Nuevo Comentario Biblico - Antiguo...

1995
BIBLIOTECA MUNDO HISPANO COMENTARIO NUEVO COMENTARIO BIBLICO SIGLO VEINTIUNO ANTIGUO TESTAMENTO G.J. Wenham, J.A. Motyer, D.A. Carson, R.T. France EDITORIAL MUNDO HISPANO © 2003

Transcript of Nuevo Comentario Biblico - Antiguo...

BIBLIOTECA MUNDO HISPANOCOMENTARIO

NUEVO COMENTARIO BIBLICO SIGLO VEINTIUNOANTIGUO TESTAMENTO

G.J. Wenham, J.A. Motyer, D.A. Carson, R.T. France

EDITORIAL MUNDO HISPANO 2003

PREFACIO

Por ms de tres aZos hemos tenido el privilegio, como editores, de estar en elcentro de un enjambre de actividad. Otros han trabajado y nosotros hemosparticipado en sus labores. Hemos sido bendecidos por aquellos a quienesDios ha llamado a trabajar junto con nosotros en este gran proyecto. Ante todoqueremos agradecerles por no haber escatimado sus esfuerzos; tambin por lapaciencia con que han sobrellevado nuestras sugerencias, interferencias, y, aveces, la invitacin a reescribir alguna parte. Hemos estado rodeados de unequipo selecto de eruditos bblicos a los cuales estamos profundamenteagradecidos.

Como es siempre el caso con aquellos que publicamos bajo el sello de Inter-Varsity Press, hemos gozado de un apoyo profesional de alta calidad. Lamanera ms fcil de agradecer a todo el personal de IVP, que de forma directao indirecta colabor para sacar a la luz este Comentario, es mencionar a DerekWood, Editor Organizador, y a Sue Rebis, Editora Coordinadora. Conseguridad ellos hubieran querido que hiciramos nuestro trabajo en forma msrpida, que respondiramos a tiempo o que escribiramos ms creativamente,pero nos han tenido paciencia. Se han ganado nuestra gratitud y la de todosaquellos que encuentran que el uso de este Comentario es tanto un placer comouna ayuda.

Un comentario de toda la Biblia en un solo tomo tiene que ser un ejerciciomonumental de compresin, con una disciplina rigurosa que gobierne lo que seincluye y lo que se omite. Nuestra eleccin ha sido concentrarnos en el "fluir" delibros y pasajes, y de esa manera hacer una contribucin fundamental a lacomprensin de la Biblia. Muy frecuentemente el lector de la Biblia (y no sloel principiante) se siente frustrado pues necesita ayuda para ver el panoramacompleto. Creemos que cuando nuestro Comentario se use con ese propsitobrindar sus beneficios principales al lector. Sin embargo, tanto como elespacio lo permiti, hemos procurado no pasar por alto las dificultades deldetalle.

Nuestra principal motivacin y conviccin puede ser declarada de esta manera:el creyente individual y toda la iglesia del da de hoy no tiene una necesidad msimportante que conocer, amar y someterse a la Biblia como la Palabra de Dios.

Queremos servir a esa causa y, para ese fin, junto con nuestra oracin, es quepublicamos este Comentario.

Esta es la segunda revisin principal del New Bible Commentary (NuevoComentario Bblico), publicado originalmente en 1953. Los editores tenemos elprivilegio de seguir una tradicin honorable. Saludamos y honramos lasmemorias de Francis Davidson, Ernest Kevan, Alan Stibbs y Donald Guthrie,verdaderos maestros de la Palabra de Dios y que son ahora parte de nuestrotesoro en los cielos. Tambin recordamos con gratitud el papel consultivo ycontribuyente de Donald Wiseman para la edicin revisada de 1970 (publicadoen espaZol como Nuevo Comentario Bblico, Casa Bautista de Publicaciones,1977). Vaya nuestro afectuoso respeto hacia estos hombres; sus donesotorgados por Dios son compartidos mundialmente por millones deagradecidos lectores. En esta nueva edicin del Nuevo Comentario Bblico noqueda nada de la edicin de 1953 y muy poco de la de 1970. [Para la edicinen espaZol usamos la base textual de la versin Reina-Valera Actualizada.]Dios ha llamado a un nuevo equipo internacional de escritores. Aun en aquelloscasos en los que se ha usado material de la edicin de 1970, el artculo ha sidoescrito de nuevo o revisado en forma exhaustiva.

En medio de todos estos cambios permanece el Dios inmutable y el poderincambiable de su Palabra inspirada. No nos atrevemos a compararnos con losgigantes del pasado, pero esperamos con oracin ferviente que Dios har queeste Nuevo Comentario Bblico Siglo Veintiuno sea para la gloria de Dios ypara la bendicin de su pueblo.

D. A. CarsonR. T. FranceJ. A. MotyerG. J. Wenham

EXPLICACIONES

Orden de los artculos. Vase el Contenido (pg. 5). Los comentariosaparecen en el orden bblico; los artculos generales se insertan donde esapropiado.

Referencias bblicas. Se las usa en la forma generalmente aceptada: captulo:versculo, otro(s) versculo(s). Por ejemplo: Isaias 53:1-3, 10-12 significa Isaascincuenta y tres, versculos 1 al 3 y 10 al 12. Para las abreviaturas de los librosde la Biblia vase la pg. 11.

Cuando aparece una letra despus del nmero del versculo indica el comienzoo el final del versculo (a o b). En pasajes poticos puede indicar las lneasrespectivas en la forma potica usada en la versin correspondiente de la Biblia(A. B. C. etc.).

Fechas. En una obra de esta magnitud, escrita por unos 45 autores, puedeexistir alguna discrepancia en las fechas. No hay acuerdo entre los eruditos encuanto a las fechas de la historia antigua. Por ejemplo, hay un debate quecontina en cuanto a la fecha para el xodo; esa fecha afecta las fechasposteriores de los perodos de la conquista y de los jueces. El tema se analizaen el Comentario. Para un resumen vase la pg. 256. Sin embargo, hemoshecho un esfuerzo consciente para no confundir al lector. En las pgs. 34-36 sepuede encontrar una cronologa de la historia bblica generalmente aceptada.

CONTRIBUYENTES

La informacin que se provee en estas pginas es la del tiempo de lapublicacin de este Comentario.

T. Desmond Alexander, B.A., Ph.D. Profesor de Estudios Semticos, TheQueens University of Belfast, Reino Unido. EXODO

Leslie C. Allen, M.A., Ph.D., D.D. Profesor de Antiguo Testamento, FullerTheological Seminary, Pasadena, California, EE. UU. de A. JOEL

David W. Baker, A.B., M.C.S., M.Phil., Ph.D. Profesor de AntiguoTestamento e Idiomas Semticos, Ashland Theological Seminary, Ashland,Ohio, EE. UU. de A. ABDIAS, HABACUC, SOFONIAS

John A. Balchin, M.A., B.D., Pastor principal de First Presbyterian Church,Papakura, Nueva Zelanda CANTAR DE LOS CANTARES

Joyce G. Baldwin, B.A., B.D., ex rectora, Trinity College, Bristol, ReinoUnido. RUT, ESTER

George R. Beasley-Murray, M.A., Ph.D., D.D., D.Litt. Profesor titular deInterpretacin del Nuevo Testamento, Southern Baptist TheologicalSeminary, Louisville, Kentucky, EE. UU. de A. APOCALIPSIS

Roger T. Beckwith, B.D., D.D., M.A. Director de Latimer House, Oxford.Profesor de Wycliffe Hall, Oxford, Reino Unido. LIBROS APOCRIFOS YAPOCALIPTICOS

John J. Bimson, B.A., Ph.D. Profesor de Antiguo Testamento y Hebreo,Trinity College, Bristol, Reino Unido. 1 y 2 REYES

G. Michael Butterworth, B.Sc., B.D., M.Phil., Ph.D. Profesor, Oak HillCollege; Director, Oak Hill Extension College, Londres, Reino Unido. OSEAS, NAHUM, ZACARIAS

* Donald A. Carson, B.Sc., M.Div., Ph.D. Profesor de Investigacin en elNuevo Testamento, Trinity Evangelical Divinity School, Deerfield, Illinois,EE. UU. de A. ACERCANDONOS A LA BIBLIA, LEYENDO LASEPISTOLAS

David J. A. Clines, M.A. Profesor de Estudios Bblicos, University ofSheffield, Reino Unido. JOB

R. Alan Cole, Ph.D., ex profesor de Antiguo Testamento, Moore TheologicalCollege, Sydney, Australia, y Trinity Theological College, Singapur. MARCOS

Peter H. Davids, B.A., M.Div., Ph.D. Investigador y profesor teolgico,Langley Vineyard Christian Fellowship, Langley, British Columbia, Canad. SANTIAGO

Michael A. Eaton, B.D., B.Th., M.Th., D.Th. Pastor, Chrisco Fellowship deNairobi; profesor, Nairobi Evangelical Graduate School of Theology,Nairobi, Kenia. ECLESIASTES

Sinclair B. Ferguson, M.A., B.D., Ph.D. Profesor de Teologa Sistemtica,Westminster Theological Seminary, Philadelphia, Pennsylvannia, EE. UU.de A. DANIEL

Francis Foulkes, B.A., B.D., M.A., M.Sc. Ex director, St Johns TheologicalCollege, Auckland, Nueva Zelanda. FILIPENSES

* Richard T. France, M.A., B.D. Ph.D. Rector, Wycliffe Hall, Oxford, ReinoUnido. LA LECTURA DE LOS EVANGELIOS, MATEO

Conrad Gempf, Ph.D. Profesor titular, London Bible College, Reino Unido. HECHOS

John E. Goldingay, B.A., Ph.D. Rector, St Johns College, Nottingham,Reino Unido. PROVERBIOS

Donald Guthrie, B.D., M.Th., Ph.D. Ex vicerrector, London Bible College,Reino Unido. JUAN, LAS CARTAS PASTORALES

Gordon P. Hugenberger, M.Div., Ph.D. Profesor asociado de AntiguoTestamento, Gordon-Conwell Theological Seminary, South Hamilton,Massachusetts; pastor principal, Lanesville Congregational Church,Gloucester, Massachusetts, EE. UU. de A. MALAQUIAS

Philip P. Jenson, M.A., M.A., S.T.M., Ph.D. Profesor de AntiguoTestamento y Hebreo, Trinity College, Bristol, Reino Unido. LA POESIAEN LA BIBLIA

F. Derek Kidner, M.A., A.R.C.M. Ex director, Tyndale House, Cambridge,Reino Unido. ISAIAS

Colin G. Kruse, B.D., Th.L., M.Phil., Ph.D. Profesor principal en NuevoTestamento, Ridley College, University of Melbourne, Australia. 2CORINTIOS

I. Howard Marshall, M.A., B.D., Ph.D. Profesor de Exgesis delNuevoTestamento, University of Aberdeen, Reino Unido. LUCAS, 1 y 2TESALONICENSES

J. Gordon McConville, M.A., B.D., Ph.D. Profesor de Antiguo Testamento,Wycliffe Hall, Oxford, Reino Unido. HISTORIA BIBLICA, DEUTERONOMIO, JEREMIAS, LAMENTACIONES

L. John McGregor, B.A., Ph.D. Programador y analista de computacin,East Grinstead, Reino Unido. EZEQUIEL

Douglas J. Moo, Ph.D. Profesor de Nuevo Testamento, Trinity EvangelicalDivinity School, Deerfield, Illinois, EE. UU. de A. ROMANOS

Leon L. Morris, B.Sc., M.Th., Ph.D., M.Sc. Ex rector, Ridley College,Melbourne, Australia. 1, 2 y 3 JUAN

