Por: Betford Betalleluz, Nicanor Domínguez Faura, … · a la caída del organizado Estado inca...

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Por: Betford Betalleluz, Nicanor Domínguez Faura, Isabel Hurtado, Marta lrurozqui Victoriano, Natalia Majluf, Evelyne Mesclier, Víctor Peralta Ruíz, Gabriela Ramos, Mónica Ricketts, Margarita Suárez ANDRIEN, Kenneth J. y ADORNO, Rolena, edi tores. Trasatlantic Encounters. Europeans and Andeans in the Sixteenth Century . University of California Press, Berkeley, Lo s Angeles y Oxford, 1991. Este vol umen que reúne vari os ensayos dirigi- dos especialmente al público académico norte- americano, en particular a estudiantes del temprano período colonial, tiene mucho interés para los lectores en los países de lengua hispana. Lo s autores convocados forman parte ele un conocido grupo ele especialistas en lo s Ancles cuyas obras han tenido impacto diferente en la historiografía andina. Autores como Lockh art., Murra, Zuiclema y Adorno, destacan entre los más conocidos. La concepción del libro -en cuanto a momen- to s y temas que se busca abarcar- es acertada y de interés. Un primer ensayo, escrito por W. D. Ph illips y C. R. Phillips ("España en el siglo XV") ofrece una in fo rm ación útil que con bastante sol- vencia mu estra una imagen de lo que era España en el momento ele la conquista y la ubica con clarid ad en el contexto europeo, dentro, por cier- Nº 1, julio 1993 Lo, de los límites que un breve ensayo de orienta- ción didáctica puede ofrecer. Una bibliografía actualizada y en varios casos, con interesantes comentarios, acompaña este trabajo. La colaboración de John F. Guilmartin Jr. ("Thc Cutting Edge: An Analysis of the Spanish lnvasion and Ovcrthrow of the Inca Empire 1532- 1539") es uno de los tr abajos más interesantes y novedoso s qu e e ncontramos en este libro. Guilmartin analiza y explica las estrategias milita- res y los respectivos desarrollos tecnológicos de las sociedades enfrentadas durante la invasión española. Son ele mucha importancia los apuntes comparativos con el caso mexicano. El autor res- ponde de manera satisfactoria, l ógica y desapasionada, a la vieja pregunta sobre las razo- nes que llevaron -desde el punto de vista militar- a la caída del organizado Estado inca ante a un puñado de hombres. Se trata de un trabajo cuya lectura es muy aconsejable, especialmente para los muchos voceros de tesis "nacionalistas" e "indianistas" tanto dentro como fuera de las aulas. "' Nos ha zen mucha ventaja' . The Early European Perception of Andean Achievement", es un ensayo escrito por John V. Murra, que trata 239

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Por:

Betford Betalleluz, Nicanor Domínguez Faura, Isabel Hurtado, Marta lrurozqui Victoriano, Natalia Majluf, Evelyne Mesclier, Víctor Peralta Ruíz, Gabriela Ramos, Mónica Ricketts, Margarita Suárez

ANDRIEN, Kenneth J. y ADORNO, Rolena, edi tores. Trasatlantic Encounters. Europeans and Andeans in the Sixteenth Century . University of California Press, Berkeley, Los Angeles y Oxford, 1991.

Este vol umen que reúne varios ensayos dirigi­dos especialmente al público académico norte­americano, en particular a estudiantes del temprano período colonial, tiene mucho interés para los lectores en los países de lengua hispana. Los autores convocados forman parte ele un conocido grupo ele especialistas en los Ancles cuyas obras han tenido impacto diferente en la historiografía andina. Autores como Lockhart., Murra, Zuiclema y Adorno, destacan entre los más conocidos.

La concepción del libro -en cuanto a momen­tos y temas que se busca abarcar- es acertada y de interés. Un primer ensayo, escrito por W. D. Phillips y C. R. Phillips ("España en el siglo XV") ofrece una in form ación útil que con bastante sol ­vencia muestra una imagen de lo que era España en el momento ele la conquista y la ubica con claridad en el contexto europeo, dentro, por cier-

Nº 1, julio 1993

Lo, de los límites que un breve ensayo de orienta­ción didáctica puede ofrecer. Una bibliografía actualizada y en varios casos, con interesantes comentarios, acompaña este trabajo.

La colaboración de John F. Guilmartin Jr. ("Thc Cutting Edge: An Analysis of the Spanish lnvasion and Ovcrthrow of the Inca Empire 1532-1539") es uno de los trabajos más interesantes y novedosos que encontramos en este libro. Guilmartin analiza y explica las estrategias milita­res y los respectivos desarrollos tecnológicos de las sociedades enfrentadas durante la invasión española. Son ele mucha importancia los apuntes comparativos con el caso mexicano. El autor res­ponde de manera satisfactoria, lógica y desapasionada, a la vieja pregunta sobre las razo­nes que llevaron -desde el punto de vista militar­a la caída del organizado Estado inca ante a un puñado de hombres. Se trata de un trabajo cuya lectura es muy aconsejable, especialmente para los muchos voceros de tesis "nacionalistas" e "indianistas" tanto dentro como fuera de las aulas .

"' Nos hazen mucha ventaja' . The Early European Perception of Andean Achievement", es un ensayo escrito por John V. Murra, que trata

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Reseñas

de ilustrar la percepción que sobre el Perú tuvie­ron los primeros españoles que arribaron a estas tierras. Señala el deslumbramiento español frente a un sistema que funcionaba con eficacia ante la atenta mirada de los administradores incas y c ita diversas fuentes de primera importancia y autori­dad para sustentar sus puntos de vista. En la parte final de su ensayo, M uri'a se detiene en I a figura de Domingo de Santo Tomás y sus propuestas polí­ticas, entre las que se incluían la abolición de la encomienda y la tesis sobre que el dominio de los Andes debía ser devuelto a sus señores naturales . Describe la labor intelectual y política del fraile dominico e incide en la organización de las confe­rencias regionales que reunieron a señores locales para discutir el espinoso asunto de la perpetuidad de !a encomienda. Señala con precisión el enfrenta­miento de Domingo de Santo Tomás con el licen ­ciado Polo de Ondegardo sobre este tema. Fina­li za con la descripción de la derrota política del dominico y se aproxima al inicio de la era toledana con algunos presupues tos que bien merecerían hoy ser revisados (que podrían resumirse en la frase : "todo terrninó con Toledo"). Una tímida si acaso irnpcrcepti ble a prox irnación al cmci al asunto de la evangelización -especialmente al haber op­tado por analizar la figura de Domingo de Santo Tomás- destaca en este ensayo como un clamoroso vacío en el análisis de esta encmcijada política.

James Lockhart utiliza una imagen propia del sistema ferroviario paradescribirel uso del espacio y los recursos puesto en marcha por los españoles en la América española ('Tmnk Lines and Feeder Lines: The Spanish Reacti on to American Resources"). Con la sapiencia del historiador que ha dedicado muchos años de su vida al estudio de la sociedad colonial temprana, Lockhart describe con detalle los puntos que son materia esencial de su ensayo, donde las comparaciones con México son de interés para los lectores de nuestro medio, que tenemos poco acceso a la bibliografía mexi­cana. Sin embargo, algunas de sus afirrnaciones y enfoques pueden resultar discutibles. No nos convence, por ejemplo, su percepción de que los españoles no tenían interés por los conocimientos geográficos (p.93) . La construcción del Estado español en Hispanoamérica estaba unida a tales conocimientos, sin los cuales, los resultados no hubieran probado ser tan duraderos. Encontramos excesivamente frágiles sus breves apuntes sobre la cuestión religiosa (el catolicismo español en concreto), pero no ahondaremos en ello, ya que no es el tema central de su ensayo. Llama mucho la atención que, en su larga descripción sobre los

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asentamientos hi spanos en los Andes, alrededor de centros productivos, no mencione los aportes de Assadourian, cuyas hipótesis y trabajos han influido decisivamente en la historiografía sobre los Andes en los últimos diez años.

Kenneth Andri en en su trabajo titulado "Spaniards, Andeans ancl the Early ( \ ilonial Sta te in Peru" sostiene que los planes de Toledo estaban condenados al fracaso desde un principio . Idea interesante, y que el autor trata de demostrar con seriedad. Sin embargo, sus presupuestos resultan por momentos poco convincentes, por dis tintos motivos. Creemos que Andrien no sitúa con pro ­piedad la cri sis de los años sesenta del siglo XV I, y por ende, el contexto que antecede a la llegada de Toledo . Andrien omi te la mención del hasta ahora más brillante análisis de ese período de crisis: el estudio escrito por Guilkrmo Lohmann Yil lena sobre la vida y obra de Juan de MatienJ,O. Este trabajo es fundan1ental para conocer la políti ca y la mentalidad española de la época. Toledo tuvo antecesores (varios de los cuales fueron Juego sus cercanos colaboradores) que ya tenían una visión y una estrategia, producto de una experiencia de gobierno en los Andes, que alcanzaron al nuevo virrey . Antes de la llegada de Toledo, existía un grupo de políti cos y administradores que propo ­nían la aplicación de refomias desde una línea que podríamos calificar como "dura". Andrien no se detiene en este aspecto que nos parece indi spensa ­ble para evitar ubicar a Toledo de la manera tan tradicional como aparece en este ensayo. El au tor ha preferido usar como referentes bibliográficos para la comprensicín de esta etapa los estudios de Stem y Spalding, e incluso el hoy cuestionable li bro de Wachtel (La visión de los vencidos ... ). En segundo lugar, hay un aspecto que para Andrien es cmcial para comprender el fracaso de la reforma toledana: la ejecución de la reforrna toledana de­mandaba una honestidad que no tenía precedentes en la era moderna (p.128). Este es un tópico que aparece en la an terior obra de este autor y que demandaría un estudio y debate más detenidos de lo que una reseña perrnite. Por un lado, porque sería preciso preocupamos por comprender la mentalidad española de la época y entender el funcionamiento de sus ins tituciones. Con esto no intentan1os negar la realidad de la corrupción del Estado colonial. Sin embargo, es moneda corrien­te en ciertos medios académicos norteamericanos referirse a la corrupción como una situación inhe­rente y exclusiva de H ispanoarnérica. Por Jo tanto, otro debate importante que se desprende de la particular lectura de Andrien sobre este período es

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el de la com1pción del Estado en distintas socie­dades, sus realidades y las lecturas que se hacen de ella . En el análisis de Andrien, se echa de menos una mirada a lo s problemas de carácter organizativo del Estado colonial (que van más allá ele la probidad ele sus funcionarios) y a las limita­ciones provenientes ele un sistema económico en donde el envío de remesas en dinero, por distintos conceptos y en di stintos ámbitos, fue un problcml!­constante en el período co lonial.

