Nº 16. Revista "El Celemín". Agosto 2008

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Revista de vida y cultura de Torrecampo (Córdoba)

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En las minas, mi niño,maravillas te cojo.Los murciélagos flipancon mi hondo alborozo.

Las aseo con mimoy su nombre les bordo.Si en la calle anduvieran,les salía un buen novio.

Esta noche, a la lunase me han ido los ojos.Pero tú no te duermes,ay, ladrón de mi ocio.

Lumbres trajo azafranes.Ardió nívea de pronto.Qué volcán, niño mío,de metales preciosos.

De sus lavas ya fríaste traería yo trozos.Pero tú no te duermes,ay, ladrón de mi ocio.

Con mi heroico martilloy en Pegaso brioso,me creyeras quimerade tu dulce reposo,salteador vitoreadode las joyas del cosmos.Pero tú no te duermes,ay, ladrón de mi ocio.

Y en tu cuna ya fúlgidomi botín ilusorio,a otros cielos me alzarantus azules asombros.Pero tú no duermes,ay, ladrón de mi ocio.

Ya clarines de la aurorabajan humos al monstruo;ya se va, ya se llevaplatas y oros incógnitos.Y tú sigues despierto,so ladrón de mi ocio.

O te duermes, mi niño,o te arrulle el demonio,que más ya no me amarratu lunático insomnio.

Anda y duerme, mi niñoque los sueños son gozos,y yo al tuyo y al míovoy a abrirles cerrojos.

Pedro Segador Salcedo

Nanapara dormir a Daniel

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Comienza una nueva etapa para la actual Junta Di-rectiva intentando dar una continuidad exitosa a todas las actuaciones hasta ahora desarrolladas y a esta nuestra revista El Celemín. Desde estas líneas solicitamos la co-laboración de cuantas personas quieran incluir artículos donde transmitan sus sentimientos, vivencias, conoci-mientos, historias, inquietudes y cuanto estimen oportu-no. Ponemos a su disposición la dirección de correo elec-trónico [email protected] donde podéis enviar vuestras colaboraciones que sin duda darán mayor y mejor esplendor a la revista.

Nuestro más sincero agradecimiento a la familia Ro-mero González ,cuya colaboración altruista e incondicio-nal permite desarrollar estos proyectos socioculturales.

En este número encontraremos artículos relacionados con nuestras tradiciones, historia y actividades como el Certamen de Narrativa Corta, Certamen de Bandas de Música o el encuentro de Escuelas Asociadas a la Unesco, evento histórico para nuestro pueblo.

Nuestro agradecimiento a todos los colaboradores y nuestra más completa disposición para cuantas sugeren-cias y opiniones puedan surgir.

Antonio CabreraDirector

EDITORIALEditaAsociación Benéfico Sociocultural y Deportiva PRASA TORRECAMPO

DirectorAntonio Cabrera Calero

Consejo de redacciónAdrián Pérez CamposEusebio Santofimia RomeroMª Pilar Almeida RiveroAnastasia Gutierrez RísquezAna Rísquez BlancoCándido del Castillo Romero

ColaboradoresPedro Segador SalcedoAntonia Molina LuqueAdrián Pérez CamposMiguel Márquez MoyanoJose A. Romero MolinaJuan José Pérez ZarcoEusebio Santofimia RomeroAntonio Cabrera CaleroResidencia Municipal de MayoresPedro López NievesEncarnación Fernández AriasLuis Miguel Pinel JuliánCándido del Castillo RomeroDiego Coca RomeroJuan Bosco CastillaJuan B. Carpio DueñasDigno A. Pastor PachecoMª Josefa Fargás

FotografíasJosé Miguel Navarrete (portada y con-traportada)Archivo MunicipalAyuntamiento de TorrecampoColaboradores

Diseño y Maquetación

El celemínRevista de vida y cultura de Torrecampo

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Nº. 16 · Agosto 20084 EL CELEMÍN

En el presente artículo, y siguiendo el orden con que vengo recordando imágenes grabadas en mi memoria de aquella lejana niñez, nos adentramos en el mes de marzo, o en el de abril, para llegar a la Semana Santa. Os invito a dar un paseo retrospectivo lleno de ese sabor añejo que da el paso de los años, pero no por eso exento de un respeto y cariño hacia lo que nos precedió y que forma parte de nuestras vidas.

En el preámbulo de la Semana Santa se encuentra como fecha destacada el Miércoles de Ceniza, comienzo de la cuaresma, al que hice referencia en el número 14 de esta publicación. De esos cuarenta días cuaresmales, destacaba sobre todo la llamada abstinencia. En la mayoría de las casas se guardaba a rajatabla. El ajo de pan con espinacas, la cocina de garbanzos y el potaje de bacalao se iban alter-nando con las tortillas de San José o el ajo de harina. Por supuesto, el viernes Santo la comida era más selecta: no faltaba la sobrehusa, la tortilla de patatas y el gazpachue-lo de boquerones. Somos muchas las personas que conti-nuamos preparando estas excelentes recetas culinarias que aprendimos gracias a las sabias lecciones de nuestras ma-dres y que sería una pena que las generaciones venideras las dejaran de preparar y de deleitarse de esos genuinos sabores, dejándose llevar por la comodidad de consumir esa llamada comida basura que nos brindan ya preparada.

En la cuaresma sucedía también un hecho que no me hacía mucha gracia, y era que las imágenes que había en la parroquia, a partir del Miércoles de Ceniza, las cubrían con un paño oscuro, en tonos morados, y así permanecían hasta la Resurrección del Señor. Cuando entraba en la iglesia, procuraba desviar de ellas la mirada, pues esas imágenes, ahora convertidas en bultos fantasmales me infundían cier-to recelo.

El Domingo de Ramos, comienzo de la Semana Santa, era un día que me encantaba. Esa mañana me levantaba con un ánimo de especial optimismo, no sé si sería porque la procesión de ese día era por excelencia la de los niños o por los calcetinillos o/y braguitas que iba a estrenar. Y es que, por supuesto, ese día, como marcaba la tradición, había que estrenar algo: “El Domingo de Ramos, si no estrenas ná, se te caen las manos”.

Después del desayuno, me bañaba mi madre en el lava-dero o en el lebrillo, junto a la candela, y, loca de contenta con la prenda de estreno que llevaba, me disponía para irme a la misa y a la procesión con mi ramo de romero y olivo adornado con un lazo, como la mayoría de los niños. En aquellos años, no se sacaba en procesión la borriquita, ni de verdad -como se ha hecho durante varios años-, ni

en imagen -como se hace en la actualidad-, lo importante eran las palmas y los ramos. Las palmas las llevaban el cura y las autoridades. Me embobaba observándolas, tan rectas y tan tiesas, que ni se alteraban al andar, tan sólo se les apreciaba un ligero balanceo casi imperceptible. De vez en cuando, alguna se quería hacer notar y se arquea-ba y balanceaba continuamente, provocando mi centro de atención y distracción. Una vez finalizada la procesión, al-gunos se la llevaban a su casa con sumo cuidado para que no se estropeara, pues la llevarían a Emiliana “La Paloma” para que la rizara y así poderla colocar en el balcón o en un arco de la casa, tras pasar la primera bóveda. Aquellos que no tenían intención de rizarla, les iban quitando hojas y las repartían entre los que remolonamente nos acercába-mos, ya que con ellas hacíamos figuras que nos servían de juguete y entretenimiento. Yo lo único que conseguí hacer fue un trepe (nudo hecho con dos hojas que, cogiendo con una mano una de las hojas y empujando con la otra mano al nudo, van volteando alternativamente) pero había gente

Recuerdos VIIAntonia Molina Luque, Junio 2008

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muy habilidosa que hacía canastitos, flores, torres o unos lagartos muy bien tejidos que abrían la boca y si le entra-bas el dedo se te quedaba atrapado.

Esa sensación de júbilo del domingo de Ramos contras-taba con el ambiente de recogimiento que nos envolvía, so-bre todo, desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resu-rrección. Al finalizar este escrito, adjunto un programa con los Cultos de Semana Santa del año 1953 -aportado por mi tía Sebastiana Molina Márquez- y, aunque yo aún no había nacido por entonces, más o menos serían los mismos en los años 60, década donde especialmente me centro. Compro-bamos que ese año sale en procesión Nuestro Padre Jesús Nazareno, y es muy probable que se estrenarse esa Semana Santa pues, según el libro “El escultor cordobés Manuel Romero Ortega”, de Esteban Márquez Triguero, esa mag-nífica talla es de 1952. Ese año todavía no teníamos el paso del Santo Entierro, que al parecer lo trajeron a finales de los 50.

No es nada fácil poder narrar aquellas sensaciones vivi-das tantos años atrás y siendo una niña, pero intentaré plas-mar aquello que más marcado me quedó. Una cosa que me llamaba mucho la atención era que en los actos religiosos se formaba una larguísima fila de personas que se acerca-ban a comulgar. Yo miraba absorta; aquello no se acababa nunca. Y sobre todo, me sorprendía el que también fueran muchísimos hombres. Hombres que yo no veía en todo el año en la iglesia, ni por ninguna parte, pues seguro que asistirían a la misa temprana antes de marcharse a sus que-haceres en el campo; o eran de esos que vivían todo el año en el campo y sólo venían al pueblo en contadas ocasiones. Y es que por entonces, la gran mayoría de la gente cumplía al pie de la letra los mandamientos de la Santa Madre Igle-sia, y el cuarto de ellos manda “Comulgar por Pascua de Resurrección”.

El Jueves Santo por la tarde se celebraba y celebra la misa de la Última cena del Señor. Me encantaba ver el mo-numento. Por entonces siempre lo hacían igual, y aquella imagen permanece bien grabada en mis recuerdos. Mon-taban una especie de pirámide formada por muchos esca-lones de madera de color blanco, coronada en su cima por el sagrario. No sé si es que realmente era bastante elevada o es que a mi corta edad la perspectiva así me la mostra-ba. El caso es que me impresionaba la belleza de aquella especie de montaña cuajada de flores blancas -sobre todo jarros-, aunque lo más llamativo eran los candelabros muy bien colocados, con multitud de velas haciendo figuras en zigzag. Yo no perdía detalle del movimiento de la larga vara con la que el sacristán pacientemente iba encendiendo vela a vela. Ese rito era sensacional, y más aún el resultado final con aquella montaña prendida. En esa misa, también se llevaba a cabo -al igual que en nuestros días- el lavatorio de los pies y la procesión del Santísimo, bajo palio, por dentro de la iglesia.

Durante los Santos Oficios del Viernes Santo, la bella

imagen del monumento perdía su más destacado encanto: nuevamente el sacristán cogía una vara, pero en esta oca-sión rematada en su extremo superior por una especie de sombrerillo de lata, y con él iba apagando una a una esas pequeñas llamas que, con su inquieto parpadeo, habían dado a aquel hermoso monumento sensación de vida y ale-gría, y que ahora se transformaba en oscuridad y quietud. El Señor había muerto y en el ánimo de todos se notaba cierta sensación de vacío.

El pueblo enmudecía. Las campanas no tocaban. Para llamar a los fieles a los actos religiosos salían los monagui-llos por las calles tocando la matraca: caja de madera con varias aldabas de hierro, que al sacudirla, emite un ruido ronco y bastante estrepitoso.

La radio no cantaba; tan sólo una selección de músi-ca sacra ocupaba los espacios entre las noticias. Hasta los mismos chiquillos acallábamos las voces y las risas. Re-cuerdo que cuando íbamos unas cuantas amigas charlando animadamente y comentábamos algo que nos provocaba la risa, instantáneamente, nos acercábamos una mano a la boca para taparla, como reproche a la negligencia cometi-da, a la vez que nos disculpábamos: ¡Huy, que está muerto el Señor!.

Incluso siendo ya una jovencita, a comienzos de los setenta, el mesón -regentado por entonces por su dueño y fundador, mi tío Angelito y que llegó a tener un auge que traspasó los límites locales, y era donde nos reuníamos todos los jóvenes del pueblo- durante esos días cambiaba por completo de aires. Aquel enorme tocadiscos que no pa-raba de sonar y al que teníamos que echar una peseta para que comenzara a girar, tenía que ser desenchufado. Miguel Ríos, Adamo, Los Pequeniques, The Beatles o Los Indios Tabajara, se tomaban unas breves vacaciones.

Volviendo a mis años de niña, esa noche del Viernes Santo salía la procesión del Santo Entierro y la de la Sole-dad. La primera la recuerdo con mucha solemnidad. Sólo iban hombres. Se respiraba un silencio sobrecogedor al paso del Cristo yacente en ese sobrio féretro de cristal. To-dos los hombres pertenecientes a la Hermandad del Santísi-mo portaban un farol encendido, unos llevaban un enorme farol cogido de la mano, mientras que los demás portaban un farol de vara, mucho más pequeño. Estos hombres con los faroles iban los primeros, formando las dos filas que escoltaban al paso, y el resto de hombres, formando un grupo compacto, cerraban el cortejo fúnebre. Las mujeres y niños veíamos pasar la procesión desde nuestras casas o en las esquinas. Aún recuerdo la impresión que me produ-cía la luz de aquellos faroles en la penumbra de la calle y el murmullo de los pasos de los hombres, que era lo único que rompía el impactante silencio de la noche.

Casi a media noche salía la procesión de la Soledad. Esa era la procesión de las mujeres, que acompañaban a la Virgen de los Dolores, por la llamada carrera larga, en

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busca de su hijo.

Por aquellos años se celebraban unos Santos Oficios el sábado santo por la mañana, en donde tenían lugar los ri-tos de la bendición del fuego, del cirio pascual y del agua. Hasta ahí no llega mi memoria, pero sí que retengo de aquel día ciertas imágenes que puedo narrar. Mis herma-nos llegaban de la iglesia muy contentos cada uno con una lechera en donde traían agua bendita, mi madre hacía que todos mojáramos los dedos y nos santiguáramos, después, cogía una rama del romero bendecido el Domingo de Ra-mos y la iba mojando en el agua a la vez que la esparcía por todas las dependencias de la casa: las habitaciones, el corral, el pozo, la cuadra, la cámara, etc. Al parecer, a la vez que se rociaba el agua se repetía: “Que salga el de-monio y entre el Señor, que salga el demonio y entre el Señor”. Quienes tenían propiedades en el campo, también se llevaban de esta agua y bendecían los sembrados para tener buena cosecha.

Según me comentan los que en aquello fueron partíci-pes, el cura bendecía el agua de la gran pila bautismal y hasta allí entraban los niños con una lechera, un puchero, un vaso de lata o cualquier otro recipiente casero para que le dieran un poco de esa agua purificadora. Pero era tal la algarabía que se formaba y el estado lamentable en que dejaban el suelo, que el cura optó porque cada niño llevara el recipiente con el agua de su propia casa. Se colocaban todos delante de la puerta de la iglesia, en la plaza, salía el cura y allí mismo se la bendecía. Me cuentan que para los chiquillos era éste un rito sensacional, se lo pasaban en grande jugando con las lecheras dándole vueltas al aire, o dándose lecherazos entre ellos, y el agua -que le había preparado su madre- iba al suelo en numerosas ocasiones. Cuando esto sucedía, echaban a correr hasta el pozo del matadero y volvían dándose con los talones en el culo para llegar a tiempo al acto de la bendición. No serían pocos los que, al igual que el que me narraba la anécdota, llegarían a su casa con el agua sin bendecir, pero al menos dejaban a

sus madres muy contentas creyendo recibir el preciado en-cargo. Otro, que fuera niño hace muchas décadas, me co-menta que se llevó un buen castigo ese referido día cuando se presentó en casa sin agua y hasta sin puchero, pues era de barro y pereció en un altercado.

El domingo de Resurrección parecía resurgir de nuevo la vida. Yo vivía esa alegría de la Resurrección casi al ama-necer, pues mi hermano -que fue de niño muy cantarín-, nos despertaba cada año con sus canticios: “Ha resucitado el hijo de Dios, todos los cristianos tengan devoción”. O también: “Ha resucitado el hijo de María, todos los cristia-nos tengan alegría”. Y es que llegaba de la procesión del Resucitado con ese júbilo que contagiaba a los que nos ha-bíamos quedado durmiendo. A esta procesión yo no llegué a ir nunca pues se celebraba demasiado temprano y yo era demasiado pequeña, pero sí recuerdo oír que los hombres iban por la calle Calvario con el Resucitado -que era la imagen de San Juan Bautista- y las mujeres subían por la calle Gracia con la Virgen -por entonces, sacaban vestida de blanco, a la Virgen del Carmen, del cura Melero, cuya fotografía aparece en El Celemín número 14-. Ambas imá-genes se encontraban en “El Lejío”, y la Virgen le hacía la reverencia a su Hijo delante de la llamada piedra del descansaero, que se hallaba en el lugar que ahora ocupa la Residencia de Mayores y que la retiraron para la construc-ción de la misma.

Santo Entierro. Parroquia de San Sebastián

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Luis María Ramírez de las Casas-Deza (Córdoba, 1802-1847), se licenció como médico en 1827 y hasta 1840 ejer-ció en distintas localidades como Bujalance, Villafranca, El Carpio y Pozoblanco, y desde aquí paso a Fuencaliente, donde fue director del Balneario y posteriormente profe-sor del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Cór-doba.

Su gran devoción, sin embargo fue la historia. Su prin-cipal obra, de la cual extraemos varios fragmentos objeto de este artículo, es Corografía Histórico-Estadística de la Provincia y Obispado de Córdoba, en 1840, reeditada en 1.986.

Si bien, esta obra carece de rigor científico-histórico, mostrando grandes lagunas y no pocas dudas, contribuye a mostrar y describir la realidad económica y social de la geografía cordobesa en general y la de Torrecampo en par-ticular en los primeros años del siglo diecinueve.

Sitúa el autor a Torrecampo en cuatro cañadas de otras tantas lomas y derraman sus aguas al centro de la pobla-ción.

Del origen de Torrecampo señala, además de la ya tra-dicional teoría de su fundación por vecinos de Pedroche que buscaban mejores tierras para el cultivo, esta otra: “mas también es de creer que los habitantes que existían al tiempo de la expulsión de los árabes en el sitio llamado La Torre, fundaran la villa con el nombre de Torrecampo, tomándolo del sitio de su anterior morada.

Torrecampo llegó a tener crecido vecindario, como se deduce de los vestigios que se encuentran en su centro y en casi toda su circunferencia, como de empedrados, fachadas de casas y varias ruinas; también hay noticia de nombres de calles que ya no existen.

Consta actualmente la población de 18 calles, dos pla-zas, tres llanos o plazuelas, 436 casas, 558 vecinos y 2,196 habitantes.

De la Parroquia de San Sebastián dice que los techos de

las naves laterales son de tablazón ordinaria, y el de la del medio de un trabajo prolijo. Reedificose esta iglesia en el pontificado de D. Pedro Salazar, como lo indica su escudo colocado en la clave del arco del presbiterio.

La capilla mayor y las dos laterales son antiguas, mas la de San José fue construída en el siglo pasado con sen-cillez y elegancia. Los altares son nueve, entre cuyos re-tablos es notable el del altar mayor, que es de tabla muy trabajada y obra del siglo XV, en que se ven doce cuadros ya muy confusos por su antigüedad, y la imagen del titular, escultura de mérito cuyo autor se ignora.

A los lados del altar de ánimas hay dos cuadros de nue-ve pies de alto, pintados en tabla por el año 1661. El uno representa el juicio final, y el otro la gloria, el infierno y el purgatorio, y ambos son de mérito especialmente por su composición.

Las ermitas son cinco; una dentro del pueblo, edificada por los años de 1700 con la advocación de Jesús Nazareno, y cuatro fuera, que son: la de Nuestra Señora de Gracia. Su retablo es de estuco y construída al gusto moderno. La del Calvario situada al poniente donde se venera a Jesús Crucificado, es pequeña pero muy sólida y con bóveda de cantería. Sus puertas son verjas de hierro. La de San Gre-gorio y la de Santiago son de buena construcción sostenida de arcos y media naranja.

En lo referente a la Virgen de Veredas, recoge que ce-lebrase anualmente su fiesta votiva con toda solemnidad el día 1º de mayo en su iglesia a espensas de la villa con asis-tencia del Ayuntamiento y clero y mucha concurrencia del pueblo. A esta imagen le consagra sus votos mas solemnes cultos esta villa, como a su compatrona y refugio en las necesidades públicas.

La casa del Ayuntamiento es un cuadro reducido y de un solo piso, y el pósito un sólido y capaz edificio com-puesto de tres naves de bóveda.

En esta villa no hay cementerio: por que aunque hace años se demarcó el lugar para edificarlo no se ha llevado a efecto por falta de fondos.

TORRECAMPO A MEDIADOS DEL S. XIX,según Luis María Ramírez de las Casas-Deza

Adrián Pérez Campos

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El médico titular de esta villa goza 500 ducados y el cirujano 300 pagados del caudal de propios; pero en la ac-tualidad sirve ambas plazas un profesor con la dotación de 700 ducados.

El maestro de primeras letras percibe del mismo fondo 2.200 reales, mas no hay amiga de las niñas asalariada por la villa.

En los contornos hay cuatro fuentes de agua dulce de que se nutre el vecindario, y mas distantes se encuentran otras muchas de buena calidad, pero no las hay minerales.

En cuanto a las posesiones de la villa refiere que le per-tenece a Torrecampo las dehesas Nueva y Vieja, de pasto y labor y pobladas de encinar, así como la dehesa del Cam-pillo, poblada de monte bajo, de terreno pizarroso y casi inútil para sembrar.

