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  • Ao 25 - N 42 ISSN 1515 - 372x Diciembre de 2010Ao 42 ISSN 1515 - 372x Diciembre de

    Y CENTRO DE ESTUDIOS HISTRICOS DE LAFACULTAD DE ODONTOLOGA DE BUENOS AIRES

    El homenaje al Bicentenario de la Revolucin

    de Mayo.El Dr. Siutti

    pronuncia su discurso, en

    evocacin de la Histrica gesta.

    La Decana de la Facultad, ProfesoraDra. Mara B. Guglielmottien su homenaje a la Revolucin de Mayo y a los prceres que nos dieron la Independencia. Pone su rma en el libro de visitas del Museo Casa de la Independencia Nacional, en San Miguel de Tucumn.

    Bicentenariode la

    Revolucin de Mayo

    Bicentenariode la

    Revolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de Mayo

    BicentenarioBicentenarioBicentenarioBicentenarioBicentenario

    Revolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de MayoRevolucin de Mayo

  • La Profesora Titularde Odontologa Legal

    Dra. Mara Teresa Carriego, entrega al Dr. Siutti

    la plaqueta de adhesion de esa Ctedra al

    30 aniversario del Museo.

    El Dr. Siutti recibe, de manos del Dr. Oscar Bonal, Presidente de la Academia Nacional de Odontologa, la plaqueta que esta Institucin donara con motivo del 30 aniversario del Museo.

    Inauguracin del Museo. El Director, Dr. Siutti,

    pronuncia su discurso. A su lado, el entonces Rector. de la UBA, Dr. Lucas Lennon.

    y el creador del Museo, Profesor Dr. Lionel R. de la Serna, a la sazn, Decano de la Facultad.

    Hace 30 aOS

  • REVISTADELMUSEOY CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS

    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 1

    UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE ODONTOLOGA

    DecANA

    Prof. Dra. Mara Beatriz GuglielmottiViceDecANo

    Prof. Dr. Hctor Jos lvarez CantoniSecretAriA AcADmicA

    Prof. Dra. Silvia Cristina AguasSecretAriA ASiSteNciAl

    Prof. Dra. Lidia Isabel Adler SecretArA De AlumNoS,

    DoceNteS AuxiliAreS y exteNSiN

    Od. Pablo Alejandro RodrguezSecretArA De cieNciA y tcNicA y trANSfereNciA tecNolgicA

    Prof. Dr. Juan Carlos ElverdnSecretArA De HAcieNDA y ADmiNiStrAciN

    Dr. Alfredo ngel PauliniSecretArA De PoSgrADo

    Prof. Dra. Liliana Gloria SierraSecretArA De relAcioNeS

    iNStitucioNAleS e iNterNAcioNAleS

    Prof. Dr. Eduardo Alberto ReySubSecretArA De HAcieNDA y ADmiNiStrAciN

    Lic. en Economa Walter Bitar SubSecretArA De AlumNoS,

    DoceNteS AuxiliAreS y exteNSiN

    Od. Sebastin Ignacio Costa Od. Mara Julia Ramrez

    (ad honorem )

    Od. Daniel Ivn Panaino(ad honorem )

    MUSEODirector (ad honorem )

    Prof. Dr. Orestes Walter SiuttiSubDirector

    Dr. Alberto Jos OlivancolAborADoreS

    Dra. Diana Daich(idiomas)

    Dr. Alfredo J. A. Siutti(abogado)

    COMISINDEMUSEOPreSiDeNte HoNorArio

    Prof. Dr. Lionel Ral de la SernamiembroS

    Dres. Alfredo Brezina, Elida Brion, Carlos Calloni, Carlos R.Guardo,

    Ricardo F. Luberti, Horacio Martnez, Marta Negroni, Ricardo Ponticelli

    REVISTADELMUSEOY CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS

    Diciembre de 2010 - Ao 25 - N 42Director

    Dr. Orestes Walter SiuttiSecretArio De reDAcciN

    Dr. Ricardo F. Lubertimarcelo t. de Alvear 2142

    c1122Af - buenos Aires - Argentina(+54) 11-4964-1271 / fax: (+54) 11-4508-3958

    www.odon.uba.ar [email protected]

    [email protected]

    ProDucciN grficA (diseo e impresin)www. iglesiascomunicacin.com

    Sumario

    Correspondencia recibida ............................................................2

    acusaron recibo de nuestra publicacin publicaciones recibidas ................................................................4

    el bicentenario de la revolucin de mayo Orestes Walter siutti ..........................................................................5

    el Teatro Coln O. W. s. ...................................................................................................8

    historia de la patologa bucal argentina rita ana CapalbO ...................................................................................9

    La 84 - Una promocin que se las traelula MOlina .........................................................................................14

    La escuela de odontologa, antes y despusel misterio de las estatuas

    Orestes Walter siutti ........................................................................16

    Profesor Dr. Manuel Rey MillaresCentenario de su natalicio.........................................................20

    La mujer en la odontologa mexicana Martha Diaz De Kuri ...........................................................................21

    Profesor Dr. Oscar A. MaistoCentenario de su natalicio..........................................................25

    Thomas Alva Edisonsu contribucin a la calidad de vida y a la radiologa ....26

    el dolor, siempre el dolor Diana Clara DaiCh ...............................................................................35

    Dr. Enrique Febbraroen su homenaje ................................................................................37

    Un odontologo y su recuerdo de gardel Orestes Walter siutti .......................................................................39

    Celebracin del da de la odontologa ..............................40

    el museo houssay, de Ciencia y Tecnologa FeDeriCO prgOla .................................................................................41

    informacin ........................................................................................ 43

    obituario .............................................................................................46

    bibliogrficas ....................................................................................48

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    2 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    CORRESPONDENCIA RECIBIDAEl Director acusa recibo y agradece

    De la Presidente de FEPAI, Dra. Celina Lrtora Mendoza.Acuso recibo de la ltima revista del Museo que, como siempre, aporta material sumamente interesante e instructivo. Aprove-cho la oportunidad para hacerle llegar la primera circular del Tercer Congreso Milenio y Memoria, Archivos y Bibliotecas para la Historia de la Ciencia que est en organizacin. Le invi-to cordialmente a participar, lo mismo que al Museo.

    De la Acadmica Dra. Marguerite Zimmer de Strasbourg, Francia.A todo el equipo de la Revista del Museo, gracias por este l-timo nmero 41, Excepcional. Bravo Con toda mi amistad!

    De la Dra. Ana Mara Hernndez, La Plata, Buenos Aires.Una vez ms y como siempre he recibido con gran placer la Revista del Museo, como tambin la de la Academia. He dis-frutado leyndolas y agradezco la gentileza de su envo- Apro-vecho para desearle un muy buen ao, con paz y salud, ex-tensivo a las autoridades de esa Casa de estudios.

    De la Directora del Museo de la Colonizacin Juda, Moiss Ville, Santa Fe, Seora Eva Guelbert de RosenthalQueremos agradecerle el envo de la Revista N 41, y felici-tarlo a Ud. y a su equipo por el excelente material que con-tiene en cada uno de sus nmeros, as como hacerle llegar nuestro reconocimiento por haber sido designado Miem-bro Honorario de la Academia Americana de Historia de la Odontologa. Apreciamos el esfuerzo que el equipo realiza para lograr una edicin de estas caractersticas y aprovecha-mos la oportunidad para saludarlo muy cordialmente.

    De la Asoc. Odontolgica de Lomas de Zamora. Firman: Dr. Oscar Staffieri, Presidente y Dra. Liliana Carabetta, Secretaria.Con profunda admiracin y respeto hemos ledo el clido elogio referido a la Historia de nuestra Institucin. Fu una ilusin a la que pudimos darle forma de revista, en la seguri-dad de tener presentes y dejar para las futuras generaciones el accionar de todos aquellos que supieron dejarnos lo que hoy disfrutamos. Gestos as reconfortan el espritu y tenemos la tranquilidad de seguir trabajando en este anhelado proyecto. Finalmente, dejamos a Ud. y colaboradores un apretado abra-zo. una distinguida felicitacin por la tarea desarrollada y el mayor deseo de un prspero Ao Nuevo.

    Del Director del Museo de Ciencia y Tcnica, Facultad de Ingeniera de la UBA, Ingeniero Juan Jos Sallaber.Me es grato acusar recibo de la siempre interesante e instruc-

    tiva Revista del Museo y Centro de Estudios Histricos que Ud. dirige. Luego de la lectura se la doy a mi hijo, el Odont. Gastn Sallaber.

    Entre otros artculos me llam la atencin el titulado Fallo ejemplar, cuya lectura me hizo recordar aunque en otro orden y circunstancias cuando en 1973 nuestra Facul-tad no me otorg licencia como Ayudante de Primera (int.) en la Ctedra de Hidrulica General como corresponda ni siquiera sin goce de haberes. As deca la nota de eleva-cin de mi pedido de licencia, quedando cesante en el cargo.

    El pedido de licencia era por haber el suscripto ganado una beca del gobierno de Holanda para realizar un Cur-so Internacional en Ingeniera Hidrulica en la ciudad de Delft. Cabe destacar que la Secretara de Recursos Hdri-cos de la Nacin, donde me desempeaba como Ingeniero, haba aprobado mi participacin en el curso otorgndo-me licencia con goce de haberes. Incluso en la Facultad de Ingeniera de la Universidad Nacional de La Plata, donde tambin era Ayudante Diplomado (int) me otorgaron li-cencia, aunque sin goce de haberes.

    Afortunadamente las autoridades de la Facultad de Inge-niera y de la Universidad de Buenos Aires fueron desplazadas antes que yo regresara a nuestro pas (1974) y as fui reincor-porado de inmediato a mi antiguo cargo. Al cabo del Curso Internacional obtuve mi diploma de Ingeniero Hidrulico.

    A la vez me encant y me emocion su recuerdo agradable y carioso para sus colaboradores de Ctedra de aquel enton-ces que presentaron todos sus renuncias solidarias, -jams he olvidado ese gesto- Como tambin su cariosa evocacin para la memoria del abogado autor del alegato de defensa, como asimismo para sus compaeros cesantes ya fallecidos.

    Dr. Siutti, que tenga Ud. un feliz 2010 y gracias por haber ve-nido a saludarme personalmente, momentos antes de la inau-guracin sobre Astronoma que hicimos en nuestro Museo.

    Del Profesor Dr. Norberto Julio SacotHe tenido a la recepcin de la Revista del Museo dos sensa-ciones: una de inmensa alegra por atesorar un ejemplar ms de una joya, y la otra de profunda pena por no poder encon-trar un elogio que el minucioso esfuerzo, el buen gusto y la invalorable informacin pueda estar a la altura de los mere-cimientos; por lo tanto ruego a usted disimule mi ignorancia y acepte de quin lo estima un humilde pero sincero abrazo.

    De la Directora del Museo Histrico Hospital Nacional de Clnicas, Crdoba, Prof. Dra. Norma Acerbi CremadesSuma satisfaccin me causa felicitarlo por la meritoria y

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 3

    honrosa distincin que recibiera de la American Academy of the History of Dentistry, de Chicago, USA.

    Su vida y obra consagrada a la profesin y a la Historia de la Odontologa de nuestro pas, son sin duda un ejemplo que pocos pueden igualar y un permanente espejo para las futuras generaciones.

    Agradezco con la presente el honor de recibir siempre la prestigiosa Revista que est bajo su digna direccin.

    Del Dr. Jos VaradyRecib el N 41 de la Revista que Ud. dirige con tanto amor y enjundia. Excelente la exposicin del colega Horacio Mar-tnez respecto a la odontologa que practicaban los egip-cios. De este colega recib un fuerte envin literario, en su curso sobre Como escribir artculos en odontologa, all por la dcada de los sesenta.