El libro contiene dos ensayos sobre iconografía y arte y un ensayo de Ro lena Adorno que plantea el probl ema cultural a través del análisis de la figura del " indio ladino". Más adelante, Natalia Majluf se encarga ele discutir es tos trabajos.

Antes de terminar, quisiera hacer un as breves observaciones sobre una sección que se incluye al final de es te libro, titulada "Glosario quechua"(' ). Tratándose de una obra de difusión, que además tiene el méri to de plantear orientaciones y temas de investigación, sorprende el descuido de es ta parte del libro. La investi gación reciente ha mos­trado y continúa mostrando con mayor claridad la importancia de tra tar con mayor atención los a¡x>rles de la investigación lingüística. En primer lugar, sa lta a la vis ta que no se IIata con propiedad de un "glosa rio quechua". Las fu entes ci tadas son variadas y disímiles. No se entiende por qué est{m puestas en un mismo plano fonologías con tr,ms­cripciones de palabras antiguas . No parece justo y es incluso desorien tador, por ejemplo, ubicar a Hcmming y a Go nzálcz Holguín en un a mi sma lista de "fuentes" para el glosa.río. Indiquemos algunos ejemplos. Un lingüi sta conocedor del quechua se sorprende ante la definición de pachakuti como "el que transforma el mundo" ["the one who transforms the worlcl"], ci tando a Urioste. Hay por lo menos tres errores en una sol a palabra. Uno es in terpretar kuti como "transfor­mar", el segundo es interpretar Pacha como mundo y otro es poner the one como un adjetivo, que no existe en la palabra. Las defini ciones de Taki U,u¡uy fo Taki O,u¡oy ] y Yanahuara son sorprendentes. En el primer caso, una hipótes is es elevada a la categoría de definición. En el segun­do, no se cita la fuente. ¿Será que todos los "movim ientos andi nos de resistencia" del s iglo XV I se ll amaban Yanahuara? Hay otros ejemplos cuestionables, pero ci temos só lo uno más:

( º J Agradezco a César ltie r sus observaciones a este glosario y por atender mi s consul tas sobre la base de ese tex to.

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Viracocha : "dios creador de los incas" ... y se cita como fuente a Hemming.

G.R.

La tercera parte de Trasat/antic Encounters ... , enfoca la problemática cultural del mundo andino desde distintas perspectivas metodológicas. Sin embargo, a diferencia de lo que indica el título de la recopilación, ninguno de los tres ensayos estudia de manera específica el siglo XVI. Por ejemplo, R. Tom Zuidema inicia esta sección con su "Guarnan Poma and the Art of Empire: Toward an Iconography of Inca Royal Dress" ["Guarnan Poma y el arte imperial: hacia una iconografía del IIaje de la realeza incaica") en donde presenta una visión de la sociedad andina anterior a la conquista, es decir, antes del 'encuentro ' de dos mundos.

La erudición de Zuidema y la variedad de fuentes que maneja le sirven para armar una com­pleja interpretación que asocia los motivos de los uncus incaicos con el calendario agrario y los sistemas ele parentesco y de administtación impe­rial. En ocasiones, como cuando intenta imponer un calendario de !Ieee divisiones sobre el de doce meses de Guarnan Poma, o cuando asocia el mo­tivo tipo collcapata de los uncus con los almace­nes incaicos, las tesis no convencen. El grado de especificidad de sus propuestas requiere muchas veces un ac to de fe por parte del lector.

Bastaría con cuestionar el modo en que utiliza sus fuentes para desbaratar el impresionante edi­ficio montado por Zuidema. Por ejemplo, es ne­cesario apuntar que el sistema ele producción de uncus cambia drásticamente con la conquista (Iriarte 1993). Los dibujos de Guarnan Poma y de Murúa, los demás ejemplos coloniales que utiliza, ¿no podrían reflejar también esos cambios? La falta de fuentes para la época precolombina es un obstáculo de tal magnitud que muchos preferirían no arriesgarse a presentar propuestas de este tipo . El gran mérito ele Zuidcma es el valor con que asume una tarea tan ambiciosa. Su ensayo presenta una primera e importante aproximación a un tema que está lejos de ser agotado.

Al ensayo de Zuidema sigue un trabajo de Tom Cummins sobre representación colonial:"We Are the Other : Peruvian Portraits of Colonial Kurakakuna" [Somos el otro: rettatos peruanos de kurakakuna~ coloni ales J. En su análisis de los retratos pictóricos de la nobleza indígena, Cummins intenta explicar las motivaciones que llevaron a que ciertas imágenes que evocaban el pasado incaico fueran permitidas por el poder colonial. Llega a la conclusión ele que este tipo de represen-

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Reseñas

taciones se pudieron desarrollar porque sirvieron para perpetuar el sistema colonial.

Cummins presenta la visión de un poder colo­nial totalizante que logra abarcar por medio de sus sistemas de significación todo el mundo colonial. Por ejemplo, Cummins describe el papel que jugaron estos retratos como evidencia en las pe­ticiones y en lasolicitudde privilegios de los cura­cas . Si como lo demuestra Adorno en el ensayo que presenta en este mismo libro, utilizare! sistema legal no dejaba de ser peligroso, también podía ser utilizado de manera efectiva por los curacas y por las comunidades indígenas para defender sus in­tereses y para obtener no pocos privilegios (Stem 1982). Para Cummins, inscribirse en el sistema legal , y por extensión, en el sistema español de significación, parece ser el pecado original de los curacas. De es ta manera, el arte colonial resulta simple reíle jo de una alienación total.

Subyace a la interpretación de Cummins un juicio de valor que privilegia las formas indígenas de representación. Esto lo lleva a es tudiar super­ficialmente las formas de representación 'conta­minadas' por el proceso colonizador. Prueba de ello es que al comparar los retratos de los curacas con otros retratos contemporáneos, Cummins comete una serie de errores que un estudio más cuidadoso no hubiera permitido. Dice, por ejem­plo, que el retrato de doña Juana Valdés y Llano pertenece al Museo f ¿Nacional] de Historia pero este conocido retrato pertenece a una colección privada en Lima. Dice lo mismo de otro retrato que reproduce (fig. 7) y que también se encuentra en una colección privada de Lima. Cummins debería saber mejor que nadie que para un histo­riador del arte la ubicación de una pieza puede ser crucial en una investigación. Pero el asunto no queda allí. Cununins reproduce el conocido rerrato del famoso Marqués de Sotoílorido bajo el in­creíb le título de "Retra to del Arzobispo de Arequipa". Hasta donde yo sé, Sotoílorido no fue nunca obispo de Arequipa y Arequipa no tuvo carácter de arzobispado durante el siglo dieciocho .

La metodología de Cummins en este ensayo deja también mucho que desear. Para probar que los curacas se representaron de la misma manera que la nobleza criolla y la realeza espa1iola, Cummins compara retratos de curacas del siglo XVIII con retratos de la corte de Felipe IV de comienzos del XYil . Pero si los retratos fueron creados en el XVlll, ¿porqué no compararlos con algún retrato de la dinastía de los Borbones? La comparación que hace Cummins no sólo invalida su interpretación sino que además prueba todo lo

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contrario: los retratos de los curacas no sigu ieron los modelos de la metrópoli, no son iguales a los de los colonizadores . Además, imitar o utilizar los modelos coloniales no hace del sujeto colonial un equivalente al colonizador. Es en el proceso mis ­mo de esta mímica necesariamente fragmentaria en que se constituyen las diferencias del sujeto colonial. La ambivalencia implícita en la mímica colonial requiere y permite la existencia de un potencial subversivo dentro del discurso de do­minación (Bhabha 1984).

En este sentido, vale la pena mencionar el excelente ensayo que sobre las genealogías de los incas publicaron Gustavo Buntinx y Luis Eduardo Wuffarden por la misma fecha. Al describir el papel ambiguo que pod ían jugar las conocidas versiones de las genealogías de los Incas durante el siglo XVlll, ellos hacen referencia al concepto de ·apropiación' y a la actitud de 'acatamiento tendencioso· que permiten al sujeto colonial sub­vertir el sistema desde dentro. Para ellos, las genealogías ocupan un lugar importan te dentro de ese 'renacimiento inca ' de dimensiones utópicas que, de acuerdo a Rowe, jugó un papel muy importante en las rebeliones andinas del diec iocho (Rowe 1976).

Alienados y acul turado s, los curacas de Cummins no pueden participar de la utopía andi na. Si como sost iene Cummins, muchos curacas permanecieron leales a la corona durante la rebe­lión de Tupac Amaru, tambi én es necesario anotar que muchos criollos participaron en ell a y la fo mentaron. La fi gura del curaca que nos presenta Cummins queda relegada a la de un simple inter­mediario entre dos polos étnicos claramente di ­ferenciados: el indígena y el español.el co lonizado y el colonizador. Buntinx y Wuffarclen, en cam­bio, describen un mundo en que se entrecruzan mestizos y criollos, curacas y autoridades del sistema colonial. Este complejo mundo del Perú del XY!íl no puede ser explicado sobre la base simplista de un esquema como el ele Cummins. El criollo, el mestizo ¿serían en este caso también colonizadores?

Las posiciones estratégicas y la capacidad de maniobra que Cummins niega al sujeto colon ial se revelan de fonna dramática en el ensayo que Rolena Adorno presenta bajo el título, "lmages of !,uiios Ladinos in Early Co lon ial Peru" [Imágenes de indios ladinos en el Perú colonial J. El concepto de ' indio ladino', tan utilizado en documentos y demás fuentes co loni ales resulta paradój icamente difícil de definir. Adorno no trata de ceñ irse a una interpretación única y total iz.ante sino que nos

Revista Andin a, Año 11

presenta una interpretación que permite varias lecturas. No limita al ladino a algunacla~eo grupo social sino que demuestra que esta figura se forja en las posiciones mismas que ocupa dentro del mundo colonial. En vez de ofrecer una definición a priori, Adorno presenta cuatro situaciones en las que el indio ladino juega un papel importante: como líder mesiánico (en el Talci Onqoy), como ofici al de confi anza en las visi tas, como el teme­rario 'pleiti sta' ante el sistema legal español, y finalme nte, como escritor (en e l caso de Guarnan Poma y Ju ande Santa Cruz Pachacuti Yamqui) . El análi sis de Adorno refleja lo complejo de las alianzas y lealtades interétnicas durante la colo­nia. Ser un sujeto colonial implica necesariamente entrar en una serie de negociaciones cotidianas, negociaciones comprometidas y comprometedo­ras. A través del ensayo de Adorno podemos apreciar cómo un concepto como el del ladino, en principio positivo, comienza a adquirir una serie de connotaciones negativas en el contexto colo­ni al. Por lo mi smo sería interesante una con ti ­nuación de este estudio, que siguiera los avatar ,·s de este personaje en los sig los que siguieron.

l\.M.

REFER El'iCIAS

BHABHA, Homi K. "On Mimicry and Man: The Am biv alenceofColonial Discourse"October 28 (Primavera ): 125-133.1 984.

