Nuevo Orden Económico Internacional

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Nuevo Orden Económico Internacional El Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) fue una expresión acuñada en la VI asamblea especial de las ONU , en el año 1974, que hace referencia de modo genérico a las peticiones que presentaban los países subdesarrollados a los desarrollados, relativas a las reglas de funcionamientos de la economía internacional. Este término vino a sustituir al de "ayuda al desarrollo" e implica la existencia de una determinada estructura u orden económico que ha perpetuado la posición de pobreza de los países subdesarrollados. Los debates sobre el NOEI han ido adquiriendo más relevancia con el paso del tiempo, por la cada vez mayor importancia del comercio internacional . Sus ideas y su espíritu renovador influyeron en las decisiones adoptadas en la mayor parte de los foros internacionales. Índice [ocultar ] 1 El "viejo" orden económico internacional 2 Las peticiones de los países subdesarrollados 3 La Asamblea General de la ONU 4 Referencias 5 Véase también El "viejo" orden económico internacional[editar · editar código ] Se expresaba que el mundo "está regido por un sistema que se estableció en una época en que la mayoría de los países en desarrollo ni siquiera existían como Estados independientes y que perpetúa la desigualdad" Las peticiones de los países subdesarrollados[editar · editar código ] Las principales recomendaciones que se realizaban eran: Establecer acuerdos sobre los productos de exportación de los países subdesarrollados que permitieran obtener precios remuneradores y justos. Aumentar la ayuda oficial de los países industrializados hasta un 0,7% de su PIB.

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Nuevo Orden Económico InternacionalEl Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) fue una expresión acuñada en la VI asamblea

especial de las ONU, en el año 1974, que hace referencia de modo genérico a las peticiones que

presentaban los países subdesarrollados a los desarrollados, relativas a las reglas de

funcionamientos de la economía internacional. Este término vino a sustituir al de "ayuda al

desarrollo" e implica la existencia de una determinada estructura u orden económico que ha

perpetuado la posición de pobreza de los países subdesarrollados. Los debates sobre el NOEI han

ido adquiriendo más relevancia con el paso del tiempo, por la cada vez mayor importancia

del comercio internacional. Sus ideas y su espíritu renovador influyeron en las decisiones adoptadas

en la mayor parte de los foros internacionales.

Índice

  [ocultar] 

1 El "viejo" orden económico internacional

2 Las peticiones de los países subdesarrollados

3 La Asamblea General de la ONU

4 Referencias

5 Véase también

El "viejo" orden económico internacional[editar · editar código]

Se expresaba que el mundo "está regido por un sistema que se estableció en una época en que la

mayoría de los países en desarrollo ni siquiera existían como Estados independientes y que

perpetúa la desigualdad"

Las peticiones de los países subdesarrollados[editar · editar código]

Las principales recomendaciones que se realizaban eran:

Establecer acuerdos sobre los productos de exportación de los países subdesarrollados que

permitieran obtener precios remuneradores y justos.

Aumentar la ayuda oficial de los países industrializados hasta un 0,7% de su PIB.

Aliviar la carga de la deuda exterior, e incluso condonarla a los países de menor desarrollo.

Reducir o eliminar los derechos arancelarios de los países centrales.

Aumentar la transferencia de tecnología al tercer mundo y creación de un tipo de tecnología

autóctona para los países en desarrollo.

Afirmar el derecho superior de los Estados sobre la propiedad enclavada en sus límites

territoriales.

Aumentar el peso de los países subdesarrollados en el FMI.

Reglamentación y supervisión de las actividades de las empresas multinacionales.

La Asamblea General de la ONU[editar · editar código]

La Asamblea General de la ONU ha dictado la Resolución 1803 (XVII), 14 de diciembre de 1962

(Soberanía permanente de los recursos naturales) y la Resolución 3281 (XXIX)del 12 de diciembre

de 1974, Carta de derechos y deberes económicos de los Estados.

Referencias[editar · editar código]

Furtado C. Prefacio a una nueva economía política Editorial Siglo XXI, Madrid.

Tamames R., Estructura económica internacional, Alianza editorial. Madrid.

Tinbergen J., Reestructuración del orden internacional, editorial F.C.E., México 1977.

Remiro Brotons y otros, Derecho Internacional, Ed. Tirant lo Blanch, 2007

EL NOMIC aun convertido en sueño, a poco menos de medio siglo desde su nacimiento.

26MAR

Los movimientos de manifiesto, que exigían la implementación de un  Nuevo

Orden Mundial de la Información y la  Comunicación (NOMIC), surgieron en la

década de los 70´s, siendo los países no alineados los protagonistas de este

movimiento justo y necesario para obtener la oportunidad de contar con los

medios y alcanzar así  a alzar la voz y ser por consecuencia  ser escuchados

por el mundo con voz propia.

El escritor Clifford Goldstein 1997

escribió:

  “Una vez que el imperio comunista se

derrumbó, las relaciones entre los

Estados Unidos y la ex Unión Soviética

cambiaron; las relaciones entre Europa y

entre la ex Unión Soviética cambiaron, y

las relaciones entre América y Europa

cambiaron. Todo cambió militar, política

y diplomáticamente; y así, todos entramos en esa zona gris y nebulosa que

llamamos “el nuevo orden mundial”

 La lucha hacia este sueño comenzó con gran expectativa, y con la seguridad

de lograr alzar la voz ante un notable desequilibrio de comunicación entre los

países desarrollados y los países en vías de desarrollo.

 Actualmente el NOMIC después 42 años aun no deja de ser sólo un sueño, y lo

que es peor pareciera que no hay las mínimas posibilidades que hacerlo

realidad , debido a que la brecha digital ya ha marcado una gran distancia

entre  un sueño y la anhelada realidad.

El Nuevo Orden Mundial de la información y la Comunicación fue un orden que

surgió posteriormente del Nuevo Orden Económico Mundial, ya que al

descubrir que no sólo había una desigualdad en cuanto a los recursos

económicos, también se presentaba otra desigualdad muy notoria, que era el

desequilibrio respecto a los recursos de información y comunicación.

Notablemente estas ventajas sobre los países en vías de desarrollo hacían que

los países desarrollados tuvieran un control en la mano que hacia girar al

mundo a su antojo, distorsionando culturas e identidades a través de los

medios de comunicación, manipulando información de acuerdo a sus propios

beneficios.

Lo anterior fue motivo para que se llevaran a cabo debates donde se exponían 

los siguientes ángulos:

o Flujo Unidireccional de la información

Las fuentes de información provenían  de los países alineados, mismos que

desempeñaban siempre un papel como emisor, dejando a los países en vías de

desarrollo el papel de receptor. Papel que en la actualidad sigue llevando a

cabo.

o Contenidos de información

Al contar con las herramientas necesarias para transmitir información a su

antojo, los países alineados tenían la posibilidad de distorsionar la imagen de

un país a través  los medios de comunicación. En el debate se exigía tener las

herramientas necesarias  para poder corregir la información inexacta que los

países desarrollados exponían.

o Control de la información

Siendo fuentes de información los países desarrollados, tenían el control de

elegir minuciosamente la información que transmitían de acuerdo a sus

propios intereses económicos y políticos. Esto causaba que sólo cierta

información fuera expuesta y analizada por el mundo, logrando distorsionarla y

escondiendo muchas cosas que perjudicaba directamente a los países

desarrollados.  Fernando Márquez 2003.

El Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación buscaba tener la

posibilidad de dejar de ser consumidores y lograr convertirse en productores,

mediante sus propias fuentes de información y herramientas propias, y así

poder transmitir al mundo una imagen pura, resaltando su cultura junto con

todas sus cualidades de modo que se diera a conocer no solo lo malo de los

países subdesarrollados y de los tercermundistas, si no también sus talentos y

virtudes.

 La Unesco en aquel entonces le dió importancia  a las peticiones de los países

en vías de desarrollo, y se encargo de exponerlas en sus debates, con la

intención de apoyar a estos países y exponer la magnitud del problema. Esta

organización cumplió en aquel momento parte de sus funciones pero más tarde

se dedico a ser títere de los países desarrollados, deslindándose de lo que al

principio fue el NOMIC.

La UNESCO en la actualidad suele ofrecerse como un organismo que

contribuye al mejoramiento de los estados más necesitamos.

     “Hoy en día, la UNESCO desempeña la función de laboratorio de ideas y

organismo normativo para forjar acuerdos universales sobre las cuestiones

éticas de nuestro tiempo. La Organización cumple  también el papel de centro

de intercambio de información para difundir y compartir datos y

conocimientos, y al mismo tiempo ayuda a sus Estados Miembros a fomentar

sus capacidades humanas e institucionales en distintos ámbitos. En pocas

palabras, la UNESCO promueve la cooperación internacional entre sus 190*

Estados Miembros y Miembros Asociados en los ámbitos de la educación, la

ciencia, la cultura y la comunicación.”  UNESCO 2003

 Cabe resaltar que en la actualidad, dentro de sus 190 estados, se encuentran

los países primermundistas, y prácticamente ellos deciden a quien apoyar.

Regresando al surgimiento y desarrollo del NOMIC, en aquel entonces algunos

países desarrollados se sintieron ofendidos ante estos debates, lo que provocó

la salida de los países causantes de estos problemas. Esta acción lo único que

provocó fue que la organización que se distinguía por apoyar a los países más

necesitados, bajara del pedestal en el cual se encontraba, y fue justo en el

momento en el que decidió doblegarse ante la salidas de los países

primermundistas, y peor aún que los países que regresaron a la UNESCO, se

incorporaron con condiciones que seguían a toda costa perjudicando a los

países no alineados.

 Louis Francois 1968 mencionó  “Estamos presenciando el establecimiento de

un nuevo orden mundial basado en el sistema de las Naciones Unidas”.

Este autor se refiere a que las propuestas del Nomic se verían implementadas

de acuerdo a las condiciones de los países desarrollados. No obstante ellos

prácticamente volverían a tener el control de lo que se puede y no se puede

hacer.

De nada sirvió que la Unesco apoyara un estudio para detectar que

verdaderamente había una desigualdad entre estos países, ya que sólo

contribuyo a generar  ilusiones a estos países que se vieron por un momento

cobijados por la UNESCO.

