NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA ...

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Revista Internacional de Estudios en Educación 2005, Año 5, Nº 1, 37-57 S ESTUDIOS NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA EN AMÉRICA LATINA Y ESPAÑA Lorenzo González Kipper Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Italia RESUMEN La investigación tuvo como propósitos especificar variables que permitieran discriminar grupos de asociados lasallistas, detectar con qué fuerza cada una de esas variables influye sobre la pertenencia a los grupos y tener la capacidad de aplicar lo estudiado a casos concretos para asignarles al grupo que les corresponde. Se trató de una investigación empírica, cuantitativa, descriptiva, transversal y de campo. La muestra estratificada fueron 939 sujetos pertenecien- tes a las instituciones lasallistas no universitarias de América Latina y de España en el período 2003-2004. El instrumento, con escala tipo Likert, se elaboró ex profeso. Su validez y confiabilidad se establecieron durante el estudio piloto. Los datos recogidos se sometieron a la estadística descriptiva. Con el análisis cluster se agruparon en tres niveles. Cuatro análisis discriminantes sucesivos permitieron estudiar y establecer la discriminación de los tres grupos. Se detectaron las variables con mayor fuerza discriminante en cada una de las dos ecuaciones discriminantes. La diferencia entre los grupos quedó comproba- da por las diferencias entre las medias de las variables, entre los coeficientes discriminantes y entre los centroides (p < 0.05). La equivalencia entre estos grupos y los grupos a priori quedó establecida por la similitud del comporta- miento de las variables. Se identificaron las características de cada grupo y lo que implica pertenecer a ellos. Se clasificaron los sujetos en base a las funcio- nes discriminantes tipificadas. Las cinco variables consideradas fueron: pertenencia, solidaridad, adhesión entusiasta, espiritualidad y compromiso comunitario. Ellas caracterizan al sujeto de la realidad asociativa lasallista y permitieron discriminar tres grupos. Introducción En el contexto de un mundo globa- lizado, en el que los países buscan los Lorenzo González Kipper, SecretarioGe- neral del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La correspondencia concerniente a este artículo puede ser enviada a Lorenzo Gonzá- lez Kipper, Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Casa Generalicia, 476 Via Aurelia, Roma, Italia. Correo electróni- co: [email protected] tratados unificadores, las empresas alianzas estratégicas y las iglesias diálo- gos interreligiosos y ecuménicos, es difí- cil concebir una institución que pretenda asegurar su futuro permaneciendo plega- da sobre sí misma o en su pasado. Fide- lidad y adecuación son las dos exigen- cias para un grupo religioso que quiere trascender en el mundo de hoy. Tal es el reto del instituto lasallista. Con más de tres siglos de historia hoy, el Instituto de los Hermanos de las 37

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Revista Internacional de Estudios en Educación2005, Año 5, Nº 1, 37-57 S ESTUDIOS

NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDADASOCIATIVA LASALLISTA ENAMÉRICA LATINA Y ESPAÑA

Lorenzo González KipperInstituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Italia

RESUMENLa investigación tuvo como propósitos especificar variables que permitieran

discriminar grupos de asociados lasallistas, detectar con qué fuerza cada unade esas variables influye sobre la pertenencia a los grupos y tener la capacidadde aplicar lo estudiado a casos concretos para asignarles al grupo que lescorresponde. Se trató de una investigación empírica, cuantitativa, descriptiva,transversal y de campo. La muestra estratificada fueron 939 sujetos pertenecien-tes a las instituciones lasallistas no universitarias de América Latina y deEspaña en el período 2003-2004. El instrumento, con escala tipo Likert, seelaboró ex profeso. Su validez y confiabilidad se establecieron durante el estudiopiloto. Los datos recogidos se sometieron a la estadística descriptiva. Con elanálisis cluster se agruparon en tres niveles. Cuatro análisis discriminantessucesivos permitieron estudiar y establecer la discriminación de los tres grupos.Se detectaron las variables con mayor fuerza discriminante en cada una de lasdos ecuaciones discriminantes. La diferencia entre los grupos quedó comproba-da por las diferencias entre las medias de las variables, entre los coeficientesdiscriminantes y entre los centroides (p < 0.05). La equivalencia entre estosgrupos y los grupos a priori quedó establecida por la similitud del comporta-miento de las variables. Se identificaron las características de cada grupo y loque implica pertenecer a ellos. Se clasificaron los sujetos en base a las funcio-nes discriminantes tipificadas. Las cinco variables consideradas fueron:pertenencia, solidaridad, adhesión entusiasta, espiritualidad y compromisocomunitario. Ellas caracterizan al sujeto de la realidad asociativa lasallista ypermitieron discriminar tres grupos.

IntroducciónEn el contexto de un mundo globa-

lizado, en el que los países buscan los

Lorenzo González Kipper, SecretarioGe-neral del Instituto de los Hermanos de lasEscuelas Cristianas.

La correspondencia concerniente a esteartículo puede ser enviada a Lorenzo Gonzá-lez Kipper, Instituto de los Hermanos de lasEscuelas Cristianas, Casa Generalicia, 476Via Aurelia, Roma, Italia. Correo electróni-co: [email protected]

tratados unificadores, las empresasalianzas estratégicas y las iglesias diálo-gos interreligiosos y ecuménicos, es difí-cil concebir una institución que pretendaasegurar su futuro permaneciendo plega-da sobre sí misma o en su pasado. Fide-lidad y adecuación son las dos exigen-cias para un grupo religioso que quieretrascender en el mundo de hoy. Tal es elreto del instituto lasallista.

Con más de tres siglos de historiahoy, el Instituto de los Hermanos de las

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Escuelas Cristianas descubre en sus orí-genes una fuerza renovadora que lo estáimpulsando hacia un nuevo renacer: laasociación lasallista. ¿Cómo medir enlos lasallistas su participación en estarealidad? ¿Cuáles son las variables quepermiten observar y medir su participa-ción en la realidad asociativa de La Sa-lle? Detectados los niveles de asociacióny conocidas las variables que los discri-minan, los responsables podrán tomarlas medidas oportunas para fortificar losniveles e incrementar la vivencia de lasvariables consideradas fundamentalespara el mejor desempeño de la misiónlasallista, finalidad de la asociación.

El presente trabajo se ubica dentrodel amplio tema de las relaciones huma-nas, de la interdependencia interperso-nal, de los grupos que se asocian pormotivos de interés o por motivos religio-sos con miras a lograr determinados fi-nes, especialmente educativos. La aso-ciación lasallista nace, desde su origen,como comunidades de personas que seconsagran a Dios para dedicarse juntosal servicio educativo de los pobres. Através de los años, estas comunidades,unidas en una misma “sociedad” (LaSalle, 1718/2001h, p. 13, 1, 1), se handifundido por el mundo entero (ver Ta-bla 1).

Tabla 1Estadística del personal y de centros educativos lasallistas al 31 de diciembrede 2003

Área Hermanos SeglaresCentros

educativos Alumnos

México 229 8 113 65 85 559América Latina y España 2 062 29 156 380 403 842

En el mundo (80 países) 5 847 72 312 1 021 903 552Nota. Tomado de HEC (2004).

Sin embargo, se han presentado nue-vas situaciones en los últimos cuarentaaños: conciencia de la iglesia como igle-sia-comunión, revalorización del laicadoen la iglesia, nueva toma de concienciade las potencialidades del carisma lasa-llista, disminución del número de Her-manos, incremento de seglares compro-metidos, sensibilización ante las nuevassituaciones de pobreza y ampliación delcampo de la misión lasallista. Estas nue-vas situaciones han llevado al instituto acuestionarse sobre su propio ser y sufuturo.

