Participación de Cristianos
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Participación de los cristiano-católicos en los movimientos políticos, sociales y militares de los años 70 en México
Héctor Ángel Ibarra Chávez
Durante las primeras dos décadas de la “guerra fría” (1946-59), la política de la
Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR) bajo el pontificado de Pio XII, fue
priorizar sus alianzas con las oligarquías nacionales y las potencias capitalistas,
como sucedió en los concordatos establecidos con los regímenes fascista de
Italia, nazista de Alemania, y guerrerista de los Estados Unidos.
Entre los hechos más connotados de estas dos décadas de
conservadurismo a ultranza destacan en América Latina las agresiones contra
gobiernos de corte nacionalista como el mexicano, que se vio empujado e revertir
las reformas económicas, políticas y sociales promovidas durante el gobierno del
general Lázaro Cárdenas; así como la agresión contra los países
centroamericanos y caribeños, donde se promovieron invasiones mercenarias y
golpes de golpes de Estado como el que se produjo contra el coronel Jacobo
Arbenz en Guatemala en 1954, con fines de contener el avance del modelo de
desarrollismo-benefactor surgido durante los gobiernos de la llamada “primavera
democrática” (1944-54), o las llamadas “Revoluciones del 48” de El Salvador y
Costa Rica que hicieron intentos de promover reformas económicas, políticas y
sociales, y que a la postre fueron revertidas debido a las presiones, chantajes y
amenazas de golpe de Estado, y finalmente los intentos por revertir el proceso
revolucionario cubano mediante invasiones mercenarias y bloqueos económicos,
políticos y militares (1959-63).
Los años sesenta se caracterizaron por las crisis económicas y de situación
revolucionaria que se produjeron en algunos países sudamericanos, donde se
dieron procesos nacionalistas y de democratización como el de Paz Estenssores
en Bolivia y Joao Goulart en Brasil que fueron revertidos mediante golpes de
Estado de derecha en 1964. Procesos de cierta forma fueron inspirados por la
Revolución Cubana.
En este contexto se producen las reformas de Concilio Vaticano II (1962)
promovidas por Juan XXIII.1 Reformas que son retomadas por Pablo VI a través
del II CELAM de Medellín (1963-68). Reformas que particularmente adquieren
relevancia en América Latina, debido a las condiciones de atraso, miseria,
injusticia, explotación y desigualdad social en un continente donde habita la mitad
de los católicos del mundo. Particularmente resurge la corriente renovadora de la
ICAR, a través de la conformación de la teología de la liberación (TL) en su
“opción preferencial por los pobres” por parte de sacerdotes, teólogos, obispos y
ministros de culto. Religiosos que aprovechan esta apertura religiosa para darle
impulso al pensamiento progresista de la Iglesia Católica Latinoamericana (ICLA)
y a la superación de la mentalidad conservadora y conformista que permeaba en
la mayoría de la grey católica, mediante la concientización sobre la realidad y la
búsqueda de cambios mediante praxis social.
Particularmente adquiere relevancia esta corriente renovadora de la ICLA,
debido a las turbulencias políticas y sociales que dominan el panorama
latinoamericano debido a la inopia cultural y económica en la que se encuentran
millones de latinoamericanos. En la lógica de estas reformas (“poner al día” y
“abrir ventanas”), se constituyen las Comunidades Eclesiales de Base (CEB),2que
sirven como instrumento para la búsqueda de la liberación de los más pobres y
oprimidos de este continente.
Actitud de la ICLA frente a la Revolución Cubana
Uno de los hechos de mayor trascendencia mundial que propiciaron la
implementación de estas reformas eclesiales y diversas formas de aperturas
política por parte de las oligarquías nacionales, el imperialismo norteamericano y
la jerarquía de la ICAR, fue el triunfo de la Revolución Cubana que alentó el
surgimiento de diversos movimientos (político-religiosos, político-sociales y
1Estos cambios producidos al seno de la institución eclesial (“ponerla al día” y “ventanas abiertas”) operaron favorablemente para acabar con el conservadurismo de religiosos y la mentalidad conformista que operaba en el imaginario popular de los creyentes cristiano-católica. 2 Al constituirse la TL en AL, adquieren relevancia las CEB que son promovidas por numerosos obispos, sacerdotes y religiosas de la ICLA.
político-militares), como las guerrilla latinoamericana que prolifero a lo largo y
ancho del continente.