Tiene además esta villa los quintos de la Dehesa de la

Jara que son los siguientes: Viñuela, Navaliebre, Cantalo-billos, una tercera parte de Polizar y otro tanto de Naval-pozuelo.

Alrededor de la población se encuentra crecido número de herreñales (lugar destinado a la siembra de avena, trigo y cebada, principalmente) dejando libre la parte del medio-día por donde se extiende un espacioso ejido que sirve para la recolección de grano.

Hay diez y siete huertas que producen las hortalizas co-munes y alguna corta producción de frutas.

Las producciones de Torrecampo son trigo, cebada, centeno, muy buenos garbanzos, algún lino y miel. En otro tiempo tuvo muchos plantíos de viña y hacía copiosa can-tidad de vino, que se extraía para la capital y pueblos de la campiña; mas ya sólo quedan algunos viñedos viejos que producen una corta porción de vino, pero de muy buena calidad.

Cuan considerable fuese este artículo en otros tiempos se comprueba no sólo con la tradición sino con documen-tos, como son los privilegios y ordenanzas, y aun las tor-naguías del vino que se exportaba, las cuales se conservan en su archivo. Todo prueba que en aquellos tiempos fueron las vides la principal riqueza del pueblo y el vino el artícu-lo más considerable de su comercio.

La ganadería ha sido muy numerosa en esta villa abun-dando especialmente el ganado lanar y de cerda.

El tocino, los jamones y los chorizos de esta villa, son tan buenos y estimados como los extremeños.

En el territorio de Torrecampo es abundante la caza ma-yor y menor.

Tuvo antiguamente florecientes fábricas de paños y bayetas, mas en el día solamente algunos telares de estas últimas y de lienzo para el abasto del pueblo.

Hay algunas alfarerías y fábricas de sillas bastas de que se surten los pueblos inmediatos, y se elabora carbón de brazo que llevan a vender a varias partes.

Menciona también la existencia abundante de canteras de sal y pez, de piedra caliza y minas como las Torcas y otras.

Describe el castillo Mogabar o Almogabar como una planicie en la que se ven cimientos y ruinas de una forta-leza, como de 120 pies de extensión y de varios edificios; fundación de los árabes como su nombre indica. Al sur de este cerro se encuentran varios villares y muchos sepulcros abiertos en el denominado barranco de las sepulturas.

Al norte de estas ruinas, a legua y cuarto se encuentra el cerro de La Torre, donde se ven los cimientos de una atalaya. Afirma Ramírez de las Casas-Deza que en su radio se encuentran innumerables vestigios de edificios, herra-mientas, aldabas de hierro, vasijas, monedas de plata y co-bre, ladrillos, tejas planas y sepulcros de piedras.

Además de estos restos, indica la existencia de las rui-nas de los castillos de Montezocar, Costanillas y Gelices. Todas estas fortalezas y atalayas estaban en disposición que pudiese comunicarse con los de Cordillera del Mo-chuelo y castillos de Santa Eufemia y Pedroche.

El escudo que usa esta villa consiste en un castillo de plata en campo verde.

Su riqueza territorial y pecuniaria está calculada en 81.111 reales.

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El tejar de la Virgen de Veredas

Hace tiempo que ando dándole vueltas a la cabeza pensando quién demonios tomó la iniciativa y la decisión de borrar para siempre la imagen del tejar de la Virgen de las Veredas, algo que forma parte de la historia de Torrecampo y de su entorno.

No hace tanto tiempo que las únicas “fábricas” que producían tejas y ladrillos eran los tejares gracias a los que tantas familias han podido trabajar y vivir, de manera que para mí, sería una gran satisfacción ver cómo algún tejar queda en pie y cómo se restaurara con él parte de la historia que supone, de manera que las generaciones futuras sepan cómo rea-lizaban el trabajo los tejeros de antaño.

Recuerdo los tejares que había en el pueblo y que han ido desapareciendo poco a poco, uno a uno, sin que quede alguno en pie.

No puedo borrar los recuerdos que tengo de cuando tenía 7 u 8 años, con mis abuelos Rafael y Lorenza, mis tíos, mis hermanas, mis primos, los santeros de la Virgen Juan e Isabel, sus hijos. Teníamos carencias de todo tipo, pero conse-guimos salir adelante.

Hasta los 15 años estuve trabajando en el tejar de la Virgen de las Veredas. Desde los 15 hasta los 27 tenía que pasar delante del tejar de la Virgen para ir a trabajar al tejar de la finca “Descuerna Borregos”, propiedad de Benigno Romero Germán, junto a mi padre y mis hermanas, de manera que las vivencias que tuve de niño seguían presentes y a día de hoy supone un gran recuerdo de toda la experiencia familiar que supuso mi paso por el tejar de la Virgen.

Con este texto quiero reflejar la importancia que tiene el ya mencionado tejar y que quede constancia de ello para toda mi familia y para todo aquel que tenga curiosidad por conocer una pequeña parte de la historia de Torrecampo y de la última familia que trabajó en ese tejar.

El tejar de la Virgen de VeredasMiguel Márquez Moyano

Integrante de la familia de “Los Torros”, tejeros de laVirgen de las Veredas

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Memoria de los maestros tejeros que trabajaronen el tejar de la Virgen de las Veredas

Rafael Márquez Carpio aprendió el oficio de tejero en la localidad de Conquista. Una vez casado, trabajó en el tejar de Cascarrales con sus hermanos Miguel y Ángel. En 1931 empezó a trabajar con sus hijos Miguel, Sebastián y Moisés en el tejar de la Virgen, hasta el año 1955, en que se jubiló, pasando el relevo a la siguiente generación.

Miguel Márquez Andujar, hijo de Rafael. Trabajó en el tejar de la Virgen desde 1931 hasta 1951 descontando los años de servicio militar y los de la Guerra Civil Española. A partir de 1951 empezó a trabajar en el tejar de Benigno Romero Germán, situado en la finca “Descuerna Borregos” para hacer los materiales de sus cortijos y de las fincas colindantes hasta 1964.

Sebastián Márquez Andujar. Trabaja esporádicamente en el tejar de la Virgen durante algunos años compren-didos entre 1931 y 1950 aproximadamente. La mayor parte del tiempo trabajó fuera de las labores que su familia realizaba en el tejar, dedicándose a tareas de labranza con yuntas junto a su padrino de boda Juan “El de Avelino”.

Moisés Márquez Andujar. Trabajó durante toda su juventud en el tejar de la virgen. Tenía una gran habilidad para tender las tejas siendo maestro de la familia en este aspecto. En 1951 se casó, dejando las labores de tejero para dedicarse por completo al pastoreo.

Miguel Márquez Moyano. Hijo de Miguel Márquez Andujar. Aprendió el oficio de tejero con su padre en el tejar de Benigno Romero en la finca “Descuerna Borregos”. Trabajó durante un año en el tejar de la Virgen para hacer las tejas y los ladrillos de la casa en la que viviría. En 1964 deja el oficio de tejero, se casa y marcha a trabajar a Madrid.

Eusebio Villafranca. Yerno de Rafael Márquez. Casado con Frasquita Márquez. Trabaja en el tejar de la Vir-gen durante un lustro, desde 1950 hasta 1955, año en que se fue a Villanueva de Córdoba. Allí permanecería hasta 1963, año en que se traslada a Madrid.

Fermín Fernández. Yerno de Ángel. Hermano de Rafael Márquez. Trabajó con Eusebio Villafranca hasta que este se marchó a vivir a Villanueva de Córdoba en 1955. Es en ese año cuando termina la actividad en el tejar de la Virgen, acabándose así de escribir la historia de ese tejar por parte de la familia de “Los Torros”.

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¡Ay Torrecampo querido!: cuanta nostalgia tengo de ti. Es cierto que el tiempo ha cambiado mucho tu fisonomía, tu paisaje, tu geografía, tu cultura…; pero esa transforma-ción profunda y esa metamorfosis en tu caminar hacia el futuro, te ha engalanado y cada paso dirigido al progreso lo has hecho remozado, vestido de gala, alegre y caballeroso hasta convertirte en una postal de ensueño, sacada de un trocito de firmamento.

Valles, montañas y parajes “veredenses”, te rodean como fieles guardianes que protegen tu belleza sin parar. Y hasta el sol que te alumbra, ese que te ilumina a cada amanecer, es un sol diferente. Éste se asoma a tus calles para llenarlas de intensa luz con sus rayos de vivos colores y se despide cada atardecer con la tristeza en su rostro, aún sabiendo que al día siguiente fiel a su cita, regresará. Sin embargo, siempre lo hace a regañadientes por tener que abandonar tan espléndido paisaje.

Luego, cuando el astro rey desaparece por el lejano horizonte, tus noches se visten con sus mejores galas. Es entonces, cuando las estrellas hacen acto de presencia para no perderse el espectáculo de la belleza nocturna. Ellas con sus mantos plateados te cubren y acarician haciendo de centinelas hasta que llegan las primeras luces del alba.

Unas noches preciosas y apasionadas en las que el si-lencio se convierte en bellas notas musicales, porque tu música es un regalo para nuestros oídos. Un sonido mágico que baña el alma de serena placidez proporcionando un estado de inmensa serenidad. Embriagas el alma y cora-zón hasta dejarlos dormidos de paz y felicidad. Y, provocas agradables sensaciones cuando las gentes que albergas se sientan en sus portales y en esa tenue oscuridad, salpicada de reflejos plateados, la inundas de sosiego escuchando el canto de los grillos, único sonido que profana la calma de

tu silencio nocturno.

¡Ay Torrecampo querido…! quien haya vivido sólo una de tus noches, ya jamás lo olvidará. Hasta la luna es espe-cial, reservada exclusivamente para ti, cuando la luz diurna se apaga lánguidamente, allá aparece ella elegante despa-rramando por todo tu contorno su resplandor inagotable. Nadie como tú, mi apreciado pueblo, es capaz de dar tanto tan desinteresadamente, nadie como tú tiene el privilegio de tener ese aroma de naturaleza viva en su más puras raí-ces, nadie como tú puede presumir de esos amaneceres que se cuelan por tu ventana como una caricia para los desper-tares, nadie como tú puede estar tan orgulloso de mezclar en el ambiente ese olor inconfundible que lo inunda todo, olor a hierba mojada, a pastos, a hortalizas y al humo de la hoguera como siempre me recuerda mi hija Celia.

¡Ay! Torrecampo amado…¡cuanta nostalgia!. Nunca olvidaré tus gélidos inviernos, aquellos calderos de agua convertidos en bloques de hielo, los charcos donde arrojá-bamos las piedras para romper las placas heladas y escu-char el típico crujido que producía, ese rocío de las maña-nas que contemplaba al levantarme desde la ventana de mi alcoba, el frío viento que aún cortando la cara, lo hacía con suave caricia para el rostro y tus nevadas donde jugábamos a tirarnos bolas y a hacer muñecos. Añoro aquella chime-nea que tanto calor humano me regalaba, aquel brasero de picón bajo la ya casi desaparecida mesa – tufa (mesa cami-lla) y que tan buenos momentos nos hacía pasar. Allí, sen-tados en familia, disfrutábamos de los placeres de largas charlas y conversaciones familiares que tantas enseñanzas enriquecedoras nos aportaba. ¿Dónde estará ahora arrinco-nada esa mesa - tufa?.

No podía olvidar referir aquellos veranos de seco calor con sus hombres aferrados a sus aperos de labranza abrien-

A mi puebloJosé A. Romero Molina

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do surcos en ida y vuelta por esos campos. Las cuadrillas de segadores con la hoz presta en la cintura para segar el trigo o la cebada. Aquellas eras donde los mulos girando sin parar trillaban las mieses conducidos por una persona sentada en el trillo y dando vueltas interminables. Aquella estampa, ya desaparecida, de hombres y mujeres con som-brero ablentando cuando el aire se convertía en cómplice para extraer el grano de la paja.

Ahora, después de un tiempo, me paro a pensar…, ¿qué habrá sido de aquella gente que se marchó?. Nunca creí que llegaría el día en que no volviera a verlos. Siempre pensé que seríamos amigos toda la vida, pero me equivo-qué. Porque la vida pasa, los años pasan, y todo cambia. Nos hacemos mayores y nuestra vida es otra. He destapado la caja de las memorias y muchas imágenes han venido a mi mente en forma de recuerdos lejanos, inundándome por dentro y dejándome un inevitable, a la vez amargo y dulce sabor a nostalgia. Pero están ahí. Siempre sigue vivo lo que

un día fue nuestro, lo que un día sentimos como propio, como único...

Los recuerdos. Qué cosa tan curiosa y que extraño es percibir su olor al cabo de tantos años. Qué singular su ceniciento frescor, su palidez tan viva, su tacto tan ambi-guo. ¿Acaso se puede olvidar alguna vez lo que en otro momento formó parte de nuestra vida?, ¿quizás es tan sen-cillo borrar del corazón aquellos momentos que un día nos hicieron sonreír, llorar, sentir, vivir?. A veces siento que ha pasado mucho tiempo, tanto que parecen muchas vidas condensadas en una sola. Experiencias tan profundas que parecen eternas.

Mayo de 2008.

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Poetas del pueblo (I)Tomás Romero Romero

Preámbulo y agradecimientosEs un inmérito honor que el digno director de este sinpar

Celemín luzca la gala de la generosidad ofreciéndome las pá-ginas de la revista para que contribuya con mis humildes apor-taciones al conocimiento y sistematización de la historia de la literatura local, labor en que vengo entreteniendo mis ocios desde la década de los setenta con más voluntad que prepa-ración, pues quien esto escribe no pasó más de dos años en la escuela de don Arturo, con quien aprendí las primeras letras y quien supo insuflarme el amor por el conocimiento, hecho que por otra parte he manifestado con orgullo doquiera que la vida me ha arrastrado.

No voy a extenderme aquí en las penalidades y sufrimien-tos que la erudición conlleva, en las tribulaciones y sinsabores del solitario estudio, en los momentos de desaliento y descon-cierto, en las horas de fríos, humedades y bochornos veranie-gos pasados en sacristías, archivos parroquiales y polvorientos depósitos municipales, en las innúmeras entrevistas y corres-pondencia con aborígenes y oriundos de nuestro pueblo, ya aprovechando las vacaciones estivas o las entrañables fiestas patronales, en los miles de fichas acumuladas en 40 años de la-bor, cuando no falta de reconocimiento, de quienes, con espíri-tu altruista y sin otro afán que el de bucear en nuestro pretérito y sacar a la luz las circunstancias y avatares que a lo largo de siglos han conformado la ideosincracia de las gentes de nuestra antigua y notable villa, con su genuinidad y su particularidad, que se distinguen señeramente y motu propio del resto de los habitantes de esta comarca pedrocheña, buscamos el engrande-cimiento de nuestra solar patria chica, pues como dijo el sabio, busca en las raíces y te toparás con tu ser.

No sería de bien nacido ignorar en esta mi primera colabo-ración a quienes de alguna manera me han brindado su aliento y apoyo en la callada y tesonera labor de investigación, a quie-nes anónimamente han coadyuvado para que esta paciente y afanosa hormiguita que uno es, este humilde ratón de archivo, lleve adelante su proyecto de una historia de la literatura local, antes que nada a mi santa y casta esposa, que, respetuosa con mi trabajo, ha sobrellevado con resignación todas las horas que no le he podido dedicar, y cómo no, a la venerable Virgen de las Veredas, sin cuya fe me hubiera perdido en el fárrago, y a quien dedico en última y primera instancia mis desvelos y afanes.

Una aproximación a la literatura torrecampeña.Mucho me temo que nuestra juventud, y me atrevería a de-

cir nuestros niños y gran parte de nuestros mayores, no puedan de nombrar más de tres o cuatro figuras, todas coetáneas de no-sotros, que con su pluma e ingenio hallan logrado su lugar en el Parnaso de la literatura patria. Exceptuando los consagrados como don Esteban Márquez, incansable minero, arqueólogo y conservador de nuestro acervo, gastrónomo, pintor, novelis-ta, académico de la de Córdoba y poeta de inspirado plectro; de don José Romero, pintor y poeta; del señor Pedro Jurado, popularmente conocido como Perico El Cartero, compositor de sonetos y murgas carnavalescas que están en la memoria

de tantos torrecampeños; aparte, digo, de estas ilustres figu-ras, poco más de nuestra literatura terruñera se conoce, como no sea la obra que por vía oral se ha transmitido de genuinos representantes del saber y la gracia populares, como la de Ma-nuel Haro Santofimia o la del señor Juan Miracielos, verdadero filósofo peripatético, cuyas facecias pueden oírse todavía en boca de los no tan jóvenes.

La literatura de Torrecampo es tan antigua como su histo-ria, y éste es apotegma que no habrá académico que lo sepa hechar por tierra. Harina de otro costal es que esa literatura sea conocida, como hasta el momento no lo ha sido. A ello voy de-dicando pacientemente mis mayores esfuerzos y como botón de muestra ofrezco en estas páginas parte de lo que he logrado averiguar sobre uno de nuestros literatos desconocidos, Juan Benito Pozo, hombre que supo conjugar aventura y desventu-ra, cosmopolitismo y fidelidad a sus raíces, que aunó tradición y vanguardia, el rigor de la milicia con la bohemia y la poesía, la matemática con el folclor.

Un romántico del XIXNació Juan Benito Pozo Cáceres en la villa de Torrecampo

un 14 de mayo de 1.841, hijo de Benito, de oficio labrador, y de Salvadora. De su infancia y adolescencia nada sabemos, pero podemos aventurar que no fue a la escuela y que, en cuanto lo permitieron sus fuerzas, ayudaría en las faenas de la huerta que sus progenitores poseían orillas del Guadamora.

La historia que nos interesa comienza el 27 de abril de 1.860, cuando Juan Benito entra a servir a la patria y queda adscrito a la 5ª Compañía del Batallón de Cazadores de An-tequera número 16, con servicio en San Juan de Puerto Rico. Era entonces un joven de veinte años, de pelo castaño, cejas al pelo, ojos garzos, nariz y boca regular, tez bruna y frente airo-sa, según consta en su filiación. Pese a no haber podido acredi-tar saber leer y escribir, en enero de 1.865 nos lo encontramos ya con el grado de cabo furriel, rango en el que permaneció hasta abril del 71.

Hace unos meses, doña Consolación Pozo, moza sol-tera y bisnieta de JB, sabedora de nuestro trabajo e interés, tuvo a bien presentarse en nuestra humilde morada del ma-drileño barrio del Pilar con una pequeña caja de madera de la que contó que siempre había visto en la cámara de su casa del pueblo conteniendo unos papeles de su bisabuelo, de cuando estuvo sirviendo en Puerto Rico: “Cosas de militares y algunas coplas, aseguró la señora Consolación. Mi madre canturreaba de vez en cuando una coplilla que decía compuso su abuelo en las Américas”. Y doña Consolación entonó con timidez y por lo bajini un aire aflamencado y alegre que decía:

A la higuera voy,a la higuera vengo,

los higos que están maúrosyo me los voy comiendo.

Nuestra inesperada visitante nos contó confusamente algu-

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nos episodios de la vida de su bisabuelo Juan Benito que siem-pre circularon en voz baja en la familia, como su repentino abandono del pueblo por un asunto con una señorita de buena familia, de sus años como aprendiz de talabartero en la villa y corte de Madrid, desde donde mandaba cartas que hablaban de algunos de sus amigos, entre los que había dos hermanos sevillanos, Valeriano y Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, pintor uno y periodista y poeta el otro, con los que compartió bohemia y hambres y que le inculcaron las ideas liberales y el interés por la canción popular, de su estancia en París el año de la Exposición Universal, o de su asistencia al estreno de la Electra de Galdós en 1901, dos años antes de su muerte, acae-cida el 20 de marzo de 1903, términos estos, y otros de carácter más personal, que estoy documentando con prolijidad, como se verá en mi estudio crítico.

Esa misma noche, curioseando en la arqueta de madera de doña Consolación, me topé con un atado de papeles viejos ma-nuscritos por nuestro Juan Benito. Con una cuidada caligra-fía inglesa de adornadas mayúsculas y finísimos trazos en las minúsculas, esos papeles contenían estadillos diversos con el número, graduación, nombre y destino de todos los hombres de su compañía (los había de Hinojosa y de Villanueva de la Jara, de Torremilano, de Villanueva del Duque, de Añora y de Villaralto); cuadrantes y partes sobre dotación de vestuario, hospitalizaciones, raciones de rancho y pan y otras cuestiones de la intendencia militar. Permítaseme aquí apuntar que entre las causas de enfermedad y muerte de aquellos nuestros sol-dados ultramarinos y coloniales, las más frecuentes eran las fiebres y la sarna.

Pero no es esto lo que nos interesa, sino comprobar como Juan Benito aprovechó esos papeles para dejarnos muestras de sus prácticas escolares y de su genuino quehacer poético. Recordemos que JB no pudo acreditar al inicio de su vida mi-litar saber leer y escribir. Pues bien, las cuarenta y cuatro cuar-tillas amarillentas que encontré en el arca son un verdadero palimpsesto repleto de ejercicios caligráficos y problemas de cálculo. Dado que la municipalidad de la villa publicará en breve una edición de las poesías de Juan Benito Pozo, para la que se me ha concedido el honor del prólogo y estudio crítico, sólo referiré al paso algunas de estas prácticas de aprendizaje de nuestro poeta, así como algunas de sus primorosas compo-siciones.