    Luego, una mencin especial a nuestro siempre joven maestro, Prof. Dr. Orestes W. Siutti, por su exposicin sobre Un fallo ejemplar.

    Me surgieron inolvidables recuerdos, que comenzaron en el ao de mi ingreso a nuestra tan querida Facultad, don-de tuve el honor de conocer a profesionales de la talla de los Dres. Ricardo Garino, Gabino F. Garca, Jorge Belleville (su hija fue compaera de promocin en 1959), Hctor Antone-lli, Carlos A. Massa y, por supuesto, el que firma el artculo.

    Tambin destaco el artculo de la Dra. Noem Bordoni (tambin compaera de promocin), sobre la Prof. Dra. Ma-ra Ins Egozcue. Cuando cursbamos Odontopediatra, en 5to. ao, la profesora nos inculcaba el amor y el buen trato con los nios, y nos ense las diez actitudes bsicas para el tra-tamiento dental en nios.

    Pasado ms de medio siglo, no recuerdo todas las actitudes bsicas que nos eran requeridas en todos los parciales, aparte de los temas ya estipulados.

    Faltaban pocos das para finalizar las clases y tambin para recibir nuestro tan ansiado ttulo y recuerdo que la Dra. Egoz-cue se acerc a nuestra comisin y nos dijo: Tal vez los haya cargoseado bastante con las diez actitudes bsicas; no las ol-viden, siempre pnganlas en prctica. Y agreg con picarda cuando las diez actitudes bsicas no dan resultado hay una undcima: un buen coscorrn har que nuestro pequeo pa-ciente se porte como corresponde.

    No s si la colega Bordoni se acuerda de lo que relato, pero es absolutamente cierto.

    Por ltimo, agradezco al Dr. Siutti que me ha dispensado el honor de ser includo en la Revista del Museo, con mi tra-bajo sobre Ortodoncia en un animal El emprendimiento result muy interesante y sobre todo muy arriesgado. An-tes de comenzarlo, le expliqu a los dueos de la perra, que pondra todos mis conocimientos como ortodoncista, pero que no poda asegurarles que el resultado sera el deseado.

    Ellos amablemente me dieron el apoyo y de no lograrse el resultado no cambiaran para nada su actitud.

    Felizmente el caso se resolvi con xito, cosa que me lle-n de orgullo por el tratamiento efectuado y sobre todo por-que ya me consideraban amigo de la familia.

    Del Director de la Escuela Superior de Museologa de Rosario, Lic. Alfredo TornimbeniComo es habitual, hemos recorrido los numerosos y diver-sos artculos que constituyen vuestra impecable publicacin. Por lo que no dejamos de aplaudir el esfuerzo editorial en pos de conservar la memoria colectiva, que en virtud de la tecno-loga se nos presenta cada vez ms universal y ms prxima.

    Quiero en mi nombre y en el de la comunidad educativa hacerle llegar nuestras felicitaciones por la distincin que le otorgara la Academia Americana de Historia de la Odon-tologa por su trayectoria. Estmulos stos que aunque no determinan la labor que se abraz con fervor, dan nuevo impulso a la misma.Desde nuestro quehacer profesional ad-herimos al editorial de la Revista del Museo y como siempre agradecemos se nos tenga entre sus destinatarios.

    La Jefa Departamento de Historia de la Facultad de Odontologa de la Univ. Nac. de Mxico Dra. Martha Kuri le escribe a nuestro colaborador, Dr. Alberto Jos OlivanMil gracias por haberme enviado las fotografas. Antes eran amigos y ahora ya los conozco. Te mando una imagen de nuestro Museo, el bello edificio donde estamos, y algunas piezas del mismo. En la parte posterior estoy con el actual Director de la Facultad de Odontologa que tanto ha apoya-do a nuestro departamento de historia. Tratar en lo futuro de enviarte ms imgenes. Me encantaron las que recib, no tenemos piezas como esas; la dentadura de marfil y el aparato para triturar los alimentos, seguramente para los desdentados.

    Tengo planeado ir pronto a Buenos Aires, es uno de mis sueos an no cumplidos. Si es as te avisar para conocer-nos y si ustedes lo creen conveniente puedo dar alguna char-la sobre temas de la historia de la odontologa mexicana.

    Del Jefe del Departamental de Salud Bucal del Ministerio de Salud, Dr. Hugo Alesio AmbruneNuestro Departamento agradece la colaboracin que Ud. ha tenido en todas las convocatorias realizadas por el mis-mo para tratar temas inherentes a nuestra profesin. Sir-van estas lneas como muestra de reconocimiento a su ines-timable colaboracin cada vez que le ha sido requerida.

    Este Departamento reiterar la solicitud de su contribu-cin para otros temas a tratar en el futuro. Consideramos un gran honor la colaboracin prestada y que seguramente continuar brindando. Le saluda cordialmente.

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    4 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    ACUSARON RECIBOde nuestra publicacin

    $$academia nacional de Ciencias. * dra. norma acerbi Cremades, Crdoba. * asociacin Civil ar-gentina de odontologa. social, sanitaria, Legal y Forense, Caba. * dra. Celia artusi Castellano, Ca-ba. * ateneo argentino de odontologa, Caba. * asociacin argentina de historia de la Veteri-naria, Caba. * sra. mim bonatti, Caba. * Crculo odont. de avellaneda, buenos aires. * Colegio de odontlogos de salta. * Crculo odont. de Tucumn. * Consejo regional de odontologa de minas gerais, brasil. * prof. dr. Leopoldo J. Corsa-nego, Caba. * prof. dr. Lionel r. de la serna, Ca-ba. * dr. Leopoldo delfino, Caba. * Lic. enrique devincenzi, Quilmes, buenos aires. * dr. ral de-lloca pafumi, madrid, espaa. * escuela superior de museologa, rosario, santa Fe. * dr. Ulrico Lhse, alemania. * Facultad de humanidades de la Univ. nac. del nordeste. * Facultad de odon-tologa Una, biblioteca. * instituto de historia. * dr. marcelo Friedenthal, Caba. * dra. ana mara hernndez. La plata, buenos aires. * prof. dr. Ju-lio hirsch, Caba. * dr. gonzalo Juarros, Caba. * dr. alfredo maqueda, Caba. * prof. dr. Teobaldo mari, Capital. * museo municipal de arte Juan C. Castagnino, mar del plata, buenos aires. * agre-miacin odont. de berisso, buenos aires. * mu-seo y biblioteca Casa del acuerdo de san nico-ls, buenos aires. * museo histrico municipal de ramallo, buenos aires. * servicio odontolgi-co del hospital penna. * dr. Jorge markiewicz, Ca-ba. * sociedad odont. de La plata, buenos aires. * dra. ruth Zernik de Frey, Caba. * museo provin-cial de Ciencias naturales Florentino ameghi-no, santa Fe. * sr. rodolfo etchegaray, Capital. * dr. Jos Varady, Caba. * Comisin de historia y museo de odontologa de la asociacin odont. argentina. * dr. Carlos Zemborain, Caba. * dra. beatriz Fulvia pinotti, Caba. * dra. adriana rea-le, Caba. * dra. mara marta revelli, Caba. * baha blanca, buenos aires. * dr. Julio Thorner, Caba. * Universidad mayor de Chile, Facultad de odontologa, dr. hernn barahona, decano.

    * Universidad nacional de Cuyo, Facultad de odontologa, mendoza. * dra. alcira Zarranz, Ca-ba. * dra. marguerite Zimmer, strasbourg, Francia.

    PUBLICACIONESRECIBIDAS

    Revista de la Facultad de Odontologa de Buenos Aires. Vol. 24, n 56/57, 2009.

    Revista de la Academia Nacional de Odontologa. n 7, nov. 2009.

    Brazilian Oral Research. Vol. 23, n 3, Jul./ set. n 4, oct./ dic. 2009.

    Red Dental. Mensual Panorama Odontolgico. mensual.

    Revista del Crculo Argentino de Odontologa. n 307, dic. 2009.

    Revista de la Asociacin Odontolgica Argentina. Vol. 97, n 4, abr./set. 2009. Vol. 98, n 1, ene./mar. n 2, abr./Jun. 2010.

    Revista de la Mutual Odontolgca Argentina. Vol. 11, n 42, dic. 2009. Vol. 12, n 43, mar. n 44, Jun. 2010.

    Informes. Revista del Consejo Publicitario Argentino. ao 28, n 68, dic. 2009. n 69, Jun. 2010.

    Revista de La Facultad de Odontologa. Universidad de la Repblica. Vol. 11, n 13, nov. 2009. montevideo, Uruguay. Vol. 12, n 14, may. 2010.

    Crculo Odontolgica de Rosario. Programa de cursos 2010-02-23 Revista de la Fundacin Juan J. Carrazo. ao 14, n 30, oct./ nov. 2009. n 31, abr./ may. 2010.

    Leo W. Hillar Puxeddu - Padre Buenaventura Suarez, S. J. Santafesino ilustre. Leo W. HillarPuxeddu - Juan Bautista Bustos. rescatado de la sombra y el olvido histrico.

    Biolgica. edicin especial.Colecciones biolgicas y museos. ao 1, n 7, sept./ oct. 2008.

    Diario del Viajero. ao 24, n 1180, 2010.

    COEC Museo Odontolgico. Desplegable del Colegio Oficial del Colegio de Odontlogos y Estomtologos de Catalua, Espaa. atencin del dr. osvaldo angel ragusa.

    El Crculo en tu vida. Rev. del Crculo Odontolgico de Avellaneda. ao 1, n 2, dic. 2009.n 3, ene./ may. 2010.

    Pginas Dentales. ao 1, n 1, Varios nmeros.

    Magazine Dental. ao 1, n 1, ao 5, n 13, marzo, n 14, Jun. 2010.

    La Caja, rgano de la caja de Seguridad Social para odontlogos de la Provincia de buenos Aires. ao 3, n 8, abril de 2010.

    Revista de la Academia de Odontologa do Estado do Rio de Janeiro. ao 13,n 24, 1er semestre de 2010.

    FOUNT. Revista de la Facultad de Odontologa de la Universidad Nacional de Tucumn, Jun./ nov. 2009.

    Revista del Instituto de Ciencias de la Salud. Universidad de San Pablo, Brasil. Vol. 27, n 1, 2 , 3, 4.

    Maglione, Horacio O., Prlogo para una permanencia. poesas y relatos.

    Revista Estomatologa. Sociedad Odontolgica de Grecia. Vol. 67, n 2, abr./Jun. 2010.

    Revista de la Sociedad Odontolgica de La Plata. ao 23, n 40, may. 2010.

    Conanestesia. rgano de difusin de la asociacin de anestesia, analgesia y reanimacin, n 188, nov. 2010.

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 5

    EL BICENTENARIO DE LA REVOLUCIN DE MAYO*

    La Facultad de Odontologa de Buenos Aires, presente en las celebraciones realizadas con motivo del Bicentenario de la Revolucin de Mayo refirma en esta ceremonia tradicional, en la que tambin evocamos el Da de la Odontolo-ga Latino Americana, su adhesin y participa-cin en los actos que recordaron y recuerdan, a lo largo del ao, las circunstancias que acompa-aron a esta gesta patritica.

    Estamos en presencia de un acontecimiento de la mayor raigambre histrica, un hito irrepeti-ble en nuestro devenir como Nacin y una opor-tunidad para refirmar nuestro concepto sobera-no de Patria. Y lo sentimos as porque sabemos que Patria segn la define un ilustre historiador es aquello que en el planeta que todos habitamos y en la historia que todos diariamente tejemos, tiene una misin colectiva que, de existir, es una sntesis trascendental e indivisible, con fines pro-pios. La Patria es una unidad de destino, es decir, tradicin histrica ligada a la unidad espiritual.

