REAPERTURA DEL

MUSEU MONOGRAFIC I NECROPOLIS PUNICA DEL PUIG DES MOLINS

DOSSIER DE PRENSA

Ibiza, 13 de diciembre de 2012

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REAPERTURA DEL

MUSEO MONOGRÁFICO Y NECRÓPOLIS PÚNICA DE PUIG DES MOLINS

ÍNDICE

I. La reapertura del Museo Monográfico Puig des Molins II. Historia de la institución

a. Características, usos y funciones b. Accesibilidad

III. El yacimiento arqueológico: la necrópolis del Puig des Molins a. Historia y zonas arqueológicas b. Musealización del yacimiento

IV. Las colecciones del museo V. La exposición permanente

a. Contenido de la exposición b. La instalación museográfica c. Recursos informativos d. Restauración de colecciones

VI. La exposición temporal

VII. Información práctica a. Horarios y tarifas

VIII. Anexos

a. Créditos institucionales b. Ficha técnica

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1. LA REAPERTURA DEL MUSEO MONOGRÁFICO DEL PUIG DES MOLINS

Tras diecisiete años cerrado al público, el Museo Monográfico del Puig des Molins, de titularidad estatal y gestión transferida a la Comunidad Autónoma de les Illes Balears, reabre sus puertas al público en su sede histórica una vez rehabilitada. El museo no sólo es un centro de interpretación de la gran necrópolis ebusitana, sino también la estación de partida desde donde el visitante inicia una experiencia que hemos denominado: “un viaje a la muerte en la Ibiza antigua”.

A través de su exposición permanente, se narra la historia de los rituales

funerarios desarrollados en la ciudad de Ibiza durante catorce siglos: desde la época fenicia hasta la dominación bizantina. Se le ha dotado de un conjunto de modernos equipamientos públicos y cuenta con recursos de apoyo e información para que el visitante comprenda mejor la misión del museo y pueda contextualizar tanto el yacimiento, como los materiales arqueológicos expuestos.

La intervención en el edificio ha consistido fundamentalmente en la

reorganización de sus usos y en la dotación de las instalaciones adecuadas para adaptarlo a la normativa de seguridad. La Zona I de la necrópolis del Puig des Molins también ha sido musealizada, generándose un recorrido que permite al visitante comprender la importancia de este gran yacimiento que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1999.

La actuación, en la que la que la Secretaría de Estado de Cultura del

Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha realizado una inversión de más de 6 millones de euros, se inserta en el marco del Plan de Modernización de los Museos Estatales y ha sido gestionada a través de la Subdirección General de Museos Estatales y la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos.

2. HISTORIA DE LA INSTITUCIÓN

El Museo Monográfico de Puig des Molins es una institución de titularidad estatal, adscrita al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y su gestión fue transferida al Govern de les Illes Balears el 24 de noviembre de 1984.

La historia del Museo se inicia en 1929, con motivo de la visita del Rey

Alfonso XIII a Ibiza. El entonces director del Museo Arqueológico de Ibiza planteó al Monarca, un ambicioso proyecto para el Puig des Molins. La necrópolis fue declarada Monumento Histórico Artístico y el Rey se comprometió con la construcción de un nuevo museo que acogiera los importantes vestigios arqueológicos que abarrotaban el pequeño edificio del Museo Arqueológico.

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La proclamación de la República el 14 de abril de 1931, frustró la construcción del nuevo museo pero se le declaró Monumento Histórico Artístico,

aunque sin establecer la delimitación del yacimiento. Esta imprecisión propició la ocupación de los terrenos del área de la necrópolis, principalmente en su zona baja, donde los vestigios arqueológicos, cubiertos por gruesos sedimentos, eran menos evidentes. El inicio de la Guerra Civil impidió también la construcción y

no fue hasta 1965, cuando finalizaría lo que hoy es el edificio del Museo Monográfico del Puig des Molins.

Pronto se hizo evidente que la nueva construcción no tenía capacidad

para acoger los materiales de todas las excavaciones realizadas en Ibiza y Formentera. Por ello se tomó la decisión de mantener el pequeño museo de D’alt Vila como museo general y convertir el nuevo edificio en museo monográfico de la gran necrópolis del Puig des Molins, encima de la cual se asentaba.