*J. A. Motyer, M.A., B.D. Ex rector, Trinity College, Bristol, Reino Unido. SALMOS, AMOS

Peter J. Naylor, B.A., D.Phil., A.C.A. Contador Pblico, Cardiff, ReinoUnido. NUMEROS

Peter T. OBrien, Ph.D. Vicerrector, Moore Theological College, Sydney,Australia. COLOSENSES, FILEMON

David F. Payne, M.A. Decano Acadmico, London Bible College, ReinoUnido. 1 y 2 SAMUEL

David F. Pennant, M.A., B.D., Ph.D. Director de Msica, St AndrewsSchool, Horsell, Woking, Surrey; ex Curador Principal, St SavioursChurch, Brookwood, Reino Unido. HAGEO

David G. Peterson, M.A., B.D., Ph.D., Th.Schol. Director del Departamentode Ministerio. Profesor de Nuevo Testamento, Moore Theological College,Sydney, Australia. HEBREOS

Moiss Silva, A.B., B.D., Th.M., Ph.D. Profesor de Nuevo Testamento,Westminster Theological Seminary, Philadelphia, EE. UU. de A. GALATAS

Douglas Stuart, Ph.D. Profesor de Antiguo Testamento. Director de laDivisin de Estudios Bblicos, Gordon-Conwell Theological Seminary,South Hamilton, Massachusetts, EE. UU. de A. JONAS

Max Turner, M.A., Ph.D. Director de Investigacin. Profesor de NuevoTestamento, London Bible College; ex profesor de Nuevo Testamento,Kings College, Aberdeen, Reino Unido. EFESIOS

Bruce Waltke, Th.D., Ph.D. Profesor de Antiguo Testamento, RegentCollege, Vancouver, Canad. JOSUE, MIQUEAS

Barry G. Webb, B.A., B.D., Ph.D. Director del Departamento de Hebreo yAntiguo Testamento, Moore Theological College, Sydney, Australia. JUECES

* Gordon J. Wenham, M.A., Ph.D. Profesor titular de Estudios Religiosos,Cheltenham and Gloucester College of Higher Education, Cheltenham,Reino Unido. EL PENTATEUCO, GENESIS

David H. Wheaton, M.A., B.D. Vicario, Church of Christ, Ware; canonhonorario, St. Albans Cathedral; capellan honorario de la reina; ex rector,Oak Hill College, Londres, Reino Unido. 1 y 2 PEDRO, JUDAS

Michael J. Wilcock, B.A. Vicario, St Nicholas Church, Durham; ex Directorde Estudios Pastorales, Trinity College, Bristol, Reino Unido. 1 y 2CRONICAS

H. G. M. Williamson, M.A., Ph.D., D.D., F.B.A. Profesor emrito deHebreo, University of Oxford, y de Christ Church, Oxford, Reino Unido. ESDRAS y NEHEMIAS

Bruce Winter, B.A., M.Th., Ph.D. Director, Tyndale House, Cambridge,Reino Unido. 1 CORINTIOS

Christopher J. H. Wright, M.A., Ph.D. Rector, All Nations ChristianCollege, Ware, Reino Unido. LEVITICO

ACERCNDONOS A LA BIBLIA

QU ES LA BIBLIA?

REVELACION

La teologa bblica forma una entidad orgnica. Esto significa no slo que unopuede acercarse a cualquier aspecto del tema empezando en cualquiera de suspartes (aunque ciertamente hay algunos puntos que son ms tiles que otros),sino tambin que tratar algn elemento de la teologa bblica como si existiera enun esplndido aislamiento, distorsiona seriamente el cuadro total.

Con ningn otro tema esta verdad es tan obvia como con aquel que serelaciona con la doctrina de la Escritura que un individuo sostiene. En estapoca escptica es dudoso si una comprensin articulada y coherente de lanaturaleza de la Escritura y su interpretacin pueda sostenerse por muchotiempo, si no hay al mismo tiempo una comprensin del punto de vista bblicode Dios, del ser humano, del pecado, de la redencin y de la carrera de lahistoria hacia su meta final.

Por ejemplo, si es verdad que las Escrituras nos cuentan acerca de Dios, por lomenos la clase de Dios que l es, no es menos verdadero que a menos queDios sea realmente ese tipo de Dios que la Biblia dice, es imposible apreciar laPalabra por lo que es. Para acercarnos a la Biblia adecuadamente esimportante saber algo del Dios que la respalda.

Dios es a la vez trascendente (esto es, l est ms all del espacio y deltiempo) y personal. El es soberano y es el creador todopoderoso a quien eluniverso entero debe su existencia; sin embargo, l es el Dios quien por graciacondesciende para relacionarse con nosotros los seres humanos a quienes lmismo form a su propia imagen. Puesto que nosotros estamos limitados por eltiempo y el espacio, Dios nos encuentra aqu; l es el Dios personal que serelaciona con otros seres, personas que l hizo para que le glorifiquen y que segocen en l por siempre.

Dios ha escogido revelarse a nosotros porque de otra manera sabramos muypoco acerca de l; su existencia y poder estn revelados en el orden de la

creacin, aunque ese orden ha sido profundamente manchado por la rebelinhumana y sus consecuencias (Gnesis 3:18; Romanos 8:19-22; verSalmo l9:1, 2; Romanos 1:19, 20). Tambin es cierto que en la concienciahumana est reflejada una dbil imagen de los atributos morales de Dios(Romanos 2:14-16). Sin embargo, este conocimiento no es suficiente paraconducir a la salvacin. Adems, la pecaminosidad humana es tan sutil que sededica no poca energa para restar valor aun a tal revelacin como la de lacreacin. Pero en su gracia inmensurable Dios ha intervenido activamente en elmundo que l cre para revelarse a los seres humanos en formas mucho mscompletas.

Esto fue cierto aun antes de la cada. Dios haba asignado ciertasresponsabilidades a las criaturas que l hizo a su imagen (ya eso en s es unarevelacin), y entonces se encontr con ellos en el huerto que les habapreparado. Cuando Dios escogi a Abraham, estableci un pacto con l,revelndose como su Dios (Gnesis 15; 17). Cuando redimi a Israel de laesclavitud, Dios no slo convers con Moiss, sino que tambin se mostr a smismo en las terribles plagas y en los truenos y relmpagos de Sina. Aunque elmundo es suyo, Dios escogi a Israel como su pueblo del pacto haciendo deellos un reino de sacerdotes y una nacin santa (Exodo 19:5, 6). Se revela ellos no slo en manifestaciones extraordinarias de poder, pero tambin pormedio de su Tora (lit. instruccin) que inclua no slo instrucciones detalladaspara el diario vivir, sino que adems estructuras enteras de observanciasreligiosas obligatorias (tabernculo, templo, sacrificios, sacerdocio).

A travs del periodo que cubre el AT, Dios se revel en providencia (p. ej. losarreglos que llevaron a Jos a Egipto, Gnesis 3750; 50:19, 20; el desvelode Jerjes una cierta noche de su vida, Ester 6:1ss.; los decretos de Ciro yDaro que facilitaron la vuelta de algunos hebreos a Jerusaln despus delexilio), en eventos milagrosos (p. ej. la zarza ardiendo, Exodo 3; el fuego en elmonte Carmelo, 1 Reyes 18) en las palabras profticas (la palabra del Seorrepetidamente viene a los profetas), en poesa y cantos (p. ej. los salmos).Pero aun mientras los creyentes del AT saban que Dios se haba manifestado asu pueblo del pacto, eran conscientes de que l haba prometido una revelacinms clara en el futuro. Dios prometi un tiempo cuando una nueva raz saldradel linaje de David (Isaas 11), un hombre que se sentara en el trono de David,y que sera llamado Dios Fuerte, Padre Eterno, Prncipe de Paz (Isaas 9). Diosmismo descendera a la tierra y traera un cielo nuevo y una tierra nueva (Isaas

65). El derramara su Espritu (Joel 2), introduciendo un nuevo pacto (Jeremas31; Ezequiel 36), resucitara los muertos (Ezequiel 37) y mucho ms.

Los escritores del NT estn convencidos de que la autorrevelacin de Dios ysu salvacin (largamente esperada) fueron realidad en la persona de Jesucristo,el Hijo de Dios. En el pasado Dios se haba revelado por los profetas, pero enestos ltimos das l se ha revelado suprema y finalmente en su Hijo(Hebreos 1:2). El Hijo es la imagen perfecta del Padre (2 Corintios4:4; Colosenses 1:15, Hebreos 1:3); en l habita toda la plenitud deDios (Colosenses 1:19; 2:9). El es la encarnacin de la autoexpresin deDios, l es el Verbo de Dios hecho carne (Juan 1:1, 14, 18).

Esta revelacin centrada en el Hijo se encuentra no slo en la persona de Jess,sino tambin en sus hechos. Dios revela y efecta el plan divino de la redencinno slo en las enseanzas, predicacin y sanidades de Jess, perosupremamente en la cruz y en la resurreccin. Por el Espritu que el Cristoexaltado ha dado (Juan 1416) Dios convence al mundo (Juan 16:7-11),asiste a los creyentes en su testimonio (Juan 15:27, 28) y, sobre todo, Diosse les manifiesta al habitar en ellos (Juan 14:19-26). As Dios se revela porel Espritu Santo, quien es la garanta divina y arras de la herencia prometida(Efesios 1:13, 14). Un da la revelacin ltima y completa ocurrir, y cadarodilla se doblar y toda lengua confesar que Jess es el Seor para gloria deDios Padre (Filipenses 2:11; cf. Apocalipsis 1922).

Lo que se debe enfatizar es que una comprensin genuinamente cristiana de laBiblia presupone al Dios de la Biblia, un Dios que se da a conocer en unavariedad de formas para que los seres humanos puedan saber el propsito parael cual fueron creados: conocer, amar y adorar a Dios, y deleitarse de talmanera en esa relacin que Dios sea glorificado mientras ellos reciben elbeneficio incomparable de llegar a ser todo lo que Dios quiere que sean.Cualquier conocimiento verdadero y genuino que los seres humanos tengan deDios depende principalmente de su autorrevelacin.

LA PALABRA DE DIOS

Lo que no debemos pasar por alto es que este Dios es un Dios que habla. Sinduda, l se nos revela en muchas maneras, y la palabra no es la menor de ellas.

En castellano revelacin puede entenderse en forma activa o pasiva, eso es,ya sea como la actividad con que Dios se revela, o como la sustancia (que se

da a conocer) de dicha manifestacin. Cuando la expresin se refiere a laautorrevelacin de Dios, el sentido activo ve a Dios dndose a conocer porpalabras, en tanto que el sentido pasivo apunta a las palabras mismas toda vezque ellas constituyen el mensaje que Dios ha escogido entregar.

La importancia del hablar de Dios como un medio fundamental de su revelacinno puede ser sobrestimado. La creacin misma es el producto del hablar deDios; Dios habla y los mundos llegan a existir (Gnesis 1). Muchos de loshechos ms dramticos de la revelacin de Dios no habran podido sercomprensibles si la palabra hablada de Dios no les acompaase. Moiss ve lazarza ardiendo con curiosidad, hasta que la voz le dice que se quite lassandalias, y le asigna nuevas responsabilidades. Abraham no habra tenidorazn de salir de Ur, si no fuera por la revelacin de Dios a travs de palabras.Vez tras vez los profetas llevan la carga de palabra del Seor al pueblo. Larevelacin verbal es esencial aun en el caso del Seor Jess: durante los das desu encarnacin, l fue principalmente el Maestro. Adems, aparte de laexplicacin del significado de su muerte y resurreccin preservada en losEvangelios y las epstolas, aun estos eventos importantes no habran sidocomprensibles y habran permanecido trgicamente en la oscuridad. Es tancentral el hablar de Dios en su autorrevelacin que cuando Juan el evangelistabusca una manera cabal para referirse a la ltima revelacin de Dios en su Hijo,escoge referirse a l como el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo eraDios... el Verbo se hizo carne (Juan 1:1, 14). El que montaba el caballoblanco de Apocalipsis 19 es llamado Fiel y Verdadero... Est vestido de unavestidura teida en sangre, y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS(Apocalipsis 19:13).

