Panico en la calle del miedo

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A Erin Wright y a su mejor amigo Marty les encantan las películas de terror. Sobre todo, la película Pánico en la calle del miedo. En esa calle viven espeluznantes criaturas: el Sapo Asesino, Cara de Mono, el Descuartizador Chiflado…Pero cuando Erin y Marty hacen una visita al nuevo Parque Temático de la calle del Miedo se llevan un susto de muerte. Primero, su tren se queda atascado en la cueva de las Larvas Vivientes. Luego son atacados por un grupo de enormes mantis religiosas…La vida real es mucho más aterradora que las películas.

Transcript of Panico en la calle del miedo

A Erin Wright y a su mejor amigo Marty les encantan las pelculas de terror. Sobre todo, la pelcula Pnico en la calle del miedo. En esa calle viven espeluznantes criaturas: el Sapo Asesino, Cara de Mono, el Descuartizador ChifladoPero cuando Erin y Marty hacen una visita al nuevo Parque Temtico de la calle del Miedo se llevan un susto de muerte. Primero, su tren se queda atascado en la cueva de las Larvas Vivientes. Luego son atacados por un grupo de enormes mantis religiosasLa vida real es mucho ms aterradora que las pelculas.

R. L. StinePnico en la calle del miedoPesadillas - 35ePub r1.1javinintendero 15.06.14

Ttulo original: Goosebumps #35: A Shocker on Shock StreetR. L. Stine, 1995Traduccin: Rosa PrezEditor digital: javinintenderoePub base r1.1

Esto es espeluznante, Erin. Mi amigo Marty me agarr de la manga.Suelta! susurr. Me haces dao!Marty sigui como si no me hubiera odo, con los ojos fijos en la oscuridad, apretndome el brazo.Marty, por favor le ped. Me solt. Yo tambin tena miedo, aunque no quera admitirlo.La oscuridad era ms negra que la boca de un lobo. Aguc la vista, intentando vislumbrar alguna cosa. Y entonces un tenue resplandor gris brill frente a nosotros.Marty agach la cabeza. Incluso en aquella luz nebulosa, vi el miedo reflejado en sus ojos.Volvi a agarrarme del brazo, con la mandbula desencajada. O su respiracin entrecortada y rpida.Aunque estaba asustada, en mi rostro se dibuj una sonrisa. Me gustaba ver a Marty asustado.Me encantaba.Ya s, ya s que eso no est bien. Lo admito. Erin Wright es un mal bicho. Pero qu clase de amiga soy?Pero Marty siempre presume de que es ms valiente que yo. Y normalmente tiene razn. Normalmente, l es el valiente y yo la gallina.Pero hoy no.Por eso sonre al ver a Marty chillar de terror y agarrarme del brazo.La luz gris fue aumentando lentamente de intensidad. O crujidos a ambos lados. Alguien tosi a mis espaldas, muy cerca de nosotros. Pero Marty y yo seguimos mirando al frente, sin volver la cabeza.Esperando. MirandoMientras me desojaba mirando aquella luz gris, una cerca apareci ante mis ojos. Una larga cerca de madera despintada y un cartel escrito a mano que deca: PELIGRO. NO PASAR. NOS REFERIMOS A TI.Marty y yo ahogamos un grito cuando omos los crujidos. Al principio lejanos, luego ms prximos, como si unas zarpas gigantes estuvieran araando el otro lado de la cerca.Intent tragar saliva, pero de repente not la boca seca. Me entraron ganas de salir corriendo a todo correr.Pero no poda abandonar a Marty. Adems, si ahora hua, l me lo recordara siempre, me lo echara en cara toda la vida.As que me qued a su lado, escuchando, mientras los araazos y zarpazos se convertan en un ruido infernal.Estaban intentando echar la cerca abajo?Avanzamos junto a la cerca con rapidez. Deprisa, ms deprisa cada vez hasta que las altas estacas despintadas se transformaron en una nebulosa gris.Pero el ruido nos segua. Pasos rotundos al otro lado de la cerca.Seguimos mirando al frente. Nos hallbamos en una calle vaca, una calle que nos resultaba familiar.S, ya habamos estado antes aqu.La calzada estaba llena de charcos de lluvia de agua. Los charcos resplandecan a la plida luz de las farolas.Respir hondo. Marty me apret el brazo con ms fuerza. Se nos desencaj la mandbula.Nos quedamos horrorizados cuando la cerca empez a tambalearse. Toda la calle empez a tambalearse. Los charcos rebosaron por los bordillos de las aceras.Los rotundos pasos se acercaron.Marty! susurr, ahogando un grito.Antes de que pudiera decir nada ms, se derrumb la cerca y de repente apareci el monstruo.Tena cabeza de lobo poderosas mandbulas surcadas de relucientes dientes blancos y cuerpo de cangrejo gigante. Blanda cuatro pinzas colosales frente a l, amenazndonos, mientras su hocico emita un gruido gutural.NOOOOOO! gritamos Marty y yo aterrorizados.Nos pusimos en pie de un salto.Pero no tenamos escapatoria.

Nos quedamos de pie viendo cmo el cangrejo-lobo se acercaba.Por favor, chicos, sentaros dijo una voz a nuestras espaldas. No me dejis ver.Chssss! susurr alguien.Marty y yo nos miramos. Supongo que nos sentimos como un par de paletos. Por lo menos yo. Nos derrumbamos en la butaca.Entonces vimos al cangrejo-lobo que correteaba por la calle, persiguiendo a un cro en triciclo.Pero qu te pasa, Erin? susurr Marty, meneando la cabeza. No es ms que una peli. Por qu te has puesto a gritar as?T tambin has gritado! repliqu al instante.Yo he gritado porque t tambin gritabas!Chssss! suplic alguien.Me hund ms en la butaca. Oa crujidos por todas partes. Gente comiendo palomitas. Alguien tosi a nuestras espaldas.En la pantalla, el cangrejo-lobo extendi sus grandes pinzas rojas y cogi al cro del triciclo. CRAC. CRAC. Adis, peque.Algunos espectadores se echaron a rer. Tena bastante gracia.Eso es lo bueno de las pelis de Pnico en la calle del Miedo. Chillas y res al mismo tiempo.Marty y yo nos arrellanamos en la butaca y disfrutamos del resto de la pelcula. Nos encantan las pelculas de terror, pero las de La calle del Miedo son nuestras favoritas.Al final la polica capturaba al cangrejo-lobo. Lo hervan en una inmensa olla de agua.Luego servan cangrejo al vapor a toda la ciudad. Se sentaban todos alrededor de la olla y lo untaban en salsa rosa. Todos decan que estaba delicioso.Era un final perfecto. Marty y yo aplaudimos y gritamos entusiasmados. Marty se meti dos dedos en la boca y lanz un silbido, como hace siempre.Acabbamos de ver Pnico en la calle del Miedo VI, y desde luego era la mejor de toda la serie.Cuando se encendieron las luces del cine salimos al pasillo y empezamos a abrirnos paso entre la gente.Unos efectos especiales magnficos le coment un hombre a su amigo.Efectos especiales? respondi el amigo. Pensaba que todo era autntico!Los dos se echaron a rer.Marty me peg un empujn por la espalda. Le encanta empujarme para tirarme al suelo.No est mal la peli dijo.Me volv para mirarlo.Que no est malBueno, no da mucho miedo aclar. En realidad es bastante infantil. Pnico V daba mucho ms miedo.Puse los ojos en blanco.Marty, has gritado como un loco, no te acuerdas? Has dado un salto en la butaca, me has agarrado del brazo ySlo lo he hecho porque estabas muy asustada dijo con una sonrisa burlona.Qu mentiroso! Por qu nunca es capaz de reconocer que pasa miedo?Adelant un pie e intent ponerme la zancadilla.Lo esquiv apartndome hacia la izquierda, tropec y me di de bruces con una seora joven.Eh, cuidado, gemelos! nos grit. Deberais mirar por dnde vais!No somos gemelos! gritamos Marty y yo al unsono.Ni siquiera somos hermanos. No tenemos ningn vnculo familiar, pero la gente siempre cree que Marty y yo somos gemelos.Supongo que nos parecemos mucho. Los dos tenemos doce aos. Los dos somos bastante bajitos y un poco regordetes. Los dos tenemos la cara redonda, el pelo corto y oscuro y los ojos azules. Y los dos tenemos la nariz pequea y un poco respingona.Pero no somos gemelos! Somos amigos, nada ms.Me disculp con la seora. Cuando me acerqu a Marty, adelant el pie e intent ponerme la zancadilla.Me tambale, pero enseguida recobr el equilibrio.Luego adelant el pie e intent derribarlo.Seguimos ponindonos la zancadilla por todo el vestbulo. La gente se nos quedaba mirando, pero nosotros pasbamos mucho. Nos estbamos partiendo de risa.Sabes qu ha sido lo ms guay de esta pelcula? le pregunt.No.Pues que somos los primeros nios del mundo en verla! exclam.S! Marty y yo nos palmeamos las manos.Acabbamos de ver el preestreno de Pnico en la calle del Miedo VI. Mi padre se relaciona conmucha gente del cine y nos haba conseguido entradas. Los dems espectadores eran adultos. Marty y yo ramos los nicos menores.Sabes qu ha sido tambin muy guay? le dije. Los monstruos. Todos. Parecen realmente autnticos. No se nota para nada que son efectos especiales.Marty frunci el ceo.Bueno, creo que la mujer anguila elctrica era un poco chunga. No pareca una anguila. Pareca un gusano gigante!Me ech a rer.Entonces, por qu has pegado un salto en la butaca cuando ha lanzado un rayo elctrico y ha dejado frita a aquella pandilla de chicos?Yo no he pegado ningn salto insisti Marty. T s!No es cierto! Lo has hecho porque pareca de verdad! insist. Y he odo cmo te atragantabas cuando el monstruo txico ha salido de la fosa de residuos nucleares.Me he atragantado porque tena un Sugus en la boca.Te has asustado, Marty, porque pareca de verdad.Oye, y si fueran de verdad? exclam Marty. Y si no fueran efectos especiales? Y si fueran monstruos de verdad?No seas tonto dije yo.Doblamos la esquina para entrar en otra sala. All estaba el cangrejo-lobo, esperndome.Ni siquiera tuve tiempo de gritar.Abri sus poderosas mandbulas con un largo aullido lobuno y me rode la cintura con sus dos pinzas gigantes de color rojo.