El nuevo museo abrió sus puertas en 1966 para acoger la segunda edición

de la Bienal de Arte Contemporáneo de Ibiza. En 1968, se inauguró como Museo Monográfico del Puig des Molins.

En 1982, a partir del proyecto de Eduardo González Mercadé, se construyó una segunda planta sobre el cuerpo posterior del edificio, en forma de U, con patio central, igualando casi su altura a la del pilono frontal, pero en 1995 el Museo hubo de cerrar parcialmente por su mal estado y aunque en 1997, se repararon cubiertas, canalizaciones y saneamientos, en 1999, se cerró al público en su totalidad.

Desde entonces se han acometido diversos proyectos de obras que han

permitido el acondicionamiento definitivo del edificio para la implantación de la exposición permanente.

a. Características, usos y funciones El edificio dispone de 1.514,28 m2 de superficie útil total distribuida en tres

plantas. La planta baja se destina para área de acogida, biblioteca, auditorio y sala de actividades didácticas. Cuenta con una sala de descanso desde la que se accede a la necrópolis. La planta primera alberga las salas de exposición permanente y el local destinado a la asociación de amigos del museo.

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El área interna se ubica en la segunda planta del inmueble, donde además de las oficinas, se sitúan los almacenes de bienes culturales, la sala de dibujo y el taller de restauración. Finalmente, las instalaciones necesarias para el correcto funcionamiento del museo se reparten entre la superficie disponible en la planta semisótano y la cubierta del edificio.

Al exterior, el edificio presenta una fachada ventilada compuesta por

placas de piedra marés dispuestas con junta abierta resaltando las llagas horizontales frente a las verticales. La diferencia de cota desde el nivel de la calle a la puerta de acceso obligó a la ejecución de una rampa escalonada que finaliza en una plataforma de acceso con pavimentos de madera de IPÉ dispuesto sobre una estructura de acero.

b. Accesibilidad física

Se han instalado dos ascensores para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida, uno desde la planta de la calle a la entrada principal, y otro desde la planta baja hasta la planta primera donde se desarrolla la exposición permanente. Finalmente, la intervención llevada a cabo en el yacimiento, posibilita la visita al mismo para personas con movilidad reducida, puesto que se ha instalado una pasarela que facilita el tránsito por el yacimiento.

3. EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO: LA NECRÓPOLIS DEL PUIG DES MOLINS a. Historia y zonas arqueológicas

El Puig des Molins fue el cementerio que los fenicios, fundadores de la ciudad de Ibiza (siglo VII a.C.), eligieron para enterrar a sus muertos. Está situado al suroeste de la bahía de Ibiza, unos 500 m a poniente del Puig de Vila, donde está emplazada la ciudad desde su fundación en el siglo VII a.C.

Inicialmente ocupaba una zona de unos 10.000 m2 de extensión. Durante

toda la Antigüedad, esta colina fue el solar donde se emplazó la necrópolis urbana. La ciudad quedó ubicada en el vecino Puig de Vila, ocupando su ladera Norte, donde hoy en día se conserva la parte más antigua de la urbe, conocida como Dalt Vila, que en el siglo XVI fue rodeada por el imponente baluarte levantado por iniciativa de Felipe II. Así, como es habitual en las ciudades fenicias, el espacio de los vivos y el de los muertos estaban cercanos, aunque separados por un accidente geográfico, en este caso una pequeña vaguada (actuales calles de Joan Xicó, Tanit y Joan Planells).

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En época púnica, desde fines del siglo VI hasta mediados del siglo IV a.C., el cementerio experimentará un enorme crecimiento como consecuencia del desarrollo de la ciudad. Su extensión era de aproximadamente 5 hectáreas. Las sepulturas se distribuyen por toda la vertiente septentrional, desde la cima, que al parecer constituyó el límite físico del antiguo cementerio, hasta el llano situado al pie, donde en este período se instaló el conjunto de talleres artesanales que elaboraban cerámica y que en época romana, una vez abandonada la actividad artesanal, se convirtió en la zona de expansión de la necrópolis a lo largo de la época imperial hasta la Antigüedad Tardía.

