Morphosis, un estudio modernista Cero a la tercera potencia

Una monografía acerca de su estudio, Morphosis, que Thom Mayne y Michael Rotondi fundaDA en 1972, comienza con la frase del título. Es el pensamiento típico de un hombre que, como él, ha logrado ser reconocido en el mundo como un teórico, un autor, un maestro y, finalmente pero no menos importante, un arquitecto. Y esa estatura se ve multiplicada, ahora, al haber sido galardonado con el Premio Pritzker 2005 de Arquitectura.

Thom Mayne fundó Morphosis para superar las ataduras de las formas y materiales tradicionales y sobreponerse al limitante dualismo entre Modernismo Postmodernismo. Su enfoque de la arquitectura, y su filosofía, no deriva del Modernismo europeo, ni de influencias asiáticas, ni de precedentes norteamericanos del último siglo. Él se ha esforzado, durante toda su carrera, tratando de crear una arquitectura original que sea verdaderamente representativa de la particular y, de algún modo desarraigada, cultura del sur de California, especialmente de la muy rica, arquitectónicamente, ciudad de Los Ángeles. Como los Eameses, Neutras, Schindlers y Gehrys antes que él, Thom Mayne es un aditamento auténtico a la tradición innovadora del excitante talento arquitectónico que florece en la Costa Oeste de los Estados Unidos. 

Thom Mayne nació en Waterbury, Connecticut en 1944. Su familia se mudó a Gary, Indiana cuando Thom era un niño. Sus padres se divorciaron poco después y, cuando él tenía diez años, su madre trasladó a la familia (su hermano y él) a Whittier, California, donde podrían estar más cerca de la abuela materna. Thom caracteriza al lugar como "el medio de la nada con plantaciones de naranjos y paltas" (aguacates). Económicamente eran bastante pobres: "Mi madre, cuyo padre era un ministro metodista, había estudiado en Chicago y París, era pianista y había llegado a actuar con su hermana en el Carnagie Hall, pero luego se casó y abandonó su vida musical para concentrarse en sus hijos. Cuando se separaron, ella no estaba preparada para sostener económicamente a una familia… ella era una persona muy creativa, una persona con temperamento musical… Intentó trabajar en la enseñanza, pero no resultó, así que debió trabajar como auxiliar en varios tipos de empleos. Pero era muy culta y me formé entre música clásica y reproducciones de grandes artistas. Como resultado, crecí como un niño de ciudad en los suburbios, no un atleta, ni un jornalero. Yo estaba completamente fuera de lugar, estaba totalmente desubicado en Whittier. Mi primer día de clases me robaron la bicicleta y el saco (chaqueta) y me molieron a golpes. Yo arreglaba el jardín cuando tenía diez años y reorganizaba el paisaje de nuestra casa a los doce. La estética, definitivamente, no era cosa de chicos así que me volví una especie de solitario y bastante reservado. Yo, realmente, no tenía una familia en esa época, mi mamá no estaba nunca. Ahora tengo una hermosa familia. Mi esposa es tan dulce… me conoce muy bien y entiende perfectamente que yo, por todos los desafíos que me impuso la vida, puedo ser una persona extremadamente autocrítica. También entendemos que esa autocrítica es un motor para la creatividad". La familia de Thom Mayne incluye tres hijos; uno mayor y ya casado, Richard, de su primer matrimonio; Sam de 21 y Cooper de 17. 

Mayne pudo sobrevivir sus años de estudiante secundario en Whittier y decidió comenzar los estudios universitarios en Pomona por su propia cuenta: "Cuando me bajé del ómnibus lo primero que vi fueron tres chicas andando a caballo. No lo podía creer… el chico de ciudad que llevaba adentro realmente afloró, regresé inmediatamente a Los Ángeles y fui a la Universidad del Sur de California (USC). Tenían un excelente grupo de profesores en la Escuela de Arquitectura… y yo había ganado un concurso de diseño de una casa en la clase de Dibujo Arquitectónico en la secundaría, por lo que me sentía atraído por la

arquitectura, aunque no tenía mucha idea de lo que implicaba ser un arquitecto. El caso es que me aceptaron y, por primera vez, encontré un mundo en el que parecía encajar". 