El sueño del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación se vio

estropeado ante  los mismos intereses de la UNESCO. Aunque en ese momento

no se daba todo por perdido, ya que la organización que en algún momento

contribuyó a exponer el tema como prioridad, deslindo su labor hacia otras

organizaciones,  mismas que tenían el conocimiento del problema, sabían de

las soluciones, sin embargo estas soluciones hasta hoy día no han sido

aplicadas.

 Desde la década de 1970, en la que tuvieron lugar las diversas reuniones en

foros internacionales (Movimiento de países no alineados y la Organización de

las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura , UNESCO)

sobre la situación de la comunicación  y las relaciones entre los países , no se

ha realizado una reunión internacional de ese alcance. Debido a los cambios

que ha tenido lugar desde entonces es indispensable que se lleve a cabo una

discusión en la que se identifiquen y entiendan los nuevos caminos que van

surgiendo con los avances de las Tecnologías de la Información y la

Comunicación (Tics). Fernando Márquez 2003.

 La mayoría de los problemas que se abordaron hace 42 años, actualmente

siguen acechando al mundo entero, los países desarrollados siguen

manipulando al mundo pero ahora con más herramientas que lamentablemente

requieren de presupuestos inalcanzables por los países subdesarrollados para

adquirirlas , además de otros impedimentos  , esto hace que la brecha digital

se haga más ancha con el paso de  los años.

Existe la necesidad de volver a alzar la voz ante  las injusticias que

inevitablemente han crecido, gracias al surgimiento de las Nuevas tecnologías

de la Información y la Comunicación  ( Tics).

 Hoy a un cuarto de siglo del inicio de aquel insólito proceso, ¿Cuál es el

estado de la comunicación internacional? La respuesta mas concisa que puede

darse, infortuna pero no sorprendente, es negativa. Para comenzar, es muy

evidente que ninguna solo de las proposiciones de cambio, alentadas bajo el

ideal del NOII. Han llegado a materializarse en ninguna parte. Y lo que es

peor, no sólo que no ha habido alivio o mejoramiento alguno en la situación

denunciada si no que ella ha empeorado gravemente. Lejos de disminuir, la

concentración del poder comunicativo a favor de las naciones de mayor

desarrollo ha aumentado enormemente. Luis Ramiro Beltrán

 Las Tic han causado que el desequilibrio haya aumentado, además de que

ahora son responsables de la economía de los países alineados excluyendo

como siempre a los países que no cuentan con los recursos para realizar esas

inversiones, además de que son observados en cualquier momento por estos

países que se encargan de dominar el mundo por medio de estas tecnologías.

El NOMIC se quedo en el olvido, el pretexto perfecto para esta acción, fue el

surgimiento de las Tics, a aquellas organizaciones que se quedaron en el falso

intento de contribuir a la aplicaciones de las propuestas hechas  por el informe

MacBride, se fueron deslindando de sus funciones, en el momento que se

enfocaron a apoyar las Tics como herramientas para el desarrollo.

 Las Tics fueron vistas como elementos de comercio, pero disfrazadas por el

querer ayudar a los países no alineados a desarrollarse, lamentablemente estas

herramientas que pretenden ayudar a lograr el desarrollo anhelado, son

producidas por los países desarrollados. Nuevamente se puede observar que

los países desarrollados se encuentran detrás de todo y de todo aquel que

pretende ayudar a los países no alineados.

Actualmente es casi imposible tener la esperanza de que los objetivos del

Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) se lleven

a cabo, sobre todo porque más problemas sean unidos al impedimento de la

igualdad deseada.

Los años han pasado y los países que en los 70´s eran los que gobernaba de

cierta manera a algunos países, hoy en día han creado un imperio que se ha

encargo de seguir impidiendo el crecimiento de los que en aquel entonces a

duras penas, pudieron poner el tema de la desigualdad en los debates de la

Unesco.

El mundo sigue dominado por unos pocos y desafortunadamente no se ve

ninguna esperanza en este 2012 y los años restantes.

 Referencias:

Clifford Goldstein 1997, El Día del Dragón, Asociación Publicadora

Interamericana, p.15).

Fernando Márquez 2003. El nuevo Orden Mundial de Comunicación en la Era

de la Sociedad de la Información. Revista electrónica Razón y palabra

(Publicación número 35)

Unesco 2003. Publicación PDF de sus funciones y logros. Página de internet

Unesco

Louis Francois 1968. (PDF – The right to education; from proclamation to

achievement, 1948-1968)

Luis Ramiro Beltrán. El Nuevo Orden Internacional de la Información El sueño

en la nevera.

 

Informe MacBrideLa necesidad de crear un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC)

expresada por los países no desarrollados desencadeno el informe “Un solo mundo, Voces

múltiples”, conocido como informe Macbride que fue aprobado por la UNESCO en su

asamblea general  en el año de 1980, este documento tenia carácter político y a su vez fue

impulsado por la UNESCO, el objetivo principal del informe Macbride era analizar los

problemas de comunicación que existían en el mundo y los países desarrollados,

específicamente en relación a la comunicación y a la prensa, lo que se pretendía lograr era el

desarrollo pero equilibrado entre los países del primer mundo y los países en vías de

desarrollo en el ámbito de la comunicación y de la información.

Luis Ramiro Beltrán1 menciona acerca del informa Macbride:

En Belgrado en 1980 la comisión Macbride  presentó su informe final a la conferencia general

de la Unesco, mereciendo aprobación con muy pocas reservas de algunos Estados miembros.

Bien documentado y escrito con profundidad y ponderación, este estudio – que marco un hito

en la historia de la comunicación – convalidó claramente en sus recomendaciones los

planteamientos renovadores hechos por los países del “tercer mundo” en pos de la equidad.

En lo que pareciera haber sido el último grito de guerra, un congreso de editores,

productores y dueños de los principales medios de comunicación occidentales reiteró, en

Talloires, Francia, en 1981, su limitante oposición al planteamiento del NOII. Por inversa, para

entonces el movimiento de los países no alineados ya había comenzado a decaer y, aunque

no abandonó su prédica mientras pudo subsistir, no mostro ni organización ni bríos para

seguir librando la titánica batalla que emprendiera por la conquista del nuevo orden con que

había soñado. Y, al propio tiempo, la Unesco tuvo que dejar de ser el ángel de guardián de

aquel soñar. En la esfera latinoamericana, la iglesia católica propuso – mediante un seminario

de expertos en 1982 en Embú, Brasil – la prosecución del empeño. Y aun diez años mas tarde

reuniones profesionales en la región siguieron abogando por la reforma democratizante. En

cambio, luego de intentos fallidos en Venezuela y México, nadie más se atrevió a tratar de

instaurar políticas nacionales de comunicación.

El informe se publicó en un contexto totalmente diferente al actual, era un contexto

internacional que no favorecía y se caracterizaba dentro de la guerra fría que se estaba

suscitando alrededor del año 1980, durante el proceso del informe Macbride la Unesco se

topo con tensiones, ya que los países que querían lograr que se llevaran a cabo los

planteamientos del informe, trajo como consecuencia que los países desarrollados

obviamente estuvieran en total desacuerdo a las políticas que traía consigo el informe

Macbride, de esto se desencadeno la salida de Estados Unidos de la Unesco, este país

desarrollado al ver que los intereses institucionales y políticos no eran los mismos Estados

Unidos opto por salirse de la Unesco.

 

Gaëtan Tremblay2 menciona:

La reclamación de un orden más justo, de intercambios de información más equilibrados, la

exposición de las necesidades de infraestructuras comunicativas de los países del Sur y la

afirmación del derecho a la comunicación condujeron en un primer momento a los países

miembros de la Unesco a adoptar un Programa Internacional para el Desarrollo de la

Comunicación (PIDC). Pero los posicionamientos bipolares, dirigidos por los imperativos de la

guerra fría, contribuyeron a que algunos países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza,

percibieran el NOMIC como una estrategia de los países del bloque del Este. La crisis que se

produjo en el seno de la organización internacional alcanzó su paroxismo con la retirada de

los EE.UU. en 1984, alegando oficialmente el motivo de la mala gestión

Estados Unidos ante el informe Macbride su reacción fue retirarse de la Unesco, ya que los

interés políticos y económicos no eran los mismos optaron por abandonar el foro, obviamente

por ser un país desarrollado, no estaba dispuesto a perder se status económico para que

hubiera ese equilibrio entre los países desarrollados y los tercermundistas, prácticamente

Estados Unidos estaba creando sus ganancias e información que les beneficiara a ellos como

país, pero no tomaba en cuenta que al obtener ellos mas ganancias los países que estaban

en vías de desarrollo se frenaban y no podían producir para crecer como país.

A través del estado del secretario de estado de la administración Reagan de Estados Unidos

George Schultz envió una carta en la cual justificaba su retiro y uno de los motivos que

marcaba en la carta era la mala administración y los objetivos políticos, es decir dejo en

entre dicho como se estaba administrando la Unesco, pero realmente solo fue una evasiva

para no aceptar realmente porque se estaban retirando del foro, y se escudó en una teoría

que realmente no era verídica.

Más tarde Schultz mencionó que el gobierno y la sociedad Estadounidense creían en la

Unesco, pero que al retirarse del foro fomentarían a otros “medios de cooperación”, es decir

iban a buscar otros foros en los cuales iban aportar de acuerdo a sus intereses económicos y

políticos, prácticamente Estados Unidos quería tener el control ya sea fuera o dentro de la

Unesco, y por ser un país desarrollado tenía los medios para poder sobresalir dentro o fuera

del foro de la Unesco.

El informe Macbride proponía un esfuerzo colectivo, es decir buscaba una mejoría a los

países tercermundistas para que hubiera un crecimiento en equipos de información y de

comunicación, estaba buscando un sistema de intercambios de información que fuera más

justo y equitativo, en pocas palabras se buscaba la igualdad en información para que hubiera

un crecimiento en los países que estaban en vías de desarrollo, realmente solo re requería un

impulso y apoyo por parte de los del primer mundo pero lamentablemente no lo veían desde

este punto.

