Notas de La Semana de Videos Sobre La Mente

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Hola, mi nombre es Dra. Suilin Lavelle. Hoy me gustaría hablarte sobre algunos de los asuntos importantes en la filosofía de la mente. Por desgracia, no vamos a poder responder muchas de las preguntas que vamos a plantear porque esa es la naturaleza de la filosofía. Vemos preguntas e intentamos ver cuáles preguntas vale la pena hacer. Voy a señalar algunas buenas preguntas que los filósofos han hecho sobre la mente y algunas de las formas en que trataron de responder a esas preguntas. En particular, me concentraré en por qué filósofos y psicólogos a menudo hablan de la mente usando la metáfora de una computadora. ¿Por qué esto se ha apoderado tanto de la imaginación? Pero, antes que nada, ¿qué es eso de tener una mente? Bien. Una técnica filosófica que la gente usa cuando intenta entender mejor una propiedad particular es estudiar algo que definitivamente no tenga esa propiedad. Aquí tenemos una pelota de tenis. ¿Qué le sucede a una pelota de tenis en un día común? Bueno, si es mi pelota, es lanzada, es rebotada en el piso y molesta a la gente del piso de abajo. Luego, la llevo al jardín y juego con ella por un momento, la dejo en el piso, el perro vendrá y la cogerá. Tal vez será mojada por la lluvia, se deteriorará un poco, se esponjará, quizá la goma se contraerá y se expandirá. Y eso será todo para la pelota de tenis. Las pelotas de tenis no tienen una existencia muy interesante. Ellas son golpeadas, les pasan cosas, pero ellas en realidad no provocan sucesos en el mundo. El segundo ejemplo es el de un perro. ¿Qué tipo de día tiene un perro? Un perro se levanta y lo primero en lo que piensa es usualmente en comida. Piensan en comida, en mantenerse cálidos, en buscar abrigo. Piensan en que les frotes el vientre o en intentar obtener tu atención. A veces los perros salen al jardín, ven una pelota de tenis y juegan con ella,

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Hola, mi nombre es

Dra. Suilin Lavelle. Hoy me gustaría hablarte sobre algunos de los asuntos importantes en la filosofía de la mente. Por desgracia, no vamos a poder responder muchas de las preguntas que vamos a plantear porque esa es la naturaleza de la filosofía. Vemos preguntas e intentamos ver cuáles preguntas vale la pena hacer. Voy a señalar algunas buenas preguntas que los filósofos han hecho sobre la mente y algunas de las formas en que trataron de responder a esas preguntas. En particular, me concentraré en por qué filósofos y psicólogos a menudo hablan de la mente usando la metáfora de una computadora. ¿Por qué esto se ha apoderado tanto de la imaginación? Pero, antes que nada, ¿qué es eso de tener una mente? Bien. Una técnica filosófica que la gente usa cuando intenta entender mejor una propiedad particular es estudiar algo que definitivamente no tenga esa propiedad. Aquí tenemos una pelota de tenis.

¿Qué le sucede a una pelota de tenis en un día común?

Bueno, si es mi pelota, es lanzada, es rebotada en el piso y molesta a la gente del piso de abajo. Luego, la llevo al jardín y juego con ella por un momento, la dejo en el piso, el perro vendrá y la cogerá. Tal vez será mojada por la lluvia, se deteriorará un poco, se esponjará, quizá la goma se contraerá y se expandirá.

Y eso será todo para la pelota de tenis. Las pelotas de tenis no tienen una existencia muy interesante. Ellas son golpeadas, les pasan cosas, pero ellas en realidad no provocan sucesos en el mundo. El segundo ejemplo es el de un perro. ¿Qué tipo de día tiene un perro?

Un perro se levanta y lo primero en lo que piensa es usualmente en comida. Piensan en comida, en mantenerse cálidos, en buscar abrigo. Piensan en que les frotes el vientre o en intentar obtener tu atención. A veces los perros salen al jardín, ven una pelota de tenis y juegan con ella, regresan, y toman una siesta. Ese es un día en la vida promedio de un perro escocés. Ahora piensa en mí.

En muchas formas soy como el perro. Me levanté en la mañana y en la primera cosa que pensé fue en el frío.

