Participación de Cristianos

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Participación de los cristiano-católicos en los movimientos políticos, sociales y militares de los años 70 en México Héctor Ángel Ibarra Chávez Durante las primeras dos décadas de la “guerra fría” (1946-59), la política de la Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR) bajo el pontificado de Pio XII, fue priorizar sus alianzas con las oligarquías nacionales y las potencias capitalistas, como sucedió en los concordatos establecidos con los regímenes fascista de Italia, nazista de Alemania, y guerrerista de los Estados Unidos. Entre los hechos más connotados de estas dos décadas de conservadurismo a ultranza destacan en América Latina las agresiones contra gobiernos de corte nacionalista como el mexicano, que se vio empujado e revertir las reformas económicas, políticas y sociales promovidas durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas; así como la agresión contra los países centroamericanos y caribeños, donde se promovieron invasiones mercenarias y golpes de golpes de Estado como el que se produjo contra el coronel Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, con fines de contener el avance del modelo de desarrollismo-benefactor surgido durante los gobiernos de la llamada “primavera democrática” (1944-54), o las llamadas “Revoluciones del 48” de El Salvador y Costa Rica que hicieron intentos de promover reformas económicas, políticas y sociales, y que a la postre fueron revertidas debido a las presiones, chantajes y amenazas de golpe de Estado, y finalmente los intentos por revertir el proceso revolucionario cubano mediante invasiones mercenarias y bloqueos económicos, políticos y militares (1959-63). Los años sesenta se caracterizaron por las crisis económicas y de situación revolucionaria que se produjeron en algunos países sudamericanos, donde se dieron procesos nacionalistas y de democratización como el de Paz Estenssores en Bolivia y Joao Goulart en Brasil que fueron revertidos mediante golpes de Estado de derecha en 1964. Procesos de cierta forma fueron inspirados por la Revolución Cubana.

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Participación de los cristiano-católicos en los movimientos políticos, sociales y militares de los años 70 en México

Héctor Ángel Ibarra Chávez

Durante las primeras dos décadas de la “guerra fría” (1946-59), la política de la

Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR) bajo el pontificado de Pio XII, fue

priorizar sus alianzas con las oligarquías nacionales y las potencias capitalistas,

como sucedió en los concordatos establecidos con los regímenes fascista de

Italia, nazista de Alemania, y guerrerista de los Estados Unidos.

Entre los hechos más connotados de estas dos décadas de

conservadurismo a ultranza destacan en América Latina las agresiones contra

gobiernos de corte nacionalista como el mexicano, que se vio empujado e revertir

las reformas económicas, políticas y sociales promovidas durante el gobierno del

general Lázaro Cárdenas; así como la agresión contra los países

centroamericanos y caribeños, donde se promovieron invasiones mercenarias y

golpes de golpes de Estado como el que se produjo contra el coronel Jacobo

Arbenz en Guatemala en 1954, con fines de contener el avance del modelo de

desarrollismo-benefactor surgido durante los gobiernos de la llamada “primavera

democrática” (1944-54), o las llamadas “Revoluciones del 48” de El Salvador y

Costa Rica que hicieron intentos de promover reformas económicas, políticas y

sociales, y que a la postre fueron revertidas debido a las presiones, chantajes y

amenazas de golpe de Estado, y finalmente los intentos por revertir el proceso

revolucionario cubano mediante invasiones mercenarias y bloqueos económicos,

políticos y militares (1959-63).

Los años sesenta se caracterizaron por las crisis económicas y de situación

revolucionaria que se produjeron en algunos países sudamericanos, donde se

dieron procesos nacionalistas y de democratización como el de Paz Estenssores

en Bolivia y Joao Goulart en Brasil que fueron revertidos mediante golpes de

Estado de derecha en 1964. Procesos de cierta forma fueron inspirados por la

Revolución Cubana.

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En este contexto se producen las reformas de Concilio Vaticano II (1962)

promovidas por Juan XXIII.1 Reformas que son retomadas por Pablo VI a través

del II CELAM de Medellín (1963-68). Reformas que particularmente adquieren

relevancia en América Latina, debido a las condiciones de atraso, miseria,

injusticia, explotación y desigualdad social en un continente donde habita la mitad

de los católicos del mundo. Particularmente resurge la corriente renovadora de la

ICAR, a través de la conformación de la teología de la liberación (TL) en su

“opción preferencial por los pobres” por parte de sacerdotes, teólogos, obispos y

ministros de culto. Religiosos que aprovechan esta apertura religiosa para darle

impulso al pensamiento progresista de la Iglesia Católica Latinoamericana (ICLA)

y a la superación de la mentalidad conservadora y conformista que permeaba en

la mayoría de la grey católica, mediante la concientización sobre la realidad y la

búsqueda de cambios mediante praxis social.

