MOVILIDADES ADOLESCENTES

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Elementos teóricos emergentes en la ruta entre Marruecos y Europa

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  • MOVILIDADES ADOLESCENTES

  • Consejo editorial

    Mara Eugenia Aubet - Manuel Cruz Rodrguez - Josep M. Delgado Ribas - scar Guasch Andreu - Antonio Izquierdo Escribano - Raquel Osborne - Oriol Roman Alfonso - Amelia Siz Lpez - Verena Stolke

    Serie General Universitaria - 150

  • NATALIA RIBAS-MATEOS Y SOFA LAIZ (eds.)

    MOVILIDADES ADOLESCENTES

    Elementos tericos emergentes en la ruta entre Marruecos y Europa

    edicions bellaterra

  • Para Natlia S.P.

    Annimo, cedido por Casa YMCA del Menor Migrante, Ciudad Jurez, Mxico

    Diseo de la cubierta: Joaqun Moncls

    Natalia Ribas-Mateos y Sofa Laiz, por la coordinacin los autores para cada uno de sus artculos

    Edicions Bellaterra, S. L., 2014Navas de Tolosa, 289 bis. 08026 Barcelona

    www.ed-bellaterra.com

    Quedan prohibidos, dentro de los lmites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,

    ya sea electrnico o mecnico, el tratamiento informtico, el alquiler o cualquier otra forma de cesin de la obra sin la autorizacin previa y por escrito de los titulares del copyright. Dirjase a CEDRO

    (Centro Espaol de Derechos Reprogrfi cos, http://www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra.

    Impreso en EspaaPrinted in Spain

    ISBN: 978-84-7290-669-3Depsito Legal: B. 13.344-2014

    Impreso por Arvato Services Iberia, S. A.

  • ndice

    Agradecimientos, 11

    Prefacio. Sofa Laiz, 13

    Preface. Sofa Laiz, 19

    Introduccin. Montando una pequea caja de herramientas para las movilidades adolescentes, Natalia Ribas-Mateos, 25 Montando una caja de herramientas, 26 El contexto general de las

    movilidades, 28 La centralidad de la movilidad en los adolescen-tes, 32 La analoga entre las movilidades en femenino y las movili-dades de nios y jvenes, 37 El concepto de autonoma y agen-cia, 39 Formas de circularidad y trnsito, 45 El enfoque terico de las capacidades, 47 Revisando el concepto de adaptacin: el rol de la familia y la escuela, 49 Aplicando un caso concreto: el peso de la historia y la geografa, 50 Recapitulando, 55 Referencias bibliogrficas, 57

    Primera parteEnsamblaje terico

    1. El nuevo paradigma de las movilidades, Mimi Sheller y John Urry, 63

    Introduccin, 63 Las ciencias sociales como ciencias estticas, 66 Mltiples movilidades, 73 Recursos tericos para la investigacin de

  • 8 Movilidades adolescentes

    las movilidades, 78 Mtodos para la investigacin de las movilida-des, 83 Espacios aeroportuarios, 87 Nuevas movilidades, 91 Re ferencias bibliogrficas, 94

    2. La Convencin de Naciones Unidas de Derechos del Nio. Un anlisis de su aplicacin a los menores en situacin de migracin independiente en Europa, Daniel Senovilla Hernndez, 102

    Introduccin, 102 Los principios generales de la Convencin, 103 La determinacin de una solucin duradera, 116 Conclusin, 125 Referencias bibliogrficas, 127

    3. Las polticas de la compasin, Greta Lynn Uehling, 129 Las vas de entrada en el sistema, 132 La salida del pas de ori-

    gen, 134 Amenazados y amenazadores: la poltica de la compa-sin, 138 En el interior de un albergue, 140 Los galardonados con el premio del Sueo Americano, 143 Contexto histrico y ju-rdico, 144 Dinmicas del trfico, 146 Agendas contrapues-tas, 154 Conclusin, 156 Listado de instituciones citadas, 158 Referencias bibliogrficas, 158

    4. tiles tericos para una reflexin sobre la movilidad: circulacin de menores, migracin autnoma y sistemas de dependencia, Mer-cedes G. Jimnez, 161

    Nios, nias y adolescentes que se mueven, 165 Circulacion infantil y sistemas de dependencia, 168 Migracin autnoma, 173 Conclu-siones: hacia otro paradigma de movilidad y proteccin, 178 Referen-cias bibliogrficas, 185

    Segunda parteBeni Mellal como estudio de caso

    5. La rgion du Tadla-Azilal. Des anciens champs migratoires vers la France aux nouvelles filires migratoires vers lEspagne et lIta lie, Chadia Arab et Abdelmajid Zmou, 193

    Introduction: Des concepts de champs et filires qui structurent lespace migratoire du Tadla-Azilal, une rgion fortement touche par la migra-tion, 193 Etat des lieux de lespace migratoire du Tadla-Azilal, 195

  • ndice 9

    Un exemple de filire migratoire vers la France aux nouvelles migrations clandestines vers lEspagne et Italie, 203 Les modalits de la migra-tion vers lEspagne et lItalie, 212 Des retours frquents et un impact sur leur espace dorigine au Maroc, 216 En conclusion: la migration, un dveloppement pour le pays dorigine?, 220 Bibliographie, 222

    6. Adolescentes y movilidades globales: una aproximacin desde la regin Tadla-Azilal, Natalia Ribas-Mateos, 224

    El contexto de partida, 224 La Regin de Tadla-Azilal como dispositivo micro-regional, 227 La importancia de la Regin Tadla-Azilal en el sis-tema migratorio contemporneo, 230 Antecedentes en el marco jurdico marroqu, 236 Tipologas desde los tres ngulos del tringulo emprico del estudio, 238 Conclusin: Buscando formas de autonoma, 241 Re-ferencias bibliogrficas, 242 Informes gubernamentales, 245

    7. Evaluation de limpact des politiques ducatives dans les migra-tions des jeunes du Maroc, une proposition de la prvention et lintervention auprs des jeunes migrants en situation de risque, AMSED, 246

    Avant-Propos, 246 Contexte de la consultation, 247 Donnes dmo-graphiques et socio-conomiques des zones dintervention de ltu-de, 248 Dmarches mthodologiques, 251 Description des structu-res rencontres, 252 Mineurs et migration: Etat des lieux, 258 Donnes qualitatives sur le systme ducatif, 267 Synthse des rsul-tats de la mission, 270 Conclusion et recommandations, 272

    Tercera parteLa conexin Beni Mellal, Galicia, Catalua

    8. Familia, migracin adolescente y procesos de incorporacin social de los jvenes marroques en Galicia, Sofa Laiz Moreira, 281

    Introduccin, 281 Las migraciones infantiles como objeto de estu-dio, 285 Familia y dinmicas familiares detrs de la migracin del me-nor de edad, 287 La activacin del capital social transnacional fami-liar en la migracin infantil, 290 Los procesos de incorporacin social: trayectorias educativas y de insercin laboral de los jvenes migran-tes, 293 Conclusiones, 298 Referencias bibliogrficas, 300

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    9. El impacto de las polticas educativas en la carrera formativa de jvenes marroques, Paula Alonso, 302

    Introduccin, 302 Ante la diversidad: Estado de la cuestin, 303 El contexto migratorio en el que se inscriben los centros escolares, 307

    Fundamentos de la poltica educativa y su impacto en el centro esco-lar, 308 Sobre la relacin familia-centro, 313 Sobre el proceso de emancipacin e insercin sociolaboral, 314 Conclusiones, 316 Referencias bibliogrficas, 317 Webografa, 318

    10. Los dispositivos de atencin a los menores que migran solos en la provincia de Barcelona: repaso histrico y breve reflexin sobre el rol del educador social, Nria Empez Vidal, 320

    Un breve recorrido por la historia de los dispositivos de atencin, 322 El rol del/a educador/a social, 333 Conclusiones, 338 Anexo. Cmo nos ven?, 339 Referencias bibliogrficas, 342 Leyes y Tratados, 344

  • Agradecimientos

    Este libro, como ocurra con las estampas japonesas realizadas con tcnica de grabado sobre relieve en madera, resulta de un trabajo de colaboracin. En dicho caso era de cuatro personas:1 el editor, que coordinaba el trabajo, el artista, que realizaba el dibujo, el grabador, que trabajaba la madera y el impresor que realizaba el tiraje. La es-tampa se venda en librera o a domicilio. El editor que acostumbraba a financiar la operacin, encargaba el dibujo al artista, que lo realiza-ba con pincel y tinta china (sumi) sobre un papel casi transparente. El grabador aplicaba esta hoja sobre una plancha encolada, con el dibujo contra la madera, pasndole el cepillo por encima. La finura del papel le permita ver el dibujo por transparencia. En cuarto lugar, el impre-sor realizaba el tiraje.

    Este libro tambin resulta de la colaboracin de por lo menos cuatro grupos de personas, (i) los editores, contando con el apoyo del equipo de Edicions Bellaterra (en particular Jos Lus Ponce, y la per-sona que se ha dedicado a las gestiones pertinentes, Iver Almansa); con el patrocinio de la AECID (CAP-PIED); con el apoyo del ESO-MI-UDC (en especial Laura Oso y Montserrat Golas) y con el enri-quecimiento de los debates facilitados por el IEMED (en especial Ma-ria ngels Roque y los participantes al seminario Una mirada transnacional de los jvenes y las movilidades. La conexin Beni Me-llal-Barcelona-Galicia, abril 2013), (ii) por supuesto, los artistas,

    1. Ukiyo-e Imatges per a un mon efmer. Gravats japonesos dels segles xvii i xix. VVAA. Fundaci Caixa de Catalunya 2008.

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    pero ms que artistas todos los acadmicos y activistas que son los autores del libro, y (iii) el grupo de grabadores que son los encargados de pasarle el cepillo al material, quisiera destacar aqu las correccio-nes de textos y revisin de traducciones realizadas voluntariamente por Franoise Coudevylle, Nria Empez, Mercedes Jimnez, Martin Lundsteen, Martha Cecilia Navarro Lupe Rodriguez Santizo y Enric Ruiz-Gelices. Dichas traducciones no hubieran sido posibles sin el permiso que nos concedieron las revistas acadmicas Anthropological Quarterly y Environment and Planning. Por ltimo, agradecemos la pintura de la portada del libro a Casa YMCA del menor migrante de Ciudad Jurez, Mxico.

  • Prefacio

    Sofa Laiz Moreira

    El presente libro es el resultado del proyecto NAMAE (11-CAP2-1548) financiado por la Agencia Espaola de Cooperacin internacio-nal al Desarrollo (AECID)1 en su convocatoria CAP-PIED del ao 2011. El mismo, titulado Evaluacin del impacto de las polticas educativas en las migraciones de nios y jvenes procedentes de la regin Atlntica y llanuras interiores de Marruecos, para una propues-ta de prevencin y de intervencin con la juventud migrante en situa-cin de riesgo2 ha supuesto el trabajo conjunto de la entidad coordi-nadora del proyecto, el Equipo de Sociologa de las Migraciones Internacionales (E. S. O. M. I)3 con sede en la Facultad de Sociolo-ga de la Universidad de La Corua y de la Asociacin A. M. S. E. D (Association Marocaine de Solidarit et Dveloppement) como enti-dad socia en Marruecos.

