Ley 1185, que lo define como: “El patrimonio cultural de la
Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones
inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión
de la nacionalidad colombiana, tales como la lengua castellana, las lenguas y
dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el
conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, así como
los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye,
entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, estético o simbólico en
ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro,
musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico,
museológico o antropológico.” (Constitución Política de Colombia, Art. 4. 1991).
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Ahora bien, ya delimitado lo concebido como Patrimonio Cultural, se definen
nuevas formas de entenderlo y así mismo de dividirlo. Por consiguiente la
definición del Patrimonio Arqueológico, también definida desde los lugares que
poseen algo de este, como es el caso de Zipaquirá y “Las Rocas del Abra” se
encuentra contenida en los artículos 5, 6 y 7 de la Constitución Colombiana, así
como las entidades encargadas de salvaguardar dicho patrimonio.
Por lo anterior se establece el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y por otro
lado, la creación de los Consejos Distritales de Patrimonio Cultural, los que
deberán salvaguardar, proteger y manejar el patrimonio cultural. (Constitución
Política de Colombia, Art. 7. 1991)
Así mismo, se convoca a las entidades territoriales a trabajar por la salvaguarda
del patrimonio, basado en la descentralización, la autonomía y la participación, se
delega a las entidades territoriales la declaratoria y el manejo de los bienes de
interés cultural del ámbito departamental, distrital, municipal. (Constitución Política
de Colombia, Art. 8. 1991)
En cuanto al PCI se debe considerar la definición establecida en la Ley:
“está constituido, entre otros, por las manifestaciones, prácticas, usos,
representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales, que
las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio
cultural. Este patrimonio genera sentimientos de identidad y establece vínculos
con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado a lo largo del tiempo en
función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia y contribuye a
promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.”
(Constitución Política de Colombia, 1991)
23
1.2 Cuenta la sabana como investigación previa
El proyecto de aula Cuenta la Sabana es presentado como parte del Estado del
Arte de la investigación, al contar con recolección de memorias zipaquireñas que
fueron trabajadas desde un proyecto de aula en la Corporación Universitaria
Minuto de Dios.
Desde las asignaturas de Crítica y Argumentación y Participación en Medios
Digitales junto a los estudiantes de VII semestre de Comunicación Social-
Periodismo en el año 2015, bajo la dirección de las docentes Mónica Perassi y
Amanda Castiblanco, se planteó un proyecto de aula denominado “Cuenta la
Sabana” el cual manejó las bases de participación ciudadana y la reconstrucción
del legado que han dejado los habitantes de estos sectores y para mostrar desde
allí la memoria como una forma alternativa de redescubrir la identidad, que con las
diferentes situaciones demográficas, ha obligado a la comunidad en general a
cambiar de territorios y de esta forma a transformar su identidad.
Las historias de Cuenta La Sabana, fueron construidas bajo relatos que se habían
mantenido sólo en el voz a voz de los residentes y oriundos de los pueblos que
rodean centralmente a Bogotá, estos temas no habían sido contados en varios
municipios con una recolección de sus memorias para las actuales y próximas
generaciones, manteniéndose solamente en el legado oral de su población (con
algunas transformaciones).
De esta forma, el trabajo presentado se logró evidenciar como una forma
alternativa para mostrar a los habitantes la identidad y memoria característica de
Sabana Centro, escribiendo historias de familias, lugares, comidas, personas,
entre otros aspectos del pasado y el presente. La propuesta fue desarrollada en el
primer semestre del año 2016, pero manteniéndose en el tiempo, tras el interés de
los estudiantes por el trabajo realizado. De esta forma, tras el término semestral,
se continuó con la alimentación continua de la página y el trabajo logístico que
logró la organización del grupo en general del cronograma de recolección, entrega
y publicación de crónicas y mediático (En el blog y su página de Facebook) junto a
24
la aceptación de 1700 personas aproximadamente pertenecientes a la Sabana
Centro.
Sin embargo, no todo el trabajo fue fácil de conseguir, debido a que varias fuentes
se habían visto influenciadas por las historias ya oficializadas en libros,
dificultando llegar a narraciones propias de los lugareños. Esto generó que se
visualizara la dimensión social que estaba alcanzando el proyecto, por esta razón
el trabajo no se ha finalizado, sólo esta pausado porque se piensa seguir bridando
a la comunidad cosas identitarias de su región que no se han globalizado hasta el
momento, pero que también lo caracterizan como alguien de ese lugar.
2 CONTEXTUALIZACIÓN ZIPAQUIRÁ
Zipaquirá, el Municipio más grande de Sabana Centro, está situado en el
departamento de Cundinamarca, al norte de Bogotá, aproximadamente a 50 km
de distancia, cuenta con una extensión de 197 kilómetros que limitan con Pacho,
Cajicá, Cógua, Tabio, Nemocón, Subachoque y Tocancipá. Es cabecera principal
de Sabana Centro, al estar concentrado desde allí parte importante del mercado,
la ganadería y tener el mayor número de atractivos turísticos en la sabana, entre
ellos, la primera maravilla de Colombia (nombrada por concurso realizado en el
año 2007, por “El Tiempo”) La Catedral de Sal. Desde los atractivos turísticos que
atraen diariamente a turistas de todo el mundo, se genera parte del crecimiento
del Municipio y la creación de servicios especiales turísticos que económicamente
aportan a su desarrollo.
Su división política se compone de114 barrios y 25 veredas situadas a lo largo y
ancho de su territorio, manteniendo una población aproximada de 125.000
habitantes, allí se encuentra tanto población urbana, como población rural, y
aunque en extensión, el territorio es mayormente amplio en su zona rural, la
concentración de la población se encuentra en la zona urbana. Sus calles
cercanas a la Plaza central “Parque de la Independencia” conservan el estilo
25
colonial que se impuso desde la llegada de los españoles, manteniendo en su
interior el homenaje realizado a los mártires zipaquireños.
La población zipaquireña se caracteriza por su amabilidad y galantería, que acoge
a los turistas en un tránsito cotidiano de recibimiento. En su diario, son
reconocidos por la pujanza y la laboriosidad. La empleabilidad allí se dificulta,
razón por la cual, la mayoría de trabajadores se desplazan a diario a los
municipios aledaños y a Bogotá, el acceso a empleos se hace difícil, ya que son
muy pocos los habitantes (10% de la población) que tienen estudios posteriores a
la educación media.
Demográficamente, el municipio se encuentra en constante crecimiento, a tal
punto que su progresión aumenta más rápido que en Bogotá, según el DANE
(2004 – 2005) esto se debe a que hay una ausencia de control de construcción de
nuevas viviendas, generando urbanización acelerada constituida por un sin
número de conjuntos y edificios residenciales de vivienda unifamiliares y
multifamiliares.( DANE, 2008)
Gracias a la fertilidad de su terreno, y su clima promedio de 14°C, se pueden
encontrar allí gran variedad de cultivos, como la papa, la fresa y la arveja, que en
muchos casos se sirven como pan coger y otras veces, con fines comerciales. Su
principal producto de exportación son las flores, al cumplir todas las
especificidades que están necesitan desde la fortaleza de sus suelos. Así mismo
la ganadería es un punto de reconocimiento del Municipio, que a su vez abastece
a municipios aledaños con su gran variedad de ganado y carnes, desde la plaza
central de mercado EMAFEZ.
Respecto a los servicios que presta la ciudad, se denota gran auge en inversión
para el turista, Zipaquirá es de mostrar, sin embargo, al interior del Municipio se
denotan ciertas falencias asociadas al carente servicio de salud, que se presta al
interior; cuenta con un hospital de primer nivel, llamado “San Juan de Dios” y 3
puntos de hospitalización en condiciones inadecuadas desde la infraestructura y la
medición del servicio.
26
En cuanto a servicios educativos, Zipaquirá cuenta con una amplia gama de
Instituciones educativas a nivel primaria, básica y media; a nivel universitario, se
encuentra la sede principal de Cundinamarca de la Corporación Universitaria
Minuto de Dios, sede de la Universidad Abierta y a Distancia, UNAD.
A continuación se muestra el mapa que referencia el uso del suelo en el Municipio.
Limita la zona urbana y rural del municipio. De esta manera se evidencia la
porción del territorio que mueve estadísticamente el desarrollo del municipio.
Alcaldía Municipal Zipaquirá. Cartografía Digital DANE. Recuperado de: http://www.zipaquira-
cundinamarca.gov.co/mapas_municipio.shtml?apc=bcxx-1-&x=1631053
2.1 Análisis de estudio del Patrimonio en Zipaquirá.
La investigación parte de la contextualización estrecha de Zipaquirá, para
identificar como desde allí se ha manejado el patrimonio cultural inmaterial (PCI),
su importancia y relevancia dentro de la construcción del municipio y cuál es el
análisis identitario que desde el contexto se evidencia para proseguir con el
desarrollo de las categorías teóricas, como sustento de la investigación.
En el año 2009 se da autonomía a las alcaldías para la creación de un Consejo, el
cual procede a investigar la creación del mismo en Zipaquirá, de esta forma, en el
27
mismo año se crea el Consejo de Patrimonio del Municipio mediante el Acuerdo
15 del Consejo de la alcaldía. Mediante el mismo se establecen las definiciones de
patrimonio y su importancia como expresión de nacionalidad.
Del mismo modo se menciona que según Artículo 17 de la Ley 397 de 1997 “las
Entidades Territoriales deben fomentar y preservar las artes y el patrimonio como
elemento de diálogo y expresión libre del pensamiento del ser humano”. Este
mismo documento establece las funciones del Consejo, entre las que se destaca:
“Emitir concepto previo sobre todo tipo de intervenciones y espacios públicos del
Centro Histórico” (Constitución Política de Colombia, Art. 12, 1991).
El Consejo Municipal se propone trabajar frente Patrimonio cultural bajo la Ley
1037 de 2006 emitida por el Senado de la Nación, la cual se adhiere a la
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial aprobada por
la Conferencia General de la Unesco en su XXXII reunión en el año 2003. En la
misma se define el PCI como:
“Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los
instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que
las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como
parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que
se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las
comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y
su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y
contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad
humana. (Unesco, 2003).
A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el
patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos
internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto
mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible.”
Esto incluirá tradiciones y expresiones orales, artes del espectáculo, usos
sociales, rituales y actos festivos, conocimiento y usos de la naturaleza y el
28
universo y técnicas artesanales tradicionales. Finalmente, en el año 2010 en
Zipaquirá se creó el Comité de Vigías del Centro Histórico mediante el acuerdo 41
del Consejo Municipal. Mediante este acuerdo se establece la recuperación
arquitectónica y conservación urbanística del Centro Histórico del municipio. Dice
además que:
“La arquitectura es definida patrimonio Urbanístico, en razón de que sus
estructuras urbanas son representativas de la tradición y discurrir de la historia, y
evocativas de la identidad y la memoria de la nación, la región, el municipio y sus
habitantes” y agrega “que la vocación funcional del Municipio está determinada por
la interrelación geográfica de Zipaquirá con el contexto regional y la capital del
país. A su cercanía a centros de producción, tradición histórica y dotación para la
prestación de servicios que complementen la productividad regional, se suma su
potencial turístico por las ventajas que para esta industria ofrece el Centro
Histórico de la ciudad y su Catedral de Sal”. (Consejo Municipal, Art. 41. 2010)
En cuanto al patrimonio inmaterial la Ley 1185 dice “las manifestaciones,
prácticas, usos, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y
espacios culturales, que las comunidades y los grupos reconocen como parte
integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio genera sentimientos de
identidad y establece vínculos con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado
a lo largo del tiempo en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y
su historia y contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la
creatividad humana” (MCR, Art. 8, 2010).
Unos de los mayores problemas de esta definición es que es acogida por todas
entidades gubernamentales. Esto es un problema en la medida en qué estas
definiciones no establecen límites claros y la ausencia de participación de la
ciudadanía en la realización de políticas no permiten poner en consideración
elementos de las culturas subalternas.
Finalmente se han desarrollado actividades de construcción de memoria desde el
Colectivo Mandrake, instaurado en Zipaquirá, el cual ofrece espacios para la
socialización de actividades aplicables en las aulas, grupos de teatro, grupos de
29
danzas, para la conservación y el rescate del Patrimonio Cultural Inmaterial del
Municipio.
3 MARCO TEÓRICO
El Marco Teórico presentado se divide en 3 categorías conceptuales que serán la
argumentación en el desarrollo de la investigación. La primera categoría es
Memoria Histórica, la cual muestra un barrido histórico del significado de la misma
en el tiempo, para finalmente llegar a trabajos de memoria al día de hoy. Desde
acá se contrasta información de autores especialistas en el tema con los cuales se
teje el concepto a través de la investigación.
La segunda categoría presentada es Patrimonio y Cultura, esta categoría se
realiza con el desarrollo de conceptos como Patrimonio Cultural y Patrimonio
Cultural Inmaterial, con el fin de poner en juego la diferencia de cada uno de estos
y a su vez, realizar el análisis desde la legislación y procesos de Patrimonio
realizados en el municipio.
La tercera categoría expuesta es Comunicación – Educación, se toma el papel de
la comunicación participativa en espacios académicos de Educación Superior. Por
lo anterior, se direcciona la investigación desde el papel específico de la
Corporación Universitaria Minuto de Dios en el Centro Regional Zipaquirá,
realizando la revisión del Proyecto Curricular del Programa de Comunicación
Social – Periodismo. Así mismo, se nombra el modelo praxeológico trabajado en
Uniminuto, para de esta forma enlazar la investigación a la planeación semestral
de la asignatura producción textual.
3.1 La Memoria Histórica: un recorrido por el tiempo necesario
Durante la época antigua se privilegió la historia oral como un lugar válido de
producción de conocimiento histórico. La palabra hablada fue esencial para el
30
desarrollo de las sociedades sin escritura donde la interacción social y la
costumbre permitieron la transmisión de los relatos a través de las generaciones
(Martin, 2010).
La oralidad fue un hecho social que permitió adquirir experiencias y saberes a
través de relaciones individuales o comunitarias, que a su vez fortalecieron los
lazos y tejidos sociales, configurando sociedades humanas con identidades
propias y horizontes de sentido comunes. Los primeros historiadores occidentales
como Herodoto o Tucidides, recopilaban las historias, leyendas y tradiciones
orales de las sociedades del antiguo mundo, dándole un peso central a la
narración oral, ya que el acceso a documentos escritos eran de mucha dificultad y
de mínima circulación.
En la edad media y su sistema feudal con su característico analfabetismo hizo
que los testimonios orales tuvieran trascendencia histórica (Schwarzstein, 2001),
el aislamiento entre las regiones y los territorios y la imposibilidad de contacto
físico con otras comunidades resultó en que se generaran relatos a partir de
memorias individuales y colectivas legitimas que sirvieron como amalgama para la
cohesión social.
Aunque la memoria y la oralidad contribuyeron durante miles de años al
conocimiento histórico en occidente, es a partir de la revolución científica del siglo
XVIII y su filosofía positivista que en la historia el relato empieza a perder
centralidad y paulatinamente a perder legitimidad. La tradición de la filosofía
positivista en la ciencia histórica a partir del siglo XIX pretende la construcción de
procesos teórico-metodológicos buscando conocimiento exacto, empírico y
mecanicista (Mendoza, 2008), desprestigiando la oralidad, la literatura o el mismo
arte como elementos con importancia histórica en sí mismos.
Se puede decir que el positivismo ha sido un proyecto trazado en dos vías, como
proyecto científico en términos epistemológicos y de construcción de conocimiento
a partir de un método empírico-analítico, que pretende hallar la verdad
descalificando o negando cualquier proceso o evento que no se pueda explicar a
partir de estas herramientas de investigación; y como proyecto político que
31
permitió que la burguesía liberal iniciara su proyecto nacional, legitimando su
origen y su urgente necesidad de organización social.
En Europa la burguesía se volcó hacia la construcción de una historia de elites
económicas y políticas como sustento para la creación de los estados nacionales
dirigidos por estas mismas elites (Yusta, 2002).
La disciplina de la historia a partir de este momento sirve a las clases dominantes,
las cuales, como centro de poder producen los relatos hegemónicos y
“verdaderos” excluyendo a los vencidos y así ampliando la brecha de desigualdad
política, social, económica y simbólica.
Esta ambivalencia se expresa en la legitimidad que se empieza a dar a los
documentos escritos –producidos obviamente por elites ilustradas- en detrimento
del valor de los relatos orales que se ubican como inexactos, llenos de
subjetividades y alejados de la exactitud, típico de comunidades ignorantes e
iletradas, mientras los documentos se convierten en el primer insumo para
reconstruir el pasado.
La historia no era como lo presentaban los positivistas, exacta y objetiva sino
como una construcción del imaginario de las elites dominantes (Roldan 1999).
Esta visión separó a la historia de la memoria en donde la primera se basa en lo
objetivo, medible y verificable y la memoria como algo inexacto y subjetivo,
imaginario de sujetos constituyentes de la misma.
El proyecto para identificar a las clases bajas con la nación se hizo a través de
textos escolares, relatos, museos, monumentos, símbolos patrios (Jelin, 2002, 40).
Los relatos históricos se basaron principalmente en la historia de los héroes y
padres de la patria –identificados con las clases hegemónicas- mientras los
procesos sociales y políticos vividos por los demás fueron marginados, negados y
olvidados. Hasta las primeras décadas del silgo XX el área privilegiada de los
historiadores fue el de la historia política, entendida como la historia de los
acontecimientos de Estado; y los personajes predilectos de la disciplina eran los
grandes hombres vinculados al arte de gobernar (Schwarzstein. 2001).
32
Aunque hubo esfuerzos en algunas disciplinas como la antropología cuando
empezó a utilizar la metodologías de observación participante para aprender las
costumbres y la lengua de las comunidades primitivas, lo que desembocó en una
nueva revalorización de los testimonios orales, la tradición estatal y la historia
oficial se cristalizó en todo el siglo XX, anulando y activando dispositivos de olvido
sobre procesos sociales alternativos o contradictores. Los contextos con conflicto
armado como el colombiano profundizan aún más esta relación de recuerdos y
olvidos a medida que realza a los victoriosos –representantes del establecimiento-
y anula o deslegitima a otro actores en este caso las víctimas. (Wallerstein, 2006),
Solo hasta inicios del siglo XXI se inicia la tarea, desde el propio Estado, para
reconstruir la memoria histórica, aunque hablando solo desde el conflicto. Antes
de la ley 975 de justicia y Paz no existe reconocimiento de la historia del
derrotado. A partir de esta ley inicia una intención del Estado de recopilar las
voces habladas de las victimas (basta ya, Colombia: memorias de guerra y
dignidad) sin embargo el establecimiento le ha dado más peso a las versiones de
los victimarios que el de las propias víctimas debido a las cercanas relaciones de
la institucionalidad con grupos armados al margen de la ley.
Cuando se considera que la verdad y el esclarecimiento de los hechos históricos
se pueden “negociar” más que concluir, muestra una clara intención de borrar de
la memoria a los responsables bajo un discurso de búsqueda de la paz, como lo
muestra el director del centro de memoria histórica al referirse al concepto “la
memoria histórica sea un escenario para el dialogo, la negociación y el
reconocimiento de las diferencias con miras a un proyecto democrático e
incluyente de superación del conflicto armado, así como la búsqueda de verdad,
justicia y reparación” (Sánchez et. Al. 2009, 26)
Este contexto ubica una clara muestra de la existencia de una íntima relación
entre la memoria y la política y el papel que las elites han jugado en su activación
y olvido según intereses económicos y socio-políticos, acallando la palabra
hablada de la denuncia, manteniendo un permanencia histórica desde el origen
del Estado.
33
De esta forma, es necesario detenernos a identificar las características de las
diversas memorias que circulan no solo en contextos de conflicto armado, sino en
aquellos donde impera la ley estatal. El caso de la escogencia del patrimonio
cultural de una nación, es relegado a las grandes elites que fuerzan la memoria a
aprender lo que desde su posición es justificable.
3.1.1 ¿Qué nos puede contar la memoria en el presente?
