Panico en el campamento

download Panico en el campamento

If you can't read please download the document

description

Panico en el campamento

Transcript of Panico en el campamento

Las aterradoras historias que se cuentan sobre el campamento se van convirtiendo en realidad La comida no es buena. Los monitores son extraos. El director, to Al, parece un demente. Billy es capaz de soportar todo eso. Pero entonces sus compaeros empiezan a desaparecer. Qu est pasando? Por qu los padres no responden a sus cartas? Qu es lo que se esconde bajo tantas cosas oscuras? El campamento se est convirtiendo en una pesadilla. Una autntica pesadilla. Y Billy puede ser la prxima vctimaR. L. StinePnico en el campamentoSerie Pesadillas - 10ePUB v1.0Siwan 19.09.12Ttulo original: Welcome to Camp'NightmareR. L. Stine, julio de 1993Traduccin: Adolfo MartnEditor original: Siwan (v1.0)ePub base v2.01Mir por la polvorienta ventanilla mientras el autocar iba dando brincos por la estrecha y sinuosa carretera. A lo lejos se vean rojas colinas que alzaban sus pendientes suaves bajo un brillante cielo amarillo.rboles blancos y achaparrados flanqueaban la carretera como postes de una cerca. Nos estbamos adentrando en el desierto. Haca ms de una hora que no veamos casas ni granjas.Los asientos del autocar eran de plstico azul intenso. Cuando el autocar pillaba un bache, todos saltbamos en los asientos. Todo el mundo rea y gritaba. El conductor no dejaba de refunfuar, y de vez en cuando nos soltaba un grito para que nos callsemos.En total viajbamos veintids en el autocar que nos llevaba al campamento. Yo iba sentado en la ltima fila de asientos, junto al pasillo, as que los poda contar a todos.bamos dieciocho chicos y slo cuatro chicas. Yo supona que los dems chicos se dirigan, igual que yo, al Campamento Pesadilla. Las chicas, que iban a un campamento femenino cercano, viajaban juntas en los asientos delanteros y charlaban tranquilamente entre ellas. De vez en cuando echaban una rpida mirada hacia atrs para observarnos.Nosotros alborotbamos mucho ms que ellas; gastbamos bromas, reamos a carcajadas, hacamos ruidos graciosos, nos gritbamos tonteras. Era un viaje largo, pero nos lo estbamos pasando bomba.El chico que iba a mi lado, sentado junto a la ventanilla, se llamaba Mike. Pareca un bulldog. Tena cara redonda, cuerpo rechoncho y brazos y piernas gordezuelos. No haca ms que rascarse la cabeza, de pelo corto y erizado. Vesta pantalones cortos de color pardo y una camiseta verde sin mangas.Habamos hecho todo el viaje juntos, pero Mike apenas hablaba. Tal vez fuera por timidez, o quiz por nerviosismo. Me dijo que era la primera vez que iba a un campamento.Tambin para m era la primera vez, y debo confesar que a medida que el autocar me iba alejando de casa, empezaba a echar un poco de menos a mis padres.Ya tengo doce aos, pero nunca haba estado realmente lejos de casa. Aunque el largo viaje en autocar resultaba divertido, experimentaba una cierta sensacin de tristeza, y creo que a Mike le pasaba lo mismo.Apret su cara gordinflona contra el cristal de la ventanilla y se qued mirando las rojas colinas que ondulaban a lo lejos.Ests bien, Mike? pregunt.Desde luego, Billy contest rpidamente sin volverse.Pens en mis padres. En la estacin de autocares, al despedirme, me haba parecido que estaban muy serios. Imagino que tambin ellos se sentan nerviosos por el hecho de que era la primera vez que yo me iba a un campamento.Te escribiremos todos los das dijo pap.Haz todo lo posible me dijo mam, abrazndome con ms fuerza que de costumbre.Resultaba extrao. Por qu no dijo Procura divertirte y dijo en cambio Haz todo lo posible?Como podris observar, soy un poco aprensivo.Los nicos chicos con los que haba hablado hasta el momento eran los dos que iban sentados delante de nosotros. Uno se llamaba Colin. Tena el pelo castao y muy largo, hasta ms abajo del cuello, y llevaba gafas de sol de esas de espejo, que no dejan ver los ojos. Pareca un tipo duro y llevaba un pauelo rojo, ceido a la frente, que se ataba y desataba continuamente.Junto a l, al lado del pasillo, se sentaba un chico corpulento y gritn llamado Jay. Jay hablaba mucho de deportes y presuma de que era un tipo fuerte. Le gustaba lucir sus brazos musculosos, sobre todo cuando una de las chicas se volva a mirarnos.Jay se meta mucho con Colin y siempre estaba luchando con l, apretndole con fuerza el cuello con el brazo y desplazndole el pauelo rojo que llevaba en la frente. En plan de broma, claro. Jay era pelirrojo y tena el cabello tan enmaraado que pareca como si no se lo hubiera peinado nunca. Sus ojos eran grandes y azules. Siempre estaba sonriendo y metindose con los dems. Se pas todo el viaje contando chistes verdes y gritndoles cosas a las chicas.Eh! Cmo te llamas? pregunt Jay a una rubia que estaba sentada delante, junto a la ventanilla.Ella no le hizo caso. Pero a la cuarta vez que Jay se lo pregunt a voces, ella se volvi, le lanz una mirada llameante con sus ojos verdes y le respondi:Dawn. Y sta es mi amiga Dori aadi, sealando a la pelirroja que estaba a su lado.Qu casualidad, yo tambin me llamo Dawn! brome Jay.Algunos chicos se echaron a rer a carcajadas, pero Dawn ni tan siquiera sonri.Encantada de conocerte, Dawn dijo, y volvi a mirar hacia delante.El autocar dio un salto al pillar un bache de la carretera, y todos saltamos con l.Eh, Billy, mira dijo de pronto Mike, sealando con el dedo por la ventanilla.Mike llevaba un buen rato sin abrir la boca. Me inclin hacia la ventanilla, intentando ver lo que sealaba.Creo que he visto un puma dijo, mirando todava fijamente al exterior.De veras? Vi un bosquecillo de rboles bajos y blancos y un montn de rocas melladas, pero ni rastro del puma.Se ha escondido detrs de esas rocas explic Mike, sealando todava con el dedo. Luego se volvi hacia m. Has visto algn pueblo?Negu con la cabeza.Slo desierto.Pero no decan que el campamento estaba cerca de un pueblo? Mike pareca preocupado.No creo le respond. Mi padre me dijo que el Campamento Pesadilla est despus de pasar el desierto, dentro del bosque.Mike reflexion unos instantes, con el ceo fruncido.Bueno, y si queremos llamar a casa? pregunt.Seguramente habr telfonos en el campamento apunt.Levant los ojos a tiempo para ver cmo Jay tiraba algo a las chicas sentadas delante. Pareca una bola verde. Le dio a Dawn en la cabeza y se le qued pegada en el pelo.Eh! grit Dawn, arrancndose del cabello la pegajosa bola verde. Qu es esto? Se volvi in a Jay con la mirada.Jay solt su aguda risita.No lo s. Lo he encontrado pegado debajo del asiento respondi.Dawn le mir ceuda y arroj hacia atrs la bola verde. sta pas de largo ante Jay y fue a parar contra el cristal trasero, donde se qued pegada con un sonoro flap.Todo el mundo ri. Dawn y su amiga Dori se pusieron a hacer muecas a Jay. Colin jugueteaba con su pauelo rojo. Jay se recost y levant las rodillas, apretndolas contra el respaldo del asiento de delante.A poca distancia de m, hacia la parte delantera del autocar, dos chicos sonrientes cantaban una cancin que todos conocamos, pero sustituyendo la letra original por palabras guarras. Algunos chicos empezaron a acompaarlos.De pronto, sin previo aviso, el autocar se detuvo con un chirriar de frenos mientras los neumticos rechinaban ruidosamente contra la carretera.Todos gritaron de sorpresa. Yo sal despedido del asiento y me golpe el pecho contra el asiento de delante.Ugh!Mientras volva a recostarme, con el corazn latindome con fuerza todava, el conductor del autocar se puso en pie y se volvi hacia nosotros, inclinndose pronunciadamente por el pasillo central. Cuando vimos la cara del conductor, todos lanzaron sonoras exclamaciones.Su cabeza era enorme, de color sonrosado, y apareca coronada por una mata de brillante pelo azul que se mantena erizado verticalmente. Tena orejas largas y puntiagudas. Sus ojos, rojos y enormes, se proyectaban fuera de las negras rbitas y danzaban ante su nariz porcina. De la boca entreabierta le asomaban afilados colmillos, y un lquido verdoso le corra por los labios, negros y gruesos.Mientras le mirbamos atnitos, llenos de horror, el conductor ech hacia atrs su monstruosa cabeza y lanz un rugido feroz.2El rugido del conductor fue tan fuerte que hizo vibrar los cristales de las ventanillas. Algunos chicos gritaron aterrorizados. Mike y yo nos escondimos tras el respaldo del asiento que tenamos delante.Se ha convertido en un monstruo! susurr Mike con los ojos desorbitados por el miedo.Entonces omos una carcajada en la parte delantera del autocar.Me incorpor a tiempo para ver cmo el conductor se llevaba una mano a su brillante pelo azul. Estir y se arranc la cara.Se oyeron gritos horrorizados, pero enseguida nos dimos cuenta de que la cara que colgaba de la mano del conductor era una mscara. Se haba puesto una mscara de monstruo.Vi con alivio que su verdadera cara era completamente normal. Tena piel plida, pelo negro, escaso y muy corto, y ojos azules y pequeos. Rea, sacudiendo la cabeza y disfrutando con su broma.Esto siempre asusta a todo el mundo declar, levantando en alto la horrible mscara.Algunos corearon su risa, pero casi todos estbamos demasiado sorprendidos y confusos como para encontrarlo divertido.De pronto cambi su expresin.Todo el mundo fuera! orden ceudo.Accion una palanca y la puerta se abri con un ruido siseante.Dnde estamos? pregunt alguien.Pero el conductor hizo caso omiso de la pregunta. Arroj la mscara sobre el asiento, baj la cabeza para no golpearse contra el techo y sali rpidamente por la puerta.Me inclin por delante de Mike y mir por la ventana, pero no vi gran cosa. Slo kilmetros y kilmetros de terreno liso y amarillento interrumpido de tanto en tanto por rojos macizos rocosos. Pareca un desierto.Por qu tenemos que salir aqu? pregunt Mike, volvindose hacia m. Me di cuenta de que esba realmente preocupado.Quizs eso es el campamento brome. A Mike mi comentario no le pareci nada gracioso.Todos nos sentamos aturdidos mientras bajbamos atropelladamente del autocar, empujndonos unos a otros. Mike y yo fuimos los ltimos en salir pues bamos sentados atrs del todo.Al apearme y pisar el duro suelo hice visera con la mano para protegerme los ojos del brillante sol de la tarde. Estbamos en una zona llana y despejada. El autocar se haba detenido junto a una plataforma de cemento del tamao de una pista de tenis.Debe de ser una especie de estacin de autocares le dije a Mike. Un apeadero o algo por el estilo.l tena las manos metidas en los bolsillos del pantaln. Dio una patada a la tierra pero no dijo nada.Al otro lado de la plataforma, Jay se estaba peleando con un chico con el que yo no haba hablado todava. Colin permaneca apoyado tranquilamente contra un costado del autocar. Las cuatro chicas se hallaban agrupadas en crculo en la parte delantera de la plataforma, hablando sosegadamente de algo.Observ que el conductor se diriga al costado del autocar y abra el maletero. Empez a sacar bolsas y mochilas y a llevarlas a la plataforma de cemento.Un par de chicos se haban sentado en el borde de la plataforma para ver actuar al conductor. Al otro lado, Jay y algunos otros jugaban a ver quin arrojaba ms lejos las piedras rojas que haba en el suelo.Mike, con las manos metidas todava en los bolsillos, se acerc por detrs al sudoroso