PESCA TOTALPrimera revista digital Uruguaya de Pesca, Caza, Camping y Aventuras 4 PESCA TOTAL...

PESCA TOTAL DIGITAL

Año 2 No. 20 abril 2008 DISTRIBUCIÓN GRATUITA VÍA MAIL

PEJERREYES

TARARIRAS

BAGRES

LENGUADOS

AVENTURAS

Primera revista digital Uruguaya de Pesca,

Caza, Camping y Aventuras

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PESCA

TOTAL

SUMARIO pesca [email protected]

PESCA

TOTAL

PESCA TOTAL — REVISTA DIGITAL Es una publicación gratuita que se distribuye vía mail, realizada por amantes del outdoor y pescado-res deportivos para pescadores deportivos Para recibir la revista enviar un mail solicitándola a la siguiente dirección: [email protected] Para enviar artículos, sugerencias o comentarios a la revista, enviar el artículo adjunto a: [email protected] Preferentemente en formato Word con las fotos aparte. COLABORADORES DE PESCA TOTAL Lic. Alberto Guardia Roberto Tagle Prefectura de Canelones Carlos Damiano Fernando Sosa Alberto Zanelli Andrés Almansa Ricardo Facini Daniel Siri Miguel Trípani José L. Reboulaz Dr. Fabián García Raúl Bove Fernando Troccoli Jorge Curbelo Dirección, Edición y Redactor Responsable Raúl Bove

Pesca Total es una revista digital mensual que se distribuye vía mail en forma gratuita. Las notas firmadas no reflejan necesariamente la opinión de la editorial, por lo tanto, corren por cuenta exclusiva de sus autores.

IN-

20 PESCA TOTAL

EDITORIAL

PEJERREYES

MIGUEL TRIPANI

TARARIRAS

MIGUEL TRIPANI

EL PORQUE DE PESCAR

LIC. RAMÓN A. GUARDIA

BAGRES

MIGUEL TRIPANI

PESQUEROS EN PUNTA DEL ESTE

ROBERTO TAGLE

CONOCIENDO NUESTRAS ESPECIES

CLUB PESCADORES PAYSANDU

CASA PUEBLO

LIC. RAMÓN A. GUARDIA

COMUNICADO CARU

LAS RECETAS DE DOÑA RAMONA

TURISMO, FAMILIA, PESCA

JORGE CUBELO

LENGUADOS

RAÚL BOVE

BITACORA DEL CAMPAMENTO

JOSE LUIS REBOULAZ

PAGINA DEL LECTOR

CUENTOS DE FOGÓN

JOSE LUIS REBOULAZ



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PESCA

TOTAL EDITORIAL pesca [email protected]

EDITORIAL El 8 de marzo próximo pasado se conmemoró otro aniversario del “Día Internacional de la Mujer”. Para muchos pasa desapercibido, para nosotros en esta oportunidad también. Les cuento que hace unos años cuando por primera vez disfrutaba con mi familia de una visita a Casapueblo mi atención se detuvo en una pared donde sobre ella misma escrita reza-ba un poema. Un “Poema a la Mujer”, escrito por Carlos Páez Vilaró. En esa oportunidad lo co-pié y lo admiré por su contenido. Aunque tendríamos que haberlas recordado en nuestro anterior número, hoy primeros días de abril de 2008, que mejor ocasión para compartirlo con nuestras lectoras y todas aquellas mujeres que forman parte de nuestras vidas. TODAS.

Los integrantes del staff de PESCA TOTAL nos hacemos eco de este día. Y que mejor regalo que ofrecerles ese “Poema a la Mujer”. “FELIZ DÍA TODOS LOS DÍAS”

POEMA A LA MUJER

Si Casapueblo es mi homenaje al sol, es también mi ofrenda a la mujer.

A todo el universo de la mujer. Me refiero a la mujer obrera, a la mujer maestra.

A la que encorvada bajo el sol lava la ropa en el arroyo a la que lleva a su hijo de mochila

mientras transporta el cesto de fruta en su cabeza. La que enfrenta al desnudo la cresta de la ola o

la que sofisticada decora el salón con belleza de pavo real. Ella ha significado el mayor estímulo en todas las batallas

que he debido librar a las empresas que he acometido. Siempre pienso que sin mujer no hay creación.

Es la base de todos nuestros proyectos y de todo lo que hacemos.

Por ella somos capaces de levantar una casa, emprender una aventura, pintar, componer,

escribir o hacer una revolución. Es la raíz de nuestras motivaciones,

la salsa que condimenta con su belleza nuestra vida. Carlos Páez Vilaró

Lic. Ramón A. Guardia



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PESCA

TOTAL PEJERREYES Por Miguel Tripani

Es hora de aprontar-nos para una nueva tempo-rada de la pesca del peje-rrey, si bien se los puede pescar durante todo el año, las jornadas más ren-didoras comienzan a darse justamente en este mes de abril. El año pasado quien primero saliera a buscar-los fue nuestro amigo Gonzalo Méndez, que aprovechó la comodidad de Paso de los Toros y se fue con la familia en se-mana de turismo con este rumbo, apuntando en su agenda como único pes-quero a relevar, Rincón del Bonete, distante 12km de esta linda ciudad. Sucede que los luga-res que siempre visitare-mos primero para la pesca de estas especies son los lagos del Río Negro, donde estas flechas de plata co-mienzan a picar primero sobre todo si los lagos se encuentran con la cota de agua muy por debajo de su nivel normal como sucede hasta el momento de es-cribir esta nota, mediando marzo. El año pasado en tu-rismo el lago de Rincón ya estaba colmado, y los dos restantes también, esto no fue impedimento para que Gonzalo se diera una

fiesta, si bien el prome-dio no era de gran tamaño la cantidad conformaba la diversión. En verano tenemos siempre prontos los lar-gos y pesados equipos pa-ra la pesca de costa y los equipos de trolling y o spinning que al lado de los que utilizamos para esta pesca son algo pesados también. Para los lagos utili-zamos equipos livianos, cañas de asta 3 metros para no mas de 80grs; re-els frontal o rotativos, cargados con monofila-



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TOTAL PEJERREYES pesca [email protected]

mento que van desde 0,18mm a 0,30mm. Las ba-ses un poco mas largas que las convencionales, para poder levantar los anzue-los lo mas alto posible en caso de que los pejerreyes estén picando lejos del fondo, cosa que sucede muy a menudo. Las arma-mos con monofilamento 0,50mm. Colocamos dos o tres separadores de espi-ral, sujetos con números corredizos en los cuales enganchamos muy fácil-mente el laso de las bra-zoladas de no más de 40cm en nylon 0,40mm. Los anzuelos números 1 al 2 de fino calibre de la lí-nea Mustad o Maruto. Carnadas: Lombrices, file-te de dentudo, mojarritas vivas y camarón, andan muy bien, sólo recomenda-mos llevar dos o tres por-que jugarse a una sóla puede significar el fraca-so, sobretodo al comienzo de la temporada ya que están muy selectivos. En la costa el pique franco se comienza a dar mas adelante, con buenos piques pero en momentos y lugares específicos que solo encontraremos con nuestra intuición de pes-cadores. A nivel general co-menzamos pescando al es-te, que es como se da el pique todas las tempora-das, de este a oeste. Los equipos un poco más pesa-dos que los utilizados en aguas quietas, así podre-mos tirar mas plomo en caso de que sea necesario. Las cañas de 2,70mts en adelante, de acción de punta para disfrutar cada

cabeceo, monofilamento en el reel de 0, 25mm a 35mm máximo, en caso de tener que tirar con más de 100grs de plomo, coloca-mos un chicote del doble de largo de la caña de 0,40 o 0,50 mm. Bases convencionales para dos anzuelos, separadores de doble giro o sea des-torcedores, para que no se nos tornee el nylon del reinal cuando recogemos tantos metros, ya que las carnadas vienen girando y

en caso de no utilizar este tipo de separadores, esta-remos obligados a cambiar las brazoladas más de una vez en poco rato de pesca. Los anzuelos Mustad o Maruto, de ojo N° 4 o 5, de fino calibre, un poco más chicos que los que uti-lizamos para los pejerre-yes del Río Negro ya que los de costa tienen la boca bastante más chica. A es-tos los colgamos en un reinal en 0,40mm de 50cms de largo con un nu-do loco, ya que son muy delicados a la hora de le-vantar la carnada, por eso los utilizamos de ojo para poder hacer éste nudo que enseñamos en el diagrama adjunto a la nota. Para la carnada tam-bién son más selectivos que los de agua dulce ya que sólo los comenzamos pescando únicamente con hígado de pollo fresco, cuidadosamente atado con