Abr la boca para gritar, pero slo me sali un agudo chillido.O risas.Las grandes pinzas interrumpieron su abrazo. Pinzas de plstico.Detrs de la careta de lobo, vi dos ojos oscuros que me miraban. Debera haber sabido que era un hombre disfrazado, pero no esperaba encontrrmelo all.Me haba sorprendido, simplemente.Un destello de luz blanca me oblig a parpadear. Un hombre acababa de hacer una foto a la criatura. En la pared vi un gran cartel rojo y amarillo que deca: VEA LA PELCULA. LUEGO DIVIRTASE JUGANDO EN CD-ROM.Siento haberte asustado dijo el hombre del disfraz con voz queda.Se asusta enseguida! afirm Marty.Le di un empujn y nos alejamos corriendo. Me volv para ver a la criatura dicindome adis con la pinza.Tenemos que subir a ver a pap le dije a Marty.No me digas!Se cree muy gracioso.El despacho de pap est encima del cine, en la planta veintinueve. Fuimos corriendo a los ascensores del fondo del pasillo y nos metimos en uno.Pap tiene un trabajo muy guay. Construye parques temticos y disea circuitos de todo tipo.Pap fue uno de los diseadores del Parque Prehistrico. Es ese parque temtico tan grande en el que regresas a tiempos prehistricos. Tiene un montn de circuitos y espectculos fantsticos, y docenas de robots de dinosaurio enormes pasendose por ah.Y pap colabor en el circuito por el estudio de Fantasy Films. Todos los que vienen a Hollywood hacen ese circuito.La idea de atravesar una enorme pantalla de cine y encontrarte en un mundo de personajes de cine fue de pap. Puedes protagonizar todas las pelculas que quieras!Ya s que parece que est fardando, pero pap es muy inteligente, y un genio en ingeniera. Creo que es un experto mundial en robots. Puede construir robots capaces de hacer cualquier cosa! Y los utiliza en todos sus parques y en sus circuitos por estudios de cine.Marty y yo salimos del ascensor en la planta veintinueve. Saludamos con la mano a la recepcionista y luego nos fuimos corriendo al despacho de pap, al final del pasillo.Se parece ms a una sala de juegos que a un despacho. Es una habitacin grande. Bueno, enorme. Est llena de juguetes y muecos de felpa que encarnan a personajes de dibujos animados, psters de pelculas y maquetas de monstruos.A Marty y a m nos encanta pasearnos por la habitacin y mirar todas esas cosas tan fantsticas. Pap tiene en las paredes unos psters preciosos de montones de pelculas. Y en una mesa alargada tiene una maqueta de el saltimbanqui, el coche de montaa rusa diseado por l que se pone cabeza abajo. La maqueta tiene cochecitos que corren de verdad.Y tiene muchas cosas guay de La calle del Miedo, como una de las zarpas originales que la chica lobo llevaba en Pesadilla en la calle del Miedo. La guarda en una vitrina de cristal en el alfizar de la ventana.Tiene maquetas de tranvas, trenes, aviones y cohetes. Hasta un globo plateado de plstico. Est teledirigido y pap puede hacerlo volar por todo el despacho.Qu sitio ms fantstico! Siempre pienso que el despacho de pap es el lugar ms feliz del mundo.Pero hoy, cuando llegamos, pap no pareca muy contento. Estaba encorvado sobre su escritorio con el telfono pegado a la oreja. Tena la cabeza gacha y los ojos bajos, y se apretaba la frente con una mano mientras hablaba en voz baja por telfono.Pap y yo no nos parecemos en nada. Yo soy bajita y de tez oscura. l es alto y delgado, y tiene el pelo rubio, aunque no le queda mucho. Est bastante calvo.Tiene una piel que enseguida se ruboriza.Cuando habla, los mofletes se le ponen de un rosa intenssimo. Y esconde sus ojos marrones detrs de unas grandes gafas redondas con montura oscura.Marty y yo nos detuvimos en el umbral. Creo que pap no nos vio. No apartaba los ojos del escritorio. Se haba aflojado el nudo de la corbata y tena el cuello de la camisa abierto.Sigui hablando un rato ms en voz baja. Marty y yo entramos sigilosamente en el despacho.Al fin pap colg el telfono. Alz la vista y nos vio.Hola pareja dijo con suavidad. Sus mejillas adoptaron un tono rosa intenso.Qu pasa, pap? pregunt.Suspir. Luego se quit las gafas y se pellizc el puente de la nariz.Tengo malas noticias, Erin. Muy malas noticias.

Qu sucede, pap? grit asustada.Entonces vi la sonrisa que poco a poco se dibujaba en su rostro. Y me di cuenta de que haba vuelto a caer.Te he pillado! exclam. Sus ojos castaos centelleaban con regocijo. Sus mofletes tenan un intenso tono rosa. He vuelto a pillarte! Caes siempre.Pap! grit enfadada. Luego me acerqu corriendo a su escritorio, lo cog por el cuello y fing que lo estrangulaba.Nos camos uno encima del otro, rindonos.Marty segua en el umbral, meneando la cabeza.Qu mala idea, seor Wright! murmur.Pap intent ponerse las gafas de nuevo.Lo siento, chicos, pero es que resulta muy fcil tomaros el pelo. No he podido resistir la tentacin. Me sonri. En realidad, tengo buenas noticias.Buenas noticias? Se trata de otra broma? pregunt suspicaz.Neg con la cabeza y cogi algo del escritorio.Mirad esto. Sabis qu es? Lo sostuvo en la palma de la mano.Marty y yo nos acercamos para examinarlo. Era un pequeo vehculo blanco de plstico con cuatro ruedas.Un vagn de tren? aventur.S, un pequeo vagn de tren explic pap. Veis? La gente se sienta en estos bancos que hay dentro. Aqu. Lleva motor. Seal la parte delantera de la maqueta para mostrarnos dnde iba el motor. Pero sabis dnde va a utilizarse este tren?Nos rendimos, pap. Dnoslo ya de una vez insist con impacienciaNo nos tengas en ascuas.Est bien, est bien dijo con una amplia sonrisa. Es una maqueta del tren que va a utilizarse en el circuito por los estudios de rodaje de La calle del Miedo.Me qued con la boca abierta.Quieres decir que por fin va a inaugurarse el circuito? Saba que mi padre llevaba aos trabajando en ello.S. Por fin estamos a punto de abrirlo al pblico. Pero antes de hacerlo quiero que vosotros lo probis.Lo dices en serio, pap? grit entusiasmada. Estaba tan contenta que tena la sensacin de que iba a reventar!Me volv hacia Marty, que daba saltos sin parar, con los brazos en alto.S, s, s!He construido todo el circuito me dijo pap y quiero que vosotros dos seis los primeros nios del mundo en recorrerlo. Quiero saber vuestra opinin. Lo que os gusta y lo que no.S, s, s! Marty segua dando saltos. Pens que a lo mejor iba a hacer falta sujetarlo con una cuerda a la cintura para que no saliera volando.Pap, las pelculas de La calle del Miedo son las ms guays! grit. Son alucinantes! Y luego aad: El circuito da mucho miedo?Pap me puso una mano en el hombro.Eso espero respondi. He intentado que sea lo ms espeluznante y lo ms autntico posible. Te montas en el tren y recorres todos los estudios cinematogrficos. Te encuentras con todos los personajes de las pelculas de terror. Y luego el tren te lleva a la calle del Miedo.La autntica calle del Miedo? grit Marty. En serio? Pasas por la autntica calle donde se ruedan las pelculas?Pap asinti.S. La autntica calle del Miedo.S, s, s! Marty se puso a dar saltos otra vez, chillando como un loco.Alucinante! chill yo. Tope alucinante! Estaba tan entusiasmada como Marty.De repente, Marty dej de saltar y adopt una expresin seria.Tal vez no sea conveniente que venga Erin le dijo a mi padre. Pasa mucho miedo.Eh? grit.Se asust tanto durante el preestreno que tuve que cogerla de la mano le dijo Marty a pap.Qu mentiroso!Vale ya! grit enojada. El nico gallina fuiste t!Pap alz las manos para imponernos silencio.Calma, chicos dijo con suavidad. Basta de discusiones.Tenis que permanecer unidos. Ya sabis. Maana seris los nicos que estaris haciendo el circuito. Los nicos.S! exclam alegremente Marty. S! S!Guau! Qu pasada! grit. Va a ser tope guay! Entonces se me ocurri una idea. Puede venir tambin mam? Seguro que se lo pasara en grande.Qu? Pap me mir con sus ojos cegatos y se ruboriz hasta las orejas. Qu has dicho?Que si mam tambin podr venir repet.Pap me mir atentamente durante un buen rato.Te encuentras bien, Erin? me pregunt al fin.S, claro respond obediente.De pronto me sent muy confusa y desconcertada. Haba hecho algo malo?Le pasaba algo a mam?Por qu me miraba pap de aquel modo?

Mi padre se levant y me rode con el brazo.Creo que t y Marty os lo pasaris mejor si vais solos dijo con suavidad. No crees?S, supongo que sdije obediente.An segua preguntndome por qu me miraba con tanto recelo, pero decid no preguntrselo. No quera que se enfadara y que nos quedramos sin poder hacer el circuito.Usted tampoco vendr con nosotros? le pregunt Marty a pap. En serio que vamos a ir solos?Quiero que vayis solos le respondi pap. Creo que os resultar ms emocionante.Marty me mir burln.Espero que sea terrorfico! afirm.No te preocupes respondi pap. Una extraa sonrisa se dibuj en su rostro. No os decepcionar.A la tarde siguiente, cuando pap nos llev a Marty y a m a los estudios de rodaje de La calle del Miedo, una niebla gris flotaba en el aire. Yo iba sentada delante con pap, mirando la espesa niebla desde la ventanilla del coche.Qu tenebroso est todo ah fuera murmur.Perfecto para hacer un circuito por el cine de terror me interrumpi Marty desde el asiento de atrs.Estaba tan emocionado que apenas poda estarse quieto. Balanceaba sin parar las piernas arriba y abajo, y tamborileaba con los dedos en el asiento de piel.Nunca haba visto a Marty tan inquieto. Si no hubiera llevado puesto el cinturn de seguridad, probablemente habra salido disparado del coche!El automvil ascenda por las colinas de Hollywood. La estrecha carretera serpenteaba entre casas rojas de madera y poblados jardines excavados en las laderas de las colinas.Mientras ascendamos, el cielo se fue oscureciendo cada vez ms. Estamos internndonos en un banco de niebla, pens. Muy a lo lejos, divis el cartel de HOLLYWOOD en un oscuro pico y semioculto por la niebla.Ojal no llueva murmur al ver la niebla que envolva el cartel.Pap chasque la lengua.Ya sabes que en Los ngeles nunca llueve!Qu monstruos vamos a ver? pregunt Marty, dando brincos en el asiento de atrs. Veremos al Electricista Asesino? En serio que vamos a andar por la calle del Miedo?Pap entorn sus ojos miopes, girando el volante en cada curva y recodo de la carretera.No os lo voy a decir respondi. Quiero que sea una sorpresa.Slo quera saberlo para poder avisar a Erin dijo Marty. No quiero que pase demasiado miedo. A lo mejor se desmaya o le pasa algo raro. Se ech a rer.Gru enojada. Luego me volv e intent darle un puetazo. Pero no pude alcanzarlo.Marty me despein con las dos manos.Djame! grit. Te lo advierto!Calma, chicos dijo pap en voz baja. Ya hemos llegado.Me volv y mir por el parabrisas. La carretera se haba allanado. Frente a nosotros, un enorme cartel anunciaba los ESTUDIOS DE LA CALLE DEL MIEDO con terrorficas letras de color rojo sangre.Nos dirigimos despacio hacia la inmensa verja de hierro de la entrada. Estaba cerrada. Un vigilante lea el peridico sentado en una pequea cabina de color negro. Vislumbr unas letras doradas sobre la verja. Una sola palabra: CUIDADO.Pap acerc el coche a la verja, y el vigilante alz la vista. Dedic a pap una ancha sonrisa y luego puls un botn. La verja empez a abrirse lentamente. Pap meti el coche en el garaje blanco contiguo a los estudios y aparc en la primera plaza junto a la entrada. El garaje era inmenso, pero slo vi tres o cuatro coches aparcados.Cuando abramos la semana que viene, este garaje estar lleno hasta los topes! dijo pap. Vendrn miles de personas. Bueno, eso espero.Hoy somos los nicos! grit Marty excitado, bajndose del coche de un salto.Qu suerte tenemos! aad.Unos minutos despus, nos hallbamos en el andn exterior del edificio principal, frente a una ancha calle, esperando a que el tren nos recogiera. La calle llevaba a docenas de edificios blancos pertenecientes a los estudios, que se diseminaban por toda la ladera de la colina.Pap seal dos enormes edificios tan grandes como los hangares para aviones.Ah se hacen las pruebas de sonido explic. En ellos se ruedan muchas escenas cinematogrficas.Vamos a entrar dentro? pregunt Marty. Dnde est la calle del Miedo? Dnde estn los monstruos? Estn rodando alguna pelcula ahora? Podemos ver cmo lo hacen?Calma! grit pap. Puso las manos en los hombros de Marty, como para impedir que saliera volando. Nunca haba visto a Marty tan acelerado!. Calma, hombre! repiti pap. Se te van a fundir los plomos! No vas a aguantar todo el circuito!Mene la cabeza.Tal vez sera mejor que lo atramos de una correa le dije a pap.Guau, guau! ladr Marty. Luego me ense los dientes e intent morderme.Me estremec. La niebla descendi desde las colinas. El aire se volvi ms fro y hmedo. El cielo se oscureci.Dos hombres con traje de negocios pasaron zumbando por la calle en un cochecito elctrico. Los dos hablaban a la vez. Uno de ellos salud a pap con la mano.Podremos montarnos en una de esos cochecitos? pregunt Marty. Podremos Erin y yo tener uno para cada uno?Ni hablar dijo pap. Tenis que montaros en el tren automtico. Y recordad una cosa: quedaros en el tren, pase lo que pase.O sea que no podremos ir a pie por la calle del Miedo? gimote Marty.Pap neg con la cabeza.Est prohibido. Tenis que quedaros en el tren.Se volvi hacia m.Cuando regresis, yo os estar esperando aqu en el andn. Quiero un informe completo. Quiero saber lo que os gusta y lo que no os gusta. Y no os preocupis si las cosas no salen exactamente como deben. Es posible que algn que otro bichito os d una buena sorpresa.Eh, ah est el tren! grit Marty, brincando sin parar y sealndolo con el dedo.El tren dobl la curva silenciosamente. Cont seis vagones en total.Tenan la forma de los coches de las montaas rusas: descubiertos por arriba, slo que mucho ms alargados y espaciosos. Los vagones eran negros. Delante del primero, haba pintada una sonriente calavera blanca.En el primer banco del vagn de cabeza estaba sentada una joven pelirroja que llevaba un uniforme negro.Nos salud con la mano cuando el tren se acerc al andn. Era la nica pasajera.Se baj de un salto cuando el tren se detuvo.Hola! Me llamo Linda. Soy vuestra gua. Sonri a mi padre. Su melena pelirroja onde al viento.Hola, Linda le dijo pap devolvindole la sonrisa. Nos empuj con suavidad. Aqu estn tus dos primeras vctimas.Linda se ech a rer y nos pregunt cmo nos llambamos. Se lo dijimos.Podemos sentarnos delante? le pregunt Marty con impaciencia.S, claro contest Linda. Podis sentaros donde queris. Es todo vuestro.Vale! grit Marty. Nos palmeamos las manos.Pap se ech a rer.Me parece que Marty ya est listo para empezar le dijo a Linda.Linda se apart el cabello pelirrojo de la cara.Podis empezar ahora mismo, chicos. Pero antes tengo que hacer una cosa. Se asom al interior del vagn y cogi una bolsa de lona negra. Ser slo un segundo, chicos. Sac una pistola roja de plstico. Es el lanzarrayos paralizador antimonstruos.Coga la pistola de plstico con firmeza. El arma pareca salida de una pelcula de Star Trek. Linda dej de sonrer y entorn sus ojos verdes.Con estos lanzarrayos hay que andarse con cuidado, chicos. Pueden dejar a un monstruo totalmente paralizado desde ms de cincuenta metros.Me dio el lanzarrayos. Luego rebusc en la bolsa para darle otro a Marty.No los usis a menos que os veis obligados a hacerlo. Trag saliva y se mordi el labio. Confo en que no los tengis que necesitar.Me ech a rer.Ests bromeando, no? Son de juguete, no es cierto?No respondi. Sac otro lanzarrayos de la bolsa y fue a drselo a Marty, pero tropez con un cable que haba en el andn.Oh! grit alarmada cuando el lanzarrayos se le cay al suelo.Un fuerte zumbido. Un deslumbrante rayo de luz amarilla.Y Linda se qued paralizada en el andn.