conductor.Eh, dnde estamos? Por qu paramos aqu? le pregunt nerviosamente.El conductor hizo caso omiso de las preguntas y sac del maletero una voluminosa y pesada bolsa negra. Mike le repiti las preguntas, y el conductor volvi a pasar olmpicamente de l.Con paso lento y arrastrando los pies sobre el duro suelo, Mike regres a donde yo me encontraba. Pareca realmente preocupado. Yo me senta confundido pero no preocupado. Quiero decir que vea cmo el conductor iba sacando tranquilamente los equipajes. El hombre saba lo que se haca.Por qu no quiere contestarme? Por qu no nos dice nada? pregunt Mike.Yo senta que Mike estuviese tan nervioso, pero no quera seguir oyendo sus preguntas. Me estaba empezando a poner nervioso a m tambin.Me separ de l y me dirig hacia donde estaban las cuatro chicas. Al otro lado, Jay y sus amigos continuaban con su competicin de tirar piedras.Dawn me sonri al verme, pero enseguida apart la vista. Es realmente guapa, pens. Sus cabellos rubios centelleaban a la luz del sol.Eres de Center City? me pregunt su amiga Dori, entornando los ojos en su pecosa cara para protegerlos del sol.No respond. Soy de Midlands. Est al norte de Center City. Cerca de Outreach Bay.Ya s dnde est Midlands! exclam Dori con tono irritado. Las otras tres chicas se echaron a rer.Yo not que me ruborizaba.Cmo te llamas? pregunt Dawn, mirndome con sus verdes ojos.Billy respond.Mi pjaro se llama Billy! exclam, y todas rieron de nuevo.Adnde vais las chicas? pregunt rpidamente para cambiar de tema. A qu campamento, me reero.Al Campamento Pesadilla. Hay uno para chicos y otro para chicas respondi Doris. Este autocar lleva a los dos.Est vuestro campamento cerca del nuestro? pregunt. Ni siquiera saba que hubiese un Campamento Pesadilla para chicas.Dori se encogi de hombros.No lo sabemos. Es el primer ao que venimos dijo Dawn.S, es la primera vez confirm Dori.Yo tambin es la primera vez que vengo indiqu. No s por qu habremos parado aqu.Las chicas se encogieron de hombros.Vi que Mike se mova inquieto a mi espalda, todava ms asustado. Me gir y me dirig hacia l.Mira me dijo. El conductor ha terminado de sacar nuestras cosas.Me volv en el momento en que el conductor cerraba de golpe la puerta del maletero.Qu ocurre? exclam Mike. Va a recogemos alguien aqu? Por qu ha descargado todas nuestsas?Voy a averiguarlo respond con tono sereno. Ech a correr en direccin al conductor. ste se hallaba en pie ante la puerta abierta del autocar, secndose con lamanga corta de la camisa de su uniforme el sudor que le cubra la frente.Cuando vio que me acercaba se apresur a subir al autocar. Se instal ante el volante y se puso una visera verde sobre la frente mientras yo llegaba hasta la puerta.Va a venir alguien a recogernos? le pregunt.El conductor accion la palanca, y la puerta del autocar se cerr de golpe delante de mis narices. El motor se puso en marcha con un rugido, y un chorro de humo brot del tubo de escape.Eh! grit, golpeando con furia el cristal de la puerta.Tuve que dar un salto hacia atrs cuando el autocar comenz a avanzar con un chirrido mientras los neumticos rechinaban sobre la apelmazada tierra.Eh! exclam. No hace falta que me atropelle!Me qued mirando furioso el autocar, que se alejaba brincando por la carretera entre el rugido de su motor. Despus me volv hacia Mike. Estaba de pie junto a las cuatro chicas, que tambin parecan preocupadas.Se se ha marchado balbuce Mike mientras me acercaba a ellos. Nos ha dejado abandonados aqu, en medio del desierto.Nos quedamos mirando cmo se alejaba el autocar por la carretera hasta desaparecer en el horizonte, cada vez ms oscuro a medida que caa el sol. El silencio era absoluto.Instantes despus, omos los aullidos aterradores. Muy cerca. Cada vez ms cerca.3Qu qu es eso? tartamude Mike.Nos volvimos hacia donde sonaban los escalofriantes aullidos, que parecan proceder del otro lado de la plataforma. Yo pens al principio que Jay, Colin y otros amigos nos estaban gastando una broma, aullando de aquel modo para asustarnos, pero entonces vi sus ojos desencajados y la expresin de espanto reflejada en sus rostros. Jay, Colin y los dems se haban quedado petrificados. No eran ellos los que producan aquellos sonidos.Los aullidos se iban acercando cada vez ms.Y entonces los vi a lo lejos, ms all de la plataforma. Eran pequeas y oscuras criaturas que se deslizaban rpidamente, pegadas a la tierra llana, echando hacia atrs la cabeza y lanzando excitados aullidos mientras avanzaban hacia nosotros.Qu son? exclam Mike, ponindose a mi lado.Son coyotes? pregunt Dori con voz temblorosa.Espero que no! exclam una de las chicas.Subimos todos a la plataforma de cemento y nos acurrucamos detrs de nuestras bolsas y mochilas. Los aullidos sonaban con ms fuerza a medida que las criaturas se iban aproximando. Poda ver ya decenas de ellas. Volaban hacia nosotros sobre la tierra llana como si las impulsara el viento.Socorro! Socorro! grit Mike.Jay, que estaba junto a m, an tena en la mano dos de las piedras rojizas que haba estado utilizando en la competicin.Coged piedras! gritaba frenticamente. Quiz consigamos asustarlos y hacerles escapar!Las criaturas se detuvieron a pocos metros de la plataforma de cemento y se irguieron amenazadoras sobre sus patas traseras.Acurrucado entre Mike y Jay, ahora poda verlas con toda claridad. Eran lobos, linces, o algo por el estilo. Erguidos como estaban, tenan casi un metro de altura.Tenan cuerpos flacos, casi esquelticos, y su piel era rojiza y moteada. Sus zarpas mostraban unas uas largas y plateadas, y la cabeza era casi tan flaca como el cuerpo. Minsculos ojillos enrojecidos nos miraban famlicos. Sus alargadas bocas se abran y cerraban mostrando una doble fila de plateados dientes que semejaban puales.No! No! No! Mike se dej caer de rodillas, con todo su cuerpo convulsionado en un estremecimiento de terror.Algunos chicos gritaban, otros miraban boquiabiertos, en aturdido silencio, a las criaturas que se aproximaban.Yo estaba demasiado asustado para gritar, moverme o hacer cualquier otra cosa.Miraba fijamente a la fila de criaturas mientras el corazn me golpeaba con fuerza el pecho, y senta la boca tan seca como si fuese de algodn.Las criaturas quedaron en silencio. Se hallaban a unos metros de la plataforma, erguidas, y nos miraban con ojos hambrientos, abriendo y cerrando las mandbulas ruidosamente. De la boca comenz a fluirles una espuma blanquecina.Van a atacar! grit un chico.Parecen hambrientos! o decir a una de las chicas.La espuma blanquecina desbordaba por encima de sus afilados dientes. Continuaron estrechando sus mandbulas con secos chasquidos. El ruido sonaba como el de una docena de trampas de acero al cerrarse.De pronto uno de ellos salt al borde de la plataforma.No! gritaron varios chicos al unsono.Nos apretamos ms unos contra otros, tratando de mantenernos acurrucados tras el montn de bolsas y mochilas.Otra criatura subi a la plataforma. Luego, tres ms.Retroced un paso.Vi que Jay echaba el brazo hacia atrs y lanzaba una piedra rojiza contra una de las espumeantes criaturas. La piedra golpe ruidosamente contra la plataforma y sali despedida hacia fuera.Las criaturas se mantuvieron impertrritas. Arquearon los lomos, disponindose al ataque.Empezaron a rechinar los dientes con un agudo sonido y se acercaron todava un poco ms.Jay tir otra piedra, que alcanz en el costado a una de las criaturas. sta lanz un estridente chillido de sorpresa pero continu avanzando sin detenerse, con sus ojos enrojecidos fijos en Jay, y entrechocando ruidosamente las mandbulas.Fuera! chill Dori con voz temblorosa. Fuera de aqu! Marchaos!Pero sus gritos no surtieron ningn efecto.Las criaturas continuaban avanzando.Corred! apremi yo. Corred!No podemos correr ms que ellos! grit alguien.Los chasquidos de las mandbulas fueron aumentando de intensidad hasta que pareci como si nos hallramos rodeados por un muro ensordecedor.Las horribles criaturas se agazaparon para saltar.Corred! repet. Vamos, corred!Mis piernas se negaban a cooperar. Las senta flojas, como si fuesen de goma.Al intentar huir de las criaturas retroced, cayendo de espaldas por el borde de la plataforma. Cuando mi cabeza choc contra el duro suelo vi infinidad de estrellas. Comprend que me iban a devorar. No tena escape.4O el grito de ataque como el aullido de una sirena. O el roce de las largas uas de las criaturas sobre la plataforma de cemento. O los gritos y alaridos de los aterrorizados campistas.Luego, mientras pugnaba frenticamente por incorporarme, o el estruendo ensordecedor.Al principio cre que se trataba de una explosin. Pens que haba estallado la plataforma, pero al volverme vi el rifle. Otro disparo. Una nubecilla de humo blanco se elev en el aire. Las criaturas giraron en redondo y emprendieron la huida, en silencio ahora, pegadas al suelo y con el rabo entre sus peludas patas.Ja, ja! Mirad cmo corren! El hombre mantena el rifle apoyado contra el hombro mientras observaba cmo huan las criaturas.Detrs de l haba un largo autocar verde.Me puse en pie y me sacud el polvo.Todo el mundo rea ahora, dando saltos de alegra por habernos librado en el ltimo momento del horrible peligro que nos amenazaba. Yo estaba todava demasiado alterado para celebrarlo.Corren como conejos! exclam el hombre con voz retumbante, al tiempo que bajaba el rifle.Un momento despus comprend que el hombre haba salido del autocar del campamento para salvarnos, y que no lo habamos odo llegar debido a los gritos de ataque de los animales.Ests bien, Mike? pregunt, dirigindome hacia mi nuevo amigo, que pareca asustado.Me parece que s respondi titubeante. Me parece que estoy bien.Dawn me dio una palmada en la espalda, sonriente.Estamos perfectamente! exclam. Estamos perfectamente!Nos agrupamos delante del hombre que sostena el rifle. Era corpulento, de rostro colorado y casi totalmente calvo a excepcin de una franja de pelo rizado y amarillento que le daba la vuelta a la cabeza, salvo en la frente, claro. Luca un poblado bigote rubio bajo su enorme nariz ganchuda, y bajo las peludas cejas rubias brillaban sus diminutos ojillos de pjaro.Hola, chicos! Soy to Al, vuestro amigo y director del campamento. Espero que os haya gustado la bienvenida al Campamento Pesadilla dijo con voz grave.O unas cuentas respuestas entre dientes.Apoy el rifle en el autocar y avanz unos pasos hacia nosotros, observando nuestras caras. Llevaba pantalones cortos blancos y una camiseta de color verde brillante que se tensaba sobre su prominente barriga. Dos jvenes, vestidos tambin de verde y blanco, bajaron del autocar. Los dos mostraban una expresin seria.Vamos a cargar les indic to Al con su voz grave.No se excus por haberse retrasado, no ofreci ninguna explicacin sobre los extraos animales ni pregunt si nos encontrbamos bien despus del susto que habamos sufrido.Los dos monitores empezaron a introducir los bultos en el compartimento de equipajes del autocar.Este ao parece un buen grupo grit to Al. A las chicas os dejaremos primero, al otro lado del ro. Luego os instalaremos a los chicos.Qu eran esos horribles animales? pregunt Dori.To Al hizo como si no la hubiera odo.Empezamos a subir al autocar. Busqu a Mike y lo encontr hacia el final de la cola. Estaba plido y pareca realmente alterado.He he pasado miedo de verdad confes.Pero estamos bien le