"No quiero salir de mi cama." Como el perro, en mi vida yo también busco calidez y cobijo. Lo segundo que pensé cuando me levanté fue, ¿qué hay para desayunar? Tal como el perro, pienso frecuentemente en comida. Lo que tengo en común con los perros son ciertos rasgos como desear comida, calidez y cobijo. Y yo soy capaz de cambiar mi medio ambiente para producir esas cosas. Así como los perros pueden ir adentro si necesitan mantenerse cálidos, yo puedo ir a mi habitación para mantenerme caliente.

¿Y las pelotas de tenis? Ellas no tienen ese tipo de deseo de mantenerse calientes,ellas sólo se quedan donde están. Aunque soy muy similar al perro en muchos

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aspectos, también soy bastante diferente. Aquí tenemos algunas formas en como mi mente difiere de la de los perros. Antes que nada, yo puedo evaluar mis propios pensamientos. Tal vez esté pensando en la fiesta a la que fui la noche anterior y piense, "¡Dios!, realmente no me gustaba ese tipo. No podría decir qué es lo que no me gustaba de él, pero no me gustaba." Luego me doy cuenta que estoy pensando estos pensamientos y pienso, "¡Suilin, estás siento realmente prejuiciosa!

¿Por qué estás pensando esto?" Luego, pienso de nuevo y pienso,

"¡él se comportaba como alguien que no me gustaba mucho en la escuela y no debí usar ese prejuicio en su contra." "Me he equivocado en pensar que esta persona no era muy agradable." Luego, tuve un pensamiento.

"He tenido reacciones negativas hacia esta persona." Pero después, puedo tener un pensamiento sobre un pensamiento. Puedo pensar acerca de por qué tuve ese pensamiento e intentar evaluar por qué lo tuve. Y para ser honestos, muchos chismes humanos se centran alrededor de pensar acerca de nuestros pensamientos. Esa una de nuestras actividades favoritas cuando vamos por el café acompañados. "Pensé esto y luego pensé, ¿por qué lo pensé?"

Lo segundo sobre la mente humana que es interesante es que podemos pensar acerca de cosas. Ya he dicho que podemos pensar sobre los pensamientos, pero los pensamientos no son lo único en lo que podemos pensar.

Podemos hacer planes para el futuro. Puedo pensar acerca de estados del mundo que ni siquiera existen todavía. Puedo pensar en qué es lo que podría ser cuando tenga 60 años, y si voy a vestir de color púrpura. Puedo pensar acerca de cómo sería si tuviera un unicornio de 5 patas que saca fuego por la boca. Estos no existen, al menos eso creo, pero eso no es algo que me limite a pensar en ello. Como humanos somos capaces de pensar no solamente en cosas que son inmediatas y que se encuentran alrededor en el medio ambiente que podemos ver. También podemos pensar en unicornios con 5 piernas que sacan fuego. Y esto es un aspecto muy engañoso del pensamiento humano. El pensar en cosas nos es tan natural que puedo pensar en un unicornio con 5 patas que saca fuego. Puedo pensar en qué es lo que quiero comer más tarde. Puedo pensar en cosas no existentes o en cosas que están aquí en el cuarto, como la pelota de tenis que está en el piso. Pero ¿qué crea los pensamientos sobre las cosas? Si hemos de dar una descripción de un pensamiento, ¿cómo hemos de capturar esa "intencionalidad" de pensar en la pelota de tenis o de que ahora mismo estoy pensando en mis vacaciones en París? ¿Cómo podemos capturar esa "intencionalidad"?

Esa es una de las grandes preguntas en la filosofía de la mente.

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La otra forma por la cual soy un poco diferente del perro es que yo tengo "percepción consciente". A los filósofos les gusta llamarlo "lo que es como". Hay algo que es como cuando me siento y huelo mi delicioso sándwich para el desayuno en la mañana.

