Presentación del poemario "De la muerte y otros regazos", de Cósimo Mandrillo
description
Transcript of Presentación del poemario "De la muerte y otros regazos", de Cósimo Mandrillo
Sobre el último poemario de Cósimo Mandrillo:
Dos inquietantes Regazos
Partamos de la idea de que el arte nos aproxima a la complejidad de la condición humana,
tratando de hacernos comprender (no resolver) las complicaciones y misterios de la humanidad
desde la sensibilidad. Lo que complica a la razón lo aborda la poesía desde la palabra, con asombro
y temeridad, tratando de dar forma a lo que vive fuera de los linderos de la comprensión. El poeta es
como el niño que intenta comprender por qué llueve con sol; es el que aventura la hipótesis de que
venimos de la noche y hacia la noche vamos, como quería nuestro Vicente Gerbasí. La virtud de
Gerbasí no está en formular por primera vez la relación entre la noche y los orígenes y el fin de la
humanidad, sino en la afortunada enunciación, en escoger as palabras exactas que nos hacen pensar
en un tema recurrente, incluso obsesivo, con un idiolecto nuevo, esto es, con el estilo de un poeta.
Asombro y tributo, ganas de apresar lo imposible es lo que mueve al escritor zuliano Cósimo
Mandrillo (1951) a escribir el poemario De la muerte y otros regazos (2013).
Que la muerte sea un regazo ya nos habla de la cercanía afectiva, de la invocación a modo
de conjura con la que el sujeto poético quiere ganarse a la muerte, seducirla y finalmente burlarla.
Ese motivo, por supuesto, es una manera de presentar el gran temor y la fascinación que la muerte
inspira. No es casual, pues, que el poemario se inicie dejando constancia del talante de las
relaciones entre el yo y la muerte:
Suelo dormir con la muertePero nos entendemos
Me habla al oído mas no me toca
Somos una pareja perfecta (2)
Esta muerte que amamos oscuramente, y que no debe tocarnos, es humanizada por mor de
una cercanía que nos parece el único conjuro posible, pues su imagen terrible no nos tranquiliza.
Hay que imagnarla desprovista de su peso, retándola, jugando a ser inmortales:
Epitafio
Buñuelambicionó
cada cien años salir de su tumba y
leer la prensa del día
¡Que me pase los periódicos cuando termine! (18)
El humor barniza muchos de los poemas del texto. Vale la pena considerar, en este sentido
un "anglotafio" que dice In dead we trust parodiando aquello de In God we trust del billete de un
dólar. El humor es incontestable, fulminante, también, a su modo; pero incluso él cede terreno ante
la muerte, y luego encontramos poemas, como "Padre", en los que la memoria contempla
gravemente la muerte de un ser amado.
Padre
He visitado a mi padreEn su desencontrada muerteLo he visto a veces mustioY otras con su humaniodad
Como gallo de metal
Sé que deambula por los mercados y la tristezaQue regresa de sus viajes con marineros encontrados a la orilla del camino
...
Esa rememoración del padre (que seguramente le gustaría a nuestro poeta Darío Medina tanto como
estos versos: Hay tíos que son niebla también/ Mueren en la guerra/ Y en vez de perderse en la
noche/ Se quedan a vivir en los rincones...) nos permite señalar una de las líneas temáticas más
importantes del texto: el tránsito, el viaje. El padre viajero, al igual que los tíos de la referencia
intercalada en el paréntesis deambulan a través de los mares (la primera estorfa del poema No se
elije volar en lo oscuro cierra la primera estrofa dicendo esto: [los tíos]... se apropian de pasaportes
y dinero). El viaje que mantiene al ser entre dos mundos, dos realidades o incluso naturalezas es
unoa de las constantes de la poesía de Cósimo Mandrillo. En uno de sus poemarios anteriores
Poemas de Sawa (uno de sus poemas), por ejemplo, hay un poema titulado "Cetáceos bípedos",
que habla de seres que han "... brotado de las olas/ Se precipitan como ángeles sobre la arena.../
Beben toneladas de cerveza/ Se mueven hasta donde llega el mar/ Sobre el espinazo de las olas".
Si recordamos que el libro del que comenzamos hablando se llama De la muerte y otros regazos,
podemos suponer que el viaje, simbolizado por la recurrente imagen de los barcos, representa el
otro inquietante regazo. Ese viaje está signado por las palabras en idiomas diversos, por el recuerdo
de familiares viajeros, por mudanzas y transportes fantásticos (como la bicicleta-barco que rueda
sobre el agua), por naufragios, baúles; una línea discontinua entre Roma y la Guajira. Ese viaje
reconstruye, finalmente, una cultural y no sólo personal que armoniza elementos dispares y
caóticos, a la que el poeta parece agradecer por acogerlo. (Digo que no sólo es personal porque
allende su ascendiente italo-venezolano, en sus poemas se asoma Maracaibo: una ciudad
cosmopolita, también poblada de puertos, mares y, por qué no, algunos muertos.
El viaje y la muerte marcan caminos sombríos, pero nos defiende el humor; intentamos amar la
muerte, pero no podemos tocarla; debemos amarla de lejos, para seguir viajando... en espera del
viaje definitivo. Dice el inicio del poema "Siempre de lejos":
Me ha amado siempre de lejosse acerca cuando no estoyY toca discreta a los míos.
Anda cerca, pero hay que amarla de lejos. Es lo cierto que anda cerca. He aquí un libro conjuro.
Anda cerca... ¡Dios nos libre!
***
Sobre el libro:
El libro De la muerte y otros regazos fue publicado por el Fondo editorial del Caribe en diciembre
de 2013, en el estado Anzoátegui.
Sobre el autor:
Cosimo Mandrillo es venezolano (1951). Además de haber escrito libros de poesía (Migra, Poemas
de lengua brava, Parte de guerra, Todo indicio de Ti y Poemas de Sa'wa) tiene en su haber libros
para niños, como El árbol de jugar, El mundo es una piedra, El Woma azul de tío Pici y Un
campesino hermoso con bigotes (a los que se unen algunos inéditos, entre los que figura El libro de
Sofibiana). Es profesor titular de LUZ, con doctorado en Literatura Hispanoamericana en la
universidad de Iowa; fue director de Fundación teatro Baralt, ha dictado seminarios nacionales e
internacionales sobre literatra venezolana e hispanoamericana. Es un incansable articulista,
ensayista y crítico de la cultura y las letras de la patria grande.