El elemento más abundante y

característico del yacimiento son los hipogeos púnicos, que constan de pozo rectangular de acceso y cámara subterránea, generalmente de forma cuadrangular. Muchos de sus pozos fueron utilizados por los campesinos, en época moderna y contemporánea, para plantar árboles frutales, sobre todo olivos, que actualmente confieren al lugar su característica fisonomía. Debido a la cobertura de sedimentos y vegetación, exteriormente sólo son visibles unos 350-400 hipogeos; sin embargo, a partir de los muestreos de densidad realizados en diversos sectores del yacimiento, el número real de los mismos se estima en torno a las 3000, sin contar otros tipos de sepultura.

El Puig des Molins es la necrópolis antigua más importante de la isla, donde

se han realizado las mayores campañas de excavación que han proporcionado los materiales más numerosos y variados, lo que la convierte en el mayor yacimiento arqueológico de las Pitiusas y en un hito fundamental para la investigación y reconstrucción de la historia de la ciudad y la isla durante la Antigüedad.

Dada su vasta extensión, para el estudio del yacimiento se han diferenciado dos zonas arqueológicas. La primera se sitúa en la parte baja de la colina y comprende desde la sede del museo hasta la clínica de Nuestra Señora del Rosario. En ella, se encuentra una amplia zona actualmente excavada en la que se distinguen enterramientos de cremación de época fenicia y púnica, así como enterramientos de inhumación de época romana. Las sucesivas campañas de excavación en esta zona han demostrado la existencia de numerosos hipogeos que hoy no se encuentran visibles. En esta Zona 1 se ubica también el conjunto de hipogeos denominados “de la mula” que fueron acondicionados para su visita pública. Finalmente, en torno al edificio del Museo se encuentra una superficie amplia sensiblemente horizontal que durante el siglo

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pasado fue utilizada como cantera. Este hecho hizo que la ladera quedara cortada verticalmente, dejando visibles en la sección numerosas tumbas, excavadas a diferentes profundidades. Ello permite conocer la estructura de diversos hipogeos, con sus pozos de acceso y cámaras de diferentes formas y tamaños.

La Zona 2 está ubicada en la parte media de la colina al sur del edificio

del museo, donde actualmente son visibles numerosas bocas de hipogeos. Toda la vertiente de la colina tuvo un uso agrícola en los últimos siglos por lo que fue dividida en bancales en los que se plantaron árboles frutales (olivos, algarrobos, etc.), utilizando para ello los pozos de acceso de las cámaras de los hipogeos. Los pozos de hipogeo están muy próximos unos a otros e invariablemente orientados norte-sur, ya que las tumbas están alineadas a lo largo de la pendiente siguiendo la configuración del terreno, pero varían en cuanto a su tamaño. b. Musealización del yacimiento

La visita a la necrópolis es esencial para la comprensión del conjunto de piezas expuestas en el Museo. Por ello, la Secretaría de Estado de Cultura ha llevado a cabo una importante actuación en la Zona I del yacimiento con el fin de garantizar la accesibilidad física al mismo, la ejecución de elementos gráficos explicativos de los diversos conjuntos que conforman esta zona y la reubicación de material arqueológico de gran formato.

La sustitución de la antigua pasarela de madera dispuesta directamente sobre el terreno por otra de mayor estabilidad y calidad, con barandilla, garantiza el tránsito por la misma a personas de movilidad reducida. Esta pasarela parte del acceso a la necrópolis desde el museo y finaliza en el conjunto de hipogeos visitables, recorriendo todo el sector noroeste de la Zona 1, de modo que el público puede acercarse al conjunto de enterramientos de esta zona sin peligro de caídas. Además, dada la imposibilidad de acceso a las personas de movilidad reducida a los hipogeos visitables, se ha prolongado la pasarela hasta el conjunto de los hipogeos del frente de cantera, donde es posible apreciar las características y evolución de este tipo de enterramientos.