Al finalizar la universidad, Mayne, ingresó al gigantesco estudio de Víctor Gruen como planificador urbano por dos años y, más tarde, comenzó con la enseñanza en Pomona pero, muy pronto él y seis colegas, incluyendo al director de la escuela de arquitectura, fueron despedidos: "Éramos jóvenes, comprometidos y estábamos convencidos de que podíamos repensar hacia adonde se dirigía la arquitectura así que, cuando nos echaron, decidimos iniciar nuestra propia escuela. Sentíamos que era el momento adecuado para oponer una alternativa radical al sistema educativo convencional". Esa fue la génesis del Southern California Institute of Architecture (SCI-Arc). Pudieron llevarse con ellos a cuarenta alumnos de Pomona e iniciaron la escuela. "No ganábamos nada, trabajábamos por nada. Yo trabajaba allí diez horas por día y, cada tanto, hacía pequeñas apariciones profesionalmente, consultas, para sobrevivir. Vivía en Venecia, en el primer piso de un local de ventas de carnadas y aparejos de pesca, la renta era irrisoria… uno podía vivir con simpleza en ese entonces. De pronto, cuatro años de mi vida se habían disipado. Entonces decidí tomarme un año sabático y, en 1978, ingresé a Harvard".

Ese año en Harvard, donde obtuvo su Master Degree, le dio tiempo para reevaluar su carrera: "Para entonces ya tenía claro que mis intereses me separaban de la planificación, no era algo suficientemente tangible, y me encausaban hacia la arquitectura. Hacia fines del '79 regresé a Los Ángeles y… bum, bum, comencé a recibir encargos para diseñar algunas viviendas. Comprendí que Los Ángeles es una ciudad única para practicar la arquitectura (Frank Gehry justo había terminado su casa)… ¡cuán abierta a la experimentación! Inadvertidamente, para nosotros, el escenario arquitectónico de Los Ángeles comenzaba a ser interesante también a nivel global".

Morphosis nació en 1972, durante el primer año de existencia del SCI-arc's: "En realidad no era un estudio, era más como una idea… no teníamos trabajo, ni lo pensábamos, tenía mucho de una práctica colectiva interdisciplinaria… de iniciar un grupo que trabajara con gráficos, objetos de diseño interior, amoblamiento, arquitectura y diseño urbano. Teníamos un estudio en el centro, nos sentábamos a charlar y discutir. Hacíamos algunos trabajitos de diseño gráfico cada tanto para juntar algún dinero. No podíamos conseguir nada, ningún trabajo relacionado con la arquitectura. Todo era muy tipo contracultura".

Su hijo cursaba en una escuela de Pasadera, que Mayne describe como completamente radical pero fabulosa, y las reuniones de padres de esa escuela trajeron, como consecuencia, el primer proyecto para Morphosis, el Centro de Investigación Educacional Sequoyah, que le significaron, también, su primer premio de la revista Progressive Architecture, en 1974. "Ese fue el comienzo, el premio de la PA hizo que otras publicaciones de todo el mundo comenzaran a querer publicarnos esto y aquello… de pronto existíamos". 

"Después de hacer un montón de remodelaciones en Venice, llegó el proyecto de la Casa Lawerence y, fue entonces, que todo comenzó a soltarse para nosotros, comenzamos a ser publicados en Los Ángeles y pasamos a ser parte de un grupo. Nosotros, como arquitectos más jóvenes, estábamos realmente tomando la posta, fue un cambio, un giro en el contexto de la arquitectura". 

Fue entonces, cuando Thom emergía como una figura pública que, de una u otra manera, varios periodistas comenzaron a tildarlo de 'un joven irritable', 'el chico malo de la arquitectura': "No hay dudas de que soy un tipo complicado, pero la descripción de 'chico malo' surge, creo yo, de la reacción a mi forma de ser implacablemente tenaz y a mi discurso independiente. Yo pienso las cosas mucho tiempo y cuando asumo una postura me aferro a ella… mi antiguo socio me apodó 'perro pointer'. Creo que el premio, el Pritzker, reconoce esa necesidad de vivir de acuerdo a las propias creencias… de tener convicción en las propias creencias… y de pagar, algunas veces, lo que sea que cueste para ver el trabajo completado con integridad".

