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Propuesta de estudio de la crítica de traducciones a partir de una muestra representativa (Juan Antonio Pellicer y Sa fore ada, 1778) Joan Verdegal 1. EL PUNTO DE PARTIDA Si seguimos los pasos de la historia cono- cida de la traducción, resulta frecuente en- contrar comentarios sobre el proceder de los traductores, su metodología, sus logros o desaciertos. De hecho, durante los últimos decenios, los estudios traductológicos han aportado cuantiosos e interesantes ejemplos, que han ilustrado el devenir de esta actividad a lo largo de los siglos de la historia de la humanidad; sin embargo, todavía son mu- chas las facetas por estudiar. Efectivamente, no debemos conformarnos con recopilar da- tos y repertorios sobre las traducciones y los traductores, sino que tenemos la obligación de ir más allá, de sondear nuevas posibili- dades de estudio, sin por ello tener que re- currir necesariamente a novedosos hallazgos de documentos inéditos. En la investigación científica, un único material puede y debe analizarse de múl- tiples maneras y bajo diversos puntos de vista, lo que resulta imprescindible para la consecución de resultados provechosos y originales. Ésa ha sido precisamente mi in- tención al estudiar el documento que voy a presentar: el Ensayo de una Bibliotheca de Traductores Españoles, escrito por D. Juan Antonio Pellicer y Saforcada («bachiller en cá- nones y leyes por la Universidad de Alcalá; y de la Real Bibliotheca de su Magestad»), pu- blicado en Madrid en 1778. En este Ensayo, como reza la cubierta, «se da noticia de las traducciones que hay en castellano de la Sa- grada Escritura, Santos Padres, filósofos, his- toriadores, médicos, oradores, poetas, así griegos como latinos; y de otros autores que han florecido antes de la invención de la imprenta». En el prólogo, además de justificar la necesidad de recopilación de esa Bibliothe- ca de los Traductores, Pellicer explica el mé- todo de presentación de ese Ensayo, que no se limita solamente a dar noticia de las vidas de los traductores, sino que recoge fielmente los títulos de las obras traducidas, señalando las ediciones, incluyendo las noticias litera- rias relacionadas con los libros, así como «noticia de las traducciones Italianas y Fran- cesas, de cuyo cotejo resulta unas veces la preferencia de las nuestras, y otras su menor estimación», lo que supone también una aportación interesante para los estudiosos de la teoría de la traducción y de la crítica de traducciones. Conviene reproducir aquí las frases del propio Pellicer y Saforcada referi- das a sus fuentes, por cuanto pueden ilus- trar de qué modo se recopilaba en la época la información bibliográfica: Alguna vez advertirá el Lector que se citan es- pecies tomadas de unas Memorias manuscri- tas de D. Josef Juaquin de Lorga: y para inte- ligencia de estas citas es de saber que aquel erudito Sacerdote, Doctor en Sagrados Caño- nes, y Catedrático de Retorica de la Universi- dad de Valencia su patria, tuvo también el pensamiento de componer una Bibliotheca de Traductores Españoles, para la qual iba reco- giendo materiales; pero en este estado murió en Madrid año de 1769. Como era tan curioso logró juntar una copiosa Librería, de donde compró muchos y selectos libros, y algunos manuscritos el Señor D. Juan de Santander, Bibliothecario Mayor de S. M. con el zelo e in- teligencia con que procura enriquecer la Real Bibliotheca para la publica utilidad. Por este medio logré no solo tener noticia de este ma- nuscrito, sino disfrutarle. Desde luego advertí que no solo se proponia Lorga hablar de los Traductores de Autores antiguos (de los quales faltan en su Catalogo muchísimos, y todos los Traductores de la Sagrada Escritura) sino de la multitud de los que se han dedicado a traducir obras modernas, cuyo numero ocupa la mayor parte de sus Memorias. Estas por lo común no pasan de unos materiales informes, que iba juntando para estenderlos, y formalizarlos des- pués. Expresa sin embargo tal vez el juicio que hizo de algunas versiones, cotejándolas con los originales; y hay también por otra parte noti- cias muy apreciables. Y como no sea justo de- fraudar a nadie del fruto de sus trabajos, me valgo de estas Memorias con la debida expre- sión del nombre de su Autor. Por lo demás, si alguno tuviese la curiosidad de cotejar qual- quiera de los artículos de este Ensayo con al- gunos de los que se hallan en los mamotretos de Lorga, puede satisfacerla fácilmente consul- tando el manuscrito que existe en la Real Bi- bliotheca, y se certificará de que en esto no hay ponderación. Bieronymus (¿omplutcnsisj 43

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Propuesta de estudio de la crítica de traducciones a partir deuna muestra representativa

(Juan Antonio Pellicer y Sa fore a da, 1778)Joan Verdegal

1. EL PUNTO DE PARTIDA

Si seguimos los pasos de la historia cono-cida de la traducción, resulta frecuente en-contrar comentarios sobre el proceder de lostraductores, su metodología, sus logros odesaciertos. De hecho, durante los últimosdecenios, los estudios traductológicos hanaportado cuantiosos e interesantes ejemplos,que han ilustrado el devenir de esta actividada lo largo de los siglos de la historia de lahumanidad; sin embargo, todavía son mu-chas las facetas por estudiar. Efectivamente,no debemos conformarnos con recopilar da-tos y repertorios sobre las traducciones y lostraductores, sino que tenemos la obligaciónde ir más allá, de sondear nuevas posibili-dades de estudio, sin por ello tener que re-currir necesariamente a novedosos hallazgosde documentos inéditos.

En la investigación científica, un únicomaterial puede y debe analizarse de múl-tiples maneras y bajo diversos puntos devista, lo que resulta imprescindible para laconsecución de resultados provechosos yoriginales. Ésa ha sido precisamente mi in-tención al estudiar el documento que voy apresentar: el Ensayo de una Bibliotheca deTraductores Españoles, escrito por D. JuanAntonio Pellicer y Saforcada («bachiller en cá-nones y leyes por la Universidad de Alcalá; yde la Real Bibliotheca de su Magestad»), pu-blicado en Madrid en 1778. En este Ensayo,como reza la cubierta, «se da noticia de lastraducciones que hay en castellano de la Sa-grada Escritura, Santos Padres, filósofos, his-toriadores, médicos, oradores, poetas, asígriegos como latinos; y de otros autores quehan florecido antes de la invención de laimprenta». En el prólogo, además de justificarla necesidad de recopilación de esa Bibliothe-ca de los Traductores, Pellicer explica el mé-todo de presentación de ese Ensayo, que nose limita solamente a dar noticia de las vidasde los traductores, sino que recoge fielmentelos títulos de las obras traducidas, señalandolas ediciones, incluyendo las noticias litera-rias relacionadas con los libros, así como«noticia de las traducciones Italianas y Fran-

cesas, de cuyo cotejo resulta unas veces lapreferencia de las nuestras, y otras su menorestimación», lo que supone también unaaportación interesante para los estudiosos dela teoría de la traducción y de la crítica detraducciones. Conviene reproducir aquí lasfrases del propio Pellicer y Saforcada referi-das a sus fuentes, por cuanto pueden ilus-trar de qué modo se recopilaba en la época lainformación bibliográfica:

Alguna vez advertirá el Lector que se citan es-pecies tomadas de unas Memorias manuscri-tas de D. Josef Juaquin de Lorga: y para inte-ligencia de estas citas es de saber que aquelerudito Sacerdote, Doctor en Sagrados Caño-nes, y Catedrático de Retorica de la Universi-dad de Valencia su patria, tuvo también elpensamiento de componer una Bibliotheca deTraductores Españoles, para la qual iba reco-giendo materiales; pero en este estado murióen Madrid año de 1769. Como era tan curiosologró juntar una copiosa Librería, de dondecompró muchos y selectos libros, y algunosmanuscritos el Señor D. Juan de Santander,Bibliothecario Mayor de S. M. con el zelo e in-teligencia con que procura enriquecer la RealBibliotheca para la publica utilidad. Por estemedio logré no solo tener noticia de este ma-nuscrito, sino disfrutarle. Desde luego advertíque no solo se proponia Lorga hablar de losTraductores de Autores antiguos (de los qualesfaltan en su Catalogo muchísimos, y todos losTraductores de la Sagrada Escritura) sino de lamultitud de los que se han dedicado a traducirobras modernas, cuyo numero ocupa la mayorparte de sus Memorias. Estas por lo común nopasan de unos materiales informes, que ibajuntando para estenderlos, y formalizarlos des-pués. Expresa sin embargo tal vez el juicio quehizo de algunas versiones, cotejándolas con losoriginales; y hay también por otra parte noti-cias muy apreciables. Y como no sea justo de-fraudar a nadie del fruto de sus trabajos, mevalgo de estas Memorias con la debida expre-sión del nombre de su Autor. Por lo demás, sialguno tuviese la curiosidad de cotejar qual-quiera de los artículos de este Ensayo con al-gunos de los que se hallan en los mamotretosde Lorga, puede satisfacerla fácilmente consul-tando el manuscrito que existe en la Real Bi-bliotheca, y se certificará de que en esto no hayponderación.

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2 . EL MÉTODO

Paso a explicar a continuación cómo estáestructurada esta Propuesta de estudio de lacrítica de traducciones, así como los pasosque he seguido para llegar a las conclusionesfinales. En primer lugar, ha sido necesariauna lectura atenta del libro de Pellicer, entre-sacando de cada una de las noticias sobre lostraductores aquellos datos imprescindiblessobre su biografía o filiación, así como los ti-tulos de las obras traducidas, y reservandoun lugar especial para la crítica recogida porPellicer. Todo ello queda plasmado en elAnexo I, donde se observa que los traductoresse han presentado siguiendo el mismo ordenque en el libro (alfabético de sus nombres depila; se ha respetado la tipografía original),aunque numerados (de 1 a 36) j 1 dentro decada traductor, sus traducciones siguen elorden a, b, c, etc. Así pues, el examen porme-norizado de ese Anexo es el punto de partidade la siguiente fase.

En una segunda fase he clasificado loscomentarios de Pellicer, concentrándolos enunos pocos aspectos esenciales para conocersu opinión (y también la de otros autores)sobre las traducciones. Estos aspectos hansido los siguientes: el correcto sentido (ofidelidad alcanzada), el estilo que se ha con-seguido (en sentido amplio), las fuentes (si seha tenido o no en cuenta la fuente original),las paráfrasis (desviaciones, amplificaciones yexplicitaciones), las glosas o anotaciones (enlos márgenes, o en forma de notas y glosa-rios), la documentación (el uso de versionesanteriores diferentes), la propiedad de la for-ma (abreviaciones, verso traducido en prosa oviceversa), la adaptación (de nombres de lu-gares, de personas, de plantas o animales,etc.), el método de traducción (alusionesexplícitas al método) y las traducciones bilin-gües (ediciones en versión bilingüe). A conti-nuación, estos diez aspectos o principios sehan trasladado a una tabla (Anexo II), dondese han anotado las opiniones de Pellicer: enuna columna van los aciertos y en otra losdesaciertos (el número representa el traduc-tor y la letra su traducción, según quedan re-

1 Pellicer introduce indirectamente el nombre de otros tra-ductores, que, sin embargo, no ocupan un lugar destacado enesa Bibliotheca de Traductores. Son los siguientes: Fr. Anto-nio de Ginebreda (p. 7), Pedro Fernández de Villegas (p. 75),Luis Tribaldos de Toledo (p. 98), Fr. Pedro Mañero (p. 110),Fr. Juan Annio (p. I l l ) , Eusebio de Nieremberg (p. 130), Ga-briel de Castañeda (p. 140), Gabriel Faerno (p. 151), VicenteBratuti Raguseo (p. 166), Fr. Juan Guallense (p. 168).

cogidos en el Anexo I; ejemplo: la significaque el traductor es Alberto de Aguayo, con sutraducción Libro de boecio severino intituladode la consolación de la philosophia, 1516). Latercera fase ha consistido en trasladar esosdatos a una gráfica de frecuencias, cuya or-denada recoge el número de veces quePellicer alude a todos y cada uno de los as-pectos que aparecen en la abscisa; las co-lumnas de color claro representan las opi-niones positivas, mientras que las oscurasexpresan las negativas. Tanto el gráfico de co-lumnas como el circular en tres dimensionesnos dan una idea de la frecuencia de lasapreciaciones temáticas de Pellicer como crí-tico (Anexo III).

La cuarta fase, representada en el AnexoIV, ha tenido como objetivo revelar el númerode comentarios que, siempre según la mues-tra de Pellicer, merece cada traductor. Nadamejor para ello que realizar una tabla dondeaparezcan esos traductores y las críticas, tan-to positivas como negativas, además de unbalance final en el que puedan compensarselos signos negativos con los positivos.

La fase siguiente ha sido la consecuenciade la anterior, y ha consistido en analizar, apartir del Anexo IV, cuáles son los traduc-tores más apreciados y por qué (y también losmenos favorecidos), de tal modo que puedanderivarse conclusiones objetivas, tanto de ín-dole traductológica como sociológica.

3 . LAS DEDUCCIONES

Ix> primero que llama la atención tras lalectura del Anexo I es la prolijidad de la in-formación que, en unos casos, aporta Pellicery Saforcada, mientras que en otros resultabastante escueto. Es algo que puede inter-pretarse tanto de manera circunstancial, esdecir, por la abundancia o carencia de datoscon que contaba para elaborar su Bibliotheca,como de forma voluntaria. Evidentemente, elpeso específico de los traductores —o de sustraducciones— debió de ser un factor a teneren cuenta, sin menoscabo de los gustos per-sonales del autor, como queda patente en laextensión de los párrafos dedicados a DonJosef Pellicer de Ossau, Salas y Tobar, sinduda antepasado directo suyo y a quiendedica 12 páginas, sólo superadas por elMarqués de Villena (19 páginas) y loscomentarios sobre las traducciones del Kalilay Dimna (14 páginas).