BUNTINX, Gustavo y Luis Eduardo WUFFAR­DEN . "Incas y reyes españoles en la pintura colon ial peruana : la es tela de Garcilaso". '.\1árgenes IV, nº 8 (diciembre): 151-210.1991.

IRIARTE, Isabel. "Las túnica~ incas en la pintura colonial". En: Mito y simbolismo en los An­des. La figura y la palabra, pp. 53 -85. Hcnrique Urbano, compilador. Centro de Es­tudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas, Cusco. 1993.

ROWE, John H. "El movimiento nacional inca del s iglo XVOI". En: Túpac Amaru ll-1780, pp. 13-66. Alberto Flores Galindo, editor. Re­tablo de Papel Ediciones, Lima. 1976.

STERN, StevcJ . Peru's lndian Peoples and the C hallenge of the Spanish Conquest: Huamanga to 16-«l. Uni versity of Wisconsin Press, Madison. 1982.

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BATAILLON, Claude; DELER, Jean -Paul; THER Y, Hervé. "Amérique Latine", Géographie Universelle. Hachette/Reclus. Francia, 1991.

"Amérique Latine" es el tercer volumen (se­gundo en aparición) de los diez que conformarán la colección de Geografía Universal, en un consi­derable esfuerzo de la geografía francesa por ex­plicar la organización del sistema mundo, en los albores del siglo XXI. Para el público latinoame­ricano, tradicionalmente acos tumbrado a vincular la geografía a los nombres de los "accidentes geográficos" de los territorios (ríos, nevados y demás), el enfoque desarrollado por la geografía francesa en esta colección resulta ampliamente interesante y novedoso .

La idea de la "producción" permanente del espacio, que desarrolla Roger Brunet en el primer volumen, "Mondes nouveaux ", obliga a pensar en términos de dinámicas particulares que se estable­cen entre las sociedades y los territorios que ocupan. En este sentido, se suponen esquemas más o menos definidos de funcionamiento de los espa­cios, que no solamente incorporan conceptos es­tric tamente geográficos, sino también referidos a dinámicas sociales. Así, los conceptos de centro­perif eria, gravedad y ruptura, por ejemplo, son cada vez más importantes al momento de caracte­rizar cómo se organizan los territorios. Esto podría generar algunas confusiones en el lector latino­an1ericano, que comúnmente restringe el objeto de estudio de la disciplina geográfica al interés estricto de la geografía física.

El trabajo consagra una primera parte (com­puesta por seis capítulos) al análisis de las diver­sidades del espacio latinoamericano: las caracte­rísticas de los grandes conjuntos geográficos que lo conforman, como los Andes o la Amazonía, la evolución en la ocupación del territorio desde los tiempos prehispánicos, los modelos de organiza­ción del espacio generados por la rápida urbani ­zación y crecimiento poblacional de las décadas recientes, y las características de la influencia estadounidense en las sociedades actuales.

Los capítulos siguientes están dedicados a las características de los espacios nacionales. México y Rrasil, países con las más grandes metrópolis, son los que merecen un tratamiento más amplio. El resto de países conforman tres grandes bloques: la América Central y las Antillas, los países andinos, y los del cono sur. Las características de la organi­zación espacial de cada país son tratadas de ma­nera independiente, recurriendo también a las

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Reseñas

comparaciones y a los efectos de las "vecindades" entre los mismos países. Para ilustrar este último concepto, se ha subrayado en el texto la influencia de Argentina y Brasil sobre Uruguay .

Los últimos dos capítulos analizan los proble­mas de desarrollo económico que enfrentan los estados latinoamericanos: la diversidad de espa­cios plurinacionales al interior de los estados, los problemas del tráfico ilícito de drogas y sus efectos en la desestructuración de algunos sub-espacios, y la estructuración de nuevos espacios supra-na­cionales, las economías informales urbanas, etc.

La utilización de técnicas modernas de análi ­sis espacial, como son la cartografía automatiza­da, y los esquemas gráficos de representación, son de gran ayuda para entender las dinámicas espa ­ciales. Sin embargo, la utilización de coremas no es muy difundida en la geografía latinoamericana . Los coremas son esquemas estandarizados que dan cuenta de las leyes de organización del espacio: los elementos de la organización espacial son como las letras en este lenguaje, el mismo que es de gran utilidad en los debates científicos de la geografía, en particular para establecer criterios de comparación. No obstante, es peligrosa su utilización sin respetar las nomrns de este tipo de lenguaje, defecto en el cual no caen los autores de esta obra, ya que varios de ellos (en particular H. Théry y J.P. De!er) participaron directa o indi ­rectamente a la reflexión u difusión del mismo.

Asimismo, los cambios de escala en el análi sis permiten apreciar de mejor manera las herencias de la colonización europea a nivel de cada país, tomando en cuenta las características propias de cada cultura y su adecuación al medio. Esto fue determinando organizaciones espaciales con ca­racterísticas muy diferentes, como por ejemplo los casos de Colombia y Perú: e l primero con su capital en los Andes del norte, y con una organi ­zación espacial centrada sobre el espacio andino, y el segundo con la capital situada sobre la franja costera del Pacífico, y con la organización de su espacio orientada hacia esta franja.

El análisis abunda en elementos de compara­ción entre una realidad y otra, lo cual resulta bastante interesante para el lector latinoamerica­no, acostumbrado a aprender las características de su espacio nacional como riquezas únicas en el mundo. En este sentido, los métodos del análisis espacial ayudan a superar la visión detennin ista de los condicionantes geográficos . Por ejemplo, en las escuelas peruanas, se enseña que los Andes son territorios muy difíciles para el desarrollo de las sociedades, pero se olvida que las sociedades

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prehispánicas encontraron en ellos un medio adecuado para su desarrollo. Asimismo, el con­cepto de bio-diversidad andina es concebido por muchos como fuente de una riqueza invalorable, derivada de un a herencia cu ltural prehispánica inmutable. Al incorporar la interrelación de las sociedades andinas, sometidas a permanentes pro­cesos de cambios e influencias externas, es posi­ble relativizar y dar una mayor flexibilidad a ese concepto. Así, las posibilidades de desarrollo de las sociedades no dependen exclusivamente de las características de los territorios que ocupan, sino de sus capacidades de adecuación a éstos, o de transformarlos en su beneficio .

Como se trata de una reflex ión desde las escue­la de la geografía francesa, la visión está condicio ­nada por una perspectiva del "occidente". Esto se traduce en muchas comparaciones con lo que es el occidente, lo que permite a un lector europeo tornar mayor conciencia de la realidad que se le está describiendo. Sin embargo, se man ifiesta en los autores un conocimiento cercano de la realidad latinoamericana, lo que les permite demostrar bastante objetividad, sin desprecio ni tampoco entusiasmos exagerados en su análisis de las di ­fíciles situaciones actuales de nuestros países.

Por último, sería deseable la traducción al castellano del libro que comentan10s, pues la ver­sión en francés limita ~u difusión entre el público latinoamericano, que se vería ampliamente enri ­quecido por esta interesante visión de la diversi­dad en la organi1.ac ión del espacio en América Latina hoy en día.

I.H.

BERGQUIST, Charles; PEÑARANDA, Ricardo y SANCHEZ, Gonzalo (eds .). Yiolt'nce in Co­lom bia. Tht' Contemporary Crisis in Historie al Perspective. Scholarly Resources, Delaware 1992.

Este libro es el resultado de una reunión reali ­zada en Co lombia en 1985, donde un grupo de especialistas abordó el creciente y complejo fenó ­meno de la violenc ia en un país cuya democracia, paradójicamente, se precia de ser la más estable y antigua del continente sudamericano. Algunos de los trece estudios de los que consta el libro que se comenta fueron compilados en castellano por Gonzalo Sánchez y Ricardo Peñar:mda en 1986(•). La presente edición es una ampliación de esa

e•) GonzaloSánchczy Rica rdo Peñaranda (cds .), Pasado y presente de la violencia en Colombia. Bogotá, 1986.

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publicación, y está cuidadosamente preparada tanto para un público que recién se adentra al estudio de este fenómeno, como para el especia­lista. Violence in Colombia busca hacer entender a los lectores que no se puede reducir la compren­sión de la violencia, que ha devenido en una institución en es te país, como un simple producto del tráfico de drogas. Ni la captura de los cabeci­llas del narcotráfico, ni siquiera la derrota de los carteles, traerá la deseada pacificación del país si no se comprende y resuelve los otros múltiples factores que intervienen en la reproducción coti­diana de la violencia. Para ayudar a ver esto últi­mo, Charles Bcrgquist ha cons iderado necesaria la incorporación adicional de una línea de análi­sis: la perspectiva históri ca. El libro compilado ahora por Bergquist, S.ínchez y Peñaranda consta, en consecuencia, de tres partes: los Antecedentes, La Violencia y la Crisis Contempor.ínea.

Los es tudios de David Bushnell, Catherine LeGrand y Charles Bergquist, que integran la primera parte del libro, adentran al lector a los on·genes mismos de la violencia, en pleno siglo XIX, momento en que se fo rmaron los partidos Libera l y Conservador que hasta hoy definen el sistema político colombiano. Los tres autores resaltan las continuidades que permiten conectar esta hi storia particular del siglo pasado con lo que adviene después en el siglo XX. De esta época data la depuración del ejército, hecho que explica su práclica ausencia como institución política. Pero la historia ele la violencia se retrotrae a dos continuidades que peligrosamente originaron tan­to los conservadores como los liberales. Primero, e l in icio de una aguda lucha por la tierra en el campo y, segundo, la institucionalización de un sis tem a pol ítico destructivo. Charles Bergquist agrega a estos dos hechos otro factor desencadenante de los conflictos históricos : el auge de laeconomíadel café a fines del siglo XIX. Las luchas de los trabaj adores del café aparecie­ron directamente relacionadas con los orígenes y el es tallido de la coyuntura más turbulenta de la historia colombiana, la llamada Guerra de los Mil DüLs entre 1899 y 1902. Este conflicto definió la vida política del país durante la primera mitad de este siglo, previo a los luctuosos sucesos que acaecieron desde 1946.

La segunda parte del libro se concentra preci ­samente en el estudio del período político conoci­do con el nombre ele "La Violencia" que vive Colombia entre 1946 y 1966. Los ensayos de Gonzalo Sánchez, Carlos Ortiz y Medófilo Medina reconstruyen el impacto nacional y regional de la

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gran conmoción civil que representó la virtual guerra no declarada entre liberales y conservado­res en los años cuarenta, que culminó trágicamen­te con el asesinato del líder liberal J. E. Gaitán el 9 de abril de 1948 y el posterior saqueo de la capital por bandas liberales armadas, fecha que ha quedado en el recuerdo de los colombianos como El Bogotazo. Colombia vivió en adelante dos décadas de violencia donde, aparte de agudizarse los tres problemas estructurales heredados del siglo pasado, se institucionalizó el sicariato, pulu­laron las bandas armadas en zonas urbanas y rurales, se incrementaron los homicidios y se originó el movimiento guerrillero de inspiración castrista. Esta fue una época de violencia nunca antes vista, el país vivió en la práctica una guerra civil que se amenguó en p·arte con la formación del Frente Nacional en 1958, acontecimiento por el cual liberales y conservadores acordaron alternar­se en el poder y repartirse los cargos públicos y las prebendas que el disfrute del mismo conllevaba. En este agitado período político, el tráfico de drogas apenas comenzaba a asomar.