Un hecho fehaciente de la influencia ideológica, política y social que produce
en América Latina la Revolución Cubana fue el surgimiento de organizaciones
guerrilleras que constituyen el Movimiento Armado Socialista, al que se integran
algunos religiosos como el Cura Camilo Torres quien se integra a la guerrilla
colombiana en 1966, a la vez que alienta la lucha de las juventud y los estudiantes
a través del Movimiento Estudiantil de 1968,3 quienes asumen este proceso como
una especie de “imperativo moral”.
Uno de los casos más simbólicos de la radicalidad adquirida por este
movimiento fue el movimiento estudiantil mexicano, que culminó con las sucesivas
masacres del 2 de octubres de 1968 y el 10 de junio de 1971. Masacres que
tienen un fuerte impacto entre la juventud y los estudiantes, que al ver cerrados los
espacios de participación política por vías legales e institucionales, adoptan
posiciones radicales integrándose bien a la lucha armada o procesos
insurreccionales donde el actor social principal eran las masas (obreros,
campesinos, estudiantes y pueblo en general). Uno de los sectores que asumen
esta tendencia radical es el MEP (Movimiento Estudiantil Profesional),4 que de
cara a la represión del Estado se incorpora a la guerrilla.
Genaro: ¿Tu participación religiosa corresponde al período de la llamada nueva teología y
Acción Católica?
Raúl Rubio: Sí, es parte de eso, porque la teología de la liberación surge un poco después.
Esta es más bien una corriente que surge a fines de los años sesenta en el seno de la
Iglesia Católica, y que busca enfrentarse a un ambiente reaccionario que domina en aquellos
años al seno de la institución, y que ahoga cualquier tipo de crítica. Es una corriente que
surge al influjo de la Revolución Cubana, y que sobre todo tiene peso entre la juventud
católica y algunos sectores medios que buscan enfrentarse a los sectores más conservadora
del poder y de la institución religiosa, y que a la vez trata de impulsar un tipo de iglesia más 3 Tras del triunfo de la Revolución Cubana surge una primera oleada de grupos guerrilleros rurales en Guatemala, Nicaragua, Venezuela y Colombia; mientras que al concluir el Movimiento Estudiantil de 1968 surge una segunda oleada de guerrillas urbanas y rurales en diversos países latinoamericanos que incluyen México. 4 Esta organización cuyo antecedente son las organizaciones especializadas de Acción Católica y en México la ACJM (Asociación de Jóvenes de la Juventud Mexicana), busca vincularse a las luchas del pueblo y a la guerrilla-marxista.
abierta y cuestionadora. Solo que en esta búsqueda, estamos frente a una situación de
desventaja ante los sectores más conservadores y dogmáticos, y es en este marco que se
trata de desarrollar a una feligresía con pensamiento más crítico. Porque al menos en
Monterrey, habían una tradición muy conservadora y hasta reaccionaria en la iglesia
católica, y particularmente dentro de la jerarquía. Entonces, lo que nosotros hacíamos era
aprovechar cualquier oportunidad que se nos daba en cualquier espacio, para promover este
tipo de pensamiento, a partir de la premisa de ver juzgar y actuar. Por ejemplo,
aprovechábamos todos los “jueves santos” para hacer una reflexión a la luz de la palabra,
porque era un tipo de actividad que se hacía en todas las iglesias de la ciudad entre las 6 y 7
de la tarde. Y entonces, utilizábamos ese espacio para analizar algunos problemas de
coyuntura, y algunos hechos internacionales como la Revolución Cubana...
Genaro: ¿Había muchos sacerdotes que apoyaban las tendencias liberacionistas en la
Iglesia Católica?
Raúl Rubio Tan los había que decir que el mismo Eugenio Garza Sada que era el patriarca
de una de las familias del mayor poder económico en el estado, mando a traer sacerdotes
jesuitas, porque en su lógica eran más formados intelectualmente que los diocesanos, y los
llevó a dar conferencias en el tec. Esto a fin de que pudieran debatir con los grupos de
izquierda que proliferaban en esos años sesenta y que cada día cobraban mayor fuerza.