    El proyecto ha sido dirigido por las profesoras Laura Oso Casas y Natalia Ribas Mateos, miembros del ESOMI, y tuvo un perodo de implementacin entre el mes de noviembre de 2011 y el mes de Mayo de 2013. Su objetivo principal ha sido el de estudiar el impacto de la poltica educativa en la migracin de menores de edad y jvenes pro-cedentes de Marruecos hacia Espaa. Para ello, y en el transcurso de dicha investigacin, se han realizado varios encuentros entre las enti-

    1. Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperacin. Gobierno de Espaa.2. Palabra en bereber que hace referencia al vnculo del hijo/a dentro del vientre materno.3. Proyecto dirigido por Laura Oso Casas y de Natalia Ribas Mateos y cuyo equipo de investigadoras estuvo conformado por Sofa Laiz Moreira (trabajo de campo en Espaa y en Marruecos) y Paula Alonso Pardo (trabajo de campo en Espaa).

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    dades participantes para lograr una coordinacin efectiva del proyecto tanto en Espaa como en Marruecos.

    El primer encuentro tuvo lugar en el mes de febrero de 2012, en la sede de la entidad local, AMSED, situada en la ciudad de Rabat. Su objetivo fue el de consolidar el partenariado del proyecto as como de establecer las condiciones de cooperacin entre la entidad beneficia-ria, la Universidad de La Corua y su socio local. Asimismo, este en-cuentro transnacional inicial dio lugar a la presentacin de los objeti-vos del proyecto y a la programacin de los primeros pasos de la investigacin. El segundo encuentro se ha llevado a cabo en el mes de Noviembre de 2012, tambin en la sede de la contraparte local del proyecto, con el objetivo de la presentacin de los resultados prelimi-nares de la investigacin realizada hasta la fecha con los menores y sus familias en Espaa y en Marruecos.

    Cabe sealar que la investigacin en Espaa se centr principal-mente en la comunidad de Galicia, realizando entrevistas a familias e informantes claves (personal del mbito de la educacin y de protec-cin de menores). Dentro de la investigacin en Galicia he realizado, como investigadora del proyecto, entrevistas en profundidad a doce menores migrantes respondiendo a dos perfiles diferenciados. Entre ellos, siete casos de menores no acompaados acogidos en el sistema de proteccin de la infancia a nivel regional y cinco casos a menores llegados bajo el proceso de reagrupacin familiar. Todos ellos jvenes procedentes de diferentes localidades de la Provincia de Beni Mellal. As mismo, el trabajo de campo incluy a miembros de las familias residentes en los pueblos de origen. Por su parte, dentro de la investi-gacin en Espaa, la investigadora Paula Alonso llev a cabo el traba-jo de campo con veinte expertos y profesionales en el mbito de la educacin y de la intervencin con menores migrantes en la Comuni-dad gallega y catalana.

    La investigacin en Marruecos, por tanto, fue dividida en dos fases. Una primera fase realizada por m con las entrevistas a familia-res de los menores contactados en Galicia y una segunda fase de tra-bajo de campo realizada por la entidad socia del proyecto, Amsed. Cabe sealar que en el transcurso de la implementacin de las activi-dades de investigacin se llevaron a cabo dos estancias del equipo in-vestigador del ESOMI en la Provincia de Beni Mellal. La primera es-tancia tuvo lugar en el mes de julio 2012 e incluy la participacin de

  • Prefacio 15

    la Co-directora del proyecto, Natalia Ribas Mateos y de m misma, como investigadora. Esta fase exploratoria inicial se llev a cabo me-diante una estancia de diez das en la cual se realizaron entrevistas de toma de contacto con el terreno a partir de encuentros con expertos en la temtica de estudio y entrevistas a informante claves.

    El segundo perodo de trabajo de campo en el pas de interven-cin fue llevado a cabo en el mes de noviembre de 2012 y tuvo el objetivo de realizar entrevistas a los familiares de los menores mi-grantes ya entrevistados en Galicia. Durante una estancia de quince das, he realizado diecisis entrevistas a padres, madres, hermanos, primos, tos y en ocasiones abuelos de los sujetos localizados en Es-paa. Su objetivo era el de conocer, desde la visin de los sujetos no-migrantes, la percepcin y las representaciones en torno a la migra-cin del menor o, en el caso de menores reagrupados, del grupo familiar emigrado. As mismo, este trabajo de campo multi-situado permita conocer las dinmicas familiares subyacentes a la migracin de menores de edad. Por las dificultades encontradas en el acceso a los informantes, el total de los grupos familiares entrevistados en esta estada ascendi a seis, siendo un nmero menor al esperado inicial-mente. El mismo fue por ello complementado con entrevistas a infor-mantes claves del mbito de la educacin. Durante la misma visita a la regin de estudio, se dio lugar a la presentacin de los resultados obtenidos hasta la fecha en Espaa en un encuentro internacional con doctorandos de la Universidad de Beni Mellal, concretamente del Grupo de investigacin de Geografa dirigido por el Profesor Abdel-majid Zmou (Facultad de Letras).

    Las principales conclusiones del proyecto revelaron que el impac-to de la poltica educativa y de intervencin con menores no acompa-ados condiciona sensiblemente las trayectorias vitales de los meno-res migrantes, determinando sus itinerarios educativos y de insercin ocupacional. As mismo, desde los resultados obtenidos en la investi-gacin desarrollada en Marruecos, las conclusiones revelaron que las deficiencias en la poltica educativa marroqu se presentan como fac-tores que explican en gran medida el abandono prematuro de la etapa escolar. Aparejado a ello, el rol de la familia y de las representaciones sociales construidas a partir de la historia migratoria de la regin han contribuido a crear un efecto contagio con un particular impacto en la migracin internacional de la poblacin joven.

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    En concreto, el trabajo que he realizado con jvenes ex tutela-dos, concluye que el acceso a las medidas de acompaamiento a la emancipacin es fundamental para garantizar el acceso a la igualdad de oportunidades en la insercin ocupacional del menor migrante. En ello incide el acceso a redes sociales que permitan al joven activar sus capacidades de empleabilidad que a su vez contribuyen a mantener su situacin de regularidad jurdica, y con ello, su inclusin social una vez emancipado. Asociado a ello, se aade que las razones que expli-can la desproteccin del menor migrante hacen referencia a las lagu-nas y falta de coordinacin entre la legislacin a nivel nacional y re-gional (de las comunidades autnomas) y la tendencia a querer primar la poltica migratoria sobre la legislacin de proteccin de la infancia. La primaca de una sobre la otra parece servir para discriminar al me-nor en diferentes categoras cuando la situacin lo requiere, siendo cuestionado su derecho a la proteccin y siendo en ocasiones excluido de los recursos disponibles. Las conclusiones llevan a reclamar un mayor compromiso de la administracin regional en la etapa de tran-sicin que va desde el perodo de institucionalizacin a la emancipa-cin econmica y personal del joven.

    Por su parte, el trabajo de investigacin realizado por Paula Alon-so sobre la aplicacin de la poltica educativa con menores migrantes ha permitido resaltar el papel que cumplen las medidas de atencin a la diversidad con alumnado extranjero. Entre sus conclusiones destacan la deficiente articulacin de las medidas de atencin a la diversidad a nivel regional y local, siendo estas transferidas directamente a la vo-luntad de los centros educativos y quedando muchas veces en meras declaraciones de buenas intenciones. En segundo lugar, la autora remarca cmo los diferentes actores institucionales condicionan las trayectorias educativas de los jvenes migrantes, establecindose un juego de poderes entre legislaciones generales y especficas.

    Respecto a la investigacin realizada por el equipo de investiga-cin de AMSED en Marruecos, sta se ha basado en entrevistas a ex-pertos y autoridades en el mbito de la educacin dentro de la provin-cia de Beni Mellal. El equipo investigador, conformado por M. Khaddi Mohamed, M. Fahmi Mohamed Rida y Chakib Fouad, ha arrojado conclusiones reveladoras sobre la situacin de los jvenes en la regin de estudio y que contribuyen a una mejor comprensin del fenmeno de la migracin infantil. Las mismas revelan dos categoras de menores

  • Prefacio 17

    potencialmente migrantes: los menores en riesgo de exclusin (que han abandonado la escuela o que presentan dificultades en el desem-peo escolar) y los menores de la calle. Ambas categoras se caracte-rizan por situaciones familiares inestables desde el punto de vista eco-nmico, social y cultural y por la falta de confianza en las instituciones escolares y de apoyo social. La decisin de emigrar, por ello, es usual-mente vinculada a una decisin de tipo familiar y vivida como una inversin rentable en el seno de las estrategias familiares de supervi-vencia. Otra conclusin relevante establece que los servicios ofrecidos a los menores no son suficientes para cubrir las demandas de los mis-mos ni logran responder a un sistema integrado que vincule a las fami-lias, el entorno y el sistema educativo (Amsed, Informe de resultados, mayo 2013).

    Ms all de estas conclusiones del proyecto en s mismo, que pueden confirmarse con ms detalle en cada captulo correspondiente, el presente libro rene investigaciones elaboradas por diferentes auto-res expertos en el mbito de la migracin de menores de edad. Su se-leccin ha obedecido a un criterio de especificidad y de mbito de es-tudio, siendo una obra colectiva que tiene por objetivo el ofrecer un enfoque multidisciplinar y amplio del fenmeno estudiado.

    El libro se presenta dividido en tres partes. En la primera parte, se presenta el ensamblaje terico desarrollado en cuatro captulos. El primero de ellos, elaborado por Mimi Sheller y John Urry, se centra en el abordaje terico de las movilidades geogrficas internacionales. El segundo, escrito por Daniel Senovilla, aborda los aspectos ms jurdi-cos de las migraciones de menores no acompaados. El tercer captulo desarrolla un anlisis de las polticas pblicas sobre las migraciones de nios en diferentes contextos: Mxico, Centro-Amrica, China y la India, bajo la autora de Greta Lynn Uehling. El cuarto y ltimo cap-tulo de esta primera parte, presentado por Mercedes Jimnez, aborda las cuestiones tericas que rodean la circulacin de menores desde un anlisis en torno a los procesos de movilidad, autonoma, gobierno y resistencia de adolescentes marroques en la Frontera Sur de Europa.