Linda! Linda! grit.Marty se qued boquiabierto. Solt un gorjeo ahogado.Mir a pap. Estaba sonriendo.Pap est est paralizada! chill. Pero cuando me volv para mirar a Linda, ella tambin luca una ancha sonrisa.Pronto nos dimos cuenta de que todo haba sido una broma.ste es el primer susto del circuito del terror anunci Linda, bajando el lanzarrayos rojo. Puso una mano en el hombro de Marty. Me parece que te he dado un buen susto, eh, Marty?Qu va! replic Marty. Ya saba que era una broma. Slo te segua la corriente.Venga Marty! grit poniendo los ojos en blanco. Un poco ms y te quedas sin dientes.No me ha dado ningn susto, Erin! insisti. En serio. Segu la broma, eso es todo. De verdad crees que iban a pegrmela con un absurdo lanzarrayos de plstico?Marty es un pelmazo de mucho cuidado. Por qu nunca admite que ha pasado miedo?Venga, subid los dos nos inst pap. Vamos a poner esto en marcha.Marty y yo nos encaramamos al asiento delantero del vagn.Busqu un cinturn o una barra de seguridad, pero no haba nada.Vas a acompaarnos? le pregunt a Linda.Neg con la cabeza.No, vais solos. El tren es automtico. Dio a Marty su lanzarrayos paralizador. Espero que no tengis que usarlo.S, por supuesto murmur Marty poniendo los ojos en blanco. Esta pistola es de lo ms infantil.No os olvidis. Estar esperndoos aqu cuando acabis el circuito dijo pap. Nos dijo adis con la mano. Que os lo pasis bien. Quiero un informe completo.No os bajis del tren nos record Linda. No saquis la cabeza ni los brazos. Y no os pongis de pie mientras el tren est en movimiento.Pis un botn azul que haba en el suelo del andn. El tren se puso en marcha con un brusco tirn. Marty y yo nos camos de espaldas en el asiento. Luego el tren empez a avanzar con suavidad.La primera parada es la casa encantada del terror! nos grit Linda. Buena suerte!Me volv para verla decirnos adis con su larga cabellera pelirroja ondeando al viento. Cuando el tren empez a ir cuesta abajo, comenz a soplar un fuerte viento. El cielo estaba casi tan oscuro como si fuera de noche. Algunos de los edificios blancos que integraban los estudios quedaban ocultos entre la espesa niebla.Qu porquera de pistola! murmur Marty mientras la manoseaba. Para qu bamos a necesitar una pistola de plstico? Espero que el resto del circuito no sea tan infantil.Y yo espero que no te pases toda la tarde quejndote le dije frunciendo el ceo. Te das cuenta de lo alucinante que es todo esto? Vamos a ver las magnficas criaturas que salen en las pelculas de La calle del Miedo.Crees que veremos al Electricista Asesino? pregunt. Es su favorito, supongo que porque es la cosa ms asquerosa del mundo.Es posible respond sin dejar de mirar los edificios que bamos dejando atrs, todos a oscuras y vacos.Quiero ver al chico lobo y a la chica lobo dijo Marty, contando los monstruos con los dedos de la mano. Y a los piraa, y al capitn mareado, a la superardilla mutante, yGuau! Mira! grit, aporrendole el hombro y sealando con la otra mano.Cuando el tren dobl una curva muy cerrada, la casa encantada del terror se erigi lbrega ante nosotros. El tejado y los altos torreones de piedra estaban tapados por la espesa niebla. El resto de la mansin se perfilaba grisceo en el cielo de la tarde.El tren fue acercndose. El jardn de la casa estaba infestado de altos hierbajos mecidos por el viento. Los troncos grises de la casa estaban astillados y sin corteza. Una plida luz verde, una luz tenue y misteriosa, se proyectaba desde la alta ventana que se abra en la fachada.Al acercarnos vi unas rejas oxidadas de hierro, que se abran y cerraban solas, en un prtico roto y semiderruido.Guay! exclam.Parece mucho ms pequea que en la pelcula gru Marty.Es exactamente la misma casa! grit.Entonces, por qu parece mucho ms pequea? pregunt.Qu grun!No le hice caso y me concentr en la casa encantada. Estaba circundada por una cerca de hierro. Cuando empezamos a rodearla por un lado, la verja oxidada se abri con un chirrido.Mira! Seal las ventanas a oscuras del segundo piso. Todas las contraventanas se abrieron a la vez, y luego volvieron a cerrarse de golpe.Las ventanas se iluminaron. A travs de las persianas, vi siluetas de esqueletos colgados, mecindose despacio adelante y atrs.No est mal dijo Marty, pero no da mucho miedo. Alz su pistola de plstico y fingi que disparaba a los esqueletos.Rodeamos la casa encantada del terror. Desde el interior salan desgarrados alaridos. Las contraventanas se cerraban de golpe una y otra vez. La verja del prtico segua abrindose y cerrndose sin dejar de chirriar, como si la guiara la mano de un fantasma.Vamos a entrar o no? pregunt Marty con impaciencia.Sintate bien y deja de quejarte dije de mal humor. El circuito acaba de empezar. No me lo estropees, vale?Me sac la lengua, pero se arrellan en el asiento. Omos un largo aullido y luego un agudo alarido de terror.El tren avanz en silencio hacia la parte de atrs de la casa. Luego se abri una verja y la franqueamos. Nos internamos como un rayo en el patio invadido de vegetacin e infestado de hierbajos.El tren gan velocidad. Avanzamos por el csped a trompicones, hacia la puerta de atrs. Uncartel de madera encima de la puerta deca: ABANDONA TODA ESPERANZA.Vamos a empotrarnos en la puerta!, pens. Agach la cabeza y alc las manos para protegerme.La puerta se abri con un chirrido y la franqueamos a toda velocidad.El tren redujo la marcha. Baj las manos y me incorpor en el asiento. Nos hallbamos en una oscura cocina cubierta de polvo. Un fantasma invisible estall en una malvola risotada. La pared estaba cubierta de ollas y cazuelas abolladas. Al pasar, se cayeron al suelo con gran estruendo.La puerta del horno se abri y cerr por s sola. La tetera empez a silbar en el fogn. Los platos de los estantes se pusieron a vibrar. Las risotadas se hicieron ms fuertes.Da bastante miedo susurr.Ooh! Qu miedo! exclam Marty con sarcasmo. Se cruz de brazos. Qu a-bu-rri-mien-to!Marty, ya vale, no? Lo apart de un empujn. Haz lo que te d la gana pero no me estropees la fiesta.Aquello pareci afectarle.Lo siento murmur, y se puso de nuevo a mi lado.El tren sali de la oscura cocina para entrar en un pasillo todava ms oscuro. De las paredes colgaban cuadros de duendes y horrendas criaturas.Al acercarnos a un armario, la puerta se abri de golpe y un esqueleto apareci gritando ante nosotros, con las mandbulas abiertas y los brazos extendidos para atraparnos.Yo me puse a gritar. Marty se ech a rer.El esqueleto volvi a meterse en el armario. El tren dobl una esquina. Una luz se puso a parpadear ante nosotros.Entramos en una gran estancia circular.Es el saln susurr a Marty. Alc la vista hacia la luz trmula y vi una araa de cristal colgando del techo con una docena de velas encendidas.El tren se detuvo justo debajo. La lmpara empez a temblar. Luego, con un silbido, las velas se apagaron de golpe.La estancia se qued sumida en la oscuridad.Entonces una ronca risotada reson a nuestro alrededor.Sofoqu un grito.Bienvenidos a mi humilde hogar! dijo de pronto una voz ronca.Quin es? le susurr a Marty. De dnde sale?No obtuve respuesta.Eh, Marty? Me volv hacia l y repet: Marty?Haba desaparecido.

