Piedras preciosas

9
2009 ULISES MAILDONADO GARCIA 10/11/2009 PIEDRAS PRECIOSAS, LA IRRESISTIBLE TENTACION

Transcript of Piedras preciosas

Page 1: Piedras preciosas

2009

ULISES MAILDONADO GARCIA

10/11/2009

PIEDRAS PRECIOSAS, LA IRRESISTIBLE TENTACION

Page 2: Piedras preciosas

ContenidoPiedras preciosas, la irresistible tentación..................................3

Magia y superstición..................................................................3

Piedras famosas.........................................................................4

Esmeraldas, Zafiros y Rubíes......................................................5

Piedras artificiales.....................................................................6

2

Page 3: Piedras preciosas

Piedras preciosas, la irresistible tentación

Hace millones de años, cuando nuestro planeta planeta comenzó a solidificarse, las

capas exteriores se enfriaron relativamente aprisa para formar las rocas de grano fino de

que está compuesta casi la totalidad de la Tierra. Pero las capas inferiores se enfriaron

más lentamente y de ahí se formaron los minerales cristalinos que hoy en día se conocen

con el nombre de gemas.

Magia y superstición

Nuestros antepasados ignoraban lo anterior y como sucedía con todo lo que no

comprendían, crearon leyendas para explicar el origen de los hermosos “capullos” que

encontraban, y no sólo inventaban historias acerca de las gemas, sino que las dotaban de

poderes mágicos y extraños. Como ejemplo, Juan sin Tierra, rey de Inglaterra, usaba una

turquesa para descubrir si alguno de sus alimentos contenía veneno.

El uso de piedras simbólicas probablemente se inició en el siglo XVIII, pero sus orígenes anteceden a la historia antigua. El Éxodo, segundo libro del Pentateuco, describe las 12 piedras del peto del gran Sacerdote: la primera hilera constaba de piedras de sardio, topacio y carbúnculo; la segunda, de esmeralda, zafiro y diamante; la tercera de ligurita, ágata y amatista; la cuarta, de berilo, ónice y jaspe.

Varias de éstas no son probablemente las que conocemos en la actualidad con ese nombre. El diamante, por ejemplo, no pudo ser cortado y pulido hasta el siglo XV, no es difícil que el “diamante” haya sido lo que conocemos como cristal de roca; el “zafiro” era tal vez lapislázuli; el “granate” y el “rubí” quizá fueron carbúnculo y el “berilo”, peridoto.

El ámbar fue posiblemente la más primitiva de las gemas usadas para adorno personal, pues se pensaba que eran los rayos del sol de ocaso, solidificados por las aguas frías del mar. Los hombres en la antigüedad emplearon las piedras, primero como adorno y luego como talismanes, para ganarse el favor de los dioses y rechazar a los espíritus malignos.

Piedras famosas

De los muchos minerales que existen, sólo unos cuantos se califican como gemas. De

éstas solamente reciben el nombre de `piedras preciosas' el diamante, la esmeralda, el

zafiro y el rubí.

3

Page 4: Piedras preciosas

Esta particularidad se debe a que exhiben en grado máximo cualidades como: rareza,

belleza, color y dureza. La dureza en una piedra se establece en la proporción en la que

los demás minerales la pueden rayar.

Entre más duro es el mineral, ocupa el lugar más alto en la escala de Mohs, llamada así

en honor de un mineralogista vienés. El diamante es la substancia natural más dura y

límpida que se conoce, fue encontrado en la India a mediados del siglo XV, Tavernier, un

joyero francés, llevó a su país relatos fabulosos de los diamantes. Cada una de esas

piedras tenía su propia historia. Tavernier llevó consigo un diamante azul y lo vendió al

rey Luis XVI.

Fue robado durante la Revolución Francesa y se cree que lo convirtieron en el famoso

diamante Hope, de muy mala suerte. El Orloff, hurtado del ojo de un ídolo en un templo

brahmán, llegó a formar parte de las joyas de la corona rusa. Se piensa que

originalmente fue parte del Gran Mogol, la piedra más grande que se conoce, también de

la India, y que ha permanecido perdida durante mucho tiempo.

Otros diamantes famosos son el Kohi-nur (montaña de luz) y el Regente que perteneció a

Napoleón y que ahora se exhibe en el Louvre. El diamante de mayor tamaño en el

mundo, el Cullinam, fue descubierto en 1905. Pesaba 3,106 quilates (casi 700 gramos),

era más de tres veces del tamaño de cualquier diamante y fue encontrado en África del

Sur. El gobierno de Transvaal lo obsequió al rey Eduardo VII de Inglaterra. Una falla en su

centro hizo necesario cortar la piedra. Las gemas (4) más grandes procedentes del

Cullinam, conocidas como las `Estrellas del África son parte de las joyas de la corona de

Inglaterra.

Entre otras piedras, destacan un zafiro Estrella de la India de 563 quilates (el mayor del

mundo); el rubí De Long de 100 quilates; el zafiro anaranjado, conocido como

Paparadscha que sólo puede encontrarse en Ceilán.

Si bien los diamantes son inapreciables, una esmeralda que no tenga la menor hendidura

es tan rara, que quilate por quilate vale más que un diamante fino.

Una leyenda dice que cuando Satanás fue expulsado del cielo, una esmeralda cayó de su

corona y que de esta piedra se talló el Santo Grial (vaso de esmeralda), en el que

Jesucristo bebió durante la Ultima Cena.

Esmeraldas, Zafiros y Rubíes

4

Page 5: Piedras preciosas

El nombre “esmeralda” tiene dos acepciones, por un lado se dice que procede de la

palabra persa zummurrund, que significa verde, y por el otro, se le adjudica el nombre

latín smaragdus. Cuando Francisco Pizarro, el conquistador español, condujo a sus

hombres por territorio sudamericano, encontró los enseres de los incas cubiertos de

esmeraldas. Ningún tormento logró que los indios revelaran el sitio de las minas de

donde provenían. Sólo una ha sido descubierta.

Por lo que se refiere a los zafiros y rubíes, cuando éstos son tallados adecuadamente,

una estrella de seis picos se refleja en las diminutas cavidades que están paralelas a las

seis aristas del cristal. A este fenómeno óptico se le llama asterismo. El sello de Salomón

era un zafiro estrella y se dice que los Diez Mandamientos fueron escritos en zafiro.

Los rubíes (del latín ruber, que significa rojo) han sido apreciados desde hace mucho

tiempo. Un italiano experto en el amor, fijó el valor de los rubíes como ocho veces más

que el de los diamantes, porque le atribuyó cualidades pasionales. Muchas piedras que se

tomaron como rubíes resultaron ser espinelas, una piedra semipreciosa que se encuentra

cerca de las minas de rubíes.

Piedras artificiales

En la Edad Media, los alquimistas buscaron la manera para convertir los metales en oro, y

las piedras comunes en gemas. Pero carecían del suficiente conocimiento acerca de

cómo la naturaleza creaba las piedras que ellos pretendían producir en el laboratorio. El

primer hombre que consiguió crear piedras falsas fue Moisson, un químico francés que

construyó un horno de arco voltaico en 1892. Mezcló carbón puro y acero, los calentó a

una temperatura de 4,000 grados centígrados y luego sumergió la masa en agua fría. El

experimento dio como resultado unos cuantos diamantes de tamaño microscópico.

No fue sino en 1904, cuando Verneuil, otro químico francés, fabricó zafiros y rubíes

sintéticos exitosamente. Estos son casi tan perfectos como los que produje la

naturaleza, pero carecen de rareza y no se les considera piedras preciosas.

En la actualidad se fabrican piedras sintéticas o artificiales de todas las variedades, tanto

preciosas como semipreciosas. Las más recientes son los diamantes, que no se utilizan

para hacer joyas, sino para la industria.

Por supuesto, ha habido imitaciones de gemas mucho antes de que existieran los piedras

sintéticas. Los egipcios obtuvieron buenas ganancias comerciando con excelentes copias

5

Page 6: Piedras preciosas

hechas de vidrio de color. Como ya se dijo, existen atribuciones y creencias hechas a las

piedras preciosas y semipreciosas. Algunas de ellas son las siguientes:

Diamante: símbolo de la invencibilidad y el valor. En la India creían que les traía buena

suerte.

Esmeralda: una de las gemas más costosas. Se creía que servía para predecir el futuro,

ayudaba a la vista y aguzaba la inteligencia del que la usaba.

Rubí: le sigue al diamante en dureza, su color es rojo en diferentes tonalidades. Ha sido

apreciado desde hace tiempo como un auxiliar para la pasión amorosa de su poseedor.

Zafiro: igual de duro que el rubí, pero en color azul, lo usaron los monarcas para

prevenirse del mal; también como antídoto de venenos y se le consideraba gema

sagrada. El Papa Inocencio III (1198 a 1216) ordenó a todos sus obispos que usaran

sortijas con esta piedra, “La amada de Saturno”, pues se le atribuía proteger la castidad

del que la usaba.

Granate: generalmente de color rojo obscuro, se le consideraba en la antigüedad como

talismán en contra de los rayos. Se dice que es símbolo de la virtud. La leyenda del

Talmud (Libro santo de los judíos) dice que un granate iluminó el camino del Arca de Noé.

Amatista: es una variedad de cuarzo de color violeta, que gozó de fama entre los griegos

y los romanos. Se creía originalmente que curaba la embriaguez; más tarde fue símbolo

de la serenidad.

Alejandrina: llamada así en honor del Zar Alejandro II, tiene la notable peculiaridad de

aparecer de color verde a la luz del día y rojo a la luz artificial.

Aguamarina: de color azul transparente, era empleada como protección en el campo de

batalla y en los tribunales.

Perla: con su dureza nacarada, es la única gema simbólica del mar pues se forma en el

interior de las madreperlas, aunque también existen perlas cultivadas, idénticas a las

naturales; se asocia con la belleza de las mujeres.

Topacio: esta piedra de color amarillo es muy dura y transparente. El de color dorado es

el más estimado. Simboliza la pasión.

Sardónice: ágata de color amarillo con franjas obscuras muy usada en los camafeos; se

cree que aleja la melancolía.

6

Page 7: Piedras preciosas

Peridoto: este silicato verde era el emblema de la persuasión; también era usado como

talismán contra los espíritus nocturnos.

Turquesa: su color es azul verdoso y es una piedra antigua estimada por los aztecas,

persas y egipcios como representación de la fecundidad.

Circón: su color es amarillo rojizo; la fama de esta piedra se debe a las propiedades que

tiene de refractar la luz con una brillantez casi comparable a la del diamante. Se le llama

“jacinto” cuando su color es rojo ciruela.

En toda la historia las gemas han sido atesoradas: primero por los poderes que se les

atribuían y después, por su belleza y valor intrínseco.

Basta decir que, como talismanes, amuletos, adornos, ejemplos de habilidad artesanal,

inversión o herramientas indispensables para la industria, las piedras -antiguas o recién

talladas- como negocio o como innegable tentación, han pasado de generación en

generación como emblemas de riqueza y valor; fáciles de transportar y dispuestas a ser

lucidas siempre.

7