tranquilic. Ahora podemos descansar y divertirnos.Estoy hambriento se quej Mike. No he comido en todo el da.No tendrs hambre cuando pruebes la comida del campamento le dijo uno de los monitores, que lo haba odo.Subimos al autocar y yo me sent al lado de Mike. Oa los ruidos que le haca el estmago. De pronto me di cuenta de que yo tambin estaba muerto de hambre. Arda en deseos de ver qu aspecto tena el Campamento Pesadilla. Esperaba que no se hallara muy lejos.A qu distancia est nuestro campamento? pregunt a to Al, que se haba sentado al volanteNo pareci orme.Eh, Mike, ya estamos en marcha! exclam alegremente mientras el autocar comenzaba a rodar por la carretera.Mike se esforz en sonrer.Menos mal que nos vamos de aqu!Curiosamente, el viaje no dur ni cinco minutos.Todos manifestamos entre murmullos nuestra sorpresa por la brevedad del trayecto. Por qu no nos haba llevado hasta all el primer autocar?Apareci un gran letrero de madera que indicaba Campamento Pesadilla, y to Al desvi el autocar a un camino de grava que atravesaba un bosquecillo y conduca al campamento. Seguimos el estrecho y sinuoso camino y cruzamos un pequeo ro de aguas oscuras. Aparecieron varias cabaas.Campamento de las chicas anunci to Al. El autocar se detuvo para que bajasen las cuatro chicas. Dawn me salud con la mano al descender.Minutos despus llegamos al campamento de los chicos. Por la ventana del autocar divis una hilera de pequeas cabaas blancas. En lo alto de una colina que ascenda en suave pendiente haba un amplio edificio de madera blanca, probablemente destinado a lugar de reuniones o comedor.En el borde de un prado, tres monitores, los tres vestidos con pantaln blanco y camiseta verde, se hallaban ocupados en encender una hoguera en un amplio hoyo de barbacoa.Eh, mira, tenemos carne a la parrilla! exclam, dirigindome a Mike. Estaba empezando a sentirme realmente excitado.Mike sonri tambin. Se le haca la boca agua slo de pensar en comer!El autocar se detuvo bruscamente al extremo de la hilera de cabaas. To Al se levant enseguida y se volvi hacia nosotros.Bienvenidos al magnfico Campamento Pesadilla! bram. Bajad y poneos en fila para que os asignemos vuestras cabaas. Despus de cenar nos veremos en la fogata de campamento.Bajamos alborozadamente del autocar. Jay palmeaba con entusiasmo a un chico en la espalda. Creo que todos nos sentamos mucho mejor y nos habamos olvidado ya de nuestra pequea aventura.Me ape e hice una profunda inspiracin. El aire era fresco, sano y fragante. Detrs del edificio blanco de la colina vi una larga hilera de rboles.Mientras haca cola, busqu con la vista la orilla del ro. Poda or el suave rumor del agua tras una espesa fila de rboles, pero no poda verlo.A Mike, Jay, Colin y a m nos asignaron la cabaa 4. No tena nombre, slo nmero: cabaa 4.Era realmente pequea, de techo bajo y con ventanas en dos lados, con capacidad para seis campistas. Haba literas junto a tres de las paredes y una alta estantera en la cuarta pared, con un pequeo espacio cuadrado en medio.No haba cuarto de bao. Supuse que estara en otro edificio.Cuando entramos en la cabaa vimos que una de las camas ya se hallaba adjudicada. Estaba cuidadosamente hecha, con la manta verde bien estirada, con varias revistas deportivas y un magnetfono encima.Esto debe de ser de nuestro monitor dijo Jay, inspeccionando el magnetfono.Espero que no tengamos que ponernos esas horribles camisetas verdes coment Colin, sonriendo. Todava llevaba las gafas de sol de cristales reflectantes aunque ya casi se haba puesto el sol y el interior de la cabaa estaba casi tan oscuro como si fuese de noche.Jay eligi una de las literas superiores, y Colin la situada debajo de ella.Puedo quedarme yo con esta baja? me pregunt Mike. Por la noche suelo dar muchas vueltas y tengo miedo de caerme de una alta.Desde luego, no hay problema respond. De todos modos, yo prefera la litera alta. Sera mucho ms divertido.Espero que no ronquis dijo Colin.De todas maneras, aqu no vamos a dormir seal Jay. Estaremos de juerga toda la noche! Ldio juguetonamente una palmadita a Mike en la espalda pero con tanta fuerza que lo lanz violentamente contra el armario.Eh! gimi Mike. Me has hecho dao!Perdona. Es que no controlo mi propia fuerza respondi Jay, dirigiendo una sonrisa a Colin.Se abri la puerta de la cabaa y entr un tipo pelirrojo con la cara completamente cubierta de pecas oscuras y una gran bolsa de plstico gris en la mano. Era alto y muy delgado, y vesta pantaln corto blanco y camiseta verde.Hola, chicos dijo, y dej caer la bolsa en el suelo al tiempo que soltaba un gruido. Nos observ con atencin, y despus seal la bolsa. Ah tenis sbanas y mantas. Haceos las s y procurad que queden tan bien como la ma. Seal la litera situada junto a la ventana que tena encima del magnetfono.Eres nuestro monitor? pregunt.Asinti con la cabeza.S. Yo soy el afortunado. Se volvi y se dispuso a salir.Cmo te llamas? le pregunt Jay desde atrs.Larry respondi, abriendo la puerta. Vuestras cosas estarn aqu dentro de unos minutos nos dijo. Podis disputaros los cajones. Dos de ellos estn cerrados y no se pueden abrir.Empez a salir, y luego se volvi hacia nosotros.No toquis mis cosas.La puerta se cerr de golpe a su espalda. Mir por la ventana y lo vi alejarse rpidamente a grandes zancadas, sacudiendo la cabeza mientras caminaba.Un gran tipo dijo Colin con sarcasmo.Realmente simptico aadi Jay, meneando la cabeza.Acto seguido nos lanzamos sobre la bolsa de plstico para sacar las sbanas y las mantas de lana. Jay y Colin se enzarzaron en una discusin por una manta que segn ellos era ms suave que las otras. Yo ech una sbana sobre mi colchn y empec a subirme a la litera para remeterla por los bordes. Estaba hacia la mitad de la escalera cuando o el grito de Mike.5Mike estaba justamente debajo de m, hacindose la cama. Su grito fue tan fuerte que estuve en un tris de caerme de la escalera.Salt al suelo, con el corazn en un puo, y me acerqu a l.Mike retrocedi, apartndose de su litera, con la mirada fija ante s y la boca abierta en una mueca de horror.Qu pasa, Mike? pregunt. Qu te ocurre?Se serpientes! balbuce Mike, sin apartar la vista de su cama sin hacer.Qu? Segu su mirada. Estaba demasiado oscuro para ver algo.Coln se ech a rer.Es una broma muy vieja! exclam.Larry te ha metido serpientes de goma en la cama dijo Jay, acercndose sonriente a nosotros.No son de goma! Son de verdad! porfi Mike con voz temblorosa.Jay se ech a rer y mene la cabeza.No puedo creer que hayas picado con un truco tan viejo. Dio unos pasos en direccin a la cama y se detuvo. Eh!Me acerqu, y entonces vi las serpientes. Se erguan de entre las sombras y arqueaban sus esbeltas cabezas, echndose hacia atrs como si se dispusieran al ataque.Son de verdad! exclam Jay, volvindose hacia Colin. Dos!Lo ms seguro es que no sean venenosas aventur Colin, acercndose ms.Las dos serpientes lanzaron furiosos silbidos y se irguieron a ms altura sobre la cama. Ambas eran largas y delgadas, tenan la cabeza ms ancha que el cuerpo y agitaban la lengua de un lado a otro al tiempo que se arqueaban amenazadoramente.Me dan miedo las serpientes murmur Mike.Seguro que ellas te tienen miedo a ti! brome Jay, dndole una palmada en la espalda.Mike dio un respingo. No estaba de humor para las bromas de Jay.Tenemos que llamar a Larry o a alguien dijo.Ni hablar! insisti Jay. T puedes dar buena cuenta de ellas, Mike. Slo son dos!Jay empuj en broma a Mike hacia la cama para asustarle, pero Mike tropez y cay sobre ella. Las serpientes se lanzaron al instante sobre l. Vi cmo una de ellas clavaba sus dientes en la mano de Mike, que se puso en pie. Al principio no reaccion, pero enseguida lanz un grito ensordecedor.Dos gotas de sangre aparecieron en el dorso de su mano derecha. Se las qued mirando, y al instante se agarr la mano.Me ha mordido! grit.Oh, no! exclam yo.Ha perforado la piel? pregunt Coln. Sale sangre?Jay se adelant rpidamente y agarr a Mike por el hombro.Perdona, no sabes cunto lo siento dijo. Yo no queraMike solt un gemido.Duele mucho murmur. Respiraba trabajosamente, con jadeos que le agitaban el pecho en ruidosas convulsiones.Las serpientes, enroscadas en el centro de su litera, empezaron a silbar de nuevo.Ser mejor que vayas a la enfermera dijo Jay, con la mano apoyada todava en el hombro de Mike. Yo te acompao.N no balbuce Mike.Tena la cara ms plida que un muerto. Se apret con fuerza la mano.Ir yo solo! Sali de la cabaa a toda velocidad. La puerta se cerr de golpe tras l.Jo, yo no quera empujarle, de verdad nos explic Jay. Estaba realmente afectado. Slo bromeaba para asustarle un poco. No quera que se cayese niQu vamos a hacer con ellas? le interrump, sealando a las dos serpientes enroscadas.Llamar a Larry se ofreci Colin. Ech a andar en direccin a la puerta.No, espera! exclam. Mira, estn sobre la sbana de Mike, verdad?Jay y Colin siguieron la direccin de mi mirada hacia la cama. Las serpientes volvieron a erguirse y a arquearse, disponindose a morder de nuevo.Y qu? pregunt Jay, rascndose el pelo desgreado.Pues que podemos envolverlas en la sbana y llevarlas afuera respond.Jay se me qued mirando.Ojal se me hubiera ocurrido eso. Venga, vamos a hacerlo!Os van a morder advirti Colin.Mir a las serpientes; pareca como si tambin ellas me estuvieran mirando a m.No pueden mordemos a travs de la sbana dije.Pero pueden intentarlo! exclam Colin, echndose hacia atrs.Si actuamos con rapidez repliqu, avanzando cautelosamente en direccin a la cama, podemos envolverlas antes de que se den cuenta de lo que pasa.Las serpientes silbaron amenazadoramente y se irguieron ms an.Y cmo han llegado hasta aqu? pregunt Colin.Quiz todo el campamento est infestado de serpientes indic Jay, sonriendo. Quiz t tambiienes unas cuantas en tu cama, Colin. Solt una carcajada.Bueno, un poco de seriedad exclam con tono severo, sin dejar de mirar fijamente a las enroscadas serpientes. Lo intentamos o no?S, vamos a probarlo respondi Jay. Se lo debo a Mike.Colin permaneci en silencio.Seguro que podra agarrar una por la cola y tirarla por la ventana dijo Jay. T podras hacer lo mismo con la otra yPrimero probemos mi plan suger en voz baja.Nos deslizamos sigilosamente en direccin a las serpientes, caminando de puntillas. Resultaba un poco tonto pues nos estaban mirando.Seal un extremo de la sbana que estaba metido debajo del colchn.Agarra de ah indiqu a Jay. Y luego estira.Titube.Y si fallo, o si fallas t?Entonces nos veremos en apuros respond con gesto sombro, y alargu la mano hacia el otro extremo de la sbana, sin apartar los ojos de las serpientes. Preparado? A la de tres susurr.Con el alma en un hilo, apenas pude murmurar:Una, dos, tres.Agarramos los extremos de la sbana.Estira! grit con una voz tan aguda que me pareci imposible que procediese de mi boca.Levantamos la sbana y unimos los extremos, formando una especie de envoltorio. Las serpientes se retorcan frenticamente. Oa los chasquidos de sus mandbulas. Se contorsionaban con tal violencia que el envoltorio se balanceaba de un lado a otro.No les gusta coment Jay mientras corramos hacia la puerta, llevando el envoltorio en medio de los dos y procurando mantenernos lo ms apartados posible de l.Empuj la puerta con el hombro y salimos a la hierba.Y ahora qu? pregunt Jay.Sigue corriendo respond. Vi que una de las serpientes asomaba