Por supuesto, al establecer que Dios es un Dios que habla, y que sus palabrasconstituyen un elemento bsico en la bondadosa manifestacin de s mismo anosotros, no demuestra en absoluto que la Biblia sea el producto de esarevelacin activa, siendo as una revelacin en el sentido pasivo. Es cierto quela expresin palabra del Seor en la Biblia tiene una variedad de usos; todosellos indican que Dios habla, que no es simplemente un Dios impersonal,fuerza de la existencia o un otro misterioso, pero la variedad de usos esdigna de considerar. Por ejemplo, con frecuencia se dice que la palabra deDios o la palabra del Seor vino a uno de los profetas (p. ej. Jeremas1:2; Ezequiel 30:1; Oseas 1:1; Lucas 3:2). Cmo esta palabra omensaje viene, generalmente no se explica. Sin embargo, es obvio que aun

estos ejemplos son suficientes para demostrar que en la Biblia misma lapalabra de Dios no necesariamente es idntica con la Escritura.

Quienes hacen esta observacin van ms all y argumentan que es inapropiadohablar de las Escrituras como la Palabra de Dios. Paralelamente sostienen quesi la palabra de Dios es usada para referirse a la Biblia, esto debe ser en unsentido general: tal como el mensaje de la Biblia, o aquello que Dios hadicho en trminos generales a los testigos humanos, o algo similar. Esto nodebe usarse para referirse a las palabras mismas de la Escritura.

Pero seguramente esto implicara errar en otro sentido. Jess puede reprendera sus opositores por poner sus tradiciones por encima de la palabra de Dios(Marcos 7:13), y lo que l tiene en mente es la Escritura que haba enexistencia. Si algunos mensajes de Dios estn dados en trminos muy generales,muchos estn dados como orculos, expresiones, de Dios mismo. De estemodo la profeca de Ams empieza modestamente: Las palabras de Ams,pero a travs del libro orculo tras orculo est introducido por algunaexpresin como: As ha dicho Jehovah (Ams 2:6) o as ha dicho elSeor Jehovah (Ams 3:11). Jeremas ve la revelacin de Dios llegandocasi como un dictado directo, as que cuando el mss. original es destruido Diosgenerosamente entrega de nuevo el mensaje (Jeremas 30:2; 36:27-32).David insiste en que las palabras de Jehovah son palabras puras, como platapurificada en horno de tierra, siete veces refinada (Salmo 12:6). Cuandoextendemos nuestra investigacin al NT encontramos a los escritores, uno trasotro, declarando Dios dice para referirse a algo que se encuentra en uno uotro libro cannico. Cuando los escritores del NT se refieren a lo que Moiss oIsaas o algn otro dijo (p. ej. Romanos 9:29; 10:19) ellos se estnrefiriendo a lo que Dios mismo les ha dicho a esos escritores del AT cuando sedirigi a ellos (p. ej. Romanos 9:15, 25). Adems, ellos pueden decir queDios dice o El Espritu Santo dice aun cuando citan pasajes de la Escrituradonde de hecho Dios no est hablando directamente al escritor del AT (p. ej.Hebreos 7:21, 10:15). A veces se emplea una frmula ms larga, p. ej. loque habl el Seor por medio del profeta, diciendo (Mateo 1:22), ElEspritu Santo habl de antemano por boca de David (Hechos 1:16).

Este resumen breve de la evidencia procura mostrar que Dios se ha revelado enmuchas formas, pero especialmente en la revelacin verbal. Hemos visto que laevidencia es inseparable de la Escritura misma, pero no hemos indagado muy

profundamente en esa direccin. Antes de proceder, hay un elementorelacionado con la revelacin bblica que tiene que ser mencionado brevemente.

LA PALABRA DE LOS SERES HUMANOS

Aun una lectura rpida de la Biblia muestra que no es el producto de un dictadodivino, como tampoco que ha descendido del cielo en tablas de oro. Ademsde declarar su revelacin y su autoridad divinas, la Biblia es un documentoasombrosamente humano o, ms precisamente, 66 documentos humanos. Losltimos escritores del canon citan a los autores humanos por nombre, tratandomuchos de los libros como productos de personas histricas bien conocidas sininsinuar por un instante que esta dimensin humana afecte la autoridad deldocumento. En verdad algunas de las referencias a las Escrituras del AT sehacen con una informalidad sorprendente. Por ejemplo: Pues, alguien diotestimonio en un lugar, diciendo (Hebreos 2:6). Si hemos de pensarclaramente acerca de cmo los cristianos deben acercarse a la Biblia, entonces,con ms razn debemos afirmar que es la Palabra de Dios (un tema quetodava debe de ser enfatizado) sin ignorar la dimensin humana de lasEscrituras.

Hay un nmero importante de implicaciones. La Biblia no nos lleg de golpe,sino a travs de un perodo aproximado de un milenio y medio, por la mano demuchos seres humanos, siendo la identidad de algunos enteramentedesconocida. La primera implicacin, entonces, es el hecho de que la Bibliaest enraizada profundamente en la historia. La variedad de autores humanosrepresentan culturas concretas, idiomas, eventos histricos y puntos de vista. Elparalelo obvio, y uno al que a menudo se llama la atencin, es la encarnacin.El Hijo eterno, el Verbo preexistente, se hizo carne. El es tanto Dios comohombre. La frmula clsica sigue siendo la mejor: El eterno Hijo se encarn enla historia, dos naturalezas, una persona. Jesucristo no puede ser percibido ycredo si se ignora o diluye su deidad o su humanidad. De igual manera, laBiblia es ambos, tanto de origen divino como humano. Es la revelacin de Dios,y es un registro humano. El mensaje, en referencia a las palabras mismas, esdivino, originndose en el Dios eterno; sin embargo, es profundamente humano,escrito en la historia, un libro con dos naturalezas. Por supuesto, la analoga nose debe forzar demasiado. Jesucristo es en s: Dios y hombre, pero nadieafirmara que la Biblia es Dios y hombre; no es ms que un instrumento en lamano de un Dios que se revela. Jesucristo ha de ser adorado; la Biblia no debeser adorada. Sin embargo, la comparacin, correctamente restringida, es til si

nos provee de algunas categoras para ayudarnos a comprender lo que la Bibliaes, y si nos anima a ser humildes en nuestra actitud cuando nos acercamos aella. En toda nuestra investigacin de la Escritura, nunca debemos desechar lavirtud de la humildad, humildad ante un Dios que tan bondadosamente seacomod a nuestras necesidades para revelarse a s mismo poderosamentetanto en la Palabra encarnada como en la palabra escrita.

La segunda implicacin es que la revelacin preservada en la Biblia no es unsistema abstracto, sea este filosfico, tico o teolgico. El budismo se mantieneo se cae como un sistema de pensamiento: si pudiese ser probado queGautama el Buda nunca vivi, la religin que lleva su nombre no estara enpeligro. No as el cristianismo. A pesar de la inmensa diversidad literaria en laBiblia, sta como un todo relata una historia, y esa historia ocurre en el tiempoy el espacio. A pesar de los mejores esfuerzos de algunos eruditos de argirque la fe bblica nunca debe hacerse cautiva de la investigacin histrica, hay unsentido profundo en que la naturaleza de la automanifestacin bondadosa deDios, que toma lugar en la historia ordinaria (no importando cunespectaculares o milagrosos sean algunos de los elementos de esa revelacin),asegura que no puede escapar a la investigacin histrica. Si Jesucristo nuncavivi, el cristianismo es destruido; si l nunca muri en la cruz, el cristianismo esdestruido, si nunca resucit de los muertos, el cristianismo es destruido. Noobstante, siendo Dios el objeto ltimo de la fe cristiana, esa fe es incoherente sista afirma una fe en el Dios de la Biblia pero no en el Dios que segn la Bibliase revela en la historia que es mayormente accesible y sujeta a prueba. Enresumen, los elementos de la extensa historia bblica son esenciales para laintegridad del mensaje cristiano.

En tercer lugar, porque la Biblia es precisamente tan humana, incluye nosolamente la bondadosa revelacin que Dios nos da de s mismo, sino tambinel testimonio humano acerca de Dios. El libro de Hechos, p. ej. relata muchosincidentes en que los apstoles audazmente confrontaron a las autoridadesquienes trataron de silenciarles, y la confianza inconmovible de estos primeroscristianos est ligada con la conviccin inquebrantable de que Jess habaresucitado de entre los muertos. Ellos lo haban visto; adems, segn Pablo,cerca de 500 testigos lo haban visto (1 Corintios 15). Muchos de los salmosofrecen vvidos testimonios de cmo aquellos que creyeron en el Dios vivoreaccionaron ante las circunstancias cambiantes y a las tormentas de la vida.Ms ampliamente, muchas personas descritas en la Escritura o escribindolaestn profundamente comprometidas con sus contemporneos. No son

simplemente secretarios anotando un dictado. Digamos que uno no puede leerde la pasin de Pablo en 2 Corintios 1013, o de la indignacin moral deAms, o del dolor profundo reflejado en Lamentaciones o Habacuc, o lapreocupacin de Judas al enfrentar la apostasa teolgica, o el testimonioprofundamente comprometido de Mateo y Juan, o el transparente afecto dePablo por los filipenses, sin reconocer que la Biblia muestra que fue escrita porpersonas verdaderas. Con todo muchas de ellas estn siendo usadas paraentregar la verdad de Dios a futuras generaciones, tambin dan testimonio de supropia experiencia con Dios.

Estas tres implicaciones se juntan en una cuarta. Los autores humanos de laBiblia, como hemos visto, estn profundamente inmersos en la historia; ellosrelatan su parte de la historia, dan testimonio. Lo que descubrimos es que losltimos escritores bblicos no slo dan por sentada la historicidad de losmayores eventos histricos redentores (tales como el pecado, la cada en elhuerto de Edn, el llamado de Abraham y el pacto de Dios con l, el xodo y laentrega de la ley, el surgimiento de los profetas, el principio de la monarquadavdica, el ministerio, muerte y resurreccin de Jess), sino aun los registrosbblicos de eventos relativamente menores tambin son considerados comodignos de confianza. La reina de Saba visit a Salomn (Mateo 12:42;Lucas 11:31, 32); David comi el pan consagrado (Marcos 21:25, 26);Moiss levant la serpiente en el desierto (Juan 3:14); Abraham dio eldiezmo del botn a Melquisedec (Hebreos 7:2); ocho personas fueronsalvadas en el arca (1 Pedro 3:20); la mula habl a Balaam (2 Pedro2:16), para dar unos pocos ejemplos. Uno de los ejemplos ms intrigantes seencuentra en los labios de Jess (Mateo 22:41-46; Marcos 12:35-37).Jess cita el Salmo 110, el cul segn la inscripcin es de David. La cosaimportante de observar es que la validez del argumento de Jess dependecompletamente de el asumir que la inscripcin es correcta. Si ese Salmo no fueescrito por David, entonces David no habl del Mesas como su Seor.Cuando se refera a mi Seor de qu Seor habl? Digamos que si uncortesano hubiese compuesto el Salmo, entonces el mi Seor fcilmentepodra entenderse como refirindose a David mismo o a alguno de losmonarcas que le sucedieron (como suponen muchos crticos modernos). Perosi, al igual que Jess, tomamos la inscripcin como verdadera, entonces es casiinevitable una interpretacin mesinica del Salmo. En resumen, las referenciashistricas no son slo abundantes y entrelazadas, sino que dondequiera que laEscritura hace referencia a ejemplos anteriores nunca causa una sospecha en el

sentido de que el relato sea engaador, no histrico, o correcto slo en el planode lo teolgico o algo parecido.