Marty?Se me cort la respiracin. Me qued paralizada, con los ojos clavados en la oscuridad.Adnde habr ido? me dije. Sabe que no debemos bajarnos del vagn. Habr saltado?No.Si lo hubiera hecho, yo lo habra odo.Marty?Alguien me agarr del brazo.O una risa sofocada, la risa de Marty.Eh, dnde ests? No te veo! grit.Yo tampoco te veo a ti respondi. Pero no me he movido. Sigo sentado a tu lado.Eh? Alargu el brazo y palp la manga de su camisa.Qu pasada! exclam Marty. Estoy moviendo los brazos pero no veo nada. De verdad que no me ves?No respond. Pensaba queEs algn truco de iluminacin dijo. Luz negra o algo as. Algn efecto especial tope guay.Pues me ha puesto los pelos de punta confes. Cre que habas desaparecido de verdad.Boba se burl.Y entonces dimos un brinco.De repente surgi un fuego en la gran chimenea de ladrillo. Una intensa luz naranja llen la estancia. Un silln muy grande gir vertiginosamente, y un esqueleto de malvola sonrisa apareci ante nosotros.El esqueleto alz su amarillenta calavera. Las mandbulas se movieron.Espero que os guste mi casa, porque nunca podris salir de aqu.Ech la cabeza hacia atrs y solt una maligna risotada.El tren se puso en marcha de golpe. Salimos con gran estrpito del saln a un largo pasillo a oscuras. Las risas del esqueleto resonaban a nuestras espaldas.Me hund en el asiento a medida que el tren ganaba velocidad.Doblamos una esquina. Descendimos por otro largo pasillo, tan oscuro que no se vean las paredes.Ms deprisa. Ms deprisa.Doblamos otra esquina a la velocidad del rayo. Volvimos a girar con brusquedad.Ahora estbamos ascendiendo. Y luego el tren se inclin tanto que nos pusimos a gritar, alzando los brazos.Otro giro brusco. Arriba, arriba, arriba. Y luego empezamos a descender bruscamente.Unas montaas rusas en la ms completa oscuridad.Era alucinante, sobre todo porque no nos lo esperbamos. Nos pusimos a gritar como locos. Chocbamos el uno contra el otro cuando el tren giraba vertiginosamente por los negros pasillos de la casa encantada del terror. Arriba, arriba, otra vez. Entonces volvimos a inclinarnos bruscamente hacia abajo.Me agarr desesperadamente al vagn con tanta fuerza que me dolan las manos. No haba cinturn, no haba barra de seguridad.Y si volcamos?, me pregunt.El vagn se inclin bruscamente a un lado, como si hubiera ledo mis temerosos pensamientos. Di un alarido y se me soltaron las manos. Me deslic contra el lado del vagn. Marty se cay encima de m. Intent frenticamente asirme a alguna cosa.El vagn volvi a ponerse horizontal. Respir hondo y recuper mi posicin en el largo asiento.Guau! Ha sido magnfico! grit Marty, rindose. Magnfico!Me agarr al vagn, volv a respirar hondo y contuve la respiracin, intentando apaciguar mi corazn desbocado.Una puerta se abri ante nosotros y la franqueamos a toda velocidad.El vagn vibr intensamente. Vi rboles. El cielo tras la niebla gris.Ya volvamos a estar fuera, cruzando el patio a toda velocidad. Los dos chocbamos contra los lados del vagn mientras el tren ruga y sorteaba los lbregos rboles.Me ahogaba. No poda respirar. El viento me azotaba la cara. El vagn traqueteaba y chirriaba mientras avanzbamos a bandazos por aquel relieve tan accidentado.bamos sin control. Seguro que el tren se haba estropeado.Dando grandes tumbos en el asiento de plstico, agarrndome con todas mis fuerzas, busqu con la mirada a alguien que nos pudiera ayudar.Todo estaba desierto.Entramos en la carretera.El tren empez a reducir la marcha. Mir a Marty. Tena el pelo arremolinado en la cara, las mandbulas desencajadas, los ojos en blanco. Estaba alucinando.El tren fue reduciendo poco a poco la velocidad hasta avanzar suave y silenciosamente.Ha sido fantstico! afirm Marty. Se retir el pelo de la cara y me mir burln. Yo saba que l tambin haba pasado miedo, aunque finga que haba disfrutado con aquel trayecto tan loco y salvaje.S. Magnfico. Yo tambin intent disimular, pero la voz me sali dbil y temblorosa.Voy a decirle a tu padre que el trayecto por los pasillos ha sido tope guay afirm Marty.Es bastante dver coment. Y da bastante miedo.Marty apart la vista.Eh! Dnde estamos?El tren se haba parado. Me puse en pie y mir a mi alrededor. Nos habamos detenido entre dos hileras de arbustos. Los arbustos eran esbeltos, en forma de lanzas que apuntaban al cielo.El sol de la tarde pugnaba por atravesar la espesa niebla. El cielo gris filtraba tenues rayos solares. Las sombras altas y delgadas de los arbustos se proyectaban sobre el vagn.Marty se puso en pie y mir hacia la cola del tren.Por aqu no hay nada dijo. Estamos en el quinto pino. Por qu nos hemos parado?Crees que? empec a decir, pero enmudec cuando vi un arbusto que se mova.Se ondul. El arbusto contiguo se ondul tambin.Marty susurr, tirndole de la manga. Vi el destello de dos crculos rojos detrs del arbusto. El destello de dos ojos rojos!. Marty, ah hay alguien.Otro par de ojos. Y luego otro par ms. Mirndonos desde los arbustos.Y luego dos zarpas oscuras.Y luego el crepitar de la hojarasca. El arbusto se inclin, y una oscura silueta apareci de un sal-to. Y despus otra.Gruendo, bufando.Sofoqu un grito. No haba tiempo de huir.Estbamos rodeados de horribles criaturas, criaturas que surgan de entre los arbustos, resoplando y jadeando. Se acercaron, se acercaron a nosotros y empezaron a encaramarse al tren.

Marty y yo nos pusimos en pie de un brinco.Ohhhhh gimi Marty aterrado.Empec a retroceder de espaldas. Pens que tal vez podra escapar sigilosamente por el otro lado del vagn.Pero los monstruos se aproximaban por ambos lados, gruendo y bufando.De-dejadnos en paz! tartamude.Un monstruo cubierto de una maraa de pelo castao abri sus fauces y nos ense dos largas hileras de puntiagudos colmillos amarillentos. Su aliento caliente me azot el rostro. Se acerc un poco ms. Luego me dio un topetazo con su voluminosa zarpa y lanz un rugido amenazador.Quieres un autgrafo? gru.Lo mir sin aliento, con la mandbula colgndome hasta los pies.Eh?Una foto firmada? Volvi a alzar su zarpa peluda. Llevaba una foto en blanco y negro.Eh! Pero si t eres Cara de Mono! grit Marty, sealndolo con el dedo.La peluda criatura asinti con un movimiento de cabeza y ofreci la foto a Marty.Quieres una foto? Estis en la etapa de los autgrafos.S, vale respondi Marty.El enorme simio cogi un rotulador que llevaba apoyado en la oreja y se inclin para dedicar una foto a Marty.Cuando los latidos de mi corazn se fueron normalizando, comenc a reconocer algunas criaturas. El monstruo cubierto de cieno prpura era el Salvaje Txico. Y distingu a Dulce Sue, la mueca que hablaba y andaba y tena pelo autntico que poda peinarse. En realidad Dulce Sue era una asesina mutante de Marte.El monstruo con cara de rana cubierto de pies a cabeza de verrugas era la Rana Fabulosa, tambin conocida como el Sapo Asesino. Protagonizaba Aguas estancadas y Aguas estancadas II, dos de las pelculas ms aterradoras que he visto en mi vida.Rana, puedes firmarme un autgrafo? pregunt.Croac, croac. La rana cogi un bolgrafo con su mano plagada de verrugas. Me acerqu a ella con expectacin y la vi firmar la foto. Le costaba escribir. El bolgrafo se le resbalaba continuamente de su viscosa mano.Marty y yo reunimos unos cuantos autgrafos. Luego las criaturas volvieron a internarse en los arbustos, resoplando y jadeando.Cuando todos los monstruos se hubieron ido, los dos nos remos a mandbula batiente.Vaya tontera! grit yo. Cuando los vi acercarse desde los arbustos, cre que iba a darme un patats. Ech un vistazo a las fotos. Pero es tope guay que nos hayan firmado autgrafos.Marty hizo un gesto desdeoso.Slo son un puado de actores disfrazados dijo con desprecio. Esto es para bebs.Pe-pero, parecan de verdad tartamude. No daba la impresin de que llevaran disfraces. Las manos del Sapo Asesino eran viscosas de verdad. Y el pelo de Cara de Mono era muy real. Las caretas eran alucinantes. No he notado que eran caretas.Me apart el pelo de los ojos.Cmo te pones un disfraz de sos? No he visto botones, ni cremalleras, ni nada.Eso es porque son disfraces de pelculas explic Marty. Son mejores que los disfraces normales.El seor sabelotodo.El tren empez a dar marcha atrs. Me arrellan en el asiento. Las dos hileras de arbustos se fueron desvaneciendo a lo lejos.En la extensa ladera de la colina vi los edificios blancos de los estudios. Me pregunt si estaran rodando alguna pelcula. Tal vez el tren nos llevara hasta all y podramos presenciar algn rodaje.Vi dos cochecitos elctricos en la carretera que trasladaban gente a los edificios donde se realizan las pruebas de sonido.El sol an luchaba por atravesar la espesa niebla. El tren avanzaba a bandazos por la hierba, cuesta arriba.Guau! exclam cuando giramos bruscamente y volvimos a dirigirnos hacia los rboles.Por favor, no se apeen nunca del tren inform una voz femenina desde un altavoz instalado en el vagn. La siguiente parada ser la cueva de las larvas vivientes.La cueva de las larvas vivientes? Guau! Suena terrorfico! exclam Marty.Ni que lo digas! aad.No tenamos ni idea de lo terrorfico que realmente iba a ser.

El tren avanz zigzagueante entre los rboles. La sombras se cernan sobre nosotros como tenebrosos fantasmas.El silencio era total. Intent imaginarme cmo sera el circuito si el tren estuviera repleto de nios y adultos excitados. Llegu a la conclusin de que con mucha gente dara menos miedo.Pero no me quejaba. Marty y yo tenamos muchsima suerte de ser los primeros nios del mundo en probar el circuito.Guau! Marty me agarr del brazo cuando la cueva de las larvas vivientes apareci ante nosotros. La boca de la cueva era un enorme agujero oscuro, excavado en la ladera de la colina. Ms all de la entrada vislumbr una trmula luz plateada.El tren redujo la marcha a medida que se acercaba a la tenebrosa abertura. En un cartel encima de la entrada apareca toscamente grabada una sola palabra: ADIS.El tren se intern dando bandazos.Eh! grit, agachando la cabeza. Habamos pasado justsimos!En la trmula luz de la cueva.Al instante not el aire mucho ms fro y hmedo. Percib un penetrante olor a tierra que casi me asfixiaba.Murcilagos! susurr Marty. T qu opinas, Erin? Crees que aqu hay murcilagos? Me solt una estpida risotada en el odo.Marty sabe que detesto los murcilagos!Ya s, ya s. En realidad los murcilagos no son criaturas malignas ni peligrosas. Los murcilagos se alimentan de mosquitos y de otros insectos.Y no atacan a la gente, no se enredan en el pelo ni chupan la sangre a nadie. Eso slo pasa en las pelculas.Todo eso ya lo s. Pero me da igual.Los murcilagos son horribles, terrorficos y repugnantes. Los detesto.Un da se me ocurri decirle a Marty que odiaba los murcilagos, y desde entonces siempre me est atormentando con lo mismo.El tren sigui internndose en la cueva. El aire estaba an ms fro, y el penetrante olor casi me asfixiaba.Mira all! chill Marty. Un vampiro!Dnde? grit sin poder contenerme, presa del pnico.Naturalmente, era una de las estpidas bromas de Marty. Se puso a rer como un loco.Le di un fuerte puetazo en el hombro.No tienes ninguna gracia. No haces ms que bobadas.Marty se ri con ms ganas todava.Qu te juegas a que en esta cueva hay murcilagos? insisti. En una cueva profunda y tenebrosa como sta tiene que haber murcilagos.Dej de mirar su rostro burln y aguc el odo para captar el aleteo de murcilagos. No o nada.La cueva se fue haciendo ms estrecha. Daba la impresin de que las paredes iban a aplastarnos. El lateral del vagn rozaba con la pared de tierra. Yo notaba que bamos cuesta abajo.A la tenue luz plateada, vi una larga hilera de cosas puntiagudas con aspecto de carmbanos colgando del techo de la cueva. S que tienen un nombre, pero nunca me acuerdo de si se llaman estalagmitas o estalactitas.Volv a agachar la cabeza cuando el tren pas por debajo como un rayo. A pocos centmetros de nuestras cabezas, parecan puntiagudas trompas de elefante.Nos estamos acercando a los murcilagos! brome Marty.No le hice caso. Miraba fijamente al frente. La cueva volvi a ensancharse. Unas sombras tenebrosas oscilaban y danzaban en las paredes a nuestro paso.Ohhh! gem sobresaltada al notar en la nuca algo fro y viscoso.Me volv bruscamente hacia Marty.Basta! grit. Qutame tus fras manos de encima!Quin yo?No me tocaba. Estaba agarrado al vagn con las dos manos.Entonces, qu era aquello tan fro y hmedo que tena en la nuca? Sent un estremecimiento, y todo el cuerpo me empez a temblar.Ma-Marty! tartamude. So-socorro!Marty se me qued mirando, perplejo.Erin, qu te pasa?Mi nuca Me qued sin habla.Not que la cosa fra y hmeda empezaba a moverse. No esper a que Marty me ayudara. Me llev la mano a la nuca y la cog. Era pegajosa y fra al tacto. Se enroscaba y se retorca. La tir en el asiento.Un gusano!Un enorme gusano blanco, hmedo y fro.Qu raro! exclam Marty. Se acerc para examinarlo. Nunca haba visto un gusano tan grande! Y es blanco.Se-se ha cado del techo dije, mirando cmo se retorca. Est helado.Djame tocarlo dijo Marty.Alz la mano y acerc despacio su dedo ndice al gusano.Lo toc en el centro.Y entonces solt un chillido de terror que retumb en toda la cueva.