 

Javier Esteinou3   (2004) dice: 

En cuanto a la concentración vertical y horizontal de la comunicación, el Informe Macbride,

señaló que “la industrialización tiende a estimular la concentración de la comunicación

mediante la formación de monopolios u oligopolios en materia de acopio, almacenamiento y

difusión de la información. La concentración actúa en tres direcciones: a) integración

horizontal y vertical de empresas que actúan en el sector informativo y recreativo; b)

participación de empresas pertenecientes a ramas industriales diferentes e interesadas por

la expansión de los medios de comunicación social (cadenas de hoteles o de restaurantes,

compañías aéreas, constructores de automóviles o empresas mineras interesadas por la

prensa, producción de películas e incluso por el teatro); y c) fusión e interpenetración de

diversas industrias de la información (creación de grandes conglomerados que abarcan

múltiples medios de comunicación social).”

Mark Fowler presidente de la Comisión federal de comunicaciones de Estados Unidos,

mencionó en un discurso que la televisión era una “tostadora de imágenes”, y con esto se

refería a que los gobiernos no debería de tomar en cuenta la cultura general y a su vez

incluía a los medios de comunicación, el creía que había cosas mas importantes que destacar

por ejemplo en cuestión de comercio, tenia un pensamiento que al hablar de cultura no

redituaba nada económicamente, sin embargo si se enfocaban en el punto de comercia había

mas posibilidades de crecer en la economía.

Cuando Estados Unidos se retiró de la Unesco se notó que ese país quien tenía el

control/poder dentro del foro, pues al ser un país con mayores ingresos económicos

controlaba las políticas estaban bajo su mando, por así decirlo, y Estados Unidos sabia que

tenia los medios para ingresar a otros foros, es ahí donde sobresale lo de “apoyar a otros

medios de cooperación”, lo que únicamente provoco restar legitimidad al informe.

La ONU fue la encargada de insistir a Estados Unidos que regresara al foro. La vicesecretaria

general de información de la ONU expreso su desacuerdo con el NOMIC y coincidía con las

políticas e ideologías de Estados Unidos.

Andrew Calabrese4 menciona:

Thérése Paquet-Sévigny, vicesecretaria general de información de la ONU en 1990, expreso

claramente una oposición contraria al NOMIC  que coincidía con la política y la ideología

oficial de los Estados Unidos. “Durante muchos años, el debate internacional sobre la

comunicación y la información no propició ningún acuerdo sobre un planteamiento común.

Solo me refiero a algunas de las discusiones, por ejemplo sobre los conceptos de un nuevo

orden mundial de la información que, a los ojos de muchos interlocutores del campo de la

comunicación, han perjudicado los esfuerzos internacionales por construir una sociedad

mundial de la información”(Paquet-Sévigny, citada en Roach 1997,116) 

Es decir que los que la vicesecretaria mencionaba era que había sido una perdida de tiempo

lis informes que se habían planteado, prácticamente le daba la razón a Estados Unidos, tal

vez por conveniencia para que este se reincorporara al foro nuevamente, menciona a su vez

que solo había sido un proceso muy largo que solo ha obstruido esfuerzos internacionales y

en efecto no se ha obtenido un resultado positivo, pero esto ha sido gracias a que los países

desarrollados no han aportado ni aprobado los informes que se han venido haciendo desde

los años 70s.

Cuando Estados Unidos decide regresar al foro, regresa pero ahora bajo sus condiciones, y

todo el proceso que se había llevado a cabo lo único que sucedió fue que la Unesco perdió

seriedad en temas de cultura, dejo de ser el eje de discurso mundial sobre la normativa en lo

medios de comunicación, ocasiono que se tuvieran que buscar otros foros.

Gaëtan Tremblay2 menciona:

El Informe Macbride no se ha equivocado, ha sido arrinconado. El NOMIC no ha sido un

fracaso, nunca se ha implantado. La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información

organizada por la ONU ha permitido apreciar el alcance de la profundidad de este

desequilibrio. Si la buena voluntad se ha manifestado ampliamente en Ginebra, se han

anunciado oficialmente muy pocos compromisos concretos. La ronda de Túnez debería de

permitir apreciar su gravedad a la comunidad internacional, y en especial a los países

desarrollados, en sus aspiraciones hacia un mundo más justo y más equilibrado en materia

de información y de comunicación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Referencias

Luis Ramiro Beltrán1: El Nuevo Orden Internacional de la Información El sueño en la nevera.

Gaëtan Tremblay2: El Informe Macbride, siempre de actualidad Quaderns del CAC: Número 21

(http://www.cac.cat/pfw_files/cma/recerca/quaderns_cac/Q21tremblay_ES.pdf)

Javier Esteinou3 (2004) El Rescate del Informe Mc Bride y la Construcción de un Nuevo Orden

Mundial de la Información                                           . 

(http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n39/jesteinou.html)

Andrew Calabrese4: El informe Macbride: Su valor para una nueva generación.

 

Notas:

1. Luis Ramiro Beltrán

Boliviano, Doctor en Comunicación Social, consejero regional para América Latina de la

Universidad John Hopkins.

2. Gaëtan Tremblay

Profesor del departamento de comunicaciones de la Universidad de Quebec a Montreal,

director del Centro de Estudios e Investigación de Brasil (CERB) y codirector del Grupo de

investigación interdisciplinaria sobre la comunicación, la información y la sociedad (GRICIS)

3. Javier Esteinou

Investigador Titular del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad

Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F.

4. Andrew Calabrese

Profesor asociado de la Universidad de Colorado  de (EEUU), Sus libros y artículos se centran

en la política y la normativa sobre comunicación.

Informe McBrideEl Informe MacBride, también conocido como "Voces Múltiples, Un Solo Mundo", es un

documento de la Unesco publicado en 1980 y redactado por una comisión presidida por el

irlandésSeán MacBride, ganador del premio Nobel de la Paz. Su objetivo era analizar los problemas

de la comunicación en el mundo y las sociedades modernas, particularmente con relación a

lacomunicación de masas y a la prensa internacional, y entonces sugerir un nuevo orden

comunicacional para resolver estos problemas y promover la paz y el desarrollo humano.

El informe MacBride es un documento, de carácter político e intelectual, impulsado por la

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) cuyo

objetivo era el desarrollo de un nuevo equilibrio mundial en el ámbito de la información y de la

comunicación.

Este informe se presentó en la Conferencia General de la UNESCO en el año 1980 y habla,

explícitamente, de las relaciones que se establecen entre los campos de la comunicación, las

relaciones de poder y la democracia. El título original de este informe es "Un sólo mundo, voces

múltiples", al que se terminó por conocer como "Informe MacBride" a consecuencia de que Sean

MacBride fue el Presidente de la Comisión Internacional que se encargó de este estudio. En el

documento se establecieron los principios, las acciones y los puntos en los que debería basarse ese

Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC) que se proponía en el informe.

Índice

  [ocultar] 

1   " Un sólo mundo, voces múltiples"

o 1.1   El Germen del Informe MacBride

2   Títulos, Líneas de Actuación y Puntos Destacados del Informe MacBride

o 2.1   Títulos del Informe MacBride

o 2.2   Líneas de Actuación del Informe MacBride

o 2.3   Puntos Fuertes del Informe MacBride

3   El Fracaso del Informe MacBride

4   Bibliografía

5   Véase también

6   Enlaces externos

"Un sólo mundo, voces múltiples"[editar · editar código]

Sean MacBride era un abogado irlandés que consiguió ser Ministro de Asuntos Exteriores de

Irlanda. Además, llegó a ser el Premio Nobel de la Paz en el año 1974 y fue galardonado con el

equivalente al Premio Nobel soviético, el Premio Lenin, en 1977. MacBride centró sus trabajos en la

defensa de los Derechos Humanos y fundó, en 1946, el Partido Republicano Irlandés. A su vez, en

1961 presidió la Organización de Defensa de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional y,

desde 1974 a 1976 trabajó como Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Namibia. En 1977 la

UNESCO le nombró Presidente de la Comisión Internacional que se encargaría de desarrollar un

estudio sobre los problemas de la comunicación. Estudio que daría lugar al Informe MacBride.

El Germen del Informe MacBride[editar · editar código]

En junio de 1977, Sean MacBride pronunció un discurso en la UNESCO sobre el papel de la prensa

y la importancia de ésta en la sociedad. El discurso se centró en la fragilidad y la vulnerabilidad de la

prensa a consecuencia de las grandes presiones económicas, financieras y políticas que sufrían los

medios de comunicación del momento. Estas presiones tenían su origen en los intereses de las

multinacionales de los grandes grupos de comunicación.

En ese mismo discurso, MacBride sugirió que una organización como la UNESCO tendría que

encargarse de investigar la cuestión planteada y que, además, ésta debería proponer un objeto de

declaración o, incluso, una convención que intentara proteger el derecho a la libertad de expresión y

de información con el fin de evitar que los medios de comunicación fueran manipulados por los

gobiernos de turno o por los intereses económicos.

Su dicurso tuvo tanto calado en la UNESCO que, unos meses más tarde, M. M'Bow, entonces

Director General de la UNESCO, le propuso ser el Presidente de una Comisión Internacional que se

encargara de estudiar los problemas que existían en el ámbito de la comunicación.

En esa Comisión participaron grandes personalidades del mundo de la información y de la

comunicación. Entre ellos destacaron: Hubert Beuce-Mery, fundador de Le Monde; Gabriel García

Márquez, escritor colombiano; Leonid Zamiatin, Portavoz del Gobierno soviético; y Marshall

McLuhan, sociólogo canadiense.

La Comisión comenzó sus trabajos en diciembre de 1977, trabajos que duraron unos tres años. El

propio Sean MacBride afirmó que "las circunstancias que rodeaban la creación de esta Comisión no

me inspiraban el más mínimo optimismo. En los años 70 las discusiones internacionales sobre el

problema de la comunicación habían llegado al estadio del enfrentamiento directo". Estos

enfrentamientos se producían entre el tercer mundo, que se quejaban de las informaciones que los

países desarrollados divulgaban ya que, creían que, éstas atentaban contra la libre circulación de la

información.

Sean MacBride y sus compañeros de Comisión intentaron, por todos los medios, analizar la

situación de la comunicación desde el punto de vista histórico, político y social porque, según ellos,

era la única manera de asegurar el futuro de la sociedad. En el Informe Mc Bride se solicitaba un

nuevo papel de los medios de comunicación, un papel que intentara sobrepasar el ámbito de "los

primeros auxilios" y que se centrara en ayudar al desarrollo y al cambio de los países menos

favorecidos.