Finalmente, dado que la Biblia fue escrita por muchas personas a travs demuchos siglos, uno no puede sorprenderse de que contenga tantos tiposliterarios. La poesa y la prosa, la narracin y el discurso, el orculo y ellamento, la parbola y la fbula, la historia y la teologa, la genealoga y laapocalptica, el proverbio y el salmo, el Evangelio y la epstola, las leyes y laliteratura sapiencial, la misiva y el sermn, las coplas y la pica: la Biblia estcompuesta de toda esta variedad de gneros literarios y ms. Patrones depactos emergen con algunos parecidos a los tratados de los heteos, tablas dedeberes caseros se encuentran con semejanzas asombrosas a los cdigos deconducta del mundo helnico. Estas realidades, un producto de la naturalezahumana de la Biblia, necesariamente afectan cmo nos acercamos a la Bibliapara interpretarla correctamente.

LA ESCRITURA Y EL CANON

Si aceptamos que Dios es un Dios que habla, que la revelacin de s mismoincluye la revelacin verbal y que frecuentemente l ha usado a los sereshumanos como sus portavoces, en primer lugar debemos preguntarnos cmoresolveremos lo que parece ser primeramente un proceso personal y oral dealgo que es de dominio pblico como es la Palabra de Dios escrita (el tema deesta seccin); y en segundo lugar, cmo concebiremos la relacin entre lo queDios habl y lo que sus agentes humanos hablaron (el tema de la siguienteseccin).

Obviamente, aunque la Escritura describe a Dios como hablando a travs deseres humanos, el nico acceso que tenemos a tal fenmeno durante el perodode la historia bblica se encuentra en la Escritura misma. Eso se presupone, p.ej. en la retrica de Jess: No habis ledo lo que os fue dicho por Dios...?(Mateo 22:31). Las alternativas que resultan parecen ser, entonces, o quela Escritura no es ms que un testigo (falible) a tal revelacin verbal divina, onada ms que el producto de tal revelacin. En el primer caso, el intrpretedebe escoger, segn lo mejor de su capacidad, entre aquellas partes de laEscritura que constituyen un testigo fiel al Dios que se revela en hechos ypalabras, y aquellas porciones que no son fidedignas, y descubrir las bases paratales decisiones. En el ltimo caso, la Biblia tiene que ser comprendida no slocomo un testigo fiel a la bondadosa autorrevelacin de Dios en palabras y

hechos, sino tambin la expresin concreta de la revelacin verbal de Dios a losseres humanos. Estos puntos de vista alternativos en cuanto a lo que es laEscritura ciertamente afectarn la manera en que nos acercamos a ella.

No debe existir duda acerca de cmo la Escritura subsecuente se refiere a laanterior; numerosos pasajes dejan claro que para estos escritores, lo que dicela Escritura es lo que Dios dice. Tal declaracin, por supuesto, deja lugar paraque Satans y toda clase de personas malas queden registradas como hablandodentro de la Escritura; en tal caso, invariablemente el contexto muestra que elpropsito del registro de tales dichos es de formar parte de un relato msgrande en el cual la perspectiva de Dios es mostrada implcita o explcitamente.Sin embargo, se debe tener mucho cuidado en discernir exactamente qugnero de literatura est siendo empleado y cul es el mensaje que se quierepresentar; el resultado es nada ms que la mente de Dios en este asunto.

As que en Mateo 19:5, las palabras de Gnesis 2:24, no atribuidas aDios en el relato de Gnesis, se presentan, de todos modos, como lo que Diosdijo. Dios mismo habl por la boca de los santos profetas (p. ej. Lucas1:70). Si se juzga a los discpulos como insensatos por no haber credo todo loque los profetas han dicho (Lucas 24:25), la sustancia de lo que losdiscpulos debieron haber entendido y lo que Jess expone a ellos, es que lesinterpretaba en todas las Escrituras lo que decan de l (Lucas 24:27). Elevangelio es nada ms que lo que Dios haba prometido antes por medio desus profetas en las Sagradas Escrituras acerca de su Hijo (Romanos 1:2,3). Las palabras que estn en las Escrituras y las palabras dichas por Dios sonconsideradas iguales a tal punto que Pablo puede personificar la Escritura:Porque la Escritura dice al Faran (Romanos 9:17); Y la Escritura,habiendo previsto que por la fe Dios haba de justificar a los gentiles(Glatas 3:8); la Escritura lo encerr todo bajo pecado (Glatas3:22). Ninguna de estas clusulas tiene sentido a menos que Pablo asuma deantemano que lo que la Escritura dice, Dios lo dice. Este punto llega a unadeclaracin explcita en 2 Timoteo 3:16: Toda la Escritura [graf] esinspirada por Dios y es til para... La referencia en este contexto es lo quellamamos Escrituras del AT (ntese el versculo anterior: Timoteo habaconocido desde la infancia las Sagradas Escrituras [jiera grmmata]);adems, nada en este pasaje declara el lmite preciso de las Escrituras,estableciendo un canon acordado. De hecho, lo que el pasaje hace es afirmarque si un cuerpo de literatura est incluido en la Escritura, este debe ser

aceptado como inspirado por Dios (lo cual trataremos ms adelante) y a suvez debe ser tratado como tal.

La misma posicin, segn los escritores de los Evangelios, es aceptada por elSeor Jesucristo. El insisti en que la Escritura no puede ser anulada (Juan10:35). Cuando l se refiere a Moiss, Jess est pensando en lo que Moissescribi, eso es, en Escritura: Hay quien os acusa: Moiss [dirigindose aalgunos de sus oponentes], en quien habis puesto la esperanza. Porque sivosotros creyeseis a Moiss, me creerais a m; pues l escribi de m. Pero sino creis a sus escritos, cmo creeris a mis palabras? (Juan 5:45-47).No importa cun difcil sea la interpretacin de Mateo 5:17-20, o cundisputada sea la naturaleza exacta del cumplimiento, de hecho es seguro quecuando Jess dice: De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, nisiquiera una jota ni una tilde pasar de la ley hasta que todo haya sidocumplido (Mateo 5:18), l asume la veracidad y confiabilidad de la Ley(que en el contexto se refiere a toda la Escritura: cf. la Ley y los Profetas en5:17; 7:12) tal como sta est contenida en la Escritura. La autoridad divinaque tanto Jess como sus primeros discpulos asignan a las Escrituras constituyela autoridad que se presupone por la frmula que frecuentemente se repite paraintroducir varias citas de las Escrituras: Escrito est (p. ej. Mateo 4:4;Romanos 9:33); ellos lo dijeron, y eso fue suficiente.

Slo una pequea porcin de evidencia ha sido tratada aqu, pero es suficientepara mostrar que para Jess y los escritores del NT ya la Escritura enexistencia era percibida como algo ms que un simple testigo escrito de larevelacin de Dios; en s era considerada simultneamente producto de autoreshumanos y revelacin del Dios que habla. Lo que la Escritura dijo, Dios lo dijo.Sin importar cmo recibi su autoridad, lo que la Biblia dice est marcado conla autoridad de Dios, porque sus palabras son las palabras de Dios.

EL CANON DE LAS ESCRITURAS

Por s sola esta discusin no dice nada del lmite de las Escrituras. Estar deacuerdo con respecto a la naturaleza de las Escrituras an deja abierta lapregunta sobre cules son los escritos que conforman las mismas. Lo queconforma el canon de las Escrituras y cmo sabemos que ste es correcto esuna materia muy compleja sobre la cual se ha escrito mucho. Este brevsimoresumen tendr que ser suficiente.

1. Muchos han argumentado que las Escrituras del AT fueron canonizadas (esoes, reconocidas como una lista oficial de escritos) en tres etapas: primera, laTora (aqu entendida como lo que llamamos Pentateuco, los primeros cincolibros); segunda, los Profetas; y tercera, los Escritos. Siempre se haargumentado que la ltima etapa no se logr sino hasta fines del siglo I d. deJ.C., en el concilio de Jamnia. Sin embargo, ha ido creciendo la posicin quedice que, en cuanto al canon se refiere, Jamnia no hizo nada ms que revisar losargumentos para dos de los libros de los Escritos (Eclesiasts y Cantar de losCantares), tal como lo hiciera Lutero ms tarde en relacin con el libro deSantiago En ambos casos, la posicin heredada fue que los escritos en cuestinen realidad pertenecieron al canon, y el punto a considerar fue si esta posicindeba o no ser sostenida.

2. La evidencia indirecta con respecto a la posicin de los libros del ATprocede del NT. Segn Lucas 24:44; Jess mismo se refiri a lasEscrituras como la Ley de Moiss, los Profetas y los Salmos, designacintradicional para las tres divisiones del canon hebreo, a las cuales se acaba dehacer referencia. Ms extensamente el NT cita de cada seccin y de casi todoslos libros del AT y trata tales pasajes como Escritura. No todos los escritosantiguos fueron considerados como Escritura, de manera que si se trata aalgunos libros como Escrituras y a otros no, se asume que las personas queestn citando estn usando una lista que en su mente consideran libros de lasEscrituras. De manera que citas de Arato en Hechos 17:28, Menandroen 1 Corintios 15:33, Epimnides en Tito 1:12 o 1 de Enoc en Judas14, 15 no son introducidas como Escrituras. Es interesante que tampoco sehace alusin a los libros apcrifos como Escrituras. Aun cuando las copias dela Septuaginta (la traduccin griega del AT) que datan del siglo IV y V d. deJ.C. incluyan muchos de los libros apcrifos, es universalmente reconocido queesos mss. proveen muy poca evidencia acerca del pensamiento de los judos dela Palestina del siglo I, incluso podramos decir que es probable que noproporcionen evidencia alguna sobre un canon judo ms extenso aceptado porlos judos en Alejandra.

3. Es obvio que uno no se puede aproximar al cierre del canon del NT, eso es,el momento en que se acord universalmente que no haba ms libros queagregar a la lista oficial de libros de la Escritura autorizada, exactamente en lamisma forma, ya que esto implicara un cuerpo aun mayor para autenticarlo, yas sucesivamente en una regresin interminable. Aun as, es digno de notar

cmo algunos documentos ltimos del NT se refieren a los escritos anteriorescomo Escritura (1 Timoteo 5:18; 2 Pedro 3:16).

4. Tal vez, ms importante, son los numerosos pasajes donde Cristo mismo eshecho el centro de lo que lleg a ser el canon del NT. En particular, losversculos iniciales de Hebreos contrastan cmo Dios habiendo hablado enotro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas,en estos ltimos das nos ha hablado por el Hijo (Hebreos 1:1, 2). El Hijomismo es lo mximo de la revelacin; para usar el lenguaje de Juan, Jessmismo, como lo hemos visto, es la ltima Palabra, la expresin misma deDios, la palabra encarnada. As, cualquier nocin del canon del NT se vinculadirectamente con l. Ciertamente Jess prepar a su pequeo grupo deapstoles para un entendimiento ms claro que vendra despus de suresurreccin y en la venida del Espritu Santo (Juan 14:26; 16:12-15).Tambin es cierto que hay evidencia de que, aunque los 12 apstoles y Pablopodran y de hecho cometieron errores (p. ej. Glatas 2:11-14), enocasiones llegaron a ser muy conscientes de que lo que escriban no era menosque el mandato del Seor y que aun los profetas del NT que los cuestionaronsobre este asunto deban ser considerados fuera del redil, o ignorados (1Corintios 14:37, 38).