    Una segunda parte se conforma por tres captulos ms y profun-diza en el fenmeno de la migracin de menores de edad en el contex-to migratorio estudiado dentro del proyecto, la provincia de Beni Me-llal. Los captulos presentan esta regin del territorio central marroqu como caso de estudio. El primer captulo, elaborado por dos investiga-

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    dores expertos en las migraciones procedentes de la regin, Chadia Arab y Abdelmajid Zmou, lleva a cabo un anlisis extensivo sobre las cadenas migratorias procedentes de Tadla-Azilal a Espaa e Italia. El captulo segundo, escrito por Natalia Ribas-Mateos, presenta una aproximacin terica de las movilidades procedentes de Beni Mellal hacia la esfera internacional. Un tercer y ltimo captulo, cuya autora corresponde al equipo investigador de la contraparte local del proyec-to Namae, la entidad Amsed, presenta los resultados sobre el eje de anlisis que explora el papel que juega la poltica educativa en la mi-gracin de menores no acompaados.

    A este primer eje inicial se suman otros dos mbitos de estudio: el eje que aborda la relacin entre la familia, la migracin de menores y los procesos de incorporacin al mercado de trabajo en la sociedad de instalacin, por un lado, y un ltimo eje temtico que indaga en el rol de la poltica educativa con menores migrantes y menores no acompa-ados en Espaa, particularmente en las regiones de Galicia y Catalua. Los captulos que responden a estos dos ejes planteados en la metodo-loga del proyecto, conformarn la tercera y ltima parte de esta obra.

    El segundo de estos ejes es abordado en el primer captulo que abre la seccin tercera. Se trata del captulo especfico que presento con los resultados generales del trabajo de campo que he realizado a lo largo del proyecto y que intenta abordar un anlisis multidimensio-nal de la migracin infantil. Las conclusiones obtenidas son producto de la investigacin desarrollada tanto en Galicia, con los menores mi-grantes, como en las diferentes aldeas y poblados de la provincia de Beni Mellal, en Marruecos. El tercero de los ejes explicados es pre-sentado por Paula Alonso Pardo, quien aporta un captulo con las prin-cipales conclusiones ya comentadas ms arriba y que son fruto del trabajo de investigacin realizado en Galicia y en Catalunya. Para ter-minar, un ltimo captulo aborda la intervencin educativa con meno-res que migran solos en la provincia de Barcelona, escrito por la ex-perta en la materia, Nuria Empez Vidal.

    Este libro intenta aportar nuevos elementos al estudio de la mi-gracin infantil y al anlisis del impacto de las polticas pblicas en las trayectorias vitales de los menores migrantes, en nuestro caso con-creto, de aquellos menores procedentes de Marruecos y llegados a la Comunidad de Galicia y de Catalunya en Espaa.

  • Preface

    Sofia Laiz Moreira

    Ce livre est le rsultat du projet financ par lAgence Espagnole de Coopration Internationale au Dveloppement (AECID)1 dans son ap-pel doffre CAP-PIED de lanne 2011. Ce dernier, intitul Evalua-tion de limpact des politiques ducatives dans les migrations den-fants et de jeunes en provenance de la rgion atlantique et des plaines intrieures du Maroc, pour une proposition de prvention et dinter-vention avec la jeunesse migrante en situation de risque (dsigne sous lacronyme de NAMAE)2 a impliqu le travail conjoint de lorganisme coordinateur du projet, lEquipe de Sociologie de lUni-versit de la Corua et de lAssociation A. M. S. E.D (Association Marocaine de Solidarit et Dveloppement) comme organisme parte-naire au Maroc.

    Le projet3 a t dirig par les professeurs Laura Oso Casas et Na-talia Ribas-Mateos, membres de lEsomi, et il y eut une priode de mise en uvre du mois de novembre 2011 au mois de mai 2013. Son objectif principal a t dtudier limpact de la politique ducative dans lmigration des mineurs et des jeunes en provenance du Maroc vers lEspagne. Pour cela, et au cours de cette enqute, plusieurs runions se sont tenues entre les organisations participantes afin dobtenir une coordination effective de la recherche tant en Espagne quau Maroc.

    1. Ministre des Affaires Etrangres et de la Coopration. Gouvernement dEspagne.2. Mot en langue berbre faisant rfrence au lien de lenfant dans le ventre maternel.3. Projet dirig par Laura Oso Casas et Natalia Ribas-Mateos et lquipe de cher-cheurs, Sofia Laiz Moreira (coordination technique et travail de terrain en Espagne et au Maroc) et Paula Alonso Pardo (travail de terrain en Espagne).

  • 20 Movilidades adolescentes

    La premire rencontre eut lieu au mois de fvrier 2012, au sige de lautorit locale, AMSED, situe dans la ville de Rabat. Son objec-tif ft de renforcer le partenariat du projet ainsi que dtablir les conditions de coopration entre lorganisme bnficiaire, lUniversit de la Corua et son partenaire local. Ainsi, cette premire rencontre transnationale donna lieu la prsentation des objectifs du projet et la programmation des premiers pas de la recherche.

    La seconde rencontre a eu lieu en novembre 2012, galement au sige du partenaire local du projet, avec pour objectif la prsentation des rsultats prliminaires de la recherche ralise jusqu ce jour avec les mineurs et leurs familles en Espagne et au Maroc.

    Il convient dindiquer que la recherche en Espagne sest princi-palement centre sur la communaut de la Galice, ralisant des entre-vues avec les familles et informateurs cls (personnel du domaine de lducation et de la protection des mineurs). Dans la recherche en Ga-lice jai effectu, comme chercheuse du projet, des entrevues en pro-fondeur avec douze mineurs migrants rpondants deux profils diff-rents. Parmi eux, sept cas de mineurs ni accompagns, ni accueillis dans le systme de protection de lenfance au niveau rgional cinc cas sous le processus de regroupement familial. Tous taient des jeunes en provenance de diffrentes localits de la Province de Beni Mellal. De mme, le travail de terrain a inclus les membres des familles rsi-dentes dans les villages dorigine. Pour sa part, dans la recherche en Espagne, la chercheuse Paula Alonso a men bien le travail de ter-rain avec vingt experts et professionnels dans le domaine de lduca-tion et de lintervention avec des mineurs migrants dans la Commu-naut Galicienne et Catalane.

    La recherche au Maroc, par consquent, ft divise en deux phases. Une premire phase ralise par moi avec les entrevues des parents de mineurs contacts en Galice et une seconde phase de travail de terrain ralise par lorganisme partenaire du projet, Amsed. Il convient dindiquer, quau cours de la mise en uvre des activits de recherche on a men bien deux sjours de lquipe investigatrice de lEsomi dans la Province de Beni Mellal. Le premier sjour et lieu au mois de juillet 2012 avec la participation de la co-directrice du projet, Natalia Ribas Mateos et de moi-mme, comme chercheuse. Cette phase exploratoire initiale a t mene bien durant un sjour de dix jours au cours duquel il y et une prise de contact avec le ter-

  • Preface 21

    rain par le biais de rencontres avec des experts dans la thmatique dtude et d entrevues avec des informateurs cls.

    La seconde priode de travail de terrain dans le pays dinterven-tion a t mene bien au mois de novembre 2012 et et pour objectif de raliser des entrevues avec les parents des mineurs migrants dj interviews en Galice. Durant un sjour de quinze jours, jai ralis seize entrevues avec les pres, mres, frres, cousins, oncles et parfois les grands-parents des sujets localiss en Espagne. Lobjectif tait ce-lui de connatre, partir de la vision des sujets non-migrants, la per-ception et les reprsentations autour de la migration du mineur, ou dans le cas de mineurs regroups celles du groupe familial migr. De mme, ce travail de terrain multi-situ a permis de connatre les dyna-miques familiales sous-jacentes la migration des mineurs. De part les difficults rencontres dans lapproche des informateurs, le total des groupes familiaux interviews lors de ce sjour sest lev six, nombre infrieur celui attendu initialement. Pour cela, ce dernier ft complt par des entrevues avec des informateurs cls de lducation. Pendant la mme visite la rgion dtude, il a donn lieu jusqu ce jour, la prsentation des rsultats obtenus en Espagne dans une ren-contre internationale avec des doctorants de lUniversit de Beni Mel-lal, concrtement avec le Groupe de Recherche de Gographie dirig par le Professeur Abdelmajid Zmou (Facult de Lettres).

    Les principales conclusions du projet ont rvl que limpact de la politique ducative et de lintervention auprs des mineurs non ac-compagns conditionne sensiblement les trajectoires de vie des mi-neurs migrants en dterminant leurs cheminements scolaires et ceux de leur insertion professionnelle. De mme, depuis les rsultats obte-nus dans la recherche dveloppe au Maroc, les conclusions ont r-vl que les dficiences dans la politique de lducation marocaine se prsentent comme des facteurs expliquant, en grande partie, laban-don prmatur de ltape scolaire. Prpars cela, le rle de la famille et des reprsentations sociales construites partir de lhistoire migra-trice de la rgion ont contribu crer un effet contagion avec un im-pact particulier sur la migration internationale de la jeune population.

    Concrtement, le travail que jai effectu avec des jeunes ex-protgs, conclut que laccs aux mesures daccompagnement lmancipation est fondamental pour garantir laccs une galit des chances dans linsertion professionnelle du mineur migrant. Cela in-

  • 22 Movilidades adolescentes

    fluence laccs des rseaux sociaux qui permettent au jeune de dyna-miser ses capacits demployabilit lesquelles contribuent maintenir sa situation de rgularit juridique, et de cette faon, son insertion so-ciale une fois mancip. Associ cela, on ajoute que les raisons qui expliquent labsence de protection du mineur migrant font rfrence aux lacunes et au manque de coordination entre la lgislation au ni-veau national et rgional (des communauts autonomes) et la tendance vouloir favoriser la politique migratoire sur la lgislation de protec-tion de lenfance. La primaut de lune sur lautre semble servir discriminer le mineur dans les diffrentes catgories lorsque la situa-tion lexige, en tant interrog sur son droit la protection et parfois lexclusion des ressources disponibles. Les conclusions portent r-clamer un plus grand compromis de ladministration rgionale dans ltape de transition qui va de la priode dinstitutionnalisation l-mancipation conomique et personnelle du jeune.

    Pour sa part, le travail de recherche effectu par Paula Alonso sur lapplication de la politique ducative avec des mineurs migrants a permis de souligner le rle que joue les mesures de lattention sur la diversit avec des tudiants trangers. Parmi ses conclusions lauteur souligne larticulation dficiente des dcisions dattention la diver-sit au niveau rgional et local, celles-ci tant transfres directement la volont des centres ducatifs et restant souvent dans de simples dclarations de bonnes intentions. En second lieu, lauteur re-marque comment les diffrents acteurs institutionnels conditionnent les trajectoires ducatives des jeunes migrants, en tablissant un jeu de pouvoirs entre des lgislations gnrales et spcifiques.