A su vez, el Informe se centró en la defensa y la protección de los periodistas que, por su trabajo,

suelen ser molestos para los gobiernos, los políticos y los intereses económicos de éstos. Así, Sean

MacBride dio una gran importancia a la protección de los periodistas de investigación y de los

reporteros de guerra.

Además de todo lo anterior, el Informe MacBride expone los delitos, cuyo origen está en el poder,

que influyen negativamente en el periodismo; y los derechos y deberes deontológicos del periodista.

Entre los deberes se destacaron: la responsabilidad social de los profesionales de la información

que implica una serie de obligaciones respecto de la opinión pública; el respeto hacia las leyes, con

el fin de que los periodistas no vulneren los derechos de los ciudadanos; y la necesidad de asumir,

por parte de los profesionales, la responsabilidad contractual con los medios de comunicación. Es

importante añadir que, el Informe MacBride, restalta que la libertad de expresión tiene una gran

importancia siempre que se ejerza con responsabilidad, relacionando ésta con la ética profesional.

Si esto no fuera así se podría producir una distorsión de la información que repercutiría en los

ciudadanos, según el informe.

Títulos, Líneas de Actuación y Puntos Destacados del Informe MacBride[editar · editar código]

Títulos del Informe MacBride[editar · editar código]

Tras presentar, en 1980, la investigación desarrollada por la Comisión MacBride, los miembros de

ésta establecieron 82 recomendaciones que quedaron divididas en los siguientes títulos:

Política de Comunicación para la independencia y el autodesarrollo

Refuerzo de las licencias para las tecnologías apropiadas

Nuevas tareas sociales para los medios de comunicación

Integración de la comunicación al desarrollo

El recurso de la ética y las normas para la integridad profesional

La democratización de la comunicación: Componente esencial del derecho humano

El refuerzo de la identidad cultural para la dignidad humana

El acceso a la información técnica: Recursos esenciales para el desarrollo

Promoción de la cooperación internacional para los mecanismos adecuados

Miembros asociados del desarrollo: Todos los actores implicados

De todos estos títulos, el Informe MacBride insistía en varios de ellos como claves para la creación

del Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC). El primero de éstos es el que

hace referencia a la Integración de los medios de comunicación, íntimamente relacionado con la

informática como punto imprescindible para el desarrollo. En 1980 se preveía ya la gran revolución

que traería el avance de la informática y la influencia que ésta tendría en el ámbito de la

comunicación. Por ello, el Informe MacBride insistía en que era de extrema necesidad que los

países del tercer mundo pudieran alcanzar, en igualdad de condiciones, los avances tecnológicos

con el fin de mejorar los flujos de comunicación.

El otro de los títulos en los que se hacía hincapié es el que hace alusión a la democratización de la

comunicación. La investigación que llevó a cabo la Comisión MacBride demostró que existía, a nivel

mundial, una carencia en la democratización de la información y relacionó este hecho con el artículo

19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como con el derecho de los

ciudadanos a acceder libremente a las fuentes de información. Por ello, la Comisión propuso crear

unas líneas de actuación, a nivel internacional, que favorecieran el equilibrio entre las leyes internas

de cada país y el derecho internacional. Así, se produciría una verdadera democratización de la

información. Además, la Comisión se centró en defender el cumplimiento de los derechos humanos,

cuya defensa corresponde en gran medida a los medios de comunicación, y afirmaba que éstos no

existirían sin el reconocimiento de la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de

información y el derecho de reunión.

Así mismo, la Comisión MacBride resaltó la transcendencia que tenía el hecho de crear

unos códigos deontológicos y consideró que éstos debían ser desarrollados por los propios

profesionales de la información, algo que ya se recogía en la Declaración de la UNESCO sobre la

contribución de los medios de comunicación al refuerzo de la paz y de los derechos humanos.

Además, se propuso la instauración de Consejos de Medios de Comunicación ya que la Comisión

consideraba que el desarrollo de estos organismos podrían favorecer la participación democrática y

la eliminación de las distorsiones de la información que se producían en el ámbito de la

comunicación.

Líneas de Actuación del Informe MacBride[editar · editar código]

El Informe MacBride se sustentaba en dos premisas claves. La primera de ellas, hacía referencia al

poder de informar y al poder de ser informado. El informe venía a decir que ésta era la esencia de la

sociedad moderna. De tal forma que, al producirse un aumento de la concentración del poder de

informar, éste podría provocar el desarrollo de nuevas maneras de control que llevarían a la

desaparición de los poderes en las sociedades. La segunda premisa, hacía alusión a que la

información es un recurso de extrema importancia en la sociedad que estaba íntimamente ligado a

la comunicación, la tecnología y la cultura. Así, se establecieron cinco líneas de actuación:

Promover la idea de que la comunicación es un derecho fundamental de los ciudadanos y

grupos sociales

Aminorar los desequilibrios y desigualdades, así como las distorsiones, que se producen en el

momento de la difusión de la información

Promover una comunicación democrática global en la que se respeten las identidades

culturales y los derechos individuales de los ciudadanos

Desarrollar políticas de comunicación, en cada uno de los estados, relacionadas con el proceso

de desarrollo

Investigar cuáles deben ser las bases sobre las que se sostendría el Nuevo Orden Mundial de

la Información y la Comunicación (NOMIC) como parte de un Nuevo Orden Económico

Internacional (NOEI)

Puntos Fuertes del Informe MacBride[editar · editar código]

Como se ha citado anteriormente, el Informe MacBride fijó los puntos sobre los cuales había de

construirse el Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC). Éstos eran los

siguientes:

Eliminación de los desequilibrios y Desigualdades entre el tercer mundo y los países

desarrollados

Erradicar los efectos negativos que se producen por la creación de monopolios

Liquidar las barreras, tanto internas como externas, que impiden la libre circulación y una

difusión equilibrada de la información

Garantizar la pluralidad de las fuentes y los canales de la información

Garantizar, a su vez, la libertad de prensa y de información

Aumentar la capacidad de los países del tercer mundo para mejorar la situación, el

equipamiento y la formación profesional de los periodistas

Cooperación de los países desarrollados hacia el cumplimiento del punto anterior

Respetar la identidad cultural y el derecho de cada país de informar a los ciudadanos del

mundo de sus aspiraciones y sus valores, tanto sociales como culturales

Respetar el derechos de todos los pueblos del mundo a participar en los flujos de información

internacionales

Respetar los derechos de los ciudadanos de acceder a las fuentes de información y de

participar activamente en el proceso de comunicación

El Fracaso del Informe MacBride[editar · editar código]

El lema que estuvo presente durante todo el Informe MacBride fue la solidaridad internacional. Para

que las líneas de actuación y las recomendaciones de esta Comisión fueran efectivas, éstas debían

ser apoyadas por el Sistema de Naciones Unidas y, concretamente, por la UNESCO. El informe se

aprobó en 1980, una fecha en la que la revolución tecnológica favorecía a los países desarrollados

y, sobre todo, a Estados Unidos. Los países desarrollados se sintieron ofendidos con la propuesta

porque ésta promulgaba el derecho de todos a acceder a las nuevas tecnologías y el derecho de

todos a emitir cualquier tipo de información, hecho que mermaba los intereses económicos de los

países desarrollados. Precisamente, con la llegada de Ronald Reagan al Gobierno, Estados Unidos

se desmarcó totalmente del Informe MacBride y elaboró un programa de desarrollo con unas pautas

de actuación contrario a la ONU y a la UNESCO. Este programa norteamericano dejaba ya de lado

las propuestas que hacían referencia a la eliminación de los desequilibrios mundiales, al control del

monopolio en el campo de la comunicación, la supresión de barreras y la pluralidad de las fuentes y

los canales de información, todos ellos aspectos claves en el Informe MacBride. Así, Estados Unidos

anunció, poco tiempo después, que dejaba de formar parte de la UNESCO. El trabajo de la

Comisión presidida por Sean MacBride empezó a considerarse, por parte del bando

estadounidense, como un "conjunto de proyectos sovietizantes" que eran prácticamente

incompatibles con las libertades de las sociedades democráticas.

Estas ideas fueron compartidas, desde que Estados Unidos anunció su retirada de la UNESCO

hasta su salida real (1985), por los grandes grupos mediáticos. Los estadounidenses consideraron

que el informe "Un sólo mundo, voces múltiples" se convirtió en una obsesión para MacBride y lo

tacharon de incompatible con la libertad de expresión y la libertad de información. A partir de

entonces, Sean MacBride empezó a carecer de credibilidad e, incluso, de voz y M'Bow, uno de los

grandes apoyos de MacBride, fue relevado de su cargo como Director General de la UNESCO. Con

la salida de M'Bow de la UNESCO, ésta desarrolló una nueva estrategia de comunicación que

eliminaba totalmente las pautas y objetivos del Informe MacBride y terminaba para siempre con el

espíritu de consenso que había hecho posible su elaboración.

Así, en 1989, se celebra la XXIV Conferencia General de la UNESCO en la que se borran todos los

principios que el Informe MacBride había promulgado y se vuelve a los inicios de la UNESCO, es

decir, vuelven a debatirse aspectos relacionados con los flujos de información y el papel de los

medios de comunicación en los países en desarrollo, pero desde el punto de vista inicial de la

UNESCO. Un punto de vista que había favorecido siempre a Estados Unidos, desde 1946 hasta

1970, y a los países desarrollados.

Bibliografía[editar · editar código]

25 Años después del Informe MacBride. Un diagnóstico audaz y controvertido. José Manuel

Treserras

Entre la exaltación y la inquietud. El testimonio del presidente de la Comisión Internacional para

el Estudio de los Problemas de la Comunicación. Sean MacBride

Una mirada constructiva sobre el Informe MacBride. Ramón Zallo

El Informe MacBride 25 años después: la propuesta que el Primer Mundo se negó a aceptar.

Fernando Quirós

El Informe MacBride, visto en perspectiva. Ulla Carlsson

Una nueva lectura del Informe MacBride. Armand Mattelart

Recuerdo de lo que no fue. Héctor Schmucler

Sean MacBride: XXV Aniversario de la aprobación del Informe Un solo mundo, voces múltiples.

