Nacionalismo Por Substracción

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Nacionalismo por substracción Brasileños e hispanoamericanos tenemos constantemente la experiencia del carácter postizo, inauténtico, imitado de la vida cultural que llevamos. Esta experiencia ha sido un dato formador de nuestra reflexión crítica desde los tiempos de la independencia. Ella puede ser y fue interpretada de muchas maneras, por románticos, naturalistas, modernistas 1 , izquierda, derecha cosmopolitas, nacionalistas, etc., lo que permite suponer que es un problema de perdurable y de fondo. Antes de arriesgar una explicación más, digamos por consiguiente que el mencionado malestar es un hecho. Las manifestaciones cotidianas van de lo inofensivo a lo horripilante. Papa Noel enfrentado al calor canicular en ropa de esquimal es un ejemplo de inadecuación. Desde la óptica de un tradicionista, la guitarra eléctrica en el país del samba es otro ejemplo. Entre los representantes del régimen del 64 2 fue común decir que el pueblo brasileño no estaba preparado y que la democracia aquí no pasaba de una inadecuación. En el siglo XIX se comentaba el abismo entre la fachada liberal del imperio, copiada del parlamento inglés, y el régimen de trabajo efectivo, que era esclavo. 3 Mario de Andrade 4 “Lundu escritor difícil” 5 , llamaba 1 vanguardistas 2 Golpe militar, dictadura 3 Ver “As idéias fora do lugar” 4 Intelectual brasileño, poeta, novelista, dramaturgo y ensayista, miembro notable del modernismo brasileño y participante activo de la Semana de Arte Moderno de Sao Paulo en 1922. 5 Poema que se refiere a la “luz en la oscuridad”, la inspiración, la realidad del poeta brasileño en contraposición a las posturas europeizantes: “Soy un escritor difícil/ que a mucha gente incomoda/ sin embargo esa culpa es fácil:/ es sólo correr la cortina/ que entra la luz

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Nacionalismo por substracción

Brasileños e hispanoamericanos tenemos constantemente la experiencia del carácter postizo,

inauténtico, imitado de la vida cultural que llevamos. Esta experiencia ha sido un dato formador de

nuestra reflexión crítica desde los tiempos de la independencia. Ella puede ser y fue interpretada

de muchas maneras, por románticos, naturalistas, modernistas1, izquierda, derecha cosmopolitas,

nacionalistas, etc., lo que permite suponer que es un problema de perdurable y de fondo. Antes

de arriesgar una explicación más, digamos por consiguiente que el mencionado malestar es un

hecho.

Las manifestaciones cotidianas van de lo inofensivo a lo horripilante. Papa Noel enfrentado al calor

canicular en ropa de esquimal es un ejemplo de inadecuación. Desde la óptica de un tradicionista,

la guitarra eléctrica en el país del samba es otro ejemplo. Entre los representantes del régimen del

642 fue común decir que el pueblo brasileño no estaba preparado y que la democracia aquí no

pasaba de una inadecuación. En el siglo XIX se comentaba el abismo entre la fachada liberal del

imperio, copiada del parlamento inglés, y el régimen de trabajo efectivo, que era esclavo.3 Mario

de Andrade4 “Lundu escritor difícil”5, llamaba “mico” al compatriota que sólo sabía de las cosas del

extranjero. Recientemente, cuando la política de Derechos Humanos del gobierno Montoro 6 pasó

a beneficiar a los presos, hubo manifestaciones de insatisfacción popular: debido a las garantías

que se daban a los condenados, ¿Por qué si fuera de la cárcel lastimaron a tantas personas

personas? Desde esta perspectiva, también los Derechos Humanos serían postizos en Brasil… son

ejemplos dispersos, muy diferentes en su importancia, presuponiendo modos de ver

incompatibles unos con otros, pero escogidos con el propósito de de indicar la generalidad social

de una cierta experiencia. Todos presentan el sentimiento de la contradicción entre la realidad

nacional y el prestigio ideológico de los países que nos sirven de modelo.

1 vanguardistas2 Golpe militar, dictadura3 Ver “As idéias fora do lugar”4 Intelectual brasileño, poeta, novelista, dramaturgo y ensayista, miembro notable del modernismo brasileño y participante activo de la Semana de Arte Moderno de Sao Paulo en 1922.5 Poema que se refiere a la “luz en la oscuridad”, la inspiración, la realidad del poeta brasileño en contraposición a las posturas europeizantes: “Soy un escritor difícil/ que a mucha gente incomoda/ sin embargo esa culpa es fácil:/ es sólo correr la cortina/ que entra la luz en esta oscuridad…6 En 1982, en Sao Paulo Franco Montoro del PMDB gana las elecciones municipales y estaduales. Este gobierno prepara el triunfo de las Elecciones directas, es decir, el fin de la dictadura.

