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Profundizando y Madurando Nuestra Fe Clase No. 11 Sacramento de la Eucaristía y Rito de Iniciación Cristiana de Adultos.

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Profundizando y Madurando Nuestra Fe

Clase No. 11

Sacramento de la Eucaristía y

Rito de Iniciación Cristiana de Adultos.

OBJETIVOS:

• 1.- Que los participantes comprendan que la realización de la persona y la sociedad se consiguen por la entrega de nuestras vidas a los demás.

• 2.- Que comprendan que la Eucaristía es el punto donde el mundo y la comunidad cristiana alcanzan su dimensión más profunda.

• 3.- Que se familiaricen con el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos como iniciación a la vida.

Charla No. 1

EUCARISTÍA

Eucaristía: sacramento de la vida compartida:La catequesis tradicional al tratar el tema de la

Eucaristía, puso su atención, casi exclusivamente, en un solo punto: La presencia real de Cristo en este sacramento. Los clásicos catecismos de Astete y Ripalda no hablaban del sacramento de la Eucaristía, sino del sacramento de la comunión, y explicaban únicamente las cuestiones que se refieren a la presencia real y sustancial del cuerpo y la sangre de Cristo en el sacramento, así como las condiciones morales necesarias en el fiel cristiano para recibir dignamente la sagrada comunión. Los catecismos trataban tres cuestiones acerca de la Eucaristía: a).-la presencia real de Cristo en la Eucaristía b).- el sacrificio de la misa y c).- La sagrada comunión.

Hay que esperar hasta los nuevos catecismos posteriores al Concilio Vaticano II, para encontrar en la enseñanza catequética, un tratamiento más profundo de lo que

significa la Eucaristía para los creyentes. Se puede decir que hasta hace poco lo que se enseñaba acerca de la Eucaristía era que Cristo está presente en la sagrada comunión y que a esa comunión había que acercarse bien confesado y en ayunas. Lo demás eran cuestiones marginales, que apenas se tenían en cuenta o simplemente se ignoraban.

Consecuencia: la comunión eucarística, con su fuerte carga emocional y devocional, prevalecía sobre el resto de la celebración. Había personas que pedían comulgar al comienzo de la misa, para poder dedicarse durante todo el tiempo de la celebración a dar gracias por la presencia de Cristo en su alma.

La dimensión eclesial y comunitaria quedaba prácticamente marginada. Las exigencias éticas de la eucaristía pasaban prácticamente inadvertidas, sobre todo las exigencias de tipo social y político. No era raro el caso de personas que comulgaban asiduamente y al mismo tiempo ----

mantenían conductas dudosas en lo que se refiere a la justicia y a la defensa de los derechos humanos.

¿Cuáles son las cuestiones más importantes que plantea el sacramento de la eucaristía?:

Jesús resucitado reúne a su comunidad, la Iglesia, su cuerpo; se da (su Espíritu) por medio de la palabra, del cuerpo y de la sangre; hace a sus hermanos siempre más hermanos e hijos, los va haciendo familia, impulsa el sentido de su vida hasta su realización máxima: la entrega de la propia vida a los demás hasta el sacrificio, entrega por el proyecto del Padre en una historia de salvación; impulsa la historia hacia su meta final: la fraternidad universal.

Significación Fundamental:La eucaristía es una comida, signo de proyecto del

Padre que se realiza por medio de una vida compartida. La eucaristía es el sacramento de la vida compartida. Es el símbolo sacramental que expresa y produce la solidaridad con

la vida que llevó Jesús y la solidaridad entre los creyentes que participan del mismo sacramento.

Los textos eucarísticos del Nuevo Testamento:Textos sobre la institución: 1 Co. 11, 23-26; Mt. 26, 26-

29 Mc. 15, 22-25; Lc. 22, 15-20.Textos que se refieren a la realización de la eucaristía o

a su práctica: He. 2, 42-47; 20, 7-12.Pasaje fundamental en donde Pablo plantea y explica

como una comunidad puede llegar a la anulación de la eucaristía: 1 Co. 11, 17-34.

