Padre Nuestro en Lucas, Frank Carver 2

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ESTUDIO NÚMERO DOCE 1 Doxología “Porque tuyos son el reino y el poder y la gloria por siempre. Amén” 2 Nuestro enfoque hoy se centra en la doxología de la iglesia primitiva (con el significado de “un dicho de alabanza”) 3 que tradicionalmente la iglesia ha añadido al uso del Padre nuestro en su liturgia por muchos siglos, contenido incluso en una familia de manuscritos griegos de Mateo –la koiné o el texto bizantino, considerado en nuestros días el texto principal. 4 Los manuscritos lo han preservado en diversas variaciones. Puede derivarse de 1 Crónicas 29.11, la oración de despedida de David: “Tuyos, oh Yahveh, son las grandezas, el poder, la gloria, la victoria y la majestad, porque tuyo es todo lo que se halla en los cielos y en la tierra; tuyo es el reino, oh Yahveh, y tú estás exaltado como señor sobre todo.” 5 De acuerdo a N. T. Wright, dentro de los estilos de oración judía del tiempo de Jesús “es realmente inconcebible... que Jesús hubiera querido que la oración terminara simplemente con ‘líbranos de la 1 ? 15 de julio de 2001. 2 ? Mateo 6.13, margen de la NRSV. Esta doxología final no se halla en la versión de Lucas tampoco en los más antiguos y mejores manuscritos de Mateo. 3 ? De las palabras griegas doxa (doxa, alabanza, honor, gloria) y logoV (logos, palabra, expresión) que hace referencia a una breve expresión de alabanza a Dios o a los otros miembros de la trinidad. 4 ? El término “Texto mayoría” ha sido acuñado por aquellos que todavía defienden la superioridad de este texto, en el cual está basada la versión del Rey Santiago, en oposición al punto de vista de la transmisión textual que comienza en parte con Westcott y Hort a finales del siglo 19 que subyace a todas las versiones modernas además de la Nueva Rey Santiago. El texto principal es llamado así deliberadamente porque existen manuscritos más extensos que contienen este tipo de texto que el de aquellos que contienen el texto anterior y que es el más aceptado comúnmente. 5 ? Véase Salmos 145.11, 12. 96

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ESTUDIO NÚMERO DOCE 1

Doxología“Porque tuyos son el reino y el poder y la gloria por siempre. Amén”2

Nuestro enfoque hoy se centra en la doxología de la iglesia primitiva (con el significado de “un dicho de alabanza”)3 que tradicionalmente la iglesia ha añadido al uso del Padre nuestro en su liturgia por muchos siglos, contenido incluso en una familia de manuscritos griegos de Mateo –la koiné o el texto bizantino, considerado en nuestros días el texto principal.4 Los manuscritos lo han preservado en diversas variaciones. Puede derivarse de 1 Crónicas 29.11, la oración de despedida de David: “Tuyos, oh Yahveh, son las grandezas, el poder, la gloria, la victoria y la majestad, porque tuyo es todo lo que se halla en los cielos y en la tierra; tuyo es el reino, oh Yahveh, y tú estás exaltado como señor sobre todo.”5

De acuerdo a N. T. Wright, dentro de los estilos de oración judía del tiempo de Jesús “es realmente inconcebible... que Jesús hubiera querido que la oración terminara simplemente con ‘líbranos de la tentación’.”6 De acuerdo a la costumbre judía “las oraciones a menudo concluían con un ‘sello’, una sentencia de alabanza libremente formulada por la persona que estaba orando.”7 Probablemente Jesús quiso o supuso esto en su entrega de la oración del Padre nuestro. Las congregaciones más antiguas sin duda concluían el Padre nuestro con cierta “doxología libremente formulada por la persona que estaba orando.”8

Esta práctica parece verificada por medio de la primera aparición9 completa del Padre nuestro fuera del

1 ?15 de julio de 2001.

2 ?Mateo 6.13, margen de la NRSV. Esta doxología final no se halla en la versión de Lucas tampoco en los más antiguos y mejores manuscritos de Mateo.

3 ?De las palabras griegas doxa (doxa, alabanza, honor, gloria) y logoV (logos, palabra, expresión) que hace referencia a una breve expresión de alabanza a Dios o a los otros miembros de la trinidad.

4 ?El término “Texto mayoría” ha sido acuñado por aquellos que todavía defienden la superioridad de este texto, en el cual está basada la versión del Rey Santiago, en oposición al punto de vista de la transmisión textual que comienza en parte con Westcott y Hort a finales del siglo 19 que subyace a todas las versiones modernas además de la Nueva Rey Santiago. El texto principal es llamado así deliberadamente porque existen manuscritos más extensos que contienen este tipo de texto que el de aquellos que contienen el texto anterior y que es el más aceptado comúnmente.

5 ?Véase Salmos 145.11, 12.

6 ?Wright, The Lord and His Prayer, 81.

7 ?Jeremías, The Prayers of Jesus, 106.

8 ?Ibid. Vése la oración similar en 1 Crónicas 29.11 en los LXX.

9 ?También hay alusiones que contribuyen a la declaración de Ernst Lohmeyer de que existe “lo suficiente como para testificar que el Padre nuestro es una de las piezas más antiguas de la tradición del Evangelio.” The Lord’s Prayer, traducido por John Boeden (Londres: Lollins, 1965). En original era “Das Vater-Unser”, 1952.

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Nuevo Testamento en la La Didajé,10 un documento del inicio del segundo siglo (algunos dicen que es incluso anterior) que reproduce la versión de Mateo. Su versión de la doxología es “porque tuyo es el poder y la gloria para siempre”.11 Sólo falta la palabra “reino”. Por ello nuestro uso de la doxología cuando oramos con esta oración se halla plenamente en armonía con la más antigua tradición cristiana, aun cuando no era considerada parte de las formas más primitivas de la oración ni en Mateo ni en Lucas.

¡Doxología! Cuando esa palabra golpea mis oídos mi mente salta inmediatamente a “La doxología”, la respuesta cantada que era parte integral de la liturgia de la pequeña iglesia metodista de Nebraska donde crecí:

Alaben a Dios de quien proceden todas las bendiciones.Alábenle, todas las criaturas de aquí abajo.Alábenle arriba, ustedes las huestes celestiales.Alaben al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, Amén.12

Las palabras se remontan a 1709 (Thomas Ken) y el tono, Antiguo “100th”, a 1551.13

Otra doxología que acostumbramos cantar a menudo cuyas palabras se remontan al segundo siglo (anónimo) y su música a 1844 es lo que conocemos como Gloria Patri:

Gloria sea al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo,Como eran al principio, son hoy y habrán de ser,Eternamente, Amén, Amén.14

¡Hablen de los coros de alabanza! Por ello ¡nosotros “los viejos” realmente deberíamos dar la bienvenida a la continuación contemporánea en su transformaciones corrientes!

La categoría de “doxología” ha llegado a ser importante en la escritura de la teología. Un teólogo británico contemporáneo, que ahora se halla en Estados Unidos, Geoffrey Wainwright, ha escrito una teología muy extensa con el título: Doxology: the Praise of God in Worship, Doctrine, and Life: A Systematic Theology.15

10 ?The Didache es un manual griego de instrucción en la moral y en el orden de la iglesia titulado “La enseñanza del Señor a los gentiles a través de los doce apóstoles.” Aunque se hacía referencia en los documentos cristianos primitivos sólo se llegó a conocer hasta que lo descubrió en 1879 Philotheos Bryennics en la biblioteca Patriarcal de Jerusalén en Constantinopla.

11 ?The Apostolic Fathers, I, traducido por Kirsopp Lake (Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press, 1965), 321.

12 ?Canten al Señor: Hymnal (Kansas City, MO: Lillenas Publishing Company, 1993), núm. 7.

13 ?Ibid. Se adaptaron las palabras para que cuadrara con el tono alemán, “Lasst Uns Erfreuen”, fechado en 1623. Véase el núm 6.

14 ?Ibid., núm. 9. Otro es Gloria in Excelsis tomado de Lucas 2.14.

15 ?Geoffrey Wainwright, Doxology: the Praise of God in Worship, Doctrine, and Life: A Systematic Theology (Nueva York: Oxford University Press, 1980).

