Presupuestos Teóricos Necesarios Para La Construcción Del Concepto De

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 Presupuestos teóricos necesarios para la construcción del concepto de personalidad Rogelio Bermúdez Sarguera, Profesor Auxiliar, Centro de Estudios Educativos, ISP "Varona"; Marisela Rodríguez Rebustillo, Profesora Auxiliar, MINED, Organismo Central. Cierto es que cuando de ciencia se trata, cualquiera de las leyes, principios, categorías y conceptos que la conforman pueden y deben ser verificadas como constantes, mas no como variables. Es decir, la concepción, tanto teórica como metodológica, debe ser igualmente susceptible de ser confirmada una vez más en cualquier parte del universo teórico en la que sea aplicada. Si asumimos como verdadera la idea que como premisa expresamos con anterioridad, entonces ¿cómo entender que en las Ciencias Sociales, Humanísticas o del hombre, múltiples y diferentes sean las concepciones o definiciones que se postulan acerca de un objeto o de una de sus partes constitutivas?, ¿cómo es posible la marcada polivalencia de infinitud de conceptos que son utilizados por las Ciencias Psicológicas y Pedagógicas, como ciencias también pertinentes al estudio del hombre?, ¿no sería relativamente más sencillo para los maestros e investigadores en los marcos referenciales manifiestos hablar un lenguaje común? ¿qué propicia entonces, a nuestro modo de ver, esta indeseable, innecesaria y hasta arrogante diversidad de concepciones originadas por los investigadores?, ¿no creen que si esto sucediera en otras ciencias como en las ciencias Médicas, la humanidad podría desaparecer mientras se concilien las fuerzas conceptuales que erróneamente se opondrían en la síntesis nuevos medicamentos para el ataque efectivo contra determinada enfermedad?, ¿será que las Ciencias Humanísticas se diferencian de las restantes  justamente por la necesidad de las divergencias en el campo de las ideas? Es evidente que nuestras "ciencias" están en la soluble aporía del universo científico: si la ciencia es esencia y ésta irrepetible, ¿podrían existir varias esencias para explicar el comportamiento de un mismo objeto como sucede, digamos, en las Ciencias Psicológicas y Pedagógicas? Si la respuesta a este cuestionamiento es negativa, entonces son altamente vulnerables, inconsistentes e ingenuos los postulados que ellas declaran, así como falsas las premisas que se emplean en sus demostraciones. Sí, por el contrario, la respuesta es afirmativa, la esencia del objeto de estudio no sería en ningún caso sólo una y, por ende, tendríamos que considerar inaceptable la idea leninista, según la cual la "ley es lo permanente (lo persistente)" (1)  , donde "ley y esencia son conceptos del mismo tipo (del mismo orden) o, más bien, del mismo grado.... (2)  Así, " puede haber muchas definiciones, porque los objetos (1)  Lenin, V I. : "Cuadernos filosóficos", O C , T. 29, Editorial Progreso, Moscú, 1986, pág. 132 (2)  Ibídem, pág. 133.

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Presupuestos Teóricos Necesarios Para La Construcción Del Concepto De

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  • Presupuestos tericos necesarios para la construccin del concepto de personalidad

    Rogelio Bermdez Sarguera, Profesor Auxiliar, Centro de Estudios Educativos, ISP "Varona"; Marisela Rodrguez Rebustillo, Profesora Auxiliar, MINED, Organismo Central.

    Cierto es que cuando de ciencia se trata, cualquiera de las leyes, principios, categoras y conceptos que la conforman pueden y deben ser verificadas como constantes, mas no como variables. Es decir, la concepcin, tanto terica como metodolgica, debe ser igualmente susceptible de ser confirmada una vez ms en cualquier parte del universo terico en la que sea aplicada. Si asumimos como verdadera la idea que como premisa expresamos con anterioridad, entonces cmo entender que en las Ciencias Sociales, Humansticas o del hombre, mltiples y diferentes sean las concepciones o definiciones que se postulan acerca de un objeto o de una de sus partes constitutivas?, cmo es posible la marcada polivalencia de infinitud de conceptos que son utilizados por las Ciencias Psicolgicas y Pedaggicas, como ciencias tambin pertinentes al estudio del hombre?, no sera relativamente ms sencillo para los maestros e investigadores en los marcos referenciales manifiestos hablar un lenguaje comn? qu propicia entonces, a nuestro modo de ver, esta indeseable, innecesaria y hasta arrogante diversidad de concepciones originadas por los investigadores?, no creen que si esto sucediera en otras ciencias como en las ciencias Mdicas, la humanidad podra desaparecer mientras se concilien las fuerzas conceptuales que errneamente se opondran en la sntesis nuevos medicamentos para el ataque efectivo contra determinada enfermedad?, ser que las Ciencias Humansticas se diferencian de las restantes justamente por la necesidad de las divergencias en el campo de las ideas?