Reflexión que el mismo Pablo hace, donde explica como la eucaristía edifica la Iglesia como “cuerpo de Cristo”: 1 Co.10, 14-22.

El discurso de la promesa (Jn.6, 41-59) al que precede la multiplicación de los panes (Jn.6, 1-21) y las palabras de Jesús sobre el pan del cielo o pan de la vida (Jn.6, 22-40) que en la tradición Judía representaba la Torá.

Dos Conclusiones:La eucaristía es un hecho comunitario, es una

comida compartida (no es una “cosa” santa, sino una acción con un determinado simbolismo) Para una comprensión mas exhaustiva de la eucaristía no dejar de leer en el Catecismo de la Iglesia Católica lo que se dice acerca del Sacramento de la Eucaristía. En nuestra Arquidiócesis el Cardenal Mahony ha escrito una carta Pastoral que todo catequista tiene que conocer: “Reunidos juntos en la fe”. Ahí encontraras un aterrizaje concreto a nuestra realidad: cómo vivir aquí en Los Ángeles, hoy la Eucaristía.

La Comida compartida:El verbo comer (eszio) se repite más de 30 veces

y el verbo beber más de 10 veces, en relación con la eucaristía. También se usan las palabras pan y copa. Esta insistencia sobre la acción de comer y beber no es accidental, cuando se quiere expresar lo que es la eucaristía para los cristianos. La --

Eucaristía es esencialmente una comida.Se trata de una comida compartida, porque en ella los

comensales comen del mismo pan, que se parte y reparte entre todos (Mt.26, 26; MC. 14, 22; Lc. 22, 10; 1 Co. 11, 24) y todos beben de la misma copa (Mt. 26, 27; Mc. 14, 23; Lc. 22, 20; 1Co. 11, 25) La eucaristía es “fracción del pan”. En este contexto se usa el verbo partir. Para las primeras comunidades cristianas, el partir el pan con otras personas es constitutivo de la experiencia de la eucaristía.

Las comidas en la vida de Jesús:En la mentalidad judía, compartir la mesa

significaba solidarizarse con los comensales. Cuando Jesús comía con los pecadores y descreídos, con la gente que el sistema rechazaba radicalmente, manifestaba que él no aceptaba aquella mentalidad. Para Jesús, lo importante no era la observancia de los rituales religiosos, sino la solidaridad con los despreciados.

“Cuando des un banquete invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; y dichoso tú entonces, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos” (Lc. 14, 13-14) Esta misma enseñanza se repite en la parábola del gran banquete (Lc. 14, 21 ss ) El sentido de la comida es que se trata de compartir la vida y solidarizarse con los pobres y desamparados de este mundo. Jesús anuncia que el Reino de Dios es como un gran banquete (Lc. 14, 15-24; Mt.22, 1-14) y propone el tema mesiánico del banquete escatológico como celebración de la salvación (Ap. 19, 9).

El relato de la eucaristía está construido en expresa relación a la pascua judía. En la tradición judía de la cena pascual se destacaba la idea de la solidaridad con los pobres y desgraciados, hasta el punto que se llamaba “el pan de los pobres” o también “el pan de la misericordia”. Eso era lo que se compartía en aquella cena.

El simbolismo de la comida:

La cena eucarística implica esencialmente el simbolismo de la vida compartida. La comida es fuente de vida; es lo que mantiene y fortalece nuestra vida, por eso, compartir la misma comida es compartir la misma vida.

La comida y la bebida son consideradas como realidades sacramentales en no pocas religiones. La experiencia cotidiana nos enseña que el hecho de sentarse a la mesa es vivido, en casi todas las culturas, como un gesto de participación amistosa. La eucaristía es el símbolo que consagra el compromiso de compartir la vida que llevó Jesús, y también el compromiso de compartir esa vida con los más pobres y desgraciados de este mundo.