5. Algunos han dado la impresin completamente falsa de que la iglesia cristianaprimitiva tom un tiempo demasiado largo para reconocer la autoridad de losdocumentos del NT. En verdad es vital distinguir entre el reconocimiento de laautoridad de estos documentos y el reconocimiento universal en relacin conuna lista oficial de documentos neotestamentarios. Los libros del NT estabancirculando mucho tiempo antes que lo ltimo ocurriera, muchos de ellosaceptados en todas partes como divinamente autoritativos, y todos ellosaceptados a lo menos en gran parte de la iglesia. Los documentos del NT, ensu mayora, son citados como autoritativos tempranamente; esto incluye loscuatro Evangelios, Hechos, las trece epstolas paulinas, 1 Pedro y 1 Juan. Elresto del canon del NT estaba bien ubicado para el tiempo de Eusebio en laprimera mitad del siglo IV d. de J.C.

6. El criterio usado por la iglesia cristiana primitiva para decidir qu libros eranautoritativos, era triple. Primero, los Padres de la iglesia buscaron laapostolicidad, es decir que un documento tena que haber sido escrito por unapstol o alguien inmediatamente cercano al apstol. As, se entiende que elEvangelio de Marcos tiene, detrs de l, el testimonio de Pedro; Lucas fue

relacionado con Pablo. Tan pronto como los Padres discutieron la posibilidad,ellos rechazaron cualquier documento bajo la sospecha de seudonimia (quehaba sido escrito por alguien cuya identidad no era la del autor). Segundo, unrequerimiento bsico para la canonicidad fue la conformidad con la regla de lafe, o sea con el cristianismo bsico y ortodoxo reconocido como normativo enlas iglesias. Tercero, y no menos importante, el documento tena que habergozado de uso amplio y continuo por las iglesias. Incidentalmente, este criteriorequiere del paso del tiempo para que sea til, y ayuda a explicar por qu pastanto tiempo antes de cerrar el canon (eso es, antes de que la iglesiauniversalmente hubiese acordado la posicin de todos los 27 documentos delNT). Una de las razones por la que Hebreos no fue aceptada en Occidente tantempranamente como algunas de las epstolas fue porque era annima, siendoaceptada ms temprano en el Oriente donde fue atribuida (errneamente) aPablo.

7. Tal vez lo ms importante es reconocer que aunque no haba maquinariaeclesistica o jerrquica, como el papado medieval, para imponer decisiones,finalmente casi toda la iglesia universal reconoci los mismos 27 libros. En otraspalabras, esto no fue tanto un reconocimiento oficial como el hecho de que elpueblo de Dios en diferentes partes reconoci lo que otros creyentes en otraspartes tambin haban encontrado ser la verdad. Esto tiene que serconstantemente enfatizado: El hecho de que sustancialmente la iglesia enteralleg a reconocer los mismos 27 libros como cannicos es notable cuando serecuerda que el resultado no fue arreglado. Lo nico que podan hacer lasdiferentes iglesias a travs del imperio era dar testimonio de su propiaexperiencia con los documentos y compartir cualquier conocimiento que ellospodran haber tenido sobre su origen y carcter. Cuando se considera ladiversidad en los trasfondos culturales y en la orientacin en cuanto a loesencial en la fe cristiana en la iglesia, su acuerdo comn con respecto a loslibros que pertenecan al Nuevo Testamento sirve para sugerir que esta decisinfinal no se origin solamente en el plano humano (Glenn W. Barker, William L.Lane, y J. Ramsey Michaels, The New Testament Speaks [Harper & Row,1969], p. 29).

Entonces, la iglesia no les confiri cierta posicin a los documentos que de otromodo les habra faltado, como si la iglesia fuera una institucin con autoridadindependiente de las Escrituras o en posicin paralela a las Escrituras. Msbien, los documentos del NT fueron Escrituras por causa de lo que Dios habarevelado; la iglesia, providencialmente guiada, lleg a reconocer universalmente

lo que Dios haba realizado en la culminante revelacin de s mismo en lapersona de su Hijo y en los documentos que daban testimonio y juntaban loscabos de la revelacin en el Hijo.

INSPIRACION Y AUTORIDAD

Si las Escrituras son simultneamente revelacin verbal de Dios y producto demanos humanas, debemos buscar por lo menos alguna relacin entre ambas.Durante los ltimos siglos, el trmino que ms comnmente ha sido usado enrelacin con el tema es inspiracin. Al igual que Trinidad, la palabrainspiracin no es una palabra bblica sino ms bien es una que resumeaspectos importantes de la verdad bblica. Inspiracin es normalmente definida(a lo menos en crculos protestantes) como la obra sobrenatural del EsprituSanto de Dios sobre los autores humanos de la Escritura, de tal forma que loque ellos escribieron fue precisamente lo que Dios quiso que escribieran con elpropsito de comunicar su verdad.

Algunas observaciones en esta definicin nos ayudarn a clarificarla, indicandosu utilidad y defendindola de aquellas malas interpretaciones comunes que sehacen sobre ella.

1. La definicin habla tanto de la accin de Dios, por su Espritu, en el autorhumano como de la naturaleza del texto resultante. Este doble nfasis es unintento de captar los dos elementos presentes y que son demostrables en elrelato que la Biblia hace de lo que est sucediendo. Por un lado, nos dice queninguna profeca de la Escritura es de interpretacin privada(presumiblemente una interpretacin privada de la forma en que las cosas seencuentran); en verdad, jams fue trada la profeca [claramente, en elcontexto, la profeca que constituye Escritura] por voluntad humana; alcontrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por elEspritu Santo (2 Pedro 1:20, 21). Por otro lado, no es solamente que losautores humanos de las Escrituras fueron guiados por el Espritu Santo, sinoque la Escritura resultante es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16). Laexpresin gr. bien podra traducirse como exhalada por Dios. Lo interesantedel punto es que se describe de esta forma la Escritura, el texto, y no el autorhumano. Si escogemos usar la palabra inspirado en vez de exhalada porDios, entonces debemos decir (segn este pasaje) que es el texto lo inspiradoy no sus autores humanos. Si usamos alternativamente el trmino inspiradojunto con el hecho que los autores humanos fueron guiados por el Espritu

Santo entonces los autores de las Escrituras fueron inspirados. En ese caso eldiseo de la definicin incluye tanto la obra del Espritu Santo en el autorhumano como la posicin resultante del texto de las Escrituras.

2. No hay nada en la definicin que exige un modo particular de inspiracin. Sinduda la inspiracin puede operar a travs de un estado anormal de la mentehumana, por decir, una visin, un sueo como en estado de trance, escucharvoces y mucho ms. Pero no hay nada en la definicin que requiera de talfenmeno; en verdad, juzgando por el texto de la Escritura, no es claro quetodos los escritores bblicos estaban siempre conscientes de que lo que estabanescribiendo era el texto sagrado. Ni hay razn alguna para menospreciar ladescripcin que Lucas hace de su trabajo, caracterizado por la investigacin yel inquirir cuidadoso de sus fuentes (Lucas 1:1-4). El hecho es que eltrmino inspirado no es mucho ms que una etiqueta conveniente para serusada en relacin con el proceso por el cual Dios ha dado existencia a lasEscrituras como previamente han sido descritas: revelacin verbal y testigohistrico, palabras de seres humanos y palabras de Dios, la verdad que Diosescogi comunicar y las formas particulares de cada uno de los autoreshumanos.

3. Es importante distinguir este uso de inspiracin de otros dos usos. Elprimero surge del mundo contemporneo del arte. Hablamos de compositores,escritores, pintores, escultores, msicos y otros seres inspirados. Si nosdetenemos a pensar en este uso como el nico, podramos suponer que estaspersonas fueron inspiradas por las musas; el que se inclinara msteolgicamente asignara la inspiracin a la gracia comn de Dios. Aparte detal reflexin, no pensamos mucho ms en que su trabajo es excelente, una elitede primera clase. En consecuencia, podemos concluir que sus trabajos soninspiradores, eso es, que permiten a quienes los observan levantar un poco suhorizonte, o intentar algo nuevo, o simplemente sentirse ennoblecidos.Normalmente tal uso no es tomado para indicar que el Dios soberano hayacomunicado su verdad en forma permanente a su pueblo del pacto.

El segundo uso de inspiracin con el cual nuestra definicin no debe serconfundida es aquel que se encuentra en el uso de los Padres de la iglesia. Seha hecho notar que inspiracin nunca funciona entre los Padres como uncriterio para la canonicidad. Esto no es porque los Padres no consideren lasEscrituras como inspiradas, porque de hecho ellos s las consideran inspiradas;sino ms bien, porque en su uso inspiracin no es algo que se relaciona

exclusivamente con las Escrituras. En un sermn que Eusebio atribuye alemperador Constantino (sea o no una atribucin correcta), el predicadorcomienza: Ojal la poderosa inspiracin del Padre y de su Hijo... seaconmigo al hablar estas cosas! En una de sus cartas a Jernimo, Agustn vademasiado lejos al decir que Jernimo escribe bajo el dictado del EsprituSanto. Gregorio Niceno puede usar la misma palabra traducida comoexhalada por Dios (inspirada) en 2 Timoteo para referirse al comentario desu hermano Basilio acerca de los seis das de la creacin. En resumen, unconsiderable nmero de los Padres usa una variedad de expresiones,incluyendo inspiracin, para amalgamar lo que muchos telogos en el da dehoy separaran en dos categoras: inspiracin e iluminacin. Esta ltimareconoce el trabajo del Espritu Santo en la mente de un sin fin de creyentes, noslo predicadores, sino tambin escritores y maestros cristianos, pero niega asus pensamientos, palabras y escritos la clase de autoridad universal que obligaa todos los cristianos en todas partes y que hoy es relacionada con la palabrainspiracin. De seguro, implcitamente los Padres hacen la misma clase dedistincin (aunque las categoras son diferentes) en tanto que reconocen slociertos documentos como cannicos, eso es, un listado cerrado de Escriturascon autoridad que obliga a toda la iglesia.

Entonces, para nuestros propsitos, inspiracin no ser usada como lo es enel mundo del arte, o como lo es en el lenguaje de los Padres de la iglesia, sinoen el sentido teolgico que ha adquirido durante los siglos pasados.

4. Unos cuantos escritores intentaron debilitar inspiracin como el trminoque ha sido definido aqu al sealar, correctamente, que un pasaje como 2Timoteo 3:16, 17 nos afirma el propsito de tal Escritura inspirada: es til parala enseanza, para la reprensin, para la correccin, para la instruccin enjusticia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitadopara toda buena obra. Si este es el propsito, ellos argumentan, entonces esvano intentar vincular inspiracin con veracidad y autoridad. De hecho, esto esun error de categoras. Es importante distinguir el modo de revelacin (sueo,visin, dictado, etc.) de la manera de inspiracin (el empleo de varias tcnicasy gneros literarios) de los resultados de la inspiracin (lo que la Escritura dice,Dios lo dice) y el propsito de la inspiracin (hacernos sabios para lasalvacin).