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la menor cantidad de hilo posible, porque si le mete-mos mucho, tampoco pican. Esto lo hemos comproba-do en más de una oportunidad así que es un detalle a tener muy en cuenta para el éxito en este comienzo de temporada. Luego ya pican con camarón fileteado por la mitad a lo largo, partido en cuatro formando banderitas y coloreado con colorante de torta rojo, el cual hoy día encontramos en todos los mostrado-res de venta de carnadas ya que se ha vuelto un clá-sico aderezo para las mismas. En pleno invierno to-man todas los cebos bien presentadas que les ofrez-camos: camarón, lisa coloreada o natural etc. Las fotos de esta nota son de pescas inéditas realizadas la temporada pasada las cuales no publi-camos por tener tantas buenas notas de la pesca de estos luchadores bichitos. Hay fotos tomadas en el Santa Lucía en pleno mes de noviembre donde tuvi-mos mejores piques que en plena temporada como lo anunciáramos en una nota publicada en el número 15 correspondiente al mes en cuestión. Otras del em-balse de Paso Severino; Baygorria, donde aprove-chamos el mejor pesquero del país para utilizar las curricas y divertirnos un montón con su particular pique y otras de distintos puntos de la costa. Seguramente en el próximo número estaremos escribiendo sobre nuestros primeros re-levamientos los cuales ya estamos preparando con los compañeros. Hasta la próxima!!!



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TOTAL TARARIRAS Por Miguel Tripani

Nos gusta practicar de al-guna u otra manera todas las modalidades de pesca, pero la pesca de tarariras de fondo con carnada, es sin duda la maestra de to-dos los pescadores de agua dulce cuando nos iniciamos en la pesca con reel. A diferencia de la pesca con señuelos técnica que nos ha hecho dejar la pes-ca de tarariras con carna-da, el disfrute de esta mo-dalidad está en: armar 2, 3 o 4 cañitas, acomodar una silla playera junto algún amigo, disfrutar del aire libre, tener a mano algo só-lido, unos buenos tragos y esperar los violentos sacu-dones de las cañas, acom-pañada del ruido de los cascabelitos o de la chicha-rra del reel. De esta manera disfrutó el pasado mes, esta barra de San Bautista, en una taipa o represa para las arroce-ras, próxima a la ciudad de José Pedro Varela, ubicada al norte del departamento de Lavalleja, en el limite mismo con el departamento de Treinta y Tres. Heber Cabrera, a quien agradecemos por las fotos y comentarios para esta nota, es un compañero de pesca desde hace años, es-te tiene facultades sufi-cientes para enseñarnos de

esta modalidad, ya que la practica casi exclusivamen-te para todas las especies de agua dulce, preferente-mente para las tarariras. Recuerdo jornadas de pes-ca en las que nos tapó lite-ralmente de escamas, ya que sabe elegir muy bien el lugar donde va a tirar sus plomos, seleccionar cuida-dosamente la carnada a utilizar. Arma las bases de la mejor manera para que las carnadas se presenten correctamente y sabe siempre en dónde las cabe-zonas estarán comiendo. Según Heber, el lago des-provisto totalmente de sombra, al igual que la ma-yoría de los que conocemos

de su tipo, también tiene poca vegetación en el agua. Luego de hacer unos inten-tos cerca de donde acam-paron en una zona total-mente limpia sin enganches en el fondo, concluyó que lo mejor sería buscar las la-guneras en un sector del lago donde había abundan-te vegetación, sumergida y en la superficie. A este lago en particular. tiene acceso mucha gente, por lo que los trasmallos y los espineles han hecho es-tragos , sobre todo en las zonas limpias anteriormen-te nombradas, que es la que eligen este tipo de “artesanales” ocasionales

LAGUNERAS EN JOSÉ PEDRO VARELA

TÉCNICAS Y CONSEJOS PARA LA MEJOR PESCA



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para hacer esos innecesarios destro-zos. Fue en la zona de mucha vegetación donde Heber tubo su festín, que ade-más de estar casi libre de la depre-dación, es el lugar favorito de las la-guneras para comer y reproducirse. Según verán en las fotografías, lo más destacado de la pesca fue el do-blete de tararira, que pudieron co-brar gracias a Oscar Duarte, coraju-do si los hay, que se metió en el agua para desenredar aquella pareja de tarariras que a la postre en la balan-za marcara casi 5 kilos de pura mole acuática ya que la tarucha mas chica pesó 1,800 kilogramos y la mayor al-canzo los 3 kilos. No solo disfrutaron de la buena pesca sino también del clima el paisaje y la naturaleza, la cual les permitió convivir esos días con ñandúes, mulitas y toda clase de aves de que comple-mentan el ecosistema de la laguna. Patos, garzas y un sin fin de aves menores llenaron nuestras retinas de imágenes inenarrables. Para esta pesca el tipo de reel y caña que utilizamos no es del todo relevante ya que la caña solo va a cambiar la posición de la carnada dependiendo del largo de la misma Por ejemplo: si la caña es corta, la inclina-ción del monofilamento va a ser menor lo que hará que la carnada quede mas cerca

del fondo y lo único que debemos hacer es levantar un poco mas los anzuelos que en las bases que utilizamos en cañas mas largas. En cuanto a los reels la única diferencia se-ria la cantidad de tanza que cargaría el mis-mo, por lo que no tendríamos problemas ya que rara vez la pesca se de a mas de 20 o 30 metros de la orilla, o sea que nos arre-glaremos bien tanto con un reel chico como grande. El monofilamento con que los carga-mos nunca menor a 0.37mm ya que en caso de dobletes o enganches de vegetación ten-drá la resistencia suficiente para arrastrar

a la orilla o zafar del atraque. Las bases según el diagrama, puede llegar a medir 2 metros de larga, el nylon de 0,60mm o 0,70mm. Separadores de ojo, a los que sujetaremos el anzuelo, para nosotros cuanto mas exa-gerado mejor, ya que asegura-ríamos que la tararira se clave de la boca, cosa muy útil si la queremos devolver en las mejo-res condiciones, dicho anzuelo lo empatillamos con acero trenza-do para 30 libras de 15 a 20cm de largo al cual agregamos una brazolada 0,70mm de no mas de 15cm para sujetar al rotor. La técnica es la siguiente: Los an-zuelos lo más separados del plo-mo posible, pero buscaremos se-

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TOTAL TARARIRAS pesca [email protected]

gún el largo de la caña que las carnadas queden despegadas del fondo pero cerca del mismo, que es donde las taruchas bus-can sus banquetes. Colocamos una plomada lo suficientemente pesada para que poda-mos tensar el monofilamento, haciendo que quede sin panza,. Las taruchas juveniles las podemos pescar con todo tipo de carnadas naturales, mojarras, ranas, etc. pero las buenas, si salen con carnadas clásicas, tie-nen que ser porciones muy generosas. Aho-ra bien, con carnada viva, las grandes están a la orden del día; por ejemplo: rana encar-nada por el lomo solo pinchando el cuero, dentudo pinchado de un lado a otro una so-la vez detrás de los órganos vitales sin to-car el espinazo, cabeza amarga chico o me-diano encarnado como el dentudo o pincha-do por el lomo a un lado de la espina o ba-grecito haciéndoles dos cortes en el cuero cerca de la cola a un centímetro de distan-cia un corte del otro, mas dos cortes igua-les cerca de la chuza, todo esto del mismo lado así pasamos el anzuelo por los cortes de la cola y lo colgamos de los de cerca de la chuza donde la tararira morderá con ga-nas para romper la falsa chuza clavándose el anzuelo. En otra oportunidad le mostraremos una por una mas detalladamente estas técnicas de encarne para que capturen la lagunera de sus vidas. Al comenzar a escribir mi mente se vuelca a unos cuantos años atrás cuando mojarre-ro en mano disfrutábamos y nos esforzá-bamos por sacar la mayor cantidad de mo-jarritas en la orilla del Santa Lucia en 25 de Agosto. Luego con el tiempo mi primer reel, un Pescador 200 y una caña de tacua-ra en dos tramos, regalo que mi padre me hizo buscando que ese bichito de la pesca se afianzara en mí. Realmente lo logró. No recuerdo ya mi actitud con mi padre, pero si la que viví hace unos meses cuan-do hice llegar a las manos de mi hija su primer reel. Un abrazo, ojos llenos de alegría y una simple expresión ¡Para mí! Más de una vez me he preguntado ¿Por qué me gusta la pesca? ¿Por qué soy pescador? ¿Qué me lleva a recorrer cientos de kilómetros, a pasar frío o ca-lor en busca de tan preciada recompen-

sa? Vale unas pocas horas o pasarnos varios días lejos de la locura de la ciudad, sumer-giéndonos en la tranquilidad de la orilla de una laguna, un arroyo o un río, donde el tiempo parece casi detenerse y solo el chasquido de un señuelo al caer al agua, el vuelo rasante de un martín pescador, una libélula posada sobre un junco, el sonido del ataque de una tararira cazando al atar-decer nos regala un cúmulo de sensaciones imposibles de describir. Todavía guardo en mi interior a ese chico que se sigue fascinando y asombrando por el salto de una tararira que quiere des-prenderse o el combate franco y decisivo de un pejerrey o simplemente al observar un atardecer, al contemplar la alegría, la ansiedad de un niño cuando está a nuestro lado, ver a mi hija a mi lado compartiendo y aprendiendo con la misma pasión que yo te-nía antaño. ¿Qué más puedo pedir? Hoy más de treinta años después me