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Pero regresemos a la doxología tradicional del Padre nuestro: “Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria por siempre. Amén.”16 Concluye una oración para una visión alternativa de la realidad que de hecho se convierte en realidad, la visión del reino de Dios que subvierte el reinado de César tanto en sus formas del primer siglo como del siglo veintiuno. N. T. Wright concluye que hemos de tomar esta oración y convertirla en nuestra de tres maneras:

Primero, ésta es la oración de la misión y la comisión. Si Jesús es el verdadero Rey de todo el mundo, cuyo reino redefine el poder y la gloria a fin de que ellos ahora se vean en el pesebre, en la cruz y en el huerto, entonces orar con esta oración significa orar para que este reino, este poder y esta gloria se puedan ver en todo el mundo... Si la iglesia no está preparada para subvertir los reinados del mundo con el reino de Dios, lo único honesto sería renunciar a orar con esta oración completamente, especialmente la doxología final.

Segundo, ésta es la oración de la encarnación de la llenura de poder. Jesús vivió el reino porque él era el rey justo... hemos sido ungidos con el Espíritu de Jesús... La iglesia que eleva esta oración lo hace así como la nueva familia regia –que vive por medio, y sólo por medio, de esa redefinición radical del reinado... que descubrimos en el pesebre y en la cruz... Hacer esta oración significa por consiguiente invocar el poder del Espíritu de Jesús, mientras trabajamos para la gloria de Dios en su Hijo ungido.

En tercer lugar, ésta es la oración de confianza y compromiso. Es la oración que remata y sella todas las demás. Debido a que Dios es Rey, y ha llegado a ser Rey en Jesús, es como podemos orar el resto de la oración con confianza. Los evangelios contienen muchas buenas promesas extraordinarias acerca de lo que sucede cuando la gente ora en el nombre de Jesús. Aquellos que toman en serio estas promesas a menudo reportan que, en las famosas palabras de William Temple “Cuando oro, suceden las coincidencias; cuando dejo de orar, las coincidencias dejas de suceder.”17

Willimon y Hauerwas, al reflexionar sobre Lucas 1.46-53 cuando María canta:

Él ha derribado a los poderosos de sus tronos,y ha exaltado a los humildes;

Él ha saciado el hambre con buenas cosas,y ha despedido vacíos a los ricos (52-53),

comenta que:

Cuando tu congregación ora: “Tuyo es el reino, el poder y la gloria”, las personas en autoridad deberían ponerse nerviosas. La iglesia existe para señalar, para ser una señal, para cantar acerca de esa tensión por la cual aquellos que se hallan abajo sean elevados y aquellos que se hallan en las alturas sean abajados.18

El Padre nuestro es un instrumento suversivo, una oración que transforma la realidad. El mismo

16 ?Mateo 6.13, margen de la NRSV.

17 ?Wright, The Lord and His Prayer, 86-88.

18 ?Willimon y Hauerwas, Lord, Teach Us, 97.

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escritor habla de un campo de prisión en la Segunda Guerra Mundial donde:

en una noche fría y oscura después de una serie de azotes, después de que cientos de prisioneros de guerra habían estado marchando ante el comandante del campamento y después de descansar por una hora, cuando los prisioneros tuvieron que retornar a sus oscuros cuarteles y les pidieron que estuvieran quietos por el resto de la noche, alguien, de algún lugar de una de los cuarteles comenzó a recitar el Padre nuestro. Algunos de sus compañeros prisioneros que se hallaban junto a él comenzaron a orar con él. Sus oraciones fueron escuchadas por los prisioneros del edificio contiguo, quienes se unieron a ellos. Uno por uno, cada uno del conjunto de cuarteles se unieron en oración hasta terminar la oración “Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria”, cientos de prisioneros habían unido sus voces en una oración fuerte, ardiente y desafiante, hasta lograr un estruendoso: ¡Amén!”19

Mientras intentamos llevar a nuestro estudio del Padre nuestro a una conclusión apropiada, en mi esfuerzo durante estos varios meses para mí, algunos de los tratamientos clásicos y antiguos del Padre nuestro he reunido algunos pasajes útiles que no corresponden a ninguna de las peticiones individuales. Éstas son de dos tipos, las que hacen referencia especialmente al Padre nuestro y las que tienen que ver con la oración en general. Les damos un orden cronológico iniciando con las que tienen que ver con el Padre nuestro.

Tertuliano (160-225):

Debido a que el Señor... después de entregar la práctica de la oración, dijo en otro lugar: “Pedir y recibiréis”, y debido a que cada uno tiene peticiones que son peculiares a sus circunstancias, la oración regular y apropiada (el Padre nuestro) se expresa primero, como fundamento de los deseos posteriores.20

Agustín (354-431):

Tres de aquellas peticiones... continuarán por toda la eternidad, pero el pan cotidiano es una necesidad de esta vida presente. Así que, desde ese punto en adelante, el resto del Padre nuestro pertenece a las necesidades de esta vida presente... Durante nuestra vida en la tierra, existe cierto escape a través de las grietas de nuestras flaquezas, y tienen que ser vaciadas.21

Recorran todas las palabras de las oraciones santas (en la Escritura), y no pienso que puedan hallar algo en ellas que no esté contenida e incluida en el Padre nuestro.22

Porque él dijo: “¿Cómo pueden invocar en quien ellos no han creído? Ustedes no han sido enseñados primero en el Padre nuestro, y luego el Credo. Ustedes han sido enseñados primero en el Credo, para que puedan conocer en qué creer, y después en el Padre nuestro, para que puedan saber a quién invocar. El Credo contiene lo que ustedes han de creer; el Padre nuestro, lo que han de pedir. La

19 ?Ibid., 108-109.

20 ?Catechism, 727, de Tertuliano, De orat. 10: PL 1, 1165. También en Tertuliano, 168.

21 ?Agustín, 257.

22 ?Catechis,, 727, de san Agustín, Ep. 130, 12,, 22: PL 33, 503.

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oración que se escucha es la del creyente.23

Esto nos recuerda una distinción a la que nos referimos anteriormente, la distinción entre Lex Orandi, cómo ora uno, y Lex Credenti, qué cree uno, una distinción a la cual Heber Prince llamó mi atención hace muchos años. ¿Cuál de ellas determina a la otra? Vimos que en caso de los discípulos que cómo ora uno determina lo que uno cree: Lex Orandi—Lex Credenti. ¡Tenían que ser formados como discípulos, ser instruidos en su fe en Jesús y en su reino por la manera en que ellos oraban! Pero aquí con Agustín, el primer teólogo, ¡parece ser lo opuesto, cómo cree uno determina el cómo ora uno, Lex Credenti–Lex Orandi!

Máximo el Confesor (580-622):

Si entonces la realización del consejo divino es la deificación de nuestra naturaleza, y si el objetivo de los pensamientos divinos es la realización exitosa de lo que hemos pedido en nuestra vida, entonces es provechoso reconocer la plena importancia del Padre nuestro, ponerlo en práctica y escribir apropiadamente acerca de él... le pido al Señor que enseñó esta oración a que abra mi mente para entender los misterios que contiene y me dé el poder de la expresión en proporción al significado de los misterios comprendidos.24

Tomás de Aquino (1225-1274): Algo de esto citado anteriormente:

La oración es un tipo de representación ante Dios de nuestros deseos. En la Oración del Señor –Padre Nuestro– se nos enseña no sólo respecto a lo que deberíamos desear, sino también en qué orden, para construir así toda la estructura de nuestros afectos. Lo primero que hemos de desear es nuestra meta, Dios mismo: deseamos su gloria –santificado sea tu nombre, y nuestro deleite en él –venga tu reino. Luego vienen aquellas cosas que por sí mismas conducen a la meta: directa y principalmente, la obediencia a Dios que es digno de realizar la meta –sea hecha tu voluntad; en segundo lugar y de manera instrumental, nuestro alimento sacramental e incluso terrenal –danos en este día nuestro pan cotidiano. Finalmente, hemos de desear la remoción de todos los obstáculos a nuestra meta: el pecado –perdona nuestras transgresiones, tentación –no nos metas en tentación y las privaciones –líbranos del mal. Este orden no es el orden en que suceden las cosas, sino el orden en el cual han de ser deseadas o procuradas las cosas: la meta antes que los medios, la realización del bien antes que la remoción del mal. La oración por los demás es una señal de amor; y entre más amor tengan los santos en el cielo, más desean orar por los de la tierra para que puedan ser ayudados25 por sus oraciones. Y entre más cerca estén ellos de Dios, más efectivas son sus oraciones.