La revisión de la literatura lasallista,las experiencias vividas y compartidas,las reflexiones personales y diálogos con

especialistas ayudaron al investigador adetectar y a nombrar algunas caracterís-ticas vividas por los lasallistas. El puntoconvergente de este proceso fue la pre-gunta de investigación: ¿En qué medidael sentido de pertenencia, la solidaridad,la adhesión entusiasta, la interiorizaciónde la espiritualidad y el nivel de compro-miso comunitario con la misión son fac-tores discriminantes de los diferentesniveles de asociación de los lasallistasde América Latina y de España en el añoescolar 2003-2004? De la pregunta deinvestigación se derivan los propósitosde este estudio: especificar criterios quepermitan delimitar grupos de asociadoslasallistas, detectar con qué fuerza cada

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uno de esos criterios influye sobre lapertenencia a un grupo de asociaciónlasallista y tener la capacidad de aplicarlo estudiado a casos concretos para asig-narles en el grupo que les corresponde.

Se justifica esta investigación por lasimplicaciones que tiene el tema de laasociación, no sólo en el mundo seculary religioso, sino también, y de particularinterés para el investigador, en la reali-dad lasallista actual. La convicción ge-neral en el mundo lasallista es que elnuevo camino que se va abriendo encuanto a la realidad asociativa lasallistaes un camino privilegiado para que elcarisma de La Salle siga ofreciendo ma-yores servicios a nivel nacional e inter-nacional a favor de los niños y de losjóvenes, especialmente de los pobres.

Desde los inicios del presente trabajose reconocieron limitaciones y delimita-ciones. Limitaciones, en cuanto que larealidad asociativa lasallista es demasia-do amplia y no se pretendió abarcarla ensu totalidad. Además, se reconoce queno existe, por el momento, ninguna de-finición única de la asociación lasallista,ni están especificados en forma definiti-va los elementos que la integran. Encuanto a las delimitaciones, se optó porla encuesta de opinión como único ins-trumento de medición. Los sujetos de lamuestra fueron personas mayores de 20años, integradas en las comunidades edu-cativas de centros lasallistas no universita-rios de América Latina y de España. Nose consideraron grupos intencionalesautónomos lasallistas, aun reconocidosoficialmente. Se delimitó la investiga-ción a cinco variables y a tres niveles departicipación en la realidad asociativalasallista.

Muchas son las investigaciones quese han realizado en torno al proceso edu-cativo sobre la colaboración entre las

personas y sobre diferentes formas deasociación (partnership): entre escuela ycomunidad (Brabeck y Shirley, 2003;Kemp, 2003; Negroni, 2002), entre edu-cadores y las familias, entre docentes einstitución educativa. Sin embargo, eltema de la presente investigación pre-senta características muy específicas, yaque se trata de un constructo propio dela cultura lasallista. El término “asocia-ción”, en este caso, está estrechamenteunido al servicio educativo de los po-bres, vivido desde un ambiente comuni-tario, como una manera concreta de res-ponder a un llamado personal de Diospara colaborar con él en su obra de sal-vación.

Diferentes estudiosos coinciden conBateman (2000), quien describe la aso-ciación como un grupo de personas quese han reunido, consciente y formalmen-te, para alcanzar ciertas metas que enforma individual no podrían alcanzar.Como afirman Laville y Sainsaulieu(1997a), bajo el objetivo asociativo haysiempre un proyecto de sociedad. Paraquienes se asocian, el atractivo está en loque van a solucionar, así como en elencuentro interpersonal con los demásasociados.

En el estudio de las etapas vividaspor el instituto de los Hermanos se con-sideraron tres períodos de su historia: (a)tiempo en que los Hermanos eran todo,hacían todo, tenían y vivían su espiritua-lidad y su pedagogía: el carisma de LaSalle era exclusivamente de ellos; (b)tiempo en el que los Hermanos depen-dieron de la ayuda de los seglares, quie-nes eventualmente los suplían; se con-trataban sus servicios. Los Hermanosdaban testimonio del carisma de La Salley lo comenzaban a dar a conocer y (c) eltiempo actual, en el que los Hermanos, ycada día más no Hermanos, hombres y

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mujeres, comparten una misma misión,una misma pasión por el servicio educa-tivo de los pobres, y juntos se asocianpara vivir según el carisma de La Salle. Este movimiento se ha acentuado en lasúltimas décadas. Se fraguan nuevostérminos para expresar la nueva vida dellasallismo: familia lasallista, comunidadeducativa lasallista, misión compartida,asociación, nueva fraternidad lasallista.

Al confrontar diferentes estudiossobre la asociación lasallista y el resulta-do del análisis factorial de la prueba pi-loto del instrumento de medición, sellegó a la conclusión de que cinco facto-res sobresalían como dimensiones sub-yacentes útiles para observar y medir lavivencia de la asociación: el sentido depertenencia, la solidaridad, la adhesiónentusiasta, la interiorización de la espiri-tualidad y el compromiso comunitario.

La necesidad de pertenencia es unanecesidad fundamental del individuo yes uno de los constructos más importan-tes de la psicología de Adler (Edwards,1995). El sentido de pertenencia va uni-do al sentimiento de ser querido, acepta-do, respetado por los demás (Goodenow,1991). Nave (1990) insiste en la impor-tancia de favorecer el sentido de perte-nencia, puesto que es la base de lacohesión y del fortalecimiento de laautoestima. Rivera (2004) señala que lapertenencia tiene cuatro componentesprincipales: cognitivo, valorativo, afec-tivo y social. Hodge (2001a) encuentraque la participación en una fe religiosacomún es una de las fortalezas más sig-nificativas e incrementa notablemente elsentido de pertenencia.

El sentido de pertenencia no es unavariable dicotómica, sino que abarca unamplio espectro que va desde un fuertesentimiento de pertenencia hasta su au-sencia total (Kember, Lee y Li, 2001).

Orlando (2000) comprobó que, despuésde aplicar un programa para favorecer elsentido de pertenencia, el postest arrojóresultados alentadores. Para medir elsentido de pertenencia Kember, Lee y Li(2001) emplearon, como instrumento,una entrevista semiestructurada con cadauno de los estudiantes de la Universidadde Hong Kong. Robbins y Lese (1993)examinaron, sirviéndose de una encuestade opinión, la interacción entre la inesta-bilidad de jóvenes universitarios en lasmetas y el autoaprecio como variablesindependientes y el sentido de pertenen-cia como variable dependiente.

Frente a los diversos análisis reali-zados por los estudiosos, la pertenenciaa la asociación lasallista significa elsentirse parte de algo más grande queno reduce, sino que amplifica la propiapersonalidad. Esta ampliación es, enprimer término, el grupo cercano o gru-po directo de referencia. Sin embargo elsentido de pertenencia no se limita algrupo local; lleva a sentirse parte de ungrupo mayor: distrito o región.

La solidaridad es uno de los valoresmás señalados el día de hoy. Se le men-ciona como prioritario, aunque los hechosno siempre confirman esta preferencia.Según Kelly (1998), la solidaridad ha pa-sado a ser una expresión importante en unmundo donde lo que prevalece es la bús-queda del propio interés. Las teorías depsicología social de Homans (1950) y deHeider (1958) señalan la importancia delsentimiento afectivo, de la interacciónasociativa, del consenso y de las normaspara alimentar la solidaridad en la fami-lia. De forma semejante Jansen (1952),Nye y Rushing (1969) y Aldous, Carl-son, Foote, Hill y MacDonald (1970)encuentran en investigaciones empíricasque las dimensiones de cercanía, deefectos comunes, de consenso y de

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común normatividad, fundamentan lasolidaridad familiar. Rorty (1991) afirmaque la solidaridad comienza, no con laarticulación de los valores universales yobjetivos, sino “con la experiencia con-creta de compartir la esperanza y la con-fianza que surge del diálogo cercano conel pueblo” (p. 33). El tema de la solida-ridad, especialmente a nivel familiar, hasido medido por Bengtson y Roberts(1991), Baranowski y Schilmoeller(1999). Aday y Kano (1997) emplearonen su instrumento de medición cincodimensiones de la solidaridad intergene-racional: solidaridad funcional, solidari-dad afectiva, solidaridad estructural,solidaridad normativa y solidaridad con-sensual. La solidaridad es, según Botana(2003, p. 13), la actitud que une entre sía los que participan de una misma iden-tidad colectiva. En la realidad asociativalasallista se trata de vivenciar el senti-miento de solidaridad con las personascon las que se vive el servicio educativoy con la misión misma y concretarlo enla corresponsabilidad y la subsidiaridad.