Son abundantes las muestras de caligrafía y los ensayos de rúbrica, de la que hemos encontrado hasta siete variantes, desde la simple Juan Pozo hasta la más pretenciosa Juan del Pozo y Cáceres, furriel. Más numerosas son las operaciones aritméticas de toda clase, como la limpia multiplicación que hay al pie de esta cuestión: ¿Cuántos minutos tiene un año? Son también muy abundantes los ejercicios de conversión y equivalencia de medidas, pesos y monedas, para las que nues-tro aprendiz tiene reglas de oro como “Una arroba vale tantos céntimos de peseta como reales valga la arroba” o “Para saber lo que corresponde a cada libra se multiplica el valor de una arroba por cuatro y resultarán los reales y céntimos que vale cada libra”. En cuanto a las monedas, el escolar resuelve con brillantez la correspondencia entre reales y maravedises o la conversión de reales en duros y de reales en cuartos.

Por encima del indudable valor histórico y militar del atado de Puerto Rico, está el de los 36 poemillas que con su perfec-ta y minúscula caligrafía Juan Benito fue copiando en cuanto espacio en blanco le quedaba. La autenticidad de los poemas parece incuestionable: todos aparecen datados, firmados y con una escueta leyenda sobre las circunstancias y asunto de la composición, del tipo “Al acordarme de mi novia” o “El día que salí del pueblo”.

Juan Benito se nos revela poeta a la manera popular anda-luza, tanto por los metros cuanto por el ámbito recreado, como

puede comprobarse en estos versos:

Encinar de Pedroche,¡qué bien se te ve

desde tu vieja torre!

Olivillos en los huertos,higueras y granados,

¡quién estuviera mañanaa vuestro lado!

Por lo general, la musa le dicta versos evocadores de su novia y de su huerta, las dos grandes pasiones de su vida, los dos rozagantes motores de su creación lírica:

Entre jaras y chaparrostiene mi novia una huertacon limones y naranjos.

No hemos podido averiguar hasta el momento si se trata de una mujer real -¿quizá la causante de su huida del pueblo? En ello andamos- o de una creación de su fantasía, al más puro estilo romántico, la joven moza de que hablan sus versos, que manifiestan un profundo realismo, una exactitud en el detalle y una delicadeza en la expresión difíciles de superar, como refle-ja esta cuarteta de neto sabor costumbrista:

Día de San Antonio,al ponerse el sol

me besó mi noviaen El Caracol.

O esta otra, donde tampoco falta la galanura en la expresión del sentimiento amoroso más tierno y simple:

De la Huerta los Álamosvengo yo, señores,

y a mi novia le traigoun ramito de flores.

La muerte de algunos de sus compañeros, la inutilidad de la guerra, el tedio de la vida militar, hicieron de Juan Benito un hombre reflexivo, un poeta sentencioso que nos atrevemos a aseverar fue un adelantado al poeta don Antonio Machado de los “Proverbios y cantares”, como demuestran estas tercerillas avant la letre:

Nadie es perfecto.Lección tan sabidanecesita su tiempo.

Vivir es esperar.Mientras viene y llega

me echo a soñar.

La sombra en la paredes la cara oscura

que no quieres tener.

Como no está en mi ánimo abusar del lector ni de las pági-nas de esta revista, pongo fin a este apunte, no sin antes recor-dar que en otoño verá la luz un tomo con la obra completa de nuestro poeta, patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa, que impartirá, no lo dudo, justicia poética y co-locará a Juan Benito Pozo entre lo más granado y selecto de nuestras glorias locales.

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La Cofradía o Hermandad del Santísimo Sacramento de Torrecampo, se fundó en enero de 1903 por un grupo de personas que adaptando unos estatutos después de ser visados por el Vicario General del Obispado de Córdoba fueron remitidos al Párroco de la Iglesia de San Sebastián en noviembre de 1903.

CARGOS.Al principio de su fundación, en la Cofradía había los siguientes Cargos:- Presidente: El Párroco de la Iglesia de San Sebastián.- Capellán: Coadjutor o ayudante de la Parroquia.- Hermano Mayor: Por sorteo de entre los cofrades por un año. No se podía repetir.- Sustituto de Hermano Mayor o Suplentes: Igualmente en sorteo por un año.- Depositario-secretario: Elegido por sorteo de entre dos cofrades.- Muñidor: Eran dos y por los servicios prestados estaban exentos de pago.

PRESIDENTES.Desde la fundación hasta la fecha ha habido 6 presidentes.- D. Francisco Madrid Madrid, desde 1903 a 1913.- D. Santiago Calero Redondo, desde 1913 a 1919.- D. Ángel Martínez Ballesteros, desde 1919 a 1929.- D. Agustín Pedrajas Romero, desde 1929 a 1949.- D. Juan Cabrera García, desde 1949 a 1952.- D. Francisco Palos Portero, desde 1952 a 1988

CAPELLANES.Durante estos años los Capellanes han sido:- D. Santiago Calero Redondo, desde 1903 a 1913.- D. Juan Cabrera García, desde 1915 a 1952.- D. Rogelio Benítez González, desde 1959 a 1960.- D. Eduardo Ruiz Doblas, desde 1960 a 1963.- D. Francisco Baena Calvo, desde 1989 a 1995- D. Diego Coca Romero, desde 1995 a 2004- D. Juan Fernández Campos, desde 2004 hasta la fecha.

DEPOSITARIO-SECRETARIO.- D. Ángel del Rey Romero, desde 1903 a 1916.- D. Leovigildo López Campos, desde 1916 a 1940.- D. Francisco López Campos, desde 1940 a 1960.- D. Benjamín Tirado del Rey, desde 1960 a 1972.- D. Juan Campos Santofimia, desde 1972 a 1991.- D. Juan Melero Romero, desde 1991 hasta la fecha.

MUÑIDORES.Parece ser que hubo tan sólo 3. Creemos que eran los Sacristanes los que realizaron esta función de repartir las pape-

letas de veladas, convocatorias y citas; preparar las insignias y todas las cosas que ordenaba la Junta directiva. - D. Álvaro Toledo Gil.- D. Apolinar Toledo Gil.- D. Sebastián Rísquez Ranchal

HERMANDAD DEL SANTISIMO SACRAMENTO.

Un Siglo de Historia

´

Eusebio Santofimia Romero y Antonio Cabrera Calero

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Relación de Hermanos Mayores y SuplentesAños Hermano Mayor Hermano Mayor Suplente

16 EL CELEMÍNNº. 16 · Agosto 2008

1903190419051906190719081909191019111912191319141915191619171918191919201921192219231924192519261927192819291930193119321933193419351936194019411942194319441945

Juan Herrero RanchalAntonio Romero RuizÁngel García Romero

Manuel Molina CamposJuan Obejo Jurado

Antonio Romero CañizaresAntonio Sánchez López

Antonio Delgado RomeroValentín Sánchez PriegoMiguel Molina Márquez

Luís Romero García No hay datos

Manuel Santofimia AndujarPedro Cañizares Campos

José Romero GarcíaManuel Blanco JiménezTomás Montero CamposPedro Romero Brígido

Sebastián O. Moreno OrtegaAntonio Cantador CamposManuel Fernández Campos

Bernardo González FernándezJuan Fernández JuradoJosé Montero Tirado

José Pastor RubioVicente Caballero FernándezÁngel Caballero Fernández

Francisco Fernández SánchezJuan Campos Campos

Vicente Márquez RísquezFrancisco López Márquez

Pedro Castro RomeroBenjamín Tirado LópezJuan Molina SánchezJuan Molina Sánchez

Juan Romero RuizJosé Miguel López Alamillo

Rafael Alamillo JuradoJosé Juan Cantador Moreno

Tomás Sánchez Ortega

Juan Fernández JuradoJuan Herrero Ranchal

Alejo Romero ExpósitoBernardo González Fernández

José Romero RubioAdolfo Sánchez RísquezManuel Calero Cámara

José Romero GarcíaFrancisco Romero Duque

Sebastián Delgado MonteroNo hay datos

José M. López AlamilloFrancisco Cañizares Campos

Juan Campos CamposJosé Lorenzo CarpioAlfonso Toledo Gil

Leovigildo López CamposFrancisco Brígido BlancoPablo Brígido Santofimia

Juan Molina SánchezSebastián Romero SampayoManuel Fernández CamposFrancisco López CamposJosé Romero Santofimia

Sebastián Romero SantofimiaJuan Santofimia MeleroRafael Alamillo JuradoJuan Cañizares Campos

Vicente Caballero FernándezAntonio Cantador Campos

Ángel García RomeroBenjamín Tirado LópezPedro Castro Romero

Francisco Fernández SánchezFrancisco Fernández SánchezJosé Juan Cantador Moreno

Pedro Cobos AlamilloNemesio Campos Santofimia

No hay datosRamón Cañizares Campos

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Años Hermano Mayor Hermano Mayor Suplente1946194719481949195019511952195319541955195619571958195919601961196219631964196519661967196819691970197119721973197419751976197719781979198019811982198319841985198619871988

17EL CELEMÍNNº. 16 · Agosto 2008

Francisco Romero RomeroAlfonso Sánchez López

Eustaquio Fco. Romero ObejoEusignio Campos Romero

Domingo García RubioAntonio Castillo MorenoManuel Cobos Herrero

Carlos Fernández DelgadoJuan Cañizares SánchezRafael Pastor González

Juan Pedro Caballero CrespoMariano Tirado del Rey

Santiago Romero AlamilloRamón Cañizares Fernández

Juan Obejo Campos José Romero SantofimiaFrancisco Gómez MartínFrancisco García Rubio

Sandalio Romero SánchezTeodosio López Campos

Antonio Jordán GilJosé Cantador Campos

Sebastián Romero SantofimiaJosé B. Alamillo Campos

Pedro Cobos AlamilloDigno Pastor González

Miguel Santofimia MárquezAntonio Coleto Romero

Sebastián Cobos AlamilloJuan Campos del Rey

Antonio Cortés RomeroJosé Romero Campos

Francisco Campos CastroJuan Melero SantofimiaÁngel Tirado del Rey

Felipe Rodríguez JordánJuan Márquez Triguero

Benigno Romero GermánEutimio Romero MárquezTeófilo Melero SantofimiaManuel Campos BlancoAntonio Cabrera CaleroAndrés Pastor Romero

Manuel Cañizares del ReyManuel Tirado López

No hay datosJuan Obejo Campos

Juan Pedro Caballero CrespoSebastián Cobos Alamillo

Juan Campos del ReyDigno Pastor González

Felipe Rodríguez JordánSebastián Santofimia Sánchez

Juan Caballero SánchezTomás Arias Alcántara

Francisco Castilla del MoralFrancisco Cobos AlamilloAlfonso Sánchez López

Francisco Campos CastroDamián González Fernández

Miguel Andújar RomeroSebastián Rísquez Ranchal

Justo Pastor GonzálezAntonio Cortés Romero

Eustaquio Fco. Romero ObejoFrancisco Cañizares Fernández

Carlos Fernández DelgadoJuan Cañizares SánchezJuan Molina Fernández

Juan Ranchal LuqueJosé Romero Rísquez

Teófilo Romero SantofimiaEutimio Romero Márquez

Pablo Crespo RomeroJuan Melero Santofimia

Domingo García Rubio/ Ángel Tirado del ReyManuel Campos BlancoPablo Romero Alamillo

José B. Alamillo CamposManuel Campos Blanco

Sandalio Romero SánchezEusebio Santofimia Sánchez

Antonio Coleto RomeroSantiago Romero Alamillo

Gerardo Calzadilla BenaventeAntonio Cabrera Calero

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18 EL CELEMÍNNº. 16 · Agosto 2008

Años Hermano Mayor Hermano Mayor Suplente19891990199119921993199419951996199719981999200020012002200320042005200620072008

Gerardo Calzadilla BenaventeDomingo Cañizares Sánchez

Pedro Molina SánchezEusebio Santofimia SánchezAntonio Higueras Ranchal

Eusebio Santofimia RomeroPablo Santofimia Brígido

Miguel Cosano JuradoJosé Romero Rísquez

Julián Andujar RomeroJuan Romero RomeroPedro Calero Cuevas

Cándido Campos FernándezFrancisco Romero BlancoAntonio Cobos Sánchez Miguel Ranchal Sánchez

José Juan Cañizares GarcíaMáximo C. Blanco RomeroTomás Sánchez Cañizares

José Romero Rísquez

Antonio Higueras RanchalMiguel Cosano Jurado

Antonio Cabrera CaleroDomingo Cañizares García

Juan Márquez TrigueroEutimio Romero MárquezTeófilo Romero Santofimia

Antonio Cabrera CaleroAndrés Pastor Romero

Domingo Cañizares SánchezAntonio Higueras Ranchal

Julián Andújar RomeroJuan Márquez Triguero

Andrés S. Pastor RomeroSantiago Romero Alamillo

Pedro Calero CuevasCándido Campos Fernández

Miguel Cosano JuradoAntonio Cabrera Calero

Santiago Romero Alamillo

Datos recogidos del libro de registro de la Cofradía.

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19EL CELEMÍNNº. 16 · Agosto 2008

“No se hace uno viejo cuando deja de hacer cosas, sino que cuando se deja de hacer cosas se hace uno viejo…”. Tomando como referencia este antiguo y algo enrevesado proverbio, los residentes y trabajadores de esta “gran casa” que es la Residencia Municipal de Mayores hemos querido hacer siempre de la actividad uno de los pilares básicos de nuestro devenir cotidiano. Y que mejor manera de integrar, contextualizar y hacer patente esta actividad que participar de las tradiciones de nuestro pueblo.

Este año, una vez más, nos invadimos del ambiente navideño, adornamos nuestra cruz de mayo, quemamos nuestra muñeca de San Isidro, y compartimos comida en la romería de la Virgen de Veredas. Actividades estas que, unidas a otras muchas y al calor recibido por nuestros vecinos, amigos, y familiares han hecho que, si bien no vamos a jugar ningún partido de fútbol, nos sintamos tan jóvenes como los que sí lo hacen.

Y no queremos despedirnos sin agradecer nuevamente a la revista “El Celemín” la oportunidad de compartir nuestras vivencias, y de transmitir a todos aquellos que, por el calor o las preocupaciones, se hayan dejado llevar por la apatía que hoy puede ser un buen día para volver a ser joven. Así que como dijo el poeta: ¡MUEVETE CORAZÓN!.

Residencia Municipal de Mayoresde Torrecampo

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El hombre primitivo que, procedente de un ecosistema sabaniforme africano, recaló en la Península Ibérica se en-contró con una vegetación muy diferente de la actual y de la de su lugar de procedencia: el bosque mediterráneo.

Al hablar actualmente del bosque mediterráneo nos es-tamos refiriendo a una entelequia. Debió parecerse a al-gunos lugares de Sierra Morena, Extremadura, Cazorla, pero tan sólo podemos imaginar cómo fue, ya que de él no queda nada más que ecosistemas derivados, producto de la actividad de la nueva especie recién llegada de África: el hombre.

La transformación del bosque primigenio no debió tar-dar mucho en producirse; muy probablemente el tiempo en que la recolección y caza dejaron de dirigir las actividades humanas y pasaron a ocupar protagonismo la agricultura y ganadería. Los densos encinares, alcornocales, quejiga-les, robledales y su espeso e impenetrable sotobosque no eran adecuados para desarrollar las nuevas prácticas de subsistencia. Cualquier ecosistema con gran diversidad es poco útil para el hombre, ya que vuelve a invertir en sí todo lo que produce; por tanto, es necesario simplificar el

ecosistema para que una parte de la producción pueda ser “tomada” por el hombre. La transformación empieza cuan-do se abren huecos en el bosque o se quema éste para dejar terrenos libres para el pastoreo o la siembra.

Posteriormente, la minería, la demanda creciente de madera para la construcción, la necesidad de más canti-dad de alimento o incluso las guerras, dejaron relegados pequeños retazos de este ecosistema a zonas escarpadas, abruptas o poco productivas.

Pero el hombre es parte del ecosistema y, por tanto, su actividad no puede ser excluida de las relaciones que se producen en él y que lo definen. Del mismo modo que al-gunas especies, las llamadas clave, modelan con su acción un ecosistema y condicionan la existencia de otras y la di-námica del ecosistema, el hombre hace lo propio allí donde se asentó y asienta (aunque con algunas características pro-pias que lo diferencian del resto). Una de las actuaciones que el hombre llevó a cabo en el bosque mediterráneo fue la transformación de éste en un ecosistema sabaniforme (como el de su origen): la dehesa.

I.E.S. Los Pedroches (Pozoblanco)Pedro López Nieves

(XXI Encuentro Escuelas Asociadas a la UNESCO.Torrecampo. 3-julio-2008)

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La palabra dehesa proviene de defesa (del latín de-fensus) y hace referencia a un lugar acotado o defendido, generalmente dedicado a pastos. En ocasiones, es precisa-mente el carácter de terreno pastable el que define la dehe-sa, independientemente de que tenga árboles o no; no obs-tante, es más común entender la dehesa como un terreno con árboles dispersos, como un bosque ahuecado.

Pero, ¿qué pretendía conseguir el hombre ahuecando el bosque? ¿Cómo se originó la dehesa? Evidentemente, lo que pretendía era, como apuntamos anteriormente, “que-darse” con una parte de la energía del ecosistema, que éste no lo reinvirtiera todo en su mantenimiento. Para ello, eli-minó aquello que a él le “sobraba” (el matorral) y aclaró el arbolado, de tal forma que fuera posible el crecimiento de buenos pastos con el que mantener el ganado (la energía se invertía en la producción de pastos y en la matorral o arbolado); el arbolado le permitía aprovechar sus frutos o, simplemente, proporcionar sombra al ganado. El resultado es un ecosistema intervenido que ha sido citado siempre como un paradigma de relación adecuada entre el hombre y su entorno. En la dehesa se mantiene una parte madura del ecosistema (el arbolado) que retiene durante muchos años la materia, entre una parte más joven (el pastizal) que la “cede” rápidamente al ganado, por ejemplo. Cada parte cumple, como no, su papel: el árbol bombea agua y nu-trientes a la superficie, provee de hojarasca, protege de la

erosión, suaviza las temperaturas estivales, aporta hume-dad, suministra sombra, madera para fabricar ciertos uten-silios; la hierba proporciona el sustento para el ganado; el ganado, además de consumir la hierba, fertiliza el suelo y favorece la actividad de los organismos descomponedores, con lo que parte de la materia estará disponible otra vez para obtener nuevos pastos.

La dehesa nace con una vocación eminentemente gana-dera y ligada a la propia actividad humana (como ocurre con cualquier ecosistema intervenido). Efectivamente, de todos es conocido que si deja de existir la actividad para la cual se creó la dehesa comienza a transformarse, comien-za un proceso de sucesión, en el que la energía empieza a reinvertirse, de nuevo, en el propio ecosistema para tratar de “parecerse” al ecosistema de origen: desaparecen los pastizales y crecen las plantas arbustivas.

La dehesa se origina en unas determinadas condiciones, entre las cuales no es de despreciar el papel de la trashu-mancia y el hecho de que el sistema de explotación de la dehesa sólo permitía (y permite) una economía de subsis-tencia. La trashumancia, que parece tener su origen más re-moto en el nomadeo de la prehistoria, configuró la dehesa y la de una extensa red de vías pecuarias, que con mayor o menor fortuna, se mantiene hasta hoy. La trashumancia permitía una mejor calidad y variedad en los pastos, ade-más de no influir demasiado en la renovación del arbolado, ya que la carga ganadera no era excesiva (¿quién no ha oído lo de una oveja por fanega?)

En Los Pedroches el papel de la actividad humana en la configuración del paisaje y, en especial de la dehesa, se aprecia de manera singular.

Podemos observar diferencias entre las dehesas de la zona central y occidental con la oriental en los Pedroches. Por un lado, estas diferencias se refieren a la densidad, juventud y vigor del arbolado, en general más favorables

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Esquema de la evolución del bosque mediterráneo (basado en Parra, F.)

Mapa de vegetación de Los Pedroches

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hacia el este; y por otro, a las especies arbóreas repre-sentadas: en las occidentales exclusivamente encina y en las orientales, por la mayor pluviosidad, acompañando a aquella, el quejigo y el melojo; éste sólo se encuentra en la zona de Cardeña a Venta del Charco, en el área de mayor pluviosidad.

La historia no es ajena a estas diferencias en la dehesa

pedrocheña: las tierras del señorío de Santa Eufemia y del Condado de Belalcázar (al occidente y norte), dedicadas desde antiguo al cultivo presentan las dehesas en peor es-tado y más aclaradas, mientras que las de realengo, pro-piedad eclesial o comunal, dedicadas al aprovechamien-to ganadero o forestal, conservan las mejores dehesas. Tras las Desamortizaciones del siglo XIX dicha situación cambió, al pasar grandes extensiones a manos privadas y comenzaron los problemas de deforestación y erosión.

Decíamos más arriba que la dehesa ha sido citada como paradigma del desarrollo sostenible, y se ha utilizado como argumento para ello la antigüedad de este ecosistema, que ha sido capaz de llegar a nuestros días desde tiempos an-cestrales. No obstante estudios recientes de la Universidad de Sevilla, de los que se hace eco el Dr. Carlos M. Herrera en un artículo de la revista Quercus, parecen sugerir que aunque la palabra dehesa se ha utilizado desde antaño (hay citas en el siglo X), no necesariamente se ha hecho para hacer referencia al tipo de ecosistema del que estamos ha-blando, si no a lo que también aludíamos anteriormente: a terrenos acotados para el ganado, independientemente de que fueran arbolados o conservaran el matorral. Así, con el uso de la palabra dehesa desde tiempos lejanos hemos “supuesto” que nos estábamos refiriendo a las dehesas ac-tuales y que por tanto su antigüedad era mucha y su super-vivencia a lo largo del tiempo nos demostraba su validez como ecosistema intervenido, pero compatible con la con-servación. Actualmente, algunos autores sugieren que este ecosistema de tipo sabaniforme tiene sus orígenes en tiem-pos mucho más recientes: finales del XIX y principios del XX. De ser cierto (que sinceramente creo que sí) quedaría invalidada la relación (por tan perfecta y didáctica) entre historia y arbolado en Los Pedroches a la que aludíamos.