Lutero (1483-1546):

En este breve compás hemos puesto todas nuestras necesidades físicas y espirituales en su regazo, y cada palabra individual ha resumido un mundo entero de significado.26

23 ?Agustín, 240.

24 ?Maximus Confessor, 102.

25 ?Aquino, 403-404.

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Calvino (1509-1564):

Todas las cosas que deberíamos pedir a Dios, de hecho todo lo que somos capaces de, están contenidas en esta fórmula... esta oración está completa en todas sus partes, tan completa, que cualquier cosa que sea extraña o ajena a ella, cualquier cosa que no se pueda referir a ella, es impía e indigna de la aprobación de Dios.27

Simone Weil (1909-1943):

El Padre nuestro contiene todas las peticiones posibles; no podemos concebir alguna oración que no esté ya contenida en él. Es orar por lo que Cristo es para la humanidad. Es imposible expresarla completamente, dando la plena atención posible a cada palabra, sin que suceda un cambio en el alma, quizá infinitesimal quizá, pero real.28

Joaquín Jeremías:

Si uno se aventurara a resumir en una frase el inagotable misterio de las pocas sentencias del Padre nuestro, existe una expresión pre-eminentemente apropiada que ha ocupado especialmente la investigación del Nuevo Testamento en las recientes décadas. La frase es “llegar a actualizarse escatológicamente” (sich realisieriende Eschatologie). Esta expresión denota la era de la salvación realizada ahora, la consumación consumada por adelantado, la “irrupción” de la presencia de Dios en nuestras vidas. Donde las personas se atrevan a orar en el nombre de Jesús a su Padre celestial con la confianza infantil, para que él les pueda revelar su gloria y les conceda ya hoy y en este lugar el pan de vida y la destrucción de los pecados, allí en medio de la constante amenaza de falla y de la apostasía se ha realizado, ya ahora, el gobierno regio de Dios sobre la vida de sus hijos.29

Roberta C. Bondi:

He encontrado por años... que en ciertas circunstancias, cuando estoy orando precisamente el Padre nuestro regularmente sin concentrarme realmente en él ha permitido que las palabras lleguen a cobrar vida para mí de una manera especial a tal punto que dicen precisamente lo que yo necesito.30

En este libro, In Ordinary Time, ella cuenta en detalles de qué manera usó el Padre nuestro para trabajar a través de un problema reprimido con su padre desde su niñez y que había durado hasta su vida adulta.31

26 ?Luther’s Works, Volumen 21, 42.

27 ?Juan Calvino, Institutes, 198. Véanse las advertencias que siguen.

28 ?Panichas, The Simone Weil Reader, 500.

29 ?Jeremías, The Prayers of Jesus, 107.

30 ?Bondi, Ordinary Time, 65.

31 ?Ibid., 69-96 y en “Practicing a Second Flute”, Weavings “Women together in love” Volumen XI,

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Un relato a manera de conclusión tenemos en la mira. Either Willimon y Hauerwas estaba visitando a su madre en un hospital para ancianos:

Se estaba celebrando un servicio dominical en la cafetería, el tipo de situación que todos tenemos. La congregación estaba compuesta de gente anciana, la mayoría de ellos parecía estar inconsciente de dónde se encontraban. El predicador predicó con entusiasmo. El predicador cantó con entusiasmo. No hubo respuesta de la congregación.

Luego el ministro dijo: “Vamos a orar. Padre nuestro...” Repentinamente, todos se unieron a él. Había una congregación. Sus cuerpos recordaban la oración. ¿Qué mejor manera de tener nuestras vidas y luego estar incorporados en esta oración?... Esto es lo que significa tener el don de esta oración.32

Ahora presentamos unas cuantas citas sobre la oración en general: Tertuliano (160-225) concluye su tratado sobre la oración con el altísimo comentario:

La oración es la muralla de la fe, nuestro escudo y armas contra el enemigo que nos estudia desde todos los ángulos. De ahí que, jamás estemos desarmados. Seamos cuidadosos de estar en guardia durante el día y en nuestra vigilia por la noche. Debajo de las armas de la oración guardemos el estándar de nuestro general, y oremos como si esperáramos el toque de corneta del ángel.

También todos los ángeles oran; cada una de las criaturas ora; las bestias, domésticas y salvajes, dobladas sus rodillas, y mientras salen de sus establos y cuevas ellos ven al cielo sin mirada maliciosa. Incluso las aves, al levantarse en las mañanas, se remontan al cielo y extienden sus alas como una cruz en lugar de manos y dicen algo que podría parecer una oración. ¿Qué necesidad hay, entonces, de mayor discusión del deber de la oración? Incluso nuestro Señor mismo oró, a quien pertenecen el honor y el poder por siempre y siempre.33

Evagrius Ponticus (345-399). Su visión sobre la oración contemplativa se resume en la introducción del traductor, John Eudes Bamberger:

El hombre no puede ser perfeccionado solamente por la acción que procede desde el exterior al interior. Él tiene que ser alterado incluso en las profundidades de su espíritu, donde se hallan escondidas en los lugares más escondidos de su ser imágenes desconocidas, inaccesibles al mundo externo salvo por algo por mucho tiempo olvidado, sendas distantes que aun ejercen su influencia sobre las actitudes y manera de actuar del hombre.34

No estén muy ansiosos y se propasen como para obtener una inmediata respuesta a la petición de ustedes. El Señor desea conferir mayores favores que los que ustedes piden, como recompensa por la perseverancia de ustedes al orarle a él. Porque ¿qué cosa más grande hay que el conversar íntimamente

número 2 (marzo/abril, 1996) 6-17.

32 ?Willimon y Hauerwas, 110.

33 ?Tertuliano, 187-188.

34 ?Evagrius, xciii. Véase el contexto.

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con Dios y estar ocupado de su compañía?35 La oración serena es el acto más elevado del intelecto.36

La oración es un ascenso del espíritu a Dios.37

“Si tú eres teólogo tú verdaderamente oras. Si tú verdaderamente oras tú eres un teólogo.”38

“Que tu espíritu esté en guardia, manteniéndolo libre de conceptos en el tiempo de la oración para que pueda permanecer en su propia calma profunda. Por ello quien tiene compasión del ignorante vendrá a visitar incluso a una persona insignificante como tú mismo. Es cuando recibirán el más glorioso don de la oración.”39

Aquino (1225-1274):

“La oración es el ascenso de la mente a Dios.”40

Juan De la Cruz (1542-1591), carta número 8.

...el alma que está presta a volverse para hablar y conversar es lenta para volverse a Dios. Porque cuando se vuelve a Dios, entonces es llevada fuerte e interiormente guiada al silencio y a huir de toda conversación. Porque Dios desea que un alma se regocije con él más de lo que lo haría con otra persona, no importa cuán avanzada y útil pueda ser la persona.41

Teresa de Lisieux (2 de enero de 1873-al 30 de septiembre de 1897):

Para mí, la oración es una cirugía del corazón; es una simple mirada hacia el cielo, es un clamor de reconocimiento y de amor, que incluye tanto tribulación como gozo.42

35 ?En una nota de pie de página el editor inserta la declaración de la “oración misma ya es su propia respuesta”, citando a Rudolf Bultmann, Theology of the New Testament, Volumen II, traducido por Kendrick Grobel (Londres: SCM Press, 1955), 87.

36 ?Ibid. “Chapters on Prayer”, 34, 60.

37 ?Ibid., 35, 60.

38 ?Ibid., 60, 65. Banberger comenta: “El hombre que verdaderamente ora es el hombre que ha visto el lugar de Dios. Esto es lo que significa ser teólogo, o como deberíamos decir hoy, un místico. Estas dos actividades y estados no sólo coinciden en sus etapas más elevadas, también coinciden en cada paso del camino.”

39 ?Evagrius, “Chapters of Prayer”, 69, 68, al comentar sobre la oración apofática.

40 ?“Summa Theologica”, 57. De Damascene, De Fide Orth. Iii, 24.

41 ?Juan, Carta 8, 742. Obsérvese el método para hacer citas.