<<No existe un pasado único sino dos, por un lado el pasado presente, tal como lo
reconstruye el trabajo historiográfico. Por otro, el pasado ausente, sometido a un
régimen de olvido o silenciamiento, al que solo la memoria puede poner
coto>>Francisco Reyes Matte
Para describir el proceso de memoria, se retoma como primer momento el
concepto biológico y su división, esta da cuenta de aquello que procesa nuestro
cerebro bifurcando entre la corteza frontal, que alberga la memoria a corto plazo, y
el hipocampo, donde se ubica la memoria a largo plazo. Esta ubicación se logra
por la carga emocional o afectiva que se tenga de las remembranzas,
clasificándolas por mediaciones afectivas o emocionales que se encargarán de la
desviación guiada hacia los olvidos. Lo anterior se nombra en comprensión de los
hechos biológicos que ocurren al interior del humano respecto a procesos de
memoria.
Ahora bien, retomando el concepto de memoria, desde su explicación sociológica,
se observa en primer momento el “Pensar en el concepto de memoria, lleva a
pensar en que ella no es lo que se guarda, sino lo que se elimina de la mentalidad
colectiva” (Castiblanco, 2012), es allí en esta eliminación donde aparecen los
diferentes actores del proceso de memoria, siendo ellos los que planteen la
reactivación de la misma.
34
Dicha reactivación es posible mediante procesos dirigidos a la recordación de
olvidos y es planteada bajo la “pretensión de la verdad”, en este aspecto y de
forma relevante, hablamos de espacios específicos que pretenden dar una
legitimidad social de eventos que aún no toman fuerza en un espacio social. Se
realiza más ampliamente con las narraciones del otro, del colectivo, quien
partiendo desde cada individuo ha reconstruido parte de los hechos y aporta o
alimenta la memoria de los otros como agente activador. “Abordar la memoria
involucra referirse a recuerdos y olvidos, narrativas y actos, silencios y gestos. Hay
en juego saberes, pero también hay emociones. Y hay también huecos y fracturas”
(Jelin 2002, 52)
Para dar paso a esa reacción, es necesario saber la distinción de la memoria, es
decir, saber si lo que se pretende extrapolar de ella está ubicado en la memoria
habitual o en la memoria narrativa. Para ello, delimitamos la memoria habitual,
como el espacio de los acontecimientos trabajados desde la cotidianidad, pero que
aun así pueden ser remembrados y traídos a colación en el proceso por cargas
afectivas o emocionales encontradas en dicha acción.
Por otro lado, encontramos las memorias narrativas, que reconstruyen el pasado a
través de relaciones intersociales, poseedoras de valor simbólico “mayor” al de las
memorias habituales, sin embargo para los procesos de memoria siempre será
necesario rescatar los olvidos.
La batalla configurada en torno a los olvidos, hacen parte de todo aquello que
dentro de la cotidianidad converge en el interior del sujeto, no presentando ningún
tipo de valor, cambio o incidencia sobre sí mismo, solo hasta que la cotidianidad
reservada en la “memoria habitual” reciba ese reconocimiento emocional que lleva
al sujeto a recordar el evento y convertirlo en evento simbólico dentro de su propia
construcción.
Ya en un siguiente paso, delimitamos la construcción de la memoria; esta se
construye en tres momentos, en primer lugar, la memoria individual, que al igual
que la colectiva y la histórica, gravita en los relatos de los otros quienes apoyan su
35
propia concreción, aunque no siendo la fuerza fundamental de su participación,
logra desencriptar los recuerdos individuales.
La memoria colectiva, por su parte, como bien lo indica su nombre, se encuentra
basada en las experiencias de una comunidad que evidenció los mismos hechos,
como lo propone Hallbawchs citado por Betancourt “es la que recompone
mágicamente el pasado y cuyos recuerdos se remiten a la experiencia que una
comunidad o un grupo puede dejar a un individuo o grupos de individuos”
(Betancourt, 1999).
En cuanto a la memoria histórica, hablamos de una aplicación de narraciones,
hechos y recuerdos que surgen en el presente, con una vinculación directa de la
memoria del pasado. En si es la posibilidad de activar el pasado en el presente -la
memoria como presente del pasado. (Ricoeur, 1999)
En primer momento se da muestra del proceso de memoria individual, adaptado
desde narrativas colectivas, “códigos culturales” e interacciones múltiples que
dibujan dentro de los marcos sociales de una comunidad o un colectivo en
general, al ayuntamiento de estos, llevan a procesos de reflexión, donde ya se ha
hecho catarsis de los eventos acontecidos que se concretizan en actos
conmemorativos, dentro de una línea de tiempo, indicando el orden cronológico de
los actos, así como el establecimiento de fechas simbólicas y la creación de
espacios simbólicos, como monumentos, calles, plazas, parques y escuelas con
nombres que contribuyan al recuerdo.
De esta misma manera, el fortalecimiento de procesos de memoria, puede reposar
en activadores pasivos como los denomina Elizabeth Jeilin, los cuales se pueden
definir y encontrar en archivos, imágenes, textos, editoriales…que llevarán a cabo
su proceso dentro de la estructura de lo que se recuerda, teniendo dentro de “una
experiencia pasada que se activa en el presente, por un deseo o un sufrimiento,
unidos a veces a la intención de comunicarla” (Jelin, 2002).
Por otra parte, encontramos la memoria colectiva que se produce por
intercambios, interacciones sociales entre los actores del proceso, allí la
36
construcción es cambiante, a tal punto que puede ser considerada un hipertexto,
donde cada uno de los actores recuerda lo que quiere recordar, lo que para él es
simbólico y memorable.
Lo anterior conlleva a la re-significación de la memoria que en su proceso
contendrá tres características; La primera, la temporalidad de la memoria, esta
hace referencia al pasado como sucesión del evento, presente como evocación y
construcción y futuro como alerta para posteriores eventos con similitud y nuevos
actores. La segunda característica corresponde a los medios implicados, que
expone la selectividad de significados en cuanto a recuerdo y olvido y la tercera
característica corresponde a los factores sociales, que tienen algún tipo de
incidencia en la reconstrucción. (Molina, 2010).
La reconstrucción de la memoria histórica está vinculada al fortalecimiento de la
identidad, está no se extravía de nuestra construcción del ser, pero si se repliega
al pasaje encontrado en la memoria desde el reconocimiento cultural.
3.1.2 La identidad y su influencia cultural.
El desarrollo del concepto identidad es entendido como “la síntesis que cada uno
hace de los valores y de los indicadores de comportamientos transmitidos por los
diferentes medios a los que pertenece. Integra esos valores y esas prescripciones
según sus características individuales y su propia trayectoria de vida” (CIP –
FUHEM, 2005 s.p.).Es el punto de referencia que equipara a cada sujeto inmerso
en un grupo o colectivo y posibilita el reconocimiento histórico del mismo, en un
espacio físico y social determinado que le da naturaleza activa a la cultura.
La construcción de la identidad propia, actúa a través de la representación del
espacio como fin de la socialización política, distribuyéndose en las prácticas
sociales guiadas desde la identidad colectiva, parte de los mismos espacios de
socialización, en otras palabras, el contexto influye en la modificación de la
identidad, recreando lógicas de reflexividad frente al sistema.
37
La transformación de la identidad, parte de experiencias sociales que se tejen en
la transversalización de espacios, siendo dúctil y activa, emergiendo desde la
identidad colectiva que actúa en la construcción de ciudadanía y se configura con
relación cultural.
La identidad está en proceso de transformación incesante al ser un proceso
construido desde la colectividad que traza la construcción de la ciudadanía y se ha
de entender como lo define Morán, como “un proceso autobiográfico de
incorporación de las competencias sociales generadas en los diferentes ámbitos
de la vida social, en los que los individuos desarrollan su vida cotidiana” (Morán,
2003) como prácticas sociales que construyen la experiencia. De esta manera la
identidad es parte de lo que convoca a la unidad siendo esta la conciencia de lo
que se es y se puede reconocer como específico, que comparte lo propio como
individuo en reconocimiento de su comunidad.
3.1.3 El discurso narrativo en la memoria.
La narrativas surgen de procesos sociales de las comunidades que en necesidad
de supervivencia, debían instaurar relatos para ser reproducidos en nuevas
generaciones y de esta forma permear sus procesos esenciales en la historia.
Poseen características específicas que se enlazan con la memoria. “La eficacia a
distancia” es la que relata en el tiempo y en el espacio sin reconocerlos
literalmente, es decir, es el reconocimiento de la historia desde la experiencia del
otro y reconocerla en el presente tras el contacto cultural. Una segunda
característica se muestra es “la arbitrariedad” desde acá se evidencia lo que
puede ser el relato en la historia sin tener relación alguna con el presente, tal es el
caso de reconocer lugares, objetos, espacios que a tiempo presente no se pueden
evidenciar. La última característica es planteada desde el orden sintáctico que
puede alterar el significado de la historia desde el lenguaje. (Mendoza, 2004)
Las narrativas se constituyen desde experiencia relatadas por el actor narrante, la
capacidad de abstraer desde allí emociones se hace latente al ser, bien sea, arte /
38
parte de la historia, lo que enuncia cierto grado de emotividad en su relato,
perteneciente a una secuencia de sucesos ocurridos en su propio desarrollo.
Como lo plantéa Lavov: “Lo fundamental radica en que el relato debe pertenecer a
la biografía del hablante para distinguirlo de otro tipo de narraciones en las que
hablante es un simple observador” (Lavov, 1997s.f.).
Así mismo la extrapolación de las narrativas, produce la sincronización de relatos
exteriores, que se conjugan en el mismo, es decir, es una narrativa construida
desde el trabajo colectivo de la memoria que convierte el relato en un macrotexto
contado a varias voces.
Las narrativas que se construyen desde el relato, son una apuesta política y
social de reconocimiento de la memoria del otro, que parte de la ipseidad y la
mismidad; después deseleccionarlas (como trabajo de la memoria selectiva y la
configuración de espacios comunes) denotamos como “diversos mecanismos
sociales y psíquicos entran en juego”. El desarrollo de la memoria extrapola
vivencias, guiadas desde el recuerdo que algunas veces puede ser parte emotiva
en la realidad del ser o simplemente, abstrae fracturas del mismo proceso (Jelin,
2002).
“Las narrativas socialmente aceptadas, las conmemoraciones públicas, los
encuadramientos sociales y las censuras, dejan su impronta en los procesos de
negociación, en los permisos y en los silencios, en lo que se puede y no se puede
decir, en las disyunciones entre narrativas privadas y discursos públicos” (Jeilin,
2002). La programación de este discurso narrativo, pretende encapsular las
historias para que generen una toma de conciencia colectiva, aportando a la
construcción del tejido social en el espacio recogido, legitimando el discurso social
admitido, que se extrapola a raíz de las narrativas.
39
3.2 Patrimonio y Cultura.
La categoría Patrimonio y Cultura se plantea con el fin de establecer conceptos
que diferencien el Patrimonio Cultural, del Patrimonio Cultural Inmaterial, de esta
forma, se pretende evidenciar lo que estatalmente es considerado patrimoniable y
lo que no, defendido desde la legislación colombiana. Así mismo, la definición de
cultura es trabajada a lo largo de la investigación, busca enlazar ejercicios de
identidad, atraídos por la memoria que se encuentren inmersos en las raíces
culturales de un pueblo. Atendiendo a lo definido como PCI, se retoma el ejercicio
de memoria histórica del municipio que responde a conceptos teóricos
3.2.1 Patrimonio cultural.
A partir de los años 60, La Unesco comienza a discutir sobre la importancia del
Patrimonio inmaterial. Finalmente en el año 2001 se establecen algunos
parámetros sobre aquello que podía encontrarse dentro de esta categoría. La
selección de una serie de obras, bajo parámetros que incluían la música
tradicional, la danza, el teatro, los usos materiales, los rituales, los actos festivos,
los conocimientos y los usos relacionados con la naturaleza y el universo, además
de las técnicas artesanales tradicionales dio las bases para poder finalmente en
2003 establecer la definición del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI).
La sola mención de la palabra patrimonio, conlleva la obligatoriedad de mencionar
y definir previamente el elemento principal, la cultura. A pesar de las controversias
que este genere, autores como Habermas entienden a esta como una serie de
saberes que permiten al ser humano desenvolverse en un acto comunicativo,
basado principalmente en las interpretaciones (Boladeras, 2001). Desde esta
perspectiva hemos de considerar que la reproducción cultural de la vida se
encarga de la interpretación de nuevas situaciones con conocimientos previos, de
este modo se asegura la continuidad de la tradición, ya que el saber es aceptado
como válido.
40
Este sistema de símbolos compartidos interfiere con diferentes etapas del hombre
y por medio de esta interacción fomenta y sistematiza las identidades. El
movimiento constante de la misma con el entorno y las problemáticas sociales
hacen de la cultura un elemento cambiante, adaptado a las situaciones externas y
al contacto con otras culturas. Por ello, no podemos entender que la cultura en un
pueblo es una sola, la misma se compone de subculturas internas resultado de
dinámicas económicas, geográficas y sociales diferentes al interior de cada
sociedad.
Por un lado encontraremos la cultura homogeneizadora y por otro, debajo de ella
subyacen las culturas subalternas. Autores como Grimson destacan la importancia
de entender que no existe una sola cultura, que intentar clasificarnos a todos
dentro de elementos culturales como el Estado, nos lleva al error de considerar la
cultura como algo único en todo el territorio.
Por el contrario, la cultura desde la localía se convierte en un medio distintivo y
único, que combate las dinámicas de la globalización, pero por sobre todo debe
entenderse que la identidad cultural nacional es solo un “instrumento de
legitimación del poder estatal” más que una realidad.
Si la cultura es una construcción social de orden político avalado por “experiencias
históricas y creencias y prácticas que esa experiencia ha generado” (Grimson,
2001. Pg. 27) entonces entendemos también que el patrimonio cultural también lo
es. Es decir, el patrimonio no es natural ni obligatorio de toda experiencia histórica;
del mismo modo “es un artificio, ideado por alguien, en algún lugar y momento,
para unos determinados fines e implica, que eso puede ser históricamente
cambiante” (Prats, Ll. 1996).
Es claro que los intereses, en su mayoría económicos, determinarán lo
patrimoniable y lo patrimoniable, ya que los bienes culturales son escogidos por
una valoración de estos que cambia en función del tiempo, sectores dominantes y
diferentes contextos (Ciselli, G. 2011) son los que le darán el valor para decidir si
son o no patrimoniables algunos eventos, lugares, relato, que existen al inetio de
los territorios.
41
El criterio de discriminación de lo patrimoniable está sujeto a una visión
parcializada de aquello que puede o no ingresar. Es decir, el patrimonio se
construye socialmente, se pone en valor y se activa mediante poder político (Prats,
1996, p.21).De este modo, resulta imposible definir el patrimonio desde la Ley
1185 de manera sencilla, porque debe considerarse diferentes entornos e historias
para la selección de lo patrimonial en localidades como Zipaquirá.
Ahondando un poco más el tema legal de lo patrimoniable y lo no patrimoniable,
para de esta forma darle un toque de interés al relato y a las narrativas de la
comunidad sobre esta legislación que “segrega” estas voces, presento en el
siguiente apartado las leyes que definen el patrimonio que conocemos.
3.2.2 Legislación del Patrimonio.
La categorización del Patrimonio por parte del Estado, deja ver el carácter
impositivo que se genera, desde el control que ejerce la fuerza y el poder de las
elites, descartando y clasificándolo; de allí que la legislación nombre
específicamente lo representativo y lo no representativo de un territorio. De esta
forma, la fuerza que toma el reconocimiento de la historia, en este caso, la
memoria histórica de un pueblo, va a reproducir, en su mayoría, el discurso
hegemónico de clasificación. Por lo anterior, se denota la importancia del
patrimonio en la representación de la memoria histórica delimitándolo desde la
legislación.
La selección del patrimonio de un pueblo, es acordada por intereses políticos que
se ubican en torno al mismo; las políticas culturales existentes, son las
encargadas de seleccionar el patrimonio de un territorio, apoyados en la
Constitución Política de Colombia. En esta se ubica el Patrimonio Cultural “[…]
bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales
que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables,
inembargables e imprescriptibles”. Convierte entonces, el patrimonio como
elemento base para la identidad nacional y destaca por ello la cultura: Cuya
42
importancia reafirma en el artículo 70:“La cultura en sus diversas manifestaciones
es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de
todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia,
el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la nación.”(Ley 397 de 1997)
Para desarrollar los artículos 70, 71 y 72 de la Constitución, se plantea la Ley
397de 1997. A través de ella se establece como cultura ““el conjunto de rasgos
distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a
los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de
vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias” (Ley 397
Art. 1, 1997)”. Estableciéndola importancia de la misma en la formación de la
identidad nacional y el Estado uno de los entes principales de su mantenimiento.
Por su parte, la definición de patrimonio cultural se modifica en 2008 a través de la
Ley 1185 y queda establecida de la siguiente forma:
“El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes
materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones
de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la
lengua castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y
creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y
los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a las
que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico,
estético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano,
arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial,
documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico.” (Ley 1185. Art 4,
2008)
Los artículos 5, 6 y 7 se orientan a la definición del patrimonio arqueológico y las
entidades que velan por el patrimonio cultural. Se establecerá por consiguiente el
Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y por otro lado, la creación de los
Consejos Distritales de Patrimonio Cultural, los que deberán salvaguardar,
proteger y manejar el patrimonio cultural. (Ley 1185. Art 7, 2008). Del mismo
modo, basado en la descentralización, la autonomía y la participación, se delega a
43
las entidades territoriales la declaratoria y el manejo de los bienes de interés
cultural del ámbito departamental, distrital, municipal. (Ley 1185. Art 8, 2008).
En cuanto al PCI se debe considerar la definición establecida en la Ley: “está
constituido, entre otros, por las manifestaciones, prácticas, usos,
representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales, que
las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio
cultural. Este patrimonio genera sentimientos de identidad y establece vínculos
con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado a lo largo del tiempo en
función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia y contribuye a
promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad
humana.”(Constitución Política de 1991).
Dado que se da autonomía a las alcaldías de la creación de un Consejo se
procedió a investigar la creación del mismo en Zipaquirá. En el año 2009 se crea
el Consejo de Patrimonio del Municipio mediante el Acuerdo 15 del Consejo de la
alcaldía en el cual, manifiesta director del Instituto Departamental de Cultura y
Turismo de Cundinamarca (IDECUT) el Dr. Juan Ramón Jiménez “tienen asiento
un representante de comunidades étnicas, un representante de afrodescendientes
así como un representante de la Academia de Historia de Cundinamarca.
(Acuerdo 15, Consejo Alcaldía Zipaquirá, 2009)
Por intermedio de estos representantes las OSC pueden acceder a este consejo
para tratar temas propios del patrimonio cultural”. El acuerdo 15además, establece
las definiciones de patrimonio y la su importancia como expresión de nacionalidad.
Del mismo modo se menciona que según Artículo 17de la Ley 397 de 1997 “las
Entidades Territoriales deben fomentar y preservar las artes y el patrimonio como
elemento de diálogo y expresión libre del pensamiento del ser humano”. Este
mismo documento establece las funciones del Consejo, entre las que se destaca:
“Emitir concepto previo sobre todo tipo de intervenciones y espacios públicos del
Centro Histórico” (Ley 397. Art. 17, 1997).