Pero, sea cual sea su antigüedad, este ecosistema pare-ce tener los días contados. Han cambiado las condiciones iniciales que posibilitaron la creación de la dehesa y la res-puesta del ecosistema es inexorable: adecuarse a los nuevos factores ambientales. La pretendida ganadería extensiva se ha convertido, en realidad, en intensiva provocando una sobrecarga ganadera; se han introducido especies y razas poco adecuadas a este entorno; no existen prácticamente rotaciones en los usos de las parcelas; se ha abusado de

la tala. El resultado lo estamos viendo: el arbolado no se renueva, los árboles, muy viejos, padecen enfermedades y plagas que los matan, los pastos se han empobrecido, el suelo y los acuíferos aparecen contaminados. La dehesa se ha convertido en un “geriátrico”, donde no hay población joven y los ancianos que van muriendo no son sustituidos.

Con la desaparición de la dehesa no sólo se pierde un paisaje y un ecosistema, se pierden las razas ganaderas que durante tiempo inmemorial se generaron, se pierden espe-cies silvestres, desaparece un modo de vida.

¿Nos quedamos impasibles? Parece que no, parece que mostramos interés. Cuando parte de las dehesas de Anda-lucía fueron declaradas como Reserva de la Biosfera, pu-simos el grito en el cielo porque las de Los Pedroches no entraban en el lote; vendemos el paisaje como atractivo turístico, presumimos de tener las mejores dehesas no sólo de Andalucía, sino del mundo mundial (como diría Ma-nolito), se crean ayudas para favorecer a la dehesa y su modo de explotación, se desarrollan programas educativos basados en ellas, etc.

¿Pero realmente se hace algo efectivo? Las ayudas para la regeneración del arbolado imponen condiciones muy di-fíciles de cumplir para los propietarios. Las ayudas euro-peas parecen favorecer el incremento del número de cabe-za de ganado por unidad de superficie, con lo que el suelo se deteriora, los pastos se empobrecen y el arbolado no se regenera. Y así un largo etcétera.

Creemos que sólo hay dos soluciones para que la dehe-sa siga existiendo: una, volver a las condiciones que dieron lugar a su formación; la otra, el mantenimiento “artificial” de la dehesa. La primera es a todas luces imposible: ¿al-guien puede vivir hoy en día con una oveja por fanega?, ¿alguien está dispuesto a realizar la trashumancia? La otra opción creemos que es perfectamente factible; se trata de abordar el problema más grave: la falta de regeneración del arbolado. Pero no se trata de que se realicen plantaciones y que se impida la entrada del ganado para que no se coma los plantones (¿de qué va a comer el propietario mientras tanto?), se trata de investigar en sistemas de protección de los plantones o de los renuevos adecuados y compatibles con el mantenimiento de la ganadería, de primar al gana-dero por mantener una cabaña ganadera adecuada y no al contrario, de favorecer las razas autóctonas o tal vez de concentrar la explotación y dejar el resto como “reserva”.

Son varias las posibilidades pero urge realizarlas; la de-hesa, nuestra dehesa, lo merece y necesita.

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La luz solar y las radiaciones UV forman parte de nuestra vida cotidiana. La luz solar es un conjunto de radiaciones de las que por: luz ultravioleta, luz visible, radiación, infrarrojos (IR)… etc., son los responsables de los efectos biológicos de nuestra piel.

La luz solar tiene efectos: ( + ) : - Fotosíntesis - Visión y fotorrespuesta - Síntesis de vitamina D - Calor - Muerte de patógenos - Fototerapia y fotoquimioterapia

( - ) : - Cáncer - Quemadura solar - Fotoalergia - Fototoxicidad - Alteraciones inmunológicas - Catarros - Mutaciones - Fotoenvejecimiento cutáneo

La estrategia de prevención del cáncer cutáneo y otras mani-festaciones nocivas de la radiación UV se basa en:

.- Evitar la exposición al sol en las horas de máxima inten-sidad.

.- Empleo de ropas, sombreros, gafas protectoras y otras for-mas de protección física.

.- Aplicación de fotoprotectores.

Fotoprotectores: Están constituidos por:1.-) Principios activos y son los responsables de la acción

de fotoprotección propiamente dicha y pertenecen a diferentes clases farmacológicas: filtros.

2.-) Excipientes: permiten la extensión del principio activo en una capa uniforme sobre la piel.

Mantiene la eficacia del principio activo en las condiciones normales de empleo que se determinan mediante el estudio de la resistencia sobre la piel al agua (baño) y al sudor.

Se considera que un producto es resistente al agua (water resistant), cuando resiste una inmersión de 40 minutos en agua dulce, repartidas en dos períodos de inmersión de 20 minutos y un descanso de 20 minutos y el fotoprotector mantiene el 70% del FPS (Factor de Protección Solar).

Cuando esta capacidad continúa 80 minutos, divididos en 4 inmersiones, el producto es impermeable al agua (water Pro-of.).

El excipiente, a su vez, determina la forma del fotoprotector en sí:

- Cremas ( las más hidratantes)- Lociones o leches- Geles (llevan alcohol y son muy refrescantes)- Stik… etc.

* F.P.S.Es el índice que nos da idea del tiempo que podemos perma-

necer expuestos al sol sin riesgos de quemaduras.En principio, a mayor FPS, mayor protección.Teóricamente un FPS entre 15-20 ofrecerá una protección

suficiente en la mayoría de las situaciones, siempre que el pro-ducto se utilice adecuadamente, en cuanto a su aplicación sobre la piel (debería estar bien seca y aplicarse media hora antes de la exposición y en cantidad suficiente, algo que el consumidor no suele aplicar “por no gastar”).

La pérdida del producto por transpiración, rozamiento, ab-sorción…etc. es muy importante en exposiciones prolongadas, siendo más acusada en el caso de FPS altos que en medios o bajos; por ello se recomienda aplicar el producto varias veces en dichas exposiciones.

Considerando lo anterior, está claro que los FPS reales sue-len encontrarse bastante lejos de los declarados. Por ello, valores de de FPS de 60 a 90 estarían bien justificados, pero requieren una explicación especialmente con respecto a la multiplicación del FPS por tiempo de protección individual de cada uno, con objeto de determinar el máximo tiempo de exposición.

Para factores de protección bajos, las desviaciones del valor medio FPS de 10 a 20 resultados individuales, son de menor importancia, pero para FPS altos, dichas desviaciones se incre-mentan.

FPA=2, elimina el 50% de radiación UV eritemática.FPS=4, elimina el 75% de radiación UV eritemática.Para FPS altos, la curva no sigue este crecimiento: FPS=10,

20, 50, 100—90,95,98,99% respectivamente. CATEGORIAS DE FPS (COLIPA)FPS CATEGORÍA2-4-6 Protección baja8-10-12 Protección mediana15-20- 25 Protección alta30-40-50 Protección muy alta50 en adelante Protección ultra

FOTOPROTECTORES INFANTILES.Es evidente que la piel del niño posee unas características

especiales que la hace más vulnerable. Esto incrementa el riesgo a corto plazo y las consecuencias acumulativas a largo plazo.

Los niños muy pequeños son los blancos preferidos por el sol y el calor, y se defienden mal frente a estos dos adversarios debido a la inmadurez de sus facciones cutáneas.

Antes de los 3 años el riesgo de insolación es grande porque tienen el sistema termorregulador poco desarrollado.

Entre 8 y 9 años, la inmadurez de las funciones cutáneas es acusada, por lo que la protección intensiva es indispensable desde la edad más temprana.

Se considera esencial:- Usar indumentaria adecuada: sombreros, camiseta de

manga corta, pantalón, gafas…- Hidratar al niño con regularidad (insolación).- Evitar la exposición de los niños menores de 3 años.- Prohibir la franja horaria de 12 a 16 horas.- Crucial: predicar con el ejemplo.La protección no debería bajar nunca de FPS 15. Para niños

de piel clara y cabello rubio, la protección adecuada debería ser igual a 25 y para pelirrojo 35.

Radiación Solar y FotoprotecciónEncarna Fernández Arias, Farmaceútica

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TABLA SIGNIFICATIVA

Resumen de precipitaciones en los años comprendidosentre 1992 y 2005

Eusebio Santofimia

19921993199419951996199719981999200020012002200320042005

Años Litros / m2 Mes más lluvioso (l / m2) Día de más lluvia (l / m2)408,50 278,50 263,00368,50 759,50 619,00 239,50 344,50 407,50 526,00441,50461,50464,5041,00

Junio registró 155,00 Mayo con 60,50 En febrero, 59,50

El mes de noviembre, 151,50 En diciembre, 213,00

Noviembre con 158,50 Mayo con 115,00

En octubre, 123,00 Abril con 131,00 Enero con 97,50En abril 101,00

El mes de octubre con 158,00El mes de octubre con 130,50

Datos de enero febrero y marzo.

El 18 de octubre, 30,00 El 25 de abril, 24,50

El 3 de noviembre, 26,5 El 16 de noviembre, 76,00 El 9 de septiembre, 40,50 El 17 de diciembre, 37,50

El 10 de mayo, 21,50 El 23 de octubre,26,50 El 15 de abril, 30,50

El 23 de diciembre, 39,00El 13 de noviembre, 32,00El 18 de noviembre, 30,50

El 20 de octubre, 48,00

Como se puede obser-var el año, (de los datos que se exponen), con más cantidad de agua caída fue el año 1996 mientras que el más seco el 1998, dos años más tarde.

También es significati-vo que el día con más agua recogida fuera el 16 de no-viembre de 1995.

Es de todos conocido que durante las Fiestas de Mayo suele llover, pues bien en todos estos años que ahora recogemos y según datos fiables durante los primeros días de mayo de cada año estos son los datos:

En 1992 no llovió. En 1993 llovió el 30 de abril 6 l. y el 4 de mayo 2 l. En 1994 no llovió. En 1995 no llovió. En 1996 llovió el 30 de abril y el 2 y 3 de mayo. En 1997 no llovió. En el año 1998 llovió el 1, 2, 3 y 4 de mayo con

2,5; 6,0; 0,5 y 1,0 l. respectivamente. En 1999 llovió el 1 y 2 de mayo: 3,0 l el día 1 y 0,5 el día 2. En el 2000 el día 30 de abril cayeron 10 l. el 1 de mayo 1,5 l y el día 3 3,0 l. El año 2001 nos dejó 12,5 l el día 30 de abril y 5 el 2 de mayo. En el 2002 cayeron 2 l. el día 2. En el 2003 no nos llovió. En el 2004 el día uno

cayeron 4,5 l., el día 2, 21 y el día 3, 2l. Del 2005 no te-nemos datos pero yo recuerdo que en la Romería cayó un buen chaparrón y llovió durante toda la tarde.

Datos facilitados por D. Antonio Coleto Campos en su estación meteorológica de “La Añoruela”.

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Concepto

Definimos técnicamente el estreñimiento como una dis-minución del número de deposiciones por debajo de 3 se-manales. No obstante se usan otras acepciones del término referidas a excesivo esfuerzo para conseguir la deposición, heces de consistencia muy dura, deseo de defecar sin con-seguirlo o sensación de evacuación incompleta.

La población afectada por este problema es muy abun-dante aunque difícil de cuantificar, con resultados dispares en diversos estudios. En EE.UU. la prevalencia se podría establecer entre el 2-28% de la población. En España, en un estudio en la provincia de Albacete el 4,4% de la pobla-ción mayor de 50 años tenía hábitos intestinales de estreñi-miento. Representa una incidencia de 43,47 pacientes por 100.000 habitantes/año.

Ciertos grupos de población tienen más posibilidades de verse afectados: mujeres, edad avanzada, inactividad física, ingesta escasa de fibra, bajo nivel socioeconómico y/o educativo, pacientes con depresión,…

Son también multitud de fármacos los que pueden des-encadenar o acentuar el problema. Aunque en algún caso la supresión del fármaco (¿la codeína en los cuadros gripa-les?), o su sustitución por otro de otra familia que cumpla

el mismo efecto, puede ser la opción, la mayoría de las veces habrá que solucionar el estreñimiento sin cambiar los tratamientos de base.

Fisiopatología de la defecación

La digestión y la absorción de nutrientes se lleva a cabo desde la boca hasta el final del intestino delgado, de manera que al intestino grueso llegan fundamentalmente restos de la alimentación no absorbibles y agua. La tarea del intesti-no grueso consiste en recuperar ese líquido, almacenando los restos fecales hasta que pueden ser evacuados de una forma voluntaria. La abundante flora bacteriana existente en el colon es la responsable de los fenómenos de fermen-tación que allí ocurren.

La actividad motora del colon es la encargada de trans-portar estos restos hasta el colon izquierdo donde se alma-cenan. El acto de la defecación se inicia con un movimien-to peristáltico que incorpora el bolo fecal al recto. Este movimiento intestinal suele desencadenarse tras llenarse el estómago (reflejo gastro-cólico) y por tanto aparece nor-malmente tras las comidas y suele ser más enérgico tras el desayuno.

La distensión del recto se traduce como una necesidad consciente de defecación. La fase voluntaria cuenta con la colaboración de los músculos de la pared abdominal, del diafragma y del suelo pélvico, así como la relajación final del esfínter externo del ano.

Cualquier alteración en algunas de las fases anteriores puede dar lugar a estreñimiento. Así es fácil de entender que las enfermedades que conducen a obstrucción del co-lon dan lugar a estreñimiento: un cierre en el camino de las heces va a impedir su progresión. Esto es lo que ocurriría en pólipos de colon de gran tamaño, cáncer de colon, her-nias irreductibles.

Las enfermedades neurológicas, algunas metabólicas y

Manejo del EstreñimientoVisión para el paciente

Luis Miguel Pinel JuliánMédico Especialista en Aparato Digestivo,

Hospital Comarcal “Valle de Los Pedroches”

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algunos fármacos lo que provocan un movimiento inade-cuado de la pared del colon de forma que las contraccio-nes conducen más a segmentación que a progresión de las heces.

Las afecciones anorectales conducen a inadecuada co-ordinación de la contracción del suelo pélvico con la rela-jación del esfínter o a una hipertonía de este esfínter (como en la fisura anal).

Sin embargo en la mayoría de los casos de estreñimiento es difícil diferenciar que parte del funcionamiento colónico está alterando, probablemente porque son muchos factores los que condicionan la situación: escasa cantidad de restos fecales por falta de fibra en la dieta, no aprovechar el reflu-jo gastro-cólico (que con el tiempo se irá atenuando), falta de tono muscular en pared de abdomen y en suelo pélvico (en la mujer afectado por los partos). Estos factores que inicialmente provocarían un estreñimiento leve dan lugar a un círculo vicioso en que las heces cada vez pasan más tiempo antes de ser evacuadas, cada vez son más duras, más dificultad para la deposición y más estreñimiento.

El extremo de este círculo vicioso es el que provoca pseudodiarrea un cuadro que aparece con cierta frecuen-cia en pacientes de edad avanzada: existe un estreñimiento de base que da lugar a restos fecales muy duros que no pueden ser evacuados, por lo que se evacuan los residuos líquidos que pasan entre estos restos. Estas deposiciones líquidas pueden ser catalogadas de diarrea con lo que será tratada con dieta sin residuos e incluso con fármacos anti-diarreicos, con el consiguiente empeoramiento.

Diagnóstico

El listado de enfermedades que pueden provocar es-treñimiento es inmenso, por tanto dejemos la difícil tarea

de diagnosticar un estreñimiento secundario a nuestro mé-dico, que para ello tendrá que asociar signos y síntomas distintos. Un simple análisis para descartar anemia y los trastornos metabólicos más frecuentes es lo único que se puede recomendar en todos los casos.

Lo que nos va a preocupar es la posibilidad de que la causa sea un proceso maligno. Pero en estos casos el dato que debe iniciar un estudio más profundo no es el propio estreñimiento sino los denominados signos de alarma: cambio brusco del ritmo intestinal (nunca ha sido estre-ñido y lleva varias semanas con este problema) y sangre con las heces.

Esto es lo que explica el distinto comportamiento que tenemos los especialistas de Digestivo en diversas visitas por estreñimiento: en la primera se nos suele contar como un problema que acaba de comenzar y entonces realizamos pruebas del colon (fundamentalmente colonoscopia); en las posteriores visitas, cuando ya tenemos constancia por el anterior episodio de que el cuadro es crónico, solemos limitarnos a tratarlo.

En los casos con un estreñimiento de larga evolución, sin datos de alarma y sin una evidente causa nos encon-tramos ante el estreñimiento idiopático. En esta situa-ción todos los estudios diagnósticos que realizáramos en el paciente deberían ser normales. Las causas son múltiples pero destacan la sequedad y el escaso volumen de las he-ces, con probable origen dietético.

Recordemos, a modo de ejemplo, que los campesinos ugandeses alcanzan en sus deposiciones diarias casi los 500 g de heces, mientras que los adultos occidentales os-cilan entre los 80 a 120 g diarios. Esta diferencia se debe fundamentalmente a la ingestión en nuestro medio de co-midas muy elaboradas y complejas, con muy poco aporte de fibra vegetal.

Tratamiento

1. Medidas higiénico-dietéticas:· Adecuado horario y forma de llevar a cabo la deposi-

ción. El colon como el resto del organismo se puede y se debe acostumbrar. Por tanto el intento de defecación debe realizarse todos los días en el mismo horario, preferente-mente después de desayuno o comida. Debemos colaborar a la deposición con la contracción voluntaria de la mus-culatura abdominal (“apretar con la barriga”) y por tanto no es momento para la lectura ni otra ocupación. Algunas personas pueden mejorar su posición para defecar colocan-do un banquillo que se sirva para apoyar los pies (postura

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más cercana a la de cuclillas para la que en realidad está diseñado el mecanismo de defecación).

· Abundante ingesta líquida: mínimo 1,5-2 litros /día.· Ejercicio físico: que puede ser simplemente andar. La

mayoría del colon tiene movilidad dentro del abdomen y si facilitamos este movimiento, también facilitamos la pro-gresión de las heces. La estancia en cama o cama-sillón es uno de los grandes desencadenantes de estreñimiento.

· Dieta rica en fibra : Se conoce con el nombre de fibra a diversos compues-

tos de origen vegetal que presentan como común denomi-nador el estar constituidos por macromoléculas no dige-ribles, debido a que las enzimas del intestino humano no pueden hidrolizarlas. Se trata de sustancias aparentemente inertes que pueden ser fermentadas por algunas bacterias, pero no desdobladas por las enzimas digestivas, por lo que resultan inabsorbibles. Tienen características muy dispares según la especie vegetal de procedencia y, dentro de ella, según la variedad.

Todas las fibras son capaces en un medio acuoso de captar agua hasta cierto límite, influyendo de esa manera en la consistencia y volumen final de las heces.

También al producirse la fermentación, la flora intesti-nal anaerobia presente en el colon utiliza la fibra dietética para su propia nutrición y crecimiento. Esto aumenta de forma muy considerable la masa bacteriana; de ahí que, con un sustrato adecuado, las bacterias lleguen a represen-tar hasta un tercio del peso de las heces. Este constituye uno de los mecanismos que hacen a la fibra aumentar el volumen de las heces de manera considerable.

Al consumir un alimento de origen vegetal no sólo aprovechamos su contenido en principios inmediatos, sino que ingerimos su citoesqueleto, es decir, donde se encuen-tra la fibra vegetal o dietética.

La ingesta de fibra total debe ser de 20-40 g diarios, de manera que el residuo fecal supere como mínimo los 150 g al día. Para conseguir estas cantidades diarias de fibra, hay que realizar una serie de cambios en la selección de los alimentos y en la preparación de las comidas, buscando sustituir los alimentos pobres en fibra por otros ricos en ella: en general frutas y verduras.

También podemos suplementar nuestra dieta con pan integral, salvado de trigo, cereales integrales, etc. No ol-vidar las calorías que estos preparados pueden añadir a nuestra dieta.

2. Fármacos laxantes· Fibra terapéutica: en nuestro medio el más usado es

plantago ovata. Se trataría de sustituir farmacológicamente la fibra que falta en la dieta.

· Procinéticos: son fármacos que activan la motilidad gastrointestinal y por tanto disminuyen el tiempo de trán-sito colónico. Disponemos de cinatapride.

· Laxantes osmóticos: se trata de azúcares no absorbi-bles, que por presión osmótica retienen agua en la luz del colon. Son los más utilizados en nuestro medio: lactulosa y lactitol. Su efecto no es inmediato, necesita de varios días para poder valorar el efecto. Pueden producir inicialmente la sensación de meteorismo, que normalmente desaparéce-la normalizar el tránsito intestinal.

· Soluciones evacuantes: las utilizamos para realizar limpieza intestinal previa a pruebas diagnósticas o cirugía. Sólo se deben usar de forma esporádica, no siendo un tra-tamiento para todos los días, pero pueden ser útiles en mo-mentos puntuales para romper una racha de estreñimiento prolongado.