La comprensión del significado y valor patrimonial del yacimiento se

garantiza por la colocación de seis atriles con texto explicativo en tres idiomas a lo largo del recorrido. Todos ellos ilustran la tipología y evolución de los enterramientos de la necrópolis. Esta información se completa con las hojas de sala dedicadas al yacimiento que, al igual que las hojas de sala de la exposición, están disponibles en seis idiomas.

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5. LAS COLECCIONES DEL MUSEO

Las colecciones del Museo Monográfico de Puig des Molins se encuentran estrechamente vinculadas a la historia de la investigación y a cada una de las campañas de excavación de la necrópolis. Actualmente conforman una de las colecciones más relevantes y singulares de la cultura fenicio-púnica del Mediterráneo Occidental.

El inicio de esta extensa colección, comienza en 1903 con las

excavaciones sufragadas por la Sociedad Arqueológica Ebusitana primero y, a partir de 1905, por Juan Román y Calbet, siempre bajo la dirección de Arturo Pérez Cabrero. El resultado de estos trabajos configuró un importante legado que en 1907 fue donado al Estado, junto con otros materiales procedentes de otros lugares de Ibiza y Formentera, dando lugar al nacimiento del Museo Arqueológico de Ibiza.

Las excavaciones más importantes realizadas hasta la fecha en la

necrópolis -a excepción de las que realizó entre 1909 y 1913 Antonio Vives y Escudero, hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid-, fueron las llevadas a cabo entre 1921 y 1929 por Carlos Román Ferrer (1887-1939), director del Museo de Ibiza, en las que se invirtieron importantes sumas económicas que le permitieron recuperar una importantísima cantidad de materiales arqueológicos.

En el año 2000, gracias al mecenazgo de la empresa Diario de Ibiza, se

pudo acometer un programa de investigación que se prolongó hasta 2005, recuperándose un importante conjunto de materiales, a los que hemos de añadir los recuperados en las excavaciones realizadas en el 2006 con motivo de los trabajos previos llevados a cabo para la musealización de la Zona 1 de la necrópolis.

Todo este importante legado se ha incrementado notablemente con las

donaciones efectuadas por distintos particulares que han querido ofrecer sus colecciones para el disfrute de todos los ciudadanos. Entre todas ellas, por su importancia, hemos de señalar la reunida por Rafael Sainz de la Cuesta, donada por sus herederos al Estado en 1966, parte de la cual se encuentra expuesta en la Sala V del Museo.

Entre las colecciones del periodo fenicio destacan, por su singularidad, los recipientes para libaciones realizados en los rituales, así como los betilos o cipos, hallados por lo general muy fragmentados, erigidos en memoria del difunto. Son de forma prismática, siempre anepígrafos, y con su parte inferior de menor anchura para poder ser encajado en un pedestal o soporte cuadrangular.

Del periodo púnico destaca la extraordinaria colección de huevos de

avestruz con decoración grabada o pintada. Se trata de una de las ofrendas más características de la cultura púnica que aparecen en las sepulturas, en unos

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casos cortadas por la mitad a manera de cuenco o copa, con su parte interna recubierta de pintura roja realizada con óxido de hierro; en otros casos cortadas solamente por uno de sus extremos, constituyendo un recipiente con su interior a menudo pintado también de rojo. Otro elemento de enorme importancia por la complejidad de su factura y la variedad de motivos en ellos representados, son los escarabeos, de los que Ibiza ha proporcionado más de 300 ejemplares. Se trata de pequeños amuletos tallados en piedras duras, principalmente jaspe verde y cornalina roja, que en el dorso representan un escarabajo, mientras que en su cara inferior presentan grabados jeroglíficos y representaciones de figuras con motivos de inspiración egipcia, helenística, u oriental, con figuras humanas, animales y seres fantásticos minuciosamente elaborados.