El Consejo Municipal se propone trabajar frente Patrimonio cultural bajo la
Ley1037 de 2006 emitida por el Senado de la Nación, la cual se adhiere a la
44
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial aprobada por
la Conferencia General de la Unesco en su XXXII reunión en el año 2003. En la
misma se define el PCI como:
“los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los
instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que
las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como
parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que
se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las
comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y
su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y
contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad
humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta
únicamente el patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los
instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los
imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de
desarrollo sostenible.” (Unesco, 2003)
Esto incluirá tradiciones y expresiones orales, artes del espectáculo, usos
sociales, rituales y actos festivos, conocimiento y usos de la naturaleza y el
universo y técnicas artesanales tradicionales. Este listado se amplió luego con el
Decreto 2941 de 2009 por el cual se reglamenta la Ley 397 de 1997 y modificada
por la Ley 1185 de 2008, y por el cual se establecen y definen como PCI los
siguientes elementos:
- Lenguas y tradición oral
- Organización social
- Conocimiento tradicional sobre la naturaleza y el universo
- Medicina tradicional
- Producción tradicional
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- Técnicas y tradiciones asociadas a la fabricación de objetos artesanales
- Artes populares
- Actos festivos y lúdicos
- Eventos religiosos tradicionales de carácter colectivo
- Conocimientos y técnicas tradicionales asociadas al hábitat
- Cultura culinaria
- PCI asociado a los espacios culturales
Sin embargo y a pesar de la creación de Comité de Vigías, como es el caso de
Zipaquirá, se denota la lucha de poderes económicos, no muy disímil a la mayoría
de territorios de nuestro país, que pretenden dar salvaguarda a los bienes que
generan cierto tipo de interés, bien sea político o económico y que todo lo anterior
nombrado como Patrimonio Cultural Inmaterial, desde la legislación, se le resta
importancia.
3.2.3 Patrimonio Cultural Inmaterial.
La necesidad de reconocer el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) no es nueva, y
su estudio se remonta hacia los siglos XVIII y XIX, cuando estudiosos sobre las
costumbres y creencias populares intentaron documentar las tradiciones orales del
mundo.
A lo largo de la historia mundial, desde 1950 se han desarrollado algunos
programas para la preservación de técnicas orales. Un ejemplo de esto es Japón,
que puso en funcionamiento en estas fechas un programa sobre los tesoros
nacionales vivos, reconociendo y estudiando a los maestros de las artes
tradicionales. Por la misma época, empiezan a generarse este tipo de programas
en países como Filipinas, Estados Unidos, Francia, Corea y Tailandia.
46
A partir de los años 60, La Unesco comienza a discutir sobre la importancia del
Patrimonio inmaterial. Finalmente en el año 2001 se establecen algunos
parámetros sobre aquello que podía encontrarse dentro de esta categoría. La
selección de una serie de obras bajo los parámetros que incluían la música
tradicional, la danza, el teatro, los usos materiales, los rituales, los actos festivos,
los conocimientos y los usos relacionados con la naturaleza y el universo, además
de las técnicas artesanales tradicionales dio las bases para poder finalmente en
2003 establecer la definición del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI). (Unesco,
2003)
Finalmente, la Unesco plantea y define al patrimonio inmaterial como el “conjunto
de formas de cultura tradicional y popular o folclórica, es decir, las obras colectivas
que emanan de una cultura y se basan en una tradición[...] que se transmiten
oralmente o mediante gestos y se modifican con el transcurso del tiempo a través
de un proceso de creación colectiva[...] como la música, las tradiciones orales, las
costumbres, las lenguas, los bailes, los rituales, las fiestas, la medicina tradicional,
la gastronomía [y las] tecnologías relacionadas con algunos aspectos tangibles de
la cultura como las herramientas y el hábitat”. (Unesco, 2003).
Según Pérez Ruiz hemos de considerar el Patrimonio cultural Inmaterial como una
construcción social. Tratar de considerarlo fuera de su sociedad y sus condiciones
históricas particulares le quita el valor de patrimonio cultural a los elementos. Por
lo tanto, a lo largo de la historia, las desigualdades culturales y sociales,
generalmente la selección de los bienes culturales se ha realizado en base al
poder político, cultural y/o académico con criterios que en ocasiones no coinciden
con la intención, la función y el valor con el que dichos bienes fueron creados. Por
lo tanto la definición de patrimonio cultural lo construye una sociedad o comunidad
cultural. (Pérez, 1998).
Para Zipaquirá ya existen investigaciones, como la de Rafael María González
Rosas, a través de las cuales se comienza a abordar la historia zipaquireña y la
reconfiguración de los espacios. En el caso de González Rosas, la misma se
realiza con el estudio de la plaza como espacio social y las interacciones que se
47
producen en el mismo. El autor, se encuentra dentro de Academia de Historia de
Cundinamarca, que nos brindará a lo largo de su amplia selección de
publicaciones un punto de inicio sobre aquello de la oralidad que aún no se haya
documentado.
3.3 Educar desde la comunicación.
El siguiente apartado es presentado, bajo la demanda imperante que suscita la
academia con articulación de la comunicación al interior de los establecimientos
de educación superior. Se procura enlazar espacios de reflexión respecto a las
temáticas nombradas de memoria e identidad, desde la academia y como al
interior de los establecimientos de educación superior, se puede incluir ejercicios
de memoria en sus currículos.
Por lo anterior, se expone la base esencial del modelo praxeológico de la
Corporación Universitaria Minuto de Dios, ya que es el nicho de investigación
presentada, así como la muestra de la inclusión del ejercicio en el PCP del
programa comunicación Social – Periodismo en Zipaquirá. Así mismo, se realiza la
reflexión de la inclusión de temas de memoria en la educación.
3.3.1 Educar para la memoria.
La educación en Colombia, ha tenido varias vertientes de cambio en sus últimas
décadas, las leyes de descentralización, la ley 115 de 1994 y la ley 715 del 2001,
se han rehusado a realizar un cambio rotundo que favorezca todas las esferas de
la educación, lo cual implica que currículos, estamentos, carreras profesorales y
demás, se vean conglomeradas desde el modelo neoliberal que a su paso amplía
la brecha de desigualdad muchas veces justificada en la educación.
Aunque cada institución de educación superior posea autonomía en la creación de
currículos y directrices, en especial en la educación privada, no es lo suficiente
48
fuerte ni consolidado con reglas establecidas para pretender procesos de calidad,
que reconozcan necesidades y problemáticas que suscitan una solución pronta al
interior de nuestros territorios.
La academia a su paso refuerza, en muchos casos, el discurso hegemónico
replegado a la respuesta estatal; las políticas imperantes, vacías y poco
fundamentadas que se generan desde el discurso capitalista, nos ahoga en el
paso falso de interrupción de la vida universitaria de los estudiantes; en las
universidades privadas muchas veces se miden por números a los maestros, lo
que hace repensar la labor docente desde el cómo actuar y cómo enseñar para
que el estudiante, mediante un proceso significativo de aprendizaje, pueda
involucrar aspectos propios, cotidianos a los aspectos propios académicos y de
esta manera lograr un contrapeso o un proceso de resistencia a dichas políticas
exigidas.
Si bien es cierto que la academia es un espacio de socialización política, que
permite crear conocimientos específicos, se es consciente que ésta debe
responder a las necesidades de un pueblo y que más necesidad que el
fortalecimiento de su identidad desde el reconocimiento cultural. A partir de la ley
115 de 1994, de Colombia, la educación es propuesta como “un territorio cultural,
pedagógico y político que nos lleva a pensar el tema de la formación democrática
más allá de las acciones “asignaturistas” y nos propone el reto de promover
procesos de socialización política que posibiliten la formación de ciudadanía en el
conjunto de los actores de las comunidades educativas” (Ley 115, 1994) lo cual
nos lleva a repensar nuestro quehacer docente y como desde allí, podemos
proponer espacios de acercamiento político que nos dirijan al fortalecimiento de la
identidad, y la construcción de tejido social, incitando al estudiante a pensar en sí
mismo y en su comunidad.
49
3.3.2 Entendiendo la educación en la memoria local.
Direccionándonos al contexto intervenido, expongo las políticas de la Corporación
Universitaria Minuto de Dios, que convalidan la razón del proyecto en el contexto;
su creación se da bajo la directriz de la ley general de educación que propone
dicho proceso como la “formación permanente, personal, cultural y social,
fundamentada en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad,
de sus derechos y de sus deberes” (Ley 115 de 1994, Art.1).
Su apertura se da al público en el año 1992 con los esfuerzos realizados por el
Padre Rafael García Herreros, quién fuera Rector y entonces Fundador de la
Corporación en esa época, con algo más de 240 estudiantes, el sueño de buscar
una sociedad “justa reconciliada y en paz comienza para esta década. Dichos
estudiantes se inscribieron en las 6 carreras otorgadas desde allí, incluida
comunicación social y periodismo; su principal postulado, ofrecer educación de
calidad a personas de bajos recursos que no pudiesen acceder a la educación
superior por sus altos costos “de la época”. La razón de ser de la Corporación
guiada por el Padre García Herreros, se recreaba en el postulado de acción social
y educativa, con actitud de servicio y humanismo (PEI, 2012?)
El objeto propuesto por el Padre Rafael García Herreros pretendía en principio la
cobertura de Educación Superior de calidad a estratos bajos de nuestra sociedad
colombiana, imprimiendo el sello de calidad en su formación. A nuestros tiempos,
pese a la gran cobertura organizada que se ha generado desde la Corporación
Universitaria Minuto de Dios, “es claro que los niveles de calidad aún son bajos y
las tasas de deserción son aun altas; además, se acusa a la educación, en sus
diferentes niveles, de estar desarticulada de los procesos productivos, así como
lejana de los nuevos postulados de la sociedad del conocimiento” (PEI, 2012).
Enlazado a esto, la desarticulación con el contexto, su reconocimiento y nuevas
propuestas que trabajen en torno a procesos de memoria del mismo, tampoco son
convalidados desde la Uniminuto.
50
En cuanto a la política educativa nacional, se pretende, de una u otra manera, dar
oportunidades a los menos favorecidos, que sientan la necesidad de emprender
carreras universitarias y con ello adquirir nuevos conocimientos que solventen su
desarrollo profesional y personal, para que siendo los “profesionales del futuro
mejoren y aumenten sus competencias y valores que a su vez propendan y
mantengan la razón de ser de Uniminuto.
Ahora bien, direccionando nuestra mirada a la carrera profesional Comunicación
Social y Periodismo, por ser parte integral de nuestro proyecto, encontramos que
la misión del programa se centra en “formar profesionales integrales en
comunicación y periodismo, con alta sensibilidad social para proyectar sus
conocimientos y competencias, impulsando y liderando proyectos de investigación,
comunicación y periodismo, que fomenten la participación, la pluralidad, el respeto
por el otro y el ejercicio democrático de la ciudadanía”. (PCP, Uniminuto, 2004).
Para lograr el objetivo del programa “Formar Comunicadores Sociales-Periodistas
éticos, idóneos, investigadores y competentes, con un fuerte compromiso social en
la búsqueda del desarrollo nacional, regional y local, con capacidad para
interpretar los continuos cambios socio-históricos, que generen procesos
transdisciplinarios que permitan, desde la comunicación, comprender y
transformar el contexto y promover una participación activa” (PCP, Uniminuto,
2004 pg. 5) encontramos, el valor del lenguaje, la cultura y el tejido social, desde
políticas sociales educativas.
El Proyecto Curricular del Programa (PCP), está transversalizado por cinco áreas
de conocimiento: Comunicación y Contexto, Lenguaje, Investigación, Periodismo
Ciudadano y Medios, y Comunicación y Participación Ciudadana. (PCP Uniminuto,
2004). Desde allí incluiremos la investigación de la práctica pedagógica desde la
rama del lenguaje, la comunicación y participación ciudadana desarrollando
espacios de tejido social en el municipio de Zipaquirá.
Por otro lado, es necesario aclarar que el PCP es creado bajo la dinámica
Bogotana, pero que es el mismo que aplica a cualquier sede de la Uniminuto, por
51
eso, en la práctica, se hace necesario acoplar dichos parámetros con el municipio,
como es el caso.
Al entender la construcción de espacios que dinamicen y acorten la brecha que
existe entre el municipio y la universidad, el programa de comunicación social y
periodismo se enfatiza en la “reconstrucción de tejido social desde lo local, lo
regional y lo nacional” buscando con ello el fortalecimiento de la democracia
plural”. Desde allí se propone la apropiación de la investigación social en el aula,
bajo una mirada de doble vía, en otras palabras, se propone que los estudiantes
de Uniminuto Zipaquirá de CSOC, visualicen las problemáticas sociales que
encuentran en su comunidad, se apropien de ellas y bajo una mirada crítica de la
sociedad, sean capaces de crear un nuevo periodismo, unas nuevas formas de
expresión donde confluyan Universidad- comunidad local. (PCP, Uniminuto, 2004).
En este sentido para Uniminuto “la comunicación se concibe como un proceso con
sentido humanístico e investigativo que permite llegar, de manera permanente, a
la colectividad colombiana en un proceso de intercambio que aporte al desarrollo
social” (PCP, Uniminuto 2004, pg. 8); pretende sacar la Universidad del espacio
medido, a ocupar un espacio más allá de los muros en la comunidad, haciéndola
participe de su proceso de construcción como profesionales comunicadores y de
esta manera aportando a la construcción del tejido social del municipio.
3.3.3 ¿Cómo se puede aportar a ese fortalecimiento desde la academia MD?
La Corporación Universitaria Minuto de Dios, es guiada bajo el modelo
praxeológico que pretende acercar al humano desde la praxis, desde el contacto
con lo social, tratando de evidenciar respuestas y soluciones a problemáticas
sociales desde el interior, no se trata de una observación aislada, la praxeología
disminuye, de cierta forma, esa brecha de desigualdad
La praxeología en la historia ha tenido varias etapas de representación, las cuales
han sido aportes necesarios para entenderla a nuestro tiempo. En su primera
52
etapa a considerar, Bourdeau citado por Dummont (1993) la concibe como
“ciencia integral” que coordina las otras ciencias, está basada en las ciencias
económicas y las matemáticas, que representan el manejo de la sociedad desde
la esencia numérica. En un segundo acercamiento, Espinas citado por Dummont,
(1993) la propone como una “ciencia general” que se representa desde la
universalidad, enfocada en el accionar humano.
La segunda etapa es reflexionada desde Kotarbinski citado por Dummont (1993)
como “la teoría de la acción eficaz” considera la praxeología como una ciencia
capaz de integrar la producción industrial y el comportamiento humano, sin
embargo, se confunde en esta segunda etapa con el desarrollo económico y su
pretensión extraída como sistemas de producción, en el uso de la palabra, el gasto
lógico de recursos. Su uso apropiado es dado desde las ciencias económicas que
la definen como modelo perfecto de sustentación hombre – trabajo.
(Dummont,1993)
En la tercera etapa, donde nos centraremos, se habla de la praxeología como el
enlace entre la sociología y la psicología, como parte fundante de la interpretación
de la realidad y la comprensión de la misma tejida en relación con el otro. Dicho en
palabras de Roberto Dania citado por Dummont (1993), son acciones recíprocas
de persona a persona. Tienen repercusiones desde la experiencia, desde la
acción en el otro, según lo evidenciado y lo intuido.
Dicho de otra forma, “La praxeologÍa no será tanto una ciencia que genere un
saber lógico, sino más bien una práctica social de reconocimiento de los proyectos
individuales o colectivos. No debe pues proveer modelos preestablecidos, sino dar
sentido y movilizar recursos para la acción” (Dummont, 1993)
De esta manera, la corporación universitaria Minuto de Dios, se apropia del
modelo praxeológco en el accionar cotidiano de la academia, genera espacios de
prácticas educativas y formativas desde este modelo, generando acercamiento del
53
estudiante a la comunidad. Saca la academia de su estadio normal de
construcción e invita a crear junto con la misma.
La formación cooperativa da paso a la construcción de acciones sociales que
propendan en el hacer en conjunto, según Dummnot “La formación integra la
experiencia de los sujetos en una pedagogía de proyecto; torna posible sinergias
formativas e involucra al sujeto en la elaboración misma de la formación”
(Dummont, 1993)
De esta manera, la formación praxeológica como lo expresa Dumont, citando a
Kaufman “se elabora en la relación dialéctica entre la experiencia familiar del
mundo y sus estructuras objetivas. Importa mucho tener presente que, partiendo
del análisis de la experiencia, se puede dar razón, a la vez, tanto de los principios
que guían la acción, como de la eficacia de la misma y tal vez, en último término,
de las estructuras objetivas en las que se inscribe la acción. (Dumont, 1993)
Este modelo, acoplado a la educación de Uniminuto, hace su inmersión entre la
relación sujeto y su formación desde la experiencia adquirida en su vida cotidiana,
se retoma su identidad, su cultura y su comunidad como nicho naciente de su
realidad social. Es concebida como “una institución comprometida eficazmente
con el cambio, y la transformación de las comunidades, e instituciones, y por eso
parte en su construcción o reconstrucción del conocimiento, de las experiencias
prácticas de toda su comunidad académica (Juliao, 2001)
Desde el modelo praxeológico, se permite proponer y experimentar en nuevos
escenarios de construcción desde el hacer, se toma la comunidad y la academia al
mismo nivel para lograr desde la misma apostarle a un cambio en su
transformación. Es el punto de apoyo que genera el llevar al estudiante a ser
consciente de su realidad y lo que ella necesita para de esta forma proponer
proyectos de apropiación social, como lo es el proceso de reconocimiento de su
territorio en el ejercicio propuesto. “Es tiempo de pensar en la educación bajo la
54
categoría de práctica social; es el medio de actuarla y es bajo esta condición que
podrá integrarse en dinámicas creadoras” (Dumont J-L, 1993)
3.3.4 Desde la educación orientada por la Uniminuto ¿Es posible enlazar la
comunicación y la educación para la propuesta de comunicación
participativa?
La transformación que ha sufrido el mundo en este último siglo, ha tenido
repercusiones tanto en la comunicación como en la educación; parte de ello, se
evidencia en la aparición y masificación de las nuevas tecnologías que cambiaron
la forma de ver el mundo, e indiscutiblemente transforman la manera de educar y
la manera de aprender. Desde allí se abre un abanico de posibilidades que
acercan la búsqueda de nuevos conceptos y conocimientos impensados, tiempos
atrás, sin su propia relación de poder.
Por un lado, la educación se encuentra guiada por “estilos de dirección autoritario
y verticalizado”; el maestro es el único ser poseedor de la verdad y así mismo es
quien educa. La comunicación respecto a la educación en este sentido es
unívoca, sin proceso de retroalimentación, constituye a una educación autoritaria
que se centra en el almacenamiento de información.
La escuela no dimensiona la manera en que se construye el conocimiento fuera de
ordenes arbitrarias; siendo poco probable un escenario en doble vía que invite a
pensar más allá de la lección, sino por medio de un juicio memorístico, que a su
paso encierra un proceso comunicacional errado, su interacción con los demás es
escasa, ya que la preocupación es responder a ese orden jerárquico educativo.
Por este lado, el cruce entre comunicación y educación se limita a órdenes.
Históricamente la educación, como estamento de poder, se refleja desde “los
monasterios medievales hasta las escuelas de hoy donde el saber había
conservado el carácter de ser a la vez centralizado territorialmente, controlado a
través de dispositivos técnico-políticos, y asociado a figuras sociales de rango
especial” (Barbero, 2002 pg. 119) “El descentramiento del conocimiento”
55
evidenciado en las formas de comunicar, aprender, reconocer, investigar, producir
y construir conocimiento cambió; la escala única de su construcción no será la
escuela, lo que escapa al discurso hegemónico de poder sobre el mismo y a su
vez renueva espacios de educación.
La academia, se queda corta en términos de respuesta ante esta nueva
configuración del campo Comunicación-educación, por el contrario, se encuentra
predispuesta ante este vuelco revolucionario que genera espacios de socialización
y aprendizaje, tal como lo expresa Barbero “Estamos ante un des-centramiento
culturalmente desconcertante, y que la mayoría del mundo escolar en lugar de
buscar entender se contenta con estigmatizar (Barbero, 2002 pg. 120).
De la misma manera, ante el revuelo de dicho descentramiento, la escuela privada
propende con afianzar cierto tipo de saberes, que pauperizan el conocimiento
desde la mano de obra barata, se masifica la educación y se remonta la búsqueda
de nuevas profesiones que permitan expulsar nuevos profesionales casi que en
serie, refiriéndose de esta forma a una educación que les permita competir en el
mercado laboral, aceptando para ello los costos de un “contrato de servicios”
obtenido en el mercado educativo” (Barbero, 1997)
Ahora bien, el campo de la comunicación no es muy disímil en su coacción. El
modelo de comunicación impuesto desde siglos pasados, era recreado desde la
posición lineal de la comunicación; la comunicación, guiada en una sola vía,
configuraba el papel del receptor como un sujeto pasivo en la comunicación. Su
papel resignado lo convertía en un recipiente de información sin dialogo que
sugería ordenes como estampa del modelo militar de la comunicación. A este
punto, su voz era acallada, sin manifestación ni valor de disertación, lo cual no da
cabida a la participación.