La tercera y última parte del libro contiene siete reflexiones que tratan la coyuntura de los años ochenta y noventa, cuando el narcotráfico se aprovecha de la corrupción y el anquilosamiento del sistema bipartidista, y logra adueñarse de algunas instituciones que surgieron de la violencia cotidiana de este siglo como el sicariato y las bandas armadas. Este estilo de violencia que com­bina el asesinato con el terrorismo se ha tornado en un modo de vida para muchos sectores empobre­cidos y desarraigados del sistema social y político. El asesinato de jueces, periodistas y políticos que se atreven a enfrentarse a los carteles del narcotráfico ha afianzado el sicariato y el bandidaje pero, al mismo tiempo, ha provocado la irrupción en el ya complejo escenario de la violencia de bandas paramilitares que han decidido tomarse la justicia por su cuenta secuestrando y asesinando a todo aquel que es considerado sospechoso ele integrar la red del tráfico de drogas.

Las lecturas sobre la violencia en Colombia son cada vez más amplias, pero al complicarse este fenómeno cada cierto tiempo, existe la obli­gación de hacer una constante reevaluación del mismo. El libro que comentamos ha cumplido a cabalidad este cometido. Sin duda alguna, es el más completo estudio documentado sobre el tema y desde ya, constituye una lectura obligatoria e indispensable para quien desee comprender el pasado y presente de los conflictos colombianos.

V.P.R.

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Reseñas

GALLEGO, Ferrán. Los orígenes del reformismo militaren América Latina. La gestión de David Toro en Bolivia. Editorial PPU, Barcelona 1991. Ejército, nacionalismo y reformismo en Amé­rica Latina. La gestión de Germán Busch en Bolivia. Editorial PPU, Barcelona 1992

La crisis de finales de los años 20 en Bolivia y su correlato, la guerra del Chaco, no sólo acelera­ron la descomposición del modelo de desarrollo representado por los partidos políticos tradiciona­les desde 1880, sino que dieron paso a la interven­c ión militar legitimad a bajo los términos "reformismo" y "socialista". El examen de las dos etapas del denominado gobierno " militar social is ­ta", la gestión presidencial de David Toro y ele Germán Rusch, son el propósito ele los dos textos reseñados. Si bien se trata de libros que pueden leerse de modo independiente, el hecho ele que ambos formen la primera y segunda parte de la Tesis D0c1oral, Bolivia: génesis de una revolu­cicín. Las experiencias de reformi~mo militar tras la guerra del C haco, 1936-1939, favorece que en su lectura y comentario se conciban como una unidad.

Los dos mandatos militares analizados en nada coinciden con la imagen y motivaciones reales del intervencionismo del ejército en los años 60-80. La intervención militar de mayo de 1936 fue provocada por la agitación sind ical y por las posibilidades de que ésta rebasara los límites aceptables por los núcleos reformistas del ejército concediendo la hegemonía a los sectores civ iles más radicales y al saavcdrismo. Pero si bien el gobierno militar fue una respuesta a la crisis del orden tradicional, defendicí un proyecto de mo ­dernización que trataba de realizar en Bolivia las tareas del desarrollo económico que el viejo orden había aplazado. Las Fuerzas Armadas se conside­raban dotadas de un proyecto político autónomo, un proyecto nacional-reformista destinado a in­corporar a Rolivia al grupo de países desarrolla ­dos mediante una revolución nacional que negase los proyectos revolucionarios . El "socialismo de Estado" se plasmó, así, en un co-gobiemo de los oficiales reformista, y una pequeña facción de administradores civiles vinculados a los círculos nac ionalistas, excluyendo abiertamente una con­cepción ele cambio político que implicara la con­vocatoria de masas.

Las hipótesis desarrolladas por Ferrán Galle­go inciden en el modo en que la gestión militar reformista fue incapaz de cumplir los objetivos ele

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moderni1.ación social, desarrollo del capitalismo, fortalecimiento del Estado, diversificación de la economía y anulación de las relaciones de depen­dencia internacional esbozadas en su programa. Las razones de este fracaso recaen en los límites generados por los mismos autores del proyecto militar de gobierno y están referidos al nivel de trans formaciones a realizar y a la alianza de clase propiciada para obtenerlas. Los objetivos plan1ea­dos por la revolución militar sólo podían verificar­se a través de una convergencia de las mayorías nacionales, lo que implicaba la participación ac ti ­va del campes inado indígena, de los trabajadores mineros, fabri les, ferroviarios y capas medias de la ciudad. Pero esta base popular qued aba inv alidada por las mismas caraclerísticas del pro­yecto de reforma del Estado, contrario a la nacio ­nalización de minas y a la reforma agraria . La prudencia del "socialismo m ili1ar" en es los pu!llo, de la economía boliviana procedía de una deter ­minada concepción de los ritmos de desarrollo económico. pero también de la probada hostilidad contra la izquierda socialista y de los márgenes de ruptura que se deseaban asumir con los sectores conservadores. Los medios oligárquicos ofrecie­ron fuerte resistencia a su desplazamienlO del poder político y a una moderni zación económica que identificaban con la destrucción de las bases ma1eriales de su influencia. Para compensar la oposición conservadora, el nacional-rcfonni smo se limitó a refor;.ar el poder del Estado, creando mayores dificultades para u11a alianza con los sectores populares, que suponía necesariamente la democra tización política y la ces ión de cuotas de protagonismo en el proceso, por lo 4ue los obstá ­culos a una mayor partic ipación política de los grupos su bal 1emos procccl ieron del el iscurso i nte­rior al que fue fiel la prác tica fundamental del reform ismo militar. A es ia ambigüedad política se unió la crisis de las instiwciones , la descomposi ­ción del tejido social y la coyuntura económi ca de los años 30, fac tores que si bien habían permitido la captura del poder por los oficiales naci onali stas, empeoraron las condiciones en que se desarrolla­ba su gestión.

Las contradicciones de la revolución sólo pue­den medirse analizando la obra de los gobiernos de Toro y Rusch, y a este propósito se dedica Ferr:ín Gallego una vez analizadas las característica, de la llamada "generación de la guerra del Chaco", el papel de las Fuerzas Armadas y la cri sis de las in stituciones. Los obsliículos para la superviven ­cia del régimen "mi litar socialista" se relaciona­ban estrechamente con las opciones económicas

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que tnvo que tomar el gobierno, pero cu yo valor específico restiltó decisivo para debilitarlo. Entre ell as des tacó la incapacidad de institucionalizar el sis tema mediante la creación de vínculos adecua­dos entre Estado y sociedad , que pudieran suplir a los instrumentos tradicionales de movilización y representac ión políticas, borrando la imagen de provisionalidad que proyectaba !ajunta. El debate en tomo a la sindical izac ión ob ligatoria, durante los meses de julio y agosto de 1936, evidenció la escasa di sposición de la antig ua clientela liberal ­republicana a entrar en un marco de participación política que perpetuara al gobierno militar, y que podía identi fi ca rse con los proyec tos institucionales de la izquierda . Por otro lado, los esfuerzos del presidente para conseguir una in­tervención de sec tores no soc ialist as le propor­cionaron la descon fianza de las clases trabajado­ras y la imposibil idad de atraerse a la base social de liberales y republicanos.

Los orígenes del refo rmismo militar en Amér ica Latina. La gestión de David Toro en Bolivia y Ejército, nacional ismo y reformismo en América Latina. La gestión de Germán Busch en Bolivia, son dos estudios que privile­gian las d ificultades que hall aron los pres identes militares para obtener el apoyo social que les permitiera pro lon gar su mandato como una de las razones ftmdamentales que explican el fracaso de las dos etapas de l "socialismo mili tar". Su interés por normali zar la situación política y legitimar el carácter excepcional de su presidencia. les condu­jo a verse envueltos en las críticas cruzadas de los conservadores y de los socialistas. Aferrados los primeros a una res taurac ión íntegra del an ti guo régimen, y los segundos insatis fechos por la fa lta de concreción de las reformas pactadas con el ejército, ambos imposibilitaron la capacidad del régimen para conseguir un consenso nacional en tomo al proyeclo reform ista . A su vez, la c risis económica impidió que el Eqado pudiera actuar como un centro de distribución de recursos, con­lentanclo a clientelas diversas sin alterar las viejas relaciones sociales. Si Dav id Toro dimitió falto de a¡x)yo mili tar, y sin la al!emativa de una fuerza civil para contrarrestarlo, el suicidio de Germán Busch des veló la frac tura del disperso socialismo de posguerra al del imitarse los campos entre las corri entes más ad ictas a la ex periencia de gobier­no de las Fuerzas Arm adas y las que se iban definiendo a favor del socialismo marxi sla.

El trabajo comen tado contribuye a perfilar las características de la mtervenc ión militar y a mati ­zar los tópicos sobre la ineslabil idacl política bo-

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livi ana . Pero su importancia no sólo res ide en las hipótesis y argumentos relativos al proyecto "so­c ial ista" del ejército, sino también porque lleva implícita una reflexión sobre la construcción de los partidos nacionales de masas. La radicalización de las propuestas sociales revolucionarias sólo se verificó al agotarse las posibilidades de mantener el co-gobiemo con las Fuerzas Annadas. La re­nuncia a la reforma agraria y a la nacionalización de las minas, procedente de los esfuerzos del " socialismo militar" por edificar un capitalismo nacional, restó un indispensable apoyo de masas al proyecto, a la vez que incrementó las posibilida­des de resistencia de los sectores oligárquicos e imposibilitó la modernización proyectada. En re­sumen, se trata de un tex to valioso tanto a nivel de las hipótes is y trabajo documental como en la medida que contribuye a informar sobre una etapa histórica bastante desconocida. Y este desconoci ­miento no implica que no existan libros que abor­den el problema. Significa que han predominado los enfoques periodísticos y literarios de gran entusiasmo postrevolucionario pero que por ese mi smo fervor e ideologización en poco ayudan a comprender la trascendencia de es te período. Por otro lado, son muy pocos los investigadores en España que trabajan temas sobre Bolivia y más aún sobre la Bolivia contemporánea, por lo que es grato manifestar la calidad de los dos textos en un medio dominado por la historiografía boliviana y norteamericana.

M.I.V.

