panteón posclásico

7/25/2019 panten posclsico

1/52

Pa n t eo n

postclasicopostclasico

Universidad Tecnolgica de El Salvador

Museo Universitario de Antropologa, MUA

Exposicin abierta al pblico del 17 de octubre al 17 de noviembre del 2012.


2/52

708.972 84

M986p Museo Universitario de Antropologa (MUA), Universidad Tecnolgica de

El Salvador

sv Panten postclsico / Museo Universitario de Antropologa ; coordinador Ramn Rivas ; fot. y diseo grco Rita Araujo de

Mndez ; rev. Noel Catro. - - 1a. ed. - - San Salvador, El Salv. :

UTEC 2012.

48 p. : il. ; 20 x 21 cm

ISBN 978-99923-21-83-6

Exposicin abierta al pblico del 17 de octubre al 17 de noviembre

de 2012.

1. Antropologa indgena-Catlogos. 2. Museos antropolgicos (El

Salvador)-Catlogos. I. Ttulo.

BINA/jmh


3/52

Pa n t eo n

postclasicopostclasico


4/52


5/52

La exposicin que en esta oportunidad ofrece elMuseo Universitario de Antropologa, MUA, de laUniversidad ecnolgica de El Salvador, tituladaPanten postclsico, es de singular importancia,ya que a travs de esta coleccin arqueolgica nosremontarnos al pasado para escudriar la culturay sociedad de los nahua-pipiles desde sus figurasy smbolos religiosos. Se trata de los pueblos que

habitaron esta zona del continente conocida comoMesoamrica.

Es por medio de referentes arqueolgicos de lospueblos nahua-pipiles, datados en lo que conoce-mos como el perodo postclsico (850 a 1523 d.C.),y basndonos en estudios, que ahora se sabe que

dicho perodo se trata, sin ms, de la ltima etapadel desarrollo independiente de la civilizacin me-soamericana autctona.

Las investigaciones nos ofrecen abundante materialpara afirmar que los otros perodos y el inicio delpostclsico de la cronologa mesoamericana varanen el tiempo, aunque se suele sealar la cada de

las ciudades-Estado del epiclsico[1] del centro deMesoamrica como el principio del aquel.

Sin, embargo, se constata que en todas las reas deMesoamrica ocurri un proceso de deterioro delas hegemonas regionales del clsico, que conclu-y con el abandono de las grandes metrpolis. En

el caso de Mxico, por ejemplo, tenemos a MonteAlbn en Oaxaca; y en lo que hoy es Guatemala,

tenemos las ciudades mayas de las tierras altas. Porotra parte, se sabe que el norte de Mesoamricafue escenario de un desastre ecolgico que impli-c el abandono completo de esa regin. Ante estoshechos, las migraciones fueron un fenmeno quemarc el inicio del postclsico. Estos cambios so-ciales, que marcaron a los pueblos mesoamericanos,ocurrieron entre los siglos VIII y X de nuestra era,

es decir, d.C.[2]El final del postclsico ocurri con la llegada de losespaoles, hacia la segunda dcada del siglo XVI.A partir de entonces ocurri un proceso de trans-culturacin que remodel las culturas indgenas ysent las bases de las culturas mestizas de Mxico y

Centroamrica.

En siglos pasados se sola presentar al postclsicocomo una poca dominada por Estados blicos, enoposicin con los pacficos Estados del clsico. Lasnuevas interpretaciones de las evidencias arqueo-lgicas sobre varios pueblos del clsico es el casode los teotihuacanos y mayas ha dejado claro que

la guerra tambin fue una actividad importanteentre esas sociedades. Es especial la imagen de losmayas, a los que se sola imaginar como un pueblogobernado por sacerdotes entregados a actividadesintelectuales.[3]

En la actualidad, aunque se reconocen las diferen-

cias entre las sociedades mesoamericanas clsicas ypostclsicas, la oposicin entre Estados militaristas

Descubriendo el perodo postclsico mesoamericano


6/52

y Estados teocrticos ha dejado de tener validezexplicativa. Por lo menos esa es la interpretacinde los arquelogos.