    En ce qui concerne ltude effectue par lquipe de recherche dAMSED au Maroc, celle-ci sest base sur des entrevues avec des experts et des autorits dans le domaine de lducation dans la Pro-vince de Beni Mellal. Lquipe de recherche, compose par M.Khaddi Mohamed, M.Fahmi Mohamed Rida et Chakib Fouad, a fait appa-ratre des conclusions rvlatrices sur la situation des jeunes dans la rgion tudie qui contribuent une meilleure comprhension du ph-nomne de la migration infantile. Ces dernires rvlent deux catgo-ries de mineurs potentiellement migrants: les mineurs en risque dex-clusion (qui ont abandonn lcole ou qui prsentent des difficults dans le rendement scolaire) et les mineurs de la rue. Les deux catgo-ries se caractrisent par des situations familiales instables du point de

  • Preface 23

    vue conomique, social et culturel et par le manque de confiance dans les institutions scolaires et dans laide sociale. La dcision dmigrer, de ce fait, est habituellement lie une dcision familiale et vcue comme un investissement rentable au sein des stratgies familiales de survie. Une autre conclusion significative tablit que les services of-ferts aux mineurs ne sont pas suffisants pour couvrir les demandes de ces derniers et russir rpondre un systme intgr liant les fa-milles lenvironnement et au systme ducatif (Amsed, Rapport des rsultats, Mai 2013).

    Au-del de ces conclusions du projet en lui mme, qui peuvent se confirmer avec davantage de dtails dans chacun des chapitres cor-respondants, le prsent livre regroupe des recherches labores par diffrents auteurs, experts dans le domaine de la migration des mi-neurs. Leur slection a obi un critre de spcificit et de cadre dtude, ce livre tant une uvre collective ayant pour but doffrir une analyse multidisciplinaire et vaste du phnomne tudi.

    Le livre se prsente divis en trois parties. Dans la premire par-tie, se prsente lassemblage thorique dvelopp dans quatre cha-pitres. Le premier dentre eux, labor par Mimi Sheller et John Urry, se concentre sur lapproche thorique des mobilits gographiques in-ternationales. Le second, crit par Daniel Senovilla, aborde les aspects plus juridiques des migrations de mineurs non accompagns. Le troi-sime dveloppe une analyse des politiques publiques sur les migra-tions denfants dans diffrents contextes: le Mexique, lAmrique Centrale, la Chine et lInde sous la paternit littraire de Greta Lynn Uehling. Le quatrime et dernier chapitre de cette premire partie, prsent par Mercedes Jimnez, aborde les questions thoriques qui entourent la circulation des mineurs partir dune analyse des proces-sus de mobilit, dautonomie, daffirmation du soi et de rsistance des adolescents marocains la Frontire Sud de lEurope.

    La seconde partie correspond trois chapitres supplmentaires et approfondit le phnomne de la migration des mineurs dans le contexte migrateur tudi dans le projet, la Province de Beni Mellal. Les chapitres prsentent cette rgion du centre marocain comme cas dtude. Le premier chapitre, labor par deux chercheurs experts dans les migrations de la rgion, Chadia Arab et Abdelmajid Zmou, mne bien une analyse de grande ampleur sur les chanes migra-trices de Tadla-Azilal vers lEspagne et lItalie. Le second chapitre,

  • 24 Movilidades adolescentes

    crit par Natalia Ribas-Mateos, prsente une approche thorique des mobilits de Beni Mellal vers la sphre internationale. Un troisime et dernier chapitre, dont la paternit littraire revient lquipe de re-cherche du partenaire local du projet Namae, lorganisme Amsed, pr-sente les rsultats concernant laxe danalyse qui tudie le rle que joue la politique de lducation dans la migration des mineurs non accompagns.

    A ce premier axe on ajoute deux autres domaines dtude: laxe qui aborde la relation entre la famille, la migration des mineurs et les processus dincorporation au march du travail dans la socit dins-tallation dune part, et un dernier axe thmatique qui tudie le rle de la politique de lducation avec des mineurs migrants et des mineurs non accompagns en Espagne, particulirement dans les rgions de Galice et de Catalogne. Les chapitres qui rpondent ces deux axes poss dans la mthodologie du projet, correspondront la troisime et dernire partie de cette uvre.

    Le second de ces axes est abord dans le premier chapitre de la troisime partie. Il sagit du chapitre spcifique que je prsente avec les rsultats gnraux du travail de terrain que jai effectu tout le long du projet et qui essaye daborder une analyse multidimension-nelle de la migration infantile. Les conclusions obtenues sont le pro-duit de la recherche dveloppe, tant en Galice, avec les mineurs mi-grants, que dans les diffrents hameaux et villages de la Province de Beni Mellal, au Maroc. Le troisime des axes est prsent par Paula Alonso Pardo, cest celui qui gnre un chapitre avec les principales conclusions dj commentes plus haut et qui sont le fruit du travail de recherche effectu en Galice et en Catalogne. Pour terminer, un der-nier chapitre aborde lintervention ducative avec des mineurs mi-grants seuls dans la province de Barcelone, crit par lexperte en la matire, Nria Empez Vidal.

    Ce livre essaie dapporter de nouveaux lments ltude de la migration infantile et lanalyse de limpact des politiques publiques dans les trajectoires de vie des mineurs migrants, dans notre cas con-cret, de ces mineurs en provenance du Maroc et arrivs dans la Com-munaut de la Galice et de la Catalogne en Espagne.

  • Introduccin.Montando una pequea caja de herramientaspara el anlisis de las movilidades adolescentes1

    Natalia Ribas-Mateos

    Los estudios relacionados con la migracin de jvenes se han centra-do por lo general en captar cmo los migrantes, los de origen mi-grante, las segundas generaciones, as como los grupos tnicos se integran a la sociedad de destino. O bien en comprender cmo los jvenes, especialmente adolescentes, emigran en una tipologa segn forma autnoma o bien en un patrn de emigracin familiar. Este li-bro presenta aqu un nuevo planteamiento respecto a estas lneas de estudio, pues presenta la movilidad como concepto cronolgicamen-te adolescente en las ciencias sociales. Vase al respecto las nociones de desterritorializacin y la crtica al nacionalismo metodolgico (como en el captulo de Sheller y Urry). Es adems en la adolescen-cia, cuando se considera que estamos en una etapa de trnsito entre la infancia y la vida adulta en nuestras propias trayectorias vitales y es pues cuando se conjugan mejor las nociones de trnsito y deseo de movilidad.

    Este nuevo planteamiento toma la movilidad adolescente desde una doble perspectiva, por una parte analizando el fenmeno a partir de un contexto terico amplio, donde se incorporan en los captulos reflexiones tericas desde Mxico, desde Europa, y concretamente, desde los pases mediterrneos. Por tanto inscribe la temtica en un marco nuevo en los estudios de la movilidad. Por otra parte, recoge

    1. Quisiera aqu agradecer los comentarios de la antroploga Mercedes Jimnez (Universidad de Faro) en el proceso de edicin y correcin del texto. Adems del apo-yo recibido por Mara Villares (University of Birmingham) para la organizacin de fuentes bibliogrficas del eje terico conceptual.

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    una perspectiva muy precisa y muy localizada para que podamos vi-sualizar correctamente este fenmeno: la emigracin de jvenes desde la provincia de Beni Mellal en Marruecos.

    Los estudios sobre la movilidad adolescente en el siglo xxi han revelado la aparicin de una nueva temtica que puede presentar mu-chas vertientes y que se presenta con frecuencia vinculada a un lugar determinado del mundo. Sin embargo, propongo intentar salir de una forma un tanto encapsulada del anlisis context determined y posi-bilitar pensar el tema desde un anlisis general ms amplio. Este es el inters que persigue este trabajo. Utilizando bsicamente bibliografa contempornea (esencialmente en ingls, recabada durante una estan-cia de investigacin en Oxford, en julio del 2013), hallaremos una serie de herramientas tericas para comprender la propuesta.

    El captulo que aqu presento est organizado de la siguiente ma-nera. Despus de una nota sobre la metodologa montando la caja de herramientas presento una serie de problemticas relacionadas con las movilidades adolescentes, las cuales se encuentran articula-das a travs de cuestiones que interesan a los distintos autores del li-bro: Alonso, AMSED, Arab, Empez, Jimnez, Laiz, Senovilla, She-ller, Uehling, Urry y Zmou). Tomando por base bibliografa reciente sobre el tema, especialmente a partir de un vaciado de bibliografa procedente especialmente del mundo anglosajn, desarrollo una pers-pectiva terica sobre las movilidades adolescentes que analice crti-camente conceptos que he seleccionado como claves: agencia, circula ridad, trfico, trabajo de menores, autonoma etc. La seccin final vuelve de nuevo a la pregunta inicial sobre cmo conseguir ar-ticular una pequea caja de herramientas que organice los enfoques sobre las movilidades adolescentes y se configure en una proposicin terica.

    Montando una caja de herramientas

    Nothing is more important for teaching us to understand the concepts we have than constructing fictitious ones.

    Wittgenstein, Culture and Value, 1948

  • Introduccin 27

    Todos mis libros, ya sea la Historia de la locura o Vigilar y Castigar son, si se quiere, pequeas cajas de herramientas. Si las personas quie-ren abrirlas, servirse de una frase, de una idea, de un anlisis, como si se tratara de un destornillador o de unos alicates para cortocircuitar, descalificar, romper los sistemas de poder, y eventualmente los mismos sistemas de los que han salido mis libros, tanto mejor.

    Michel Foucault, Saber y Verdad, 1991

    No se trata de mostrar aqu un sistema cerrado de anlisis, ni de desple-gar un mapa conceptual absoluto atento a todos los conceptos aborda-bles. Se trata ms bien de aproximarnos a la realidad en torno a las movilidades adolescentes a travs de la seleccin de algunos conceptos previamente escogidos que nos pueden servir como gua, como herra-mientas en el estudio de las movilidades adolescentes. Iniciaremos este recorrido buscando un sentido a la movilidad espacial, una realidad pero tambin un ideal de nuestra poca que resulta todava tambin inaccesible para muchas personas, incluso en el interior de Europa.

    Si por una parte hallamos una amplia bibliografa conectada con el contexto general de las movilidades, sobre todo muy aferradas a los cambios actuales en los medios de transporte (particularmente asocia-dos al uso del coche) y de las nuevas tecnologas, aunque stas inclu-yan una crtica fuerte del nacionalismo metodolgico (vase en el li-bro el captulo 1 de Sheller y Urry); por otra parte, hallamos una bibliografa incipiente sobre migraciones y movilidades que suele es-tar conectada con los estudios sobre transnacionalismo y nuevas circu-laridades. De todos modos lo que s es difcil y es aqu donde encon-tramos un gran hueco, y pienso que se debe hacer un esfuerzo en ello, es en hallar su interconexin. Es decir, en intentar aunar estas reflexio-nes sobre las movilidades conectadas con el mundo de las migraciones con un marco ms amplio de la movilidad en general. De algn modo lo he estado haciendo anteriormente en otros trabajos, desde observar las estrategias migratorias en el contexto de la globalizacin, por ejemplo (i) en el ltimo captulo de Ribas-Mateos (2005), respecto a la agencia, la movilidad, y donde se explicitan los casos de agencia res-pecto al cierre estructural de fronteras, (ii) o bien, en la importancia del gnero en el estudio de la movilidad (desde lo que he trabajado como mobilits au fminin vase en Ribas-Mateos y Manry 2014),

  • 28 Movilidades adolescentes

    y en ltimo trmino en esta introduccin el paradigma de las movili-dades ira ms all de intentar incorporar la diferencia de generacin.