Antonio Pasquali

El Informe MacBride, siempre de actualidad. Gaëtan Tremblay

Una nueva lectura del Informe MacBride. Hamid Mowlana

Rehabilitación de la Comisión MacBride: 25 años después. Mustapha Masmoudi

Véase también[editar · editar código]

Deontología Profesional Periodística

Código Deontológico del Periodista

Autorregulación Periodística

Derechos y Deberes Deontológicos del Periodista

Enlaces externos[editar · editar código]

El informe MacBride: Un mundo, muchas voces - Comunicación y sociedad, hoy y mañana .

Informe completo (264 páginas) en la página web de la Unesco.

El Informe MacBride, cinco lustros después. Enrique Sánchez Ruiz

Informe MacBride: un sólo mundo, múltiples voces. Unión de Radios Culturales de Madrid

Comunicación y poder en américa latina. Las ideas de MacBride en el ocaso de la guerra fría.

José Marques de Melo

Resúmen del Informe McBrideUn aspecto fundamental del Informe Mcbride es que habla acerca de las sociedades actuales llamadas también “sociedades modernas” que son una muestra de lo que representa la comunicación y la globalización en el mundo actual. La información es primordial para que la sociedad subsista y dentro de esta estructura se toma como  el más apto el que tenga mayor información.

Tomando como base el párrafo anterior esto lleva a profundizar en un tema que ciertamente pocos comunicadores lo llevan a cabo; y esto es la formación de un código de ética para los periodistas y comunicadores en general. Es un tema polémico debido a que para algunos existe cierto tipo de ética que para otros no. La formación de este código principalmente es para tener una responsabilidad social, es decir, las empresas encargadas de los medios masivos de comunicación tienen la obligación de respetar este código, porque sus mensajes están dirigidos a masas. El acceso a la información en una sociedad globalizda como la actual, habla de la gran importancia como periodista, de respetar y corroborar las fuentes de donde es obtenida la noticia, etc.

Este informe también hace referencia a que puesto ocupa el Estado como comunicador a la sociedad. Mucha de la información es filtrada para después llegar a los medios y sólo informar acerca de un tipo de suceso. McBride hace mención en que el Estado debe funcionar como un mediador para generar un equilibrio en la información interna y externa.  Si se toma como ejemplo a México y otro país como es el caso de Venezuela con el presidente Hugo Chávez;  se puede definir que el primero (México) el Estado filtra la información y muchas veces es una pelea entre los medios vs estado, para apoyar diversos fines. En el caso del segundo (Venezuela), Hugo Chávez ha tomado control total de los medios, de esta forma todo lo mantiene a su favor, expresando únicamente lo que el Estado defina.

En ninguno de los dos casos existe el equilibrio que menciona McBride, para que esto suceda la sociedad juega un papel muy importante.

En conclusión la estructura de los medios de comunicación y en específico la prensa, es una corriente que se tiene que reformar. Plantear mayor difusión, equidad, y retroalimentación en la información, éste punto específicamente es muy importante porque la comunicación debe de ser de dos vías y en la estructura actual, los medios solo “informan” a su conveniencia.

Debe de utilizarse como una herramienta que cree progreso en la sociedad moderna.

UASD - El informe Mc. Bride.Publicado por Idel Moro Etiquetas:DENUNCIA, INVESTIGACION UASD - El informe Mc. Bride.

El informe Mc. Bride.

El informe Mc. Bride fue catalogado en su momento como un manifiesto político de carácter universal. Un manifiesto critico frente a las posiciones tradicionalmente dominantes en el sistema mundial, un manifiesto comprometido en la búsqueda de un nuevo orden , no solo en el campo de las comunicaciones y la información , sino mas bien en el terreno de lo social , lo económico y lo cultural.

El informe Mc. Bride, titulado “un solo mundo, voces múltiples, comunicación e información en nuestro tiempo” es un informe estructurado a lo largo de tres años de trabajo e investigación por la comisión Mc. Bride, esta comisión fue creada por mandato de XIX conferencia general de la UNESCO celebrada en Nairobi, África y fue el resultado de la presión y los fuertes debates que en sesiones anteriores impulso el movimiento de países no alineados.

A raíz del proyecto de declaración sobre los Mass Medias, la UNESCO a través de su director Mc. Bow , acordó con sus países miembros, proceder a un examen de la totalidad de los problemas de la comunicación y es por ello que en 1977 decide formar una comisión internacional para que se encargara de esta misión y nombra como su director a Sean Mc. Bride, político Irlandés , premio Nobel de la paz y premio Lenin de la paz.

Esta comisión fue integrada por una amplia representación geopolítica de dieciséis personalidades de todo el mundo, dotada de amplia autonomía de inmediato procedió a recopilar información y mediante un total de ocho sesiones internas desde 1977 a1979 acordaron cuatro puntos esenciales de enfoque para el trabajo.

1- estado de la cuestión en materia de comunicación e información2- problemática de la circulación libre y equilibrada de la información.3- Perspectiva de establecimiento de un nuevo orden de la información a la luz del

nuevo orden económico internacional.

4- Como puede ayudar la comunicación a resolver los grandes problemas del mundo actual. 

El informe final fue presentado al director general de la UNESCO en febrero de 1980 y fue el primer gran balance histórico sobre el estado de la comunicación en el mundo contemporáneo.

El contenido de este informe Mc. Bride esta agrupado en cinco grandes temas.1- comunicación y sociedad ( introduce diversas dimensiones histórico, actual e

internacional y los problemas relativos a la comunicación)2- la comunicación hoy, ( pretende ofrecer un diagnostico sobre las principales

características y tendencias que presenta la organización de la comunicación en el mundo contemporáneo, situación de los medios y de las infraestructuras y las disparidades)

3- Problemáticas y preocupaciones mas comunes.( aborda de forma critica las principales deficiencias de los graves problemas mundiales )

4- El marco institucional y profesional ( se refiere especialmente a las políticas de comunicación , a la investigación y a la problemática profesional de los periodistas y demás profesionales de la comunicación)

5- La comunicación mañana. ( que suele considerarse como la aportación más decisiva y especifica del informe Mc. Bride, se destina a ofrecer un marco mas o menos articulado de conclusiones y recomendaciones para la acción . 

Las reacciones del informe Mc. Bride .

En principio la reacción de las esferas oficiales de los gobiernos occidentales no fueron negativas, pero esto cambiaria más adelante.La posición de los EE.UU. respecto al informe Mc. Bride. Eran positivas y así lo manifestó Sarah. G. Power (secretaria del Bureau Of. International Organizacional Affaire) del departamento de estado norteamericano , en el informe titulado “valoración en temas de información y comunicaciones” presentado por esta nación.

La valoración de los países URSS. Y de todo el bloque soviético fueron también positivas aduciendo que veían bien que la información fuera puesta al servicio de la Paz y del progreso con el objeto de reforzar la independencia política y económica de los países en desarrollo , la cooperación internacional y la mutua comprensión.

Los medios de prensa norteamericanos empezaron a externar preocupación ante lo que ellos llamaban , presuntos atentados a la libertad de prensa y algunos juristas vincularon las letras del informe Mc. Bride con la constitución USA aduciendo que chocaba con esta.

La gran oposición al informe Mc. Bride y por ende de la posición de la UNESCO, surgió de los medios de comunicación de occidente que contaban con el apoyo de algunas organizaciones internacionales del sector de las comunicaciones y la información . 

Los medios de comunicación norteamericanos pusieron en marcha una campaña de descrédito contra la UNESCO y el informe Mc. Bride, bajo los alegatos de que este

informe pretendía promover la censura y el control político de los medios y de los periodistas.

Los grandes medios norteamericanos y occidentales se agruparon en un movimiento llamado W.P.F.C (Word Press Freedom Committe)Esta campaña culmino en 1981 con la llamada CUMBRE DE TALLOIRES(pueblo de los Alpes franceses) donde unos setenta representantes de grandes medios de comunicación de occidente aupados por la W.P.F.C y la universidad norteamericana de TUFTS FLETCHER SCHOOL (la principal escuela diplomática de los EE.UU.) y bajo el lema VOCES DE LIBERTAD ,manifestaron su voluntad de resistirse a cualquier cortapisa a la libre circulación de la información . Y criticaron la posición de la UNESCO y sus “ intentos de regular el contenido de la información y de formular reglas para la prensa”

Las grandes agencias de noticias occidentales reseñaron estas declaraciones y la hicieron públicas a través de sus medios en todo el mundo, contrario a la poca cobertura que recibió la proclamación del informe Mc. Bride en su momento. 

A todo esto los representantes del tercer mundo y de los países no alineados se reunieron en Guyana, Jamaica e hicieron una declaración respondiendo la declaración de Talloires dando por sentado su apoyo a la UNESCO y a la promoción del nuevo orden mundial de la información (NOMIC) con el que ellos soñaban.

Ronald Reagan , asume el poder de los EE.UU. de manos de su antecesor Jimmy Carter que era el anterior presidente y de inmediato puso en marcha un plan mas agresivo en materia de control y en 1983 la Casa Blanca hace publica sus intenciones de retirarse de la UNESCO y el 31 de diciembre de 1983 los EE.UU. sometian su solicitud de retiro como miembro de esta asociación de naciones ( NACIONES UNIDAS de la cual la unesco es un cuerpo especial ), pero no fue hasta el 31 de diciembre de 1984 que se hizo efectiva su salida oficialmente, pues los estatutos de ese importante conglomerado de paises así lo establecían. .

La retirada de los EE.UU ,Gran Bretaña Y Singapur de la UNESCO pondria en entredicho la universalidad de esta organizacion y limitaria sus fondos , es asi como el informe Mc. Bride no prospero y poco a poco solo se quedo como las pretenciones de unos pocos que nunca prosperarian

Informe Mc Bride (NOMIC)

A 28 años del Informe Nc Bride. Su vigencia en el campo de la comunicación

Nomic: Nuevo Orden Mundial de la Información y las Comunicaciones 

En 1977, por encargo de la UNESCO se crea la Comisión Internacional de Estudio sobre los Problemas de la Comunicación, presidida por el irlandés Sean MacBride, único caso de alguien galardonado con el Premio Nóbel de la Paz y el Premio Lenin, su equivalente en la órbita de los países socialistas. Intelectuales, académicos y cientistas de la comunicación identificarían de allí en más tanto a la Comisión como su Informe, por el apellido de quien la presidió. 