· Laxantes de contacto: incluimos diversas familias de sustancias (sen, cáscara sagrada, áloe, frángula, ruibarbo, aceite de ricino, bisacodil, picosulfato sódico,…) que tie-nen en común su efecto directo sobre el colon. Son de efec-to rápido pero no suponen solución para el estreñimiento crónico. En general deben no consumirse.

Se están utilizando múltiples productos de herboristería en el tratamiento del estreñimiento bajo la premisa de que se trata de sustancias naturales. Que sean naturales no quita que su efecto farmacológico sea de catárquico de contacto y por tanto contraproducente.

En mi opinión, en caso de necesitar un laxante es me-jor un producto farmacéutico, que conocemos su compo-sición, su efecto farmacológico, sus efectos secundarios y ha sido sometido a múltiples ensayos clínicos antes de su comercialización. Tu Médico de Familia es el que mejor te puede indicar si necesitas un cambio de hábitos o un laxante, y en este caso receptártelo.

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Fotos de ayer

Feria

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Fotos de ayer

Caza

Cortijo

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Fotos de ayer

Procesión

Romería

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Fotos de ayer

Retrato colectivo

Paisaje Urbano

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El día 26 de julio de 2.008 se celebró la novena edición del Certamen de Bandas de Música Villa de Torrecampo con la participación de las Bandas:

-Asociación Musical “Maestro Quintana” de Cuevas de San Marcos (Málaga).

-Banda de Música “San Isidro Labrador” de Puente de Génave (Jaén).

-Agrupación Musical “Guadamora” de Torrecampo.

El acto fue organizado y patrocinado por la Asociación Benéfico Sociocultural y Deportiva PRASA TORRECAMPO y contó con la colaboración del Ayuntamiento de Torrecampo, Agrupación Musical “Guadamora”, CajaSur, Caja Rural, Bar El Badulake, Bar Los Mellizos y Pub Almogávar.

IX Certamen de Bandas de MúsicaVilla de Torrecampo

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Fortunata, mi prima fortunata, del murciano D. Eduardo García Pérez, resultó ser la obra ganadora de la octava edi-ción del Certamen de Narrativa Corta Villa de Torrecampo, con una dotación de 3.000€. Un año más esta convocatoria ha tenido un extraordinario éxito de participación y calidad, recibiendo relatos procedentes de toda España y de países como Alemania, Argentina, Chile, Cuba, Estados Unidos, Francia, Méjico, Nueva Zelanda, Thailandia o Uruguay.

La modalidad local, dotada con 600€, fue declarada desierta.

Los ganadores de VI CERTAMEN DE CUENTO INFANTIL “VILLA DE TORRECAMPO” fueron:

3º Primaria: Emilia Coleto Alcudia : “La jirafa que comía carne”.

4º Primaria: Esther Díaz Rísquez: “El duendecillo”.

5º Primaria: Jesús Molina Romero: “Las aventuras de Clara”.

6º Primaria: Mª del Carmen Romero Castillo: “Las aventuras de Rosita y su amigo Helmis”.

1º ESO: Mª Lucía Campos Fernández: “Mi familia”.

2º ESO: Juan Cano Pérez: “Poemas de vida”.

VIII CERTAMENDE NARRATIVA CORTA

Villa de Torrecampo

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Ha sido para nuestro centro una satisfacción haber po-dido formar parte como Comisión organizadora en este acontecimiento.

Este encuentro se llevó a cabo del 1 al 5 de julio.Como estaba previsto, el acto inaugural se celebró en la

Diputación Provincial de Córdoba el día 1, con una confe-rencia a cargo de D. Federico Mayor Zaragoza (Exdirector General de la UNESCO y Presidente de la Fundación Cul-tura de Paz).

Durante los días 2 y 4 de julio nos trasladamos a Cabra y el día 5, la clausura tuvo lugar en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba.

El largo camino recorrido durante meses para preparar este acontecimiento dio su fruto el día 3 de julio, en que nuestro centro CEIP “Ntra. Sra. de las Veredas” y nuestro pueblo TORRECAMPO acogieron las actividades progra-madas con entusiasmo e ilusión.

Programa

- Recepción de la comisión organizadora del CEIP “Ntra. Sra. de las Veredas”.

- Inauguración de Placas de Escuela Asociada a la UNESCO.

-Breve visita al centro.-Recepción del alcalde de la localidad en el Ayunta-

miento. Entrega de bolsa con material divulgativo.-Desayuno ofrecido por el AMPA.-Entrega a todos los participantes de un sombrero de

paja como recuerdo del pueblo de Torrecampo.-Visita al entorno natural de la dehesa, explotación ga-

nadera “Las Rozuelas” (Esteban Romero Santofimia).- Visita a la ermita de Ntra. Sra. de las Veredas y a su

entorno natural (Pedro Segador).- Almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento.- Conferencias locales:“La dehesa en los Pedroches” (Pedro López Nieves.

Director del IES “Los Pedroches”).“Descubrir Los Pedroches a través del museo PRASA”

(Juan Bautista Carpio, director del museo PRASA TO-RRECAMPO).

- Comunicaciones de las Escuelas Asociadas.- Asamblea General (Fue reelegida Coordinadora Esta-

tal de las Escuelas Asociadas a la UNESCO nuestra paisa-na RUFINA MORENO CAÑIZARES).

- Visita por la localidad (Casa de la Cárcel, Pósito, Igle-sia de San Sebastián y ermita de Gracia).

- Cena y Fiesta Popular a cargo del grupo Alcaria de Alcaracejos y Danzas San Rafael de Córdoba, ofrecidas por el Ayuntamiento de Torrecampo.

-Finalmente, el centro hizo entrega de una encina de plata a la coordinadora internacional Doña Livia Saldari y a la coordinadora autonómica, Doña Magdalena Pons Prat.

Queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las instituciones, asociaciones y personas que desinteresada-mente han hecho posible que la jornada de dicho Encuen-tro en Torrecampo resultara acogedora y fructífera:

Excmo. Ayuntamiento de Torrecampo.Asociación Benéfico Sociocultural y Deportiva PRA-

SA TORRECAMPO.AMPA (Junta directiva y voluntariado).Asociación de mujeres “Las Adelfas”.Colegio: maestros/as y alumnos/as.Grupo de jóvenes.Otros colaboradores: Juan Bautista Carpio, José Ma-

XXI Encuentro de las escuelas asociadasa la UNESCO

Director del C.E.I.P. “Ntra. Sra. de las Veredas”Cándido del Castillo Romero

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nuel Blanco, Pedro López Nieves, Pilar Almeida, Ascen-sión Pastor, Adrián Pérez Campos, Esteban Romero San-tofimia, Pedro Segador, etc.

Queremos dejar constancia de la repercusión que dicho

evento ha tenido para este pequeño pueblo, que se vio engrandecido -aunque sólo fuera durante unas horas- al acoger a tantas personas -más de 150- que en cualquier lugar del mundo se dedican a trabajar por la educación y la cultura de paz.

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El libro de los salmos es uno de los casi 50 libros que forman el Antiguo Testamento ( primera parte de la Biblia). Este libro de los Salmos está a su vez formado por un con-junto de poesías en las cuales se expresan los sentimientos y súplicas que un personaje anónimo (aunque tradicicio-nalmente se le atribuyeron al rey David) le dirige a Dios.

De esta forma la Iglesia, a lo largo de su historia, ha encontrado en los Salmos un modo privilegiado de hacer oración, de hablar con Dios, pues a través de ellos habla-mos con Dios usando las mismas palabras de Dios. Es por esto que cada jornada en los monasterios y en los hogares cristianos, en las iglesias y en cualquier rincón del mundo donde hay cristianos, se desgranan oraciones utilizando los salmos bíblicos.

El salmo que quiero comentar hoy es el Salmo 89, y dice así este salmo:

Señor, Tú has sido nuestro refugiode generación en generación.Tú reduces el hombre a polvo,

diciendo: “Retornad, hijos de Adán”.Mil años en tu presencia

son un ayer que pasó,una vela nocturna.

Los siembras año por año,como hierba que se renueva:

que florece y se renueva por la mañana,y por la tarde la siegan y se seca.

Enséñanos a calcular nuestros años,para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?Ten compasión de tus siervos.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Baje a nosotros la bodad del Señory haga prósperas las obras de nuestras manos.

Señor, Tú has sido nuestro refugiode generación en generación.

El salmo comienza reconociendo la poca consisten-cia del hombre: “Tú reduces el hombre a polvo diciendo: Retornad, hijos de Adán”. Precisamente el significado del nombre Adán es “terroso, de tierra”. Cuando los cristianos nos acercamos cada año a recibir la ceniza al comenzar la Cuaresma (el miércoles de Ceniza no sea tal vez el día más apropiado para hacer el bobo por las calles ) escucha-mos una gran verdad (aunque un poco molesta) sobre lo que somos: “acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”.Uno puede estar sano como una manzana, fuerte como un roble, pero ¡qué razón tenía Pascal cuando escribía: “El hombre no es nada más que una caña, la más débil de la naturaleza. (...) No hace falta que el universo se ponga de acuerdo para aplastarlo: un vapor, una gota de agua es su-ficiente para matarlo”! Realmente somos hijos de Adán, tenemos la misma consistencia que un terrón. Cada día que abrimos los ojos y amanecemos a la vida se produce un gran milagro, un gran regalo que Dios nos concede y por el que es bueno que le demos gracias.

Después continúa el salmo: “Mil años en tu presencia son un ayer que pasó. (...) Los siembras como la hierba, que por la mañana florece y a la tarde la siegan y se seca”. La meditación sobre estos versículos bíblicos me trae al recuerdo las palabras de Antonio Machado: “Todo pasa y todo queda,/ pero lo nuestro es pasar,/ pasar haciendo ca-minos,/ caminos sobre la mar.” Efectivamente, lo nuestro es pasar: recuerdo la inmensidad de tiempo que encerra-ba un curso cuando éramos pequeños; pasar de tercero a cuarto, por ejemplo, era un escalón enorme. Parecía que en cada curso se podía contener una vida completa, por la cantidad de venturas y desventuras que traía consigo. Des-pedir a los libros de texto del curso pasado era despedirse de unos viejos y fieles amigos, y recibir a los nuevos libros de texto (lo primero que se hacía a modo de reconocimien-to, después de palpar bien las pastas, era abrirlos y olerlos), era casi como contraer un compromiso matrimonial, por el cual, una vez concluido el rito de forrarlos (con gran-des hojas desgajadas de almanaques caducados), te unías a ellos y te hacías cargo de su cuidado y conservación por toda una eternidad. ¡Qué diferente es ahora! Un curso se va en un suspiro: empezamos, y casi sin darte cuenta te metes en el puente de la Purísima. De ahí a Navidad no es nada.

Comentario al Salmo 89Comentario al Salmo 89

1 Por supuesto, cada uno es perfectamente libre de elegir su forma de pasar un Miércoles de Ceniza. A mí las sardinas asadas es que me levantan el estómago (las de lata no), y, además, cuando estoy en público me bloqueo mucho, y no consigo gritar. En cambio, reconozco que al amante de la sardina pública, esta nueva forma subvencionada de hacer el tontito, conocida precisamente como "el entierro de la sardina", puede resultarle atractiva de veras.

1

Diego Coca Romero

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Después, entre carnavales (y miércoles de ceniza con sar-dina) alcanzamos la Semana Santa, para empezar con los encalijos porque las campanas anuncian la novena. Y total, ya pasado el día uno, prácticamente se acabó el curso. No puedo decir exactamente en qué momento de mi vida ha sucedido este cambio de ritmo, pero está claro que se ha acelerado descaradamente la velocidad de mi tiempo.

Dice el salmo: “Enséñanos a calcular nuestros años para que adquiramos un corazón sensato”. ¡Es importan-tísimo aprender a calcular! En los pasillos del seminario menor, había un poster muy hermoso, con la foto de uno de esos grandes y modernos puentes metálicos, y debajo estaba escrita una frase: “Podemos calcular el peso que es capaz de soportar un puente, pero no somos capaces de calcular el sufrimiento que puede sobrellevar una perso-na”. Decía Pascal que el corazón tiene razones que la razón no entiende, y por eso el salmista pide un corazón sensato, un corazón que sepa calcular. Los cálculos de la razón son importantes: cálculos matemáticos, científicos, económi-cos. Pero los cálculos de un corazón sensato son aún más importantes: calcular nuestros años en presencia de Dios, calcular nuestra fragilidad en presencia de su amor, calcu-lar la fragilidad y los miedos que hacen sufrir a los que nos rodean, para no derrumbar los puentes invisibles que nos unen unos a otros, para no añadir innecesaria y absurda-mente sufrimientos a esta loca historia del mundo.

El salmo continúa haciendo a Dios esta petición: “Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo”. ¿Qué quiere decir “por la maña-na”?, o, mejor preguntado: ¿por qué tiene que ser por la mañana cuando Dios nos sacie de misericordia? Creo que se refiere al momento presente, pues la vida del hombre es como hierba que por la mañana está verde, pero por la tarde la siegan. Los antiguos latinos tenían un lema: “carpe diem”, es decir, “aprovecha el momento presente”. Por eso ha de ser por la mañana cuando nos sacie el amor de Dios, tiene que ser ahora, cuando nuestro corazón late y nues-tros pulmones respiran, tiene que llegar el amor de Dios al surco de nuestra rutina diaria, amasada de preocupaciones y esperanzas, de lágrimas y risas, de espinas clavadas y satisfacciones por lo conseguido.

“Sácianos de tu misericordia”. ¿Dónde está esa miseri-cordia de Dios? Dios mismo nos responde a través de San Juan: “Y el Verbo de Dios se hizo carne, y acampó entre nosotros”. La misericordia de Dios es su Carne que habita en medio del mundo, en cada Sagrario de cada Iglesia. La misericordia de Dios se hizo Pan de Vida Eterna en Jesu-cristo. Él es el agua que refresca y da vida a la hierba frágil que somos cada uno. Él es el Pan verdadero para andar el camino de la vida, para que podamos hacer caminos sobre

la mar, como decía Machado. Por eso con Jesús, el Hijo de Dios, a pesar de los pesares, “toda nuestra vida será alegría y júbilo”. Se trata de complementar el recuerdo que nos trae el miércoles de ceniza (“acuérdate que eres polvo...”), con el recuerdo que nos recomienda San Pablo, y que de vez en cuando cantamos en las Misas: “Acuérdate de Jesu-cristo, Resucitado de entre los muertos”.

El salmo termina con un deseo: “Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos”. Las manos de cada persona se agitan afanosamen-te entre su nacimento y su muerte, buscando realizar algo que de verdad valga la pena. Pero con frecuencia podemos pensar que tal vez las obras de nuestras manos sean ab-surdas, podemos pensar como el autor anónimo del libro de Eclesiastés, que es otro libro del Antiguo Testamento: “Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejar su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fati-gan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad”. Por eso el salmo desea la bondad del Señor, porque la bondad del Señor aporta una luz nueva a las obras de nuestras manos, nuestro trabajo deja de ser una lucha por la supervivencia, una lucha absurda destinada al fracaso de la muerte. Con la bondad del Señor nuestro trabajo diario se transforma en imitación de Jesús, el Hombre Dios, que trabajó durante su vida oculta en Nazaret, que hizo de su existencia entrega amorosa por la salvación de todos. Nuestro trabajo, si es regado por la bondad del Señor, nos convierte en cómplices suyos. Esa tarea cotidiana, tal vez monótona y aburrida, si se ofrece con fe y amor, puede llegar a ser siembra para la vida eterna, haciendo que las obras de nuestras manos sean verdaderamente prósperas. Por eso pedimos que la bon-dad del Señor haga prosperar nuestras obras.

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El folclore, como todo lo vivo, nace, crece y muere. Si la música tradicional de Los Pedroches estuviera

viva, el método utilizado por el autor para la realización de este libro hubiera sido el trabajo de campo y sus da-tos hubieran sido recogidos en ese particular cuaderno de campo que para una actividad como la que hoy tratamos es la grabadora de sonido, esto es, se hubiera personado en cualquier celebración donde el pueblo canta y baila, hubie-ra tomado los sonidos con su grabadora, los hubiera tras-crito a la partitura y los hubiera analizado literaria, musical e históricamente.

Pero Luis Lepe, para poder realizar este libro, ha tenido que acudir a las entrevistas con los llamados informantes, que en su mayoría han sido personas mayores, muchas de las cuales han fallecido ya, y pedirles que le cantaran aque-llas canciones que ellos cantaban cuando eran jóvenes y rezaban, trabajaban o se divertían.

Si Luis Lepe hubiera ido a los lugares donde hoy el pueblo canta y baila, hubiera grabado, muy probablemen-te, las mismas canciones que si hubiera ido a cualquier otro lugar de Andalucía, o incluso de España o del mundo.

Sólo en muy contadas ocasiones, que generalmente tie-nen que ver con celebraciones religiosas, hubiera grabado unas canciones similares a las que se cantaban antaño.

Como se demuestra en el libro, la mayoría de las can-ciones populares que cantaban nuestros mayores fueron traídas por los pastores de la trashumancia y por los mi-sioneros que en los siglos XVII y XVIII predicaron en Los Pedroches. Estas canciones, en un proceso natural, susti-tuyeron a las que se cantaban entonces y crecieron más en unos pueblos que en otros, de distinta forma acá y allá, amparadas por el aislamiento que nuestra comarca tenía

del exterior, por la necesidad de expresión religiosa de la población y por un cada vez mayor sentimiento de identi-dad local con las mismas.

La música popular que se recoge en este libro sustituyó a la anterior en un proceso totalmente distinto del que ha tenido lugar recientemente. La música actual no ha venido por los caminos de la trashumancia o con las predicaciones de los frailes misioneros, no ha llegado poco a poco y se ha ido asimilando por la población, sino que ha venido por la televisión y la radio, por los discos, de golpe, y ha coinci-dido, en primer lugar, con un cambio social absoluto, como no se recuerda en la Historia, que modificó radicalmente los valores de la sociedad y sus costumbres, en segundo lugar, con la maquinización del campo y el despoblamien-to de las zonas rurales, y en tercer lugar, con un cambio en el modelo político.

En el nuevo modelo político, el de la Constitución de 1978, lo que une a los individuos entre sí y los diferencia del resto ya no es tanto la nación, la antigua nación, como la comunidad autónoma, ni es tanto la localidad de origen, el pueblo donde uno ha nacido, como, otra vez, la comu-nidad autónoma, a la que convenía potenciar para dentro (dotándola de unidad, de coherencia) y hacia el exterior (dotándola de una imagen), coherencia e imagen que supu-sieron, y suponen todavía, la potenciación oficial de lo más fuerte, de lo central, de lo que más fácilmente podía expor-tarse y de lo que más fácilmente podía asimilarse como de todos, es decir, de la Semana Santa de Sevilla, de los car-navales de Cádiz, de la romería del Rocío, del flamenco, de las sevillanas, de los trajes de faralaes, etc.

Esa imagen potente es pronto asumida como propia en la periferia, y los ciudadanos, en particular los líderes de las asociaciones, acuden a ella con la mejor intención para

La música de Los PedrochesJuan Bosco Castilla

(Intervención en la presentación del libro La música de Los Pedroches, de Luis Lepe Crespo, el día 18 de julio de 2008 en Pozoblanco)

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reforzar las fiestas y dotarlas de más brillantez.

El final de todo es el modelo actual, con una música popular mucho más reducida que la anterior y más pareci-da a los modelos autonómicos triunfantes. Si eso tiene que ser así, que sea. Los procesos de sustitución de lo popular son como son, y si el pueblo de Los Pedroches ya tiene como suyos los modos que ahora vemos en sus fiestas y celebraciones, pues suyos son y punto. Yo no tengo nada que objetar al respecto.

Lo peor, me parece a mí, es que ese mismo pueblo cree que lo suyo de ahora ha sido lo suyo de siempre, o lo que es igual, que ha perdido la conciencia de su propia Historia. No en vano, mucha gente de nuestra comarca cree que los cantos y bailes que ahora se tienen por populares han sido siempre los que el pueblo ha utilizado para expresarse y, por otra parte, muy poca gente de nuestra comarca conoce cuáles eran los cantos que cantaban nuestros antepasados más recientes.

A este punto quería llegar. El libro de Luis Lepe salva definitivamente no los cantos, pues muchos de ellos están muertos, sino una buena parte de la memoria colectiva de nuestros pueblos. Los cantos que Luis Lepe ha recogido y que ya están muertos no han ido al limbo, sino a un li-bro que fundamentalmente es de Historia, de esa parte de la Historia con mayúsculas que recoge la forma en que el pueblo se expresaba cuando rezaba, trabajaba o se diver-tía.

Y él, que como profesor de música entiende de esta ma-teria de una forma general y sistemática, estudia el can-cionero de una manera científica y distinta de cómo se ha tratado hasta ahora. Para empezar, recoge la partitura, con lo que fija la melodía para siempre. Y con las letras y la partitura hace análisis comparativos con los cantos recogi-dos en otros cancioneros de España, de manera que puede determinar su origen y la época aproximada en que fueron traídos a Los Pedroches. Además, ubica la canción no sólo en el espacio, sino en el tiempo, la contextualiza, al descri-bir la situación histórica en la que el canto es importado o nace y crece. Y por último, con la canción, que es música y es letra, realiza un análisis musical y un análisis literario.

En el libro de Luis Lepe el rigor y la asepsia son funda-mentales. Las opiniones de otros o los datos aportados por otros autores tienen siempre su referencia a pie de página

(entre las internas y las de autores hay casi mil doscientas referencias) y los documentos, que son fundamentales en el apartado de las fiestas del Corpus y, sobre todo, en el de los órganos y organistas, cuentan con la noticia exacta de su contenido y su situación.