42 ?Catechism, 673. Véase también Story of a Soul: The Autoviography of St. Therese of Lisieux,

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Roberta C. Bondi:

“Existe una comprensión monástica final que nosotros necesitamos para nuestra oración. Abba Sisoes dijo:

Busca a Dios y no busques (a Dios) donde habitas. Es una gran tentación procurar las experiencias religiosas. Los maestros monásticos estaban convencidos, no obstante, que esto siempre es un error. Por un lado, es simplemente muy fácil sustituir un deseo de una experiencia religiosa por un deseo de Dios. No importa cuán poderosa sea una experiencia, Dios no es una experiencia. Si uno ha tenido experiencias religiosas o no, probablemente sea un asunto de temperamento y personalidad. Los monásticos creían que nadie tenía necesidad de experiencias religiosas a fin de tener una relación real con Dios. La oración es una vida compartida con Dios. Lo que más necesitamos es aprender a vivir de una forma ordinaria, cotidiana, e incluso rutinaria con Dios a quien hemos aprendido a amar.43

Conclusión

Con una extensa pero maravillosa cita del libro más inspirador de Roberta C. Bondi, To Pray and To Love Conversations on Prayer with the Early Church (1991), llevamos nuestra serie sobre el Padre nuestro a su conclusión final.

Esta vida mundana no es, si embargo, simplemente la vida deprimente de negocios tan usual. La vida de oración, de crecimiento en el amor de Dios hasta llegar a ser toda llama o flama, es un proceso en el cual aprendemos a vivir en el poder de la resurrección.

Otro de los ancianos cuestionó a Amma Theodora diciendo: “En la resurrección de los muertos, ¿cómo viviremos?” Ella dijo: “Como garantía, ejemplo y como prototipo de lo que tenemos en él que murió por nosotros y resucitó, Cristo nuestro Dios” (Theodora 10, Sayingsm 84).

La vida en el poder de la resurrección no es simplemente una vida feliz, sin complejidad ni dolor. De qué manera resucitó Jesús para ser nuestra garantía, ejemplo y prototipo? Cuando Jesús se apareció a Tomás después de la resurrección, él no le mostró simplemente cicatrices sanadas y antisépticas. A Tomás le dijo:

“Pon tus manos aquí; mira, aquí están mis manos. Dame tu mano; métela en mi costado. Ya no más seas incrédulo sino creyente” (Juan 20.27).

Jesús se levantó de entre los muertos en el gozo de la resurrección y aun así no dejó de ser quien ha

traducido por John Clarke, O.C.C. (Washinton, D.C.: ICS Publications, Institute of Carmelite Studies, Segunda edición, 1976.) “Para mí, la oración es una aspiración del corazón, es una mirada simple dirigida a los cielos, es un clamor de gratitud y amor en medio de la tribulación al igual que del gozo; finalmente es algo grande, sobrenatural, que ensancha mi alma y me une a Jesús.”

43 ?Bondi, To pray & To Love, 72. De Sisoes 40, de The Sayings of the Desert Fathers: The Alphabetical Colection, traducido por Benedicta Ward, S.L.G., edición revisada (Londres y Oxford: Mowbray, 1981), 220.

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sido en los peores momentos de su muerte. Él se levantó con sus heridas.De manera muy parecida, mientras crecemos hasta la imagen del Jesús resucitado, nuestra

garantía, ejemplo y prototipo, nosotros también resucitamos con nuestras heridas. También nosotros hallamos que nuestra resurrección en Dios no es una negación o menosprecio de nuestra heridas y vulnerabilidad. No es un desprendimiento de nuestro pasado, no importa cuán doloroso y lleno de fracturas haya sido nuestro pasado. La resurrección no es un abandono de la cruz, sino la incorporación del sufrimiento de la cruz en la resurrección misma. Así como llevamos a la vida de oración todo lo nos ha sucedido alguna vez, encontramos que finalmente nada se ha perdido. Más que eliminar partes indeseables de nosotros mismos, en su lugar hallamos que el dolor de la niñez, la humillación de adultos, las experiencias de gozo, nuestras propias traiciones, la confesión, pérdida –todas están reunidas y de alguna manera sanadas y transformadas. Llegamos a ser capaces de ver a nuestro pasado con amor.44

El sudafricano David J. Bosch termina su pequeño libro sobre el Padre nuestro con un comentario muy apropiado:

Nuestra oración, entonces, no es un instrumento para cambiar a Dios en un siervo de nuestros deseos, sino, más bien, para cambiarnos en siervos de su amor.45

El Padre nuestro en la forma litúrgica de nuestra tradición anglicana/wesleyana:

Padre nuestro, que estás en los cielos,Santificado sea tu Nombre,Venga tu reino,Sea hecha tu voluntad,

en la tierra como se hace en el cielo.Danos en este día nuestro pan cotidiano.Y perdona nuestras transgresiones,

así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden.No nos metas en tentación,

sino líbranos del mal.Porque tuyo es el reino,

y el poder y la gloria,por siempre y siempre. Amén.46

44 ?Ibid., 135.

45 ?David J. Bosch, The Lord’s Prayer: Paradigm for a Christian Lifestyle (Pretoria, RSA: Christian Medical Fellowship, 1985), 45. La cita es la última sentencia de su libro.

46 ?The Book of Common Prayer, 363. Su versión inglesa moderna dice: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, sea hecha tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a quienes pecan contra nosotros. Sálvanos del tiempo de la prueba y líbranos del mal. Porque el reino, el poder y la gloria son tuyos, ahora y por siempre. Amén.”

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCAS

ESTUDIO NÚMERO TRECE 47

“¡Cuánto más... el Padre!”Lucas 11.5-13

1.1-4 Prólogo1.5-2.52 Nacimiento y niñez de Jesús3.1-4.13 Preparación para el ministerio de Jesús4.14-9.50 Ministerio de Jesús en Galilea9.51-19.48 Camino a Jerusalén

9.51-10.42 Discipulado: Escucha y práctica de la Palabra11.1-13 Paternidad de Dios

11.1-4 La oración de los discípulos11.5-13 Incentivo a la oración

11.14-54 Cuestionamiento a la conducta de Jesús12.1-13.39 Vigilancia ante la crisis escatológica13.10-17.10 ¿Quién participará en el reino?17.11-19.27 Respuesta al reino19.28-48 Jesús llega a Jerusalén

20.1-21.38 Enseñanza en el tempo de Jerusalén22.1-23.56 Sufrimiento y muerte de Jesús

24.1-53 Exaltación de Jesús

Introducción

Camino a casa de la Asamblea General en 2001 pasamos dos noches y un día en Mineola, Texas, con Larry Lark Kromer, con quien compartí la enseñanza en ENBC. Larry es un erudito del Nuevo Testamento y sirvió allá como mi decano académico. Cuando fue entrevistado por la junta de la iglesia de la Iglesia del Nazareno en la que ahora está pastoreando se le pidió compartiera su filosofía del ministerio. Su respuesta fue: “Mis prioridades en el ministerio son (1) La predicación, (2) La oración y (3) La visitación, en ese orden. ¡No se asombren que la iglesia esté creciendo en espíritu y en número!

Como vemos en nuestro bosquejo de Lucas cómo se completa ahora el tema de la “paternidad de Dios”. Jesús continúa instruyendo a sus discípulos en la práctica de la oración, ahora con énfasis en el estímulo para que oren. En la narrativa de Lucas los versos 5-13 deliberadamente se conectan con los versos 1-4. Están perfectamente unidos. No hay interrupción literaria cuando Jesús procura ilustrar y desarrollar su enseñanza en la oración.

Por consiguiente ¿Qué más podemos aprender acerca de la oración en estos párrafos?

Jesús nos anima a orar con expectación (11.5-8). ¿Por qué?Jesús nos alienta a orar con confianza (11.9-10). ¿Por qué?Jesús nos estimula a orar por el Espíritu Santo (11.11-13). ¿Por qué?

47 ?22 de julio de 2001.

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCASDos temas predominantes penetran la enseñanza de Jesús sobre la oración (11.2-13) que inician y controlan nuestra interpretación –Uno, Dios como nuestro Padre, y segundo, nuestra “necesidad” humana. Primero, “Padre” es la palabra que inicia y concluye las palabras de Jesús sobre la oración en el verso 2 y el 13. “Padre” funciona como una inclusio. El tema obvio a través de todo esto es que nuestra oración es completamente dependiente de la naturaleza o carácter del Padre tal como lo ilustran las dos parábolas hogareñas que sirven como fundamento o base para la famosa promesa de la oración (11.9-10) que se halla como emparedado en medio de ellas.