Particularmente adquiere relevancia esta corriente renovadora de la ICLA,

debido a las turbulencias políticas y sociales que dominan el panorama

latinoamericano debido a la inopia cultural y económica en la que se encuentran

millones de latinoamericanos. En la lógica de estas reformas (“poner al día” y

“abrir ventanas”), se constituyen las Comunidades Eclesiales de Base (CEB),2que

sirven como instrumento para la búsqueda de la liberación de los más pobres y

oprimidos de este continente.

Actitud de la ICLA frente a la Revolución Cubana

Uno de los hechos de mayor trascendencia mundial que propiciaron la

implementación de estas reformas eclesiales y diversas formas de aperturas

política por parte de las oligarquías nacionales, el imperialismo norteamericano y

la jerarquía de la ICAR, fue el triunfo de la Revolución Cubana que alentó el

surgimiento de diversos movimientos (político-religiosos, político-sociales y

                                                            1Estos cambios producidos al seno de la institución eclesial (“ponerla al día” y “ventanas abiertas”) operaron favorablemente para acabar con el conservadurismo de religiosos y la mentalidad conformista que operaba en el imaginario popular de los creyentes cristiano-católica. 2 Al constituirse la TL en AL, adquieren relevancia las CEB que son promovidas por numerosos obispos, sacerdotes y religiosas de la ICLA. 

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político-militares), como las guerrilla latinoamericana que prolifero a lo largo y

ancho del continente.

Un hecho fehaciente de la influencia ideológica, política y social que produce

en América Latina la Revolución Cubana fue el surgimiento de organizaciones

guerrilleras que constituyen el Movimiento Armado Socialista, al que se integran

algunos religiosos como el Cura Camilo Torres quien se integra a la guerrilla

colombiana en 1966, a la vez que alienta la lucha de las juventud y los estudiantes

a través del Movimiento Estudiantil de 1968,3 quienes asumen este proceso como

una especie de “imperativo moral”.

Uno de los casos más simbólicos de la radicalidad adquirida por este

movimiento fue el movimiento estudiantil mexicano, que culminó con las sucesivas

masacres del 2 de octubres de 1968 y el 10 de junio de 1971. Masacres que

tienen un fuerte impacto entre la juventud y los estudiantes, que al ver cerrados los

espacios de participación política por vías legales e institucionales, adoptan

posiciones radicales integrándose bien a la lucha armada o procesos

insurreccionales donde el actor social principal eran las masas (obreros,

campesinos, estudiantes y pueblo en general). Uno de los sectores que asumen

esta tendencia radical es el MEP (Movimiento Estudiantil Profesional),4 que de

cara a la represión del Estado se incorpora a la guerrilla.

Genaro: ¿Tu participación religiosa corresponde al período de la llamada nueva teología y

Acción Católica?

Raúl Rubio: Sí, es parte de eso, porque la teología de la liberación surge un poco después.

Esta es más bien una corriente que surge a fines de los años sesenta en el seno de la

Iglesia Católica, y que busca enfrentarse a un ambiente reaccionario que domina en aquellos

años al seno de la institución, y que ahoga cualquier tipo de crítica. Es una corriente que

surge al influjo de la Revolución Cubana, y que sobre todo tiene peso entre la juventud

católica y algunos sectores medios que buscan enfrentarse a los sectores más conservadora

del poder y de la institución religiosa, y que a la vez trata de impulsar un tipo de iglesia más                                                             3 Tras del triunfo de la Revolución Cubana surge una primera oleada de grupos guerrilleros rurales en Guatemala, Nicaragua, Venezuela y Colombia; mientras que al concluir el Movimiento Estudiantil de 1968 surge una segunda oleada de guerrillas urbanas y rurales en diversos países latinoamericanos que incluyen México. 4 Esta organización cuyo antecedente son las organizaciones especializadas de Acción Católica y en México la ACJM (Asociación de Jóvenes de la Juventud Mexicana), busca vincularse a las luchas del pueblo y a la guerrilla-marxista.

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abierta y cuestionadora. Solo que en esta búsqueda, estamos frente a una situación de

desventaja ante los sectores más conservadores y dogmáticos, y es en este marco que se

trata de desarrollar a una feligresía con pensamiento más crítico. Porque al menos en

Monterrey, habían una tradición muy conservadora y hasta reaccionaria en la iglesia

católica, y particularmente dentro de la jerarquía. Entonces, lo que nosotros hacíamos era

aprovechar cualquier oportunidad que se nos daba en cualquier espacio, para promover este

tipo de pensamiento, a partir de la premisa de ver juzgar y actuar. Por ejemplo,

aprovechábamos todos los “jueves santos” para hacer una reflexión a la luz de la palabra,

porque era un tipo de actividad que se hacía en todas las iglesias de la ciudad entre las 6 y 7

de la tarde. Y entonces, utilizábamos ese espacio para analizar algunos problemas de

coyuntura, y algunos hechos internacionales como la Revolución Cubana...