Con este encargo, la UNESCO pretendía demostrar y legitimar las denuncias formuladas por el Movimiento de Países No Alineados en Argel, en 1973: "La acción del imperialismo no se ha limitado a los dominios político y económico, sino que comprende igualmente los dominios cultural y social, imponiendo así una dominación ideológica extraña a los pueblos en vías de desarrollo". 

¿De dónde viene todo esto? Se pensaba buscar un “Nuevo Orden Económico Internacional” validado en que uno de los aspectos del desarrollo era lo económico, pero había un error, dejaban de lado el aspecto de la comunicación-información, la importancia que tenía como eje fundamental del desarrollo, en correspondencia con esa afirmación, los países No Alineados exigirán a partir de ese momento, avanzar hacia la concreción fundamental para la edificación de un Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC). 

DENUNCIA SOBRE EL MONOPOLIO Y OLIGOPOLIO DE LA COMUNICACIÓN 

En el proceso de gestación del Informe MacBride, la UNESCO tuvo que soportar fuertes tensiones entre países partidarios y detractores de propiciar políticas nacionales de comunicación, hasta el extremo de retirarse de esta organización los Estados Unidos, el Reino Unido y un país asiático Singapur, lo cual como es lógico supuso la perdida por

un tiempo del aporte económico de estos países, Estados Unidos especialmente. 

El informe final de la Comisión McBride y su aprobación en 1980 representó la culminación de casi una década de lucha por el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC), movimiento iniciado por los Países No Alineados. Era la respuesta del mundo subdesarrollado y dependiente al dominio del poder imperial. 

Pero volvamos al Informe Mc Bride. Los países No Alineados plantearon que “no habrá un nuevo orden económico internacional sin un nuevo orden informativo internacional”, siendo luego expresado de manera más clara en el Simposio sobre Políticas de Comunicación realizado en Túnez en 1976, cuando se afirmó: 

“es deber de los países alineados y de los países No Alineados cambiar la situación (el grave desequilibrio informativo mundial) y obtener la descolonización de la información e iniciar un Nuevo Orden Internacional de la Información” 

A manera de síntesis: se partía de la comprobación de la existencia de un profundo desequilibrio entre los países del hemisferio norte y del sur en los planos político jurídico y técnico financiero. En el primero estaba el problema del flujo noticioso generado en un 80 % por los países desarrollados; luego la falta de regulación de la información y, finalmente, la estructura absolutamente desigual de la red de telecomunicaciones expresada en la hegemonía de los medios técnicos que hacen posible la comunicación. 

En cuanto a lo financiero, el planteamiento buscaba “descolonizar” el régimen económico que sometía a los países de menor desarrollo, la mayoría de la humanidad, a la hegemonía financiera y política de los países de mayor desarrollo. También se proponía corregir el marcado desequilibrio prevaleciente en la posesión y manejo de los recursos de la información que favorecía a los países avanzados en desmedro de los rezagados. 

Denunciaron estos una concentración de grado extremo del poder comunicativo en manos de los Estados Unidos de América y de los países de Europa Occidental. Ello en términos de disponibilidad de

medios masivos y de acceso a modernas tecnologías de comunicación, así como en sentido de número, escala y alcance de agencias noticiosas, empresas publicitarias y servicios propagandísticos. Tal régimen oligopólico de comunicación, señalaron los denunciantes, demostraba que el ponderado “libre flujo de la información” venía a ser nominal y que los contenidos de esa información desfavorecían a los países pobres, desdibujando sus realidades y debilitando sus identidades. Así, a la dependencia económica se sumaba la dominación cultural. Y, por tanto, para desmontar esa configuración “neocolonial” de las relaciones internacionales, había que reformar ambos órdenes injustos y perjudiciales. 

En otro entorno, el Movimiento de los No Alineados reclamó, en su 8ª conferencia celebrada en 1976 en Nairobi, un Nuevo Orden Informativo como requisito urgente e imprescindible para mejorar y democratizar las relaciones internacionales, proteger los intereses de los países más pobres y garantizar su participación en la toma de decisiones.Se puede apreciar la importante consideración a la cultura de los Estados Nación, es por eso que en la actualidad cobra relevancia el estudio de la interculturalidad para el desarrollo de las sociedades. Como sostiene Samuel Huntington (1997) en su obra “El choque de las civilizaciones”: 

“Las banderas son importantes, y también otros símbolos de identidad cultural, entre ellas las cruces, las medias lunas e incluso los modos de cubrirse la cabeza, porque la cultura tiene importancia y la identidad cultural es lo que resulta más significativo para la mayoría de la gente. Las personas están descubriendo identidades nuevas, pero a menudo también las viejas, y caminan resueltamente bajo banderas nuevas, pero con frecuencia viejas, que conducen a guerras con enemigos nuevos, pero a menudo también viejos" 

También el estudioso de la comunicación Armand Mattelart acertadamente ha señalado que el concepto globalización fue en su origen una noción de geopolítica, un concepto militar. A pesar de la capacidad técnicamente global de la comunicación, la idea de McLuhan sobre la aldea global no se produce, porque la cultura, la historia y el

amor a la tierra de los pueblos y comunidades, resiste esta tendencia a la pérdida de la identidad. 

Son 25 años de la presentación del trabajo encargado por la UNESCO, conocido como Informe McBride y es bueno recordar que bajo ese nuevo mapa político internacional, que se pronunció respecto a cuáles serían -entre otras- las bases para asegurar un NOMIC: 

> El respeto a las identidades culturales. > El acceso a las fuentes para toda la sociedad. > Eliminación de desequilibrios y desigualdades. > Libertad de prensa e información. > Supresión de los efectos nocivos de los monopolios. > Flujo libre y equilibrado de la información. > Pluralidad de fuentes. 

> El respeto de derecho de todos los pueblos a participar en los intercambios internacionales de información. > La multidireccionalidad de la comunicación. > La concentración vertical y horizontal. > La trasnacionalización, la alineación informativa y la democratización de la misma. 

En cuanto a la multidireccionalidad de la comunicación, el Informe MacBride, señaló que “la comunicación es un intercambio permanente entre interlocutores iguales o al menos recíprocamente responsables. La comunicación basada en un intercambio y un diálogo libre, no solamente es más auténtica y más humana”. Esta presentación dejó claramente establecida la relación existente entre comunicación, relaciones de poder y democracia. “La comunicación está estrechamente ligada con estructuras de poder. Una comunicación unilateral, o incluso bilateral, refleja y respalda las estructuras autocráticas y paternalistas. La circulación multilateral de la información es un instrumento indispensable de la democratización y de una mayor participación de las masas en la formulación de las decisiones y del respeto mutuo de las relaciones internacionales”. También señaló a la circulación multilateral de la información como un elemento indispensable en la conformación de las democracias y los planes de desarrollo de los países del tercer mundo. 

COMUNICACIÓN VERTICAL VS COMUNICACIÓN HORIZONTAL 

Seria interesante destacar algunos puntos importantes sobre la democratización del proceso comunicativo 

En primer lugar, también existe la circulación de la información que es vertical en lugar de horizontal y se efectúa, en parte, en una sola dirección, de arriba abajo. Esta concepción de la comunicación tiende a eclipsar el objetivo, igualmente importante que consiste en fomentar el acceso y la participación del público. En éste modelo el hombre y la mujer corrientes se sienten excluidos y piensan que la destreza y el material profesional son condiciones indispensables para la comunicación. 

La comunicación de tipo estrictamente vertical caracteriza a las sociedades que se basan en un sistema de estratificación social rígido, jerárquico y selectista. Los sistemas de información muy centralizados y rigurosamente controlados de circulación vertical, dirigida de arriba abajo, están admirablemente adaptados a las sociedades que reprimen la disensión y la discrepancia con respecto a la política oficial y a los que imponen unos modos de comportamiento. 

En las sociedades adelantadas, la circulación vertical produce un volumen considerable de información. Pero esta información suele ofrecerse sin discernimiento, sólo va dirigida a un público preciso y definido y no ha sido concebida en función de exigencias y necesidades humanas. Por ello, se ha hablado de una carga excesiva de información, que puede convertirse en fuente de confusiones mentales, alineación, repliegue en uno mismo y pasividad. 

En la actualidad esta realidad que se describió hace 28 años sigue existiendo con las mismas características en el terreno comunicativo nacional e internacional. Por ello, es conveniente adoptar las medidas que desde más de dos décadas recomendó el Informe MacBride, para evitar la verticalidad de la comunicación, y que al respecto señaló que para transformar esta situación, es necesario acelerar la participación creciente de un mayor número de personas en las actividades de comunicación, para facilitar el progreso de las tendencias a la democratización de todo el proceso

de comunicación y una expansión de las corrientes de información pluridireccionales, procedentes de una multitud de fuentes: hacia arriba, hacia abajo y horizontalmente. 

En segundo lugar, en cuanto a la concentración vertical y horizontal de la comunicación, el Informe MacBride, señaló que “la industrialización tiende a estimular la concentración de la comunicación mediante la formación de monopolios u oligopolios en materia de acopio, almacenamiento y difusión de la información. La concentración actúa en tres direcciones: a) integración horizontal y vertical de empresas que actúan en el sector informativo y recreativo; b) participación de empresas pertenecientes a ramas industriales diferentes e interesadas por la expansión de los medios de comunicación social (cadenas de hoteles o de restaurantes, compañías aéreas, constructores de automóviles o empresas mineras interesadas por la prensa, producción de películas e incluso por el teatro); y c) fusión e interpenetración de diversas industrias de la información (creación de grandes conglomerados que abarcan múltiples medios de comunicación social).” 