Al especificar as, sabemos ahora que durante elperodo postclsico gobiernos regionales llegaron aser altamente segmentados y comercialmente orien-tados. Se enfatiz en los desarrollos de las grandes

casas, las redes de cuartos y cortes encerradas idealmentehechas no solo para fiestas reales, que fue una parteintegral para la formacin de las alianzas de largadistancia, sino tambin para la proliferacin de unnivel desigual de arte y produccin de cermica.Fue entonces que la competencia para el accesoa las redes de intercambio de elites lleg a ser tan

pronunciada que los alfareros y comerciantes fueronconducidos para buscar los ms raros y exticosmateriales para aumentar al mximo el valor de susregalos. La tecnologa para derretir oro, la plata yel cobre fue introducida por Sur y Centroamrica,mientras que la turquesa minada en el suroeste deAmrica se intercambi por el plumaje de guacamayosde colores escarlata. Nunca antes la economa de

Mesoamrica fue expuesta a materiales tan raros yde lugares tan remotos.

Los nahua-pipiles que persisten hoy en da en nuestropas emigraron en el siglo X de nuestra era desdeula; desastres sociales y naturales fueron los motivos;y en grupos pequeos y grandes, a lo largo de

muchos aos, fueron llegando a lo que hoy cono-cemos como Centroamrica; y como sucede en la

historia, precisamente aquellos pueblos que llegana un nuevo lugar ansiosos por sobrevivir, poco apoco fueron desplazando a las poblaciones yaexistentes y edificaron sus centros poblacionalescasi siempre sobre los lugares que ya otros puebloshaban vivido.[4] En nuestro pas, ao 2012, lapersistencia nahua-pipil en el occidente sufre losavatares de la despiadada conquista y colonizacin,

y del total desprecio del que esta gente fue vctimaa lo largo de su existencia. Cruel fue eso, pues meatrevo a decir que muchos de los actuales salvadoreosllevamos sangre nahua-pipil.

No obstante, en el actual Mxico, sabemos que losnahuas son el grupo etnolingstico ms numeroso.[5]

Sin embargo, no se puede hablar de un solo gruponahua, ya que est constituido por diversos pueblosque comparten una misma lengua, pero que cultu-ralmente presentan particularidades debido, en granmedida, al medio en que habitan y a los procesoshistricos que han experimentado. S hay que decir quela antigedad de estos grupos en territoriomesoamericano ha sido largamente debatida

por los lingistas y otros especialistas. Unos consideranque los nahuas estn presentes en Mesoamricadesde pocas tan tempranas como el preclsicomedio. An as, las propuestas ms slidas sugierenuna antigedad de hace unos mil quinientos aos.Pertenecientes a la familia lingstica yuto-azteca,los nahuas emigraron del norte del pas, es decir,

de ula. En el postclsico los tenemos asentadosen varias ciudades de la cuenca de Mxico, especialmente


7/52

en Mxico-enochtitln. Los mexicas fundaron unEstado conquistador que les permiti extender lalengua nhuatl a otras regiones de Mesoamrica.Ahora bien, sabemos que fueron ellos quienes reci-bieron uno de los mayores impactos de la conquistamilitar y espiritual de los espaoles, lo que se ve re-flejado en la cultura actual de los distintos pueblosnahuas. Sin embargo, el origen de los distintos grupos

nahuas que existen hoy da en diversos Esta-dos y regiones no proviene de un solo grupo losmexicas, sino fueron varios los pueblos de filiacinnahua que se asentaron en diversas regiones delpas, reproduciendo en cada una formas culturalesespecficas, teniendo como nico vnculo el de lalengua.

El estudio de la cultura de estos pueblos es suma-mente impresionante; y los restos arqueolgicos quehoy este museo ofrece son fresco reflejo de cmoellos sentan, practicaban y elaboraban objetos a losque agregaban un profundo contenido simblico.[6]

Esta es una exposicin que, sin lugar a dudas, inducir a

nefitos y profesionales a interesarse ms por nuestrorico pasado prehispnico.