Qu pasa, Marty? Qu ocurre? aull.Yo yo yo No poda hablar. Los ojos se le salan de las rbitas. Se qued con la lengua fuera.Alz la mano y se quit un gusano blanco de la coronilla.Yo yo yo tambin tengo uno! consigui decir por fin.Puaj! grit. Su gusano era casi tan largo como un cordn de zapatos!Entre los dos tiramos los gusanos fuera del vagn.Pero entonces not un plop suave y hmedo en el hombro. Y luego un fro plop en la coronilla. Y despus otro en la frente, como una fra bofetada.Ohhhh! Socorro! grit. Empec a bracear, intentando agarrar los gusanos, luchando por quitrmelos de encima.Marty por favor! Me volv hacia a l en busca de ayuda.Pero Marty tambin estaba pelendose con ellos, retorcindose, agachndose, intentando esquivarlos, mientras la lluvia de gusanos blancos segua arreciando cada vez con ms intensidad.Vi uno que le caa en el hombro, y otro que empezaba a enroscrsele en la oreja.Me quit las hmedas y viscosas criaturas tan rpido como pude y las ech fuera del vagn, que ahora avanzaba lentamente.De dnde salen?, me pregunt.Alc la vista y un gordo gusano blanco me cay en los ojos.Solt un chillido y me lo quit de un manotazo.El tren gir con brusquedad, hacindonos resbalar en el asiento. La cueva volvi a estrecharse cuando entramos en otra galera. La tenue luz plateada nos acompaaba en nuestro accidentado avance.Dos gusanos blancos de ms de un palmo avanzaban por mi regazo. Me los saqu de encima de otro manotazo.Mir si haba ms. Me picaba todo el cuerpo. La nuca me escoca. Temblaba de pies a cabeza.Han dejado de caer gusanos anunci Martv con voz temblorosa.Por qu me segua picando todo el cuerpo entonces?Me rasqu la nuca. Me puse en pie y mir el asiento, luego el suelo. Encontr un ltimo gusano que me suba por el zapato. Me deshice de l de un puntapi; luego me derrumb en el asiento con un sonoro suspiro.Ha sido superasqueroso! gem.Marty se rasc el pecho; luego se frot la cara con ambas manos.Supongo que por eso la llaman la cueva de las larvas vivientes dijo. Se pas la mano por su pelo negro.Me estremec. El cuerpo segua picndome. Saba que nos habamos deshecho de los gusanos, pero segua notndolos.Esos gusanos blancos tan asquerosos, crees que estaban vivos?Marty neg con la cabeza.Claro que no. Eran de mentira respondi con una sonrisa burlona. Supongo que te lo has credo, eh?Parecan realmente de verdad respond.Y se movan de una formaEran robots o algo as dijo Marty, rascndose las rodillas. Aqu todo es de mentira. Tiene que serlo.Yo no estoy tan segura dije, sintiendo an el picor en todo el cuerpo.Bueno, pregntaselo a tu padre respondi Marty grun.Me ech a rer. Saba por qu Marty se haba puesto de tan mal humor de repente. Fueran los gusanos de verdad o de mentira, se haba asustado.Y l saba que yo saba que se haba asustado.No creo que a los nios pequeos les vayan a gustar los gusanos dijo Marty. Me parece que les darn demasiado miedo. Voy a decrselo a tu padre.Iba a replicarle, pero entonces not algo que me caa encima. Algo rasposo y reseco.Me cubra la cara, los hombros, el cuerpo entero.Intent quitrmelo con las dos manos. Debe de ser una especie de red, pens.Hice desesperados esfuerzos por quitrmela de la cara. Entonces vi que Marty se revolva y agitaba los brazos, preso de la misma red.El tren sigui avanzando por la lbrega galera subterrnea. La red se me pegaba a la cara como el algodn dulce de feria.Marty,salt un alarido.Es-es una telaraa enorme! tartamude.Di tirones, manotazos y empujones, pero los pegajosos hilos se me adheran a la cara, los brazos y la ropa.Puaj! Qu asco!Entonces vi los puntos negros que correteaban por la telaraa. Tard unos segundos en darme cuenta de que eran araas. Cientos de araas!Ohhh! De mi garganta sali un gemido ronco.Sacud la telaraa con ambas manos. Me frot las mejillas frenticamente, intentando desprender los pegajosos hilos. Me quit una araa de la frente y otra del hombro de la camiseta.Las araas! Las tengo en el pelo! gimote Marty.De repente se olvid de su sangre fra. Empez a rascarse el pelo con las dos manos, pegndose en la cabeza, estrujando y aplastando las araas.Mientras el tren avanzaba en silencio, los dos nos revolvamos angustiados para desprendernos de las araas negras. Me quit tres del pelo. Luego not una que me suba por la nariz. Lanc un alarido de horror y la expuls de un estornudo.Marty me sac una araa del cuello y la tir al aire. La ltima araa.No vea ni notaba ninguna ms.Nos derrumbamos en el asiento, respirando trabajosamente. El corazn me lata enloquecido.Sigues pensando que todo es de mentira? le pregunt a Marty con un hilillo de voz.No lo s respondi quedamente. A lo mejor las araas eran tteres. S. Teledirigidos.Eran de verdad! grit. Admtelo, Marty! Eran de verdad! Estbamos en la cueva de las larvas vivientes y estaban vivas!Los ojos de Marty se abrieron de par en par.Lo dices en serio?Asent.Tenan que ser araas de verdad.Una sonrisa se dibuj en el rostro de Marty.Qu tope! exclam. Araas de verdad! Qu pasada!Suspir profundamente y me hund ms en el asiento. Para m no era ninguna pasada. Para m era algo espeluznante y asqueroso.Todo el mundo cree que estos circuitos tienen que ser de mentira. Por eso son divertidos. Decid decirle a mi padre que los gusanos y las araas daban demasiado miedo. Tendra que deshacerse de ellos antes de abrir el circuito al pblico.Me cruc de brazos y mir al frente. Me pregunt en qu bamos a meternos ahora. Esperaba que no hubiera ms insectos asquerosos al acecho para caer sobre nosotros y subrsenos por la cara y por todo el cuerpo.Me parece que oigo murcilagos! brome Marty. Se acerc a m, sonriendo burln. Oyes esos aleteos? Vampiros gigantes!Lo apart de un empujn. No estaba de humor para bromas.Cundo salimos de esta cueva? pregunt con impaciencia. Esto no es nada divertido.Yo lo encuentro guay repiti Marty. Me gusta explorar cuevas.La angosta galera se abri en una amplia caverna. El techo pareca estar a ms de un kilmetro de distancia. Haba rocas gigantes diseminadas por el suelo de la caverna. Rocas apiladas unas sobre otras. Rocas por todas partes.Ms adelante se oa el goteo de agua. Chop, chop,chop.Las paredes de la caverna despedan una misteriosa luz verde. El tren se iba acercando a la pared del fondo, y de pronto se detuvo.Y ahora, qu? susurr.Nos dimos la vuelta en el asiento y escrutamos la inmensa caverna. Slo se vean rocas. Rocas lisas, algunas redondas, otras cuadradas.Chop, chop, chop. El agua goteaba a nuestra derecha. El aire era fro y hmedo.Esto es un poco aburrido murmur Marty. Cundo nos ponemos en marcha?Me encog de hombros.No s. Por qu nos hemos parado aqu? Esto no es ms que una inmensa cueva vaca.Esperamos a que el tren hiciera marcha atrs y nos sacara de all.Y esperamos.Pas un minuto. Luego unos cuantos ms.Los dos nos volvimos y nos pusimos de rodillas en el asiento, mirando hacia la cola del tren.Ningn movimiento. Oamos el goteo continuo del agua, resonando en las altas paredes de piedra. Ningn otro sonido.Me inclin sobre el respaldo del asiento, ahuequ las manos junto a la boca y grit:Eh! Hay alguien por ah?Me qued escuchando. Ninguna respuesta. Volv a intentarlo.Hay alguien por ah? Nos hemos quedado atascados!Ninguna respuesta.Slo el constante chop, chop, chop del agua.Esper, escrutando aquel resplandor verde.Por qu no se pona en marcha el tren? Se haba averiado? Nos habamos quedado atascados de verdad?Me volv hacia Marty.Qu le pasa a este tren? Crees que estamos? Eh!Me qued sin respiracin cuando vi el asiento vaco a mi lado.Alargu las manos, intentando palpar a Marty.Otro truco de iluminacin? Otra ilusin ptica?Marty? Eh, Marty?Un escalofro me recorri la espalda.Esta vez Marty haba desaparecido de verdad.

Marty?Me sobresaltaron unos crujidos junto al vagn.Me di la vuelta de golpe y vi a Marty mirndome burln desde el suelo de la cueva.Te pill!Idiota! grit. Le di un puetazo, pero l lo esquiv, rindose a carcajadas. T eres la larva viviente! chill. Has querido asustarme expresamente.No es muy difcil que digamos! me espet. Dej de sonrer. He bajado para ver qu pasaba.Pero el tren puede ponerse en marcha en cualquier momento! Recuerdo muy bien lo que nos dijo la gua. Dijo que no debamos bajarnos del tren por nada del mundo.Marty se agach y examin las ruedas.Me parece que el tren se ha quedado atascado. A lo mejor se ha salido de la va. Alz la vista para mirarme y mene la cabeza con preocupacin. Pero no hay va.Marty, vuelve a subir supliqu. Si se pone en marcha y te deja aquAgarr el borde del vagn con ambas manos y lo zarande. El vagn rebot sobre las ruedas pero no se movi.Me parece que se ha averiado dijo quedamente Marty. Tu padre coment que poda surgir algn contratiempo.Sent una punzada de terror en el pecho.Quieres decir que nos hemos quedado atascados aqu dentro, en esta terrorfica cueva?Se dirigi a la cabecera del tren e intent moverlo, empujando con todas sus fuerzas.Pero no se movi ni un milmetro.Uf! murmur, meneando la cabeza. Esto no tiene ninguna gracia.Me puse de rodillas en el asiento y volv a gritar con todas mis fuerzas.Hay alguien por ah? Hay algn trabajador? El tren se ha quedado atascado!Chop, chop, chop. El goteo del agua fue la nica respuesta.Puede alguien ayudarnos? grit. Por favor, puede alguien ayudarnos?Ninguna respuesta.Y ahora, qu? chill.Marty segua empujando el tren con todas sus fuerzas. Hizo una ltima tentativa y luego desisti con un suspiro.Ser mejor que bajes dijo. Tendremos que seguir a pie.A pie por esta cueva oscura y terrorfica? Ni hablar, Marty!Se acerc a mi lado del vagn.No ests asustada, verdad, Erin?S que lo estoy confes. Un poco. Ech un vistazo a la inmensa caverna. No veo ninguna salida. Tendremos que volver a pasar por esas galeras entre las araas y los gusanos.Podemos encontrar una salida insisti Marty. Tiene que haber una puerta en algn sitio. Siempre construyen salidas de emergencia en los circuitos de parques temticos.Creo que deberamos quedarnos en el tren dije no demasiado segura. Si nos quedamos aqu y esperamos, alguien nos encontrar.Podran tardar das afirm Marty. Venga, Erin Yo voy a pie. Vienes?Negu con la cabeza y me cruc de brazos.Ni lo suees! insist. Me quedo.Saba que no se ira solo. Saba que no se ira si yo no lo acompaaba.Bueno. Adis entonces dijo. Se volvi y empez a andar por el suelo de la cueva.Eh! Marty?Adis. No voy a quedarme todo el da esperando. Hasta luego.Se iba de veras. Iba a dejarme sola en el tren atascado, en aquella cueva terrorfica.Espera, Marty!Se volvi hacia m.Vienes o no, Erin? respondi con impaciencia.Est bien, est bien murmur. Vi que no tena eleccin. Me encaram al flanco del vagn y salt al suelo de la cueva.La tierra era suave y hmeda. Empec a caminar despacio hacia Marty.Date prisa me grit. Salgamos de aqu. Ahora andaba de espaldas, hacindome gestos para que lo alcanzara.Pero me detuve, y el horror me dej petrificada.No me mires as! grit. No me mires como si estuviera haciendo algo malo!Pero yo no miraba a Marty.Miraba la cosa que se le acercaba por la espalda.