Es hasta la década de los 70 y 80 que la comunicación da un vuelco a lo que sería
la voz de los oprimidos “aquellas personas que vivían en sectores marginados y
que eran invisibilizados por el Estado y las sociedades, se convirtieron en
protagonistas: sus voces eran escuchadas” (García, 2006) de esta forma se
56
empieza hablar de modelos comunicativos de doble vía que a su vez infieren en la
dialógica de su construcción y se habla sin recelo de la comunicación participativa.
“Hay plena participación en la comunicación cuando ambos interlocutores tienen la
misma oportunidad de generar sus propios mensajes (...) Un sistema de
comunicación puede ser considerado participativo si provee mecanismos y
canales que permitan a los grupos de base determinar con independencia los
contenidos temáticos del programa y emitir (...) mensajes autónomos, surgidos de
ellos mismos y no escogidos por los promotores (...), si hace posible que los
sectores populares hablen de lo que ellos mismos quieren hablar” (Kaplún, 1983)
A diferencia del modelo convencional, la comunicación participativa pretende crear
una relación dialógica entre dos o más seres que participan en la construcción de
ideas y mensajes desde una visión dialógica de la comunicación, realiza la crítica
a la segregación universal comunicativa donde, como fue mencionando
anteriormente, se reproduce el modelo lineal de comunicación (Alejandro
barraquero). “el modelo distingue claramente entre una transmisión unilineal de
información, tal como la practican los medios masivos y la educación exógena, y
una auténtica comunicación humana, cuyas características son el diálogo y el
intercambio, la voluntad de compartir experiencias y conocimientos, la búsqueda
común” (Kaplún, 1983)
Como lo expresa Carlos del Valle Rojas, la comunicación participativa, incluye
varias aristas a desarrollar dentro de su mismo modelo. En primer lugar, es
representada desde la desmitificación del poder; si bien es cierto que se construye
desde la democracia, los estadios de jerarquía son tendientes a invalidarse en
este tipo de comunicación, su rigor de horizontalidad, no reconoce voces aisaldas
a la misma comunidad, ni prioriza una sobre la otra en función de la jerarquía, lo
que a su vez es entendido desde la toma de decisiones de manera horizontal.
En segundo lugar, la comunicación participativa involucra un problema de
identificación desde la dinámica del “no poder”. Según la lógica horizontal no
existen ejes de jerarquía, lo que dificulta el proceso de organización inicial que se
57
debe contrarrestar en estos espacios, “se requiere recuperar las capacidades auto
organizativas y las dinámicas culturales. Como modelo, la “comunicación”
Este modelo comunicativo tal como lo diría Paulo Freire, pone su énfasis en el
derecho de cada uno de decir de manera individual y colectiva su palabra: “Este
no es el privilegio de unos cuantos hombres, sino que es el derecho de cada
hombre y mujer. Como consecuencia, nadie puede decir solo una palabra
verdadera –y tampoco la puede decir en nombre de otro, por medio de un acto
prescriptivo que le robe a los demás sus palabras”(Freire, 1983)
En este sentido, la comunicación es un elemento de dialogo que debe ser
restituido en las comunidades, la generación de voz del oprimido, ha ampliado
brechas de desigualdad, donde el modelo de comunicación tradicional se ha
sublevado y menosprecia el sentido democrático en las relaciones
comunicacionales, por esta razón, la comunicación participativa nace desde lo
popular, desde el sentir cotidiano, horizontal que se genera sin distinción ni
espacios cerrados. El sistema hegemónico manipulador de los medios aisla la
comunicación participativa de las comunidades, en este sentido “las voces de la
multiculturalidad” son acalladas desde la jerarquía de los mismos. Sin embargo, la
comunicación popular en su devenir de dar voz, “amplifica las voces ocultas o
negadas y busca potenciar su presencia en la esfera pública” (Gumucio, s.f)
De esta manera, la comunicación participativa, según Kaplún, es “la auténtica
comunicación –interpersonal o masiva- se forja en el diálogo y en la participación
libre y equilibrada de los distintos actores sociales” (Barraquero, 2010 pg. 5), lo
cual da acceso a una comunicación abierta, donde la comunidad conforma un
papel más importante de la misma. “La mayor parte de las veces las comunidades
son simplemente [[receptoras]] de contenidos ajenos a su tradición y su cultura y
por lo tanto tienen una vivencia de la comunicación, que más se parece a un exilio
interno, en su propia realidad, que a un proceso de diálogo constructivo”
(Gumucio, s.f.)
58
Este modelo de comunicación “exige un cuestionamiento a las bases del actual
modelo de democracia, promoviendo una democracia participativa y, por lo tanto,
cambios estructurales” dentro del desarrollo de la comunicación. (Del Valle, 2007).
La comunicación participativa, como constructo colectivo, se apropia de los
espacios comunes donde se comunica la vida Como lo dice Del Valle, “para ello
deberá convertirse en el espacio de conversación de los saberes y las narrativas
que configuran las oralidades, las literalidades y las visualidades” (Del Valle, 2007,
pg. 116). También incorpora los conceptos en el marco de la multiplicidad; acentúa
la importancia de la identidad cultural de comunidades locales y de la
democratización y participación a todos los niveles -internacional, nacional, local e
individual.
La cultura no existe en un vacío de silencio e incomunicación, la cultura existe
porque es comunicada. La diversidad comunicacional que facilitan los procesos de
comunicación participativos permite que las culturas entren en diálogo en igualdad
de condiciones, mientras que los intercambios culturales dominados por flujos de
información masiva no permiten una negociación equilibrada, pueden resultar en
intercambios asimétricos que no favorecen la pluralidad. (Gumucio, s.f. pg.6)
La educación, respecto a la comunicación participativa, se ubica en posición de
avivar relatos comunes, la multiculturalidad, el reconocer al otro desde una
posición horizontal en construcción conjunta de conocimiento, que a su vez, desde
espacios democráticos, genere nuevas estrategias de reconocimiento y de
fortalecimiento de la identidad cultural desde lo popular.
De esta manera, el escenario popular de comunicación participativa aporta a la
construcción de tejido social desde la cultura de un pueblo y el papel de la
educación está en todas las capacidades de participar en esa construcción de
tejido, desde lo popular también.
59
3.3.5 La construcción de tejido social Universidad – Comunidad.
El ser humano es por naturaleza un ser social. Su instinto de supervivencia lo lleva
a reunirse con otros de su especie para enfrentar las adversidades de la
naturaleza, tal y como lo hacen el resto de los animales que viven en manadas.
Sin embargo, el ser humano posee intereses más profundos en su unión con
otros, y esto es que no solo sigue un instinto de supervivencia sino una ambición
de vivir bien. Tomás de Aquino reflexionaba sobre esta base de la sociedad,
entendiendo que cada actor asume un rol para cumplir ese bienestar de la
sociedad.
Esta versión funcionalista del hombre lleva a entender que para poder asumir su
rol se crearán una serie de conexiones con otros que generan alrededor del
individuo una red que le permite dar significado a “quien soy” y a “qué debo hacer”.
A medida que la sociedad se desarrolla, también crecen las organizaciones y de
ese modo la red de conexiones de cada individuo. El ser humano tiene a su
alrededor por lo menos tres esferas en las que debe desenvolverse en
comunicación. En primera instancia, el ser humano desarrolla conexiones de
orden natural y social con su grupo inmediato, es decir, el núcleo familiar; la familia
como elemento primario en la formación del ser humano, es la primera escuela
que enseña valores y hábitos de vida que influyen en su desarrollo oral, físico y
social.
En segundo momento encontramos la comunidad, o los grupos de accionar más
cercanos y activos en su diario vivir, desde allí, se replican las enseñanzas
agitadas de la familia que desenvuelven en un espacio menos segado al ser
humano y pone a prueba la comunicación que desde la etapa anterior logró
construir.
Finalmente la sociedad general, donde definitivamente la comunicación es el lustre
de esos espacios de interacción antes vivenciados, pero de una manera mucho
más abierta y frecuente, que a su vez esta permeada por cambios según el
espacio.
60
Aunque se crea que estas esferas se mantienen alejadas una de otras, lo cierto es
que los límites cada vez se vuelven menos claros. El individuo en grupos deja de
ser el mismo asumiendo la identidad de los mismos, argumentado de esta forma,
la familia puede no ser el lazo biológico inmediato sino la misma comunidad que
se crea y puede no ser de entorno geográfico directo, sino también de
comunidades completamente lejanas, gracias al avance de las nuevas
tecnologías.
La construcción popular, común, que integra espacios cotidianos donde confluyen
experiencias y modos de vida desde cualquiera de las 3 esferas, es la base del
tejido social; este “funciona como una intrincada serie de relaciones y de acciones
entre los individuos, las familias, las comunidades y entre éstos y sus instituciones,
de manera que se retroalimentan mutuamente a través de una compleja estructura
de vasos comunicantes”. (Angélica Lozano et al. 2011).
El tejido social es un componente del comportamiento que une y permite la
identificación de los individuos como parte de un grupo, cultura, tradición o nación
o bien posibilita el establecimiento de las reglas condicionantes de la interacción.
La sociedad es la expresión del tejido social de sus ciudadanos: nace, crece, se
desarrolla y se expresa a través de ellos; es un activo para los individuos y los
grupos cuya mayor presencia indica la existencia de una comunidad más
participativa, unida y coherente. (Lozano et al. 2011)
En este espacio se crea un enlace directo desde el territorio referencial del
individuo, donde confluye la memoria y las historias tejidas en el mismo espacio,
que recrean la vida propia. A partir de allí, el tejido social hace su aparición a
modo de recuerdo, removiendo fibras hacia un fin particular, tal como se presenta
en ejercicios de pretensión de memoria
Una de las bases de construcción de tejido social permitida desde la memoria es
propuesta desdelas narrativas, estas subyacen geográficamente, ya que se crean
en espacios compartidos para después seleccionarlas (como trabajo de la
memoria selectiva y también configuración de espacios comunes), “diversos
mecanismos sociales y psíquicos entran en juego. (Lozano et al. 2011)
61
Las narrativas socialmente aceptadas, las conmemoraciones públicas, los
encuadramientos sociales y las censuras dejan su impronta en los procesos de
negociación, en los permisos y en los silencios, en lo que se puede y no se puede
decir, en las disyunciones entre narrativas privadas y discursos públicos” (Jeilin,
2002). La programación de este discurso, pretende encapsular las historias para
que generen una toma de conciencia desde el colectivo, que aporte así, a la
construcción del tejido social del mismo espacio donde se recogen, legitimando el
discurso social admitido, que se extrapola a raíz de las mismas narrativas.
62
4 MARCO METODOLÓGICO
4.1 Población y muestra
La estrategia pedagógica que se propone para responder a la pregunta planteada
en la investigación, en busca de fortalecer el reconocimiento de la memoria
histórica desde el PCI en el municipio de Zipaquirá, es presentada bajo la
propuesta pedagógica de Comunicación Participativa, que se realizó y se
implementó bajo el marco del presente proyecto en La Corporación Universitaria
Minuto de Dios, Centro Regional Zipaquirá.
4.1.1 Población
La propuesta pedagógica de comunicación participativa, fue realizada en el
contexto de la Corporación universitaria Minuto de Dios, en el programa de
comunicación social y periodismo. Este programa, cuenta a la fecha con 248
estudiantes distribuidos en nueve semestres; menos del 50 % de ellos son
residentes de Zipaquirá (42%) y pueblos de la provincia de Sabana Centro (51%),
el restante se distribuyen en Bogotá, Facatativá, Suesca y otros ocupando el 7%
del total. El rango de edad es de los 17 a los 24 años. Además, se considerarán
actores dentro de la corporación que son participantes como cuerpo docente,
coordinador de programa, acompañantes de bienestar, etc.
4.1.2 Muestra.
Para la realización de la propuesta se estableció la muestra con 37 estudiantes, 25
mujeres y 12 hombres, a través de la materia Interpretación y Producción Textual,
que es establecida en VI semestre del programa de Comunicación Social-
63
Periodismo. Se escoge este grupo porque hay una igualdad de estudiantes que
viven en el municipio de Zipaquirá propiamente y Sabana centro, ambos con un
46%, lo que dará sentido de pertenencia ya sea por residencia, por reconocer a
Zipaquirá como capital de su provincia, o porque tienen filiaciones familiares o
personales con el municipio; el número restante, vive en Bogotá y en algunos
municipios de la sabana, que no son contemplados en la Sabana centro. El
promedio de edad es de 19 años, lo que permite reconocer cuales son las claves
identitarias que a esta edad, encuentran con el municipio y entender desde allí
cual es la fracción identitaria que se puede definir como reconocimiento. Además
se incorporan agentes externos de incidencia directa: el docente como
investigador y la comunidad como fuentes de conocimiento.
El programa de comunicación social es enfocado desde la corporación
universitaria minuto de Dios, hacia la construcción de comunicación participativa,
si bien el estudiante tiene conocimiento de esta índole, muchas veces se
establece desde la teoría y los postulados que pueden mantener esta relación, la
práctica no es enfocada en el reconocimiento de esta comunicación en espacios
abiertos, donde contribuyan a la creación de dicha comunicación con la
comunidad.
En el primer acercamiento con este grupo, se evidencia, a través de una encuesta
semiestructurada, que el estudiante desconoce relatos fundamentales de sus
raíces, lo que enriquece el ejercicio, al repensar la propuesta pedagógica con este
grupo selecto.
4.2 Tipo de investigación: Descriptiva – Exploratoria.
“la investigación descriptiva busca especificar propiedades, características y
rasgos importantes de cualquier fenómeno que se analiza. Describe tendencias de
un grupo o población” Sampieri
El proyecto presentado, se formaliza en primera instancia, desde la investigación
descriptiva, su fundamentación se halla sostenida por la recolección minuciosa de
64
datos que permitan dar cuenta de la interacción entre objetos, personas y
procesos en la aplicación de una estrategia pedagógica orientada desde la
comunicación participativa.
Se caracteriza por trabajar sobre una realidad específica, en busca de una
interpretación de la misma “Comprende la descripción, registro, análisis e
interpretación de la naturaleza actual, y la composición de procesos de los
fenómenos. El enfoque se hace sobre conclusiones dominantes o sobre cómo una
persona, grupo o cosa se conduce o funciona en el presente” 2
Se pretende desde el enfoque descriptivo representar un fenómeno que busca
“especificar las propiedades, las características y los perfiles de las personas,
grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta
a un análisis” (Sampiere, 2005). El análisis estará guiado en la medición de
reconocimiento del PCI y la memoria histórica, que ahonden en el transitar o
habitar el espacio a intervenir, en este caso Zipaquirá; de esta forma, poder
plantear un ejercicio que fortalezca, de ser necesario, este reconocimiento por
medio de la propuesta pedagógica en el contexto de los estudiantes de VI
semestre de Comunicación social-periodismo de Uniminuto.
La medición es pretendida desde conceptos, variables y componentes del PCI y la
memoria histórica, sobre los 21 estudiantes intervenidos, en el contexto de
Uniminuto Zipaquirá. Esta medida arroja características, perfiles y propiedades de
las personas que son logradas, asumido desde la descripción, lo cual dará
información relevante para el proceso de investigación.
Así mismo, pretende caracterizar la relación del estudiante con el Municipio de
Zipaquirá, incluido allí el reconocimiento de la memoria que se posee respecto a
este, junto con el conocimiento del PCI, para finalmente analizar su importancia.
Por lo anterior, se abre la investigación a los relatos, narraciones, exposiciones y
anécdotas que se tejen alrededor de Zipaquirá por parte de algunos habitantes,
que han vivido allí la mayor parte de su tiempo y que servirán de constructo y
ejercicio de memoria, tanto de los estudiantes, como de las personas intervenidas.
65
Aunada al enfoque descriptivo, nos encontramos con una investigación de tipo
exploratorio, para sustentar él porque es necesario hablar de memoria local en
nuestro contexto universitario, desde el proyecto piloto presentado con los 37
estudiantes de CSOC, Uniminuto.
Al indagar sobre el conocimiento que tienen los estudiantes sobre la memoria
histórica y el PCI del municipio, se refleja el escaso o nulo conocimiento en la
mayoría de los casos, lo que permite pensar que no hay desde el PCP un enlace
con dicho conocimiento.
Por esta razón, se plantea un rastreo de información, desde el programa de
Comunicación Social, Uniminuto Zipaquirá, y se logra evidenciar que el
acercamiento desde allí se ha dado desde el Proyecto “Patrimonio cultural
inmaterial zipaquireño; legado oral de la historia y la identidad” con un grupo
cerrado de investigadores del programa. Este rastreo revela que existe un
compendio de información en torno al PCI, pero que no se ha llevado, como
ejercicio siguiente, a las aulas en busca de formar nuevas perspectivas o formas
de abordaje de la memoria histórica desde el PCI.
Como lo plantea Sampieri, en el enfoque descriptivo y su fin, el estudio de la
memoria histórica desde el PCI, bajo un ejercicio pedagógico, es relacionado con
la realización de “un viaje a un sitio desconocido, del cual no hemos visto ningún
documental, ni leído ningún libro, sino que simplemente alguien nos hizo un
comentario sobre el lugar” (Sampieri, 2005)
De esta forma, la innovación en la propuesta, es presentada bajo el ejercicio
pedagógico de trabajar el fortalecimiento de la memoria desde la Uniminuto y los
estudiantes intervenidos, desde la comunicación participativa que trabaja en
conjunto con estudiantes – comunidad – profesores. La generación de nuevo
conocimiento en torno a la propuesta, es lo que aspira remover nuevas apuestas
en la comunicación desde el trabajo de memoria en su mismo contexto.
66
4.3 Enfoque de investigación.
“En la realidad y la práctica cotidiana, los investigadores se nutren de varios
marcos de referencia y la intersubjetividad captura la dualidad entre la inducción y
la deducción, lo cualitativo y lo cuantitativo. El ser humano procede de ambas
formas, es su naturaleza, así actuamos desde que nacemos, por eso hemos de
insistir en que los métodos mixtos son más consistentes con nuestra estructura
mental y comportamiento habitual” (Sampieri, 2005)
El proyecto de investigación es presentado bajo el enfoque mixto, ya que la
combinación de los componentes cuantitativos y cualitativos exige su mixtura.
Por un lado, la medición presentada desde la consecución de información que
nutra, de alguna manera estadísticamente la investigación, supone un
componente medible y analizable desde la estadística y matrices de información
según las encuestas; por otro lado, la investigación se centra en la comprensión
de un fenómeno específico controlado desde la subjetividad.
Los métodos mixtos representan un conjunto de procesos sistemáticos, empíricos
y críticos de investigación e implican la recolección y el análisis de datos
cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión conjunta, para
realizar inferencias producto de toda la información recabada (metainferencias) y
lograr un mayor entendimiento del fenómeno bajo estudio (Sampieri y Mendoza)3.
El reconocimiento de la memoria histórica y el PCI de Zipaquirá, que poseen los
estudiantes, no puede ser medible desde supuestos o lógicas que al ruedo no son
fundamentadas; este problema sociológico que no da importancia al relato, la
tradición oral y aquello que conforma la memoria histórica, es representado bajo la
objetividad de las encuestas, que si bien dan visos y formas de la realidad del
problema, no logran sustentarlo del todo desde la base numérica. Por esta razón,
el análisis de las situaciones desde su contexto natural, interpretando los
fenómenos que se pueden presentar al aislar de si, el reconocimiento del PCI de
Zipaquirá, como su lugar de habitabilidad, bien sea primaria o secundaria, es
necesario para abarcar el problema en su totalidad.
