Operación Libertad Duradera

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Operación Libertad Duradera Introducción Los ataques terroristas en el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre 2001 cambiaron dramáticamente el mundo en que vivimos. Nunca antes un enemigo nos había atacado en nuestro propio suelo. Más de 3.000 estadounidenses murieron ese día en las manos de un despiadado, y hasta cierto punto, sin rostro enemigo. La organización terrorista conocida como Al-Qaeda, autora del ataque, había operado en las sombras para tomar ventaja de la libertad y apertura, que son el sello distintivo de los Estados Unidos de América. Afganistán, un conocido campo de entrenamiento y un refugio seguro para Al-Qaeda, se convirtió rápidamente en el foco de los primeros esfuerzos militares para devolver el golpe. Osama Bin Laden, el enigmático líder de Al Qaeda, creyó que él y sus seguidores estarían fuera del alcance de las armas norteamericanas en esa lejana tierra montañosa, protegida por su régimen de fanáticos (el Talibán). Bin Laden estaba equivocado. La mayoría de los estadounidenses están familiarizados con la operación militar en Afganistán. En cuestión de meses, el Ejército de los EEUU, la Fuerza Aérea, Infantería de Marina y la Armada, en una presentación magistral de las operaciones conjuntas y en colaboración con nuestros aliados afganos, derrocaron al régimen talibán y expulsaron a los terroristas de Al-Qaeda en todo el mundo. Nuestras acciones en Afganistán demostraron dramáticamente el alcance del poder estadounidense y la fuerza de voluntad estadounidense. La campaña fue un comienzo agitado para la recién anunciada Guerra Global contra el Terrorismo. Este trabajo proporciona detalles adicionales sobre el papel del Ejército de EEUU en los críticos primeros meses de la Operación Libertad Duradera en Afganistán. Cuenta una historia de determinación, de peligro y dificultades, y de triunfo final. Se habla de la introducción temprana en Afganistán de las Fuerzas Especiales del Ejército, las fuerzas ideales para este tipo de misión en un ambiente tan austero. Se habla de la sinergia de la fuerza aérea y la potencia del ejército que trabajaron juntos para alcanzar las metas nacionales. También muestra cómo las fuerzas convencionales y no convencionales complementan mutuamente sus fortalezas y compensan las debilidades de los demás. El presente trabajo fue escrito por el jefe de la División de Historia del Centro de Historia Militar, el Dr. Richard W. Stewart, quien sirvió en Afganistán como historiador de la Fuerza Especial DAGA. 1

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Operación Libertad Duradera

Introducción

Los ataques terroristas en el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre 2001 cambiaron dramáticamente el mundo en que vivimos. Nunca antes un enemigo nos había atacado en nuestro propio suelo. Más de 3.000 estadounidenses murieron ese día en las manos de un despiadado, y hasta cierto punto, sin rostro enemigo. La organización terrorista conocida como Al-Qaeda, autora del ataque, había operado en las sombras para tomar ventaja de la libertad y apertura, que son el sello distintivo de los Estados Unidos de América. Afganistán, un conocido campo de entrenamiento y un refugio seguro para Al-Qaeda, se convirtió rápidamente en el foco de los primeros esfuerzos militares para devolver el golpe. Osama Bin Laden, el enigmático líder de Al Qaeda, creyó que él y sus seguidores estarían fuera del alcance de las armas norteamericanas en esa lejana tierra montañosa, protegida por su régimen de fanáticos (el Talibán).

Bin Laden estaba equivocado. La mayoría de los estadounidenses están familiarizados con la operación militar en Afganistán. En cuestión de meses, el Ejército de los EEUU, la Fuerza Aérea, Infantería de Marina y la Armada, en una presentación magistral de las operaciones conjuntas y en colaboración con nuestros aliados afganos, derrocaron al régimen talibán y expulsaron a los terroristas de Al-Qaeda en todo el mundo. Nuestras acciones en Afganistán demostraron dramáticamente el alcance del poder estadounidense y la fuerza de voluntad estadounidense. La campaña fue un comienzo agitado para la recién anunciada Guerra Global contra el Terrorismo.

Este trabajo proporciona detalles adicionales sobre el papel del Ejército de EEUU en los críticos primeros meses de la Operación Libertad Duradera en Afganistán. Cuenta una historia de determinación, de peligro y dificultades, y de triunfo final. Se habla de la introducción temprana en Afganistán de las Fuerzas Especiales del Ejército, las fuerzas ideales para este tipo de misión en un ambiente tan austero. Se habla de la sinergia de la fuerza aérea y la potencia del ejército que trabajaron juntos para alcanzar las metas nacionales. También muestra cómo las fuerzas convencionales y no convencionales complementan mutuamente sus fortalezas y compensan las debilidades de los demás.

El presente trabajo fue escrito por el jefe de la División de Historia del Centro de Historia Militar, el Dr. Richard W.

Stewart, quien sirvió en Afganistán como historiador de la Fuerza Especial DAGA.

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Los ataques terroristas contra Estados Unidos el 11 de septiembre 2001 despertaron al país de su letargo habitual en tiempos de paz. Lento a la ira, los estadounidenses tradicionalmente pasan la mayor parte de su tiempo a la consecución de objetivos personales, cada uno con su propia versión del sueño americano. Pero para muchos, los acontecimientos del 11 de septiembre rápidamente quedaron grabados en su conciencia, cambiando sus vidas en formas que sólo comenzaron a registrarse lentamente. Como la nación lloró, lo hizo con la convicción de que la tristeza le daría paso a la rabia y la ira a la justicia. Casi de inmediato, de hecho, las fuerzas armadas de EEUU abrieron el camino en el inicio de un nuevo tipo de guerra: una guerra contra el terrorismo. Poco a poco, todos los elementos del poder nacional se centraron en esta lucha, la inteligencia, la diplomacia, la salud pública, la seguridad, e incluso la capacidad financiera y económica de las instituciones. El primer objetivo de la nueva guerra fue descubrir que estos terroristas fueron los autores, donde se entrenaron, quien los entrenó, y dónde vivían para que Estados Unidos pudiera destruirlos a ellos y a su infraestructura. Los líderes de los Estados Unidos determinaron que era necesario realizar algo así como "la fuga de los pantanos" en la que vivían los terroristas. Una respuesta parcial a estas preguntas fue rápidamente evidente: el peor de los pantanos que albergaba a los terroristas de Al-Qaeda estaba en Afganistán.

Estableciendo una Estrategia

Afganistán en los albores del siglo XXI estaba en ruinas. Incluso en el mejor de los casos, la estructura tribal del país impidió el funcionamiento de un gobierno central fuerte. La estructura política descentralizada impide la creación de un estado próspero. Económicamente, Afganistán es pobre, pero hasta la década de 1970 fue sorprendentemente autosuficiente. Sin embargo, la invasión y ocupación soviética impugnada desde 1979 hasta 1989 destruyó lo que las estructuras políticas y económicas habían logrado. Esta lucha dejó un saldo estimado de 1,3 millones de afganos muertos o desaparecidos y ha creado aproximadamente 5,5 millones de refugiados. Los Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional condenaron la guerra de la Unión Soviética, pero hicieron muy poco directamente para hacerles frente. Sin embargo, las agencias de inteligencia encubiertas de EEUU suministraron armas y dinero a los muyahidines afganos, o guerreros santos, e incluso actividades de capacitación en algunas armas muy

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sofisticadas, como las del empleo del misil portátil Stinger muy eficaz como arma antiaérea.

Con la salida de los soviéticos en 1989 y el colapso del presidente títere que ellos dejaron atrás, el interés de Estados Unidos disminuyó en Afganistán y el país cayó en la anarquía. El aumento de los enfrentamientos entre facciones abiertas en 1992, continuó llevando problemas a Afganistán, provocando el aumento del grupo de los talibanes a partir de 1996. Los talibanes consistían en un grupo de fundamentalistas musulmanes que trataron de regresar al país al régimen islámico estricto usando cualquier tipo de brutalidad si era necesaria en el proceso. La mayor parte del país estaba bajo control de los talibanes en 2001 a excepción de algunas pequeñas zonas en poder de las fuerzas de la Alianza del Norte en el noreste del valle de Panshir de Kabul y de algunos focos aislados de resistencia en el noroeste del país. Gran parte de la oposición a los talibanes se dividió a lo largo de líneas étnicas y geográficas. La Alianza del Norte estaba compuesta principalmente de minorías étnicas como los tayikos y uzbekos en el norte y el oeste del país. En cambio, los talibanes, componen su fuerza de la mayoría de las tribus pashtunes en las partes meridional y oriental del país. Junto con el intento de establecer un Estado islámico estricto, los talibanes proporcionan un refugio abierto a algunos de los peores grupos terroristas del mundo, incluyendo la organización de Osama bin Laden, Al Qaeda.

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Después de los ataques contra norteamericanos en septiembre de 2001, los Estados Unidos pronto descubrieron indicios sobre la identidad y filiación de la organización de los terroristas suicidas que estrellaron los aviones contra las torres del World Trade Center y el Pentágono. Sin embargo, sabiendo que Al Qaeda era responsable de los ataques, y que Al Qaeda operaba principalmente en Afganistán, era una cosa. Como se trataba de otro ataque. Afganistán es un inmenso país sin litoral aproximadamente del tamaño de Texas con una población de alrededor de 24 millones de personas. Es una tierra de cadenas montañosas y valles remotos en el norte, el este y el desierto, cerca de condiciones como en las llanuras del sur y del oeste. Por carretera y las redes de comunicaciones por ferrocarril eran mínimas y en mal estado. El terreno accidentado había sido uno de los principales obstáculos que enfrentaron las tropas soviéticas durante la guerra, y proporcionaría grandes retos a cualquier esfuerzo militar de los EE.UU.

Los Estados Unidos habían tratado de atacar a los terroristas en Afganistán antes. En 1998, la administración Clinton había lanzado misiles de crucero contra conocidos o presuntos

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campamentos de entrenamiento de terroristas después de que estos atacaran varias embajadas de EE.UU.

Ese puñado de misiles de crucero, sin embargo, no hizo más que avivar el avispero. Sólo las tropas sobre el terreno serían capaces de localizar y matar a los terroristas. Sin embargo, sin el mar o las líneas de comunicaciones aseguradas, el movimiento de un gran número de tropas convencionales a la zona con la misión de apoderarse del terreno o localizar y matar terroristas parecía una tarea casi imposible. Como reflejo de esa evaluación, tanto de los talibanes y líderes de Al Qaeda parecían seguros en el aire de suficiencia en sus montañas lejanas. Sin embargo, a un mes de los atentados del 11 de septiembre, el Ejército de EEUU había desplegado sus fuerzas para Asia Central para hacer frente a los terroristas en su propio terreno. Una de las primeras de estas unidades fue el 5 º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado), de Fort Campbell, Kentucky. Los talentos y habilidades únicas de esta unidad de operaciones especiales eran a los que se podía recurrir para penetrar en ese reducto del terrorismo y ayudar a la Alianza del Norte en el derrocamiento de los talibanes y la erradicación de Al Qaeda.

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Operaciones

Durante las operaciones de combate iniciales en el norte de Afganistán como parte de la Operación Libertad Duradera, las Fuerzas Especiales del Ejército (SF) fueron probadas en un grado no visto desde la Guerra de Vietnam. Con poco tiempo para prepararse para esta misión, los equipos de SF saltaron a tierra desde helicópteros infiltrándose en la profundidad, en territorio hostil, con la misión de tomar contacto con los miembros de la Alianza del Norte, coordinar sus actividades en una serie de ofensivas apoyándose en el poder aéreo de EEUU para influir en los talibanes y fuerzas de Al Qaeda, y cambiar el gobierno de Afganistán para que el país ya no sea un refugio seguro para los terroristas. Se logró todo esto y mucho más, en el espacio de pocos meses. Aunque los detalles de muchas de sus operaciones se clasifican como secreto, el esquema general es claro.

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Mapa 3

Las operaciones del Ejército en Afganistán se centraron primero en la obtención de una base adecuada de operaciones fuera del país, pero lo suficientemente cerca como para infiltrar a los equipos de las Fuerzas Especiales en sus áreas específicas de operaciones. Debido a anteriores contactos con el Gobierno de Uzbekistán, esto ocurrió bastante rápido y las fuerzas de EEUU comenzaron a llegar a una histórica base aérea soviética, cerca de Karshi Kandabad en el sur de Uzbekistán central en el otoño de 2001. El 5to Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado), con sede en Fort Campbell, Kentucky, formó el núcleo del Conjunto de Operaciones Especiales de la Fuerza de Tareas NORTE, llamada Task Force (TF: Fuerza de Tareas) DAGA, bajo el mando del Cnl John Mulholland. Además del personal de las Fuerzas Especiales del 5to

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Grupo, el grupo de trabajo incluye los aviadores del 160ª Regimiento de Operaciones Especiales de Aviación (SOAR), también se encontraba en Fort Campbell, y el personal de Tácticas Especiales de la Fuerza Aérea del Comando de Operaciones Especiales con sede en Hurlburt Field, Florida. Para ayudar en la seguridad de la base, y para proporcionar una fuerza de reacción rápida con soldados de infantería fuertemente armados, el 1er Batallón de Infantería de la 87 ª, 10 ª División de Montaña (Light), también se desplegó en Karshi Kandabad.

Una vez en el lugar, la TF DAGA comenzó a llevar a cabo operaciones especiales en apoyo de un número de comandantes de la Alianza del Norte (NA) en Afganistán y trabajar con ellos para obtener su ayuda activa en el derrocamiento del régimen talibán. Representantes de otras agencias del gobierno de los EEUU que habían establecido vínculos de larga data con muchas de estas organizaciones sirven como elementos de avanzada de las Fuerzas Especiales. Sin embargo, gran parte de la carga militar recaería en las Fuerzas Especiales del Ejército y aviadores de la Unidad de Operaciones Especiales. Planeaban establecer rápidamente contacto con tres de los más poderosos líderes de las facciones de la NA, los generales Abdur Rashid Dostum, Mullah Daoud, y Fahim Khan. Al contar con el apoyo aéreo de EEUU, cada uno se anima a ampliar sus puntos de apoyo en el norte de Afganistán y proporcionar una base para el seguimiento de las operaciones de estadounidenses antes de la llegada del invierno. El invierno en Afganistán, significa pasos de montaña prácticamente infranqueables, e incluso el apoyo aéreo a menudo se ve afectado por los vientos y las tormentas en un clima extremadamente duro. Con fines políticos, los equipos de las Fuerzas Especiales fueron divididos entre los señores de la guerra de las diferentes facciones lo más equitativamente posible, ya que los Estados Unidos no quería dar la impresión de favorecer a uno de estos rivales a largo plazo, ahora aliados temporales, sobre el otro. Es tal la política de impacto sobre el calendario de la inserción de los equipos, con algunos que se celebra hasta a veces durante días, en espera de la inserción exitosa de otro equipo en el territorio de un rival. El tribalismo es inherente a Afganistán y se divide entre las distintas facciones algo que no podía ser ignorado a pesar de la lucha contra un enemigo común.

El concepto de la operación se basaba en la inserción de equipos de las Fuerzas Especiales en la región de Mazar-e Sharif, Kabul y Bagram, seguida casi simultáneamente por las inserciones en la región de Kondoz Taloqan. (Ver Mapa 3.) Una vez que estas áreas fueran aseguradas, el plan era trasladar los equipos a liberar a Kandahar, el centro del movimiento talibán. Entonces, el foco se desplazaría a una zona probable de la concentración del enemigo en las montañas de Tora Bora. Los Jefes de DAGA se dieron cuenta, sin embargo, que cualquier éxito en última instancia, podría conducir a la dispersión de las fuerzas enemigas en las zonas aún más remotas.

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La TF DAGA infiltró sus equipos por primera vez en Afganistán a mediados de octubre. Los doce primeros hombres de un equipo A de las SF fueron infiltrados en el norte de Afganistán, al sur de la ciudad clave de Mazar-e Sharif en helicóptero el 19 de octubre de 2001. Esta inserción, y los que siguieron, eran historias en su propio derecho. Los vuelos fueron modificados en el CH-47, todos realizados durante la noche, en las montañas con alturas de hasta 16.000 pies, con lluvia, e incluso con tormentas de arena que limitan drásticamente la visibilidad. Las inserciones fueron muy peligrosas incluso para los mejores aviadores del Ejército, los pilotos del 160 ª Regimiento. A pesar de estos riesgos, todas las inserciones se llevaron a cabo sin mayores incidentes, aunque hubo un número de llamadas cerca de las altas montañas que indicaban fuego enemigo proveniente de armas instaladas en tierra.

Después de dos horas y media de viaje peligroso a través de altas montañas y un clima extremadamente complejo, el primer equipo de SF alcanzó su zona de aterrizaje al sur de la ciudad de Mazar-e Sharif, donde se vinculó con el caudillo local, el General Dostum. Dostum fue un antiguo corredor de poder regional que, alternativamente, se alió con los afganos y luego traicionó, lo mismo con los soviéticos y los talibanes. Fue considerado un despiadado señor de la guerra con una fuerte base de poder centrado en torno a Mazar-e Sharif. Después de consultar con él, el equipo se dividió en dos elementos para ayudar mejor a las fuerzas dispersas de Dostum contra los talibanes.

Del 19 al 24 de octubre, el equipo de las Fuerzas Especiales, operaba a manera de equipo de división. Uno de los elementos, el Equipo Alpha, montó a caballo en el norte en las montañas cerca de Bala Keshendeh junto con el General Dostum para ayudar a planear el ataque a Mazar-e Sharif. La otra mitad del equipo, el equipo Bravo, se trasladó al sur en las montañas en las inmediaciones de Alma Tak para atacar a los talibanes en el sur de Darya Suf Valley.

El equipo Alpha rápidamente comenzó a ayudar a Dostum solicitando directamente apoyo aéreo cercano (CAS) de aviones B-1 y B-52 y cazabombarderos F-14, 15, 16 y 18. Al principio, sin embargo, al equipo no se le permitió avanzar lo suficientemente cerca de las posiciones talibanes para ser más eficaces; Dostum tenía miedo de que fueran asesinados o capturados. Según un observador de las Fuerzas Especiales, en varias ocasiones, dijo el líder del equipo "500 de mis hombres pueden ser asesinados, pero un estadounidense no puede incluso ser herido o se va". Como resultado, el equipo tuvo que llamar a CAS desde una distancia de ocho a diez kilómetros de distancia de los objetivos, mirando a través del desfiladero de Suf Darya con las condiciones climáticas a menudo dificultando la visibilidad. Es sumamente confuso la mayor parte del tiempo, lo que dificulta la visual adquisición de objetivos, incluso con binoculares y telescopios de última generación. Finalmente, la

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barrera de la confianza se rompió cuando se hizo evidente que el equipo podía cuidar de sí mismo. La selección de los puestos de observación (PO), a su discreción, a menudo independientemente del elemento de peligro, los hombres del equipo Alpha se convirtieron rápidamente en más eficaces.

El masivo apoyo aéreo solicitado por las fuerzas especiales tuvo un efecto psicológico enorme e inmediato sobre los talibanes, provocando el pánico y el miedo, y en consecuencia un efecto positivo en los hombres del general Dostum. Comenzando el 22 de octubre, el Equipo Alpha, viajando a caballo en apoyo de de caballería de Dostum, con cierta decisión demuestra a los afganos el compromiso de los EEUU con su causa. Desde el PO, cerca de las aldeas de Cobaki y Oimatan, los miembros del equipo comenzaron a llamar sistemáticamente en varias misiones de CAS. En un periodo de dieciocho horas, destruyeron más de una veintena de vehículos blindados y admiten el uso de apoyo aéreo cercano. Al principio, los talibanes respondieron reforzando sus tropas con el envío de las reservas en el área de Sholgara, Mazar-e Sharif, y Kholm. Todo lo que hicieron fue brindar más objetivos para los aviones que proporcionaban CAS volando en círculos y llamados a la acción por el equipo de SF en el terreno. Numerosos puestos de mando clave, vehículos blindados, las concentraciones de tropas y piezas de artillería antiaérea fueron destruidos.

Fuerzas Especiales a caballo

Mientras tanto, los hombres del equipo Bravo, también montados a caballo, se trasladaron al sur cerca de la montaña de Tak Alma a fin de enlazar con uno de los comandantes subordinados de Dostum en el sur de Darya Suf Valley y evitar que el enemigo envíe refuerzos para ayudar a sus fuerzas en el norte. El 7 de noviembre lograrían interceptar y destruir las fuerzas de los talibanes en estas

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montañas. La destrucción de más de sesenta y cinco vehículos del enemigo, doce posiciones de mando y un gran búnker de almacenamiento de municiones fue el saldo de dicha acción.

El trabajo de los equipos Alpha y Bravo rápidamente erosionó la capacidad operacional de los talibanes obligándolos a pasar a la defensa. Muchos de los vehículos de los talibanes fueron destruidos, y cientos de soldados fueron muertos. Los sobrevivientes huyeron por sus vidas al norte de Mazar-e Sharif. En la búsqueda, las fuerzas de Dostum comenzaron a realizar un ataque a la antigua con cargas de caballería en el norte de los valles deSuf Darya y Balkh. Durante estos ataques, los miembros del equipo de SF estaban en la vanguardia de la acción, a menudo a caballo, a pesar de que sólo un miembro del equipo había viajado extensamente antes.

Pronto las tropas de la Alianza del Norte se acercaron a un paso fundamental, al sur de Mazar-e Sharif. Era un natural punto de estrangulamiento, y el enemigo estaba ocupando posiciones. La fuerza de Dostum no podía ir más lejos sin el apoyo de fuego aéreo. Moviéndose sobre un terreno traicionero, a caballo y a pie, los elementos de las SF se trasladaron a una montaña y establecieron un OP, y el 9 de noviembre se dedicaron a reconocer las defensas de los talibanes en el lado norte del paso y atacarlas con apoyo aéreo cercano. Sus esfuerzos resultaron en la destrucción de varios vehículos, un número de cañones antiaéreos y concentraciones de numerosas tropas. Las fuerzas aliadas fueron objeto del ataque directo de cohetes BM-21 (lanzacohetes múltiples) en dos ocasiones distintas, que obligó a empeñar fuerzas de los talibanes para un ataque de B-52. Fue gracias a los bombarderos pesados que finalmente se rompió la espalda de los defensores talibanes, que ahora comenzaban a retirarse hacia Mazar-e Sharif, y más allá.

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Con el camino a la victoria que le abrieron las fuerzas especiales, el General Dostum aseguró la ciudad de Mazar-e Sharif el 10 de noviembre. Dostum ingresó en el centro de la ciudad junto con el equipo de SF, quienes observaban como los ciudadanos afganos salieron a las calles, vitoreando y llevando regalos a Dostum. Este avance triunfal en la ciudad terminaba en la fortaleza medieval de Quali Jangi, donde estableció su cuartel general Dostum en la entrada oriental. Las secciones restantes se convirtieron en zonas temporales que se ocuparon para los prisioneros. La fortaleza había sido el cuartel general de Dosturn cuando él estaba al mando de la ciudad antes de que el régimen talibán se hiciera con el poder. Más importante aún, que la captura de Mazar-e Sharifes que fue la primera gran victoria de la coalición liderada por Estados en la guerra en Afganistán, dándole un punto de apoyo estratégico y un aeropuerto en el norte de Afganistán.

Incursión en Kandahar

Si bien la campaña estaba en marcha en el norte, las fuerzas de EE.UU. también golpearon en la parte sur del país, en el corazón del movimiento de los talibanes, cerca de Kandahar. En la noche del 19-20 de octubre y fuerzas Rangers y de Operaciones Especiales (SOF) llevaron a cabo operaciones aerotransportadas y de asalto aéreo contra varios sitios en Kandahar. Cuatro aviones MC-130 lanzaron 199 Rangers del 3er Batallón, 75 º Regimiento Ranger (-), en un desierto del suroeste (era una pista de aterrizaje) de Kandahar, el nombre código era RHINO (También era el objetivo). Luego de un fuego devastador por los AC-130 Spectre, los Rangers aseguraron rápidamente su objetivo. Entonces los soldados de las unidades de operaciones psicológicas (PSYOP) con los equipos de altavoces se movieron hacia posiciones enemigas, que lograron reducir sin resistencia. Tras haber asegurado la zona de aterrizaje, ayudaron a continuar a otros elementos de operaciones especiales a realizar varias incursiones en helicóptero en la zona. En total, los Rangers y los soldados SOF pasaron casi cinco horas y media en el suelo con sólo heridas leves. Aunque los resultados de las incursiones fueron de valor táctico, se demostró a los talibanes que las fuerzas de EEUU podían atacar en cualquier lugar y en cualquier momento y que no hay lugar en Afganistán que fuera un refugio seguro por más tiempo. Más tarde, cuando los infantes de marina estadounidenses desembarcaron en la misma zona el 25 de noviembre, se establecería una nueva base en la zona de aterrizaje Ranger, llamada campo Rhino.

La captura de Kabul

Simultáneamente con la inserción del equipo de las Fuerzas Especiales en la región de Mazar-e Sharif, otro equipo se infiltró en el noreste de Afganistán en contacto con las fuerzas de la Alianza del

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Norte atrincheradas en el valle de Shamali, al sur de la entrada del estratégico valle de Panjshir. La situación en esta región, tan sólo cincuenta millas al norte de la capital, Kabul, se había modificado durante cerca de cinco años. Las fuerzas de la Alianza del Norte controlaban una antigua base aérea soviética en Bagram en el valle de Shamali. Las fuerzas de los talibanes no podían penetrar en los campos de minas cerca de la base ni de atacar en el rico valle de Panjshir al noreste. El valle ha sido el baluarte de Ahmed Shah Masood, el líder venerado de la Alianza del Norte y asesinado por agentes de Al Qaeda el 9 de septiembre de 2001, un acto que casi había destruido la Alianza del Norte. Los equipos de las Fuerzas Especiales ahora buscaban sucesores locales en los generales Fahim Khan y Bismullah Khan.

Después de haberse infiltrado en Afganistán durante la noche del 19-20 de octubre, el equipo estableció contacto con los dos comandantes de la Alianza del Norte el 21 de octubre en la base aérea de Bagram, y empezó a buscar puntos de referencia en las llanuras a fin de pedir apoyo aéreo cercano. Pronto se dieron cuenta de una situación ideal y establecieron un puesto de observación en la antigua torre de control de tráfico aéreo para el aeropuerto. Desde ese lugar, pudieron ver claramente las posiciones de los talibanes en el valle de Shamali que se extendía ante ellos y de inmediato comenzaron a guiar ataques aéreos sobre el enemigo atrincherado. Del 21 de octubre al 14 de noviembre de 2001, las Fuerzas Especiales, dirigieron en forma casi continua misiones de CAS en contra de las posiciones de defensa del enemigo. Los ataques aéreos constantes lograron dislocar el dispositivo de los talibanes y Al Qaeda, mató a cientos de de hombres que estaban atrincherados en primera línea, y neutralizaron sus elementos de apoyo. El General Fahim Khan se animó a empezar a pensar en un ataque inmediato contra Kabul, mientras que el enemigo se encontraba desorganizado.

Los líderes de la Alianza del Norte originalmente planificaron durantevarios días, tomar la capital afgana en una operación de cinco fases. Sin embargo, pronto se hizo evidente para ellos que sus enemigos estaban tan debilitados por los ataques aéreos americanos y que las operaciones podrían acelerarse. Cuando el ataque fue lanzado el 13 de noviembre, las defensas enemigas rápidamente se derrumbaron. Al mediodía del primer día de la ofensiva, la operación había logrado alcanzar todos los objetivos de la fase tres. Veinticuatro horas más tarde, ante la sorpresa de la prensa mundial y el deleite de la Alianza del Norte, las fuerzas terrestres de General Fahim Khan habían liberado Kabul sin incidentes. Los talibanes y Al Qaeda habían huido en desbandada hacia Kandahar en el sur y en el santuario que suponen las cercanas montañas de Tora Bora, al este, cerca de Jalalabad. A principios de diciembre las tropas de estadounidenses estaban ayudando en una ceremonia de reapertura de la embajada de EEUU en la capital de Afganistán.

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Como el enemigo abandonó sus posiciones en el noreste y el noroeste de las secciones del país, los mandos norteamericanos focalizaron las operaciones en la zona norte-central, alrededor de Taloqan Kondoz, al este de Mazar-e Sharif. Los equipos de SF se habían infiltrado en la zona el 8 de noviembre y se movieron rápidamente para contactarse con el comandante Daoud, de la Alianza del Norte uno de los más prominentes señores de la guerra que había ganado fama luchando contra los invasores soviéticos. El 11 de noviembre los soldados de las SF habían establecido puestos de observación con vistas a las posiciones defensivas alrededor de Taloqan y estaban dispuestos a pedir apoyo aéreo para las fuerzas de Daoud. Sin embargo, antes de organizar los ataques aéreos, Daoud lanzó su ofensiva y su frente se movió rápidamente fuera de la línea de de reconocimiento del OP. Al final de la noche del 11 de noviembre, Taloqan había caído con poca resistencia. Una gran victoria se había producido casi sin lucha, basado exclusivamente, al parecer, en la confianza de nuevo de Daud en el apoyo de EEUU y la fuerza aérea.

Después de la caída de Taloqan, las Fuerzas Especiales continuaron su misión principal de ayudar a las operaciones de combate de Daoud con EAP que comenzaron hacia el oeste, hacia la ciudad de Kondoz. Para garantizar el apoyo aéreo casi continuo, los doce hombres de las SF se dividieron en tres elementos. En cualquier día dado sería un elemento sobre o delante de las líneas del frente quien dirigiría los ataques aéreos. Un segundo elemento se haría cargo de la consecución de las operaciones del día anterior, mientras que un tercer elemento realizaría la preparación de las operaciones al día siguiente. Así, el equipo estableció un ciclo de rotación que les permitió mantener una vuelta de reloj en la capacidad de ataques aéreos sobre las posiciones enemigas y de esa forma bloquear el avance sobre Kondoz.

Hasta este punto, el Grl Daoud había encontrado poca oposición por parte de los talibanes. El 13 de noviembre se encontró con una fuerte resistencia cuando uno de sus comandantes atacó las posiciones enemigas al oeste de Taloqan sin órdenes, provocando un contraataque de los talibanes. Después de recibir disparos directos de morteros y artillería y fuego desde tanques, el equipo de SF se había logrado reposicionar en un OP diferente e inmediatamente solicitó apoyo aéreo cercano ayudando a Daoud a repeler el ataque. Sin embargo, este notable aumento en la resistencia de los talibanes alteró el plan de ataque del Grl Daoud. En lugar de utilizar los bombardeos de la misma manera que lo había hecho en Konduz, solicitó bombarderos pesados para ablandar las posiciones del talibán, hizo atrincherar a sus hombres y esperó a que la aviación obligara al enemigo a rendirse.

Durante los próximos diez días las Fuerzas Especiales pidieron apoyo aéreo a fin de golpear las posiciones de los talibanes

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atrincherados en y alrededor de Khanabad y Kondoz. En el transcurso de estas operaciones, los ataques dirigidos por las SF destruyeron 12 tanques, 51 camiones de carga, 44 complejos de búnkeres, y muchos otros vehículos y depósitos de suministros, mientras que las pérdidas humanas que lograron infligir a los talibanes y a Al-Qaeda fue de alrededor de 2.000 muertos o heridos.

Al final de once días de intensos bombardeos, el enemigo comenzó desmoronarse y el general Daoud capturó la cercana ciudad de Khanabad. El siguiente paso era moverse directamente hacia Kondoz, pero decidió probar un poco de diplomacia en primer lugar, e iniciar conversaciones con los líderes talibanes en esa ciudad. Al ver que su posición era desesperada, aceptaron entregar la ciudad el 23 de noviembre. Kondoz, el último bastión de los talibanes en el norte de Afganistán, estaba bajo el control de la Alianza del Norte.

En este punto, la rendición al por mayor de las fuerzas de los talibanes comenzaron a causar problemas. Más de 3.500 soldados talibanes se rindieron en el área de Kondoz, y estos prisioneros se sumaron a los cientos más que ya estaban bajo el control de la Alianza del Norte después de la caída de Mazar-e Sharif. Los miles de prisioneros de Kondoz se movieron rápidamente, sin siquiera ser clasificados de forma exhaustiva, para unirse a los presos del General Dostum en la fortaleza de Jangi Quali en Mazar-e Sharif. El gran número de prisioneros enemigos y de su manejo por fuerzas inexpertas dio lugar a dificultades casi de forma inmediata. La mayoría de los prisioneros se concentraban en una parte de la fortaleza de Jangi Quali cuando los oficiales de inteligencia de EEUU comenzaron a interrogarlos. Durante este proceso, cerca de 600 de los "detenidos" desarmaron a los guardias y se apoderaron del recinto de la cárcel.

La rebelión provocó una crisis inmediata. Dos oficiales de inteligencia de EEUU fueron atrapados, uno logró escapar y el otro fue asesinado por sus captores. En respuesta, los equipos de SF organizaron una fuerza de choque compuesta de estadounidenses y elementos de las fuerzas especiales británicas para infiltrarse en las instalaciones y traer de vuelta los rehenes que estaban en poder de las fuerzas enemigas. Cuando se acercaron a la prisión, comenzaron a recibir fuego pesado, incluyendo varios cohetes de RPG (granada propulsada por cohete) que cayeron en las inmediaciones del equipo. El equipo de SF pidió apoyo aéreo a pesar de los riesgos que se corrían, dada la proximidad con los blancos enemigos. Antes de completar la operación, cinco estadounidenses y un soldado británico serían heridos por una bomba errante de 2.000 libras que estalló cerca de sus posiciones.

A lo largo de los próximos tres días el equipo de SF intercambió fuego con los rebeldes y utilizaron los dispositivos de designadores láser para iluminar sus objetivos, que fueron

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destruidos por una combinación de cañones de 105 y 40 mm de los AC-130 que operaban durante la noche. Fue durante este período que se recibió la notificación de que Johnny "Mike" Spann, uno de los agentes de inteligencia capturados, había sido asesinado. La crisis también llevó a la primera introducción de tropas convencionales en Afganistán, con la inserción de una pequeña Fuerza de Reacción Rápida (QRF): la Compañía Charlie, 1er Batallón, 87 de Infantería, de la 10ma División de Montaña que operaba en Uzbekistán. El 1er Pelotón ayudó a asegurar el perímetro alrededor de la fortaleza para evitar las fugas del enemigo y estuvo a disposición para proporcionar potencia de fuego adicional en caso de ser necesario. Al mismo tiempo, el PC de Ca y el 3er Pelotón de la Compañía C consiguió una zona de aterrizaje en el aeropuerto de Mazar-e Sharif y colaboró en la clasificación y evacuación de víctimas. Una vez que la misión había terminado, el 1er Pelotón quedó en Afganistán para proporcionar seguridad y operar como QRF en apoyo de la Base de Operaciones de las Fuerzas Especiales que pronto se estableció en esa ciudad clave del norte.

Tras cinco días de combate intenso con los prisioneros, las fuerzas de coalición tomaron control total de la batalla sólo cuando el último reducto en la fortaleza fue inundado con agua. Los prisioneros restantes, mojados, con frío y hambre, se rindieron. De los más de 600 prisioneros en el centro, cerca de 500 han muerto, lo que refleja la dureza de la lucha. Estas incluyen la entrega del talibán "americano", John Walker Lindh, quien se había unido al movimiento en algún momento antes del 11 de septiembre.

Fuerzas Especiales solicitando apoyo aéreo en Konduz.

En la región de Mazar-e Sharif, Taloqan y Konduz conjuntamente con las fuerzas de la Alianza del Norte, los soldados de las fuerzas especiales habían liberado seis provincias, incluyendo

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las principales ciudades de Mazar-e Sharif, Meymanah, Sar-e Pol, Sheberghan, Heyratan, Auybak, Kondoz, Khanabad, Taloqan, y más de cincuenta ciudades menores. Para lograr esta hazaña, habían viajado a caballo, en vehículos todo terreno, camionetas, y caminando por los senderos de montaña más peligrosos, a menudo por la noche y en un clima extremo, a través de cientos de kilómetros de montañas, quebradas, cerros y valles. Hicieron todo esto dentro de un mes con sólo algunas bajas, mientras que lograron infligir cientos de bajas al enemigo y completar la destrucción la infraestructura de los talibanes y Al Qaeda en el norte, incluyendo la liberación de Kabul.

Con la liberación de la mayor parte de la porción norte de Afganistán y la reconquista de Kabul, es fundamental que los Estados Unidos comiencen a tomar medidas para ayudar a la gente de este país en guerra. Ya que los estadounidenses habían tratado de mezclar las cuestiones humanitarias con las operaciones militares. Mientras que la lucha estaba en marcha, por ejemplo, aviones de carga C-17 cargados con raciones humanitarias (comidas especiales sin los productos cárnicos y por lo tanto convenientes para los musulmanes estrictos) lanzaron cientos de miles de paquetes de alimentos de los cielos a los campamentos de refugiados. Además, los folletos de la Unidad de PSYOP se dejaron caer en numerosos lugares ofreciendo recompensas por fugitivos talibanes y líderes de Al Qaeda, informaron al pueblo afgano sobre su próxima liberación, y les advertían de los peligros de las municiones sin detonar y minas. Los equipos de Asuntos Civiles de la Fuerza Especial DAGA comenzaron a evaluar las necesidades humanitarias aun cuando la lucha era durísima en el norte de Afganistán. Y con la captura de Kabul, el Comando Central estableció una combinación de operaciones conjuntas civiles y militares de la Fuerza de Tareas (CJCMOTF) para coordinar los esfuerzos de las organizaciones de ayuda en Kabul y en trabajar para establecer el enlace humanitario Cells (CHLCs) en muchos centros de población. El trabajo de restauración había comenzado, incluso mientras la campaña para recuperar el resto de Afganistán continuaba. Mientras las fuerzas de Operaciones lucharon junto a la Alianza del Norte, el Comando Central de EEUU (CENTCOM), estableció el comando del Teatro de Operaciones en tierras afganas. En octubre de 2001 el general Tommy R. Franks, comandante del Comando Central de EEUU, denominado Tercer Ejército o Fuerzas del Comando Central (ARCENT), para proporcionar mando y control para las operaciones en curso para las fuerzas combinadas del Comando del Componente Terrestre (CFLCC). Al mando del Teniente General Paul T. Mikolashek, el Tercer Cuartel General del Ejército se había desplegado a Egipto unos días antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre a fin de la supervisión del ejercicio bianual BRIGHT STAR. Al término del mismo, el 13 de noviembre, se había desplegado desde Egipto a Camp Doha, Kuwait, donde oficialmente asumió las responsabilidades como el CFLCC el 20 de noviembre.

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CENTCOM autorizó al General Mikolashek inmediatamente y en forma "directa para sincronizar las operaciones de tierra para destruir a Al Qaeda y prevenir el resurgimiento de las actividades terroristas internacionales en el Área de Afganistán", así como para llevar a cabo operaciones humanitarias y de crear las condiciones para un Afganistán pacífico y estable.

Para que el CFLCC pudiera llevar a cabo esta misión ambiciosa, una mayor cantidad de fuerzas de apoyo del Ejército se desplegaron en la región del Golfo y de Asia Central para apoyar la Operación Libertad Duradera. Estas fuerzas incluyen la 513ra Brigada de Inteligencia Militar, la Brigada 11 de comunicaciones, el Batallón de Ingenieros 92 (Pesado), la 561ra Fuerza de Tareas Logística, el 507mo Grupo de Apoyo de Combate (-), y la 59na Compañía de Policía Militar. Muchos de estos elementos tenían que proporcionar apoyo desde el exterior de Afganistán, ya que el Comando Central estaba bajo presión para limitar las tropas estadounidenses sobre el terreno en ese país, y en parte para evitar el aspecto de una potencia ocupante y repetir los errores del la Unión Soviética en Afganistán, dos décadas antes.

Para coordinar las actividades de apoyo al aeródromo de Bagram, en Afganistán, en noviembre, el CFLCC formó un grupo especial denominado Fuerza de Tareas BAGRAM. Este grupo de trabajo se organizó en torno al móvil 3 del Equipo de Enlace provisional, bajo el mando del Coronel Robert Kissel. La misión de Kissel fue la de establecer su cuartel general en Bagram, coordinar

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la reparación de la pista de aterrizaje de 8.000 metros construida por los soviéticos y establecer una estrecha base de apoyo clave a Kabul para misiones de seguimiento. BAGRAM se unió a otro grupo de trabajo en Bagram: La Fuerza de Tareas BOWIE, comandado por el General de Brigada Gary L. Harrell. Bowie era una fuerza de trabajo interinstitucional con una célula de fusión de inteligencia que informaba directamente al comandante del Comando Central.

La acumulación de fuerzas en Asia Central bajo el CFLCC llevó a solicitar la ulterior ampliación de la posición de un nodo de comando y control más cercano a la zona de combates. El CFLCC preguntó por el equivalente de un puesto de mando táctico de División para que sirviera de sede del CFLCC (Adelantado), que funcionará inicialmente en la base de operaciones en Karshi Kandabad en Uzbekistán. El 25 de noviembre la 10ma División de Montaña (Light), estacionada en Fort Drum, Nueva York, y comandada por el Mayor General Franklin L. "Buster" Hagenbeck, recibió la orden de movilizarse a Asia Central para la misión. Inicialmente limitada por el número de fuerzas ya desplegadas en Bosnia, Kosovo y el Golfo Pérsico y por elementos que ya se habían desplegado en Afganistán, la División organizó un pequeño puesto de mando de 159 hombres. El 12 de diciembre la sede de la 10ma División de Montaña, oficialmente asumió sus funciones como el CFLCC (Adelantado) en Karshi Kandabad.

La misión del CFLCC (Adelantado) fue el mando y el control de las fuerzas del Ejército, menos las fuerzas de Operaciones Especiales, en el área de operaciones Combinada y Conjunta Afganistán (CJOA). Las prioridades del General Hagenbeck eran asegurar el apoyo continuo a las Fuerzas de Operaciones Especiales, para supervisar la reparación de la pista de aterrizaje dañada en Mazar-e Sharif, y de abrir una línea de base de las comunicaciones en esa ciudad clave. Uso de los escasos recursos disponibles, principalmente de las unidades organizadas por la fuerza de tareas logísticas del 507mo Grupo de Apoyo de Combate, el CFLCC (Adelantado) empujó los suministros necesarios en Afganistán y supervisó la remoción de minas y la reconstrucción del aeropuerto de Mazar-e Sharif por los ingenieros del Ejército y la Fuerza Aérea. La sede también trabajó con funcionarios de Uzbekistán y Afganistán, el General Dostum para abrir ambos lados del Puente de la Libertad, cerca de Terrnez, Uzbekistán. La Unión Soviética construyó el puente y éste había sido cerrado durante la guerra civil afgana en los años 1980 y 1990. Esta ruta de tierra era siempre una vía fundamental para la fluidez de los suministros y la ayuda humanitaria de Asia Central en el norte de Afganistán. La carretera se abrió a finales de diciembre. Este mando y control y logística han facilitado en gran medida la postura de las fuerzas de la coalición para las operaciones futuras y para la estabilización de la parte norte de Afganistán.

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Dos Vías de Aproximación a Kandahar

Tras los éxitos tácticos en el norte de Afganistán, Kandahar, muy al sur, iba a ser el próximo objetivo de EEUU. Los planificadores militares sospechaban que podía ser la ciudad más difícil de tomar. La populosa ciudad fue un largo camino desde los bastiones de la Alianza del Norte en el norte, era de una composición étnica diferente no pashtunes, fundamentalmente tayikos, y fue el centro espiritual y político del movimiento talibán. Con unos pocos dirigentes de la oposición o de las fuerzas en la zona para trabajar, su captura podía tomar meses, o incluso retrasarse hasta la primavera. Sin embargo, dos elementos separados de SF se habían infiltrado en la región y se acercaron a la ciudad desde el norte y el sur, con sus comandantes de las fuerzas tribales que les prestaron apoyo a lo largo del camino.

El primer equipo de las Fuerzas Especiales se insertó al norte de Kandahar, cerca de la localidad de Tarin Kowt, el 14 de noviembre. Allí, se relacionaron con Hamid Karzai, y un pequeño número de sus seguidores. Karzai, un líder tribal pashtún carismático nacido cerca de Kandahar, era a la vez pro-occidental y anti-talibán, una combinación poco común. Como tal, era vital para los planes de EEUU para el establecimiento de un frente anti-talibán en la región. Sin embargo, casi no sobrevivió a su primer encuentro con el enemigo.

El 16 de noviembre, en un combate dos días después de su llegada, el equipo de fuerzas especiales debió actuar con rapidez para salvar al grupo de la resistencia de Karzai. Ante el temor de poder potencial de Karzai, los líderes de los talibanes habían trasladado a unos 500 soldados al norte de Kandahar, para aplastarlo. En respuesta, Karzai desplegó su puñado de hombres cerca de la localidad de Tarin Kowt y se basó en gran medida de su nuevo aliado, las fuerzas de EEUU, para que le proporcionasen apoyo aéreo cercano. Los aviones atacaron el convoy de los talibanes que se acercaba guiado por los equipos de SF sobre el terreno, los combatientes de la oposición afgana se unieron y rechazaron el ataque de los talibanes. Estos últimos, aparentemente aturdidos por el ataque aéreo, se retiraron en desorden.

Después de haber ganado tiempo para reorganizarse, el equipo de SF comenzó a trabajar más estrechamente con la pequeña fuerza de Karzai para equiparlos, entrenarlos, y prepararlos para el traslado hacia el sur. Se sentía que el tiempo era crucial, por lo tanto acordaron avanzar hacia Kandahar, tan pronto como fuese posible. En consecuencia, su pequeña fuerza afgana, inicialmente poco más de treinta y cinco hombres, partidarios de Karzai, una fuerza que eventualmente llegaría a conformar una fuerza de casi 800 hombres, comenzó a moverse al sureste alrededor del 30 de noviembre, de

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Tarin Kowt, a través de pasos estrechos a lo largo de aquello que era un camino de cabras, hacia el pueblo de Petaw.

Hamid Karzai y los hombres de las Fuerzas Especiales luego de la toma de la ciudad de Kandahar.

Los hombres de Karzai pasaron unos días descansando en Petaw mientras que las SF habían traído armas, alimentos y ropa para el ejército en cantidades cada vez mayores. Luego, el 2 de diciembre, el ejército se trasladó al sur hacia la aldea de Sayd Alim Kalay, donde se encontraba el sitio de un puente (un punto crítico) sobre el cauce del río seco. En ese momento el Karzai había sido notificado de su elección como jefe del gobierno interino de Afganistán, por lo que es fundamental para avanzar rápidamente hacia Kandahar. Esto es aprovechado por las fuerzas especiales para aumentar la presión sobre las fuerzas tribales y que se lance el ataque cuanto antes.

Las fuerzas de Karzai rápidamente derrotaron a la pequeña fuerza de soldados talibanes que se encontraban en la aldea, cerca del extremo este del puente, pero no pudieron tomar la bien defendida posición oriental del mismo. Para los próximos dos días, a pesar de las constantes misiones de apoyo aéreo, los talibanes defendieron con éxito el paso. La defensa tenaz era aún marcada por los violentos contraataques del talibán a través del lecho seco del río en un intento de poner un pie en el otro lado. Cada vez que el enemigo intentó un contraataque, el equipo de FFEE conducía nuevas misiones de apoyo aéreo a fin de permitir a las fuerzas de Karzai desaferrarse del enemigo.

En la mañana del 4 de diciembre las fuerzas de Karzai iniciaron sus preparativos para el ataque final sobre el puente.

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Después de las coordinaciones finales con los afganos, el ejército combinado de soldados de las Fuerzas Especiales y los irregulares afganos cargados en camiones, se dirigió a la batalla. Cada camioneta iba cargada con un grupo de guerreros afganos equipados con un surtido de armas (ametralladoras, fusiles AK-47 y RPG) colgando de la espalda. Las armas fueron montadas en los vehículos, y a vista del convoy y según las palabras de un observador de las FFEE, hacían parecer una combinación de circo ambulante y milicianos somalíes.

Tropas afganas aliadas montadas sobre camionetas 4x4 durante la ofensiva sobre Kandahar.

El equipo de Fuerzas Especiales dirigió varios pedidos de CAS sobre las posiciones enemigas en la cordillera opuesta, pero el talibán respondió con fuego pesado y preciso sobre la fuerza de ataque y de nuevo intentó un contraataque de sus reservas sobre la quebrada seca. Bajo la dirección de las SF, las fuerzas aliadas lograron detener los contraataques e hicieron retroceder al enemigo a sus antiguas posiciones. Tres veces los talibanes trataron de cruzar, las tres veces fueron rechazados, pero cada vez que el fuego de las fuerzas de Karzai mermaba, volvían de nuevo. Mientras tanto, el equipo de FFEE en la cresta siguió dirigiendo el CAS sobre las posiciones enemigas. Un soldado de las FFEE fue herido, pero al no haber desalojar a los soldados de las fuerzas especiales de su posición, los talibanes, finalmente se retiraron. Esa noche el enemigo se retiró a pocos kilómetros, y a la mañana siguiente las fuerzas de Karzai tomaron el puente y establecieron un punto de apoyo en el otro lado.

Al día siguiente, 5 de diciembre, el esfuerzo de los aliados sufrió un serio revés. Mientras las Fuerzas Especiales estaban observando las operaciones de la cordillera, cerca del puente y guiando el apoyo aéreo cercano, una bomba perdida de 2.000 libras (Joint Direct Attack Munition, JDAM) cayó en medio de la posición de las SF. Los soldados fueron literalmente arrancados de sus pies. Tres estadounidenses murieron y decenas resultaron heridos, junto con muchos de sus aliados afganos. Se solicitó una evacuación médica y

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se atendió a los supervivientes mientras esperaban. Los helicópteros llegaron rápidamente a la zona con otro equipo de FFEE a fin de reemplazar las bajas. La misión continuó a pesar de la tragedia, pero este incidente de fuego amigo resultó en la peor cifra de bajas de EEUU en la guerra hasta ese momento.

Como los equipos de las FFEE se estaban recuperando del accidente de la bomba, los negociadores de Karzai finalizaron un acuerdo para la entrega de las fuerzas de los talibanes a través del río y de la entrega de toda la ciudad de Kandahar. El 6 de diciembre, la fuerza comenzó a moverse de nuevo hacia la ciudad abierta.

Mientras Karzai y su elemento de FFEE se dirigían hacia

Kandahar desde Tarin Kowt, otro equipo de Fuerzas Especiales avanzaba sobre la ciudad desde el sur con un grupo de oposición diferente. Ese equipo se había infiltrado en el sureste del valle de Narai Shin al sudeste de Kandahar, cerca de la frontera con Pakistán en la noche del 18 de noviembre, para rápidamente unirse a la lucha con el líder local de la fuerza antitalibán, Gul Sharzai. Sharzai, el ex gobernador de Kandahar, había conducido uno de los grupos de resistencia contra los soviéticos y ahora estaba igualmente descontento con el régimen talibán. A pesar de que, como Karzai, dio la bienvenida al equipo como una prueba tangible del apoyo a las operaciones de EEUU, su fuerza era muy inferior al de los talibanes locales y se encontraban en una posición vulnerable. El equipo de FFEE se movió rápidamente para proveer de armas y alimentos para apoyar a su fuerza de cerca de 800 miembros de la tribu.

Una vez reforzado, Sharzai también resultó susceptible de

avanzar sobre Kandahar. Durante la noche del 21 de noviembre Sharzai envió una delegación encabezada por su hermano para reunirse con el representante de los talibanes locales para negociar su entrega y garantizar el paso seguro del valle por parte de sus fuerzas. Lamentablemente, la misión fue abortada, ya que la "tregua" fue rota cuando fuerzas del talibán abrieron fuego sobre las tropas de Sharzai. No hubo víctimas, pero Sharzai se vio obligado a cambiar sus planes de movimiento para evitar una batalla principal y que podía resultar perturbadora.