    El contexto general de las movilidades

    Parler de mobilits permet [donc] dembrasser la multitude des prati-ques et des situations vcues par les enfants qui bougent (traite, migra-tion, placement, aventurisme, etc.) tout en gardant une attitude vigilante par rapport la traite et aux pires formes de travail. [] Au lieu de r-duire le problme sa dimension criminlle et ses causes conomi-ques, lanalyse des contextes, facteurs, mcanismes et effets de la mo-bilit des enfants, permet de porter un nouveau regard sur le phnomne et de prendre en compte les cas de mobilit volontaire.

    Terre des Hommes et al., 2010

    Desde el anlisis de la sociologa y de los tipos de capital social (utili-zado por tantos autores como Coleman, Bourdieu o Portes en las mi-graciones, aunque no vamos a detenernos en este trabajo en estas vas-tas bibliografas), se han realizado ya mltiples investigaciones terico y empricas. No obstante, podemos hallar aqu una nueva correspon-dencia que subraya un tipo de capital que indica la movilidad como capital o bien como recurso social.2 En cierto modo, ya los primeros anlisis de Bauman sobre la movilidad lquida indican una bsqueda contempornea de una felicidad vinculada a una movilidad y no a un lugar, y seala el autor, la modernidad lquida de la utopa no est asociada al tiempo pero a la velocidad y a la aceleracin (Bauman, 2002, p. 241).

    2. No me voy a extender en el concepto de recurso social, pues es muy flexible. An-teriormente se haba utilizado para el anlisis del poder (donde en un sentido weberia-no los recursos sociales eran tierra, capital, respeto etc.) o tambin se utilizaba para el anlisis de los movimentos sociales y de su movilidad. Aqu nos interesa centrarnos slo en la movilidad como recurso.

  • Introduccin 29

    La movilidad: la emergencia de un nuevo recurso

    Siguiendo con las asunciones de Bauman sobre esta nueva modernidad en relacin a la movilidad, los autores que enfatizan la movilidad como recurso, subrayan cmo la modernidad lquida de Bauman se ha con-vertido en el factor estratificador principal de nuestros tiempos. A partir de aqu se desprende la importancia de la movilidad y la habilidad de ser mvil como un factor determinante que configure la naturaleza de las estrategias migratorias, como seala Morokvasic. Para esta autora ten-dramos que pensar ms que en el hecho de emigrar y en el hecho de llegar a afincarse en un lugar determinado, a comprender cmo hoy los migrantes se afincan, se asientan o bien se instalan en la movilidad (Morokvasic, 1992); se trata de conseguir maximizar la movilidad con miras a mejorar y mantener la calidad de vida en su hogar. Es entonces cuando la autora indica la naturaleza que encierra la movilidad, convir-tindose en un estilo de vida, en una ocupacin, dejar el hogar se torna paradjicamente en una estrategia de permanencia en el hogar, una alter-nativa a la emigracin. Dicha movilidad transnacional y de corta distan-cia puede convertirse en un recurso y en una dimensin importante del capital social de los migrantes. As pues, mantener el control de la pro-pia movilidad se convierte en una condicin sine qua non para alcanzar la promocin social o la preservacin de un status en origen, cuanto ms control se tiene sobre su propia movilidad ms pueden utilizarla como recurso, y viceversa cuanto menos control, menos pueden beneficiarse de ella para proyectar su estrategias de movilidad (Morokvasic, 2004).

    Los lmites de un nuevo paradigma

    Sin lugar a dudas, se podra hablar acerca de este descentramiento: al descentramiento del mundo se unen (con la aparicin de las nuevas me-galpolis y de los nuevos polos de referencia), en efecto, el descentra-miento de la ciudad (enfocada hacia lo exterior), el descentramiento de la vivienda (donde el ordenador y la televisin ocupan el lugar del ho-gar) y el descentramiento del mismo individuo (originado por el conjun-to de instrumentos de comunicacin de los que dispone auriculares, telfonos mviles y que le mantienen en permanente relacin con el exterior y, por as decirlo, fuera de s mismo).

    Auger, 2007, p. 82

  • 30 Movilidades adolescentes

    Pero vemos, en contraste, a otros autores que nos incitan tambin a pen-sar en la fuerza especfica del lugar:

    Even Karl Marx in the British Library needs a desk to assemble the formidable forces of capitalism. No more than language or law, physio-logy lives a mysterious and ethereal life: it is always produced so-mewhere, and in such laboratory at the Royal College of Surgeons, in a freshly revised textbook, in a doctors cabinet, after a consensus mee-ting has modified the standard procedure for taking care of sprained ankles. () Culture does not act surreptitiously behind the actors back. This most sublime production is manufactured at specific places and institutions, be it the messy offices on the top floor of Marshal Sahlinss house on the Chicago University campus or the thick Area Files kept at the Pitts River museum in Oxford.

    Latour, p. 226

    Comenzar con la yuxtaposicin de estas dos citas de autores franceses para incidir sobre los lmites del paradigma de las movilidades me pareca una buena forma de incitar a la reflexin sobre los aspectos contradictorios de esta nueva fase contempornea, como si pueden ser paradjicamente incompatibles pero a su vez indisociables, como las dos caras de una misma moneda: la fuerza de la movilidad y el sentido de lugar. En este sentido considero que son dos tipos de marcos en los que se aglutinan diversas bibliografas, la interaccin resultante nos puede ayudar a esclarecer esta yuxtaposicin inicial y que de algn modo se ir aclarando en otros epgrafes.

    Por un lado, debemos indicar que los estudios tradicionales de las migraciones suponan que los migrantes traan con s un fuerte sen-tido del lugar,3 del territorio de origen y del territorio de destino, as como en al proyecto de retorno. Por tanto, esta idea de movilidad ac-tual es distinta porque hay un nfasis en el movimiento (para todos los distintos tipos de movimientos poblaciones), en las comunicaciones a tiempo real, en la circulacin de mercancas, as como en la informa-cin instantnea y veloz vehiculada por las tecnologas digitales.

    Por el otro, debemos presenciar la aparicin de un nuevo paradig-ma. El contexto del paradigma de las nuevas movilidades (Sheller y

    3. Pensemos en la tpica observacin de la traslacin de los pueblos de origen a ba-rrios especficos en destino.

  • Introduccin 31

    Urry, 2006, artculo que a m ver marca un antes y despus en estas cuestiones y se ha traducido en este libro), el cual explora el concepto de movilidad como clave imprescindible para comprender las conexio-nes, ensamblajes y prcticas que contextualizan y producen la vida co-tidiana actual. Esta importancia concebida sobre la capacidad de mo-verse de las personas se traduce en una capacidad general de desplazarse, de comunicarse etc. y que emerge hoy en da como una categora social fundamental para medir la desigualdad social. Eviden-temente, el uso que se hace de la movilidad espacial vara segn reas regionales y segn clase social, gnero, edad, etnia. En particular, se sealan informaciones que arrojan las Naciones Unidas para frica, donde aportan el dato de que el grupo de edad de 15 a 19 aos repre-senta el 31 % de los migrantes de menos de 20 aos en el mundo (Diop, 2013, p. 26). Hemos sealado hasta aqu algunos apuntes sobre este contexto de las movilidades, vamos a ver cmo este mismo contexto cuestiona las categoras clsicamente establecidas en las migraciones.

    Difuminando las categoras establecidas en las migraciones

    En esta nueva forma de entender las migraciones los autores que han trabajado las conexiones entre las migraciones y el nuevo contexto global han puesto el acento sobre la difuminacin de las categoras de migrantes (ver ms en detalle en el trabajo ya clsico de Castles y Miller 2003 al respecto). Pero considero que ya es el momento de ir un poco ms all de evidenciar tal difuminacin y ver cmo se puede trabajar dicha nueva complejidad. En este sentido, Nelly Robin (Ro-bin et al., 2011) aprecian tambin otras esferas, como las relacionadas con las mltiples figuras de la migracin. Asocian as diversos status (demandante de asilo, migrante regular o irregular, vctima de trata o de trfico ilcito de migrantes). En estos diversos status migratorios destaca cmo la continuidad de la experiencia migratoria transciende las rupturas de los acontecimientos o del hecho jurdico ms all del desorden aparente de los lugares y de las trayectorias, y que demues-tra como los nios migrantes viven su experiencia migratoria bajo el paradigma de la incertidumbre, del movimiento y de las dinmicas de la red. Por eso, estos autores nos indican la importancia de hacer un esfuerzo por deconstruir las trayectorias de los migrantes y proponer

  • 32 Movilidades adolescentes

    una nueva lectura de su relacin con el derecho nacional e internacio-nal que enmarca las migraciones. As pues, nos muestran cmo la complejidad de las trayectorias migratorias y la variabilidad de status de sus protagonistas abren nuevas preguntas respecto a la cuestin de la aplicabilidad del derecho a su situacin, y las cuestiones sobre las posibilidades objetivas de tener derecho a una proteccin (Robin et al., 2011).

    Por otra parte, esta forma difuminada de categoras no slo se recoge en el mbito de las migraciones sino que tambin adolece de ser un concepto fijo cuando pensamos por ejemplo en la forma en que pensamos el joven, el chico, el nio, el adolescente, el joven adulto, el menor, el menor no acompaado (y sus femeninos tambin), pero no nos dedicaremos por cuestin de espacio y de argumentacin de an-lisis a estas formas de compendio, que se distinguen adems segn disciplinas, tradiciones y lugares del mundo, y que adems son am-pliamente tratadas por otros autores en el libro. Curiosamente, ya lo indicaba en cierto modo Nabokov cuando introduca su libro Lolita, y as aadira de algn modo que los lmites entre edades son un fino hilo en el tiempo, el lmite que marca la mayora y la minora de edad (las palabras son mas).

    La centralidad de la movilidad en los adolescentes

    El tema de la movilidad y la preocupacin por la independencia de las movilidades de los adolescentes tiene un papel importante en temas de prcticas urbanas y geografas de la infancia. Otros autores conectan tambin la movilidad con formas de vivir la adolescencia.