Genaro: ¿Había muchos sacerdotes que apoyaban las tendencias liberacionistas en la

Iglesia Católica?

Raúl Rubio Tan los había que decir que el mismo Eugenio Garza Sada que era el patriarca

de una de las familias del mayor poder económico en el estado, mando a traer sacerdotes

jesuitas, porque en su lógica eran más formados intelectualmente que los diocesanos, y los

llevó a dar conferencias en el tec. Esto a fin de que pudieran debatir con los grupos de

izquierda que proliferaban en esos años sesenta y que cada día cobraban mayor fuerza.

Porque además Monterrey era uno de los estados con una fuerte corriente masónica, y de

los más industrializados del país, contando además con un proletariado de mucha pujanza

en la izquierda. Entonces resulto que entre estos sacerdotes llegaron algunos de izquierda…

Genaro: ¿Pero no creo que en Garza Sada hubiera tenido la preocupación de formar a la

gente en una orientación de izquierda, sino más bien recuperar la feligresía y los espacios

perdidos en los sectores universitarios? Raúl Rubio: Pues sí. Pero como algunos de estos jesuitas traían el método francés de ver

juzgar y actuar, planteaban una posición cuestionadora en todos los terrenos de lo religioso,

político y social. Porque por ejemplo en ese grupo llego Javier de Obeso, que era un

sacerdote que había estado en Francia y traía una posición de izquierda, porque había

trabajado en los barrios obreros de Paris con las Juventudes Obreras Católicas (JOC). Y te

estoy hablando de allá por 1966-67, poco antes de que iniciara el Movimiento Estudiantil de

1968 que tuvo las mayores repercusiones en países como Francia y México, y porque

además este sacerdote era contemporáneo de Revolución Cubana y del Che Guevara.5

                                                            5Entrevista  con Raúl Rubio Cano, ex miembro de  la ACJM  y del Movimiento de Estudiantes profesionales (MEP),  el  Grupo  Proceso  (antecedente  de  la  Liga  Comunista  23  de  septiembre),  profesor  de  la  UANL  y actualmente periodista. Entrevista realizada el 13 de marzo de 2010 por Héctor Ibarra en el Distrito Federal, 1. 

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Este movimiento de corte político-religioso tiende a integrarse a los grupos

marxista constituidos en “los proceso” que a la postre constituyen la Liga

Comunista 23 de septiembre.6

Concilio Vaticano II y el CELAM de Medellín

Las turbulencias económicas, políticas, sociales que se producen en América

Latina en los años sesenta-setenta justo al momento en que se comienza a agotar

el modelo desarrollista, propicia un escalamiento de las políticas intervencionistas

de los Estados Unidos, a través de los planes de contrainsurgencia que

culminaron con procesos insurreccionales y guerras populares como las de Centro

América, o la reinstalación de dictaduras militares en Sudamérica tras de diversos

golpes de Estado como los que se producen contra gobiernos democrático-

nacionalistas o ”socialistas” como el de Salvador Allende en Chile.7

En el marco de estas turbulencias económicas, políticas, sociales y militares

surge en América Latina la teología de la liberación al calor de las reformas

eclesiales de Vaticano II y el II CELAM de Medellín (1962-68). Procesos que

posibilitan el fortalecimiento de la corriente renovadora latinamerican de la ICLA,

en la que destacan los obispos Hëlder Cámara de Brasil Leónidas Proaño de

Ecuador, Marcos Mc Grath den Panamá, Manuel Larrain de Chile, Sergio Méndez

Arceo de México, o los sacerdotes y teólogos como Juan Luis Segundo, Hugo

Hassman, Segundo Galilea, Gustavo Gutiérrez, entre otros.

Clérigos que se plantean como objetivo principal una nueva forma de

predicar la fe cristiana, y teniendo como referente eclesiológico la Iglesia Primitiva

de Jesús, las Comunidades Cristianas de los primeros tiempos, Concilio Vaticano

II y el CELAM de Medellín. Es decir, constituir una Iglesia de los pobres, con los

pobres y para los pobres a imagen y semejanza de su fundador. Construir una

Iglesia al “servicio y solidaridad con los pobres” (Doc. de Vaticano II).

                                                            6 En los años sesenta-setenta se produce un ascenso de la lucha de masas en América Latina y en el caso específico de este grupo se integran a la guerrilla marxista tras de haber incursionado en las luchas estudiantiles y las colonias populares de Nezahualcoyotl en el Estado de México junto a los jesuitas de la TL. 7 En Sudamérica se producen diversos golpes de Estado contra gobierno socialistas como el de Salvador Allende en Chile en 1973, y los gobiernos nacionalistas de Juan José Torres en Bolivia en 1974 y Velasco Alvarado en Perú en 1975.