5. Muchos han intentado debilitar la autoridad de las Escrituras, hecho implcitoen este estudio. Solo algunos pocos sern mencionados. Primero, se ha argido

que uno tiene que crear una doctrina de las Escrituras, no slo de los pasajesen los cuales la Escritura evala a la Escritura, sino de las dificultadesdeclaradas inflexibles donde la Escritura cita a la Escritura en una forma que ensu primera lectura asombra. Ciertamente los dos acercamientos tienen que ir dela mano. En la prctica, sin embargo, aquellos que empiezan con el segundoacercamiento usualmente no consideran el primero con seriedad; quienescomienzan con el primer acercamiento, si son investigadores cuidadosos,generalmente descubren razones vlidas, exegticas y teolgicas que explicaneste fenmeno tan peculiar. Una variacin de este argumento insiste en que laBiblia presenta formas tan diferentes, digamos a modo de ejemplo, de Dios,que es intil hablar de teologa bblica o cristianismo bblico. La Biblia,segn este argumento, incorpora teologas que compiten entre s y reflejandiferentes corrientes del cristianismo que son mutuamente contradictorias.Cmo puede decirse de cualquier libro que es inspirado y autoritativo si eselibro prohbe el vestir ropa tejida con hilos de dos materiales distintos(Levtico 19:19)? Pero tales trabajos, debe ser dicho gentilmente, quemientras apelan a audiencias populares y a escpticos convencidos,sencillamente no encajan con lo mejor de la literatura confesional. Por ejemplo,el asunto sobre los tejidos de materiales diferentes, que no es raro en laliteratura, es enfatizado como si nadie jams haya pensado seriamente acercade las maneras en las cuales las estipulaciones del pacto del AT han deaplicarse a los creyentes que viven bajo un nuevo pacto.

Segundo, muchos argumentan que un resultado necesario de la bondadosaacomodacin de Dios al habla humana es la introduccin de un error. Errar eshumano; los documentos bblicos son humanos. Por lo tanto, resultan ser tanpoco fiables como son los seres humanos. Pero tal apreciacin de la Escriturano slo niega la conviccin y juicio de Jess y de los escritores del NT, sinoque se fundamenta en una lgica desgastada. Sin duda que es verdad que aeste lado de la cada errar es humano; eso no significa necesariamente que serun humano implique errar en toda ocasin y en todo lo que se dice. Que elsoberano y trascendente Dios se haya acomodado gentilmente al lenguajehumano es una hermosa verdad. No obstante, es a este hablar acomodado alcual se hace referencia como palabra o palabras puras del Seor (Salmo12:6) y tratadas por Jess mismo como Escrituras que no pueden serquebradas.

En tercer lugar, los catlicos romanos tradicionales, aunque sostienen lainspiracin y la autoridad de la Biblia, niegan que sta sea suficiente como nica

regla de fe y de prctica. Antes de la palabra escrita vino la tradicin oral, yesta tradicin contina al lado de la palabra escrita en el oficio magisterial de laIglesia Catlica Romana. Los efectos son sustanciales; una doctrina como la dela inmaculada concepcin de Mara, no enseada en las Escrituras, puedeimponerse como algo que todos los catlicos leales tienen que creer.Recprocamente, doctrinas que muchos no catlicos encuentran en lasEscrituras pueden ser descartadas o disminuidas en importancia por laautoridad de la iglesia. El tema es muy complejo para ser tratado aqu.

En cuarto lugar, en una manera que caractersticamente va ms all de cualquiercosa que Karl Barth, el padre de la neoortodoxia, habra sostenido, algunostelogos neoortodoxos insisten en que la Biblia, en cuanto a su forma, essencillamente uno ms entre los libros religiosos; aunque sea uno importante, noest exento de errores grandes y pequeos. No es verdad en el sentido que loque dice, Dios lo dice. Ms bien, la Biblia es verdad en cuanto al hecho de queDios trabaja a travs de ella para revelarse a s mismo a los individuos. Llega aser la Palabra de Dios cuando el Espritu Santo la ilumina al individuo. Estainspiracin e iluminacin nuevamente son confundidas; o, ms exactamente, laprimera absorbe a la ltima, Ciertamente la neoortodoxia tena razn enprotestar contra una palabra muerta que no transformaba ni daba vida a losindividuos. Pero su solucin es demasiado drstica y termina negando lo queJess y sus primeros discpulos entendieron por Escrituras.

Quinto, varias formas de liberalismo clsico simplemente niegan cualquierposicin especial a las Escrituras. En su forma ms virulenta, este pensamientoniega la existencia de un Dios personal y trascendente que invade la historia. Elsobrenaturalismo es considerado imposible; Dios es reducido a la proporcinde un desmo o pantesmo. La religin de la Biblia debe ser estudiada en elmarco de discusin acerca de cualquier o de todas las otras religiones, y no enotro marco. Una respuesta bien pensada a esta visin de la realidad nos llevarams all del propsito de este artculo. Sin embargo, lo que es claro es que estavisin rpidamente somete a las Escrituras y termina por imponerle ideascontemporneas. Al final, la disputa va no slo en el tema de la naturaleza de laBiblia, sino en la naturaleza y carcter de Dios.

Finalmente, el surgimiento de la nueva hermenutica ha animado a muchospensadores simplemente a dejar de lado la discusin acerca del lugar queocupa la revelacin y la autoridad. Pero como esta posicin est ntegramente

ligada al asunto sobre cmo la Biblia ha de ser interpretada, una brevediscusin ser considerada en la prxima seccin.

REFLEXIONES FINALES

Algunos pueden objetar que toda esta presentacin es demasiado circular. Siempezamos con nuestra concepcin acerca de Dios, y desde esta perspectivacomenzamos a pensar en nuestra perspectiva sobre la naturaleza de la Biblia,debemos hacer una pausa y admitir que nuestra concepcin de Dios es (en laperspectiva cristiana) tomada de la Biblia. Digamos que si comenzamos con elconcepto de Jess acerca de la autoridad de las Escrituras, ese concepto en sest sacado de las Escrituras. El proyecto entero de construir una doctrina delas Escrituras ser errado.

Este argumento toca algunas de las preguntas ms complejas de cmo llegamosa conocer las cosas, y si ellas en verdad son ciertas. Aunque estos asuntosno pueden ser tratados en forma efectiva ahora, sin embargo, algunoscomentarios podran ser tiles para algunos.

Primero, hay un sentido profundo en el cual todo pensamiento humano (tal vezcon la excepcin de aquel que concuerda con las reglas de la lgica y estedificado sobre valores definidos, tal como muchas de las ramas de lasmatemticas) es circular en un sentido. Somos criaturas finitas; sin la facultad deomnisciencia no tenemos en absoluto un fundamento seguro en el cual edificar.La afirmacin cristiana es que Dios mismo, quien goza del conocimientoperfecto, provee esa base para nosotros; pero esto, de hecho, significa que elfundamento en s debe ser tomado (en cuanto a criaturas finitas se refiere) porfe. Desde esta perspectiva, fe no es una opinin que obliga subjetivamente aser comparada con otra fe, sino una habilidad dada por Dios para percibir alo menos un poco de Dios y su verdad y confiar en l apropiadamente. Enningn instante esto significa negar que toda clase de argumentos pueda seravanzado para justificar la fe cristiana, incluyendo nuestra creencia en Dios y enla Biblia. Por el contrario, esto es admitir que tales argumentos no convencerna todas las personas.

Segundo, aunque reconocemos que el argumento es en alguna forma circular, einsistimos en que casi todo pensamiento humano lo es tambin, esto no implicasugerir que la circularidad sea intrnsecamente falsa. No nos acercamos a laBiblia para ciertas pruebas sobre la naturaleza de la Biblia; por el contrario, nosacercamos a ella para recabar informacin. Si la Biblia no hubiera hecho

afirmaciones sobre su propia naturaleza, tendramos pocas razones parasostener la doctrina de la Biblia bosquejada aqu. Yendo ms all, los cristianosinformados quisieran argumentar sobre la veracidad y la confiabilidad de lasEscrituras, pero no querrn argumentar sobre la veracidad y la confiabilidad desus doctrinas de las Escrituras. Metodolgicamente hablando, ellos procedencon la creacin de una doctrina de las Escrituras exactamente en la mismamanera en que proceden con la creacin de una doctrina acerca de Cristo.Ambas son sujetas a revisin en la medida que mayor luz se desprende de lagenerosa autorrevelacin de Dios, que ya existe en las Escrituras.

Tercero, los cristianos inteligentes sern los primeros en admitir que hay cosasdesconocidas y dificultades en la formulacin de una doctrina responsable delas Escrituras. Pero esto no nos asusta; lo mismo podra ser dicho de casicualquier doctrina bblica: la naturaleza de Dios, el centro de la redencin, laobra del Espritu y la resurreccin de los muertos. Esto no significa que nadaverdadero pueda ser dicho sobre tales asuntos; por el contrario, significa quedesde que todos ellos tienen que ver con un Dios trascendente y personal queno puede ser exhaustivamente conocido por criaturas rebeldes y finitas,inevitablemente quedarn misterios y reas de lo desconocido.

Cuarto, no debemos subestimar el impacto del pecado en nuestra habilidad depensar con claridad en estos asuntos. Un elemento sustancial en nuestra cadaoriginal fue el deseo incontrolable de autosuficiencia, de conocimientoindependiente. Quisimos ser el centro del universo y esto es el centro de todaidolatra. Juan 8:45 presenta a Jess dirigindose a sus oponentes con estasasombrosas palabras: Pero a m, porque os digo la verdad, no me creis. Siesta es la verdad misma que asegura nuestra incredulidad, cun profunda ytrgica y abominable es nuestra perdicin. Entonces no nos debe sorprenderque Dios no se nos presente de una manera en que nosotros nos sintamos encontrol de l. Quienes demandan seales de Jess son firmemente reprendidos,porque l sabe que responder a tales demandas implicara someterse a laagenda de otros. Rpidamente sera domesticado, reducido a un simple geniomgico y espiritual.

Por la misma razn la sabidura del mundo sistema de pensamiento queprovee respuesta a todo en atrayentes paquetes de ninguna manera puedecomprender la cruz de Cristo (1 Corintios 1:18-31). Cuando Dios habladel cielo, siempre habr alguien que escuchar slo truenos (Juan 12:29).En la misma forma, la generosa autorrevelacin de Dios en las Escrituras nunca

podr ser adecuadamente declarada por quienes insisten en ser pensadoresindependientes: Si Dios estructurara su revelacin para acomodarse a talesdeseos sera condonar el pecado del cual el evangelio nos libera. Dios en sugran misericordia rehsa condescender a nuestra pasin ilimitada de ser dioses.El ha asegurado que su propia autorrevelacin ser suficientemente clara paraaquellos que por gracia tienen ojos para ver y odos para or, pero que nuncaser tan rigurosamente autoevidente como los teoremas de las matemticasdonde los seres humanos controlan todas las definiciones y las reglas de lasrelaciones.

Andamos por fe y no por vista.

CMO INTERPRETAR LA BIBLIA

EL ROSTRO CAMBIANTE DE LA HERMENEUTICA

Cuando Pablo le dice a Timoteo que procure ser alguien que traza [interpreta]bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15), lo que se asume es que espeligrosamente posible ser alguien que en forma incorrecta traza la palabra deverdad. Y eso levanta importantes preguntas acerca de cmo interpretar laBiblia. Para acercarse a la Biblia con acierto es necesario no slo conocer loque es, sino tambin cmo trazarla.

Hermenutica es el trmino que tradicionalmente ha sido aplicado a lainterpretacin de textos. Pero en los ltimos aos la hermenutica en s hapasado por cambios importantes, los que son dignos de considerar con pausapara darnos cuenta de dichos cambios. Se pueden distinguir tres etapas(aunque al final se sobreponen la una a la otra).