GU !LLET, David. Covering Ground. Comunal Water Management and the State in the Peruvian Highlands.University of Michigan, 1992.

El libro de D.Guillet está enmarcado en por Jo menos dos debates de gran actualidad, particular­mente en los Andes y en el Perú: el rol del Estado en la sociedad; y la preservación del medio am­biente.

Esios temas están tratados en un contexto geográfico particular: el territorio de una comuni­dad del valle del Colea, sobre la vertiente oeste de los Andes. Esta vertiente es particularmente seca, razón por la cual el manejo del agua es de mucha importancia para la actividad agropecuaria, hasta convertirse en un eje primordial de la organiza­ción social. D.Guillet escogió por lo tanto el tema

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Reseñas

federador del manejo del agua para desarrollar su análisis.

Lashipótesisde la investigación son de mucho interés y originalidad. La organización social que se deriva de las necesidades de manejo del agua jugaría un papel esencial en la evolución socioeconómica de la comunidad . Impediría que aumenten las desigualdades en la tenencia de la tierra: ¿para qué adquirir más tierras si uno no tendrá mucho más acceso al agua, sobre todo en años de sequía donde las pequeñas explotaciones son prioritarias? Impediría también que el merca­do penetre con fuerza, ya que los cultivos de consumo familiar tienen la prioridad en la irrigación. Esto sin embargo no cierra toda posibi­lidad de introducción de nuevos cultivos, como ha sido el caso para la alfalfa a partir de los años 50; pero la adopc ión se realiza más cuidadosamente bajo el control de la asignación de agua. Final ­mente, la e ficacia del sistema local de distribución del agua permitió su mantenimiento frente a las ingerencia~ del Estado, las cuales favorecieron durante un tiempo las tentativa~ de acaparación de las elites regionales. Por último, el Estado de la Refom1a Agraria, descoso en principio de favore­cer una distribución justa y racional del agua, no tuvo más que hacer en Lari que apoyar las reglas ya existentes.

Por lo v isto, no se tra ta aquí de una simple descripción de un sistema de riego, sino más bien de un intento de eval uar el rol de este s istema en las relaciones de una comunidad con el entorno económico y político, además que geográfi co. Se debe aplaudi r la iniciativa de los edito res de la serie «Linking Lcvcls of Analys is» , a la cual pertenece el I ibro, ¡x)r su afán de desarrollar los es tudios sobre la~ relaciones entre los sistemas que se establecen a nivel local, y los sistemas más grandes (como, por ejemplo, e l país , cuya inílucn ­cia se mani fiesta a través de los organ ismos esta­tales). Este tipo de estudio sin duda se acerca mucho más a la realidad que la~ descripciones que se encierran en una realidad local s in ver, o querer ver, los múltiples nexos que vinculan, por ejem­plo, a un habitante de los Andes con el resto de la soc iedad nacional y hasta mundial.

También merece serremarcada la gran capaci­dad de Guillet para asimilar los resultados de la investigación en otras ciencias. Guillet incor¡:x,ra a su ra,:onamicnto tanto datos hi stóricos como c limatológicos o agronómicos, lo que ayuda a percibir las múltiples inter-relaciones que existen entre un medio físico y las sociedades que lo utilizaron y transformaron en el curso de los

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siglos . El conocimiento que tiene el autor de los Andes peruanos, y de la bibliografía afín, también resal ta en su capacidad de comparar el contexto particular del estudio con otros contextos.

Sin embargo, a pesar de sus intenciones, el libro falla en nuestra opinión en dar una vi sión clara de las relaciones que se establecen entre los diferentes e lementos del sistema local, y entre és te y el entorno mayor.

El plan mi smo del libro parece no tomar en cuenta la din ámica específica del razonamiento, sino más bien apun tar a una descripción estática de los diversos e lementos de un sis tema. Los títulos de los capítulos son a menudo dl'rnasiado descrip­tivos para ayudar al lector a seguir el camino del pcnsan1iento de l autor. La di ficultacl para seguir el razonamiento a lo largo de l libro se acentúa con las largas descripcioncs de asun tos que a priori no están directament e relacionados con la problemá­tica: por ejemplo, las ocupac iones diari as de los pas tores , o la terminología empicada pa ra descri­bir las relaciones de parentesco en Lari. Por otra parte , algunas descripc iones más relacionadas con el lema, co mo la de los conílictos que su rgen en el curso de la irri gacicín de la, tierras, podrían ser resLUni<las de manera más analítica.

Otra lim itac ión es la falt a de una inforn1ación más ordenada y sis tematizada sobre las relac iones del sis tema económ ico actual de Lari con la eco­nomía regional. El capítulo 2 presenta un retra10 útil de la evoluc ió n política y económica regiona l en las épocas precolonial. colo nial y repub licana. Sin embargo , en los capítu los siguientes uno se entera cas i por casualidad <le'. los vínculos comer­ciales act u:ilcs para la venta de los producto, agropec uarios entre Lari y Arcqu ipa o b s ciuda ­des de la costa, y quedan muy oscuras las otras re lac iones de los larcños con la economía regional (proporción de venta de mano de obra, ptX¡ueño comcrcio,ctc). La pregunta es si uno de los facto ­res del ma ntenimiento de las p1iorid adcs de riego, para los cultivos de consumo familiar, no scrfa justamente la posibilidad ele conseguir de un a u otra manera ingresos monetarios fuera de la acti · viciad agropecuaria. Luncntablemcntc el libro no permite contestar firm emente a tal pregunta, por los pocos e lementos que da sobre la economía familiar en Lar i.

Hubi ese sido también interesante presentar la presencia del Estado más allá de la intcrvc:ición directa en el manejo de agua, por ejemplo a través de los servicios de asistenci a técnica, de los servi ­cios educativos, de comun icación o de salud. La educación, en particular , juega un papel tan to en la

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modificación de las relaciones sociales dentro ele la sociedad local, como en la percepción del manejo de los recursos, como ha sido el caso en Huayopampa, ejemplo que cita el autor en su conclusión. No se debe olvidar tampoco que el proyecto Majes, del cual el autor señala que gene­ró una demanda de carne y participó en la adop­ción de alfalfa en Lari, también es una manifesta­ción del Estado.

El libro de Guille!, por la amplia información que alcanza al lector, representa un avance en la comprensión de la utilización de los recursos en los Andes, y en sus mecanismos de evolución. Por su insistencia en la necesidad de estudiar cada sistema local en un contexto más amplio, el autor indica ademá5 un camino importante para futuros estudios. El mismo autor estudió en los años 70 el impacto de la Refom1a Agraria en comunidades de la pampa de Anta, en la cercanía de Cusco. En esta época se pensó que el Estado podía asunür un papel determinante en el desarrollo rural en el Perú. Hoy en día está de moda negar su utilidad en este dominio . Sin embargo, que el Estado decida intervenir, o no intervenir, en cuestiones tales como el mane jo de agua, la tenencia de la tierra, o el precio de los productos agrícolas, su decisión no puede dejar de tener consecuencias en la eco­nomía de las familias campesinas, en el medio ambiente y hasta en Jasdinám icas delconjuntoclel espacio nacional (mediante, por ejemplo, las mi ­graciones). Por Jo tanto sigue siendo esencial la reflexión acerca de las interacciones entre Estado y sociedad rural local .

E.M.

NOW AK. Kerstin , SCHWEITZER, Dagmar. Die lnka und der Krieg. Ronner Amerikanistische Studien, RAS 17, Ronn, 1991.

El presente lomo de la colección de Estudios Americanistas de Bonn nos ofrece, en esta oca­sión, dos trabajos. Ambos surgieron, en gran medida, gracias al interés despertado por un curso de etnografía y en especial por la lectura de un artíc ulo de Manuel Ballesteros, quien intentó es­tudiar la guerra incaica a través del cronista Martín de Murüa.

Kerstin Nowak y Dagmar Schweitzer se pro­ponen anal izar "la milicia de los inca5 ", entendida como el complejo de aspectos culturalcs vincula­dos a la guerra, tales como organización y forma­ción del ejército, dirección, meta5, ideología, motiv ación, entre otros. El fin de sus trabajos es

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tratar el tema desde una perspectiva amplia, enten­der el papel que la guerra desempeñó en la época de los incas y brindar nuevas luces sobre la orga­nización política, social y cultural del mundo incaico. Ambas autoras critican el que hasta aliara haya sido éste un tema mu y poco estudiado, o visto desde puntos de vista muy particulares, Jo cual hace más difícil y meritorio el trabajo.

Kerstin Nowak tomará como fuente principal y prácticamente única a Pedro Cieza de León. Según la autora, es importante analizar a Cieza desde esta perspectiva, porque como soldado se interesó especialmente por el tema de la guerra. Además, fue un cronista temprano que contó con muchos informantes, expresó su fascinación por los incas y se caracterizaría por su "confiabilidad".

El trabajo comienza con una descripción geo­gráfica del territorio que ocuparon los incas. Lue­go, la autora trata la vida y obra de Cieza, analizan­do a sus informantes . Lamentablemente, no recal­ca datos que quizás habrían sido importantes, como por ejemplo la educación y los conocimien­tos que pudo habertenido un soldado de esa época, como también la visión de "milicia" y de guerra con las que contó y que probablemente influyeron en su descripción.

Entendiendo la guerra como un conflicto ar­mado entre dos grupos políticamente indepen­dientes, Nowak se ocupará a continuación de la expansión del "imperio" incaico. Analizará, aun­que de manera descriptiva, la información que brinda Cieza sobre la preparación de las campa­ñas, el reclutamiento, la constitución del ejército, su división interna y la5 jerarquías. Luego estudia­rá el armamento, describiendo sus diferentes ele­mentos, tomando en cuenta también vestido e in strumentos musicales que, a su parecer, eran imprescindibles en la guerra. La autora se ocupa enseguida de la logística, caminos, marchas, tambos y estrategias de lucha, que serían básica­mente dos: las negociaciones y el ataque. Describe también las tácticas de combate, entre las que se encontrarían los insultos. Una parte del trabajo se refiere a las derrotas y retiradas que habrían ocu­rrido en territorios extraños para los incas, como el norte del actual Ecuador. Luego analiza las actitu­des de la tropa inca hacia los vencidos y la segu­ridad militar lograda por medio de mitimaes y de "funcionarios". La mujer y su papel en la guerra es un punto que también es tocado en este estudio.

Finalmente, K. Nowak aborda el tema de la ideología, sosteniendo que había dos tipos de actitudes, la de los nobles y oficiales que veían la guerra como una misión, y la de los soldados

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Reseñas

comunes para quienes sólo habría sido un trabajo. En cuanto a la religión y sus vmculos con la guerra, sostiene que estos fueron muy estrechos, pero no implicaron un culto guerrero.

Entre las conclusiones a partir de las cuales sería interesante emprender una discusión, encon­tramos el problema de si la guerra implicó o no una mejora del s1atus social del soldado. Según la autora, esto no ocurrió. Es importante también el tema de la profesionalización del ejército. K. Nowak sostiene que ésta no existió en un comien­zo, porque marchar a la guerra era un modo de tributar; pero, al parecer, con la expansión y la vigilancia de zonas muy distantes, se fue forman­do un género de soldados cuya única ocupación era la guerra. Lamentablemente, el trabajo no abunda en detalles.

El segundo trabajo, escrito por Dagmar Schweitzer, analizará la milicia incaica seg ún Guamán Poma. La autora sostiene haber elegido a és te por tratarse de un cronista andino, aunque no desconoce la influencia que tuvo en él la cultu­ra occidental. Si bien considera que el tema de la guerra se presenta de una manera marginal en sus escritos, el uso de términos quechuas, cotejados con diccionarios y sus dibujos son reveladores.

La amora nos describe, en primer lugar, un panorama de la historia del Tahuantinsuyo. Luego se ocupa de la vidadeGuamán Poma, de sus infor­mantes, de los fines de su obra, de sus categorías mentales, de los términos que utiliza, entre otros temas. Teniendo una visión crítica, procede a analizar la milicia incaica, siguiendo más o menos el mi smo esquema del trabajo anterior. Entre los puntos más importantes de la investigación, encontramos que Guamán Poma usaría una palabra para nombrar a la población en edad de ir a la guerra. Al parecer habría habido, según esta fuente, diferencia~ de jerarquía al interior del grupo de altos funciona­rios. La au tora sostiene, el iscrepando con el traba jo anterior, que la guerra sí ofrecía la posibilidad de mejorar la condición social de un soldado . El términoAlliqaq aludía a quienes sobresalían en la guerra por sus méritos y eran recompensados. Dagmar Schweitzer sostiene también que existió un ejército de nobles y concuerda con Nowak en que en los últimos años del Tahuantinsuyo se habría dado una profesionalización del ejército .

Si bien la guerra incaica es un tema tan impor­tante como difícil, hubiera sido interesante que las autoras encontraran nuevas fuentes, compararan los testimonios de diversos cronistas y tuvieran en cuenta las características de la milicia española del siglo XVI para esclarecer dudas y lograr una

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visión certera. Proseguir por esos derroteros sería muy necesario. El estudio de la guerra resulta vital para determinar si el Tahuantinsuyo fue o no un Estado; si lo fue, de qué tipo; si llegó a ser un "imperio", ¿cómo se dio el tránsito y qué estructu­ra tuvo el poder? Sería necesario continuar por estos rumbos y seguir profundizando también en la rehgión y la ideología vinculadas a la guerra incaica.

M.R.

REGALADO DE HURTADO, Liliana . La Su­cesión Incaica. Aproximación al mando y po­der entre los Incas a partir de la crúnica de Betanzos. Fondo Editorial de la Pontificia Uni ­versidad Católica. Lima, 1993 .

Señalando que su pequeño libro "no ha tenni ­nado la discusión sobre el asunto !de los mecanis ­mos sucesorios de la elite gobernante del Tawantinsuyu, sino que], en el mejor de los casos sólo laestáreiniciando" (p. 115), Liliana Regalado termina un breve es tudio etnohistórico basado, en buena parte, en el uso de la crónica escrita por Juan Díez de Betanzos en 1551, la "Suma y Narración de los Incas". Como otros investigado res antes que ella, acepta que el relato bctanciano es tá menos contaminado de una "impronta cultural occidental" debido as u fecha temprana, al manejo del quechua por parte del autor, y a su matri monio con una mujer de la elite cusqueña, que le habría dado acceso a informaciones privilegiadas. La buena fama de Betam.os pcrrnite a la autora mani ­pular su relaLo, y enmarcarlo dentro de una pro­puesta de interpretación estructuralista de l sisLe­ma de descendencia incaico.

Siguiendo la idea expuesta por Duviol s, y luego por Pease, referida a una diarquía en el gobierno incaico, y añadiendo la noción de co­rreinado expues ta hace tiempo por Rostworowski, Rega lado de Hurtado elabora en el primer capítulo del libro, el más extenso por cierto (pp. 21-53), la propuesta de una "doble diarquía" o "diarquía dual", haciendo una síntesis de la información antropológica al respecto de la Cosmovisión Andina, siguiendo especialmente a Zuidema en cuanto al difícil tema del parentesco incaico. El esquema de una doble estructura sucesoria, usan­do a F!etanzos, será desarrollado desde la época de Pac hacut ec (Cap. 111 ), ha sta la cris is del Tawantinsuyu, que va desde los hijos de H uayna Cápac, Hu á.scar y Atahualpa, hasta los Incas de Yilcabamba (Cap. IV).

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Para hacer más clara su exposición, la autora inserta en su exposición 18 cuadros. Sin embargo, al no estar muy bien diagramados, los cuadros no resultan tan aclaratorios como fueron pensados, abultando el texto (¡y el índice!). Además, la profusión de cuadros al final llega incluso a con­fundir un tanto (p. ej. en p. 113 se hace referencia a los cuadros 14 y 15, cuando la exposición se refiere evidentemente a los cuadros 15 y 16).

La imagen final resulta, sin embargo, bastante equilibrada, dado que el esquema interpretativo tiene una adecuada coherencia interna. Sin em­bargo, como toda construcción estructuralista, corre el riesgo de sólo haber existido en la mente de quien la propuso, y no en la de los miembros de las sociedades a las que suele adjudicárseles ese modo de ver 1 a~ cosas, esa "estructura profunda". En ese sentido. habría algunas precauciones que tomar, y una crítica de fondo que hacer. El libro de Regalado de Hurtado adolece del defecto de la mayoría de las obras de etnohistoria andina (cate­goría ésta bastante vaga por cierto), consistente en aplicar aportes teóricos lomados de la antropolo­gía, pero sin un completo manejo de la teoría antropológica. Esto es visible en el Cap. 1 del libro que reseñamos. Cas i todo vale para poder cons­truir un esquema al que luego las fuentes, "natu­ral mente", se adaptarán, pues es tán siendo leídas "con otros ojos". Por otro lado, la autora se ahorra varios debates (p.ej.: sobre la "ilegitimidad" de Atahualpa, p. 100), pues o no los considera perti ­nentes, o nos remite a sus tex tos de base. En ese sentido, no mencionar los trabajos de H. Urbano, que conforman una construcción estructuralista alternativa, siquiera para rechazarlos por no con­siderarlos apropiados, depn la sensación de una síntesis poco exhaustiva y, al mismo tiempo, denota poca voluntad de "reiniciar un debate".

Entre las precauc iones que propondríamos es­tarían las de apuntar un poco más a la heurística de las fuentes cronís ticas utilizadas. Podría resultar que Retanzos no fuera tan "inocuo" como parece, sobre todo en temas de sucesión incaica (habiendo sido su esposa, doña Angeli na Yupanqui o Cuxirimay Ocllo , la "esposa principal" de Atahualpa en la crónica ). Aunque la autora parece intuirlo (p. 1 O 1 ). finalmente su fe en Betanzos es decisivJ. Igualmente, personajes únicos entre las cnín icas que hablan de los gobernantes cusqucños, Yamque Yupanque padre (hijo de Pachacutec y "hermano' · de Tupac Yupanqui) y Yamque Yupanquc hijo ("primo hermano" de Huayna Cápac), son as imilados al esquema de la doble diarquía sin pestañear.

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Contrasta, sin embargo, que la fuente domi­nante en lamayorpartedelestudio de Regalado de Hurtado, luego sea abandonada en la parte final del libro, y sea reemplazada por otro tipo de fuentes (otras crónicas, testimonios documenta­les). Esto apunta en el fondo a un serio problema metodológico. O consideramos que un texto tiene características especiales, y nos dedicamos a un examen global de su contenido (presuponiendo que es un mensaje intencional, en el que las nociones de verdad o falsedad con respecto a la realidad objetiva son casi irrelevantes). o somete­mos ese texto a una sistemática crítica, discrimi­nando lo cieno de lo ficticio, y sólo entonces lo contrastamos con otros textos, análogamente revi­sados. De no ser así, entramos en un "vale todo" que puede terminar muy lejos de los procesos históricos (sociales, económicos, o mentales) que se pretenden estudiar.

N.D.F.

T ANDETER, Enrique. Coacción y mercado. La minería de plata en el Potosí colonial. 1692-1826. Centro de Estudios Regionales Andinos Rartolomé de Las Casas, Cusca 1992.

Tandeter se ocupa en este libro de un período poco explorado de la historia del Cerro Rico de Potosí. Tras haber sido uno de los principales pilares de la economía imperial española y, asi­mismo, haber impuesto un carácter especial a la economía colonial peruana, Potosí ingresó en un período de estancamiento hacia finales del siglo XVII que se prolongó hasta la tercera década del siguiente siglo. Sin embargo, en 1730, el centro minero comenzó a recuperarse lentamente llegan­do a alcanzar los puntos más altos de producción de ese siglo en las últimas décadas del mismo. Si bien la recuperación de Potosí no fue espectacular (como afirma el autor, en los momentos culminan­tes las cifras de producción no llegan ni al 50% de 200 años antes), es particularmente interesante descubrir a través de qué mecanismos se pudo lograr es ta humilde pero evidente recuperación . Y este es, precisamente, el objetivo principal del libro de Enrique Tandeter.

Para ello, el autor nos da una visión del contex­to dentro del cual se inic ia el nuevo despegue de la producción potosina en las primeras décadas del s iglo XYlll, cifras de producción, un exhaustivo análisi s de la situación de la mano de obra mitaya y minga (incluyendo el fascinante y fascincroso

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Reseñas

mundo de los indios "kajchas"), un agudo y minu­cioso estudio sobre costos y ganancias de las empresas mineras y, finalmente, una visión de los principales planes de reforma de fines del XVlll y los periplos del centro minero con la llegada de los ingleses tras las guerras de independencia. No intentaré en esta ocasión comentar todos y cada uno de los puntos que trata el autor, sino más bien trataré de reílexionar acerca de los resultados de este estudio dentro de un contexto general que nos ayude a entender cuál es el aporte fundamental de este libro para la historia de la minería altiplá­mca.

Hasta la década de los se tenta, era un lugar común hablar de la contracción de la minería potosina (y de las economías coloniales america­nas en general) en el siglo XVII, y esto tal vez en parte porque era una manera de explicar la baja de l movimiento comercial atlántico detectada por las cifras de Chaunu. Hamilton, en su pionero trabajo escrito en 1934, afirmaba que la disminución de las exportaciones de plata del Perú a Europa se debió a insalvables problemas técnicos en Potosí que, agregados a la contracción de la oferta 1 abo­ral compulsiv a, habrían producido una crisis mi ­nera cuyos primeros síntomas aparecieron hacia 1600-1606. Después de él (aunque tan1bién an­tes), muchos historiadores siguieron pensando en esta línea, afirmando que en efecto hubo una temprana crisis minera y enfatizando ya sea la falta de mano de obra, el aumento de los costos de producc ión o, inclusive, la escasez de mercurio .

Sin embargo, esta visión se modificó gracias a la elaboración de cálculos de producción basados en las misma~ cifras fiscales y en los es timados de consumo de azogue en los centros mineros , deser­tando enfátican1ente la ubicación temporal de la crisis minera en un período tan temprano como el sugerido hasta entonces. Estas cifras indican que es cierto que desde Is primeras décadas del s iglo XV II la producción de Potosí empezó a declinar pero , sin embargo, esta disminución fue lenta y oscilante, has ta llegar a niveles críticos en las dos primeras décadas del siglo XY!íl.

Son varios los factores que habrían producido es te descenso. En primer lugar, se agotaron las vetas superficiales y las más profundas necesi ta­ban de una innovación tecnológica que la indus­tria minera no fue capaz de resolver, y trabajar con minas profundas significaba un aumento de los costos de extracción. En segundo lugar, el sumi ­ni stro de mano de obra al centro minero sufrió una serie de transformaciones. Si bien la "Leyenda Negra" subestima la capacidad del sector ind íge-

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na de adaptarse a las nuevas exigencias de la organización económica española, en cambio no resulta exagerada cuando describe las condicio­nes de vida de aquellos que debían cumplir con la mita minera. Los indios fueron obligados a traba­jar mucho más allá de lo que las leyes les exigían, llegando muchos de ellos a quedarse en la villa otro año más cuando la frecuencia de los rumos se aminoró debido a la caída demográfica, o debido a los efectos de la proliferación de los llamados "indios de fa ltriquera" (quienes, como señala Tandeter, trasladaban el peso del trabajo e fectivo a los que no tenían recursos para eludirlo) . La aparición de estos "indios de faltriquera" fue, incluso, incentivada por azogueros con minas agotadas y sin capitales, los cuales ganaban más recibiendo el pago que haciendo trabajar al ind íge­na. De este modo, como señal a el autor, "los empresarios ... no necesi taban arriesgarse ni com ­prometerse en !a explotación mineral efectiva, con la consiguiente baja de la producción total (p. 24) .

Pero esta práctica " parasitaria" no fue el úni co ingrediente que habría frenado la producc ión del Cerro. Según Bakewell, en l 603 existía una fuerza laboral de 11,000 a 12,000 trabajadores, de los cuales sólo 4.500 provenían de la mita ordinaria , siendo el resto "m ingas", es deci r, hombres que vendían su fuerza de trabajo. De estos "mingas", por supuesto, una can tidad importante (tal vez los dos tercios) eran indígenas de la mita gruesa que estaban en huelga, pero hay c laras evidencias de que de allí en adelante un cuerpo importante de "mingas" (que era mano de obra especial izada) permaneció en la villa potosina, superando en núm ero a los mitayos y recibiendo salarios que, según Bakewell , quintuplicaban al del trabajador compuls ivo. Y esto, probablemente, también au­mentó los costos de producci<Ín.

Por lo tanto, e l aumento de los costo de producción, unido a la pérdida de la capacid ad adquisitiva de la plata en el mercado internacio­nal, habrían origin ado que las ganancias en las minas de Potosí disminuyeran y que, a consecuen ­cia de ello, suced iera lo mismo con los capi tales procedentes del comercio y/o la burocracia que solían destinarse al habilitamiento de las minas. Luego del escándalo de la adulteración de mone ­das en Potosí en la década de 1640, fi guras como las de Gómez de la Roc ha (que combinaban las actividades de "aviador", mercader y la de f uncio­nario de la Casa de Moneda de Potosí) desapare­cieron . En adelante, la composición de los "avia ­dores" sufrió modificaciones y el crédito minero se contrajo en la segunda mitad de la centuri a.

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Los altibajos potosinos pudieron ser compen­sados temporalmente por la explotación de nue­va, minas con vetas superficiales como las de Oruro, Porco y San Antonio del Nuevo Mundo, y por la audacia de empresarios como Antonio López de Quiroga que, desafiando el temporal, colocaron capitales frescos y aplicaron novedosos métodos de desagüe y la pólvora para la explota­ción de las minas profundas. Pero, y a pesar de estos es fuerzos, todo parece indicar que la pro­ducción potosina bajó a fines de siglo hasta alcan­zar los niveles pre-toledanos.

Sin embargo, Potosí logró invertir esta tenden­cia en el siguiente siglo. Como muestra Tandeter, desde 1730 se produce una continua y moderada al i.a que se mantendrá ha5ta por lo menos la década de 1790. Esta recuperación, es cierto, estuvo fa vorec ida por una franca colaboración estatal que red ujo el quinto al diezmo a partir de 1736, que puso punto final a la discusión sobre la legitimidad de la mita y por los intentos borbónicos ele apoyar a los empresarios mineros a través de instituciones creditic ias como el Banco de San Carlos. No obstante, el estímulo del Estado no es suficiente motivo para explicar este cambio de tendencia . ¿Cómo pudo, entonces, recuperarse la mi nería potos in a en el siglo XV[U? ¿Se produjo una revolución tecnológica que logró resuci tar minas abandonadas? ¿Se descubrió la pól vora? ¿Aparecieron nuevos capi tales? Según Tandeter, en realidad pocas cosas cambiaron en el Potos í del siglo XV III. Los mitayos seguían dedicándose a las labores de acarreo en las minas mientra, el res to de trabajo especializado continuaba estando en manos ele trabapdores asalari ados. Cuando se agotaron las vetas ricas, no se recurrió al trabajo con vetas pro funda5 (por la exigencia de capitales que ello suponía), sino más bien se optó por la explotación casi para, itar ia de los desmontes y sueltos ele ant iguas labores, que requerían de desembolsos menores con una rentabilidad baja pero segura. La explicación del auge, portan to, no se debe a cambios tecnológicos ni tampoco a nuevos descubrimien tos sino -y he aquí a mi entender e l principal a¡xirte del autor- al aum ento ele la explotación del traba jo de los mitayos, cuyos tumos de tra bajo se incrementaron sin el consi­guiente aumento de sus sueldos y cuya, fami li as fueron obligadas a integrarse a lo que podríamos denominar la "economía mi taya".

Según Tandeter, es la modificac ión del meca­nismo que organi,.aba el proceso de trabajo mitayo durante el sig lo XVl[J el que permi tirá a la minería potosina duplicar su producción entre la década

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de 1740 y 1790. La información que recoge le permite afirmar que el mitayo potosino trabajaba un promedio que superaba las 46 semanas al año, es decir, 167% más de lo que estipulaban las ordenanzas. Incluso midiendo este exceso ele tra­bajo en tumos obligatorios y efectivos la diferen­cia sería de 285%. Sin embargo, el pago de sus salarios efectivos no guardaba esta corresponden­cia, superando tan sólo en41 % a los legales. Claro que los mitayos no constituían la fuerza de trabajo mayoritaria en Potosí y las cifras que da Tandeter confirman que la presencia de mitayos competía en número a la de indios mingas. Pero, según el autor, el trabajador libre producía entre 30 y 50% menos con el jornal superior en SO% al mitayo. De esta manera, la renta mitaya adquirió una impor­tancia especial con respecto a la disminución de los costos de producción en el centro minero.

En efecto, los minuciosos cálculos de Tandeter de los costos y excedentes de los ingenios con mita en 1790-93 muestran que los salarios mitayos consumían el 11.4% de los ingresos del azoguero, permitiéndole un excedente del 17.4%. Mientras que el pago real del trabajo mitayo hubiese su­puesto un aumento de los costos al 28 .7%, y hubiese reducido los excedentes a tan sólo el 0. 1 %. Se comprueba así, dice el autor, "en qué medida la renta mita ya., con su entable caracterís­tico, permitió la supervivencia de Potosí a pesar de la pobreza relativa de sus minerales" (p. 78) . De este modo, la combinación entre la l1exible di spo ­nibilidad ele la mita y la ex istencia de sueltos y desmontes en el Cerro (que no requerían de mayor inversión de capital para su beneficio) permitió el aumento de la producción potosina en el siglo xvrn.

Que fuera tan fácil la solución (por decirlo ele alguna manera) no deja de ser sorprendente, más aún considerando que tal vez lo mismo se pudo hacer en el siglo precedente y le hubiese podido evitar a un minero como LópezdeQuirogael tener que invertir dos millones de pesos en socavones y desagües. Por tanto, una pregunta que surge inme­diatamente es porqué se produce el aumento de la producc ión en la década de l 730 y no antes. El autor sugiere que el aumento demográfico y el incremento de la producción agrícola debieron haber generado un aumento en la demanda interna de medios monetarios en las primeras décadas del XVIII. Pero hace especial hincapié en la demanda externa de metales que, aparentemente, habría jugado un ro l primodial en la revitali zaci ón de la producción de plata. En efecto, la demanda exter­na la habría constitui do la nueva expans ión de la

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economía europea en el siglo XVIII que se verá reflejada en las incursiones comerciales francesas desde el puerto de Saint Malo hacia las costas del Pacífico Sur, el aumento del comercio de Registro y del Asiento inglés, y el contrabando originado en Colonia Sacramento.

Sin embargo, existen un conjunto de eviden­cias que permiten suponer que la demanda euro­pea y la exportación efectiva de remesas de Amé­rica a Europa se mantuvieron en niveles muy altos en la segunda mitad del siglo XVII. Mientras que fuentes oficiales españolas registraron para el período 1650-1700 la llegada de un total de 43.6 millones de pesos procedentes de América, las fuentes oficiosas de Morineau declaran que sólo para el período 1671 - 1700 las remesas quinquenales harían oscilado entre los 33 y los 66 millones de pesos. Estas mismas fuentes hablan de transacciones en Cartagena y Portobelo de 22 a 25 millones y de envíos récord, como el de los galeones de 1691, que llegaron a transportar más de40 millones procedentes de Tierra Flrme, supe­rando ampliamente la cifra más alta dada por Hamilton para el año 1595, que fue de 25 millo ­nes. Los reportes consulares franceses mostra­rían, entonces, que para el período 1650-I 700 lo s tesoros americanos, lejos de hundirse, llegaron a los niveles más altos de todo el período 1550-1700. Esta expansión sería atribuíblc no sólo a las necesidades de la Europa no ibérica. sino que incluso la economía española d io síntomas de recuperación desde la década de 1680 y comenzó a participar más activamente del tráfico con sus coloni a5 americanas.

Si las cifras de Morineau, García Fuentes, Ringrose y las in terpretaciones de Fontana son correctas, es taríamos ante un problema de difíci l solución, puesto que los da tos de producción y fiscale s ofrecidos porTandeter y Bakewell (entre otros) nos mostraría una tendencia de producción franc amente opuesta a la de las exportaciones . Si no hubo una producción de "plata fresca" en el período, ¿ele dónde salieron los fabulo sos metales de Morineau ?. ¿Es que acaso se recurrió a la captación del metálico existente en e l virreinato por medio ele métodos compulsivos como, por ejemplo, el reparto? o, tal vez ¿lo que sucede es que las cifras fiscales están di storsionando dema­siado las cifras reales ele producción de Potosí? . En rea lidad, estos so n problemas tod avía irres ueltos que un laborioso y documentado libro como el ele Tandeter nos invita a formular.

M.S.

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WU, Celia. Generals and Diplomats. Great Britain and Peru, 1820-40. Centre of Latin American Studies. University of Cambridge, Cambridge 1991 .

En los últimos años se ha producido un renova­do interés por descifrar las motivaciones que oca­sionaron el surgimiento ele aquella época turbu­lenta ele los inicios republicanos. En este sentido las nuevas generaciones de hjstoriadores, cansa ­das de modelos interpretativos ineficientes como el clepenclentista que estuvo en boga en las décadas ele los sesenta y setenta, proponen la necesidad de investigar con rigurosidad este período antes que hacer generalizaciones carentes ele respaldo c ien­tífico.

El trabajo de Celia Wu se inscribe entonces en es ta nueva corriente, al ana li Lar la actuación polí­ti ca de los caudillos nativos y ele los diplomáticos bri Lánjcos en la confonnación del nac iente Es tado decimonónico.

En la primera parte, la autora es tudia el ro l de la Gran Bretaña en el proceso inclepenclemista ele Latinoamérica. Y anota que luego del int ento fa llido de tomar Buenos Aires y Montevideo en el aiío de 1806, la secretaría de guerra británica replanteó su po lítica, al notar que el envío de expediciones arn1adas implicaba la unión ele his­p,moamericanos con peninsulares. De tal manera que era mejor presentarse en calidad de au xili ares y protectores. Esta po lítica hab ía traído enormes beneficios comerciales con el Brasil al obtener una baja considerable en los aranceles. gracias a que en el año ele 1807 la corte por tuguesa fue esco ltada por navíos ingleses en su traslado al Brasil. Parte de esta nueva política ex terna fue que el reconocimiento de la independencia ele los países sudamericanos es tuvo ligada a la firma ele un tratado comercial con Jnglaterra. Esta nueva situación implicaba el acceso a mercados locales, protección contra préstamos form sos y la preven­ción contra tarifas discriminato ri as . En 1825 se firmaron tratados comerciales con México, Co­lombia y Buenos Aires . El Perú, al contrario, impuso grandes tarifas aduaneras para proteger su industri a nativa y agrícola, política que no era compartida por los peruanos del sur, quienes más bien neces itaban políticas liberales que incentivaran su economía . En este punto, los re­sultados del análi sis de la aLllora coinciden con los trabajos ele Paul Gootenberg (l 989).

Señala Wu que aunque el gobierno británico no intervino en las luchas entre patriotas e hi spa -

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nos, sí lo hicieron decidid:unente 3 mil ciudada­nos británicos quienes pelearon junto a Bolívar. 01.ro elemento disuas ivo fue la gran flota de gue­rra que navegaba por todos los océanos del mundo con la misión de defender, incluso con la fuerza, a personas y propiedades inglesas. En este senti­do, la amenaza de un bloqueo naval siempre estuvo presente. Y a pesar que Inglaterra mantuvo una presencia imperial en Sudamérica, tuvo éxi to en rechazar una confrontación directa con las nacientes repúblicas. El éxi to de esta política dependió más de la determinación del Foreign Office que de la acti vidad política de los cónsules y agen tes diplomáticos ingleses .

En la seg unda parte de su estudio, la autora nos muestra un minucioso análisis de la procedencia, c:m1 bios y acti tudes de los generales y políticos en el Perú entre 1820-1840. Señala que si bien algu ­nos militares son cons iderados nacionalistas y 01.ros son acusados de favorecer a los extranjeros, lodos opinaron acerca de la conveniencia o no de la unión con Bolivia.

Wu empieza estud iando la nacionalidad de los altos jefes mil itares patriotas que lucharon contra las fuerzas reali stas y anota que la gran mayoría de oficiales peruanos pelearon en el lado reali sta. Por tan to, la armada patriota estuvo dirigida por una gran cantidad de extranjeros que arribaron con San Martín y Bolívar. Años después , quedarían muy pocos luego de la reacción anticolombiana de 1827 . La autora menciona que Bolívar, luego de su estadía en el Perú, estuvo pensando en la posibi lidad de la di solución de la Gran Colombia en tres componen tes: Y enewela, Nueva Granada y Ecuador, y la div isión del Perú en dos estados, con Arequi pa actuando como capital de la repú ­blica del sur. Al parecer, el libertador ya había notado las diferencia, regionales internas .

Luego de estudiar la actuación política de Agustín Gamarra, la califica de conserv adora. Tal ju icio se basa, por ejemplo, en que durante su gobierno se aplicaron altas tari fas a los productos importados. Gamarra aumentó en 1833 el número de generales de brigada -promovió a siete que eran de su entera confianza-, con la final idad de ganar apoyo . Wu estudia luego la lis ta de generales y mariscales de la época de la Confederación (1836-1839) y encuentra que Santa Cruz introdujo en las listas mil itares a varios bolivianos y exLranjeros . Para la autora, la Confederación Perú-Boliviana no es más que la continuación de la unión entre el Alto y Rajo Perú, relación que tenía ya tres siglos de vi gencia.

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Cuando Gamarra retomó al poder, los genera­les y extranjeros adictos a Santa Cruz fueron desterrados. Pero, las vicisitudes de la política peruana se incrementaron luego de la muerte de Gamarra en 184 1. Entonces se produjo el retomo de varios militares exiliados. La autora concluye esta parte afirmando que el gran debate sobre la unión política del Perú y Boliviano se reduce a una rivalidad entre Gamarra y Santa Cruz. Sostiene que existieron pugnas comerciales entre el norte y el sur peruanos. Este capítulo se complementa muy bien con los recientes análisis de Charles Wal.ker (1992) y John Lynch (1992) acerca de las actividades políticas de los caudillos hispanoame­ricanos en la primera mitad del siglo XIX.

La tercera parte es tudia el incidente del navío " Hidalgo" con la aduana peruana en 1830. En mayo de ese año, la carga del navío en cuestión (destinada a un comerciante inglés), fue confisca­da por problemas legales. Cinco días después, fue trasladada al Callao y luego al tesoro nacional , en donde las barras que transportaba fueron fundidas y convertidas en moneda. Los vicecónsules britá­nicos, luego de reclamar por el atropello, conven­cieron al comandante de las fuer1.as navales ingle­sa~ del Pacífico de la necesidad de defender los principios de la justicia. Luego de bloquear el Callao, procedieron a capturar la nave peruana "Libertad" y a recuperar e l equivalente de la suma confiscada. Ante la gravedad de los hechos, el mini stro Pando adv irtió que, de continuar el blo­queo, se procedería a la suspensión de las relacio­nes comerciales con Inglaterra. Posteriormente, el Foreign Office aseguró la reconciliación enfatizando que los vicecónsules habían actuado sin la respectiva autorización de Londres, y adv ir­tió que la Gran Bretaña no es taba dispuesta a tolerar otro abuso del Perú con sus ciudadanos. Este hecho reforzó la política británica de la no agresión. Por eso, durante la Confederación, seña­la la autora, los cónsules y capitanes navales británicos actuaron como meros espectadores de la invasión chi lena al Perú. En este punto, nos permitimos recordar que no siempre fueron tan diplomáticos: recordemos el bloqueo del puerto de lslay y el bombardeo de Arica por naves ingle­sa, en 1844.

En el capítulo cuarto, se estudi a la relación política entre el Cónsul General Relfo rd Hinton Wilson y el Protector de la Confederación, Andrés de Santa Cruz. El vúiculo entre ambos se consoli­dó en la medida en que ambos fueron partidarios de un régi men de libre comercio. Por eso, la firma de un tratado de amistad, comercio y navegación

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no se hizo esperar. Celia Wu rescata con acierto una de las más antiguas formas de hacer historia: la biografía. A través de ella, nos informa de las vicisitudes políticas del Cónsul en mención, des­de su vinculación con Bolívar, su amistad con Santa Cruz y su destitución propuesta por los partidarios de Gamarra en la etapa de la Restau­ración en 1841. Concluye que el punto de dis­crepancia entre el Foreign Office y Wilson es el papel de la fuerza naval. Es decir, señalaba el segundoqueésta. además de proteger a los ciudada­nos británicos, debía también proteger a aquellos gobiernos en Sudamérica que favorecían los inte­reses británicos . Otro punto que trata Wu en este capítulo es la participación política de los mon­toneros y concluye que las reclamaciones políti ­cas en realidad sólo eran pretextos para realizar sus depredaciones. En esta parte encontramos discrepancias con los trabajos de Walker (1992), quien afirma que los montoneros y bandoleros sí tenían una conciencia política más cercana a los liberales que a los conservadores nacionalistas .

El último capítulo está dedicado a analizar la actuación política de Manuel Ferreyros, conspi­cuo militante del sector nacionalista y conserva­dor de aquellos años . Fue secretario general de Gamarra y ministro de Salaverry, y gran crítico -desde el exilio- de la Confederación. Sus anota­ciones prejuicios as y racistas son semejantes a las de Felipe Pardo y Aliaga. tema analizado por Cecilia Méndez (1992). Wu concluye que si bien Ferreyros fue un gran crítico del liberalismo, la Confederación y la presencia de comerciantes

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extranjeros, no llegó a proponer una alternativa sólida al problema. En suma, Ferreyros sirvió para definir al extranjero (Bolivia), pero hizo muy poco para lograr una identidad nacional.

Es necesario remarcar que trabajos serios y críticos como el de Celia Wu, nos convencen de la urgente necesidad de más investigaciones monográficas. Sólo así podremos tener aproxima­ciones más fidedignas a la historia de nuestro país. Las generalizaciones vendrán luego.

B.B.

REFERENCIAS

GOOTENBERG, Paul. Between Silver and Guano: Protectionist Elites to a Liberal Sta te in Peru, 1820-1850. Princeton University Press, Princeton. 1989.

L YNCH, John. Caudillos in Spanish America. 1800-1850. Claredon Press, Oxford. 1992.

MENDEZ, Cecilia. "República sin indios: la co­munidad imaginada del Perú". En: Urbano, H. (comp.), Tradición y Modernidad en los Andes. Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas, Cusco, pp. 15-42. 1992.

W ALKER, Charles. "Peasant, Caudillos and the State in Peru: Cusco in the Transi tion from Colony to Republic, 1780-1840". Tesis docto­ral. Universidad <le Chicago . 1992.

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