El libro tiene varios índices que nos llevan directamen-te al canto o a la localidad donde el canto ha sido recogido y un índice de todos los nombres propios (informantes, au-tores, músicos, organistas, etc.) que aparecen en el texto.

Como está organizado por fichas que describen y es-tudian cada uno de los cantos, el lector puede dirigirse di-rectamente a la ficha y ver en ella la partitura, la letra, y el análisis. Y además, y esto es muy importante, los cantos de otras poblaciones con los que está relacionado. Ello nos permitirá disponer del canto con todo su contenido musi-cal y literario y descubrir que cantos que teníamos como exclusivos de nuestra población se cantan con ligeras va-riaciones en otra, donde muy probablemente también se tienen como exclusivos de esa población.

El libro tiene mil doscientas cincuenta y tres páginas que se pueden leer de seguido, o según nos interese, es decir, saltando de celebración en celebración, de pueblo en pueblo o de canto en canto.

No sólo sería un atrevimiento, sino una estupidez de-cir que toda la música popular de Los Pedroches (en los apartados que se tratan en estos dos primeros volúmenes: música religiosa, fiestas del Corpus y órganos y organistas) está recogida en el libro. Pero sí se puede asegurar que está la mayor parte de ella. Luis lleva trabajando en este libro muchos años. Y lo que es mejor para todos: sigue traba-jando para recoger la música que por alguna razón se ha quedado fuera de este libro.

A veces, los colaboradores sienten el vértigo de haber estado ayudando a los autores en la ejecución de un gran proyecto. Entonces, se sienten orgullosos y dan las gracias por habérseles permitido formar parte del equipo. Yo estoy en esa situación. Y por eso doy públicamente las gracias a Luis Lepe. Ayudar en su proyecto me ha permitido conocer mejor a Los Pedroches y conocerlo mejor a él. Un lujo, en ambos casos.

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El título de este artículo fue el lema elegido por el ICOM (Consejo Inter-nacional de Museos) para conmemo-rar el Día Internacional de los Mu-seos, que se celebra todos los años en torno al 18 de mayo. Desde el Museo PRASA Torrecampo nos sumamos a esta conmemoración organizando una mesa redonda el viernes 16 de abril, para la que contamos con la colabora-ción del Ayuntamiento de Torrecampo y de la Asociación Benefico social y deportiva PRASA To-rrecampo. En la Casa de la Cultura de Torrecampo se die-ron cita casi un centenar de personas, entre vecinos de la localidad y de otros pueblos de la comarca, entre ellos una interesante representación de grupos e instituciones perte-necientes tanto al ámbito cultural como al turístico.

Tras unas palabras de bienvenida pronunciadas por An-drés Pastor, alcalde de Torrecampo, y la presentación de los integrantes de la mesa, dio comienzo el acto, consisten-te en una breve presentación por parte de cada uno de los ponentes, seguida de un coloquio al que estaban invitados a participar todos los asistentes. Debemos destacar que se registró una alta participación, centrada esencialmente en la importancia que los museos de nuestra comarca pueden tener como referente exterior de cara a la articulación de

una oferta de turismo cultural y de naturaleza que puede contribuir al desarrollo sostenible de nuestros pueblos. En este artículo recogemos un resumen de la participación de los cinco ponentes.

1. ¿Pueden ser los museos agentes de desarrollo? (Mª Dolores Baena).

La presentación general del tema propuesto para esta mesa redonda correspondió a María Dolores Baena Alcán-tara. Conservadora de museos, es desde comienzos del año 2002 directora del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba. Entre otros cargos, ha sido vocal de la Comisión Andaluza de Museos, y es miembro del Patronato del Mu-seo Arqueológico Nacional y del Consejo de Redacción de

“Los museos, agentes del cambio social y del desarrollo”

Director del Museo PRASA TorrecampoJuan B. Carpio Dueñas

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la revista Mus-A.Su intervención trazó una panorámica general sobre la

historia de los museos, para concluir que, en efecto, los museos pueden ser agentes de desarrollo y que en la actua-lidad, de hecho, lo son. El origen más remoto de los mu-seos hay que situarlo en los “Templos de las Musas” de la antigüedad greco-romana, aunque lo que hoy conocemos como “museo” nace en los siglos XVI y XVII, al amparo de los grandes coleccionistas de obras de arte, etnografía e historia natural. Una gran transformación se produjo entre fines del XVIII y el S. XIX, cuando nacen de hecho los grandes museos de la actualidad. El nacimiento de estos museos “modernos” está ligado a la revolución de las ideas del Siglo de las Luces, al abrirse al público las grandes colecciones reales, que habían permanecido hasta entonces reservadas para el disfrute de las clases privilegiadas.

A estas ideas responde el nacimiento de los grandes museos europeos, como el Louvre (París), el British (Lon-dres) o el Prado (Madrid). Casi en paralelo, comienzan a aparecer en España museos provinciales, con colecciones formadas por los bienes procedentes de las desamortiza-ciones de bienes eclesiásticos que habían quedado a cargo de las Comisiones Provinciales de Monumentos. En la pro-vincia de Córdoba este proceso dio origen a dos museos distintos, el de Bellas Artes, que fue fundado en 1845, y el Arqueológico, creado en 1878 al mismo tiempo que el Museo Arqueológico Nacional.

Estos museos, aunque hoy son visto como tradiciona-les, también se relacionan con la sociedad, porque entre sus objetivos no sólo se encontraban la conservación y muestra de sus fondos, sino que también debían cumplir otras funciones sociales. Entre ellas, los museos provin-ciales tenían una importante misión política: contribuir a la consolidación de un sistema de división provincial que entonces era muy reciente.

La historia de los museos ha estado siempre muy re-lacionada con los cambios sociales, lo que demuestra que son instituciones muy relacionadas con la sociedad. Hay un gran cambio a partir de las dos Guerras Mundiales, cuando comienzan a crearse organismos internacionales entre los que se encuentra el destinado a los museos, el ICOM. Y los cambios se aceleran a raíz de los movimientos juveniles de 1968: el pacifismo norteamericano ante la guerra de Viet-nam, la llamada Primavera de Praga o el mayo parisino tendrán una gran influencia en la propia definición de los museos durante el último tercio del siglo XX. No es ajeno a ello el hecho de que el ICOM incluya expresamente en 1974 en la propia definición de museo la idea de que se trata de instituciones que están “al servicio de la sociedad y de su desarrollo”.

En Francia surgen por entonces los primeros “Ecomu-seos”, ligados a yacimientos o zonas industriales rurales, donde se ponen en funcionamiento instituciones que no sólo comprenden un lugar con colecciones, sino una visión global sobre el territorio y sus pobladores. En paralelo, el bagaje teórico se enriquece con el desarrollo de la denomi-nada “nueva museología” que propugna museos abiertos y populares, introduciendo novedades en la relación que los museos deben tener con la sociedad. Nacen en EE.UU. los museos de barrio, como el de Anacostia en Washington, que trasladan las ideas de los ecomuseos rurales a barrios deprimidos de las grandes ciudades. El museo sigue te-niendo un gran papel en el desarrollo de la sociedad.

Actualmente, los cambios sociales acelerados también se reflejan en los museos, como lo demuestra la importan-cia que adquieren en los discursos temas como los rela-cionados con inmigración e interculturalidad. A su vez, se están reactivando los ecomuseos, con los que están muy re-lacionados los museos locales, que se implican en el desa-rrollo de su entorno. Un ejemplo de nuestra provincia sería el Ecomuseo del Rio Caicena de Almedinilla, en torno al cual hay toda una serie de actividades en las que se implica la población. Otro ejemplo destacado sería el de Mértola, pequeño pueblo del sur de Portugal en el que, a raíz de las excavaciones de su Alcazaba y de una necrópolis visigoda, todo el pueblo participa de alguna forma en las decisio-nes relacionadas con el Patrimonio y la Arqueología. Estas actividades culturales han permitido el desarrollo paralelo de un turismo cultural de calidad que beneficia a toda la población.

En las ciudades también se están produciendo cambios importantes en los museos históricos, como sucede en el Arqueológico de Córdoba, actualmente en proceso de re-forma. La propuesta de que el museo se mantuviera en el Casco Histórico es una muestra de la implicación de este museo en el desarrollo de la ciudad. A pesar de los nume-rosos problemas constructivos, ha merecido la pena man-tener esta idea que está permitiendo, incluso antes de la apertura del nuevo edificio, una cierta revitalización de la zona, además de contribuir a la conservación de elementos patrimoniales tan importantes como el yacimiento del so-lar o el palacio del siglo XVI.

2. Arqueología, museos y desarrollo (Ramón Cor-zo).

Ramón Corzo Sánchez es un arqueólogo de reconocido prestigio. Profesor Titular de la Universidad de Sevilla, ha dirigido, entre otros, el Museo de Cádiz o el Conjunto Ar-queológico de Itálica. Es autor de numerosas publicacio-

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nes sobre arqueología, preferentemente de época romana y tardorromana, que son básicas para entender estas etapas en Andalucía.

Para saber si los museos pueden ser agentes de desa-rrollo hay que definir primero concretamente qué entende-mos por museo, para qué sirve el museo y cómo deben ser los museos. Esta dificultad de definición llevó hace unos años a la escuela de museología del Louvre a crear una comisión para llegar a una nueva definición de museos. Sin embargo, la reciente ley de museos de Andalucía vuelve a repetir la misma definición recogida de la del ICOM, que causa una cierta insatisfacción, porque no llega a recoger adecuadamente la realidad actual. Corzo propuso al Parla-mento de Andalucía que recogiera en la nueva definición la introducción de algunos conceptos sobre qué papel pueden jugar los museos en la sociedad. Mientras el papel del mu-seo no sea suficientemente reconocido, estamos sujetos a cambios que no benefician sus objetivos.

El museo es algo más que la exposición de objetos abierto al público. Originalmente se puede definir como algo que está bajo la inspiración de las musas. El museo de Alejandría fue un gran depósito de conocimiento, de reunión de saberes, una especie de Universidad. El mayor incentivo de la actividad humana es la curiosidad, el deseo de saber, y esta idea iba dando origen a grandes coleccio-nes, que están en la base de nuestros museos.

El museo llega a crear un mundo distinto al real, al de procedencia de los objetos integrados en él, que ofrece a la sociedad algo que la sociedad necesita. Ese es el funda-mento de los museos actuales.

El museo es hoy el gran lugar de creación de “espacios de la continuidad”, lugares en los que los componentes de la sociedad pueden encontrar respuesta a las preguntas fundamentales: quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. Son preguntas que no se responden sólo con textos escritos por grandes sabios, sino que necesitan un soporte material en el que todo eso pueda ser reconocido. Y eso ofrece el museo: la autenticidad de unos materiales fruto de la obra del hombre en el que el hombre pueda recono-cerse y reconocer a nuestros antecesores, que puede ayudar a predecir cómo puede ser el futuro. Esos objetos son los que definen nuestras señas de identidad. Eso da fundamen-to a la creación de museos, sobre todo a partir del desarro-llo de la Nueva Museología en los años 70.

El museo tiene el poder de crear un mundo distinto del real, sustraer de la vida cotidiana unos elementos que que-dan inmovilizados, protegidos de cualquier alteración, que es garantía de verdad y autenticidad de lo que ha sido nues-tro pasado, proyectándolo hacia el futuro. Es algo que no va a cambiar, que no va a perderse, y que será un elemento

de referencia creíble y seguro.La arqueología tiene, en este sentido, un papel funda-

mental en los museos. Los objetos arqueológicos permi-ten establecer un desarrollo temporal muy largo, que si se encadena adecuadamente nos permite ver un proceso histórico que servirá para conocer mejor qué somos y a dónde vamos. En este sentido, el entorno es un elemento de cohesión básico. El medio natural, el lugar de proceden-cia de los objetos nos permite comprobar la relación que existe entre quienes los fabricaron y utilizaron en ese lugar cercano y nosotros mismos, que nos vemos en cierta forma como sus herederos culturales. El ambiente, el medio na-tural, nos permite comprender que existe un elemento en el que podemos reconocer nuestra relación con los que nos han precedido, y fortalecer nuestra propia identidad.

El papel del museo está esencialmente en continuar siendo ese lugar de identificación de la sociedad. Un lugar que puede convertirse en un centro desde el que falsear la historia para acomodarla a nuestras aspiraciones. Pero que también puede ser ese lugar en el que reconocernos y reconocer nuestro entorno.

3. La contribución de los museos cordobeses al proyecto de capitalidad cultural Córdoba 2016 (David Luque).

David Luque es historiador del arte y Coordinador del Área de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba. A su cargo están los museos municipales de Córdoba, y coordina un área esencial para la consecución de la capitalidad cultural en 2016.

Es difícil trabajar en la cultura en Córdoba. Hace un tiempo todo era más fácil, quizá porque todo era más ba-rato, pero hoy han surgido industrias culturales, empresas que contribuyen a desarrollar la cultura, pero que implican unos mayores costes. Los museos, técnicamente, no son elementos que ayuden a conseguir la capitalidad cultural, porque la candidatura se basa únicamente en la defensa de

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un proyecto concreto. Pero sí pueden tener una gran im-portancia en la preparación del camino, del tránsito hacia 2016.

A pesar que se acaba de afirmar que los museos no in-fluyen directamente en la designación de la capital euro-pea de la cultura, experiencias recientes nos demuestran la gran importancia que un centro museístico puede tener en un proyecto de capitalidad. Así ha sucedido en el reciente caso de Luxemburgo, que presentó un proyecto denomina-do “Migraciones” que fue el que le permitió ser designada por segunda vez capital cultural de Europa: la capital tiene censados unos 80.000 habitantes, pero cuenta con más de 320.000 trabajadores que diariamente van a trabajar a la ciudad. El proyecto se basó precisamente en estas entradas y salidas constantes de población. En 1995 ya había sido capital cultural europea, y entonces no tenía un museo en la ciudad que mereciera la pena. Sin embargo, en el cami-no hacia la capitalidad de 2007 se han creado dos gran-des centros culturales: un auditorio y un gran museo de arte contemporáneo. Además, han utilizado para eventos culturales instalaciones de carácter industrial o el antiguo casino de Luxemburgo.

Este año, la capital es Liverpool. Basa su proyecto el caso de una ciudad industrialmente decadente que ha trans-formado los muelles en espacios de ocio. Han convertido el recurso de los Beatles y la transformación urbanística en un modelo de cambio de la ciudad.

En el caso de Córdoba, tras conseguir la declaración de

capital cultural, los museos pasarían a jugar un papel esen-cial. Y no sólo los museos municipales, o los museos de la ciudad, sino también los del entorno, los museos de la pro-vincia. La Unión Europea valora mucho que los territorios se mezclen, que no se haga una exposición de actividades estancas en el centro de la ciudad, sino que se interactúe con el territorio, extendiendo lo máximo posible esa capi-talidad. Todos los museos de la provincia y las actividades que puedan ofrecer son importantes en este sentido.

Los museos municipales de Córdoba no están en un es-tado óptimo. En Córdoba hay otros museos gestionados por la Junta de Andalucía, como el Arqueológico o el de Bellas Artes, que están en mejores condiciones. Del Ayun-tamiento de Córdoba dependen 4 espacios museísticos, que son el Museo Julio Romero de Torres, el Museo Tau-rino, la Posada del Potro y el Alcázar. Son cuatro edificios históricos en los que resulta muy costoso intervenir, y los presupuestos destinados a cultura no suelen ser preferen-tes para las Administraciones Públicas. Un ejemplo de los elevados costes que acarrea cualquier proceso de reforma se está viviendo en las obras del Museo Taurino, cuya re-habilitación está resultando muy costosa.

En resumen, se puede concluir que los museos son agentes no sólo de desarrollo social, sino que también son agentes económicos, y elementos fundamentales para en-cajar un proyecto como el de capitalidad cultural. Incluso pueden convertirse en referentes de sus ciudades, como ha sucedido en el caso comentado del Museo de Arte Con-

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temporáneo de Luxemburgo y su amplio programa de ac-tividades.

En este sentido, resulta especialmente destacable el proyecto del Museo PRASA Torrecampo. que va a suponer sin duda alguna una transformación muy importante para el municipio y para la comarca.

4. ¿Por qué y para qué los museos locales? (Fran-cisco Godoy Delgado).

Francisco Godoy es conservador de museos. Fue direc-tor del Museo Arqueológico de Córdoba, y actualmente desempeña su labor como conservador en el Museo de Bellas Artes de esta ciudad. Es el impulsor y máximo res-ponsable del Museo del Pastor de Villaralto, y participó de forma muy destacada en la creación de la Asociación Provincial de Museos Locales de Córdoba, asociación pio-nera en nuestra Comunidad Autónoma y una de las más activas del país, a la que Godoy ha estado ligado desde su creación.

Generalmente damos el nombre de museos locales a aquellos que se han creado, por iniciativa municipal o pri-vada, en los pueblos, a diferencia de los surgidos en las capitales de provincia. Para conocer qué son y para qué sirven estos museos locales tenemos que conocer los obje-tivos planteados en su creación, es decir, cómo se crean y para qué se crean.

¿Cómo se crean los museos locales? Hay tres modelos principales:

1. A iniciativa de un grupo de ciudadanos. Normal-mente se trata de una asociación cultural, incluso con co-lecciones privadas de arqueología, minerales, fósiles... que piden al ayuntamiento la cesión de un edificio, habitual-mente histórico, para crear el museo. Llega un momento en que el ayuntamiento corre con los gastos de mantenimien-to y este grupo de ciudadanos o asociación se hace cargo de la gestión del centro. Así han surgido la mayor parte de los museos locales de Córdoba. Muchos han ido creciendo tanto en colecciones y funciones como en competencias, al convertirse en centros de arqueología municipal. Ante esta situación, los ayuntamientos se han visto en algunos casos en la necesidad de crear unos puestos de trabajo esta-bles para permitir el cumplimiento de estas nuevas funcio-nes. En la provincia de Córdoba, hay 52 colecciones que podemos considerar museos, 37 de ellos integrados en el Registro de Museos de Andalucía. De ellos, sólo 6 tienen personal técnico de carácter estable. El resto, sólo tienen técnicos a tiempo parcial o están atendidos por volunta-rios.

2. Por iniciativa municipal. Normalmente se ha he-cho cuando el ayuntamiento ya ha solucionado algunos problemas básicos. En algunas ocasiones, se han creado museos a imitación de pueblos cercanos.

3. A iniciativa de una empresa privada. Normalmen-te están la mayoría ligados a industrias alimentarias (del anís, del jamón, del turrón, del olivar y del aceite, etc.).

¿Para qué se crean estos museos locales? De forma muy resumida y sencilla, podemos decir que hay 4 posi-bilidades:

1. Para dar cobijo a colecciones particulares preexis-tentes. Así han surgido el 95% de los museos locales, como sucede en los casos de Montoro, Peñarroya o el propio caso de Torrecampo.

2. Porque se ha restaurado un edificio histórico y se ha decidido darle un uso cultural, convertirlo en un mu-seo.

3. En el caso de los privados ligados a industrias ali-mentarias, suelen hacerse para promocionar los productos que fabrican.

4. En algún caso, se ha creado un museo para cum-plir una promesa electoral.

Los museos locales, nacidos de esta forma y con estos objetivos, queremos que se conviertan en agentes de de-sarrollo económico, social y cultural. En los últimos años hemos visto que la mayor parte de los museos municipales eran bien de carácter histórico – general o bien de carácter arqueológico. Durante los últimos años, el panorama está cambiando y comienzan a surgir centros más especializa-dos, de carácter temático, centrados en singularidades de los pueblos para evitar repeticiones en las colecciones. Así surgen ideas como las de crear un museo de las Cruces en Añora, del Auto de los Reyes Magos en El Viso, o el del Bandolero en Jauja. En este marco se ha creado en Villaral-to el Museo del Pastor. La idea surgió de Manuel Gómez, alcalde de Villaralto, tras la adquisión de una casa tradi-cional en el centro del pueblo. Se decidió crear un museo dedicado a los pastores de Villaralto, por ser éste el oficio más destacado del pueblo desde su creación a fines del si-glo XV.

Como otros ayuntamientos, desde Villaralto hemos querido conseguir que venga gente a ver el pueblo, a co-mer, o incluso a pasar las vacaciones, a comprar una casa de verano... contribuir al desarrollo de la población. Desde el museo se pretende potenciar también la visita a otros centros relacionados como la fábrica de queso o la factoría de huevos ecológicos, actuando así un poco a modo de los ya clásicos “ecomuseos”.

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Para terminar su intervención, Paco Godoy hace un recorrido temático por el museo del Pastor de Villaralto, destacando los siguientes hitos en la visita: introducción geográfica e histórica del municipio; los orígenes del pas-toreo; el Concejo de la Mesta, la transhumancia y las vías pecuarias; vida cotidiana del pastor; el ganado: razas y de-nominaciones, enfermedades; productos derivados; oficios relacionados con el pastor (esquiladores, tratantes, etc.); artesanía, folklore y vocabulario pastoril. Próximamente se desarrollarán nuevos bloques como los misterios y los animales auxiliares y los enemigos del pastor. Además, se preparan otras actividades complementarias, como rutas de senderismo por la dehesa.