    Es evidente que nuestras "ciencias" estn en la soluble apora del universo

    cientfico: si la ciencia es esencia y sta irrepetible, podran existir varias esencias para explicar el comportamiento de un mismo objeto como sucede, digamos, en las Ciencias Psicolgicas y Pedaggicas? Si la respuesta a este cuestionamiento es negativa, entonces son altamente vulnerables, inconsistentes e ingenuos los postulados que ellas declaran, as como falsas las premisas que se emplean en sus demostraciones. S, por el contrario, la respuesta es afirmativa, la esencia del objeto de estudio no sera en ningn caso slo una y, por ende, tendramos que considerar inaceptable la idea leninista, segn la cual la "ley es lo permanente (lo persistente)"(1) , donde "ley y esencia son conceptos del mismo tipo (del mismo orden) o, ms bien, del mismo grado....(2) As, " puede haber muchas definiciones, porque los objetos

    (1) Lenin, V I. : "Cuadernos filosficos", O C , T. 29, Editorial Progreso, Mosc, 1986, pg. 132 (2) Ibdem, pg. 133.

  • tienen muchos aspectos "(3), pero lo que no puede haber son muchas definiciones sobre un mismo aspecto del objeto.

    Todo esto puede conducirnos a otra conclusin no menos alarmante: si las ideas expuestas con anterioridad pueden ser legtimas dentro del sistema de relaciones que establecemos, entonces en el campo de la Psicologa y de la Pedagoga contemporneas, por slo poner algunos ejemplos, no se est haciendo ciencia.

    No estamos de acuerdo, bajo ningn concepto, con que "La ciencia es mucho ms determinada manera de pensar que un cuerpo de conocimientos", segn declara Carl Sagan. (4) Justo todo lo contrario. Admitir como lcita esta idea es una forma de responder al idealismo subjetivo racionalista de E. Kant, de Leibniz o de Hegel.

    L S. Vigotsky, al abordar el problema de la gnesis de las funciones psquicas superiores en su obra investigativa, pone al descubierto la necesidad de ser estrictamente rigurosos en la conceptualizacin y operacionalizacin de los conceptos y categoras a emplear. "Sucede que en la Psicologa, -expresa Vigotsky- a consecuencia de su profunda crisis, todos los conceptos han venido a tener mltiples significados y se han hecho turbios, cambiando en dependencia del punto de vista fundamental que escoge el investigador sobre el objeto. En los distintos sistemas de la Psicologa -orientados hacia principios metodolgicos diferentes- todas las categoras principales de la investigacin, y entre ellas las categoras de gnesis, adquieren un significado distinto (5)

    Estas consideraciones nos obligan a valorar cuidadosamente los significados que

    en la ciencia psicolgica adquieren determinados trminos. De este modo, la ciencia, o lo que es lo mismo, la esencia, no depende de los

    estilos de actuacin profesional del cientfico, sino de su potencialidad cognitivo-terica e instrumental para hallarla tras el fenmeno o su apariencia. Ascender desde el fenmeno y penetrar en su esencia, es esa la nica pero a veces inaccesible, inalcanzable misin del hombre de ciencia, idea ya esbozada por el materialista ingls Francis Bacon.

    (3) Ibdem, pg. 213. (4) Sagan, C : "Podemos conocer el universo?. Reflexiones sobre un grano de sal". En: La enseanza de la Qumica en la escuela secundaria, Secretara de Educacin, Mxico, 1995, pg. 15 (5) Vigotsky, L S : "Historia del desarrollo de las funciones psquicas superiores". Editorial Pueblo y Educacin, C. de La Habana, 1987, pg. 149.

  • Conforme a las "Reglas para la direccin del espritu" de R. Descartes, es en extremo necesaria la divisin de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al investigar la verdad, en tantas partes como fuera posible para resolverlas. De ah que, independientemente de que en el campo del saber psicolgico se hayan conformado y fundamentado diversas posiciones conceptuales y metodolgicas sobre la personalidad, stas no responden a la estricta rigurosidad terica que exige la ciencia; a nuestro modo de ver, por la falta de argumentos filosficos y lgicos, en primer lugar y, consecuentemente, por el insuficiente dominio de determinadas instrumentaciones como el anlisis y la valoracin, preponderantemente.

    El anlisis, al dividir el objeto en partes o las partes constitutivas de ste, est

    condicionando el estudio de nuevos rdenes de esencia y, con ello, el desarrollo del conocimiento cientfico, traducido en un sistema coherente y consecuente con los aportes ofrecidos por otros sistemas tericos.

    Lo que hasta aqu hemos abordado, ha sido con el propsito de defender la idea,

    segn la cual la personalidad como categora de la Psicologa debe ser estudiada tericamente, lo que hasta ahora, a nuestro juicio, no ha tenido lugar. De esta expresin pudiramos inferir al menos tres direcciones significativamente importantes al tratar de aproximarnos tericamente al problema.

    En primer lugar, por qu algunos autores tienen la necesidad de emplear nuevos trminos que, en ltima instancia, no slo son reflejo de la ambigedad y la incertidumbre al describir el objeto o al explicar determinadas relaciones concernientes a l, sino que entorpecen su propia comprensin?

    Tal es el caso del tratamiento filosfico-lgico del concepto de personalidad. Es la personalidad un concepto, una categora o una supracategora?, a qu denominamos supracategora?, no es suficiente el aporte que en este sentido han realizado las Ciencias Filosficas como para yuxtaponer o superponer trminos que necesariamente han de ser utilizados por las ciencias particulares?

    Al estudiar las transiciones que tienen lugar entre elementos de igual naturaleza, dentro de un sistema de relaciones de generalidad dado o, lo que es lo mismo, dentro de un determinado sistema jerrquico, se hace imprescindible, como lo dicta la teora de la lgica, fijar con alta rigurosidad los niveles de subordinacin y coordinacin entre los elementos que conforman dicho sistema. Al suceder esto, estamos adjudicando a cada trmino (elemento) la connotacin de concepto o de categora justo para ese sistema y no para otro.

    Hasta ahora, las Ciencias Filosficas no slo se han nutrido de las ciencias particulares, sino que las primeras tambin permiten la ejecucin cognitivo-

  • instrumental de la persona a travs de la expresin del pensamiento correcto en las segundas. Con ello queremos advertir que no se pueden disear o elaborar esquemas cognitivos tericos en las ciencias sin tomar en cuenta los postulados generales que propone la Filosofa y la Lgica.

    En efecto, el trmino personalidad es abordado, unas veces como concepto, otras como categora y en otras ocasiones se ha negado su connotacin supracategorial, lo que significa que se emple o se pens usar con esa denotacin en la literatura especializada. En este sentido, los escritos filosficos de V I. Lenin reflejan con extrema claridad la relacin jerrquica entre concepto y categora. Al preguntarse si la realidad objetiva es o no dada al hombre a travs de las sensaciones enfatiza que: "Si es dada, se precisa de un concepto filosfico para esta realidad objetiva, y este concepto existe desde hace tiempo " " este concepto es precisamente el de materia. La materia es una categora filosfica ..."(6)

    Como bien puede ser advertido, el trmino materia es empleado como concepto y como categora al mismo tiempo. Si la categora denota un mayor nivel de generalidad que el concepto, por qu puede ser aplicada la categora de personalidad tambin como concepto? por qu es necesario el uso de un tercer trmino como el de supracategora para reflejar el grado de jerarqua que el trmino expresa?

    Todo sistema implica, en principio, relacin. De modo que la existencia de

    cualquier objeto, incluyendo sus propiedades especificas, est inexorablemente dependiendo de todas las relaciones que este establece con los objetos restantes del mundo objetivo. Es decir, el objeto debe su existencia a la existencia y relaciones que los dems establecen con l.

    De aqu que el concepto de personalidad pueda ser connotado como categora en dependencia de los niveles de transicin que el terico prefije para explicar el funcionamiento del objeto de estudio.

    En otras palabras, si el marco referencia lo constituye la Psicologa como ciencia

    en general, el trmino de personalidad debe asumirse como concepto, pues la personalidad no es el objeto de estudio de toda la Psicologa, sino tan solo de una parte de este, de aquella que se dedica precisamente al estudio de la psiquis humana, o sea, de la Psicologa de la personalidad para la cual el concepto de personalidad adquiere ahora valencia categorial.

    (6) Lenin, V I: Materialismo v empiriocriticismo. O C. T. 18, Editorial Progreso, Mosc, 1983, pg. 135

  • En este sentido, nos parecen claras las ideas del Dr. Fernando Gonzlez Rey

    cuando expresa que " ...la aparicin de esta categora en psicologa ...se orientaba, en los momentos de su aparicin, al estudio de las funciones psquicas mediante la psicologa general. La categora personalidad aparece fuera del contexto de la psicologa general, como expresin necesaria de las exigencias de la prctica clnica en el psicoanlisis "(7)

    Tras las ideas expuestas subyace una premisa importante para nuestro anlisis: desde nuestro punto de vista, la ciencia que se dedica al estudio de la psiquis humana debe considerrsele Psicologa de la personalidad, independientemente de sus mltiples aristas, enfoques, escuelas, corrientes, direcciones metodolgicas, etc.

    Esta posicin, dirigida especficamente contra la absolutizacin de una psicologa de la personalidad, en el sentido de concebir una rama del saber psicolgico que se dedique slo al estudio terico y metodolgico de este concepto, nos parece lcita en funcin de los criterios que se asumen para el examen diferenciado de las distintas psicologas.

    Una segunda problemtica puede observarse en el hecho de que al hablar de determinada categora, segn la Lgica Dialctica, es evidente la existencia de otra, que a un mismo tiempo y en esa misma relacin constituye su par dialctico, o lo que es lo mismo, su contrario, en el sistema categorial dado.

    Es decir, si concebimos la existencia de la categora personalidad es justamente

    porque en el sistema de relaciones de subordinacin y de coordinacin dentro del cual ella se inserta estamos considerando, an sin conocimiento explcito de ello, la existencia de otra categora que necesariamente se le contrapone.

    Debemos reconocer, parafraseando a Engels, que todo en el universo est en

    relacin de sistema y todo sistema est necesariamente configurado por sus contrarios. El aproximarnos a la esencia de un objeto implica, intencionalmente o no, descubrir la entidad de los contrarios, las razones que condicionan su unidad y las que promueven la eternidad de su oposicin. En ese sentido estamos siendo, por definicin, dialcticos. Y ello es insoslayable para construir el conocimiento cientfico.

    Aduciremos, por ejemplo, a la organizacin funcional del sistema nervioso en su desarrollo evolutivo para ilustrarla dialctica de la relacin que se advierte.

    (7) Gonzlez Rey, F : Psicologa: principios y categoras. Editorial Pueblo y Educacin, C. de La Habana, 1987, pg. 161.

  • Segn V G. Dethier y E S. Stellar (1967) en los vertebrados, el sistema nervioso acta conforme a la relacin de modelo de excitacin e inhibicin recprocas, de modo que al iniciarse una actividad, otra antagnica debe ser necesariamente disminuida o detenida.

    La expresin ms ntida y, al mismo tiempo, ms controvertida del carcter dialctico de la relacin bipolar se halla en la unidad de lo externo y lo interno en la Psicologa, en la que mltiples autores se han detenido (L S. Vigotsky, S L. Rubinshtein, A N. Leontiev, A A. Leontiev, LA. Bozhovich, D. Glez. Serra, F. Glez , Rey, etc ).

    Como bien puede inferirse, nosotros debemos hacerlo por dos acuciantes

    razones: para ejemplificar una vez ms la dialctica de la relacin bimembre y exponer nuestros puntos de vista acerca del problema de lo externo y lo interno en el objeto de estudio psquico.

    Conforme sealamos, considerar la existencia de lo externo es concebir la existencia de lo interno simultneamente y en una misma relacin.

    Podra esta idea parecernos pueril a primera instancia, pero no es as.

    Permtasenos ilustrar con el siguiente ejemplo que, aunque cotidiano, puede ayudarnos a comprender mejor la lgica de las ideas. La mujer casada es, de hecho, esposa, pues es casada porque tiene un esposo, o viceversa. Pero una vez que se divorcia, entonces ya no ser esposa, sino que poseer cualquier otro rol social menos ese. Es decir, podr seguir siendo madre, amiga, compaera, hermana, etc , pero esposa slc ser cuando est legalmente unida a una persona del otro sexo.

    En la doctrina de uno de los ms grandes filsofos chinos de la antigedad, Lao-ts, aparece reflejada con claridad esta relacin al expresar que "Cuando el hombre conoce lo bello, conoce tambin lo no bello, "cuando el hombre conoce lo bueno, conoce tambin lo no bueno. Porque lo pesado y lo ligero, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo, el silencio y el sonido, el antes y el despus, el Ser y el No Ser, se engendran uno a otro".(8)

    El hecho de llamar a una persona padre se debe a que tiene al menos un hijo. Por

    supuesto, si nos preguntaran si una persona dada es abuelo, padre, hijo, esposo o maestro la respuesta dependera de los lmites que se establecen como lneas nodales de relacin de medida para el anlisis de ella. Significa que dicha persona puede tener tanto un rol social como el otro, slo que no al mismo tiempo ni dentro de la misma relacin.

    (8) Lao Ts: Tao te King. Centro Provincial del Libro y la Literatura. La Habana, 1991, pg. 16.

  • Esto es necesario que lo comprendamos bien para poder valorar con rigurosidad

    terica las ideas que se promueven en el campo de las Ciencias Sociales y, especialmente, en las denominadas Ciencias de la Educacin.

    En ese sentido, es lcito que nos contrapongamos a la ley gentica general del

    desarrollo cultural postulada por L S. Vigotsky, segn la cual "...cualquier funcin en el desarrollo cultural del nio aparece en escena 2 veces, en 2 planos: primero entre la gente, como una categora interpsquica", despus, dentro del nio, como una categora intrapsquica".(9)

    Con relacin a esta idea Vigotsky es extraordinariamente enftico al expresar una

    y otra vez que "Las funciones se construyen primero en el colectivo, en forma de relaciones entre los nios; despus, se convierten en funciones psquicas de la personalidad. (10)

    Tengamos presente en la demostracin posterior que lo interpsquico es condicin primera de lo intrapsquico, como lo ltimo de lo primero.

    Deseamos subrayar que en el anlisis realizado insistimos en ser dialcticos

    consecuentes, pues pudiera infundadamente advertirse tras nuestras ideas la concepcin de la convergencia ("lo uno y lo otro") al aproximarnos a la resolucin del problema del desarrollo del psiquismo y, por ende, al de la personalidad en la ontognesis.

    Por otra parte, estar de acuerdo con la idea de L S. Vigotsky sobre el principio convencionalmente denominado principio de "interiorizacin", segn el cual tiene lugar el paso o el traslado de la operacin externa hacia la interna, o sea, aceptar que lo que primeramente fue externo ahora deviene interno es, en ltima instancia, filosficamente inconsistente.

    En primer lugar, convencerse de la existencia y de la operacionalidad del principio

    de interiorizacin es aceptar, como consecuencia, la funcionalidad tambin de un principio de exteriorizacin. De modo tal que lo que est afuera se traslada al interior, mientras que lo interno ahora se exterioriza. Tratemos de responder a la pregunta siguiente: lo que est afuera, exteriorizado, estuvo o est teniendo lugar ahora mismo adentro?.

    (9) Vigotsky, L S : Historia del desarrollo de las funciones psquicas superiores. Editorial de Ciencias Sociales, C. de La Habana, 1987, pg. 161. (10) Ibidem, pg. 163.

  • En nuestra opinin, y es esa justamente la tesis que queremos defender y propiciar su entendimiento, el plano externo es real porque precisamente existe de manera simultnea a l , el plano interno. De tal suerte que aquello que ocurre en el plano externo de la ejecucin personal del individuo, o del sujeto, es porque tambin est teniendo lugar dentro de este, es decir, coexiste en el tiempo. Es obvio entonces asumir como axioma que lo externo est necesariamente condicionado por lo interno, y viceversa.

    Lo especficamente desafortunado del concepto de interiorizacin reside en dejar una brecha en la concepcin de la unidad de lo interno y lo externo. Tras l se percibe la prdida de la unidad de los contrarios con el subsiguiente cuestionamiento de la temporalidad de los procesos de interiorizacin y exteriorizacin.

    Desde el mismo momento en que el nio manipula el objeto, ya dentro estn

    ocurriendo procesos de anlisis, sntesis, generalizaciones, etc. Quin dirige su mano, si no es el propio nio? Es evidente que el adulto condiciona sus ejecuciones, le proporciona el objeto, la propicia modelos de accin, ejecuta acciones paralelas a las de l, verbigracia, al llevarle la mano a la boca, etc. , pero todo ello tiene inexorablemente un sustento en el plano interno de lo psquico en el nio. La accin no es la parte externa de lo psquico, ni la interna. La accin es y ser siempre psquica, pues no puede ser que el nio haga con sus manos cosas que su cerebro no ejecute en ese preciso instante.

    Otra cosa es la representacin en imgenes de objetos que l an, por el poco desarrollo psquicoOr que presenta, no logra configurar. No olvidemos que lo psquico ha sido siempre tratado pseudoconceptualmente y, con ello, ha cristalizado la idea, segn la cual lo psquico es lo interno, es decir, aquello que transcurre en el cerebro.

    Es realmente interesante constatar cmo la idea ltima pre-existe al conocimiento

    cientfico y cun alarmante es en el sentido de que no se modifica en los futuros profesionales de la Psicologa con el transcurso de los estudios superiores.

    Las investigaciones por nosotros realizadas al respecto, en las que la muestra

    estuvo constituida por estudiantes de 1ro. y 5to. aos de la Educacin Superior con el propsito de hacer un estudio comparativo entre el preconcepto psicolgico y su supuesta sustitucin por el concepto cientfico, observamos que las respuestas de todos los encuestados de 1er. ao giraban entorno a la idea, segn la cual la psiquis "es nuestro yo interno", "lo puramente psicolgico", "lo que cada cual (leva dentro, en su cerebro", entre otras. !Pero lo mismo ocurra en los del ao terminal!

    Qu brechas dejan, a nuestro modo de ver, algunos tratadistas de la Psicologa

    al referirse a la relacin entre lo externo y lo interno?

  • No compartimos, bajo el criterio de relacin que se esgrime entre lo interno y lo externo, la definicin que sobre el concepto de situacin social del desarrollo ofrece L S. Vigotsky. Para definir la situacin social del desarrollo Vigotsky asume como punto cardinal la combinacin especial de los procesos internos del desarrollo y las condiciones externas a l.

    Nuestras divergencias con la concepcin dada se deben a que las condiciones del

    desarrollo psquico no tienen por qu reducirse a lo externo, as como a lo interno de este desarrollo no deben constreirse sus procesos.

    Por una parte, las condiciones son en s mismas procesos que favorecen o entorpecen el desarrollo del objeto en su automovimiento y, por otra, al comportarse como procesos, pueden estructuralmente ser perceptibles o no; o sea, pueden ser externas o no. Las condiciones deben ser necesariamente examinadas en su devenir, en su desarrollo; por lo tanto, analizadas procesalmente. En virtud de que a las condiciones le son inherentes los cambios, o sea, les resulta inherente al automovimiento como a cualquier otra forma de lo existente, entonces ellas han de estar sujetas al proceso.

    Por otro lado, el anlisis riguroso del principio de determinacin psquica

    planteado por S L. Rubinstein pone al descubierto la aparente contradiccin entre condicin y proceso.

    Al expresar que las causas externas actan a travs de las condiciones internas,

    est presuponiendo que las causas pueden ser tipificadas como externas y las condiciones como internas, al mismo tiempo que deja un margen oportuno a la reflexin sobre la relacin entre las causas, lo interno y lo externo, pudiendo de esto ltimo derivarse que las causas no deben ser reducidas a lo interno. Si aceptamos esta idea de Rubinstein como lcita, entonces podemos hacer las inferencias siguientes.

    Al establecer los criterios de sealizacin d la esencia, o sea, sus indicadores, la causa originaria del surgimiento del. objeto constituye uno de esos indicadores. De aqu que, si la causa puede ser externa, como lo plantea Rubinstein, entonces la esencia no tiene por qu ser identificada con lo interno. Y ello nos conduce a concluir que la esencia debe estar presente tanto en lo interno como en lo externo del objeto de estudio.

    Esta es una de las razones, a nuestro juicio, que le permite a A N. Leontiev reformular el principio del determinismo psquico, postulando, dentro de un nuevo esquema referencial, que lo interno (el sujeto) acta a travs de lo externo, y con ello se modifica a s mismo. Tomemos en cuenta que lo interno, para Leontiev, lo es en

  • relacin con la Actividad como eje de referencia, mientras que el objeto es lo externo a esa actividad.

    Tratemos de entender que lo directamente observable, lo empricamente

    contrastable, es slo la otra mitad del proceso psquico en estudio. De este modo, una instrumentacin, sea accin, operacin o sus niveles de

    dominio, habilidad o hbito, respectivamente, son tan externas como internas. De aqu que lo externo, o lo interno, de la instrumentacin, es decir, su grado de interiorizacin no est en funcin del dominio de ellas, sino del plano de anlisis que se examine. No podemos obviar la tesis fundamental de que lo psquico, como lo no psquico, es relacin y toda relacin se establece siempre al menos entre dos cosas. De ello inferimos enfticamente que lo psquico no es slo lo interno, no se reduce a ello.

    Desde el punto de vista metodolgico, al abordar la idea acerca del afn de

    estudiar los diferentes procesos y aspectos de lo psquico en el contexto de la actividad, el Dr. Fdo. Glez. Rey al expresar: "...la relacin entre y la actividad externa..." (11), est dejando una brecha en la comprensin de lo interno y lo externo de lo psquico como unidad.

    Nos parece que el problema de la relacin, lgica por su naturaleza, de lo interno

    y lo externo tampoco es resuelto a travs del estudio de la categora de comunicacin, que en la ciencia psicolgica realiza B F. Lomov, uno de los investigadores rusos que ms se ha dedicado al examen de esta. "Cualquier actividad actual real tiene -expresa este autor- un momento interno y uno externo, ... Cualquier accin externa est mediada por procesos que ocurren dentro del sujeto, y el proceso interno de una u otra manera se expresa fuera. Junto a este, bajo la influencia de lo externo, se transforma lo interno. La tarea de la psicologa consiste no en separar en un principio estos planos y buscar despus cmo ellos se relacionan, sino que al estudiar el "aspecto externo" de la actividad, descubrir su "parte interna", y ms exactamente, comprender el rol de lo psquico en la actividad.(12)

    A nuestro modo de ver, en estas palabras se advierte la dicotoma o

    fragmentacin de la unidad de lo interno y lo externo. En ltima instancia, no existe oposicin alguna entre los principios del determinismo psquico, postulados indistintamente y bajo concepciones diferentes, por S L. Rubinstein, A N. Leontiev y AM. Yaroshevsky y las opiniones ofrecidas por B M. Lomov.

    (11) Gonzlez Rey, F.: Ob. cit. pg. 24. (12) Ibidem. Ob. Cit. pg. 24.

  • Si bien a la resolucin de este problema se han aproximado mltiples autores desde la misma posicin filosfica materialista y dialctica, la respuesta a la relacin entre lo interno y lo externo en el campo de la psicologa contina siendo una de sus insolubles aporas.

    As, al abordar el estudio de dicha relacin, A M. Yaroshevsky critica los

    postulados de S L Rubinstein, pero no es consecuente con ello. " ...al catalogar lo psquico solamente en la categora de lo interior, -expresa Yaroshevsky- como un prisma, como un medio refractante, se ignora que los fenmenos psquicos se encuentran presentes en las acciones corporales externas". (13)

    Con lo subrayado queremos resaltar que la defensa a ultranzas de la unidad de lo

    interno y lo externo de la psiquis no denota que se ha sido un dialctico consecuente, pues se sigue hablando de acciones externas. Una vez ms decimos que la accin es psquica y, por lo tanto, aparece simultneamente en dos planos: en el interno y en el externo. No es lo mismo estudiar la accin externa que el plano externo (o interno) de la accin.

    En toda relacin interpsquica (en grupo) est presente lo interno; cuando se

    manifiesta la relacin intrapsquica (en la persona) est presente lo externo. A nuestro juicio, el aceptar que lo externo antecede a lo interno condujo a la

    errnea interpretacin de que la llamada accin interna o intelectual tena que realizarse primero en el plano externo; una accin externa o motora se ejecutaba despus en el plano interno.

    Todo ello, a nuestro parecer, se ha ido condicionando por la identificacin vulgar

    de las categoras filosficas de lo interno y el contenido. El contenido no se reduce a lo interno y este ltimo no se constrie al contenido.

    En el plano del individuo y/o de la persona, el contenido es siempre psquico

    (intrapsfquico). Se ha considerado que lo interno es el contenido, idea que prevalece sobre la base de determinados preconceptos psicolgicos y propiciada por la divisin entre la llamada psicologa subjetiva (introspeccionismo) y la psicologa objetiva (conductismo). Es como retomar, en ltima instancia, la falsa interpretacin de la llamada "caja negra" para la psicologa cientfica.