67
Su muestra inicial es presentada bajo la medición de fenómenos que por medio de
encuestas determinan el reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial por
parte de los estudiantes de VI semestre de Comunicación Social y Periodismo en
Uniminuto (CRZ).
Esta muestra es guiada bajo el indagar las repercusiones, ventajas o desventajas
que se tejen a través del reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial de un
pueblo, en este caso de Zipaquirá. A medida que la investigación se va formando,
surgen nuevos interrogantes que a su vez clarifican el objetivo de la misma. La
acción indagatoria se mueve de manera dinámica en ambos sentidos: entre los
hechos y su interpretación, y resulta un proceso “circular” y no siempre la
secuencia es la misma, varía de acuerdo con cada estudio en particular.
Enlazando la medición, nos encontramos con los diarios de campo, que los
estudiantes deben llevar bajo una estructura controlada, en la cual se evidencia el
trabajo conjunto de construcción de historias sustentadas en la memoria de la
comunidad y el reconocimiento del PCI de la misma.
4.4 La Investigación- Acción como Método de Investigación.
La investigación acción tiene su enfoque desde la acción que en segunda
instancia, debe ser reconocida desde la teoría, es «un estudio de una situación
social con el fin de mejorar la calidad de la acción dentro de la misma». (Elliot,
1993, como se citó por Murillo 2010. Pp. 4). De esta forma, dentro de los contextos
sociales donde se desenvuelve, pretende generar una reflexión en torno a la
problemática sucedida, que será sustentada desde las voces mismas de la
comunidad, a fin de comprenderla, experimentarla, observarla y en lo posible,
modificarla.
Todo proceso abanderado desde la IA, indiscutiblemente debe llevar la voz de
cada uno de sus partícipes, “representa un proceso por medio del cual los sujetos
investigados son auténticos co-investigadores, participando muy activamente en el
68
planteamiento del problema a ser investigado (que será algo que les afecta e
interesa profundamente) la información que debe obtenerse al respecto (que
determina todo el curso de la investigación) los métodos y técnicas a ser
utilizados, el análisis e interpretación de los datos, la decisión de qué hacer con los
resultados y qué acciones se programarán para su futuro” (Martínez, como se citó
por Colmenares A, 2011. Pg. 108).
Dado que la complejidad del proyecto demanda la existencia de múltiples actores
(comunidad, estudiantes y docentes) junto con su accionar dentro de la
investigación, se considerará asertivo su uso. La investigación acción “es una
metodología que presenta unas características particulares que la distinguen de
otras opciones; entre ellas podemos señalar la manera en que se aborda el objeto
de estudio, las intencionalidades o propósitos, el accionar de los actores sociales
involucrados en la investigación” (Colmenares, 2011).
Aún más significativo es para la elección, el hecho que no se contemple una
investigación netamente teórica, sino que se proceda desde la acción para la
transformación social, de esta manera, el acercamiento al objeto de estudio es
preponderante y casi limitante en el desarrollo de la misma.
La investigación acción se da en un campo de beneficio mutuo; por un lado se
contempla su realización a bien del investigador interesado en el proceso y por
otro, sus hallazgos son enfocados al grupo focal que a su vez pretenden una
transformación social, cumpliendo así las categorías que la definen como tal,
mencionadas por Ander-Egg (2003), es un procedimiento reflexivo, sistemático,
controlado y crítico; está orientado a la acción; e involucra investigadores y
agentes externos.
En el desarrollo de la propuesta pedagógica, la investigación acción se moldea
desde sus características principales, propuestas en su desarrollo de la siguiente
forma.
• Es participativa. La población con la que se trabaja, busca intervenir en el
contexto de Zipaquirá bajo la búsqueda de historias que la comunidad alberga en
69
sus memorias y que son reconocidas como patrimonio cultural inmaterial desde la
oralidad. De esta forma, comunidad educativa –estudiantes y profesor- trabajan en
conjunto con un grupo de habitantes del municipio bajo una práctica de
comunicación participativa en búsqueda del fortalecimiento de la memoria histórica
y el PCI.
• Es cíclica: es planteada bajo la “planificación, acción, observación y reflexión
(Kemis y Mc Taggar, 1998 Como se citó por Colmenares A, 2011). Se da en el
espacio planificado de acciones que conjuntamente logren fortalecer el
conocimiento de la memoria desde el relato, para luego reflexionar en torno a lo
investigado.
• Es colaborativa: se realiza desde la colaboración de los actores implicados en el
proceso de investigación, en este caso comunidad zipaquireña, estudiantes de
CSOC y profesores. En este proceso se crea una reflexión constante generada
desde la crítica que establece el reconocimiento del PCI.
• Es analítica: Su análisis se basa en el registro realizado mediante la práctica del
proceso, que permite vislumbrar la problemática, su incidencia y cómo afecta el
desconocimiento del PCI al contexto. Esta es posible en el curso del proceso,
donde los estudiantes llevaran un diario personal de las acciones y las
intervenciones, así como el registro fotográfico de las mismas para facilitar su
análisis.
• Es propositiva: implica pensar en un cambio mediante el proceso, es decir, los
estudiantes allí deben reconocer si la propuesta genero alguna afectación en su
forma de relacionarse con el territorio.
• Es gradual: En un primer momento, se propone desde esta propuesta un
reconocimiento por parte de la muestra intervenida, los 37 estudiantes. Así mismo
la comunidad que generó los relatos, extrapola los recuerdos de esa memoria
callada. Luego de esto se pretende que el material recogido pueda ser divulgado
en otros espacios para lograr una transformación más amplia.
70
4.5 Procedimiento de la investigación.
El proyecto se presentó a través de tres etapas de investigación.
La primera, denominada diagnóstico, desde allí se orientó a la recolección
de información en torno a la problemática social desde una mirada
interdisciplinaria y acercamiento a las autoridades locales sobre el tema. En
esta etapa, se indagó el conocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial de
Zipaquirá, para poder delimitar su reconocimiento.
La segunda etapa, programación y aplicación, bajo trabajo de campo de
construcción participativa para el establecimiento de puntos de análisis de
la actividad. Desde la asignatura Interpretación y Producción Textual, que
hace parte de la malla curricular de Comunicación Social y Periodismo, se
planteó el ejercicio de investigación por parte de los estudiantes. Ellos, bajo
una reflexión en torno a la memoria y un proceso guiado y dirigido,
realizaron ejercicios de comunicación participativa. Salir al municipio,
encontrar su historia, renombrarla, y buscar los relatos y las narrativas que
se tejen respecto a él, (aplicabilidad en estudiantes).
Finalmente, se realizó una tercera etapa de evaluación, es allí donde a
través del análisis de diarios de campo, videos, entrevistas y encuestas, se
obtuvieron conclusiones y nuevos síntomas a considerar.
Con este plan de acción de tres etapas, encontraremos también fases:
4.5.1 Etapa I: Diagnóstico.
1.1 – Fase: Recolección de información
Está fase se llevó cabo a través de la conformación de grupos focales de
discusión interdisciplinarios. En este punto el estudiante respondió un diagnóstico
71
de entrada, guiado desde la encuesta que direccionó su conocimiento inicial del
PCI de Zipaquirá. Por otro lado, se realiza el acercamiento a autoridades
competentes en el tema a través de entrevistas y a la comunidad por medio de
encuestas.
1.2- Fase: Adelanto informe
Luego de la sistematización de información se procedió a realizar un análisis de lo
obtenido, para la elaboración de un informe que permitió avanzar con el trabajo
final.
4.5.2 Etapa II: Programación y aplicación.
2.1- Fase: Programación
En la misma se estableció el cronograma de acuerdo a la interacción con la
muestra, así como las formas de llevar a cabo, en una construcción participativa
con el grupo de trabajo. Esto se realizó mediante conversatorio y reuniones
guiadas en las que se establecieron las formas de interacción con la comunidad,
objetivos de la pedagogía, etc.
2.2- Fase: Aplicación
Una vez construida la estrategia pedagógica se llevó a cabo. La misma se
implementó en el semestre como actividad obligatoria de la materia. El resultado
de la misma dio cuenta, al final del curso, el valor del trabajo realizado y la
efectividad de la estrategia.
4.5.3 Etapa III: Evaluación.
3.1- Fase: Evaluación
72
En esta fase se realizó el análisis de lo obtenido, la medición de la efectividad de
la estrategia mediante encuestas, nuevas discusiones y miradas que surgieron al
interior del curso en grupos focales, así como un análisis de los discursos y
narrativas de los trabajos finales.
3.2- Fase: Conclusiones y nuevos síntomas
4.6 Técnicas e instrumentos de recolección de datos. Como se mencionaba anteriormente, la recolección de datos se dio por medio de
diferentes instrumentos que funcionaron en conjunto para cada fase particular. A
continuación se procede a detallar los escogidos y su justificación.
4.6.1 Instrumentos.
Grupos focales y entrevistas: Se realizó una serie de preguntas que nos llevaron a
lo que se pretendía obtener con profesionales en el tema o formados en él. Estos
se dieron de manera tanto grupal como individual.
Observación participante: La observación participante permitió establecer
relaciones directas entre los actores que intervinieron, de ese modo se logró estar
activo dentro del problema cuando se sucedió.
Diarios de campo. Tomados por los estudiantes en cada encuentro con la
comunidad zipaquireña.
Fichas de observación: Se realizó bajo la guía propuesta.
Así mismo, se trabajaron encuestas como parte fundamental del proceso: Las
encuestas permiten cubrir un rango mayor de personas para el establecimiento de
la problemática, así como del conocimiento de la memoria histórica en el
municipio. La cuantificación permite determinar un punto comparativo del antes y
el después de la aplicación.
73
Rastreo documental: Permite realizar un relevo de lo obtenido en materia
estadística a la fecha.
4.6.2 Técnicas de análisis.
Para el análisis de lo obtenido se trabajó la interpretación de lo obtenido por los
instrumentos.
Triangulación de la información: Se realiza mediante matriz de análisis la
triangulación de la información diagnóstico, la información teórica y el resultado
final.
Tabulación de datos: Se organiza, sistematiza y analiza la información recogida
mediante la investigación realizada por los estudiantes en su diario de campo
Organización de matriz de análisis: Mediante la triangulación de la información se
procede a relacionar las categorías conceptuales que se logran concluir tras la
finalización del ejercicio.
74
5 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN.
La primera fase del proyecto se llevó a cabo con el grupo de estudiantes de sexto
semestre de Comunicación Social-Periodismo. Aunque existen avances sobre la
concepción del pueblo zipaquireño del patrimonio cultural del lugar, se vio
menester la realización de una serie de preguntas que permitieran comprender en
esta muestra específica cuál es el enfoque que se debe tomar para el desarrollo
siguiente. Así, al total de 37 estudiantes se les realizaron entrevistas con
preguntas abiertas sobre su mirada frente al municipio.
Por lo que se les presentaron a los estudiantes seis preguntas en la primera
sesión de clases
*¿Qué es Zipaquirá para usted?
*¿Con qué relaciona Zipaquirá?
*¿Cuál es el contacto que tiene con Zipaquirá?
*Nombre los lugares que reconoce de Zipaquirá
*¿Sabe alguna historia de tradición oral del municipio? ¿Cuál?
Esto se realiza como sondeo de conocimientos e introducción a la práctica. El
grupo se compone de 37 estudiantes que varían sus edades entre 21-25 años,
avanzados en el estudio de una carrera superior. El cuarenta y dos por ciento de
los estudiantes residen en la ciudad de Zipaquirá, mientras que el resto en
municipios cercanos. Este contraste nos permite realizar un comparativo sobre
aquello que visibilizan del municipio, tanto interna, como externamente. Si bien, los
estudiantes no habitan el municipio, logran permanecer en él la mayor parte de su
día por un periodo extenso e importante de sus vidas.
Frente a las respuestas se pudo establecer que solo el 32% de los estudiantes
nacieron en el municipio de Zipaquirá. Cuando se les cuestiona sobre las razones
75
que los establecieron en el lugar, casi la totalidad responde que se debe a
oportunidades laborales en primer lugar y en segundo residencia de la familia
cercana. Los estudiantes de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, son
estudiantes en su mayoría de estrato 1, 2 y 3, quienes han soñado con carreras
profesionales, dicho esto, presentan esfuerzos para poder lograrlo, como es
trabajar en las tardes luego de terminar la jornada de la universidad, cumpliendo
diversas labores como ayudantes de restaurante, meseros,
Un 41 %, por otro lado, nació en municipios de Sabana Centro, aunque la relación
no es directa con los que actualmente residen fuera de Zipaquirá, un total de 10
estudiantes efectivamente viven donde nacieron, mientras que los cuatro restantes
migraron a esos pueblos desde el municipio de Zipaquirá o la ciudad de Bogotá en
busca de vivienda. Finalmente, el 27% restante nacieron en municipios fuera de
Sabana Centro o en la ciudad de Bogotá, ellos se mantienen y responden que su
llegada a la casa de estudio de la región se debe, principalmente, a la facilidad de
pago y comodidad por la cercanía a sus territorios.
Los 16 estudiantes que residen en Zipaquirá se distribuyen en el municipio en
diferentes barrios, la mayoría en las afueras de la ciudad. Prima el barrio Santa
Isabel, Barandillas y Julio caro. Solo un estudiante reside en las inmediaciones de
la zona céntrica, declarada patrimonio cultural. Esto debe tenerse en cuenta
porque la actividad se orientará al trabajo oral para el posicionamiento de sus
espacios sociales en la memoria histórica. Además, la mayoría afirma vivir en
hogar familiar con uno de sus padres, siendo estos últimos los encargados del
sustento familiar.
Frente a las actividades que desempeñan, todos son estudiantes. 28 estudiantes
además trabajan para pagar estudios, el 97% en relación de dependencia y solo 1
estudiante tiene empresa propia. Estos datos no permiten entender las dinámicas
de actividades que desarrollan que se definieron en las preguntas que siguen.
Cuando hablamos de Zipaquirá, las opiniones se pueden resumir en cuatro
ejemplos, que de una u otra forma, abarcan las respuestas totales:
76
1- ”Un lugar muy tranquilo, además de eso los ciudadanos y movimientos
juveniles, hacen que Zipaquirá vaya por un buen camino”
2- “Es un municipio turístico y acogedor, para las personas que no somos de
esta zona”
3- “Zipaquirá es un municipio reconocido por ser la capital salinera de
Colombia, es tal este reconocimiento que cuenta con una Mina de sal que
visitantes de diversos lugares del mundo escogen para visitar”
4- Un buen «vividero», es un lugar con rasgos de pueblo, pero en donde se
encuentra todo, comercio, bancos, empresas, turismo. Es tranquila, fría y con
gente amable.
5- “Un lugar de desarrollo profesional y de trabajo. Tranquilo para formar una
familia”
De estas respuestas podemos deducir que, Zipaquirá tiene un imaginario de
pueblo, que ha crecido frente a la oferta comercial de los alrededores, que además
expande su fuerte turístico y esto le da importancia ante los ojos de lugareños y
aledaños.
En cuanto al reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial Zipaquireño, se
realizaron encuestas de exploración inicial, donde se les pregunta a los
estudiantes acerca de conocimientos básicos del municipio. En primer lugar se
pregunta sobre lo que reconocen del municipio; en sus respuestas se evidencia
que el 100 % de los estudiantes reconocían el valor del Municipio desde la
Catedral de Sal, esto se ve concadenado al valor que se le da desde las diferentes
administraciones a Zipaquirá. Su principal atractivo turístico es presentado desde
allí, de esta manera se omiten relatos de vida campesina que han sido librados en
el territorio y que no logran encadenarse con dicho reconocimiento. Sin embargo,
se reconocen algunos otros lugares, bien sea por transitoriedad o por belleza
arquitectónica, de esta manera, el 78% de los estudiantes reconoce como
segundo lugar los Parques Independencia y Esperanza como parte primordial de
Zipaquirá.
77
Así mismo, los teatros que son parte visible de la antigua arquitectura de
Zipaquirá, son reconocidos por un 32% de los estudiantes, ellos aducen esta
recordación al contacto que han tenido con los mismos. Cabe aclarar que esta
encuesta arrojó 2 Teatros. El Teatro Bicentenario y El Teatro Mc Douall, sin
embargo, los estudiantes, debido a sus edades apenas logran un recuerdo vago
sobre el Teatro Mc Douall, que cerró sus puertas en el año 2005, con gran
relevancia para la población zipaquireña, mientras que el Teatro Bicentenario, aún
sigue siendo relevante en su formación profesional, ya que es utilizado
constantemente para la realización de eventos de la Uniminuto.
Con un 19% de reconocimiento, nombran el Centro Comercial La Casona, Centro
Comercial ubicado cerca de la mina de sal. Acá se nombra este lugar de
encuentro para diversión, aunque no es muy grande, posee la única sala de cine
del municipio y es visitado exageradamente los fines de semana. Por último, los
estudiantes nombran de manera exclusiva diferente sitios que reconocen de
Zipaquirá, no llegando al 5% de reconocimiento en general (restaurantes, parques,
barrios).
Por lo anterior, se deduce que el reconocimiento que se le da al municipio en una
encuesta inicial es 100% dado desde los espacios, la transitoriedad y la
78
habitabilidad permiten reconocer ampliamente lugares comunes y que se
consideran parte de las historia de nuestros pueblos. Sin embargo, hablar de
memoria histórica desde el PCI, no responde solo a lugares reconocidos, los
relatos que se encuentran tras la primera indagación de sujetos, objetos, fiestas
populares y tradición oral del pueblo son mínimos. La tradición oral y la vida
campesina no se elucidan al hablar de la memoria.
En cuanto a la caracterización de lo que significa ser zipaquireño expresada desde
la identidad, nuevamente se ve abocada a la catedral de sal con el 100% de sus
respuestas. Expresan que lo que identifica al zipaquireño es este lugar turístico y
lo que a este se atañe, como lo son las calles, la Catedral, el reconocimiento de
lugar y el reconocimiento que se le da externamente. Algunos apoyan sus
respuestas en el concurso realizado por El Tiempo en el año 2005, que nombra La
Catedral de Sal como el principal sitio turístico de Colombia, por encima de
Cartagena. Al obtener esta respuesta como general, se pregunta además de La
Catedral de Sal, que identifica al zipaquireño y se obtienen las siguientes
respuestas.
Un 76% de los estudiantes, nombra características de la comunidad como
distintivo de la misma. Se agrupa la categoría rasgos de la comunidad con
respuestas como personas trabajadoras, sencillas y honestas. Así mismo es
79
nombrada la vida campesina y las luchas internas que definen los rasgos
zipaquireños. De otro lugar se encuentran los algunos lugares que fueron
identificados desde el reconocimiento del territorio, como la estación del Tren
(30%) parques (33%), salmuera (41%), y calles (17%). Sin embargo, en esta
categoría de identidad, se logra evidenciar una arista nueva, el sentimiento que
tienen los estudiantes por el municipio, ellos lo expresan con diferentes palabras
que son llevadas a comprender que su identificación es desde el amor que se
tiene por el territorio (49%).
2. Después de esto se invitó a los estudiantes a salir y tomar encuestas en el
municipio sobre el patrimonio cultural inmaterial y el reconocimiento que tienen sus
habitantes, en su mayoría ancianos, del municipio.
En este primer acercamiento de los estudiantes con la comunidad zipaquireña, a
lo que se les pidió de manera relevante que entrevistaran abuelos que formaran
parte del mismo, se logra evidenciar que la visión de los abuelos es más amplia en
el reconocimiento de sus memorias. Para ello se recrearon las siguientes
preguntas que debían realizar a un mínimo de 3 personas por pareja.
¿Qué cree que hace parte de la memoria histórica del municipio?
¿Cuáles lugares de importancia para el zipaquireño, exceptuando la mina
de sal, reconoce en el municipio?
¿Conoce personajes que hayan hecho historia en Zipaquirá, pero que no
sean tan reconocidos fuera del municipio?
¿Cuáles son los barrios con historia clave en la conformación del
municipio?
¿Cómo se dio el comercio en Zipaquirá?
¿Sabe leyendas ocurridas en el municipio?
¿Reconoce las fiestas zipaquireñas y su significado? ¿Cuál es?