Referentes bibliogrficos

[1] El perodo epiclsico mesoamericano, o clsico tardo, esel comprendido entre los ao 650 y 1000 de nuestra era, conla posterior conformacin de las sociedades del postclsico.

[2] Vase al respecto, Jimnez Moreno, Wigberto, (1959),Sntesis de la Historia Pretolteca de Mesoamrica en Cook,Carmen y Ral Noriega (Coord.), Esplendor del Mxico An-

tiguo, tomo II, 1019-1063, Mxico.

[3] Vase al respecto. Tompson J. Eric S. (1995), Grandezay decadencia de los mayas. Fondo de Cultura Econmica,Mxico. Reimpresin.

[4] Austin Alfredo Lpez y Leonardo Lpez Lujn, (1996),El pasado indgena, Mxico, Fondo de Cultura Econmica /El Colegio de Mxico/ Fideicomiso Historia de las Amricas,

(Serie Hacia una Nueva Historia de Mxico).

[5] Pohl John M. D. (1999). Exploring Mesoamerica. NuevaYork: Oxford University Press.

[6] Garibay ngel, (1965), eogona e Historia de los mexicanos.Editorial Porra, ambin Lpez Lujn, Leonardo, (1996), Elpasado indgena. FCE.

Dr. Ramn D. RivasDirector

Museo Universitario de Antropologa, MUAUniversidad ecnolgica de El Salvador

San Salvador, 17 de octubre de 2012


8/52

El postclsico y su paisaje ritual

Durante el siglo IX, en tierras mesoamericanas, sesuscit un masivo movimiento migratorio de gruposde habla nahuat, un dialecto del idioma nahua dela familia uto-azteca. Este fenmeno migratorio esconsiderado como uno de los mejores ejemplos demovimiento de poblacin a gran escala en la histo-ria cultural del Nuevo Mundo. Los protagonistasde esta migracin diasprica fueron los pipiles,

quienes emigraron desde Mxico hasta tierrascentroamericanas, desarrollando representacionescolectivas y practicndolas en patrones conductualesy cognitivos a travs de sus rituales, conformando deesta manera una particular cosmogona. [1]

Aunque es difcil establecer una fecha exacta de la

llegada de los grupos nahua-pipil a Centroamrica,existe evidencia lingstica, histrica y arqueolgi-ca que indica una fuerte migracin pipil durante elpostclsico temprano (900-1200 d. C.). Para 1524,es decir, en el perodo de la Conquista, los gruposnahua-pipiles se encontraban localizados en elsureste de la costa pacfica centroamericana, el surestede las tierras altas de Guatemala y, especficamente,

en la parte central y oeste de El Salvador.

Las migraciones de los grupos nahua-pipiles a tierrascentroamericanas generaron cambios en diferentesaspectos culturales. Particularmente en El Salvador,a esta poca se la denomina como Fase Guazapa [2],la cual se caracteriza por la ubicacin y la arquitectu-

ra estratgicamente defensiva. Dentro de los sitiosque se afilian a los grupos nahua-pipiles de la

Fase Guazapa destacan Cihuatn, Las Maras,Igualtepeque, Azacualpa, Isla El Cajete, Cerrode Ulata, El Panteoncito, Jicalapa, Miramar, entreotros. Asimismo, es posible que estos asentamientosfueran construidos en el pasado por grupos nahua-pipiles que no solamente aprovecharon los recursosambientales y topogrficos de la zona, sino tambinse beneficiaron de posibles recursos simblicos que

el paisaje local les ofreci. Probablemente la apro-piacin y modificacin del paisaje est asociadacon una emulacin simblica de los nahua-pipilesen relacin con su lugar de origen, teniendo elobjetivo de preservar su identidad y desarrollarprcticas culturales que los diferenciaran de losdems grupos culturales contemporneos. [3]