la cabeza. Aprisa!Pasamos a la carrera por delante de las cabaas en direccin a un grupo de arbustos. Ms all se extenda un bosquecillo de rboles bajos. Al llegar a l, balanceamos el envoltorio hacia atrs y arrojamos la sbana contra los rboles. La sbana se abri al caer en el suelo. Las dos serpientes salieron al instante y se refugiaron entre los rboles.Jay y yo lanzamos sonoros suspiros de alivio. Permanecimos all unos instantes, encorvados, con las manos en las rodillas, tratando de recobrar el aliento. Me puse en cuclillas y busqu con la mirada a las serpientes, pero se haban escabullido al abrigo de la vegetacin. Me incorpor.Creo que deberamos recuperar la sbana de Mike dije.Probablemente no querr dormir en ella apunt Jay, pero alarg la mano y la cogi de la hierba. Hizo una bola con ella y me la arroj. Seguro que est chorreando veneno de serpiente dijo, haciendo una mueca de repugnancia.Cuando regresamos a la cabaa, Colin ya se haba hecho la cama y estaba sacando sus cosas, que iba colocando en el cajn superior del armario. Se volvi al ornos entrar.Qu tal os ha ido? pregunt con tono despreocupado.Ha sido horrible respondi al instante Jay con expresin sombra. Nos han mordido a los dos. Dos veces.No sabes mentir! replic Colin, rindose. Ni siquiera deberas intentarlo.Jay ri tambin.Colin se volvi hacia m.Eres un hroe dijo.Gracias por tu ayuda le espet sarcsticamente Jay.Colin empez a contestar, pero en aquel momento se abri la puerta y Larry asom su pecosa cara.Qu tal os va? pregunt. An no habis terminado?Hemos tenido un pequeo problema le dijo Jay.Dnde est el otro chico, el gordito? pregunt Larry, bajando la cabeza al entrar para no golpearse con el dintel.A Mike le ha mordido una serpiente indiqu.Haba dos serpientes en su cama dijo Jay.Larry permaneci imperturbable. No pareca sorprendido en absoluto.Y adonde ha ido? pregunt con tono indiferente mientras mataba de una palmada un mosquito que tena en el brazo.Le estaba sangrando la mano. Ha ido a la enfermera para que le curen respond.Qu? exclam Larry, boquiabierto.Ha ido a la enfermera repet.Larry ech la cabeza hacia atrs y solt una carcajada.Enfermera? exclam, riendo a mandbula batiente. Qu enfermera?6Se abri la puerta y entr Mike, agarrndose todava la mano herida. Estaba plido y pareca asustado.Dicen que no hay enfermera me explic.Entonces vio a Larry, encaramado en su litera.Larry, mira mi mano dijo. Levant la mano para que el monitor pudiera verla. Estaba manchada de sangre.Larry baj de la litera.Creo que tengo algunas vendas murmur.Sac de debajo de su litera una caja negra y alargada y empez a rebuscar en ella. Mike permaneca en pie a su lado, sostenindose la mano, de la que caan gotas de sangre que se estrellaban contra el suelo de la cabaa.Dicen que no hay enfermera en el campamento repiti.Larry sacudi la cabeza.Si te haces dao en este campamento dijo a Mike con expresin grave, tienes que apartelas t solo.Creo que se me est hinchando un poco la mano indic Mike.Larry le entreg un rollo de vendas.El lavabo est al final de esta fila de cabaas explic a Mike, cerrando la caja y metindola de nuevo bajo la cama. Ve a lavarte la mano y vndatela. Date prisa. Es casi la hora de la cena.Mike cogi el rollo de vendas con la mano sana y se apresur a salir para seguir las instrucciones de Larry.A propsito, cmo habis sacado las serpientes de aqu? pregunt Larry, paseando la vista p la cabaa.Las llevamos envueltas en la sbana de Mike respondi Jay. Me seal con el dedo. Fue idea de Billy.Larry me mir fijamente.Me asombras, Billy dijo. Ha sido una accin muy valiente.Quizs es que he heredado algo de mis padres respond. Son cientficos. Exploradores ms bien. Se pasan meses enteros explorando los lugares ms salvajes.Bueno, el Campamento Pesadilla es bastante salvaje observ Larry. Y ms vale que tengis cuidado, os lo advierto. Su expresin se torn seria. Aqu no hay enfermera ni enfermeros. To Al no es partidario de derrochar delicadezas con vosotros.Las salchichas de los bocadillos estaban completamente quemadas, pero estbamos tan hambrientos que no nos import. Yo engull tres bocadillos en menos de cinco minutos. Creo que en mi vida he tenido tanta hambre.La fogata estaba en un claro rodeado por un crculo de piedras blancas y redondas. Detrs de nosotros se alzaba sobre la colina el edificio de madera blanca. Delante, una tupida hilera de rboles formaba una valla que ocultaba el ro a nuestra vista. A travs de una pequea abertura entre los rboles pude ver el brillo parpadeante de otra fogata a lo lejos, al otro lado del ro. Me pregunt si sera la fogata del campamento de las chicas.Pens en Dawn y Dori. Me preguntaba si alguna vez nos reuniramos los dos campamentos, si las vera de nuevo.La cena en torno a la gran fogata pareci poner de buen humor a todo el mundo. Jay, que estaba sentado a mi lado, fue el nico que se quej de que los perritos calientes estuvieran quemados. Pero aun as l solito se trag cuatro o cinco.Mike tena dificultades para comer por culpa de su mano vendada. Cuando se le cay el primer perrito caliente, pens que se iba a echar a llorar, pero al final de la cena estaba de mucho mejor humor. Aunque la mano herida se le haba hinchado un poco, l deca que no le dola tanto como antes.Resultaba fcil localizar a los monitores. Todos llevaban idnticos pantalones cortos blancos y camisetas verdes. Seran unos ocho o diez, todos jvenes, de unos diecisis o diecisiete aos. Coman juntos, en silencio, apartados de nosotros. Yo tena la vista fija en Larry, pero l no se volvi ni una sola vez a mirarnos. Me estaba preguntando si Larry sera tmido o, sencillamente, si los campistas le importbamos un pepino. De pronto to Al se puso en pie y nos hizo seas con las dos manos para que guardramos silencio.Quiero daros la bienvenida al Campamento Pesadilla empez. Espero que hayis instalado ya vuestras cosas y os encontris cmodos en vuestras cabaas. S que la mayora de vosotros es la primera vez que acuds a un campamento.Hablaba rpidamente, sin pausas entre las frases, como si hubiera dicho ya mil veces todo aquello y estuviera deseando terminar.Quisiera exponer algunas de nuestras normas bsicas continu. Primera, las luces se apagan a las nueve en punto.Se oyeron algunas protestas.Tal vez creis que podris saltaros esta regla prosigui Al, sin hacer caso de las quejas. Quiz pensis que podris escabulliros de vuestras cabaas para reuniros o dar un paseo junto al ro. Pero os advierto desde ahora mismo que no lo vamos a permitir y que disponemos de medios eficaces para hacer cumplir esta norma.Hizo una pausa para aclararse la garganta. Algunos chicos se estaban riendo de algo por lo bajo. Jay eruct ruidosamente, lo que provoc ms risas. To Al pareci no darse cuenta de nada.Al otro lado del ro est el campamento de las chicas continu, haciendo un gesto en direccin a los rboles. Quiz podis ver su fogata. Bien, pues quiero que quede bien claro que est terminantemente prohibido ir nadando o remando hasta el campamento de las chicas.Algunos chicos lanzaron un sonoro gemido, lo que nos hizo rer a todos, incluso a algunos de los monitores. To Al se mantuvo serio.Los bosques que rodean el campamento estn llenos de osos continu. Vienen al ro a baarse y a beber, y generalmente estn hambrientos.Esto provoc otra sonora reaccin entre todos los que nos hallbamos sentados en torno a la fogata. Alguien lanz un gruido, y otro chico grit. Nos echamos todos a rer.No os reiris si un oso os clava las garras en la cabeza exclam severamente to Al.Se volvi hacia el grupo de monitores que permaneca fuera de nuestro crculo.Larry, Kurt, venid aqu orden.Los dos monitores se pusieron dcilmente en pie y caminaron hasta el centro del crculo, donde se situaron junto a to Al.Quiero que a los nuevos campistas les hagis una demostracin del comportamiento que deben seguir cuando, bueno, quiero decir si son atacados por un oso.Inmediatamente, los dos monitores se echaron de bruces en el suelo. Quedaron tendidos boca abajo, cubrindose la nuca con las manos.Muy bien. Espero que prestis todos mucha atencin! exclam con voz potente el director del campamento. Tapaos la cabeza y el cuello y procurad no moveros. Hizo una sea a los dos monitores. Gracias, muchachos. Podis levantaros.Han atacado aqu los osos alguna vez? pregunt, haciendo bocina con las manos para que el to Al pudiera orme.Se volvi hacia m.Dos veces el verano pasado respondi.Varios chicos contuvieron una exclamacin.El resultado no fue nada bonito continu to Al. Es difcil quedarse quieto cuando un oso enorme te est pateando y babeando encima. Pero si te mueves Dej la frase en el aire, encomendando el resto a nuestra imaginacin.Sent que un escalofro me recorra la espalda. No quera pensar en osos ni en ataques de osos.A qu clase de campamento me haban mandado mis padres? Estaba impaciente por llamarles para contarles todo lo que ya haba sucedido.To Al esper hasta que volvimos a quedar todos en silencio, y entonces seal hacia un lado.Veis aquella cabaa de all? pregunt.A la dbil luz del atardecer distingu una cabaa situada hacia la mitad de la colina en que se alzaba el edificio. Pareca ms grande que las otras y daba la impresin de que estuviera inclinada, medio volcada hacia un lado, como si el viento hubiese intentado derribarla.Quiero que todos veis bien esta cabaa advirti to Al con voz potente que se sobrepona al crepitar del fuego. Se la conoce con el nombre de la CabaaProhibida. No hablamos de esa cabaa ni nos acercamos nunca a ella.Sent otro escalofro al mirar en la griscea luz del crepsculo a la oscura construccin inclinada. Sent un pinchazo en la parte posterior del cuello y mat un mosquito de una palmada, aunque no con la suficiente rapidez como para evitar que me picase.Os voy a repetir lo que acabo de decir grit to Al, sealando todava la oscura edificacin de la colina. Aquello se conoce con el nombre de la Cabaa Prohibida. Nadie debe acercarse a ella. Nadie.Todo el mundo empez a hablar y a rer. Risa nerviosa, supongo.Por qu se le llama Cabaa Prohibida? pregunt alguien.Nunca hablamos de ella respondi secamente to Al.Jay se inclin hacia m y me susurr al odo:Tenemos que ir a verla de cerca.Me ech a rer. Luego me volv indeciso hacia Jay.Ests bromeando, verdad?l sonri y no dijo nada. Me volv de nuevo hacia el fuego. To Al nos estaba deseando una buena estancia y dicindonos que este ao tena muchas ganas de comenzar la vida de campamento.Y una norma ms! grit. Debis escribir a vuestros padres todos los das. Todos los das!mos que sepan lo bien que os lo pasis en el Campamento Pesadilla.Vi que Mike se agarraba con cuidado la mano derecha.Est empezando a darme pinchazos me dijo con aire asustado.Quiz Larry tenga algo para poner en la herida indiqu. Vamos a preguntrselo.To Al dio por terminada la reunin. Nos pusimos todos en pie, estirndonos y bostezando, y comenzamos a dirigirnos en pequeos grupos a nuestras cabaas.Mike y yo nos quedamos rezagados para hablar con Larry, que estaba conversando con los otros monitores. A todos les llevaba la cabeza, por lo menos.Eh, Larry! llam Mike.Para cuando nos abrimos paso por entre los grupos de chicos que iban en direccin contraria, Larry ya haba desaparecido.Quiz va a nuestra cabaa para asegurarse de que obedecemos la orden de apagar las luces suger.Vamos a ver respondi Mike con cierta