A continuación, la observación de los da-tos incluidos en el Anexo II permite apreciar

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qué aspectos son los más tratados por Pelli-cer, tanto en su vertiente positiva como ne-gativa. No obstante, resulta imprescindiblepresentarlos en orden decreciente (como apa-recen en el Anexo III) para desvelar que losaspectos relacionados con el estilo ocupan unlugar de privilegio (16 comentarios positivos y12 negativos), seguidos de las anotaciones ylos principios relacionados con la fidelidad(que merecen juicios más positivos que nega-tivos: 15/6, 15/5 respectivamente). Despuésse han plasmado los aspectos relacionadoscon la paráfrasis (que pocas veces es posi-tiva), con la forma, las fuentes, la documen-tación y la adaptación (aspectos estos últimosque preocupan bastante menos a Pellicer).Finalmente, las ediciones bilingües se valoranen positivo en doce ocasiones, aunque debeadvertirse que todas ellas proceden del tra-ductor Pedro Simón Abril, que solía publicarasí sus traducciones; la presencia explícitadel método que seguían algunos traductoresse da en cinco ocasiones: para Diego López deToledo, Enrique de Aragón, José AntonioGonzález de Salas, Juan de la Cruz y PedroSimón Abril. Así pues, observando los gráfi-cos de frecuencias podemos hacernos unaidea de lo que más preocupaba a Pellicer ySaforcada en su papel asumido de crítico detraducciones. Si, por otra parte, considera-mos que esta muestra es significativa de loque se demandaba en su época (último cuar-to del siglo XVIII), podemos saber por quéderroteros iba entonces la evaluación de tra-ducciones. Este mismo método puede tam-bién aplicarse a cualquier tiempo y lugar.

Con la tabla de balance del Anexo IV seconsigue apreciar de una sola ojeada qué tra-ductores y traducciones merecían la atencióndel crítico. Las conclusiones que pueden infe-rirse de ello dependen, en buena parte, de laimaginación del estudioso y de su capacidadde profundización.

Así, el hecho de que el traductor número33 (Pedro Simón Abril) se encuentre muy pordelante de los demás se debe, como se haadelantado, a sus doce traducciones bilin-gües (33a, 33g, 33h, 33j, 331, 33m, 33n, 33o,33p, 33q, 33r y 33s), pero también a las opi-niones favorables hacia sus traducciones 33a(Fabulas de Esopo en Latin, i Romance; portratarse de una traducción «a la letra, y portanto util para los niños, y estrangeros», p.147), 33b (Los ocho Libros de República delFilosofo Aristoteles; por contener comentariosmuy oportunos y breves), 33h (M. TulliiCiceronis Epistolarum...; por presentar dos

versiones castellanas, una para estudiantes yotra culta, y por aplicar unos «Escolios encastellano que declaran su asunto», p. 149) y33i (Los Deziseis Libros de las Epístolas oCartas de M. Tulio Cicerón...; por su estilo, sufidelidad y su método).

Los dos traductores que le siguen en valo-ración (4 puntos positivos y ninguno nega-tivo) son José Antonio González de Salas(21a: Compendio Geographico, i Histórico delOrbe antiguo, y 21b: Las vidas de los doceCesares) y Juan Pérez (27a: El TestamentoNuevo, y 27b: Los Psalmos de David con susSumarios). El primero de ellos porque recibeelogios sobre la fidelidad, el estilo, las notas yel método, y el segundo es alabado en sufidelidad, estilo, notas y adaptaciones.

Les siguen a la zaga, con tres puntos cadauno (sin ningún negativo) los traductoresChristoval de las Casas (9a: Jul. Solino de lascosas maravillosas del Mundo), Diego Mexia(13a: Primera Parte del Parnaso Antartico, deObras Amatorias) y Martin Laso de Oropesa(30a: La historia que escribió en Latin el PoetaLucano).

Por otra parte, al perseverar en la recopi-lación metódica de los comentarios de Pelli-cer, podemos percatarnos de otros muchosdetalles que, a simple vista —y a pesar de supresentación esquemática— nos pasan desa-percibidos. Así por ejemplo, el hecho de queel balance de algunos traductores resulte 0no significa en absoluto que carezcan de cua-lidades. Puede que el autor conserve pocosdatos acerca de ellos (como podría deducirsede los significativos huecos en los números 4,10, 26 y 32), pero también puede ocurrir quesus valores positivos se vean anulados porigual cantidad de negativos (como sucede conlos traductores 8, 15, 16, 23, 25, 29 y 31),entre los que hay que señalar a Fr. Juan dela Cruz, cuatro de cuyas cinco obras soncomentadas, tanto positiva como negativa-mente, lo que puede interpretarse en el sen-tido de que se trata de un traductor polémico,o de que su aportación no resulta indiferenteal crítico.

Si se estudian con detenimiento y perspi-cacia las columnas más vacías, podrá com-probarse que coinciden en buena medida conlos traductores que abordan temas religiosos(con la excepción del número 4, que traducefilosofía). Veamos de quiénes se trata y quétraducen, a partir de la información completaque aporta Pellicer.

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7. Fr. BALTASAR de SANTA CRUZ, orden de pre-dicadores, catedrático de Teología (referencias en-tre 1666 y 1692).a. Historia Magistral. De los Gloriosos Sanctos Ana-coretas Barloan y Josaphat &c. [de San Juan Da-mascenoj, Manila, por el Capitán D. Gaspar de losReyes Impressor de la Universidad (1692).Datos biográficos:Solicitado por el procurador de las misiones de lasIslas Filipinas (Fr. Juan Polanco), donde llegó en1667. «En la Universidad y Colegio de Santo To-mas de Manila fue Cathedratico de prima deTheologia, Prior y Provincial de la Provincia delSanto Rosario de Filipinas, y Comisario del SantoOficio de Manila» (p. 29). Además, la dedicatoriade su traducción va dirigida a «Don Fausto Cruzaty Gongora, Capitán General de Filipinas, Presi-dente de la Audiencia de Manila» (p. 29).

8. CASIODORO DE REYNA (Sevilla), teólogo (refe-rencias entre 1550 y 1573).a. La Biblia, que es, los Sacros libros del viejo ynuevo Testamento (1569).Datos biográficos:Huyó de España a causa de la Inquisición, y par-ticipó en la Confesión de Fe de Londres (1559).Pellicer y Saforcada comenta las falsas edicionesposteriores de esa Biblia, realizadas en Basilea(1570), Amsterdam (1602), Francfort (1603), Ber-na (1622), etc. No obstante, interesa resaltar quetodas ellas se publicaron con el apoyo de las au-toridades (políticas o eclesiásticas) de donde resi-día exiliado Casiodoro de Reyna.

10. CYPRIAN DE VALERA (Sevilla, 1532), teólogo(vivía todavía en 1602).a. La Biblia. Que es los Sacros libros del viejo ynuevo Testamento. Segunda Edición. [...] En Ams-terdam, en Casa de Lorenzo Jacobi (1602).b. El Testamento Nuevo de Nuestro Señor JesuChristo. [...] En casa de Ricardo del Campo (1596),Ginebra.c. El Nuevo Testamento Que es, los Escriptos Evan-gélicos, y Apostólicos Revisto y conferido con elzexto Griego [...] En Amsterdam En casa de HenricoLorenzi (1625).Datos biográficos:Debió huir de España a causa de la Inquisición,participando en la Confesión de Fe de Londres(1559).

16. FRANCISCO DE ENZINAS, teólogo y huma-nista (datos entre 1540 y 1551). Otras formas desu apellido: Dryander (griego), du Chesne/duHoux (francés), Aquifolium (latín).a. Nuevo Testamento traduzido del Griego a laLengua Castellana. Dedicado al Emperador CarlosV. En Anvers en Casa de Esteban Meerdmann(1543).b. Vidas de Plutarco (1551).Datos biográficos:

Estudió en Flandes (Lovaina) y fue alumno de J.Luis Vives. «Pero Enzinas fue uno de los quetubieron la desgracia de prevaricar en la fe, adhi-riéndose al protestantismo. [...] De resultas de sutraducción, y por sus falsas doctrinas, fue presoen Bruxelas, y lo estuvo quince meses» (pp.79-80).Huyó de la cárcel en 1545 y se refugió en Alema-nia al abrigo de Felipe Melanton, quien le dio unacarta de recomendación para el arzobispo de Can-terbury Tomás Cramer, para que pudiera «serviren alguna Universidad».

26. Fr. JUAN DE ESTRADA DE LA MAGDALENA(Ciudad Real, ?-Picón, 1579) (datos a partir de1530), dominico; estudió Artes y Teología; vicariode Coyoacán (Méjico).a. La Escalera espiritual para llegar al Cielo de SanJuan Climaco (1532), México, por Juan Pablos.Datos biográficos:Además de sus cargos eclesiásticos, procedía defamilia aristocrática, pues su padre (Juan Alonsode Estrada) fue el último gobernador de México, ypor consiguiente primer predecesor del primervirrey Antonio de Mendoza.

27. JUAN PEREZ (sólo datos de 1566 y 1577),doctor en Teología.a. El Testamento Nuevo de Nuestro Señor ySalvador Jesu Christo. [...] En Venecia en Casa deJuan Phila delpho (1556).b. Los Psalmos de David con sus Sumarios en quese declara con brevedad lo contenido en cadaPsalmo, [...] En Venecia en casa de Pedro Daniel(1557).Datos biográficos«Era parece de los desertores de nuestra Santa Fé[...] por cuya causa andaba foragido fuera de Es-paña» (p. 120), gran amigo del también traductorCyprian de Valera.

29. FRAY LUIS DE GRANADA (Granada, 1504-Lisboa, 1588), dominico, teólogo y predicador. Es-tudió teología en el Colegio San Gregorio deValladolid.a. Libro del Menosprecio del Mundo, y de seguir aChristo, o Contemptus Mundi, de Tomás deKempis. En Lixbona en Casa de German Gallarde(1542).b. Libro de Sant Juan Calimaco, llamado EscalaEspiritual [...] En Salamanca en casa de Andrea dePortonariis 1565.

Datos biográficos:Era hijo de padres humildes. De niño, le amparóel conde de Tendilla, alcaide de la Alhambra, estu-diando latín junto a sus hijos. Fue predicador delduque de Medinasidonia (1552), confesor y con-sultor del infante cardenal y arzobispo de ÉvoraEnrique de Portugal, y confesor de la reina DoñaCatalina de Portugal. Según parece, predicó en unfamoso sermón la conveniencia de que los portu-gueses aceptaran a Felipe II como heredero del rey

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Don Enrique. La Inquisición prohibió algunos li-bros de su Escala Espiritual, aunque «no se prohi-bieron estas obras por contener alguna doctrinamala, ni peligrosa [...]» sino «porque aunque todosea bueno, no todo conviene que ande en manosdel vulgo» (p. 134).

32. MENASSE BEN JOSEF BEN ISRAEL (Lisboa,1604-Magdeburgo, 1657), comerciante, retórico,predicador, lector del Talmud, escritor e impresor.a. Biblia en lengua Española traduzida palabra porpalabra de la verdad hebraica por muy excelentesLetrados: vista y examinada por el Oficio de laInquisición. Con Privilegio del Duque de Ferrara(1630), en casa de Gillis Joost. Es una reimpre-sión de la Biblia publicada por los judíos deFerrara.b. Humas [o Pentateuco] de Parasioth yAphtharoth traducido palabra por palabra de laverdad hebraica en Español (1627), Amsterdam,por Menasse ben Israel. Se hizo una segunda edi-ción, también en Amsterdam y por el mismoMenasse en 1655, con el título: Humas o cincoLibros de la Ley divina [...].c. Phocilides Poeta Griego traducido en verso Espa-ñol con Notas. Parece que Menasse aportó sola-mente las notas, pero que no lo tradujo.Datos biográficos:Él mismo escribe que estuvo a punto de viajar aBrasil para comerciar, doliéndole dejar su casa«tan frequentada de la Nobleza, y de personasdoctas» (p. 141). De hecho, tuvo correspondencia yfamiliaridad con varios eruditos de su tiempo. Lacomunidad judía de Amsterdam le encargó nego-cios en Inglaterra, por lo que tuvo relaciones conCromwell, pero finalmente tuvo que huir de la isla.

35. DON SEBASTIAN DE LA ENZINA (datos de1708), ministro anglicano.a. El Nuevo Testamento de Nuestro Señor JesuChristo Nuevamente Sacado a la luz, corregido yrevisto Por Dn. Sebastian de la Enzina (1708),Amsterdam, por Jacobo Borstio.Datos biográficos:Ministro anglicano y predicante en Amsterdam dela Congregación de los Tratantes en España.

En resumen, excepto Fr. Baltasar de SantaCruz (de quien poco sabemos), todos losdemás habían sufrido de algún modo per-secución a causa de su ideología: Casiodorode Reyna (hereje y traductor de la Biblia),Cyprián de Valera (hereje y traductor de laBiblia y del Nuevo Testamentó), Francisco deEnzinas (hereje y traductor del Nuevo Testa-mento), Fr. Juan de Estrada (traductor de unlibro piadoso, por lo tanto menos compro-metido ideológicamente), Juan Pérez (hereje ytraductor del Nuevo Testamento y de los Sal-mos), Fr. Luis de Granada (perseguido por la

inquisición y traductor de libros piadosos),Menasse ben Josef (judío y traductor de la Bi-blia y del Pentateuco) y Sebastián de la En-zina (anglicano y traductor del Nuevo Testa-mentó). Ahora podemos comprender mejor elcontenido de las frases que Pellicer y Safor-cada, curándose en salud, escribe en el Pró-logo de su Ensayo:

En quanto a los Traductores de la Sagrada Es-critura he tenido por conveniente advertir paraevitar todo escrúpulo, que como por lo comúnprevaricaron en la Fé, me he visto en la ne-cesidad de citar algunos Autores heterodoxos,en cuyas obras se conservan todavía noticiasde aquellos Traductores; pues los de nuestranación hacen generalmente estudio de callar-las. Pero en el uso de estos libros he procedidocon dos precauciones: la primera de no copiarde ellos sino puramente las noticias históricasy literarias [...] y la segunda de advertir expre-samente la profesión del Autor que se cita: yaunque esta advertencia se hace ya en el cuer-po de la obra, he tenido por oportuno notarlotambién en este lugar.

Por lo demás, no parece haber más rela-ción a simple vista entre la temática abor-dada por los diferentes traductores y la eva-luación recopilada por Pellicer, aunque bienpodría suceder en el caso de aplicar este mé-todo de análisis a otras circunstancias y aotros contextos. Imaginemos que resultarandébilmente valoradas, por ejemplo, las tra-ducciones de historia natural, y nunca las decontenido filosófico, o que las de asunto lite-rario sufrieran una severa crítica, compara-das con las de tema histórico. Sería el mo-mento de establecer nuevas conclusiones detipo sociológico que ayudarían en buena me-dida a paliar las carencias de objetividad en elestudio de los criterios de evaluación que sehan venido aplicando a las traducciones.

En realidad, y como se habrá observado,estas apreciaciones de Pellicer y Saforcadahan girado en torno a lo que se conoce ac-tualmente como traducción comentada o ano-tada. Ello quiere decir que, en su tiempo(1778), ese formato solía considerarse comouna buena traducción, porque el traductor ointérprete, trasladador o declarador (términossinónimos en este Ensayo de una Bibliothecade Traductores Españoles) reservaba para sí,y para el lector, un espacio para poderclarificar y exponer sus opciones.

Para terminar, es preciso referir aquí queexiste un reiterado interés por parte dePellicer y Saforcada en conseguir filiacionesseguras para las traducciones que presenta

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en su libro, de tal manera que critica lasautorías anónimas, intentando desvelar losnombres de los traductores y corrigiendo aotros autores que no indagan lo suficiente; deello puede deducirse que, tanto él como suépoca, concedían gran importancia a la figuradel traductor. El párrafo que sigue (p. 55) esuna buena muestra de ello, así como de loque se entendía entonces por una traducciónde calidad:

De lo dicho se entiende que falta un Cesar bientraducido al castellano, en lo quai son mas fe-lices los Italianos y los Franceses. De aquellosle traduxeron Agustín de Ortica en Veneciaaño de 1531. en 8.° Y Francisco Baldelli conmas propiedad, allí mismo año de 1572. en12.a cuya traducción, aunque callándolo,adoptó el célebre arquitecto Andres Palladiopara reimprimirla año de 1574. con notas ylaminas admirables, y este silencio le fue oca-sión a Monseñor Fontanini para que la atri-buyese incautamente a un Anónimo, de cuyaaquivocacion le hubiera libertado un simplecotejo con la de Baldelli. Pero la version quepublicó en 1736. en 4a Hermolao Albricio, eru-dito Veneciano, excede a todas las referidas enla propiedad, en la erudición de las notas, y enla abundancia y perfección de las laminas.Imprimióla en dos columnas, en la una eltexto, en la otra la interpretación, la qual ni esde Hermolao, ni menos alguna de las citadas,sino otra antigua manuscrita, que él alteróalgún tanto para acomodarla al estilo mo-derno.

ANEXO I: LOS TRADUCTORES, SUSTRADUCCIONES Y LA CRÍTICA

1. Fr. ALBERTO DE AGUAYO (Córdoba, 1469),orden de predicadores.a. Libro de boecio severino intitulado de la conso-lación de la philosophia (1516), Sevilla, por JacoboCromberger.Crítica«Está hecha generalmente con pureza de estilo;pero en los versos procede el P. Fr. Alberto con de-masiada libertad, dándoles a veces otro sentidodel original, y apartándose de sus locuciones. Enlas prosas se ajusta mas a las locuciones y clau-sulas de Boecio, moderando esta libertad, y expli-cando el sentido del Autor fielmente» (p. 4). El an-tecedente de esa traducción es la versión de 1493de Fr. Antonio de Ginebreda, dominico de Barce-lona.

2. ALONSO DE PALENCIA (Palencia?, 1423),historiador y gramático.a. Vidas de ilustres Varones Griegos y Romanostraducidas en Castellano [de Plutarco] En Sevillapor Paulo de Colonia, e Juan Nuremberg, e Magno,e Thomas Alemanes en 2 de Julio de 1491.

CríticaDe Diego Gracián de Alderete (por haberse tra-ducido del latín y no de la fuente griega): «Asiestán traducidas en romance castellano las vidasdeste mismo Autor Plutarco, que mas verdadera-mente se podran llamar muertes, o muertas de lasuerte que están escuras, y falsas, y mentirosas,que apenas se pueden gustar, ni leer, ni entenderpor estar en muchas partes tan diferentes de suoriginal griego, quanto de blanco a prieto, como yohe mostrado a personas doctas en algunas que yohe traducido del griego» (p. 11).b. Los Libros de la Guerra de los Judíos de FlavioJosefa, y contra Apion Gramático (1492), Sevilla.Crítica

(Por haberse traducido del latín y no de la fuentegriega): «cuya traducción, aunque algo ajustada altexto, no carece de defectos; y asi no es de estra-ñar que siguiendo nuestro traductor una torcidaguia, hiciese una versión también defectuosa: laqual no obstante es estimable, ya por ser la pri-mera que de esta obra se ha publicado en Caste-llano, y ya por la propiedad y antigüedad del len-guage» (p. 13).

3. Fr. ANTONIO ARES (Toro), orden de SanFrancisco de Paula (referencias entre 1600 y1614).a. Diálogos de la Naturaleza del Hombre, de suprincipio, y su fin. [de Remundo Sebunde] En Ma-drid. Por Juan de la Cuesta. Año 1614.Crítica«El método que en la versión guardó el Padre Ares,fue como él advierte en el Prologo, mudar, quitar,o añadir del texto, procurando siempre salvar lasentencia del Autor, y no alterarla. En efecto latraducción, aunque de claro y limpio estilo, esmuy libre, y mas que traducción, es paráfrasi. Usóde ella el Interprete para explicar con mayor cla-ridad el sentido del original, y pareciendole que noquedaba con ella bien explicado, añadió notasmarginales por todo el cuerpo de la Obra, y viendoque esto no bastaba, puso al fin de algunos capí-tulos prolixas anotaciones» (p. 14).

4. Fr. ANTONIO DE JESUS Y MARIA (Madrid, ?-1681?), carmelita descalzo.a. El Boecio de Consolación (comprende los cincoLibros del Consuelo de la Filosofía del CónsulSeverino Boecio) (1680).Crítica«Consta del texto latino, y de la traducción caste-llana, uno enfrente de otro. Este texto es estima-ble, porque el autor se propuso corregirle despuésdel trabajo que habían hecho en él otros críticos.La version sigue el método del Latin, y asi lasprosas se traducen en prosa, y los versos en verso;pero uno y otro con bastante elegancia. En losversos procede por lo común el Interprete condemasiada libertad. Por las margenes hay esparci-das algunas notas en latin y castellano, que con-tribuyen a la mayor explicación de Boecio» (pp. 20-21).

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5. ANTONIO PEREZ SIGLER (Salamanca, 1560-Nápoles, ?), doctor en leyes y asesor de la corte.a. Los quince libros de los Metamorphoseos delexcellente Poeta Latino Ovidio. [...] En Salamancaen casa de Juan Perier mercader de libros yImpresor. 1580.Crítica«[...] se conforma la de nuestro Siglér en usar yade verso suelto, y ya de octava rima, y por consi-guiente incurre en la impropiedad [...] porque va-ría de versificación. Esta primera impresión saliótan defectuosa y desfigurada por culpa del Impre-sor, que asi por la mayor comodidad del Lector,como por su propia reputación le fue preciso anuestro Interprete enmendar la obra, y reducirla asu primer estado [...]» (p. 23).b. (Reimpresión de la anterior) Metamorphoseosdel Excelente Poeta Ouidio Nason. [...] En Burgos.Por Juan Baptista Varesio. 1609. A costa de Pedrode Osete.Crítica«Esta edición [...] es preferible a la primera, no so-lo por lo correcta, sino también por las enmiendasque hizo nuestro Siglér en el texto, y por el au-mento del Diccionario. [...] La Traducción de nues-tro Perez es bastante fiel, y el estilo limpio» (pp.23-24).

6. DON BALTASAR ALAMOS DE BARRIENTOS(Medina del Campo, ?; vivió más de 88 años),abogado y asesor de la corte (referencias entre1594 y 1613).a. Tácito Español ilustrado con Aforismos, por DonBaltasar Alamos de Barrientos. [...] Con Privilegioen Madrid por Luys Sanchez, a su costa, y de JuanHansrey (1613).CríticaEsa obra fue aprobada y elogiada por Don AntonioCovarrubias, Maestre-Escuela de Toledo (1594).Según Pellicer y Saforcada, «la traducción general-mente esta hecha con fidelidad, y con propiedadde lenguage. De la fidelidad especialmente se mos-tró tan celoso nuestro Interprete, que hasta lasexpresiones que suple para explicar con mayorclaridad el sentido del original, las distinguió in-cluyéndolas entre paréntesis para que no se con-fundiesen con el texto. Con todo eso usa a vecesde paráfrasis, y de rodeos de palabras sin nece-sidad, deseando sin duda hacer mas perceptible lafrasi de Cornelio Tácito breve, aguda y recogida, ycomo apresurada, según el dicho del mencionadoCovarrubias» (p. 27). En cuanto a los Aforismos,Covarrubias dice: «sus notas son a la verdad deningún valor, ni son mejores que los nuevos insul-sísimos pensamientos sobre este Autor de Luis deOrleans, ni que las notas áulicas y politicas delConde Anibal Scoto, Placentino, las quales llamacon gracia Justo Lipsio notas de plomo» (p. 27). Deparecida opinión es Amelot Houssaie en suDiscours critique: «pidiendo la naturaleza del afo-rismo ser mas sentencioso, que el texto, en Ala-mos sucede lo contrario; pues el texto es mas sen-tencioso, que los Aforismos, que no vienen a serotra cosa que una paráfrasis de la misma version.

Pero otros dos autores son de opinion contraria,sin duda porque conocieron que no obstante esteriguroso juicio, en ellos está embebido el fruto quese debe coger de la lección de la Historia, que esadvertir las acciones e intenciones humanas paraseguirlas, o evitarlas. Estos Autores son el Secre-tario Juan de Oñate el mayor, y Don GerónimoCanini d'Anghiari» (pp. 27-28).

7. Fr. BALTASAR de SANTA CRUZ, orden depredicadores, catedrático de Teología (referenciasentre 1666 y 1692).a. Historia Magistral. De los Gloriosos SanctosAnacoretas Barloan y Josaphat &c. [de San JuanDamasceno], Manila, por el Capitán D. Gaspar delos Reyes Impressor de la Universidad (1692).CriticaBaltasar de Santa Cruz utiliza como fuente la ver-sión latina de Jacobo Billio (París, 1611): «y deesta que es mas propia; confiesa nuestro Inter-prete que se valió para hacer la suya castellana, laqual, aunque de estilo corriente, es libre, y por esosospechaba Fr. Baltasar en el Prologo que acasocon todo su buen deseo havia reducido el oro acobre y vellón« (p. 30).

8. CASIODORO DE REYNA (Sevilla), teólogo(referencias entre 1550 y 1573).a. La Biblia, que es, los Sacros libros del viejo ynuevo Testamento (1569).CríticaEl método que siguió Casiodoro de Reyna para latraducción fue «hacerla conforme con el originalquanto le fue posible, y por no estarlo la antiguaEdición Latina y la Vulgata, no las siguió: pero lasconsultó como otras muchas versiones que tuvo amano. [...] Sin embargo da a entender que en al-gunos pasos difíciles recurrió al mismo original;aunque por otra parte confiesa que no tenia pro-fundo conocimiento del Griego, ni del Hebreo. Laerudición y noticia de las Lenguas (dice) aunque noha sido ni es la que quisiéramos, ha sido la quebasta para entender los pareceres de los que masentienden, y conferirlos entre si para poder escogerlo mas conveniente» (pp. 38-39). Para justificar lapresencia de sumarios y notas marginales «confie-sa que se aprovechó con utilidad de la antiguaversion de los Judios impresa en Ferrara que si-gue el texto palabra por palabra. En suma todo suempeño fue expresar bien o en el texto, o en lasnotas lo que halló en el original; pero no siempreacierta (dice Ricardo Simon); porque como por símismo no consultaba los originales, se vio obliga-do a servirse sobre todo de las Notas de la BibliaLatina de Leon de Judá, y de las que hay en lasantiguas Biblias Francesas de Ginebra. Con todoeso Casiodoro dice que nadie debe menospreciarsu version, porque era lo mejor que habia en Es-pañol» (p. 39).

9. CHRISTOVAL DE LAS CASAS (Sevilla, ?-1572), noble.a. Jul. Solino de las cosas maravillosas del Mundo.[...] En Seuilla en casa de Alonso Escriuano

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impressor. en la calle de la Sierpe 1573. A costa deAndrea PescioniCríticaEn palabras de Pellicer, «El Secretario DiegoGracian dice de esta obra: que está bien iraduzida,y lo acreditan el seguir ajustadamente la letra, y elexpresar puntualmente el sentido, conservandolos lineamentos y curiosidad de lenguaje deloriginal. En las margenes se leen los nombresmodernos que hoy tienen los Lugares antiguos, deque hace mención Solino: circunstancia que hacemas apreciable esta version. Juan VicenteBelprato, Conde de Anversa, noble Caballero en elReyno de Ñapóles, y originario de Valencia,traduxo al Italiano con elegancia y propiedad aSolino, e imprimió en Venecia en 1557. y aunquenuestro Casas era muy capaz de hacer su versionde el original, con todo eso las fréquentesexpresiones y periodos que se hallan en ellaindenticas con las de Belprato, nos inclinan a sos-pechar que nuestro Interprete tuvo a mano no so-lo el original, sino también la traducción Toscana»(pp. 40-41).

10. CYPRIAN DE VALERA (Sevilla, 1532), teólogo(vivía todavía en 1602).a. La Biblia. Que es los Sacros libros del viejo ynuevo Testamento. Segunda Edición. [...] EnAmsterdam, en Casa de Lorenzo Jacobi (1602).CríticaEn realidad, se trata de una reimpresión de laobra de Casiodoro de Reyna. Valera lo llama «pri-mer Interprete de la Biblia Española, dando a en-tender que él es el segundo; y en efecto pretendepara sí este titulo: pero no parece tiene suficienterazón para ello, mediante ser su Biblia una merareimpresión, bien que revista y corregida por él enalgunos lugares» (pp. 43-44).b. El Testamento Nuevo de Nuestro Señor JesuChristo. [...] En casa de Ricardo del Campo (1596),Ginebra.Critica«Pero en este Testamento no tuvo mas parte Vale-ra, que solicitar su publicación; porque es el deCasiodoro de Reyna, de donde le copió este Editorsin declararlo, haciendo algunas leves alteracionesen la version, suprimiendo casi todas las notasmarginales, abreviando los sumarios de los capí-tulos, y aplicándose solo a expresar lo que se hallaen el griego corriente, sin tener respeto a las va-riantes, fuesen del griego, fuesen de la ediciónLatina antigua» (p. 44).c. El Nuevo Testamento Que es, los EscriptosEvangélicos, y Apostólicos Revisto y conferido conel texto Griego [...] En Amsterdam En casa deHenrico Lorenzi (1625).CríticaEn realidad, esta última obra es una reimpresiónhecha en 1625 de la parte correspondiente a laque Valera realizó en 1602.

11. DON DIEGO LOPEZ DE CORTEGANA,arcediano y canónigo de Sevilla en 1515 (aún vivíaen 1524).

a. Lucio Apuleyo del Asno de oro (1513), Sevilla.CríticaEl traductor oculta sus fuentes: la primera ediciónde Apuleyo, realizada en 1504 en Venecia por eibolones Felipe Beroaldo. Se volvió a imprimir estatraducción de Diego López en Medina del Campo(1543), en Amberes (1551), en Alcalá de Henares(1584, censurada: «Pero este Censor no supo ha-cer un bien, sin hacer un daño; pues desfiguróenteramente la traducción, omitiendo sin necesi-dad muchos y sanos fragmentos de ella, y alteran-do frequentisimamente el estilo»; p. 49) y en Ma-drid (1601). Resulta interesante reproducir la crí-tica recogida por Pellicer: «Mas volviendo a la inte-gra y legitima traducción de nuestro Arcediano,debemos decir que es exacta, propia y elegante,especialmente si se considera el estado que teniala lengua Castellana a principios del siglo XVI. ypor tanto nada inferior a la tan celebrada que hizoal Italiano Messer Agnuolo Firenzuola, Florentin,que tampoco escrupulizó de ensuciar su lenguacon las indecencias del original, como se ve en laprimera quanto rara edición, hecha en Veneciapor Gabriel Giolito en 1550, en 12.° pues lasposteriores de 1598. y 1602. salieron expurgadascomo dice Haim. Antes es preferible nuestro Cor-tegana al Firenzuola en la religiosidad con que seata a las leyes de Traductor; pues despreciandoéste, se toma la libertad de substituir el Reyno deÑapóles en lugar de Tesalia (que fue donde hizo suprimer viaje Apuleyo), y por consiguiente de poneren lugar de algunas ciudades de ella, otras de Ita-lia. Y no contento con esta alteración de lugares,pasa también a mudar los personajes de la Fabu-la, substituyéndose a sí mismo en vez de Apuleyo,y apropiándose la conversion en asno. De modoque se hace el sujeto de todos los deshonestoscasos que refiere aquel Filosofo Africano que le su-cedieron mientras anduvo disfrazado en aquellaestólida y quadrúpeda figura. En lo qual se mostróMesser Agnuolo no solo traductor sin fidelidad,sino christiano sin modestia» (pp. 50-51).

b. Tractado de la miseria de los cortesanos queescrivió el papa Pió ante que fuesse Sumo pontíficea un cauall'o su amigo, y otro tractado de como sequexa la Paz (1520), Sevilla.Crítica«El estilo de esta version es claro, propio, y elegan-te, v en ellas se reconoce el Traductor de Apuleyo»(p. 51).

12. DON DIEGO LOPEZ DE TOLEDO (Toledo),orden de Alcántara, estudios de Letras Humanas(referencias entre 1480 y 1549).a. Los Comentarios de Cayo Julio Cesar (1498),Toledo.Crítica«La traducción es algo defectuosa, y su estilo obs-curo y poco culto, lo que se debe disculpar con suantigüedad, con la tierna edad del Interprete [de17 años, según confiesa él mismo], y con la ningu-na luz que Julio Cesar habia recibido aun de susComentadores; pues esta version no solo es ante-rior a estos, sino que es la primera que de las len-

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guas vulgares se ha dado a la imprenta» (pp. 52-53). Una segunda edición se publicó en 1529 en laUniversidad de Alcalá, con el título de Comenta-rios de Cayo Julio Cesar: dedicados a la S. C. C. M.del Emperador y Rey nuestro Señor, pero el autorde la dedicatoria es el mismo impresor MiguelEguia, «que sin hacer mención alguna de nuestroComendador., dice de este libro que él lo hizocorregir y trasladar de nuevo lo mas conforme queser pudo al latin, y allegado al buen romance;porque antes de agora fue otra vez inpreso muycorrupto y ageno del idioma castellano. Pero co-tejada esta edición de la primera es idéntica, aexcepción de tal qual lugar rectificado. Por dondese ve que tan sin razón descredita este impresor laimpresión antigua, como pondera la suya» (p. 53).Se hizo una tercera edición en 1549, con la si-guiente portada: Libro de los Comentarios de CayoJulio Cesar de las Guerras de la Gallia, Africa, yEspaña también de la ciuil traduzido en Español,nueuamente imprimido y emendado en muchaspartes según el verdadero sentido del autor aña-didas muchas cosas, que ayudan a la declaración[...] (p. 53). Esta tercera edición merece unos co-mentarios críticos de Pellicer: «En la dedicatoriadice de la traducción: y como agora se imprimiesela segunda vez en Español andando la impresiónya cerca de la fin me fue comendada, e ui que elInterprete en muchos lugares o por descuido o porno entender el verdadero sentido del Autor no tra-ducía fielmente por lo qual fui forzado mudar a ve-ces enteras planas en especial en lo de la Guerrade España que es lo mas dificil del libro. Aqui eleditor incurre en varias equivocaciones; porque niésa es la segunda impresión de los Comentariosde Cesar en castellano, sino la tercera, ni el Editorhizo las enmiendas tan copiosas que pondera;pues esta reimpresión se conforma con la de To-ledo, como resulta del cotejo de ambas, a excep-ción de tal qual palabra antigua substituida porotra mas moderna, a cuya poquedad se reducenlas planas enteras reformadas; y aun por no dexarde faltar a la verdad, no se verifica tanto esta lige-risima mudanza en la Guerra de España, como enlos demás libros de Cesar. Con todo eso esta edi-ción es preferible a las dos antecedentes por tresrazones: la 7. porque tiene una declaración de ladivision de la Galia para concordar a Cesar conotros autores, y un argumento o suma breve de laGuerra de los Franceses: II. por las muchas figu-ras de arquitectura y maquinas de guerra, queilustran y aclaran los lugares difíciles de Cesar: III.porque tiene un mapa de la Galia, y otro de laEspaña» (pp. 53-54). Por fin, una cuarta ediciónrealizada en Madrid en 1621 sí que expresó en eltítulo el nombre de Diego López de Toledo comotraductor, pero en esa ocasión «trasladaron dela de París el argumento o suma breve de lasGuerras de Francia, y la Declaración de la divisionde la Galia» (p. 54). Finalmente, Pellicer y Safor-cada echa en falta una mejor traducción de César:«De lo dicho se entiende que falta un Cesar bientraducido al castellano, en lo qual son mas feliceslos Italianos y Franceses» [y comenta algunas tra-

ducciones a esas lenguas], añadiendo que «El queemprendiere una nueva traducción de Cesar aicastellano, proponiéndose por modelo y disfru-tando ésta de Albricio [italiana de 1736], hariauna cosa loable» (pp. 55, 56).

13. DIEGO MEXIA (Sevilla, ?-Lima, ?), comer-ciante (datos entre 1580 y 1604).1. Primera Parte del Parnaso Antartico, de ObrasAmatorias. Con las. 21. Epístolas de Ovidio, i el inIbin en tercetos. [...] En Sevilla. Por AlonsoRodriguez Gamarra.CríticaEn su prólogo, Mexía explica que la escribió entercetos «por parecerle corresponder mejor esteverso a la Elegia Latina». Además, «Puso argu-mentos en prosa a cada Epístola bastante copio-sos, y al fin de cada una añadió también en prosala moralidad, o sentido moral que contienen.Traduxo también en tercetos la Invectiva in Ibin.sembrando por las margenes varia erudición parasu mejor inteligencia. Algunas veces dice nuestroInterprete que imitó en su traducción a RemigioFlorentino, y otras añadió conceptos y sentenciasasi para declarar mas a Ovidio, como para queacabasen con dulzura algunos tercetos; y aunquese tomó algunas licencias, de suerte que como élconfiesa, merece mas el nombre de Imitador, quede Traductor, siempre procuró arrimarse a lafrasis Latina, en quanto es permitido en la nues-tra. Este es el concepto en que tenia su traducciónnuestro Mexia, la qual está hecha con buen estilo,y con valentía, declarando bien el sentido de Ovi-dio, y conformándose por lo común con su expre-sión» (pp. 57-58).

14. DON ENRIQUE DE ARAGON, marqués deVillena (1384-1434), maestre de la orden de Cala-trava (1404-1414).a. Traslado de latin en romanze Castellano de laEneyda de Virgilio (1428).CríticaLa traducción se ilustra con copiosas notas margi-nales, llamadas glosas. Pellicer y Saforcada apun-ta las frases siguientes: «La traducción es en pro-sa, y las perpetuas notas marginales son geográ-ficas, históricas, mitológicas, y alegóricas, en don-de mostró el Traductor la profunda noticia quealcanzaba de las Buenas Letras, y aun mas lagrandeza de su ingenio con que supo ilustrar ydar luz abundante a la Eneyda, y esto sin elsocorro de tantas notas, ilustraciones, y correc-ciones del texto con que los Críticos que vivieronen los siglos posteriores la adornaron: de suerteque se puede decir que el Marques nadó sin cor-cho en este mar» (pp. 68-69). «En efecto procurónuestro Marques expresar con fidelidad la mentede Virgilio, aunque a veces no le comprehendebien [...]. Ademas de esto el estilo es duro por locomún, con fréquentes trasposiciones, y términoslatinos que afectaba para conservar en nuestraLengua el sabor y vestigios de la Latina» (pp. 69-70).

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El método de traducción se justifica y explica en lapágina 14 del Proemio, según aporta Pellicer: «Enla presente traslación tove tal manera, que non depalabra a palabra, ne por la orden de palabra queestá en el oreginal Latino; mas de palabra a pala-bra segund el entendimiento y por la orden quemejor suena, siquiere parece, en la vulgar lengua:en tal guisa que alguna cosa non es dexada o pos-puesta, siquiere obmetida, de lo contenido en suoreginal, antes aqui es mejor declarada, y seramejor entendida por algunas expresiones quepongo acullá subintellectas, siquiere implícitas, oescuro-puestas, segund claramente vera en queanbas las lenguas Latina e vulgar supiere, y ubie-re el oreginal con esta traslación comparado. Estofice porque sea mas tractable, y mejor entendido,e con menos estudio y trabajo» (p. 69).

b. Comedia del Dante. Posteriormente, en 1515, latradujo en verso D. Pedro Fernández de Villegas,arcediano de Burgos.c. Retorica Nueva de Tulio [Cicerón].