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TOTAL EL PORQUE DE PESCAR Texto y Fotografía: Lic. Ramón Alberto Guardia

encuentro compartiendo una excelente tarde de sol junto a buenos amigos como Julio, Martín y sus hijos Sofía y Alejandro frente a uno de los espejos más bonitos del país, Punta Ballena, tentando al peje-rrey con currica y al lengue. Sofía y Ale primera vez que se introducían en el mundo mágico de la pesca cobraban sus primeras piezas llenándolos de satis-facción, de alegría. Junto a Julio Rouco, veterano pescador profesional, solidario, siempre abierto a compartir sus experiencias, a enseñar los secretos para una buena pesca como pocos lo hacen, acrecentábamos el interés de los chicos en su diversión del momento en la

que cada captura reflejaba la emoción vivi-da. Entre risas, enredos y nerviosismo que mejor actividad para cultivar amistades, a aprender observando o recibiendo conoci-mientos y lo fundamental enseñar a res-pectar la naturaleza y defender nuestra fauna ictícola de la amenaza que se cierne sobre ella por la pesca furtiva que vacía nuestros cauces. Momentos como este nos demuestra que la recompensa final es una mezcla de sen-saciones que se van dando a lo largo de la vida, gozando con los logros que van alcan-zando nuestros hijos, nietos, disfrutando sus vivencias. La pesca no es solo salir de pesca sino co-mo se estima el momento vivido, los lazos de amistad que se cultivan. Ver que refle-jan esas caritas que comienzan a transitar

los senderos de esta sana actividad. Hoy que el factor tiempo se vuelve tirano con todos, el buscarnos un espacio para compartir con nuestros hijos es fundamen-tal, la pesca es una alternativa. No la des-aprovechemos. Siempre rendirá sus frutos.



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TOTAL EL PORQUE DE PESCAR pesca [email protected]



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TOTAL BAGRES

Por Miguel Tripani

Desde principios del mes de noviembre los arroyos, ríos y estanques del sur del país, no estaban colmados de agua. Finalizando febrero y comen-zando marzo cuando nuestro ejemplar número 19 de

PESCA TOTAL estaba ya en sus casillas de correo, se dio un fenómeno poco esperado, ya que estuvo lloviendo sua-vemente varios días intermi-tentemente, en los cuales se sumaron en promedio, algo más de 100 milímetros de precipitaciones. Como dichas lluvias fueron suaves, la tie-rra por demás seca, fue ab-sorbiendo cada gota y solo dejó correr los últimos cha-parrones de esos días. Sabía-mos que no era lo suficiente para que los clásicos arroyos a los que acudimos, corrieran lo suficiente para realizar la

pesca que le hemos mostrado en épocas de crecientes, pe-ro como siempre hay un lugar donde podemos ir a pescar, era la oportunidad ideal para relevar tanques escavados o tajamares de los construidos para el riego de las chacras hortícola de la zona. El lugar elegido fue una ca-dena de estos estanques, construidos en el cauce de unas de las puntas del arroyo Pando, en el paraje conocido como “Valle Alegre”. De adolescente mis primeros trabajos como peón, juntan-do frutillas, fueron en las chacras donde ahora voy a pescar. Jamás olvidaré aquellas te-rribles imágenes donde todos los veranos aparecían cientos de peces muertos, por la contaminación que provocaba

el uso indiscriminado de quí-micos para absolutamente todo: matar yuyos, fertilizar, dar funguicidas, insecticidas y utilizar hormonas para el desarrollo fuera de serie de verduras de fea consistencia y peor sabor. Por suerte esto fue hace 18 años atrás y



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BAGRES pesca [email protected]

desde mediados de los 90, se ha desarrolla-do en el lugar, un grupo de productores or-gánicos, quizás hoy el más importante del país, llamado “Punto Verde” del cual miles de uruguayos están disfrutando de tan sanos y deliciosos productos, 100% orgánicos que encuentran en las cadenas de supermerca-dos más reconocidas. Gracias a esta nueva forma de cultivar, la vida en estos estan-ques hoy es muy buena y por eso podemos hacer pescas como las que paso a relatarles. Al llegar al tanque escavado que elegimos, pudimos ver que estaba al tope de agua y que la actividad en la superficie de madreci-tas del agua, mojarritas y dentudos detrás de éstas era sostenida. Además pudimos apreciar muchas laguneritas cazando a las mojarritas para completar el ciclo alimenti-cio, cosa realmente sorprendente. Utiliza-mos equipos ultra livianos para poder disfru-tar al máximo la poca lucha que dan estos bigotudos, de carnada utilizamos exclusiva-mente lombrices, las cuales nos obligaron a usar anzuelos de perfil fino; los mismos que para la pesca del pejerrey. Al principio y mientras duró el día, el des-carne de mojarras, dentudos y castañetas, no nos permitió tener un sólo toque. Ya con el sol debajo del horizonte y muy poca clari-dad, el descarne se cortó y el pique de los grandes comenzó con una pequeña tararira de poco más de medio kilo. Cuando estaba por levantarla mi otro equipo acusó pique, y por lo brusco del mismo estaba seguro que el primer bagre estaba por ahí.

Rápidamente saqué la tarucha; tiré el equipo para atrás y comencé con la tarea de cobrar aquello que estaba picando, cañe una vez y aguanté la caña accionada, se sentía unos cabezazos como si se tratara de otra tara-rira. A mitad de camino dejó de pelear y me dije -si definitivamente es un bagre-, pero al llegar a la orilla dudé nuevamente, ya que los coletazos y saltos eran al mejor estilo de las vivarachas tarariras, pero finalmente pude ver los bigotes y todo fue festejo. Acomodé las carnadas y tiré de nuevo, mien-tras procedía a devolver la tararirita, la ca-ñita estaba picando nuevamente. Era otro bagre un poco más grande y con similar com-portamiento en la lucha que el primero, por lo que lo disfrute un montón. Tiro la caña con la que saqué la tararira y cuando me qui-se acomodar para encarnar la otra, esta picó nuevamente y otro bigotudo, unos centíme-tros y algo más grande que los anteriores, me completó la alegría y el almuerzo del día siguiente. A esta altura la pesca era más que buena y a pesar de que estaba sólo, el soni-



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do de los cascabelitos que le colocamos en las puntas de las cañas para anunciar el pi-que, me hacían saltar, en el silencio de la la-guna adornado por el sonido de los grillos y el croar de ranas y sapos, los que me hacían una cómplice compañía. Estos particulares cence-rros los encontramos en casi todas las casas de pesca y son muy útiles en la pesca de es-pera, sobretodo por la noche, ya que no ten-dremos necesidad de estar continuamente mirando el equipo y así también poder perci-bir el pique, cuando estamos acomodando otro equipo, como me paso en estas oportuni-dades con cada bagre que cobré. Al final de la cuenta, en casi una hora, salie-ron cuatro lindos bigotudos, luego el pique desenfrenado se cortó, erré un par de to-ques y unos amenazantes relámpagos me hi-cieron emprender el regreso. Por suerte la misión estaba cumplida, relevamos con bue-nas capturas, un nuevo ámbito y llevé para compartir con mi señora y mis padres lo sufi-ciente para sacarnos las ganas de comer unas muy buenas milanesas. En resumidas cuentas ya saben: después de unas buenas lluvias, de-trás de una sequía, los bagres salen o salen,

así que recuerden bien porque la formula no falla: SEQUÍA + LLUVIAS = BAGRES Los días siguientes a este primer releva-miento continuó lloviendo, por lo que el jue-ves siguiente nos dimos una vuelta por los arroyos y la cosa fue como siempre. Sacamos una decena de piezas aptas para el consumo, si bien no eran muchas, tenemos justificada excusas para dejar en claro por que no pes-camos mejor. El pique era constante, pero de pequeños ba-grecitos que nos indicaban que en la primave-ra pasada la reproducción fue muy buena y que en un par de años va a haber muy buena pesca. Además de éstos, los bagre anguila, se presentaron como nunca antes y el descarne era terrible, de todos modos aprovechamos para sacarle unas fotografías para esta nota, ya que se las debíamos de la temporada pa-sada. Lo realmente satisfactorio de esta salida, fue haber dado con un pequeño cardume de bogas que a pesar de su tamaño, nos brinda-ron todo su vigor con cada corrida y arreme-tida, sin olvidemos que estábamos pescando en un lugar que con el arroyo en su cause, es poco más que una zanja. Estas capturas, nos hicieron recordar los cuentos de un viejo pescador de la zona, que en una laguna de ingreso más que condiciona-do, a pocos kilómetros del paso relevado, capturaba con aparejos de cuerdas bogas de las grandes, según él de tres kilos o más. Así que una pesca lleva a la otra y vamos ha-cer los trámites para conseguir el permiso de ingreso a dicho lugar y relevarlo en la próxima temporada.