inquietud.Pasamos rpidamente por delante de la fogata casi apagada. Haba dejado de crepitar pero an brillaba con intenso fulgor rojizo. Despus seguimos a lo largo de la curva de la colina en direccin a la cabaa 4.Me duele mucho la mano gimi Mike, sostenindola con cuidado ante s. Y no es por ganas de quejarme. Noto punzadas y se me est hinchando. Adems tengo escalofros.Larry sabr qu hacer respond, procurando hablar con tono tranquilizador.Eso espero dijo Mike con voz temblorosa.Nos paramos en seco al or los aullidos. Aullidos horribles, como los de un animal retorcindose de dolor, pero demasiado humanos para ser de un animal. Aullidos prolongados y penetrantes que desgarraban el aire y resonaban en la colina.Mike lanz un grito sofocado y se volvi hacia m. Incluso en la oscuridad vi el terror reflejado en su cara.Esos gritos susurr, vienen de la Cabaa Prohibida.7Pocos minutos despus Mike y yo entramos en nuestra cabaa.Jay y Colin se hallaban sentados, cada uno en su cama, con expresin tensa.Dnde est Larry? pregunt Mike con voz en la que se trasluca el miedo.No est aqu respondi Colin.Dnde est? chill Mike. Tengo que encontrarlo. Mi mano!No tardar en venir sugiri Jay.Yo poda or todava los extraos aullidos a travs de la ventana abierta.Os eso? pregunt dirigindome hacia la ventana y escuchando con atencin.Seguramente es un coyote dijo Colin.Los coyotes no allan as replic Mike. Su aullido es ms agudo.Cmo lo sabes? pregunt Colin, dirigindose hacia la litera de Larry y sentndose en la cama inferior.Lo hemos estudiado en la escuela respondi Mike.Otro aullido nos puso a todos en guardia.Parece un hombre sugiri Jay, con ojos brillantes de excitacin. Un hombre que lleva aos y aos encerrado en la Cabaa Prohibida.Mike trag saliva.Lo crees de verdad?Jay y Colin se echaron a rer.Qu hago con mi mano? pregunt Mike, levantndola. La tena realmente hinchada.Ve a lavrtela otra vez le dije, y ponte una venda limpia. Mir por la ventana, escrutando la oscuridad. No creo que Larry tarde en venir. Seguro que l sabe dnde encontrar algo para ponerte en la herida.Es increble que no haya enfermera se lament Mike. Cmo han podido mandarme mis padres an campamento en el que no hay enfermera ni enfermero ni nada?A to Al no le gusta derrochar delicadezas con nosotros dijo Colin, repitiendo las palabras de Larry.Jay se puso en pie y empez a imitar a to Al.Manteneos apartados de la Cabaa Prohibida! exclam con voz retumbante. Lo imitaba muy bien. No hablamos de esa cabaa ni nos acercamos nunca a ella!La imitacin de Jay nos hizo rer a todos, incluso a Mike.Esta noche tenemos que ir all! exclam Colin con entusiasmo. Tenemos que ir a explorarla inmediatamente!Omos otro prolongado y lastimero aullido que llegaba desde la colina, desde la direccin de la Cabaa Prohibida.Yo yo creo que no deberamos hacerlo replic Mike en voz baja mientras se examinaba la mano. Ech a andar hacia la puerta. Voy a lavarme esto. La puerta se cerr de golpe tras l.Est asustado se burl Jay.Yo tambin estoy un poco asustado confes. Quiero decir que esos horribles aullidosJay y Colin soltaron la carcajada.En todos los campamentos hay algo parecido a la Cabaa Prohibida. Eso se lo inventan los directores.S confirm Jay. A los directores de los campamentos les encanta asustar a los chavales. No tienen otra diversin que sa.Hinch el pecho e imit de nuevo a to Al.No salgis despus de que se apaguen las luces o no se volver a saber nada ms de vosotros! tron, y se ech a rer carcajadas.No hay nada en la Cabaa Prohibida dijo Colin meneando la cabeza. Lo ms probable es que est completamente vaca. Slo se trata de una broma, como esas historias de los fantasmas de campamento. Cada campamento tiene su propia historia de fantasmas.Cmo lo sabes? pregunt, dejndome caer en la cama de Mike. Ya habas estado en algn camo?No respondi Colin, pero tengo amigos que me han hablado de sus campamentos. Levant la mano y se quit por primera vez las gafas de espejo que llevaba. Tena unos ojos azules muy claros, como grandes canicas azules.De pronto omos el sonido de una corneta que repeta una meloda lenta y melanclica.sa debe de ser la seal para apagar las luces dije, bostezando. Empec a quitarme los zapatos. Estaba tan cansado que pensaba dormir vestido.Venga, vamos a explorar la Cabaa Prohibida insisti Jay. Podemos ser los primeros en hacerlo!Volv a bostezar.Yo estoy demasiado cansado les dije.Yo tambin aadi Colin. Se volvi hacia Jay. Qu tal maana por la noche?Jay puso cara de decepcin.Maana insisti Colin, arrojando los zapatos a un rincn y empezando a quitarse los calcetines.Yo en vuestro lugar no lo hara!La voz nos sobresalt a los tres. Nos volvimos hacia la ventana, donde de repente haba aparecido la cabeza de Larry. Nos sonri.Yo en vuestro lugar le hara caso a to Al dijo.Me pregunt cunto tiempo llevara escuchndonos. Nos estaba espiando deliberadamente?Se abri la puerta. Larry agach la cabeza al entrar. Se haba desvanecido su sonrisa.To Al no estaba bromeando dijo con expresin seria.Por supuesto que no replic sarcsticamente Colin. Subi a su cama y se desliz bajo la manta de lana.Supongo que el fantasma del campamento se abalanzar sobre nosotros si salimos despus de que apaguen las luces brome Jay, tirando una toalla al otro extremo de la habitacin.No. No hay ningn fantasma respondi Larry con voz tranquila. Pero Sabr s lo har. Abrijn y empez a buscar algo en su interior.Quin es Sabr? pregunt yo, completamente despierto de pronto.Sabr no es una persona, es una cosa respondi Larry con tono misterioso.Sabr es un monstruo de ojos rojos que se zampa un campista cada noche dijo burlonamente Colin. Se me qued mirando. No hay ningn Sabr, Larry nos est soltando otra de las tpicas historias de campamento.Larry dej de rebuscar en su cajn y mir a Colin.No, no os estoy soltando ninguna historia insisti en voz baja. Estoy tratando de evitaros problemas, no pretendo asustaros.Entonces, qu es Sabr? pregunt yo con impaciencia.Larry sac un jersey del cajn, que cerr acto seguido.No necesitis saberlo respondi.Venga, dinos qu es rogu.No lo va a decir asegur Colin.Os dir slo una cosa. Sabr os arrancar el corazn declar Larry sin levantar la voz.Jay solt una risa guasona.S, seguro.Hablo en serio! No estoy bromeando! Se meti el jersey por la cabeza. No me creis? Saliuna noche. Salid al encuentro de Sabr. Forceje para meter el brazo por la manga del jersey. Pero antes advirti, dejadme una nota con vuestra direccin para que yo sepa adonde mandar vuestras cosas.8La maana siguiente fue divertida. Nos despertamos muy temprano. El sol comenzaba a asomar por el horizonte y el aire estaba todava fresco y hmedo. Se oa el trinar de los pjaros. El sonido me record a mi casa. Mientras bajaba de la cama y me estiraba, pens en mis padres y sent deseos de llamarles por telfono para hablarles del campamento. Pero era slo el segundo da. Me resultara un poco embarazoso llamarles ya al segundo da.La verdad es que senta una terrible aoranza. Pero, por fortuna, no haba tiempo para la nostalgia. Despus de ponernos ropa limpia, corrimos al pabelln de la colina que serva de centro de reuniones, teatro y comedor.Mesas y bancos alargados se hallaban dispuestos en hileras rectas en el centro del enorme recinto. Las tablas del suelo y las paredes eran de madera de pino oscura. A gran altura, sobre nuestras cabezas, haba tambin vigas de pino. No se vean ventanas, as que pareca como si estuvisemos metidos en una cueva enorme y oscura.El estrpito de platos, tazas y cubiertos entrechocando unos con otros resultaba ensordecedor. Nuestras carcajadas retumbaban en el elevado techo y reverberaban en las paredes de madera. Mike me grit algo desde el otro lado de la mesa pero no pude orle debido al jaleo.Algunos se quejaban de lo que haba para desayunar, pero a m me pareca bien. Tenamos huevos revueltos, beicon, patatas fritas, tostadas y zumos de frutas. Yo nunca desayunaba tanto en casa, pero estaba muerto de hambre y me lo zamp todo.Despus de desayunar nos alineamos en el exterior del pabelln para formar diferentes grupos de actividades. El sol estaba ya alto en el cielo. Iba a hacer autntico calor. Nuestras excitadas voces resonaban por la suave colina. Todos reamos y hablbamos, y nos sentamos de maravilla.Delante de nosotros se hallaban Larry y otros dos monitores, con las listas sujetas a una tablilla en la mano, protegindose los ojos del brillante sol mientras nos dividan en grupos. El primero, integrado por unos diez chicos, se puso en marcha en direccin al ro para darse un bao.Los hay con suerte, pens. Yo estaba deseando bajar a la orilla, a ver cmo era el ro.Mientras esperaba a que leyeran mi nombre, divis un telfono de monedas en la pared del pabelln. Pens de nuevo en mis padres. Decid llamarles despus. Estaba ansioso por describirles el campamento y hablarles de mis nuevos amigos.Bien, muchachos. Seguidme hasta el campo de juego nos orden Larry. Vamos a jugar nuestro primer partido de pichi.Unos doce chicos, entre ellos todos los de mi cabaa, seguimos a Larry colina abajo en direccin a la extensin de hierba que formaba el campo de juego.Ech a correr al trote para alcanzar a Larry, que siempre caminaba a zancadas con sus largas piernas, como si tuviese una prisa terrible.Despus de esto iremos a nadar? pregunt.Sin aflojar el paso, mir la hoja de papel que llevaba sujeta a la tablilla.Supongo que s respondi. Necesitaris daros un bao despus del partido porque ahora vais sudar.Has jugado alguna vez a pichi? me pregunt Jay mientras intentbamos mantenernos a la altura de Larry.S, desde luego respond. En la escuela jugbamos mucho a eso.Larry se detuvo en el extremo del amplio campo verde en el que ya estaban colocadas las bases y el cuadro del bateador. Nos hizo formar en fila y nos dividi en dos equipos.El pichi es un juego fcil de aprender. El bateador arroja la pelota al aire lo ms alto y lo ms lejos que puede. Luego tiene que recorrer las bases antes de que alguien del otro equipo coja la pelota, le alcance y le toque con ella o la site antes en la base.Larry empez a leer nuestros nombres, dividindonos en dos equipos. Pero cuando ley el nombre de Mike, ste se adelant hacia Larry, sosteniendo con cuidado su mano vendada.Yo yo no creo que pueda jugar, Larry tartamude.Vamos, Mike. No seas quejica exclam Larry.Pero es que me duele mucho insisti Mike. Me est dando unas punzadas terribles, Larry. El dolor se me est extendiendo por todo el costado. Y mira levant la mano hasta la cara de Larry, est toda hinchada.Larry le apart suavemente el brazo con la tablilla.Ve a sentarte a la sombra le dijo.No debera tomar alguna medicina o ponerme algo en la herida? pregunt Mike con voz estridente. Me di cuenta de que el pobre estaba realmente mal.Sintate all, bajo aquel rbol le orden Larry, sealando un grupo de rboles bajos y frondos que haba en el borde del campo. Ms tarde hablaremos de eso.Larry se apart de Mike y toc un silbato para que diera comienzo el partido.Yo ocupar el puesto de Mike en el equipo azul anunci, echando a correr en direccin al campo.En cuanto comenz el partido me olvid de Mike. Nos lo estbamos pasando en grande. Casi todos los chicos jugaban bastante bien y el partido se desarrollaba a un ritmo mucho ms rpido que cuando jugbamos en la escuela.La primera vez que tir desde el cuadro de bateador lanc la pelota muy