Pintura MestizaMística y Popular

Edgar Duvan Estrada PinoUniversidad de Los Andes

PARTE I

Le dedico mi tiempo a las cosas que nos unen y no a las que nos dividen.

Bienvenidos al sucio mundo del vinilo.

Hay muralismo sin muros y murales conectados con la tierra.

Pintura Mestiza es una mezcla entre la ciudad, el pueblo y el campo.

Así se pinta nuestra historia.

Pintando con sentimiento, expresando lo mancha, el gesto las intenciones con las que se pinta.

Es chévere ser grande, pero es más grande ser chévere.

Siempre recuerde sus metas y nunca olvide sus principios.

Por las inconformidades del pueblo.

Los malignos creían que nos callarían al enterrarnos, pero somos semillas.

PARTE II

Místico del color

Con el permiso del cuerpo para plasmar un legado artístico con causa social y en memoria de los pue-blos para el difrute de las próximas generaciones.Con el permiso de la tierra para ser semilla, sembrar grafica, narrar el territorio, resistir.Con el permiso del viento para alzar como banderas la voz de estudiantes, la fuerza de nuestros abuelos. Con el permiso del agua para ser río de colores, seguir bajando desde los páramos, pasando por cordi-lleras, valles, selvas, llanuras, mares, desiertos compartiendo saberes. Con el permiso del fuego para ser fuerza de cambio, luz en medio de la oscuridad que en-sombrece la paz de Colombia.

Pintura Mestiza es una mezcla entre representaciones pictóricas que evidencian la influencia de contextos como la ciudad, el pueblo y el campo en una serie de pinturas que agrupa imágenes representativas de la cultura popular y también representativas de las raíces indígenas. Es una perspectiva mística porque plantea una conexión con las cosmovisiones de los dioses del cielo y del subsuelo. Por ejemplo, las cosmovisiones de los pueblos indígenas, las deidades del sol, la luna, el jaguar, el oso, la guacamaya y el cóndor. Y finalmente, popular significa que pertenece a las clases sociales más bajas, es decir, que pertenece al pueblo.

Pintura Mestiza: Mística y Popular

La exposición Pintura Mestiza: Mística y Popular hace una reflexión sobre la importancia de la pintura como medio para rescatar la memoria de los pueblos. Esta es una muestra de pintura donde se mezclan el campo, el pueblo y la ciudad. Hay dos temas principales que me interesa pensar desde esta primera mues-tra y son: las clases bajas trabajadoras y también el misticismo de las raíces indígenas del territorio colom-biano. A través de esta muestra quiero reivindicar con gráfica, murales, pliegos de papel, lienzos, grabados y carteles la importancia de sentir empatía con problemáticas como la violencia en Colombia, la falta de oportunidades para los campe-sinos labradores de la tierra, los pequeños comerciantes, los estudiantes, los líderes sociales, el pasado precolombino. El inicio de esta muestra se desarrolló en medio del muralismo colombiano, en diferentes ciudades, en en-centros de muralismo y en los talleres de la universidad. En actividades artísticas las cuales siempre van fusionando la pintura con actividades de impacto social, compartiendo saberes artísticos, pintando y ha-ciendo colectivos. La motivación para desarrollar este proyecto en sus principios nace de pensar, observar, recorrer y conocer el territorio y las culturas que pueden estar ahí contenidas. Después de ver los resul-tados de los viajes, los cuales siempre han sido por motivos de ir a pintar a otro sitio, después de vivir y entender diversas zonas del territorio colombiano, he comprendido la importancia que tiene hablar desde la experiencia propia, así se pinta con una percepción clara y basada en la realidad, en lo cotidiano.

La función social que tiene el muralismo es describir una realidad que a pesar de las dificultades aún tiene solución. Los resultados de los viajes me han ayudado para crear este libro que servirá para contar las his-torias que se encuentran en el territorio y en la gente. Adquiriendo habilidades y técnicas para el muralis-mo en lugares donde he participado en actividades dirigidas a poblaciones vulnerables. Esto con el objeti-vo de que la comunidad pueda participar, integrarse a los ejercicios de liberar la imaginación y de pintar. También, caminando en encuentros de muralismo a los que llegan artistas desde diferentes territorios a desplegar una gran variedad de ideas y de habilidades para pintar mural. La exposición será en Bogotá, en la universidad de los Andes. Un contexto con el potencial para contras-tar el carácter privado de la institución con el tinte popular que tiene la pintura Mestiza. Ahí voy a difundir este mensaje frente a los ojos de un público, en su mayoría, de elite. Es una gran oportunidad para mostrar las pinturas que representan el rostro del cansancio, la valentía y la humildad de los pueblos. Por lo tanto, es una oportunidad para invitar al espectador a prestarle atención a la posibilidad de ayudar a borrar la brecha de desigualdad que existe entre los pobres y los ricos. Aportando más conciencia y menos ignoran-cia. Mas tolerancia y menos clasismo. Mas empatía con la colectividad.Este proyecto ha sido construido con las manos, registrando momentos inolvidables en los encuentros de muralismo, en los talleres de pintura, en las actividades artísticas que me han hecho entender que lo me gusta hacer es pintar, pintar muros, a veces con vinilos, a veces con aerosoles, en ocasiones se mezclan las técnicas. Lo importante es no traicionar esos ideales que se aplican en el muralismo latinoamericano. Estos ideales dicen que no solo el muralismo, sino la pintura es el reflejo de una realidad, por lo tanto, el muralismo debe ser una representación de la realidad, pero con una visión esperanzadora,

con miras a cambiar y mejorar el orden social. En todo caso, las experiencias que he tenido con los colec-tivos muralistas emergentes han sido un componente importante para no desviarse del propósito, para nutrir el discurso y la identidad gráfica de estas pinturas mestizas.

Tejiendo caminos por el territorio

Las rutas del color se han ido construyendo por medio de encuentros de muralismo y actividades artísticas que se desarrollaron en ciudades distintas del territorio colombiano. Así poco a poco va surgiendo la red nacional de arte urbano o de muralistas en Colombia. Por un mismo objetivo que es recorrer el territorio pintando y compartiendo saberes artísticos como los del mural, sumándonos a la lucha por causas justas.Como prueba del trabajo realizado, he creado un portafolio de registros fotográficos resultado de los pro-cesos de muralismo con impacto social que he realizado en Huila, Cauca, Cundinamarca, Norte de San-tander, Arauca, Santa Marta y Antioquia. Estás experiencias me ofrecen un panorama amplio y basado en la realidad acerca de la situación en cada una de las comunidades que hasta el momento se he caminado. Caminos que bajan desde las montañas a las llanuras, de desiertos a los mares, andando por comunidades periféricas donde se nota la ausencia del estado. A estas zonas me interesa llegar con más actividades de muralismo, así como también seguir caminando y entregando murales al ritmo que el disfrute de a activi-dad lo permita.

Queja muralista

La sociedad colombiana ha normalizado el asesinato de líderes civiles. Mientras que en otros países esto sería considerado un escándalo. Hide (2019) Mas desde el amor que desde el dolor, la presente habla de una queja que me surge siendo estudiante de artes plásticas. Es sobre el muralismo y su efectividad para desatar la creatividad y el sentir auténtico del pueblo. Me he formado para caminar con la pintura como herramienta de cambio social, por las rutas de los nuevos movimientos muralistas que están fortaleciendo las voces de los movimientos sociales en los municipios, en las zonas rurales y en las ciudades, las luchas campesinas, afros e indígenas por la sobera-nía de la tierra, las luchas de los estudiantes colombianos, la voz y la fuerza de nuestros abuelos. Soy otro estudiante más que camina en busca de oportunidades laborales y educativas. En busca de un futuro no muy lejano en el que el arte tenga su debido puesto en el orden social. Por un futuro en el que se pueda pintar sin temor a la censura, por una libertad de expresión real, uno donde la violencia contra el arte no exista.

El muralismo es el medio adecuado para darle rienda suelta a la imaginación, son auténticos saberes pictóricos y comunitarios, se dispersan por territorios y unen a la gente. Estos saberes viajan hacia el campo, hacia todas las direcciones fortaleciendo y desarrollando procesos con las generaciones más jóvenes para mantener viva la creatividad, las cosmovisiones y los saberes populares pertenecientes a las comunidades.

Aunque aquí en Colombia hay un sector de personas que ha tenido una mala percepción sobre el mura-lismo. Estas personas, ya sean de doctrinas políticas o religiosas, censuran el muralismo y toda expresión artística que atente contra el orden impuesto por las clases dominantes. En este texto traigo a exponer un caso que sucedió en Bogotá, con la eliminación de un mural sobre el caso de los Falsos Positivos. Debido a que la fuerza del mural está en mostrar una realidad a través de imágenes con pensamiento crítico ante las injusticias y con una visión esperanzada en una oportunidad de cambio, un mejor futuro. Y porque tiene que ver con el activismo y la protesta. Debido a incapacidad del gobierno para ofrecer mayor cobertura a nivel nacional con la educación y formación artística, el arte y la cultura en Colombia se encuentran en un letargo. Además, en Colombia hay censura y violencia contra el muralismo. Esto debe parar de alguna manera ya que el gobierno no hace nada para detenerlo. La revista La Nación (2019) expone que el mural sobre Falsos Positivos que estaba en proceso se eliminó porque era una denuncia contundente. ¿Quién dio la orden? Era el título del mural en Bogotá. El mural mostraba los rostros del general Nicacio Martínez, general Mario Montoya Uribe, general Adolfo León Hernández Martínez, general Marcos Pinto Lizarazo y Gene-ral Juan Carlos Barrera Jurado, quienes son cuestionados por posibles relaciones con casos de asesinatos extrajudiciales. Las personas que eliminaron el mural sobre Falsos Positivos lo hicieron bajo las órdenes de altos mandos de las fuerzas militares de Colombia. El ejercito que prefiere tapar con pintura blanca el mural que es un espejo de la cruda realidad y la violencia de estado, están tapando el miedo que sienten las personas que ven a diario violencia, como en los pueblos del norte del Cauca, donde alarmante el sistemático asesinato de líderes sociales Nasa. O como el Arauca, donde las poblaciones aborígenes de la Orinoquia, los pueblos de las selvas, se quedaron sin llano, sin selva y sin río, porque se ha normalizado la guerra, los grupos para-

militares, la pobreza económica, la usurpación de las tierras a las comunidades indígenas. Como artistas debemos sentir esa nostalgia de la gente sin tierra, el dolor de la violencia que ensombrece la paz de nuestras comunidades. Al ver el caso de censura sobre el mural de Puro Veneno, es evidente que las autoridades les temen a las expresiones artísticas que ponen en riesgo la credibilidad de sus institucio-nes. Las fuerzas militares se han visto duramente atacadas por la manifestación artística de Puro Veneno y su campaña por la verdad, que retratan con mordacidad las injusticias del país. Pura grafica de resisten-cia.Es retroceso en el tiempo que en pleno siglo XXI las autoridades colombianas prohíban hacer arte. Que le nieguen al pueblo la posibilidad de acercarse a contemplación artística y a la sensibilidad, la empatía por las expresiones del otro. A través del muralismo se mantiene viva la memoria de nuestros pueblos origi-narios, así como los saberes de nuestras comunidades hoy en día mestizas. Finalmente, esta queja muralista expresa mi apoyo a los movimientos muralista emergentes que trabajan por aportar a la escena del arte en Colombia. Rechazo todo acto de censura y de violencia contra mani-festaciones artísticas. Con el objetivo de pensar en trabajo colectivo con actividades que generen cambios en las mentes. Revitalizando espacios, restaurando valores humanos que se desdibujan en nuestra socie-dad como la tolerancia, la memoria y el respeto por nuestras raíces. El mural de Puro Veneno sobre los Falsos Positivos es una prueba de que el gobierno y las fuerzas militares carecen de tolerancia frente a la libre expresión y también carecen de memoria histórica, de la capacidad de aceptar los errores, los críme-nes que han cometido.

Referencias

Hide, S. (2019, february 1). Retrieved from The Bogotá PostThe Bogotá Post: https://thebogotapost.com/all-part-of-a-plan-study-throws-light-on-social-leader-killings-in-colombia/34711/

Nacion. (2019, 10 19). Semana . Retrieved from https://www.semana.com/nacion/articulo/ejercito-bo-rro-mural-sobre-los-falsos-positivos-en-bogota/636814