"Cuando Bill Lacy (Director Ejecutivo de los Premios Pritzker) me comunicó que había sido seleccionado me quedé mudo. Esto es tan importante y, debido a ciertos aspectos de mi formación, no está en mi naturaleza pensar que pueda ser yo quien sobresalga… si toda mi vida me he sentido un marginal". 

Morphosis es, en la actualidad, la casa de treinta y dos arquitectos y diseñadores y Thom Mayne está comprometido firmemente con la práctica de la arquitectura como una empresa colectiva. Su filosofía pretende lograr una arquitectura con un alto sentido estético que responda a profundos ideales sociales y medioambientales. Su firma está constantemente preocupada por enfrentar nuevos y distintos desafíos y se ha resistido a especializarse en algún tipo particular de edificios. Cada nuevo diseño es enfrentado con una óptica fresca, sin ningún tipo de preconceptos. "Un arquitecto opera más como lo hace un director que como un pintor o escultor. Tiene que centrar la energía de un gran número de personas en la obsesión común. Tiene que conocer un poco de todo… es una disciplina generalista, no una disciplina para el especialista". No sorprende, entonces, que los productos de su estudio abarquen desde el diseño de relojes y teteras o viviendas individuales hasta edificios públicos de gran escala o diseños urbanos y esquemas de planificación urbana que proponen reformular ciudades enteras. 

Algunos de esos proyectos recientes incluyen un edificio federal de oficinas en San Francisco, la Dependencia de Control de Operaciones Satelitales para la National Oceanic and Atmospheric Administration -NOAA- cerca de Washington y un edificio para la Corte de Eugene en el estado de Oregon. 

Pero Mayne le otorga un enorme valor a los dos concursos ganados recientemente en Nueva York utilizando un término propio del fútbol norteamericano: "Esos sí que fueron dos buenos puntapiés"… son el edificio para la Escuela de Ingeniería Albert Nerken de la Cooper Union for the Advancement of Science and Art y la Villa Olímpica para los Juegos de 2012, la que será construida independientemente de que se realicen, o no, los juegos en esa ciudad.

El poli-funcional Student Recreation Center de la University of Cincinnati, que se finalizará hacia fines de este año, incluye instalaciones atléticas, comedores, residencias estudiantiles y aulas. El edificio es un componente clave de la reciente planificación del Campus de la universidad y ayuda a atar, como en un rompecabezas chino, muchas de las situaciones dispares existentes en el área central del mismo.

Hacia fines de 2007 se prevé la finalización del Estadio Palenque, en Guadalajara, que funcionará como portal de ingreso a un gran campus que agrupa a diez distinguidos edificios proyectados para revitalizar la ciudad. 

En Madrid, Morphosis está construyendo un grupo de viviendas de interés social consistente en 165 unidades de dos, tres y cuatro dormitorios totalizando unos 10.000m2 cubiertos. 

En estos días, Mayne, también fue notificado que su estudio ganó el concurso internacional para el nuevo Capitolio de Alaska en Juneau. 

Uno de sus proyectos más importantes, y también obtenido por concurso internacional, es el recientemente finalizado Caltrans District 7 Headquarters en Los Ángeles. El diseño de este edificio va más allá de proveer solamente espacios funcionales a su uso: intenta, de todas las formas posibles, engarzar activamente a la ciudad con su gente mientras se esfuman los límites entre el interior y el exterior con el objetivo de crear una oficina gubernamental que actúe verdaderamente como un edificio público. El artista, internacionalmente reconocido, Keith Sonnier colaboró paso a paso con Morphosis para crea una pieza de arte totalmente integrada al diseño del edificio, dando vida al hall externo mediante una serie de bandas materializadas con tubos de neón y argón que simbolizan las dinámicas líneas de luces de los vehículos que se desplazan por las autopistas californianas. Sonnier, de manera notable, produjo la obra de arte público más grande e importante de Los Ángeles. 