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Cualquier esfuerzo encaminado a la construcción de una nueva sociedad justa es liberador y

posee un impacto indirecto, pero efectivo, en la alienación fundamental (el pecado). Es labor

salvífica, aunque no es toda la salvación… El crecimiento del Reino de Dios es un proceso

que deviene históricamente en la liberación, en la medida en que la liberación significa una

mayor realización del hombre.8

En esta lógica pacifista y anticapitalista de Concilio Vaticano II y la II conferencia

de Medellín (agosto-septiembre 1968) se asume que las actuales estructuras

económico-sociales, en tanto son “estructuras del pecado”, deben ser erradicadas

mediante la lucha por la salvación=liberación de los más pobres y oprimidos que al

tomar conciencia de su realidad deben convertirse en sujeto histórico de su propia

liberación, mediante una praxis social.

La hora de la acción: No ha dejado de ser ésta la hora de la palabra; pero se ha tornado con dramática urgencia,

la hora de la acción. Es el momento de inventar con imaginación creadora la acción que

corresponda realizar.9

En esta lógica, eclesiásticos y teólogos de países latinoamericanos como México y

Argentina, donde se ejerce una represión despiadada contra la juventud y los

estudiantes durante el Movimiento Estudiantil de 1968, se fortalecen a su seno

movimientos político-sociales y político-militares radicales que pugnan por la

Revolución Socialista mediante una opción armada; mientras que algunos

sectores religiosos radicalizados asumen la opción del padre Camilo Torres.

Los sucesos de mayo en Córdoba y en todo el país han demostrado que la "violencia

institucionalizada" se manifiesta con toda su expresión a través de la represión que mata en

las calles aobreros y estudiantes y que pretende"condenar" con cárceles a compañeros

sindicalistas, universitarios, militantes y combatientesporque ejercen la violencia de la

liberación, la violencia de los pobres, la violencia del pueblo (García Elorrio, Teología de la

liberación, 1969).10

                                                            8GUTIÉRREZ, Gustavo,Teología de la Liberación. Perspectivas, Sígueme, Barcelona, 1972:  177.   9Documentos del II Encuentro del CELAM (Introducción N° 3). 10 Documento publicado en Cristianos para el Tercer Mundo del  suplemento N° 119 de  la Revista  Lettre, París, p. 10. Texto extraído de  la Revista Cristianismo y Revolución de Buenos Aires, Argentina y publicada entre 1966‐69. 

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En México, obispos como Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruiz, asumen la

propuesta radical al constituir las Comunidades Eclesiales de Base, que conciben

como medio de liberación de los más pobres y oprimidos, sin obviar la violencia

social, como vía para los cambios.

Las revoluciones violentas de los pueblos pueden estar en algunos momentos de su historia

absolutamente justificadas y ser totalmente lícitas, porque la revolución en el propio sentido

de renovación es finalizar lo inacabado o aquello que se puede perfeccionar.11

Política contrainsurgente norteamericana contra el sector progresista de la ICLA

Al evidenciar aires libertarios en América Latina, el sector progresista de la Iglesia

Católica se integra junto a los sectores marxistas con fines de propiciar un cambio

hacia un tipo de sociedad más justa e igualitaria, a saber, el socialismo.12

Contra esta tendencia que adquiere relevancia en losaños setenta, el

gobierno norteamericano asume políticas de agresión contra la ICLA. Políticas que

se evidencian a través de planes de contrainsurgencia como el Informe

Rockefellerpromovido por el vicepresidente de la administración Nixón.

El espíritu y la letra del Informe Rockefeller (1969): forman como un telón de fondo: La Iglesia

Católica ha dejado de ser un aliado de confianza para los EE UU y la garantía de estabilidad

social en el continente.13

Otros proceso de contrainsurgencia contra la Iglesia Católica Latinoamericana,

(ICLA)son los golpes de Estado que se promueven contra gobiernos populares

como el de Salvador Allende, donde los Estados Unidos busca desmantelar la

                                                            11Declaración hecha durante una ponencia sobre Revolución y violencia realizada en Caracas en septiembre de 1966, y que dio vuelta al mundo a través del diario venezolano La Esfera en relación a la muerte del cura colombiano Camilo Torres. 12 En una década (1959 y 1969) se evidenciaron diversos fenómenos políticos y religiosos en América Latina (Revolución Cubana, Vaticano  II, Movimiento Estudiantil de 1968 y CELAM de Medellín y  los Movimientos Armados Socialistas Latinoamericanos) que encendieron los focos rojos de los Estados Unidos en su “lucha contra el enemigo número uno de la humanidad”.  13www.solidaridad.net/_articulo3606‐enesp.htm“Trasfondo político de las sectas en América Latina” del 12 de julio de 2013. 