Segundo, más allá de “santificado sea tu nombre” y “venga tu reino” las “necesidades” humanas (11.8) son aparentemente sólo el sujeto válido de las peticiones específicas de la oración. En el Padre nuestro de Lucas hemos visto que después de las dos peticiones con el pronombre “tú” concluye la oración con tres peticiones con el pronombre “nosotros” –por el pan, el perdón y la protección– todas las mismas necesidades humanas específicas. Por ello, ¡la línea en el himno “Dulce oración” que los viejos gustamos cantar difícilmente es bíblica!

Dulce hora de oración,Que... me expresas ante el trono de mi Padre¡Da a conocer todos mis anhelos y deseos!48

1. La ilustración acerca del Padre (11.5-8)49

¿Cuál piensas que es el punto de comparación de la ilustración de estos versos? ¡Una parábola descabellada! La pregunta es: “¿Qué es descabellado aquí?”

Los comentaristas bíblicos a quienes he leído ofrecen dos interpretaciones opuestas. Para E. Earle Ellis es descabellado que el amigo se levantara bajo estas circunstancias y concediera la petición. Ellis escribe: “El conseguir pan a media noche implicaría levantar a toda la familia que estuviera durmiendo. La petición es indignante. “¿Quién de ustedes pediría algo semejante (v. 5)?”50 “No puedo levantarse y darte algo” (v. 7). La expectativa humana no tiene sentido común, pero la persistencia sale victoriosa, como sucede con Dios tal como lo ve confirmado Ellis en una oración similar en Lucas 18.1-8 donde “Jesús les dijo una parábola acerca de la necesidad de ellos de orar siempre y no desmayar.”51 ¡La oración es persistente si no es que una súplica desesperada!

Pero ¿qué acerca de las palabras introductoras de Mateo al Padre nuestro en 6.7-8?

“Y al orar no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles; porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.”

O la profecía de Isaías 65.24:

48 ?Himnario: Gracia y Devoción, núm 78.

49 ?Este párrafo es único de Lucas. Un paralelo lo constituye 18.18.

50 ?Ellis, The Gospel of Luke, 163.

51 ?Esta parábola habla de la espera fiel de la vindicación final de Dios de sus elegidos al permanecer constantes en la oración, también de una parábola de “cuánto más”. Véase Green, The Gospel of Luke, 641-642.

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCASAntes que ellos clamen, yo responderé.

Cuando ellos todavía estén hablando yo escucharé.

Por otro lado, para Joel Green es la descripción del dueño de la casa la que es descabellada, ¡El Padre no es así! Para Green las expectativas de la cultura de la época y la naturaleza de la amistad en esa cultura demandarían que no importa cuán difícil e inconveniente fuera la situación, el amigo eventualmente respondería positivamente a la petición. Lo esencial es

“la formulación de la oración en relación a un reconocimiento preciso de alguien a quien se ofrece la oración..., es decir, la identificación de Dios como el Padre cuya gracia se realiza en su provisión de lo que se necesita, y ciertamente más allá de lo que se podría esperar.”52

El punto de comparación de la parábola es que en esa situación cultural uno no puede imaginarse a un amigo que negara hospitalidad a su amigo cuando ese amigo confrontara el arribo de un huésped inesperado.53 El pan se cocinaba y se consumía diariamente. La casa “supuestamente es un hogar agrícola de un sólo cuarto en cual toda la familia hace su cama sobre un petate sobre el piso.” 54 Estaba ubicada en una pequeña villa agrícola con casas localizadas muy próximas “donde la perturbación del sueño en un hogar no podría considerarse un evento aislado” y allí se demandaba “que los requerimientos de la hospitalidad en una casa naturalmente tuviera repercusiones en toda la villa.”55

La amistad en esa cultura suponía la hospitalidad que implicaba intercambio económico. Era una cuestión de honor. Sobre esa base “se esperaba que el dueño de la casa ayudara al que sería hospedado” y los convencionalismos de hospitalidad involucrarían a “toda la villa en la necesidad de proveer un alimento respetable.” Por ello la réplica hipotética del dueño de la casa: “no me puedo levantar y darte nada, es ridícula en su naturaleza absurda (compárese Prov 3.27-28).” E incluso en aquellos casos donde la amistad es insuficiente... el resultado será el mismo debido a la amenaza de la deshonra si no se otorgaba la ayuda.”56

Por ello lo esencial no es la “persistencia” del amigo que tiene un huésped inesperado, sino la evitación de la “vergüenza” de parte del dueño de la casa, porque la palabra griega (ainaideian) significa “falta de vergüenza” o “desfachatez”57 se veía como una cualidad negativa. Por ello, ¡la traducción “persistencia” yerra el punto principal de la parábola de Jesús! ¡Nunca puedes confiar siempre en una traducción!58

Aunque la situación en la parábola es difícil y muy inconveniente, la naturaleza de la amistad y del contexto de la villa garantizaría la concesión de la solicitud de la hospitalidad. ¡Pero “cuánto más... el Padre”! El Padre es alguien lleno de gracia, ¡un Dios dador que conoce lo que necesitamos incluso antes

52 ?Ibid., 446.

53 ?El verbo kichkemi sólo aparece dos veces en el Nuevo Testamento, “Me permito utilizarlo para hablar de un acto amistoso.” Plumber, The Gospel According to St. Luke, 299.

54 ?Ibid., 447.

55 ?Ibid.

56 ?Ibid.

57 ?Plumber, The Gospel According to St. Luke, 299. Sólo aparece aquí en el Nuevo Testamento.

58 ?¡La NASB al menos pone al margen “desfachatez” como una posible traducción!

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCASde que se lo pidamos! ¡Podemos orar con expectación!

Por ello la promesa de los versos 9-10 siguen lógica y naturalmente reforzando el tema del estímulo o aliento a los discípulos.

Pidan, y se les dará;busquen, y encontrarán;llamen, y se les abrirá la puerta.

Porque todo el que pide, recibe;el que busca, encuentra;y al que llama, se le abre.

II. La oración enfocada en algo (11.9-10)59

¿Qué hacen ustedes con la forma no ilimitada de este texto? ¡Si ustedes piden, recibirán! ¿En qué tiempo? Nótese que la promesa no sólo es a “ustedes... ustedes... ustedes”, ¡sino también a “todo aquel que, todo aquel que, todo aquel que”!

Esta oración-promesa debe entenderse en la totalidad del contexto literario de Lucas 11.1-13, ¡más que absolutizada en una caja de promesa aislada como una caja de pandora! El interés de Jesús es alentar la confianza en la oración, así como se hace la promesa de oración en Juan 14.13.

“Haré todo lo que pidan en mi nombre,para que el Padre pueda ser glorificado en el Hijo.”

Aquí la “necesidad de los discípulos se define por medio de la expresión “en nombre de Jesús” y por medio de “para que el Padre pueda ser glorificado en el Hijo.”

De esa manera, los versos 9-10 “no conceden al que hace la petición un cheque en blanco” 60 porque el énfasis continúa recayendo en lo que uno realmente necesita (vv. 2-4, 8) como lo demuestran los versos 11-13. También es significativo reconocer que todos los verbos en la promesa se hallan en imperativo presente y denotan continuidad en nuestra petición, búsqueda y llamado a la puerta, y “forman un clímax del incremento de la seriedad”,61 esa es una sinceridad y fidelidad creciente en nuestra oración. La oración es una decisión de un estilo de vida, ¡difícilmente el clamor ocasional y la súplica desesperada de los profetas de Baal en el Monte Carmelo con Elías!62

La promesa depende, no en la intensidad o desesperación de nuestra oración, sino en el carácter santo del Padre (vv. 2, 13) y en la naturaleza de nuestras necesidades legítimas, “pan cotidiano... perdón... no nos metas en tentación... el Espíritu Santo.” ¡Podemos orar con confianza!

Todo esto lleva a su clímax apropiado en:

III. Las “necesidades” definidas (11.11-13)63

59 ?También en Marcos 6.7-8.

60 ?Green, The Gospel of Luke,

61 ?Plumber, The Gospel According to St. Luke, 299.

62 ?1 Reyes 18.20-40.

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCAS¿Cuán completo es el don que se ofrece en relación a nuestra necesidad? Sobre todo esto es lo que hemos de preguntar. La ilustración del dueño de la casa de los versos 5-8 es elevada a un nivel más elevado en otra ilustración del hogar, ahora la familia. La superioridad de Dios como Padre se comprende plenamente en la superioridad de su don: “Cuánto más... el Padre”:

Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

¿Podemos decir ahora que todo el énfasis de 11.1-13, y por consiguiente el clímax definitivo de la narrativa del evangelio de Lucas es el don del Espíritu Santo a los discípulos? ¿Es el cumplimiento de la venida de Jesús a las vidas de sus discípulos? Al final de Lucas cuando Jesús se aparece a sus discípulos, les “abrió sus mentes para que comprendieran las escrituras”, y les manda:

–Esto es lo que está escrito– les explicó–; que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto (24.46-49).