    Aunque la movilidad es una prctica de socializacin, basada en los hbitos forjados en el sector domstico, residencial y en los am-bientes vinculados a la escuela, sta se puede pensar tambin como una experiencia especfica en la socializacin adolescente (Devaux y Oppenchaim, 2013). Segn dichos autores, durante la adolescencia, la movilidad desempea un papel importante en el aprendizaje de las personas, de comportamientos y maneras de ser, pues poco a poco se van remodelando las disposiciones adquiridas durante la socializacin primaria. Sealan adems que son especialmente importantes en el

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    caso de la movilidad de uno mismo, donde los adolescentes deciden ser mviles sin acompaamiento del adulto y desean determinar libre-mente las condiciones de sus viajes. Aqu calculamos un perodo de adolescencia aproximado de entre 12 y 17 aos de edad.

    Dicha movilidad, configurada en cierta manera desde una ado-lescencia contempornea, se ha entendido tambin hoy en da como un rito de paso moderno entre jvenes de culturas diversas, de Mxico a los Estados Unidos, de frica a Europa, son pues renovadas formas de pensar los ritos de paso de la adolescencia de los estudios antropo-lgicos que analizaban las sociedades tradicionales. En estos ltimos estudios se haca normalmente referencia al rito de paso codificado de las sociedades tradicionales como una forma de ritualizacin, un modo de marcar una transicin, pero que hoy consiguen esta marca de lo instantneo y que adquiere a partir de la misma aventura de la emigracin un nuevo sentido.

    Tambin podemos pensar que la movilidad es una experiencia especfica en la adolescencia cuando nos referimos a la comunicacin mvil, puesto que son los considerados como ms tecnfilos (en con-traste con los ancianos tecnfobos). Castells et al. (2006) formulan como hiptesis fundamental que la cultura juvenil4 halla en la comuni-cacin mvil una forma adecuada de expresin y refuerzo. A partir de la difusin de la comunicacin mvil en los aos 90, pero sobre todo en la densidad de uso de sta entre los jvenes. Su uso tecnolgico tiene una importancia en diferentes frentes: les identifica en grupos de pares, les concede una superioridad respecto a otras personas. Los autores apuntan, en concreto, en cmo la comunicacin mvil respon-de a un doble proyecto de autonoma: individual emancipacin de los jvenes del control parental, y colectiva como fuerza de mo-vilizacin.

    Se distingue pues en este trabajo que aqu presento la movilidad de los adolescentes respecto a movilidad de los dems, normalmente, respecto al caso de los adultos. De todos modos como ya sealaba Meillassoux hace unas dcadas (Meillassoux, 1975), la articulacin de la organizacin del grupo humano puede activarse no slo a travs de la movilidad de los individuos adultos, sino que puede operar en fun-

    4. No voy a ahondar en las amplias bibliografas sobre culturas juveniles. Aqu nos interesa centrarnos slo en la movilidad inserta dentro de la cultura juvenil.

  • 34 Movilidades adolescentes

    cin de la movilidad de los nios y de la red relacional de los indivi-duos y los grupos que tienen relacin con dichos nios. Dicha movili-dad est acompaada simblica y materialmente de flujos econmicos, estratgicos y simblicos de diferentes agentes sociales.

    De todos modos, aunque nosotros reflexionemos a posteriori so-bre un caso en concreto, lo que se puede ver mejor despus cuando varios autores del libro atienden a las especificidades de determinadas zonas de Marruecos en relacin a la movilidad adolescente, debemos recordar que los estudios empricos recogen muchos casos del mundo y muchas grandes reas regionales que no vamos aqu a mencionar por cuestiones de espacio. Pero, pensemos por ejemplo en Europa a finales de la dcada del 2000 en relacin a los menores no acompaa-dos. El tema de los menores acompaados que viajaban en difciles circunstancias y en largos viajes se puso ya en evidencia en varios pases europeos.

    El concepto de adolescencia

    De todos modos nos parece tambin aventurado referimos al concepto de adolescencia tanto en el ttulo del captulo, as como en el ttulo del libro, as como en las explicaciones que estamos realizando sin preci-sar algunas aclaraciones al respecto. Tal como sucede con otros con-ceptos como el de infancia, domina una conceptualizacin muy marcada por un contexto histrico y ciertamente etnocntrica.5 As por ejemplo Morrow (1996) describe la concepcin dominante de el nio entre los socilogos como dependiente, pasivo y no-productivo, la cual refleja evidentemente una construccin histrica, legal y social de la infancia occidental. A lo que aade tambin que la sociologa ha ten-dido a conceptualizar a los nios como una categora indiferenciada de todos aquellos menores de 16 aos como dependientes, sin matizar en dicha dependencia segn la categora de edad en cuestin.

    5. Y no slo, sabemos que en las bibliografas de gnero las feministas negras han criticado fuertemente los conceptos etnocntricos de emancipacin o empoderamiento, por poner un ejemplo. Podramos presentar un sinfn de casos aqu, desde el concepto universal de los derechos humanos, hasta otros conceptos en los que estamos aqu tra-bajando como son el de autonomia o agencia.

  • Introduccin 35

    La problematizacin sobre la adolescencia se hace evidente en muchos sentidos, no slo en el espacio y en el tiempo. En lneas gene-rales podramos hablar de tres concepciones dominantes: desde el anlisis ms psicolgico de corte ms tradicional as como desde la psicologa social, desde el mbito jurdico (que marca los lmites de edad en las convenciones internacionales y nacionales) y por ltimo desde el enfoque antropolgico. A mi ver este podra ser el enfoque que nos puede ser ms relevante por su forma de analizar la comple-jidad de la adolescencia buscando hallar un concepto ms universal de sta.

    Cabe aadir, no obstante, que tendran que verse con mayor de-tenimiento algunas de estas acepciones. A la revisin ms psicolgica de la adolescencia se le aaden tambin las caracterizaciones legales, de la sociologa de las migraciones, del sistema educativo etc. Vea-mos aqu algunas de stas:

    Desde el mbito legal, los nios se definen como individuos meno-res de 15 aos, en consistencia con la convencin adoptada por la OIT. Entre otras acepciones, sera difcil adentrarnos aqu en toda una descripcin legal de acuerdo con todas las normativas naciona-les e internacionales que se hacen de esta definicin (para ver un contexto propiamente jurdico de estas categoras vase en el libro la aportacin de Senovilla).

    Desde el mbito de la sociologa de las migraciones (Beck, Corak, y Tienda, 2012), se incluyen variables relacionados con los seis esta-dos de desarrollo vinculados a la edad de llegada del nio a Estados Unidos: 1. Recin nacidos y bebs hasta un ao de edad. 2. Pre-es-colares, desde dos, tres y cuatro aos de edad. 3. Primera infancia, nios de 5,6, y 7 aos, cuando el aprendizaje en la lectura y en la actitud en el comportamiento representan una tarea clave de desa-rrollo. 4. La segunda infancia, 8-9 y 10 aos, cuando la mayora de los nios entran en una transicin de aprendiendo a leer a apren-diendo a aprender. 5. Adolescencia temprana, la cual incluye los cambios de la pubertad de los 11 a los 13 aos, 6. La adolescencia tarda, de los 14 a los 17 aos, cuando la mayora de los jvenes se encuentran en la educacin secundaria (vase Beck, Corak, y Tien-da, 2012, p. 158).

  • 36 Movilidades adolescentes

    La revisin de estos mbitos nos indican pues una problemati-zacin de la adolescencia que se hace evidente en muchos sentidos, desde distintos campos al mismo tiempo, as como por ejemplo res-pecto a la divisin de edad de carcter universal (o no) y respecto a la adquisicin de la agencia en la adolescencia, veamos pues a con-tinuacin otros criterios que pueden aadirse a estas formas de proble-matizacin del trmino adolescencia. Y que evidentemente, no se aca-bara aqu el listado, aqu tenemos algunos ejemplos:

    Los lmites de edad respecto a una concepcin universal de sta. Pensar el concepto de adolescencia resulta til porque constituye el centro de nuestro captulo. Para poder captar la concepcin univer-sal del concepto deberamos retomar fuentes antropolgicas y de etnografa cultural que han versado sobre dicho concepto. Curiosa-mente, los estudios sealan como la mayora de las sociedades muestran un registro etnogrfico en el que se divide el perodo entre la primera infancia y la adolescencia. A nivel general, el denomina-dor comn sobre esa divisin se rige por determinadas seales que giran en torno a una mayor separacin de gnero y a una mayor es-pecificidad en la divisin de roles, un progresiva libertad para los chicos mientras que las chicas suelen estar ms vinculadas a las ma-dres etc., pero la marca ms evidente es una distincin entre las ta-reas y los deberes de unos y otros (Lancy y Grove, 2011). Dichos autores revisan todo un compendio etnogrfico de las fases y el trato que reciben los nios en una gran diversidad de culturas para dar cuenta de dicha universalidad. Tambin tenemos que tener en cuen-ta los aspectos fsicos relacionados con la pubertad y la menar-qua que suelen marcar dicha transicin, as como el cambio en las tareas, en las que se suele esperar de los adolescentes que sean ya ms parecidas a los de los adultos, incluso en sus tareas de cuidado-res en el hogar.

    En el carcter de adolescencia. Mientras que la asuncin conven-cional sobre la agencia seala que es inocua para los nios de ambos sexos, parece difcilmente defendible para los chicos de 13 y 14 aos de edad. A partir de esta presuncin Inversen presenta una cr-tica emprica a la presuncin de que los nios no tienen agencia o tienen poca (Iversen, 2002). Realiza dicha crtica a partir de su pro-pia investigacin en Karnataka (en la India rural) para demostrar

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    que la decisin de trabajo migrante de los nios muestra claros indi-cios de una fuerte autonoma. Este tipo de decisiones se vincularan con una nocin pluralista de agencia a travs de la toma de decisio-nes de la capacidad negociadora tanto explcita como implcita (se puede consultar en Kabeer (1999) cmo indica esta nocin pluralis-ta de agencia). Inversen (2002, p. 821) se adentra en la exploracin de la idea de una fuerte autonoma, y muestra como sta se traduce a partir del deseo independiente del migrante de dejar el hogar, sin ninguna pre-sin parental hacia tal decisin y sin ninguna colaboracin parental en dicho proyecto. La significacin y magnitud del efecto de la edad muestra en este caso como la decisin de trabajar para chicos de 13 y 14 aos tiene que ver con una agencia evidente por parte de estos chicos.

    Anlisis psicolgico. Tambin el nfasis en la adolescencia se ha puesto en evidencia en estudios psico-sociales y mdicos (en los que aqu no podemos detallar en extensin), cuando sealan los riesgos de salud mental en menores refugiados separados de sus progenito-res, donde se suele concebir a los adolescentes sobre todo como refugiados antes que como menores.

    Objetivacin de un estudio. En contraste con el espritu de agencia antes sealado, hay otros estudios que critican una construccin de la infancia poco crtica en la investigacin sobre nios, caracteriza-da porque los nios son objetos de investigacin. En sntesis, podramos sealar aqu un largo recorrido a travs de las fronteras disciplinarias, histricas y geogrficas que han per-mitido la construccin de dichos conceptos.