La adhesión entusiasta correspondea otros constructos estudiados por losinvestigadores: la tendencia afiliativa, lainterconexión, el sentido asociativo. Laadhesión entusiasta se refiere al deseo,necesidad y satisfacción de estar juntos,trabajar juntos, comprometerse juntos. Implica amistad, cercanía, gozo, entu-siasmo y duración. Boyer (1994) afirmaque la colaboración es indispensablepara cumplir con la misión institucional,pero para ello se requiere “una institu-ción cohesionada, comprometida en elmejoramiento, de manera claramenteintencionada, de la condición humana”(p. 48). Goldberg (2001) señala comoprimer elemento común a los grandeslíderes educativos la certeza de la poten-cialidad de lo que realiza, convicción

fundamentada en la adhesión profunda yentusiasta del educador en el proyectoque enarbola. El ambiente de iglesiaaparece, según la investigación deThompson y McRae (2001), como lugarprivilegiado para el surgimiento y laconsolidación de una comunidad. Laadhesión entusiasta, en la asociaciónlasallista, es la identificación gozosa conel proyecto educativo y espiritual de LaSalle y con las personas comprometidasen este proyecto. La adhesión entusiasta,en un grupo, implica sentirse convenci-do, motivado y entusiasmado por losobjetivos y finalidades del grupo y porlas personas que lo integran.

La importancia concedida a la espiri-tualidad y a la religión ha resurgido en eltrabajo social y en la educación (Amato-von Hemert, 1994; Canda, 1989; Loe-wenberg, 1988; Netting, Thibault yEllor, 1990; Sermabeikian, 1994). Hod-ge (2001a) señala que el 72% de la genteencuentra en la religión su principal apo-yo y afirma que para más de la terceraparte de la población la espiritualidad esel aspecto más importante de su vida.Tillich (1959) afirma que la espirituali-dad comprende las inquietudes más pro-fundas del ser humano y su búsqueda desentido. Witmer (1989) se refiere a laespiritualidad como a una fuerza o aalgo mucho mayor que uno mismo.Thouard (1995) afirma que “la espiritua-lidad es el motor de la libertad y delobrar hasta sus últimas decisiones” (p.5). Van Grieten (1995) señala en la es-piritualidad lasallista dos elementosfundamentales: uno, que la espirituali-dad está ligada íntimamente a la peda-gogía lasallista, y otro, que en el centrode la espiritualidad está Cristo, de quienel docente es ministro y embajador. ParaSchneider (2003), la experiencia de Diosdel lasallista se inspira en dos fuentes: la

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experiencia de Dios en la historia de loshombres y la presencia de Dios y suacción en los pobres, sobre todo en losjóvenes. El lasallista encuentra en JuanBautista de La Salle un modelo y unmaestro de vida.

A pesar de la reticencia del ambien-te posmoderno al compromiso, sobretodo al compromiso durable, el temasigue llamando la atención a los inves-tigadores que subrayan el sentido y laimportancia del compromiso para eléxito profesional, para la construcciónde relaciones interpersonales positivas ypara el logro de las metas más nobles.Griffin (1995) subraya la importanciadel compromiso del profesor con el pro-fesionalismo educativo, en particular,por medio de la interiorización y puestaen práctica de la teoría constructivista.Ebmeier (2003) percibe dos áreas estre-chamente unidas del compromiso delmaestro: una, es el compromiso con supropio quehacer educativo y otra, conlas metas y valores de la institución.Boyer (1990) incluye en la misión insti-tucional de la excelencia académica laaplicación del conocimiento al serviciode los más pobres. El compromiso a fa-vor de los necesitados es un requeri-miento de la calidad educativa del mun-do actual y más aún de la universidaddel futuro. Kunesh y Farley (1993) des-cubren que, ante los múltiples problemasrelacionados con situaciones de pobreza,se está despertando una nueva concien-cia social que exige un nuevo tipo decompromiso de las personas y de lascomunidades. El compromiso personal ycomunitario ha sido un elemento básico,desde los orígenes del instituto de losHermanos. Para el lasallista, se trata delcompromiso con los colegas y alumnos,con su profesión, con la comunidad edu-cativa entera a favor del mundo de los

pobres. En la realidad asociativa lasallis-ta, la perspectiva no es simplemente deestar asociados, sino de estar asociadospara el servicio educativo de los pobres.

MétodoTipo de investigación

Se trata de una investigación empíri-ca cuantitativa descriptiva, en la que semide con qué intensidad están presentescinco factores que definen la participa-ción de los sujetos en la realidad asocia-tiva lasallista. Es un estudio vertical,realizado durante el año escolar 2003-2004. El instrumento de medición seaplicó en el terreno natural donde sevive la asociación lasallista; es decir, enlas instituciones lasallistas.

SujetosLos sujetos encuestados fueron 939,

de los cuales 462 (49.2%) seglares muje-res, 324 (34.5%) seglares hombres, 68(7.2%) hermanos y 85 (9.1%) no especi-ficados. De ellos, 910 (96.9%) prestansu servicio en escuelas y 29 (3.1%) encentros educativos no formales. La in-vestigación se realizó en 49 institucioneselegidas aleatoriamente de América La-tina y de España. Se recibieron encues-tas de 45 instituciones sobre las 49 elegi-das. Se establecieron cinco poblacionesde datos correspondientes a las cincovariables de asociación lasallista. Paraasegurar la mayor representatividad delos conjuntos educativos, se considera-ron como unidades muestrales las escue-las y los centros no formales lasallistasdivididos, a su vez, en seis grupos: dosgrupos, escuelas y centros no formalesde América Latina de lengua española,dos grupos de América Latina de len-gua portuguesa y dos grupos de España.La validez externa de la investigaciónse garantizó gracias a una selección

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representativa de estos seis conjuntos yse procedió de manera aleatoria estrati-ficada. El porcentaje de institucioneselegidas por cada conjunto fue de 15%seleccionadas aleatoriamente. Comoresultado, se obtuvieron 44 escuelas: 24de América latina —de lengua españo-la—, 5 de América Latina —de lenguaportuguesa—, 15 de España, y 5 centrosno formales, 3 de América Latina —delengua española— y 2 de América Lati-na —de lengua portuguesa—.

InstrumentoUna encuesta de opinión, elaborada

ex profeso por el investigador, permitióla recolección de la información. El ins-trumento recogió algunos datos demo-gráficos y constó de cinco subescalaspara medir cada una de las cinco varia-bles. Cada subescala estuvo integradapor cinco reactivos, dando un total de 25reactivos. La validez del instrumento sedeterminó “de diversas maneras” (Graja-les, 2003, p. 69). Se aseguró la validezde contenido y de faccie, pidiendo opi-nión y aportaciones a expertos en el te-ma de la asociación lasallista. La aplica-ción del instrumento como prueba pilotoa 80 lasallistas latinoamericanos y espa-ñoles pertenecientes a tres diferentesgrupos permitió comprobar la validez delas escalas. Esta toma la realizó directa-mente el investigador con los gruposreunidos en Guatemala, Bogotá, Colom-bia y en Saltillo Coahuila, México. Me-diante un análisis de factor (KMO =.734, Bartlett = 2636.11, p = .000) por elmétodo de extracción y de rotación seobtuvieron cinco factores rotados orto-gonalmente con autovalores de 15.01,3.93, 3.158, 2.223 y 1.995 respectiva-mente, con una varianza acumulada de58.479%. Las cargas factoriales para loscomponentes de cada constructo estuvie-

ron entre .514 y .835 (ver Tabla 2). Sedio nombre a los constructos, los quefueron adoptados como base de la in-vestigación.