15. FELIPE MEY (Valencia), impresor, humanis-ta, catedrático de Retórica y Lengua Griega (datosentre 1577 y 1616).a. Del Metamorfoseos de Ovidio en otaua rima tra-duzido por Felipe Mey siete Libros con otras cosasdel mismo. Con licencia en Tarragona por FelipeMey (1586).Crítica«Esta traducción la trabajó interrumpidamentenuestro Interprete [...] En ella procede con varie-dad; porque en el libro primero y segundo se des-vió algunas veces del texto latino, imitando alDolce y al Anguilera, y añadiendo de su cosechacosas que le dictaba la lozanía del ingenio juvenil;y aunque después los reformó, no le pareció con-veniente deshacerlos, ni quitarlos el ser que te-nían. En los demás libros alargó menos la rienda,y aun calló algunas cosas de poca importancia porrespeto de la honestidad, o de nuestra Religion.[...] La traducción es bastante propia, y seria dede-sear que hubiese traducido los demás libros;pero no sabemos si continuó la obra» (p. 77).

16. FRANCISCO DE ENZINAS, teólogo y huma-nista (datos entre 1540 y 1551). Otras formas desu apellido: Dryander (griego), du Chesne/duHoux (francés), Aquifolium (latín).a. Nuevo Testamento traduzido del Griego a la Len-gua Castellana. Dedicado al Emperador Carlos V.En Anvers en Casa de Esteban Meerdmann (1543).CríticaPellicer y Saforcada recoge la opinión de RicardoSimón: «dice que por lo común sigue Enzinas laversion Latina de Erasmo; que esta traduccióncastellana guarda un medio entre el rigor de la le-tra, y la libertad de la parafrasi; que para declararel Interprete su dictamen en algunos lugares desentido vago e indeterminado, suple algunas pala-bras, que no procuró notar con otro carácter, o dealgún otro modo» (p. 81).b. Vidas de Plutarco (1551).

17. GERÓNIMO GOMEZ DE HUERTA (Escalona..1573-Madrid, 1643), filósofo (Universidad de Alca-lá), médico (Universidad de Valladolid) y poeta.a. Traducción de los Libros de C. Plinio Segundo, dela Historia de los Animales con Anotaciones cu-riosas (1599), Madrid, Luis Sanchez. Libros VII yVIII.b. Libro Nono de Caio Plinio Segundo, de la Historianatural de los pescados del mar, de lagos, estan-ques, y ríos &c (1603), Madrid, Pedro Madrigal.Libro IX.c. Historia Natural de Cayo Plinio Segundo (1624:volumen I, Luis Sanchez), (1629: volumen II, JuanGonzalez).CríticaAl principio del tomo II se lee «un difuso Elogio delCoronista de Castilla Don Tomas Tamayo de Var-gas en alabanza del Autor y de su obra» (p.84).Pellicer y Saforcada añade lo siguiente respecto almétodo de traducción de Gómez de Huerta: «LaRegla que siguió Huerta en su traducción fueajustarse a la letra, siempre que se conformabacon el genio de nuestra lengua; y donde no,desampararla, ajustándose solo al sentido: reglaque siguió San Gerónimo en la version del libro deEster, y que parece la mas acertada y segura paraevitar los dos escollos de la buena traducción, queson redundancia y obscuridad. Asi nuestro Inter-prete hizo una version fiel por lo común, corriente,y agradable de una obra no solo prolixa, sino es-cabrosa por la dificultad de hallar en la lenguacastellana correspondencias legitimas de tan-to nombre de aves, peces, animales, arboles, yplantas &c. Por otra parte la hizo mas recomen-dable con las copiosas y eruditas notas que es-parcidas por toda ella la ilustran grandemente»(p. 84). Más adelante, tras algunos comentariosacerca de unas traducciones de Plinio al italiano yal francés, Pellicer agrega: «Si nuestro Huerta hu-biera alcanzado texto mas puntual, hubiera hechomas cabal su traducción» (p. 85).

18. MOSSEN HUGO DE URRIES ¡1405?-Zara-goza, 1492?), noble aragonés de la familia de losseñores de Ayerbes, caballero de la orden militarde San Jorge de Alfama, consejero y embajador dela corte de Aragón.a. Valerio Maximo. [...] en el año mil. cccc. LXVIJ.[1477 en realidad, según Pellicer] [...] Fue a instan-cia a costa de Paulo hurus alemán de Constanciaimprimido (1495), Zaragoza. Se volvió a imprimiren 1514 «adicionado e nueuamente corregido &c.en la muy noble e muy leal cibdad de Seuilla porJuan Varella de Salamanca» (p. 87). «Imprimiósetercera vez con titulo mas prolixo y distinto enAlcalá de Henares en casa de Miguel de Egida», en1529 (p. 88).CríticaSegún Pellicer y Saforcada, la segunda edición «esidéntica con la primera, y no carece tampoco deerratas, con la sola diferencia de haberse substi-tuido algunas voces en lugar de otras mas anti-guas; y esta es la corrección prometida en el titu-lo: corrección culpable, que desfigura el estilo del

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Autor» (p. 87). Además, «La tercera edición estáhecha conforme la segunda con la misma altera-ción de voces» (p. 88). Hugo de Urries realizó estatraducción consultando la francesa de SimonHedin, «dandose tan buena maña Mossen Ugo queen siete meses leyó, copió, y traduxo toda la obra,la qual se divide en nueve libros, y estos en capi-tulos, y cada capitulo tiene varias adiciones delTraductor francés. Estas Adiciones y Glosas soncopiosisimas, aunque no siempre de las mas opor-tunas, y como anteceden, y subsiguen al texto, leoprimen y ahogan con su mole. A esto se llega quela version francesa siguió un texto defectuoso ycorrompido; porque el de este Autor Latino corriómuy lleno de vicios hasta que enmendado degrande cantidad de ellos, le publicó EstebanPighio; y por esta misma causa no pudo MossenHugo hacer mas correcta su traducción, queaunque estimable por su antigüedad, padece losmismos defectos que la Francesa. Tal vez usaMossen Hugo la libertad de suprimir algo del ori-ginal, y tal vez la de añadir algo de suyo, como severifica en el capitulo de los Milagros [...]» (pp. 88-89).

19. JAYME BARTOLOMÉ (datos entre 1592 y1596), catalán, doctor en Sagrados Cánones, ca-nónigo de Urgel, humanista.a. Historia de las Guerras Civiles de los Romanosde Apiano Alexandrino Historiador eloquentissimo.[...] Impreso en Barcelona, En casa de Sebastian deCormellas al Cali, Año. 1592.CríticaPellicer y Saforcada comenta que esta traducciónes copia de otra que realizó el capitán Diego deSalazar en 1536, aunque un tanto desfigurada.«Es el caso que nuestro Canónigo, no obstante supericia en la lengua latina, no traduxo de ella lasGuerras de Apiano, sino de la version Italiana deAlexandro Braccio, Caballero Florentin. Asi constadel cotejo de ambas traducciones, y el mismodoctor Bartolomé dexó un manifiesto indicio dehaber tenido a mano la version Toscana; pues lamayor parte de la dedicatoria a Felipe II. la copióliteralmente del proemio con que dirigió Bracciosu traducción al Capitán Gentile Orsino, imitandoen esto a su antecesor Salazar, el qual, aunqueCon mas recato, se aprovechó también de esteproemio para componer su dedicatoria al Marquesde Berlanga. Pero el Canónigo de Urgel tuvo aunmas auxilio para su obra; porque aunque él lo di-simula, es de presumir tuviese presente la traduc-ción del referido Diego de Salazar, de la qual comohecha también según la de Braccio, apenas sediferencia la suya, sino en haber mudado el estiloantiquado en estilo corriente, omitido algunasclausulas, y añadido al fin de su traducción sietecapitulos continuando la Historia de Apiano hastala muerte de Marco Antonio, trasladados sustan-cialmente de otros Autores, en especial de Plutar-co [...]. Observase también que nuestro Canónigodexa de traducir el proemio que Apiano puso a suobra, sin duda porque Salazar tampoco le traduce.Todo esto conspira para crer que una traducción

sirvió a la otra; bien que nuestro Interprete, acasopara disimular mas el plagio, no guarda en suversion el numero y orden de capitulos que Sala-zar en la suya; sino que los divide aumentándolos,a excepción del libro III. en el qual los minora. Sinembargo de esto, en la plagiaría dedicatoria a Feli-pe II. dice expresamente que traduxo esta obra enlengua Española de la traducción que hizo delGriego Publio (debiera decir) Pedro Candido. Y sicontra las sospechas arriba expuestas, lo executóasi, no es disculpable en no haber hecho su tra-ducción según la version que compuesta por va-rios y con notas propias dio a luz HenricoEstefano en el año de 1550. y otra vez en el de1593. en la qual se corrigen los defectos de PedroCandido. El estilo de nuestro Traductor padecealguna obscuridad, por omitir algunas veces losarticulos y preposiciones» (pp. 92-93).b. Las vidas de los doce Cesares, de Cayo SuetonioTranquilo, historiador curiosissimo. [...] En Tarrago-na con licencia, en casa de Phelipe Roberto. Año de1596. Reimpresión en Madrid (1679).Crítica«En esta traducción mostró el Canónigo Bartolomésu pericia en la lengua Latina, y asi expresó por locomún con fidelidad los pensamientos del original,aunque suprimió sin necesidad clausulas y pala-bras necesarias. Omitió ademas de esto capitulosenteros, en donde refiere Suetonio las principalestorpezas de los Emperadores Tiberio, Nerón, yCaligula; pero en esta omisión sacrificó nuestroCanónigo las leyes de Traductor a las de la mo-destia Christiana» (pp. 93-94).

20. JORGE DE BUSTAMANTE (Santo Domingode Silos), estudiante en la Universidad de Alcaláde Henares (datos de 1540 solamente).a. Justino clarissimo abreuiador de la historia ge-neral del famoso y excellente historiador TrogoPompeyo [...] En Alcalá en casa de Juan Brocar añode M. D. XL. (1540). Segunda edición en «Anvers encasa de Juan Steelsio año de 1542». Tercera edi-ción también en Amberes por Martin Nució (1586).Una nueva edición en Bruselas por Gaspar Bellero(1608). Otra edición en Amberes, por Bellero(1609).Crítica«En la traducción añade Bustamante cosas, e in-vierte de tal manera el orden de la narración ensus clausulas, periodos, y modos de oraciones:que mas parece paráfrasis, que rigurosa traduc-ción: la qual se prohibe en el Expurgatorio delSeñor Valdes, Inquisidor General» (p. 95). Laprohibición se debería más bien a las opinionesdesagradables sobre los judíos, que Justino expre-sa en el capítulo XXXVI.

21. DON JOSEF ANTONIO GONZALEZ DESALAS (Madrid, 1588- ?, 1651), caballero de la or-den de Calatrava, señor de González de Vadiella.a. Compendio Geographico, i histórico del Orbeantiguo, i descripción de el Sitio de la Tierra, escritapor Pomponio Mela, Español antiguamente en laRepública Romana [...} En Madrid lo imprimió Diego

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Diaz de la Carrera, año M. DC. XLW. a costa de PedroLaso, Mercader de Libros (1644).CríticaSegún Pellicer, González de Salas se decidió a em-prender esta traducción para enmendar la que ha-bía publicado poco antes el cronista Luis Tribal-dos de Toledo. «Y para enmendar sus vicios se re-solvió a emprender y publicar la suya. En el Arti-culo de Tribaldos se dirá que su version no es taninfeliz como pondera nuestro Don Josef; pero nodebe negarse que la de éste es preferible a la deaquel por las siguientes razones: /. Porque el textoque siguió Salas era mas correcto, como que él lehabia corregido antes para la edición latina, queintentaba publicar de este Geógrafo Andaluz. //.Porque su traducción es mas limada, y mas con-forme con el original, aunque pudiera haberla he-cho mas perceptible, si el estudio de afectar y lati-nizar el estilo, se lo hubiera permitido. III. Porqueantes de cada capitulo pone un erudito Prologopara facilitar su inteligencia. IV. Porque al fin decada libro, de los tres en que la Obra de Mela sedivide, hay un Sumario de todos los capítulos, endonde se recopila la parte Geográfica contenida enellos. V. Por las copiosas ilustraciones a toda laobra puestas al fin de ella» (pp. 98-99).b. Las Troianas, Tragedia Latina de Lucio AnneoSeneca Español: i Española de Don Jusepe AntonioGonzalez de Salas (1633), Madrid, por FranciscoMartínez.CríticaPellicer recoge que en el Parnaso de Quevedo, pu-blicado por el propio González de Salas, éste dicesobre su traducción: «El juicio que hizo dellanuestro D. Francisco, sabenlo los que se la oyeronrepetir de memoria casi entera, y el lugar que haalcanzado en la estimación de los Estrangeros,aseguran los testimonios que de la Ciudad Prin-cipe nos remitieron los años pasados los Em.mos

Cardenales Francisco Barberino, y el de Lugo quea muchos son notorios». Y Pellicer añade: «El estiloque observó Don Josef en la version fue lograr entodas partes la sentencia, las palabras en mu-chas, usando solo en algunos lugares de para-frasi. Ademas de esto suplió la Tragedia en doslugares donde juzgó que estaba defectuoso sucontexto; pero añadiendo solos aquellos versosque parecieron necesarios. De manera dice que dealli ha de faltar algo que los Interpretes no hanpercibido hasta ahora. Esta Traducción (escribeDon Luis Velazquez) se acerca tanto al Original quelogró imitarle hasta en lo hinchado de la dicción« (p.100).c. Marcial Redivivo. Es una traducción de parte delos Epigramas, incluida en el Parnaso de Quevedo.d. La Sátira M. de Persia traducida en versoCastellano, también incluida en el Parnaso deQuevedo.