Intentaba avisar a Marty, pero de mi garganta slo salan gruidos de terror.l segua andando de espaldas, directamente hacia la enorme criatura.Erin, muvete! Qu te pasa?A-ah! Por fin consegu sealar con el dedo.Marty se volvi de golpe y tambin la vio.Guau! grit. Sus zapatillas rechinaron en el resbaladizo suelo de la cueva cuando ech a correr hacia m. Qu es eso?Al principio cre que se trataba de alguna mquina. Se pareca a una de esas gras metlicas y plateadas que se ven en las obras de construccin.Pero al erguirse sobre sus patas traseras, tan delgadas que parecan de alambre, vi que aquella cosa estaba viva.Tena unos ojos negros y redondos, grandes como bolas de billar, que giraban furiosamente en su descarnado crneo plateado. Dos esbeltas antenas se agitaban sobre su cabeza. Su boca pareca blanda y carnosa. La lengua gris le sala disparada entre los largos y erizados bigotes.Su cuerpo alargado tena forma de hoja doblada por la mitad. Al erguirse, agit las patas delanteras, cortas y de color blanco.En conjunto, la asquerosa criatura pareca una especie de figura construida de palitos. Flexionaba las largas patas traseras y saltaba; las flexionaba de nuevo y volva a saltar. Mova su gruesa lengua de un lado al otro. Sus ojos negros dejaron de girar y se fijaron en m.Es-es un saltamontes? dije con un hilillo de voz.Marty y yo habamos retrocedido hacia el tren.La criatura dio un salto hacia nosotros, agitando sus esculidos brazos y dibujando crculos con las antenas.Marty y yo pegamos la espalda a la fra pared de la cueva. Ya no podamos retroceder ms.Creo que es una mantis religiosa respondi Marty sin dejar de mirarla. El insecto era tres veces ms alto que nosotros. Al avanzar, casi rozaba el techo de la cueva con la cabeza.Se lama con la lengua su boca suave y carnosa. Luego frunca y aspiraba ruidosamente por la boca. Era un ruido tan desagradable que se me revolvi el estmago.Clav sus negros ojos redondos en Marty y en m. La mantis religiosa gigante, con su cuerpo de brillo metlico, dio otro salto hacia nosotros y empez a bajar la cabeza. .Qu-qu va a hacer? tartamude, apretndome contra la pared de la cueva.Marty se ech a rer de pronto.Me volv hacia l y lo agarr del hombro. Estaba perdiendo el juicio?Marty, te encuentras bien?Claro! respondi. Se apart de m y dio un paso hacia el colosal insecto. Por qu vamos a tenerle miedo, Erin? Es un robot muy grande. Est programado para acercarse al tren.Eh, peroTodo est informatizado prosigui, alzando la vista cuando el insecto flexion su cuerpo esculido para bajar su cabezota. No es de verdad. Es parte del circuito.Mir a la criatura. Grandes gotas de saliva se escurran de su carnosa lengua y se estrellaban contra el suelo de la cueva. Plof.Parece parece que est viva murmur.Tu padre es un genio! declar Marty. Tenemos que decirle que la mantis religiosa le ha salido fenomenal. Se ech a rer. Tu padre dijo que a lo mejor algn bichito nos daba una buena sorpresa, te acuerdas? Deba de referirse a las mantis!El insecto se frot las patas delanteras y silb con estridencia.Me tap los odos. Aquel sonido tan penetrante me haca dao!De pronto una segunda mantis gigante salt desde una roca altsima.Mira, otra! grit Marty sealndola y tirndome del brazo. Guau! Se mueven con tanta armona que no parecen mquinas.Los dos insectos plateados intercambiaron estridentes chirridos. Sus ojos negros daban vertiginosas vueltas. Sus antenas giraban rpidamente, presa de la excitacin.Babas de saliva les resbalaban por la lengua y se estrellaban contra el suelo. La segunda mantis despleg unas alas plateadas, y enseguida volvi a cerrarlas.Qu robots tan impresionantes! exclam Marty. Se volvi hacia m. Ser mejor que regresemos al tren. Seguramente, volver a ponerse en marcha, ahora que hemos visto a estos bichos gigantes.Los dos insectos seguan comunicndose. Dieron otro salto hacia nosotros, impulsndose con sus delgadas patas, rebotando en el liso suelo de la cueva.Espero que tengas razn le dije a Marty.Esos insectos son demasiado reales. Quiero salir de aqu!Empec a seguirlo hacia el vagn.La primera mantis dio un vertiginoso salto, aterrizando entre nosotros y la vagoneta e interponindose en nuestro camino.Eh! grit.Intentamos sortearla, pero dio un gran salto para ponerse frente a nosotros.No-no quiere dejarnos pasar tartamude. Ohhh! grit cuando la enorme criatura se agach de repente y me dio un cabezazo en el pecho que me tir de espaldas.Eh, basta ya! grit Marty. Esta mquina debe de estar estropeada!Con ojos fulgurantes, la mantis volvi a bajar la cabeza y me dio otro fuerte empujn hacia el centro de la cueva.Su compaera se apresur a capturar a Marty. Se agach y fue a darle un cabezazo, pero Marty se ech atrs con rapidez, alzando las manos para protegerse.Luego vino corriendo hacia m.O unos aarazos y chirridos estridentes.Me volv de golpe para descubrir dos mantis ms, horribles e inmensas, que salan de entre las rocas.Luego dos ms, retorciendo excitadas las antenas y relamindose con sus carnosas lenguas grises.Marty y yo nos apretujamos uno contra otro en el centro de la caverna mientras las criaturas saltaban y nos rodeaban. Luego se irguieron sobre las patas traseras, echando fuego por los ojos y agitando sus cortos brazos de alambre.Es-estamos rodeados! grit.

De repente todos los insectos gigantes se pusieron a chillar, frotndose las patas delanteras con excitacin. Sus penetrantes silbidos se propagaron por la cueva, reverberando en las paredes de piedra.Se fueron acercando, apoyndose en sus espinosas patas traseras, hasta formar un crculo a nuestro alrededor. Sacaban las lenguas como ltigos y sus espesas babas de saliva se estrellaban contra el suelo.Estn descontroladas! exclam Marty.Qu van a hacernos? grit, tapndome los odos para no or sus ensordecedores chillidos y silbidos.Tal vez obedezcan a la voz humana grit Marty. Ech la cabeza hacia atrs y les grit Alto! Alto!No se detuvieron.Una de ellas lade su cabeza plateada, abri su horrenda boca de par en par y escupi unas babas negras que fueron a estrellarse contra una de las zapatillas de Marty.Intent apartarse de un salto, pero la zapatilla se le qued pegada al suelo. Por fin consigui despegarla con esfuerzo.Puaj! Cuidado! Esa cosa negra es como pegamento! grit.ZUUUUP.Otra mantis abri la boca de par en par y escupi viscosas babas negras, manchndome el hombro de la camiseta.Ay! gem. Quemaba Me quemaba a travs de la camiseta.Las dems mantis chillaban con estridencia y frotaban sus espinosos brazos de alambre. Entonces sacaron las lenguas como ltigos y empezaron a bajar la cabeza hacia nosotros.Los lanzarrayos paralizadores! grit, agarrando a Marty del brazo. A lo mejor las pistolas funcionan contra estos bichos!Pero si son de juguete gimote l.ZUUUP.Otra baba negra cay a milmetros del pie de Marty.Adems estn en el vagn prosigui Marty sin apartar la vista de las horrendas criaturas. Est claro que no tienen ninguna intencin de dejar que nos acerquemos.Entonces, qu vamos a hacer? grit.Al hacer la pregunta, se me ocurri una idea.Marty susurr. Cmo acabas normalmente con los bichos?Se puede saber de qu me ests hablando, Erin?De un pisotn. No es eso lo que se hace normalmente ?Pero Erin protest. Con lo grandes que son, tendremos suerte si no son ellas las que nos pisotean!Vale la pena intentarlo! grit.Levant el pie y pis con todas mis fuerzas el pie de la mantis ms prxima.El insecto gigante silb con estridencia y retrocedi de un salto.Junto a m, Marty pis a otro insecto, machacando su espinoso pie con el taln de la zapatilla. La criatura cay de espaldas, alzando la cabeza para soltar un penetrante silbido de dolor. Empez a girar frenticamente los ojos. Las antenas se le quedaron tiesas.Volv a dar otro pisotn. La gran mantis solt un ronco alarido y cay de lado, agitando las cuatro patas de alambre en el aire.Vmonos! grit.Me volv, lanzndome contra el crculo de insectos. No saba en qu direccin correr. Slo saba que tena que huir.La cueva estall en bufidos y estridentes silbidos, en chirridos y gruidos de enojo. Por el rabillo del ojo vi a Marty precipitndose detrs de m.No hice caso de aquel estruendo metlico y me ech a correr.Corr hacia el tren.Me asom al interior del vagn y cog los dos lanzarrayos paralizadores.Luego me alej del tren y corr pegada a la pared de la cueva.Adnde poda ir?Cmo iba a escapar?Los gruidos y bufidos se hicieron ms fuertes, ms frenticos. Las altas sombras de los insectos gigantes danzaban en la pared mientras yo corra. Tena la sensacin de que las sombras iban a alargar las patas y atraparme.Mir atrs.Marty me segua corriendo a toda velocidad.Las mantis saltaban, se revolvan, nos perseguan con movimientos torpes.Adnde haba que ir?Adnde?Y entonces vi la estrecha abertura en la pared de la cueva. Apenas una grieta.Pero me met de un salto. Me deslic por ella.Me embut en el oscuro agujero abierto en la piedra.Y sal al otro lado. A la brumosa luz del da.Al exterior!Vi rboles colina abajo. La carretera que llevaba a los edificios de los estudios.S! Haba salido! Lo haba conseguido!Me senta contentsima. A salvo.Pero no pude disfrutar mucho rato de aquella sensacin.Cuando empezaba a recuperar el aliento, o los desgarrados alaridos de Marty.Erin! Socorro! Socorro! Me han atrapado! Me estn devorando!