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JUAN LABORDE Guía de pesca

Ayacucho 834 c/ B. Berres Paysandú — Uruguay

Tel: (072) 43247 Cel: 099382237

PESQUEROS EN PUNTA DEL ESTE Por Roberto Tagle

Siguiendo con los Pesqueros de Punta del Este, queremos ofrecerles otra posibilidad muy buena para ir a probar suerte. Lo llamamos “San Rafael” debido a que se encuentra casi frente al Hotel San Rafael, en la zona de la playa brava. Hay que elegir un día que esté bas-tante calmo y preferentemente el viento del sector Norte. Salir temprano y cuando la “virazón” comienza, regresar o dirigirse a los pesqueros mas protegidos detrás de la isla Gorriti. Para llegar al Pesquero hay que salir del Puerto de Punta del Este poner rumbo a la primera boya roja (libre navegación), para luego dar la vuelta a la Península y así llegar a la playa bra-va. Los que van por primera vez tienen 2 opciones: La mas segura es dejar por babor las boyas roja y amarilla a fin de esquivar el Bajo del Este y luego enfilar a la posición de GPS: S 34º 56.735 – W 054º 54 625. La otra alternativa es dar la vuelta a la península a una distancia de la costa de unos 200 mts. allí hay un canal entre la costa y el Bajo del Es-te. Si por casualidad se ve que al-guna embarcación va por esta ruta, es sencillo seguirla para conocer la “pasada” por prime-ra vez. La distancia a recorrer desde el Puerto son aproxima-damente 3 millas náuticas. El fondo en esa zona es rocoso, y se extiende desde la costa hasta casi la Isla de Lobos, siendo la profundidad en el punto de aproximadamente 7 mts. Podrán ver en la foto que está relativamente cerca de la costa y quizás se pregunten como lo encontramos? Resulta que un sobrino de 11 años “pinchó” una corvina negra de 13Kg. pes-cando desde la costa, con un equipo liviano y con un lance de 35 - 40mts aproximadamente. Entonces decidimos probar de navegar hasta allí y anclar un poco más lejos del máximo lan-zamiento de un reel. La sorpresa es que hemos hecho buena pesca de mingos, brótolas, pargos blancos y este año sargos de muy buen porte. Se recomienda usar “gallo” en el ancla para no correr riesgo de



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perderla. Al regreso, acostumbramos probar en otro pesquero que llamamos “las salinas” y que se encuentra enfrente al Faro de la península de camino a San Rafael. La posición por GPS es S 34º 58.658 – W 054º 57.340. La profundidad es de 18 – 20 metros y es buen pesquero de pescadillas y brótolas. El fondo es rocoso por lo que es conveniente usar plomadas 160 gr. y no hacer lances lejos de la embarcación porque la posibilidad de “enganchar” la plomada o algún an-zuelo aumenta.

PESQUEROS EN PUNTA DEL ESTE pesca [email protected]



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CONOCIENDO NUESTRAS ESPECIES pesca [email protected]

El lenguado común, pertenece a una de las muchas de las especies de peces planos que vi-ven en océanos tropicales y subtropicales. Al igual que otros peces planos, el lenguado es ovalado, aplanado por los lados y posee una boca dentada con labios protráctiles. Se reproduce de Mayo a Agosto y las larvas libres no son planas, sino que se parecen a los otros peces y nadan en posición vertical. Tras algunas semanas, los ojos se desplazan hacia un lado del cuerpo, que se aplana a su vez. El pez pasa a vivir junto al fondo a partir de ese momento y nada apoyándose sobre su vientre plano, adoptando su característica posición horizontal. Debido a esto, el ojo izquier-do, que corresponde al lado que está en contacto con el fondo, migra al lado derecho de la cabeza en las primeras fases de su desarrollo, y los pocos dientes que tiene en su boca pe-queña y torcida se desplazan al lado ciego. El costado superior del lenguado toma un color arenoso oscuro, para mimetizarse con el fondo marino, mientras que el otro, en contacto con el fondo del mar, es blanco Pasa su vida adulta en el fondo del océano acostado sobre su lado izquierdo, cubierto en parte de arena y fango para esconderse de predadores, llegando incluso a enterrarse totalmente a la mínima señal de peligro agitando sus aletas para que la arena lo cubra por completo. Cazador por excelencia, se alimenta de pequeños peces, crustáceos e invertebrados del fondo. Una de sus cualidades más destacadas es que puede mimetizarse cambiando de color para adaptarlo a su entorno, adquiriendo la tonalidad de la arena o las piedras desde donde acecha a sus víctimas. Datos proporcionados en la WEB.



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El 16 de marzo amaneció con un clima ex-cepcional. La cantidad de bogas cobradas el día anterior en una jornada de práctica presagiaban un concurso plagado de ejem-plares de esta esquiva y combativa espe-cie. Sin embargo los caprichos del río Uru-guay ajenos por supuesto a la madre natu-raleza y achacados únicamente a la mano modificadora del hombre en la magnífica obra de la planta generadora de electrici-dad de Salto, hizo que bajara abruptamen-te la altura de las aguas frente a la “Heroica”. No hubo un gran pique, pocas fueron las “ternas” embarcadas que lograron alguna captura. Lo que hubo fue una magnífica organización y un ambiente de fiesta y confraternidad entre todos los participantes. La importancia de los premios y la tradición de esta prueba contribuyeron a la inscripción de 35 embarcaciones. La largada se efectuó desde la playa principal de Paysandú, y el aposta-dero elegido por la mayoría de los “capitanes” fue el tradicional “nueve”, lugar dónde en la jornada anterior se dieron la mayoría de las capturas.

Por Raúl Bove CLUB PESCADORES PAYSANDU

7MA. EDICIÓN PESCA BOGA 2008

Primer puesto Gabriel y Gervasio Machi-M. Ferraro

Segundo puesto D. Pagano - C. García - B. Cima



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Hemos destacado la magnífica organización de la prueba y debemos destacar lo mejor aún que estuvo organizada la entrega de premios, coronada por una almuerzo de primera catego-ría. Oportunidad que sirvió para el encuentro con viejos amigos, estrechando lazos nunca perdidos y dibujando nuevos con gente que no conocíamos pero que a partir de ahora inte-gran la lista de nuestros afectos.

Agradecemos al Club Pescadores Pay-sandú todos los aga-sajos recibidos y es-

pecialmente en la persona de nuestro amigo Juan Laborde la invitación para participar en es-te magnífico evento ofreciendo desde ya nuestras páginas para la difusión de esta u otras actividades que emprenda la institución. Quien alguna vez disfrutó de este atardecer a ori- llas del río Uruguay, seguramente no podrá olvidar el mo-mento y volverá una vez más a PAY-SANDÚ

Fernando Pesce. Ganador categoría menor

Tercer puesto D. Sierra - A y J Rodriguez



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Texto y Fotografía Lic. Ramon A.Guardia

. Hablar de Punta Ballena es hablar de una belleza natural sorprendente y también es hablar de un lugar, de un homenaje al sol. CASAPUEBLO que se levanta majestuosa y blanca mirando al mar en la ladera oeste de la sierra de la ballena, como bendiciendo la despedida del sol de cada día.