22. DON JOSEF PELLICER DE OSSAU, SALAS,Y TOBAR (Zaragoza, 1602-Madrid, 1679), filósofo,legista, historiador y cronista de la corona.«Consiliario de la Universidad por la Mancha yReyno de Toledo» (Salamanca) y vicerrector de la

misma. Experto en griego, hebreo, italiano y fran-cés; de la orden de Montesa y, después, de San-tiago.a. Los quatro Libros primeros de la Eneyda de Vir-gilio en quatro Romances de a cien Coplas cadauno (1624).Crítica«No tenemos otra noticia de esta traducción. Elverso de Romance no parece el mas digno y capazde la magestad de la Epopeya» (p. 109).b. Obras de Quinto Septimio Florente TertulianoPresbytern Cartaginés. Primera parte. [...] Conlicencia en Barcelona. Por Gabriel Nogues en laCalle de Santo Domingo año de 1639.CríticaEn su dedicatoria informa de que tenía terminadala traducción mucho antes (en 1628), y «se preciatambién de ser el primero que ha vertido en Espa-ñol a este profundo y docto Africano» (p. 109). Enopinión de Pellicer y Saforcada: «La traducción esayrosa, y desentraña bien el oculto sentido del Au-tor original; pero es parafrástica, como ya se diceen el titulo de la obra; y aunque Tertuliano es detal condición, que haría una version desapacible yobscurísima quien le volviese a otra lengua ceñi-damente, pudiera con todo eso nuestro Coronistahaberse ajustado mas a la letra en muchos luga-res sin recelo de incurrir por eso en el vicio de laobscuridad, como practicándolo no incurrió el Pa-dre Fr. Pedro Mañero, lo qual se puede observarcotejando el libro de la Paciencia y el de losMartyres traducido por ambos» (p. 110).c. Version parafrástica castellana al Libro del Paliode Tertuliano (1658), Barcelona.Crítica«Acompañó su Autor esta version con unos brevesComentarios, y con la vida de Tertuliano mas au-mentada de la que escribió en la primera Parte,satisfaciendo a la objeción que sobre su patria leopuso el Padre Mañero en el Prologo de su traduc-ción» (p. 111).d. Historia Épica Griega de Leucipe y Clitophonte.Poema Jónico [...] Escribióla Achilles Tatio Alexan-drino, que después fue Obispo como escribeSuidas. [...] Teníala ya con licencia para imprimirlael año de 1628. que permanece original en podersuyo, habiéndola aprobado D. Lorenzo Wander-Hammem y Leon a 14. de Marzo de 1628.CríticaEl propio editor hace unas anotaciones críticas:«Está parafraseado con valentia por ser Don Josefde los que mejor saben la lengua materna y en lasque veneran los Estudiosos exercitadissimo: hur-taronsela también y jamas pareció» (p. 111). Enefecto, de las más de doscientas obras que —se-gún Pellicer y Saforcada— escribió, sólo se con-servan cinco.e. Beroso de Babilonia en Caldea distinguido delBeroso de Viterbo en Italia (1673), Valencia, porGerónimo de Villagrasa.Crítica«Hizo nuestro Coronista esta version del Latin pa-ra hacer mas manifiesta la diferencia que habiaentre el legitimo Beroso de Caldea, y el supuesto

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de Viterbo» (p. 111), cuya versión publicó Fr. JuanAnnio con el título Beroso de Viterbo traducido enlengua Castellana. De ello se deduce que Pellicerde Ossau abordó algunas traducciones para mejo-rar otras versiones anteriores.

23. JOSEF SEMAH ARIAS (datos de 1687),militar y judío portugués.a. Respuesta de Josepho. Contra Apion Alexan-drino. [...] Impresso en Amsterdam En Casa deDavid Tartas. Año 1687.CríticaPellicer presenta datos relacionados con su mane-ra de traducir y con un antecedente. «Esta tra-ducción es bastante clara, y su estilo corriente;pero poco sugeta al texto, siguiendo por lo comúnsolo el sentido. Divídese en capítulos, lo que nohace el original, ni las ediciones Latinas. Dos si-glos antes que el Capitán Arias traduxo esta mis-ma obra al castellano el Coronista Alonso de Pa-lencia; y eso no obstante, Ishac Abuab da Fon-seca, Judio Portugués dice que estaba traduzidaem as de mais limgoas, eceyto na Espanhola» (p.112).

24. JUAN MARTIN CORDERO (Valencia?-Valen-cia, 1588?), presbítero, maestro en Artes y doctoren Teología.a. Flores de L. Anneo Seneca, [...] En Anvers, Encasa de Christoforo Plantino (1555).CríticaEsta versión de Martin Cordero «es poco elegante,y a veces obscura, contribuyendo a esto el estilosentencioso de Seneca, que sin abundancia de pa-labras no es fácil explicar sus conceptos» (p. 114).b. Los siete Libros de Flauio Josefa los qualescontienen las guerras de los Judíos, y la destrucionde Hierusalem y d'el templo [...] En Anvers, en casade Martin Nudo (1557).CriticaSegunda edición en «Perpiñan en casa de Bar-tholome Mas Librero. Año 1608», dedicada a D.Carlos Coloma, traductor de Cornelio Tácito. Ter-cera edición en Madrid por Juan de la Cuesta(1616), dedicada a D. Enrique Pimentel, hijo delconde de Benavente. Una cuarta edición tambiénen Madrid por Gregorio Rodriguez (1657), dedi-cada al célebre jurisconsulto D. Francisco Ramosdel Manzano.Pellicer recupera algunos datos procedentes delPrólogo. «Dice en el Prologo nuestro Juan Martinque parecerá superfluo trabajo el suyo en traducirnuevamente estos siete libros de Josefo, quandoestaban antes traducidos por un hombre famoso,Chronista de los Reyes Católicos; pero que cote-jando una traducción con otra conocerán todosclaramente si lo hizo con razón. Este Chronista,cuyo nombre calla Cordero, es Alonso de Palencia,que el año de 1492. imprimió su traducción deesta Guerra de Josefo. Y aunque es verdad que lade Cordero es mas apreciable y mas inteligible, estambién poco elegante, y a veces obscura. Estáhecha igualmente que la de Palencia, del Latín, yno del Griego. Bien que Cordero puso algunas

notas marginales señalando los lugares en quealudia Josefo a sus Antigüedades Judaycas, lasquales se conservaron en la edición de Perpiñan,pero se omitieron en las dos de Madrid» (p. 114).c. La Historia de Eutropio Varón Consular, la qualcontiene brevemente en diez libros quanto passódespués de fundada Roma hasta la vida de Valen-te Emperador [...] En Anvers, En casa de la Biudade Martin Nució (1651).Crítica«En la dedicatoria significa Cordero que traduxoesta Historia en un verano que se hallaba algodesocupado. La traducción es bastante literal yclara, aunque a veces no expresa con fidelidad eltexto, como se puede ver en el Prologo de Eutro-pio, en el primer periodo de la obra, y en las ulti-mas clausulas de ella; si ya no es que esto pro-ceda de la variedad de ediciones. Al fin hay un ca-talogo o razón de las Dignidades y Gobiernos quelos Romanos tubieron en el Oriente, y nuestro in-terprete calla que la traduxo de Antonio Schonovioque acompañó con ella la edición de Eutropio, quecon notas propias, de Enrico Glareano, y de EliasVineto imprimió en Basilea Juan Oporino en1554. en 8.°».

25. Fr. JUAN DE LA CRUZ (datos entre 1541 y1568, año probable de su muerte), orden depredicadores; castellano, maestro de novicios, deestudiantes y prior en Portugal.a. Historia de la Iglesia. Que llaman Ecclesiastica ytripartita, de Eusebio Cesariense y Epifanio Esco-lástico (1541), Lisboa.CríticaSegunda edición con la siguiente adición en el ti-tulo: Y agora nueuamente revista y corregida por elmesmo interprete. Año de M. D. um. Con priuilegioReal (1554), Coimbra, por Juan Aluarez. El autororiginal de la Eclesiástica es Eusebio Cesariense(en griego), que fue traducido al latín por Rufinode Aquilea. Juan de la Cruz realizó su versión apartir del texto latino. Pellicer explica que laTripartita es un compendio de las que escribieronen griego Sozomenes, Sócrates y Teodoreto, com-puesto por Epifanio Escolástico a instancia deCasiodoro. Sus comentarios críticos son bastanteextensos: «El estilo del Padre Cruz es propio yelegante; pero en sus traducciones procedió dife-rentemente: porque en la de Eusebio y de Rufinose ajusta por lo común al texto, omitiendo pocascosas, entre ellas un tanto de lo decidido en elConcilio Niceno, que interrumpe el hilo de lanarración, y no es necesario para la capacidad delcomún de los Lectores Romancistas. Siguetambién en ella otro orden y division de capítulosdel que se observa comunmente en las impre-siones del original, y algunas notas marginales delas que pone el Traductor, son distintas de las quehay en las ediciones del texto anteriores a sutiempo. En la traducción del Compendio de Epi-fanio Escolástico, o de la Tripartita usa de tantalibertad nuestro Interprete, que mas merece elnombre de Abreviación que él le da en el Prologo,que de traducción; y asi los doce libros de que

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consta este Compendio los reduce a nueve, en losquales no obstante apenas se comprehende la mi-tad del original: tanto es lo que omite! Solo en ellibro primero suprime tres hojas al principio, ymas de doce al fin. Pues solo parece se propusoseguir el hilo de la historia, suprimiendo todo loque olia a controversia, como ya lo advierte dis-culpándose en los Avisos que se leen después delPrologo. Aun se pudiera añadir que las traduc-ciones del Padre Fr. Juan de la Cruz padecianotros vicios, si fuese verdadero el juicio de Henri-que de Valois y de Fabricio, que tienen por defec-tuosas las versiones Latinas de Rufino y de Epi-fanio. Pero de esta crítica vindican con energía alos dos Traductores Latinos Garecio y el PadreCacciari. El Compendio de Casiodoro que en tiem-po del Padre Cruz tenia estimación, ha decaídomucho de ella, despues que se han descubiertolas obras enteras de Socrates, Sozomenes, y Theo-doreto» (pp. 116-117).b. Sermon del Bienaventurado Doctor Chrisostomo,sobre dos versos del Psalmo quarenta y uno [...](1555), Salamanca, por Juan de Canovas.CríticaEste sermón, «traducido elegantemente en caste-llano» (p. 118), se halla en la página 488 del Dia-logo sobre la Necesidad y obligación de la Oración&c, de este autor (1555), Salamanca, por Juan deCanovas.c. Tratado contra las Heregias de Vincencio Liri-nense (1555), Salamanca, por Juan de Canovas.CríticaSe halla en la página 516 de ese mismo Dialogosobre la Necesidad y obligación de la Oración &c.Son dignos de comentar el método de traducción yla crítica recogidos por Pellicer: «El Padre Cruz notraduxo todo el original. Mas porque no todos en-tendimientos (dice en un breve Prologo que prece-de a su elegante version) son capaces de todasdoctrinas, dexé mucho del, que aunque sancto ycatholico no me pareció necessario publicar a losVulgares, y solamente trasladé aquellas sentenciasy razones que para ellos me parescieron prove-chosas y convenientes para corroborar el intento yla doctrina del Diálogo precedente y donde algu-na cosa dexé señalé con esta señal *. En efecto sehalla sembrada de estrellas esta traducción porsus fréquentes omisiones; y con todo eso no lasseñala todas el Traductor, porque al principiosuprime cerca de una hoja, y no lo advierte» (p.118).d. Una Carta de Eucherio Obispo Lugdunense aValeriano en que le amonesta el menosprecio delmundo (1555), Salamanca, por Andres de Porto-nariis.CríticaEsta versión la publicó junto a la Suma de losMisterios de la Fee, que se presenta a continua-ción. Su gran amigo fray Luis de Granada apreciógrandemente esta carta, hasta el punto de que lainsertó al final de su Guia de Pecadores, acompa-ñándola con un breve prólogo en recomendacióndel original, que acaba así: Y porque no quieropara mi la gloria de esta translación (que es muy

elegante) el Interprete fue el R. P. fr. Juan de laCruz, que es en gloria, el quai para esto teniaespecial gracia, como se ve por otras translacionessuyas (p. 119).e. Suma de los Misterios de la Fee de fr. FranciscoTitelman (1555), Salamanca, por Andres de Porto-nariis.

26. Fr. JUAN DE ESTRADA DE LA MAGDALENA(Ciudad Real, ?-Picón, 1579) (datos a partir de1530), dominico; estudió Artes y Teología; vicariode Coyoacán (Méjico).a. La Escalera espiritual para llegar al Cielo de SanJuan Climaco (1532), México, por Juan Pablos.CríticaRealizó la traducción siendo novicio «por ser buenLatino y Romancista» (p. 120). Esta obra ya la ha-bía mandado traducir el Cardenal Cisneros, perola versión de fray Juan de la Estrada tiene la par-ticularidad de ser el primer libro que se imprimióen México.