    La analoga entre las movilidades en femeninoy las movilidades de nios y jvenes

    El tema de la movilidad de los adolescentes nos remite en ltimo tr-mino a la decisin familiar en las migraciones (vase Ribas-Mateos y Basa, 2013, particularmente en las conclusiones del libro, en las que se desgrana la complejidad individual, familiar y colectiva en la toma de decisiones respecto al proyecto migratorio). En este punto de las

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    movilidades de los jvenes bien se podra trazar una comparacin en-tre los jvenes y las mujeres: ambos pertenecen a la parte menos invi-sible de los estudios de las migraciones. De este modo, la produccin bibliogrfica sobre las migraciones, ha eludido el tema de las movili-dades de los adolescentes asumiendo que los nios siempre viajan como dependientes de los adultos, lo que hace que en las polticas sociales domine una visin familista6 (basada en los procesos de reu-nificacin familiar).

    Desde las ciencias sociales en general. En trminos sociolgicos, los nios se han concebido como un grupo minoritario para el que los derechos sociales y polticos quedan subordinados a los derechos de los adultos, sus progenitores o tutores. Segn los anlisis de Maxon y Hood (2011), la base terica de las relaciones de poder estableci-das se ha conformado a partir de la nueva sociologa de la infan-cia y de los nuevos estudios sociales en sociologa, psicologa, antropologa y geografa. Segn dichos paradigmas el nfasis se ha puesto sobre la construccin social del fenmeno de la infancia (Ala nen 1988, citado por Maxon y Hood, 2011). Pero lo que nos interesa aqu particularmente comprender es cmo se han estableci-do paralelos frecuentes entre el estudio de las relaciones de gnero o los estudios sobre las mujeres as como en los estudios sobre la infancia. Sealando as que no debe dejarse de lado el estudio sobre los nios y que se debe repensar tericamente el mundo social de los nios. Y aqu volvemos de nuevo a la conexin con el tema de la agen-cia, desde el momento que se cuestiona que la infancia y la poca adulta se conciben como dos estatus ontolgicos distintos (Qvortrup et al., 1994, citado por Maxon y Hood, 2011). Este sistema binario, heredera de una visin dualista de la construccin histrica como comentamos tambin en otros epgrafes del artculo, refleja una vi-sin de la infancia como un estado pasivo en contraste como la edad adulta percibida como activa. En este sistema binario se distingue ya desde la palabra latina, el adolescente, el que crece y el adulto, el que ya ha crecido.

    6. Concepcin distinta aqu de lo que significa una visin familista del Estado del Bienestar, tpica de las sociedades del sur de Europa (vase Ribas-Mateos, 2005, cap-tulo II).

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    Desde el estudio de las movilidades. Igual que se neg el protagonis-mo de la movilidad en femenino se neg tambin el protagonismo de los nios en las migraciones. Tambin compartieron el hecho de ser englobados en los grupos vulnerables, encapsulados en una relacin de hegemona patriarcal. Mientras que el anlisis de las mujeres mi-grantes se centraba en el empoderamiento (aunque no entraremos aqu a sealar una larga bibliografa sobre empoderamiento y gnero), los nios migrantes eran considerados como que deberan ser remo-vidos de su dura realidad y rehabilitados a su rol tradicional de nios (Huijsmans, 2006, p. 2). Este hecho, sigue aadiendo este autor, igno-ra que los nios tengan sus razones legtimas para emigrar (dem). De este modo, es un fenmeno que supone una fuerte problematizacin cuando se aplican modos de pensamiento binario, como seala Huijs-mans respecto a las oposiciones: los nios y la infancia se construyen en oposicin a los adultos, adems dicho pensamiento binario dificul-ta tambin la distincin entre la migracin voluntaria y la migracin forzada, el trfico humano y la migracin como refugiado etc. Dicha problematizacin se hace incluso ms aguda cuando en ltimo trmi-no reflexionamos crticamente sobre el concepto de infancia pero tambin sobre el de familia. As por ejemplo, se ha criticado la idea de intentar restaurar la infancia para el caso de los nios migrantes trabajadores (por ejemplo en el caso del mismo de Huijsmans, 2006, sobre los nios de Laos trabajando en Tailandia).

    El concepto de autonoma y agencia

    En mltiples ocasiones hemos aludido ya a la necesidad de repensar la agencia para poder analizar las movilidades adolescentes, pero para llegar a complejizar el lugar de la agencia considero que debemos lle-gar a retomar una genealoga previa de lo que supone el concepto de autonoma individual en un contexto terico ms amplio. Si recurra-mos al trmino latino para hablar del binomio entre adolescente y adulto, nos remontamos aqu al trmino griego para hablar de auto (s mismo), noma (norma). Para ello comienzo tambin en indagar en los apuntes de Rasmussen (2011) y en su concepcin del animal aut-nomo. Primeramente esta concepcin rechaza la visin liberal aso-

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    ciada al sujeto de derecho (y a la visin kantiana de racionalidad uni-versal como garante de la accin moral) y subraya la paradoja de Foucault en una sociedad saturada por relaciones de poder que hacen difcil la autonoma. De esta forma seleccionar aqu los debates con-ceptuales abiertos por esta autora me parece muy valioso, pues invita a la reflexin sobre las paradojas de la autonoma, inmersa en los con-dicionantes de la ley y en las formas de libertad.

    Tensiones en la autonoma individual

    What can the child do that even the lion could not do? () the child is innocence and forgetting, a new beginning, a new game, a self-prope-lled Wheel, a first movement, a sacred yes.

    Friedrich Nieztche, Thus Spoke Zarathustra

    Few subjects demonstrate the school of autonomy better tan kids who are constantly described as lacking mature subjectivity and thus may be denied full control over their lives and bodies. At the same time, they are focus of intense attention in order to push them toward becoming productive adult citizens. The discourses that circulate around kids, es-pecially adolescents about to enter into adulthood, demonstrate the con-clusion that autonomy is a disourse of exclusion, sorting out who does and does not constitute a subject.

    Rasmussen, 2011, p. 25

    Largas pero esclarecedoras citas que nos devuelven al argumento cen-tral de la autonoma individual que se pone en evidencia en muchos campos de las ciencias sociales. En el contexto terico del feminismo, del postcolonialismo as como de otras teoras crticas de las ciencias sociales contemporneas se analiza el tema de las subjetividades in-mersas en los sistemas de poder. Pero en el seno de estos debates emerge con frecuencia el concepto de autonoma. En este sentido, la obra de Rasmussen elucida las varias formas de autonoma en la vida cotidiana, por una parte como el ideal de autonoma restringe al indivi-duo pero por la otra como es una fuerza creativa en el contexto polti-co, en las tensiones entre la ley y el valor democrtico y en las particu-laridades socio-histricas. La autora muestra como la autonoma puede

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    entenderse como una forma de libertad que tiene dos caras, tanto res-trictiva como liberadora.

    A partir de lo dicho, un ejemplo aparece muy esclarecedor, de aquel individuo caracterizado como inmaduro con un poco slo de autono-ma, el adolescente. Para ello la autora demuestra la relacin existente entre autonoma y auto-limitacin a travs del discurso que concierne a la madurez fsica. As nos muestra como el rol de los nios juega un rol central en la concepcin moderna del sujeto autnomo, a la vez que revisa previamente los trabajos de Locke, Rosseau y Kant sobre el lugar que ocupa el nio en la teora poltica. En la modernidad, la in-fancia protagoniza la transicin de ser adultos en miniatura a adultos en construccin, sujetos potenciales que deben ser cultivados (idem, p. 28). Cuando la teora poltica pas de un modelo paternalista de pensamiento a un modelo de poder poltico, tambin cambi la forma de pensar sobre los nios, se volvieron nios preparndose para ser participantes activos de su propia gobernanza (Archard, 1993, pp. 85-86, citado en Rasmussen, 2011, p. 28).

    De este modo, podemos sealar en lneas generales, cmo el ado-lescente se convierte en el protagonista de estas tensiones contempor-neas que se establecen entre el nio pequeo dirigido por el tutor, la autonoma que el adolescente va adquiriendo y el no ser un sujeto de derecho a la participacin poltica como lo significa el adulto.

    Agencia y vulnerabilidad

    En este debate abierto sobre la agencia y la autonoma me pareca ne-cesario tambin aadir un concepto que se ha presentado normalmente como una condicin social en la que se daban los contextos de las mi-graciones de menores. Con frecuencia las migraciones de los menores no acompaados se analizan desde el discurso de la vulnerabilidad, que normalmente los muestra desde una perspectiva asistencialista y victimista. Mientras que la agencia y la vulnerabilidad han sido ele-mentos centrales en la organizacin de la migracin independiente de los nios, lo que ha ocurrido es que dichos conceptos se han aislado de la estructura de oportunidades. En este sentido Ogorcka (2012) pro-pone analizar las capacidades de agencia en interaccin con un espec-tro de influencias contextuales que bien las promueven o bien las de-

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    bilitan. Esta autora muestra como la vulnerabilidad y la agencia no son mutuamente exclusivas, puesto que los adolescentes pueden ejercer su agencia y buscar soluciones a su situacin de vulnerabilidad. As, en vez de presentar a los adolescentes como vctimas de las circunstan-cias o vctimas de las decisiones de los adultos, la autora subraya como, a pesar de los contextos de vulnerabilidad son individuos acti-vos en la toma de decisiones en la relacin con sus propias movilida-des. De lo contrario, nos quedaramos con una visin exclusivamente protectora de los adolescentes, los cuales deben ser siempre ayudados.

    Trabajo y trfico

    Uno de los debates ms clarividentes en las cuestiones planteadas en este epgrafe discurre a partir de casos empricos en los que estas pre-guntas se dejan al descubierto. En este sentido es la temtica sobre trabajo y trfico de menores la que parece reflejar empricamente el encuentro y desencuentro de los conceptos analizados previamente.

    Una de las grandes contribuciones a este tema viene de la mano de los diversos trabajos realizados por Hujismans. Este autor analiza las dos caras de la movilidad de los menores desde la comprensin de lo que es trabajo y de lo que es trfico, cuando ste ltimo es un dis-curso dominante en las migraciones laborales infantiles. En principio el autor se posiciona desde una crtica al trfico humano, el discurso de la trata en relacin a la migracin de nios y lo adapta a un contex-to preciso, el de la sub-regin del Gran Mekong. El autor comienza situando histricamente la migracin laboral de menores que se enra-za en procesos de transformacin rural y de anlisis de la agencia de los menores en los procesos migratorios, iluminando las situaciones de produccin y de explotacin.

    En uno de sus trabajos colectivos (Huijsmans y Baker, 2012), se refleja hasta qu punto el marco del trfico humano no se limita a ca-sos slo de explotacin, sino que ha llegado a dominar las polticas pblicas y las prcticas que conciernen a un amplio abanico de las migraciones laborales infantiles y de las intervenciones contra el trfi-co infantil, las cuales se dirigen normalmente a: o bien a sacar a los nios del mundo de las migraciones, o bien a desalentar las migracio-nes (R. Huijsmans y S. Baker, 2012, p. 920).