Creación del artista plástico Carlos Paéz Vilaró, haciendo su obra con concepto "de horno de pan". En ella posee su atelier de trabajo, su residencia, su museo donde en numerosas salas se aprecian sus pinturas, cerámicas, esculturas. También se constituye en un centro perma-nente de una constante actividad cultural conformado por un sector destinado a conferen-cias, conciertos, presentaciones de libros y múltiples eventos desarrollados durante todo el año. En un principio la construcción la constituía una sencilla casilla de lata. Más tarde, por 1958 sur-ge "La Pionera" una construcción en madera que paso a ser su atellier sobre los rocosos acantila-dos de Punta Ballena, en ese entonces salvaje, desolada y cautivante. A su alrededor, ladrillo a ladrillo dio libertad a su imaginación y a través de más de cuarenta años de labor fue constru-yendo esta hermosa obra de arte, plagada de ingenio y un estilo arquitectónico sui generis do-tado de una gran audacia en cuanto a su forma, integrándola al máximo al paisaje natural, su es-cultura habitable como él la llama. Actualmente se ha transformado en un símbolo de Punta del Este y del Uruguay. Sin titulo profesional su imaginación desbordante lo llevó a quebrar todos los esquemas im-poniendo sus propias reglas. "Trabajar desprolijamente, y no utilizar el nivel o la plomada" y “mantener una lucha abierta contra la línea recta” y con la libertad del hornero siempre

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busco humanizar su arquitectura, sua-vizando sus formas no aceptando la lí-nea y los ángulos rectos en busca de un concepto de horno de pan. "Pido perdón a la arquitectura por mi libertad de hornero".(Arte y Parte, Carlos P Vila-ró). Así Casapueblo fue estirándose hacia el cielo y el mar espontáneamente. Nació con sus propias banderas que flamean en sus torreones dando la bienvenida al amigo y al caminante: "El Sol" porque soy del sol; el "Ojo" para observar la profundidad y estar siem-pre alerta; la "A" como homenaje al amor; "El Pez" para continuar siendo libre; "La Medialuna" para navegar en el misterio de las constelaciones y "La Mano", para estrecharla fuerte ofreciendo amistad. CARLOS PÁEZ VILARÓ Poseedor de una fuerte vocación artística desde muy joven busco cumplir sus sueños y así parte hacia la vecina Buenos Aires vin-culándose a las artes gráficas. A su regreso a Uruguay por los años 40 y seducido por la obra de Pedro Figari se ini-cia en la pintura; descubre en el candombe y la comparsa afro-oriental un motivo de expresar su arte pintando innumerables cartones, componiendo candombes tangos y afros para las comparsas lubolas, escribía sus letras, decoraba sus tambores y dirigía sus coros. Instalado en el conventillo Me-diomundo del barrio sur lo vincula a la cul-tura negra e inicia una etapa de su obra que marcará para siempre su vida. Pintó la vida del negro en todas sus formas. Cantos de cuna, casamientos, llamadas, comparsas, bailongos, velorios o navidades dieron vida a sus cuadros. Una vez agotado el tema del candombe, la tentación de partir a investigar sus raíces lo llevan a Africa, terminando de apuntalar su pasión e inspiración. En la década del 50 realiza su primera ex-posición denominada "Estampones" com-puesta por 12 "Gouaches" realizados sobre cartulina. Se inauguró en los salones del Cantegril con motivos del Primer Festival de Cine que allí se realizaba y eran obras de

tamaño mediano inspirados en temas negros del Uruguay llevados al cartón con tempe-ras y enmarcadas sin vidrios. Para ese entonces su atelier estaba en un antiguo molino en la zona de La Pastora en la Parada 3 de Punta del Este. (Allí hoy se ubica el Hotel Conrad). Posteriormente al descubrir Punta Ballena, desolada pero do-tada de una gran belleza, proyectó estable-cerse en ella.



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A través de los años ha sido un viajero e investi-gador incansable. Desde Montevideo a Costa de Marfíl, desde Brasil a Tahití, desde la Provincia de Río Negro en Argentina hasta el Congo, Tchad, To-kio, Australia, y así mu-chos destinos donde fue pintando, esculpiendo de-jando testimonio de su obra en cientos de pintu-ras, cerámicas, esculturas, murales, etc. Conoció a grandes maes-tros como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Giorgio De Chirico, A. Calder entre otros, que lo animaron y estimularon. Vivió con el Dr. Albert Schweitzer en su famoso leprosario de Lambarené en la selva ga-bonesa. Es, en este conti-nente donde entra en el campo de la abstracción y también descubre la aven-tura de trabajar con la madera. Su prolífica obra se en-cuentran en series de pin-turas (realizadas en sus talleres de New York, Pa-rís, Tahití, África, Brasil, Argentina y Uruguay) re-feridas a juegos, abstrac-ciones, collagges, anima-les, bares, tango, mujeres y por supuesto las com-parsas, que son el resulta-do de cincuenta años ba-tallando en la búsqueda del arte, que el maestro con gran humildad confie-sa seguir buscando pues aún no sabe si lo ha encon-trado. Sus obras no están en los museos sino que están en aviones, piscinas, tazas, logos, platos, en hospita-les, en murales disemina-

dos por todo el mundo. Es de destacar el que pinta en 1960 en la OEA que en ese momento era el más largo del mundo (Raíces de la Paz") y que hoy se halla en proceso de restaura-ción, el realizado en el

lobby del Hotel Conrad Resort & Casino de Punta del Este, que refleja en vivos colores la historia de Maldonado. En su Museo nos encontra-mos con salas de exposi-ciones, terrazas y rinco-nes, cada uno de ellos de-dicado a homenajear a sus amigos escritores y artis-tas que admiraba. Así sur-gen, la Sala Rafael Squi-rru, la más importante del Museo Taller, Nicolás Gui-llén, Pablo Picasso, Jorge Luis Borges, Jorge Ama-do, como así también a he-chos o cosas que ocupan su atención como "La Me-dia Luna" dedicada a la comparsa lubola uruguaya, el Rincón del Cosmonauta, Cuatro Vientos, La Puerta del Sol. Parte de su obra se en-cuentra en colecciones privadas (en su mayoría europeas), mientras que el resto se exhibe en el mu-seo, luego de haber sido expuesto en cientos de

galerías de los cinco conti-nentes. La pintura mural siempre fue una de sus pasiones, algo que se convierte en un mensaje despojado de egoísmo, abierto a todos que enriquece el acervo de las ciudades y pasa a ser parte del cuerpo de la ciu-dad disfrutándolo, apre-ciándolo, queriéndolo y conservándolo. Más de 300 murales inte-gran el balance de su vida. Aunque no todos existen, el paso del tiempo o la pi-queta del obrero dieron fin a muchas de sus obras como sucedió con el Exodo del Pueblo Oriental situa-do en el viejo control de la calle Arenal Grande y Víc-tor Haedo, pues cada mu-ro queda librado a su suerte. Vivirá eternamen-te o tendrá su tiempo marcado, dependerá del interés o el desinterés de las autoridades responsa-bles en conservarlos. Nun-ca rehizo una de sus obras. El Museo-Taller de Casa-

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pueblo es un paseo imperdible para quienes llegan a Uruguay. Ocupa el corazón de Casapueblo, la magnifica obra creada por Carlos Páez Vilaró. Esta gran “escultura habitable” se encuentra en Punta Ballena, a 15 kms. de Punta del Este y está enclavada en los acantilados ro-cosos que miran al océano. Turistas de todo el mundo llegan al lugar para apreciar esta gran obra de la arquitectura interna-cionalmente conocida, enmarca-da por un maravilloso panorama de sierras y mar. Al llegar a Punta Ballena, reco-rrimos el lugar caminando por la montaña, deslumbrados por el paisaje infinito que brinda esta zona. El cielo azul con los parapentes y las gaviotas, el mar y su brisa, la Isla Gorriti, Punta del Este extendiéndose como un boomerang, la Bahía de Portezuelo, el Cerro Pan de Azúcar y Piriápolis, incentivaban nuestros sentidos desde aquel lugar tan especial, con sus grutas sal-vajes donde en otras épocas algunos pescadores las tomaron como morada. Ya sensibilizados por la inmensidad de la naturaleza que reboza en la región, comenzamos a descender por la escalinata misteriosa y nostálgica de Casapueblo. Dos soles azules, flameando desde sus banderas nos invitaban a pasar y el aroma a lavanda nos indicaba el camino. Al llegar, una antigua puerta negra se abrió mágicamente y otra vez recibimos en la cara la brisa del mar. Sin darnos cuenta, nos encontrábamos de golpe frente al sol, como en la proa de un gran barco quieto, blanco inmaculado, con varias escaleras y pasajes laberínticos que nos condujeron a las diferentes salas donde se exhiben las obras del maestro. Pudimos ver pinturas de todas las épocas, incluyendo sus primeros cuadros de la década del 50, los realizados en sus talleres de San Pablo, New York, Africa, Tahiti, Argentina y Uru-guay; las cerámicas recientes y también las primeras. Vimos en las terrazas esculturas de madera y hojalata, como grandes centinelas custodiando el lugar. Un viaje retrospectivo por el insólito mundo de las creaciones del artista.