Comienzo a salivar. Hay una experiencia distintiva, una conciencia peculiar de ese olor que puedo experimentar. Hay algo que es como sentarme en la silla y pensar bastante en un problema en particular. Hay una especie de conciencia o experiencia que acompaña ese proceso de pensar. Así que, "lo que es como" es la otra cuestión difícil en la filosofía de la mente. Los filósofos de la mente intentan encontrar cómo caracterizar ese "lo que es como" tener una experiencia en particular. Por supuesto, no estoy diciendo que los animales no tengan experiencias. Tan sólo digo que este es un aspecto peculiar del pensamiento humano y que si queremos caracterizar el pensamiento humano, esto es algo que necesitamos tomar en cuenta. Cualquier historia sobre cómo funciona la mente tendrá que tener una explicación del por qué tenemos ese "lo que es como". Y también tendrá que explicar cómo es que somos capaces de pensar sobre cosas. Pensar en aquello que está en nuestro ambiente, aquello que no existe e incluso pensar sobre nuestros propios pensamientos. Estos son los asuntos pilares de la filosofía de la mente contemporánea. Quizá el filósofo más emblemático de la mente es el filósofo del s. XVII, René Descartes. Descartes fue muy famoso por ofrecer un punto de vista particular sobre cómo funciona la mente. Descartes creyó que las mentes tenían que estar hechas fundamentalmente de algo totalmente distinto a los cuerpos físicos. Él pensaba que había dos tipos de sustancia en el mundo. Hay cosas físicas de las cuales nuestros cuerpos están hechos y de las cuales los árboles, fierros y metales y las cosas en el mundo están hechos. Luego está esta otra sustancia que es totalmente diferente, que es inmaterial, y que no puede ser estudiada por la ciencia. No puede ser rastreada por los mejores instrumentos científicos. Es una sustancia inmaterial y eso es lo que son nuestras mentes.

Descartes pensó que en cada ser humano había dos partes de cosa, por llamarlas de alguna forma. Cada ser humano tiene una forma física, el tipo de compuestos comunes como H2O, otros químicos y hormonas que integran el cuerpo humano. Además, tenemos esta otra sustancia inmaterial. Esta sustancia inmaterial es la mente. Este punto de vista es comúnmente conocido como el dualismo de sustancias. Dual porque está planteando dos sustancias diferentes: las sustancias materiales de las que las cosas mundanas están hechas, incluyendo los cuerpos humanos; y las sustancias inmateriales de las que las mentes están hechas. También se conoce como "dualismo cartesiano". Hay algunos problemas significativos con el punto de vista de Descartes, incluyendo problemas con el argumento que él usa para explicar por qué mentes y cuerpos tienen que estar hechos de dos cosas fundamentalmente distintas. Si quieres saber más sobre su argumento, revisa los materiales suplementarios. Sin embargo, el problema que

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quiero mencionar es el de la causalidad. Elisabeth de Bohemia presentó a Descartes el problema de causalidad. Ella era una de las alumnas de Descartes y, de hecho, era una alumna muy brillante. Ella le escribió a Descartes preguntando que si esta sustancia es inmaterial, ¿cómo es que produce cambios en el cuerpo físico?

Ella dice que para que las cosas físicas se muevan, estas tienen que ser movidas por otro cuerpo físico. Para que una piedra ruede alguien tiene que empujarla, o quizá se necesite de un sismo para que se mueva. Pero necesita del ímpetu de otro cuerpo físico para moverse. Y ella dice que los seres humanos son exactamente iguales.

Para que se muevan, para que puedan realizar cambios en el mundo, tiene que haber algún tipo de impulso físico que cambie el estado físico de nuestro cuerpo para que podamos movernos. La Princesa Elisabeth de Bohemia dijo que si los pensamientos están hechos de una sustancia inmaterial, esa sustancia no es física. Pero ¿cómo podemos interactuar con el cuerpo físico con el fin de producir cambios en el mundo? Porque es un rasgo fundamental de los pensamientos que estos pueden causar que los cuerpos se muevan. Si pienso que sé la respuesta a una pregunta, yo levantaré la mano. ¿Qué fue lo que causó que levantara mi mano? Fue mi pensamiento sobre saber la respuesta a esa pregunta en particular. Si quiero comprar chocolate, me levanto, tomo mi abrigo, salgo a la calle y voy a la tienda. ¿Qué causó ese comportamiento en particular? Bueno, fue mi deseo por el chocolate. Fue mi propio pensamiento.

Los pensamientos, creencias y deseos pueden causar comportamientos específicos en los cuerpos físicos. La princesa Elisabeth de Bohemia quería saber cómo una sustancia inmaterial, la cual era tan diferente de las cosas físicas, podía ocasionar que una cosa física se moviera. Este es el problema de causalidad y es un problema bastante complicado para Descartes y para el dualismo de sustancias.