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    Este tipo de investigaciones como la que acabamos de mencio-nar sacan a la luz la agencia de los nios migrantes, consiguiendo conceptualizar la migracin laboral infantil de un modo distinto. Es decir, como una manifestacin generacional de los procesos de cam-bio social, y una teorizacin de la migracin laboral infantil desde una perspectiva relacional, adoptando una lente de anlisis sobre migra-cin y desarrollo en vez de sobre trfico y criminalidad (Yaqub, 2009b, p. 1) y conceptualizando a los jvenes migrantes como ejecu-tores de una agencia, en vez de estar constreidos por el proceso so-cial de la migracin (R. Huijsmans y S. Baker, 2012, p. 934).

    Por otra parte, los estudios que adoptan el enfoque del trfico y la criminalidad perfilan una figura de los nios caracterizados por su inocencia, pasividad, incompetencia y dependencia, mientras los estu-dios como los de Huijsmans y Baker (2012) intentan establecer una crtica a este modelo e incorporan el concepto de agencia para hacerse valer de una visin distinta en la que poder descentrar y contrarrestar la perspectiva del trfico (R. Huijsmans y S. Baker, 2012, p. 934). Veamos a continuacin alguno de estos ejemplos que indican esta po-sicin de autonoma de los menores:

    Es el caso de nias que dejaron la escuela, se ven a s mismas como chicas ms que como nias. Su posicin subjetiva, con sus connota-ciones de vulnerabilidad e inmadurez, puede ser transformada al invo-lucrarse en trabajo migrante. De esta forma consiguen situarse fuera del contexto moral de la infancia y marcar una reposicin social como jvenes respecto a ella (R. Huijsmans y S. Baker, 2012, p. 935).

    La interseccin intergeneracional (padre-nio) e intrageneracional (hermanos y nios adoptados) configura la agencia de las hijas para convertirse en una joven migrante. Dependiendo de la hija las aspi-raciones migratorias tambin difieren entre ellas mismas, como for-mas distintas de auto-realizacin.

    Ms all del trabajo clsico del menor

    Por ltimo, para acabar este debate sobre autonoma y agencia apunta-ra muy brevemente como se aplica a los menores en el mundo del trabajo (otro gran tema sobre el que no podemos extendernos en estas

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    pginas). Si bien repensar el trabajo infantil en el mundo y las migra-ciones relacionadas con ste nos son de gran ayuda para comprender la caja de herramientas que nos planteamos en estas nuevas movilida-des, me ha parecido interesante tambin exponer otros tipos de traba-jos que quedan ms ocultos pero que tambin tienen una gran impor-tancia. Aludo al trabajo de los menores como cuidadores. La literatura sobre el trabajo infantil ha silenciado en gran medida este rol de los nios. As por ejemplo, en el contexto de los problemas relacionados con el SIDA y la pobreza, muchas familias del frica Subsahariana estn experimentando una erosin en sus estrategias de supervivencia, sobre todo aquellas con dbiles red de apoyo. En dichas familias, los nios son los cuidadores de padres enfermos (Skovdal, 2011).

    Las polticas de la compasin

    It takes a special child to come to the US at the age of 12 or 13. We try to build on that strength. It takes a strong child to come to the US and we try to encourage them, to let their guard down while they are here.

    Social worker, in Uehling, 2008, p. 842

    La infancia conforma un sector importante alrededor de la creacin y construccin del Estado del bienestar europeo y por ende de cmo se entienden las polticas sociales dirigidas a la infancia hoy en da. Me parece aqu oportuno hacer un inciso respecto qu polticas se han desplegado una vez revisadas las nociones de autonoma, agencia y trfico, puesto que nos aportan una construccin de la poblacin diana a la que estn destinadas dichas polticas. Lo que pondremos bsica-mente en manifiesto ser la contradiccin entre las polticas de control y las de proteccin-integracin como ya se ha puesto en evidencia durante dcadas respecto a las polticas de inmigracin tanto en el con-junto de Europa como a nivel de cado Estado Nacin europeo, el Janus de las dos caras.

    Uehling (2008, vase tambin en el captulo 3) analiza las polti-cas de compasin a partir del fenmeno de los 100.000 nios arresta-dos anualmente en Estados Unidos por entrada irregular como menor no acompaado (por sus padres o tutores legales). En su trabajo se

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    exploran las polticas de compasin respecto a estos migrantes a tra-vs de las tensiones y contradicciones en dichas polticas. A travs de la compasin se intenta proporcionar una respuesta ms humana e igualitaria a la migracin, unas polticas que son adems racialmente y tnicamente sesgadas (o sea, que las polticas federales protegen ms unas infancias que otras) respecto a la proteccin de los nios. Nios que se encuentran entre los dilemas generados por dichos tipos de poltica, es decir entre el extremo de la guerra al terror que indi-ca la autora para el caso de los jvenes y su construccin de la figura amenazante, y por otra parte por las polticas de la compasin que emergen en Estados Unidos en las reformas migratorias del siglo xxi (Lynn Uehling, 2008, p. 835, vase tambin una versin abreviada de esta contraposicin de polticas en la traduccin realizada en el libro).

    En definitiva, Lynn Uehling conecta este tipo de anlisis con las bibliografas actuales relacionadas con el asalto a los espacios de in-fancia.7 Especficamente, cmo los procesos de globalizacin produ-cen este tipo de impacto. En concreto como los procesos de globaliza-cin (agrandando las disparidades de ingresos y las migraciones) afectan de forma desproporcionada sobre los nios.

    Formas de circularidad y trnsito

    En otros trabajos realizados sobre migraciones en la poca de la globali-zacin he indicado como este marco conlleva a nuevas formas de circu-laridad y trnsito (Ribas-Mateos, 2005; Ribas-Mateos y Manry, 2014).

    Cabe aadir, no obstante, otros condicionantes histricos en nuestra argumentacin sobre la movilidad adolescente. La idea de circulacin en antropologa fue utilizada ya desde sus inicios en los estudios de Mauss sobre la significacin de el don en las ciencias sociales y que ha tenido una gran repercusin en mltiples campos de

    7. La autora ofrece una serie de ttulos en esta lnea: Children Without Childhood (Winn 1984), Stolen Childhood: In search of the Rights of the Child (Vittachi, 1989), There Are No children there: the Story of Two Boys Growing Up in the Other America (Kotlowitz, 1991), The Disappearance of Childhood (Sommerville, 1902), Children in Danger (Garbarino et al., 1992).

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    dichas ciencias. Sus estudios (1924) reconocen el regalo (el don) y la circulacin como un eje social central de las relaciones humanas, o tambin Lvi-Strauss situ la movilidad de las mujeres en relacin a estrategias de alianza. Ya ms recientemente Lallemand (1993) se re-fiere a la circulacin de los nios en las sociedades tradicionales del frica Sub-sahariana. Para ella, la transferencia de nios de una uni-dad residencial o de una clula social a la otra seria comparable a la circulacin de mujeres en una alianza. La cesin del nio respondera a diferentes cuestiones, desde la necesidad a la comodidad, de la nece-sidad de reproduccin de un grupo a la satisfaccin personal de algu-nos miembros. Otros autores como Leinaweaver (2008) o Marre y Briggs (2009) tambin han empleado dicho concepto.

    Los estudios empricos se extienden tambin por diversas regio-nes, desde los estudios de matiz histrico en Europa, hasta los estu-dios antropolgicos y sociolgicos en el frica Subsahariana (como Lallemand), en Latino-Amrica (como en el caso de Per), pero tam-bin se podra extender al caso de la movilidad de los nios trabajado-res en Marruecos y a la movilidad de las nias trabajadoras domsti-cas (las llamadas ptites bonnes).

    Hoy en da los estudios como el de Leinaweaver (2012) siguen analizando el concepto de circulacin infantil como la prctica de reubicar a un hijo o a una hija en un nuevo hogar, rasgo comn en mu-chas culturas como por ejemplo en las culturas andinas. Segn la autora hay mltiples razones que explican la circulacin infantil, entre ellas, el hacer compaa a un adulto solitario o la obtencin de mejores opor-tunidades para el menor. El acogimiento familiar (o ella prefiere lla-marlo circulacin infantil, por la no permanencia y la transitoriedad de las relaciones as como el intercambio en juego) es tambin una tcnica importante para crear o fortalecer relaciones entre los adultos involu-crados, en ella hay intercambio de precios y beneficios entre las fami-lias en contexto de pobreza en Per. Siguiendo en esta misma lnea y relacionndolo tambin con las formas de agencia antes subrayadas, podemos sealar como la circulacin es una estrategia en la que los ni-os tienen un alto grado de iniciativa y en la que los jvenes juegan un rol central en la negociacin. La autora aade finalmente (p. 47) que siguiendo a David Schneider podemos visualizar la importancia de cmo los parentescos son construidos, donde los nios y nias se incor-poran a nuevas constelaciones de parentescos flexibles, contribuyendo

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    al proyecto antropolgico de descentralizar el ideal monoltico de la Familia que an tiene un peso poltico en muchos pases (idem, p. 47).

    El enfoque terico de las capacidades

    Adems de los conceptos de agencia, autonoma y circulacin me pa-rece tambin muy enriquecedor incluir los nuevos enfoques tericos sobre las capacidades aplicados a la infancia y a la adolescencia, los cuales tienen desde mis punto de vista la ventaja de ir ms all de la nocin de derechos humanos vinculada a los derechos de los nios. As si los movimientos para los derechos de los nios tuvieron una gran repercusin a finales del siglo xx, el enfoque sobre los derechos humanos de los nios como personas legales es ciertamente reciente, a partir de las convenciones de los derechos de los nios (Naciones Unidas 1989, citado por Maxon y Fattore, 2005, p. 18). Dicha Con-vencin es fundamental desde el momento que establece la participa-cin de los nios en edad y madurez en las decisiones relaciona-das con su bienestar social.

    En cuanto a los derechos de los menores nos regimos por la con-vencin de los derechos del nio que menciona en el artculo 3 de la Convencin, en la cual el inters del menor debe tenerse como consi-deracin primera. Estos derechos se rigen en principio por una conside-racin universal de la infancia relacionada con estadios biolgicos y cognitivos de desarrollo. Es importante aqu sealar las diferencias que puedan contemplarse entre la migracin y la adopcin internacio-nal, pues en el segundo caso el nio no es un pice de la reunificacin familiar pero un objetivo dentro de una formacin familiar (vase ms en detalle en Huijsmans, 2006, p. 5).

    Del mismo modo es difcil tambin valorar o calificar lo que su-pone una buena infancia en trminos genricos, incluso a nivel de or-ganismos internacionales