Sin embargo, uno de los cambios ms relevantesdurante el periodo postclsico fue la introduccinde diversas deidades creando un panten nahua, elcual permiti importantes cambios en la religin, laideologa, la cosmovisin y la apropiacin sim-blica de paisajes para transformarlos y construirlosen paisajes culturales. Dentro de las principales

deidades de ese panten, que conformaban el pai-saje ritual de los sitios de la Fase Guazapa, destacanXipetotec, o Nuestro seor el desollado; laloc,o dios de la lluvia; Mictlantecuhtli, o Seor delinframundo; y Huehueteotl, o dios viejo, entreotros. Los diferentes rituales asociados con elpanten nahua desarrollaron una cohesin entre

religin y sociedad, permitiendo a los grupossociales la apropiacin simblica de paisajes,


9/52

creando un paisaje ritual a travs de la construcciny consolidacin de su propia cosmovisin.

El fenmeno de las migraciones nahua-pipilcontina planteando diferentes interrogantesrelacionados con las razones que motivaron a estosgrupos a emigrar en diferentes oleadas durante losperodos epiclsico y postclsico, y cules fueron las

razones socioculturales que originaron la adop-cin, apropiacin y transformacin del particularpaisaje de la Fase Guazapa en el actual territoriosalvadoreo. Con respecto a las razones quemotivaron a los grupos nahua-pipiles a emigrardesde tierras mexicanas hasta la costa pacficacentroamericana, probablemente el modelo de una

dispora migratoria sea el que ms se aplica, el cualsostiene que las comunidades dispersas perifri-cas mantienen una memoria, o un mito, acerca desu tierra natal o tierra de origen centro; al mismotiempo ven su hogar ancestral como un lugar deeventual retorno; un lugar para mantener orestaurar. Los grupos nahua-pipiles mantuvieronuna fuerte memoria y zen los materiales culturales,

en el patrn de asentamiento, en la apropiacin delpaisaje y, sobre todo, en la veneracin a deidadesque conformaban el panten nahua.

Referentes Bibliogrficos

[1] Fowler, William Jr. (1989), he Cultural Evolution ofAncient Nahu Civilizations: the Pipil-Nicarao of CentralAmerica. University of Oklahoma Press, Norman.

[2] Fowler, William Jr. (1981) Te Pipil-Nicarao of CentralAmerica. Ph.D., dissertation. University of Calgary.

[3] Escamilla, Marlon V. (2011) La Costa del Blsamo duranteel postclsico temprano (900-1200 d.C.): una aproximacin alpaisaje cultural nahua-pipil. En La Universidad 14-15, pp.67-89, Editorial Universitaria, Universidad de El Salvador.

Marlon V. Escamilla,

ArquelogoEscuela de Antropologa

Universidad ecnolgica de El Salvador


10/52

Sin duda, uno de los aspectos ms interesantes de lahistoria de El Salvador es lo que muchos investiga-dores llaman poca prehispnica, y que se extiendedesde el ao 3,400 a. C, hasta el ao de 1524 d. C.En este lapso de ms o menos 4,000 aos, surgendiferentes culturas que tienen su gnesis, esplendory decadencia a lo largo de los tres grandes perodosque comprenden el preclsico, clsico y el postclsico.

Fueron muchos los campos, en los que estas anti-guas civilizaciones alcanzaron verdaderos logros,entre los que destacan productos culturales como lacermica, que lleva ya miles de aos en haber sidocreada. Esta produccin de artefactos cermicospermanece continua entre los pueblos mesoameri-

canos de la poca prehispnica hasta la actualidad.Sus actuales descendientes aun conservan algunosde las antiguas tcnicas de decoracin y produccin.