Junto con los escarabeos,

los amuletos egipcios y púnicos son también muy frecuentes en las sepulturas de la necrópolis. Estas pequeñas representaciones que se encuentran fabricadas en pasta, hueso o vidrio y a las que sus portadores les conferían la virtud de proteger de daños y peligros, nos revelan la religiosidad privada de los púnico-ebusitanos. Este conjunto de objetos es abundantísimo, tanto que podemos indicar que los hallados superan con mucho la totalidad de los hallados en los diferentes yacimientos fenicio-púnicos de España. Algo similar, en cuanto a su abundancia, es lo que sucede con las cuentas de collar fabricadas con la técnica del núcleo de arena. Se trata de vistosos granos de pasta vítrea de formas y tamaños diferentes, combinando unas veces varios colores, en ocasiones con una atractiva decoración superpuesta a la manera de "ojos", o bien de tonalidad monocroma. De similar técnica, los ungüentarios son también muy significativos en la colección. Se trata de recipientes de pequeño tamaño destinados a contener perfumes que presentan una decoración con hilos de vidrio de colorido diverso.

Dentro de la producción cerámica, la parte más destacable son las figuras

o relieves en barro -moldes, placas de terracota para elaborar panes sacros, etc. -, que constituyen una de las más importantes fuentes para el conocimiento de la vestimenta y adorno personal de los púnico-ebusitanos. Estas figuras son un reflejo de las diferentes corrientes artísticas en boga en el Mediterráneo durante los siglos VI y IV a. C. Así, es posible diferenciar un conjunto de piezas de inspiración egiptizante, otras que imitan los ejemplares griegos arcaicos y otras que presentan un estilo característico de la isla que se diferencia del resto de pro-ducciones por su esquematismo y escaso tratamiento del cuerpo humano, exceptuando la cabeza. En estas piezas, el artesano ebusitano nos ofrece otro modo de entender la representación humana, en donde llama la atención la recargada decoración de los vestidos, los tocados y peinados, la colocación de

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joyas, etc., en contraste con piezas completamente desnudas. A pesar de que hoy vemos la mayoría de las figuras sin decoración, éstas se encontraban pinta-das en tonalidades vivas e incluso en alguna ocasión recubiertas con pan de oro, como se puede ver en algunas figurillas del santuario de es Culleram, lamentablemente muy fragmentadas.

La colección de recipientes cerámicos es la más numerosa y presenta una

gran variedad de formas y usos. En general, se trata de formas sencillas y nada suntuosas. Algunas jarras tienen como decoración un dibujo de un ojo de carácter profiláctico a cada lado, a veces con lágrimas, como si quisieran proteger el líquido que han de verter. Las de uso culinario, presentan un aspecto más grosero, con abundante desgrasante, destinadas a la cocción de alimentos. Por último, destacan las ánforas de gran tamaño, destinadas al almacenaje o transporte de líquidos.

Finalmente entre los materiales de época romana recuperados en las tumbas, destacan las producciones cerámicas de paredes finas, muchas de ellas de elaboración local, y los recipientes de terra sigillata relacionados con los ágapes funerarios y las ofrendas de líquidos. Muy significativos son los ungüentarios, especialmente los de vidrio soplado, que contenían los óleos perfumados.

6. LA EXPOSICIÓN PERMANENTE

El Museo Monográfico Puig des Molins reabre con una exposición permanente que ofrece un nuevo escenario a las piezas de su colección. Para poder obtener esta moderna instalación expositiva, fue necesario elaborar y plasmar sus contenidos en un exhaustivo documento de programación expositiva, a partir del cual se realizó el proyecto museográfico.

La exposición permanente muestra los rituales

funerarios desarrollados en la ciudad de Ibiza durante un período de catorce siglos: desde la época fenicia hasta

el período de dominio bizantino. Las diferentes actitudes ante la muerte se observan a través de los materiales que fueron depositados como ajuar por los familiares y allegados en los diferentes tipos de sepultura presentes en el yacimiento.

El itinerario comienza en la planta de acceso al museo, donde el visitante

puede disfrutar de un audiovisual que sirve de introducción a las ideas y materiales de la exposición permanente y consultar dos maquetas que evidencian la importancia de la necrópolis. La primera es interactiva y detalla las sucesivas fases de utilización y expansión de la necrópolis. La segunda es una sección transversal del yacimiento que muestra su estructura y la distribución de

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las tumbas púnicas talladas en la roca (hipogeos) siguiendo las curvas de nivel de la colina.

