Ontologia medieval
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Filosofía
11.2
Ontología medieval
La ontología medieval consideraba al ser como Dios, que era el ser supremo de toda la creación y a quien el hombre debe fidelidad y obediencia.
La ontología en la edad media así como en las demás disciplinas filosóficas se va a caracterizar por el pensamiento teocéntrico mientras en la metafísica antigua observamos el predominio de una búsqueda de repuestas en torno al mundo de la realidad y también al mundo inteligible.
En este nuevo pensamiento los filósofos
que se destacan son los siguientes:
Santo Tomas de Aquino
Boecio
San Agustin
San Anselmo
SANTO TOMAS DE AQUINO: Uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Aunque se ha escrito mucho sobre su vida solo se consideran fidedignos los relatos bíblicos.
Para Santo Tomás La idea del ser es el concepto más universal y primero que conocemos al igual que Aristóteles nos habla de Materia y Forma como dos compuestos inseparables llamados Sustancia.
"La Sustancia es la esencia de la existencia" Santo Tomás.
Santo Tomás sacó unas características:1- El ser es creación de Dios por lo tanto al nacer o morir, la esencia no desaparece, sino que se mantiene en la mente de Dios.2- Lo que cambia es la existencia o inexistencia de la sustancia.3- Todos los seres reciben y gastan su existencia y su esencia se mantiene en Dios. Ejemplo: Un ser muere y su materia y forma quedan ahí y su esencia queda en Dios.
4- Dios es la existencia plena y la esencia universal.5- Sólo en Dios coinciden esencia y existencia.
Para Santo Tomás el ser es una criatura de Dios que difieren
por su potencialidad y materialidad, que infieren en su materia
y forma.
BOECIO: Político, filosofo y poeta latino hijo de un cónsul
romano, completo de su formación en Atenas empezó
estudios de retórica y filosofía, último filosofo del periodo
romano representante del neoplatonismo. Tradujo y
comentó las obras de Aristóteles, también tradujo a Euclides
y los "Fundamentos de la aritmética“ de Nicómaco.
La autoridad de Boecio durante la alta Edad Media fue
inmensa, y sólo puede compararse a la que ejercieron
Aristóteles y San Agustín, pues es casi el único transmisor de
la filosofía peripatética hasta fines del siglo XII, de la que sólo
se conocía la lógica, la metodología y un resumen de la
ontología. Él fue quien suscitó la cuestión de los universales,
que llena todo aquel período, y quien enseñó a los filósofos medievales los
géneros filosóficos de la interpretación y el comentario que llegaron a ser
característicos.
En su libro de consolatione philosophia ofreció a la conciencia cristiana un sistema
racional de teodicea que no contradecía al dogma; por eso llegó a ser uno de los
libros más leídos, comentados e imitados de toda la historia de la
filosofía, mereciendo su autor el dictado de “nostersumus philosophus”. Hoy
podemos ver en Boecio al primer escolástico, pero también al último romano
SAN AGUSTIN: Es la figura mas importante del periodo patrístico. Cristiano converso, fue consagrado obispo de Hipona y elaboró una obra inteligente. Su proyección es enorme a lo largo de la edad media , y hasta el siglo XIII, el siglo de la gran escolástica, su autoridad es apenas impugnada.
Para San Agustín el ser fue creado de la nada por Dios.
1. Dios es la fuente del ser y la bondad, por lo tanto, todas las realidades son participación de la inteligencia divina.
2. El mundo es una realidad distinta de la divina aunque su esencia es la misma.
3. Todos lo seres existentes en la idea de Dios pasan a ser realidad en el mundo sensible.
La convicción de que el hombre es imagen de Dios le lleva
a advertir en al alma como un reflejo de la Trinidad de una
triplicidad de facultades: memoria, inteligencia y voluntad
(amor).
El conocimiento es fruto del amor y la verdad no es
aceptable mas que a través de la caridad, expresión
suprema del amor cristiano. La fé condiciona el
entendimiento, y el punto de partida es el alma, lo que mas
divino tiene el hombre.
San Anselmo: Desarrolla su teología dialéctica en sus
obras Monologión y Proslogión.En la segunda expone su
famoso argumento ontológico, que demuestra la existencia de
Dios mediante una prueba racional que debería ser admitida
incluso por el no creyente, es decir, el ignorante que dice en su
corazón que Dios no existe. Según este argumento, Dios, definido -
no puede ser menos- como «el ser mayor que lo cual nada puede
ser pensado», existe necesariamente, puesto que de lo contrario se
podría concebir otro ser idéntico a él con la existencia añadida.
El argumento tendrá, a lo largo de la historia, detractores, como
Tomás de Aquino y Kant, y partidarios, como san
Buenaventura, Duns Scoto -que reformulará la definición de Dios en
términos de «ser infinito»-, Descartes, Leibniz y Hegel. Los primeros
rechazarán que se pueda deducir la existencia real de un ser a
partir de su definición; los segundos afirmarán que ello es posible y
necesario en la causa o esencia primera.