Numeros analisis teologico
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ANLISIS TEOLGICO DEL LIBRO DE NMEROS
Presentado por:
Luis Emiro Silva Prez
Presentado a:
Milton Martnez
Corporacin Universitaria Minuto de Dios
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Ciencias Bblicas
Pentateuco
2013
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ANLISIS TEOLGICO DEL LIBRO DE NMEROS
El libro de nmeros o el libro En el desierto como lo llaman los judos, es un libro descriptivo en el que se narra la historia de los hebreos desde el Sina hasta los campos de
Moab. Este trabajo tiene el propsito de realizar un anlisis teolgico a Nmeros indicando
cuales son los principales ejes o temas teolgicos en torno a los cuales giro la vida de los
hebreos en el desierto acerca de los cuales podemos aprender el da de hoy.
Con el propsito de entender la teologa del libro de Nmeros a continuacin se presenta un
bosquejo del libro, el cual permite tener un primer acercamiento a la teologa de Nmeros:
I. En el monte Sina: Organizacin de la comunidad y preparativos para la marcha, 1:1-10:10
1. El primer censo y la organizacin del pueblo, 1:1-2:34
2. El significado, la enumeracin y la organizacin de los levitas, 3:1-4:49
3. Reglas para mantener la santidad y la pureza del pueblo, 5:1-6:27
4. Ritos celebrados antes de la salida del monte Sina, 7:1-9:14
5. Provisin para la direccin del pueblo en el viaje, 9:15-10:10
II. El viaje desde Sina hasta Cades-Barnea, 10:11-12:16
1. La salida del monte Sina, 10:11-36
2. El fuego en Tabera, 11:1-3
3. La provisin de las codornices, 11:4-35
4. La murmuracin de Aarn y Mara contra Moiss, 12:1-16
III. Acontecimientos y leyes en y alrededor de Cades, 13:1-20:13
1. La rebelin del pueblo: Rechazo de la tierra prometida, 13:1-14:45
2. La reafirmacin de la promesa de la tierra y de la necesidad de la obediencia,
15:1-41
3. La rebelin de los lderes y levitas: Rechazo del orden espiritual, 16:1-17:13
4. La reafirmacin del orden espiritual, 18:1-19:22
5. La rebelin de Moiss y Aarn: Rechazo de la palabra de Dios, 20:1-13
IV. El viaje desde Cades hasta las llanuras de Moab, 20:14-22:1
1. El desvo alrededor de Edom, 20:14-21
2. La muerte de Aarn en el monte Hor, 20:22-29
3. La campaa contra Arad, 21:1-3
4. Las serpientes ardientes y la serpiente de bronce, 21:4-9
5. El desvo alrededor de Moab, 21:10-20
6. La conquista de los reinos de Sejn y Og y la llegada a las llanuras de Moab,
21:21-22:1
V. Acontecimientos y leyes en las llanuras de Moab, 22:2-36:13
1. El episodio con Balan, 22:2-24:25
2. La apostasa del pueblo con Baal de Peor, 25:1-18
3. Preparativos para entrar en la tierra prometida, 26:1-27:23
4. Leyes sobre ofrendas y votos, 28:1-30:16
5. Acontecimientos antes de la entrada en la tierra prometida y resumen de las
jornadas desde Egipto, 31:1-33:49
6. Leyes acerca de la tierra, 33:50-36:13. (Carro, Poe, & Zorzoli, 1998)
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A partir de este bosquejo se puede observar varios temas o ejes teolgicos en torno al cual
gira el libro de Nmeros, entre estos los siguientes:
Las constantes murmuraciones y quejas del pueblo hebreo, generadas a causa de las dificultades presentes en el desierto. Estas dificultades les hizo olvidar que en la tierra
de Egipto eran esclavos y que a diferencia de Egipto en el desierto eran libres.
La respuesta de Yahv a las quejas y murmuraciones del pueblo, permite observar a un Dios proveedor y sustentador de ellos, dando respuesta a cada necesidad que tuvo su
pueblo elegido. Pero, es importante resaltar que la respuesta estaba acompaada
tambin de un castigo a su actuar con el propsito de demandar a su pueblo santidad y
un comportamiento diferente al de los dems pueblos de la tierra, dado que el dios de
ellos es el nico y verdadero dios y por ende es diferente a los dems dioses de los otros
pueblos.