Y Lucas registra el cumplimiento de estas palabras de Jesús en los primeros dos capítulos de su siguiente obra, el libro de Hechos, en los eventos del día de Pentecostés.

Por ello nuestras necesidades descritas por Jesús en el Padre nuestro se resumen todas en el “cuánto más” del don del Espíritu Santo del verso 13. Éste es el gran don, el don definitivo, la gran necesidad, que ningún padre terrenal puede conceder, ¡“sólo el Padre celestial”! ¡Ésta no sólo es nuestra necesidad básica de una vez por todas, sino también un privilegio diario, un don “de cada día”, nuestro “pan de cada día”!

Por esta razón Jesús nos alienta a orar por el Espíritu Santo (11.11-13),64 por una renovación nueva de su presencia cada mañana para las tareas que se nos presentan cada día.

Conclusión

“Si un amigo ayudará a un amigo, si el padre proveerá para su hijo, cuánto más Dios cuidará de los discípulos del Hijo de Dios, Jesús.”65

¡“Cuánto más... el Padre”!Jesús nos alienta a orar con expectación (11.5-8).

¿Por qué? –Por el carácter lleno de gracia de nuestro Padre.Jesús nos alienta a orar con confianza (11.9-10).

¿Por qué? –Por el contenido directo (sincero) de nuestra oración.Jesús nos alienta a orar por el Espíritu Santo (11.11-13).

¿Por qué? –Por la verdadera naturaleza de nuestras necesidades.En cuanto a mí estoy poniendo especial propiedad en dos pasajes de la Escritura particularmente, uno

del Antiguo Testamento y uno del Nuevo Testamento, mientras iniciamos la aventura del Eastern Nazarene College en este próximo año académico. El primero es el Salmo 27 y el segundo es nuestro texto

64 ?El don del Espíritu Santo a los discípulos estaba implícito en las narrativas de la infancia (capítulos 1-3), y se hace explícito en las narrativas del bautismo (4.7-22), y ahora se ofrece en respuesta a nuestra oración por la necesidad diaria.

65 ?Karris, The Gospel According to Luke, 703.

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCASpara los últimos meses, Lucas 11.1-13. Consideraré al Padre nuestro y los pasajes que ilustran lo que sigue como aliento y sabiduría y fuerza necesaria. Voy a leerles, a orar con ello, y depender diariamente del Espíritu Santo como mi regalo para las demandas y oportunidades de cada día –que será de administración, enseñanza y relaciones estudiante-facultad-administración. ¡ “Cuánto más... el Padre”! Si seguimos la guía de Lucas cuando oremos el Padre nuestro no nos detendremos hasta que también hayamos repetido 11.13:

¡Cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!

Para concluir nuestra atención de largos meses a la enseñanza de Jesús sobre la oración en Lucas comparto una observación de Roberta C. Bondi en su estudio de los Padres Cristianos Antiguos, To Love As God Loves,

La oración es la actividad fundamental del cristiano; ser a imagen de Dios significa comunicarse con Dios. Mucha gente se ve intimidada por la oración, creyendo que hay una forma correcta y una equivocada, y piensan que ellos ofenderán de alguna manera a Dios o se pondrán en ridículo si ellos lo hacen erróneamente. Es útil reconocer que nuestros antecesores monásticos estaban convencidos de que la oración es natural para nosotros, como el respirar, si sólo lo descubrimos en nosotros mismos. Es algo que hay que hacer, pero aun más, es un don de Dios a nosotros. No tenemos siquiera que haber entrado a la presencia de Dios en oración, porque ya estamos en la presencia de Dios. Puede ser útil pensar no en entrar en la presencia de Dios, sino más bien en convertirnos en accesibles a la oración. La oración nos conforma y nos transforma. Nos centra en Dios y al mismo tiempo en nosotros mismos. Siempre está cambiando, así como nosotros nos estamos renovando en Dios.66

Aquí tenemos los comentarios de Marion Golden:

Conocí hace dos semanas a dos mujeres con quienes buscábamos los mismos versos de Lucas 11. Mi participación se limitó principalmente a escuchar. Una es la esposa del capellán y la otra graduada con una maestría en teología. Ella ha dado clases a grupos de mujeres cristianas, pero jamás me había encontrado con ella.

Mi manera de pensar es tanto más parecida a la de ustedes sobre la oración de petición. Ellas recalcaron las persistentes peticiones –las “súplicas”, me parece a mí. Mi vida de oración es más un caso de visualizar a la persona o problema en las manos de Dios, con un sentido de seguridad de que Él es capaz de cualquier cosa que yo haya puesto delante de Él. Ésta es la manera en que le entrego a mi familia a Él –y siento un verdadero sentido de paz al hacerlo. Verdaderamente pido por algo específico, a veces, pero siento, de nuevo, un sentido de confianza en su guía de una manera particular.

Comprendan, había una tragedia implicada, ¡yo sé que yo también estaría suplicando, porque lo he hecho! Pero, no es mi práctica regular de oración.

La referencia de ustedes a “pedir, buscar y llamar a la puerta”, también lo aprecio. Creo, como ustedes han indicado, que no es una promesa “en una caja de oraciones”. Más bien, es una promesa de una relación con nuestro Creador, y de ello viene el Espíritu Santo para guía, paz y amor.

En otras palabras –amigas mías– el estudio de ustedes me recuerda que debo buscar primero su Espíritu, y el resto será añadido cuando sea necesario.67

66 ?Roberta C. Bondi, To Love As God Loves: Conversations with the Early Church (Filadelfia: Fortress Press, 1987), 86.

67 ?Marion Golden, en una carta del 27 de julio de 2001.

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EL PADRE NUESTRO SEGÚN SAN LUCAS

“Toda la gente segura ha estado utilizando mucho el nombre de Dios.”68 Cuando leí esta declaración el jueves en la mañana recordé nuestra última lección del domingo cuando Herb hizo alusión a la categoría del misterio. Yo estaba leyendo un libro devocional episcopal Forward Day by Day, cuya suscripción me la dio Avery Stone. Las meditaciones de este trimestre fueron escritas por una persona que se halla en prisión por asesinato. Ese día, 11 de julio de 2002, él estaba sentado con Mike, cuya sentencia de muerte se había cambiado a una vida en prisión, al ver la ejecución de Timothy McVeigh en Terra Haute. Cuando ellos escucharon a quienes “estaban seguros de que su muerte era algo requerido” y quienes “estaban tan seguros” de que era “insano asesinar a personas para demostrar que el asesinado de personas es malo o equivocado”, Mike “se veía triste y confundido. ¿Qué sucede? –Le pregunté.

‘Simplemente no lo sé’–dijo. ‘Ustedes han pensado que yo he estado seguro acerca de algo como esto, pero es completamente erróneo.’”

Luego el escritor hizo este comentario:

“Toda la gente segura ha estado utilizando mucho el nombre de Dios.”

68 ?Lectura del 13 de junio en Forward Day by Day (mayo/junio/julio del 2002), 45.

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ESTUDIO NÚMERO CATORCE 69 Reflexiones personales sobre el Padre nuestro lucano

Lucas 11.2-4 (1-13)

Introducción

Iniciamos hoy con la “conclusión” de nuestra lección final sobre el Padre nuestro, 22 de julio de 2001, titulada “¡cuánto más... el Padre!” sobre Lucas 11.5-13.

Jesús nos alienta a orar con expectación (11.5-8).

Debido al carácter lleno de gracia de nuestro Padre: “Si un amigo ayuda a un amigo, si el padre provee para su hijo, cuánto más tendrá cuidado Dios de los discípulos del Hijo de Dios, Jesús.”70

Jesús nos alienta a orar con confianza (11.9-10).

Pidan y ustedes recibirán,busquen y hallarán;toquen la puerta y la puerta se abrirá a ustedes.Porque todo el que pide recibe,y todo el que busca, encuentra,y porque todo el que toca a la puerta, la puerta se le abrirá.

Jesús nos alienta a orar por el Espíritu Santo (11.11-13).