Se comprobó la validez de criteriocomparando los resultados que arrojó elinstrumento en la prueba piloto con lapercepción que el mismo investigador yalgunas otras personas conocedoras te-nían de los encuestados. Se utilizó elanálisis discriminante para comprobar lacapacidad del instrumento para identifi-car tres niveles de pertenencia a la reali-dad asociativa lasallista. El resultado delanálisis discriminante mostró que el86.7% de los casos agrupados originalesseleccionados fueron clasificados co-rrectamente, mostrando así la validezdiscriminante del instrumento. Los 25reactivos mostraron un coeficiente alfade Cronbach de .9037 y en los reactivosestandarizados, un coeficiente alfa de.9143. El análisis de confiabilidad paracada una de las escalas dio como coefi-cientes alfa los siguientes resultados:sentido de pertenencia 0.7438, solidari-dad 0.7913, adhesión entusiasta 0.8206,espiritualidad 0.8126 y compromiso co-munitario 0.7547.

El cuestionario definitivo recogió, enuna primera sección, datos demográfi-cos: género, institución educativa, tipode institución, distrito. La segunda sec-ción quedó constituida por 25 declara-ciones, por medio de las cuales el sujetodescribe sus conductas típicas relativasa su vivencia de los factores que definenla pertenencia a la realidad asociativalasallista contestando, según la escala deLikert, del 1 al 5. El instrumento fueaplicado, en español y en portugués, porcolaboradores designados por la autori-dad educativa de cada una de las institu-ciones durante los meses de noviembrede 2003 a enero de 2004. Las encuestas

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contestadas fueron enviadas por correoal investigador, quien procedió a lacreación de la base de datos y al análi-sis estadístico en el mes de febrero de2004.

Recabados los datos de la investiga-ción, se los analizó desde la estadísticadescriptiva. Las variables compuestasquedaron determinadas por la sumatoriade los valores de los reactivos atribuidosa cada una de las cinco variables. Sedescribieron las cinco variables com-puestas con los estadísticos: media, errorestándar de la media, mediana, moda,desviación estándar, sesgo, error están-dar del sesgo, curtosis, rango, mínimo ymáximo. Se consideró la distribuciónnormal en cada variable compuesta,tomando en cuenta el sesgo y la curto-sis para suponer la normalidad de lavariable.

Se procedió luego a un análisis clus-ter, que agrupó los datos en tres nivelesy creó la variable qcl_1 y a cuatro aná-lisis discriminantes sucesivos. Para se-leccionar la fuerza discriminante de lasvariables predictoras, se consideró elcriterio de la Lambda de Wilks, quepermitió medir la diferencia entre loscentroides de los tres grupos de asocia-ción, con respecto a cada una de las cin-co variables. Se analizaron las cincovariables y se encontraron los coeficien-tes no estandarizados de las funcionesno estandarizadas, permitiendo una pri-mera forma de discriminación en base alas variables independientes. Se tomaronen cuenta también los coeficientes estan-darizados de las ecuaciones lineales dis-criminantes para establecer las funcionescanónicas discriminantes y proceder a ladiscriminación de los sujetos.

Una vez probada la significatividadde las funciones discriminantes y su ca-pacidad discriminatoria aceptable, se

procedió a realizar las interpretacionessustantivas de los resultados. Este pro-ceso involucró el examen de la funcióndiscriminante para determinar la impor-tancia relativa de cada una de las varia-bles independientes en su capacidadpara discriminar entre los grupos y laclasificación de los individuos aplican-do la regla de Bayes.

Se concluyó con un resumen de losresultados de la clasificación de los tresanálisis discriminantes para los sujetosque formaron parte de la muestra.

ResultadosLos resultados que se presentan a

continuación representan datos de lapoblación, ya que son el producto de unaaplicación aleatoria del instrumento.

La encuesta de opinión aplicada a loslasallistas en camino de asociación indi-ca que la variable con mayor puntaje enla media es la interiorización de la espi-ritualidad, seguida por la adhesión entu-siasta y el sentido de pertenencia (Mesp =22.339; Madh = 22.308; Mpert = 22.125). Las variables con valores inferiores re-sultaron ser la solidaridad y el compro-miso con el servicio educativo de lospobre (Msol = 21.633; Mcomp = 21.446).Las estadísticas descriptivas correspon-dientes a las variables se presentan en laTabla 3.

La mayor agrupación de respuestasse observa en sentido de pertenencia,espiritualidad y adhesión entusiasta(DEpert = 2.709; DEesp = 2.895; DEadh =2.971), mientras que la mayor dispersióncorresponde al compromiso y, sobretodo, a la solidaridad (DEcomp = 3.022;DEsol = 3.117). En todos los casos ladistribución es leptocúrtica. La pertenen-cia tiene la mayor curtosis, seguida de laadhesión y de la espiritualidad (Curtosis-

pert = 5.51, Curtosisadh = 5.46; Curtosisesp

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Tabla 3Estadísticos correspondientes a las cinco variables

Pertenencia Solidaridad Adhesión Espiritualidad Compromiso PromedioMedia 22.1251 21.6333 22.3082 22.339 21.4461 21.97034Mediana 23 22 23 23 22 22.6Desviaciónestándar 2.70916 3.11691 2.97071 2.89526 3.02175 2.942758Sesgo -1.806 -1.261 -1.914 -1.731 -1.3 -1.6024Curtosis 5.51 1.729 5.46 4.432 2.254 3.877Rango 19 17 20 20 19 19

= 4.43), las tres por arriba de la curtosismedia (Curtosismedia = 3.88). Las dosvariables con distribuciones más llanasson la solidaridad y el compromiso (Cur-tosissol = 1.73, Curtosis comp = 2.25), concurtosis inferior a la curtosis media. Lossesgos de las cinco variables son nega-tivos.

Los resultados de las cuatro pruebas

estadísticas permitieron establecer ladiferencia entre los tres grupos de perte-nencia a la asociación lasallista.

La descripción de las variables encada uno de los grupos creados por elanálisis cluster (ver Tabla 4) llevó a unaprimera comprobación de que los tresgrupos difieren, puesto que tienen me-dias diferentes en todas las variables. El

Tabla 4Medias, varianzas y desviación estándar de cada uno de los tres grupos

Variable Media Varianza Desviación estándar

1 2 3 1 2 3 1 2 3

Espiritualidad 23.884 20.816 15.803 1.628 3.526 9.640 1.276 1.878 3.105

Adhesión 23.867 20.727 15.598 1.681 3.979 14.353 1.297 1.995 3.789

Pertenencia 23.579 20.665 15.496 1.397 3.009 9.866 1.182 1.735 3.141

Solidaridad 23.451 19.655 14.765 1.898 3.478 7.406 1.378 1.865 2.722

Compromiso 23.127 19.562 14.572 2.179 3.989 7.697 1.476 1.997 2.774Nota. N de 1 = 584; N de 2 = 287; N de 3 = 68.

primer grupo tiene todas las variablessuperiores en su media respecto al se-gundo y el segundo respecto al tercero,confirmando la diferencia entre los tresgrupos.

Tanto las diferencias de los valoresde las distancias entre los centroidescomo el comportamiento equivalente desus distancias respectivas permiten unasegunda comprobación de la existenciade los tres grupos distintos (ver Tabla 5).

Las distancias entre los centroides delgrupo 1 al del grupo 3, en los cuatroanálisis discriminantes, son considera-bles: 3.801, 7.118, 9.723, 9.021, mani-festando la fuerte diferencia entre esosdos grupos. Es menor, pero suficienteentre los centroides 2 y 3 la distancia:1.562, 4.295, 6.734, 6.712 y entre loscentroides 1 y 2: 2.478, 2.871, 6.323 y3.362.

Una tercera comprobación de la

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GONZÁLEZ KIPPER

Tabla 5Comparación de las distancias entre los centroides

realidad de los tres grupos surge de lacomparación de los coeficientes estanda-rizados de las funciones discriminantescanónicas resultantes de los cuatro análi-sis discriminantes que se realizaron, asícomo las matrices de estructura (verTabla 6) diferentes análisis con sus va-riables correspondientes, manifestandoque los grupos son equivalentes, puestoque las variables se comportan en formasemejante en los cuatro análisis discri-minantes.