La exposición continúa en la planta primera y se articula en cinco salas

temáticas tituladas del siguiente modo:

- La eternidad a través del fuego: la muerte en el periodo fenicio (625-525 a.C.)

- El viaje al Más Allá: rituales funerarios púnicos (525-25 a.C.) - Tiempo de la muerte: enterramientos púnicos (525-25 a.C.) - Sit tibi terra levis: la muerte en época romana y tardoantigua (25

a.C.-700 d.C.) - Coleccionismo y patrimonio: la colección Sainz de la Cuesta

La selección de piezas expuestas y los recursos de apoyo que las

acompañan, ofrecen una instalación museográfica equilibrada y coherente, que integra a las colecciones en el edificio; transmite con fiabilidad los ritos funerarios desde época fenicia hasta el final de la época romana y dota a la exposición de un efecto dinámico, de gran poder de atracción para el visitante.

a. Contenido de la exposición Entre los materiales que pueden contemplarse en el museo, llama la

atención los objetos fenicio-púnicos, no sólo por su antigüedad y excelente conservación sino, sobre todo, por su originalidad. En su mayoría son productos de una tradición artesanal propia de la isla, donde se fundieron, como un crisol, influencias artísticas diversas que conjugadas con el hacer característico de los artesanos locales, confirieron a las producciones ibicencas una personalidad propia bien marcada.

En la Sala I, destinada a los enterramientos fenicios, destaca, en primer

lugar, la presencia de botellitas contenedoras de perfume o recipientes para las libaciones realizados en los rituales funerarios, así como las urnas que contenían los restos cremados de los difuntos y los escasos elementos que los acompañaban: alguna joya, amuletos o escarabeos protectores.

Las Salas II y III están dedicadas a explicar los rituales y enterramientos de

época púnica. La llegada de la población púnica supuso importantes cambios en el ritual funerario así como la introducción de la inhumación de los cadáveres y la aparición de un nuevo tipo de sepultura: el hipogeo. Las piezas expuestas en la sala II permiten reconstruir los distintos ritos funerarios que se realizaban desde la preparación, adorno y protección del cuerpo del difunto hasta los cultos celebrados por los familiares en el lugar del enterramiento. Entre estas piezas, destacan por su número y diversidad los amuletos colocados en los enterramientos para proteger al difunto en su viaje al Más Allá. Son igualmente llamativas las numerosas figuras, máscaras y moldes de terracota que se

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colocaban en la tumba para asegurar su protección. Pero, sin duda, las piezas más destacadas de esta sala por su excelente conservación son los huevos de avestruz con decoración pintada, símbolo de regeneración, que se ofrecían en el momento del sepelio, junto con las lucernas y las jarras para libaciones.

En la Sala IV se exponen los materiales de época romana. Los referentes

ideológicos y las expresiones materiales de los ritos fúnebres cambiaron respecto a los de época púnica, aunque en el fondo, al tratarse de culturas con similar grado de desarrollo social, se tratase más de cambios de forma que de contenido. Entre los materiales expuestos en esta sala, llaman poderosamente la atención un sarcófago de plomo que contuvo dos enterramientos infantiles y el fragmento de columna reaprovechado como sarcófago que, por sus dimensiones, debió contener también el cadáver de un niño de corta edad.

La exposición permanente finaliza en la Sala V que expone la colección

de objetos arqueológicos ibicencos de Rafael Sainz de la Cuesta, que fue donada al Estado para su exposición en Ibiza. Esta colección representa un compendio de toda la arqueología púnico-romana de la isla de Ibiza, formada por cerámicas púnicas y romanas, terracotas, cerámicas áticas y campanienses de barniz negro, huevos de avestruz, recipientes de vidrio, objetos de hierro y cobre, etc. Los materiales proceden de los yacimientos más importantes de la isla que, al margen de la necrópolis del Puig des Molins, corresponden a los santuarios de Es Culleram, Illa Plana y Puig d’en Valls.

b. La instalación museográfica

La nueva instalación expositiva es armónica y coherente; queda integrada

en el espacio arquitectónico y presenta una composición de los elementos museográficos equilibrada y contenida. Estas características permiten realzar la presentación de las colecciones.