La cena del Señor:La última cena se sitúa en la continuidad de las

comidas de Jesús y se relaciona con el banquete escatológico en el Reino de Dios (MT. 26, 29) La última cena de Jesús (Mc. 14, 17) se sitúa en el marco de la celebración pascual y en el --

contexto de la Pasión. En los Evangelios sinópticos, la última cena tiene un nexo y un significado pascual que coincide con la muerte de Jesús, que tuvo lugar la víspera de la pascua, cuando en Jerusalén se celebraba la cena pascual.

Los cristianos nos reunimos para comer junto con Jesús, en nuestras reuniones o misas Jesús se nos da en el signo de la palabra, del cuerpo y de la sangre. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo lo doy para la vida del mundo” (Jn. 6, 51) “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”. (Jn.6,54-55).

La experiencia de la comunidad primitiva:El libro de los Hechos de los Apóstoles resume lo

que era la Iglesia primitiva de Jerusalén (He. 2, 42-47) La venida del Espíritu la configura como la comunidad eucarística,

que comparte no sólo la celebración, sino además la vida entera. Los miembros de la comunidad “frecuentaban en grupo diariamente el templo; partían el pan en las casas y comían juntos alabando a Dios” (He. 2, 46-47)

Se distingue el espacio sagrado del espacio profano. La celebración específicamente cristiana, la eucaristía, no está vinculada al espacio sagrado y a los rituales, sino al espacio profano. La celebración eucarística es un símbolo comunitario. Lucas dice: “Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común” (He. 2, 44) “en el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo, lo poseían todo en común, y nadie consideraba suyo nada de lo que tenían” (He. 4, 32).

Los cristianos llevaron hasta las últimas consecuencias lo que representaba el símbolo de la comida compartida: La experiencia de comunión que les llevó a poner en común lo que cada uno poseía. Los primeros cristianos empleaban la misma palabra “koinonía” (comunión) para designar la eucaristía y la --

comunidad de bienes. Para ello las dos realidades estaban íntimamente unidas.

“Formamos un solo cuerpo”:“El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es

acaso participación en la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es acaso participación del cuerpo de Cristo? Pues si el pan es uno solo y todos compartimos ese único pan, todos formamos un solo cuerpo” (1 Co.10, 16-17)

Los creyentes deben adoptar en la comunidad el mismo comportamiento que los miembros en el cuerpo humano: todos son distintos, cada uno ocupa su puesto y tiene su función propia, pero todos están al servicio de todos. La organización de los miembros de la comunidad se orienta al servicio común, a la fidelidad y al amor. (Fil. 4, 1)

La comunidad cristiana se constituye como cuerpo de Cristo en la celebración de la eucaristía, pues ella consiste esencialmente en poner en práctica el amor mutuo.

Cuando la eucaristía se hace imposible:En 1 Co.11, 17-34, Pablo amonesta a la

comunidad a causa del desorden que se observaba cuando los cristianos se reunían para celebrar la eucaristía. Éste consistía en que la división que existía entre los cristianos se manifestaba también en las asambleas, pues mientras los ricos comían y bebían hasta emborracharse, los pobres pasaban hambre (1 Co.11, 21) En la comunidad de Corinto había, pues, ricos y pobres, gente que tenía de sobra y gente que no tenía ni lo indispensable.

Todos se reunían para celebrar la eucaristía. Pero Pablo les advierte que en esas circunstancias la eucaristía se hace imposible (1 Co.11, 20) que eso ya no es celebrar la cena del Señor.

Se quería hacer compatible el hecho de que los ricos llevaban su propia cena y se adelantaban para comérsela, mientras que los pobres se quedaban con hambre, con el hecho de comer el pan y beber la copa del Señor.

Allí se celebraba según el lenguaje actual, el rito eucarístico. Y Pablo afirma que este rito no es la cena del Señor, eso no es eucaristía, la eucaristía no consiste en el rito externo, puesto que éste se realizaba en la comunidad de Corinto, y Pablo les dice que eso no es celebrar la eucaristía. La unidad real entre los miembros de la comunidad es constitutivo esencial de la celebración eucarística.

Juan explica el sentido profundo que tiene la eucaristía cuando dice: “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros, reconocerán todos que son discípulos míos” (Jn. 13, 34-35). Para el Evangelio de Juan, lo fundamental de la eucaristía es la experiencia que se expresa en el símbolo, esa experiencia es el amor a los demás, así como Jesús se entregó por todos hasta la muerte.

La Nueva Pascua, el memorial ayer y hoy.La Nueva Pascua. La eucaristía, sacrificio del Señor en

la Iglesia.En los Evangelios se establece una estrecha conexión

entre la cena eucarística y la fiesta de la Pascua, para ellos la eucaristía es la nueva pascua de los cristianos .

En el Antiguo Testamento se relaciona estrechamente el acontecimiento de la pascua con la salida de Egipto (Ex. 12, 21) La celebración de la pascua estaba destinada a conmemorar lo que hizo Dios con su pueblo al sacarlo de la esclavitud (Dt. 16, 1; Ex.12, 11-14) Si la eucaristía viene a sustituir lo que era la antigua pascua para los judíos, quiere decir que nuestra eucaristía tiene un sentido concreto: Es la celebración de nuestra liberación.

La pascua judía se celebraba sacrificando un cordero, la sangre del cordero rociada en la puerta de los Israelitas liberó a los primogénitos de la muerte (Ex.12, 1-14). Existe un paralelismo entre Jesús y el cordero pascual.

Para la comunidad cristiana, Jesús, con la entrega de su vida por los demás hasta derramar su sangre, es el que salva de la muerte, del sinsentido de la vida. La eucaristía es un auténtico sacrificio.

Jesús sigue en el mundo en una vida entregada a los hermanos para darles así vida. En la Eucaristía nos entrega su cuerpo y derrama su sangre por nosotros.

En este darse total, nos transforma en otros Jesús, capaces de darnos a los demás hasta el extremo. El sacrificio del amor es el que más agrada a el Padre porque dándonos construimos la fraternidad.

La Nueva Alianza:La eucaristía es comunión con el Espíritu de

Jesús.Los cuatro relatos de la institución eucarística, al

referirse a las palabras que Jesús pronunció sobre el cáliz, hablan de la “alianza” (Mt. 26, 26-29; Mc. 14, 22-25; Lc. 22, 15-

20; 1 Co.11, 23-26) La alianza para los cristianos es la eucaristía. En el Antiguo Testamento Dios señaló como tenían que ser las relaciones con el pueblo mediante la alianza.

A partir de Jesús, se establece una nueva situación. Jesús instaura una nueva alianza (Lc. 22, 20; 1 Co. 11, 25) Según la Carta a los Hebreos, la muerte de Jesús representa la anulación de la antigua alianza y la instauración de una nueva (Heb. 8, 13) Para explicar en que consiste esta novedad, cita a Jeremías:

“Vienen días, oráculo del Señor, en que yo estableceré con el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá una alianza nueva, no como la alianza que establecí con sus antepasados, el día que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Esta será la alianza que haré con el pueblo de Israel: pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Para instruirse unos a otros, no necesitarán animarse unos a otros diciendo… Conozcan al --

Señor. Porque me conocerán todos, desde el más pequeño hasta el mayor, oráculo del Señor. Yo perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados” (Jr. 31, 31-34).

La alianza sellada en el Sinaí ha concluido. La relación con Dios sigue siendo básica: “Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. Pero esa relación es ahora radicalmente distinta. Cada persona lleva inscrito en su corazón, en lo más íntimo, la nueva alianza. La eucaristía es el sacramento que marca y define la nueva situación en que vivimos los creyentes: renacidos en el Espíritu de Jesús, siendo hermanos e hijos.

El Memorial:“Después tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio

a sus discípulos, diciendo: Este es mi cuerpo, que se entrega por ustedes, hagan esto en memoria mía” (Lc.22, 19).

El memorial para los judíos, es la celebración conmemorativa de un acontecimiento salvífico del pasado, que se hace presente a la comunidad celebrante, que así participa -

en el acontecimiento y en la salvación. El memorial no es mero recuerdo subjetivo, sino la actualización de un acontecimiento pasado.

El texto más importante del Antiguo Testamento sobre el “memorial” es Ex. 13, 3-9. Este texto se refiere a la pascua judía, a la salida de Egipto. El memorial es una celebración cultual, la celebración de la pascua, que suscita en cada Israelita la memoria de lo que Yavé ha hecho por él al sacarlo de la esclavitud, de manera que la virtualidad y los efectos del acontecimiento pasado se hacen presentes y actuales. La Mishná comenta así: “Cada uno está obligado a considerarse, de generación en generación, como si él mismo hubiera salido de Egipto”. Hay una relación profunda entre el memorial y liberación.

Jesús es la nueva pascua de los cristianos y de la humanidad. El misterio pascual es toda la vida de Jesús. El es nuestra pascua, nuestra plena realización. Vivió plenamente como hijo y como hermano y venció a la negatividad que lo --

quería doblegar y parecía más fuerte que él. Él es la persona plenamente realizada. El camino de la cruz es el camino de la liberación y de la realización.

La eucaristía es el memorial de los cristianos, porque en ella Jesús está presente y realiza en sus hermanos lo que realizó en Palestina y en el Calvario. No se trata de un recuerdo Hacer memoria significa hacer presente el pasado. Nosotros somos el cuerpo de Cristo.

Es un acontecimiento público: “Así pues, siempre que coman de este pan y beban de este cáliz, anuncian la muerte del Señor hasta que él venga” (1 Co. 11, 26) El imperativo “proclamar” es un término técnico en el Nuevo Testamento, usado en relación con la proclamación misional del Evangelio. En su acepción profana, para los griegos, el verbo significaba anunciar pública y solemnemente un acontecimiento pasado, de forma tal que mediante ese anuncio el acontecimiento se hacía presente y adquiría fuerza y valor para el público al que --

iba dirigido. Por lo tanto, para Pablo la memoria se hace proclamación de la muerte y resurrección de Jesús. Cuantos nos ven en nuestra vida dirán: estos son Jesús hoy. Y esto lo podemos hacer por esta comunión profunda con Cristo resucitado durante la eucaristía.

El Domingo celebramos la eucaristía:Haciendo memoria de Jesús, los primeros

cristianos comenzaron a celebrar la fracción del pan el primer día de la semana. Había lecturas, cánticos, oraciones, discursos, partición del pan para distribuirlo y comerlo, y una comida fraternal.

Hoy los cristianos también nos reunimos el día domingo, como miembros de un pueblo. Es un encuentro con Jesús resucitado, en el que hacemos memoria de él, de su vida, de su proyecto y nos comprometemos con él.

Es un encuentro de fe, pues solamente el que renace en el Espíritu de Jesús puede reconocer su presencia y vivir su --

entrega en el signo de la palabra, del pan y del vino. La eucaristía expresa y contiene la totalidad de la fe. Por medio de la Iglesia, la eucaristía se presenta en el mundo como el verdadero centro de unidad y la potencia transformante del misterio pascual de Cristo.

La eucaristía lleva escondida en si misma la vocación del mundo y señala su destino. El mundo lleva en sí mismo la huella de Cristo y su destino futuro consiste en ser asumido por Cristo para el Reino. La Iglesia se pone al servicio del mundo y la eucaristía opera en el corazón del mundo.

Charla No. 2

Sacramentos de Iniciación Cristiana e

Historia del Catecumenado

Sacramentos de la Iniciación Cristiana:Los hispanos hemos sido bautizados, confirmados

y recibimos la comunión en edad muy joven y sin un proceso de iniciación. Nuestros niños llegan a la adolescencia y a la edad adulta sin haber pasado por un catecumenado auténtico.

Durante la colonización de América Latina, mediante el bautismo, los aborígenes se hacían también súbditos de la Corona, que se identificaba con la Iglesia. No bautizarse era como no tener el acta de nacimiento. Por eso, todavía hoy en día, hay que bautizarse. Forma parte más de la religiosidad popular que de la fe cristiana.

La Iglesia confió a los padres la instrucción que constituía la esencia del catecumenado. Este dejó de ser una disciplina estrictamente eclesiástica, para convertirse en un hecho familiar llevado a cabo por los padres y por los padrinos. Es también un hecho social, realizado por la sociedad civil, sociológicamente unida a la sociedad religiosa.

¿Pero que sucede cuando los padres y padrinos no ---

están en condiciones de cumplir las promesas que entonces hicieron, y con las que la Iglesia parece contentarse?.

El drama de nuestro pueblo es que dejando una sociedad donde Dios era el sentido de todo, ha llegado a un mundo social descristianizado y con miles de diferentes propuestas sobre el sentido de la vida. El ambiente familiar constituye muy raras veces un ambiente cristiano, formador de fieles… Y no obstante, se sigue bautizando casi todos los niños. Se bautizan los niños sin que se ofrezca un catecumenado eficaz.

Nuestra sociedad tiene un proceso de iniciación de la persona al mundo de valores, al mundo cultural, a la historia, a la vida. Lo hace por muchos medios. Uno de los más relevantes: la comunicación social. La comunidad cristiana entra en diálogo con la sociedad de la que forma parte y ofrece a la persona el Espíritu de Jesús como elemento indispensable

en la iniciación a una vida plena y responsable.En lo profundo de lo humano, se encuentra lo cristiano;

por eso la iniciación cristiana es iniciación a una vida en plenitud, a la dimensión comunitaria y al compromiso para la realización del Reino: La Fraternidad.

El punto de llegada de la iniciación cristiana es entrar en el misterio de Dios, renacer en su Espíritu, enamorarse de Dios y tener sentido pleno.

A partir de mi realidad, de mis aspectos positivos y de mis confusiones, de mi cultura y escala de valores, debo ir caminando al encuentro de Jesús que vive, reorientando mi vida, mi rumbo y mis valores con los valores del Evangelio.

El encuentro con la Divinidad (bautismo) dará un sentido nuevo a mi persona, a la sociedad y a la historia (confirmación) Me agrega a una comunidad que vive sus dimensiones humanas en el Espíritu de Jesús y me compromete con él en la realización del Proyecto del Padre (eucaristía).

Historia del Catecumenado:

Iglesia Primitiva: Comunidades pequeñas que recibían a individuos y los instruían en su modo cristiano de vivir. Prevalecía la persecución religiosa y se necesitaba una fe profunda y fuerte ante la posibilidad del martirio.

150- 200 DC La iniciación empieza a organizarse oficialmente y a tener algunos requisitos. (los principios de un “catecumenado” como lo conocemos hoy) La conversión de los gentiles requería una formación más completa en la tradición Judeo-Cristiana.

Siglos III y IV: La estructura más desarrollada (un proceso de tres años por lo menos) La paz de Constantino en 315 hizo legal al Cristianismo, por eso había un gran número de candidatos, pero poco control en la calidad.

Siglo V: Tuvo lugar la desintegración del catecumenado, ---

porque los números eran muy grandes y se introdujo la práctica del bautismo de infantes.

Siglo XVI: Los Dominicos y los Agustinos trataron de oponerse a los bautismos en masa. En 1538 una conferencia episcopal suplicaba a los párrocos que regresaran a los principios misioneros de Alcuino y establecieran un catecumenado. En 1552 Ignacio de Loyola estableció en India casa de Catecumenado, donde se reunían por tres meses.

Siglo XX: Se revivieron las estructuras del catecumenado en África y Francia, donde se presentaron graves problemas por el gran número de católicos que no practicaban. En África los misioneros reconocieron la necesidad de edificar la Iglesia desde la base.

Vaticano II: Pidió que se restaurara el catecumenado. 1972 se

Promulga el RICA y en l986 los Obispos de los EE.UU. Aprueban las adiciones para este País en lo que se refiere al RICA, los estatutos nacionales y el plan nacional de implementación. La implementación del Rica es obligatoria desde el 1º de Septiembre de 1988.

Charla No. 3

Estructura del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA)

Estructura del RICA:El RICA representa un itinerario que comporta

cuatro “tiempos” o periodos que se articulan entre sí mediante tres grados o momentos celebrativos de transición.

Primer Periodo: Evangelización y pre catecumenado. Quien ha sido ganado por la palabra del Evangelio, por los más diversos modos y pide ser cristiano, recibe una primera y sumaria instrucción, y es ayudado a sopesar los motivos de Padrino su petición.

Primer Paso: Ingreso en el catecumenado. En la asamblea es presentado por un Padrino, el candidato pide recibir la fe y se compromete a dejarse ayudar con un camino de escucha de la palabra de Dios, de oración común, de conversión dela vida.

Segundo Periodo: Catecumenado. Es un periodo propio de la formación cristiana, que requiere una oportuna catequesis, el --

cambio de mentalidad y de conducta, la participación en algunas liturgias, el testimonio de la vida y la profesión de la fe en el mundo. Su duración depende de una serie de circunstancias y la establece el Obispo de acuerdo con sus colaboradores encargados de la formación de los catecúmenosEl catecumenado no se considera como preparación al bautismo, sino como una escuela de vida en la fe, en la conversión y en la oración. El catecúmeno tiene un Padrino o una madrina que le ayuda y sostiene en el progreso de la experiencia cristiana.

Segundo Paso: Elección e inscripción del nombre. Cuando la comunidad, por medio de sus ministros, juzga que un catecúmeno está suficientemente preparado lo elige y llama a recibir los sacramentos y en una celebración, inscribe su nombre entre los que han sido “elegidos”.

Tercer Periodo: Purificación e iluminación. Normalmente en --

Cuaresma, los elegidos son preparados para recibir los sacramentos mediante catequesis apropiadas, ritos de escrutinio, para que el Espíritu Santo los purifique en lo más profundo de su ser, y se les hace entrega del símbolo de la fe (Credo) y de la Oración del Señor (Padre Nuestro).

Tercer Paso: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. En la asamblea festiva de la comunidad, normalmente durante la Vigilia Pascual, los elegidos son Bautizados, Confirmados y se les hace partícipes de la Eucaristía.

Cuarto Periodo: Mistagogia. Con catequesis adecuadas se ayuda a los neófitos a ser conscientes de los dones recibidos, del significado de su pertenencia a la comunidad, del testimonio que da su vida en medio del mundo.

La catequesis del catecumenado debe ser de iniciación,

es decir, debe conducir al catecúmeno al encuentro con el Señor que le habla, para introducirlo en la fe que profesa la Iglesia. Debe utilizar sabiamente la Biblia, debe ser oportunamente vital, partiendo de la experiencia del catecúmeno; debe familiarizar con las expresiones doctrinales más usadas de la Iglesia, pero también debe tener en cuenta el ambiente cultural en que vive el catecúmeno para ayudarlo a resolver los problemas que plantea. Después de haber ayudado al catecúmeno a descubrir que Dios habla y haberlo ejercitado en la escucha creyente, en la respuesta orante y en la aplicación a la vida de la palabra comprendida, será conveniente proponerle una lectura sintética de la Sagrada Escritura que le haga recorre las grandes etapas de la historia de la salvación, entendidas como etapas de su camino de fe.

Este conocimiento sintético e interpretación vital de los grandes acontecimientos bíblicos, de algunas figuras fundamentales, de los símbolos más destacados, son indispensables también para comprender el lenguaje verbal de

Las celebraciones litúrgicas y en particular de los sacramentos de la iniciación cristiana.

La catequesis mistagógica que mediante los ritos y las oraciones hace penetrar en la inteligencia de la fe del misterio celebrado, tiene su momento específico, después de que los neófitos han hecho la experiencia de las celebraciones sacramentales.

Esto no es volver atrás para darse cuenta de lo que ha sucedido, sino ir hacia adelante en la comprensión delo que ellos han llegado a ser y de lo que son llamados a ser.