Como educador que es, Mayne siempre se interesó y preocupó por la cultura del aprendizaje y por el impacto pedagógico que genera la arquitectura. Cree que la arquitectura puede influenciar en la transformación de las personas proveyendo un ambiente que facilite la libertad de pensamiento y despierte la curiosidad creativa. Todos sus proyectos educacionales han explorado ese territorio, y continúan haciéndolo. Como resultado devengaron varios proyectos excepcionalmente innovadores. La Science Center School, terminada en 2004, está rodeada por un rosedal, el Museo Aeroespacial de Frank Gehry y el Exposition Boulevard, que separa al edificio de la USC (Universidad del Sur de California). Escultóricos montículos de tierra generan una barrera al ruido del intenso tráfico. La tarea también incluía renovar un arsenal histórico junto a algunas construcciones nuevas.

La International Elementary School en Long Beach, California, terminada en 1999, provee al distrito escolar de una planificación realmente innovadora que ahorra terreno y permite acomodar todo el programa en un sitio urbano bastante reducido. Las aulas se organizan alrededor de un patio y las demás áreas del programa se apilan sobre estas para enfatizar ese todo compacto del proyecto. Una escalera conduce a un patio de juegos ubicado en el techo, el que provee a los estudiantes de un espacio protegido para la recreación y, a la vez, les permite mantener un estrecho contacto visual con la comunidad que los rodea. 

El proyecto escolar más celebrado de Mayne hasta el momento es la Diamond Ranch High School para el Distrito Escolar Unificado de Pomona. Finalizada en 1999, los objetivos de la educación secundaria de flexibilidad educacional y de interacción social entre estudiantes, profesores y administrativos se expresan en un diseño muy bien pensado y heterogéneo. El complejo acomoda a 1.200 alumnos con un diseño que esfuma los límites entre el edificio y el paisaje. Dos filas de formas fragmentadas de la estructura se acomodan ajustadamente a cada lado del 'cañón' cortado a través de la cara de la colina generando una vereda que permite ver el campus de la escuela como una reinterpretación del paisaje.

En Klagenfurt, Austria, un complejo de 23.000m2 de oficinas comerciales, comercios, estacionamiento y un jardín de infantes fue finalizado en 2002 para el banco Hypo Alpe-Adria Bank Carinthia: "La estructura se integra con el entorno y emerge del suelo como tierra reconfigurada. Como lo hacen las placas tectónicas en un movimiento sísmico, el banco erupciona desde su propia forma, expectante en su preñez, revestido en hojas metálicas, proclamando su estatus de institución cívica y cultural de envergadura y conectando al foro público con la calle".

En Los Ángeles uno puede encontrarse con una gran cantidad de edificios proyectados por Morphosis en el lado oeste: dos edificios de oficinas para Salick Healthcare, distantes sólo una cuadra entre sí, sobre el Beverly Boulevard, el concurrido Kate Mantilini Restaurant en la esquina de Doheny Drive con el Wilshire Boulevard, o el restaurante Angeli, en West Hollywood, que también tiene ese toque distintivo de Morphosis. 

Ese mismo toque se ha desplazado hasta el lejano oriente donde en Seúl, Corea, un edificio de oficinas, conocido como Sun Tower, fue construido por dos propietarios asociados. El proyecto que comprende cinco pisos de oficinas para alquiler, dos de ellos en el subsuelo, y una oficina en el penthouse para una corporación manufacturera de vestimentas, provee un ejemplo temprano del enorme interés de Mayne por crear pieles innovadoras, y de alto rendimiento, en los que las artes de la arquitectura y la ingeniería se integren plenamente. Conceptualmente, este proyecto le permitió a Mayne explorar ideas formales que ha seguido desarrollando desde entonces y que encontraron la manera de materializarse en realizaciones posteriores, incluyendo el Instituto de Arquitectos de Holanda, el escenario móvil para el Grupo de Danzas Charleroi y el Federal Office Building en San Francisco. También en Asia se erige el ASE Design and Visitors Center of Taipei, Taiwan, completado en 1997.