    Para comprender las acciones que desen-cadenaron la Revolucin de Mayo debemos mencionar hechos y personajes de su pasado in-mediato, que tuvieron influencia decisiva en su devenir, y estos son: la poca virreynal; las inva-siones inglesas; y la Revolucin.

    La poca virreynalEl historiador Vicente Sierra, citado por Fur-

    long, en su Historia de la Argentina dice que con anterioridad a 1810 hubo una cultura su-perior a toda ponderacin, ya que fue integrada no solo por numerosos telogos y filsofos de nota, sino por fsicos y qumicos, naturalistas y etngrafos, poetas y prosistas de gran prestan-cia y lo que es ,ms, haba segn parece un nivel cultural muy superior al que hoy exhibe. Las es-cuelas, colegios y universidades de otrora, eran verdaderos seminarios, de vocaciones cientficas y literarias de todo orden. An en el nivel tcnico, con anterioridad a 1810 se haba llegado a fabri-car lentes para telescopios, lo que no se ha hecho despus, y se llegaron a publicar obras cientficas que en Europa fueron editadas, lo que tampoco ha acaecido despus de 1810.

    En 1767 se produce la expulsin de los jesui-tas por parte del rey Carlos III. No hay que olvi-dar que con anterioridad a esa fecha esos jesuitas haban dirigido ms de cien colegios en toda la Amrica Hispana, desde la California y la Lo-usiana hasta Buenos Aires y Santiago de Chile, y recordemos que la Espaa estableci 33 uni-versidades en sus colonias, para una poblacin que en 1810 no llegaba a los 15 millones. Trece de esas universidades fueron fundadas y soste-nidas por los Padres jesuitas (en el Ro de la Plata las universidades de Crdoba y Chuquisaca). Aquellos maestros desde el ostracismo queda-ron vinculados con sus alumnos americanos y en nmero de ms de 300, no solo simpatizaron con la independencia sino que contribuyeron a ella con los medios a su alcance.

    Los Virreyes, representantes de Espaa en el Ro de la Plata, arrancan con Pedro de Cevallos, cuya gestin fue la ms breve. Le sigue Juan Jos de Vrtiz y Salcedo, en cuyo gobierno la Corona, por Real Orden, crea el Protomedicato de Bue-nos Aires, el 2 de mayo de 1778, el que es inau-gurado el 17 de agosto de 1780.

    El Dr. Miguel Gorman fue nombrado primer Protomdico de Buenos Aires por el Virrey Vr-tiz, comunicacin enviada por ste al Gobierno Central, en 1779. La accin de Gorman fue efec-tiva en la prevencin de epidemias, en la profi-laxis e higiene y tambin en la enseanza, ya que por Real Orden del 19 de julio de 1798 se facult al Protomedicato para encargarse de la ensean-za de la medicina y la ciruga.

    Vrtiz, que gobern nuestra ciudad desde 1778 a 1784, fue llamado el Virrey de las lumi-narias por su espritu renovador y progresista. Puso candiles de aceita de potro, en las esquinas cntricas, luego reemplazados por faroles con velas de sebo; levant veredas de tierra sobre el nivel de la calzada; construy pasos de piedra en las bocacalles del centro; mand hacer un tea-tro, la Casa de Comedias, en la Ranchera. Tam-bin hizo el primer paseo pblico la Alameda (actuales calles Leandro Alem, desde Rivadavia a Juan D. Pern) Organiz el primer censo de po-blacin, que dio como resultado 24.700 habitan-

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    6 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    tes para la ciudad y unos 13.000 para la campaa.Los Virreyes que sucedieron a Vrtiz conti-

    nuaron e incrementaron la obra que emprendie-ra, con las exigencias del creciente progreso y su vis a tergo. As llegamos al octavo Virrey, Rafael de Sobremonte y Nez Carrasco, quin conti-nu con las tradiciones de los que le antecedieron en el cargo, es decir, con una labor fundamental-mente edilicia. Le toc a Sobremonte afrontar el hecho de las invasio-nes inglesas y se le ech en cara su falta de decisin, pues le culpaban por no ha-berse puesto al fren-te de las tropas. No obstante esta certe-za, Sobremonte quiso salvaguardar el tesoro que pretenda llevar a Crdoba, y del que, finalmente los ingleses se apropiaron. En Crdoba existe un Museo que lleva su nombre Sobremonte fue des-titudo por la Corona, aunque. ms tarde, se anu-l esa destitucin y se lo absolvi de culpa y cargo, reintegrndole sus honores militares.

    Las invasiones inglesasOtro factor importante para la evaluacin de

    los hechos que precedieron a la Revolucin de Mayo lo constituyen las invasiones inglesas. Las acciones a que dieron lugar, prepararon al pue-blo para la resistencia armada contra los invaso-res y luego para los episodios que generaron las guerras por la Independencia. Con la derrota de la escuadra franco espaola en la batalle de Tra-falgar, el 19 de octubre de 1805, Espaa perdi el control de los mares, quedando Inglaterra co-mo dominadora absoluta. Haba comenzado la revolucin industrial y la Corona Britnica de-seaba expandir sus fronteras, encontrar nuevos mercados para la colocacin de sus productos y eliminar a la competencia.

    Para concretar sus fines expansionistas, el al-mirante Popham decide una expedicin al Ro de la Plata que toco las costas de Quilmes el 28 de junio de 1806. De inmediato se organiz la resistencia y hubo que soportar la derrota ini-cial ante los ingleses, que haban arribado con un ejrcito en el que abundaban los caones y el mejor armamento. En esos momentos Espaa se encontraba ante la inminencia de la dominacin

    napolenica, hecho que se agregaba a la prdida de su hegemona naval.

    El comandante ingls, Guillermo Carr Beres-ford tom la plaza y mantuvo la ocupacin hasta el 12 de agosto de 1806, en que se inicia la Recon-quista. No pocos fueron los tropiezos que hubo que sufrir para derrotar a los invasores. Despus de varios combates, en los que las tropas nativas fueron superadas, Liniers parte de Montevideo

    con 600 hombres, a los que se agregan en Co-lonia otros 300. Cuando pisa nuestro suelo ya cuenta con una tropa de 3000 hombres. Y al frente de ese bisoo con-tingente inicia la Recon-

    quista de Buenos Aires, consiguiendo rendir a la formacin inglesa y tomando prisioneros a Be-resford y a sus oficiales. Sobremonte es depuesto y Liniers declarado Virrey, celebrado como h-roe de la recuperacin de Buenos Aires.

    Aqu una digresin. Al dirigirse Sobremonte a Crdoba para poner a salvo a sus familiares y al tesoro existente en el fuerte, es interceptado por Beresford, quin se apropia del dinero de la Co-rona, entonces 1.300.000 pesos plata. Parte de ese monto lo distribuye entre sus oficiales y tropa, y el resto, ms de un milln, lo embarc a Londres en una goleta, donde fue depositado en el Ban-co de Inglaterra. Esto explica porque Beresford fue recibido y aclamado como un triunfador en su pas y con grandes honores, a pesar de haber fracasado en su intento de tomar Buenos Aires.

    Tampoco acompa el xito a la segunda invasin inglesa, en julio de 1807.Ya la primera haba servido de experiencia para los hombres de Buenos Aires, no ` solo para enfrentar el com-bate, sino para la preparacin logstica y la orga-nizacin de los cuerpos y milicias.

    La expedicin inglesa, con el mando del ge-neral Whitelocke era muy superior en nmero y pertrechos a la anterior. Sumaba 12.000 hom-bres, parte de los cuales quedaron en Monte-video y Colonia, y el resto, unos 7.000 desem-barcaron en la baha de Barragan, donde se produjeron las primeras escaramuzas. Final-mente el ejrcito ingls decidi tomar por asalto a Buenos Aires, entrando a travs de sus calles estrechas, con un movimiento de pinzas por los

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    costados; esta maniobra permiti que los defen-sores hostigaran fieramente a las tropas forneas desde trincheras y azoteas, lo que permiti su aplastante derrota.

    El general Whitelocke, a su vuelta a Inglate-rra, enfrent un consejo de guerra, se le priv del uso del uniforme y se le dio de baja. No se poda creer, en Gran Bretaa, que un ejrcito britnico, numeroso y bien armado, no era capaz de tomar lo que se consideraba una plaza fcil a Buenos Aires. Es por ello que se debe destacar como bri-llante la accin militar y poltica del regimiento de Patricios, ante ambas invasiones, as como la valenta y el coraje de nuestras fuerzas, lo que me-reci los elogios de los propios ingleses. El mayor Butler y el coronel Kington, poco antes de morir, pidieron ser enterrados en el cuartel de Patricios porque queran dormir entre valientes.

    Mitre escribi que, desde entonces, nada se poda hacer en Buenos Aires sin contar con el apoyo de Saavedra, a su vez apoyado en los Patri-cios, y contina Mitre diciendo que: ellos forma-ron en la Plaza Mayor el 1 de enero de 1809 para sostener la autoridad de Liniers y desbaratar los planes del Cabildo espaolista y son ellos los que llenan la llamada Peticin al Cabildo y en todo momento sostienen el ideario de Saavedra. La resistencia al invasor ingls logr la formacin de cuerpos militarizados, encabezados por los 1.400 hombres del regimiento de Patricios, que tuvie-ron influencia decisiva en el desencadenamiento de la Revolucin.

    Y llegamos as a la RevolucinLa situacin de Espaa, en la primera dca-

    da de mayo de 1810, era ciertamente crtica. El mismo Virrey Cisneros, en el Ro de la Plata, ha-ba recibido las noticias que trajera una fragata inglesa, de la entrada de las tropas de Napolen en Andaluca y la fuga de la Junta Central desde Sevilla a Cdiz, sin que el rey Fernando VII in-tentara una resistencia.

    La constitucin de la Junta Patria est prece-dida por varios antecedentes de gran importan-cia para su apoyo y continuidad. En primer tr-mino, el Cabildo Abierto del 22 de Mayo, con sus 251 asistentes. De stos, 225 lo fueron en contra del virrey. En la circular del Cabildo, del 19 de mayo, adems de pedir se realizara la eleccin de diputados, ya que la necesidad de la reunin del

    congreso la exiga imperiosamente el derecho de nuestra propia conservacin y los de nuestro Augusto Monarca el Sr. Don Fernando VII.

    Se ha escrito y repetido sobre si la Revolu-cin de Mayo fue o no una Revolucin popular. Si nos atenemos a la poblacin de la ciudad y sus arrabales, que era entonces aproximadamente de unos 60.000 habitantes, y atendiendo a los relatos de los historiadores, descubriremos que French y Beruti eran los jefes de grupos de choque que en nmero de 600, el 22 de mayo controlaron la entrada de las gentes a la Plaza Mayor. Para dis-tinguirse, los conjurados llevaban un brazalete blanco. Todava se ensea en algunos colegios la fbula de que distribuan escarapelas con los co-lores que Belgrano cre en 1812.

    Tambin debemos mencionar la llamada Pe-ticin del Pueblo, presentada por los 401 asis-tentes al Cabildo Abierto del 22 de mayo, de los cuales 298 eran militares, 86 civiles y l7 eclesisti-cos. El descubrimiento y descifrado de las firmas del documento, algunas casi ilegibles, se debe al Dr. Roberto Marfany quin despus de laboriosa bsqueda logr felizmente identificar a casi to-dos los firmantes.

    El propio Marfany, nos dice al respecto: aho-ra, ante un documento y una comprobacin de tanta trascendencia, ya no puede existir ninguna duda de que esa imposicin de la Junta Patria sali de los cuarteles prohijada por los jefes y oficiales de los Batallones Urbanos, cuyas firmas, en la ma-yora de las hojas agrupadas por unidad, llenaron casi todas esas pginas rubricando as, de manera terminante, cual era el pueblo de la Revolucin.