La entrega de leyes que guan al pueblo a la santidad. Las leyes en principio pareciera que aparecieran de forma aleatoria en el libro de Nmeros, como si estas interrumpieran
el flujo con el cual viene la narracin, pero al hacer un anlisis detallado se observa que
estas aparecen antes o despus de que el pueblo ha fallado con el nico propsito de
advertir o instruir al pueblo.
La importancia de la tribu de los Levitas, expresada en algunos textos especficos en el libro de Nmeros con el fin de mostrar el deseo de Yahv para un grupo especfico de
los hebreos, grupo que fue separado para su servicio y como primicias por todo un
pueblo.
El deseo de Yahv de bendecir a su pueblo. Este hecho se ve reflejado en el recorrer de todo el libro, pero se observa de forma ms precisa en los captulos relacionados con
Balan. Cabe resaltar que este deseo es dado al pueblo a pesar de que ste fue duro de
cerviz en su estada en el desierto.
Las victorias que obtuvo el pueblo en las llanura de Moab ante los reyes de Sejn, Og y Madian comienzan a reflejar el cumplimiento de la promesa dada a Abraham y a sus
descendientes de tener una tierra propia, tierra en la cual fluye leche y miel.
Teniendo este panorama del libro de Nmeros es importante recalcar que los
acontecimientos de Nmeros se centran no en una agrupacin heterognea de tribus, sino en una comunidad santa en medio de la cual habita Dios. Dios era el centro de la vida de
este pueblo, a pesar de sus persistentes infidelidades. Aqu fie erigido su santuario, y el
campamento fue santificado por la presencia divina. Durante los desplazamientos por el
desierto, Dios tuvo un cuidado especial de su pueblo, incluso cuando exigi de l una
obediencia absoluta a su voluntad segn haba sido revelada en la ley santa. (Brown, Fitzmyer, & Murphy, 1971). Con esta concepcin, veamos a continuacin con detenimiento
algunos de estos ejes teolgicos sobre los cuales gira el libro de Nmeros:
1. Desobediencia, queja o rebelin del pueblo y respuesta por parte de Yahv.
Los actos de desobediencia, queja o rebelin del pueblo se encuentran agrupados
primordialmente en los captulos del 11 al 20, periodo en el cual el pueblo estuvo de
camino a Moab, luego de su salida del Sina. Las rebeliones que presenta el libro de
Nmeros son las siguientes:
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La rebelin del pueblo por falta de carne Nmeros 11
El pueblo se rebela contra Yahv a causa de la falta de carne al recordar el pueblo la
comida que tenan en Egipto (pescado, pepinos, puerros, cebollas y ajos), a pesar de que
Yahv los sostena con Mana. La respuesta de Yahv se observa en Nm. 11:18-20, al
decirle al pueblo por medio de Moiss que se santificaran porque habis llorado en odos de
Yahv diciendo Quin nos diera carne para comer? Ya que comeris carne un mes entero
hasta que os salga por las narices, y la aborrezcis, por cuanto menospreciaron a Yahv. Y
a causa de que parte del pueblo comi con codicia y sin medida parte de ellos murieron,
razn por la cual a ese lugar le llaman Kibrot-hataava, por cuanto all sepultaron al pueblo
codicioso (Nm. 11:33).
La murmuracin de Mara y Aarn Nm 12
La queja que presentaron Mara y Aarn en contra de Moiss se gener a causa de que
Moiss haba tomado por esposa a una mujer cusita, y a causa de esto comenzaron a decir si
solamente Yahv hablaba a travs de Moiss, ya que Yahv tambin ha hablado a travs de
Aarn y Mara. La respuesta de Yahv fue en defensa de Moiss, con el cual hablaba cara a
cara, y recrimina a Aarn y a Mara ya que no tuvieron temor de hablar contra Moiss. Por
esta razn Mara contrajo lepra y a causa de la intercesin de Moiss Mara fue echada
fuera del campamento por siete das hasta que la lepra le pas.