En el perodo preclsico, que se extiende desde elao 1200 a. C., al 350 antes de Cristo surgen algunostipos de artefactos cermicos, en un primer momento,de formas sencillas como cuencos u ollas, con esca-

sa decoracin incisa; sin duda, una de las tcnicasde decoracin ms antiguas ya que el ser humanodebe haber empleado primeramente, para realizarla,sus propias manos, uas e instrumentos primitivospara producir los surcos y lneas que caracteriza-ron a estos artefactos de barro de principios delpreclsico. La libertad de formas e incisos, muchas

veces rayana en el capricho artstico, es otra de lascaractersticas de la cermica de este tiempo; as lo

Observaciones generales sobre la cermica del perodo postclsico

vemos en la cermica negativo Usulutn,que secaracteriza por su variedad de formas, sus lneascrema sobre fondo naranja y su superficie altamentebruida aparentando un vidriado.

Durante el perodo clsico, la cermica se vuelvemucho ms policroma e iconogrficamente masvariada, tal es el caso de los tipos Copador, Sala,

Arambla, Gualpopa y Quelepa, entre otros, en loscuales destaca el gusto por una lnea caligrfica,as como una tendencia a imitar la escritura de lacultura Maya que durante el clsico medio y tardoencontr su esplendor y decadencia.

Es en el perodo postclsico, con la migracin los

grupos nahuas procedentes de Mxico, que encon-tramos una cermica con estilos monocromos, deparedes ms gruesas y muchas veces con tendenciasa la monumentalidad como el estilo Las Lajas, elcual representado en su mayora por incensariosen los que se evidencia bastante ornamentacinmodelada directamente sobre la superficie de lapieza: aplicaciones en forma de discos y cnicas en

formas de pas que recuerdan al tronco del rbolde Ceiba en su juventud. Recordemos que la Ceibafue un rbol sagrado para las culturas prehispni-cas ya que representaba una especie de axis mundique una al cielo, la tierra y el inframundo. En esteperodo la cermica constituye un aspecto impor-tantsimo de la religin de los pueblos mesoame-

ricanos, ya que gracias a la imaginacin de losceramistas los dioses adquieren rostro tridimensio-


11/52

nal y son identificables por los atributos que le sonpropios. Es as como ahora podemos conocer susrostros, sus smbolos y hasta los sitios predilectosde estos para rendirles culto, tal es el caso de las bo-tellas laloc, en realidad vasijas en las cuales estabamodelado el rostro del dios y que por lo generalse encontraban depositadas en sitios altos como lascumbres de las montaas, dada su proximidad con

el agua, elemento principal del dios.

La cermica del perodo postclsico posee tambincierta diversidad en cuanto a estilos policromos comolos tipos Nicoya y policromo banderaseste ltimoprocedente de regiones mexicanas, caracterizadopor su fondo rojo ocre, as como por su iconografa en

la que destacan osamentas y smbolos relacionadocon la guerra, actividad muy generalizada sobre todoen este perodo en el cual las sociedades poseen unalto grado de militarismo.

Uno de los tipos ms representativos del post-clsico es el plomizo que se diferencia del resto

por su bicroma naranja y gris, con tonalidadesverdosas y su superficies muy bruidas. Duranteel mismo perodo se produce otro estilo cermi-co: el tipo Marihua , cuyas caractersticas son ladecoracin de pigmentacin rojo ocre sobre fondocrema. Iconogrficamente este estilo cermico estcompuesto de ornamentacin geomtrica, desta-cando sobre todo el uso de espirales que represen-

tan un caracol strombus gigascortado transversal-mente, smbolo del dios Quetzalcatl, dios civilizadoren Mesoamrica.

A lo largo del tiempo, la cermica nos continahablando del desarrollo de los pueblos que seasentaron en esta parte del mundo, cuyo mensaje

religioso y espiritual ha sido preservado entre en-gobes y pastas; as, la cermica prehispnica cons-tituye un valioso documento para la comprensinde estas antiguas culturas, y es un testigo de sumointers polivalente a diversas ciencias sociales yhumansticas, interesadas en entender el desarrollohumano.

Leonardo Regalado,Musegrafo

Museo Universitario de Antropologa, MUA.