    Llegamos as al primer gobierno provisional. siendo elegido para Presidente, vocal y Coman-dante General de Armas al seor Don Cornelio Saavedra; para vocales a los SS.DR. Juan Jos Cas-telli, Lic. Don Manuel Belgrano, Don Miguel de Azcunaga, Dr. Manuel Alberti, Don Domingo Matheu y Don Juan Larrea. Y para Secretarios a los Dres. Juan Jos Paso y Mariano Moreno.

    Un episodio ingrato ocurri en Crdoba, donde Liniers y algunos caballeros de la ciudad se negaron a reconocer a la Junta Provisional de Buenos Aires. Obedeciendo a instrucciones de Moreno fueron apresados y fusilados en Cabeza de Tigre, el 20 de agosto de 1810. Liniers. hroe de la Reconquista, junto a hombres prestigiosos como Gutierre de la Concha y Allende. Fue ste

  • EL BICENTENARIO...

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    del Coln una de los teatros de mayor prestigio entre sus similares del mundo. Nuestro primer coliseo adems posee, desde el ao 1925 sus cuerpos estables orquesta, coro y ballet crea-dos por la inquietud y el celo de un gran ma-nager, Don Cirilo Grassi Daz. El majestuoso edificio ofrece una inmejorable perspectiva para su emplazamiento, y el recinto y dems dependencias, la diversidad de estilos. Ade-ms, la acstica del teatro est considerada una de las ms notables en el mundo.

    Al recordar hoy las temporadas maravillo-sas que nos permitieron ser testigos privile-giados de espectculos de tan noble calidad y emocin, saludamos a la vieja sala y nos place verla reubicada entre las ms grandes y presti-giosas de sus similares. O. W. S.

    el primer crimen poltico de nuestra historia.El 18 de diciembre de 1810 se constituy el

    Primer Gobierno Nacional. Fue con la incor-poracin de los diputados de las provincias que la Primera Junta se convirti en Junta Grande, que fue el primer gobierno nacional de hecho y de derecho, ya que la Primera Junta no era si-no provisional, y se cre esa Junta Grande con-forme a lo determinado el 25 de Mayo, como lo pedan la razn, la justicia y la democracia. Esta Junta cont con la adhesin de Saavedra y de Fu-nes, pero no de Moreno, que renunci y se retir.

    Esta Junta Grande cumpli su cometido hasta di-ciembre de 1811, en que fue disuelta por el Triun-virato. Diremos que Saavedra fue el verdadero caudillo de la Revolucin, posteriormente ca-lumniado, vilipendiado y perseguido, hasta que el Congreso de Tucumn lo rehabilit en 1818.

    Con esto termina esta breve historia de la Re-volucin de Mayo y los prolegmenos actores y hechos que contribuyeron a cimentarla.

    (*) Discurso pronunciado por el Dr. Orestes Walter Siutti, en el Aula Magna de la Facultad, el 1 de octubre de 2010, en el homenaje al Bicentenario de la Revolucin de Mayo.

    En 2008 cumpli 100 aos. Pudo ser recordado este aniversario dos aos despus, restauracin me-diante. De todos modos, debemos celebrar este evento que seala la prestigiosa trayectoria de nuestra sala mayor. A principios del siglo XX y en los aos que siguieron, el desarrollo de nuestro pas se enri-queci por el inevitable devenir del progreso. El afn cultural hizo posi-ble que a la inauguracin del Coln siguieran las de otros teatros, cons-truidos segn las tradiciones im-perantes, rplica en algunos casos de salas de pera de Italia, e impulsados por las colectividades de ese pas, amantes de la opera y, en consecuencia, del bel canto.

    El Teatro Coln tuvo su primera sede en el solar ubicado enfrente de la Casa Rosada, hoy casa central del Banco de la Nacin. El Con-greso vot la ley 1969, por la que se vendi el edificio a este Banco, y se construy la sala ac-tual del teatro en el terreno que ocupaba la es-tacin del Parque, del Ferrocarril Oeste.

    La inauguracin oficial de la temporada fue el 25 de Mayo de 1908, donde subi a escena la pera Ada, de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Luigi Mancinelli. A partir de esa sesin y, en sucesin ininterrumpida, desfila-ron los ms notables artistas y se ofrecieron los espectculos de mayor jerarqua, que hicieron

    EL TEATRO COLN

    El antiguo Teatro Coln se hallaba emplazado en la calle Rivadavia, donde hoy est el edificio del Banco de la Nacin.

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    HISTORIA DE LA PATOLOGA BUCAL ARGENTINARita ana CapalbO

    reSumeN

    Se relata en una apretada sntesis, los principales acontecimientos histricos de la patologa bucal argentina, detallando principalmente la actuacin de los profesionales que imprimieron mayores adelantos a la misma.

    SummAry

    It is related, with a tight summary, the most important historical events of the Argentine buccal pathology, detailing mainly the work of the professionals who impressed great advances on the same one.

    rSum

    On rfrence synthetiquement les principaux vnements historiques de la pathologie buccale argentine an signalant prfremment lagire d es professionnels quy ont donn plus dadvancements a ce sujet-ci.

    No podemos emprender el camino de la Pato- loga Bucal, sin mencionar el nacimiento de la Docencia Odontolgica, con la creacin de la Escuela Dental, dependiente de la Facultad de Ciencias Mdicas en el ao 1891, a cargo de sus dos Grandes Maestros Fundadores: Dres. Nica-sio Etchepareborda y Len Pereira (desde 1897).

    Hasta ese entonces, los dentistas deban obtener primero el ttulo de mdico, luego per-feccionarse (en forma particular) con los Exa-minadores Dentistas, que eran profesionales especializados en pases extranjeros: franceses, espaoles, alemanes, ingleses, que traan la ex-periencia recibida en su pas natal. Por ltimo deban revalidar el ttulo en la Facultad de Cien-cias Mdicas.

    A partir de la creacin de la Escuela Dental se poda llegar a ser profesor, sin tener ttulo de mdico. El primer odontlogo que lleg a Profe-sor de Prtesis Dental siendo dentista, fue el Dr. Antonio Guardo (p) en 1912).

    El Dr. Nicasio Etchepareborda fue el primer y nico profesional que se ocup de la ensean-za integral de la odontologa desde su inicio.(1)Hijo de Juan Etchepareborda (Examinador

    Dentista de origen vasco-francs) curs sus es-tudios en Buenos Aires y sigui cursos de per-feccionamiento en la Escuela Dental de Pars, Francia, durante dos aos. All fue premiado por un trabajo que present.(2)

    A su regreso se hizo cargo de la Escuela Den-tal por l concebida, en un curso de dos aos, en-seando todas las materias existentes a la fecha, aplicando todo el bagaje terico-prctico que trajo de Pars. Entre estas materias figuraba Pato-loga General y Especial, que lo ubicaba entre los primeros en la especialidad. Figura seera, era muy estricto y severo en la enseanza, pero tena grandes sentimientos de justicia, altrusmo, hon-radez, integridad, tica y moral que lo enalteca.(2)

    El Dr. Len Pereira, designado en 1987 Pro-fesor Suplente de Odontologa, a pedido del Dr. Etchepareborda, se constituy en su mano derecha, acompandolo en el curso de dos aos. Como Docente, se caracteriz por su bon-dad y comprensin que tena con los problemas de los alumnos, lo que profundiz su relacin con los mismos. Tambin se haba perfecciona-do en la Escuela Dental de Pars y en otras.(3)

    Muchos profesionales ilustres se formaron con los dos Grandes Maestros: Alejandro Cabanne, Adolfo Acevedo, Durante Avellanal, Guilenia Oribe, Ubaldo Carrea, entre otros.

    El verdadero Padre de la Patologa Bucal Ar-gentina, fue el Prof. Alejandro Cabanne, que in-augur la primera Ctedra de Patologa y Clnica Bucodental, en el ao 1920. A partir de este ao, se inicia una poca de gran dinamismo intelec-tual con proliferacin de trabajos de investiga-cin, nuevas tcnicas y gran divulgacin de los medios grficos: Rev. De la Asociacin Odonto-lgica Argentina, de la Federacin Odontolgi-ca, Tribuna Odontolgica, Crculo Argentino de Odontologa.(1)

    En 1934, comienza un nuevo plan de estudios de cinco aos, obra del Consejero A. Cabanne, introduciendo grandes modificaciones, tales co-mo la sustitucin del ttulo de Dentista y Doctor en Odontologa presentando una tesis.

    Se formaron nuevas ctedras y se desdobla-ron otras. La Ctedra de Patologa y Clnica Bu-

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    codental se dividi en un 1 Curso en el 3 ao de la carrera, un 2 Curso en el 4 ao de la mis-ma. Del primero, se hizo cargo el Prof. Rodolfo Hopff, otro pionero en la materia. Tuve el honor de tenerlo como profesor en 1949; enseaba Se-miologa Dentaria con total claridad y solvencia, mientras que sus Adjuntos se dedicaban a ense-ar Fisiopatologa y su relacin con las enferme-dades generales.

    En ese entonces, los profesores permanecan en sus cargos hasta 28 o 30 aos, hasta su falleci-miento o renuncia.

    En 1918, con la Reforma Universitaria, naci-da en Crdoba, se establece la periodicidad de las Ctedras y la participacin estudiantil en el Consejo Acadmico.

    En 1946, la Escuela de Odontologa se instala en el nuevo Complejo de Ciencias Mdicas (el actual edificio), cuyo hacedor intelectual fue el Prof. Jos Arce, Diputado Nacional y Decano de Medicina.

    En dicho ao, le cupo al Prof. Ricardo C. Guardo, el alto honor de ser el Creador de la nueva Facultad de Odontologa de la Univ. de Bs. As., que inici sus actividades en marzo de 1947. Era entonces Prof. Titular de la Ctedra de Patologa Bucal 2 Curso y Presiente de la C-mara de Diputados de la Nacin. Ms tarde fue nombrado Prof. Emrito Extraordinario de la Facultad de Odontologa.

    En la dcada del 50 y del 60, se sucedieron

    prestigiosas figuras en la Docencia. En la Cte-dra de Patologa y Clnica Bucodental 1 Curso se destac el trabajo realizado por el Prof. Juan Car-los Muracciole, Discpulo dilecto del Dr. Bernar-do Houssay, a su vez primer Prof. De Fisiologa de la Escuela de Odontologa de Buenos Aires. Mereci el Premio Nobel de Fisiologa en 1946.(4)

    No podemos dejar de ponderar la notable in-fluencia del Instituto de Fisiologa de la Fac. de Ciencias Mdicas, en nuestra profesin. All se dictaba Fisiologa con Qumica y Fsica Biol-gicas. De la mano del Maestro Houssay, muchos odontlogos se fueron iniciando, instruyendo y formando en el difcil camino de la Investiga-cin: Dres. Muracciole, Jorge Erausquin, Ries Centeno, Carlos Meroni, Ins Egozcue, entre muchos otros.

    El Prof. Muracciole fue Ayudante en dicho Instituto, debiendo rotar por los tres niveles an-tes mencionados; se especializ en el estudio del tejido seo. All present su tesis con calificacin de sobresaliente, que mereci el premio de la Fa-cultad de Ciencias Mdicas en 1942.

    El Prof. Muracciole aplic en su Ctedra de Patologa y Clnica Bucodental 1 Curso, todos sus conocimientos actualizados en la Fisipatolo-ga con lo que se ampli el campo de la misma. Entre otros honores se lo nombr Vice Presiden-te de la Academia Nacional de Odontologa.