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Nos deslumbramos al ver la sala del museo donde se exhiben reliquias como ser el tambor que Páez Vilaró lleva todos los años a “Las Llamadas”; las estatuillas africanas traídas de sus viajes por el continente ne-gro; su primer óleo; las cerámicas que Pi-casso le obsequió en 1957; fotografías con grandes artistas y varios recortes de la prensa mundial sobre la obra del pintor uruguayo. Al ingresar a la sala de la Bouti-que de Arte, nos encontramos con múlti-ples opciones a la hora de escoger nuestro recuerdo de la visita: reproducciones; seri-grafias numeradas; cerámicas; pequeñas esculturas y una gran variedad de libros perfectamente ubicados ocupaban los ex-hibidores de la sala. Cuando estábamos tomando fotografías en las terrazas, con sus aleros de cañas habi-tado por las golondrinas, la guía nos invitó a pasar a la Sala de Proyecciones, donde por quince minutos, realizamos una trave-sía al interior de la vida y obra de Páez Vi-laró. El documental “Arte y Aventura” se proyecta continuamente a todos los visi-tantes, y es fundamental verlo para enten-der a profundidad la obra y tomar noción de su magnitud. En una pausa de recreación, al salir de la Sala de Proyecciones participamos del dis-frute de un perfumado té de Ceylan servi-do en las terrazas de la Taberna del Rayo Verde, tradicional sitio de encuentro de los artistas instalado sobre la bahía. Fue desde allí que presenciamos la “Ceremonia del Sol”, tradicional encuentro ecuménico que se realiza todos los días y que convoca anualmente el interés de miles de visitantes. Este momento tan emotivo es el broche de oro de cada atardecer. Acorde con los objetivos de nuestra revis-ta, nos honramos en recomendar este pro-grama excepcional donde se conjugan es-trechamente el arte y la naturaleza, trans-formándose en un orgullo del Uruguay. Museo-Taller de Casapueblo Abierto todos los días del año Tel: 042-578041 Fax: 042-579121 Punta Ballena – Maldonado. Agradecimiento: Gerencia de Relaciones Publicas de Casapueblo.



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COMISIÓN ADMINISTRADORA DEL RÍO URUGUAY CARU en su resolución Nro. 29/07 del 11 de setiembre de 2007, luego de una serie de considerandos y basándose principalmente en ciertas concentraciones que se producen en el Río Uruguay de ejemplares de gran tamaño de surubí pintado (Pseudoplatystoma corruscans), resuelve: Establecer la veda permanente de pesca, bajo cualquier mo-dalidad, en el tramo del Río Uruguay comprendido por la zo-na delimitada al sur por la desembocadura de Río Daymán localizada en el km. 314.1 y al norte de dicha desembocadura hasta el km. 318.6. Esta disposición veda en forma total la “cancha” que pesca-dores deportivos utilizaban para la captura de la especie en la zona conocida como “Corralitos” en la costa Uruguaya y “Puerto Yeruá” en la costa Argentina. Cumplimos con informar a todos nuestros lectores de la re-solución de CARU que seguramente merece un extenso co-mentario.



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TOTAL LAS RECETAS DE DOÑA RAMONA pesca [email protected]

CAZUELA DE SARGOS CON SALSA DE MARISCOS INGREDIENTES: 300gr. De mejillones 100gr. De mejillones 100gr. De camarones 100gr de berberechos 100ml. De vino blanco 1 taza de caldo de verduras 2 hojas de laurel sal, pimienta a gusto 1 pizca pimentón 7 sargos limpios, sin cabeza 100gr. De manteca 3 cebollas 1 diente de ajo 1 morrón rojo 1 morrón verde 1 morrón amarillo 2 cucharadas de harina 2 latas de arvejas 2 tomates 8 aceitunas negras sin carozo 750gr pulpa de tomate Perejil a gusto PREPARACIÓN: Sellar los sargos en una plancha con manteca. Retirar y reservar. Derretir en una paellera el resto de la manteca y aceite de oliva, cocinar un poco la cebolla cortada en rodajas tamaño mediano, el ajo, los morrones (también cortados medianos en juliana) durante 8 o 10 minutos a fuego lento. Alejar del fuego y agregarle la harina, la pul-pa de tomate y las arvejas. Agregar 2 tazas de caldo de verdura y lle-var lentamente a la ebullición. Agregar los tomates pelados y cortados en trozos chicos, las aceitunas y los mejillones y demás mariscos. Colo-car los sargos en la paellera encima de la salsa para que hundan lenta-mente en ella. Dejar cocinar a fuego lento unos 20 minutos para que se terminen de cocinar los sargos. Agregar el perejil picado y servir. Pue-den agregarse Champiñones y aros de calamaretes.



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TURISMO FAMILIA Y PESCA Por Jorge Curvelo

Tres cosas muy difíciles de amalga-mar, pero no imposible, dado que el pescador deportivo muchas veces, pierde tiempo con la familia por ejer-cer este noble deporte. Y esta vez lo logramos; con mi cuñado y amigo Ri-cardo Lujan, lo conseguimos. Arrancamos el Lunes de turismo para el este, más exactamente Cuchilla Al-ta, si hay balnearios lindos éste es sin dudas uno de ellos, en el cual pudi-mos juntar el tiempo de playa con la familia con la pesca deportiva. El lunes de tarde con viento este pero muy buen tiempo tuvimos bastante suerte en pinchar unas cuantas burri-quetas, de costa, algunas de buen porte, casi llegando hasta los 900 grs., tirando de costa unos 100mts, y con bases de peje-rrey, especie la cual teníamos esperanza de encontrar, pero no vimos ni uno. Martes y Miércoles, nos dedicamos más a pescar con los niños, los cuales respondie-ron bien, aprendiendo a lanzar con reeles rotativos, y a armar las bases, encarnar, y le enseñamos a devolver las piezas que no van a ser consumidas, pequeño detalle que si todos respetáramos, le aseguraríamos a nuestros hijos, el disfrutar de este deporte en el futuro. El miércoles de noche se avecinaba una

tormenta, habiendo, viento norte, así que de noche nos pusimos en campaña para encontrar un lugar donde la pesca se pre-sentara mas productiva. Llamamos a nues-tro amigo Miguel Tripani, el cual nos dijo que viento norte y agua tapada, el mejor pesquero es Bella Vista para lograr buenas capturas de corvinas blancas. Además ha-blamos con pescadores del lugar el jueves de mañana y nos dijeron que a la noche del miércoles en Bella Vista, se había dado buen pique. Sin pensarlo más, juntamos familia y equipos de pesca en el auto y arrancamos raudos hacia Bella Vista. Llegamos entre mandados y paseos como a las 10.30 de la mañana al pesquero indi-cado, viento norte y agua tapada; nos diji-mos, hoy se tiene que dar! Armamos equipos y lanzamos. Ricardo lanzando corto ya que estaba baja la ma-rea, y yo lanzando lejos para probar suerte, al instante tuvimos respuesta, con piques de roncaderones grandes, lo cual aumenta-ba nuestra esperanza de encontrar las pre-ciadas blancas. A los 20 minutos Ricardo tuvo un pique corto de roncadora que al aferrar, se dio cuenta de que era corvina, y comenzó a lucharla hasta que la trajo, era una corvina de 1,5 Kg. aproximadamente y lanzando



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cortito, así que empezamos a lanzar al supuesto “pozo”, un tesoro preciado para un pesca-dor deportivo. A la media hora otro pique cor-tito en la caña de Ricardo, otra blanca, la peleó y la sacó, esta era más linda todavía, casi 2.6 Kg.. Se imaginan que lo si-guiente fue encarnar y lanzar al “pozo”, pero los piques que vi-nieron fueron todos de roncade-rones. Pasado el mediodía deci-dimos ir a almorzar y a pasear a Pirlápolis con la familia, pero siempre con la pesca en la ca-beza, teníamos pensado probar suerte en el puerto, ya que con el agua clara y un poco oxigenada, a veces se da el pique de buenos pejerreyes con currica; entonces después de almorzar llegamos al puerto, pero no habían pescadores, y para peor había bajante, por lo cual ningún pejerrey. Ahí mismo decidimos volver a Bella Vista con la esperanza de que en la tardecita se diera algún pique más de corvina. Al llegar armamos de vuelta y lanzamos pero no había activi-dad alguna, solo algunas roncadoras, por lo que nos dedicamos a limpiar el pescado, abrién-dolo del lomo para cocinar a las brazas y a disfrutar de una linda tarde de playa en familia. Al anochecer volvimos al lugar de origen, contentos y satisfechos de haber logrado disfrutar todo el día juntos a pleno. Al otro día, Viernes santo, nos deleitamos con las corvinas a las brazas. Luego seguimos

pescando, pero en realidad la pesca se presentó muy magra, devolvimos todo lo pescado, pe-ro lo más importante para noso-tros fue que logramos pescar de-portivamente y junto a la familia, un sueño de hace muchos años, y éste año lo logramos.

TURISMO FAMILIA Y PESCA pesca [email protected]



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TOTAL LENGUADOS Por Raúl Bove

LA PARTICULARIDAD DE LA TÉCNICA EMPLEADA EN SU PESCA. LA COMBATIVIDAD DE LOS EJEMPLARES Y LO

SUTIL DE SU PICADA, HACEN DE ESTA ESPECIE UNA DE LAS MÁS CODICIADAS POR LOS

PESCADORES DEPORTIVOS

No es normal para la mayoría de los pescadores deportivos programar una jornada de pesca dedicada únicamente a la captura de algún ejemplar de lenguado, como no es tampoco normal que esta misma mayoría domine la técnica requerida para esta particular pesca. Nuestra actividad no se limita solamente a lanzar un cebo o un señuelo al agua, sino que cons-ta fundamentalmente del conocimiento del comportamiento de la especie a capturar, su hábi-tat, y fundamentalmente la época del año en que se encuentra a nuestro alcance. En la sección “Conociendo nuestras especies” reseñamos las características principales del lenguado y reafirmamos su característica de “cazador al acecho”, la cual debemos tratar de capitalizar para nuestro provecho. La técnica se base fundamentalmente en un “spinnig” con carnada, pudiéndose practicar ocasionalmente con señuelos. Podemos afirmar que se encuentran presentes con portes importantes en la desembocadura del Solís Chico en la costa del balneario Parque del Plata y que seguramente cuando este nú-

mero de PESCA TOTAL llegue a vuestras manos, aún se podrán capturar en los días apropiados para ello. En el registro gráfico vemos a nuestro amigo Fernando Trocolli con un ejemplar que dio en la balanza 8k 650grs. La captura se realizó cuando las últimas luces de la tarde ya se retiraban. La lucha por mo-mentos se tornó despareja y favorable al animal que vendió muy cara su derrota.

Trataremos de brindar nuestras experiencias para la captura de este preciado pez, avaladas y amplia-dos por Fernando, quien se a transformado en un conocedor en profundidad del tema. El lenguado es un pez de forma comprimido que se apoya en el fondo del mar siempre del mismo lado, esperando mimetizado con el fondo su alimento. Na-ce como un pez común y nada en postura vertical, a medida que crece opta por la postura ya descripta, y el ojo que está en contacto con el fondo se trasla-da hasta fijarse junto al otro.



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TOTAL LENGUADOS pesca [email protected]

Es también una característica importante a tener en cuenta su forma de comer. Aprovecha eficientemente su boca retráctil que le permite alargar su hocico para atacar con mayor efi-ciencia y su poderosa dentadura para afirmar la pieza en su ataque. Su comida preferida son los pequeños ejemplares de pejerrey que busca en los veriles de los bancos cercanos a la pla-ya en los cuales realiza su “acecho” oculto a la presa en el fondo . El equipamiento básico más recomendable sería el compuesto por una caña de 3.00 a 3.50 metros con capacidad para lanzar entre 40 y 80 gramos, ya que muchas veces es necesario llegar bastante lejos. Equipos muy pesados nos cansaría rápidamente, ya que la pesca del lenguado requiere bastante esfuerzo físico y además de requerir una perfecta sensibilidad para “sentir” el pique. El reel puede ser rotativo o frontal, res-petando una buena capacidad de nylon (0.35mm . 0.40mm), buena velocidad de recuperación, pero principalmente un sistema de estrella super-eficiente, con-dición sin la cual ni siquiera podremos intentar la práctica. Les presentamos una base básica de dos anzuelos. La carnada preferida es el pejerrey, presentado de manera tal que aparente un pez vivo, es decir, una car-nada larga de un vez y media más que el largo del anzuelo.

El calamarete presentado en múltiples finas tiritas puede se un sustituto ideal. La técnica no tiene mayores se-cretos. Consiste fundamental-mente en colocar nuestro cebo dónde pensamos que se encuen-tra un ejemplar recogiendo a velocidad adecuada, tratando de tentar al “cazador”. Debe-mos tratar de relevar palmo a palmo la zona hasta detectar el sutil pique que se manifiesta en dos tiempos. La primer embes-tida será como si algo detuviera el movimiento de recuperar el cebo, momento en el cual debe-mos ceder ante la acción del

pez que comenzara a desplazarse, luego de una espera de unos 15 o 20 segundos hasta que el lenguado trague la carnada. “moquetearemos” fuertemente para asegurar la pieza. En otros casos toma el cebo y embiste hacia la orilla trasmitiendo la sensación como si se hubiera cor-tado la línea. Es en esta ocasión en la cual debemos actuar con el mayor cuidado tratando de recuperar línea lentamente hasta sentir cierta presión sobre ella, para luego de la espera detallada clavar fuertemente.



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En la re-

cuperación es imprescindible la acción prolija apelando a la “estrella” cuantas veces la acción del pez lo requiera. Es fundamental “medirlo” ya que él nos estará midiendo permanentemen-te con su acción defensiva. Una mala maniobra de nuestra parte puede significar la pérdida de un ejemplar de muy buen porte. La parte de mayor compromiso es sin duda los metros finales, en los cuales se hace fuerte ayudado por el reflujo del mar. Las pescas de la presente nota fueron realizadas en la desembocadura del arroyo Solís Chico en el último fin de semana de turismos y los fines de semana subsiguientes. Quienes estén en perfectas condiciones físicas y dispuestos a realizar una centena de lances para luego ganar experiencia de cada fracaso, deben intentar esta pesca que normalmente ofrece ejemplares de muy buen porte. Nosotros tenemos en debe la modalidad de “trollig”. Pensamos seriamente que con el señuelo adecuado en el lugar adecuado estos ejemplares pueden ser capturados con dicha modalidad. Si llegamos a estar en el acierto no duden que les estaremos informando.

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La verdad, gente difícil como los pescado-res no debe haber muchos. Yo incluido, va-mos a no ser menos, todos tenemos nues-tras historias, y para ser sincero, voy a contarle: hace ya unos cuantos días, pero no mucho, estuve por la playa, y como inte-grante de ese club espiritual de asiduos concurrentes a la orilla con enceres, y otros seres, ni mas llegar, ya conseguí car-nada e información en lo de Raúl. Supuestamente estaban saliendo tamberas las semana pasada, hace unos días un hom-bre saco dos pez guitarra, ya se aproxima la fecha de la burriqueta, y como siempre alguna roncaderita, mochuelos, y quien sa-be si algún chucho o algún lenguado. Esa siguiente madrugada, el despertador sonó a las 0600, con mucho sigilo para no despertar a nadie me levante y fui reco-giendo caña, reel, anzuelos, balde, carna-das, hilo para atar, cuchillo, etc., salí del rancho y me fui para la costa. Ni desayuno, ni mate. Para ser mas exacto, en la calle 7 Parque del Plata, que es la zona de pesca autoriza-da. A esa hora no había mas que alguna gavio-ta, y luego de afirmar la posa cañas y ar-mar el equipo me dispuse a probar suerte en estos amores. Sobre las 7 horas y habiendo transcurrido unos cuantos minutos, más de cuarenta su-pongo yo, mientras miraba maravillado co-mo se asomaba el sol en el horizonte ma-rino cerca de donde se ven los cerros de Piriápolis, resolví chequear la carnada a pesar de no haber tenido ningún toque. Tal cual la había puesto, allí estaba. El ca-marón parecía no iba a cumplir su función. Ya pasadas las 7.30 empezó a llegar algún pescador, y para ese entonces, resolví ir rápidamente a conseguir otra carnada para seguir probando, y traje una sardina espa-ñola y unos bifes de lisa. Encarne y reencarne sin suerte. Lo mismo le ocurría a otros pescadores como yo, al menos eso parecía. Estaba conversando de grandes pescas y los mejores equipos, cañas, pesqueros, etc., con un compadre, cuando vemos llegar cerca nuestro a un hombre que en aparien-cia iba a desarrollar la misma actividad. Nos llamo la atención que armó una caña

que no medía mas de dos metros de largo, con un reel frontal pequeño, así como pe-queña era su valija de anzuelos y plomada. Entre nos, el comentario fue que sería gente nueva en el oficio, o acostumbrada a pescar en arroyos y lagunas, y en definiti-va usaba ese equipo por costumbre o por inexperiencia. Hay que aclarar que quien se precie de ser pescador de costa del Río de la Plata, por la necesidad de tener que efectuar lances de más de cien metros, usamos cañas de 5mts de longitud, y ante la posibilidad de enganchar piezas grandes, usamos reeles grandes. El recién llegado preparo sus cosas, y realizo un lance, que no cayó más de 30mts de donde estaba. No habrán pasado mas de diez minutos que lo vemos empezar a recoger, y hacer fuerza con la pequeña ca-ñita, la cual se arqueaba supuse, por el pe-so de la plomada. Es más, comente tal vez con envidia, si saca algo me lo como crudo. Resumiendo, el buen hombre no me quiso dar la corvina de 2 kilos por más que le asegure que la comía ahí mismo. El resto de las vacaciones mire televisión cable y aunque no baje más a la playa, la pase bárbaro.