Porque además Monterrey era uno de los estados con una fuerte corriente masónica, y de
los más industrializados del país, contando además con un proletariado de mucha pujanza
en la izquierda. Entonces resulto que entre estos sacerdotes llegaron algunos de izquierda…
Genaro: ¿Pero no creo que en Garza Sada hubiera tenido la preocupación de formar a la
gente en una orientación de izquierda, sino más bien recuperar la feligresía y los espacios
perdidos en los sectores universitarios? Raúl Rubio: Pues sí. Pero como algunos de estos jesuitas traían el método francés de ver
juzgar y actuar, planteaban una posición cuestionadora en todos los terrenos de lo religioso,
político y social. Porque por ejemplo en ese grupo llego Javier de Obeso, que era un
sacerdote que había estado en Francia y traía una posición de izquierda, porque había
trabajado en los barrios obreros de Paris con las Juventudes Obreras Católicas (JOC). Y te
estoy hablando de allá por 1966-67, poco antes de que iniciara el Movimiento Estudiantil de
1968 que tuvo las mayores repercusiones en países como Francia y México, y porque
además este sacerdote era contemporáneo de Revolución Cubana y del Che Guevara.5
5Entrevista con Raúl Rubio Cano, ex miembro de la ACJM y del Movimiento de Estudiantes profesionales (MEP), el Grupo Proceso (antecedente de la Liga Comunista 23 de septiembre), profesor de la UANL y actualmente periodista. Entrevista realizada el 13 de marzo de 2010 por Héctor Ibarra en el Distrito Federal, 1.
Este movimiento de corte político-religioso tiende a integrarse a los grupos
marxista constituidos en “los proceso” que a la postre constituyen la Liga
Comunista 23 de septiembre.6
Concilio Vaticano II y el CELAM de Medellín
Las turbulencias económicas, políticas, sociales que se producen en América
Latina en los años sesenta-setenta justo al momento en que se comienza a agotar
el modelo desarrollista, propicia un escalamiento de las políticas intervencionistas
de los Estados Unidos, a través de los planes de contrainsurgencia que
culminaron con procesos insurreccionales y guerras populares como las de Centro
América, o la reinstalación de dictaduras militares en Sudamérica tras de diversos
golpes de Estado como los que se producen contra gobiernos democrático-
nacionalistas o ”socialistas” como el de Salvador Allende en Chile.7
En el marco de estas turbulencias económicas, políticas, sociales y militares
surge en América Latina la teología de la liberación al calor de las reformas
eclesiales de Vaticano II y el II CELAM de Medellín (1962-68). Procesos que
posibilitan el fortalecimiento de la corriente renovadora latinamerican de la ICLA,
en la que destacan los obispos Hëlder Cámara de Brasil Leónidas Proaño de
Ecuador, Marcos Mc Grath den Panamá, Manuel Larrain de Chile, Sergio Méndez
Arceo de México, o los sacerdotes y teólogos como Juan Luis Segundo, Hugo
Hassman, Segundo Galilea, Gustavo Gutiérrez, entre otros.
Clérigos que se plantean como objetivo principal una nueva forma de
predicar la fe cristiana, y teniendo como referente eclesiológico la Iglesia Primitiva
de Jesús, las Comunidades Cristianas de los primeros tiempos, Concilio Vaticano
II y el CELAM de Medellín. Es decir, constituir una Iglesia de los pobres, con los
pobres y para los pobres a imagen y semejanza de su fundador. Construir una
Iglesia al “servicio y solidaridad con los pobres” (Doc. de Vaticano II).
6 En los años sesenta-setenta se produce un ascenso de la lucha de masas en América Latina y en el caso específico de este grupo se integran a la guerrilla marxista tras de haber incursionado en las luchas estudiantiles y las colonias populares de Nezahualcoyotl en el Estado de México junto a los jesuitas de la TL. 7 En Sudamérica se producen diversos golpes de Estado contra gobierno socialistas como el de Salvador Allende en Chile en 1973, y los gobiernos nacionalistas de Juan José Torres en Bolivia en 1974 y Velasco Alvarado en Perú en 1975.
Cualquier esfuerzo encaminado a la construcción de una nueva sociedad justa es liberador y
posee un impacto indirecto, pero efectivo, en la alienación fundamental (el pecado). Es labor
salvífica, aunque no es toda la salvación… El crecimiento del Reino de Dios es un proceso
que deviene históricamente en la liberación, en la medida en que la liberación significa una
mayor realización del hombre.8
En esta lógica pacifista y anticapitalista de Concilio Vaticano II y la II conferencia
de Medellín (agosto-septiembre 1968) se asume que las actuales estructuras
económico-sociales, en tanto son “estructuras del pecado”, deben ser erradicadas
mediante la lucha por la salvación=liberación de los más pobres y oprimidos que al
tomar conciencia de su realidad deben convertirse en sujeto histórico de su propia
liberación, mediante una praxis social.