5. El proyecto del Museo PRASA Torrecampo y la comarca de Los Pedroches (Juan B. Carpio).

Desde el Museo PRASA Torrecampo entendemos que nuestro museo puede convertirse en una centro que puede contribuir al desarrollo de su entorno. En relación con este tema, trabajamos con tres ideas básicas:

1. Importancia de la comarca de los Pedroches. El museo se hace en, para y por Torrecampo. Pero estamos en una comarca que, quizá por su aislamiento de las vías de comunicación en tiempos recientes, se encuentra un tanto aislada. Cualquier intento de desarrollo económico y so-cial debemos hacerlo desde la comarca, teniendo una idea de comarca. Considero que Los Pedroches son algo pareci-do a una pequeña ciudad formada por barrios, que son los distintos pueblos. Y por más que defendamos nuestro pue-blo, tenemos que unirnos para lanzar la mejor oferta tanto cultural como turística. Si cada pueblo promociona sólo lo suyo no podremos articular una oferta fuerte para el poten-cial turístico de nuestra comarca. Y existe la posibilidad de articular una oferta cultural común, como lo demuestra la participación de vecinos de diferentes pueblos en actos culturales como el que hoy nos ha reunido en Torrecam-po.

2. Importancia del museo como agente del cambio social. Ya en el proyecto de museo planteamos que tenía-mos que conseguir que el museo sirviera para ofrecer una visión diferente a la que habitualmente nos presentan de los pueblos. Los medios de comunicación nos ofrecen una visión muy centrada en los beneficios que ofrece la ciu-dad. Sobre los pueblos, sólo hay referencias en sucesos, o a lo sumo presentándolos como un lugar bucólico para lanzar una oferta turística hacia los habitantes de la ciudad. En definitiva, nos siguen presentando como paletos. Y esa idea cala muy especialmente en nosotros mismos. No va-

loramos el paisaje, la tranquilidad o la belleza de nuestras calles y fachadas. En ese sentido, el museo puede ser un factor que contribuya a cambiar esa visión, que haga que nos sintamos importantes, orgullosos de ser de donde so-mos, reconciliarnos con nuestra tierra.

3. Incidencia del museo en el desarrollo económi-co. Empiezo reconociendo un cierto miedo a plantear este tema, porque se pueden generar expectativas excesivas. Lo único que podemos pretender es contribuir a cambiar la tendencia, pero no ser un factor decisivo de desarrollo. Para ello, no debemos olvidar que estamos creando un cen-tro cultural, que puede atraer turismo como objetivo se-cundario, pero debemos cuidar mucho de no colocar este desarrollo económico como objetivo principal. Hay ayun-tamientos que han creado museos con el objetivo esencial de atraer turismo, y eso creo que es un error completo. Pongo un ejemplo: imaginemos un pueblo en el que va a construirse un puente sobre el río que divide en dos la población. Imaginemos que los responsables municipales deciden que la función esencial de ese puente será atraer al turismo: naturalmente, se construirá en un lugar idóneo para el turismo, cerca del casco histórico, restaurantes y tiendas... Al estar en este lugar será necesariamente más estrecho, no servirá para evitar que los camiones crucen la población... pero va a ser muy bonito. Al final ese puente no lo va a utilizar nadie, y nadie va a venir a verlo. Y quien venga, se irá extrañado de la situación y la estética de una obra totalmente inútil. Algo similar puede ocurrir con los museos: si creamos un museo para atraer turismo, final-mente ni tendremos un centro cultural ni servirá de atrac-tivo para el turismo. Podemos aspirar a conseguir atraer a un turismo muy especial, que en un momento determinado busca un producto natural, patrimonial, diferente al turis-mo simple de sol y playa. No podemos definir un producto turístico estándar, porque eso no va a atraer a nadie. Plan-teamos hacer un museo que, en primer lugar, nos permita reconciliarnos con nuestra tierra, estar orgullosos de vivir aquí y, en el fondo, ser más felices. Y, además, servir de escaparate para atraer a un tipo de turismo interesado en el paisaje y la historia de Los Pedroches. Creo que sólo así podremos contribuir al desarrollo sostenible de nuestros pueblos.

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Resumen de las Actas de la Asociacion desde Octubre 2007

´Secretario de la Asociación

Fecha Carácter Orden del día Acuerdos adoptados

- Se aprueba el Acta anterior.- Se aprueba el informe económico.- Se prepara el viaje a Ronda.- Se analizan proyectos y ayudas deAna Belén Maya Cabrera.Club Deportivo PRASA.Peña Madridista 20 de Mayo.Francisco Javier Díaz Rodríguez.AMPA San Isidro.Sor Mª Cobos Crespo.- Se financia instalación grupo elec-Erógeno a Residencia Mayores.- Se preparan Elecciones J.D.- No hay ruegos ni preguntas.

15/10/07 Junta Directiva.Ordinaria.

1. Lectura Acta anterior.2. Informe económico. 3. Preparación viaje socios.4. Análisis proyectos y ayudas.5. Estudio y asignación finalización proyectos iniciados.6. Preparación Elecciones.7. Ruegos y preguntas.

14/12/07 Asamblea Gral.Ordinaria.

1. Lectura Acta anterior.2. Nombramiento de nueva Junta Di-rectiva.3. Ruegos y preguntas.

- Se aprueba el Acta anterior.- Se presentan dos candidatos. Se acuerda esperar a que se presenten más pues el art. 15 de los estatutos contem-pla un mínimo de 3 y máximo de 9.- No hay ruegos ni preguntas.

14/02/08 Junta Directiva.Ordinaria.

1. Lectura Acta anterior.2. Examen de cuentas 2007.3. Preparación Asamblea.4. Análisis proyectos y ayudas.5. Lectura de escritos.6. Ruegos y preguntas

- Se aprueba el Acta anterior.- Se aprueba examen de cuentas 2007.- Se convoca Asamblea Ordinaria y Extraordinaria para 27/02/08.- Se analizan proyectos y ayudas pre-sentados por:Grupo parroquial Minores.Emilio José Romero Castillo.José Pastor Romero.- Se da lectura a escritos de:Ayuntamiento de Torrecampo,Sor Mª Cobos Crespo yFundación PRASA.- El Presidente pregunta si se le entre-ga a Irina canastilla por el nacimiento de su hija. Unanimidad SI.

27/02/08 Asamblea Gral.Ordinaria y Extraor-dinaria

1. Lectura del Acta anterior.2. Examen de las cuentas 2007. Apro-bación, si procede.3. Examen de la Memoria de activi-dades 2007.4. Nombramiento de la nueva Jun-ta Directiva previa presentación de Candidatos.5. Examen del presupuesto.

- Se aprueba acta anterior.-Se examinan las cuentas del ejercicio 2007 y se aprueban por unanimidad.- Se examina la memoria de actividades 2007 y se aprueban por unanimidad.- Se presentan 6 candidatos. Los asis-tentes por unanimidad aceptan a estos candidatos que formarán la Junta Di-rectiva.- No hay presupuesto al no estar for-malizada la Junta Directiva.

04/03/08 Junta Directiva.Constitución de la misma.

1. Constitución de la Junta Direc-tiva y nombramiento de cargos.

- Se constituye la Junta y se nombran los cargos.

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Fecha Carácter Orden del día Acuerdos adoptados

17/03/08 Junta Directiva. 1. Reunión de la Junta Directiva con representantes jurídicos. Nombra-miento de los representantes en la Junta.

- Los representantes jurídicos, eligen entre ellos a los representantes dentro de la Junta Directiva.

25/03/08 Junta Directiva. 1. Lectura del Acta anterior.2. Análisis del Presupuesto de In-gresos y Gastos.3. Asamblea Gral. Fecha.4. Propuesta de actividades.5. Ruegos y preguntas.

- Se aprueba el acta anterior.- Se acuerda pasar el presupuesto de 2008 presentado por el Sr. Tesorero a la consideración de la Asamblea Gral.- Se acuerda fechar la Asamblea Gral. para el 11/04/2008 a las 21 h.- El Tesorero propone una serie de actividades para el ejercicio de 2008. Se aprueban y se pasarán a la Asamblea General.

11/04/08 Asamblea Gral.Ordinaria.

1. Lectura de la anterior.2. Presentación de la Junta.3. Examen y aprobación, si procede, de proyecto de actividades para el ejercicio de 2008.4. Examen y aprobación, si procede, del Presupuesto de Ingresos y Gastos 2008.5. Ruegos y preguntas.

- Se da lectura al Acta y se aprueba.- El Sr. Presidente presenta la nueva Junta Directiva y sus cargos.- Se examinan las actividades y se aprueban por unanimidad.- Se examina el presupuesto de Ingre-sos y Gastos y se aprueba por unani-midad.- No hay ruegos ni preguntas.

05/06/08 Junta Directiva. Ordinario.

1. Lectura Acta anterior.2. Nombramiento de Comisiones.3. Revista el Celemín.4. Escuelas asociadas a la UNESCO.5. Ruegos y preguntas.

- Se aprueba el Acta anterior.- Se acuerda que para la revista partici-pe toda la Junta. Para el resto de activi-dades se tratarán en su momento.- Se acuerda que la revista la realice una imprenta de Villanueva de Córdo-ba.- D. Cándido explica los actos progra-mados para el día 3 de julio con mo-tivo del XXI Encuentro de Escuelas Asociadas a la UNESCO.No hay ruegos ni preguntas.

23/06/08 Junta Directiva.Ordinario

1. Lectura Acta anterior.2. Lectura de escritos3. Actividades a desarrollar.4. Ruegos y preguntas.

- Se lee el Acta y se aprueba.- Se da lectura al escrito enviado a D. José Romero y al recibido de la Funda-ción PRASA.- Se analizan las actividades a desarro-llar con el presupuesto disponible y se acuerda, por estar ya comprometidos, ayudar al Ayuntamiento con el 50% de la Narrativa Corta, de la celebración del XXI Encuentro de Escuelas Asociadas a la UNESCO y Campamentos de In-glés. Al Hogar del Pensionista ayuda para la fiesta de San Juan.Y para la Asociación El IX Certamen de bandas.- No hay ruegos ni preguntas.

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UNO.- APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL BO-RRADOR DEL ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

DOS.- APROBACIÓN DEL MODELO TIPO DE PROTOCOLO DE COLABORACIÓN ENTRE LA DI-PUTACIÓN DE CÓRDOBA Y LOS AYUNTAMIEN-TOS DE LA PROVINCIA PARA LA APORTACIÓN DE SUELO CON DESTINO A LA CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS PROTEGIDAS: El Pleno de la Diputa-ción Provincial, en sesión de fecha 20 de febrero de 2008, acordó aprobar el modelo tipo de protocolo de colabora-ción entre la Diputación de Córdoba y los Ayuntamientos de la provincia para la aportación de suelo con destino a la construcción de viviendas protegidas.

El Pleno ha estudiado el anterior protocolo, cuyo ob-jetivo principal es garantizar que al menos 2/3 de las vi-viendas protegidas, cuya superficie útil oscilaría entre los 70 y los 80 m2, se destinen a familias cuyos ingresos no excedan de 2,5 veces el IPREM, y lo ha hallado conforme con los intereses de los vecinos de Torrecampo.

TRES.- ACEPTACIÓN DE LA OBRA A INCLUIR EN EL PLAN PROVINCIAL DE OBRAS Y SERVI-CIOS: El Sr. Presidente expone el contenido de su pro-puesta, cuyo tenor literal es como sigue:

El Pleno de la Diputación Provincial, en sesión de fecha 20 de febrero de 2008, acordó aprobar definitivamente el Plan Plurianual de Inversiones Locales para el cuatrienio 2008-2011, en el que se encuentra la obra denominada “Ho-tel Rural Municipal”, cuyo presupuesto es de 607.924,83 euros, los cuales se financiarán en la anualidad 2011, co-rrespondiendo en principio al Ayuntamiento de Torrecam-po la cantidad de 48.396,24 euros.

Doña Francisca Cantador Cobos afirma que la pro-puesta de su grupo fue que se incluyera en Planes Provin-ciales la construcción del tanatorio, por lo que se absten-

drán en la votación.

CUATRO.- DETERMINACIÓN DE LA OBRA A SOLICITAR AL AEPSA 2008: Al iniciarse este punto se incorpora a la sesión doña María Lucía Fernández Campos.

El Sr. Presidente enumera algunas de las principales necesidades de pavimentación de calles de Torrecampo, de entre las cuales, la que considera más urgente, se corres-ponde con el tramo de la calle Pozoblanco que se inicia en la entrada de la población y llega hasta el cruce con la carretera de Puertollano y el tramo de la continuación de la calle Ejido contiguo con el anterior, por lo que propone que sea éste el proyecto que redacte el técnico municipal para su posterior aprobación y solicitud al AEPSA de este año.

Doña Francisca Cantador Cobos expresa su confor-midad con que sea el tramo señalado de la continuación de la calle Ejido el destinatario de las obras, pero añade que las mismas debían continuarse no hacia la calle Pozoblan-co, sino hacia la zona del matadero.

En el debate posterior, en el que intervienen varios con-cejales, no se llega a ningún acuerdo, por lo el Sr. Presi-dente somete a votación su propuesta, que resulta aprobada con los cuatro votos a favor de los Concejales del grupo del PP y los tres votos en contra de los Concejales del gru-po del PSOE-A.

CINCO: APROBACIÓN DEL CONVENIO DE CO-LABORACIÓN CON LA CONSEJERÍA DE OBRAS PÚBLICAS Y TRANSPORTES SOBRE GESTIÓN DE LAS AYUDAS DE LA PROGRAMACIÓN 2008 DEL PROGRAMA DE REHABILITACIÓN AUTO-NÓMICA Y DE LOS CRITERIOS DE REFERENCIA PARA LA BAREMACIÓN.

Extractos de los Plenos MunicipalesACTA DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL PLENO

DE FECHA 24 DE MARZO DE 2008

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UNO.- APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL BO-RRADOR DEL ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

DOS.- ADHESIÓN AL ACUERDO DEL AYUNTA-MIENTO DE FUENTE OBEJUNA RELATIVO AL DECRETO ZEPA.

TRES.- RATIFICACIÓN DEL DECRETO SOBRE CARÁCTER TRADICIONAL DE LA SUELTA DE VAQUILLAS.

Durante años ha sido tradición celebrar en Torrecam-po una suelta de vaquillas. Esta costumbre, especialmente valorada por los vecinos y visitantes más jóvenes, obli-ga al Ayuntamiento a proporcionar los medios necesarios para cubrir la pretensión surgida desde el pueblo.

Este hecho viene siendo reconocido año tras año por diversos acuerdos municipales, el último de la Junta de Gobierno de fecha 26 de abril de 2007.

Por ello, y a fin de que surta efectos ante la Junta de Andalucía, que debe autorizar dicho festejo, HE RESUEL-TO declarar tradicional la suelta de vaquillas que se cele-brará el día 2 de mayo de 2008.

CUATRO.- DECRETOS E INFORMES DE LA AL-CALDÍA:

El Sr. Presidente informa de los siguientes asuntos:- La visita al Ayuntamiento de la Policía Autonómica,

que a instancias del fiscal, está realizando una investiga-ción sobre varias construcciones ilegales en el suelo rústi-co del término municipal de Torrecampo.

- La próxima terminación de la vivienda de los inmi-grantes.

- La construcción de un muro que impide el paso desde la escalera a la zona alta del antiguo edificio de los maes-tros.

- Las gestiones que se están realizando para la repara-ción de la puerta de la Báscula Municipal.

- La resolución dictada por el Delegado de la Conse-jería de Innovación sobre autorización del suministro de electricidad al Polígono Industrial.

- La concesión por parte de la Consejería de Goberna-ción de las siguientes subvenciones para el proyecto que se expresa:

. Patio de la casa consistorial: 30.390,26 euros.- La concesión por parte de la Diputación Provincial de

las siguientes subvenciones para los proyectos que segui-damente se relacionan:

. Acabados del centro de acogida de inmigrantes: 30.782,19 euros.

. Contratación de personal administrativo: 8.309,25 euros.

. Programas municipales de Cultura: 9.521,00 euros.

. Equipamiento cultural: 2.400,00 euros. . Programas de deportes: 7.930,00 euros. . Equipamiento deportivo: 1.115,00 euros. . Equipamiento de juventud: 1.079,00 euros. . Planes de juventud: 2.925,00 euros. . Programas de igualdad: 2.868,75 euros. . Empleo Zona Norte: 31.312,58 euros. . Compromiso por el empleo: 30.060,08 euros.

PRIMER PUNTO URGENTE.- PETICIÓN PARA QUE SE MODIFIQUE LA L.O.U.A. A FIN DE QUE SEA POSIBLE CONSTRUIR EN SUELO RÚSTICO VIVIENDAS RESIDENCIALES AISLADAS NO DES-TINADAS A FINES AGRÍCOLAS, FORESTALES O GANADEROS: Previa autorización del Sr. Presidente, toma la palabra el Sr. Romero Campos para proponer que se someta a la consideración urgente del Pleno una soli-citud a la Mancomunidad para que la Junta General de la misma adopte un acuerdo solicitando la modificación de la Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanís-tica de Andalucía, en el sentido de que sea posible, con las limitaciones que el medio ambiente necesite para su con-servación, construir viviendas aisladas que no estén adscri-tas a fines agrícolas, forestales o ganaderos, a fin de que el sector servicios, el único con cierto futuro en Torrecampo, tenga una fuente de ingresos en el retorno temporal de los emigrantes y el flujo de personas que pueda venir desde núcleos de población más habitados.

El Sr. Presidente y doña María Elena Santofimia Ruiz manifiestan su conformidad con la propuesta. El Sr. Presidente somete inmediatamente tanto la urgencia como el fondo del asunto a la consideración del Pleno, y éste, por unanimidad, lo que representa mayoría absoluta, acuerda:

Primero: Tratar inmediatamente el asunto por el proce-dimiento de urgencia.

Segundo: Solicitar a la Mancomunidad de Los Pedro-ches que el órgano colegiado superior de la misma adopte acuerdo instando a la Junta de Andalucía a que presente un proyecto para la reforma de la Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía, en el sentido de que sea posible, con las limitaciones que el medio ambiente necesite para su conservación, construir viviendas aisladas que no estén adscritas a fines agrícolas, forestales o ganaderos.

CINCO.- RUEGOS Y PREGUNTAS: D. Justo Romero Campos pregunta por el sentido y el coste del

ACTA DE LA SESIÓN ORDINARIA DEL PLENO DE FECHA 8 DE MAYO DE 2008

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arrendamiento del local de la plaza de Jesús que sirve para nuevo almacén, sobre todo teniendo en cuenta que el Ayun-tamiento dispone de una nave en el polígono industrial.

Le contesta el Sr. Presidente que existen conversacio-nes para que sea destinada a una industria de transforma-ción de productos agrícolas que emplearía sobre todo a mujeres, así como que su ubicación muy próxima a la casa consistorial lo hace mucho más eficiente. Sobre su alquiler, dice que supone al mes 420 euros en total.

D. Justo Romero Campos añade que está de acuerdo con que la nave sea destinada preferentemente a la crea-ción de empleo, pero que mientras tanto podía destinarse a almacén.

El Sr. Presidente le contesta que la terminación del edi-ficio aún está pendiente de algunas obras e instalaciones.

*****

D. Justo Romero Campos pregunta si las jardineras que se han colocado para disimular los contenedores se van a poner en otros lugares del pueblo. Añade que están quitando aparcamiento en los lugares del pueblo donde más necesarios son y que agravan el trabajo de los ope-rarios del servicio de recogida, tanto por la propia dispo-sición de los contenedores dentro de las jardineras como porque los coches aparcan en la boca de acceso, con lo que muchas veces hay que sacar los contenderos por la acera, lo que podría suponer que la empresa concesionaria del servicio pidiera un aumento del precio y, en consecuencia, hubiera un incremento de la tasa.

Le contesta el Sr. Presidente que supone muy poco tra-bajo más, que algunos directivos de la empresa han elogia-do el sistema y que varios ayuntamientos han preguntado por el nombre de la empresa suministradora.

*****

D. Felipe Zornoza Ruiz pregunta por qué no se han instalado las jardineras en el centro del pueblo y no en otros lugares, con lo que ha vulnerado la igualdad que existe entre todos los ciudadanos.

Le contesta el Sr. Presidente que eso está en contra-dicción con lo expresado por el portavoz de su grupo, así como que el equipo de gobierno decidió instalarlos en los lugares más transitados.

*****

D. Felipe Zornoza Ruiz expresa el deficiente estado limpieza en que se encontraban las chozas del parque de La Raya durante la feria pasada y pregunta por qué no se ha colocado en ellas una puerta y no se ha procedido a mantenerlas en buen estado de limpieza y conservación, sobre todo en los días de feria y dada su proximidad a la

plaza de toros.

Le contesta el Sr. Presidente que se ha previsto la ins-talación de una puerta, así como que se ha procurado man-tener la limpieza del parque y de todo el recinto ferial, para lo que se ha hecho un esfuerzo a diario, como bien sabe todo el pueblo, que valora como se merece la diferencia entre el estado de conservación actual y el anterior de los parques y de las vías públicas de Torrecampo.

En este momento quiere intervenir D. Justo Romero Campos para comentar el tramo final de la intervención del Sr. Presidente, pero éste le niega la palabra alegando que las preguntas las hacen los concejales y las contesta él, sin que haya lugar a debate, como en esa misma sesión ya le ha aclarado al Sr. Calero Crespo en una situación pareci-da, lo que hago constar a petición expresa del Sr. Romero Campos.

El Sr. Presidente pide expresamente que conste en acta que el Sr. Romero Campos no conoce la Ley.