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Unidad Popular donde habían logrado gran influencia los “Cristianos por el

socialismo”.14

El general Pinochet abrió en Chile las puertas a todo tipo de sectas religiosas. Más del 15%

de la población se ha convertido al pentecostalismo; los mormones crecieron de 20 mil a 160

mil y los Testigos de Jehová triplicaron el número de sus fieles.15

La teología de la liberación en su “opción preferencial por los pobres”.

Al surgir la teología de la liberación en América Latina en el marco de Concilio

Vaticano II y el CELAM de Medellín, esta corriente renovadora permea en diversos

sectores de clérigos y laicos de la Iglesia Católica Mexicana. Corriente de clérigos

y laicos progresistas que adquiere gran relevancia en algunos estados como

Morelos,Puebla, Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Estados donde se percibe una

presencia indígena importante, a la vez que se evidencia un proceso de

radicalidad de los movimientos político-sociales.

Un ejemplo fehacientes de esta radicalidad y la transformación de esta

iglesias del “silencio”, a una iglesia comprometida con los pobres fueron las

diócesis de Cuernavaca y San Cristóbal de las Casas, dirigidas respectivamente

por los obispos Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruíz García. Iglesia que se vuelca

en apoyo de las luchas de los sectores más pobres y marginados de la sociedad a

través de las Comunidades Eclesiales de Bases.

Particularmente en Chipas, adquiere relevancia el movimiento indígena tras

de la conformación del Congreso Nacional Indígena creado bajo los auspicios de

la diócesis que dirige el obispo Samuel Ruíz, quien a la vez asume un compromiso

muy fuerte con la lucha zapatista, si se considera que la mayoría de las

comunidades indígenas que se integran a este movimiento son parte o provienen

                                                            14En el Cono Sur se impulsaron los Congresos Internacionales Anticomunistas de Uruguay (1977) y Argentina (1980), y en el caso específico de Chile el “Plan Trial” diseñado por Henry Kissinger que consuma el derrocamiento de Salvador Allende, contando con el apoyo de teólogos anticomunista como el jesuita Roger Vekemans que participa como asesor de Eduardo Frei y en los años ochenta como asesor de Juan Pablo II. 15Ibid., p. 1.

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de la “teología india” que se coordina desde la Diócesis de San Cristóbal de las

Casas.16 

En otro escenario, grupos de laicos dependientes de las organizaciones

especializadas de Acción Católicay de algunas otras denominaciones religiosas se

ven involucradas en las luchas políticas y sociales que surgen a partir de los

sucesos del 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 contra el movimiento

estudiantil.  

Ignacio Olivares Torres “El Sebas”, fue dirigente del Movimiento Estudiantil Profesional como

tesorero de esa organización que era parte del Movimiento Social Cristiano Progresista de

México.Con los compañeros con los que se relaciona inicia su participación en el movimiento

armadas y por su relación con estos grupos, fue detenido el 9 de febrero de 1972 tras de un

asalto bancario frustrado.

Entraron en contacto con Raúl Ramos Zavala en 1971, quien previamente había roto con la

Juventud del Partido Comunista, y en ese año se incorporó al grupo “Los procesos” donde

participa Raúl Ramos Zavala e Ignacio Salas Obregón. En la reunión donde deciden

constituirse como grupo armado, Raúl Ramos imparte una conferencia que analiza la crisis

de la izquierda mexicana y su participación y perspectiva en el movimiento estudiantil

nacional, lo que lo marca definitivamente, incorporándose al grupo “Los Procesos”.17

Un caso simbólico de la participación de este sector radicalizado de cristianos-

católicos en las luchas político-sociales y político-militares se evidencia en el

Distrito Federal y Nuevo León, donde sectores de las organizaciones juveniles

como la ACJM, buscan vincularse a los movimientos populares y de indígenas,

intentando promover cambios por la vía pacífica e institucionales, sin descartar la

lucha armada como vía para los cambios. Los casos más fehacientes de este

realidad son los proceso que se dan en Morelos y Chipas donde dirigen esta

acción pastoral clérigos como los obispos Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruíz.18

                                                            16En esta  lógica de una nueva pastoral que  tiene como “opción preferencial a  los pobres”, obispos como Sergio  Méndez  Arceo  de  Cuernavaca  y  Samuel  Ruíz  de  Chipas  asumen  la  teología  de  la  liberación  y promueven la creación de las  Comunidades Eclesiales de Base (CEB). 17 Artículo aparecido en Facebook en la página el “Festín de las Balas” (Espacio dedicado al Movimiento Armado Socialista) de Hugo Estevez Díaz y publicado el 26 de mayo de 2014.  18 En este país numerosos miembros de  la ACJM  se  integran a  los movimientos políticos y  sociales y a  la guerrilla, entre ellos podemos destacar a cuadros históricos del MEP, el Grupo Proceso y la Liga Comunista 

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Héctor Ibarra: ¿Cómo te iniciaste en el activismo revolucionario?