En cambio, dejando de lado el punto fuerte de los talibanes,

se movió hacia el norte del Valle de Narai Shin y después hacia el oeste por el barrio de Wadi Arghastan de Takht-e Pol situado en la carretera 4 al sur del aeropuerto de Kandahar. Convencidos de que los tiroteos intermedios sólo podrían perturbar su movimiento y al grueso de su fuerza, Sharzai seguía fijo en Kandahar y mantenía la esperanza de que su gobierno fuera restaurado.

En la mañana del 22 de noviembre el grupo salió del valle moviéndose lentamente. El convoy se componía de más de 100 vehículos de diversos tipos, incluyendo camionetas, transporte de

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gran tamaño ("Jinga"), camiones, tractores y hasta remolques. El movimiento sobre Takht-e Pol tomó un poco más de dos días y se realizó virtualmente sin oposición hasta la segunda noche. En ese momento el grupo se había mudado a un pequeño valle en forma de cuenco, al este de la autopista 4, aproximadamente a seis kilómetros de Takht-e Pol. Cuando Sharzai envió una delegación a la ciudad para negociar la entrega de los talibanes locales con el comandante agfano, las Fuerzas Especiales preparan dos misiones de apoyo CAS desde un PO (adelantado), que cubre la ciudad desde una colina con vistas a las negociaciones. Los talibanes se niegan a rendirse, cuando de repente se produce una emboscada sobre parte de la pequeña fuerza de seguridad de Sharzai. Inmediatamente, las FFEE pidieron apoyo aéreo y la utilizaron para romper la emboscada, lo que permite que los elementos avanzados puedan retirarse fácilmente y de forma segura. Sin embargo, poco después, los talibanes comenzaron a mover los vehículos de la autopista 4 hacia posiciones de tiro detrás de varios riscos cerca de la fuerza de Sharzai y comenzaron a atacar con ametralladoras y fuego de RPG. Las FFEE comenzaron a dirigir nuevos ataques aéreos contra las fuerzas talibanes, que se retiraron rápidamente y poco después abandonan toda la zona de Takht-e- Pol. Sólo fueron misiones de bombardeo a fin de quebrar al enemigo.

A la mañana siguiente, 24 de noviembre, las fuerzas de Sharzai entran en Takht-e-Pol con poca resistencia, cortando la principal carretera entre Kandahar y Chaman, Pakistán. Inmediatamente Sharzai estableció puestos de control en el norte y el sur a lo largo de la carretera. El puesto de control del norte fue casi a la vista del gran aeropuerto de Kandahar. Al día siguiente éste puesto recibe fuego indirecto y sobre el aeropuerto, lo que lleva a las FFEE a establecer un programa operativo de seguridad adelantado, en un risco cercano, garantizado por unos 100 hombres de las fuerzas afganas aliadas. Durante la semana siguiente el equipo fue capaz de pasar por alto el aeropuerto y dirigir ataques aéreos directos a las fuerzas enemigas que operan entre la cordillera y el aeródromo.

Con la sensación de que los talibanes eran demasiado fuerte y

sus propias fuerzas demasiado débiles, Sharzai esperó los ataques aéreos para debilitar al enemigo. Los talibanes respondieron con fuego de artillería y cohetes en la cordillera y el pueblo de Takht-e-Pol. El aeropuerto parecía fuertemente defendido por las fuerzas de tierra, así como por artillería antiaérea y misiles. Sin embargo, las implacable operaciones de ataque aéreo habían erosionando lentamente a los defensores. Durante esta misma semana las fuerzas de los talibanes comenzaron a moverse al norte de Spin Boldak, un pequeño pueblo al sur, a lo largo de la autopista 4 a posiciones defensivas en un gran wadi a aproximadamente cinco kilómetros del sur de los elementos del ejército de Sharzai, aunque nunca se planteó una gran amenaza. También, fueron probablemente

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desalentados por la súbita presencia de una fuerza de Marines de los EEUU que establecieron una posición defensiva, en el apodado campamento Rhino, unos treinta y cinco kilómetros al suroeste de Kandahar, el 25 de noviembre.

A principios de diciembre Sharzai había colocado a sus tropas en posición para un ataque masivo sobre el aeropuerto. Los talibanes sondearon a sus fuerzas con una serie de contraataques pequeños desde el oeste, moviéndose a través de una serie de canales secos para ocultar sus movimientos. Los hombres de Sharzai, apoyados por el poder aéreo de EEUU, repelieron a los atacantes e incluso se apoderaron de una serie de posiciones enemigas alrededor de los canales. Por último, el 7 de diciembre, Sharzai comenzó su asalto a la pista de aterrizaje. Sus fuerzas se trasladaron con cuidado a la entrada de la pista de aterrizaje pero, inesperadamente, no encontraron resistencia. Entonces, de repente, recibió una llamada en su teléfono por satélite que le informaba de que los talibanes habían evacuado completamente Kandahar, como resultado de las negociaciones de Karzai. Inmediatamente reunió a su fuerza de seguridad personal y junto con un elemento de FFEE, corrió en la ciudad hacia la mansión del gobernador, su antiguo hogar. El resto de los elementos de FFEE al día siguiente y se trasladaron a la mansión del gobernador con Sharzai. La ciudad había caído sin un tiro, y posteriormente se había confirmado a Sharzai Karzai como el gobernador de la ciudad.

Tora Bora

Mientras que algunos soldados de las FFEE operaban en torno a Kandahar, otros se dedicaban a perseguir a las fuerzas enemigas en otros lugares. Después de la caída de Kabul, Al Qaeda y los talibanes se habían retirado hacia las grandes fortalezas en el sur de Jalalabad sobre las montañas de Tora Bora, cerca de la frontera con Pakistán, siendo éste uno de los terrenos más accidentados del mundo. Los terroristas habían controlado la zona durante años, habían realizado la excavación de cientos de cuevas y refugios, y el establecimiento de sus campos de entrenamiento. Además de estar íntimamente familiarizado con el área, donde habían emplazado amplias fortificaciones y arsenales de armas y municiones para realizar una defensa prolongada de la posición. Con un gran número de fanáticas tropas de Al-Qaeda establecidas en amplias posiciones fortificadas, Tora Bora parecía ser un objetivo extremadamente difícil.

Para empeorar las cosas, las fuerzas antitalibanes se encontraban en una situación de desorganización mayor que en otras zonas. No sólo estaban divididas en facciones antagónicas, sino que también cada facción desconfiaba de los objetivos de Estados Unidos. Sin embargo, dada las pocas tropas de EEUU disponibles en

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el país, el Comando Central no tuvo otra alternativa que la utilización de las fuerzas afganas para cualquier ataque puntual en la región. En ese momento, los Marines habían establecido sólo una pequeña base de avanzada en Rhino, al sur de Kandahar, y sólo una compañía reforzada de la 10ma División de Montaña operaba en Bagram y Mazar-e Sharif. No había otras fuerzas disponibles para ser utilizadas. El Comando Central y la sede del Tercer Ejército de los EEUU generó numerosos planes para la introducción de algunas tropas convencionales en los combates de Tora Bora; como el ser utilizados para ocupar posiciones de bloqueo, pero ninguno de ellos fue ejecutado.

La misión se redujo al trabajo de las fuerzas especiales con una fuerza afgana local. El comandante de la Fuerza de Tareas DAGA dirigió varios equipos de FFEE para entrar en la región de Tora Bora, a comienzos de diciembre, a fin de reunirse con las tropas locales bajo el mando del Comandante Hazrat Ali, y coordinar sus ataques a las cuevas con apoyo aéreo de EEUU.

Las fuerzas de Hazrat Ali, eran una mezcla heterogénea de tropas de la Alianza del Norte y fuerzas leales a Ali, pero cuyas cualidades de lucha fueron algo desiguales. Sin embargo, la falta de tiempo y una política de EEUU que dictó el uso de las fuerzas indígenas en las operaciones de tierra, hacía que las fuerzas de Alí sean imprescindibles. Los equipos de FFEE fueron sólo para proporcionar asesoramiento y asistencia con apoyo aéreo, no para intervenir directamente en la batalla. El plan consistía en enviar las fuerzas afganas hasta las montañas de Tora Bora, y asaltar las posiciones fuertemente defendidas de Al-Qaeda ubicadas en un cañón y muy bien protegidas. Los últimos datos de inteligencia habían colocado en la zona a varios líderes de Al-Qaeda y posiblemente a Osama Bin Laden.

Los equipos de FFEE se trasladaron al sur de Jalalabad. Se había planificado la ocupación de un PO a lo largo de las tierras altas cerca de la barranca. Fueron acompañados por un pequeño elemento de seguridad afgano para protegerlos mientras estaban dirigiendo los ataques aéreos. El movimiento hasta las montañas de Tora Bora, resultó lento y peligroso. Después de un corto viaje en camiones de transporte de tropa, los equipos se vieron obligados a descargar y avanzar a pie debiendo cargar como burros con sus mochilas. Se movieron dentro de las montañas donde la altitud varía de 10.000 a 12.000 pies, que obligaba a avanzar lentamente por caminos rocosos y estrechos.

Inicialmente, el equipo creó un PO en el risco oeste del cañón y de inmediato empezaron a dirigir los ataques aéreos, obligando a la red Al-Qaeda a desplazarse fuera de la vista directa, en un cañón aún menor. Otro equipo de FFEE se trasladó posteriormente a crear un pequeño PO en el lado oriental de la cordillera, permitiéndoles la

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observación directa de la nueva concentración enemiga. Ambos equipos lograron coordinar sus ataques y de esa forma restringieron los movimientos de Al-Qaeda que no tenía a donde recurrir.

Durante diecisiete horas seguidas los equipos de las FFEE hicieron llover fuego sobre las posiciones enemigas permitiendo que las fuerzas afganas de Hazrat Ali comenzaran a moverse hacia el cañón. Después de este fuego de preparación, se inició el ataque contra blancos de oportunidad en el transcurso de los próximos días. La lucha continuó en la noche. Cada noche, cuando las fuerzas enemigas se encontraban reunidas a la luz de las fogatas para tratar de mantener el calor, los equipos usaron sus cámaras térmicas y marcaron el camino de las bombas y el poderoso fuego aéreo de los AC-130 Spectre.

El enemigo luchó tenazmente. Cada día, las fuerzas de Ali se aprovecharían del poder aéreo de EEUU para poder avanzar en el cañón, y cada tarde se volvería a perder. Gran parte de la misma tendría que ser tomada de nuevo al día siguiente. Esto continuó durante ocho días y noches, donde la resistencia enemiga no cesaba. La fuerza de Ali se cansó pronto de la acción constante y comenzó a relajar la presión sobre el enemigo, y con las fuerzas de EEUU y el apoyo aéreo de éste intentó tomar el relevo. Por el momento en Tora Bora, la lucha se fue ralentizando y llegó a un punto muerto a mediados de diciembre. Los soldados de las FFEE habían solicitado numerosas misiones de CAS, dejando caer miles de toneladas de bombas y matando a cientos de tropas enemigas. Pocos combatientes del Al-Qaeda y el Talibán fueron capturados, ya que la mayoría de ellos lucharon hasta la muerte o se replegaron a la relativa seguridad del cercano Pakistán. El paradero de Osama bin Laden, o incluso si había estado en la región de Tora Bora, en primer lugar, sigue siendo un misterio.

Con la captura de Kabul y Kandahar y la destrucción de la resistencia organizada en Tora Bora, Afganistán fue liberado en su totalidad. Había llevado menos de sesenta días de operaciones, de concentración militar y sólo unos pocos cientos de soldados para apoderarse del país de los talibanes y sus aliados terroristas. Las fuerzas del Ejército de EEUU, ahora aumentada con pequeños equipos de personal de Asuntos Civiles y la recién llegada 3ra Brigada, 101ra División de Asalto Aéreo, debería enfrentar el reto de encontrar a una escurridiza y potencialmente mortal guerrilla residual. Varios elementos del Ejército, cada vez más, se volvieron a evaluar la situación humanitaria en sus áreas locales, la coordinación de las iniciativas humanitarias de aliados tales como el establecimiento de un hospital jordano en Mazar-e Sharif, recopilación de inteligencia sobre Al-Qaeda y los restos de los talibanes, y garantizar que se haya establecido el enlace con el nuevo Gobierno afgano emergente.

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Las operaciones de detención surgieron como otra tarea para el CFLCC (Adelantado) las que debía planificar y gestionar. Después de la reconquista de la fortaleza de Jangi Quali, los prisioneros que sobrevivieron a ese levantamiento fueron transportados y encarcelados junto con otros detenidos dentro de la prisión en la ciudad de Sheberghan, al oeste de Mazar-e Sharif. Los prisioneros eran de diversas nacionalidades, y CENTCOM quería determinar si entre ellos se encontraban líderes de Al-Qaeda o el Talibán que habían sido capturados. El Grl Hagenbeck le asignó la tarea al Cnl Kevin V. Wilkerson, comandante de la 2da Brigada de la 10ma División de Montaña. Wilkerson y una parte de su personal se habían adherido recientemente al CFLCC e inmediatamente se pusieron a trabajar sobre la misión encomendada. Wilkerson formó la FT COMANDO, una fuerza que incluía a su sede como un elemento de mando y control. El Capitán Nelson Kraft Jefe de la Ca Charlie , 1er Batallón, 87 de Infantería, fue designado para brindar la seguridad y el interrogatorio, la sanidad y aquellos elementos de la policía militar a fin de manipular y tratar a los prisioneros. El grupo de trabajo voló al aeropuerto de Mazar-e Sharif, entre el 24 y 26 de diciembre, los vehículos fueron adquiridos dentro del país para el transporte y escolta de los prisioneros a Sheberghan el 28 de diciembre.