El número de sujetos agrupados encada uno de los grupos por los diferentesanálisis estadísticos es semejante, lo quepermite inferir la equivalencia de estosgrupos (ver Tabla 7).

Los resultados de estas cuatro prue-bas fundamentan la afirmación de laexistencia de los tres niveles distintos depertenencia a la realidad asociativa lasa-llista, en base a las cinco variables con-sideradas.

El poder discriminante relativo de lasvariables independientes se valoró conel método paso a paso (stepwise), en elque se obtuvo el valor F parcial. La Ta-bla 8 permite comparar los resultados

que arrojó cada uno de los tres análisisdiscriminantes que emplearon el métodostepwise.

Observando el comportamiento delas variables, manifestado en los coefi-cientes estandarizados, las matrices deestructura indicadas en la Tabla 6 y lacomparación de valores F de la Tabla 8,se encuentra que en la función 1 la soli-daridad y la espiritualidad son las quemás discriminan los grupos, mientrasque la adhesión y la pertenencia son lasque menos capacidad de discriminacióntienen.

Por otra parte, los resultados indicanque las variables se comportan en formasemejante en los diferentes análisis dis-criminantes.

Los coeficientes estandarizados per-mitieron establecer en cada uno de losanálisis discriminantes las funciones quediscriminan los tres grupos. En la Figura1 se indican las funciones discriminantescorrespondientes al AD 2.

El resultado de la agrupación de ca-sos, resultante de los diferentes análisis(incluyendo la agrupación realizada porel análisis cluster), aparece en la Tabla 7.

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NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA

Tabla 6Coeficientes estandarizados de las funciones discriminantes y matrices de estructura

AD 1 AD2 AD3 AD4

Función 1 Coeficientes

Solidaridad 0.413 0.417 0.390 0.372

Espiritualidad 0.353 0.337 0.465 0.429

Compromiso 0.288 0.322 0.182

Adhesión 0.264 0.187 0.365 0.333

Pertenencia 0.188 0.173 0.259 0.202

Función 1 Matriz de estructura

Solidaridad 0.728 0.738 0.722* 0.712*

Espiritualidad 0.676 0.686 0.707* 0.698*

Compromiso 0.627 0.700 0.432* 0.569*

Adhesión 0.640 0.630 0.667* 0.659*

Pertenencia 0.591 0.680 0.567* 0.559*

Función 2 Coeficientes

Solidaridad -0.045 -0.942 -1.034 -1.043

Espiritualidad -0.788 0.456 0.501 0.478

Compromiso 0.326 -0.232 0.091

Adhesión -0.142 0.243 0.271 0.252

Pertenencia 0.765 0.575 0.374 0.342

Función 2 Matriz de estructura

Solidaridad 0.056 -0.570 -0.685 -0.693

Espiritualidad -0.523 0.444 0.416 0.405

Compromiso 0.309 -0.049 0.079 0.143

Adhesión -0.157 0.248 0.095 0.085

Pertenencia 0.610 0.329 0.153 0.145

Tabla 7Casos agrupados en cada grupo

GrupoCluster (N = 939)

AD 2 (N = 939)

AD 3 (n= 272)

AD 4 (n= 272)

1. Asociados con las personas para lamisión 584 607 205 203

2. Asociados con la misión 287 267 65 67

3. Asociados con la institución 68 65 2 2

Total 939 939 272 272

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GONZÁLEZ KIPPER

Funciones discriminantes de FisherF1 = 3.641pert + 4.143sol + 1.374adh + 4.125esp + 3.266comp – 194.776F2 = 3.429pert + 3.140sol + 1.312adh + 3.653esp + 2.604comp – 143.544F3 = 2.771pert + 2.399sol + 0.981adh + 2.633esp + 1.849comp – 83.244

Funciones discriminantes canónicasD1 = 0.173pert + 0.417sol + 0.187adh + 0.337esp + 0.322compD2 = 0.575pert – 0.942sol + 0.243adh + 0.456esp - 0.232comp

Tabla 8Comparación de valores F que eliminarPaso Variable AD 1 AD 2 AD 3

1 Solidaridad 176.903 1086.406 186.061

2 SolidaridadEspiritualidad

55.07542.473

241.980173.866

59.56853.154

3 SolidaridadEspiritualidadCompromiso

33.99225.54517.340

123.19376.41355.398

31.34732.192

4 SolidaridadEspiritualidadCompromisoPertenencia

23.85024.43410.238

8.497

81.56755.25136.36615.726

21.75524.243

6.834

5 SolidaridadEspiritualidadCompromisoPertenenciaAdhesiónAdhesión

13.85817.793

7.7278.4445.637

66.68537.779

32.2410.54110.528 12.312

13.349

Las agrupaciones son semejantes encuanto a las cantidades agrupadas en losdiferentes niveles. El mayor número desujetos pertenece al grupo 1, el siguienteal 2 y el menor al 3. Los estadísticos deAD2, AD3 y AD4 indican que quedaronclasificados correctamente, respectiva-mente el 96.6%, 97.8% y 99.3%, conrespecto a los casos agrupados por elanálisis cluster.

Tomando en cuenta que en el segun-do análisis discriminante se tomaron encuenta la totalidad de los sujetos de lamuestra (939) y las cinco variables, susresultados permiten conocer la discri-minación final de los sujetos (ver Tabla9).

Figura 1. Funciones discriminantes.

Tabla 9Clasificación de los sujetos según el AD 2

n %

Grupo 1 2 3 Total 1 2 3

HermanoSeglar hombreSeglar mujerNo identificadoTotal

53182277

72584

15110152

10287

03233

368

68324462

85939

78566085

22343312

010

74

En el primer grupo quedaron clasifi-cados 584 sujetos, de los cuales 53 her-

manos (78% del total de hermanos y9% del grupo 1), 182 seglares hombres(56% del total de seglares hombres y31% del grupo 1), 277 seglares mujeres(60% del total de mujeres y 47% delgrupo 1) y 72 personas no identificadas(12% del grupo 1).

En el segundo grupo quedaron clasi-ficados 287 sujetos, de los cuales 15eran hermanos (22% del total de herma-nos y 5% del grupo 2), 110 seglareshombres (34 % del total de seglares

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NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA

hombres y 38% del grupo 2), 152 segla-res mujeres (33% del total de mujeres y53% del grupo 2) y 10 personas no iden-tificadas (3% del grupo 2).

En el tercer grupo quedaron clasifi-cados 287 sujetos, 32 seglares hombres(10 % del total de seglares hombres y47% del grupo 3), 33 seglares mujeres(7% del total de mujeres y 49% del gru-po 3) y 3 personas no identificadas (4%del grupo 3).

DiscusiónEn el último Capítulo general lasa-

llista (2000), instancia suprema legislati-va de los lasallistas, se reconoció que“hay colaboradores que han recorrido unlargo camino de participación en la mi-sión lasallista y se sienten llamados aprofundizar y participar en el carisma, laespiritualidad y la comunión lasallista”(HEC, 2000, p. 4). Tomando en cuentala vivencia de diferentes características,el Capítulo afirma que “hay varias mo-dalidades de asociación” (p. 5). Por ello,recomienda y propone que se promue-van grupos de hermanos, colaboradoresy asociados que “reflexionen sobre suidentidad para la misión lasallista y de-sarrollen formas de asociación” (pp. 7 y8). Prevé igualmente un encuentro inter-nacional con miras a “compartir las ex-periencias de asociación, analizar y eva-luar la puesta en marcha de procesos deasociación y presentar pistas de acciónal próximo Capítulo general” (p. 8). Lapresente investigación participa en esteproceso de reflexión y los resultadosencontrados manifiestan caminos reco-rridos por los lasallistas en su compro-miso dentro de la realidad asociativalasallista y pistas por recorrer. Las carac-terísticas que definen el grado de parti-cipación en la asociación lasallista sonmúltiples, por ejemplo: respuesta a una

vocación, vida de fe, experiencia comu-nitaria, servicio educativo a los pobres,duración del compromiso, apertura uni-versal (HEC, 2000, p. 5), formación es-pecífica y otras. El resultado de los aná-lisis estadísticos de la prueba piloto delinstrumento empleado llevó a considerarcinco variables: el sentido de pertenen-cia, la adhesión entusiasta, la interiori-zación de la espiritualidad lasallista, elgrado de solidaridad y el nivel de com-promiso comunitario. Estas variablesresultaron ser factores discriminantes delnivel de asociación lasallista de los suje-tos que respondieron el instrumento demedición de la presente investigación.Los resultados de los análisis estadísti-cos permitieron a su vez concretar elpapel de cada una de las variables comodiscriminante de los tres grupos, lascaracterísticas de cada uno de los gru-pos y la especificación de las ecuacio-nes para discriminar los casos.