arriba pero fue a caer directamente en las manos de un contrario y no llegu a la base. La segunda vez logr tres bases antes de que me alcanzaran.Larry era un gran jugador. Cuando se coloc en el cuadro de bateador, lanz la pelota con tanta fuerza que vol por encima de las cabezas de los dems jugadores, y mientras ellos la perseguan, Larry recorri todas las bases en rpida y elegante carrera.Cuando estbamos en el cuarto turno, nuestro equipo, el equipo azul, iba ganando por doce a seis. Todos ponamos mucho entusiasmo en el juego y estbamos realmente acalorados y sudorosos. Yo estaba deseando que llegase el momento de darnos un bao en el ro.Colin jugaba en el equipo rojo. Observ que era el nico que no disfrutaba con el juego. Haba sido alcanzado seis veces y haba fallado una captura cantada. Me di cuenta de que Colin no era muy atltico. Tena brazos largos y delgados, sin nada de msculo, y adems corra torpemente. En el tercer turno, Colin se enzarz en una discusin con un jugador de mi equipo sobre si un lanzamiento haba sido nulo o no. Pocos minutos despus, Colin discuta airadamente con Larry sobre una pelota que l afirmaba que haba sido mala.Larry y l estuvieron gritndose un rato. Nada especial, la tpica discusin de los partidos. Finalmente Larry orden a Colin que se callara y que volviese al extremo del campo. Colin obedeci a regaadientes, y el partido continu.No volv a pensar en ello. Quiero decir que esa clase de discusiones se producen constantemente en todos los partidos, y que incluso hay quienes disfrutan con las discusiones tanto como jugando.Pero luego, en el turno siguiente, ocurri algo extrao que me caus una impresin penosa y me hizo preguntarme qu era lo que estaba pasando. Le corresponda sacar al equipo de Colin. ste se situ en el cuadro de bateador y se dispuso a lanzar la pelota. Larry jugaba en el campo exterior. Yo me encontraba cerca, tambin en el campo. Colin lanz la pelota, alta, pero no muy lejos. Larry y yo echamos a correr para cogerla. Larry lleg primero, cogi la pequea y dura pelota al primer bote, ech el brazo hacia atrs y entonces vi que cambiaba de expresin. Vi que sus facciones se tensaban de rabia. Le vi entornar los ojos y fruncir las cobrizas cejas con un gesto de profunda concentracin.Con un sonoro gruido, que revelaba su esfuerzo, Larry lanz la pelota con todas sus fuerzas. La pelota golpe a Colin en el cogote con un seco chasquido, y sus gafas de espejo salieron volando por el aire. Colin se detuvo en seco y emiti un grito breve y agudo. Entonces levant los brazos, como si le hubieran pegado un tiro, y se desplom boca abajo sobre la hierba, donde qued inmvil.La pelota se alej rodando.Lanc un grito de horror. Entonces vi que la expresin de Larry cambiaba de nuevo. Se le desorbitaron los ojos en un gesto de incredulidad y abri la boca, horrorizado.No! exclam. Yo no quera tirrsela a l!Ca de rodillas en el suelo mientras Larry echaba a correr en direccin a Colin. Me senta aturdido, trastornado y confuso, y tuve una sensacin de nusea en el estmago.La pelota ha resbalado! gritaba Larry. Ha resbalado.Mentiroso, pens. Mentiroso. Mentiroso. Mentiroso.Me puse en pie con esfuerzo y corr hacia el crculo de chicos que rodeaban a Colin. Cuando llegu, Larry estaba arrodillado junto a Colin, sostenindole suavemente la cabeza con las dos manos.Colin tena los ojos abiertos. Miraba con aire aturdido a Larry y exhalaba leves gemidos.Haced sitio estaba gritando Larry. Haced sitio. Mir a Colin. La pelota ha resbalado. Lo siento de veras. La pelota ha resbalado.Colin gimi con ms fuerza. Los ojos se le quedaron en blanco. Larry le desanud el pauelo rojo y le sec la frente con l.Colin gimi de nuevo y cerr los ojos.Ayudadme a llevarle al pabelln orden Larry a dos chicos del equipo rojo. Los dems cambiaos de ropa para ir a baaros. El monitor del ro os estar esperando.Vi cmo Larry y los otros dos levantaban en vilo a Colin para transportarlo hacia el pabelln. Larry le agarraba por los hombros. Los dos chicos le sostenan torpemente por las piernas.La sensacin de nusea no se me haba pasado. Segua viendo mentalmente la intensa expresin de rabia quemostraba el rostro de Larry cuando lanz la pelota contra la cabeza de Colin. Yo saba que haba sido deliberado.Me puse a seguirles, no s por qu. Supongo que estaba tan turbado que no pensaba con claridad. Se hallaban ya cerca del pie de la colina cuando vi que Mike los alcanzaba. Corra junto a Larry, levantando la mano hinchada.Puedo ir yo tambin? suplic Mike. Alguien tiene que mirarme la mano. Me duele mucho, Larry. Por favor, puedo ir yo tambin?S, ser mejor respondi Larry secamente.Bien, pens. Por fin alguien le va a prestar un poco de atencin a la mordedura de serpiente.Sin hacer caso del sudor que me corra por la frente, los vi dirigirse colina arriba hacia el pabelln.Aquello no debera de haber ocurrido, pens, sintiendo de pronto un escalofro, no obstante el ardiente sol.Algo marchaba mal. Algo marchaba terriblemente mal.Cmo iba yo a saber que los horrores no haban hecho ms que empezar?9Por la tarde, Jay y yo nos pusimos a escribir una carta a nuestros padres. Yo me senta todava bastante turbado. Segua viendo la furiosa expresin de Larry mientras lanzaba la pelota contra Colin.Se lo cont en la carta a mis padres. Les cont tambin que no haba enfermera en el campamento, y les puse al corriente de lo que pasaba con la Cabaa Prohibida.Jay dej de escribir y levant la vista hacia m desde su litera. Estaba totalmente quemado por el sol. Tena la frente y las mejillas de un rojo brillante. Se rasc la cabeza.Estamos cayendo como moscas dijo, sealando con un ademn la cabaa medio vaca.S asent pensativo. Espero que Colin y Mike se encuentren bien. Y luego exclam de pronto Larry golpe deliberadamente a Colin!Qu? Jay dej de rascarse la cabeza y baj la mano hasta la litera. Qu dices?Que tir deliberadamente la pelota a la cabeza de Colin. Yo lo vi dije con voz temblorosa. Haba pensado en no decrselo a nadie, pero ahora me alegraba de haberlo hecho. As me senta un poco mejor.Pero entonces vi que Ja y no me crea.Eso es imposible replic. Larry es nuestro monitor. Se le escap la pelota de la mano. Eso es todo.Estaba insistiendo, cuando de pronto se abri la puerta de la cabaa y entr Colin, acompaado por Larry.Colin! Cmo ests? exclam. Jay y yo nos pusimos en pie de un salto.Bastante bien respondi Colin. Forz una leve sonrisa. No poda verle los ojos pues volva a tenerlos escondidos tras sus gafas de espejo.Est un poco aturdido todava pero se encuentra bien dijo alegremente Larry, cogiendo del brazo a Colin.Veo doble confes Colin. Quiero decir que esta cabaa me parece abarrotada de gente. Hay dos de cada uno de vosotros.Jay y yo sonremos sin ganas.Larry acompa a Colin hasta la litera baja en que haba estado sentado Jay.Se pondr bien dentro de un par de das nos dijo Larry.S. Ya no me duele tanto la cabeza dijo Colin, frotndose suavemente la nuca y tendindose luego encima de las mantas.Te ha visto un mdico? pregunt.Slo to Al respondi Colin. Me ech un vistazo y dijo que me pondr bien.Dirig una mirada recelosa a Larry, pero l nos volvi la espalda y se agach para buscar algo en la bolsa que tena debajo de la cama.Dnde est Mike? Se encuentra bien? pregunt Jay a Larry.Est perfectamente respondi Larry sin volverse.Pero dnde se encuentra? pregunt yo.Larry se encogi de hombros.Supongo que seguir en el pabelln. La verdad es que no lo s.Pero va a volver? insist.Larry empuj la bolsa debajo de su cama y se incorpor.Habis terminado vuestras cartas? pregunt. Daos prisa y cambiaos de ropa para la cena. Podis echar la cartas al correo en el pabelln. Ech a andar hacia la puerta. Ah, y no olvidis que hoy es la Noche de las Tiendas. Esta noche vais a dormir en tienda de campaa.Todos soltamos un gemido.Pero hace demasiado fro fuera, Larry protest Jay.Larry hizo como si no le hubiera odo y nos dio la espalda.Eh, Larry, tienes algo para ponerme en estas quemaduras del sol?No respondi Larry, y sali por la puerta.Jay y yo ayudamos a Colin a subir al pabelln. Segua viendo doble y le dola mucho la cabeza.Nos sentamos los tres al extremo de la larga mesa que quedaba junto a la ventana. Una fuerte brisa soplaba sobre la mesa y refrescaba nuestra piel quemada por el sol.Para cenar tenamos una especie de carne en salsa con patatas. No era gran cosa, pero yo estaba tan hambriento que no importaba. Colin no tena mucho apetito. Apenas si picote los bordes de sus grisceos trozos de carne.En el comedor reinaba el mismo bullicio de siempre. Los chicos rean y daban gritos a sus amigos sentados ante las largas mesas.En una de ellas haba algunos que se entretenan en arrojarse colines unos a otros como si se tratara de jabalinas.Los monitores, vestidos con sus ropas verdes y blancas, coman como de costumbre en una mesa del fondo sin ocuparse para nada de nosotros.Circul el rumor de que despus de cenar bamos a aprender todas las canciones del campamento. Todos manifestaron su falta de inters al enterarse.Hacia la mitad de la cena, Jay y el chico que se sentaba enfrente de l, un tal Roger, empezaron a forcejear disputndose un coln. Jay consigui cogerlo, pero en el forcejeo me volc encima del pantaln todo su vaso de mosto.Eh! Me puse en pie de un salto y contempl lleno de rabia cmo la mancha oscura se extenda por la parte delantera del pantaln.Billy ha tenido un accidente! exclam Roger. Y todo el mundo se ech a rer.S. Se ha meado en los pantalones! aadi Jay.Todos lo encontraban muy divertido. Alguien me tir un coln, que rebot en mi pecho y fue a caer en mi plato. Ms risas.El alboroto dur slo unos minutos, hasta que dos monitores impusieron orden en el comedor. Yo decid volver a la cabaa y cambiarme de pantalones. Mientras sala corriendo, o que Jay y Roger gastaban bromas a mi costa.Baj a toda velocidad por la colina en direccin a las cabaas. Quera regresar al comedor a tiempo para tomar el postre. Empuj con el hombro la puerta de la cabaa, cruc el pequeo recinto hasta el armario y abr mi cajn.Qu?Me qued de piedra al ver que el cajn estaba completamente vaco.Qu pasa aqu? exclam en voz alta. Dnde estn mis cosas?Retroced un paso, totalmente sorprendido, y me di cuenta entonces de que me haba equivocado de cajn. Aquel cajn no era el mo, era el de Mike. Me lo qued mirando fijamente un rato. Toda la ropa de Mike haba desaparecido. Me volv y busqu su mochila, que haba quedado detrs de nuestras literas. Tambin haba desaparecido. Mike no volvera ms.Estaba tan trastornado que regres corriendo al comedor, sin cambiarme de pantalones.Me dirig jadeando a la mesa de los monitores y me acerqu por detrs a Larry, que estaba hablando con el monitor sentado a su lado, un tipo gordo de pelo rubio y muy largo.Larry, Mike se ha ido! exclam, casi sin aliento.Larry no se volvi. Continu hablando con el otro monitor, como si yo no estuviera.Agarr a Larry por el hombro.Escucha, Larry! grit. Mike ha desaparecido!Larry se volvi lentamente, con expresin de fastidio.Vuelve a tu mesa, Billy me dijo con sequedad. Esta mesa es slo para los monitores.Pero qu hay de Mike? insist. Sus cosas han desaparecido. Qu le ha pasado? Se encuentren?Cmo quieres que lo sepa? replic Larry, con tono de impaciencia.Lo han mandado a casa? pregunt, negndome a marcharme hasta recibir alguna respuesta.S, es posible. Larry se encogi de