27. JUAN PEREZ (sólo datos de 1566 y 1577),doctor en Teología.a. El Testamento Nuevo de Nuestro Señor y Salva-dor Jesu Christo. [...] En Venecia en Casa de JuanPhiladelpho (1556).CríticaEsa obra está dedicada a Jesucristo. «Sigue a ladedicatoria una Carta bastante difusa en que sedeclara que cosa sea Testamento Nuevo y las cau-sas que huvo de traduzirlo en romance. En ellacomo todos los demás Traductores Castellanos dela Sagrada Escritura defiende el Interprete congrande empeño que se debe traducir en vulgarpara inteligencia del pueblo, para quien es deningún provecho la Escritura en latin, o en otralengua estrangera, y que no hay en la tierra po-testad que esto prohiba. Con lo qual advierteRicardo Simon, pretendía este Autor introducir ensu patria las novedades de los Protestantes, yreprobar la practica de la mayor parte de las Igle-sias de la Christiandad, especialmente de España,que con tanta prudencia leen la Biblia en lenguadesconocida al Pueblo. Perez da a entender quetenia conocimiento de las lenguas originales, y queasi hizo esta version según el texto Griego. Sigúeleconstantemente, y para evitar la obscuridad, y nodexar pendiente el sentido, suple algunas pala-bras, que suele imprimir con letra bastardilla. A lamargen pone algunas notas, aunque raras, ya pa-ra mayor claridad de algunos lugares, y ya paradenotar las diferentes significaciones que recibeun mismo vocablo Griego» (p. 121).b. Los Psalmos de David con sus Sumarios en quese declara con brevedad lo contenido en cadaPsalmo, [...] En Venecia en casa de Pedro Daniel(1557).CríticaEn palabras de Pellicer y Saforcada «la version esclara y corriente con fréquentes notas marginales»(p. 122).

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28. DON LUIS CARRILLO Y SOTOMAYOR(Córdoba, 1583- ?, 1610), caballero del hábito deSantiago, comendador en Extremadura, quadralvode las Galeras de España; estudió letras en la Uni-versidad de Salamanca.a. La Obra de Remedio Amoris de Ovidio (1611),Madrid, por Juan de la Cuesta. Incluida en lasObras de D. Luis Carrillo y Sotomayor.CríticaSólo traduce la mitad de la obra de Ovidio.«Corresponde un distico a cada redondilla, dedonde se puede colegir su fidelidad; y la razón quetuvo Don Nicolas Antonio para decir que esta tra-ducción está bien hecha. Don Luis Velazquez dicede ella no obstante que es de poca consequencia»(p. 124).b. El Libro de la brevedad de la vida de L. AneioSeneca (1611), Madrid, por Juan de la Cuesta.Incluida también en sus Obras.CríticaPellicer dice que fue «traducido en prosa, y enestilo elegante, aunque a veces afectado. Exornóeste libro con notas bastante difusas, que se im-primieron al fin de la traducción» (p. 124).

29. FRAY LUIS DE GRANADA (Granada, 1504-Lisboa, 1588) dominico, teólogo y predicador.Estudió teología en el Colegio San Gregorio deValladolid.a. Libro del Menosprecio del Mundo, y de seguir aChristo, o Contemptus Mundi, de Tomás deKempis. En Lixbona en Casa de German Gallarde(1542).CriticaSe han publicado muchas ediciones de esta Imi-tación de Cristo del alemán Tomás Hemerken deKempis. Actualmente se reconoce como la primerauna de Sevilla de 1536. Según recoge Pellicer ySaforcada, la primera es la de 1542 y la segundade 1548, siendo las anteriores anónimas. Comen-ta, además, la existencia de otras: Madrid (1567 y1589), Valencia (1587 y 1680), Toledo (1613) yLérida (1614). La edición de 1548 lleva el título:Contemptus Mundi nueuamente romanzado, con sutabla. Uan añadidos cien Problemas de la OraciónM. D. XLVRJ (1548), Alcalá, por Juan Brocsr. En elprólogo dice fray Luis: Y porque tal fuente comoésta, que agua tan clara echa de sí para hacertanto fructo, estaba tan turbia y quasi llena decieno por no estar el romanze tan claro, tan proprio,tan conforme al latin como fuera razón, fui movidocon zelo desta perla preciosa, que tan escurecidaestaba y por esso tan poco gozada, de sacarlo denuevo, cotenjandola con el Latin, en el qual elprimer autor la escribió. Y quité lo que en el Librohasta aqui usado no estaba conforme al Latin:declaré lo escuro para que en ninguna cosa tro-piezes: quité lo superfluo, añadi lo falto &c (p. 129).Pellicer hace la siguiente crítica (pp. 129-130):«pero del cotejo de ambas resulta que adoptómucha parte de ella en la suya, conservandoalgunas expresiones y voces no de las mas cultasque son resabios de la traducción vieja. Estosligeros defectos, y el conformarla con ediciones

mas correctas del texto que después se hicieron,son los que el Padre Eusebio Nieremberg pareceintentó enmendar en su nueva version de Kempisque se publicó en Anveres año de 1650».b. Libro de Sant Juan Calimaco, llamado EscalaEspiritual [...] En Salamanca en casa de Andrea dePortonariis 1565.CríticaEsta traducción está dedicada a la reina Doña Ca-talina de Portugal, y justifica su trabajo por la ca-rencia de versiones correctas. Al respecto, Pellicerexplica (pp. 132-133): «y como San Juan Climacoafectó un estilo conciso y a veces interrumpido,dexó muchas veces nuestro Padre Fr. Luis el oficiode Interprete, y tomó el de Parafraste, estendiendola brevedad para la explicación de la sentencia.Otras veces suprimió palabras y clausulas por serde cosas que no convienen al pueblo rudo, bienque esto solo lo hizo en dos, o tres lugares. Fi-nalmente para acertar mas en la traducción sevalió de los eruditos Comentarios de Dionisio Car-tujano con que glosó la Escala de San JuanClimaco. Todo esto confiesa nuestro Interprete enel Prologo. Cuya traducción, sin embargo de susaciertos, se pudiera mejorar en parte conformán-dola con la edición Greco-Latina de San Juan Cli-maco [...]». Las sucesivas ediciones de este libroson las de Alcalá (1596), Salamanca (1571 y 1727)y Madrid (1612 y 1769).

30. MARTIN LASO DE OROPESA (Oropesa, Ávila,1499-Roma, 1564), canónigo de la catedral deBurgos, secretario de nobles.a. La historia que escribió en Latin el Poeta Lucano(1544), Valladolid, por Guillermo de Millis.CriticaSegunda edición de 1578 con el título: Lucano tra-duzido de verso Latino en prosa Castellana, porMartin Laso de Oropesa, Secretario del RlustrissimoCardenal don Francisco de Mendoza, Obispo deBurgos. Nueuamente corregido y acabado con laHistoria del Triumvirato. Dirigido al Rlustre SeñorAntonio Perez, Secretario del estado de la Ma-gestad Catholica del Rey don Phelippe Segundo. EnBurgos. En casa de Phelippe de Junta (1578). Deesta segunda edición, Pellicer comenta que supri-mió «algunas de las antiguas notas marginales,abreviando otras, y otras añadiendo de nuevo. Denuestro Interprete dice Don Thomas Tamayo deVargas: que traduxo en prosa a Lucano mejor quetodos los charlatanes que lo intentan sin cono-cimiento de la lengua en que está. Con todo eso seecha menos por lo común el brio, el fuego, y gran-diloquencia del original, que solo se puede imitaren verso, o a lo menos en una prosa poética; y aveces sin necesidad está redundante, a veces con-fuso» (p. 138). Una tercera edición, realizada sobrela primera, y no sobre la corregida, apareció enAmberes (1585), a cargo de Juan Cordier; Pellicerla elogia (p.138): «El Sumario o Adición en-que re-fiere la Historia del Triunvirato está escrito conelegancia, y bebidas en buenas fuentes las noti-cias: es a saber, Plutarco, Floro, Estrabon, Sueto-nio, y Apiano».

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3 1 . DON MATHEO IBAÑEZ DE SEGOVIA YORELLANA (Cuzco/Lima, 1662 aprox.), marquésde Corpa, caballero de la orden de Calatrava.a. Quinto Curdo Rufo, de la Vida, y Acciones deAlexandra el Grande [...] En Madrid: En la imprentade los Herederos de Antonio Roman. Año de 1699.A Costa de Antonio Bizarron, Mercader de Libros.CriticaSegún Pellicer (pp. 139-140), que lo toma del mis-mo prólogo, se trata «de las traducciones que delGriego y del Latin habian hecho los Franceses asu lengua en el siglo pasado, y dudaron algunos sien castellano se podia conseguir hacer otras quelas igualasen. Ofrecióse nuestro Traductor a haceresta experiencia en Quinto Curcio, proponiéndosecompetir y exceder la traducción que de este His-toriador Latino hizo Mons. de Vaugelas: la qualproponen los Franceses por modelo de la Elo-quencia Francesa, aunque Madama Dacier re-prehendia en ella muchas cosas como afectadas ypoco castizas. Nuestro Interprete para cumplirmejor con su empeño traduxo asimismo los Su-plementos de Juan Freinshemio, porque ellosacompañan también la version de Claudio Faber,Señor de Vaugelas, aunque no traducidos por él,sino por Mons. de Ryer. Vertió en efecto el Mar-ques al Coronista de Alexandro Magno con ele-gancia, propiedad, y valentía; pero como su es-tudio de competir con la traducción Francesa, nole permitía perderla de vista, parece que algunasveces mas traduce a Mons. de Vaugelas, que aQuinto Curcio. Tuvo también presente la Italianade Tomas Porcachi, cuyo estilo (dice nuestro In-terprete) tiene igual falta de pureza, que de aliño.Desprecia la traducción castellana de Gabriel deCastañeda por no ser traducción, ni parafrasi, yespecialmente por la pesadez de su narración. [...]Finalmente después de haber dado larga y eruditanoticia de Juan Freinshemio, de sus Suplemen-tos, y de la Historia de Curcio, pone en la tra-ducción el Prologo que hemos citado, en el qualmenciona algunas traducciones castellanas, aña-diendo que ellas con otras tantas poco mas o me-nos que omite, son las buenas que corren ennuestra lengua: y que todas las demás, haciendoconsiderable ofensa a los Autores que traducen,mas le sirven de descrédito, y ultrage, que de ilus-tración y adorno. Pero debe advertirse que las tra-ducciones buenas que corren en castellano son ala verdad mas en numero de las que reconoce elMarques, y que no siempre son las buenas las queél califica de tales, como se colige de la elecciónque hace de las de Alonso de Palencia para propo-nerlas por modelo entre las mejores; pues aunqueapreciables, padecen los defectos que ya se notanen su lugar».

32. MENASSE BEN JOSEF BEN ISRAEL (Lisboa,1604-Magdeburgo, 1657), comerciante, retórico,predicador, lector del Talmud, escritor e impresor.a. Biblia en lengua Española traduzida palabra porpalabra de la verdad hebraica por muy excelentesLetrados: vista y examinada por el Oficio de laInquisición. Con Privilegio del Duque de Ferrara

(1630), en casa de Gillis Joost. Es una reimpre-sión de la Biblia publicada por los judíos deFerrara.b. Humas [o Pentateuco] de Parasioth yAphtharoth traducido palabra por palabra de laverdad hebraica en Español (1627), Amsterdam,por Menasse ben Israel. Se hizo una segunda edi-ción, también en Amsterdam y por el mismoMenasse en 1655, con el título: Humas o cinco Li-bros de la Ley divina [...].c. Phocüides Poeta Griego traducido en verso Espa-ñol con Notas. Parece que Menasse aportó sola-mente las notas, pero que no lo tradujo.

33. PEDRO SIMON ABRIL (Alcaraz, 1530 aprox.-?), filósofo, filólogo, matemático, catedrático de la-tinidad y retórica en la Universidad de Zaragoza.a. Fabulas de Esopo en Latin, i Romance tra-ducidas del Griego por Pedro Simon Abril (1575),Zaragoza, por Lorenzo de Robles. Una segundaedición la publicó también en Zaragoza (1647)Diego Dormer.CríticaEn opinión de Gregorio Mayans, se trata de unatraducción a la letra y, por tanto, útil para niños yextranjeros.b. Los ocho Libros de República del Filosofo Aristo-teles (1584), Zaragoza, por Lorenzo y Diego RoblesHermanos.CríticaEn opinión de Pellicer (p. 147), «Esta traducción esmas apreciable que otra que anda también en cas-tellano, hecha por un Anónimo. Dividense los li-bros en capitulos, y a cada uno de estos poneAbril su argumento. Los Comentarios con que seilustra son mas oportunos y mas breves, que losde Bernardo Segni, Académico Florentin, con losquales exornó la traducción que hizo al Italiano deesta misma obra de Aristóteles, y publicó año de1549».c. Sentencias de diversos Autores (1586), Zara-goza, por Lorenzo y Diego de Robles.d. Tabla de Cebes Thebano (1586), Zaragoza, porLorenzo y Diego de Robles.e. La Medea de Euripides, Tragedia Greco-Hispana(1599), Barcelona.f. Progymnasmas de Aflonio traducidas de Griegoen Latin y en Castellano, Zaragoza.g. Accusationis in C. Verrem liber primus, quiDivinatio Dicitur [...] Caesaraugustae. ExcudebatPetrus Sanchez Ezpeleta 1574.