¡Si ustedes, que son malos, saben cómo dar buenos dones a sus hijos, cuánto más dará el Padre celestial el Espíritu Santo a quienes se lo piden!

En ese estudio “final” sobre el Padre nuestro dijimos:

“en cuanto a mí estoy poniendo especial atención en dos pasajes de la Escritura particularmente, una del Antiguo Testamento y una del Nuevo Testamento, mientras vamos a la aventura del Colegio Nazareno del Este en este siguiente año académico. El primero es el Salmo 27 y el segundo es nuestro texto de los últimos meses, Lucas 11.1-13.”

Salmo 27: Yahveh es mi luz y mi salvación;¿a quién temeré?Yahveh es la fortaleza de mi vida;¿de quién tendré miedo?

Decisivo para nuestro sentido de “¡Tenemos que ir!”

69 ?16 de julio de 2002, casi un año que formalmente terminé el estudio del Padre nuestro en la clase “Ven y anda”. En medio de ello se halla el año de enseñanza en el Colegio Nazareno del Este.

70 ?Karris, The Gospel According to Luke, 703.

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Veré el Padre nuestro y los párrafos ilustrativos que le siguen para aliento y para visión y fuerzas necesaria. He de leerlos, orar con ellos y depender diariamente del Espíritu Santo como mi Dios por las demandas y oportunidades de cada día –sea administración, enseñanza y en las relaciones estudiante-facultad-administración. “¡Cuánto más... el Padre!”71

En un sentido real éste es un reporte sobre mi mayordomía del Padre nuestro en este año.Así que he continuado reflexionando como...

Uso en CNE –Devociones personales Clases devocionales del Nuevo Testamento ¡hasta que se cansen de él los estudiantes! Iglesia del Nazareno Bethel –Cuatro domingos en la noche72

Cuatro encabezamientos sumarios resumen estas reflexiones:

1. Una oración comprehensiva

a. Ésta llegó a convertirse en mi impresión más apremiante...

Recordamos que el padre Tertuliano (160-22) en su comentario del tercer siglo sobre el Padre nuestro lo llamó “un compendio (breviario) de todo el evangelio.”73 Ernst Lohemeyer llevó a Tertuliano un paso más al llamar al Padre nuestro “un breviario del breviario”.74 El Catechism of the Catholic Church (Nueva York: Doubleday, 1994) traduce la frase de Tertuliano como “el sumario de todo el Evangelio”.75 Juan de la Cruz afirma que

Cuando sus discípulos le pidieron a él que les enseñara a orar, Cristo obviamente, como alguien que conocía tan bien la voluntad de su Padre, le habría dicho a ellos todo lo que era necesario para obtener una respuesta del Padre Eterno. Y, de hecho, él les enseñó sólo estas siete peticiones del Pater Noster,

71 ?El nuevo presidente del Colegio Nazareno del Este tiene su propio sitio de internet. Allí si ustedes ven en el Álbum, 2002 hallarán nuestras fotos por nombre dos veces y con el comedor de religión. También pueden ver su casa en el océano Pacífico, cerca de Seattle. El sitio es home.centurytel.net/mcclung/index.html.

72 ?Durante el semestre de primavera, Fred Fullerton, el pastor principal de la Iglesia del Nazareno de Wollaston me invitó a realizar una serie los domingos en la noche, pero no tuve las energías para hacerlo además de mis responsabilidades en el colegio.

73 ?Citado en Nicolás Ayo, C.S.C., The Lord’s Prayer: A Survey Theological and Literary (Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1992), 5. En latín es breviarium totius evangelii, traducido como “una abreviación de todo el Evangelio”, en Tertullian: Disciplinary, Moral and Ascetical Works,, The Father of the Church, traducido por Rudolf Arbesmann, Emiliy Joseph Daly y Edwin A. Quain (Nueva York: Padres de la Iglesia, Inc., 1959), 159.

74 ?Lohmeyer, 297, breviarium breviaraii.

75 ?Catechism, 727.

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que incluyen todas nuestras necesidades espirituales y temporales.76

Creo que no hay nada por lo que podamos orar legítimamente que se halle fuera de las fronteras o límites de esta oración, nada que no pueda estar incluida en una de sus peticiones. ¡Los desafío a mencionar algo que ustedes no puedan incluir bajo una de las peticiones del Padre nuestro!

El erudito del Nuevo Testamento, N. T. Wright en el Prólogo de su The Lord and His Prayer, en sermones predicados en la Catedral de Litchfiel donde era decano, lo relaciona de una manera similar a la persona y misión de Jesús:

Entre más he estudiado a Jesús en su situación histórica, más se ha esclarecido para mí que esta oración resume plena y adecuadamente, aunque de una manera muy condensada, la manera en la cual él leyó y respondió a las señales de los tiempos, la manera en que él entendió su propia vocación y misión e invitó a sus seguidores a que participaran de ella. Esta oración, entonces, sirve como lentes a través de los cuales ver a Jesús mismo, y a descubrir algo de quién era él.

Cuando Jesús le dio a sus discípulos esta oración, les estaba dando parte de su propio aliento, su propia vida, su propia oración. La oración realmente es una destilación de su propio sentido de vocación, su propia comprensión de los propósitos de su Padre. Si verdaderamente hemos de entrar en ella y convertirla en nuestra, sólo se puede lograr si primero comprendemos de qué manera comenzó a vivir el reino personalmente.77

b. Además, encuentro que la forma lucana es completamente adecuada –incluso preferida–, ¡la versión de Mateo se me hace tan redundante! La forma “original de Jesús” (la lucana extiende la cita de Mateo) utilizando la cita de la NRSV de Lucas del original de Jeremías es:

“Padre, consagrado sea tu nombre.Venga tu reinoDanos cada día nuestro pan cotidiano.78

Y perdona nuestras deudas,79

porque nosotros personalmente perdonamos a todo el que nos debe,Y no nos metas en el tiempo de la prueba.”80

Yo prefiero utilizarlo con “pecados” en lugar de “deudas” porque la expresión “pecados” de Lucas conecta mejor con mi corazón gentil que “deudas”, aunque “deudas” probablemente sea profundamente más comprehensiva, aunque más oscura para el lector inglés (¡la mente americana!).

2. Una oración estructurada

¿Qué nos dice la estructura del Padre nuestro acerca de la oración? ¿Acerca de “cómo” orar?

76 ?Juan de la Cruz, A, 3.444.

77 ?Wright, 2.

78 ?Al margen “nuestro pan para mañana”.

79 ?Lucas tiene “pecados” aquí.

80 ?Al margen: “a nosotros en tentación”.

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a. Primero, ¿cuáles observaciones tiene para ti el balance y orden de los elementos estructurales? La oración lucana se divide en dos conjuntos de tres peticiones o cláusulas. La utilización de la manera de dirigirse como “Padre” es uno de sus elementos esenciales de las primeras tres que ponen su atención sólo en “Dios y en su obra. Es significativo que incluso falte la expresión “nuestro” de “nuestro Padre”. ¡El énfasis se halla exclusivamente en la segunda persona, “tu”, en Dios como “Padre”!

Los segundos tres elementos ponen su atención en los discípulos, en ti y en mí, en nuestras necesidades. Pero si pensamos sólo en las cinco peticiones, introducidas por el vocativo “Padre”, entonces la petición por “nuestro pan cotidiano” se halla “claramente” en el centro.81 El teólogo Gerhard Eveling en su sermón sobre la petición del pan cotidiano observa:

“No es accidental que esta cláusula modesta se halle en el centro. Es de hecho el mismo corazón del Padre nuestro.” Aunque todas las peticiones del Padre nuestro “son una”. Ninguna de ellas compite con las otras. Cada una demanda las otras. Y cada una contiene a la totalidad. Esto también es cierto en cuanto a la petición por nuestro pan cotidiano, aunque aquí es más secreta. Pero es precisamente en la tarea de comprender incluso aquí la presencia oculta de toda la oración que esta petición se convierte en el corazón del Padre nuestro.82

Nótese que la petición por el perdón de “nuestros pecados” no aparece hasta la quinta de las seis peticiones. ¿Por qué no es la primera petición? ¿Por qué aparece tan tarde en la oración? Nuestro acercamiento a Dios ¿no requiere siempre comenzar con nuestra petición por el perdón de pecados? O ¿necesita nuestra capacidad para confesar nuestros pecados honestamente de la iluminación de las peticiones previas?

b. Nótese el gran significado del cambio del singular al plural. ¡El énfasis se halla ahora en “nuestro”! Las últimas tres peticiones no son “¡Dame... Perdóname.... No me metas!” como Herb Prince, al enseñar sobre la Trinidad, caracterizó como “la herencia de Iglesia Libre/Reforma Radical” en oposición a la tradición “Anglicana, Católica Romana, Ortodoxa, Protestante clásica”.83 Nosotros en la Iglesia del Nazareno pertenecemos por supuesto a los primeros, a la tradición “yo” individualista, ¡como testifica la manera en que cantamos nuestros himnos! ¡Nótese que incluso la oración por el perdón, la oración de confesión, se halla en plural!