Primera, la hermenutica fue entendida tradicionalmente como ciencia y arte dela interpretacin bblica: Ciencia, porque hubo importantes reglas y principiosque deban ser aplicados a la tarea de la interpretacin, y arte, porquedemandaba juicios maduros nacidos de la experiencia y de la competencia. Latarea del intrprete fue la de entender lo que el texto deca, y esto implicabaque si dos intrpretes de igual competencia entendan las reglas de lainterpretacin, entonces en la inmensa mayora de los casos su entendimientode lo que un pasaje dice coincidira. En esta visin de la hermenutica, se ponemucha atencin a la gramtica, las parbolas y otros gneros literarios,principios para el estudio de las palabras, cmo se relacionan los temasbblicos, etc.

Segunda, se us hermenutica frecuentemente para referirse al despliegue deuna variedad de herramientas de la crtica literaria: Crtica de las fuentes,crtica de las formas, crtica de las tradiciones, crtica de redaccin y,recientemente, crtica de las diversas formas de narracin. Si bien se lograronalgunas ganancias con semejantes aproximaciones, tambin hubo prdidas:Mucho del propsito de estas tcnicas fue reconstruir la historia y la estructurade las creencias de aquellas comunidades creyentes particulares que estndetrs del texto, en vez de escuchar el mensaje del texto.

Ambas formas de acercamiento han sido largamente eclipsadas en importanciapor una tercera tendencia, la nueva hermenutica. Aqu la clave importanteconsiste en el hecho de que los seres humanos traen sus propios prejuicios einclinaciones y tambin sus limitaciones a la tarea interpretativa hasta el puntode estar en control de la discusin. En un sentido esta observacin es saludable.Inevitablemente traemos nuestros propios elementos interpretativos connosotros mismos; no hay tal cosa como una mente totalmente abierta. La nuevahermenutica nos recuerda que la autoridad de la Biblia no debe ser transferidaa la autoridad del intrprete, que nosotros invariablemente ubicamos nuevaspiezas de informacin en la red ya existentes en nuestra mente (lo cual esmezcla de sensatez e insensatez), que aquello que creemos que es verdad sinduda necesita ser modificado o corregido o abandonado, que tenemos muchoque aprender, que nuestro marco de entendimiento est separado del escritorhumano de las Escrituras por barreras de tiempo, geografa, idioma y cultura.

Pero al mismo tiempo, muchos exponentes de la nueva hermenuticasobrepasan el lmite. Ellos argumentan que toda vez que la interpretacin de laspersonas difiere en alguna medida de las de otras, no se puede hablarlegtimamente del significado del texto (como si esto fuera algo objetivo). Ellosdicen que el significado no est en el texto sino en los lectores, los intrpretes,del texto. Si las diferentes interpretaciones son legtimas, entonces no se puedehablar de la interpretacin correcta, o la interpretacin verdadera; ellos piensanque tales expresiones terminan en afirmaciones de preferencia personal. Sininguna interpretacin en particular es correcta, entonces todas lasinterpretaciones son errneas (lo cual conduce al nihilismo hermenuticoconocido como desconstruccionismo), o todas son igualmente correctas; p.ej. todas son buenas o malas en la medida que satisfacen o cumplen con lasnecesidades de una persona en particular, o comunidad, o cultura; osimplemente satisface cierto criterio arbitrario. En esta corriente, estosproponentes de la nueva hermenutica aceptan diferentes lecturas de lasEscrituras: una lectura sub-Sahara del Africa negra, una lectura de la teologade la liberacin, una lectura feminista, una lectura protestante anglosajona, unalectura catlico romana, una lectura homosexual y as sucesivamente. Alineadacon el poderoso respeto contemporneo que la cultura occidental le asigna alpluralismo, esta nueva hermenutica considera que ninguna interpretacin esinvlida excepto aquella que declara ser la correcta haciendo a las otrasincorrectas.

Los temas en torno a la nueva hermenutica son tan complejos que no puedenser tratados satisfactoriamente aqu. Es importante reconocer que esteacercamiento al conocimiento gobierna mucho de la agenda no slo en lainterpretacin bblica contempornea sino tambin en las disciplinas de lahistoria, literatura, poltica y en otras tantas reas ms. A pesar de sus muchascontribuciones valiosas, la nueva hermenutica tiene que ser encarada enmuchas reas. Intuitivamente, hay algo dbil en una teora que propone larelatividad de todo conocimiento alcanzado por la lectura, mientras que, almismo tiempo, produce un sin nmero de materiales que insisten en lo correctode su posicin. Insistir que todo significado descansa en quien conoce y no enel texto, y entonces escribir textos para probar el punto, es casi increblementecontradictorio en s mismo. Peor aun, la teora en esta forma asume que laintencin del autor no es confiablemente expresada en el texto. Esto levanta unaimpenetrable barrera entre el autor y el lector, y lo llama texto. La irona esque esas ideas estn escritas por autores que esperan que sus lectoresentiendan lo que ellos dicen, autores que escriben lo que ellos entienden yesperan que sus lectores sern persuadidos por su razonamiento. Confranqueza, se desea que tales autores pudiesen extender la misma cortesa aMoiss, Isaas y Pablo.

Aun si seres humanos finitos no pueden alcanzar un conocimiento exhaustivodel texto (o de cualquier otro asunto), es difcil ver por qu ellos no puedenganar conocimiento verdadero. Aun ms, el hecho de nuestras diferencias esms fcil de absorber cuando es puesto contra el trasfondo de nuestra herenciacomn; todos nosotros hemos sido creados a la imagen de Dios, quien slogoza del conocimiento perfecto y exhaustivo. Suponer que podamos alcanzarconocimiento de todas maneras como el de Dios sera idolatra; sin embargo,no es razn para pensar que no podamos obtener ningn conocimientoobjetivo.

En verdad, hay maneras de pensar sobre la adquisicin de entendimiento deltexto que nos ayudan a ver un poco cmo funciona el proceso. Sin duda, unlector puede ser ampliamente controlado por inclinaciones personales yagendas rgidas cuando se acerca primero a las Escrituras (el texto que nosocupa aqu), y por lo tanto encontrar en el texto toda clase de asuntos que elautor (y el Autor) no tuvo la intencin de poner en ste; o, por el contrario, l oella no vea muchas de las cosas que de hecho estn presentes all. La totalidaddel bagaje mental del lector, lo que los modernos llaman el horizonte deentendimiento del lector, puede estar tan distante del horizonte de

entendimiento del autor como est expresado en el texto, que pueden ocurrirmuchas distorsiones importantes. Pero es posible que el lector leer y volver aleer el texto, aprender algo del lenguaje y la cultura de los autores, descubrirqu elementos de su propio bagaje deben ser marginados, y gradualmentefusionar su horizonte de entendimiento con aquel que se encuentra en eltexto (para usar la jerga actual). Otros hablan de la espiral hermenutica, endonde el intrprete se aproxima progresivamente al significado del texto.

Si la nueva hermenutica es tratada de esta forma, hay considerables gananciasque pueden beneficiar a la iglesia. Esto nos recuerda que la revelacin verbal deDios a nosotros en las Escrituras no slo ocurre en un lenguaje e idioma deculturas histricas particulares, sino que para mejorar nuestro entendimiento dela verdad objetiva que est ah revelada es necesario regresar a esas culturas,en cuanto esto sea posible, con el propsito de minimizar los peligros dedistorsiones interpretativas. Esto nos recuerda que aun si un intrprete logracierto entendimiento real y objetivo del texto, nadie lo entenderexhaustivamente, y otros intrpretes traern a la luz contenido que est presentede verdad en el texto y que posiblemente no se haba considerado. Porejemplo, los creyentes en Africa pueden ser ms rpidos en descifrar lasmetforas paulinas que se refieren al carcter corporativo de la iglesia, mientrasque muchos en el Occidente lo encontrarn difcil debido a su herencia delindividualismo. Los cristianos se necesitan el uno al otro; esto es tan veraz en elcampo de la hermenutica como lo es en cualquier otra rea. Si hay una entregaprofunda compartida para someterse a la autoridad de la revelacin de Dios, yno a las modas pasajeras y agendas (acadmicas o de otra naturaleza) dequienes pretenden juzgar a las Escrituras, el reconocer que nadie lo sabe todoestimula la humildad y la voluntad para escuchar y aprender.

En realidad, aplicadas en forma correcta, algunas de las posturas de la nuevahermenutica nos recuerdan que los seres humanos traen un bagaje cultural yconceptual enorme a las Escrituras que ellos pretenden interpretar. Este hecho,aliado con la insistencia de la Biblia de que nuestro pecado y el auto enfoqueidlatra nos conduce lejos de la luz (ver Juan 3:19, 20), puede llevarnos ahacernos caer de rodillas en el tardo reconocimiento de que la interpretacinde la Palabra de Dios no es simplemente una disciplina intelectual, sino quetambin mueve los ejes morales y espirituales. En la posicin de la Biblia conrespecto a la relacin de Dios con su pueblo, necesitamos de la ayuda delEspritu Santo de Dios para entender la verdad tanto como necesitamos de suayuda para vivir la verdad. En todo caso, con toda la ayuda que se nos pueda

dispensar, la meta de un cristiano inteligente no es dominar las Escrituras, sinoser dominado por ella, tanto para la gloria de Dios como para el bien de supueblo.

ALGUNOS PRINCIPIOS INTRODUCTORIOS DE LAINTERPRETACION BIBLICA

Lo que sigue a continuacin es una seleccin de principios de interpretacin,para aquellos que sostienen que un acercamiento correcto a la Biblia incluye noslo una valoracin de lo que la Biblia es, sino tambin un especial cuidado encmo leerla y entenderla.

La prioridad de los idiomas originales de la Biblia

Los idiomas originales tienen prioridad. Esto es un corolario del hecho de queesta revelacin ocurri a travs de individuos especficos en coyunturashistricas concretas y en idiomas humanos reales de tiempos especficos. Esverdad que los lingistas han demostrado ampliamente que cualquier cosa quepuede ser dicha en un idioma puede ser traducida a otro. Tambin handemostrado que no todo el significado del idioma donante puede transmitirseen el mismo tiempo y en el mismo espacio. Adems, toda traduccin implicainterpretacin; la traduccin no es una disciplina mecnica. De manera que paraaproximarse lo ms cerca posible a la intencin del autor, como est expresadaen un texto, es mejor interponer la menor cantidad de interpretaciones posibles.Por supuesto, si uno no conoce el idioma original entonces estar siempreagradecido por las traducciones; asimismo un intrprete pobre, que conoce losidiomas originales, puede cometer muchos ms errores interpretativos queaquellos que se pueden encontrar en muchas traducciones, las cuales han sidorealizadas por personas competentes. A pesar de lo intuitivamente obvio deestas afirmaciones, necesitan repetirse.

Para el predicador muy atareado o para el maestro de Biblia, esta observacintiene dos implicaciones de carcter prctico. Primera, si el tema principal de unsermn o de una leccin descansa en el modo peculiar de expresin en una solatraduccin particular, en la mayora de los casos no es el punto principal delpasaje y puede que no sea justificado de ninguna manera. Segunda, la prioridaden los comentarios y otras ayudas interpretativas debiera ser el reflejar eltrabajo en los idiomas originales, aun si la presentacin (como en estecomentario de un solo volumen) est preparada para lectores que no sonexpertos tcnicos.