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Como estamos entre estudiantes de Letras, veamos algo de la cuestión en nuestro campo. En los

veinte años que tengo de dar clases de literatura presencié el paso de la crítica impresionista, la

historiografía positiva, new criticism americano, estilística, marxismo, fenomenología,

estructuralismo, post-estructuralismo y ahora teorías de la recepción. Esta impresionante lista

demuestra el esfuerzo de actualización de despronvincialización de nuestra universidad. Pero es

evidente que, raramente, el paso de una escuela a otra se produce como efecto del agotamiento

de un proyecto, tal como debería ser. En términos generales, dicho cambio obedece al prestigio

estadounidense o europeo de la doctrina siguiente. Queda la impresión –decepcionante- de un

cambio innecesario y gratuito, y por esto mismo sin provecho. El gusto por la novedad

terminológica y doctrinaria prevalece sobre el trabajo de conocimiento, y constituye otro ejemplo,

ahora en el plano académico, del carácter imitativo de nuestra vida cultural. Veremos ahora que

el problema está mal expresado, pero antes de esto nos cuesta reconocer su verdad relativa.

He venido observando que la vida intelectual de cada nueva generación brasileña parece

comenzar de cero. El apetito de la producción reciente de los países avanzados tiene el lado

negativo el desinterés del trabajo de la generación anterior y la consecuente discontinuidad en la

reflexión. Conforme con lo que observaba Machado de Assis en 1879: “El impulso externo es lo

que determina la dirección del movimiento”7 ¿Qué significa la omisión del impulso interno, por

demás, menos inevitable hoy que en aquella época? No es necesario ser adepto de la tradición o

de una imposible autarquía intelectual para reconocer los inconvenientes de esta praxis, la que

falta la convicción no sólo de las teorías, posteriormente cambiadas, sino también de sus

implicaciones menos próximas, de su relación con el movimiento social conjunto, y, al fin al cabo,

de la relevancia del propio trabajo y de los asuntos estudiados. Percepciones y tesis notables al

respecto de la cultura del país son decapitadas periódicamente, y problemas logrados a un alto

costo identificados y aceptados quedan sin el desdoblamiento que les podría corresponder. El

prejuicio provocado se puede comprobar por la vía contraria, recordando la estatura aislada de

unos pocos escritores como Machado de Assis, Mario de Andrade y, hoy, Antonio Cándido, cuya

cualidad se fija a este punto. A ninguno de ellos les falto ni información ni apertura para la

actualidad. No obstante, todos supieron retomar críticamente y en una larga escala el trabajo de

7 Macachado de Assis, “A nova geração”, en Obra Completa, Rio de Janeiro, Aguilar, 1959, v. 3, p. 826

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los predecesores, entendido no como peso muerto, sino como elemento dinámico e inconcluso,

subyacente en las contradicciones contemporáneas.8

No se trata, por consiguiente, de continuidad por continuidad, sino de la constitución de un campo

de problemas reales, particulares, con inserción y duración histórica propias, que recoja las fuerzas

en presencia y solicite el paso a seguir. Sin despreciar a los teóricos de la última generación que se

estudian en los cursos de la Universidad, parece evidente que estaríamos mejor situados si nos a

un juicio reflexionado en torno de las perspectivas propuestas por Silvio Romero, Oswald y Mario

de Andrade, Antonio Cándido, por el grupo concretista, por los Cepecês… Hay una dosis de

consolidación cultural, dependiente de alianzas o enfrentamientos entre disciplinas científicas,

modalidades artísticas y posiciones sociales o políticas sin la cual la idea misma de ruptura,

perseguida en el culto a lo nuevo, no significa nada. Esto teniendo en cuenta que, si bien para los

hispanoamericanos Brasil da la impresión de una envidiable organicidad intelectual, y por increíble

que parezca, dentro de lo relativo, tal vez tengan razón.

Lo que queda de nuestro desfile de concepciones y métodos es poco, ya que el ritmo de cambio

no da tiempo para una producción madura. El inconveniente es real y hace parte del sentimiento

de inadecuación que fue nuestro punto de partida. Nada más razonable, por consiguiente, para

alguien consciente del prejuicio, que pasar al polo opuesto y basta con no reproducir la tendencia

metropolitana para alcanzar una vida intelectual más sustantiva. La conclusión es ilusoria, como se

verá, pero tiene un apoyo intuitivo fuerte. Durante algún tiempo estuvo en la boca de los

nacionalismos de izquierda y derecha, convergencia que, siendo mala señal para la izquierda, tuvo

gran circulación social aquel punto de vista y contribuyó en el prestigio que cada vez más ganaba

el bajo nivel.

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8 Para un balance equilibrado y sustancioso del tema, ver del propio Antonio Cándido, “Literatura y subdesarrollo, en América Latina en su literaturaXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX