Platón, el ángel y el demonio

16
DE LOS SENTIMIENTOS A LA VOLUNTAD

description

Cuarta parte del tema primero libro sm

Transcript of Platón, el ángel y el demonio

Page 1: Platón, el ángel y el demonio

DE LOS SENTIMIENTOS A LA VOLUNTAD

Page 2: Platón, el ángel y el demonio

Continuamente experimentamos sentimientos, emociones, deseos.

Unos son agradables: alegría, placer, sentirse querido.

Y otros son desagradables: tristeza, enfado, miedo, humillación.

Page 3: Platón, el ángel y el demonio

Hay otra distinción mejor. Son sentimientos buenos

los que favorecen la convivencia, la justicia, la igualdad y el respeto.

Son sentimientos malos los que favorecen el enfrentamiento, el afán de revancha y la violencia

Page 4: Platón, el ángel y el demonio

Todo sentimiento despierta en nosotros un deseo de actuar. Si tengo miedo, deseo huir. Si siento ternura, quiero acariciar y proteger.

Estar motivado significa “sentir ganas de hacer algo”. Los buenos sentimientos nos motivan para “obrar bien”.

La motivación nos impulsa a actuar.

Page 5: Platón, el ángel y el demonio

Libertad es la facultad que nos permite elegir entre actuar o no.

Hay momentos que hacemos algo porque estamos “motivados” y tenemos ganas de hacerlo.

En otras situaciones, sin estar motivados, hacemos las cosas porque pensamos que es bueno hacerlo, que es nuestro deber y obligación.

Page 6: Platón, el ángel y el demonio

La VOLUNTAD es la capacidad de tomar decisiones responsables, sabiendo lo que hacemos y previendo sus consecuencias.

Gracias a la voluntad somos libres. DESTREZAS DE LA VOLUNTAD:

Controlar los impulsos y deseos . Deliberar, para considerar las mejores

opciones Tomar decisiones. Sopor tar el esfuerzo y aplazar las

recompensas.

Page 7: Platón, el ángel y el demonio
Page 8: Platón, el ángel y el demonio

 ¿De cuantas par tes se compone tu alma (o tu mente, o tu personalidad)? ¿Eres uno solo o varios? Responderás que “uno”.

Sin embargo, todos hemos tenido la siguiente experiencia: un conflicto interno, un DILEMA, sentimos que hay una parte que quiere hacer algo, que “empuja” en una dirección, y otra parte que se niega, que “tira” en la dirección contraria.

Es decir, nos dividimos, en dos que luchan entre sí.

Page 9: Platón, el ángel y el demonio

Analicemos un DILEMA HABITUAL EN LOS ESTUDIANTES.

Supongamos que mañana tienes un examen. Una parte de ti, tu PARTE RACIONAL E INTELIGENTE te dirá algo así como: “Estudia, es lo que más te conviene”.

Lo más probable es que surja una segunda voz, LA VOZ DE TUS “GANAS” (DESEOS), esa que te dice: “Bah, haz lo que te apetezca. Mejor pásate la tarde enganchado a Internet, o jugando o viendo la tele… ¡cualquier cosa menos estudiar!”.

Tu voz racional replicará: “Hay varias razones por las que deberías estudiar: si no estudias hoy, probablemente tendrás que hacerlo de todos modos en verano y seguro que te será más difícil porque entrará más materia …

Tus ganas pronto intentarán engañar a tu razón: “Bah, ¿para qué te sirve estudiar? Además por mucho que estudie no voy a poder aprobar el examen… soy demasiado tonto, y el profesor me tiene manía”.

Page 10: Platón, el ángel y el demonio
Page 11: Platón, el ángel y el demonio

En ese momento aparece otra voz dentro de ti que se muestra herida, es TU ORGULLO: “¡Cómo que no soy capaz!¡Yo hago lo que quiero! Lo que pasa es que no quiero. ¡Si quisiera…!”.

En ese momento la voz de tus ganas intentará aprovechar la debil idad de tu voluntad para aliarse con ella contra tu razón: “¡Exacto!, no queremos y punto. Lo que realmente queremos es pasar una tarde divertida”.

La razón contestará: “No sabéis lo que decís, ¿preferís pasar una buena tarde a costa de mayores sacrificios en el futuro?” y dirigiéndose a vuestro orgullo le diría: “No deberías escuchar tanto a ese holgazán, deberías saber utilizar tu fuerza para algo más inteligente, no sabes lo que quieres, te están confundiendo…”  

La batalla continúa y continúa… ¿Quién vencerá? Recordemos la fábula del viejo indio: ¿Cuál de los lobos ganará la pelea en tu corazón? Aquél que alimentes…,

Page 12: Platón, el ángel y el demonio

  " Imaginemos que el alma se parece a la

conjunción de fuerzas que hay en un carro t irado por alados corceles y un auriga. Pues bien, (. . .) está en primer lugar el conductor que l leva las riendas de un tiro de dos caballos, y luego los caballos, entre los que t iene uno bello, bueno y de una raza tal , y otro que de naturaleza y raza es lo contrario de éste. De ahí que por necesidad sea difíci l la conducción de nuestro carro.“

PLATÓN , Fedro, siglo V a.C.

Page 13: Platón, el ángel y el demonio
Page 14: Platón, el ángel y el demonio

EL ALMA ESCOMO UN CARRO

CON ALAS TIRADO PORDOS CABALLOS

UNO BLANCOBELLOBUENO

OTRO NEGROFEO

MALO

CONDUCIDOSPOR UNAURIGA

VIVE Y SE MUEVEEN EL MUNDODE LAS IDEAS

SI EL AURIGA CONTROLA

BIENA LOS CABALLOS

EL ALMA SE ELEVAY GOZA DE LA

CONTEMPLACIÓNDE LAS IDEAS

PERO SI NO PUEDEPERDERÁ ELEQUILIBRIO

Y CAERÁ

QUEDANDOAPRISIONADA EN UNCUERPO TERRESTRE

SU ANHELO MÁSGRANDE SERÁ

RETORNAR

Page 15: Platón, el ángel y el demonio

Platón compara el alma con un carro alado . El auriga conduce un carro tirado por dos caballos, uno de los cuales es blanco, fuerte y noble y el otro negro, impetuoso y pasional.

El cochero o auriga simboliza el alma racional (la razón), el caballo negro el alma concupiscible (las pasiones o apetitos) y el blanco el alma irascible (la voluntad).

 Pues bien, ¿cuál debe ser el conductor según Platón? ¿qué parte deberá l levar las riendas? Según Platón lo ideal es que sea la razón la que gobierne sobre las pasiones con ayuda de la voluntad.

Si la razón no dicta el camino adecuado, si no se “ata corto” al caballo negro, a nuestras pasiones, es fácil que el carro acabe despeñándose por alguno de los muchos “acantilados” que podamos encontrarnos en nuestro camino.

 En cualquier caso lo ideal es que exista un equil ibrio entre estas tres partes.

Page 16: Platón, el ángel y el demonio