Algunas palabras sobre palabras

El estudio de palabras, importante como lo es en s, tiene que considerarse concuidado, y nunca aislado de los asuntos mayores concernientes al uso de laspalabras en frases, prrafos, discursos o gneros particulares. Los lxicos(diccionarios escritos en espaol y que tratan las palabras del idioma original)pueden proveer un rango de significados que varios eruditos han identificado(siempre que esos eruditos tengan la razn), pero dentro de ciertas limitacionesel factor ms importante para determinar el significado de una palabra es su usoen un contexto especfico. Insistir en el significado de una palabra que estrelacionado con su etimologa suele conducir a un error (como si la palabracandado viniera de can y dado); la nica ocasin cuando la etimologa llegaa ser una prioridad prudente ocurre cuando la palabra utilizada tiene un usopoco frecuente y en circunstancias un tanto ambiguas que no queda otrorecurso que ste. El tratar de construir una teologa basada en una sola palabray el uso de sta es una empresa cuestionable; predicar etimologa al revs, endonde se afirma como significado de una palabra su desarrollo posterior o susanlogas (tal como la afirmacin que dnamis, poder, llama a la mente lapalabra dinamita, palabra que an no haba sido inventada cuando el NT fueescrito), en el mejor de los casos es un anacronismo, en el peor de los casos esridculo. Por otro lado, el intentar usar el rango semntico total de una palabracada vez que sta se usa (como sucede con la Versin Ampliada de la Biblia)es fallar en el entendimiento del funcionamiento del lenguaje.

A pesar de las advertencias, una exgesis seria estar ms interesada en cmolas palabras son usadas por ciertos autores bblicos, y en otros libros bblicos.As como el significado de frases y discursos moldea el significado de laspalabras, as tambin el significado de las palabras moldea el significado de lasfrases o de los discursos; en el idioma, todo es una unidad. Es de mucho valortratar de encontrar lo que significan ciertas palabras en gr. o heb., y que estndetrs de muchas palabras en nuestras Biblias, especialmente aquellas quetienen un peso teolgico importante, p. ej. expiacin, Mesas (Cristo), verdad,apstol, pecado, cabeza, resurreccin, espritu, carne, ley y un sinnmero deotras ms. Aun si el estudio personal confirma lo que fuentes secundarias dicen,la disciplina en s es valiosa. Esta no slo provee un grado de familiaridad conlas Escrituras que difcilmente se lograra de otra forma, sino que recuerda a loscristianos que Dios ha escogido revelarse a s mismo en discursos, frases ypalabras.

La importancia de llegar a ser un buen lector

Es esencial desarrollar sensibilidad literaria o, para expresarlo en otraspalabras, llegar a ser un buen lector.

En el micro nivel, incontables indicadores literarios sirven como seales paraalertar al lector. Las inclusiones comienzan y terminan una seccin conpalabras similares o idnticas con el propsito de destacar la importancia deciertos temas. As el tema de las bienaventuranzas (Mateo 5:1-10)comienza y termina con la misma recompensa (porque de ellos es el reino delos cielos), de esta manera establece que las bienaventuranzas fijan las normasdel reino. El cuerpo del Sermn del monte se inicia con las palabras: Nopensis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas (Mateo 5:17), yconcluye diciendo: As que, todo lo que queris que los hombres hagan porvosotros, as tambin haced por ellos, porque esto es la Ley y los Profetas(Mateo 7:12). Esta inclusin sugiere que el Sermn del monte es, entreotras cosas, una exposicin de las Escrituras del AT (la Ley y los Profetas) ala luz de la venida de Jess y lo que estas significarn en la vida de susseguidores. La poesa hebrea est menos interesada en la rima o incluso en elritmo que en el paralelismo de diferentes variedades (ver tambin el artculo Lapoesa en la Biblia). En el Salmo 73:21, 22

De veras se amargaba mi corazn,y en mi interior senta punzadas.

Pues yo era ignorante y no entenda;yo era como un animal delante de ti.

la segunda lnea repite el contenido de la primera, con otras palabras; la cuartalnea hace lo mismo en relacin con la tercera. Esto se conoce comoparalelismo sinnimo. Las lneas 3 y 4 toman el pensamiento de las lneas 1 y 2.Esto se llama paralelismo progresivo. En otras partes uno encuentra elparalelismo antittico (como en Proverbios 14:31):

El que oprime al necesitado afrenta a su Hacedor,pero el que tiene misericordia del pobre lo honra.

De hecho hay muchas ms estructuras complejas de paralelismo. Tambin hayquiasmos, en donde dos o ms lneas van al centro y luego hacia afuera. Estaspueden ser muy elementales, o complejas tales como en Mateo 13:

1 la parbola del sembrador (Mateo 13:3b-9)2 intermedio (Mateo 13:10-23)

(a) sobre el propsito de las parbolas (Mateo 13:10-17)(b) explicacin de la parbola del sembrador (Mateo 13:18-23)

3 la parbola del trigo y la cizaa (Mateo 13:24-30)4 la parbola del grano de mostaza (Mateo 13:31, 32)5 la parbola de la levadura (Mateo 13:33) Pausa (Mateo 13:34-43) -parbolas como cumplimiento de las profecas (Mateo 13:34, 35) -la parbola de la cizaa explicada (Mateo 13:36-43)

5 la parbola del tesoro escondido (Mateo 13:44)4 la parbola de la perla de gran precio (Mateo 13:45, 46)3 la parbola de la red (Mateo 13:47, 48)2 intermedio (Mateo 13:49-51)

(b) la parbola de la red explicada (Mateo 13:49, 50)(a) entendimiento de las parbolas (Mateo 13:51)

1 la parbola del escriba instruido (Mateo 13:52)

Se debe reconocer que los quiasmos estn ms bien en el ojo del lector que enel texto mismo. Si los elementos llegan a ser demasiado complejos, o losparalelos son decididamente forzados, uno razonablemente debe preguntarse siel sistema est presente o no. Por otro lado, algunos intrpretes, cansados conlargas listas de quiasmos que no convencen, desestiman con mucha facilidadaquellos que realmente estn presentes. Con frecuencia se ha demostrado quequienes hablaban idiomas semticos comnmente usaron este sistema comoparte de su modelo de hablar, de modo que uno no debera ser tan escptico.Ciertamente, hay muchos casos inciertos; en verdad muchos expositores noestarn persuadidos con el ejemplo dado anteriormente. Tal vez valdra la penaaventurarse con un ejemplo un poco ms sencillo; ste est basado enMateo 23:13-32:

1 Primer ay! (13): fracaso en reconocer a Jess como Mesas2 Segundo ay! (15): celo superficial, haciendo mas dao que bien3 Tercer ay! (16-22): mal uso de las Escrituras

4 Cuarto ay! (23, 24): falta fundamental en discernir la confiabilidad delas Escrituras

3 Quinto ay! (25, 26): mal uso de las Escrituras2 Sexto ay! (27, 28): celo superficial, haciendo mas dao que bien

1 Sptimo ay! (29-32): herederos de aquellos que fallaron enreconocer a los profetas.

De hecho, lo que los quiasmos logran es conducir el enfoque del lector alcentro, esto es, la falla fundamental de discernir la confiabilidad de lasEscrituras, uno de los temas centrales en el Evangelio de Mateo.

Tal vez, aun ms importante es la habilidad para entender la forma comofuncionan las grandes estructuras, especialmente la naturaleza del gneroliterario. La literatura sapiencial no es como la ley; digamos que leer Proverbioscomo si ofreciera juicios en casos legales, es ridiculizarlo (cf. Proverbios26:4, 5). En el NT la palabra parbola puede referirse a un proverbio(Lucas 4:23), un dicho profundo (Marcos 13:35), un smbolo o unaimagen no verbal (Hebreos 9:9; 11:19), una comparacin ilustrativa, ya seasin forma de historia (Mateo 15:15; 24:32) o con una historia (Mateo13:3-9, las as llamadas parbolas narrativas). Quienes tratan las parbolaspiensan slo en parbolas narrativas, principalmente porque hay muchas deellas en los primeros tres Evangelios, y dan principios para la interpretacin de(tales) parbolas. Ciertamente todos concuerdan con que en el caso de lasparbolas narrativas no se necesita preguntar si la historia realmente sucedi.

En la misma manera, debemos preguntar cmo lo apocalptico debe serentendido, qu es un Evangelio, cmo funcionaron las epstolas en el primersiglo. Jos dijo una fbula (2 Reyes 14:9); es correcta la crtica modernacuando al libro de Jons se le clasifica como una fbula? No, esto es un errorde categora literaria. Una fbula relata una historia de animales o de otrasformas de vida no humana con el propsito de dejar una enseanza moral; nose mezcla con los seres humanos. El esfuerzo de Jos califica; el libro de Jonsno. Con la informacin ampliada podemos preguntar qu signific midrash yotras categoras de literatura del primer siglo. Todos los estudiantes de la Biblialucharn con el significado de pasajes tales como Glatas 4:24-31. Elasunto es que la verdad se transmite en diferentes maneras en diferentesgneros literarios. Quien piensa que Jeremas est hablando lit. en Jeremas20:14-18 tendr mucha dificultad en explicar algunos asuntos. Sera mejorescuchar la afrenta misma del lamento.

Por sobre todo, una buena lectura va con el fluir de las palabras escritas. Yaunque siempre vale la pena meditar en palabras y frases (especialmente endiscursos), aun as el significado de esas palabras est determinado por sucontexto. Un buen lector con diligencia se esforzar por darle sentido a la

fluidez del argumento. (La excepcin ocurre cuando hay una lista deproverbios, aun cuando muchos de ellos estn arreglados temticamente.) Estono es menos verdad en el caso de la narrativa que en el caso del discurso.Muchos de los lectores casuales de los Evangelios piensan de stos comorelatos desconectados. Sin embargo, una lectura ms cuidadosa permitedescubrir que hay temas interrelacionados con otros temas. Por ejemplo, unopodra preguntarse cmo Lucas 10:3811:13 es una unidad. Una segundalectura muestra que estos versculos revelan un anlisis de por qu hay tan pocaoracin y lo que hoy en da podramos llamar espiritualidad; una distorsin deprioridades y valores (Lucas 10:38-42); una falta de conocimiento y debuenos modelos (Lucas 11:1-4); y una necesidad de seguridad yperseverancia (Lucas 11:5-13). En manera semejante, esta seccin enterade Lucas hace su propia contribucin a la continuidad mayor del contexto.

Los contextos inmediatos y mediatos

El contexto inmediato, por lo general, toma precedencia sobre el contextomediato y los paralelos formales. Por ejemplo, en Mateo 6:7 Jess adviertea sus seguidores: no usis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensanque sern odos por su palabrera; en Lucas 18:1-8 Jess les dice a susdiscpulos: una parbola acerca de la necesidad de orar siempre y nodesmayar. Esto no reducir el impacto de uno de estos pasajes al citar al otro.La prohibicin en Mateo tiene sentido en su contexto; el dicho confronta unareligin que es slo formal, o que piensa que puede sacar ventajas de Dios altratar de ser ms exigente. Con su bien conocido inters en la oracin, Lucasnos cuenta mucho ms de la vida de oracin de Jess, y en el cap. 18 algo desus enseanzas diseadas para reprender a aquellos cuya piedad no esapasionada ni persistente.

De las muchas interpretaciones de Juan 3:5, donde Jess le dice aNicodemo que si no nace del agua y del Espritu, no puede entrar en el reinode Dios, una de las ms populares es aquella que agrega Tito 3:5, 6 quehabla de Dios nuestro Salvador que nos salv... por medio del lavamientode la regeneracin y de la renovacin del Espritu Santo, que l derram sobrenosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Queexisten paralelos conceptuales y verbales nadie lo podr negar. Ahora bien,Juan 3:5 no slo fue escrito por otro autor, sino que es atribuido a Jessdurante su encarnacin. Ms importante aun es que en el contexto inmediatoNicodemo es