En tercer lugar, aunque a veces se debe a razones o presiones políticas, en los principales sectores de la comunicación, “la concentración viene provocada sobretodo por las condiciones que rigen la obtención de beneficios en los mercados nacionales y mundiales, y por la circulación de capitales. La concentración se deriva de varios factores, como son: 

a) Las tendencias fundamentales de las economías de mercado. b) Las tendencias a la homogenización de la información, los mensajes y el contenido. c) Las presiones económicas derivadas de los cambios técnicos en materia de edición y distribución. d) La presión de la competencia para obtener ingresos derivados del tiraje y la publicidad.e) La competencia entre los diferentes medios de comunicación social. f) La uniformización de los “productos culturales”. g) La existencia de periódicos que no responden a una necesidad económica o social precisa. h) El aumento de los gastos de producción y la reducción de los ingresos

publicitarios. i) La fusión organizada de periódicos. j) Los acuerdos administrativos, las medidas de fomento financiero, y las normas fiscales que van en detrimento de las empresas independientes. k) Los procesos recesivos generales, y l) La inexistencia de nuevos recursos financieros”. 

En los países industrializados, la concentración sigue rumbos muy diversos, como son: 

a) Apropiación creciente de los medios de comunicación social por el sector privado. b) Extensión de distintas empresas en diferentes campos (noticias, productos culturales, producción de medios de programación y fabricación de material destinado a la industria de la comunicación). c) Aumento del número y de la importancia de las cadenas de periódicos. d) Concentración de diarios y de diversas publicaciones periódicas diarias, semanales, mensuales en un mismo editor. e) Fusión de periódicos y de sociedades de distribución. f) Control de la prensa por industrias o bancos. g) Fusión de la prensa con otros órganos de información, e h) Importancia creciente de las actividades de los medios de comunicación social dominantes. 

Dicha realidad que se expuso hace más de dos décadas sigue existiendo con las mismas características en el actual mapa comunicativo nacional e internacional. Por ello, es conveniente adoptar las medidas que recomendó el Informe MacBride, para evitar la concentración de la comunicación, y que al respecto señaló que “es necesario tomar medidas jurídicas eficaces para: 

a) Limitar la concentración y la monopolización. b) Conseguir que las empresas transnacionales acaten los criterios y las condiciones específicas definidos en la legislación y en la política de desarrollo nacionales. c) Invertir la tendencia a la reducción del número de responsables cuando esta aumentando la eficacia de la comunicación y la dimensión del público. d) Reducir la influencia de la publicidad sobre la redacción y los

programas de radiodifusión. y e) Perfeccionar los modelos que permiten fortalecer la independencia y la autonomía de los órganos de información en materia de gestión y de política de redacción, independientemente que sean privados o públicos”. 

En cuanto a la trasnacionalización de la comunicación, el Informe MacBride, señaló que “en el plano internacional los modelos de comunicación se parecen mucho a los demás que se aplican en los demás sectores de la vida económica. El fenómeno de la transnacionalización ha afectado prácticamente a todo el sector de la comunicación, de forma que la producción, los servicios y los mercados periféricos son controlados mayoritariamente por los centros hegemónicos. 

En resumen, “la industria de la comunicación está dominada por un número relativamente pequeño de empresas que engloban todos los aspectos de la producción y la distribución, están situadas en los principales países desarrollados y sus actividades son transnacionales. La concentración y la transnacionalización son consecuencias, quizás inevitables, de la interdependencia de las diferentes tecnologías y de diversos medios de comunicación, del costo elevado de la labor de investigación y desarrollo y de la aptitud de las firmas más poderosas cuando se trata de introducirse en cualquier mercado. Estas tendencias existen en muchas industrias, pero la comunicación constituye un sector especial. Los medios de comunicación transnacionales ejercen una influencia capital sobre las ideas y las opiniones, sobre la evolución, para bien o para mal, de todas las sociedades. De ésta manera, a las empresas transnacionales les incumbe una responsabilidad especial en el mundo actual, ya que su posición dominante en materia de información hace de ellas un elemento de la estructura que determina el desarrollo de los modelos económicos y sociales y la sociedad tiene derecho a insistir que la asuman”. 

POLÍTICAS DE COMUNICACIÓN EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS 

La realidad diagnosticada internacionalmente hace 25 años por el Informe McBride continúa existiendo en la actualidad de manera ampliada en todos los niveles comunicativos. Por ello, con miras a

contribuir a salvaguardar la democracia interna y a fortalecer la independencia nacional es necesario considerar las siguientes 5 alternativas para fortalecer las políticas de comunicación en los países desarrollados: 

1.- Es necesario formular una política cultural nacional encaminada a fomentar la identidad y la creatividad culturales, recurriendo a los medios de comunicación social como sus instrumentos de apoyo. Semejante política debe incluir directrices que salvaguarden el desarrollo cultural nacional, al mismo tiempo que faciliten el conocimiento de las demás culturas. Cada cultura realza su propia identidad comparándose con las demás. 

2.- Las políticas de comunicación y cultura deberían de facilitar el acceso a los medios de comunicación social, tanto de los creadores como de diversos grupos que están en la base de la sociedad, para que puedan expresarse y hacer oír su voz; lo cual constituiría una base de dialogo cultural permanente entre las diversas comunidades. 

3.- Se requiere formular directrices compatibles entre el contenido de la publicidad, los valores y actitudes que fomenta; y los proyectos de identidad y desarrollo de las sociedades donde actúan. 

4.- Ciertas restricciones de la concentración de los recursos pueden ser de interés público. Por ello, un requisito indispensable es que el público pueda conocer las estructuras de propiedad de los medios de comunicación social. 

5.- Deben formularse normas básicas, directrices o un código de conducta relativo a las actividades de las empresas transnacionales para velar que no descuiden o no coloquen en peligro los objetivos nacionales y los valores socioculturales de los países que las acogen. A éste respecto la Comisión Sobre las Empresas Transnacionales de las Naciones Unidas debería dedicar especial atención a las implicaciones de las implicaciones de las actividades de éstas empresas en los campos de la comunicación, la información y la cultura”. 

Con la aplicación de estas medidas y otras más, se podría balancear el desmedido peso ideológico y educativo que ejercen las empresas transnacionales sobre las estructuras culturales y sociales de la

periferia donde actúan. 

ALINEACIÓN INFORMATIVA 

En cuanto a la alineación informativa, el Informe MacBride, destacó que “al mismo tiempo que prolifera el desarrollo de las comunicaciones en los últimos años poniendo al mundo exterior al alcance de millones de personas que antes vivían en comunidades aisladas; ahora surgen dos preocupaciones centrales. 

El desarrollo de la comunicación puede convertirse en una amenaza para la calidad de la cultura y de los valores que ésta encarna. La apertura indiscriminada a nuevas impresiones transmitidas por los medios de comunicación de masas, aleja al público de su propia cultura”. 

En este sentido, debido a la “rapidez y al impacto de la explosión de la comunicación social se han observado efectos nocivos. La concepción de la realidad de mucha gente queda obscurecida o deformada por mensajes de los medios de comunicación social. El rápido aumento del volumen de información y distracciones ha traído consigo un cierto grado de homogenización de las diferentes sociedades, al paso que paradójicamente los individuos pueden quedar más radicalmente cortados de la sociedad en que viven, debido a la penetración de los medios de difusión en sus vidas. La introducción de nuevos medios, en particular de la televisión, en las sociedades tradicionales ha zarandeado las costumbres seculares, las prácticas culturales ancestrales, las aspiraciones sociales y los modelos económicos.[b] Con mucha frecuencia lo benéfico de la comunicación moderna que difunden deformaciones y distracciones insólitas producidas en las ciudades, conllevan influencias negativas que perturban el orden social. En casos extremos, los medios de comunicación han pisoteado y deformado modelos socioeconómicos que tenían varios siglos de antigüedad”. 

La súbita introducción de los medios de comunicación de masas ha reforzado que las comunicaciones interpersonales resulten más difíciles y tensas. Debido a que la información de los medios llega a millones de individuos éstos ejercen una influencia común en los públicos de las ciudades, de los suburbios y del campo y sobre personas que tienen

convicciones ideológicas y religiosas diferentes y que proceden de estratos étnicos muy diversos. Así, los estilos de vida, las costumbres, los hábitos, los gustos, las preferencias, las creencias y las opiniones tienden a deformarse en detrimento de la variedad y el individualismo. Con apoyo de las industrias audiovisuales, las empresas transnacionales han introducido en la periferia cosmovisiones extranjeras perjudiciales para la estructura de valores locales fundamentales. 

Frente a esta añeja realidad el Informe MacBride señaló que “es necesario que los gobiernos y los órganos de poder instrumenten las siguientes 6 políticas generales: 

a) El establecimiento de un sistema de comunicación nacional como requisito para salvaguardar una cultura floreciente. 

b) Los medios de comunicación social deben quedar totalmente ensamblados en el sistema de comunicación, que a su vez, debe tener las características privativas del país y conciliar los medios tradicionales de comunicación y los modernos. 

c) Para garantizar la supervisión, el desarrollo y la eficacia de la pluralidad comunicativa,los medios tradicionales de información deben actuar de forma imbricada con los modernos. 

d) Se debe fortalecer la comunicación interpersonal y horizontal para atenuar los excesos de la comunicación vertical. 

e) Se debe fomentar las culturas endógenas frente a la intrusión de culturas externas y modernas. 

f) Es prioritario desarrollar, vía los canales de difusión, las lenguas nacionales que en muchos países han cedido su lugar a lenguas coloniales”. 

DEMOCRATIZACIÓN DE LA COMUNICACIÓN 

En cuanto a la democratización de la comunicación, el Informe McBride, señaló que “los derechos humanos no puede existir sin la libertad de

palabra, de prensa, de información, y de reunión. La transformación de esas libertades en un derecho individual o colectivo más amplio a comunicar es un principio evolutivo en el proceso de democratización”. 

Las necesidades de “una sociedad democrática en materia de comunicación deben quedar satisfechas mediante la formulación de derechos específicos tales como el derecho a ser informado, el derecho a informar, el derecho a la protección a la vida privada y el derecho a participar en la comunicación pública, que encajan todos ellos en el nuevo derecho a comunicar. En vísperas de lo que cabría calificar de una nueva era en materia de derechos sociales, todas las implicaciones del derecho a comunicar deben ser el objeto de un minucioso análisis”. 

Por sus inmensas posibilidades “de influir en el espíritu y en el comportamiento de los individuos, la comunicación puede ser un modo vigoroso de promover la democratización de la sociedad y de ampliar la participación de los ciudadanos en la adopción de las decisiones. Esto depende de las estructuras, de las prácticas y de la gestión de los medios de comunicación social, así como de la medida en la cual faciliten un más amplio acceso a la comunicación, al abrirla a un intercambio de libre de ideas, de informaciones y de experiencias entre interlocutores situados en un plano de igualdad, sin predominio alguno ni discriminaciones”. 