La FT COMANDO estableció un enlace con el General Dostum, y organizó un campamento cerca de la sede del apresurado señor de la guerra en las afueras de la ciudad, y comenzó el proceso de selección. Al querer evitar cualquier posibilidad de un levantamiento de prisioneros semejante a la de Quali Jangi, Wilkerson había desarrollado ciertos procedimientos estrictos con los prisioneros para garantizar la seguridad del proceso de selección. Por más de dos semanas la Fuerza de Tareas COMANDO se dedicó al control de los prisioneros.

Se consideró especialmente valiosa la información de inteligencia que fue recogida en las instalaciones del campo de prisioneros temporal en cercanías de Kandahar, antes de su envío a la Bahía de Guantánamo, Cuba, para más interrogatorios. Los hombres de Wilkerson llevaron a cabo la misión sin ningún incidente.

Otro ejemplo de los asuntos pendientes de las operaciones de combate fue el sitio del hospital de Kandahar. Con la caída de la ciudad en diciembre, un número de heridos y soldados capturados de Al-Qaeda habían sido trasladados al hospital para recibir tratamiento. Después de haber sido adecuadamente controlados por los guardias afganos, a fin de evitar que estuvieran ocultando armas, cuando llegaron al hospital comenzaron a extraer armas y granadas, tomaron rehenes y prometieron que no serían capturados vivos. Deseoso de evitar las bajas, el gobierno local de reciente creación decidió esperar antes de llevar a cabo cualquier tipo de reacción. Los médicos seguían tratando a los pacientes, aun cuando los fanáticos

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de Al-Qaeda tomaron granadas y las colocaron directamente en sus pechos y amenazaron con matarlos. Los intentos de matar de hambre a los terroristas fueron socavados por simpatizantes de los talibanes, que de contrabando ingresaron alimentos en el hospital. Después de un mes, el gobierno se volvió hacia el equipo local de las fuerzas especiales para entrenar a un pequeño grupo de milicianos afganos voluntarios para recuperar el edificio. El Comandante Lali, un soldado afgano valiente y respetado por sus hombres, condujo la fuerza de asalto. Trabajando en estrecha colaboración con los hombres de Lali, las FFEE ayudaron a desarrollar un plan y realizaron una serie de ensayos.

Por último, el 27 de enero, el hospital fue cerrado y la fuerza de asalto afgana junto con las FFEE ocupó posiciones en las inmediaciones. Inicialmente se abrió una brecha en una de las alas del hospital alrededor de las 0830, donde la fuerza de asalto fue recibida con una lluvia de disparos, y varios de los milicianos resultaron heridos. Se debió retroceder y la operación que se debía terminar en poco tiempo se convirtió en una dura batalla que duró casi doce horas. La milicia, a pesar de tener cinco heridos, se reorganizó y rearmó y asistidos por francotiradores de las FFEE, irrumpieron en uno de los pasillos, donde varios miembros de Al-Qaeda, fiel a su amenaza, decidieron inmolarse utilizando granadas. Aquellos que continuaron la lucha fueron muertos a tiros. Seis miembros de Al-Qaeda murieron durante la operación, pero ningún soldado afgano o estadounidense fue asesinado. Fue un sangriento final de la crisis, ya que todos los intentos de inducir a la rendición habían fracasado. Un oficial de las FFEE señaló en ese momento: "Hasta el último momento, le dijimos a todos los hombres que se rindieran. Pero ninguno de ellos escuchó. Estos árabes lucharon hasta la muerte". Era, en sus palabras, "un enfrentamiento muy duro".

Si bien estos cabos sueltos se estaban tratando de atar, la atención en otras partes del país se volcó a localizar y destruir a Al Qaeda y las fuerzas ocultas de los talibanes, aunque era más fácil decirlo que hacerlo. Afganistán es del tamaño de Texas y tiene cientos de kilómetros cuadrados de montañas y valles prácticamente impenetrables conectados por senderos y caminos sin mapas. Las fuerzas de EEUU se enfrentaban con el problema adicional de qué hacer con el enemigo una vez que lo encontraron. Afganistán no tenía ejército, y se necesitaría mucho tiempo para construir uno, mientras que las fuerzas de EEUU numeradas sobre el terreno eran menos de 2.000. La 3ra Brigada de la 101 División Aerotransportada se encontraba en el aeropuerto de Kandahar, en sustitución de los infantes de marina; los elementos del 1er Batallón, 87 de Infantería, 10ma División de Montaña, estaban en Bagram, que sirve tanto como una fuerza de seguridad de base y como fuerza de reacción rápida.

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Cualquier operación de combate principal llevaría a estas fuerzas al límite. Sin embargo, una fuerza de bloqueo confiable y disciplinada es un componente esencial de cualquier futuro intento de destruir las concentraciones de la guerrilla. Por ejemplo, mientras que el ataque al complejo de las cuevas de Tora Bora, en diciembre de 2001 había logrado destruir un punto fuerte del enemigo y se limpiaron cientos de cuevas, muchos soldados de Al-Qaeda habían escapado a Pakistán a pesar de un intento de las fuerzas de Pakistán para impedir su circulación a través de esa frontera.

Después de la batalla de Tora Bora, inteligencia de EEUU comenzó a buscar otras formas de concentración de fuerzas enemigas. Elementos de FFEE, incluyendo la recién llegada Fuerza de Tareas K-Bar compuesta con elementos del Navy SEALS, FFEE extranjeras (Australianos, franceses, ingleses y canadienses), y elementos del 3er Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado), de Fort Bragg, Carolina del Norte, realizó una serie de las redadas. Soldados de la FT K-BAR y FT DAGA realizaron exploración en una serie de lugares donde se podría encontrar potencialmente al enemigo, especialmente en el complejo de cuevas de Zawar Kili, en Deh Rawod, Ali Kheyl y otros lugares, principalmente en las zonas sur y oeste de las montañas de Tora Bora. Al mismo tiempo el centro de inteligencia de EEUU poco a poco se fue desplazando hacia esta área, en particular la provincia de Paktia y el triangulo Gardez-Khowst-Orgun. La gente de esta zona eran simpatizantes de los talibanes, y se informó que eran capaces de tolerar la presencia continua de combatientes de Al-Qaeda.

Los informes indicaban que existía una fuerte presencia de tropas enemigas en el valle de Shah-I-Kot. El intento de hacer frente a esta fuerza del enemigo dio como resultado, de acuerdo al nombre en código: Operación Anaconda.

Operación “Anaconda”

La Operación Anaconda creció rápidamente para incluir a participantes de casi todo tipo de fuerzas estadounidenses, de la coalición y aliados afganos. La operación fue dirigida a fin de aniquilar una concentración importante de un número de entre 200 y 500 terroristas en el Valle de Shah-I- Kot y se desarrolló desde el 2 al 19 marzo de 2002.

El Valle de Shah-I-Kot, al sur de la ciudad de Gardez, se extiende de norte a sur justo al oeste de la principal cadena de montañas a aproximadamente cien kilómetros al sur de Kabul, cerca de la frontera con Pakistán. El terreno local determinó la realización de la operación. Hay dos enfoques principales para el valle, uno desde el noroeste y el otro por el suroeste en torno a un risco importante justo al oeste del valle conocido como Tergul Ghar, que

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las tropas de EEUU apodaron la Ballena. Justo en las afueras y al noroeste del valle se encuentra una altura un poco más pequeña llamada Ridgeline Tergul Ghar, apodada la ballena pequeña. Estas dos importantes características del terreno dominaban los dos enfoques (Avenidas de Aproximación) hacia el valle. El valle, de aproximadamente cinco kilómetros de ancho y diez kilómetros de largo, alberga tres aldeas: Shir Khan Kheyl, Babulkhel, y Marzak. Estos pueblos constituyen el objetivo REMINGTON durante ANACONDA.

Gran parte del valle es de aproximadamente 8.000 pies de altura, con los picos de los alrededores de más de 11.000 pies. La parte superior del valle, su cordillera oriental, está atravesado por sólo unas pocas rutas principales y decenas de pequeños caminos de cabras. Cerca del extremo sur hay un pico de montaña llamado Takur Ghar, con una observación excelente sobre el valle y un tanto en el número de las rutas de salida. (Figura) En conjunto, el valle estaba rodeado por un terreno enorme, haciendo que la difícil zona sea casi imposible de aislar.

La primera confirmación real de las fuerzas enemigas en el valle de Shah-I-Kot no venía de reconocimientos aéreos o por otros medios de recolección sofisticados, sino más bien a través de los esfuerzos de un equipo de Fuerzas Especiales en el terreno con el indicativo de llamada "Texas 14." Trabajando en estrecha colaboración con las fuerzas locales afganas, Texas 14 intentó llevar a cabo un reconocimiento por tierra del valle a fines de enero, sólo para regresar después de que sus fuerzas de seguridad afganas advirtieron de una mayor concentración enemiga.

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Después de digerir el informe de Texas 14, las fuerzas de EEUU comenzaron a enfocar sus actividades de inteligencia en el área. Los resultados iniciales sugieren una fuerza en la zona de aproximadamente 150-200 combatientes extranjeros en el Valle de Shahi Kowt. Otras estimaciones de inteligencia que variaban ampliamente, con algunos informes que colocaban el número de combatientes enemigos en el orden de los 800-1000 en el valle y a lo largo de las crestas montañosas cercanas. Las actividades de vigilancia de EEUU también descubrieron una serie de cuevas en el valle donde se creía que contenía alijos de armas de los terroristas. Las diversas fuentes de información, sin embargo, a menudo resultaron engañosas y contradictorias, y nadie estaba realmente seguro de la fuerza del enemigo en el valle.

Inicialmente, la FT DAGA consideró la opción de atacar en el valle sólo con los equipos de FFEE liderando unos pocos cientos de fuerzas militares afganas que ellos habían formado. Sin embargo, como el número de fuerzas enemigas proyectadas para ocupar el valle comenzó a subir, las Fuerzas Especiales pidieron a los planificadores la inclusión de unidades convencionales. Rápidamente el plan creció para incluir a tropas adicionales de la 10ma División de Montaña (Infantería Ligera) y la 101ra División Aerotransportada (Asalto Aéreo). A mediados de febrero participaron un total de 6 Equipos “A” de Fuerzas Especiales de 12 hombres cada uno, 3 elementos de comando y control de las FFEE, 3 FT de Operaciones Especiales, y una brigada de infantería de EEUU de 3 batallones, junto con casi un millar de combatientes de las Fuerzas Militares Afganas (AMF) entrenados por las Fuerzas Especiales. El esfuerzo de planificación, mando y control de las fuerzas que intervienen en la operación, fue asumido por Fuerza de Tareas Conjunta Montaña bajo el mando del comandante de la 10ma División de Montaña, el General Hagenbeck, el 15 de febrero.

El Plan de ANACONDA

El esquema de maniobra recibió el nombre de Operación Anaconda, llamado así debido al aislamiento y el encierro de la zona del valle, seguida por la convergencia de los ataques para destruir a las fuerzas de Al-Qaeda. Una mezcla de las milicias afganas, los EEUU y elementos de Operaciones Especiales de la coalición y las fuerzas convencionales, debían establecer tres grupos de anillos concéntricos sobre las vías de evacuación principales de los insurgentes en el valle. Alrededor del día D-3, las fuerzas de operaciones especiales de la coalición, incluidos los elementos de la FT 64 (Australian Special Air Service) y la FT K-BAR, comienzan a infiltrar elementos para la vigilancia del valle y a observar las posiciones enemigas, los PO se instalan a distancias de entre 5 y 7 kilómetros del área objetivo, con la misión de guiar los ataques aéreos sobre la concentración de tropas enemigas. En D-1, unos 600

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combatientes del AMF conducidos por las FFEE, FT Yunque, ocuparía posiciones a lo largo de las rutas de retirada del enemigo (Ver mapa 4). Posteriormente, el día D, los elementos de asalto aéreo de la FTC Montaña, de la 101ra y 10ma divisiones de Montaña (FT RAKASSAN) ocuparían posiciones de bloqueo en un anillo interior por el lado oriental del valle. Simultáneamente la FT Martillo, cerca de 260 hombres de las Fuerzas Especiales y de la AMF, atacarían en todo el extremo sur de la Ballena y en el valle como esfuerzo principal de maniobra, mientras que el esfuerzo secundario se establecía en las posiciones de bloqueo, cerca de la ballena pequeña en la entrada norte al valle con los elementos de la AMF y los cuarenta soldados de las Fuerzas Especiales. El objetivo era golpear al enemigo lo suficiente para aniquilarlo, matar o capturar la mayor cantidad de combatientes de Al Qaeda como fuera posible y de empujar a los supervivientes sobre las posiciones de bloqueo donde serían eliminados. Los que de alguna manera hubieran escapado de la trampa serían monitoreados a través del aire y los equipos de reconocimiento terrestres, a medida que avanzaban a lo largo de las diversas líneas de retirada a través de casas seguras y refugios, en un intento por llegar a Pakistán.