El diseño de la arquitectura museográfica está basado en la sencillez y

pureza de líneas, lo que permite su integración con el edificio y garantiza el protagonismo a las colecciones. Además, la museografía acentúa la distinta naturaleza de las colecciones frente a los recursos museográficos de interpretación de las mismas contrastando la materialidad de las piezas que se colocan sobre piedra caliza bateig y la fugacidad de los elementos informativos compuestos de luz. De este modo, las salas se componen de dos ambientes: el físico, que ha perdurado siglos, y el de la luz, que aporta una interpretación actual y, por tanto, efímera. Cuando el museo se cierra, la luz desaparece, pero los bienes permanecen. Esta filosofía se remarca por la separación en dos planos de ambos elementos: las piezas se disponen en las vitrinas perimetrales y vitrinas-mesa y la información queda concentrada en los muros de cristal opalino que sirven de soporte a las pantallas de los audiovisuales, los interactivos y a los cajetines de las hojas de sala.

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Por otro lado, la propuesta museográfica destaca el carácter de la colección arqueológica y responde a la lógica del crecimiento de las colecciones propia de un yacimiento vivo, en la que pueden integrarse nuevos hallazgos en vitrinas de fácil manipulación. Así, los bienes culturales se muestran en conjuntos, con un sentido acumulativo a modo de los antiguos expositores-almacén de los coleccionistas, distinguiéndose las piezas más significativas mediante la iluminación y las cartelas.

c. Recursos informativos

La apertura de este museo se ha realizado dotando a la exposición de múltiples recursos informativos que ofrecen datos de las colecciones y de sus contextos de creación y origen. La información se ofrece en diversos soportes: textual, gráfico, audiovisual e interactivo, aptos para distintos niveles y dificultad. Todos ellos pretenden ofrecer una presentación atractiva de las colecciones y las complementa con un lenguaje escrito, gráfico y visual de calidad.

Todos los conjuntos y piezas excepcionales se acompañan de cartelas, en

las que se señala en su denominación y se especifica su época histórica, material o soporte y lugar de procedencia. Esta información referida a cada pieza se refuerza con una hoja de sala disponible en los siguientes idiomas: castellano, catalán, inglés, francés, alemán e italiano.

A esta información tradicional, se unen producciones audiovisuales y

recursos interactivos, en cada una de las cinco salas que se encuentran subtitulados en catalán, castellano e inglés. Los audiovisuales se han realizado a partir de documentación de archivo, filmaciones en el yacimiento y diferentes localizaciones en Ibiza. Todos ellos permiten reconstruir los ritos funerarios de cada una de las culturas que habitaron la isla, contextualizando así algunas de las piezas que el visitante puede ver en las vitrinas. Los interactivos se conciben como recursos que permiten ampliar información sobre las colecciones y su contexto histórico. d. Restauración de colecciones

Aunque la colección cuenta con muchas piezas en excepcional estado de conservación, una gran parte de la misma sí ha requerido una importante labor de consolidación y reintegración para devolverle su legibilidad a ojos del visitante. Muchas de estas piezas son memoria viva de las diferentes manos que han ido interviniendo sobre ellas durante casi un siglo. Los trabajos actuales han permitido documentar materiales y técnicas de restauración que ayudan a comprender los problemas a los que se habían enfrentado los objetos desde su descubrimiento. En las intervenciones realizadas prima, ante todo, la integridad de las piezas, eligiéndose siempre materiales de reintegración estables y de probada seguridad en su evolución temporal, y si en algún caso se ha pensado

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que la exposición al público podía causar más daño a los originales, se ha optado por no exponer dichos materiales.

Uno los principales retos de la restauración fue la gran cantidad de

recipientes que precisaron tratamientos de adhesión y reintegración. Siguiendo siempre las premisas de mínima intervención sobre los objetos a tratar, se emplearon técnicas y materiales reversibles y se homogeneizaron las técnicas de reintegración.