*****

D. Justo Romero Campos manifiesta que la visita que iban a realizar la portavoz del grupo del PSOE-A y el Al-calde a la Delegación de Obras Públicas para informarse del trazado de la circunvalación debería sustituirse por un estudio del proyecto en el propio Ayuntamiento, a fin de que todos los concejales pudieran formular las sugerencias que consideraran oportunas.

Le contesta el Sr. Presidente que está de acuerdo con la propuesta.

*****

Doña María Elena Santofimia Ruiz pregunta por la forma en que se hacen los pagos a la empresa de suminis-tro eléctrico.

Le contesta el Sr. Presidente que los recibos de todos los edificios están domiciliados y se pagan cuando la em-presa suministradora los presenta al cobro en el banco y los recibos por el suministro del alumbrado se pagan por transferencia. De éstos, están pendientes al día de la fecha los últimos presentados, que se corresponden con los me-ses de enero y febrero de 2008.

*****

D. Felipe Zornoza Ruiz pregunta por la solicitud de una caseta de venta de pollos asados para la feria que ha sido denegada por la Junta de Gobierno.

Le contesta el Sr. Presidente que el solicitante no era un profesional del ramo y que no había sitio para darle ubicación.

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ACTA DE LA SESIÓN ORDINARIA DEL PLENO DE FECHA 17 DE JULIO DE 2008

UNO.- APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL BO-RRADOR DEL ACTA DE LA SESIÓN ANTERIOR.

DOS.- ADHESIÓN AL ACUERDO DE LA JUNTA DE LA MANCOMUNIDAD DE LOS PEDROCHES DE FECHA 3 DE JUNIO DE 2008 SOBRE FINAN-CIACIÓN LOCAL.

TRES.- MOCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL SO-CIALISTA RELATIVA AL DEBATE GENERAL DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Y LOCAL.

CUATRO.- DETERMINACIÓN DE LAS FIESTAS LOCALES PARA 2009: Visto el calendario de fiestas laborales para el año 2009 y el calendario escolar 2008-2009, y atendiendo a las costumbres y fiestas tradicionales de esta localidad, se acuerda por unanimidad:

Primero: Declarar como fiestas locales para el año 2009 los días 20 de enero y 15 de mayo.

Segundo: Proponer como no lectivo a efectos escolares el día 4 de mayo.

CINCO.- ESTUDIO DE LA SITUACIÓN PLAN-TEADA EN EL COLEGIO NTRA. SRA. DE LAS VEREDAS CON LA CREACIÓN DE GRUPOS MIX-TOS: El Ayuntamiento ha tenido conocimiento de que la Delegación de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba ha resuelto crear un grupo mixto con las clases de tercero y cuarto de primaria.

El Alcalde, varios concejales de los dos grupos políti-cos municipales y varios representantes de los padres han mantenido una reunión con la Delegada de la Consejería de Educación en Córdoba para hacerles ver su rechazo a la creación de grupos mixtos en el colegio de Torrecampo, máxime cuando las instrucciones dadas por la propia De-legación y remitidas por escrito a los colegios prevén que “en las unidades mixtas de educación infantil la ratio se reducirá hasta 15 alumnos y alumnas por unidad”, y cada uno de los cursos afectados disponen de ocho alumnos. En dicha conversación, la señora Delegada mantuvo su deci-sión de unificar dichos cursos con el argumento de que de-bían de rentabilizarse los recursos disponibles.

La Orden de 24 de febrero de 2007, por la que se desa-rrolla el procedimiento de admisión del alumnado en los centros docentes públicos y privados concertados, a excep-ción de los universitarios, establece en su disposición final primera, sobre la “difusión de las normas de escolariza-ción y asesoramiento en aplicación de las mismas”, que “las personas titulares de las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Educación procurarán que en los Ayunta-mientos y Juntas de Distrito de su demarcación se dé publi-cidad a las relaciones de puestos de escolares vacantes y a la normativa que rige la admisión del alumnado”.

El Ayuntamiento no ha recibido la normativa a que se hace referencia en la disposición antes citada, como sería lógico a tenor de lo en ella expuesto, pero sí lo ha recibido por escrito el colegio público Nuestra Señora de las Ve-redas, en forma de “Instrucciones complementarias para el proceso de admisión en educación infantil, educación primaria y educación secundaria”.

Los profesores, los padres de los alumnos afectados y todos los que leyeron las instrucciones creyeron que, al ha-ber sido dictada con carácter general, afectaba por igual a todos los alumnos de la provincia de Córdoba y, en conse-cuencia, también a los alumnos de Torrecampo, y en esa creencia han estado hasta que recientemente han tenido noticias de la decisión de la señora Delegada de crear un grupo mixto con los cursos tercero y cuarto de primaria.

Dado que cada uno de los cursos antes referidos tiene ocho alumnos, el grupo mixto tendría 16 alumnos, es decir, estaría por encima de lo dispuesto como de necesaria ob-servación por la propia Delegada, con lo que se habría vul-nerado una disposición general (interna, pero obligatoria, según se desprende del escrito remitido a los colegios bajo su competencia) con una decisión singular. Poco importa que la norma no tenga rango legal o reglamentario: si la norma obliga a quienes reciben el escrito, debe obligar también a quien la dictó.

Si quien dictó las instrucciones considera que para ren-tabilizar mejor los recursos pueden crearse grupos mixtos con 16 alumnos, debería haberlo fijado así en las instruc-ciones, a fin de rentabilizar mejor todos los recursos que están bajo su competencia, y no sólo los de Torrecampo, pues ello ha supuesto, aparte de la quiebra del principio de inderogabilidad singular de la norma general, la quiebra de otros dos principios:

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1.- Una quiebra del principio de seguridad jurídica, re-cogido en el artículo 9.3 de la Constitución Española, se-gún el cual el ciudadano sabe que las normas lo amparan si se atiene al contenido recogido en las mismas.

2.- Una quiebra del principio de confianza legítima, también recogido en el artículo 9.3 de la Constitución Es-pañola, según el cual los ciudadanos tienen derecho a que no les sorprendan las resoluciones y a la motivación de los actos de las autoridades. En este sentido, el artículo 54 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídi-co de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, establece en su artículo 54.1 que serán motivados “los actos que se separen del criterio se-guido en actuaciones precedentes o del dictamen de órga-nos consultivos”.

Y está tan claro que está actuación se separa del crite-rio seguido en actuaciones precedentes, incluso del criterio seguido en la propia norma, como que no puede llamarse motivación al comentario de rentabilizar los recursos, so pena de que fuera aplicado con carácter general.

Es sabido, por último, que la educación es un elemento fundamental para el desarrollo de los pueblos, por lo que el Ayuntamiento de Torrecampo, máximo representante de los vecinos de este pueblo, no puede consentir que se perjudique el derecho de los niños de Torrecampo a reci-bir una educación de calidad o, al menos, en las mismas condiciones que los niños de otros pueblos de la provincia de Córdoba, y más cuando se hace incumpliendo normas internas que se consideran de obligado cumplimiento.

Torrecampo es un pueblo económicamente deprimido, con su población en retroceso y alejado de los grandes nú-cleos urbanos, sus habitantes se ven obligados a realizar continuos desplazamientos para ir a los centros donde se prestan los servicios, tanto públicos como privados, y sus estudiantes universitarios, de bachillerato y del último ci-clo de secundaria deben hacer un sobreesfuerzo y despla-zarse a centros alejados de su domicilio. En lugar de estar discriminados negativamente, debería existir una discrimi-nación positiva hacia nosotros.

En consecuencia, por unanimidad de los señores y las señoras concejales presentes, que son todos los que forman la Corporación, se acuerda exigir a la Delegación de la Consejería de Educación en Córdoba el cumplimiento de la ratio fijada en las “Instrucciones complementarias para el proceso de admisión en educación infantil, educación primaria y educación secundaria” que para el curso 2.008-2.009 dictó la señora Delegada de la Consejería de Educa-ción en Córdoba, a fin de que no se forme un grupo mixto en el colegio Ntra. Sra. de las Veredas de Torrecampo con

los cursos tercero y cuarto.

SEIS.- SOLICITUD A LA DIPUTACIÓN PROVIN-CIAL DE REPARACIÓN DE LA CARRETERA DE TORRECAMPO A VILLANUEVA DE CÓRDOBA: El Ayuntamiento de Torrecampo, con fecha 24 de marzo de 2008, remitió un escrito a la Diputación Provincial de Córdoba solicitando la reparación de la carretera que une Torrecampo y Villanueva de Córdoba, CO-6102.

Con fecha 10 de julio de 2008 se ha recibido de la Di-putación Provincial un escrito en el que, tras el informe del servicio de carreteras de ese Organismo, se reconoce que “esta vía presenta una situación actual inadecuada desde el punto de vista de su funcionalidad, con un trazado muy sinuoso tanto en planta, contando con los radios muy re-ducidos, como en alzado, con acuerdos insuficientes, que hace que el principal problema actualmente de la citada vía sea su escasa visibilidad de circulación, con la peligrosidad que ello conlleva”. También se reconoce que el ingeniero de la demarcación Norte propuso la inclusión de esta vía en alguno de los planes de obras de la Corporación para 2008, dentro de las actuaciones de máxima prioridad.

El buen estado de la carretera CO-6102 se considera necesario para la seguridad del tráfico y el desarrollo de esta población y, en consecuencia, por unanimidad, se acuerda solicitar a la Diputación Provincial de Córdoba la inclusión de la reforma de esta vía, con carácter prioritario, en alguno de los planes de obras de esa Corporación.

SIETE.- ESTUDIO DEL ESCRITO PRESENTADO POR D. JUAN BAUTISTA CRESPO SOBRE CESIÓN A UNA ASOCIACIÓN DE GANADEROS DE UNA PARCELA DEL POLÍGONO INDUSTRIAL.

OCHO.- APROBACIÓN, SI PROCEDE, DEL CON-VENIO MARCO ENTRE LA DIPUTACIÓN PRO-VINCIAL DE CÓRDOBA Y LOS AYUNTAMIENTOS DE LA PROVINCIAL PARA LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO SUPRAMUNICIPAL DE ASISTENCIA EN MATERIA DE VIVIENDA SOCIAL Y PROTEGI-DA Y EQUIPAMIENTOS COMUNITARIOS Y APAR-CAMIENTOS.

NUEVE.- MOCIÓN DEL GRUPO DEL PSOE-A SOBRE JORNADA LABORAL DE 48 HORAS.

DIEZ.- APROBACIÓN, SI PROCEDE, DE LA CUENTA DEL PRESUPUESTO 2007.

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No obstante, debe tenerse en cuenta que a 31 de di-ciembre de 2007 se quedaron sin contabilizar por falta de consignación facturas por valor de 58.404,68 euros, que fueron objeto de reconocimiento extrajudicial de créditos por el Pleno en sesión de fecha 30 de enero de 2008, por lo habría que disminuir en esa misma cantidad tanto el resul-tado presupuestario como los remanentes de tesorería para gastos generales.

ONCE.- RUEGOS Y PREGUNTAS: Doña Francisca Cantador Cobos formula las siguientes PREGUNTAS:

1º.- ¿Por qué no se ha realizado el maratón de fútbol

sala?2º.- ¿Se van a reparar los parques infantiles y a recortar

las ramas bajas de los árboles que hay en ellos plantados?3º.- ¿Tiene un horario fijo el polideportivo?

Asimismo, formula el RUEGO de que se hagan las gestiones adecuadas para que el Ayuntamiento disponga de un contenedor de pilas usadas.

Le contesta el Sr. Presidente en la siguiente forma:1º.- El maratón no se ha podido realizar porque sólo se

han presentado cinco equipos. Afirma que es una lástima, sobre todo porque este acontecimiento deportivo lleva el

RESULTADO PRESUPUESTARIO

El remanente líquido de tesorería queda de la siguiente forma:

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nombre de Tomás Rubio, al que, no obstante, se recordará en el maratón local.

D. Justo Romero Campos dice que este tipo de acon-tecimientos están en regresión, como ellos mismos pu-dieron comprobar en los últimos años en que estuvieron gobernando, pero que, aún así, se podía haber seguido una estrategia mejor, basada fundamentalmente en el apoyo económico y el mantenimiento de las fechas.

2.- Mandará que arreglen los parques infantiles y que recorten las ramas que estorban.

3.- El polideportivo tiene un horario fijo. No obstante, en verano se dejarán abiertas las puertas exteriores y en-cendido el alumbrado.

4.- El Ayuntamiento tiene un contenedor de pilas en el sótano.

D. Justo Romero Campos manifiesta que el vecinda-rio no sabe que existe.

El Sr. Presidente manifiesta que se hará una campaña informativa en la población.

*****

D. Antonio Calero Crespo pregunta si se van a instalar contenedores de recogida de residuos sólidos en el polígo-no industrial.

Le contesta el Sr. Presidente que se pondrá en conoci-miento de EPREMASA para que disponga la instalación de los contenedores que hagan falta.

*****

D. Justo Romero Campos pregunta si hay novedades sobre el estudio que se iba a hacer por los concejales del trazado de la circunvalación.

Le contesta el Sr. Presidente que, tras el ruego formu-lado por el Sr. Romero Campos en el Pleno de fecha 8 de mayo de 2008, se remitió escrito a la Delegación de la Consejería de Obras Públicas solicitando cuanta infor-mación fuera posible a fin de que los Concejales pudieran

estudiarla, escrito al que aún no ha respondido la Delega-ción, por lo que volverá a formular la solicitud.

*****

El Sr. Presidente informa de las siguientes cuestiones:- No se ha presentado el informe sobre las cuentas de

la casa de los inmigrantes porque aún están rematándose las obras.

- Se han terminado las pequeñas obras de reparación en el edificio anejo a la Báscula Municipal.

- La sesión de la Junta General de la Residencia se ten-drá cuando se convoque el próximo Pleno.

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Querida Fátima:

Han pasado ya varios días y sigo sin poder creerlo. Anoche, como cada noche, esperé despertar a la mañana siguiente y encontrarme con que sólo había sido un mal sueño. Hoy, todo se desvanece cuando abro los ojos y descubro que no se trata de ninguna pesadilla, que es verdad y que ya no estás entre nosotros. Siento que falta algo importante en mi vida y me arrepiento de haber desaprovechado los últimos años estando lejos de ti, desconociendo tantas cosas, sin poder o querer ayudarte. Me enfado y entristezco, no lo entiendo. No comprendo cómo te has marchado siendo tan joven.

Esta mañana he vuelto al cajón de los álbumes de fotos y he recordado nuestra infancia juntos. Me he reencontrado con una época feliz, llena de cariño, de pureza, de inocencia. Y he deseado volver a los momentos de las imágenes que he escogido para enviarte… Volver a tener dos añitos, volver a tus vestidos y a mis pantalones de colores. Volver a la sensación de que las flores y las plantas del patio son más altas que nosotros mismos. Volver a apretar tu mano. Volver a sentarme contigo en el sillón de flores de tu casa. Volver a los besos, al cariño y a la protección de nuestros padres.

Volver a ir montados en la carroza el día de la Romería vestidos de gitanos (con ese nudo de la camisa de lunares apretando mi barriga del que tanto nos reiríamos después). Volver a los carnavales, a las tardes previas, a los nervios por saber de qué nos iban a vestir cada año nuestras madres. Volver a nuestro disfraz amarillo de ratoncitos. Volver a los ce-los que sentí cuando nos vestimos de circo y Enrique fue tu pareja de trapecista, mientras que yo tuve que conformarme con el papel de mago. Volver a los disfraces de margaritas, de brasileños, a tu precioso disfraz de fresa. Volver a pasar las tardes enteras jugando en tu cámara, a las obras de teatro, a los bailes de fin de curso, a las excursiones, a los domingos en el Galastro.

Volver al olor de tu pan especial, a tus ganas de pellizcar un poquito del nuestro, a tu fuerza de voluntad para conte-nerte. Volver a escuchar tu risa, a los campamentos de verano, a las noches de adolescencia, a tu cochera, a los juegos de mesa, a los días de campo, a tus paellas. Volver a las clases en el instituto, a nuestro viaje de intercambio a Francia o a nuestra alegría cuando nos enteramos de que los pisos de las familias francesas con las que nos quedábamos estaban en el mismo edificio. Volver a la sensación de que, a tantos kilómetros de distancia de nuestro pueblo, tú y yo seguíamos estando cerca el uno del otro y podíamos protegernos.

Permíteme que sienta nostalgia y alegría por aquellos años en los que te tuve cerca de mí y pudimos disfrutar juntos. Y déjame que te pida perdón por la lejanía de los últimos tiempos. Por no haberte llamado más a menudo. Por no haber comprendido mejor tus problemas. Por no haber entendido tu búsqueda continua de la felicidad. Por no haber sabido que los malos momentos simplemente se debían a que buscabas tu sitio en el mundo. Perdóname por no haber estado a la altura de las circunstancias que tú necesitabas en estos últimos años.

Me hubiese gustado haberme dado cuenta de lo que estaba ocurriendo. Haber ido a verte más a menudo a Segovia. Haber apurado mejor los días que tú venías a verme a Madrid. Haber hablado más contigo la última noche que dormiste en mi piso. Haberte dicho más veces y mejor lo mucho que me gustaron las fotografías que me enseñaste. Haberte mos-trado más entusiasmo cuando me hablabas de todos los proyectos que tenías puestos en marcha en Segovia. Haber sabido más de ti. Haber estado más cerca de ti. Haberte dicho lo mucho que te quería.

Fátima, espero de corazón que, donde quiera que estés, descanses tranquila y feliz, en paz, rodeada de aquéllos que nos querían y que hoy tampoco están entre nosotros. Estoy seguro de que te sentirás mimada y protegida por todos ellos. Aquí dejas a muchas personas echándote de menos. Probablemente, muchas más de las que tú imaginaste.

A Fátima del Castillo Molina

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Pero, sobre todo, dejas a unos padres y unos hermanos que te adoraban y que ahora lo están pasando muy mal. Espe-ro que el tiempo y el apoyo de todos sus amigos puedan ir cerrando las heridas y mitigando el dolor que tu marcha les ha provocado. Ocúpate tú de mandarles el cariño y aliento necesarios para que no se vengan abajo en los momentos de soledad.

Y déjame volver siempre que lo necesite a tu sonrisa, a tu mirada, a nuestros recuerdos en común; a ese sillón de flores, a ese patio de los pisos de los maestros, a esos primeros años alejados de preocupaciones, miedos y temores. Con la ilusión, la inocencia y la alegría de dos niños pequeños que viven en un universo que empieza y acaba en Torrecampo. A dos niños que, para ser felices, sólo necesitaban del cariño y la protección de sus padres.

Y déjame recordarte siempre como una amiga inteligente, generosa, alegre y decidida. Siempre, mi amiga.

Digno Pastor Pacheco.Torrecampo, 14 de Agosto de 2008

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Los fuertes calores del verano propiciaron que las nubes bajaran con frecuencia a beber agua del mar, ahora tienen las tripas llenas e hinchadas y les duelen mucho. Aprovechando este atardecer triste de oto-ño las quieren vaciar y yo soy la encargada de hacerlo. Soy consciente que mi llegada no es siempre del agrado de todos, “nunca llueve a gusto de todos”. Yo intento contentar a todos, a veces me esperan con ansia y para otros soy inoportuna.

Como que no he tenido trabajo durante el verano ahora lo haré sin prisas y recreándome con él, sacaré mi vena curiosa y disfrutaré con mi trabajo.

Voy a poner toda mi atención en el edificio que tengo enfrente: es sólido, no muy alto… bajo lenta-mente, las lluvias de otoño somos suaves, poco a poco, gota tras gota, voy bajando, ahora lo veo perfec-tamente: tiene cuatro plantas y, naturalmente empezaré por la última, siempre actúo de arriba abajo…

Fijo mi atención en una ventana, está sucia de polvo, para poder ver el interior necesito la ayuda del viento para limpiar juntos un poco los cristales, ahora veo una cocina pequeña y, muy atareada Julia que ojea unas fichas buscando unas recetas fáciles, tiene invitados y pocas ganas de cocinar, para que me vea, salpico con fuerza los cristales, se acerca a la ventana y sonríe, la he liberado, no tiene que cocinar, la cena se suspende, en la terraza no se puede cenar.

Continúo mi recorrido y bajo a la tercera planta, la ventana del baño está abierta y María está mani-pulando el secador, la corriente se corta y ella está a punto de salir, tan solo le falta alisarse unos rizos rebeldes, intento captar su atención con un trueno seco y al oírlo, respira aliviada… coge el frasco de gomina y sale rápidamente…

Estoy contenta, de momento, soy bienvenida y voy resolviendo pequeños problemas. Bajo hasta la segunda planta, la puerta de la terraza está entreabierta y unos niños que juegan dentro, al darse cuenta de mi presencia, salen gritando y empiezan a correr arriba y abajo…

Finalmente bajo a la primera planta, se oyen gritos y portazos. Las flores de las macetas están marchi-tas, hace tiempo que nadie cuida de ellas, se abre la puerta y sale Eva, vigila la calle, apenas hay circula-ción, mira en todas direcciones, está muy nerviosa, entra y sale, va anocheciendo, cada vez es más oscuro. Intento aflojar un poco, parece que la circulación, poco a poco, vuelve a coger su ritmo. Un coche para y al oírlo sale, y vuelve a entrar, cierra la puerta con energía, coge las maletas y baja corriendo a la calle, justo pisar la acera el coche se pone en marcha…

Las nubes se han vaciado. El cielo se aclara…

Mª Josefa FargásReus (Tarragona)

La lluvia

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