Papel de las variablesObservando la descripción de las

variables (Tabla 3) se encuentra que, enorden descendente, las variables conmayores puntuaciones en su media ymediana son la espiritualidad, la adhe-sión entusiasta y la pertenencia. Estasvariables además sobresalen por su rela-tiva baja dispersión de sus datos. Lasvariables que presentan mayor disper-sión de respuestas son, en orden decre-ciente, la solidaridad y el compromiso.Se detecta así que los sujetos varían en-tre sí especialmente en cuanto a su senti-do solidario y su compromiso. Esta dis-persión ayuda a establecer la diferenciaentre los grupos.

La consideración en los análisis dis-criminantes de los pesos discriminantesestandarizados, de las cargas discrimi-nantes (ver Tabla 6) y de los valores F

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parciales (ver Tabla 7) permitió estable-cer que las variables con mayor fuerzadiscriminatoria, en la función 1, son enorden descendente (se señala entre pa-réntesis sólo el coeficiente y la matriz deestructura, según el AD 2): la solidari-dad (peso = 0.417, carga = 0.738), laespiritualidad (0.337, 0.686), el compro-miso (0.322, 0.700), la adhesión entu-siasta (0.187, 0.630), sentido de perte-nencia (0.173, 0.680). Pero el sentido depertenencia tiene en la función 2 del AD1 un peso (coeficiente = 0.765) y unacarga (matriz de estructura = 0.610),cuyos valores manifiestan correlacióncon dicha función. El sentido de perte-nencia, por lo tanto, aunque con pocafuerza discriminante en la función 1,resulta tener mayor posibilidad de discri-minar en la función 2, no como la prime-ra o la segunda (que siguen siendo lasolidaridad y la espiritualidad, como lomanifiestan sus coeficientes y cargas enel conjunto de análisis discriminantes),sino como la tercera en fuerza discrimi-nante. Las variables con menor fuerza dediscriminación en la función 2 son laadhesión y el compromiso. Los valoresmás bajos en las cinco variables corres-ponden a los integrantes del nivel 3 deasociación.

Así, queda establecido que el nivel 1de asociación está discriminado, conrespecto a los niveles 2 y 3, por las va-riables solidaridad, espiritualidad, adhe-sión y compromiso. Y el nivel 2 quedadiscriminado del nivel 3 por las varia-bles solidaridad y espiritualidad, perotambién por el sentido de pertenencia. Características de los grupos

Antes de proceder a la identificaciónde las características de cada uno de losgrupos, cabe hacer mención que las ins-tituciones a las que se solicitó señalar el

nivel de asociación, captaron bien loscriterios que se les indicaron y no mani-festaron tener dificultad para señalar elnivel de cada uno de sus sujetos. Así seestableció la muestra de análisis con 272sujetos sobre la muestra ampliada de los939 sujetos. La buena aceptación de lasinstituciones de los niveles mostró quees factible empíricamente clasificar, enlos tres niveles previstos por la presenteinvestigación, a las personas que prestansus servicios en las instituciones lasallis-tas: asociados con las personas para elservicio educativo de los pobres, asocia-dos con el servicio educativo de los po-bres y asociados con la institución.

La identificación de los grupos seconcretó al tomar en cuenta los análisisestadísticos realizados. El AD 1 discri-minó entre los tres grupos en la muestrade análisis (n = 272), clasificando co-rrectamente el 86.4% de los casos origi-nales seleccionados a priori. El análisiscluster clasificó la muestra ampliada (N= 939), asignando a cada sujeto uno delos tres niveles de asociación estableci-dos. El AD 2 tomó en cuenta el resulta-do del análisis cluster y las cinco varia-bles y estableció sobre esta base lasfunciones discriminantes, permitiendodetectar en cuáles de las ecuaciones loscoeficientes resultaron significativos.El AD 3 comprobó que el 97.8% de loscasos de la muestra de análisis fueronasignados al mismo grupo, a pesar de notomar en cuenta la variable compromiso,tanto por el criterio a priori de quieneslos evaluaron originalmente, como porparte del análisis cluster y como resulta-do de este AD 3. El AD 4 probó que, enbase al criterio de la selección de varia-bles, el modelo de las cinco variablesincrementó el número de casos asigna-dos a priori correctamente hasta llegar aun 99.3%.

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NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA

La pertinencia de los tres gruposquedó establecida en los mapas territo-riales de las funciones 1 y 2, en los quese reconocen tanto el centroide de cadagrupo como el territorio donde se ubicacada uno de los tres grupos.

La denominación de los grupos sebasó en los términos empleados en lacultura lasallista y su correspondenciacon los grupos establecidos en la presen-te investigación. De allí que se nombró“asociados” a los sujetos pertenecientesal grupo 1, “copartícipes” a los del gru-po 2 y “colaboradores” a los del grupo 3.

La caracterización de cada grupotomó en cuenta el resultado de los análi-sis discriminantes y el análisis detalladode las respuestas aportadas en cada gru-po a cada una de las preguntas del ins-trumento de medición.

Grupo 1: los asociados. El grupo 1es el de los lasallistas asociados a laspersonas, integrando con ellas comuni-dades, para llevar a cabo juntos la mi-sión que les es común. Los asociadoshablan normalmente de “nosotros” cuan-do se refieren a la institución lasallista(99.2%, porcentaje que corresponde a lasuma de alto y muy alto, así se compren-derá cada vez que se señalen porcentajesa continuación, a menos que explícita-mente se indique otra interpretación).Los asociados sienten que sus colegasson importantes para ellos y se conside-ran parte de un todo, aun formando di-versas comunidades. Ellos tienden atrabajar no en forma aislada, sino soli-dariamente con los demás (99.2%). Par-ticipan gustosos en retiros, cursos deprofundización lasallista y reuniones deoración (99.3%). Estos estudios y viven-cias los han ayudado a identificarse conla causa de La Salle (96.6%) y a descu-brir lo valioso de los principios pedagó-

gicos lasallistas y a ponerlos en práctica(98.8%). Su conocimiento de la vida yde los escritos de La Salle es bueno ycon cierta frecuencia los citan, aunquereconocen cierta deficiencia en este as-pecto (88% alto y muy alto y 12% bajoy muy bajo). La tradición del institutolasallista forma parte de su vida, la co-nocen y se sienten parte de ella (99.4%).De allí que su solidaridad va más allá dela institución donde trabajan y se sientenvinculados con el instituto lasallista ex-tendido en el mundo entero (97.5%). Laespiritualidad lasallista es importantepara los asociados. La conocen y se es-meran por vivirla. Están atentos a lasnecesidades humanas y espirituales delos niños y jóvenes y en ellas descubrenllamados de Dios (99.1%). Valoran enespecial la integración de la comunidad,participan con gusto en todo lo que serefiere a ella, especialmente en su edifi-cación (99.3%), la consideran como unlugar privilegiado donde Dios se hacepresente (98.9%). Su quehacer educativono es para ellos sólo un oficio o unaprofesión; lo consideran como respuestaa una vocación (97%). Los niños y jó-venes los sienten cercanos (95.8%). Lesagrada convivir con los demás lasallistascomprometidos en la misión común(98.3%), favorecen momentos de en-cuentro interpersonal (98.9%) y se esme-ran por tener relaciones con sus colegasmás allá del área profesional (97%). Losasociados aprecian la apertura del insti-tuto y su impulso hacia nuevas formasde asociación (99%). Las personas conlas que conviven fuera del ámbito esco-lar o apostólico se dan cuenta de sucompromiso como lasallistas, ya queéste tiene repercusión en su forma devivir, de expresarse y de emplear eltiempo libre (93.3%).

Los asociados consideran su perte-

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nencia al grupo lasallista como unavaliosa oportunidad para realizarse comopersonas y como cristianos (99.6%) y lesdolería mucho dejar de pertenecer algrupo lasallista (99.4%).

Grupo 2: copartícipes. El grupo 2 esel de los lasallistas asociados a la misiónde la educación cristiana de los niños yde los jóvenes, marcada por la perspecti-va del servicio educativo de los pobres.Esto significa que, independientementede la clase social con la que trabajan, superspectiva es la formación de la respon-sabilidad social, en la fraternidad y en lajusticia. Los copartícipes gustan de lavisión lasallista de la educación (89.9%),aunque su conocimiento de la misiónespecífica lasallista no les es muy preci-sa (28.1% muy alto, 67.8% mediano yalto). Sin embargo, la perspectiva delservicio educativo a los pobres les inte-resa (77.1% alto o muy alto, aunque19.9 mediano). Sus alumnos los sientencercanos (82%) y son sensibles a susnecesidades humanas y espirituales(87.6%). Para los copartícipes los cole-gas son importantes (93.7%). Se sientencómodos al trabajar con otros lasallistas(88.7%) y buscan establecer relacionesinterpersonales con ellos (89.9%). Suinterés por las nuevas formas de asocia-ción que están surgiendo en el lasallismono es muy señalado (83.6%). Su relacióncon los colegas es cordial, pero no sueleir mucho más allá del área profesional(55.4% bajo o mediano). Las personascon las que conviven fuera del ámbitoeducativo no siempre se dan cuenta desu compromiso como lasallistas (7.1%muy alto, 90.3% bajo, mediano). Loscopartícipes han participado relativa-mente poco en sesiones de formaciónespecíficamente lasallista (74.1%); deallí que su conocimiento de La Salle y

de sus escritos no sea sobresaliente (6%muy alto, 34.1% alto). En general, nosienten una fuerte vinculación con elinstituto lasallista (41.2% mediano, bajoo muy bajo). La espiritualidad lasallistales llama la atención, aunque todavía nola conocen suficientemente (72.6% me-diano o alto).

Los copartícipes son personas com-prometidas con la misión del servicioeducativo y prestan, en este sentido, unvalioso servicio. Establecen relacionescordiales con colegas y destinatarios, sinque la dimensión comunitaria sea suprioridad. Ellos tienden más al equipoefectivo y solidario que a la integraciónde comunidades de vida.

Grupo 3: los colaboradores. Loscolaboradores son lasallistas asociados ala institución, desempeñan, como en loscasos anteriores, múltiples tareas rela-cionadas con la educación: docencia,proyección, investigación, desarrollo ymantenimiento de locales, comunica-ción, administración, asesoría psicológi-ca y pedagógica, catequesis y asesoríade actividades post o periescolares.

Los colaboradores son lasallistasatentos a las necesidades educativas delos niños y de los jóvenes (64.6% alto y9.2% muy alto). Los colegas les son im-portantes y se sienten parte de la institu-ción (90.8% muy alto, alto y mediano),aunque su identificación no llega gene-ralmente al nosotros cuando hablan de lainstitución (38.5% bajo o muy bajo). Loque les entusiasma es su labor profesio-nal y se sienten a gusto en la institu-ción. Sin embargo, no les motiva tantotrabajar en el servicio de los pobres(29.2% alto, 4.6% muy alto). Consideranimportante lograr conocimiento interper-sonal con los colegas (84.6% mediano oalto), aunque su participación en la vida

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NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA

de la comunidad es mediana (72.2%mediano o alto). El tema de la asocia-ción no les llama la atención (66.1%mediano, bajo o muy bajo). Los colabo-radores han participado poco en eventosde formación lasallista (70.4% mediano,bajo o muy bajo). De allí que poco cono-cen la vida y los textos del fundador(44.6% bajo y muy bajo) y poco les ins-pira su testimonio (38.5% muy bajo obajo y 46.2% mediano). Desconocen engeneral la tradición lasallista (13.8%bajo o muy bajo y 49.2% mediano). Elgrupo de colaboradores considera suquehacer más como un desempeño pro-fesional o como un oficio que como unavocación (el aspecto vocacional estácalificado en un 81.6% mediano, bajo omuy bajo). Fuera de su área de trabajo,los colaboradores no se proyectan comolasallistas (73.9% muy bajo o bajo).

Los colaboradores son personas queparticipan activamente en la vida de lainstitución educativa y le aportan su ri-queza como personas por su experienciay conocimientos. Trabajan con entusias-mo y se integran como equipo. Al entraren contacto con la comunidad lasallistatienen la opción de iniciar un proceso dedescubrimiento de la Salle y de la tradi-ción que de él arrancó y que podrá enri-quecer el sentido que dan a su profesiónu oficio.

Especificación de las ecuacionesSe establecieron las ecuaciones dis-

criminantes para discriminar los casos apartir de los instrumentos de este estudio(Figura 1).

Las funciones lineales discriminantesde Fisher, correspondientes a cada unode los tres grupos, permitieron ubicar acada caso particular, en base a la escalaoriginal en la que fue medida cada varia-ble. Los valores en AD2 de la Lambda

de Wilks (1 a la 2: 0.186 y 2: 0.973) ylos del chi cuadrado (1 a la 2: 1573.021con10 gl y 1: 25.308 con 4gl) asegura-ron que la información que aportan cadauna de las funciones es estadísticamentesignificativa (p = .000), en cuanto ladiscriminación de los sujetos y el papelde cada una de las variables como discri-minante de los tres grupos. Con los va-lores de las cinco variables de cada suje-to se obtuvo la puntuación en cada unade las tres funciones lineales discrimi-nantes de Fisher y se asignó el grupo alsujeto de acuerdo con la función en laque obtuvo mayor puntuación.

Se establecieron también las dos fun-ciones discriminantes canónicas. Laclasificación de los individuos se realizóen base a las funciones discriminantestipificadas. Las ecuaciones así calcula-das permitieron obtener las puntuacionesdiscriminantes de cada caso. Según elAD 2 en el grupo 1 quedó el 77.9% deltotal de los hermanos, el 60% del totalde las mujeres y el 56.2% del total de losseglares hombres. Si en la historia lasa-llista hubo una época en la que se recha-zó al elemento femenino, en la actuali-dad las mujeres no están en desventajarespecto de los varones y, en determina-dos casos, los superaran en cuanto alcompromiso con la misión. Los herma-nos se ubican en los grupos 1 y 2 y nin-guno en el 3. Ellos han sido nombrados“corazón, memoria y garantía del caris-ma lasallista” (HEC, 1993, p. 15). Cabeel cuestionamiento sobre si todos loshermanos lo son o si algunos no tanto.Resulta también instructivo comprobarque gran número de seglares mujeres yhombres están ubicados en el grupo 1,mostrando ellas y ellos que son también“corazón, memoria y garantía del caris-ma lasallista”. Los colaboradores sonhombres y mujeres, aunque el porcentaje

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GONZÁLEZ KIPPER

de los primeros es ligeramente superioral de las mujeres. Ellas tienden a ubicar-se más en los grupos 1 y 2, como asocia-das o copartícipes.