La queja de los jefes exploradores Nmeros 13 y las consecuencias sobre el pueblo
Nmeros 14
Moiss selecciona a doce principales de las tribus, uno por cada tribu, para explorar la tierra
prometida. Al regreso de estos diez (10) presentan un panorama desesperanzador al indicar
que esa tierra a pesar de todo lo bueno que posee no era posible conquistar dado que los
pueblos que all habitaban eran grandes y poderosos con asentamientos fortificados, razn
por la cual sera imposible tomar esta tierra. A causa de este reporte el pueblo se rebela y
queja contra Moiss y Aarn y diciendo: Ojal muriramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojal muriramos! Y por qu nos trae Jehov a esta tierra para caer a
espada, y que nuestras mujeres y nuestros nios sean por presa? No nos sera mejor
volvernos a Egipto? Y decan el uno al otro: Designemos un capitn, y volvmonos a
Egipto. (Nm. 14:2-4).
La respuesta de Yahv ante la queja fue la siguiente: Hasta cundo me ha de irritar este pueblo? Hasta cundo no me creern, con todas las seales que he hecho en medio de
ellos? Yo los herir de mortandad y los destruir, y a ti te pondr sobre gente ms grande y
ms fuerte que ellos. (Nm 14:11-12), frente a la cual Moiss intercede por el pueblo para que Yahv no destruya a todo el pueblo como a un solo hombre, a lo cual Yahv accede,
pero le responde: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Mas tan ciertamente como vivo
yo, y mi gloria llena toda la tierra, todos los que vieron mi gloria y mis seales que he
hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han odo mi voz, no
vern la tierra de la cual jur a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la ver.
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(Nm 14: 20-23). Y esta sentencia comienza con la muerte de los diez espas al morir estos
de plaga delante de Yahv.
El captulo 14 de Nmeros es importante a nivel teolgico y entra a resumir parte de los
acontecimientos que suceden en el recorrer del libro, dado que todo el pueblo que haba
sido censado en el captulo 1 no entrara a ver la tierra prometida a causa de su
desobediencia y de su actitud frente a Yahv ante las circunstancias difciles que se
tuvieron que vivir en el desierto y que el castigo de esto sera la muerte, dado que para
entrar a tomar la tierra prometida se requiere de un pueblo santo que crea en el podero de
su Dios. Y en efecto esta sentencia de muerte sobre este pueblo se hace realidad y se ve
reflejada en el segundo censo que se realiza al final del libro de Nmeros.
La rebelin de los levitas Nmeros 16
Cor, Datan, Abiram y On junto con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel se
juntan contra Moiss y el sacerdocio de Aarn a reclamarles frente a su liderazgo del
pueblo que segn Cor y los dems era un pueblo santo. Frente a este hecho, Moiss dijo
que tomaran incensarios y que al da siguiente el mismo Yahv elegir quien es santo. La
respuesta de Yahv fue separar de la congregacin a todos los rebeldes, de tal forma que
cuando se abri la tierra solo Cor y su sequito fue tragado por ella junto con todos sus
bienes.
Como reaccin del pueblo a este suceso, la congregacin se reuni al otro da contra
Moiss y Aarn y los acusaron de haber dado muerte al pueblo de Yahv, frente a lo cual
Yahv quera destruir al pueblo pero dada la intercesin de Moiss y Aarn la mortandad
que haba enviado Yahv a sus pueblo ceso, pero aun as catorce mil personas murieron a
causa de esta rebelin (Nm. 16:49)
La rebelin de Moiss y Aarn Nmeros 20: 1-13
El pueblo luego de llegar a Cades se junt contra Moiss y Aarn dado que en este lugar no
haba agua, frente a lo cual Yahv dijo a Moiss que hablara a la pea en vista del pueblo,
ya que ella dar agua (Nm. 20:8). Frente a este mandato, Moiss golpeo la pea con su vara
dos veces y broto agua. Pero, dado que Moiss golpeo la piedra, en vez de hablarle a ella,
Yahv dijo a Moiss y a Aarn lo siguiente: Por cuanto no cresteis en m, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteris esta congregacin en la
tierra que les he dado. (Nm. 20:12). Por ende, aun el mismo Moiss y Aarn recibieron la paga por su desobediencia, dando a entender que a pesar de que Yahv provee para todo lo
que su pueblo necesita, aun as el retribuye cada actuar de l, aun a sus dirigentes.