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La FT Yunque, la fuerza de bloqueo exterior, podría pasar por las ciudades de Khowst y Orgun-e en D-1. De Khowst, las fuerzas de Kamil Khan, unos 300 combatientes, se desplazarían hacia el oeste por el eje HIERRO a unos treinta y cinco kilómetros. De Orgun-e, las fuerzas de Zakim Khan, con otros más o menos 200 combatientes, se moverían a unos cincuenta kilómetros a lo largo del eje METAL. Se establecerían posiciones de bloqueo con nombre en código como Chevy, Ford, Honda, Jeep, Dodge, y Oldsmobile que cubrirían las rutas de exfiltración principal del valle. (Ver mapa 4).

La fuerza de esfuerzo principal, la FT Martillo, saldría de Gardez justo antes de la hora H del día D y se desplazaría unos treinta y cinco kilómetros al suroeste a lo largo del eje ACERO. La fuerza de entonces se desdoblaría en dos elementos y se aproximarían al valle, moviéndose hacia el sudeste a unos diez kilómetros hacia la entrada del mismo a lo largo de los ejes LATÓN y COBRE.

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El elemento del norte de la FT Martillo procedería a lo largo del eje LATÓN y parar en la fase de línea ESMERALDA a la espera de los ataques aéreos preliminares sobre el objetivo antes de pasar a establecer una posición de bloqueo al norte del valle. El segundo elemento de la FT Martillo debería pasar a lo largo del eje COBRE y de manera similar esperar en la fase de línea ESMERALDA por los ataques aéreos de apoyo antes de asaltar y despejar las tres aldeas en el Objetivo Remington: Shir Khan Kheyl, Babulkhel y Marzak. Al mismo tiempo, la FT RAKASSAN, consistente en la 3ra Brigada de la 101 División Aerotransportada y el 1er Batallón, 87 de Infantería, 10ma División de Montaña, asaltaría por aire con dos batallones (-) estableciendo las posiciones de bloqueo (BP) Amy, Betty, Cindy, Diane, Eve, Ginger y Heather, al este del valle (ver mapa 5). Para ayudar a ver más pequeñas posibles rutas de escape desde el valle, tres equipos de EEUU y otros elementos de la FT Combinada para Operaciones Especiales llevarían a cabo misiones de reconocimiento especial por los posibles senderos de escape.

Como el tiempo para el comienzo de las operaciones ofensivas se acercaba, la FTC MONTAÑA orquestó la llegada de las fuerzas y los suministros necesarios. A partir del 20 de febrero, una combinación de aeronaves de ala fija y helicópteros trasladaron a las fuerzas de la FT RAKASSAN y FT 64 desde Kandahar a la Base de Operaciones Avanzada en Bagram. La FTC MONTAÑA había establecido su puesto de mando en Bagram, y al día siguiente asumió el mando de todas las fuerzas de la operación. Al mismo tiempo, los servicios de logística de EEUU comenzaron a completar y abastecer los suministros necesarios, especialmente combustible para los helicópteros, para apoyar la operación. El combustible fue particularmente difícil de almacenar, ya que había falta de rutas terrestres utilizables para llevarlo a Bagram, por lo tanto todo ello se debía transportar en avión. El Personal de suministros debió recurrir a las llamadas operaciones de "ala mojada" (el combustible va directamente desde los tanques de aeronaves a depósitos de combustible en tierra) de la Fuerza Aérea de los EEUU donde aviones C-17 fueron usados para llenar de combustible los depósitos en la base aérea de Bagram. El personal de la FTC MONTAÑA debía controlar todos los movimientos de las fuerzas, coordinar los ensayos necesarios, y observar las condiciones climáticas fluctuantes. El General Hagenbeck inicialmente fijó el día D para el 28 de febrero, pero se vio obligado a posponer el inicio por dos días debido a las inclemencias del tiempo.

Las Fuerzas de Operaciones Especiales, mientras tanto, debían llevar a cabo varias tareas de importancia vital antes del inicio de la operación. Es por ellos que el día D-11, algunos equipos de reconocimiento de Operaciones Especiales se infiltraron en el valle, donde comenzaron clandestinamente a explorar las posiciones enemigas. El 27 de febrero los australianos de la FT 64 se trasladaron a la zona de Gardiz desde Bagram y empezaron a

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infiltrarse en posiciones de reconocimiento al sur del valle. Otros soldados de las fuerzas especiales se encontraban trabajando con el comandante Zia en la formación de sus aliados afganos en tácticas básicas y empleo de armas. Sus esfuerzos para formar a la AMF se vieron obstaculizados por los cambios constantes del número de reclutas, la necesidad de identificar y capacitar a los líderes de escuadra y pelotón, y problemas en la obtención de suministros oportunos de los equipos necesarios, especialmente de armas para sus tropas.

La Operación

El día D-1, 1 de marzo, los elementos de la FT Yunque habían salido de Orgun-e y Khowst y establecieron las posiciones de bloqueo exterior de la AMF sin incidentes. Sin embargo, el aumento de la actividad enemiga en el valle parecía indicar que las fuerzas enemigas eran conscientes de que algo se estaba tramando.

El día D, 2 de marzo, la FT Martillo partió de Gardiz a la medianoche, hora local y golpeó el primer puesto de control a lo largo del eje ACERO en la fecha prevista. Sin embargo, cuando los camiones se trasladaban por la carretera principal y en un camino fangoso, que era la ruta principal de entrada al valle, las cosas empezaron a ir mal. Uno de los camiones grandes Jinga volcó y detuvo el convoy. Después de trasladar la carga de las tropas y equipos, el convoy comenzó a moverse de nuevo, sólo para que otros vehículos se atascaran, se rompan, o vuelquen. Varias horas se consumieron para sacar a los vehículos o movimiento de cargas de camiones averiados o atascados en camiones que estaban en condiciones, con la consabida sobrecarga de los mismos. Algunos camiones fueron abandonados y otros sólo fueron desempantanados por los soldados que arrojaron cientos de raciones de combate (MRE) bajo las ruedas de tracción. Muchos de los soldados afganos, finalmente, lograron llegar a la Línea de Fase ESMERALDA a pie.

Cuando las tropas llegaron a la LF ESMERALDA, a lo largo de las rutas del norte y del sur, fueron repentinamente recibidos por el fuego enemigo. En la ruta de acceso norte, lo que al principio parecía ser fuego de morteros, golpeó el vehículo líder de las FFEE, matando a un estadounidense e hiriendo a tres. Una investigación posterior descubrió que el vehículo fue atacado accidentalmente por fuego amigo proveniente de un AC-130. Dos de los hombres de Zia, también murieron en ese incidente, y de doce a quince fueron heridos. Con la fuerza de todo el norte sólo se podían agrupar unos cuarenta hombres en condiciones de operar, casi la mitad de ese elemento estaba fuera de acción y el resto bajo fuego enemigo permanentemente. Los estadounidenses y afganos heridos fueron evacuados en helicóptero, que tardó casi dos horas en llevar a cabo la tarea, fue al menos una hora antes de que fuerzas afganas

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adicionales pudieran ser retiradas del sector sur para reforzar la fuerza del norte. Este movimiento fue complicado ya que el elemento del sur, justo antes de llegar a la LF ESMERALDA, también fue atacada por morteros y artillería enemiga durante todo este tiempo.

El fuego preciso y mortal y la posterior detención para la reevaluación de la situación, se tornaron fatales para el momento del ataque. Se hizo evidente que el enemigo había establecido puestos de observación en la altura conocida como la ballena, lo que les permitió detectar todos los movimientos de las fuerzas aliadas. Además, los ataques aéreos previstos de la USAF que iban a ayudar a Zia estaban mal coordinados y, en general ineficaces. Esperando una lluvia de bombas, los hombres de Zia, vieron como sólo un puñado de proyectiles caía con éxito sobre las posiciones enemigas en la ballena, sin causar disminución en el volumen de fuego de mortero y de artillería enemiga. Los hombres del Comandante Zia en un comienzo lograron mantener sus posiciones, pero después de muchas horas de bombardeo enemigo y no poder responderlo, sumado al ineficaz e inexistente apoyo aéreo cercano, su moral comenzó a decaer. Debido en parte a los acontecimientos en otros lugares en el campo de batalla, el apoyo aéreo había fallado en llegar durante el día. La FT Martillo sólo había recibido una misión adicional de CAS y apoyo de fuego de los Apache durante ese día a pesar de su designación como esfuerzo principal de maniobra.

Mientras que el drama se desarrollaba en el oeste del valle, la FT RAKASSAN comenzó su asalto aéreo con el primer escalón previsto, de siete helicópteros cada uno, en las posiciones de bloqueo asignadas. Después del asalto antes del bombardeo de los objetivos a lo largo de la cordillera oriental del valle, los helicópteros Apache AH-64 arrasaron el mismo y objetivos enemigos empeñados mientras los helicópteros CH-47 Chinook depositaban soldados de infantería en sus zonas de aterrizaje designadas. Desde el principio las unidades empezaron a recibir fuerte fuego enemigo. Sin embargo, los soldados de infantería de la FT RAKASSAN de inmediato se trasladaron a ocupar sus posiciones y contestar el fuego sobre los combatientes de Al-Qaeda en el valle y en las alturas por encima de ellos. Al mediodía, las fuerzas estadounidenses habían ocupado seis de las siete posiciones de bloqueo asignadas. Sin embargo, un cambio repentino en el clima, una niebla espesa empezó a bloquear una serie de pasos entre el aeródromo de Bagram y el valle, impidió la llegada del segundo escalón de tropas durante varias horas. Así, las posiciones estuvieron a la mitad de su fuerza combatiente durante cierto tiempo y bajo los ataques de mortero en forma casi constante.

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Fuerzas de la 101ra División Aerotransportada como parte de la Operación Anaconda.

(Photo by Jim Hollander, © Reuters News Media / Corbis)

Los morteros enemigos eran particularmente eficaces contra las tropas del 1er Batallón 87 de Infantería, cuando sus soldados estaban tratando de ocupar las PB GINGER y HATHER. Los soldados de la Compañía Charlie comenzaron a recibir fuego de armas pequeñas tan pronto como los helicópteros los habían depositado en sus zonas de aterrizaje (LZS). Cuando el 1er y 2do pelotón intentaron salir de las LZS hacia sus posiciones de bloqueo designadas en HEATHER y GINGER, respectivamente, el enemigo abrió fuego con RPG y ametralladoras. Ambas secciones se vieron obligadas a cubrirse, pero el 1er pelotón avanzó y se estableció en la PB HEATHER. De repente, el enemigo lanzó una sucesión de rondas de mortero sobre su posición, hiriendo al Jefe de la 1ra Sección, su sargento de pelotón, y otros ocho hombres. Casi la mitad de las tropas en la PB HEATHER fueron víctimas del fuego enemigo. La Sección morteros pesados del batallón, morteros de 120 mm, que acompañaban al 2do Pelotón se establecieron y comenzaron a devolver el fuego, pero muy pronto se quedaron sin munición. El 2do Pelotón también estaba siendo duramente castigado, y el Jefe de la Compañía Charlie, el capitán Kraft, sacó a sus hombres y los ubicó en un cráter cercano, a fin de organizar un punto fuerte. Este único punto fuerte intentó controlar las vías de aproximación por el valle que se suponía que eran bloqueados por las PB HEATHER y GINGER.

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Soldados de la 10ma División de Montaña realizan una operación de búsqueda de los miembros de Al-Qaeda y los

cerca de las aldeas de Shir Khan Kheyl, Babulkhel, y Marzak. (Foto por Joe Raedle, © Reuters News Media / Corbis)

Durante las próximas dieciocho horas, los soldados de la Compañía Charlie defendieron sus posiciones, evitando ser flanqueados y rebasados por los combatientes de Al-Qaeda. Conservando municiones, los soldados de la 10ma lograron derrotar todos los asaltos, pero hubo bajas adicionales. El Teniente Coronel Paul Lacámera, comandante del 1er Batallón, 87 de Infantería, y su PC de Batallón había acompañado a la Compañía C en el asalto y establecimiento de sus posiciones cerca de la PB HEATHER. Este puesto de mando también fue golpeado y sufrió seis bajas en el transcurso del día. Al final del día, unos veinticinco soldados de la 10ma División de Montaña fueron heridos, cuatro seriamente. El fuego enemigo se debilitó por la noche, y los combatientes de la infantería ligera eran capaces de utilizar sus gafas de visión nocturna para dominar el campo de batalla.