Me di la vuelta con brusquedad, sofocando un grito.Cmo poda ayudar a Marty? Cmo poda sacarlo de la cueva?Para mi sorpresa, estaba apoyado en la pared de la cueva, con las piernas entrecruzadas. Una ancha sonrisa se dibujaba en su cara redonda.Inocente dijo.AAAAAAAYYYYYY! grit enojada. Luego tir las dos pistolas de plstico al suelo y arremet contra l, dispuesta a machacarlo a puetazos. Idiota! Me has dado un susto de muerte!Se ech a rer y se hizo a un lado para esquivar mi ataque.No me vuelvas a gastar ms bromas estpidas como sa! grit sin aliento. Este sitio es demasiado espeluznante! Esos bichos son tan grandesS, s que daban miedo admiti, dejando de sonrer. Eran tan reales! Cmo crees que han conseguido que escupan de esa forma?Negu con la cabeza.No s murmur.Senta un peso en el estmago. Saba que era una idea descabellada, pero estaba empezando a creer que las criaturas que acabbamos de ver eran reales.A lo mejor he visto demasiadas pelculas de miedo.Pero daba la impresin de que las enormes mantis religiosas y los gusanos blancos, y todas las dems criaturas y monstruos estaban vivos de verdad.No se movan como seres mecnicos. Pareca que respiraran. Y sus ojos se clavaban en Marty y en m como si realmente nos vieran.Quera explicarle a Marty lo que pensaba, pero saba que lo nico que iba a conseguir era que se burlara de m.Estaba segursimo de que todos los monstruos eran robots y que nosotros estbamos presenciando una serie de efectos especiales alucinantes. Eso era lo ms lgico, desde luego. Al fin y al cabo, estbamos haciendo un circuito por unos estudios de cine.Esperaba que Marty estuviera en lo cierto. Esperaba que todo fueran trucos. La magia del cine.Mi padre era un genio diseando criaturas mecnicas y construyendo circuitos por parques temticos. Y tal vez slo estbamos viendo eso. Quizs esta vez pap se haba superado a s mismo.Pero el peso en el estmago persista. Tena la sensacin de que corramos peligro. Peligro real.Tena la sensacin de que algo no funcionaba, de que algo se haba descontrolado.De repente dese que no furamos los dos primeros nios en probar el circuito. En teora era muy emocionante estar all, pero haba demasiado silencio. Todo estaba demasiado vaco. Daba demasiado miedo.Quera explicarle todo aquello a Marty, pero no saba cmo hacerlo.Tena tantas ganas de demostrar que era ms valiente que yo, que no le tena miedo a nadaNo poda decirle lo que realmente pensaba.Recog las dos pistolas del suelo y le di una. No quera llevar yo las dos. Meti el can de su pistola en el bolsillo de los tjanos.Erin, has visto dnde estamos? me grit. Pas a mi lado corriendo, mirando al frente. Fjate!Empez a correr por la hierba. Me volv y le segu los pasos. No quera que se adelantara demasiado.El sol haba desaparecido tras un espeso banco de nubes. Jirones de niebla gris flotaban a poca altura en el aire fresco. Pronto empezara anochecer.Atravesamos la calle y entramos en una ciudad. Mejor dicho, el decorado de una ciudad. Una ciudad pequea con casas bajas de uno o dos pisos, pequeas tiendas, un almacn general de aspecto rstico. Casas grandes y viejas en la manzana que se extenda detrs de las tiendas.Crees que este decorado lo utilizan realmente para rodar pelculas? pregunt, apresurndome para alcanzar a Marty.Me mir; sus ojos centelleaban de emocin.No la reconoces? pregunt. No sabes dnde estamos?Y entonces mis ojos se posaron en la vieja mansin semiderruida, casi oculta tras los rboles retorcidos. Y ms all vi la tortuosa cerca de madera que rodeaba el viejo cementerio.Y entonces me di cuenta de que nos hallbamos en la calle del Miedo.Guau! exclam, girando sobre m misma, intentando absorberlo todo de una sola vez. Esta es la verdadera calle del Miedo! Aqu es donde se han rodado todas las pelculas!No es como me la imaginaba dijo Marty. Es todava ms espeluznante!Tena razn. A medida que iba anocheciendo, unas sombras alargadas se fueron proyectando en las casas vacas. El viento gema al doblar por una esquina.Marty y yo empezamos a andar, intentando verlo todo. Cruzbamos continuamente de un lado al otro de la calle, mirbamos en el interior de un escaparate a oscuras y cubierto de polvo, y luego corramos a examinar el patio de una vieja y decrpita mansin.Fjate en ese solar vaco dije sealndolo. Por ah sola rondar el Descuartizador Chiflado en Pnico III? Te acuerdas? Descuartizaba a todos los que pasaban por ah.Claro que me acuerdo.Marty entr en el solar vaco. El viento quejumbroso doblegaba a su paso los altos hierbajos. Unas sombras se proyectaban en la cerca de la parte de atrs.Me qued en la acera y aguc la vista, intentando averiguar qu produca las sombras.Segua el Descuartizador Chiflado acechando entre la hierba?El solar estaba totalmente desierto. Entonces, cmo podan proyectarse en la cerca altas sombras en movimiento?Marty vuelve aqu supliqu. Se est haciendo de noche.Se dio la vuelta.Ests asustada, eh?No es ms que un solar vaco, Marty le dije. Sigamos adelante.La gente siempre pensaba que no era ms que un solar vaco respondi Marty en tono grave y aterrador. Hasta que el Descuartizador Chiflado se abalanzaba sobre ellos y los haca pedazos. Solt una risotada malvola.Marty has perdido un tornillo murmur, meneando la cabeza.Sali corriendo del solar y atravesamos la calle.Ojal tuviera una cmara fotogrfica dijo. Me encantara tener una foto ma en el solar del Descuartizador Chiflado. Se le encendieron los ojos. O mejor an unaNo termin la frase. Se ech a correr a toda velocidad.Eh! Esprame! grit.Unos segundos despus vi que se diriga al viejo cementerio.Se acerc corriendo a la puerta agrietada y desconchada y me mir.O mejor an una foto ma en el cementerio. El mismo escenario donde rodaron El cementerio de la calle del Miedo.No tenemos cmara de fotos! le grit desde la calle. Sal de ah!Empez a abrir la puerta sin hacerme caso. La parte inferior se haba atrancado en la hierba. Marty tiraba con fuerza. Al fin la puerta empez a abrirse, crujiendo y chirriando al moverse.Marty vmonos insist. Se est haciendo tarde. Pap nos estar esperando. Seguramente pensar que nos ha pasado algo.Pero esto forma parte del circuito! insisti l. Abri un poco la puerta para colarse en el cementerio.Marty! Por favor! No entres! supliqu. Corr a su lado.Erin, slo es un decorado cinematogrfico respondi. Antes no eras tan gallina!Es que-es que tengo un mal presentimiento tartamude. Un presentimiento malsimo.Forma parte del circuito repiti.Pero esta puerta estaba cerrada! grit. Estaba cerrada para que la gente no pase! Alc los ojos y contempl el cementerio. Vi las viejas tumbas, que sobresalan del suelo como una hilera de dientes torcidos. Tengo un mal presentimientoMarty no me hizo caso. Abri un poco ms la puerta y entr en el cementerio.Marty! Por favor! Me agarr con fuerza a la cerca y lo segu con la mirada.Dio tres pasos hacia las viejas tumbas. Luego brace en el aire y desapareci de mi vista.

Clav los ojos en la oscuridad, parpadeando sin parar.Tragu saliva. Una. Dos veces.No poda creer que hubiera desaparecido, que se hubiera esfumado tan deprisa.El viento gema entre las tumbas agrietadas y semidesenterradas.Marty? Me sali la voz como un suspiro ahogado. Marty?Me agarraba a la cerca de madera con tanta fuerza que las manos me dolan. Saba que no tena eleccin. Tena que entrar y ver qu le haba sucedido.Respir hondo y me col por la puerta. El suelo era muy blando. Mis zapatillas se hundan en la alta hierba.Di un paso.Luego otro.Me detuve cuando o la voz de Marty.Eh, ten cuidado.Mir a mi alrededor.Dnde ests?Aqu abajo.Me asom a la boca de un profundo y tenebroso agujero. Una tumba abierta. Marty me miraba desde abajo. Tena tierra en las mejillas y en el pecho de la camiseta. Alz las dos manos.Aydame a salir! Me he cado!No pude contener la risa. Estaba ridculo, metido en aquel agujero, lleno de tierra.No tiene gracia. Aydame a salir repiti con impaciencia.Te haba avisado dije. Tena un mal presentimiento.Aqu abajo huele mal se quej Marty.Me volv a asomar a la boca del agujero.A qu huele?A tierra. Scame de aqu!Est bien, est bien. Lo cog de las manos y tir. l se impuls con los pies, clavando las punteras de las zapatillas en la tierra blanda.Unos segundos ms tarde volva a estar en la superficie, sacudindose frenticamente la tierra.Ha sido tope! exclam. Ahora puedo decirle a la gente que he estado en una tumba del cementerio de la calle del Miedo.Un escalofro me recorri la espalda cuando el viento sopl con ms fuerza.Salgamos de aqu supliqu.Haba algo gris suspendido silenciosamente entre dos viejas lpidas. Un jirn de niebla? Un gato gris?Fjate en esas tumbas dijo Marty, sacudindose todava la tierra de los tjanos. Estn borradas y llenas de grietas. Casi no puedo leer las inscripciones. Es tope. Y mira las telaraas que hay entre una lpida y la siguiente. Espeluznante, eh?Marty nos vamos? volv a suplicarle yo. Seguramente pap estar preocupado. A lo mejor el tren ha vuelto a ponerse en marcha. A lo mejor podemos encontrarlo.No me hizo caso. Lo vi inclinarse sobre una lpida para leer las palabras grabadas en ella.Dolores Fuertes ley. Mil ochocientos cuarenta, mil ochocientos ochenta y siete. Se ech a rer. Dolores Fuertes, lo pillas? Y mira las lpidas contiguas. Luz Divina. Armando Murga. Qu graciosas!Me ech a rer. Dolores Fuertes y Armando Murga tenan bastante gracia.Se me hel la sonrisa al or un grito agudo detrs de la lpida. Vi otro hilo de humo gris que se esconda tras una lpida.Contuve la respiracin y aguc el odo. El viento silbaba azotando la alta hierba.El viento trajo otro estridente chillido.Un gato? me pregunt. Est el cementerio plagado de gatos? Ser un nio?Marty tambin lo oy. Avanz a lo largo de la hilera de piedras hasta ponerse a mi lado. Sus ojos oscuros brillaban de excitacin.Esto es una pasada! Has odo los efectos de sonido? Debe de haber un altavoz enterrado en el suelo.Otro estridente chillido.Humano, sin lugar a dudas. Una nia?Me estremec.Marty, en serio, creo que deberamos volver con pap. Llevamos aqu toda la tardeY qu pasa con lo que falta del circuito? argument. Tenemos que verlo todo!O otro grito, ms alto, ms cerca. Un grito de terror.Intent ignorarlo. Probablemente Marty tena razn. Los gritos tenan que proceder de algn altavoz enterrado en alguna parte.Cmo vamos a terminar el circuito? inquir. Nos dijeron que no nos bajramos del tren, recuerdas? Pero el tren OHH!Lanc un chillido cuando una mano surgi del suelo frente a nosotros. Una mano verde, abriendo sus largos dedos como si quisiera atraparnos.Guau! grit Marty, alejndose con torpeza.Otra mano verde surgi del suelo.Luego dos ms.Manos que salan de las tumbas.Ahogu un grito de terror. Las manos surgan entre la hierba. Manos por todas partes. Retorciendo y arqueando los dedos, cerrndose en el aire.Marty empez a rerse.Esto es superalucinante! Igualito que en la pelcula.Dej de rerse cuando una mano surgi detrs de l y le agarr el tobillo.Socorro, Erin! grit.Pero yo no poda ayudarle.Dos manos verdes me haban cogido los tobillos y me arrastraban, me arrastraban al interior de la tumba.

Veeeeeeeeeen gema una voz sofocada. Veeeeeeeeen con nosotros.Nooooo! aull.Brace en el aire. Intent mover los pies, pero las manos me agarraban con firmeza.Agitaba frenticamente el cuerpo y lo balanceaba adelante y atrs mientras luchaba por mantener el equilibrio.Si lo perda, saba que me cogeran tambin las manos y tiraran de m hasta hundirme de bruces en la tierra.Veeeeeeeen. Veeeeeeeeeen con nosotros.Esto no es ninguna broma pens. Estas manos son de verdad. Estn intentando hundirme en la tierra.Socorro! Oh, socorro! o el grito de Marty. Luego lo vi caer de rodillas en la hierba.Dos manos le agarraron los tobillos. Otras dos manos verdes surgieron del suelo para agarrarle las muecas.Veeeeeeeen. Veeeeeeeeen con nosotros gema la triste voz.Nooo! aull, tirando con todas mis fuerzas, desesperadamente.Por fin consegu liberarme.Uno de mis pies se hundi en la blanda hierba. Mir al suelo. Haba perdido la zapatilla pero tena el pie libre.Di un grito de alegra y me saqu la otra zapatilla.Ahora era libre. Libre!Despus, respirando con dificultad me quit los calcetines. Saba que sera ms sencillo correr descalza. Tir los calcetines. Luego fui corriendo a ayudar a Marty.Estaba de bruces en el suelo. Seis manos lo agarraban y tiraban con fuerza de l. Marty agitaba y retorca todo el cuerpo.Alz la cabeza al verme.Erin! Aydame! dijo con voz entrecortada.Me puse de rodillas y le quit las zapatillas de un tirn.Las manos verdes siguieron agarradas a las zapatillas. Marty liber sus pies e intent ponerse de rodillas.Cog una mano verde y la desprend de su mueca. La mano me peg un manotazo fro y fuerte que me produjo un intenso dolor.Agarr otra de las manos verdes.Marty se liber y rod por el suelo. Se puso en pie de un salto, jadeando, temblando, con la mandbula desencajada, los ojos oscuros fuera de las rbitas.Los calcetines! grit sin aliento. Qutatelos! Deprisa!Se los quit torpemente.Las manos daban fieros manotazos para atraparnos. Docenas de manos que surgan del suelo. Docenas de manos que salan de la alta hierba para capturarnos.Veeeeeeeen. Veeeeeeeeen con nosotros gimi la voz.Veeeeeeeen. Veeeeeeeeen invoc otra docena de voces amortiguadas desde el subsuelo.Marty y yo nos quedamos paralizados. Tuve la impresin de que las tristes voces amortiguadas me estaban hipnotizando. De repente, sent que las piernas me pesaban un quintal.Veeeeeeeen. Veeeeeeeeen.Y entonces vi surgir una cabeza verde de la tierra. Y luego otra cabeza. Otra. Cabezas verdes y calvas con las cuencas de los ojos vacas y las desdentadas bocas abiertas.Vi hombros, luego brazos. Vi surgir ms cabezas, y luego cuerpos de un verde intenso.Ma-Marty dije con un hilillo de voz. Nos persiguen!