Una mañana de abril en el servicio de las 8:30 en Wollaston mientras oramos la confesión de pecados juntos:

Dios de toda misericordia, confesamos que hemos pecado contra ti, oponiéndonos a tu voluntad en nuestras vidas. Hemos negado tu bondad en cada uno de los demás, en nosotros, y en el mundo que tú has creado. Nos arrepentimos del mal que nos esclaviza, del mal que hemos hecho, y del mal hecho en nuestra contra. Perdona, restaura y fortalécenos por medio de nuestro Salvador Jesucristo, para que podamos permanecer en tu amor y servir sólo a tu voluntad. Amén.84

Me dije a mí mismo, “ay, ¡éste no soy yo! Yo no soy tan malo!” Luego todo ello repentinamente me

81 ?Lohmeyer, The Lord’s Prayer, 31.

82 ?Ebeling, On Prayer, 84-85.

83 ?Herb Prince, “The Old Math Ain’t at All”, Come and Go Class (26 de mayo de 2002), fn. 7.

84 ?Santo Servicio de Comunión, 14 de abril de 2002, 8:30 am, Tercer domingo de pascua, Iglesia del Nazareno de Wollaston, Rev. Fred Fulerton, Senior Pastor, 4.

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golpeó de que estábamos orando en plural. Mientras oraba había de identificarme con toda la iglesia local y universal (¡el problema de la credibilidad de la RC), con todo mi país y su historia y por esa causa con toda la raza humana con sus males desesperados.

3. Tres maneras de orar el Padre nuestro

Primero. En adoración. De Baron Friederich von Huegel (muerto en 1925 –mentor espiritual de Evelyn Underhill desde 1921 hasta 1925), un biógrafo escribe que

para von Huegel, la dimensión más elevada de la oración era la de la adoración. Porque allí no existe interés por sí mismo, ni “cazadores de pulgas” para los pecados, ni negocios que realizar; sólo una gratitud abrumadora porque Dios es lo que es y ha hecho lo que ha hecho, sólo el voto afirmativo de habitar dentro de la belleza de su semblanza” plena, de saber que “nosotros no somos Él –pero que Él nos hizo”, de saber que el abismo de su amor misterioso jamás se puede sondear, y todavía él se da personalmente a nosotros para siempre. Ha de notarse que en la tumba de Huegel en Stratton-on-the-Fosse hay grabado el grito de adoración del salmista: “¿A quién tengo en el cielo sino a Ti?”85

El Padre nuestro, que nos recuerda quién es el Dios que se revela en Jesucristo mientras nos ha enseñado a orar, nos ayuda simplemente a adorarlo. A fin de que mientras oramos meditemos en adoración.

“Padre” ¡como el Dios del cosmos que en su providencia está vigilando cada aspecto de nuestras vidas, quien para nada es impotente en nuestra clase de mundo!

“consagrado sea tu nombre” ¡como el Dios Santo cuyo carácter es integridad inflexible par excellence! ¡Alguien en quien podemos confiar completamente!

“vega tu reino” ¡como el Dios que está presente en nuestro mundo como Rey y está llevando a cabo los propósitos redentores que él nos ha revelado en su Hijo Jesús!

“El pan de cada día dánoslo hoy” ¡como el Dios que no descuida nuestras necesidades humanas, físicas, emocionales y espirituales!“y perdona nuestros pecados, porque nosotros personalmente perdonamos a todo el que nos debe” ¡como el Dios que está por encima de todos “cuy atributo es tener misericordia”!

“y no nos metas en el tiempo de la prueba” ¡como el Dios que está en guardia incesantemente sobre nuestro bienestar espiritual, porque “si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8.31),86 que quiere estar seguro de que lo hemos logrado!

Segundo: En sumisión y apertura al adorado y revelado Dios-personal, yo me confieso. Roberta C. Bondi en su más reciente libro: A Place to Pray: Reflections on the Lord’s Prayer (1998), escribe en el Prefacio que “Lo que puedo decir con seguridad... es esto: por los últimos cinco años el Padre nuestro ha

85 ?Douglas V. Steere, Spiritual Counsel and Letter of Baron Friedrich von Huegel (Nueva York: Harper & Row, Publishers, 1964), 23.

86 ?El significado esencial de esta petición que es la más difícil de interpretar o de traducir de todas las peticiones, estoy convencido que es el de Romanos 8.31-39.

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sido algo sin el cual no puedo vivir.”87 Más adelante en el libro ella nos cuenta por qué ella ora con el Padre nuestro:

En cuanto al porqué, yo oro con la totalidad de la oración, primero, como una parte básica y deliberada de mi propia formación actual como cristiana en los caminos del amor. Lo necesito; es uno de los principales lugares al cual puedo acudir para sanidad tanto de mis convicciones, sentimientos, confusión, prejuicios y acciones a corto plazo, y la totalidad de mi ser autobiográfico a largo plazo, incluyendo los recuerdos personales y culturales de mi niñez y las experiencias y expectaciones adultas que me han formado y que lucha en mí todavía contra los patrones del amor.88

Tercero: En la intercesión por los demás. Puedo aplicar cada petición del Padre nuestro a cada uno de mi lista. ¿Hay algo que se quede fuera cuando oro por ellos? ¿Hay algo más en mi mente por lo cual yo podría orar por ellos?

4. El don del Espíritu Santo que revela y comunica al Padre. Ahora regresamos al punto donde comenzamos –el Espíritu presente y activo cuando oramos, el Espíritu Santo como la persona que nos lleva al Padre tal como se reveló en Jesús. El Espíritu Santo es el don por el cual estamos orando de manera más suprema cuando oramos el Padre nuestro.

Mencionamos en una lección anterior el testimonio de Simone Weil (1909-1943) acerca de su experiencia con el Padre nuestro, una joven

“Francesa de nacimiento, judía por herencia, católica por convicción... (quien) se hallaba fuera de cada iglesia a fin de conducir a los demás a la fe religiosa.” Ella escribe en su “Biografía Espiritual” que por la mayor parte del tiempo en su peregrinación espiritual ella jamás oró, al menos en sentido literal.

Entonces en un verano ella “viajó a través del Padre nuestro palabra por palabra en griego” (el texto de Mateo). Pronto aprendió a decir de corazón que

la dulzura infinita del texto griego entonces se apoderó de mí que por varios días no pude detenerme de decirlo todo el tiempo... A veces, también durante esta recitación o en otros momentos, Cristo está presente conmigo en persona, pero su presencia es infinitamente más real, más dinámica, más clara que la primera ocasión en que él me tocó.

¿Qué piensas del comentario de E. F. Scott?

Dos cosas en nuestra religión nos hay llegado directamente de Jesús mismo –la Santa cena y el Padre nuestro... La Cena que nos dice lo que hizo por nosotros y el Padre nuestro que resume lo que nos enseñó.

Los dos actos de adoración tienen un lugar por derecho propio en nuestra religión, y son como los dos polos en los cuales gira. Un servicio cristiano estaría completo si consistiera sólo de una observancia de la Santa cena y de una petición del Padre nuestro. Entre ellos representan todo lo que creemos y son necesarios el uno para el otro. No podemos repetir correctamente la oración sin recordar la cruz, y no podemos celebrar la Santa cena a menos que estemos dispuestos a seguir el camino de

87 ?Bondi, A Place to Pray, 7.

88 ?Ibid., 21.

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Jesús en nuestras vidas diarias.89

¡Un pensamiento final!

Se dice de Carlyle, en una carta escrita poco antes que muriera, que durante una noche sin dormir, él se había puesto a pensar en el Padre nuestro, y había encontrado que en cada punto él fue llevado más allá de su profundidad.90

89 ?Scott, The Lord’s Prayer, 111. Así comienza su capítulo final sobre “Las implicaciones de la Oración.”

90 ?Ibid., 112.

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