Crítica«Es un libro elegantemente impreso con el textolatino, y la version castellana enfrente» (Pellicer, p.148). De hecho, muchas de las ediciones de lasobras de Simón Abril son bilingües.h. M. Tullii Ciceronis Epistolarum selectarum libritres: cum interpretationibus [...] (1572). Reimpresaen Zaragoza (1583) por Juan Soler.CríticaEn opinión de Pellicer (pp. 148-149), «Esta es unacolección de las Cartas de Cicerón escogidas, lasmas faciles y sencillas que se proporcionan con la

58

capacidad de los principiantes. Ponense despuésdel texto Latino dos versiones castellanas: una ala letra palabra por palabra: y la otra, en que noalterando la sentencia, la declara con propiedaden nuestra Lengua. A cada Epistola se aplicanunos Escolios en castellano que declaran su asun-to, y los mejores modos de hablar Latinos que enella ocurren, y los que corresponden en nuestrovulgar. Este método se observa no obstante en losdos primeros libros solamente; porque el tercero,como destinado para los que están mas versadosen la lengua Latina, carece de Escolios, y susEpistolas tienen sola una traducción con susargumentos, y ésta no es la literal, sino la propia».i. Los Deziseis Libros de las Epistolas o Cartas deM. Tulio Cicerón, vulgarmente llamadas familiares[...} En Barcelona en la Emprenta de Jay meCendrat, Año, 1592. A costa de Francisco Trincel,librero. Ya existían otras ediciones en Valencia(1578) y Madrid (1589); se realizó otra en Barce-lona en 1615.CríticaEn su dedicatoria (según recoge Pellicer, pp. 150-151) «Desaprueba el traducir palabra por palabra,y encarga se traduzca lenguaje por lenguaje, comoél dice. Añade que él procuró que esta traducciónfuese tan castellana, que no oliese nada a la len-gua Latina de donde se tomó, como lo deben ha-cer los que quieren traducir algún libro de unalengua en otra bien y fielmente. En efecto entreestas Epistolas familiares se hallan algunas de lasSelectas, cuya traducción, no la literal, sino laotra, altera nuestro Abril, desahogándola algunasveces y haciéndola mas elegante. Pedro ColladoPeralta, Catedrático de Latinidad y Eloquencia enla ciudad de Alcaraz, aconsejando que se siga enlas traducciones el sentido, y no la letra dice: buentestigo de esto es el Maestro Pedro Simon Abril enlas dos traducciones que hizo de las Epistolas deCicerón: la primera vez al estilo critico o gramático,del qual después ofendido se enmendó haciendosegunda a lo enmendado y corregido, esto es, nocontando las palabras, ni construyendo con depen-dencias gramaticales de nombre a verbo, ni de estecaso al que pide, antes ponderando el periodo y lasentencia que contiene &c. Pero si esto se refierea la traducción literalisima, sin razón reconvienePeralta al Maestro Abril, porque éste la hizo deproposito para la enseñanza de los principiantes:y si alude a la segunda, ésta no está hecha con lasdependencias gramaticales que él pondera, sinosegún la propiedad de nuestra lengua».j . Las seis Comedias de Terencio escritas en Latin(1577), Zaragoza, por Juan Soler.CríticaEs también una edición bilingüe,como la de 1583:Las seys Comedias de Terencio conforme a la edi-ción de Faerno, impressas en Latin, y traducidasen Castellano por Pedro Simon Abril, Alcalá, porJuan Gradan. Merece la pena leer el comentariode Pellicer (pp. 151-152): «Movióse el Interprete ahacer esta reimpresión por haber caido en susmanos el texto de Terencio publicado por GabrielFaerno, Capellán de San Carlos Borromeo, que no

tuvo presente en la edición primera, con el qualmejoró su traducción aclarando muchos lugaresobscuros, y alterando el estilo; pues en esta reim-presión siguió mas la sentencia, que la letra. Estecaso prueba la diligencia previa que deben ha-cer los Traductores de indagar los textos mascorrectos de los Autores que se proponen tra-ducir». Se reimprimió por tercera vez, conforme ala segunda, en Barcelona (1599), por JaymeCendrat, y después en Valencia (1762), por BenitoMonfort.k. Los diez Libros de las Ethicas de Aristoteles.Esta obra no llegó a imprimirse.1. Dos Sermones de San Basilio, el uno del Ayuno,y el otro contra la Borrachez. Edición bilingüe engriego y castellano.m. Dos de San Juan Chrisostomo de los grandesbienes y frutos de la Oración. Edición bilingüe engriego y castellano.n. Algunos Diálogos de Luciano. Edición bilingüeen griego y castellano.o. El Diálogo Gorgias, y el Dialogo Cratylo dePlaton. Edición bilingüe en griego y castellano.p. El Pluto de Aristófanes, Comedia. Edición bilin-güe en griego y castellano.q. Las. Oraciones de Esquines contra Demosthenes,y las de Demosthenes contra Esquines. Ediciónbilingüe en griego y castellano.r. Las quatro Oraciones contra Catilina. Ediciónbilingüe en latín y castellano.s. Oraciones por la Ley Manilia: por Quinto Ligario:por Marcello: por Archias Poeta: y por Milon. Edi-ción bilingüe en latín y castellano.

34. DON SEBASTIAN DE ALVARADO Y ALVEAR(Burgos, ?; datos sólo de 1628), presbítero, profe-sor de Retórica y Letras Humanas.a. Heroyda Ovidiana. Dido a Eneas. Con ParáfrasisEspañola, y Morales Reparos ilustrada (1628).Burdeos, en casa de Guillermo Millanges, a costade Bartolomé París, librero de Pamplona.Crítica«Traduce en esta obra nuestro Interprete la Cartade Dido a Eneas, que es la séptima de Ovidio,exornándola con varia erudición. La version es enprosa y muy libre: el estilo de los Reparos pedan-tesco y por tanto obscuro; y mucha parte de laerudición, que no es de la mas oportuna, la tomade nuestros Poetas Españoles, especialmente deLope de Vega: y Lope, como era tan agradecido, sesirve de comparar con Orfeo a nuestro Don Se-bastian» (Pellicer, pp. 156-157).35. DON SEBASTIAN DE LA ENZINA (datos de1708), ministro anglicano y predicante en Amster-dam de la Congregación de los Tratantes enEspaña.a. El Nuevo Testamento de Nuestro Señor JesuChristo Nuevamente Sacado a la luz, corregido yrevisto Por Dn. Sebastian de la Enzina (1708),Amsterdam, por Jacobo Borstio.Crítica«Impresión hermosísima. Aunque este Testamentose dice corregido y revisto, se conforma segúnconsta del cotejo con el reimpreso por Cyprian

'ïjieronymus |£omplutci)sisj 59

Valera el año de 1596. cuyo Prologo copia aunqueen extracto. Solamente se diferencia en que omitetodas las notas marginales, que tiene el de Valera»(Pellicer, p. 156).

36. ANÓNIMOa. Exemplario contra los Engaños: y peligros delmundo [Kalila y Dimna] (1498), Burgos, porFadrique alemán de Basilea. Una segunda versióncastellana la realizó Vicente Bratuti Raguseo,publicándola con el título Espejo Politico, y Moral,para Principes, y Ministros, y todo genero depersonas, en Madrid (1654, tomo I; 1659, tomo II).Una tercera versión, mucho más antigua, proce-dería del franciscano Fr. Juan Guallense (1416):Libro de Kalila e Dimna que fue sacado de arábigoen latin romanzado por mandato del Infante Alfon-so hijo del Rey D. Fernando en la Era de 1389.Pellicer estima que la fecha debe ser 1289, por loque se habría traducido en tiempos de Alfonso Xel Sabio, quien «lo mandaría hacer con este libroOriental, que seria muy común entre los Moros oArabes Españoles con quienes era ya mas fré-quente y pacifico el comercio. Si esta congeturafuese verdadera, resultaba del titulo del Codiceque habia en España una traducción Latina masantigua que la de Juan de Capua, ademas de ha-ber otra Castellana mas antigua que la de nuestroAnonymo».CriticaPellicer y Saforcada aporta comentarios sobre susfuentes y múltiples traducciones, tanto orientalescomo occidentales. Reunimos aquí las castellanas:- Exemplario contra los Engaños: y peligros delmundo [...] Emprenbtado en la muy noble e lealciudad de Burgos por maestre Fadrique alemán deBasilea a xvi. dios del mes de febrero. Año denuestra saluacion. Mil cccc. xcvm.

- Nueva edición de Zaragoza (1521), por GeorgeCOCÍ.- Tercera edición también en Zaragoza (1547) porBartholome de Naxera.- La última que conoció Pellicer se había editadoen Amberes en casa de Juan Steelsio ¡sin fecha).Esa traducción o Exemplario de los engaños de1498 se hizo a partir de la latina de Juan deCapua: Directorium vitae humanae. Incorporanovedades en cuanto a los nombres propios, quese adaptan. «El estilo de nuestra traducción comohecha en el siglo XV. es desapacible. Respecto dela Griega padece algunas diferencias. La narraciónde muchas fabulas es distinta. Suprime algunas.y otras introduce de nuevo, de ellas poco limpias,de ellas frías» (Pellicer, p. 166). En cuanto a la ver-sión de Vicente Bratuti Raguseo, la crítica de Pelli-cer (p. 167) es que «hizo su traducción por laTurca, acaso por la de Mulá Ali Saleh. Contiene lade nuestro Bratuti mayor numero de Apólogos, yde estos muchos diferentes, y los mas de distintomodo referidos, que la Griega [...]. Por eso deciaAntonio Gallard que la version Turca de Kalila eraquadruplicadamente mas copiosa que las France-sas. Su estilo es bastante corriente, pero a vecesempalagoso; porque en la traducción procede contal puntualidad, que adopta el estilo estrañamentemetafórico de la lengua Turca». Una tercera ver-sión, mucho más antigua, procedería del francis-cano Fr. Juan Guallense (1416): Libro de Kalila eDimna que fue sacado de arábigo en latin roman-zado por mandato del Infante Alfonso hijo del ReyD. Fernando en la Era de 1389. Pellicer estima quela fecha debe ser 1289, por lo que se habría tra-ducido en tiempos de Alfonso X el Sabio.

60

ANEXO II: TABLA DE PRINCIPIOS Y OPINIONES

Piiucipios o aspectos

Esiiii.

Anoaciorc

Salido, fidelidad

Paráfrasis

Forma

Fílenles

Adapoctfn

Trsd.bilinEÜ«

Mdod,

la 3a Sb 11 a 13a 2 Ib 24c 25b 25d 27b 28b 30a 3 la 33i 34a 36a

5b Sa 9a 12a 13a Ka IÏC 18a 21a 22c 24b 27b 30a 33b 33g

la ib 6a 9Ü 14a 15a 16a 17c 19b 21 • 22b 23a 27a 28a 33i

6a 29b

I3a3Oa33a34'

3 0 '

9a 33)

27a36°

33a 33g 33h 33j 331 33m 33n 33o 33p 33q 33r 33s

12a I4a2la 25c33i

cri deas Dc^livas

7a 12a 14a 18a 19a 23a 24a 24b 28h 29a 30a3úb

3a 8a 18a 25c 28h 35a

la lia 15a 24c 28a

3a 16a 20a 22b 211

5a 22a 25a

2a 2b 25a

19a 31a

l i a

ANEXO III: GRÁFICOS DE FRECUENCIAS DE LAS CRÍTICAS

Gráfico de críticas 1

20-

1510-

5-

0-

D Criticas +

• Críticas -

hEstilo

16

12

IÏAnota

15

6

Sdo/fi

15

5

Paráfr

2

5

Form

4

3

Fuent

2

3

Docu

2

2

Adapt

2

1

Biling

12

0

Meto

5

0

Gráfico de críticas 2a Estilo• AnotacionesUSdo/fidelidadD Paráfrasis

FormaB Fuentes• Document.O Adapta.

BilingüesMétodo

ANEXO IV; TABLA DE BALANCE DE LAS CRÍTICAS (F: filosofía, G: geografía, H: historia, L: literatura,N: ciencias naturales, R: religión)

Traductor

i

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

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31

32

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34

35

36

fechas

1469

1423

1600-14

1681

1560

1594-1613

1666-92

1550-73

1572

1532-1602

1515-24

1480-1549

1580-1604

1384-1434

1577-1616

1540-51

1573-1643

1405-1492

1592-96

1540

1588-1651

1602-79

1687

1588

1541-68

1530-70

1566-77

1583-1610

1504-88

1499-1564

1662

1604-57

1530

1628

1708

1498

temas

F

H

F

F

L

F

R

R

G

R

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H

L

LF

L

RL

N

L

H

H

GH L

LH

L

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R H F

R

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L F H R

L

R

F

crítica +

la la

3a

5b 5b 5b

6a 6a

8a

9a 9a 9a

l l a l l a

12a 12a

13a 13a 13a

14a 14a 14a

15a

16a

17c 17c

18a

19b

21a21a21a21b

22b 22c

23a

24b 24c

25b 25c 25d

27a 27a 27b 27b

28a 28b

29b

30a 30a 30a 30a

31a

33a 33b 33g 33g 33g 33i 33i33j 33j 331 33m 33n 33o 33p33q 33r 33s

34a 34a

36a 36a

cri tica -

la

2a 2b

3a 3a

5a

7a

8a

lia

12a

14a

15a

16a

18a 18a

19a 19a

20a

22a 22b 22d

23a

24a 24b 24c

25a 25a 25c

28a 28b 28b

29a

30a

31a

35a

36b

puntos

+ 2

0

+ 1

0

+3

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0

+ 1

+3

0

+2

+2

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+3

+ 1

+ 1

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+ 1

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0

+4

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+2

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0

+ 17

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0

+2

-1

-2

-2

0

-1

0

-1

-1

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0

-1

-1

0

-1

-1

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-3

-3

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0

-3

-1

-1

-1

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0

0

-1

-1

balance

+ 1

-z.

-1

0

+2

+2

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0

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-1

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-1

0

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0

0

+4

-1

0

+3

0

0

+ 17

+ 2

-1

+ 1

Joan Verdegal

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