BITACORA DEL CAMPAMENTO Por Jose Luis Reboulaz



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PAGINA DEL LECTOR pesca [email protected]

Carlos Lobelcho (CX4NF) o CUCU como lo conocemos los amigos en dos momentos de su nueva afición.

¡Bienvenido QQ a la PESCA DEPORTIVA!

Daniel Sorozabal con el resultado de una pesquería en la boca del arroyo Pando

MENTIRAS Y MITOS CEBOS Y SEÑUELOS GRANDES, PECES GRANDES La idea corre frecuentemente entre los pescadores. Para muchos ocupa el primer puesto en el ranking del decálogo para las mejores pesquerías. Pero supongamos lo siguiente: llegamos a nuestro mejor pesquero, con todo el arsenal de aparejos prontos para la primer “clavada” de la jornada, deseando cobrar un “bicho” descomunal que pasará a ser el mejor trofeo de nues-tra vida. Escogemos el anzuelo adecuado y lo cargamos abundantemente con toda la variedad de carnadas que llevamos o elegimos el más colorido y grande de los señuelos que tenemos en nuestra caja. Hacemos el lance, tratando de colocar el “arte” en el agua en la más lejana y mejor ubicación. Pasa el tiempo y no tenemos siquiera un pequeño “toque” que calme nuestra ansiedad. Nos preguntamos ¿por que? Simple: Muchas veces corremos atrás de aquella pesca con tanta voluntad que nos olvidamos de cosas imprescindibles: el tipo de cebo que el pez es-tá atacando en ese momento. No siempre lo más grande será lo mejor y esta premisa es váli-da tanto para los cebos naturales como artificiales. Es importante tener una buena variedad a mano. De que serviría una importante provisión de calamarete si las corvinas están comien-do camarón. Si colocamos aquel gran señuelo extremadamente llamativo por sus colores y las tarariras ni siquiera tratan de atacarlo. Pensemos que realmente no es nada afín a ellas. Cambiemos. Una caja con variedad de artificiales aumentará sustancialmente las chancees de lograr una excelente captura. Recuerde: No siempre el tamaño importa. Texto Anónimo.

Alvaro Varela con la única corvina cobrada en Punta del Diablo durante la se-gunda quincena el mes del febrero. Chucos y guitarras no le dieron tregua.



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TOTAL CUENTOS DE FOGÓN Por Jose Luis Reboulaz

Estaba muy oscuro en aquellos montes. No se veía ni las manos, pero Horacio con destreza guiaba su matungo rápido pero si-lencioso. La milicada lo tenia bastante apu-rado. Que gentes bárbaras, porque no echaban pa’ tras. Acaso los disparos del Winchester no habrían sido suficientes pa-ra asustar al mas guapo? Horacio, estaba acostumbrado a ser, lento pa’ pensar y rápi-do para disparar, ya fuera con arma o a ca-ballo. No se podía sacar de la cabeza la bol-sa de contrabando que tuvo que tirar por culpa de estos mañosos. Que le iba a decir al Turco... no estaba nada claro. Supuesta-mente ya estaban todos los números arre-glados, pero evidentemente la cantidad no fue suficiente para cubrir todos los gastos. O algún milico del pueblo se había metido a hacerse el serio, o sino el embretado era el y todo era una cama para que cayera preso y salvar a otro. Tan pobre era el contraban-do aquella noche, que la bolsa no pesaría ni diez quilos. Para que había agarrado viaje?. Claro, las cuentas, el almacén, la farmacia, la electricidad, todo es plata y plata, y de laburo ni hablemos. Je je je, pensar que lo querían en la esquilada y pagarle dos mil pe-sos y comida el mes, cuando el por una no-che iba a cobrar 1500. Los cobraría?. Bue’, eso ahora es difícil, perdió el contrabando, perdió el rumbo y todavía lo estaban persi-guiendo. Ahí esta, ese era el paso que bus-caba para vadear el río. Ni lo pensó, apuró el paso del equino y atropellaron las aguas negras. Tuvo que nadar bastante el cuatro patas, pero llegaron rápido a la orilla y se-guros, salió por la playita y se metió nueva-mente en el monte y se quedo quieto. Pa-saron minutos, pasó más tiempo y nada. Ya empezaba a verse el resplandor del amane-cer. Que hago?, ahí esta la bolsa en algún lado no muy lejos, y de los milicos nada, co-mo que se esfumaron. Lo tuvo que pensar mucho, demasiado tal vez. Finalmente re-solvió volverse pa’ el almacén del Turco y ver si había novedades en el pueblo, y en caso contrario volverse a la tardecita para rescatar el bulto. Cuando llegó a las casas no había movimiento. Del Turco nada, ni el auto. Lo atropellaron los perros – como siempre – les tiró unos rebencazos y otra vez salió pa’ su casa. En el rancho la patrona

ya se había marchado pa’ la estancia donde oficiaba de cocinera, los chiquilines dormían todavía. El perro, un cimarrón grandote lo miró sin levantarse de donde estaba echa-do, moviéndole despacito la cola, las orejas bajas. Fue hasta la cocina y prendió la eco-nómica para preparar un agua pal’ mate. Ar-mo un tabaco y se puso a fumar tranquilo. Otra noche vendrá para salir del asunto. Sobre el mediodía como no tuviera no-ticias del Turco, dejo a los chiquilines co-miendo y se fue caminando al tranquito para las casas. Allá se vio movimiento. El Turco salió rápido a recibirlo “pero loco, que te paso?” – “pues me esperaba la polecía, tuve que soltar la bolsa, pero ahora de tardecita la voy a buscar”: Ni loco –dijo el Turco- te vas ahorita mismo, ya tengo comprometida la palabra, tenias que haberlo traído si o si... y si lo encuentran los melicos sonamos... es mucha guita, vienen de la ciudá pa’ verlo” Horacio no estaba acostumbrado a discutir, con nadie, asintió y dando vuelta fue otra vez a su casa, tomo el winche y el caballo, llamo al cimarrón y rumbiaron los



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tres para el monte. Desanduvo todo el camino hasta cruzar el rió, y llego mas o menos donde calculaba había dejado caer la bolsa. La historia era que si le caía algún milico de sorpresa contaría que estaba cazando y listo. Como no le iban a creer?. Pero no, estuvo de aquí para allá hasta que finalmente dió con el bulto. Había quedado bastante oculto entre unas chircas, se arrimó con cuida-do, mirando a todos lados, olisqueando como su perro pero nada, la zona estaba despejada. Bajo y subió tan rápido del caballo que no se creería que agarro la bolsa, y así sin más otra vez tomó el camino pa’ las casas. No era hombre curioso el Horacio, pero todo este movimiento, la policía, el Turco, la gente de la ciudad. Que era lo que le encargaron traer en la bolsa?. La miró, y así mismo vol-vió a perder la mirada en el campo. Otra vez los ojos se le fueron hacia la bolsa, pero un rui-do lo distrajo, un carpincho que rápidamente el perro correteó en la espesura. Siguió al tro-tecito ya y sintió como una puñalada en el pecho, la curiosidad se estaba abriendo paso. No pudo mas, y resolvió revisar el paquete, detuvo al matungo, miró a un lado y a otro, y con mu-cho cuidado metió la mano en la bolsa. Estaba llena de cajitas, saco una, letras verdes gran-des, miró para adentro y habrían unas 200 o 300 cajas de aquellas. Leyó lentamente como le enseñaron en la escuela y se le escapo cuasi un juramento: “que diablos es Viagra”:

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El cuidado del medio ambiente, la recuperación de nuestros más sagrados

valores debe ser la principal tarea a emprender. Habitamos una gran isla con

recursos finitos que por ahora nos es imposible abandonar. Cuidar esos recursos

y esos valores tratando devolverlos a futuras generaciones por lo menos tal

cual los recibimos es tarea de todos nosotros.

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