80
¿Cuál es la historia del transporte en Zipaquirá?
¿Cómo se reconoce la vida campesina en Zipaquirá?
Como bien es esperado, la cantidad de información recolectada desde las
respuestas a las preguntas anteriores por parte de la comunidad es abundante,
por lo cual, nos disponemos con los estudiantes a realizar en discusión los relatos
que se transversalizan con la comunidad.
En la discusión realizada en el aula de clase, nos damos cuenta que existen
relatos que se repiten de uno a otro habitante, así que con marcador y tablero,
escribimos el nombre de cada relato presentado. Cada uno de ellos tuvo un
acercamiento mínimo de 3 personas, de preferencia abuelos, lo que en contadas
cuentas nos da más de 54 relatos al interior del aula. Por lo anterior, agrupamos,
según las preguntas presentadas, los relatos y construimos categorías alrededor
de estos. Teniendo en cuenta las categorías y lo que cada estudiante recogió en
su trabajo de campo (diario de campo, fotografías y videos) agrupamos los relatos,
logrando de esta forma, encontrar la transversalización y reducir el número de
historias.
Por lo anterior, la agrupación de temáticas por categorías la definimos según la
comunidad misma, los estudiantes y la docente investigadora de la siguiente
forma.
81
La primera categoría presentada es creencias: La comunidad afirma reconocer la
Virgen de Guasá por la aparición que realizó en épocas pasadas a los mineros.
Otro relato resaltado, es dado desde la mítica Llorona, que como bien es sabido,
son innumerables los pueblos, no solo colombianos, que aseguran la aparición de
la misma.
La segunda categoría presentada es Tradición ancestral: Desde acá son tomados
los hornos de sal que por mucho tiempo acompañaron al municipio, pero que
fueron destruidos por su base máxima de contaminación al medio ambiente. Los
cementerios son reconocidos por la comunidad como base ancestral de un pueblo,
se reconoce la vida desde la muerte; estos han realizado cambios en el municipio,
desde un cambio de lugar, hasta la creación de un segundo cementerio. Otro
reconocimiento dado en las encuestas es a las fiestas de La Patrona, la
comunidad afirma que se han realizado por cientos de años en el municipio, con el
fin de reunir a la comunidad en un solo espacio, estas dilucidan el amor la
Morenita de Guasá.
Creencias
Tradición
ancestral
Barrios y luchas
sociales
Gastronomía
Zipaquireña Empresas Personajes Comercio Lugares Medios
Vida
Campesina
La Virgen de
los mineros:
la Virgen de
Guasá Funzipa
Un barrio que pasó
de M-19 al
paramilitarismo:
Bolivar 83
El dulce típico de
la Región: el
caramelito rojo
Los famosos
hornos de sal
El Zipa Forero; una
leyenda del
ciclismo.
La Tiendecita; de
la chicha al guaro.
Teatro
Roberto Mc
Douall
Historia de
la Radio en
Ziaquirá Recorridos
La Llorona
Zipaquireña.
Cementerios de
Zipaquirá; el
último destino
por visitar.
Pueblo viejo, el
barrio más antiguo
de Zipaquirá
El plato típico en
vía de extinción:
el plato del
minero
La historia de
los
trabajadores
de Peldar.
El Padre Umaña;
leyenda
zipaquireña
Las Marías: una
tienda con toda la
historia.
Teatro
Bicentenario Atuendos
Fiestas de La
Patrona.
Crónica de una finca
en invasión; barrio
La Algarra.
La papa en
Salmuera
El Padre Ciro y sus
exorcismos de luz. Las Onces
La Estación
del tren Transporte
Salinas; barrio de
empleados de la
mina
Laguna del
Pantano
Redondo
Plaza de
Mercado
Barandillas;
construcción en
lucha
82
La tercera categoría presentada es barrios y luchas sociales: Se toman los 5
barrios más recurrentes en las entrevistas hechas por los estudiantes, El Bolívar
83, que tiene historia particular desde la fundación por el M-19, Pueblo Viejo,
como el barrio más antiguo de Zipaquirá, Salinas, como muestra de una lucha
entre empresa comunidad y dos barrios de invasión, Algarra (a nuestros tiempos
barrio estrato 6) y Barandillas.
La cuarta categoría presentada es gastronomía zipaquireña: La comunidad
recuerda con nostalgia la fabricación y la comercialización del Caramelito Rojo,
dulce típico del municipio. El plato del minero, un plato barato que se conseguía en
todos los restaurantes de Zipaquirá y la papa en Salmuera, que era hecha con la
base del vapor de los hornos de sal.
La quinta categoría presentada es empresas: La comunidad recuerda la
imponente empresa Peldar instalada en el municipio, así como Funzipa y sus
hornos de sal.
La sexta categoría presentada es personajes: Si bien, los personajes que han
hecho historia en el municipio son muchos, tras el consenso y cruce de
información se tomaron tres personajes reconocidos en Zipaquirá, el Padre Ciro y
el Padre Umaña, por sus labores sociales realizadas al interior, así como por los
exorcismos que realizaban al interior de sus parroquias, los cuales lograron un
amplio reconocimiento en la población zipaquireña. Así mismo, se toma el
reconocimiento del Zipa Forero, quién dejo en alto el nombre del municipio con su
representación histórica en la Vuelta Colombia.
La séptima categoría presentada es comercio: La comunidad reconoce
abiertamente tres lugares que han perdurado en la historia de Zipaquirá; con más
de 100 años en el municipio, cada uno de estos se recrea como lugar obligado de
visita, bien sea por sus postres, como la cafetería Las Onces desde 1854, La
tiendecita, por la venta antigua de Chicha que aglomeraba a los campesinos
después de sus labores o Las Marías, como la historia de una tienda tradicional
familiar reconocida por sus pasteles y empanadas en el centro colonial.
83
La octava categoría presentada es lugares: Esta se retoma desde el
reconocimiento que tienen los estudiantes de su existencia. Sin embargo, las
historias obtenidas por la comunidad amplían la comprensión de los estudiantes y
dan nuevos relatos de su construcción, acá se retoma el Teatro Mc.Douall, El
Teatro Bicentenario, La Estación del Tren. La Laguna del Pantano Redondo, se
toma como lo nombra la comunidad como zona de reserva natural de los
zipaquireños.
La novena categoría presentada es medios: Esta categoría se incluye desde los
intereses que tienen los estudiantes por saber de la historia de los medios en el
Municipio. Aunque no es tomada en primer orden desde el relato de la comunidad,
se incluye para buscar información con la comunidad en torno a esta.
La última categoría presentada es vida campesina: Cuando se le pregunta a la
comunidad qué reconoce de la vida campesina o qué recuerdos trae esta
categoría, se enumeran relatos de vestimentas, trayectos, transporte, comercio,
relación con la tierra, ubicación entre otros. Si bien, no es posible agruparlos todo
en un solo relato, llevaran a la indagación de algunos aspectos importantes que se
reconozcan en el municipio de la vida campesina.
Por último, finalizado el proceso de comunicación participativa de los estudiantes
de VI semestre, con la comunidad de Zipaquirá, se procede a realizar la
socialización de los trabajos, en un espacio informal de exposición. Los
estudiantes, en parejas de investigación, explicaron a los integrantes del grupo, es
decir, compañeros de clase y docente, el proceso realizado y la temática
investigada.
Lo anterior permitió un acercamiento de todos los estudiantes a todas las
temáticas trabajadas. De esta forma, se reconoce el valor de la memoria histórica
y el Patrimonio Cultural Inmaterial, desde la cotidianidad en la que habitan los
estudiantes, respecto al territorio. Terminada la socialización, se invita a los
estudiantes a realizar un proceso evaluativo, diligenciando un formulario
construido en google, que consta de 15 preguntas, direccionadas con la medición
del proceso, que pretende responder en la evaluación final, cuál es el
84
conocimiento que los estudiantes tienen de la memoria histórica de Zipaquirá y
que reconocen del PCI del municipio, como parte del proceso de investigación,
que respondía a categorías de conocimiento sobre el PCI (Ver anexo 1).
El análisis de la evaluación, arroja como parte fundamental, el acercamiento
obtenido en el proceso de investigación de los estudiantes, al Patrimonio Cultural
Inmaterial. Este es medido tras categorías de análisis que se contrastan con el
punto diagnóstico de partida que evidenció un escaso conocimiento de la memoria
histórica desde el PCI.
Según las respuestas obtenidas por los 37 estudiantes, se analiza que:
El 76% de los estudiantes, reconoce que la identidad zipaquireña, es constituida
por sus costumbres culturales. Contrastado con la información inicial, se vislumbra
que la identidad por parte de este grupo, no se ve abocada en la Catedral de Sal.
Si bien la nombran, no es parte constitutiva de lo que representa el “Ser
Zipaquireño”.
Si de gastronomía se trata el 69% de los estudiantes, reconoce que el municipio
tiene gran variedad de alimentos preparados, considerados típicos de Zipaquirá.
Nombrar el caramelito rojo, la papa en salmuera y el plato típico del minero, hace
percibir el reconocimiento que se le da al municipio desde una parte importante en
cualquier comunidad, como lo es la comida.
El reconocimiento de personajes en el municipio, se extiende. En principio, casi
que el 100% de los estudiantes reconocían a los mártires zipaquireños, como
personajes importantes del municipio. Sin embargo, existen muchos personajes
que libraron luchas sociales, intervenciones en el municipio y que construyeron un
legado local que se aviva en las mentes de los abuelos zipaquireños. En la
evaluación final, se nombraron muchos personajes de los cuales no se tenía
información. Tal es el caso de los sacerdotes, Umaña y Ciro, quienes acapararon
el 81% del reconocimiento por parte de los estudiantes, quienes de forma
cotidiana, hablaban de ellos como si los conocieran, gracias a la investigación y el
relato de la comunidad.
85
En cuanto a lugares y espacios, las opiniones se dividieron, algunos lugares de
comercio típicos del municipio ocuparon el 23%. Por otra parte, historias de los
parques como La Esmeralda, La Independencia, La Esperanza, entre otros,
ocuparon el 19%. La plaza de mercado ocupó un lugar importante en el
reconocimiento de espacios con un 31%. Cabe aclarar que la plaza ha sido
mudada dos veces de lugar, lo que permite visibilizarla de diferentes maneras y
encuadrar un reconocimiento sobrepuesto en ella, respecto a lo que era antes el
espacio en comparación del ahora. Finalmente, el 27% restante, reconoce
espacios acordes a sus investigaciones propias. Allí se nombran barrios,
cementerios, teatros, centros comerciales, entre otros.
Se reconoce que hubo una ampliación de conocimiento del PCI. La pregunta que
lleva al estudiante a evidenciar conocimientos previos de la temática asignada, es
respondida de forma negativa en un 87%. Es decir, no tenían conocimiento de su
temática. Contrastada con la evaluación en general, se muestra la evidencia clara
de su proceso de aprendizaje. Si bien es cierto, no todas las preguntas fueron
acertadas en todo momento, si se demuestra en el análisis de la información que
el estudiante fortaleció sus conocimientos de la memoria histórica del municipio de
Zipaquirá.
86
6 HALLAZGOS.
Tras la triangulación de la información contenida en la aplicación de la propuesta
pedagógica, análisis de la información e información teórica, se configuran los
hallazgos resueltos desde cada categoría planteada. Desde este punto, se puede
evidenciar la incidencia de la propuesta pedagógica realizada, respecto a los
estudiantes de Comunicación Social – Periodismo de la Corporación Universitaria
Minuto de Dios, así como el ejercicio realizado con comunidad de Zipaquirá.
6.1 Tejido social desde la Memoria Histórica.
El Indagar hitos de la memoria histórica en la comunidad por parte de los
estudiantes de VI semestre de Comunicación Social - Periodismo, logra formar la
apropiación, por parte de ellos, sujetos de esta investigación, así mismo se genera
el estudio de sus raíces de forma diferente. Su realidad inmediata, desde el
contexto, se desconoce al no generar espacios de acercamiento a esa memoria.
Tras analizar el acercamiento de los estudiantes a la memoria histórica del
municipio, se encuentra que existe conocimiento de esta. Sin embargo, la
memoria es simple y a veces vaga; los espacios, tradiciones, costumbres y
demás objetos de Patrimonio Cultural Inmaterial, contenido desde la memoria
histórica, no son reconocidos por este grupo a profundidad en la base de la
historia.
De este tipo de observación se puede entender que existe una distancia en el
reconocimiento de la historia que formó a nuestros pueblos desde la tradición oral,
la experiencia percibida hace que los jóvenes se conformen con ese vago relato o
recuerdo y se permea la memoria histórica desde supuestos. De la misma forma,
se logra encontrar una fractura en la enseñanza de la memoria en
establecimientos académicos. Los libros texto usados durante mucho tiempo,
87
sacan de paso la memoria interna y fijan la atención en la historiografía validada
hegemónicamente, impuesta con total relevancia.
Se puede decir que los estudiantes poseen dos momentos de experiencia
nombrados por Hallbawch (1968), “la experiencia vivida y la experiencia
percibida”. Si bien es cierto, no son parte experiencial de relatos encontrados en
torno a la memoria histórica, sin embargo, la construcción que pueden hacer
desde lo que perciben, teniendo contacto cotidiano y familiar con la realidad, les
permite tener un conocimiento de la misma. La memoria individual que existe
dentro de cada uno, se apoya en los recuerdos de la comunidad, a fin de
enriquecer el relato y formar la memoria colectiva, a punto de reconstruir en
palabras de Hallbawch “mágicamente el pasado”. (Hallbawch, 1968 )
El inicio del ejercicio, evidencia desinterés por reconocer la Memoria Histórica, sin
embargo, al extrapolar recuerdos individuales contrastados con el relato del otro
(la comunidad) se teje cierta atracción por conocer un poco más de esa historia.
Así mismo, se amplía el discurso en cuanto al conocimiento del municipio. Si bien
la propuesta parte de la crítica que la relevancia exclusiva de Patrimonio en
Zipaquirá, es guiada hacia la Catedral de Sal, se construye una apropiación de
diferentes discursos de la memoria, las tradiciones se reconocen y se apropian en
sus relatos y en su discurso de forma similar al conocimiento que se tiene de la
Catedral de Sal.
Los recuerdos extraídos de la comunidad, junto con los recuerdos y la
composición de los estudiantes, pueden convertirse en legado para las
generaciones venideras, habitantes o transitantes del municipio.
Así mismo, se encuentra que el involucrar a la comunidad en ejercicios de
memoria histórica, hace que se construya tejido social. La comunidad, en especial
el adulto mayor, se involucra en ejercicios de memoria, muestran interés constante
con las temáticas presentadas y construyen diálogos alrededor del recuerdo. De
esta forma, la interacción de los participantes en torno a una sola información,
hace que confluyan los discursos y se creen espacios amenos de participación por
parte de la comunidad, así como de los estudiantes. Lo anterior se puede
88
evidenciar en los videos realizados por los jóvenes, más del cincuenta por ciento
de los participantes (comunidad), terminaba su intervención de forma gratificante,
reconociendo el espacio a donde pertenecen los estudiantes (Uniminuto) y
enviando saludos y felicitación por pensar en el fortalecimiento de la memoria.
Aunado a lo anterior, como parte ejemplar del ejercicio de memoria realizado por
los estudiantes, logran entrevistar al historiador Carlos Riaño, oriundo de
Zipaquirá, quien cuenta con infinidad de historias en su memoria en sus más de 65
años, ya que es un fiel admirador de su municipio y conoce su historia, manifiesta
gran gratificación por intervenir a la comunidad en espacios que generen
memorias colectivas. Él más que nadie, reconoce el valor de la memoria histórica
en nuestros pueblos colombianos y demuestra algunos proceso liderados por él al
interior de Zipaquirá y que con gran acogida han sido constructores de Tejido
Social en el municipio.
Al indagar a los estudiantes sobre la pertinencia del ejercicio en relación con la
comunidad y la memoria, se muestra que la correspondencia fue exitosa, ya que
sus recuerdos se encuentran enlazados con experiencias, que desde las
entrevistas o mejor charlas de investigación, pudieron salir nuevamente al ruedo.
6.2 Ausencias de reconocimiento del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Existe un desconocimiento del significado del Patrimonio Cultural Inmaterial,
desde acá se evidencia que no hay comprensión de su conformación municipal;
de esta forma, se puede ver como el PCI, a pesar de estar latente en el desarrollo
municipal, no es parte de la vida cotidiana de los estudiantes. Por lo anterior, al
realizar la investigación se crean las especulaciones de desconocimiento del PCI.
A través de la triangulación se evidencia que en el año 2009, con el acuerdo 15 de
la Alcaldía Municipal, se creó el Consejo de Patrimonio, en busca de salvaguardar
e PCI de Zipaquirá, sin embargo la función principal que cumplió dicho Consejo,
fue la exaltación de la importancia de la Catedral de Sal y el Centro Histórico en la
memoria de Zipaquirá. Este proceso fue realizado con bombardeos de publicidad
89
que sorteaban las calles, emisoras municipales y eventos en los lugares
mencionados, a fin de ser el principal reconocimiento que tenía el municipio.
De esta forma, según los procesos de salvaguardia encontrados en la Alcaldía de
Zipaquirá, se vislumbra por qué los estudiantes al preguntarles que saben del PCI,
vuelcan su mirada a la Catedral de Sal, sin duda se muestra que esta mirada es
guiada por intereses políticos y económicos, que desvían el interés de la tradición
oral, costumbres, constructos sociales, luchas internas, sujetos y objetos que
contiene el PCI. Desde el impulso dado a este tipo de lugares, se crea el
imaginario general que la identidad del zipaquireño es exclusiva de la Catedral de
Sal.
En sustentación de lo anterior se reconoce, según las leyes estatuarias que rigen
al país, que el Patrimonio Cultural es escogido bajo poderes hegemónicos que se
enfrascan en intereses específicos. Esto no solo sucede en el caso de Zipaquirá.
Las muestras son variadas en el país, es el caso de la ciudad de Cartagena y su
ciudad amurallada, así como en el Departamento del Huila y el Parque
Arqueológico San Agustín, estos dos lugares Patrimonio Cultural, opacan a nivel
general el reconocimiento del PCI que confluye al interior de cada departamento, a
pesar de tener un valor importante para el desarrollo de nuestra identidad
colombiana.
Por lo anterior y tras verificar la información de la legislación, los proyectos
propuestos por la Alcaldía y el consejo de Vigía de Zipaquirá, se deja claro que la
Catedral de Sal no es la culpable de opacar la tradición oral, ni hay que verla como
un fenómeno aislado, sus dinámicas de reforzamiento sobreestiman su valor
cultural. Se reconoce el valor que la Catedral de Sal tiene para los zipaquireños, el
reconocimiento a nivel nacional que atrae nuevas transitoriedades al municipio,
genera dinámicas comerciales en Zipaquirá que movilizan económicamente al
municipio, generando gran identidad por parte de los habitantes zipaquireños.
Sin necesidad de satanizar la Catedral de Sal como implantación a la memoria, se
crea la necesidad de resignificar la vida del campesinado en épocas de antaño, la
tradición oral y el reconocimiento de la memoria desde el Patrimonio Cultural
90
Inmaterial, que gira en torno a las luchas comunitarias gestadas, la gastronomía,
las fiestas patronales y las costumbres que no son descritas cuando se habla de
historia en Zipaquirá.
Sin embargo, en la apuesta de la propuesta pedagógica, se denota la
configuración de nuevas identidades a partir de las representaciones culturales
que construyeron en su investigación. De esta forma, al preguntarles en la
evaluación de salida por el reconocimiento del PCI, se encontraron relatos de
tradición oral como mitos de los patos oro, gastronomía propia como el caramelito
rojo, luchas sociales como la construcción del barrio Bolívar 83, personajes
representativos, como el Padre Ciro y el Padre Umaña, las fiestas patronales,
como la fiesta de la Morenita de Guasá.