Gran parte del fuego enemigo contra el intento de establecer la PB GINGER y HEATHER provenía de la cercana aldea de Marzak, justo al noroeste de las posiciones. Después de repetidos sobrevuelos de la ciudad por vehículos aéreos no tripulados, se reveló la presencia de combatientes enemigos, asimismo no se detectó la presencia de civiles, el General Hagenbeck declaró a la localidad hostil y dirigió ataques aéreos sobre la misma. Una serie de bombardeos borraron prácticamente del mapa a la aldea.

Pronto fue evidente que el esfuerzo principal original al mando del comandante Zia no iba a hacer progresos contra un enemigo tenaz. Cuando la oscuridad se acercaba, el comandante de las FFEE que se encontraba con las fuerzas de Zia luego de consultar con éste y el comandante de la Fuerza de Tareas DAGA, Coronel

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Mulholland, coincidieron en que era momento de retroceder, a fin de reagruparse y volver a luchar otro día. Cuando la oscuridad empezó a caer, los hombres cansados de Zia fueron transportados en camiones de regreso a su base en Gardez.

El segundo escalón de asalto transportado en helicóptero, había logrado levantar vuelo, finalmente, y trajo tropas adicionales para reforzar las posiciones de batalla a la mañana siguiente; la situación en el valle comenzó a estabilizarse. Cinco helicópteros AH-64 Apache habían estado envueltos en la lucha, atacando a las concentraciones de tropas enemigas, puestos de observación y posiciones de tiro. Sin embargo, recibieron un considerable volumen de fuego antiaéreo; hacia el final del día, sólo un Apache estaba en condiciones de seguir operando.

Como comandante de la Fuerza de Tareas RAKASSAN, el Coronel Frank Wiercinski, más tarde declaró: "El arma que cambió la faz de la batalla para nosotros fue la de los Apache." Sin embargo, con el apoyo aéreo cercano aún poco coordinado y lento, y sin disponer del apoyo de la artillería, las acciones de los apaches fueron el único punto brillante de apoyo de fuego durante un largo día. Tras horas de bombardeo y más de veinte heridos, el 1er Batallón, 87 de Infantería, cuyos soldados estaban atrapados cerca de la PB GINGER fueron retirados al caer la noche, dejando un hueco abierto en uno de los puntos de salida del valle.

Reconocimiento en fuerza y los ataques aéreos habían tratado de cubrir esta laguna, especialmente los bien situados equipos de reconocimiento especial de la FT 64, pero no era lo mismo que mantener una posición de bloqueo en el valle como la PB GINGER. Esta región se convirtió en el foco de los ataques aéreos y durante varios días se bombardeó la zona en un intento de negar la salida del enemigo o de la entrada de refuerzos en el valle.

Al día siguiente, el Grl Hagenbeck emitió nuevas instrucciones para guiar las operaciones y continuar el ataque. En consecuencia, las unidades de la FT RAKASSAN se prepararon a modificar el plan. El nuevo esquema de maniobra incluía al 2do Batallón RAKASSAN'S, 187 de Infantería Aerotransportada, que debía realizar un ataque hacia las alturas de la cordillera al este del valle y comenzar de forma sistemática a eliminar las posiciones enemigas sobre la cresta. La reserva, 1er Batallón, 187 de Infantería Aerotransportada, realizaría un asalto aéreo en la zona de aterrizaje al norte con la misión de pasar de la posición de combate a la posición de batalla, de norte a sur, conectando con cada posición y asegurando las principales alturas de la cordillera.

Esta operación se inició en la madrugada del 4 de marzo, pero la marcha de los soldados era lenta. El terreno era muy rocoso y quebrado, y la altitud agotaba con rapidez a cualquier persona no

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aclimatada a la zona. Sin embargo, a finales del día los elementos de la FT RAKASSAN ya habían empujado hacia abajo sobre la PB DIANE y ligado con los elementos de propias fuerzas que todavía se encontraban en el lugar desde el asalto aéreo del 2 de marzo. Casi simultáneamente, las Fuerzas Especiales del Ejército ayudaron al Comandante de Zia a lanzar un pequeño elemento de reconocimiento de la AMF en la parte norte de la pequeña ballena para ver los movimientos del enemigo en el valle permitiendo los ataques aéreos con renovado éxito sobre el Objetivo Remington. Además, dieciséis Apaches del 3er Batallón, 101 de Aviación, cinco AH-1W Cobras de la 13ra Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina, y un número no determinado de aviones A-10 de la Fuerza Aérea que volaban desde sus bases en Pakistán se sumaron a la pelea.

La mayor parte de la atención en el campo de batalla entre el 3 y el 4 de marzo, sin embargo, se centró en un combate en Takur Ghar, una montaña en el sureste del valle. Allí, en la noche del 3 de marzo, el Comando de Operaciones Especiales había intentado introducir un equipo especial de reconocimiento casi en la cima de lo que resultó ser una posición en poder del enemigo. Un SEAL de la Marina había caído del helicóptero cuando fue alcanzado por fuego enemigo. El helicóptero se alejó unos ocho kilómetros antes de tener que aterrizar, donde el equipo SEAL fue dejado atrás para evitar una muerte segura o la captura. Una pequeña fuerza de reacción rápida de los SEAL fue insertado e intento localizar al soldado perdido, pero el enemigo estaba alerta y los obligó a retirarse de la colina. Luego, justo antes del amanecer del día cuatro, una mayor fuerza de reacción rápida de unos veinticinco Rangers fue insertada en el área a bordo de dos helicópteros. Uno de los helicópteros aterrizó directamente en la parte superior de la montaña y quedó bajo fuego antiaéreo averiando el aparato de consideración y destruyéndolo, matando a tres Rangers y un tripulante de la nave casi de inmediato. El otro helicóptero logró aterrizar a varios cientos de metros en otra ZA con su carga de Rangers. Estos Rangers fueron forzados a moverse lentamente por las laderas empinadas de Takur Ghar, como sus compañeros se encontraban en lucha contra el enemigo que defendía la parte superior de la altura. Después de varias horas los dos elementos coordinaron sus ataques y lograron matar a los combatientes de Al-Qaeda, sólo para ser contraatacados por los refuerzos del enemigo que avanzaban hacia la posición.

Durante una feroz lucha que duró todo el día, los Rangers fueron capaces de mantener sus posiciones, pero sufrían fuego de morteros e intenso fuego de armas pequeñas que produjo varias bajas más. Los Rangers lograron juntar los cadáveres de los SEALs caídos y defendieron la posición hasta la noche, esperando la extracción por helicóptero. Sin embargo, el frío durante el día había minado la fuerza de los heridos, y uno de los mismos, un médico de la Fuerza Aérea, murió. Todos los Rangers y soldados de Operaciones Especiales finalmente fueron rescatados después de

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caer la noche el 4 de marzo, pero a un costo final de 7 muertos, 4 del Ejército, 2 de la Fuerza Aérea y 1 de la Armada. La lucha en Takur Ghar, fue el combate más mortal durante la Operación Anaconda.

En los próximos días los elementos de la FT RAKASSAN siguió avanzando lentamente por la cordillera de la PB DIANE rumbo al objetivo GINGER, una zona situada al este de la posición de bloqueo del mismo nombre, eliminando todas las cuevas y las posiciones del potencial enemigo en el camino. Los combatientes de Al Qaeda, se encontraban en posiciones bien establecidas y hacían un uso adecuado de los morteros y armas portátiles, cubriendo las diferentes avenidas de aproximación, pero no tenían capacidad de lanzar un ataque coordinado. Ellos trataron de reforzar sus fuerzas en el valle, pero sin éxito. Los hombres de la FT RAKASSAN lucharon por la cordillera oriental, mataron a numerosos combatientes de Al-Qaeda, se limpiaron más de 129 cuevas y 40 edificios, y se destruyeron 22 emplazamientos de armas pesadas.

Debido a la fuerza del enemigo en el valle, se hizo evidente que se necesitarían fuerzas más poderosas que las mermadas de Zia, por ahora solamente eran alrededor de 200 hombres, serían necesarias para tomar el objetivo Remington. El ministro de Defensa afgano, Fahim Khan, fue contactado, y eligió uno de sus mejores generales, Gul Haidar, para llevar una mezcla de infantería afgana, infantería motorizada y tanques -alrededor de 700 soldados en total- desde Kabul para unirse a la lucha. Gul Haidar era un Grl probado en la batalla y veterano de la guerra con los soviéticos, sus fuerzas constituían el equivalente más cercano de una fuerza militar convencional a disposición de los afganos en el lugar.

El 10 de marzo todos los elementos de Gul Haidar se encontraban en la Línea de Partida para el Ataque cerca de la entrada norte del valle, después de un reconocimiento rápido de la zona, algunos de los hombres de Haidar se apoderaron de la mitad norte de la cordillera de la ballena. Con su flanco por lo tanto garantizado, Haidar trasladó las tropas de su cuerpo principal al extremo norte del valle el día 11.

Al día siguiente, 12 de marzo, tanques y transportes blindados de personal atacaron directamente a través del valle y se movieron rápidamente para eliminar las aldeas de Shir Khan Kheyl y Babulkhel. Mientras Haidar atacaba desde el norte, el Comandante Zia envió a su reconstituida fuerza afgana en el valle desde el sur y empezó a limpiar el pueblo de Marzak. Los tres pueblos se conquistaron rápidamente, como el enemigo ya había huido, y sólo dos prisioneros heridos fueron capturados.

Mientras tanto, la FT CUMBRE, conformada alrededor del 1er Batallón, 87 de Infantería, 10ma División de Montaña, sustituyó a los elementos de la 101ra División como esfuerzo principal y

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continuar hacia el sur sobre el objetivo GINGER. Bajo el mando del Coronel Lacámera, la FT CUMBRE alcanzó su objetivo el día 13 y fue retirada luego de haber tomado contacto ligero con el enemigo. Al día siguiente la FT COMANDO, compuesta por elementos de la 2da Brigada, 10ma División de Montaña, 4to Batallón, 31 de Infantería, y el 3er Batallón, Canadiense Princesa Patricia de Infantería Ligera, bajo el mando del Cnl Wilkerson, realizó un asalto aéreo sobre la ballena para llevar a cabo una serie de misiones de explotación sobre el terreno, para localizar a cualquier enemigo que quedara o los depósitos de abastecimiento que aún no habían sido limpiados. Esta fase de Anaconda recibió el nombre en código de Operación ARPÓN. Después de completar las distintas misiones de limpiar la ballena, la FT COMANDO, continuó las operaciones de explotación sobre el objetivo GINGER y en las zonas de pasos de GINGER. Desde el 13 al 19 de marzo, la FT COMANDO mató algunos combatientes de Al-Qaeda que operaban en la zona como fuerzas de retaguardia, hallaron y destruyeron grandes alijos de armas y municiones, y se apoderaron de una gran cantidad de valiosa información de inteligencia de los escondites establecidos en las cuevas. Mientras tanto, la FTC MONTAÑA dirigió una serie de plataformas de inteligencia contra las casas enemigas tomadas como supuestos refugios en el cercano Valle de Naka, a unos veinte kilómetros al sureste del Valle de Shah-I-Kot. Equipos de Operaciones Especiales posteriormente exploraron el valle sin encontrar más combatientes. El Grl Franks declaró el éxito total de la operación y el Comando Central dio por finalizada la Operación Anaconda, oficialmente, el 19 de marzo.

Por primera vez en la guerra, las fuerzas de Al-Qaeda se plantaron y lucharon. Habían ocupado posiciones muy bien camufladas, y con atrincheramientos excelentes en las alturas, con abastecimientos suficientes para mantener una larga lucha. Tenían excelentes puestos de observación con interés en la alerta temprana y la observación sobre distintas avenidas de aproximación y que permitían coordinar los fuegos de morteros y armas automáticas. El ataque inicial de fuerzas mixtas afganas y elementos de las FFEE, fracasó en parte debido al ineficaz apoyo aéreo, la falta de artillería, y, lo más condenable, un enemigo más numerosos y agresivo de lo previsto. Aunque el esfuerzo de inteligencia fue muy importante, donde se incluyó material de extraordinaria sofisticación que monitoreaba un estrecho terreno, las fuerzas estadounidenses fueron incapaces de obtener una imagen precisa del tamaño del enemigo, la fuerza y las intenciones de éste.

Sin embargo, la operación fue un éxito y muchos combatientes de Al-Qaeda murieron. Aunque las estimaciones de los enemigos muertos varían de un mínimo de 100 a un máximo de hasta 1.000, un número desconocido de combatientes, probablemente pudieron huir a las colinas de los alrededores y luego en los refugios en las regiones tribales de Pakistán. Sin embargo, el enemigo había

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sido localizado, forzado a una batalla perdida, y aniquilados u obligados a huir sin su equipo pesado o las existencias de suministros. En una guerra de guerrillas, que cuenta mucho, Al-Qaeda perdió a muchos de sus más experimentados y más agresivos combatientes en esta operación.

Subsecuentemente las tropas de EEUU, incluyeron fuerzas adicionales de unidades de Fuerzas Especiales, de la 82da División Aerotransportada y el XVIIIvo Cuerpo Aerotransportado, no se han enfrentado a concentraciones enemigas de esta magnitud y agresividad hasta la fecha. Sin embargo, continúan las operaciones militares en esa atribulada tierra, acompañando a los intentos de garantizar la estabilidad política y promover la reconstrucción económica.

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