    Tomemos como pivote para el anlisis de los polos interno y externo, el criterio de

    relacin entre ellos. En otras palabras, para establecer la diferencia entre lo uno y lo

    (13) Gonzlez Serra, D : Problemas filosficos de la psicologa. Editorial Pueblo y Educacin, C. de La Habana, 1984, pg. 130.

  • otro, es necesario tener bien esclarecido aquello que funciona como eje de relacin de medida, cuantitativa y cualitativa de lo que se somete al anlisis. De manera que por criterio de relacin, sea esta ltima clasificatoria, ordinal, secuencial, comparativa o de cualquier otra ndole, entendemos aquella unidad de medida de calidad o de cantidad que, traducida en indicadores, describe al objeto existencialmente o lo explica de manera funcional.

    As, el criterio relaciona para discriminar lo interno de lo externo, o viceversa, es

    la estructura, la forma del propio objeto, la cual puede ser perceptible o no. Por lo tanto, si la estructura es perceptible entonces ser externa, si no, ser interna. Tanto lo interno como lo externo son necesarios en el objeto, de manera aislada, pero suficientes slo en su unidad.

    Tampoco debemos identificar la esencia con lo interno, idea que de alguna forma

    est reflejada en las concepciones filosficas contemporneas, pues la esencia es una elaboracin terica que implica la participacin de procesos deductivos para la derivacin de los contrarios, independientemente de que ella no se reduzca slo a esto ultimo. La esencia es un constructo terico y, por lo tanto, no existe en el fenmeno. Ella est implcita en el objeto, pero nunca estar explcita, pues el pensamiento cientfico es el nico capaz de construirla. La esencia no est en el objeto mismo, pero al mismo tiempo est en l. Ello se debe a que la esencia es una generalizacin terica, sustrada del objeto por el pensamiento cientfico y slo por l.

    Una tercera direccin a la que nos aboca el aproximarnos al problema planteado est dada en el examen de la personalidad como opuesto dialctico a la subjetividad.

    Sobre ello trataremos ms adelante, en un prximo artculo. CONCLUSIONES

    Los fundamentos tericos necesarios para la construccin del concepto de personalidad en la Psicologa cientfica deben sustentarse, en primer lugar, en el carcter estricto y consecuente con la aplicacin de la ley de la Lgica Dialctica que postula la unidad y lucha de los contrarios que se advierten en el sistema que se analiza y los conocimientos pertinentes a la Filosofa Dialctica.

    La relacin entre lo externo y lo interno debe ser dialcticamente abordada para

    explicar la realidad psquica. Ello significa el nfasis en la simultaneidad de la existencia y funcionamiento de lo externo y lo interno como opuestos.

    El concepto de personalidad puede ser connotado como categora en

    dependencia de los niveles de transicin que el investigador prefije para explicar el

  • funcionamiento del objeto de estudio, lo que implica tener extrema claridad en los criterios relaciones que se empleen en el anlisis. Sobre esta base, demostraremos que este concepto debe oponerse necesaria y dialcticamente a otro concepto, al de subjetividad.

    REFERENCIAS

    BERMUDEZ SARGUERA, R y M. RODRIGUEZ RODRIGUEZ (1996): Teora y metodologa del aprendizaje. Editorial Pueblo y Educacin. C. Habana. GONZLEZ REY, F. (1987): Psicologa: principios y categoras. Editorial Pueblo y Educacin. C. de la Habana. GONZLEZ SERRA, D. (1984): Problemas filosficos de la psicologa. Editorial Pueblo y Educacin, C. de C. de La Habana. LAO TSE (1991): Tao te King. Centro Provincial del Libro y la Literatura. La Habana. LENIN, V.I. (1986): Cuadernos filosficos. O C , T. 29. Editorial Progreso, Mosc. (1983): Materialismo y empiriocriticismo. O C , T. 18, Editorial Progreso, Mosc. RODRIGUEZ REBUSTILLO, M. y R. BERMUDEZ SARGUERA (1996): La personalidad del adolescente. Teora y metodologa para su estudio. Editorial Pueblo y Educacin. C. de La Habana. SAGAN, C. (1995): Podemos conocer el universo?. Reflexiones sobre un grano de sal. En: La enseanza de la Qumica en la escuela secundaria", Sctra. de Educacin, Mxico. VIGOTSKY, L S. (1987): Historia del desarrollo de las funciones psquicas superiores. Editorial de Ciencias Sociales. C. de La Habana.