La respuesta que presenta Yahv a cada acto de rebelin de su pueblo, muestra que el terrible poder de Dios que aplica sus armas, la lepra, la serpiente y la peste contra su propio pueblo, no deja duda alguna de que la alianza hecha por Dios no es un baluarte
seguro tras el cual pueda uno servirse astutamente del poder divino para sus propios
intereses. La alianza reclama a todo el hombre, llamndolo a una entrega sin reservas (Eichrodt, 1975)
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Podemos resumir esta teologa en las siguientes palabras de Briend Jacques: Los diversos episodios que se nos cuentan tienen un denominador comn: manifestar la infidelidad del
pueblo y subrayar la funcin de Moiss. As, por ejemplo, en Taabera, el pueblo se subleva
contra Dios y contra Moiss (Nm. 11, 1-3) Y ste debe interceder ante Dios, jugando una
vez ms el papel de intermediario y de profeta. En Nm. 11, 4a. 5-9, el pueblo comienza a
echar en falta Egipto porque, en el desierto, el nico alimento que tiene es el man (Briend, 1980).
A partir de estos relatos se puede llegar a entender la actitud de Yahv hacia el pueblo, la
cual la presenta Sicre (2003) de la siguiente manera: Dios soluciona pacientemente los problemas: cura, alimenta, da agua, protege. Prueba a Israel, pero con paciencia Los captulos posteriores aaden los aspectos aaden los aspectos del Dios que purifica y salva
o bendice. Sin embargo, el tema de la paciencia se ira matizando y las reiteradas
transgresiones del pueblo provocaran su castigo. El mayor aspecto del castigo cosiste en
que el pueblo salvado de Egipto no conseguir entrar en la tierra prometida (Sicre, 2000)
2. La bendicin de Yahv a un pueblo obediente
Nmeros 1-10
En la primera y ltima parte del libro (cap. 1-10 y 22-36) se enfatizan en los aspectos positivos de la comunidad en sus relaciones con Yahv. Se trata de una comunidad
perfectamente organizada, en sintona con la voluntad de Dios. (Garcia Lopez, 2003). A continuacin se mencionan algunos de los sucesos que nos permite ver esta idea teolgica:
El captulo 1 muestra el censo del pueblo, mediante el cual se desea mostrar lo numeroso
que era el pueblo y como Yahv los haba multiplicado en Egipto, y Nm. 1: 54 indica que el
pueblo hizo todo conforme Yahv haba mandado a travs de Moiss. Nmeros 2 muestra
como Yahv organiza a cada una de las tribus alrededor del tabernculo y Nm. 2:34
muestra como el pueblo obedece a todo lo que Yahv mando. Nmeros 4 muestra las tareas
asignadas a cada una de las familias de los levitas, indicando que como lo haba mandado
Yahv a Moiss se hizo contando a cada uno por su oficio y segn su cargo (Nm. 4:49).
Nmeros 7 muestra que luego de que Moiss hubo acabado de levantar el tabernculo y lo
hubo ungido y santificado los jefes trajeron ofrendas para su dedicacin, mostrando que la
obediencia a Yahv trae consigo agradecimiento a l. Otro ejemplo de la obediencia del
pueblo a Yahv se observa en la obediencia a todo el ritual de purificacin de los levitas,
presentado en Nmeros 8:20.
El punto culmine de la bendicin de la obediencia del pueblo, presentada anteriormente se
ve reflejada en Nmeros 9 con la celebracin de la pascua, mediante la cual recordaban las
obras que hizo Yahv para dar la libertad a su pueblo de la tierra de Egipto. Como
recompensa a la obediencia de Yahv el pueblo habitaba tranquilo y bajo la gua de Yahv
representada est en la nube, como nos lo muestra Nmeros 9:15-23, en el indica como el
pueblo guardaba la ordenanza de Yahv.
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En esta sesin se observa a un pueblo obediente, siendo guiado por Yahv y sin vivir
ninguna plaga o mal contra ellos a diferencia de lo presentado en los captulos del 11 a 22
de Nmeros.
La separacin de los levitas
Adems de mostrar como Yahv eligi a la tribu de los levitas apartados para un propsito
especial el cual es estar delante del tabernculo del testimonio y sobre todos sus utensilios,
sirviendo en l acampando alrededor de este, indicando que todo aquel diferente a los
levitas que haga estas labores morir (Nm. 1:50-51). Nmeros 3 nos muestra los deberes
especficos para los levitas, estando estos al servicio de Aarn, siendo solo Aarn y sus
hijos los dedicados al sacerdocio y todo aquel diferente a ellos que ejerce esta funcin
morir. Frente a los levitas es importante resaltar que estos fueron tomados de entre los
hijos de Israel en lugar de todos los primognitos, ya que desde el da en que Yahv hizo
morir a todos los primognitos de Egipto santifico para l a todo primognito en Israel. Por
ende, los levitas muestran a un grupo apartado y lo suficientemente santo para estar al
servicio de Dios por los dems, dado que Yahv es santo y aborrece la maldad, siendo los
levitas los ofrendados en rescate por el resto del pueblo.
Nmeros 8:5-26, muestra la consagracin de los levitas indicando un ritual realizado por
Moiss, dado que los levitas son apartados para Yahv, con el fin de ministrar en el
tabernculo de reunin, razn por la cual tenan que ser purificados y entregados como
ofrenda a Yahv, dado que estos son dedicados enteramente de entre el pueblo en lugar de
todo primognito de Israel (Nm 8:14-16). Esta santificacin tiene el propsito de ejercer el
ministerio y reconciliar a los hijos de Israel para que no haya plaga al acercarse los hijos de
Israel al santuario.
Nmeros 22-36
Estos captulos muestra la misma faceta de la bendicin del pueblo cuando este es
obediente a Yahv, cabe resaltar que estos captulos se relatan en las llanuras de Moab,
luego de haber pasado cerca de treinta y ocho aos en el desierto. Veamos algunos aspectos
teolgicos en torno a estos captulos:
Los captulos 22 a 24 muestra el propsito de Yahv para con su pueblo, el cual es de
bendicin. Este propsito se ve reflejado claramente en los sucesos relacionados con el
profeta Balan los cuales se resumen a continuacin:
El rey de Moab Balac manda a llamar a Balan para maldecir al pueblo de Israel, al ver que
este era grande y estaba junto a Moab. Cuando fue llamado por primera vez Balan a travs
de los prncipes de Balac, Balan no quiso ir con los enviados por el rey, dado que Yahv le
haba dicho que no maldijera a este pueblo, dicindole que este es un pueblo bendito (Nm.
22:12). Frente a esta respuesta Balac envi ms mensajeros, los cuales convencieron a
Balan de ir con ellos. Estando Balan con Balac en tres ocasiones diferentes Balan
bendice a Israel:
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Primero desde Bamot-Baal a travs de las siguientes palabras: Por qu maldecir yo al que Dios no maldijo? Y por qu he de execrar al que Jehov no ha execrado? Porque de la
cumbre de las peas lo ver, Y desde los collados lo mirar; he aqu un pueblo que habitar
confiado, y no ser contado entre las naciones. Quin contar el polvo de Jacob, o el
nmero de la cuarta parte de Israel? muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimera sea
como la suya. (Nm. 23:8-10). Luego estando en el campo de Zofim a la cumbre de Pisga, bendiciendo al pueblo a travs de las siguientes palabras: Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. l dijo, y no har? Habl, y no lo
ejecutar? He aqu, he recibido orden de bendecir; el dio bendicin, y no podr revocarla.
No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel. Jehov su Dios est con
l, y jbilo de rey en l. Dios los ha sacado de Egipto; tiene fuerzas como de bfalo. Porque
contra Jacob no hay agero, ni adivinacin contra Israel. Como ahora, ser dicho de Jacob y
de Israel: lo que ha hecho Dios! He aqu el pueblo que como len se levantar, y como
len se erguir; no se echar hasta que devore la presa, y beba la sangre de los muertos.
(Nm. 23:19-24); y la tercera vez que bendice Balan al pueblo es desde Peor diciendo:
Cun hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel! Como arroyos estn extendidas, como huertos junto al ro, como loes plantados por Jehov, como cedros junto
a las aguas. De sus manos destilarn aguas, y su descendencia ser en muchas aguas;
enaltecer su rey ms que Agag, y su reino ser engrandecido. Dios lo sac de Egipto; tiene
fuerzas como de bfalo. Devorar a las naciones enemigas, desmenuzar sus huesos, y las
traspasar con sus saetas. Se encorvar para echarse como len, y como leona; quin lo
despertar? benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren. (Nm. 24:5-9).
Posterior a estos eventos, se observa una serie de preparativos para entrar a la tierra
prometida. El primero de ellos es la muerte de todos aquellos que fornicaron con las hijas
de Moab, terminado esta matanza con la muerte de Zimri hijo de Salu, jefe de una familia
de la tribu de Simen y la madianita Cozbi hija de Zur por parte de Finees hijo de Eleazar.
Este evento es importante, dado que muestra lo celoso que es Yahv y la santidad que
demanda de su pueblo. Por esta razn, se observa en el captulo 31 como el pueblo de Israel
ataca y mata a todos los varones Madianitas con el fin de evitar que el pueblo caiga de
nuevo en idolatra. Con estos asesinatos se quiere mostrar que la muerte es la paga para
todo aquel que haga desviar al pueblo de Dios.
Luego de esto, se realiza de nuevo un censo, con el propsito de mostrar que todos los que
haban salido del Sina haban muerto y que esta era una nueva generacin, la cual entrara
a la tierra prometida, dando a entender que se requiere una mentalidad renovada para entrar
a conquistar, una en la cual no se encuentre ningn recuerdo bueno de una tierra en la cual haban sido esclavos, siendo esta la razn por la cual el pueblo que sali de Egipto no
entro a la tierra prometida.
En el captulo 28 se observa una serie de ofrendas que demanda Yahv a su pueblo, con el
propsito de que ellos recuerden a diario a Dios por medio de estas, adems estas ofrendas
sirven como medio de expiacin por los pecados del pueblo de tal forma que el pueblo
pueda disfrutar de la bendicin de Yahv.
Por ltimo, se observa el comienzo de la posesin de la tierra prometida, siendo esta la
retribucin a un pueblo obediente y temerosos de Yahv, comenzando con la entrega a
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Ruben y a Gad, en la tierra de Jazer y Galaad, tierra que haba sido poseda a travs de
varios enfrentamientos contra los reyes de Madian, Sajn, Og y otros como cumplimiento
de la promesa hecha por Yahv a Abraham y su descendencia.
Es importante resaltar la orden que entrega Yahv a su pueblo antes de entrar a la tierra
prometida (Nm. 33:50-56), en el cual se observa que la orden de Yahv era echar de
Canan a todos los habitantes de la tierra, destruyendo sus dolos, y sus imgenes de
fundiciones, ya que Yahv de esta forma quera asegurarse que su pueblo no se mezclara
con los otros pueblos, los cuales los llevaron a la idolatra (como sucedi con los
Madianitas en el captulo 31) por no cumplir este mandato a cabalidad.
La separacin de los levitas
En el segundo censo se observa de nuevo la separacin que hace Yahv a la tribu de los
levitas al contar a estos a parte del resto del pueblo, resaltando la importancia de esta tribu
y su misin en el pueblo. Por esta razn, Moiss menciona que cuando se entre a conquistar
la tierra prometida cada tribu separara unas ciudades especficas para los levitas (Numero
35:2-3), con el fin de recordar que ellos son la ofrenda por todos los primognitos de Israel.
Esta separacin que se ha mostrado en torno a los levitas muestra la necesidad de un
mediador entre un Dios Santo y un pueblo pecaminoso, subrayando la necesidad de un
mediador entre Dios y el pueblo, en el libro de Nmeros se observa la mediacin especial
de Moiss y Aarn, intercediendo varias veces Moiss por el pueblo. En el AT, los sacerdotes y levitas y la responsabilidad del pueblo de apoyar y mantenerlos (1:53; 3:11-
13; 17:12-18:32; 35:1-28). Adems, encontramos que en varias ocasiones un sacerdote
intercede o hace expiacin por el pueblo (16:46-48; 25:7,8; 35:28) (Carro, Poe, & Zorzoli, 1998)
3. La ley como medio para santificacin del pueblo
Cabe recordar que la ley desde la perspectiva sacerdotal cumple las siguientes funciones:
1. Recuerdan al hombre su estatuto de criatura, la relacin creatural que le une a Dios. 2 Apuntan a mantener la pureza y la santidad de la comunidad de los hijos de Israel,
necesarias para la celebracin del culto. El lugar especfico de la comunidad de Israel en
el seno de lo creado es la expresin de la voluntad divina: el acto creador de Dios se
prolonga en las leyes que estructuran y organizan la comunidad de los hombres. (Artus, 2001).
