Monteadentro 002 / diciembre 2014

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DESARRAIGO Julián Estrada / p • 3 SALVO RUIZ, COPLERO Elkin Obregón / p • 4 EL COMPUTADOR EN EL CAMPO Esteban Castañeda / p • 5 UNA MUJER PARA QUERERLA Nicolás Naranjo / p • 6 ¡CITA TERESITA! Carlos Mario Gallego / p • 8 IMