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Señor. En este modelo, primero se en-señaba la ley, y luego se explicaba el principio sobre el cual se basa dicha norma o ley.

En la GEE se define como ley a los mandamientos o reglas de Dios sobre los cuales se basan todas las bendiciones y los castigos. El Elder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que “un principio es una verdad concentrada y preparada para aplicarse en una amplia gama de circunstancias. Un principio verdadero hace que las decisiones sean claras aun en medio de las condiciones más confusas y apremiantes.” (véase “Cómo adquirir conocimiento espiritual”, Liahona, enero de 1994, pág. 101). El enseñar por ley significa enseñar solo los mandamientos, normas o aplicacio-nes. Enseñar el principio es explicar adicionalmente la razón doctrinal que sustenta la norma o ley que se da. Por ejemplo, al enseñar solo que no debemos tomar té, café, alcohol, tabaco, cigarrillo y drogas perjudi-ciales, estamos enseñando las leyes o normas de la palabra de sabiduría. Pero, si adicionalmente explicamos que si hacemos esto tendremos sa-lud en el ombligo y medula en los huesos, como dice DyC 89, entonces estamos enseñando por principio. Refiriéndose a este modelo de en-señanza, el Presidente Spencer W. Kimball enseñó: “Jesús actuaba

PÁGINAS LOCALES DEL ÁREA SUDAMÉRICA NOROESTE

Durante su ministerio el Salvador enseñó a sus discípulos, “Sed,

pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. (Mateo 5:48). Él siempre recalcó la importancia y la nece-sidad de SER, enfatizando de esta manera el SER como un paso previo al HACER. Más adelante manifestó: “Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, voso-tros también hagáis”. ( Juan 13:15). En realidad, todas sus palabras estaban dirigidas a enseñarnos las doctrinas y los principios que deberían penetrar nuestros corazones. Esto logrará el cambio desde adentro hacia afuera, entendiendo que lo que sale del cora-zón es lo que define lo que la persona realmente es.

En el Libro de Mormón, Jarom y los líderes lograron detener la des-trucción del pueblo y compungir su corazón al enseñarles tal como el Salvador lo hizo. Leemos en el ver-sículo 11: “Por tanto, los profetas y los sacerdotes y los maestros trabajaron diligentemente, exhortando con toda longanimidad al pueblo a la diligen-cia, enseñando la Ley de Moisés y el objeto para el cual fue dada…”. Nótese que los profetas y sacerdotes ensañaban primero la Ley de Moisés y seguidamente el objeto por la cual fue dada. Ese mismo modelo lo encontramos en Éxodo 18:20 cuando Jetro instruye a Moisés diciéndole

que enseñe al pueblo la Ley de Moisés y el camino para llegar a ella. Adicionalmente, en Nehemías 8:8 dice que Esdras enseñaba al pueblo la Ley de Moisés y explicaba el sen-tido de la ley. Podemos ver en estas tres citas, un modelo de enseñanza utilizado por los profetas y siervos del

Vivamos por principio, no solo por leyÉlder Nelson Ardila VasquezDe los Setenta Élder Ardila

“Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. (Mateo 5:48).

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basándose en principios o verdades fijos en vez de establecer las reglas sobre la marcha. Eso quiere decir que Su liderazgo no solo era correcto sino también constante” (véase “Jesús: El líder perfecto”, Liahona, agosto de 1983, pág. 8).

Para poder enseñar o incorporar las enseñanzas del Salvador en nues-tras vidas y lograr que llegue a nues-tros corazones, debemos tener clara la diferencia entre enseñar o vivir nuestra vida solamente por temor a la ley, o porque entendemos la razón de dicha ley. No podremos llegar a ser perfectos como el Salvador nos pide, ni podremos enseñar los principios del evangelio a otros, si no entende-mos claramente esta diferencia.

Inevitablemente, si entendemos el principio que sustenta la ley o la razón por la cual se dio la ley, hará que las verdades del evangelio pe-netren en nuestro corazón, y esto cambiará nuestro comportamiento. El Elder Boyd K. Packer así lo ma-nifestó: “Si la verdadera doctrina se entiende, ello cambia la actitud y el comportamiento. El estudio de la doctrina del Evangelio mejorará el comportamiento de las personas más fácilmente que el estudio sobre el comportamiento humano” (“Los niños pequeños”, Liahona, enero de 1987, pág. 17). Como padres, líderes o maestros, nuestra meta es vivir o enseñar de esta manera. No tan solo enseñar leyes, sino añadir el principio. Esto marcará una gran diferencia en nuestra vida y la vida de las personas que están bajo nuestra responsabili-dad, especialmente nuestros hijos.

Desde que era niño, siempre hubo leyes o normas en nuestra casa. Por

ejemplo: pedir permiso para salir, arreglar el cuarto, llegar a cierta hora a la casa, entre otras, las cuales obe-decía aunque no entendía la razón, o en otras palabras, las cumplía por ley. A medida que iba creciendo y gracias a las enseñanzas de mi madre, iba entendiendo lo que deseaba el Señor y la bendición que tendría por ha-cerlo. Esto iba cambiando mi concepto de las normas y las reglas en casa y entonces las cumplía con una mejor actitud. Esto es vivir por principio. En realidad, la mayoría de todos los profe-tas y siervos del Señor empezaron de esta misma manera. Nefi, Alma, Enós y Moisés, e incluso Adán, a quien un ángel le preguntó: ¿Por qué ofreces sa-crificios al Señor? Y Adán le contestó: No sé, sino que el Señor me lo mandó (Moisés 5:6). Después de esto el ángel le explica el principio y entonces Adán empezó a glorificar y alabar al Señor para luego enseñar a sus hijos.

En realidad no estamos pecando al vivir o enseñar por ley, pero si segui-mos así durante el transcurso de la vida, es más probable que nos lleve a nosotros o a quienes enseñemos a cometer pecados. Por ejemplo, una

persona que vive por ley, murmura, vive en amargura y tristeza. Nunca le parece nada bien, siempre está mi-rando lo negativo. Pero si estudiamos, meditamos y nos esforzamos por entender o enseñar con claridad los principios, o en otras palabras, el ob-jeto o sentido de las leyes de Dios, ya sean mandamientos, exhortaciones de nuestros líderes, padres o maestros, entonces nuestra vida será diferente, muy diferente. Podremos ver más allá de lo que nuestros ojos naturales ven. Disfrutaremos nuestro tiempo en esta tierra, presenciaremos milagros, lograremos cualquier cosa que nos propongamos, seremos felices, posi-tivos, llenos de fe y de amor, compa-sión y misericordia. Podríamos decir que nuestro rostro siempre reflejaría la luz de Cristo en nuestra vida, y áun, más especialmente, podríamos regre-sar a la presencia de nuestro Padre Celestial. Esta fue la gran diferencia entre Nefi y sus hermanos. Ahora de-bemos preguntarnos: ¿estoy viviendo por ley o por principio?

Mis queridos hermanos y herma-nas, les invito a que vivamos y ense-ñemos por principio y no sólo por ley. Busquemos el objeto o principio que hay detrás de las leyes que recibimos, y si necesitamos hacer algunos cam-bios, este es el momento. El Señor nos necesita para apresurar Su obra. Sé sin duda que el Señor vive, que esta es Su obra, que este es el Evangelio restau-rado y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia verdadera y viviente sobre la Tierra, con las mismas ordenanzas y enseñanzas de la Iglesia original de Cristo. Lo testifico, en el nombre de Jesucristo, amén. ◼

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ROESTE¿Leerá mañana?

¿Ha leído hoy?Invitamos a aquellos interesados a enviarnos sus

artículos sobre su lectura del Libro de Mormón y sobre sus

experiencias con “la obra de salvación”.

Presidencia de Área:Élder Juan A. Uceda Presidente

Élder W. Christopher Waddell Primer Consejero

Élder Carlos A. Godoy Segundo Consejero

Editora: Lucy Torres

Responsable de Edición: Paulo Sánchez

Envíenos noticias o eventos a noticiaslocales@ldschurch.org

Las fotos, favor de enviarlas en archivo “jpg” de buena resolu-ción y tamaño.

Testimonio de mi Lectura del Libro de MormónHyrum Caleb Candia M.

El 27 de febrero de este año terminé de leer el libro de Mormón. Me gustó leer este libro por tercera vez, y

aprendí muchas cosas que no aprendí ni en la primera o segunda vez que lo leí. Me fascinan los libros de Alma y Moroni porque son un ejemplo para mí. Yo sé que si nos esforzamos para llegar al Padre Celestial, lo lograre-mos. También sé que el Libro de Mormón, la Biblia y el profeta José Smith son verdaderos y que son una gran ayuda para mí y para mi familia. Sé que al cumplir los mandamientos llegaremos a ser mejores personas. ◼

Conozca a Los Mormones: Yonatan Calizaya RamosBarrio Huayna Capac, Estaca Central, Puno, Perú

Cuando el presidente de estaca anunció la actividad “Conozca a

los Mormones”, nos desafió a invitar a otras personas de nuestro entorno para que conocieran más acerca de nuestras creencias. Durante la activi-dad se mostró la película “Conozca a Los Mormones”. Adicionalmente, cada organización auxiliar preparo un am-biente acogedor para mostrar lo que ellos hacían cada semana en el centro de reuniones. Cada organización de-dicó tiempo y usó toda su creatividad para esta actividad.

Por su parte, cada miembro invitó a sus amigos y familiares a la actividad. Se adecuó un ambiente especial para ver la película y el resto de detalles como el sonido, la calidad de imagen,

los recepcionistas y acomodadores, el refrigerio, y sobre todo, el trato amable de todos.

El día llegó y empezaron a llegar las personas invitadas. Nos alegró mucho saber que hay personas que se interesan en “conocer a los mormo-nes”. El número total de participantes no miembros de la Iglesia fue 131. Al finalizar la película, se dio comienzo al tour guiado. A medida que pasaban los minutos, se sentía el espíritu de la obra de salvación. Los misioneros también jugaron un papel muy importante, sacando citas con aquellos que estaban interesado en saber más. Agradecemos la inspiración de los líderes para rea-lizar esta actividad. Sabemos que las almas son de gran valor para el Señor. El espíritu de la obra misional en nues-tra estaca se encendió y todavía palpita en nuestro corazones. ◼

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Actividad de Servicio en AncianatoRenny Bermudez, Barrio Isabelica, Estaca Candelaria, Valencia, Venezuela

El sábado 23 de mayo del año en curso, un grupo de hermanos y

hermanas del barrio Isabelica, acom-pañados de nuestro Obispo Daniel Restrepo, tuvimos la bendición de prestar servicio. Visitamos el ancia-nato registrado como “Fundación PROBEN”, donde pernoctan más o menos 30 abuelitos. Allí pudimos compartir con ellos. Los bañamos, afeitamos, rasuramos y llevamos algunos alimentos para su despensa. También prestamos servicio de lim-pieza en la institución. ◼

Ayuda Humanitaria: Hermanos de Guasdualito, Apure-Venezuela

El que Sirve … Sirve.Hno. José Luis Noguera Presidente de la Rama San Fernando de Apure, Estado Apure, Venezuela

Los hermanos de Guasdualito este año sufrieron unos de los más gran-

des percances en la historia de ese gran pueblo. Los ríos Sarare y Arauca se encontraron como hacía muchos años no lo hacían, y por tal motivo nuestros hermanos sufrieron devas-tadoras inundaciones en las cuales perdieron gran parte de sus propie-dades. Los miembros de la Iglesia en la ciudad de San Fernando de Apure tuvieron la iniciativa de recoger entre los miembros de la Iglesia agua

potable, ropa para adultos y niños, comida, colchones y otros insumos necesarios para la subsistencia de estos hermanos. El día viernes 10 de julio, se entregó dicha donación a la Emisora Mega 96.5 FM y a los Dueños del club de Leones. Estas instituciones han estado prestando ayuda directa a los afectados por este desastre na-tural. Días previos a la donación, los jóvenes ayudaron a clasificar la ropa y la comida, y a organizar cada do-nativo para que fuese equitativo. Las

hermanas de la Sociedad de Socorro también trabajaron activamente en dicha recolección de donativos. Y como siempre, la primaria no podía quedarse atrás. Los niños también colocaron su granito de arena para que pudiéramos, como familia SUD, colaborar con nuestros hermanos necesitados. Esto siempre nos ayuda a recordar que cuando nos hallamos al servicio de nuestros semejantes solo estamos al servicio de nuestro Dios. (Mosiah 2:17). ◼

Los miembros del barrio Isabelica prestaron servicio.

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La Mini MisiónNorman Andrés Serrano ForeroObispo Barrio Ciudad Jardín, Estaca Ciudad Jardín, Bogotá, Colombia

Un sábado en la mañana visitando la página de la Iglesia, específi-

camente el sitio web de Actividades para los Jóvenes (jovenes.lds.org), encontré una actividad denominada “Mini misión”. Inmediatamente sentí que debía hacer una “Mini misión” y se lo compartí a mi esposa. Al día siguiente durante el Comité Ejecutivo del Sacerdocio propuse la actividad, la cual fue aprobada por unanimidad. Posteriormente fue aprobada también por la Estaca. Esta era la última semana de vacaciones para los jóvenes.

En la clase de hombres jóvenes y de mujeres jóvenes les propusimos la actividad y ellos la acogieron con entu-siasmo de inmediato. Para ir a la “Mini misión” se establecieron unas con-diciones y unos plazos para el cum-plimiento de las mismas. Finalmente llego el día y fueron llamados a servir 7 jovencitas y 3 jovencitos, para un total de 4 compañerismos.

Durante los días de su Mini mi-sión fueron capacitados en lo que denominamos el “Mini CCM”. Este se llevó a cabo el primer día. En los días subsiguientes, los jóvenes vivieron las normas de un misionero de tiempo completo: en la mañana se levantaban a las 6:30 am a orar y alistarse. Luego, realizaban el estudio personal y con el compañero, compartían el evangelio a través de Internet u otros medios. En la tarde, realizaban visitas a miembros menos activos, familias del barrio y familias del grupo de dirección desco-nocida, acompañados por líderes del

sacerdocio y JAS. También hacían con-tactos y enseñaban a recién conversos e investigadores. Cuando salíamos con ellos en verdad sentíamos el Espíritu, y ellos destrabaron su lengua.

No me alcanzan las palabras para agradecer a los líderes, a los herma-nos y hermanas del barrio que apoya-ron incondicionalmente la actividad de una u otra manera.

La Mini misión concluyo el domingo 5 de julio, día de ayuno y testimonios. Durante la reunión, todos los jóvenes de la Mini misión, sin excepción, tes-tificaron y la reunión Sacramental fue llena del Espíritu de Dios. Siempre

recordaré los testimonios de estos jóvenes que lo dieron todo y en ver-dad ayudaron a Apresurar la Obra de Salvación.

Nunca olvidaré los testimonios de 2 de las jovencitas. Una noche mien-tras nos compartían un mensaje, una de ellas nos dijo que ella se había apartado algún tiempo de Iglesia, pero que nunca más lo haría.

Luego de concluida la actividad, en una conversación con mi hija de 14 años, quien también había parti-cipado, me expresó que esta era la segunda experiencia espiritual más grande de su vida. Desde luego le pregunté cual era la primera. Entonces me dijo: “La primera fue mi bendición patriarcal”. Me sentí muy feliz por su respuesta. ◼

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Milagros de la Obra de SalvaciónJustino Rodriguez, Estaca Hipódromo, Barranquilla, Colombia

Junio de 2015 será siempre para la presidencia de la Estaca

Hipódromo y para las seis familias que asisitieron al Templo de Bogotá Colombia, un mes para recordar. Durante ese mes esas seis familias participaron de la ceremonia más solemne que se puede realizar en la Casa de Dios: el sellamiento. En el tiempo he sido miembro de la Iglesia, nunca me imaginé vivir tan grande experiencia espiritual. Fue grandioso estar por tres días en el templo com-partiendo con estas seis familias y ser testigo de su deseo de poder estar junto a su cónyugue y sus hijos por toda la eternidad.

En la presidencia de estaca hemos denominado a este viaje El Milagro de

la Obra de Salvación. Estas seis fami-lias son el resultado del trabajo que se originó en los buenos consejos de barrio semanales. En estos consejos se usa el Formulario de Progreso de miembros nuevos y de miembros que se hayan vuelto a activar. El es-fuerzo de líderes y miembros de los barrios Costa Hermosa, Santo Tomás y Soledad 2000 lograron que estas familias (dos de nuevos conversos y cuatro rescatadas) llegaran al Santo Templo.

Amo esta obra. Sé que es verda-dera y no tengo duda de ello. Sé que al tener consejos de barrio eficaces, el Señor nos bendecirá con poder para servir mejor a sus hijos y llevarlos al templo. ◼

Una Familia en Busca de la VerdadElder Jean Cedeño, Lima, Perú

La familia Bron Morales es una familia extraordinaria que

estaba en busca de la verdad.Me siento muy feliz por

ser parte de esta gran obra de verdad al poder ayudar a las familias a ser eternas. Pude ver milagros con esta familia. El pa-dre se llama José Bron, y había sufrido un accidente. Él estaba postrado en cama. Al principio mi compañero y yo pensamos que él no se iba a recuperar, pero decidimos ayunar por ellos. Después de un mes y medio se vieron los resultados. Ellos progresaron tan rápido que el hermano asistió tres se-manas seguidas con su familia, y decidió bautizarse. La familia estaba lista y ahora están prepa-rándose para llegar al templo. Estamos muy felices por todo esto, y esperamos que las per-sonas continúen progresando así de rápido para contribuir a la obra de salvación. ◼

En la presidencia de estaca hemos denominado a este viaje El Milagro de la Obra de Salvación.

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Mutual Combinada de Hombres y Mujeres Jóvenes en el Waraira-RepanoArmando Córcega, Barrio La Guaira, Estaca Urdaneta, Caracas, Venezuela

Apenas comenzaba a mostrarse el sol la mañana del sábado

25 de julio 2015, cuando los hom-bres y mujeres jóvenes del Barrio La Guaira, Estaca Urdaneta, Caracas, Venezuela ya se encontraban forma-dos haciendo filas para embarcar el transporte que los trasladaría hasta Caracas. Allí comenzaría la edifi-cante aventura de recorrer el Parque Nacional Waraira Repano. Este lugar había sido escogido ellos mismos durante el comité del obispado para la juventud, presidida por el Obispo Humberto Figuera.

A esa mutual combinada de hom-bres y mujeres jóvenes asistimos 31 personas, contando a líderes e investigadores, quienes con mucho entusiasmo y energía se prepara-ron al igual que Nefi para subir al monte y recibir instrucción del Señor (1 Nefi 17:26). Aparte de disfrutar del recorrido en este maravilloso lugar,

nuestros jóvenes pudieron disfrutar de una actividad física y sentir el amor del Señor al apreciar la belleza de sus creaciones.

Ya arriba en la montaña, nos pre-paramos para comenzar con nuestra parte espiritual. Entonamos a una sola voz el himno número 168 “Juventud de Israel”. Luego, un joven presbítero, Ezequiel Dafonseca nos ofreció la oración. A continuación, la presidenta de las Laureles, Nazareth Elizarraga, nos deleitó con un gran pensamiento espiritual, recordándonos la impor-tancia de ser obedientes para poder recibir bendiciones.

No cabe duda que el Espíritu del Señor nos acompañó en ese día. Algunas de las personas que se en-contraban a nuestro alrededor dis-frutando del clima y del paisaje, se acercaron a preguntarnos en cuanto a la Iglesia y nuestras creencias. Los jóvenes se divertían mientras

participaban de algunas dinámicas de grupo organizadas por las consejeras de las mujeres jóvenes, las hermanas Mariela Figuera y Daniela Mendoza.

En una oportunidad la Hna. Bonnie L. Oscarson, presidenta gene-ral de las mujeres jóvenes dijo: “Las actividades no son sólo divertidas y entretenidas, también sirven para unir a los jóvenes en hermandad y darles un sentido de pertenencia y apoyo mutuo. Las actividades proporcionan una gran oportunidad para invitar a quienes no son miembros y a los jó-venes menos activos a participar y so-cializar en un ambiente amigable en la Iglesia”. Es por esto que en el Barrio La Guaira nos estamos esforzando por realizar actividades de hermanamiento entre los miembros de la unidad, y brindándole una atención más cer-cana y especial a nuestros hombres y mujeres Jóvenes, quienes serán los futuros líderes de la Iglesia. ◼

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Los viajes al templo con los futuros misioneros de PucallpaEmerson Mello Cabrera, Barrio Las Alamedas, Estaca Pucallpa, Perú

Al ser llamado como consejero del Barrio Vista Alegre en el año 2002, se abrió la posibilidad de

conocer mucho mejor a los miembros del barrio y aún más cuando fui llamado como obispo en el año 2004. La cercanía con los jóvenes en edad de ir a la misión fue en aumento. Años después al ser llamado como secretario de estaca en el año 2009, se me llamó a tra-bajar como Maestro de Preparación Misional de Estaca. Luego, al ser llamado como consejero de estaca en el 2014, tenía la posibilidad de seguir trabajando con los jóvenes en edad misional, ayudarles a llenar sus pape-les y continuar realizando actividades con ellos.

Fuimos probados de muchas maneras al preparar los papeles de los jóvenes aspirantes a misioneros. Nuestra fe fue puesta a prueba al tomar decisiones im-portantes y trascendentales en nuestra vida. Una de las actividades que realizamos fue un viaje al Templo de Lima Perú, para que pudieran tomar sus investiduras.

Luego del viaje, todos aquellos que participaron de esa experiencia salieron al campo misional y regresa-ron con honor. Ahora, todos ellos tienen llamamientos en sus respectivos barrios y el 90% de ellos ya hizo el convenio sagrado y sempiterno del matrimonio.

Sé que si nos esforzamos y confiamos en el Señor, Él nos guiará para cumplir su obra. Él nos dará los medios necesarios para lograrlo. Yo sé que Él dirige ésta obra y nosotros solamente debemos estar listos para ser guia-dos por Él. En el nombre de Jesucristo, Amén. ◼

S A B Í A S Q U É ? . . .

Manual 2, Administración de la Iglesia

4.6.1 Principios RectoresLos líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares

asisten a las reuniones de consejo de barrio en doble función: (1) como miembros del consejo de barrio que ayudan al obispo a dar atención a las necesidades y a los problemas del barrio, y a encontrar soluciones, y (2) como representantes de sus organizaciones. Estos líderes buscan la guía del Espíritu Santo al estar unidos en amor e interés por las personas a las que sirven.

Las reuniones de consejo de barrio deben centrarse en asun-tos que fortalezcan a las personas y a las familias. El consejo de-dica tiempo mínimo a cuestiones de calendarios, planeamiento de actividades y otros asuntos administrativos.

Durante la reunión, el obispo explica cada asunto que se va a tratar, pero por lo general no decide cómo resolver el asunto hasta que haya oído las deliberaciones. Él fomenta la deliberación sin dominarla. Formula preguntas y puede pedir sugerencias a determinados miembros del consejo. Escucha detenidamente antes de tomar una decisión. Las deliberacio-nes deben fomentar un espíritu de inspiración.

Se anima a los miembros del consejo a hablar con fran-queza, tanto de su experiencia personal como de sus cargos como líderes de organización. Tanto los hombres como las mujeres deben sentir que se valoran sus comentarios como participantes con pleno derecho. El obispo pide la opinión de las líderes de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria en todos los asuntos que considere el consejo de ba-rrio. El punto de vista de las mujeres es a veces diferente del de los hombres, y añade una perspectiva esencial para entender y satisfacer las necesidades de los miembros. ◼