Los gruidos y bufidos resonaban por todo el cementerio a medida que las horrendas figuras ver-des iban surgiendo del suelo.Mir por ltima vez sus ropas rotas y deshilachadas, las cuencas ennegrecidas de sus ojos, las muecas de sus bocas desdentadas.Y luego ech a correr.Marty y yo corrimos sin decir una palabra. Hombro con hombro, atravesamos como un rayo la alta hierba entre las hileras de lpidas semidesenterradas.Tena el corazn desbocado. Me latan las sienes. Mis pies descalzos se hundan en la tierra fres-ca, resbalaban en la hierba hmeda.Marty fue el primero en llegar a la puerta de madera. Corra tan deprisa que se estamp contra la cerca. Dio un grito. Luego se col por la puerta para salir a la calle del Miedo.Yo oa los gemidos, los gruidos y las espeluznantes llamadas de los asquerosos seres de color verde que me pisaban los talones. Pero no volv la vista atrs. Me abalanc hacia la puerta. Me col por la abertura. Luego la cerr de un empujn.Me detuve en la calle para recuperar el aliento y apoy las manos en las rodillas. Me dola el costado. Respiraba el aire a grandes bocanadas.No te pares! grit frenticamente Marty. Sigue corriendo, Erin!Respir hondo y lo segu por el centro de la calle. Nuestros pies descalzos restallaban en el asfalto.An oa los gemidos y las voces a nuestras espaldas, pero estaba demasiado asustada para volver la vista atrs.Marty dnde est todo el mundo? dije sin aliento.La calle del Miedo estaba vaca, las casas y las tiendas a oscuras.No tendra que haber alguien por aqu? me pregunt. Son unos estudios importantes. Dnde est la gente que trabaja aqu? Dnde est la gente que supervisa el circuito por los estudios? Por qu no hay nadie que pueda ayudarnos?Ha pasado algo! dijo Marty con voz entrecortada mientras corra a toda velocidad. Pasamos junto a la tienda de artculos de miedo y junto al almacn de material elctrico. Me parece que los robots se han descontrolado!Por fin Marty opinaba lo mismo que yo. Por fin opinaba que algo muy grave estaba pasando.Tenemos que encontrar a tu padre! dijo Marty, atravesando la calle a toda velocidad hacia la siguiente manzana de edificios a oscuras. Tenemos que decirle que hay problemas.Tenemos que encontrar el tren! grit yo, esforzndome por no quedarme rezagada. Ay!Pis algo duro, tal vez una piedra. Sent un latigazo de dolor en toda la pierna pero segu co-rriendo.Si podemos subirnos otra vez al tren, nos llevar hasta pap! grit.Tiene que haber una forma de salir de la calle del Miedo dijo Marty. No es ms que un decorado de cine.Pasamos corriendo junto a una mansin muy alta con dos torreones. Pareca un malvolo castillo. No recordaba haberla visto en ninguna pelcula de la calle del Miedo.Ms all de la mansin, se extenda un amplio solar vaco. Al final del solar haba un muro bajo de ladrillo, slo medio metro ms alto que Marty y yo.Acorta por aqu! le dije a Marty. Si conseguimos subirnos a ese muro, posiblemente vere-mos la carretera del estudio.Era una simple suposicin, pero mereca la pena intentarlo.Nos internamos en el solar vaco.Mis pies descalzos se hundieron en la tierra blanda.La tierra estaba fra y hmeda. A medida que atravesbamos el campo, levantbamos con los pies grandes trozos de barro.Corr con ms fuerza cuando el barro se fue ablandando.Mis pies descalzos se hundan cada vez ms. A medida que avanzaba, el fro barro fue cubrindome hasta los tobillos.Cuando ya casi habamos alcanzado el muro de ladrillo, camos en la cinaga.Aaaayyyy! gritamos a do cuando la tierra cedi bajo nuestros pies.El barro nos engull con un repugnante plop.Alc las manos, intentando cogerme a algo, pero no haba nada a lo que agarrarse.El barro burbuje a mi alrededor, cubrindome los tobillos, las piernas, las rodillas.Me est engullendo, pens.Intent volver a gritar, pero el pnico me haba dejado sin habla.Vi a Marty de soslayo, agitando ferozmente los brazos. Se retorca y se revolva al hundirse. El barro le lleg a la cintura y sigui hundindose con rapidez.Pate con todas mis fuerzas. Intent levantar las rodillas.Pero estaba atrapada. Atrapada y hundindome en aquel cieno oscuro y hmedo.Mis brazos cubiertos de barro chapotearon en la superficie.Segu hundindome sin remedio.El barro burbuje alrededor de mi cuello. Y yo segu hundindome cada vez ms.

Contuve la respiracin. El barro me cubri hasta la barbilla.Dentro de un segundo me habr cubierto toda la cabeza, pens.Se me escap un sollozo.El barro sigui cubrindome. Por encima de la barbilla. Me puse a escupir cuando me lleg a la boca.Y entonces not que algo me agarraba del brazo. Unas poderosas manos que surcaban el barro se deslizaron bajo mis brazos.Me agarraron con ms fuerza.Sent que alguien tiraba de m, alguien muy fuerte.El barro hizo sonoros plops cuando me sacaron. Not el barro resbalndome por el pecho, las piernas, las rodillas.Y luego me encontr de pie en la superficie, cogida an por las dos poderosas manos.Marty! grit, sintiendo el gusto spero del barro en mis labios. Ests?Estoy fuera! o su ronca respuesta. Estoy bien, Erin!Las fuertes manos dejaron por fin de cogerme. Me temblaban las piernas. Me tambale, pero mantuve el equilibrio.Me volv para ver a mi salvador.Y me encontr con los fulgurantes ojos rojos de un lobo.Un ser humano con cara de lobo. Manos como zarpas cubiertas de pelo negro. Un largo hocico marrn que sonrea enseando los colmillos. Puntiagudas orejas erguidas sobre un espeso mechn de negro pelo de lobo.Era una hembra. Llevaba un traje de gato plateado, brillante y muy ceido.Cuando la mir consternada, su boca abierta solt un gruido gutural.La reconoc enseguida. La Chica Lobo!Me volv para ver a su compaero, el Chico Lobo. Haba sacado a Marty del agujero de barro. Marty tena el cuerpo entero rebozado de barro. Intent limpiarse la cara, pero slo consigui ensuciarse las mejillas con ms barro.Nos nos habis salvado! Gracias! grit, recuperando por fin el habla.Los chicos lobo contestaron con roncos gruidos.He-hemos perdido el tren expliqu a la Chica Lobo. Tenemos que volver. Tenemos que volver al principio del circuito.Gru ruidosamente. Luego cerr las mandbulas con un chasquido.Por favor supliqu. Puedes ayudarnos a regresar al tren, o guiarnos hasta el edificio principal? Pap nos est esperando all.Los ojos de la Chica Lobo centellearon. Volvi a gruir.Sabemos que sois actores y nada ms! solt Marty con estridencia. Pero no queremos pasar ms miedo. Por hoy ya hemos pasado bastante.Grueron de nuevo. Un largo hilo de saliva rezum por los labios negros del Chico Lobo.Algo estall en mi interior. Perd totalmente el control.Basta ya! chill. Basta de una vez! Marty tiene razn! Ahora no queremos pasar miedo. As que basta de actuaciones y, ayudadnos!Volvieron a gruir. La Chica Lobo cerr las mandbulas.Sac una larga lengua rosa y se relami los colmillos con avidez.Ya estoy harta! aull. Dejad de actuar! Basta! Basta! Basta!Estaba tan enfadada, tan furiosa, que alc las manos. Agarr el pelo a ambos lados de la caretaque llevaba puesta la Chica Lobo y tir de ella con todas mis fuerzas, con todas las fuerzas de que fui capaz.Y palp pelo de verdad.Y el calor de la piel.No era una careta.

Ohhh! exclam con voz entrecortada, retirando rpidamente las manos.Los ojos de los chicos lobo centellearon. Abrieron sus negras bocas y una vez ms se lamieron vidamente con la lengua los puntiagudos colmillos amarillos.El cuerpo entero me temblaba cuando retroced de espaldas hacia el muro de ladrillo.Ma-Marty tartamude. No estn actuando.Marty estaba muy tieso frente al Chico Lobo, con los ojos oscuros abiertos como platos en su cara rebozada de barro.No son actores susurr. Aqu pasa algo raro. Algo muy raro.A Marty se le desencaj la mandbula. Dio un paso atrs.Los dos chicos lobo grueron roncamente y bajaron la cabeza, como si se dispusieran a atacar.Me crees? grit. Por fin me crees?Marty asinti. No dijo nada. Creo que estaba demasiado aterrado para hablar.La saliva sala a raudales por las bocas de aquellas criaturas. Los ojos les brillaban como el fuego en la oscuridad. Sus pechos peludos empezaron a jadear. Su respiracin se hizo ms ruidosa y ronca.Me apret contra la pared cuando alzaron la cabeza y lanzaron largos y espeluznantes aullidos.Qu iban a hacernos?Agarr a Marty y lo acerqu al muro.Arriba! grit. Sube! A lo mejor no pueden alcanzarnos si nos subimos!Marty dio un salto y estir los brazos. Toc con las manos el borde del muro pero resbal. Volvi a intentarlo. Salt para agarrarse a lo alto del muro pero resbal de nuevo.No puedo! aull. Est demasiado alto!Tenemos que hacerlo! chill.Me volv. Los dos chicos lobo se apoyaron en sus patas traseras y saltaron hacia nosotros, gruendo.La saliva rezumaba por sus afilados colmillos.Arriba!Cuando Marty volvi a saltar, me agach y le cog el pie lleno de barro.Arriba! dije yo al tiempo que le daba un fuerte impulso.Alz las manos en el aire e hizo presa en el borde del muro de ladrillo. Esta vez no resbal.Pate en el aire con los pies descalzos y consigui encaramarse.Se puso de rodillas en lo alto del muro y me agarr por las manos. Tir de m y yo salt, intentando encaramarme a su lado.Pero no consegua subir las rodillas a lo alto del muro.Pate ferozmente con los pies descalzos, arandome las rodillas con la pared del muro mientras Marty tiraba de m.No puedo! No puedo! gem.Los chicos lobo volvieron a aullar.Sigue intentndolo! dijo Marty con un hilillo de voz y tirando de mis brazos con todas sus fuerzas.An segua intentndolo, cuando los dos chicos lobo saltaron sobre m.

O el chasquido de sus bocas al cerrarse.Not el calor de su aliento bajo mis pies.Los chicos lobo se estrellaron contra el muro.Con un grito de desesperacin, logr encaramarme. Casi sin aliento, me tumb sobre los ladrillos.Alc la vista justo a tiempo para verlos saltar de nuevo, furiosos. Las mandbulas se cerraron delante de mi cara. Los fulgurantes ojos rojos me miraron con avidez.No! exclam yo, ponindome torpemente en pie.Alzaron la cabeza, aullando de rabia, y se prepararon para volver al ataque.Marty y yo nos apretamos el uno contra el otro, mirndolos fijamente.Saltaron.Las zarpas araaron los ladrillos. El penetrante chirrido me hizo temblar de pies a cabeza. Los colmillos se cerraron en el vaco.Resbalaron. Se prepararon para otro salto, gruendo de excitacin.No podemos quedarnos aqu toda la vida! grit Marty. Qu hacemos?Escrut la oscuridad. Pasaba la carretera de los estudios al otro lado del muro?No haba bastante luz para comprobarlo.Los chicos lobo volvieron a la carga. Sus puntiagudos colmillos me rozaron el tobillo.Me apart de un salto, y a punto estuve de caerme del muro.Marty y yo nos apretamos el uno contra el otro al ver cmo las furiosas criaturas se preparaban para dar otro salto.La pistola! La pistola de plstico!Yo haba perdido la ma. Probablemente se haba quedado en aquel agujero de barro. Pero me fij en la pistola de Marty. La culata le sobresala del bolsillo de los tjanos.Sin decir una palabra, agarr la culata y saqu la pistola del bolsillo.Eh! grit. Erin, qu ests haciendo?Por algo nos dieron las pistolas expliqu, alzando la voz sobre los aterradores aullidos de los chicos lobo. A lo mejor los detiene.Pe-pero si es de juguete! tartamude Marty.Me daba igual. Mereca la pena intentarlo.A lo mejor los asustaba. A lo mejor les haca dao. A lo mejor los obligaba a batirse en retirada.Alc la pistola de plstico y apunt con ella a las furiosas criaturas cuando arremetieron contra nosotros.Uno dos tres FUEGO!Apret el gatillo. Una y otra vez.Una y otra vez!

La pistola zumb ruidosamente y dispar un rayo de luz amarilla.S!, supliqu.La luz los detendr.Es una pistola paralizadora, no? El zumbido y la luz los paralizar. Los dejar petrificados para que Marty y yo podamos escapar.Apret el gatillo con fuerza. Una y otra vez.No los detuvo. Ni siquiera parecieron sorprendidos.Saltaron an ms alto. Not unas afiladas garras arandome l