Universidad ecnolgica de El Salvador.


12/52


13/52

Dimensiones


14/52


15/52


16/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 14.6 cmAncho mximo: 13.21 cmPeso: 1.6 lb (36 oz)

Figurilla monocroma zoomorfa que representaa un batracio (sapo) con sus dos patas traserasflexionadas, la cabeza se muestra levantada ex-hibiendo la lengua de fuera clamando por lluvia.Posee en su espalda aplicaciones en modeladoque representan listones amarrados a su cuello ycayendo por su dorso.

Vista frontal Tlloc


17/52


18/52

Perodo: postclsicoAlto: 15.7 cmAncho mximo: 9.22 cmPeso: 1.3 lb (21oz)

Figurilla monocroma que representa a un anfibio(sapo), con la cabeza viendo hacia arriba clamandopor lluvia y las patas delanteras erguidas y adosadasal cuerpo, mientras que las patas traseras se muestranflexionadas. Posee una ornamentacin aplicada enmodelado directamente sobre la superficie, y repre-senta un collar del que cuelgan sonajas en su pecho ylistones en su dorso. Los anfibios estaban asociados al

dios lloc, deidad de las aguas, que tuvo una presen-cia muy fuerte en el perodo postclsico.

Vista frontal Tlloc


19/52


20/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 22.9 cmAncho mximo: 18 cm

Figurilla monocroma tipo mazapn que representa auna mujer con un tocado compuesto por dos figurastriangulares simtricamente ubicadas, posiblementeson la representacin de montaas. Posee ornamenta-cin corporal (orejeras e indumentaria propia del pe-rodo postclsico (una especie de huipil o quechqu-mitl y una falda); tiene en sus manos lo que podranser mazorcas de maz. Probablemente sea una repre-sentacin de la diosa Chicomecatl, antigua diosa dela tierra, y, por ende, de la fertilidad y la agricultura.

Chicomecatl, diosa de la tierra, de la fertilidad y agriculturaRepresentacin de dos mujeres recolectando frutos


21/52


22/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 18.9 cmPeso: 1.8 lb (12 oz)Ancho mximo: 9.56 cm

Figurilla monocroma antropo-zoomorfa modeladaque representa a Mictlantecutli, dios de la muerte,cuyo nombre significa Seor del Mictln, es decir,jefe del lugar donde descansaban los muertos.Presenta una decoracin modelada que consisteen un collar con sonajas que cuelgan de este, ascomo decoracin corporal (orejeras); la cabeza, querepresenta un crneo antropomorfo, est unida a

un cuerpo que posiblemente sea el de un ave, segnse observa una cola compuesta por plumas ubicadaen su parte anterior.

Vista lateral y posterior Mictlantecutli


23/52


24/52

Perodo: postclsico

Alto: 13.9 cmDimetro de boca: 9.91 cmDimetro mximo: 42 cmEspesor de paredes: 0.68 cmPeso: 1.39 lb (13.9 oz)

Vasija polcroma (rojo ocre, negro sobre ante) debase plana con soportes en forma de botn, y paredescurvo convergentes y cuello de paredes curvodivergentes. Posee una asa que tiene una repre-sentacin zoomorfa de una ave, probablemente unguila, dado lo curvo de su pico. Presenta decoracinincisa y aplicaciones modeladas alrededor de sucuerpo.

Vista frontal Representacin del guila


25/52


26/52

Perodo: postclsico

Alto: 5.1 cmDimetro de boca: 21.3 cmDimetro mximo: 68 cmEspesor de paredes: 0.44 cmPeso: 0.92 lb (13.2 oz)

Plato tipo polcromo banderas, de base plana yparedes recto divergentes. En su interior presentauna decoracin pictrica zoomorfa, sobre fondorojo ocre, que representa la cabeza de una serpiente,en trazos delineados con color negro y rellenas encolores naranja y crema. En su exterior tiene unadecoracin consistente en barras y crculos tratadasiempre en los mismos colores.

Vista frontal con decoracin de barras y crculos Quetzalcatl


27/52


28/52

Perodo: postclsico

Alto: 7.9 cmDimetro de boca: 16.6 cmDimetro mximo: 55.7 cmEspesor de paredes: 0.6 cmPeso: 0.88 lb (15 oz)

Plato polcromo de base plana trpode tipo nicoya.Presenta soportes cnicos huecos con sonaja y ren-dijas a cada uno de los lados; cada soporte tiene unapolicroma que representa el rostro de un mamfero(pezote?). El plato en su interior muestra unacubierta color crema y bandas circundantes colornaranja rojizo; en su exterior presenta paredescurvo divergentes con una serie de cuatro paneles

decorados con lneas verticales de color negro,blanco, naranja y rojo, con una decoracin cruciformeal centro. Dicha franja de paneles esta delimitada pordos bandillas color negro.

Vista superior Representacin del rostro de un mamfero.


29/52


30/52

Perodo: postclsico

Alto: 15.3 cmDimetro de boca: 8.43 cmDimetro mximo: 44.7 cmEspesor de paredes: 0.59 cmPeso: 1.5 lb (22oz)

Vasija bicroma de figura compuesta, de base semiplanay paredes curvo convergentes, de cuello de paredescurvo divergentes, color rojo ocre sobre ante. Poseeen sus paredes externas una ornamentacin geomtricaque consiste en una banda circundante compuestapor lneas espirales con lneas escalonadas en su parteinferior; y en la superior se observan tringulos. Elcuello est pintado de color rojo ocre.

Patrn de ornamentacin que representa un caracol Detalle del pectoral de Quetzalcatl, que representaun caracol cortado transversalmente


31/52


32/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 13.3 cmAncho mximo: 15.07 cmPeso: 1.5 lb (24 oz)

Fragmento cermico monocromo que representa lacabeza de un felino. Dadas las caractersticas, comocolmillos, nariz y ojos, probablemente sea la repre-sentacin de un jaguar (pantera oca), felino muyextendido en Mesoamrica y bastante veneradopor las antiguas culturas vernculas de esta reginpor su conducta depredadora y por las manchas desu pelaje.

Vista frontal Tepeyollotl


33/52


34/52

Perodo: postclsico

Alto mximo: 15.3 cmDimetro de boca: 5.88 cmDimetro mximo: 51 cmEspesor de paredes: 0.55 cmPeso: 1.8 lb (30 oz)

Incensario con soporte cnico y paredes curvo diver-gentes. En el soporte presenta dos perforacionesrectangulares simtricamente ubicadas. Las paredesdel incensario, en su parte superior muestra dospaneles decorados con doce aplicaciones cermicascnicas que recuerdan las pas del rbol de la ceiba,considerado entre las antiguas culturas como unaespecie de axis mundi, rbol que una el cielo, la

tierra y el inframundo.

Vista frontal Representacin del rbol de la ceiba como axis mundi


35/52


36/52

Perodo: postclsico

Alto mximo: 14.4 cmLargo mximo: 20.2 cm Aprox.Dimetro de boca: 8.36 cmDimetro mximo: 37.5 cmEspesor de paredes: 0.64 cmPeso: 0.85 lb (13.6 oz)

Incensario polcromo trpode mixteca-puebla, deparedes curvo convergentes y boca de paredesrecto divergentes; muestra una decoracin caladaen su cuerpo, la policroma incluye colores rojoocre, blanco y celeste en algunas reas. Uno de lossoportes es cilndrico y ms largo que los otros dos,tambin cilndricos, lo que recuerda a los genitalesmasculinos, y podra constituir un vestigio de algn

culto flico del pasado de los pueblos nahuas.