6.3 El trabajo de la Comunicación Participativa en Espacios Educativos.
La experiencia pedagógica desarrollada, lleva a los estudiantes a enfrentarse con
su propia realidad y la confrontación de la misma. La investigación de la memoria
desde PCI en el municipio, lleva a la apropiación de estos relatos guiados por la
investigación. Al ser estudiantes de Comunicación Social – Periodismo, les genera
alto grado de curiosidad pensar el espacio práctico desde la simplicidad de una
asignatura. De esta forma, los estudiantes se comprometen con el ejercicio
práctico pensado siempre desde su profesión.
En el análisis del ejercicio, se denota que el estudiante se interesa más por las
prácticas de investigación desde una asignatura que el Plan de estudios presenta
como teórica, si se le da un fin, en este caso la construcción participativa del
relato, que logra empoderar a los estudiantes de su propia realidad.
Se encuentra que los estudiantes asumen asignaturas de lenguaje separado de su
quehacer de Comunicadores Sociales – Periodistas. El llevarlos a investigar bajo
el ejercicio de comunicación participativa, que involucre a la comunidad, enriquece
su práctica profesional. Así mismo sensibiliza a estos futuros profesionales de sus
realidades locales y aumenta su capacidad discursiva respecto a su profesión; lo
91
anterior se refleja en la escritura periodística de crónicas, que tras la investigación
realizada, debían conseguir la mejor expresión de su relato para conseguir su
escrito final.
La importancia del ejercicio es asumida desde la investigación y la construcción de
la crónica (gramática, ortografía, argumentos). Tras la revisión continua tanto de
elementos de investigación, como de elementos de escritura, los estudiantes
aseguran haber aprendido a realizar ejercicios periodísticos con la rigurosidad
necesaria de escritura y de investigación, desde la practicidad del ejercicio.
De otra parte, la comunicación participativa logró un papel fundamental en el
ejercicio de la investigación, la intensión de fortalecer la memoria histórica se dio
desde grupos pequeños de comunidad, quienes tras la extrapolación de sus
relatos, configuraban relaciones de compañerismo con los estudiantes
investigadores, pero siempre reconociendo la labor. La comunidad de Zipaquirá
que participó en el proceso de investigación, acogió con emoción el ejercicio de
memoria, esto se evidencia en fotografías y videos que presentaban en cada
entrega de crónica los estudiantes, quienes a su vez, representaban la voz de
cada una de las personas entrevistadas, al relatar el comportamiento de sus
entrevistados y los comentarios respecto al ejercicio.
Así mismo, en la evaluación final se evidencia el valor agregado generado por los
estudiantes al ejercicio, representado en palabras de aliento y emoción frente al
proceso finalizado “me sirvió, no solamente para aprender a escribir, sino para
aprender las realidades, costumbres, tradiciones y cultura de mi pueblo” “Conocí
un poco más de mis historia y mi cultura” “Aprendí que significa el Patrimonio
Cultural Inmaterial y como reconocerlo en Zipaquirá” “Excelente trabajo de
periodismo de inmersión respecto al tema otorgado a investigar. Valiosa clase”
Se evidenció en la construcción de las crónicas, el enlace realizado desde la
comunicación participativa que logró acaparar la atención de los jóvenes
investigadores. Quienes finalmente, tras intervenciones manifestaron los
siguientes sentires.
92
“Fue bueno y me sirvió demasiado, porque me incentivo a la búsqueda e
indagación de actos y hechos históricos, además fue una experiencia fructífera
poder escribir a manera de crónica y microcuento las historias de mis pueblos”
Daniela Rodríguez.
“Aumenté muchísimo el conocimiento de Zipaquirá ya que al no ser de este
municipio desconocía muchas cosas de la historia e identidad por las que se debe
enorgullecer ya que tiene muchos lugares de su historia intactos”. Lina Pinzón.
“El conocer la historia de cada lugar, es obligación conocer el lugar donde
provenimos, es identidad de cada persona”. Lizeth Gaitán.
93
7 CONCLUSIONES
El trabajo de investigación presentado fue realizado bajo el conocimiento que
tenían los estudiantes de VI semestre de Comunicación Social – Periodismo de la
Corporación Universitaria Minuto de Dios, Centro Regional Zipaquirá, de la
memoria histórica zipaquireña, abordada desde el Patrimonio Cultural Inmaterial.
De esta manera y tras la investigación que propende por fortalecer ese
reconocimiento, se presenta, al cruce de información, una orden de conclusiones
que manejadas al interior de la universidad, aportan al campo
Comunicación/Educación engranadas con el tejido social que se puede construir
en el municipio, acercando la Universidad a la comunidad.
Las dinámicas recogidas en los estudiantes de la Corporación Universitaria Minuto
de Dios, expresan el uso de la praxeología en procesos académicos, sin embargo,
fracciones de desarrollo social en la realidad asumida desde la temporalidad y el
espacio, no son propuestas en planeaciones sugeridas a Zipaquirá desde Bogotá.
Las prácticas de reconocimiento de la memoria histórica, como ejercicio que
empodere a los jóvenes, en este caso estudiantes de Uniminuto CRZ, por el
municipio, a fin de fortalecer procesos de identidad al interior de este, son poco
trabajadas en Uniminuto, lo cual parece contradice, de cierta forma, el modelo
praxeológico, que pretende VER desde el reconocimiento de la realidad, JUZGAR
esa realidad en busca de la transformación , ACTUAR en concordancia con el
contexto, y DEVOCIÓN CREATIVA para transformar realidades desde la
educación.Por lo anterior, en programas como Comunicación Social – Periodismo,
de Uniminuto, CRZ, no se refleja trabajo de acercamiento a la comunidad, que
pueda ser involucrado desde el aula y pretenda fortalecer la memoria del
municipio y el tejido social - Universidad – Comunidad. Las planeaciones son
adaptadas a prácticas pedagógicas verticales, las cuales irrumpen el manejo de
pedagogías alternativas y se repliegan al discurso hegemónico educativo.
94
Cabe resaltar, que el currículo trabajado en Uniminuto CRZ, es convalidado desde
el currículo aceptado en Uniminuto Bogotá. Por lo anterior, no se diferencia la
educación rural, de la educación urbana y se remite a la aceptación curricular, bajo
el enfoque manejado en la misma población.
Desde asignaturas como Producción Textual, que logran poner a prueba las
habilidades escritoras de los estudiantes, es posible trabajar cualquier temática
enlazada al ejercicio de la comunicación. De esta forma, atendiendo a las
necesidades del modelo praxeológico, junto con las habilidades profesionales de
los estudiantes de carreras humanísticas, la propuesta de incluir ejercicios de
memoria puede ser convalidada en expresión de su historia y articularla con la
realidad contextual.
Por lo anterior, es necesario arremeter en las planeaciones con enfoque
contextual, en el cual, la comunicación puede jugar un papel fundamental en la
construcción de dichos ejercicios, bajo lineamientos comunicacionales la
comunidad se acercaría a la universidad.
A manera primordial, se identifica la necesidad de tejer redes de comunicación
que transversalicen las asignaturas y el deber ser de la academia, con temáticas
desplegadas en las realidades de los educandos. Si pensamos lo anterior como
ejercicios alternos de memoria que se extrapole desde cada individuo participante
en el proceso, se concibe el tejer la memoria colectiva bajo los conocimientos
propios aunados con los conocimientos experienciales del otro, pensado como
comunidad, así se logra la eliminación en colectivo de un recuerdo que póstumo
será constructos colectivo de memoria (Castiblanco, 2012).
La construcción colectiva se realza en la comunicación participativa, tomando
como ejercicio central la horizontalidad del discurso; cada actor presente,
comunidad, profesores y estudiantes, convergen sus relatos desde la comprensión
del espacio público asignado al Patrimonio Cultural Inmaterial desde la memoria
histórica.
95
No existe un reconocimiento claro del concepto Patrimonio Cultural Inmaterial, en
la mentalidad de los estudiantes y en gran parte de la comunidad trabajada, de
esta forma se refunde el PC, con el PCI, creando formas justificadas que hablan
de su salvaguarda, como es el caso de la Alcaldía. La información extraída junto
con la creación de Vigía al interior del Municipio, propendió al reconocimiento
exacerbado de la Catedral de Sal y el Centro Histórico, aun reconociendo que el
fin principal de su instauración, pretendía fortalecer el reconocimiento del PCI en
Zipaquirá, del cual ninguno de los dos hace parte.
Así mismo se denota la “vaga importancia” que tiene el PCI respecto a la
construcción social del ser, se niega su lugar en la conformación cultural por su
desconocimiento. Sin embargo, la realización del ejercicio, que explicó desde la
primera fase, el concepto del mismo, fue llevada fuera del aula logrando su
empoderación y entendimiento que desde la experiencia fue reconocido. El
contacto de los recuerdos individuales en contraste con los recuerdos de la
comunidad logra sacar a la luz, una serie de experiencias, bien sea percibidas
desde los relatos por cercanía social, bien sea habitada por lo vivido y construido
desde la experiencia propia como lo propone Hallbawch que convergen en el
espacio, más no el tiempo.
En este encuentro generacional que se llevó a cabo tras la investigación, se
percibe el interés que surge en los estudiantes por indagar su pasado y por
reconocerlo en la voz del otro. La comunidad entrevistada, que en su mayoría eran
personas de la tercera edad, logró estrechar lazos de confidencialidad con esta
“nueva generación” reconoció la importancia de los jóvenes en procesos de
construcción de memoria y a su vez afianzó el papel de la universidad rural en la
sociedad. De esta forma, se evidencia la contribución realizada al campo ligada a
la construcción de tejido social.
El aporte realizado desde la investigación al campo Comunicación/Educación es
guiado desde la construcción de tejido social. En el proceso investigativo, se logra
encontrar la experiencia de diversas generaciones que reconocen su identidad en
el mismo espacio, los relatos son una forma de expresión que enraiza a los
96
sujetos al territorio. Si bien, existe gran parte de los relatos no reconocidos por los
estudiantes, la apropiación de los mismos por parte de los actores involucrados,
los lleva a recorrer en destiempos esas fracciones de memoria, logrando
apropiación por la misma.
Así mismo, el aporte realizado desde el campo Comunicación /Educación, es
entender la universidad como un espacio público, no segregado ni exclusivo para
los inscritos. Esto genera diferentes aportes de la universidad a la comunidad y
viceversa, los cuales construyen conocimiento bajo su propia realidad.
Concluyendo el ejercicio de investigación, se evidencia el alcance de la propuesta
por los logros obtenidos mediante la misma. Se crea el semillero de investigación
“Enraizando Huellas” en Uniminuto Zipaquirá, en respuesta al trabajo de memoria
realizado. Se intervienen a la comunidad educativa mediante este espacio,
logrando involucrar 20 estudiantes de diferentes programas en el semillero,
quienes bajo investigaciones dirigidas que se trabajan con el presente proceso de
memoria, logran su presentación en congresos en la Universidad de los Andes,
Universidad San Buenaventura de Cali, Uniagustiniana y sistema Uniminuto.
Así mismo, se expone parte del proceso de investigación en la Universidad San
Sebastián de Chile con la ponencia “Enraizando huellas desde el Patrimonio
Cultural Inmaterial: Una propuesta horizontal desde la Educación Superior hasta la
Educación Básica” y finalizado en el Congreso IAMCR 2017 con la ponencia
“Comunicación Participativa en la Academia: Espacio Constructor de Tejido Social
– Academia, Comunidad - fortalecedor de la documentación de la memoria
histórica, realizado en el Centro de Convenciones de la ciudad de Cartagena.
Finalmente, dando respuesta al último objetivo de la investigación, enfocado en la
divulgación, se logra la realización de un proyecto de aula al interior de Uniminuto
Zipaquirá. Este proyecto recoge las crónicas creadas a lo largo del proceso y las
reutiliza para convertirlas en exposición “Corredor Fotográfico Zipaquireño”,
presentado en la “Semana de la Comunicación Uniminuto: Zeguscua, de lo
ancestral al 3.0”. El éxito del proyecto de aula tuvo un impacto tal, que la
exposición fue llevada a la Biblioteca Municipal, logrando alto impacto de
97
visibilización y divulgación de la memoria histórica de Zipaquirá. Por otra parte,
esta experiencia de investigación tendrá espacio de presentación, bajo la
modalidad de mesa, en el Congreso Latinoamericano de Semiótica, organizado
por la Universidad Nacional, El Instituto Caro y Cuervo y La Universidad Distrital
entre otras.
8 PROPUESTA
La propuesta pedagógica pretende fortalecer el reconocimiento de la memoria
histórica desde el Patrimonio Cultural Inmaterial en Zipaquirá con ejercicios de
comunicación participativa presentados en el aula a estudiantes de VI semestre
de Comunicación Social – Periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de
Dios. De esta forma, relacionar a la comunidad enlazada bajo un ejercicio
horizontal de comunicación participativa, con los estudiantes y su ejercicio
profesional.
Indagar eventos, espacios, objetos y demás relacionados con el Patrimonio
Cultural inmaterial del municipio, hace repensar al estudiante la relación que
mantiene con su lugar de origen, en algunos casos, o en ese lugar transitado, en
otros. De aquí parte la reflexión de identidad cultural con las raíces ancestrales
que mantienen a cada una de nuestras sociedades, el para qué y el por qué
retomarlas. Reconocer el PCI en Zipaquirá, lleva a la apropiación del contexto
donde se desenvuelve, la experiencia habitada es vislumbrada bajo realidades
cotidianas. Así mismo, escuchar el relato del otro como parte de la historia,
remueve fibras de tejido social al interior del municipio, y crea puentes de
acercamiento intergeneracional.
Se resalta que la propuesta pedagógica es presentada bajo el modelo
praxeológico trabajado por la Corporación Universitaria Minuto de Dios, en el cual
se divide en cuatro etapas: VER, es referenciado en el acercamiento de los
estudiantes a su realidad, desde allí, se diagnóstica el escaso reconocimiento que
se tiene de la memoria histórica y el desconocimiento del PCI. Por lo anterior, se
98
realiza una aproximación a la comunidad desde la investigación de dichas
temáticas.
Por otro lado el ACTUAR, es repensado en la intervención realizada por parte del
grupo de estudiantes a la comunidad. La problemática es identificada en el
diagnóstico y la acción se realiza por medio de la comunicación participativa que
permite documentar el proceso y parte del PCI del municipio. Luego se centra la
propuesta en el JUZGAR, ya que a partir de la investigación se retroalimenta e
proceso realizado y se reflexiona en torno a él para que finalmente el ejercicio de
documentación se pueda DEVOLVER de forma creativa la actividad, divulgando
los procesos realizados y reconstruyendo la memoria conjuntamente, comunidad –
academia.
La propuesta es presentada al orden de diez semanas incluidas en la planeación
semestral de la asignatura Producción Textual de VI semestre, estas se dividen en
diagnóstico, indagación, producción y evaluación y conlleva al producto final, la
recopilación de las historias creadas con el relato de la comunidad, con la
experticia que presenta cada estudiante con sus habilidades escritoras.
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GUÍA DE PRÁCTICA PEDAGÓGICA
Propuesta pedagógica de comunicación participativa
“Zipaquirá Crónicas Salineras”
CANTIDAD DE ESTUDIANTES: 37
Programa: Comunicación Social –Periodismo Semestre: VI
Período 2017-10
Temática General: ZIPAQUIRÁ CRÓNICAS SALINERAS
1. CONTEXTUALIZACIÓN
La tradición oral que existe al interior de los pueblos, no es examinada, en la
mayoría de los casos, como el sostenimiento real de su historia, lo que genera
desconocimiento por parte de las nuevas generaciones que habitan y/o
transitan estos espacios y a su vez proyecta cambios abruptos en su identidad.
La historia a su paso, muestra las letras que a su parecer son fundamentos de
la cultura de un pueblo e impone la misma, mediante textos rigurosos que
desconocen y opacan la voz de la memoria tradicional, propia de su fundación.
La escuela, encargada de proliferar la historia en las aulas, la muestra desde
textos escolares, que apartan al niño de la realidad latente de su cultura, su
100
tradición y sus costumbres, amenazando de esta manera la identidad de su
pueblo, que luego será casi olvidada en el tránsito de la educación superior.
En un espacio más amplio se propone, bajo esta propuesta pedagógica,
acercar a la academia, desde la educación superior, a las raíces de su
contexto, al relato del abuelo constructor de esa historia, a la comunidad que
ha sido participe de la fundación del pueblo y que aún tiene el relato vivo,
latente y a la espera de su sistematización.
Bajo esta premisa se pretende darle voz a esos narraciones que representan el
Patrimonio cultural Inmaterial del municipio de Zipaquirá y que se encuentran
congelados en la memoria de sus habitantes.
2. JUSTIFICACIÓN
Como bien reconocemos, la historia no se limita exclusivamente a los libros de
texto. El relato que mejor recoge nuestra identidad, lo encontramos en aquellas
personas que desde la experiencia construyeron esa historia y le dan vida a los
relatos.
La propuesta pedagógica “Zipaquirá: crónicas salineras” pretende fortalecer el
reconocimiento de la memoria histórica desde un ejercicio de comunicación
participativa que acerque al estudiante a la comunidad, convirtiéndolo en
investigador de su propia realidad, de su contexto y de su patrimonio cultural
inmaterial.
Para lograrlo, se propone enlazar desde las asignaturas que respondan al
ejercicio de comunicación participativa y/o producción textual, la necesidad del
estudiante por indagar y reconocer su entorno, para darle un nuevo relato a
esta realidad. De esta forma, el estudiante bajo la premisa de investigación en
comunicación participativa, recrea las historias contadas por la comunidad en
un espacio, que si bien fortalece la memoria histórica del municipio, también
realiza una investigación sobre la misma.
101
3. DESARROLLO
La propuesta pedagógica de comunicación participativa con aplicabilidad a
estudiantes de VI semestre de Comunicación Social- Periodismo de la
Corporación Universitaria Minuto de Dios, es presentada en el desarrollo de
10 semanas desglosadas así:
1.1 – Sondeo de conocimientos previos sobre el tema
Objetivo: Diagnosticar el contacto con el municipio y el
reconocimiento de la memoria histórica de Zipaquirá, como ejercicio
inicial.
Actividad y justificación
3.1.1. Diagnóstico sobre procedencia, contacto con el municipio y
reconocimiento de la memoria por parte estudiante: se realizará a partir
de una encuesta con los estudiantes participantes de la materia en la
primera sesión de clases. se pretende que el estudiante se caracterice
como actor que vive/migra al municipio. A partir de allí se harán preguntas
que permitan dar cuenta de lo que entienden por Zipaquirá, zipaquireño y
elementos de la cultura local. Para ello se consideraron preguntas como:
*¿Qué es Zipaquirá para usted? *¿Con qué relaciona Zipaquirá? *¿Cuál es
el contacto que tiene con Zipaquirá? *Nombre los lugares que reconoce de
Zipaquirá *¿Sabe alguna historia de tradición oral del municipio? ¿Cuál?.
De esta forma, se pretende Medir cuál es el contacto que tiene el estudiante
de Zipaquirá, a partir de allí, indagar cuál es el conocimiento que tiene del
municipio para poder diagnosticar su reconocimiento básico de la memoria
histórica local.
3.1.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN:
Elaboración de diagnóstico
102
Análisis de la información
3.2. Clase magistral de Patrimonio Cultural Inmaterial y memoria histórica
Objetivo: Reconocer la importancia de la memoria histórica y el
Patrimonio Cultural Inmaterial
3.2.1. Actividad y justificación:
Explicación magistral de los dos conceptos y como pueden ser
abarcados desde un ejercicio de comunicación participativa. Se
abarcarán estos dos temas que serán el sustento del ejercicio. Desde esta
explicación, se realizarán grupos focales que reconozcan a Zipaquirá, más
allá de la mina de sal. Los relatos como el caramelito rojo y la fundación de
algunos de sus barrios, se darán a conocer para de esta forma ejemplificar
qué es el PCI de una comunidad y cómo está es parte de la memoria
histórica del pueblo.
Si hablamos de historia, debemos reconocer que el ejercicio fundamental
para reconocerla, lo debemos realizar desde las fuentes que vivieron esa
historia y que han sido parte fundante de la misma. El patrimonio de un
pueblo, no es dado desde, solamente, el reconocimiento externo. Si bien, el
patrimonio cultural es limitado y definido, el patrimonio cultural inmaterial
podría no llegar a serlo. Se reconoce la tradición oral como fundamentación
del PCI, que a su vez conforma parte de la memoria histórica del pueblo.