Francisco Carrillo: Esto lo iniciamos allá por 1968-69 cuando estudiaba el bachillerato con

los maristas del CUM (Colegio Universitario México). Fue que empezamos a participar en

retiros espirituales de una casa que ellos tenían en el Altillo de Coyoacán. Y es que por ese

tiempo formamos una brigada para catequizar en las comunidades indígenas de Chipas, que

entonces era el estado más marginado de México, y esa diócesis era dirigida por el obispo

Samuel Ruíz. Y esa experiencia nos cambió la vida, porque nos hizo ver otra realidad muy

contraria a la que nosotros estábamos acostumbrados, porque fuimos a convivir y trabajar

como ellos, sembrando milpa y abriendo zanjas.

Héctor Ibarra: ¿Y la onda marxista cómo les llego?

Francisco Carrillo: Eso fue en el Sagrado Corazón, porque ya teníamos una organización

que habíamos formado con otros compas, que se llamaba el CUVIC (Comité Universitario de

Vida Cristiana), donde nos relacionamos con José Luís Sierra que era un compa que

trabajaba como maestro en el colegio de monjas del “Sagrado Corazón”, donde también

daba clase Ignacio Salas Obregón. Entonces te estoy hablando de inicios de 1971 que fue

cuando conocimos a José Luis Sierra quien nos planteó participar en un Círculo de Estudios

para estudiar marxismo. –Le dijimos que sí-, porque ya había una sensibilización para la

lucha revolucionaria, porque ya para entonces había pasado lo de la masacre del 2 e

octubre de 1968, y por esos días se produjo la otra masacre del 10 de junio, y ya algunos de

nosotros pensábamos en algo parecido a la Revolución Cubana, y andábamos prendidos en

la onda de Camilo Torres porque incluso uno de los primeros libros que leímos fue su

biografía. Me acuerdo que a las primeras reuniones que tuvimos llego Salas Obregón para

discutir el método de estudio, pero después ya no lo vimos más.

Héctor Ibarra: ¿Qué estudiaban y dónde?

Francisco Carrillo: Solo me acuerdo que comenzamos estudiando el “Concepto de clase

sociales” de Teotonio Dos Santos, y nos reuníamos en varias casas de seguridad que ellos

tenían, incluyendo unas de Neza. Solo que en esos días se casó con la Dulce María Sauri

que hasta fuimos a su boda, y ya luego no volvimos reunirnos porque a inicios de 1972 cayó

preso. Y entonces se perdió el contacto y nosotros quedamos a la deriva.

Héctor Ibarra: ¿O sea que aquel ya andaba en la onda armada?

Francisco Carrillo: Pues sí, pero de eso nosotros no sabíamos nada, porque de eso no

hablábamos, sino que nos dimos cuenta después por medio de los periódicos.

Héctor Ibarra: ¿Y qué hicieron después para mantenerse en el activismo revolucionario?

Francisco Carrillo: Por esos días ya estábamos abriendo un trabajo en la Cuchilla del

Tesoro, que era una colonia marginal cercana a Nezahualcoyotl. Pero eso fue una relación

                                                                                                                                                                                     23 de septiembre como Ignacio Salas Obregón, Ignacio Olivares Torres, José Luis Sierra, Francisco Olivera y Raúl Rubio, entre otros.   

Page 11: Participación de Cristianos

que abrimos nosotros por nuestra cuenta ya en 1972, y luego volvimos a buscar el contacto

con estos compas para entrarle a la lucha armada, pero en Neza solo estaban ya, los

jesuitas que se habían organizado en la Comuna de la “Cucaracha”, y solo estaban en cosas

de la tenencia de la tierra y los servicios.

Héctor Ibarra: ¿Cuándo dices nosotros te refieres a los jesuitas o de quién estas hablando?

Francisco Carrillo: Nosotros éramos cuatro que veníamos del CUVIC (Luís Durán –

hermano de Lulu la esposa de José Domínguez-, Julio, Osvaldo y yo) y ya habíamos entrado

a la UNAM. Los otros tres compas luego se hicieron maoístas, y yo entre a AMR (Alianza

Marxista Revolucionaria) donde nos conocimos. Y los jesuitas eran como los mentores del

grupo de Salas Obregón, que ahí estaban (Martín de la Rosa, Xavier Obeso y el francés

Alex Morelli, y otros que no recuerdo. Pero el grupo del MEP ya no estaba, porque a Sierra

lo habían metido preso y los otros se habían metido a la Liga. Y nosotros ahí llegamos a

buscar re-contactarnos con la raza, pero los jesuitas de eso no hablaban nada, y estaban

metidos en lucha social y no querían darse color con la guerrilla.