hombros y baj la vista. Se te ha cado algo en los pantalones.El corazn me palpitaba con tal fuerza que senta el latido de la sangre en las sienes.De verdad no sabes qu ha sido de Mike? pregunt desanimado.Larry mene la cabeza.Estoy seguro de que se encuentra perfectamente respondi, volvindose de nuevo hacia sus compaeros.Puede que se haya ido al ro a darse un bao sugiri con una risita el tipo rubio sentado a su lado.Larry y algunos monitores rieron tambin.Yo no le vea la gracia. Me senta lleno de preocupacin y un poco asustado.A los monitores de este campamento no les importa lo que pueda pasarnos?, me pregunt malhumorado.Regres a la mesa. Estaban repartiendo pudin de chocolate como postre, pero yo no tena hambre.Cont a Colin, Jay y Roger que haban desaparecido las cosas del cajn de Mike y que Larry haca como si no supiera nada del asunto. El hecho no les preocup tanto como a m.Seguramente que to Al ha mandado a Mike a casa por lo de la mano dijo Colin sin inmutarse mientras coga una cucharada de pudin. La tena bastante hinchada.Pero por qu no quera Larry decirme la verdad? pregunt, sintiendo como si me hubiera tragado una piedra enorme para cenar. Por qu ha dicho que no saba nada de Mike?A los monitores no les gusta hablar de cosas malas dijo Jay, aplastando su pudin con la cuchara. Podra darnos pesadillas a los pobrecitos nios. Cogi una cucharada de pudin y se la arroj a Roger a la cara.Me las vas a pagar! exclam Roger, hundiendo su cuchara en la masa de chocolate. Lanz un trozo de pudin, que se estrell contra la pechera de la camiseta de Jay.Fue el principio de una batalla que se extendi a lo largo de toda la mesa, con trozos de pudin como municin. No se volvi a hablar ms de Mike.Despus de cenar, to Al nos habl de la Noche de las Tiendas y de lo bien que lo bamos a pasar durmiendo en tienda de campaa.Lo importante es que guardis silencio total para que los osos no puedan encontraros brome. Menuda broma.Luego, l y los monitores nos ensearon las canciones del campamento.To Al nos las hizo cantar una y otra vez hasta que las aprendimos.Yo no tena ganas de cantar, pero Jay y Roger empezaron a inventar letras picantes para las canciones y muy pronto fuimos varios los que nos pusimos a cantar a pleno pulmn nuestras propias versiones de las canciones.Ms tarde bajbamos todos en grupo por la colina en direccin a nuestras tiendas. Era una noche fra y despejada. Las estrellas brillaban dbilmente en la negrura del cielo.Ayud a Colin a bajar por la colina. Segua viendo doble y se senta un poco dbil. Jay y Roger iban unos pasos por delante de nosotros, empujndose con los hombros, primero a la izquierda y luego a la derecha.De pronto, Jay se volvi hacia m y Colin.Esta noche es la noche susurr con una malvola sonrisa.Eh? Qu noche es esta noche? pregunt.Chist. Se llev un dedo a los labios. Cuando todo el mundo est dormido, Roger y yo iremos a explorar la Cabaa Prohibida. Se volvi hacia Colin. Vendrs con nosotros?Colin mene tristemente la cabeza.No creo que pueda, Jay.Jay, que iba delante de nosotros, me mir fijamente a los ojos.Y t, Billy? Vendrs?10Yo creo que me quedar con Coln respond.O murmurar a Roger que yo era un gallina. Jay pareca decepcionado.Te lo vas a perder dijo.No me importa. Estoy cansado respond. Era cierto. Me senta terriblemente fatigado despus de aquel largo da, tanto que me dolan los msculos. Hasta el pelo me dola!Durante todo el camino hasta la tienda, Jay y Roger fueron hablando en susurros, trazando planes.Me detuve al pie de la colina y levant la vista hacia la Cabaa Prohibida. Pareca inclinarse hacia m a la plida luz de las estrellas. Aguc el odo en espera de escuchar los familiares aullidos que parecan proceder de su interior, pero aquella noche reinaba un profundo silencio.Las grandes tiendas de plstico se hallaban alineadas en la zona de cabaas. Yo me introduje en la nuestra y me tend sobre mi saco de dormir. El suelo era realmente duro. Enseguida me di cuenta de que iba a ser una noche larga.Jay y Colin estaban al fondo de la tienda, ocupados con sus sacos de dormir.Se hace raro que no est aqu Mike dije, sintiendo un repentino escalofro.Ahora tendrs ms sitio para dejar tus cosas respondi Jay con tono indiferente. Se hallaba sentado de espaldas a la pared de la tienda, con expresin tensa y los ojos fijos en la oscuridad que se extenda ms all de la puerta, entreabierta unos centmetros.No se vea a Larry por ninguna parte. Colin se mantena quieto y en silencio. An no se senta bien.Yo me di la vuelta y me estir, tratando de encontrar una postura cmoda. Estaba deseando dormir pero saba que no podra conciliar el sueo hasta que Jay y Roger regresaran de su aventura.El tiempo transcurra lentamente. Fuera de la tienda haca fro, y dentro el aire era pesado y hmedo.Levant la vista hacia las oscuras paredes de plstico de la tienda. Un insecto se desliz sobre mi frente y lo aplast de un manotazo.Oa a Jay y Colin cuchichear detrs de m, pero no poda entender lo que decan. Jay ri nerviosamente.Deb de quedarme amodorrado. Me despert un reiterado cuchicheo. Enseguida me di cuenta de que haba alguien hablando en voz baja fuera de la tienda.Levant la cabeza y vi la cara de Roger, que atisbaba el interior.Desanos suerte susurr Jay.Buena suerte respond tambin en susurros, con voz velada por el sueo.En la oscuridad, vi la negra forma de Jay que se deslizaba rpidamente hacia la puerta de la tienda. La abri, revelando un cuadrado de cielo prpura, y desapareci en las tinieblas.Me estremec.Volvamos a la cabaa le susurr a Colin. Aqu hace demasiado fro, y el suelo parece de roca viva.Colin asinti. Salimos sigilosamente de la tienda y nos dirigimos en silencio hasta nuestra clida y acogedora cabaa. Una vez dentro nos acercamos a la ventana para intentar ver a Jay y Roger.Los van a coger murmur. Estoy seguro.No creo replic Colin. Pero de todos modos tampoco van a ver nada. No hay nada que ver all arriba. No es ms que una estpida cabaa.Al asomar la cabeza por la ventana o las apagadas risitas de Jay y Roger en la oscuridad. El silencio en el campamento era tan intenso, tan fantasmalmente intenso, que poda or sus susurros y el roce de sus piernas contra las altas hierbas.Ms les valdra callarse murmur Colin, apoyndose contra el marco de la ventana. Estn hacndo demasiado ruido.Ya deben de estar subiendo la colina murmur. Saqu la cabeza todo lo que pude pero no consegu verlos.Colin empez a contestar, pero un alarido de horror desgarr el aire silencioso y le hizo detenerse.Oh! exclam, y met la cabeza.Era Jay o Roger? pregunt Colin con voz temblorosa.El segundo alarido an fue ms aterrador que el primero. Antes de que se extinguiera, o unos gruidos animales, sonoros y feroces como truenos.Luego o la desesperada splica de Jay:Socorro! Que alguien nos ayude, por favor!Con el corazn martillendome el pecho, me dirig a la puerta y la abr. Seguan resonando en mis odos los horribles alaridos y me zambull en la oscuridad, sintiendo en mis pies descalzos la humedad del suelo cubierto de roco.Jay, dnde ests? Me o gritar, pero no reconoca mi voz estridente y asustada.entonces vi una forma oscura que corra hacia m, encorvada y con los brazos extendidos.Jay! exclam. Qu ha pasado?Corri hacia m, inclinado todava hacia delante, con el rostro contorsionado de horror y los ojos desencajados. Tena los pelos de punta.Ha ha cogido a Roger dijo jadeando mientras trataba de enderezarse.Qu le ha hecho? pregunt.Qu era? pregunt Colin a mi espalda.No no lo s tartamude Jay, cerrando fuertemente los ojos. Ha ha despedazado a Roger.Jay lanz un sonoro sollozo. Luego abri los ojos y se volvi, aterrorizado.Ah viene! chill. Ahora viene a por nosotros!11A la dbil luz de las estrellas vi cmo a Jay se le ponan los ojos en blanco. Se le doblaron las rodillas y empez a desplomarse. Le agarr antes de que cayera al suelo y lo arrastr al interior de la cabaa. Colin cerr de golpe la puerta a nuestra espalda.Una vez dentro, Jay se recuper lentamente. Los tres permanecimos inmviles y aguzamos el odo. Yo me encontraba todava sosteniendo a Jay por los hombros. El pobre estaba tan blanco como el papel y respiraba con breves y aterrorizados gemidos.Escuchamos. Silencio. El aire permaneca clido e inmvil. No se mova nada. Ninguna pisada. Ningn animal aproximndose. Slo los aterrorizados gemidos de Jay y el golpeteo de mi corazn.entonces o un aullido desde algn lugar lejano, suave y bajo al principio y luego, en alas del viento, un aullido que me hel la sangre y me hizo gritar:Es Sabr!No dejis que me coja! grit Jay, tapndose la cara con las manos y cayendo de rodillas sobre el suelo de la cabaa. No dejis que me coja!Levant los ojos hacia Colin, que estaba acurrucado contra la pared, apartado de la ventana.Tenemos que encontrar a Larry consegu decir, con voz estrangulada. Necesitamos ayuda.Pero cmo? pregunt Colin con voz temblorosa.No dejis que me coja! repiti Jay, derrumbado en el suelo.No va a venir aqu le dije, tratando de dar un acento de firmeza a mi voz, intentando calmarle. Estamos perfectamente dentro de la cabaa, Jay. Aqu no vendr.Pero cogi a Roger y empez Jay. Un estremecimiento de terror le recorri el cuerpo de arriba abajo.Al pensar en Roger sent en el pecho una punzada de miedo.Era verdad? Era verdad que Roger haba sido atacado por alguna criatura, que haba sido despedazado?Yo haba odo los alaridos procedentes de la ladera de la colina, dos alaridos escalofriantes. Haban sonado con espantosa estridencia en el silencio de la noche. No los haba odo tambin todo el mundo en el campamento? No haban odo los dems chicos los gritos de Roger? No los haba odo ninguno de los monitores?Permanec inmvil y aguc el odo. Silencio. Slo el susurro de la brisa entre las hojas de los rboles. Ninguna voz. Ningn grito de alarma. Ningn paso presuroso.Me volv hacia los otros. Colin haba ayudado a Jay a echarse en la litera.Dnde puede estar Larry? pregunt Colin. Sus ojos, por una vez libres de las gafas de espejo, mostraban autntico miedo.Dnde estar todo el mundo? pregunt yo, cruzando los brazos sobre el pecho y ponindome a pasear de un lado a otro por el pequeo espacio que haba entre las literas. Ah fuera no se oye ni un ruido.Vi que Jay abra desmesuradamente los ojos con una expresin de terror indescriptible. Estaba mirando a la ventana abierta.La criatura! grit. Viene aqu! Est entrando por la ventana!12Nos quedamos horrorizados, mirando hacia la ventana, pero no entr por ella ninguna criatura.Mientras miraba, petrificado en el centro de la cabaa, slo pude ver oscuridad y una franja de plidas estrellas.Fuera, entre los rboles, comenzaron a cantar los grillos. No se oa otro sonido.El pobre Jay estaba tan asustado que vea visiones. Colin y yo conseguimos tranquilizarlo. Logramos que se quitara las zapatillas y se acostara en la litera inferior. Entonces le tapamos con tres mantas para que dejara de temblar.Colin y yo queramos ir en busca de ayuda pero estbamos demasiado asustados para salir. Los tres nos pasamos toda la noche despiertos, pero Larry no apareci en ningn momento.Slo el canto de los grillos y el susurro del viento entre los rboles rompan el silencio absoluto que reinaba en el campamento.Creo que finalmente me qued dormido, antes del amanecer. Tuve extraas pesadillas sobre incendios y personas que intentaban huir. Me despert Colin, sacudindome