Vista frontal Patrn de ornamentacin geomtricos calados


37/52


38/52

Perodo: postclsicoAlto: 16.06 cmDimetro de boca: 19.1 cmDimetro mximo: 62.7 cmEspesor de paredes: 1.21 cmPeso: 2.3 lbs (36.8)

Plato bicromo trpode tipo marihua. De base planay paredes curvo convergentes. Los soportes cnicosson bicromos y muestran una efigie modelada querepresenta la cabeza de un ave, posiblemente unagarza (ardeidae), dado su pico largo y curvado en elpice, as como los huecos que representan los ojosy la nariz. El plato est decorado en su parte superiorcon una banda circundante compuesta por elementos

geomtricos (grecas).

Vista superior Detalle de los soportes del plato que representa un ave.


39/52


40/52

Perodo: postclsicoAlto: 72.4 cmDimetro de boca: 49.5 cmDimetro mximo: 230 cmColeccin: MUA, Utec

Urna funeraria monocroma de base plana y paredescurvo convergente, fragmentada en su parte superior,boca. En su parte media muestra una ornamentacincompuesta por una franja en relieve con decoracionesgeomtricas que simbolizan la montaa, el agua yplantas de nopal, plantas propias de ciertas latitudesde Mxico.

Detalle de aplicacin en relieve representando las montaas,

agua y plantas

Una costumbre extendida en el postclsico fue la de cremar los

cadveres y depositar sus restos dentro de las urnas.


41/52


42/52

Perodo: postclsicoAlto: 29.1 cmDimetro de boca: 50.7 cmDimetro mximo: 1.59 cmEspesor de paredes: 1.45 cm

Gran incensario monocromo de base plana, paredes

recto divergentes, y presenta tres perforaciones ensu base de manera que forman un tringulo. En suexterior exhibe una pestaa labial de reborde plano,en seguida se observa una franja con aplicacionesen forma de discos, a lo que sigue una pestaa me-dial de perfil cuadrado. En su parte media presentauna especie de rostro antropomorfo modeladodirectamente sobre la superficie del incensario.

Exhibe tambin una pestaa basal que se encuentrafragmentada en uno de sus lados.

Detalle Rostro antropomorfo modelado


43/52


44/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 25.2 cmDimetro mximo: 55.7 cmEspesor de paredes: 2.71 cm

Posible fragmento (soporte) de incensario de tipoLas Lajas; monocromo propio del postclsico, quese caracterizaba por paredes cermicas con un granespesor, as como por la monumentalidad de laspiezas y la aplicacin de pestaas labiales, medialesy basales, junto a la aplicacin de discos en bandascircundantes.

Vista superior Detalle de aplicacin en relieve


45/52


46/52

Perodo: postclsicoAlto mximo: 3.62 cmDimetro de boca: 17.9 cmDimetro mximo: 59.2 cmEspesor de paredes: 0.48 cm

Plato polcromo tipo banderas de base plana y pa-redes recto divergentes. Presenta en su interior unadecoracin polcroma compuesta por un dibujo encolores blanco y contorneado con lneas negras delo que parece ser un esqueleto de un mamferodepredador, dado el largo de las fauces y la presenciade colmillos; est rodeado por una bandilla circun-dante de colores blanco y negro. Las paredes tienen

una banda circundante en la cual se inscriben figurasgeomtricas siempre en color blanco.

Vista frontal


47/52


48/52


49/52

Crditos


50/52

CrditosCoordinacin general:

Ramn D. Rivas

Diseo Grfico:Rita Araujo de Melndez

Fotografa:Rita Araujo de Melndez

Museografa:Leo RegaladoRita Araujo de Melndez

Conservacin:Leo Regalado

Mrgara MornHoracio Gonzlez

Revisin textoNoel Castro

Apoyo Administrativo:Ana Dinorah de Bentez

Ivan Gmez

Agradecimiento especial a:

Don Jos Luis Cabrera Arvalo

Impresin:Tecnoimpresos, S.A de C.V

Universidad ecnolgica de El SalvadorMuseo Universitario de Antropologa, MUA

San Salvador, 17 de octubre de 2012


51/52


52/52

panteón posclásico

Documents

Transcript of panteón posclásico