La hora de la acción: No ha dejado de ser ésta la hora de la palabra; pero se ha tornado con dramática urgencia,
la hora de la acción. Es el momento de inventar con imaginación creadora la acción que
corresponda realizar.9
En esta lógica, eclesiásticos y teólogos de países latinoamericanos como México y
Argentina, donde se ejerce una represión despiadada contra la juventud y los
estudiantes durante el Movimiento Estudiantil de 1968, se fortalecen a su seno
movimientos político-sociales y político-militares radicales que pugnan por la
Revolución Socialista mediante una opción armada; mientras que algunos
sectores religiosos radicalizados asumen la opción del padre Camilo Torres.
Los sucesos de mayo en Córdoba y en todo el país han demostrado que la "violencia
institucionalizada" se manifiesta con toda su expresión a través de la represión que mata en
las calles aobreros y estudiantes y que pretende"condenar" con cárceles a compañeros
sindicalistas, universitarios, militantes y combatientesporque ejercen la violencia de la
liberación, la violencia de los pobres, la violencia del pueblo (García Elorrio, Teología de la
liberación, 1969).10
8GUTIÉRREZ, Gustavo,Teología de la Liberación. Perspectivas, Sígueme, Barcelona, 1972: 177. 9Documentos del II Encuentro del CELAM (Introducción N° 3). 10 Documento publicado en Cristianos para el Tercer Mundo del suplemento N° 119 de la Revista Lettre, París, p. 10. Texto extraído de la Revista Cristianismo y Revolución de Buenos Aires, Argentina y publicada entre 1966‐69.
En México, obispos como Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruiz, asumen la
propuesta radical al constituir las Comunidades Eclesiales de Base, que conciben
como medio de liberación de los más pobres y oprimidos, sin obviar la violencia
social, como vía para los cambios.
Las revoluciones violentas de los pueblos pueden estar en algunos momentos de su historia
absolutamente justificadas y ser totalmente lícitas, porque la revolución en el propio sentido
de renovación es finalizar lo inacabado o aquello que se puede perfeccionar.11
Política contrainsurgente norteamericana contra el sector progresista de la ICLA
Al evidenciar aires libertarios en América Latina, el sector progresista de la Iglesia
Católica se integra junto a los sectores marxistas con fines de propiciar un cambio
hacia un tipo de sociedad más justa e igualitaria, a saber, el socialismo.12
Contra esta tendencia que adquiere relevancia en losaños setenta, el
gobierno norteamericano asume políticas de agresión contra la ICLA. Políticas que
se evidencian a través de planes de contrainsurgencia como el Informe
Rockefellerpromovido por el vicepresidente de la administración Nixón.
El espíritu y la letra del Informe Rockefeller (1969): forman como un telón de fondo: La Iglesia
Católica ha dejado de ser un aliado de confianza para los EE UU y la garantía de estabilidad
social en el continente.13
Otros proceso de contrainsurgencia contra la Iglesia Católica Latinoamericana,
(ICLA)son los golpes de Estado que se promueven contra gobiernos populares
como el de Salvador Allende, donde los Estados Unidos busca desmantelar la
11Declaración hecha durante una ponencia sobre Revolución y violencia realizada en Caracas en septiembre de 1966, y que dio vuelta al mundo a través del diario venezolano La Esfera en relación a la muerte del cura colombiano Camilo Torres. 12 En una década (1959 y 1969) se evidenciaron diversos fenómenos políticos y religiosos en América Latina (Revolución Cubana, Vaticano II, Movimiento Estudiantil de 1968 y CELAM de Medellín y los Movimientos Armados Socialistas Latinoamericanos) que encendieron los focos rojos de los Estados Unidos en su “lucha contra el enemigo número uno de la humanidad”. 13www.solidaridad.net/_articulo3606‐enesp.htm“Trasfondo político de las sectas en América Latina” del 12 de julio de 2013.
Unidad Popular donde habían logrado gran influencia los “Cristianos por el
socialismo”.14
El general Pinochet abrió en Chile las puertas a todo tipo de sectas religiosas. Más del 15%
de la población se ha convertido al pentecostalismo; los mormones crecieron de 20 mil a 160
mil y los Testigos de Jehová triplicaron el número de sus fieles.15
La teología de la liberación en su “opción preferencial por los pobres”.
Al surgir la teología de la liberación en América Latina en el marco de Concilio
Vaticano II y el CELAM de Medellín, esta corriente renovadora permea en diversos
sectores de clérigos y laicos de la Iglesia Católica Mexicana. Corriente de clérigos
y laicos progresistas que adquiere gran relevancia en algunos estados como
Morelos,Puebla, Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Estados donde se percibe una
presencia indígena importante, a la vez que se evidencia un proceso de
radicalidad de los movimientos político-sociales.
Un ejemplo fehacientes de esta radicalidad y la transformación de esta
iglesias del “silencio”, a una iglesia comprometida con los pobres fueron las
diócesis de Cuernavaca y San Cristóbal de las Casas, dirigidas respectivamente
por los obispos Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruíz García. Iglesia que se vuelca
en apoyo de las luchas de los sectores más pobres y marginados de la sociedad a
través de las Comunidades Eclesiales de Bases.
Particularmente en Chipas, adquiere relevancia el movimiento indígena tras
de la conformación del Congreso Nacional Indígena creado bajo los auspicios de
la diócesis que dirige el obispo Samuel Ruíz, quien a la vez asume un compromiso
muy fuerte con la lucha zapatista, si se considera que la mayoría de las
comunidades indígenas que se integran a este movimiento son parte o provienen
14En el Cono Sur se impulsaron los Congresos Internacionales Anticomunistas de Uruguay (1977) y Argentina (1980), y en el caso específico de Chile el “Plan Trial” diseñado por Henry Kissinger que consuma el derrocamiento de Salvador Allende, contando con el apoyo de teólogos anticomunista como el jesuita Roger Vekemans que participa como asesor de Eduardo Frei y en los años ochenta como asesor de Juan Pablo II. 15Ibid., p. 1.
de la “teología india” que se coordina desde la Diócesis de San Cristóbal de las
Casas.16
En otro escenario, grupos de laicos dependientes de las organizaciones
especializadas de Acción Católicay de algunas otras denominaciones religiosas se
ven involucradas en las luchas políticas y sociales que surgen a partir de los
sucesos del 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 contra el movimiento
estudiantil.
Ignacio Olivares Torres “El Sebas”, fue dirigente del Movimiento Estudiantil Profesional como
tesorero de esa organización que era parte del Movimiento Social Cristiano Progresista de
México.Con los compañeros con los que se relaciona inicia su participación en el movimiento
armadas y por su relación con estos grupos, fue detenido el 9 de febrero de 1972 tras de un
asalto bancario frustrado.
Entraron en contacto con Raúl Ramos Zavala en 1971, quien previamente había roto con la
Juventud del Partido Comunista, y en ese año se incorporó al grupo “Los procesos” donde
participa Raúl Ramos Zavala e Ignacio Salas Obregón. En la reunión donde deciden
constituirse como grupo armado, Raúl Ramos imparte una conferencia que analiza la crisis
de la izquierda mexicana y su participación y perspectiva en el movimiento estudiantil
nacional, lo que lo marca definitivamente, incorporándose al grupo “Los Procesos”.17
Un caso simbólico de la participación de este sector radicalizado de cristianos-
católicos en las luchas político-sociales y político-militares se evidencia en el
Distrito Federal y Nuevo León, donde sectores de las organizaciones juveniles
como la ACJM, buscan vincularse a los movimientos populares y de indígenas,
intentando promover cambios por la vía pacífica e institucionales, sin descartar la
lucha armada como vía para los cambios. Los casos más fehacientes de este
realidad son los proceso que se dan en Morelos y Chipas donde dirigen esta
acción pastoral clérigos como los obispos Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruíz.18
16En esta lógica de una nueva pastoral que tiene como “opción preferencial a los pobres”, obispos como Sergio Méndez Arceo de Cuernavaca y Samuel Ruíz de Chipas asumen la teología de la liberación y promueven la creación de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB). 17 Artículo aparecido en Facebook en la página el “Festín de las Balas” (Espacio dedicado al Movimiento Armado Socialista) de Hugo Estevez Díaz y publicado el 26 de mayo de 2014. 18 En este país numerosos miembros de la ACJM se integran a los movimientos políticos y sociales y a la guerrilla, entre ellos podemos destacar a cuadros históricos del MEP, el Grupo Proceso y la Liga Comunista
Héctor Ibarra: ¿Cómo te iniciaste en el activismo revolucionario?