    Me permito introducir, por creerlo necesario, un concepto fundamental del Maestro Houssay: La Creacin de Conocimientos mediante la in-vestigacin, es la funcin bsica, primera y ms caracterstica de la Universidad, como Centro Superior. Por su iniciativa, se cre en 1956, el Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas, ms conocido por sus siglas CONI-CET, con una estructura similar a la existente en Pars. Constituy un gran avance para promover la investigacin y su actualizacin en la faz de la Prevencin de las Enfermedades.

    Nota del Prof. Rmulo Cabrini: no hay nin-guna Sala o Placa recordatoria del Maestro en la actual Ctedra de Fisiologa, ni de sus segui-dores Dres. J. Muoz y Horacio Rubio, quienes fueron sus sucesores en la nueva Facultad de Odontologa.

    En el ao 1964, el Prof. Abel Sticco, crea la Primera Ctedra de Semiologa General y Es-pecial del pas y de sudamrica, en la nueva Es-

    Dr. Alejandro Cabanne

    HISTORIA DE LA PATOLOGA...

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    cuela de Odontologa de La Plata, inaugurada en 1961, en el 3 ao de su currcula. Su creacin marc un nuevo hito, un antes y un despus en la enseanza de la Docencia.(5)

    En la antigua Escuela de Odontologa de la Fac. de Ciencias Mdicas, los estudiantes cursa-ban las materias bsicas junto con los de medi-cina, con un mismo programa de estudios, bajo la Direccin de los Grandes Fisilogos y Semi-logos del pas, Dres. Houssay, Merlo, Padilla, Di Ci, entre muchos otros, aplicando los princi-pios bsicos de la prdica de los Mximos Maes-tros de la Biologa Humanista, Dres. Gregorio Maran y Ortega y Gasset. Cuando la Escuela de Odontologa se independiza de Medicina, se produce un gran vaco biolgico-semiolgico en la preparacin de los profesionales.

    Con el inicio de dicha Ctedra se trata de so-lucionar este retroceso. Las dems facultades del pas, aceptaron el nuevo enfoque, incluyendo la Semiologa junto con la Fisiopatologa que se enseaba en las mismas.

    Tambin por primera vez, se inici el estu-dio de la Nutricin y la enorme importancia de mantener una buena alimentacin equilibrada y variada para la salud bucal y todo el organis-mo. El tema se profundiz con el aporte del Prof. Carlos Massa, introduciendo la Tabla con los va-lores nutritivos de cada alimento, elaborado por el Instituto Nacional de Nutricin. Los alumnos realizaban la prctica correspondiente y formu-laban la dieta adecuada para restablecer a la nor-malidad las deficiencias proteicas o vitamnicas que existieran. Si la carencia era muy severa y avanzada, se derivaba al paciente al Servicio de Nutricin, Hematologa, o el que correspondie-ra. [Manifestaciones bucales de cuadros defici-tarios subclnicos].(6)

    La obra del Prof. Sticco en la Docencia an no ha sido valorada en toda su magnitud; el mayor reconocimiento se obtuvo a partir de los primeros egresados de la ya Facultad, que relataban el asombro de sus pacientes ante la revisacin metdica y exhaustiva que realiza-ban de su cavidad bucal y su estado general, comenzando por los tejidos blancos y conti-nuando por el rgano dentario. En realidad estos ideales nacieron mucho antes, cuando un 9 de Julio de 1951, el Dr. Sticco reuna a profe-sionales recin graduados con el fin de formar

    Equipos de Estudio e Investigacin Biolgica, para su aplicacin en todos los temas de la ca-rrera odontolgica. Su principal objetivo era que el alumno fuera capaz de obtener un cono-cimiento Mdico Semiolgico del paciente. A tales efectos crea en 1958, la Sociedad Argenti-na de Bio-Estomatologa, y un ao despus de su Revista S.A.B.E. (siglas de la Institucin), con el grupo de profesionales por l formados.

    Palabras premonitorias del Prof. Sticco al in-augurar las actividades de la Sociedad: nos largamos a una aventura incierta: pretender co-mo odontlogos despertar una inquietud Biol-gica. Esta pequea obra de nuestra Institucin, pensamos que algn da ser Grande, con la colaboracin de todos los mdicos y odontlogos, inspirados en el Porvenir de la Patria.(5)

    En la dcada del 70 y fines del 80, se distingue la obra del Prof. Ricardo Borghelli como Titular de Patologa y Clnica Bucodental 2 Curso. Fue Fundador y Presidente de la Sociedad Argenti-na de Patologa Clnica y Epidemiologa Bucal, realizando sus investigaciones en varias provin-cias del Norte Argentino. En 1979 fue nombra-do Investigador Clnico del CONICET. Contri-buy a la actualizacin de la Patologa Clnica y su relacin con las Enfermedades Generales. Su libro Patologa Clnica Bucal (2 tomos Ao 1979), muy didctico, fue adoptado como libro de cabecera por otras Ctedras de Patologa para la enseanza estudiantil sobre temas de Semio-loga, Estomatologa y Patologa Bucal Clnica.

    Dr. Bernardo Houssay

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    12 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    En 1980, el Prof. Lionel R. de la Serna, De-cano de la Fac. de Odontologa de Bs. As., funda el Museo y Centro de Estudios Histricos de la misma, a cargo de otro Maestro de la Odon-tologa, el Prof. Orestes Walter Siutti, que abri una nueva instancia cultural para nuestra profe-sin. Con sus profundos conocimientos, a travs de Actos, Reuniones, y principalmente a travs de su magnfica Revista, de la cual sigue siendo su Director, dio un gran impulso al tratamiento de los acontecimientos histrico-culturales de la Docencia en el pas desde su nacimiento.(7) De-bo agradecer al Prof. Siutti, por el amplio arsenal documental de su Revista, de donde extraje la mayora de las citas que consigno en este trabajo.

    Tambin se debe al Prof. Siutti, la provisin de los elementos iniciales para el Museo de His-toria, al donar la valiosa coleccin que posea de su seor padre. Tambin dio origen al nacimien-to de nuevos museos de otras facultades e insti-tuciones bajo su autora.

    Al fallecer en Prof. Ricardo Borghelli (1985), se hace cargo de la Ctedra de Patologa Clnica Bucodental 2 Curso, el Prof. Julio Daz, quien produjo grandes cambios en su currcula: no se dictaban clases magistrales, los Docentes reali-zaban Instructivos, Talleres de Difusin, Guas de Estudio, y presentacin de casos clnicos; con evaluacin continuada de los alumnos que aten-dan pacientes en la Clnica.(8) Fue discpulo del Dr. David Grinspan, Prof. Adjunto de Dermato-loga de la Fac. de Medicina de Bs. As., quien cre un Centro de Blastoma de Piel y Boca, donde muchos odontlogos se formaron y especializa-ron en Estomatologa, entre ellos el Dr. Julio Daz y el Dr. Hctor Lanfranchi Tezeira. Es autor del libro Enfermedades de la Boca que trata sobre Semiologa, Patologa, Clnica y Teraputica de la Mucosa Bucal, que consta de varios volmenes y que constituye una valiosa recopilacin actuali-zada de todos los temas, escritos por prestigiosos Profesionales del Arte de Curar.

    En octubre de 1986 se realiza la Primera Re-unin de Profesores de Estomatologa de todo el pas, por iniciativa del Dr. Hctor Expsito con apoyo de la que escribe, titular de la Ctedra de Patologa Bucal Clnica de La Plata y con los auspicios del Crculo Arg. de Odontologa. Su objetivo principal: La integracin de todos los Docentes de la materia, para un mejor ordena-

    miento de su enseanza y ajuste de las metodo-logas a utilizar. Cada representante presenta un informe de lo realizado en su facultad: la de Bue-nos Aires, Crdoba, Cuyo (Mendoza), La Plata, del Nordeste (Corrientes), Rosario y Tucumn.

    De acuerdo a las pautas establecidas se pro-pone designar a la materia con el nombre de Cl-nica Estomatolgica, y tambin establecer Uni-dades Docentes Hospitalarias, ya que en algunas facultades no tenan an asistencia hospitalaria; esto fue por iniciativa del Prof. Julio Daz.

    Tambin en las conclusiones se establece la conveniencia de la formacin, de cada facultad de un Departamento Psicopedaggico, para el apoyo en la asistencia clnica y del personal Do-cente (Relacin Docente-Alumno y Metodo-loga de la Enseanza). Adems se propuso in-tensificar el estudio de las Patologas Regionales ms frecuentes y formular pautas Diagnsticas y Teraputicas. A partir de all, cada una de las Ctedras fue actualizndose de acuerdo a sus posibilidades.

    El sucesor del Prof. Julio Daz, el Dr. Hctor Lanfranchi Tizeira, profundiza las modifica-ciones de su obra, ampliando la infraestructura de la Ctedra, con la construccin de un Quir-fano, un Aula amplia y una Clnica acorde. Se incrementa la labor asistencial, atendiendo 2500 pacientes por ao para el Diagnstico y Trata-miento correspondientes, o su derivacin a cen-tros especializados. Todos los alumnos atienden pacientes, y realizan su seguimiento. Posee una Red de Informes Electrnicos; los casos clnicos se analizan en los Talleres de Discusin y luego son presentados en los trabajos prcticos. Los Docentes adems de las tareas ya establecidas, realizan Reuniones de Calibracin obligatoria. Cuentan con el apoyo de una Seccin de Fo-noaudiologa y un Gabinete Psicopedaggico. Tambin mantienen un activo intercambio por Internet con Facultades extranjeras de Estados Unidos, Dinamarca, China, Japn. Se realizan trabajos de Investigacin en forma conjunta, sub-sidiados por Instituciones Nacionales o Privadas.

    En el ao 2007, el Prof. Lanfranchi Tizeira consigue reemplazar el nombre de Patologa y Clnica Bucodental 2 Curso, por el de Clnica Estomatolgica, que ya haba sido sugerido por el Prof. Julio Daz.(9)

    En el ao 1990, la Prof. Rita A. Capalbo, por

    HISTORIA DE LA PATOLOGA...

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 13

    sugerencia del Decanato de la Fac. de Odonto-loga de La Plata crea la Asignatura Patologa y Clnica Estomatolgica reuniendo a tres Cte-dras en la misma; Anatoma Patolgica, Semio-loga y Patologa Bucal Clnica, a cargo de un Prof. Titular y dos Adjuntos. El Objetivo princi-pal consiste en ensear una anatoma patolgica aplicada a las enfermedades bucales, iniciando la formacin de los alumnos del 2 Curso de la Ca-rrera, con conocimientos clnicos elementales, continuando luego su preparacin en el 3 y 4 Ao de la Carrera.

    Se hizo as realidad el principio instituido por el Prof. Sticco y el Prof. Osvaldo Egua (Jefe de Anatoma Patolgica del Instituto Roffo), segn el cual el Antomo Patlogo deba tener conoci-mientos Clnicos para realizar buenos diagns-ticos; y el Clnico deba poseer conocimientos bsicos de Anatoma Patolgica para poder in-terpretar correctamente sus informes.

    En la actualidad concurren menos estudian-tes a la Facultad de Odontologa de La Plata que en los inicios de su actividad; la mayora prove-nan del interior del pas. Cursan doce Comi-siones de veinte alumnos cada una; cada tres o cuatro alumnos por Comisin son los encarga-dos de llevar pacientes para ser atendidos en la Clnica, para el diagnstico de su enfermedad, su tratamientos y seguimiento, o su derivacin a Centros especializados (Dermatolgicos, He-matolgicos, Oncolgicos, etc.)

    En el Saln Multimedia se presentan por CD los casos atendidos y se hacen los comentarios pertinentes. Los alumnos asisten por Comi-siones al Hospital Gutirrez para el examen de pacientes en los Servicios de Odontologa, Der-matologa y Otorrino. Se realiza Evaluacin Continuada del nivel estudiantil. Tambin se ha-cen trabajos de Extensin Universitaria.

    En 1991, se hace cargo como Prof. Titular de Patologa Bucal Clnica 1 Curso de la Fac. de Odontologa de Bs. As., el Prof. Mximo Giglio, con dedicacin exclusiva. En 1998 fue consagra-do Decano de la Fac. de Odontologa de Bs. As., cargo que ocup hasta su trgico fallecimiento en el 2005. Su gestin estuvo signada por un per-manente progreso, con espritu de trabajo y de-dicacin, y con gran capacidad para resolver los complejos problemas de la Institucin.(10)

    Resulta difcil hacer una apretada sntesis

    de todos los acontecimientos producidos en la Docencia; pido disculpas por mis involuntarias omisiones y por la extensin de algunos temas, muy necesarios a mi entender.

    Por ltimo, permtanme transcribir el final de un escrito del Maestro Siutti, por considerar-lo de inters universal:

    Los planes de estudio de nuestra carrera odontolgica deben ser objeto de permanente revisin, teniendo en cuenta el avance tcnico-cientfico, el desarrollo de nuevas disciplinas y la necesidad peridica de actualizar la infraestruc-tura y las dotaciones de trabajo, en un mercado cada vez ms competitivo y de cambiantes alter-nativas. Creemos que deben estimularse la ense-anza de las Disciplinas que tanto contribuyen a la formacin cultural del alumno, futuro profe-sional y que responden al genuino espritu de la Universidad. Por eso saludamos la Enseanza de la Historia de la Odontologa, en un semestre ex-clusivo, a partir del Ao 2003, para ser cursada por los alumnos de 5 ao del Plan de Estudios vigente.(10) A lo que adhiero profundamente.

    Por mi parte, deseo agregar un escrito del Prof. Gregorio Aroz Alfaro:

    La parte ms difcil de la misin del mdico, es ser til a los que sufren, curndolos si es posi-ble, alivindolos si la curacin no est en nuestras manos, consolndolos en todo caso y mantenien-do siempre vivos y brillantes ante sus ojos la luz de la fe, el rayo de esperanza que son los supremos recursos del espritu atribulado.

    BIBLIOGRAFA1) Siutti, O. W. orgenes de las ctedras independientes. rev. del museo y Centro de estudios histricos (F.o.b.a.). ao 11 n 22, 1996 (pg. 39-45).2) Salas, Elisa. (1985) Nicasio Etchepareborda. rev. del museo y Centro de estu-dios histricos. ao 11 n 22, 1996 (pg. 40).3) Fiorini, J. M. biografa del Dr. len Pereira. rev. odontolgica 1939 trans-cripto en la rev. del museo. ao 11 n 22, 1996 (pg. 44).4) Cabrini, R.L. Aspectos Histricos y Actuales de la investigacin en la f.o.b.A. rev. del museo. ao 11 n 22, 1996 (pg. 110-111).5) Sticco, S.A. rev. S.A.b.e. rgano de la soc. arg. de bio-estomatologa n 1, 1959 y n 2, 1960.6) Capalbo, R.A. factores condicionantes para la Salud bucal. rev. del Crculo arg. de odontologa. Vol. XXVii n 183, 1998.7) Siutti, O.W. bodas de Plata del museo y centro de estudios Histricos de f.o.b.A. rev. del museo. ao 20 n 37, 2005 (pg. 16).8) Capalbo, R. A. Acta de la Primera reunin de Prof. De estomatologa de todas las facultades del pas. octubre 1986.9) Lanfranchi Tizeira, H. informe personal a la autora del trabajo en la clnica estomatogica.10) Siutti, O.W. Prof. Dr. mximo. e. giglio (1948-2005) rev. del museo. ao 20 n 37, 2005 (pg. 25).

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    14 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    LA 84Una promocin que se las trae

    A principios del ao 2009, los profesionales que componemos la Promocin 1984, co-menzamos a conectarnos, con motivo del reen-cuentro para el Acto Acadmico de nuestros 25 aos de egresados de la Facultad de Odontologa de la Universidad de Buenos Aires.

    Por la idea brillante del Dr. Sergio Hugo Cac-ciacane, creador del Muro Promocin Egre-sados 1984 en el foro de Internet, residente en Barcelona, Espaa; ms el esfuerzo titnico de la Dra. Silvina Lamattina y colegas que colaboraron con ella, como las Dras. Andrea Spadari, Gabrie-la Pasman, Miryam Parreira, Claudia Herbel, Li-liana Lula Molina; y desde el exterior (Espaa) el Dr. Claudio Tayeda: fue que logramos volver a tomar contacto con nuestros queridos compa-eros, pasndonos la informacin de telfonos celulares, direcciones, e-mails y facebook. De este modo comenzamos a escribir, recordando la hermosa etapa vivida en los 5 aos de conviven-cia en la Facultad. Cada da se sumaban paula-tinamente los integrantes de dicha Promocin, con la algaraba que ello nos produca.

    El recuerdo que brotaba de nuestra memoria

    era el alto caudal de acciones llevadas a cabo en los aos transcurridos desde 1980 a 1984, que a pesar de tener que cumplir una elevada carga horaria, siempre tenamos tiempo para otras actividades, tales como sumarse a Cariescope, teatro estudiantil; crear revistas estudiantiles, de las que perdur, por varios aos PeriOdonto, periodismo estudiantil; las Jornadas Odontolgi-cas Estudiantiles, donde exponamos termas de inters para el alumnado, apadrinados por pro-fesores de la Facultad; Odontoman, grupo de alumnos que nos dedicamos a organizar fiestas, sumamente concurridas, no solo por estudian-tes de nuestra querida Facultad sino por los de otras facultades, con el fin de solventar el viaje de egresados, realizado con xito en enero de 1985 a Brasil. Tambin se organizaban Activida-des Fsicas en Ciudad Universitaria, consistentes en torneos de foot-ball, tenis, natacin, rugby; y los famosos Campeonatos de Truco, de tipo casero, en el comedor de nuestra Facu, para matar el tiempo entre una clase y otra.

    Vivimos momentos que quedarn en la his-toria del pas, el conflicto del Beagle, la Guerra

    integrantes de la Promocin 84, en el decanato de la Facultad, despus de entregar en el acto del aula magna, el archivo histrico (1983-1987), de la revista periodonto. en un instante de la visita de izq. a der: dres. Silvio Nava,

    marcelo rodrguez, Andrs Pastori, Sergio mintz, liliana molina; junto con la decana Dra. guglielmotti, y el dr. Siutti.

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 15

    de las Malvinas, el final de la dictadura y la lle-gada de la democracia, lo que gener una fuerte y vigorosa participacin del estudiantado en el Centro de Estudiantes, con reuniones en el aula del 1 piso, para darle vida a E.I.F.O., Franja Mo-rada y P.I. diferentes ramas polticas, pero que convivan con respeto, unas con otras, a pesar de las diferencias de opinin.

    Tambin sera injusto no dejar de valorar la formacin profesional recibida de nuestros do-centes, profesores de alto nivel acadmico, que tanto en Teora, Tcnica y Prctica nos brinda-ron sus conocimientos con un criterio integra-dor, preventivo y teraputico, lo que nos permite hoy ser competitivos en el ejercicio profesional, en cualquier parte del mundo, ya que nuestra Promocin fue una de la que ms profesionales emigraron a otros lugares del mundo.

    Es as que despus de tantas horas comparti-das en la Facultad en los 5 aos de carrera, for-jamos amistades que ni la distancia ni el tiempo pudieron destruir, ya que a medida que nos iba-mos contactando, nos dbamos cuente que con ms ganas que nunca necesitbamos vernos sur-giendo entonces la idea de que los residentes en el pas podamos tener un encuentro que llamamos Previa y siendo ste un xito decidimos ir por ms y organizar una 2 Previa, pero ya hacien-do contacto va Skype con nuestros compaeros de Espaa e Italia, que se reunieron en Barcelona

    para saludarnos y emocionarnos una vez ms. Por nuestro lado recibimos a un compaero que vive en Suiza y viaj a la Argentina para compar-tir nuestra reunin. Y reeditar la dormida pero siempre vigente Revista PeriOdonto, pero de un modo distinto, como pgina Web, tomando el nombre de: PeriOdonto el reTorno.

    Y fue pasando el ao 2009 y lleg el da 21 de diciembre, del tan esperado Encuentro, con el Acto Acadmico, el discurso de nuestros com-paeros Dra. Silvina Lamattina; del Dr. Ricardo Colombo; el del Dr. Luis Djud, elegido por no-sotros para que nos represente como docente de esos aos; la Decana de nuestra Facultad, Dra. Mara B. Guglielmotti; unas breves pero senti-das palabras del Profesor Dr. Orestes Walter Siutti, en agradecimiento a la ovacin recibida por parte de la Promocin; la entrega de la pla-queta de manos de la Dra. Miryam Parreira a la Decana, con el texto PROMOCIN 1984. En reconocimiento y gratitud a la Facultad de Odon-tologa de la UBA, al cumplirse 25 aos de su gra-duacin 1984-2009

    Y ms tarde la fiesta, para cerrar ese encuen-tro tan soado despus de 25 aos, con la misma alegra de antes, de ahora y de siempre, que ca-racteriz y distingue a la Promocin 84. !Salud, Promo 84! Y siempre vamos por ms.

    el texto es de la Dra. Lula Molina. el ttulo, del Dire.

    El Jurado estuvo integrado por el Dr. Horacio mingo,asesor artstico del Museo y los artistas plsticos Sres. roberto barrani y Hctor Vilarrub.

    La nmina de premios, artistas y obras, es la siguiente:

    Gran Premio de Honor Facultad de Odontologa, en el Bicentenario de la Revolucin de Mayo, a la Dra. Beatriz Abadi, por su oleo La Carreta.

    Premio Museo y Centro de Estudios Histrico, al Dr. Eduardo Crawley, por su oleo El omb.

    Premio Academia Nacional de Odontologa, a la Dra. Mnica Marchant, por su oleo Dulces aromas.

    Premio Asociacin Odontolgica Argentina, a la Dra. Hilda del Valle Prez, por su acuarela Sinfona violeta.

    Premio Ateneo Argentino de Odontloga, a la Dra. Lys E. Serra, por su oleo Cacharros.

    Premio Crculo Argentino de Odontologa, a la Dra. Elba Castro Mari, por su acrlico Flamenca.

    Premio La Dental Argentina Cooperativa. Primera medalla: al Dr. Osvaldo Giovannangelo, por su oleo Espera .

    Premio La Dental Argentina Cooperativa Segunda me-dalla: a la Sra. Mim Bonatti, por su escultura Flora.

    Premio Mutual Odontolgica Argentina, al Dr. Eduardo Tortorelli, por su es-cultura Uomo e donna.

    Premio Sociedad Argentina de Ortodoncia, al Dr. Alberto J. Olivan, por su fotografa Jugando en las olas

    Recibieron Menciones Especiales del Jurado: Dra. Mara Bento Simoes, por su fotografa Atardecer Dra. Adriana Miglino, por su oleo Casa de campo y la Dra. Graciela Viviani, por sus artesanas en fibras de acrlico y algodn.

    XIX SALN DE ARTES PLSTICAS POR ODONTLOGOS

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    16 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    LA ESCUELA DE ODONTOLOGA, ANTES Y DESPUS

    EL MISTERIO DE LAS ESTATUASOReSteS WalteR Siutti

    Nuestra Facultad de Odontologa funcion como Escuela dependiente de la Facul-tad de Ciencias Mdicas, en el hermoso edificio neoclsico que hoy ocupa la Facultad de Ciencias Econmicas, en la calle Crdoba, entre Jos E. Uriburu y Junn. All cursamos nuestros estudios estando las distintas ctedras ubicadas en: Ana-toma, (Dr. Francisco Rophille) en la planta baja, entrada de Junn por la izquierda. En el segundo piso, sobre las calles Junn, Crdoba y Jos E. Uri-buru, Anatoma Patolgica y Bacteriologa (Dr. Rodolfo Erausquin), Clnica de Dentistera Ope-ratoria (Dr. Luis U. Giovacchini); Prtesis Parcial (Dr. Ricardo A. Crespi); Prtesis de Completas (Dr. Antonio J. Guardo); Farmacologa, Terapu-tica e Higiene (Dr. Ciro Durante Avellanal) Me-talurgia, Fsica, Qumica y Mecnica, aplicadas a la Odontologa (Dr. Eduardo Gallego); Tcnica de Prtesis (Dr. Ral Loustaln), stas en el se-gundo piso, junto con la de Patologa y Clnica (Drs. Rodolfo J. Hopff y Alejandro Cabanne). En el centro del segundo piso y de la manzana, Tc-nica de Operatoria Dental (Dr. Alejandro Zabo-tinsky) Ortodoncia con Odontologa Legal (Dr. Juan Ubaldo Carrea); Radiologa y Fisioterapia (Dr. Enrique Ciancchetta Svori) y la Ctedra de Histologa (Dr. Pedro Rojas - Dr. Rmulo Cabrini para la enseanza de la Histologa Dentaria).

    En la planta baja, esquina de Crdoba y Uri-buru se hallaba la ctedra de Fisiologa, con Fsi-ca y Qumica Biolgicas, del Prof. Dr. Bernardo Houssay. Tanto Fisiologa como Histologa se cursaban con Medicina, con el mismo progra-ma para los alumnos de ambas carreras. Nuestro curso (promocin 39) tuvo oportunidad de estre-nar la ctedra de Ciruga Dento Maxilar, a cargo del Prof. Dr. Carlos Bergara (2 piso, ala Junn). Tambin nos toc debutar en la entonces creada Ctedra de Ciruga Dento Maxilo Facial, del Pro-fesor Dr. Carlos M. Squirru. Esta ltima se dicta-ba en el Hospital Militar Central.

    En 1938 fue demolida la esquina de Crdoba y Uriburu. Qued este edificio menoscabado en su aspecto esttico. Y aqu surgieron los inte-rrogantes Quin dio la orden de demolicin?

    Algunos se aventuraron a decir que al demoler esa esquina se aceleraran los trabajos de cons-truccin del nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Mdicas. Tambin algunos inclusive cambiaban acres acusaciones con los sectores que se oponan a la construccin de la futura sede Se puede responsabilizar a alguien de es-te hecho? Hay certezas o pruebas que aseguren la veracidad de lo ocurrido? Nosotros creemos, filosficamente y despus de tanto tiempo trans-currido, que no vale la pena remover las cenizas de un pasado, tan controvertido en su momento.

    Los argentinos tenemos cosas muy buenas y tambin muy inslitas. Qu hubiera aconsejado la lgica, cuando las autoridades de la Facultad de Ciencias Econmicas decidieron construir un edificio de varios pisos para reponer el sec-tor demolido en 1938? Pues creo que habra que reconstruir esa destruccin slo en su frente, te-niendo como base y modelo la esquina de Cr-doba y Junn, su hermana gemela. Se podra de esta manera devolver al edificio su arquitectura original y ofrecer as un conjunto que es patri-monio cultural de nuestra ciudad.

    Demolida la esquina, las ctedras afectadas, tanto de Medicina como de Odontologa tuvie-ron que buscar lugares para continuar funcio-nando. Tambin nos toc a los estudiantes de la Promocin 39 sufrir los inconvenientes del inadecuado edificio de la calle Azcunaga 1038, donde se trasladaron las ctedras de Histolo-ga, Anatoma Patolgica y Clnica de Dentis-tera Operatoria.

    Sobre este precario edificio, recordaremos que eran tiempos de salivaderas a bomba, aspi-radores de saliva con un frasco de vidrio color caramelo, de cuyo tapn salan dos tubos de goma, uno para el eyector y otro terminado en una perilla de goma que el paciente bombeaba segn necesidad. Preparbamos las cavidades y otros menesteres con el torno a pedal, y en la fila de sillones metlicos apoyados contra la pared, sta haca de improvisado cabezal No obs-tante estos inconvenientes, no hicimos paros, o tomas, ni ensuciamos las paredes con grafitis.

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 17

    Por encima de las dificultades, guardbamos un profundo respeto por nuestra Escuela y por su calificado cuerpo docente.

    Entre tanto, en 1939, comenzaba la construc-cin del imponente edificio de la Facultad de Ciencias Mdicas, que alojara a las tres Escue-las: Medicina, Farmacia y Odontologa. La em-presa constructora fue la del Arquitecto Rafael Sammartino. Y la presentacin de su proyecto est plasmada en un extenso documento que atesora el Museo y Centro de Estudios Histri-cos de la Facultad.

    Las instalaciones de electricidad y fuerza mo-triz estuvieron a cargo de la empresa Siemens Schuckert. Las mesas y laboratorios de trabajos

    prcticos fueron hechas por la Direccin Au-trquica de Obras Municipales. El moblaje que inclua sillas, sillones, escritorios, bibliotecas, butacas, etc., fue realizado por una de las mejo-res muebleras del medio, Nordiska Companiet. Las ctedras clnicas recibieron alrededor de 300 equipos de la afamada marca Ritter. Las aulas de clase contaron con graderas hechas con la me-jor madera. Haba pizarrones elctricos. Tambin se hicieron instalaciones de calefaccin y gas, las caeras a la vista para cada piso. En realidad, no se escatim un solo peso, para dotar a la cons-truccin de las ms modernas instalaciones, despachos, salas de profesores, toilettes, etc. En el primer subsuelo funcionaban las instalaciones

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    18 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

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    de mantenimiento, archivo y otros. Ms tarde se instalara all la Biblioteca, hoy una de las mejo-res en su gnero. En el ltimo, un garaje y taller de reparaciones.

    La edificacin se termin en 1944, y las c-tedras fueron trasladando sus pertenencias a lo largo de 1945 y 1946. En marzo de 1947 se hizo cargo de la Intervencin en la Facultad el Pro-fesor Dr. Antonio J. Guardo (h), con el cual co-labor en carcter de Secretario Acadmico. A partir de este momento comenz el movimiento acadmico y administrativo de la Facultad. Fue el Dr. Guardo un Decano que gobern la Facul-tad. Rodeado por la simpata y la adhesin de los integrantes de la comunidad, lo que le permiti realizar una gestin progresista y de gran conte-nido acadmico y cultural.

    Tuvimos adems importantes refuerzos, ya que empleados de jerarqua de la Facultad de Ciencias Mdicas pasaron a prestar servicios en nuestra Casa, contribuyendo a su organizacin administrativa. Debo recordar aqu a quienes organizaron el sector administrativo y docente: Sres, Restuccia, Areas, Rusconi, Rivas, Carcacia, Otero, Parrinella.

    El tiempo que llev la habilitacin del edificio fue testigo de una actividad febril y sin pausas. No haba tiempo de mirar para arriba, aunque debemos aclarar que las estatuas no habran sido alojadas an sobre las columnas pilares del frente y que habran sido puestas recin en 1950, fecha incierta y sujeta a investigacin.

    Debemos agradecer a la Promocin 84, egre-sada de nuestra Casa, y a su bastonera, Dra. Li-liana Lula Molina, el actualizar el problema de las estatuas y promover gestiones para que se investigue su construccin y posterior ubicacin en el frente de la Facultad.

    Pero surgen las preguntas Dnde se constru-yeron estas monumentales estatuas? Quines fueron los escultores que reprodujeron fidedig-namente los rasgos de las figuras prceres de la Medicina y la Odontologa? Cundo se instala-ron y porqu los que cargamos aos no recorda-mos los detalles de su colocacin?

    Estos interrogantes no tienen an respuesta satisfactoria. Sin embargo, podemos citar a al-gunos de los organismos que intervinieron en la dotacin, y que posiblemente nos orienten en las futuras averiguaciones, comenzando por

    la Direccin Autrquica de Obras Municipales DAOM, o su organismo sustituto; y la Direccin de Festejos y Ornamentaciones de la entonces Municipalidad de Buenos Aires.

    Queda abierta la investigacin, la que ser compleja y llevar tiempo para hurgar en reso-luciones, expedientes y la papelera que habi-tualmente acompaa a las averiguaciones. Pero mientras tanto nos ser til refrescar brevemen-te la historia de los personajes representados en las estatuas. Ellos son:

    Galeno de Prgamo (130 a 200 dC aprox.)Su nombre ha quedado como sinnimo de

    Mdico, y que en griego significa sereno. Re-presentante de una ciencia que pertenece al pa-sado pero a la vez una de esas figuras capitales en la historia de los conocimientos, con respecto a las cuales hay que dividir las cosas en dos partes: antes de l y a partir de l.

    Desde Galeno, ya en plena poca romana, se produce la cristalizacin de la medicina clsica, en un sistema que impera durante quince siglos. El Mtodo Teraputico, el Tratado de Diseccio-nes y el de los rganos del cuerpo, son algunos de los ms significativos trabajos de Galeno. Es usual citarlos en latn, pero estn escritos en el dialecto tico de la lengua griega.

    Guillermo Harvey (1578-1657)Puso fin a la autoridad de Galeno median-

    te su Practica anatmica sobre el movimiento del corazn y la sangre de los animales. Harvey prob, por la arteriotoma. O, como l mismo dijo por autopsias y no por libros de otros la unidad y la pequea y gran circulacin, as co-mo el significado del pulso como resultado de la presin de la sangre y no como fenmeno pneu-mtico.

    La labor de Harvey significa en definitiva el triunfo del mtodo experimental en el orden biolgico, tal como Galileo lo haba hecho triun-far en la Fsica. La biologa y la medicin tuvie-ron as abierta su nueva senda.

    Guillermo Roentgen (1845-1923)

    Al acercarse el fin de siglo, fsicos y qumi-cos se hallaban perplejos ante ciertos problemas que significaban la necesidad de una revisin profunda de los conocimientos. Fuerzas mis-

    EL MISTERIO DE LAS ESTATUAS

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 19

    teriosas de la naturaleza iban a ser desentraa-das casi simultneamente: la radiactividad y los rayos equis, y se asista al prembulo de la rela-tividad.

    Estaba reservado a Roentgen, entonces pro-fesor de fsica de la Universidad de Wurzburg, dar el paso decisivo, en el ao 1895. Reiterando estos experimentos, observ que los rayos ca-tdicos interceptados por el vidrio daban naci-miento a otros rayos similares pero de extraor-dinarios efectos, ya que atravesaban cuerpos opacos que por ellos se hacan transparentes y podran impresionar una pantalla fluorescen-te o una placa fotogrfica. Roentgen los llam rayos equis porque era como una incgnita y otros los llamaron por su nombre.

    Pablo Erlich (1845-1915)En la gran renovacin cientfica del siglo se

    form Erlich, discpulo de Roberto Koch, cons-ciente que la investigacin fisiolgica es la clave del saber mdico, como lo haba enseado Clau-dio Bernard. Haban muerto las generaciones aforsticas para ser reemplazadas por la cuida-dosa experimentacin, aunque perdurara el riesgo de generalizar los resultados modestos y seguros de cada hecho.

