POLÍTICAS REGIONALES Y LOCALES DE TUTELA Y VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL “Políticas...

POLÍTICAS REGIONALES Y LOCALES DE TUTELA Y VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL

“Políticas culturales, evolución y tendencias

recientes”

“Políticas culturales, evolución y tendencias

recientes”

1. Introducción. La génesis de la política cultural en España

En España se construye la política cultural moderna cuando en la Europa próxima se llevan casi cuatro décadas ejerciéndola, con lo que se pueden aprovechar ciertas experiencias comparadas, al mismo tiempo que se parte de un profundo desconocimiento técnico y empírico, sobre las relaciones entre objetivos y finalidades en la implementación de las políticas culturales .


1. Introducción. La génesis de la política cultural en España. Condicionantes de su trayectoria

a) La conquista de las libertades en el proceso de transición hacia la democracia, de manera que a veces se funden, complementan o interfieren las demandas de los derechos políticos con el desarrollo de los derechos culturales,

b) La profunda descentralización , que si bien es un fenómeno que también se inicia en otros países europeos en el ámbito de la política cultural (Francia, Suecia, Italia Reino Unido, Bélgica), en España este proceso significa un profunda transformación del entramado institucional y una completa reconfiguración territorial y del modelo de intervención del Estado y que tiene en la política cultural de las CCAA la primera y la más manifiesta competencia para reforzar y recuperar las identidades de las naciones históricas.

c) La integración de España en Europa que induce por una parte a la búsqueda de la homogenización técnica y administrativa de la política cultural así como la posibilidad de encontrar referentes establecidos en su articulación

d) La transición del capitalismo industrial a la sociedad de la información o el capitalismo cultural, que otorga a la producción simbólica una valor que va mucho más allá de los simples efectos sobre la renta y la ocupación y que determina el grado de competitividad de los espacios, la jerarquía de la ciudades, las relaciones entre lo local y lo global, la gestión/digestión de la diversidad etc..

e) La ya constatable y creciente importancia económica de los sectores culturales, tanto en términos de ocupación como en la generación de riqueza




La alternancia política no ha significado cambios sustanciales en el modelo genérico de política cultural. Y quizás el matiz diferenciador ha sido la existencia independiente o no del Ministerio de Cultura y quizás la insistencia retórica en la política de preservación del patrimonio por parte del PP

[...]El PSOE defiende la permanencia de un Ministerio de Cultura porque "la cultura es un derecho y exige una política al más alto nivel", señala la ministra Carmen Alborch. "Lo exige también", agrega, "la coordinación con las autonomías -con las que existen competencias concurrentes-, la ayuda a las industrias culturales, la gestión de las grandes instituciones del Estado, la proyección exterior o la coordinación europea"

El PP aboga por la creación de un superministerio de Cultura y Educación con el propósito de lograr la más estrecha coordinación en el desempeño de las funciones educativa, cultural y de apoyo a la ciencia que corresponden al Estado". "La cultura", dice Miguel Ángel Cortés, presidente de la comisión nacional de Cultura del PP, "no puede ser un compartimento estanco y debe inspirar la acción de todo el Gobierno".

¿Se necesita un Ministerio de Cultura?. ¿Por qué? (1996)

A excepción de la eliminación del Centro de nuevas tendencias escénicas, el nuevo gobierno mantiene la estructura orgánica y los grandes equipamientos heredados de la administración anterior BONET, L. (1999), "Evolución y retos de la política cultural en España", Tablero. Revista del Convenio Andrés Bello, n. 61 [agosto], p. 89-99.)



En la mayoría de los textos aparece en primer lugar y destacado con especial énfasis Según argumentos de la propia ministra de cultura Pilar del Castillo “la conservación y difusión del patrimonio artístico de la nación, con toda su riqueza y pluralidad, constituyen la base más sólida y la fuente de legitimidad más importante de la acción cultural por parte de un Estado democrático ”

En el mismo sentido, y en el mismo texto, Luís Alberto de Cuenca, Secretario de Estado de Cultura, aclara: “Uno de nuestros objetivos fundamentales fue conseguir una mejora sustancial de nuestro riquísimo patrimonio cultural,[...]” , y en el mismo sentido, unas páginas más adelante, en los textos no firmado que repasan las líneas de la política cultural se puede leer “El patrimonio es un vector esencial de toda política cultural. Y la atención preferente que los gobiernos del PP le han concedido se manifiesta en todas sus actuaciones”

Fuente: Ministerio de Cultura Política Cultural 2000-2004. Balance.



De manera emergente y como consecuencia lógica del proceso de maduración de las políticas culturales van apareciendo prácticas y discursos que plantean cambios en el modelo genérico.

En el ámbito de las prácticas administrativas y de gestión lo que sí cabe destacar que especialmente en los últimos años, junto con una creciente profesionalización derivada tanto de la experiencia como de mayores niveles de formación, van apareciendo entidades autónomas orientadas a la gestión de la cultura, en todos los niveles de gobiernos, tratando en teoría de darle flexibilidad y eficacia al modelo de gestión.

En el ámbito de los discursos desde posiciones liberales/conservadoras, abogan por una mayor implicación de los agentes privados tanto en la financiación de la cultura como en la definición de los campos de actuación y por tanto una menor tutela de los agentes públicos. Desde posiciones progresista, ante cierto fracaso del discurso más voluntarista de la acción sociocultural y el efecto transformador de las políticas culturales se habla también de una mayor participación e implicación de la ciudadanía en la configuración de la producción simbólica colectiva.

1. Introducción. ¿quién hace política cultural?


Gasto Público en cultura por niveles de Gobierno. Euros/habit (2003)

11,3

16,2

44,5

7,3

11,8

17,2

0

0,5

0,2

0 10 20 30 40 50 60 70

Estado Central

CCAA

CorporacionesLocales

Euros

Gastos Corrientes

Gastos de Capital

Otros

1. Introducción. El estilo de maduración de las políticas culturales autonómicas (1985-1994)


Evolución del gasto cultural de las CCAA por funciones (millones de pesetas)

0

20000

40000

60000

80000

100000

120000

140000

Año85

Año86

Año87

Año88

Año89

Año90

Año91

Año92

Año93

Año94

Serv. Gener

Prom. Cul

Mus.Arch.Bib

Patrimonio



Distribución porcentual del Gasto Público en Cultura de las CCAA (presupuesto inicial)

05

101520253035

Año 1

991

Año 1

992

Año 1

993

Año 1

994

Año 1

995

Año 1

996

Año 1

997

Año 1

998

Año 1

999

Año 2

000

%

Patrimonio histórico y artístico

Museos y exposiciones

Archivos y Bibliotecas

Música

Teatro

Cine

Otros servicios culturales

Dirección y Servicios Generalesde Cultura



Gasto Liquidado en cultura por Comunidad Autonoma

Andalucía

Cataluña

Madrid (Comunidad de)

Castilla y León

Comunidad Valenciana

Galicia

-

50.000

100.000

150.000

200.000

250.000

2000 2001 2002 2003 2004

Andalucía

Aragón

Asturias (Principado de)

Balears (Illes)

Canarias

Cantabria

Castilla y León

Castilla-La Mancha

Cataluña


Extremadura

Galicia


Murcia (Región de)

Navarra (Comunidad Foral de)

País Vasco

Rioja (La)


Gasto medio por habitante (Euros) y CCAA

- 10 20 30 40 50 60 70 80

TOTAL

Andalucía

Aragón

Asturias (Principado de)

Balears (Illes)

Canarias

Cantabria

Castilla y León

Castilla-La Mancha

Cataluña


Extremadura

Galicia


Murcia (Región de)

Navarra (Comunidad Foral de)

País Vasco

Rioja (La)

2000

2001

2002

2003

2004

1. Introducción. ¿quién hace política cultural?. Las corporaciones locales


En un primer momento, hasta mediados de los años 80, y generalizando, el estilo de las políticas culturales municipales se acercaba bastante al modelo de la animación sociocultural, que se caracterizaba con un concepción muy voluntarista, con voluntad transformadora de la realidad a través del desarrollo de las políticas culturales, que se desarrolla en un marco muy escaso en infraestructuras materiales y que coopta e implica a los agentes culturales locales y que con escasos niveles de formación profesional avanza a través de la prueba y el error

Un segunda fase que podíamos ubicar hasta mediados de los años 90 se caracteriza por la institucionalización y cierta normalización de las políticas culturales y la construcción de las infraestructuras. En el ámbito municipal y fuera de las grandes metrópolis, las Casas de Cultura, como centros culturales polivalentes se conforman como el eje de la programación municipal. En esta segunda fase que implica cierto proceso de normalización y profesionalización de la política cultural a través de agentes que poco a poco se forman y se incorporan en la gestión municipal. Pero también implicó cierta desafección, desmotivación y desplazamiento de los agentes culturales locales. Es un período en el que deja de hablarse de la animación sociocultural para incorporar el término de gestión cultural. También en esta fase se consolidan algunas experiencias como programas regulares, festivales etc..

1. Introducción. ¿quién hace política cultural?


En la actualidad podríamos esta inmersos en una fase que, como en otros ámbitos territoriales de las políticas culturales, podríamos hablar de una fase de la complejidad. En esta fase aparecen nuevos retos de la política cultural municipal, entre los que cabe destacar en las ciudades medias y en las metrópolis cómo gestionar entornos multiculturales.

Se da también cierta revisión de los modelos utilizados hasta entonces tanto desde el punto de la gestión operativa (es el momento en que también a nivel municipal aparecen entes autónomos con el objetivo de dotar de mayor flexibilidad administrativa a la ejecución del apolítica cultural) como en la evaluación, la aparición de marcos teóricos más sofisticado (Agenda 21 de la Cultura) y la revisión crítica de los objetivos finales y los instrumentos más convencionales.-

2. El estilo general de la política cultural en España


De lo que no cabe ninguna duda, y en ello coinciden numerosos analistas, es que la filosofía que impregna la política cultural española y su diseño provienen de manera genérica del modelo Francés, y esto es así no sólo en la configuración de las políticas culturales del gobierno Central sino en la articulación del modelo de la mayoría de las Comunidades Autónomas.

Se caracteriza por:

A) una participación y responsabilidad relevante del sector público (frente al modelo anglosajón),

B) por una retórica que otorga a la cultura una importancia muy elevada, por una preocupación hacia la democratización del acceso a la cultura y

C) en general con una escasa confianza en que la sociedad civil sea capaz de ordenar de manera adecuada sus demandas y preferencias para la articulación de la política cultural.

El estilo genérico, en consecuencia se tiñe de ciertas dosis de paternalismo tutelar frente a la autonomía de la ciudadanía.



Además esta voluntad se conjuga con el deseo de alcanzar un perseguido “canon europeo” en los niveles de oferta y demanda cultural, de manera que la realidad europea se convierte en un referente especular que determina los objetivos a perseguir. Así ya las primeras definiciones para el desarrollo de la política cultural persiguen una voluntad normalizadora con los marcos y los comportamientos de las democracias europeas más avanzadas, especialmente con la vista puesta en Francia.

El desarrollo completo del modelo, que se puede ubicar a principios de los años 80 además, se realiza precisamente en un momento en el que en Francia vive un proceso de relegitimación de la política cultural a partir del binomio Miterrand-Lang.



Ya en 1982, antes de las elecciones que le darían el acceso al gobierno el PSOE declaraba que entre sus objetivos estaba la tarea común de aumentar el nivel cultural del país, a compartir por el Estado con las Autonomías, los municipios y las entidades privadas, hasta alcanzar esa normalidad europea que todavía no tenemos;

El marco clave de interpretación hay que buscarlo en el texto constitucional que en el ámbito de la cultura constituye un verdadera superación de otros textos constitucionales más veteranos, otorgando la responsabilidad de que "el Estado considerará el servicio de la cultura deber y atribución esencial ".



Especialmente en el caso español, la elaboración de líneas programáticas en el ámbito de la cultura se establece a un nivel muy retórico, sobre el que existe un elevado nivel de consenso, sin descender a unos niveles de concreción, lo que impide, en primer lugar detectar los objetivos reales de la política cultural y en consecuencia dificulta cualquier proceso de evaluación.

Adoptando la aproximación metodológica de la Ciencia Política podemos afirma que el estilo decisorio de las políticas culturales responde a un modelo de proceso pragmático en le que hay un elevado grado de acuerdo sobre los objetivos y valores genéricos pero al mismo tiempo el grado de certeza sobre los medios los hechos y el conocimiento resulta muy débil. En este tipo de estilo decisorio se recurre a los “expertos” que en el caso de la cultura resultan muchas veces agentes culturales con prácticas profesionales no rutinarias y poco dados a la tecnificación o la planificación . Por tanto los objetivos de las políticas culturales, quedan muchas veces al arbitrio de la creatividad de estos “políticos culturales”singulares. Estas características informan en general a todas las políticas culturales europeas (especialmente las continentales) pero en España esta circunstancia se acentúa aún más por la relativa inmadurez de las políticas culturales y por la escasez de trabajos teóricos e información empírica que analicen los modelos de políticas culturales


Todo lo referido en los párrafos anteriores no obsta para que a pesar de que el discurso es muy francés en cuanto a la relevancia de la intervención pública, las dotaciones presupuestarias en términos comparativos se sitúan muy próximas a modelos más liberales y menos intervencionistas .

Por ejemplo en las ayudas a la cinematografía, aún siendo el discurso que sustenta a la política cinematográfica muy similar al que se realiza en Francia, el montante de las ayudas se aproxima más modelo británico. En el año 2000 las ayudas suponían en España 0,8 Euros per cápita mientras que Francia era de 6,8 Euros y en Gran Bretaña 0,5. Fuentes: Press Release: Public Funding for the European Film Industry Grows as Companies Financial Situations Weaken. Focus 2002. World Film Market Trends. European Audiovisual Observatory, .y elaboración Propia


3. Tendencias


Derivadas de un nuevo marco estructural.

Las nuevas fronteras de la política cultural

Cultura como estrategia de proyección exterior

Nuevas tecnologías.

La cultura como elemento de competitividad territorial

3. Tendencias


Los espacios frontera.

Derechos de autor.

Sociedad de la información y producción simbólica.

Política cultural y globalización.

Política cultural e interculturalidad.

Política cultural exterior.

Política cultural y turismo

.......

3. Tendencias


Derivadas del proceso de maduración.

La evidencia del fracaso de la democratización de la cultura.

La profesionalización de la gestión cultural

Cultura y desarrollo local.

Patrimonio: de la sacralización a la elección y el retorno social

I+D y evaluación de la política cultural.

3. Tendencias




Personas que asistieron el último año. % de población. Fuente: España EHPC(2002-03). Europa Eurobarómetro (2001)

24,80%

3,10%

8,20%

6,10%

23,40%

3%

4,60%

8,40%

0,0% 5,0% 10,0% 15,0% 20,0% 25,0% 30,0%

Teatro

Ópera

Ballet/Danza

Conciertos MúsicaClásica

España

Europa

3. Tendencias




¿Se puede afirmar que en la sociedad española ha habido una democratización cultural?

La respuesta a este interrogante no puede ser más que plenamente coincidente con lo que han encontrado estudios precedentes en Francia (Donnat), Australia (Bennet et al.) o en lso países avanzados en general (Pronovost): las grandes fracturas entre categorías sociales persisten y la cultura canónica, no ha ensanchado significativamente su base social. El proyecto de propiciar el acceso de la mayoría de la población a las grandes obras sigue sustancialmente irrealizado

Ariño, et al (2006): La participación cultural en España. Fundación Autor

4. Las cuestiones pendientes.


Cultura y medios de comunicación.

La política cultural sobre las prácticas culturales.

La empresarialidad cultural.

Las políticas sobre el talento.

Planificación vs. Ocurrencia (democratización vs liderazgo.

Superación del “buonismo”.

La política de la política cultural


GRACIAS POR SU ATENCIÓN¡

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