Francisco Carrillo: Esto lo iniciamos allá por 1968-69 cuando estudiaba el bachillerato con
los maristas del CUM (Colegio Universitario México). Fue que empezamos a participar en
retiros espirituales de una casa que ellos tenían en el Altillo de Coyoacán. Y es que por ese
tiempo formamos una brigada para catequizar en las comunidades indígenas de Chipas, que
entonces era el estado más marginado de México, y esa diócesis era dirigida por el obispo
Samuel Ruíz. Y esa experiencia nos cambió la vida, porque nos hizo ver otra realidad muy
contraria a la que nosotros estábamos acostumbrados, porque fuimos a convivir y trabajar
como ellos, sembrando milpa y abriendo zanjas.
Héctor Ibarra: ¿Y la onda marxista cómo les llego?
Francisco Carrillo: Eso fue en el Sagrado Corazón, porque ya teníamos una organización
que habíamos formado con otros compas, que se llamaba el CUVIC (Comité Universitario de
Vida Cristiana), donde nos relacionamos con José Luís Sierra que era un compa que
trabajaba como maestro en el colegio de monjas del “Sagrado Corazón”, donde también
daba clase Ignacio Salas Obregón. Entonces te estoy hablando de inicios de 1971 que fue
cuando conocimos a José Luis Sierra quien nos planteó participar en un Círculo de Estudios
para estudiar marxismo. –Le dijimos que sí-, porque ya había una sensibilización para la
lucha revolucionaria, porque ya para entonces había pasado lo de la masacre del 2 e
octubre de 1968, y por esos días se produjo la otra masacre del 10 de junio, y ya algunos de
nosotros pensábamos en algo parecido a la Revolución Cubana, y andábamos prendidos en
la onda de Camilo Torres porque incluso uno de los primeros libros que leímos fue su
biografía. Me acuerdo que a las primeras reuniones que tuvimos llego Salas Obregón para
discutir el método de estudio, pero después ya no lo vimos más.
Héctor Ibarra: ¿Qué estudiaban y dónde?
Francisco Carrillo: Solo me acuerdo que comenzamos estudiando el “Concepto de clase
sociales” de Teotonio Dos Santos, y nos reuníamos en varias casas de seguridad que ellos
tenían, incluyendo unas de Neza. Solo que en esos días se casó con la Dulce María Sauri
que hasta fuimos a su boda, y ya luego no volvimos reunirnos porque a inicios de 1972 cayó
preso. Y entonces se perdió el contacto y nosotros quedamos a la deriva.
Héctor Ibarra: ¿O sea que aquel ya andaba en la onda armada?
Francisco Carrillo: Pues sí, pero de eso nosotros no sabíamos nada, porque de eso no
hablábamos, sino que nos dimos cuenta después por medio de los periódicos.
Héctor Ibarra: ¿Y qué hicieron después para mantenerse en el activismo revolucionario?
Francisco Carrillo: Por esos días ya estábamos abriendo un trabajo en la Cuchilla del
Tesoro, que era una colonia marginal cercana a Nezahualcoyotl. Pero eso fue una relación
23 de septiembre como Ignacio Salas Obregón, Ignacio Olivares Torres, José Luis Sierra, Francisco Olivera y Raúl Rubio, entre otros.
que abrimos nosotros por nuestra cuenta ya en 1972, y luego volvimos a buscar el contacto
con estos compas para entrarle a la lucha armada, pero en Neza solo estaban ya, los
jesuitas que se habían organizado en la Comuna de la “Cucaracha”, y solo estaban en cosas
de la tenencia de la tierra y los servicios.
Héctor Ibarra: ¿Cuándo dices nosotros te refieres a los jesuitas o de quién estas hablando?
Francisco Carrillo: Nosotros éramos cuatro que veníamos del CUVIC (Luís Durán –
hermano de Lulu la esposa de José Domínguez-, Julio, Osvaldo y yo) y ya habíamos entrado
a la UNAM. Los otros tres compas luego se hicieron maoístas, y yo entre a AMR (Alianza
Marxista Revolucionaria) donde nos conocimos. Y los jesuitas eran como los mentores del
grupo de Salas Obregón, que ahí estaban (Martín de la Rosa, Xavier Obeso y el francés
Alex Morelli, y otros que no recuerdo. Pero el grupo del MEP ya no estaba, porque a Sierra
lo habían metido preso y los otros se habían metido a la Liga. Y nosotros ahí llegamos a
buscar re-contactarnos con la raza, pero los jesuitas de eso no hablaban nada, y estaban
metidos en lucha social y no querían darse color con la guerrilla.
Héctor Ibarra: ¿Pero ustedes siguieron estudiando marxismo con ellos?