Capítulo aparte son los objetos de metal, también enormemente variados

y que presentan a su vez diferentes patologías. El bronce es uno de los materiales que más problemas ocasiona. Su conservación resulta especialmente compleja, ya que la mayoría de las piezas de este material se encuentran absolutamente mineralizadas, por lo que requieren tratamientos de estabilización, largos y complejos. Los objetos de hierro, la mayor parte herramientas, pero también joyas y elementos de adorno, han tenido que ser retocados, retirándose viejos barnices, adhesivos en mal estado y ceras que han sido sustituidos por productos estables.

7. LA EXPOSICIÓN TEMPORAL. El Museo del Puig des Molins: un proyecto entre dos siglos 1935-2012 Con motivo de la reapertura del museo se ha montado una exposición temporal que muestra a través de planos, imágenes y documentación original conservada en el archivo, los sucesivos proyectos y reformas acometidas en la sede del museo.

8. INFORMACIÓN PRÁCTICA Dirección: Via Romana, 31 07800 Eivissa Tfno: 971 30 17 71 Fax: 971 30 32 63 Web: www.maef.es Horario: Horario de verano ( 01/04 - 30/09)

10 a 14 h y de 18:30 a 21 h

Horario de invierno (01/10 - 31/03) 9:30 h a 15 h Domingos: 10:00 h a 14 h Lunes y festivos Cerrado Días de apertura extraordinaria: Consultar página web Tarifa: Entrada general: 2,40 € Entrada reducida: 1,20 € Entrada gratuita: domingos

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B. CRÉDITOS MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE Ministro de Educación, Cultura y Deporte José Ignacio Wert Ortega Subsecretario de Educación, Cultura y Deporte Fernando Benzo Sáinz Secretario de Estado de Cultura José María Lassalle Ruiz Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas Jesús Prieto de Pedro Subdirector General de Museos Estatales Enrique Varela Agüí Subdirector General de Instituto de Patrimonio Cultural de España Alfonso Muñoz Cosme Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos Secretaria Técnica de Infraestructuras María Dolores Izquierdo Losada Subdirector General Económico-Administrativa Ignacio Castillo Grau Subdirector General de Obras Amando Cuellas Subdirector General de Contratación y Gestión Patrimonial Ignacio Castillo GOVERN DE LES ILLES BALEARS Conselleria d'Educació, Cultura i Universitats Conseller d'Educació, Cultura i Universitats Rafael Àngel Bosch i Sans Dirección General de Cultura i Joventut Directora General de Cultura i Joventut Isabel Cerdá Moragues Departamento de Cultura Catalina Ferrando Ballester

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C. FICHA TÉCNICA PROYECTO ARQUITECTÓNICO Celia Vinuesa / Trabajos de Arquitectura y Diseño, S.L. EJECUCIÓN OBRA ARQUITECTÓNICA Castilla de Construcciones A.B.S. PROYECTO DE TERMINACIÓN Abraham Ariel EJECUCIÓN PROYECTO DE TERMINACIÓN Constructora de Obras Municipales, S.A DISEÑO DEL PROYECTO MUSEOGRÁFICO ACESINH, S.L. DISEÑO DEL PROYECTO DE MUSEALIZACIÓN DE LA NECRÓPOLIS Miguel Rodríguez, María Ortiz y Pau Soler EJECUCIÓN DEL PROYECTO MUSEOGRÁFICO Empty S.L. GESTIÓN, COORDINACIÓN Y SEGUIMIENTO Subdirección General de Museos Estatales. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Dirección General de Cultura i Joventut. Govern de les Illes Balears EQUIPO TÉCNICO DEL MUSEO Jordi H. Fernández Gómez Benjamí Costa Helena Jiménez RESTAURACIONES In Situ Laia Fernández Berengué Lorena Pereda Domínguez Monica Roselló Bouso Teresa Rullan MOBILIARIO Y EQUIPAMIENTOS Gunnebo España SAU (Fichet sistemas y servicios) Burodécor S.A. SENSONET