    En su estudio sobre las fronteras de la vida y la muerte, Erlich observa los leucocitos, los tie con anilinas para facilitar la observacin, los cla-sifica y establece los resultados de los anticuer-pos para la sueroterapia. Es bautizado como fe-nmeno de Erlich el grado de accin decreciente de las antitoxinas sobre las toxinas.

    Horacio Wells (1815-1848)Desde tiempos remotos, la actividad quirr-

    gica tena un escollo natural: el dolor producido por la necesidad de abrir el cuerpo para obrar en los rganos y curar o extraer las piezas denta-rias. Se usaba el opio como sedante, pero esto era muy poco y por eso muchas operaciones eran juzgadas imposibles. Los progresos de la ciencia qumica comenzaron a solucionar el problema cuando se descubrieron nuevos compuestos gaseosos; uno de ellos era el xido nitroso, y el joven odontlogo Horacio Wells descubri que posea un efecto adormecedor, lo que luego se llam anestesia general. Pero en la ciencia suce-den a veces experiencias infructuosas o resulta-

    dos contrarios a los esperados, y esto le ocurri a Wells, cuya demostracin pblica en Boston, en 1844, fracas sin que pudiera explicarse. Po-co despus, otros odontlogos norteamericanos usaron con xito medios similares, pero entre-tanto el descrdito haba llevado a Wells al sui-cidio. El tiempo, supremo juez, vindic su figura como verdadero descubridor de la anestesia.

    Pierre Fauchard (1678-1761)Naci en Bretaa, antigua provincia france-

    sa, instalndose en Pars, en 1718. En 1728 pu-blic Le Chirurgien Dentiste o Tratado de los Dientes, obra en dos tomos que tuvo un xito resonante, publicndose dos ediciones ms, en 1746 y 1786. A partir de esta obra comienza la era cientfica de la profesin. En ella se tratan una gran cantidad de temas, desde anatoma, dentistera, extracciones, piorrea alveolar (lla-mada enfermedad de Fauchard), ortodoncia, prtesis, caries dentaria, accidentes de la denti-cin, etc.

    Fauchard clasifica las anomalas de posicin de los dientes. En lo que respecta a complicacio-nes de las caries reconoce trepanar el diente y realizar la apertura de cmara y conductos para dar salida a los humores. Para obturaciones mix-tas emplea el estao y el plomo.

    Fauchard vivi entre los siglos XVII (gran si-glo francs) y XVIII, que incluyen los perodos Barroco y Rococ. Muri en Pars, en marzo de 1761, a la edad de 83. En ocasin de recordarse, en 1961. El segundo centenario de su falleci-miento, se llevaron a cabo en Francia, solemnes homenajes a su memoria: la inauguracin de su monumento, en el castillo de Grand Mesnil; el correo francs puso en circulacin un sello pos-tal, valor 2,50 francos, en el que figura Pierre sosteniendo un ejemplar de su obra. Fauchard es llamado con justicia, en todo el mundo, el Padre de la Odontologa.

    Mientras tanto, las estatuas siguen all arriba, donde no miramos, impasibles, orgullosamen-te erguidas, esperando las noticias sobre sus or-genes y la gestin que rescate su construccin e instalacin del anonimato.

    Los parrafos encomillados pertenecen al trabajo una facultad y sus estatuas, del Dr. Alfredo J. A. Siutti, revista del museo n 3, junio de 1987.

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    20 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    CENTENARIO DEL NACIMIENTO 1910-2010

    PROFESOR DR. MANUEL REY MILLARES

    El Museo y Centro de Estudios His- tricos recuerda hoy a este in-signe maestro, que ilumin con su capacidad e inteligencia a una de las ctedras de nuestra Facultad. La Microbiologa es de por s una mate-ria compleja, no solo por el estudio de las especies microbianas tradicionales, sino por la peridica aparicin de nuevas formas o la mutacin de otras, que mantienen a la especialidad en permanente investigacin.

    Rey Millares haca un culto de la clase teri-ca, cuyo discurso no solo estaba dedicado a los microbios, sino que intercalaba en su rico relato ancdotas y citas culturales y ello originaba una aceptacin por parte del alumnado, que segua con inters y fascinacin su decir ameno. Rey Millares crea que la ctedra no solo debe ilustrar sobre la materia que trata, sino que el estudiante debe recibir al mismo tiempo las nociones indis-pensables de cultura general que despierten su inters por los hechos, personajes y obras que han desfilado por la historia de la humanidad.

    Tena autoridad para hacerlo. Sus antece-dentes recuerdan que era Odontlogo y M-dico, egresado de la UBA en ambas carreras. Present su tesis de doctorado en odontologa, sobre el tema: Contribucin al estudio de los grmenes del grupo Coli-aerogenes obtenien-do el Premio Facultad de Ciencias Mdicas. Escuela de Odontologa. Curs como alumno la carrera de Medicina, recibindose de Mdi-co en 1953. En esa ocasin, con el Prof. Dr. Jos Monserrat como padrino, present su teis sobre el tema: Contribucin al estudio de las lesiones intestinales y hepticas determinadas por la En-domeba Histoltica, que le vali la distincin del Premio Facultad de Ciencias Mdicas. La obten-cin de los premios mximos en ambas oportu-nidades representa una circunstancia nica en la historia de la Universidad de Buenos Aires.

    Recorri todos los peldaos de la Carrera Docente, desde Jefe de Trabajos Prcticos, Do-cente Libre, Profesor Adjunto y Profesor Titular. Se desempe como Consejero por los profe-sores titulares y Decano interventor de nuestra

    Casa de estudios. Tuvo anterior actua-cin como Bacterilogo en Obras Sa-nitarias de la Nacin; Jefe de Micro-biologa en el Instituto Nacional de Nutricin; y Odontlogo de la Ins-peccin Mdica Escolar. En el plano internacional fue distinguido como

    Profesor Honoris Causa de algunas universidades americanas.

    Autor de varios libros, entre los que destaca-mos su Compendio de Parasitologa, de lectura obligada en pases de habla hispana, no descui-d su aficin por la literatura, traducida en dos libros de poesas que lo sealaron como un es-critor de fina sensibilidad. En los medios radia-les y televisivos dej la impronta de su talento, en audiciones como Apelacin pblica y Archivo secreto. Su amplia cultura y su fino sentido del humor le marcaron una personalidad plena de gracejo hispano. Orgulloso de sus antepasados sola decir: Espaol se nace, pero de gallego, hay que recibirse

    No podemos dejar de mencionar la gran ac-cin cultural desarrollada por Rey Millares al frente de su Ctedra. Destacamos los comenta-rios favorables a sus cursos de integracin cultu-ral, donde no solo aportaba sus conocimientos sobre filosofa, artes plsticas y otras materias, sino que invitaba a conferenciantes a disertar so-bre msica, estilos artsticos y literatura clsica y moderna, entre otros temas. La Ctedra de Mi-crobiologa se transform en un foco de irradia-cin cultural nico en la Universidad.Y todo ello se efectuaba con el apoyo de un gran Decano, el Profesor Dr. Antonio J. Guardo (h).

    Rey Millares se brind, en cuerpo y alma, a la misin a que le obligaban sus convicciones y su culta personalidad. Conoci la injusticia, alen-tada por la envidia de los inferiores. Su memoria emerge, victoriosa, recibiendo las bendiciones y el agradecimiento de los innumerables jvenes que se nutrieron con su palabra y accin. A ello nos unimos, querido Nolo, los que fuimos tus amigos de siempre, Roberto R. Cravino, Samuel Finkelsztein, Bernardino Janches, Juan Antonio Pezza y Orestes Walter Siutti.

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    Diciembre de 2010, Ao 25, N 42 21

    LA MUJER EN LA ODONTOLOGA MExICANAMaRtha Diaz De KuRi

    reSumeN

    La dentistera, profesin llegada a Mexico de Francia y los Estados Unidos a principios del siglo XIX, fue ejercida por varias dcadas slo por varones. En 1886, venciendo una serie de obstculos de orden social y moral, se titul la primera dentista, Margarita Chorn y Salazar. Este fue un acontecimiento histrico, ya que marca el inicio de la incorporacin del sexo femenino a las profesiones independientes. Poco a poco el nmero de universitarias fue aumentando y actualmente es mayor el nmero de mujeres al de varones, en la matrcula de facultades y escuelas de odontologa de todo el pas.

    rSum

    La profession de lart dentaire est arrive en Mexico et aux Etats Unis au debut du 19e sicle et pendant des dcennies elle tait excerce seulement pour hommes. En 1886 contre obstacles sociaux et culturels, la premire femme dentiste sest gradue, Margarita Chorn y Salazar. Ctait un venement historique linclussion de femmes dans le domain des professions indpendantes. Lentement le nombre de femmes universitaires augmentait et maintenant il y a plus delles luniversit et aux coles dentaires dans toute la nation.

    SummAry

    Dentistry, a profession that reached Mexico and the United States in the early 19th century, was only performed for several decades only by men. In 1886 defeating social and moral obstacles and biases, the first woman dentist graduated. Margarita Chorn y Salazar. It was an historic event beginning the inclusion of women in indepent professions. Step by step the number of women in universities increased and nowadays women outnumber the quantity of men in universities and dental schools in the whole country.

    Los roles de gnero existentes en el Mxico pre- hispnico estaban perfectamente definidos, pero no existe la idea de la superioridad mascu-lina. La enseanza para la mujer, adems del en-trenamiento en quehaceres domsticos se iniciaba a los cuatro aos de edad, en dos tipos de escuelas: El Calmecac para las de condicin noble y el Tel-pochcalli para las plebeyas. La medicina era una actividad permitida para el gnero femenino. Las

    mujeres podan cultivar y recolectar las hierbas in-dicadas para preparar medicamentos. La atencin de las enfermedades propias de la mujer, el cuidado del embarazo, el parto y la lactancia, estaban encar-gados a mujeres de edad y experiencia, que se en-trenaban para estas labores.

    Durante la etapa colonial imper la idea de la condicin femenina cristiana medieval, las mujeres como seres inferiores a los hombres. La educacin

    Dr. Margarita Chorn y Salazar, la primer odontologa mexicana

  • REVISTADELMUSEOY CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS

    22 Diciembre de 2010, Ao 25, N 42

    para la mujer constaba de tres etapas: el catecismo, la cultura media y el nivel superior. En la primera se instruia a las pequeas a todo lo relacionado con la religin catlica, en la segunda se les enseaba a leer, a escribir y algunas nociones bsicas de arit-mtica, historia y geografa.

    Para las mujeres, los estudios superiores se rea-lizaban en su hogar, en forma autodidacta y eran exclusivamente para las clases acomodadas y bajo la estricta vigilancia de los confesores. Las discipli-nas eran principalmente: Matemticas, latn, grie-go, msica, filosofa, astronoma y literatura, que eran impartidas por bachilleres de la Real y Pontifi-cia Universidad de Mxico.

    Al consumarse la independencia de Mxico, se comenz a definir un proyecto de nacin que de-seaba dejar atrs la estructura virreinal. La influen-cia de la filosofa liberal y el modelo positivista eu-ropeo, sugeran los lineamientos de una sociedad diferente. Este progreso tambin se hizo presente en la vida femenina y muy pronto sera imposible ignorar el deseo femenino por probar las nuevas oportunidades que ofreca la temprana moderni-dad, as como por escalar las jerarquas profesiona-les abarcadas nicamente por el sexo masculino.

    El mayor obstculo a vencer por las pioneras, fue de orden moral. El hecho de que una mujer desempear, o slo deseara, incursionar en una profesin, se poda interpretar como una renuncia a los ineludibles deberes morales -tanto de ellas co-mo para sus familias- para abrirse paso en terrenos inadecuados, riesgosos y no bien vistos por la so-ciedad decimonnica.

    Las opciones decentes para que una mujer de ciudad se ganara la vida a lo largo del siglo