Francisco Carrillo: No, ahí la cosa quedo un poco a la deriva. Leíamos otras cosas, porque
en esos tiempos me acuerdo que uno de los compas llevo un libro de Gustavo Gutiérrez de
La teología de la liberación y eso es lo queleíamos y discutíamos, y algunos libros de
marxismo como el ¿Qué hacer?, pero como lo nuestro era entrar a la lucha armada y no se
pudo, nos fuimos a otras organizaciones marxistas. Tres compas se fueron con el maoísmo
en el autogobierno de Arquitectura y yo entre a AMR a través de un compa del SME que me
contacto con el “Willy” y ahí fue que nos conocimos.19
En el estado de Morelos donde la tradición zapatista había dejado la huella de la
lucha por el reparto agrario, surge en los años cuarenta la guerrilla jaramillista,
bajo la conducción de un líder religioso carismático inspirado en el Plan de Ayala y
la escatología salvacionistaque promueven los protestantes y católicos
progresistas.
En esta lógica se hace presente la participación de obispo de Cuernavaca,
Sergio Méndez Arceo. Obispo que es calificado como “obispo rojo” por los
19 Entrevista con Francisco Carrillo Soberón, ex miembro de la ARM, de la Corriente Socialista y el Partido Patriótico. Entrevista realizada el 13 de mayo de 2014 por Héctor Ibarra en el Distrito Federal, 1.
sectores reaccionarios, al momento que se pronuncia en favor de las luchas de los
sectores más pobres y desposeídos de ese estado, y de otros estados.20
Héctor Ibarra: ¿Cómo se integran ustedes a la teología de la liberación?
Hermana AlineUssel: Eso fue que formábamos parte de la diócesis de Cuernavaca que
dirigía el obispo Sergio Méndez Arceo, entonces él fue que dio apertura a la línea pastoral
de Vaticano II y el CELAM de Medellín, y nosotras estábamos en esa diócesis. Entonces
comenzamos a buscar una vinculación con los más pobres, porque además yo estudiaba en
esos tiempos para antropóloga en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y nos
comenzamos a vincular con las colonias populares donde estaba la gente más marginada.
En 1973 por ejemplo, nos metimos a trabajar a Nezahualcoyotl, donde ya estaban unos
sacerdotes jesuitas muy progresistas de origen francés y unos mexicanos que iban también
en esa línea de la teología de la liberación. Aunque por ese tiempo todavía no existían las
Comunidades de Base, pero ellos habían creado la Comuna de la Cucaracha donde llegaba
toda la gente que se relacionaba con es línea pastoral.
Héctor Ibarra:¿Entonces conociste a la gente de Monterrey que llego a organizar la guerrilla
ahí?
Hermana AlineUssel:No, escuche de ellos, porque nosotras llegamos después. Los que ya
estaban por ahí eran los jesuitas como Xavier Obeso y Alex Morelli, y también había otra
gente que estaba creando una prepa Popular. Con esa gente si tuvimos una relación más
estrecha durante el tiempo que estuvimos en esa zona.21
A nivel urbano, surgen en el transcurso de los años setenta diversas propuesta
armadas que tienen como corolario las masacres del 2 de octubre de 1968 y el 10
de junio de 1971. Procesos que si no son asumidos por algunos sectores
religiosos, al menos no son rechazados por algunas diócesis como la de
Cuernavaca dirigida por el obispo Sergio Méndez Arceo y la de San Cristóbal de la
Casas presidida por Don Samuel Ruíz.
Genaro: ¿Cómo es que participan estos sectores eclesiásticos en un ambiente tan
conservador y reaccionario como el Tecnológico de Monterrey?
20 En esos años se vincula al grupo Jaramillista que a la postre se integra a la guerrilla de Genaro Vásquez y Lucio Cabañas, a la vez que promueve el apoyo de las luchas populares como su participación en la creación de federaciones sindicales de CIVAC y de la colonia Proletaria “Rubén Jaramillo”. 21Entrevista con la monja AlineUssel. Entrevista realizada por Héctor Ibarra el 1º de mayo de 2014 en Cuernavaca, Morelos, 1.
Raúl Rubio: Pues no es que estas autoridades lo toleren. Porque primero los aceptaron
buscando darle un sesgo a este proceso de radicalización que se estaba gestando previo al
Movimiento Estudiantil de 1968, pero después los jesuitas fueron echados del tec cuando ya
habían creado la Casa del Estudiante del Tecnológico de Monterrey. Y al ser echados de ahí
se trasladaron a la Autónoma de Nuevo León donde les dieron cobertura otros sectores
académicos en Obra Cultural Universitaria.Y desde ahí es que ellos comenzaron a promover
un mayor acercamiento entre la juventud católica y marxista. Porque también se metieron a
apoyar la lucha por la disputa de la Mesas Directivas de las escuelas, y apoyaron la primera
y única huelga de hambre que hubo en el tec por parte del MEP (Movimiento Estudiantil
Profesional), después de la masacre de 1968. Huelga que por cierto dirigieron Ignacio Salas
Obregón, Salvador Olivares y José Luis Sierra que eran la cabeza del MEP. Organización
que era de alcances nacionales, que luego se ligó al Grupo Proceso que dirigía Raúl Ramos
Zavala quien venía de la JC (Juventud Comunista) y a la postre constituyo junto con Salas
Obregón la Liga Comunista 23 de septiembre.22
En algunas regiones donde se evidencia los mayores niveles de pobreza y
marginación como Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Morelos, surgen a lo
largo de los años de 1970, diversos movimientos político-sociales y político-
militares que hacen acompañar por grupos religiosos, que en algunos casos están
vinculados a las organizaciones marxistas o a la guerrilla.23
Héctor Ibarra:¿En qué otros movimientos estuvieron involucradas?
Hermana Leticia Gutiérrez: En varios, porque ya para mediados de los años setenta se
crean las CEB en Morelos y en otras partes del país bajo la inspiración de Don Sergio, y este
movimiento se extiende también a Chiapas y Oaxaca donde se encuentra el obispos Samuel
Ruíz y el obispo Lona del Istmo de Tehuantepec. En Morelos por ejemplo don Sergio
participó y apoyó varios movimiento populares como los sindicatos independientes de
Morelos y algunas invasiones de tierra como el “Campamento 2 de octubre” y laColonia
Proletaria “Rubén Jaramillo que dirige el “Güero” Medrano, y ya en los ochenta se crean
diversos proyectos de solidaridad a través de las CEB y los Comité de Solidaridad que se
crean como el “Monseñor Romero” que dirigía en sus inicios la hermana Beatriz Velásquez,
que debes conocerla porque estuvo en El Salvador y fue incluso secuestrada y deportada, y
también se creó el SICSAL que dirigía Don Sergio Méndez Arceo. Y desde ahí se impulsó
22Entrevista con Raúl Rubio…, 1. 23 En Guerrero operan las guerrillas rurales de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas entre los años de 1960‐70 y en las ciudades numerosas organizaciones guerrilleras urbanas operaban contra las políticas autoritarias del PRI‐gobierno. Una de estas organizaciones se funde con el movimiento indígena chiapaneco a lo largo de los años ochenta y constituyenel Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
mucho la solidaridad con Centro América, porque primero comenzamos a apoyar a los
sandinista y luego apoyamos a las organizaciones revolucionarias salvadoreñas y
guatemaltecos, porque creamos a la par organizaciones para asistir a los refugiados
salvadoreños que estaban por todo el país, y también dábamos algunos apoyos a los
refugios guatemaltecos que estaban instalados en Chipas y eran coordinados por la diócesis
de San Cristóbal de las Casas que dirigía Don Samuel Ruiz. Todos eran refugiados que
huían de las guerras de Centro América, y también creamos albergues y la revista CRIE que
empezó a salir desde 1976. Héctor Ibarra:¿Estuvieron involucradas en el alzamiento zapatista?
Hermana Leticia Gutiérrez:No de forma directa, porque nosotras estábamos en el Distrito
Federal y trabajábamos de forma directa con los refugiados centroamericanos, pero había
otras hermanas que estaban instaladas en Chiapas que supongo que deberían estar
relacionadas a través de la Diócesis que dirigía el obispo Don Samuel. Pero eso debes
preguntárselo a ellas. Pero siempre hay una relación, porque acuérdate que en los años
noventa cuando está en auge el Movimiento Zapatista, quien dirige las oficinas de Patricio
Sainz donde nosotras radicamos, están bajo la conducción de Don Samuel Ruíz, porque ya
Don Sergio Méndez Arceo se había jubilado y luego murió.24
Hermosillo, Sonora, 5 de junio de 2014
24Entrevista con la monja Leticia Gutiérrez. Entrevista realizada por Héctor Ibarra el 4 de junio de 2014 en el Distrito Federal, 1.