Héctor Ibarra: ¿Pero ustedes siguieron estudiando marxismo con ellos?

Francisco Carrillo: No, ahí la cosa quedo un poco a la deriva. Leíamos otras cosas, porque

en esos tiempos me acuerdo que uno de los compas llevo un libro de Gustavo Gutiérrez de

La teología de la liberación y eso es lo queleíamos y discutíamos, y algunos libros de

marxismo como el ¿Qué hacer?, pero como lo nuestro era entrar a la lucha armada y no se

pudo, nos fuimos a otras organizaciones marxistas. Tres compas se fueron con el maoísmo

en el autogobierno de Arquitectura y yo entre a AMR a través de un compa del SME que me

contacto con el “Willy” y ahí fue que nos conocimos.19

En el estado de Morelos donde la tradición zapatista había dejado la huella de la

lucha por el reparto agrario, surge en los años cuarenta la guerrilla jaramillista,

bajo la conducción de un líder religioso carismático inspirado en el Plan de Ayala y

la escatología salvacionistaque promueven los protestantes y católicos

progresistas.

En esta lógica se hace presente la participación de obispo de Cuernavaca,

Sergio Méndez Arceo. Obispo que es calificado como “obispo rojo” por los

                                                            19 Entrevista con Francisco Carrillo Soberón, ex miembro de la ARM, de la Corriente Socialista y el Partido Patriótico. Entrevista realizada el 13 de mayo de 2014 por Héctor Ibarra en el Distrito Federal, 1.

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sectores reaccionarios, al momento que se pronuncia en favor de las luchas de los

sectores más pobres y desposeídos de ese estado, y de otros estados.20

Héctor Ibarra: ¿Cómo se integran ustedes a la teología de la liberación?

Hermana AlineUssel: Eso fue que formábamos parte de la diócesis de Cuernavaca que

dirigía el obispo Sergio Méndez Arceo, entonces él fue que dio apertura a la línea pastoral

de Vaticano II y el CELAM de Medellín, y nosotras estábamos en esa diócesis. Entonces

comenzamos a buscar una vinculación con los más pobres, porque además yo estudiaba en

esos tiempos para antropóloga en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y nos

comenzamos a vincular con las colonias populares donde estaba la gente más marginada.

En 1973 por ejemplo, nos metimos a trabajar a Nezahualcoyotl, donde ya estaban unos

sacerdotes jesuitas muy progresistas de origen francés y unos mexicanos que iban también

en esa línea de la teología de la liberación. Aunque por ese tiempo todavía no existían las

Comunidades de Base, pero ellos habían creado la Comuna de la Cucaracha donde llegaba

toda la gente que se relacionaba con es línea pastoral.

Héctor Ibarra:¿Entonces conociste a la gente de Monterrey que llego a organizar la guerrilla

ahí?

Hermana AlineUssel:No, escuche de ellos, porque nosotras llegamos después. Los que ya

estaban por ahí eran los jesuitas como Xavier Obeso y Alex Morelli, y también había otra

gente que estaba creando una prepa Popular. Con esa gente si tuvimos una relación más

estrecha durante el tiempo que estuvimos en esa zona.21 

A nivel urbano, surgen en el transcurso de los años setenta diversas propuesta

armadas que tienen como corolario las masacres del 2 de octubre de 1968 y el 10

de junio de 1971. Procesos que si no son asumidos por algunos sectores

religiosos, al menos no son rechazados por algunas diócesis como la de

Cuernavaca dirigida por el obispo Sergio Méndez Arceo y la de San Cristóbal de la

Casas presidida por Don Samuel Ruíz.

Genaro: ¿Cómo es que participan estos sectores eclesiásticos en un ambiente tan

conservador y reaccionario como el Tecnológico de Monterrey?

                                                            20 En esos años se vincula al grupo Jaramillista que a la postre se integra a la guerrilla de Genaro Vásquez y Lucio Cabañas, a la vez que promueve el apoyo de las luchas populares como su participación en la creación de federaciones sindicales de CIVAC y de la colonia Proletaria “Rubén Jaramillo”. 21Entrevista con la monja AlineUssel. Entrevista realizada por Héctor Ibarra el 1º de mayo de 2014 en Cuernavaca, Morelos, 1. 