ConclusionesEl 43° Capítulo General señaló un

conjunto de características de quienesviven la asociación lasallista (HEC,2000, p. 5). El análisis factorial permitiópasar de dichos supuestos a cinco varia-bles, denominadas como sentido de per-tenencia, solidaridad, adhesión entusias-ta, interiorización de la espiritualidad ycompromiso comunitario con la misión.Éstas son las características que se con-sideraron en el presente estudio paradiscriminar los niveles de participaciónen la asociación lasallista. La realidadasociativa lasallista indica la vivencia ypertenencia a un grupo de personas quejuntas se han comprometido con el servi-cio educativo a los pobres y, desde laperspectiva de los pobres, realizan elservicio educativo de los niños y de losjóvenes. Este servicio entusiasma, soli-dariza y da sentido a la vida de los aso-ciados. Desde la finalidad se consolidala realidad asociativa. El asociado, elcopartícipe, el colaborador, cada unodesde su propia labor está llamado, co-mo lasallista, a orientar el servicio edu-cativo que presta en la perspectiva delmundo de los pobres, de la justicia, de laconstrucción de un mundo justo y frater-no. Es alentador comprobar que a lagran mayoría de los encuestados les con-vence y entusiasma esta misión lasallista(asociados, 98.8%; copartícipes, 89.9%y colaboradores, 43%) y se entusiasmanpor el impulso hacia nuevas formas deasociación, para favorecer este servicioal mundo de los necesitados (99%,83.6% y 33.8%). Ellos reconocen que suservicio educativo está intencionalmente

en la perspectiva del servicio educativode los pobres (97%, 77.1% y 32.3%).Las respuestas al instrumento de medi-ción muestran la sensibilidad de los en-cuestados al tema comunitario: “Loscolegas son importantes para mí, mesiento parte de un todo, no trabajo enforma aislada” (99.2, los asociados;93.7%, los copartícipes; 75.4%, los cola-boradores), “Me siento a gusto y memotiva vivir junto con los demás lasallis-tas” (respectivamente 98.3%, 88.7% y33.8%), “Participo con gusto en lo queayuda a construir la comunidad de la queformo parte” (99.3%, 89.5% y 46.1%),“Me siento vinculado con el institutoextendido en el mundo entero” (97.5%,58.8% y 9.2%). La referencia última esDios. El lasallista descubre a Dios en elpobre, en el niño y en el joven, en elcolega asociado. De Él se siente llamadoy a Él responde, a Él se consagra pararealizar “la obra de Dios” junto y enasociación con los demás lasallistas (LaSalle, 1733/2001i, p. 119, 3, 0, 8). Existediferencia entre las respuestas aportadaspor los integrantes de los tres grupos,con respecto a otras afirmaciones derelación con Dios, tales como “Me sien-to elegido y enviado por Dios para cola-borar con él en su obra de educación delos niños y de los jóvenes, especialmentede los pobres” (asociados, 96.4%; copar-tícipes, 80.2%; colaboradores, 18.4%),“Estoy habitualmente atento para descu-brir la presencia salvadora de Dios en mivida” (respectivamente 97.7%, 75.6% y16.9%), “Estoy persuadido de que lacomunidad es lugar privilegiado dondeDios se hace presente” (98.9%, 85.8% y26.6%).

De los resultados de los análisis esta-dísticos de las respuestas al instrumentode medición se obtuvieron en particularlas siguientes conclusiones:

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NIVELES DE PARTICIPACIÓN EN LA REALIDAD ASOCIATIVA LASALLISTA

1. Existen varios niveles de partici-pación en la realidad asociativa lasallis-ta. Éstos manifiestan a la vez la riquezade la diversidad de posibilidades y lafuerza de su complementariedad.

2. Cada nivel asociativo da lugar auna identidad lasallista propia. La identi-dad colectiva inicial del hermano, rein-terpretada hoy en el marco de la iglesiacomunión, ha dado lugar a estas diversasidentidades que se reconocen todas enun tronco común: la misión y la espiri-tualidad de La Salle.

3. Se detecta un carisma vivo: el ca-risma de La Salle. Una novedad en elmundo lasallista de los últimos cuarentaaños es el número creciente de seglares,hombres y mujeres, cristianos y no cris-tianos, que descubren en el carisma deLa Salle una fuerza interior que los llevaa asociarse, en diferentes formas, pararealizar juntos la misión de la educacióncristiana de los niños y de los jóvenesdesde la perspectiva de los pobres.

4. El tiempo actual es un tiempo detransición, tiempo retador y tiempo decuestionamientos y dudas. Los riesgosde confusión y las líneas de demarcaciónentre los grupos de asociados, copartíci-pes y colaboradores, precisos y defini-dos en los mapas territoriales de los aná-lisis discriminantes, no lo son tanto en lavivencia diaria. Según Botana (2001),“llegó la época de la fragmentación” (p.4). Los grandes relatos, las grandes iden-tidades, se miden actualmente por sucapacidad para proporcionar a las identi-dades personales la posibilidad de reali-zar su propio relato, su propia identidad,su propio itinerario de plenitud, evitandoconfusiones e interferencias.

5. Aparecen nuevos retos: En la pre-sente investigación se detectó que sonnumerosos los lasallistas de AméricaLatina y de España que están profunda-mente comprometidos con La Salle.

Proporcionalmente los seglares son mu-cho más numerosos que los hermanos,tanto en las escuelas como en los centrosno formales. Es tiempo de apertura, node invernadero. Apertura que llama yexige una mayor formación, especial-mente en el área específica lasallista,pues los porcentajes sobre conocimien-tos en esta área son bajos (respectiva-mente para los tres grupos: 88%, 40.1%y 9.2%).

Asociarse ¿para qué? Fue la preguntade fondo de este trabajo. La respuestafue dada por las vivencias de quienescontestaron la encuesta de la presenteinvestigación. Asociarse para respondera una misión que hoy, como en sus ini-cios, exige sentido de pertenencia, soli-daridad, adhesión entusiasta y compro-miso comunitario; asociarse animadospor una espiritualidad fundamentalmentefraterna, asociarse para una misión. Eldesafío para la asociación es que asocia-dos, copartícipes y colaboradores, cons-cientes de su misión común, participencon inteligencia, creatividad y entusias-mo para impulsar el surgimiento de nue-vas formas asociativas, nuevas relacio-nes comunitarias y nuevas estructuras deorganización, de decisión y de gobierno.La asociación lasallista entre diferentespersonas está dando lugar a una nuevafraternidad, la fraternidad lasallista. Her-manos y seglares, hombres y mujeres,cristianos y no cristianos se comprome-ten juntos, al estilo de La Salle, en elservicio educativo de los pobres y desdeellos de los niños, jóvenes y adultos.Unidos en fraternidad descubren la pre-sencia salvadora y amorosa de Dios, quelos llama, congrega y envía para partici-par en la construcción de un mundo jus-to y fraterno desde la educación.

El campo de la investigación quedasin embargo ampliamente abierto a otrasposibilidades de estudio de las variables

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GONZÁLEZ KIPPER

independientes que caracterizan la aso-ciación lasallista. Muy oportuno serádetectar otros niveles, afinar constructosy encontrar las mejores técnicas paraobservarlos y medirlos. Además de otrosestudios cuantitativos, como la presenteinvestigación, es recomendable llevar acabo estudios cualitativos de la realidadasociativa y del carisma lasallista paraconocerlos más a fondo. Una de las prin-cipales recomendaciones que se deducendel presente estudio es realizar investi-gaciones experimentales en base a lascinco variables de asociación, que per-mitan después de un diagnóstico, la im-plementación de un programa adecuadotendiente a fortificar las variables estu-diadas y la evaluación de su logro. Así,impulsando nuevos proyectos de inves-tigación y propiciando su intercambio,la realidad asociativa lasallista se refle-jará en nuevos sistemas de red, que fa-vorezcan las relaciones profesionales einterpersonales y los intercambios debúsquedas y de hallazgos, con miras aconocer y vivir más adecuadamente lamisión lasallista en el mundo actual.

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