En Nmeros se encuentra una serie de leyes entregadas al pueblo, tanto en los momentos en
los cuales el pueblo era obediente como aquellos en los cuales el pueblo se revelo contra
Yahv. Para ver la importancia de la ley en el transcurrir del libro Wenham, Motyer,
Carson y France (2003) presenta la siguiente relacin de los hechos narrados con las leyes
entregadas al pueblo:
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Cuadro 1: Relacin entre el marco narrativo y las leyes
Tomado de: (Wenham G. , Motyer, Carson, & France, 2003)
4. Caractersticas de Yahv ante el pueblo en Nmeros
Por ltimo, a partir de lo mencionado anteriormente, es importante resaltar algunas
caractersticas de Yahv frente a la actitud del pueblo en Nmeros, algunas de las cuales ya
se mencionaron, pero aun as es importante mencionar de manera independiente. Estas son
presentadas por Lasor Hubbard y Bush (1995) de la siguiente manera:
Presencia: Por algn medio prodigioso el seor decide manifestarse visualmente su presencia a los israelitas: El da que el tabernculo fue eregido, la nube cubri el tabernculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde haba sobre el tabernculo
como una apariencia de fuego, hasta la maana (Nm. 9:15). Y cuando la nube se
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levantaba, el pueblo emprenda la marcha; cuando la nube paraba, acampaba.
Mientras la nube se mantena detenida sobre el tabernculo, los israelitas
permanecan acampados (vv. 17-23)
La providencia de Yahv: Adems de ser un perodo de enseanza prctica de la
presencia del Seor, la etapa del desierto fue tambin una constante demostracin de
la provisin de Dios a las necesidades del pueblo. Proporcion man al pueblo
para comer; cuando se aburrieron de esta dieta vegetariana, le envi codornices en
Nmeros 11, donde se observa el cuidado providencial del Seor con las
murmuraciones y quejas del pueblo como fondo. Cuando Moiss recuerda las
experiencias del desierto, no slo menciona la provisin milagrosa de alimentos (Dt.
8.3): Tu vestido nunca se envejeci sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos
cuarenta aos (v, 4). Cuando el pueblo no tuvo agua y se quej a Moiss, Dios
mand a Moiss y Aarn que reunieran a toda la congregacin, y dijo a Moiss:
hablad a la pea a vista de ellos; y ella dar su agua.
La paciencia. Una verdad central de la teologa israelita es que el Seor tiene una
gran tolerancia. Nmeros ofrece varios incidentes que forman la base de esta
creencia. Nmeros est plagado de relatos en los que los israelitas rezongan y se
quejan. Se quejaban de su desgracia (11.1). Aoraban el pescado, los pepinos,
melones, puerros, las cebollas y el ajo de Egipto (v, 5), como si hubiesen olvidado la
terrible opresin de la esclavitud. Cuando el Seor les envi codornices, se quejaron
(v. 33,cf. Ex. 16). Mara y Aarn murmuraron contra la mujer de Moiss (12.1) Y su
enojo se desbord de tal forma que llegaron a sentir celos de Moiss (v. 2). Cuando
los espas regresaron de Canan con historias de gigantes y grandes ciudades
amuralladas, el pueblo quiso escoger un capitn para regresar a Egipto (14.4). En
esta ocasin, la paciencia del Seor lleg a su lmite y declaro que ningn miembro
de aquella generacin entrara en la tierra excepto Caleb y Josu, los dos espas que
haban animado al pueblo a proseguir y poseer la tierra. Pero an en esa situacin,
el plan de redencin de Dios prevaleci y Dios extendi la promesa para que
incluyera a los hijos de aquellos que rehusaron confiar en l. A pesar de las
rebeliones, sigui proveyendo alimento y agua. (Lasor, Hubbard, & Bush, 1995)
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Bibliografa Artus, O. (2001). Aproximacion actual al pentateuco. Navarra: Editorial Verbo Divino.
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