Entre sus trabajos más tempranos se encuentran una serie de viviendas individuales de diseño realmente innovador: 2-4-6-8, Venice III, Sedlack y Delmer, todas en Venice, California y la Casa Lawrence en Hermosa Beach, California. Mayne reconoce la influencia de Robert Venturi, Aldo Rossi y James Stirling en algunos de estos proyectos. Hacia mediados de los '90, Thom Mayne finalizó dos influyentes viviendas individuales en Santa Bárbara, California: la Crawford residence y la Blades residence. 

Mayne ha escrito varios ensayos y artículos describiendo sus trabajos y la teoría detrás de los mismos. Agregada a su experiencia con la escuela SCI-Arc, es actualmente profesor de la UCLA en un programa para graduados en arquitectura.

"Se ha argumentado frecuentemente que la arquitectura moderna ha perdido su rumbo o, mejor, su conexión con las fuentes de la inspiración creativa. Nosotros creemos que en lugar de lograr mejores edificios que dialoguen con su entorno de tal manera que pongan en evidencia una gran cuota de integridad, la arquitectura moderna ha recurrido al diseño de estructuras banales, repetitivas y que, por su insistencia en buscar significación en autorizados ejemplos externos, carecen totalmente de integridad. Siempre que uno mire a los precedentes históricos o a las discusiones filosóficas más actualizadas para explicar o justificar su trabajo, uno permanece distante, por propia definición, del verdadero problema.

Nosotros estamos comprometidos en producir trabajos que tengan un significado, lo que sólo puede ser

logrado absorbiendo y comprendiendo la cultura para el que será realizado. Nuestra decisión de resistir esa postura de mirar hacia afuera, hacia la autoridad de los grandes maestros por un manto de significado, es una posición esencialmente optimista, quizás idealista. 

Me parece que en la actualidad se han perdido los fundamentos, que no existe un consenso viable con relación a los significados y, por lo tanto, se ha perdido la confianza para desarrollar una visión contemporánea que guíe nuestra forma de vivir y trabajar.

Los rápidos cambios de las tecnologías de la comunicación global, el desarrollo de teorías del caos, la incertidumbre, todo nos indica la necesidad de desarrollar nuestra propia autoridad interior que nos permita navegar por ese terreno movedizo y cambiante… lo que puede lograrse es la posibilidad de una relación más directa e intuitiva entre el trabajo y su cultura.

En Morphosis nuestro método ha sido siempre altamente intuitivo y reflexivo. Entendemos que nuestro campo de operaciones está signado por la contradicción, el conflicto, el cambio, el dinamismo… y nosotros estamos interesados en producir un trabajo que contribuya a ese diálogo, que agregue aún otro punto de tensión a lo que algunos pueden llamar la cacofonía de la vida moderna. Para nosotros es la sinfonía de la realidad. Nuevas capas de tensión agregadas a la composición no intensificarán esa cacofonía pero agregarán una complejidad exquisita. No es nuestro interés la desconstrucción como respuesta a la complejidad y la contradicción, sería más aptamente descripta como un interés por la reconstrucción. Nuestra preocupación es la de establecernos y trabajar dentro de órdenes, o coherencias, que sean de terminales abiertos y multivalentes, organizaciones que pueden requerir algo más que un examen superficial para ser percibidas. Durante el proceso de diseño nos mantenemos en guardia permanente para preservarr la posibilidad de una apertura a lo impredecible y lo desconocido que afecte el proceso lo que es, en definitiva, un proceso abierto y reflexivo en lugar de visionario y preconcebido".

"La arquitectura es un deporte de resistencia. Uno pone su mente, concentración y esfuerzo en ella… y se mantiene así por treinta años y luego… uno recién está comenzando". 

Thom Mayne, quien fundara su estudio, Morphosis, para superar las ataduras de las formas y materiales tradicionales y quien, también, trabajara para moldearse un territorio más allá de los límites del Modernismo y el Postmodernismo, ha sido laureado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2005. 

El Premio Pritzker reconoce una carrera de tres décadas en las que Mayne recibió 54 premios del Instituto Americano de Arquitectos (AIA), unos 25 de la revista Progressive Architecture como también numerosos honores en todo el mundo. El arquitecto, de sesenta y un años de edad, es el primer estadounidense laureado en los últimos catorce años.