Sin embargo, 28 años después de difundirse el Informe McBride, hasta el momento, estos aspectos se encuentran muy lejos de haberse alcanzado. Ante ello, el Informe planteó la necesidad de considerar los siguientes aspectos: 

1. Que los países “amplíen las fuentes de información que necesitan los ciudadanos en su vida cotidiana. Se requiere emprender un examen minucioso de las leyes y reglamentos vigentes para reducir las limitaciones, las cláusulas secretas y las restricciones de diversos tipos en las prácticas de información”. 2. Se debe abolir la censura o el control arbitrario de la información. En los sectores en los cuales estén justificadas unas restricciones razonables, éstas deberían quedar definidas en una ley, su aplicación estar sometida al control judicial y ceñirse a los principios formulados en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos

Humanos y en los demás instrumentos que adopte la comunidad de naciones”. 3. Los obstáculos y las restricciones que se derivan de la concentración de la propiedad de los órganos de información, independientemente de que sean públicas o privadas, merecen analizarse con toda profundidad para encontrar sus vías democratizadoras. Se debe proceder a un examen critico del problema de las condiciones financieras que se imponen a los órganos de información y de las medidas adoptadas para reforzar la independencia de la redacción”. 4. Por último, se deben tomar medidas jurídicas eficaces para limitar la concentración y monopolización; conseguir que las empresas trasnacionales acaten los criterios y las condiciones específicas definidas en la legislación y en las políticas de desarrollo nacional; invertir la tendencia a la reducción del número de responsables cuándo está aumentando la eficacia de la comunicación y la dimensión del público; reducir la influencia de la publicidad sobre la política de redacción y los programas de radiodifusión; y perfeccionar los modelos que permiten fortalecer la independencia y autonomía de los órganos de información”. 

El Informe McBride, al dar cuenta de la desigualdad en el acceso a los bienes culturales por parte de los países del Tercer Mundo, advertía -entre otra enorme cantidad de datos e indicadores- que: 

1. Los países en desarrollo (Asia, Africa y América Latina) que tienen las tres cuartas partes de la población mundial, sólo disponen de la mitad de los periódicos del total mundial.2. Ocho países o territorios de Africa y tres países árabes no tienen ni un solo diario. 

3. Un gran número de países no tiene televisión. Otros la tienen sólo en centros urbanos. 4. Los países desarrollados tienen más del 95 por ciento de la capacidad de computadora del mundo. Datos actuales demuestran que la desigualdad cultural amplió su brecha a niveles no previstos en el riguroso Informe. 

5. El 87 por ciento de las ganancias obtenidas en la producción de bienes culturales, se las reparten EE.UU. (55 por ciento de ese total), la Unión Europea (25 por ciento) y Japón (15 por ciento). El exiguo 13 por ciento

restante se reparte entre el resto de los países del mundo (América Latina participa de un 5 por ciento). Las cifras corresponden al dossier de Industrias culturales en Argentina del Observatorio de Industrias Culturales (OIC). 6. El teórico Luis Ramiro Beltrán, informa que "de los 550 millones de computadoras que hay en el mundo, poco más de la mitad están en Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra y Francia. Algo más de dos tercios del total mundial de usuarios de Internet -320 millones- corresponden a esos mismos cinco países. Y del total mundial de "internautas" el 57% está en Estados Unidos de América, mientras que en Latinoamérica está sólo el 1%". 

También aparece en el informe, el cual se concretizó en el libro "Un solo mundo, Voces Múltiples" "Los medios de comunicación de masas aportan imágenes del mundo y debates de ideas a un público máximo, lo cual es positivo. Pero, no hay que olvidar que aportan también la idea que determina la selección, el montaje y el comentario de las ideas, y no se trata de una idea cualquiera sino de la idea que se hace del mundo el "pequeño numero de quienes tienen el privilegio político y económico de distribuir ideas e imágenes en todo el mundo, con el montaje y unos comentarios."...Lo decisivo son, en cambio, las trabas inherentes a la índole misma de los medios de comunicación de masas, y que hacen que estos últimos no sean simplemente unos vehículos sino que constituyen de por sí mismos unos mecanismos mentales..." 

PREGUNTAS PARA COMUNICADORES Y COMUNICÓLOGOS 

Luego de 25 años del Informe Mc Bride nuevas interrogantes emergen y exigen la repuesta de los comunicadores, medios de comunicación y políticos. 

¿Qué significa "la sociedad de la información" para el 75 por ciento de la población en el mundo subdesarrollado? ¿Para qué sirven las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones a los 1200 millones de personas que soportan la pobreza extrema, a los 842 millones de hambrientos y a los 2400 millones carentes de saneamiento básico? 

¿Qué harían con una computadora los 854 millones de adultos que no saben leer ni escribir y los 115 millones de niños sin acceso a la educación?¿Cómo la usarían los 2 mil millones que no disponen de energía eléctrica? ¿Estará todo, pues, perdido para siempre? ¿No es que van surgiendo en Europa, por ejemplo, ciertas señales esperanzadoras sobre autoregulación y políticas? ¿No hay en la propia Europa y en Canadá indicios de alguna resistencia a la hegemonía tecnológica mundial? ¿En la experiencia latinoamericana destacan los nombres de Salvador Allende, Omar Torrijos, Carlos Andrés Pérez, Juan Velasco Alvarado y Luis Echevarria quienes como jefes de Estado contribuyeron de manera clara y decidida a fortalecer el gran debate sobre el Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación seria justo que los aportes solo queden en ensayos? ¿No será que la lucha por el cambio pudiera ser retomada un día por esas naciones subdesarrolladas e impotentes? ¿Será posible que las Naciones Unidas y la Unesco vuelvan a abrazar la causa? ¿Las luchas de las ONGs en el Perú como la Asociación de Comunicadores Calandria específicamente la Veeduría Ciudadana de la Comunicación, quedará en vano? 

Más aún si consideramos que se calcula que alrededor del 90% de las noticias extranjeras que aparecen en los medios de comunicación proceden de las cuatro grandes agencias occidentales. El punto de vista, en consecuencia, es occidental y la selección de las noticias. Un recuento elemental del contenido de cualquier periódico o informativo de radio o televisión nos da una idea bastante exacta de qué consideran importantes estas agencias. Compárese la diferente magnitud que debe tener un hecho para convertirse en noticia, según haya sucedido o afecte a un país europeo o a Estados Unidos, o bien a uno africano, por ejemplo. 

Situaciones y preguntas que como comunicadores y comunicólogos estamos en la obligación de responder con propuestas y repuestas contundentes. 

Finalmente, para concluir concordamos con Martínez Albertos quién señala que "la actividad informativa llamada, estrictamente periodismo

puede ser un verdadero instrumento de liberación en la sociedad industrial avanzada, siempre que se lleve a cabo en las condiciones de autonomía que exige la propia naturaleza. En la medida en que haya hombres empeñados en que los medios de difusión sean instrumentos para el diálogo social y no para la manipulación psicológica de los individuos, existe todavía esperanza de salvar a la sociedad y de pensar en un "nuevo receptor" presuntamente adiestrado para reconocer de un modo activo el artificio de las representaciones mediáticas”. El teórico Omar Calabrese ha expresado que si los hombres pueden cambiar o "jugar" con su pasado, también lo podrán hacer con su futuro. Estas palabras en clave de comunicación significan algo sencillo pero contundente: "sustituir la comunicación en sentido único por un intercambio de mensajes en todas direcciones y completar la comunicación vertical por la horizontal".[/b] 

Las consecuencias del informe McBrideJOSÉ F. BEAUMONT Madrid 17 JUN 1984

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La aprobación con las reservas de los países occidentales del llama do informe McBride

en la 21ª Conferencia General de la Unesco, celebrada en Belgrado en 1980, su puso el

comienzo de un largo, acalorado y todavía inacabado debate sobre los problemas de la

comunicación en el mundo, y más concretamente sobre el denominado "nuevo orden

informativo mundial".Sean McBride, ex ministro irlandés de Asuntos Exteriores y premio

Nobel y Lenin de la Paz, se había hecho cargo cuatro años antes, por mandato expreso de

la Unesco, de preparar un documento sobre la información.

Al frente de un equipo de 16 expertos -entre los que figuraban Hubert Beuve-Mery,

fundador del periódico Le Monde, y Gabriel García Márquez, más tarde premio Nobel de

Literatura-, McBride recogió la idea fundamental de establecer unas nuevas estructuras

informativas, a las que denominaría "nuevo orden mundial de la información", promovidas

en el seno de la Unesco especialmente por los países del Tercer Mundo, la Unión

Soviética y aquellos que entraban en el área de su influencia.

En la Conferencia de Belgrado, la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas

de la Comunicación -que así se llamaba oficialmente- presentó no sólo el informe McBride,

sino también un conjunto de documentos en los que figuraban las opiniones de casi 100

especialistas mundiales.

Al final se aprobó por consenso una declaración de principios fundamentales referidos a

cuestiones muy generales. Sin embargo, cuando hubo que bajar a lo concreto, a los

medios materiales empleados para controlar o producir la información, comenzaron a

hacerse patentes y encontradas las diferentes interpretaciones.

Las recomendaciones del informe McBride, por ejemplo, "para elevar y precisar la

categoría social de los periodistas", "examinar las normas profesionales" o "completar su

formación" fueron interpretadas por los países occidentales, especialmente por Estados

Unidos y el Reino Unido, como claros peligros contra la libertad de expresíón. A la

acusación de fuerte desequilibrio y colonialismo informativo planteado por los países del

Tercer Mundo contra el sistema comunicativo "impuesto" por los países occidentales

desarrollados, éstos respondían que no podrían admitir ningún tipo de control

gubernamental de la información.

Paradójicamente, el informe McBride, que pretendía establecer un nuevo orden informativo

mundial, planteó una de las luchas más duraderas en torno a la interpretación de

determinados principios de la comunicación. Y las tensiones se han reproducido cada vez

que se pretendía discutir un plan concreto sobre alguno de los puntos del informe, cuya

aplicación ha resultado inviable en la práctica durante estos cuatro años.