3.2.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Mesa redonda que responda l importancia de algunos elementos claves de
la memoria en sus municipios de habitabilidad
3.3. Trabajo de campo general I en Zipaquirá
103
Objetivo: Indagar el conocimiento que tiene la comunidad acerca de la
memoria histórica del municipio de Zipaquirá
3.3.1. Actividad y justificación:
Se les pedirá a los estudiantes trabajar con un compañero de clase, y
bajo una primera salida de campo, indaguen parte de la memoria de
municipio. La realización de esta primera encuesta a personas habitantes
del municipio, nos llevará a reconocer el comportamiento de la memoria
histórica en Zipaquirá y permitirá analizar el conocimiento de la propia
memoria a través de los relatos recibidos. Las preguntas realizadas a la
comunidad son:
¿Qué cree que hace parte de la memoria histórica del municipio?
¿Cuáles lugares de importancia para el zipaquireño, exceptuando la
mina de sal, reconoce en el municipio?
¿Conoce personajes que hayan hecho historia en Zipaquirá, pero
que no sean tan reconocidos fuera del municipio?
¿Cuáles son los barrios con historia clave en la conformación del
municipio?
¿Cómo se dio el comercio en Zipaquirá?
¿Sabe leyendas ocurridas en el municipio?
¿Reconoce las fiestas zipaquireñas y su significado? ¿Cuál es?
3.3.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Entrevistas a la comunidad
Videos de entrevistas
Fotos de entrevistas
3.4. Discusión y análisis del propio reconocimiento de la memoria histórica.
104
Objetivo: Analizar el reconocimiento de la memoria histórica, para
seleccionar las temáticas a trabajar.
3.4.1. Actividad y justificación:
Mesa redonda de análisis y discusión alrededor de los relatos
encontrados. Se discutirá alrededor de las historias de la comunidad. Cuál
es el análisis que ellos pueden hacer desde allí, bajo un plano general de
memoria propia y memoria colectiva, respecto al reconocimiento de la
memoria histórica en el municipio.
En este punto, se analizará la salida en conjunto, los pros y contras que se
dieron. El cómo abordar a las personas y cómo indagarles acerca de la
memoria, será el entrenamiento principal que nutra nuestro ejercicio de
comunicación participativa. De la misma manera, se toman apuntes de la
mesa redonda para delimitar los temas a investigar; estos son dados desde
los datos generados por la comunidad en este primer acercamiento y se
evidencian en esta discusión.
3.4.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
A partir de la discusión se delimitan las temáticas a trabajar
Cuadro de temáticas con relación a estudiantes
3.5. Trabajo de campo 2
Objetivo: Indagar y reconocer un tema específico del Patrimonio Cultural
Inmaterial de Zipaquirá.
3.5.1. Actividad y justificación:
105
Se le dará a cada pareja un tema del Patrimonio Cultural inmaterial del
municipio y se les propondrá indagar con un mínimo de 3 personas,
enfocado a abuelos, que hayan vivido allí y que reconozcan parte de su
memoria construida en Zipaquirá.
El indagar a un mínimo de 3 personas se realizará con la prevención de no
albergar la memoria en un solo sujeto y describirla exclusivamente desde el
mismo. Es un ejercicio inicial de memoria individual, que luego se
compartirá desde el saber del estudiante, quien ha indagado previamente
en la primera salida de campo y también puede compartir, desde su
conocimiento, parte de la historia. De esta forma, el estudiante direcciona
las entrevistas para lograr información verificada.
Historias de fechas, lugares, recuerdos que evoquen su conformación,
serán los que los estudiantes busquen en este encuentro con la comunidad.
Para corroborar dicha información, el estudiante debe llevar un diario de
campo y mostrar evidencias fotográficas y de video del ejercicio.
3.5.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Material audiovisual
Diarios de campo
3.6. Evaluación I
Objetivo: Evaluar el primer trabajo realizado por los estudiantes en la
indagación del PCI.
3.6.1. Actividad y justificación:
Bajo la temática investigada, el estudiante debe reconstruir la historia
contada por la comunidad y debe convertir estos relatos en una
106
crónica presentada a evaluación como nota final de su primer corte, allí
se comparten las evidencias, fotos y videos, que los guiaron a la
construcción del relato.
En esta semana de trabajo, el estudiante entrega su primera crónica,
trabajada a partir de la investigación con la comunidad. Se pretende desde
acá, revisar la escritura, síntesis, análisis y concordancia entre los relatos
conseguidos y la crónica escrita.
EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Recepción de crónicas
Videos
3.7. Trabajo de campo 3
Objetivo: Indagar y reconocer un tema específico del Patrimonio Cultural
Inmaterial de Zipaquirá.
3.7.1. Actividad y justificación:
Se le dará a cada pareja un tema del Patrimonio Cultural inmaterial del
municipio y se les propondrá indagar con un mínimo de 3 personas,
enfocado a abuelos, que hayan vivido allí y que reconozcan parte de su
memoria construida en Zipaquirá.
El indagar a un mínimo de 3 personas se realizará con la prevención de no
albergar la memoria en un solo sujeto y describirla exclusivamente desde el
mismo. Es un ejercicio inicial de memoria individual, que luego se
compartirá desde el saber del estudiante, quien ha indagado previamente
en la primera salida de campo y también puede compartir, desde su
conocimiento, parte de la historia. De esta forma, el estudiante direcciona
las entrevistas para lograr información verificada.
107
Historias de fechas, lugares, recuerdos que evoquen su conformación,
serán los que los estudiantes busquen en este encuentro con la comunidad.
Para corroborar dicha información, el estudiante debe llevar un diario de
campo y mostrar evidencias fotográficas y de video del ejercicio.
3.7.2. EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Material audiovisual
Diarios de campo
3.8. Evaluación II
Objetivo: Evaluar el primer trabajo realizado por los estudiantes en la
indagación del PCI.
3.8.1. Actividad y justificación:
Bajo la temática investigada, el estudiante debe reconstruir la historia
contada por la comunidad y debe convertir estos relatos en una
crónica presentada a evaluación como nota final de su primer corte, allí se
comparten las evidencias, fotos y videos, que los guiaron a la construcción
del relato.
EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Recepción de crónicas
Videos
3.9. Socialización del trabajo
Objetivo: Discutir y analizar el trabajo de investigación realizado.
108
3.9.1. Actividad y justificación.
Análisis grupal del proceso y la información obtenida. Se realizará este
análisis en 2 momentos, el primero será el análisis de las emociones tejidas
a través del proceso. Desde acá, el estudiante evidenciará el sentir frente a
la actividad de comunicación participativa, emitirá un concepto de la
recepción de las personas entrevistadas frente al ejercicio y cuál considera
que fue su aprendizaje del municipio.
En segundo momento, cada pareja realizará una breve exposición de sus
lugares investigados, desde allí se resaltarán personas, situaciones,
objetos, lugares, relatos y demás que serán parte de la construcción
individual de la memoria de cada uno. Se busca por medio de este ejercicio
abarcar varias temáticas del PCI que desde la práctica acerquen al
estudiante al Municipio.
EVIDENCIAS
Fotos
3.10. Diagnóstico de salida
Objetivo: Realizar la medición de la propuesta.
3.10.1. Actividad y justificación
Por último se realiza un diagnóstico de salida. Preguntas abiertas y
cerradas dejan entrever el análisis realizado desde el ejercicio. La
memoria recogida en espacios anteriores, se pretende medir bajo el
aprendizaje de la misma en este último acercamiento a la construcción de
las crónicas.
109
Medición de efectividad de la propuesta pedagógica de comunicación
participativa, a partir del reconocimiento del patrimonio cultural inmaterial
desde la memoria histórica.
EVIDENCIAS DE EVALUACIÓN
Respuestas de formulario realizado en google.
Finalizando las 10 semanas de trabajo e investigación, se realizará la compilación
de las crónicas recogidas en el curso.
Yeismy Amanda Castiblanco Venegas
Maestrante Comunicación Educación. Línea Cultura Política
Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
110
9 ANEXOS
111
9.1 Anexo 1: Evaluación Final del Proceso
Evaluación Producción Textual
El siguiente formulario pretende evidenciar las respuestas del proceso realizado
en segundo y tercer corte, respecto a trabajo práctico.
*Obligatorio
Dirección de correo electrónico *
Tu dirección de correo electrónico
Nombre *
Tu respuesta
¿Cómo se reconoce la identidad de un pueblo? *
Tu respuesta
¿Que reconoce del Patrimonio Cultural Inmaterial de Zipaquirá?*
Tu respuesta
1. ¿Qué conocimientos tiene de la gastronomía zipaquireña? Relacionado con la
memoria histórica y el Patrimonio Cultural Inmaterial ¿Por qué escogió esos
productos? *
112
Tu respuesta
2. Nombre 3 lugares que reconozca del municipio de Zipaquirá. Relacionado con
la memoria histórica y el Patrimonio Cultural Inmaterial ¿Por qué escogió esos
productos? *
Tu respuesta
3. Nombre 3 personajes característicos del Municipio. Relacionado con la memoria
histórica y el Patrimonio Cultural Inmaterial ¿Por qué escogió esos productos? *
Tu respuesta
4. ¿Conoce lugares comerciales históricos de Zipaquirá? Relacionado con la
memoria histórica y el Patrimonio Cultural Inmaterial ¿Por qué escogió esos
productos? *
Tu respuesta
5. ¿Considera importante resaltar la importancia de los cementerios en la vida de
cualquier municipio? *
113
Tu respuesta
6. ¿Qué considera usted como identidad zipaquireña? *
Tu respuesta
7. ¿Considera que el trabajo de microrelatos aumentó su conocimiento del
municipio de Zipaquirá? *
Tu respuesta
8. ¿Tenía conocimiento de la temática que le correspondió? (Microrelato
Zipaquirá) *
Tu respuesta
9. Cómo evalúa su proceso con la construcción de crónicas de primer corte. Nota
cualitativa (¿Le sirvió para su profesión el trabajo de crónicas? Si, No, ¿Por
qué?) *
Tu respuesta
114
10. Considera usted que el trabajo de reconstrucción de memoria (Zipaquirá –
Sabana Centro) es importante para el desarrollo de las sociedades. Si, No, ¿Por
qué? *
Tu respuesta
11. ¿Qué relación construye desde la tradición oral (relatos de la comunidad) y la
memoria histórica? *
Tu respuesta
12. Le interesaría conocer parte de la memoria histórica de su municipio de origen.
Si, No ¿Por qué? *
Tu respuesta
13. ¿Considera que el ejercicio de indagación, de su parte para la comunidad,
puede fortalecer el tejido social del municipio investigado? (crónica I, II y
microrelato) ¿Por qué) *
Tu respuesta
115
14. El ejercicio de investigación, realizado por usted desde la tradición oral ¿ayuda
a reconstruir la memoria de un pueblo? *
Tu respuesta
15. ¿Qué relación existe entre los procesos de reconstrucción de memoria y los
procesos de identidad? *
Tu respuesta
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116
9.2 Anexo 2. Fotografías.
117
118
9.3 Anexo 3: Crónica 1
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Producción textual
Paula Vanessa Cortés Quintero
Crónica: La nueva Hospedería El Libertador
La administración municipal de Zipaquirá y la Economía Mixta Catedral de Sal
entregaron el 30 de diciembre de 2015 las obras realizadas para la restauración
de la Hospedería El Libertador, esta fue objeto de una excelente restauración de
sus pisos, techos, sócalos, pinturas, cubiertas, baños y las piezas de madera y
piedra de la fachada e interiores. Esta es una edificación que fue el sitio predilecto
de los visitantes ilustres de la ciudad y que después de siete años recobra
nuevamente vida, el monto de la inversión fue cercano a los dos mil millones de
pesos, los cuales fueron producto de la capitalización de la Sociedad Economía
Mixta Catedral.
119
El evento de entrega de la Hospedería El Libertador se realizó el miercoles treinta
de diciembre en el salón de recepciones, con su restauración se recupera el valor
patrimonial de esta joya historica de los zipaquireños colocandola en niveles de
posibilidad financiera, que funciona perfectamente como un hotel-boutique con
legendarios salones para diferentes eventos sociales.
En terminos estructurales el edificio contiene un chasis técnico nuevo y
actualizado con tecnología vigente, las redes hidro-sanitarias de suministro de
agua y electricas son nuevas, a demás, cuenta con red de voz y datos dotada de
multimedia y nuevas tecnologias en todos sus salones y habitaciones. Los demas
elementos como las ventanas, puertas, chimena se conservan tal cual como se
contruyeron en sus orígenes.
Esta hospedería fue administrada en un principio por el Banco de la Republica,
después este banco se consideró la “concesión salinas” que se trataba de que
todas las minas de sal tenían una misma organización, dicha organización se
llama “concesión salinas” en esta se incluye a Zipaquirá y Nemocón ya que las
dos contienen sal. Como son salinas el estado no podía seguir administrando este
lugar porque es un bien natural, entonces fue otorgada la administración a un chef
español quien duro allí diez años.
120
Los mineros de ese entonces aseguran que el mejor día que han comido en sus
vidas fue el día que se iba a inaugurar esta hospedería por primera vez, pero
debido a que todo se canceló por la muerte de Jorge Eliecer Gaitán, los chef
decidieron darles la comida que habían preparado especialmente para sus
invitados a todos los mineros que se encontraban allí.
Esta adecuación se postergo por mucho tiempo porque era un inmueble que no
tenía dueño, hasta que en la administración del alcalde Marco Tulio Sánchez se
decidió reconstruirla para darle un mejor uso, y en la actual administración del
alcalde Luis Alfonso Rodríguez se decidirá si esta Hospedería El Libertador se
convierte en un hotel o solo en lugar para eventos sociales.
121
9.4 Anexo 4: Crónica 2
Corporación Universitaria Minuto de Dios.
Interpretación y producción textual
Cronista: Dayana Osorio
Barrio: Julio Caro
Foto: Dayana Osorio
Zipaquirá, un municipio reconocido a nivel mundial por su comunidad, por sus
tradicionales costumbres, y en especial por tan maravillosa mina de sal; es una de
las localidades más visitadas en Colombia, puesto que su figura arquitectónica ha
marcado y ha identificado a los nativos y a toda la comunidad de sabana centro.
Los barrios han sido y seguirán siendo lo más importante que tiene este municipio,
uno de los más reconocidos y antiguos es Julio Caro, ubicado en pleno casco
urbano de dicha localidad, barrio que durante la década de los años 50 empezó a
fundarse.
El director general de salinas terrestres el señor Ignacio Villaveces López fue el
encargado de que este, tan reconocido barrio, el día de hoy exista. Él consideró
122
darle un vuelco total a la forma de vida de los mismos trabajadores salineros de
Zipaquirá y construyó por cuenta de la Concesión de Salinas y el auspicio del
Banco de la República, un barrio para los trabajadores en terrenos del Banco, al
cual le colocó el nombre de Julio Caro en homenaje al Presidente del Banco de la
República, quien lo había nombrado en ese cargo y que había fallecido en el año
de 1947. El barrio Julio Caro se levantó en unos predios distantes del área
urbana del municipio; ya que el poblado llegaba hasta la carrera décima, en ese
entonces llamado el camellón negro, esto se debía a que las instalaciones
eléctricas en el pueblo solo se encontraban en funcionalidad hasta la carrera
novena, en ese entonces llamado camellón blanco.
Se construyó el conjunto del barrio, bajo un diseño de borrador del Arquitecto
Alfredo Rodríguez Orgáz, español, nacionalizado en Colombia quien había
levantado en esa fecha varios edificios para la sede del Banco de la República en
varias ciudades del país. Con casas de una planta en algunas manzanas y de dos
plantas en otras, se fue levantando a la vez el reconocido TEATRO JULIO CARO,
nombre que se conservó hasta el año 2009 en la administración del Alcalde Jorge
Enrique González que lo restauró y cambió el nombre por el de TEATRO
BICENTENARIO, precisamente al celebrar los doscientos años de la
independencia de Colombia.
Desde el año 1953 al 56, en terrenos del mismo barrio y adquiridos por la diócesis
de Zipaquirá se construyó, el edificio para el Seminario Conciliar en calidad de
Seminario Menor de la Asunción en la primera etapa, pues se pudo
económicamente construir la mitad ya que al inicio se quería continuar con un
proyecto para que en el mismo barrio Julio Caro y en un mismo inmueble
existieran el Seminario Menor Y Mayor de San José. El Arquitecto de este gran
edificio fue también Alfredo Rodríguez Orgáz, pero contratado por la Diócesis de
Zipaquirá.
Por sugerencia del señor Villaveces y con el auspicio de sus sucesores en la
administración salinera, dispuso desde un comienzo, que el barrio debería tener
escuelas patrocinadas por el banco con personal pago y con dotación
123
igualmente suministrada por Salinas Terrestres. En cumplimiento de lo expuesto,
se crearon dos sedes una para niños y otra para niñas, las cuales funcionaron
hasta que expiró la Concesión y le fue entregado el manejo al Instituto de Fomento
Industrial (IFI).
En los años 60, el Banco de la Republica dispuso de salinas terrestres designar
una de las manzanas de dicho barrio para campos de recreación, del mismo modo
consiguió terreno para la construcción de un Coliseo, hecho que se logró con
dineros públicos y auxilios parlamentarios y es lo que hoy se conoce como
COLISEO CUBIERTO PARMENIO CARDENAS DE LA FUNDACION NACIONAL
ZIPAQUIRÁ. Tiempo después también el Banco de la República, le cede al
municipio algunos terrenos anexos al barrio, en uno de ellos se construye el
instituto Técnico Industrial y 20 años más tarde se construye la institución
Santiago Pérez hoy, propiedad del municipio de Zipaquirá.
Los primeros habitantes del barrio Julio Caro fueron trabajadores a quienes se les
asignó una vivienda y posteriormente se les dio la opción de adquisición por
venta; ellos fueron: familia Roa, Villamarín, Algarra, Vargas, Yepes, Guerrero,
Villaquirán, Castellanos, Granados, Quintero, Gómez, Duarte entre otros.
En la actualidad, los habitantes del barrio Julio Caro no son exactamente nativos
de Zipaquirá, son muy pocos los que quedan y muy pocos los que conocen la
historia de este barrio, se llegó a decir que Julio Caro se ha convertido más en un
barrio extranjero, puesto que años atrás todos se distinguían entre vecinos, hoy en
día, todo ha cambiado, llegando al punto de ni si quiera saber quien vive al frente
o enseguida de la casa.
“se puede decir que Julio Caro es mas de nosotros los habitantes que del
municipio, porque si bien saben a nosotros nos tocó ayudar en algunas de las
construcciones del barrio, como el seminario cosa que quizás el municipio ni sepa,
porque ahora somos muy pocos los que sabemos la verdadera historia” Ligia
Villaquirán, una de las primeras y actualmente habitante del barrio.
124
Se dice que toda la comunidad de este barrio en épocas navideñas acostumbraba
a reunirse en el teatro, allí hacían fiestas y realizaban las novenas, todos los
vecinos eran muy unidos, se puede decir que vivían de fiesta en fiesta porque
todo lo querían celebrar, y eso ya solo queda en el recuerdo de quienes aún viven
para contarlo porque en la actualidad dicha costumbre se ha perdido.
Como se ha mencionado anteriormente, algunos de los primeros habitantes aun
forman parte Julio Caro, pues está escrito que han de ser historia para nuestras
futuras generaciones.
Y es ahí donde venimos y nos preguntamos ¿dónde ha quedado la tradición oral?
Por qué ya no nos importa ¿de dónde somos? ¿De dónde venimos?, Algo tan
simple como eso, pero a la vez una de nuestra cruda realidad, quizás muchos de
los zipaquireños ni si quiera se han enterado de tan magnificas arquitecturas que
tienen al lado, que con tan solo asomarse a la ventana, no serán casas lo único
que verán si no una historia increíble detrás o posiblemente debajo de cada una
de ellas.
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