con fuerza.El desayuno dijo con voz ronca. Date prisa, es tarde.Me incorpor, aturdido.Dnde est Larry?No ha venido respondi Colin, sealando la cama sin deshacer de Larry.Tenemos que encontrarle! Tenemos que contarle lo que ha pasado! exclam Jay, precipitndose hacia la puerta de la cabaa con las zapatillas desatadas.Colin y yo lo seguimos, medio dormidos todava. Era una maana gris y bastante fra. El sol intentaba abrirse paso a travs de las altas nubes blancas.Nos detuvimos los tres hacia la mitad del camino que llevaba al comedor. No sin aprensin, exploramos con la vista el terreno que rodeaba la Cabaa Prohibida.No s qu esperaba ver, pero lo cierto es que no haba ni rastro de Roger.Tampoco se vea seal alguna de lucha, ni sangre seca en el suelo. Las altas hierbas no estaban dobladas ni aplastadas.Extrao o murmurar a Jay, meneando la cabeza. Muy extrao.Le estir del brazo para que se moviera, y el resto del trayecto hasta el pabelln lo hicimos corriendo.En el comedor reinaba el mismo bullicio de siempre. Los chicos rean y hablaban a voces. Todo pareca perfectamente normal. Supuse que nadie haba dicho nada de Roger todava.Algunos chicos nos llamaron a Colin y a m, pero no les hicimos caso y empezamos a buscar a Roger, caminando rpidamente por los pasillos que quedaban entre las mesas. Ni rastro de l. Experiment una opresiva sensacin de nusea en el estmago mientras nos dirigamos corriendo hacia la mesa de los monitores, en el rincn.Larry levant la vista de un gran plato de huevos revueltos con beicon y nos vio avanzar hacia l.Qu le ha pasado a Roger?Se encuentra bien?Dnde has estado esta noche?Roger y yo fuimos atacados.No nos atrevamos a salir a buscarte.Sometimos a Larry a un autntico bombardeo de preguntas. l, con expresin de total desconcierto, levant las manos para imponernos silencio.Tranquilos, muchachos. Sentaos un momento. Se puede saber de qu estis hablando?De Roger! grit Jay, con el rostro congestionado. La criatura salt sobre l. Y yLarry mir a los otros monitores sentados a la mesa, que parecan tan desconcertados como l.Criatura? Qu criatura? le pregunt Larry.Atac a Roger! grit Jay. Vena a por m y entoncesLarry mir fijamente a Jay.Alguien fue atacado? No creo, Jay. Se volvi hacia el monitor que tena al lado, un tipo regordete llamado Derek. Has odo t algo en tu zona?Derek neg con la cabeza.No est Roger en tu grupo? le pregunt Larry.Derek volvi a negar con la cabeza.No, no est en mi grupo.Pero Roger insisti Jay.No hemos odo nada de ningn ataque le interrumpi Larry. Si un campista fuese atacado por un oso o por lo que fuera nos enteraramos enseguida.Y oiramos gritos o ruidos apunt Derek.Yo o gritos puntualic.Los dos omos gritos aadi rpidamente Colin. Y Jay volvi corriendo para pedir socorro.Bueno, y por qu no lo oy nadie ms? pregunt Larry, volvindose a mirar a Jay. Su expresiaba cambiado. Dnde ocurri eso? Cundo? pregunt con suspicacia.El congestionado rostro de Jay enrojeci ms an.Despus de apagarse las luces admiti. Roger y yo subimos a la Cabaa Prohibida yEsts seguro de que no era un oso? le interrumpi Derek. Ayer por la tarde se detect la presencia de varios osos ro abajo.Era una criatura! exclam Jay con enfado.No hubierais debido salir dijo Larry, meneando la cabeza.Por qu no queris escucharme? grit Jay. Roger fue atacado. Aquella cosa enorme salt sob l yHabramos odo algo dijo tranquilamente Derek, mirando a Larry.S convino Larry. Todos los monitores estbamos en el pabelln. Habramos odo algn grito.Tienes que comprobarlo, Larry! exclam. Jay no se lo est inventando. Ocurri de verdad!Est bien, est bien respondi Larry, levantando las manos como si se rindiese. Preguntar a to Al, a ver si sabe algo, de acuerdo?Deprisa! insisti Jay. Por favor.Hablar con l despus del desayuno replic Larry, volvindose de nuevo hacia su plato de huevos con beicon. Os ver luego en el ro, durante el bao, y os comunicar lo que haya dicho to Al.Pero, Larry suplic Jay.Le preguntar a to Al dijo Larry con firmeza. Si esta noche ha pasado algo, l lo sabr. llev a la boca una loncha de beicon y la mastic. Creo que habis tenido alguna pesadilla o algo por el estilo continu luego, mirando con recelo a Jay. Pero os informar de lo que me diga to Al.No fue una pesadilla! grit Jay con voz estridente. Larry nos volvi la espalda y continu con su desayuno. No te importa? le increp Jay. No te importa lo que nos pase a nosotros?Muchos chicos haban interrumpido su desayuno y nos estaban mirando, con la boca abierta. Yo agarr a Jay del brazo e intent llevrmelo a nuestra mesa, pero l insisti en buscar de nuevo por todo el comedor.S que Roger no est aqu volvi a insistir. No puede estar!Recorrimos por segunda vez los pasillos entre las mesas, escrutando detenidamente todas las caras.Una cosa era segura: no se vea a Roger por ninguna parte.Los ardientes rayos del sol atravesaron las nubes en el momento mismo en que llegbamos a la orilla del ro para darnos el bao matutino. El aire an era fro. La humedad que cubra los gruesos y frondosos arbustos de la orilla reluca bajo la brillante luz del sol.Dej mi toalla bajo un arbusto y me volv hacia las verdes aguas del ro, que flua suavemente.Seguro que esta maana est fra dije a Colin, que se estaba atando el cordn del baador.Yo lo nico que quiero es volver a la cabaa para echarme a dormir dijo Colin, apretando un nudo. Ya no vea doble, pero estaba cansado despus de no haber pegado ojo en toda la noche.Algunos chicos que ya estaban chapoteando en el agua se quejaban de lo fra que estaba y se salpicaban y empujaban unos a otros.Dnde est Larry? pregunt Jay, abrindose paso por entre el bosquecillo de arbustos para llegar hasta nosotros. Tena el pelo revuelto y los ojos ribeteados de rojo e inyectados en sangre. Dnde est Larry? Prometi que estara aqu exclam furioso, escrutando lalla.Aqu estoy.Nos volvimos los tres en el instante en que Larry apareca por entre los arbustos, a nuestra espalda. Llevaba los caractersticos baadores anchos y verdes del Campamento Pesadilla.Bueno, qu ha dicho to Al? pregunt Jay.Larry tena una expresin seria. Clav los ojos en los de Jay.To Al y yo hemos recorrido los alrededores de la Cabaa Prohibida dijo a Jay. All no se ha producido ningn ataque. Imposible.Pero cogi a Roger! grit Jay con voz estridente. Lo despedaz! Yo lo vi!Larry mene la cabeza, sin apartar los ojos de los de Jay.sa es otra aadi suavemente. To Al y yo hemos subido a la oficina y hemos revisado los libros, y este ao no hay aqu ningn campista que se llame Roger. Ni de nombre de pila ni de apodo. Ningn Roger. Absolutamente ninguno.13Jay abri la boca y lanz una entrecortada exclamacin. Los tres nos quedamos mirando con incredulidad a Larry, dejando que la sorprendente noticia se grabara en nuestra mente.Alguien ha cometido un error dijo finalmente Jay, con voz temblorosa por la emocin. Le hemos buscado por todo el comedor, Larry, y ha desaparecido. Roger no est aqu.Nunca ha estado aqu replic Larry con tono indiferente.No lo creo! exclam Jay.Qu tal si nos damos un bao, muchachos? sugiri Larry, sealando con la mano hacia el agua.Bueno, t qu piensas? pregunt a Larry. No poda creer que aquel asunto le dejara tan indiferente. Qu crees que ocurri anoche?Larry se encogi de hombros.No s qu pensar respondi, mirando a un grupo de nadadores congregados a cierta distancia de la orilla. Quizs estis intentando gastarme una broma.Qu? De verdad piensas que todo esto es una broma? pregunt Jay con tono enojado.Larry volvi a encogerse de hombros.A nadar, chicos. Hay que hacer ejercicio.Jay empez a decir algo, pero Larry se volvi rpidamente y se meti corriendo en el agua. Se adentr cuatro o cinco pasos y se zambull luego, dando largas y firmes brazadas.Yo no me voy a baar dijo Jay muy enfadado. Me vuelvo a la cabaa. Tena la cara roja y le temblaba la barbilla. Me di cuenta de que estaba a punto de echarse a llorar. Se volvi y empez a correr entre los arbustos, arrastrando la toalla por el suelo.Eh, espera! exclam Colin, echando a correr tras l.Yo me qued donde estaba, sin saber qu hacer. No quera seguir a Jay hasta la cabaa. No poda hacer nada por ayudarle.Quizs un bao en el agua fra me haga sentirme mejor, pens. Quiz nada me haga sentirme mejor, me dije sombramente.Mir a los que ya se encontraban en el agua. Larry y otro monitor estaban organizando una carrera. Les oa discutir sobre el mejor modo de nadar.Parece que todos se lo estn pasando en grande, pens, viendo cmo formaban en lnea. Y yo por qu no? Por qu me he sentido tan desdichado desde que llegu aqu?Por qu los dems campistas no ven lo siniestro y aterrador que es este lugar?Mene la cabeza, incapaz de encontrar una respuesta a mis preguntas.Necesito darme un bao, decid.Avanc un paso hacia el agua pero alguien alarg una mano de entre los arbustos y me agarr fuertemente por detrs. Empec a lanzar un grito de protesta, pero mi atacante me tap rpidamente la boca con la mano para imponerme silencio.14Trat de soltarme, pero aquello me haba pillado desprevenido.Las manos tiraron de m. Perd el equilibrio y fui a caer sobre los arbustos.Es una broma? Qu est pasando?, me pregunt.De pronto, mientras trataba de liberarme, las manos me soltaron. Sal despedido y aterric de cabeza sobre un montn de gruesas hojas verdes. Tard unos momentos en rehacerme. Luego gir en redondo para enfrentarme a mi atacante.Dawn! grit.Chist! Dio un salto hacia delante y volvi a taparme la boca con la mano. Agchate me apremi en un susurro. Te van a ver.Me ocult obediente tras los arbustos. Ella volvi a soltarme y retrocedi. Llevaba un traje de bao azul de una pieza, mojado. Sus cabellos rubios tambin estaban mojados y le goteaban sobre los hombros desnudos.Dawn, qu haces aqu? susurr, incorporndome a medias sobre las rodillas.Antes de que Dawn pudiera responder, otra figura en traje de bao se adelant rpidamente, agachada entre los arbustos. Era Dori, la amiga de Dawn.Hemos venido nadando esta maana a primera hora cuchiche Dori, tirndose nerviosamente del pelo. Hemos estado esperando aqu, entre los arbustos.Pero est prohibido dije yo, sin poder disimular mi desconcierto. Si os cogenTenamos que hablar contigo me interrumpi Dawn, levantando la cabeza para atisbar por encima de la vegetacin y volviendo a agacharse enseguida.Hemos decidido correr el riesgo aadi Dori.Qu qu es lo que pasa? tartamude. Un insecto rojo y negro se pos en mi hombro. Me lo qude encima de un manotazo.El campamento de las chicas es una pesadilla susurr Dori.Todo el mundo lo llama Campamento Pesadilla agreg Dawn. Han sucedido cosas muy extraas.Qu? La mir boquiabierto. En el agua, no lejos de nosotros, poda or los gritos y chapoteos de los chicos que participaban en la carrera. Qu clase de cosas extraas?Cosas horribles respondi Dori con expresin solemne.Han desaparecido chicas explic Dawn. Se han esfumado sin dejar rastro.Y a nadie parece importarle aadi Dori en un susurro tembloroso.No puedo creerlo! exclam. Aqu, en el campamento de los chicos, ha sucedido lo mismo. Tragu saliva. Os acordis de Mike?Las dos chicas asintieron con la cabeza.Mike ha desaparecido les dije. Retiraron sus cosas y, simplemente, desapareci.Es increble seal Dori. De nuestro campamento han desaparecido tres chicas.Dijeron que una fue atacada por un oso murmur Dawn.Y las otras dos? pregunt.Desaparecidas respondi Dawn con voz est