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Raúl Rubio: Pues no es que estas autoridades lo toleren. Porque primero los aceptaron

buscando darle un sesgo a este proceso de radicalización que se estaba gestando previo al

Movimiento Estudiantil de 1968, pero después los jesuitas fueron echados del tec cuando ya

habían creado la Casa del Estudiante del Tecnológico de Monterrey. Y al ser echados de ahí

se trasladaron a la Autónoma de Nuevo León donde les dieron cobertura otros sectores

académicos en Obra Cultural Universitaria.Y desde ahí es que ellos comenzaron a promover

un mayor acercamiento entre la juventud católica y marxista. Porque también se metieron a

apoyar la lucha por la disputa de la Mesas Directivas de las escuelas, y apoyaron la primera

y única huelga de hambre que hubo en el tec por parte del MEP (Movimiento Estudiantil

Profesional), después de la masacre de 1968. Huelga que por cierto dirigieron Ignacio Salas

Obregón, Salvador Olivares y José Luis Sierra que eran la cabeza del MEP. Organización

que era de alcances nacionales, que luego se ligó al Grupo Proceso que dirigía Raúl Ramos

Zavala quien venía de la JC (Juventud Comunista) y a la postre constituyo junto con Salas

Obregón la Liga Comunista 23 de septiembre.22

En algunas regiones donde se evidencia los mayores niveles de pobreza y

marginación como Chiapas, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Morelos, surgen a lo

largo de los años de 1970, diversos movimientos político-sociales y político-

militares que hacen acompañar por grupos religiosos, que en algunos casos están

vinculados a las organizaciones marxistas o a la guerrilla.23

Héctor Ibarra:¿En qué otros movimientos estuvieron involucradas?

Hermana Leticia Gutiérrez: En varios, porque ya para mediados de los años setenta se

crean las CEB en Morelos y en otras partes del país bajo la inspiración de Don Sergio, y este

movimiento se extiende también a Chiapas y Oaxaca donde se encuentra el obispos Samuel

Ruíz y el obispo Lona del Istmo de Tehuantepec. En Morelos por ejemplo don Sergio

participó y apoyó varios movimiento populares como los sindicatos independientes de

Morelos y algunas invasiones de tierra como el “Campamento 2 de octubre” y laColonia

Proletaria “Rubén Jaramillo que dirige el “Güero” Medrano, y ya en los ochenta se crean

diversos proyectos de solidaridad a través de las CEB y los Comité de Solidaridad que se

crean como el “Monseñor Romero” que dirigía en sus inicios la hermana Beatriz Velásquez,

que debes conocerla porque estuvo en El Salvador y fue incluso secuestrada y deportada, y

también se creó el SICSAL que dirigía Don Sergio Méndez Arceo. Y desde ahí se impulsó

                                                            22Entrevista con Raúl Rubio…, 1. 23 En Guerrero operan las guerrillas rurales de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas entre los años de 1960‐70 y en las ciudades numerosas organizaciones guerrilleras urbanas operaban contra las políticas autoritarias del PRI‐gobierno. Una de estas organizaciones se funde con el movimiento indígena chiapaneco a lo largo de los años ochenta y constituyenel Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). 

Page 14: Participación de Cristianos

mucho la solidaridad con Centro América, porque primero comenzamos a apoyar a los

sandinista y luego apoyamos a las organizaciones revolucionarias salvadoreñas y

guatemaltecos, porque creamos a la par organizaciones para asistir a los refugiados

salvadoreños que estaban por todo el país, y también dábamos algunos apoyos a los

refugios guatemaltecos que estaban instalados en Chipas y eran coordinados por la diócesis

de San Cristóbal de las Casas que dirigía Don Samuel Ruiz. Todos eran refugiados que

huían de las guerras de Centro América, y también creamos albergues y la revista CRIE que

empezó a salir desde 1976. Héctor Ibarra:¿Estuvieron involucradas en el alzamiento zapatista?

Hermana Leticia Gutiérrez:No de forma directa, porque nosotras estábamos en el Distrito

Federal y trabajábamos de forma directa con los refugiados centroamericanos, pero había

otras hermanas que estaban instaladas en Chiapas que supongo que deberían estar

relacionadas a través de la Diócesis que dirigía el obispo Don Samuel. Pero eso debes

preguntárselo a ellas. Pero siempre hay una relación, porque acuérdate que en los años

noventa cuando está en auge el Movimiento Zapatista, quien dirige las oficinas de Patricio

Sainz donde nosotras radicamos, están bajo la conducción de Don Samuel Ruíz, porque ya

Don Sergio Méndez Arceo se había jubilado y luego murió.24

 

Hermosillo, Sonora, 5 de junio de 2014 

                                                            24Entrevista con la monja Leticia Gutiérrez. Entrevista realizada por Héctor Ibarra el 4 de junio de 2014 en el Distrito Federal, 1.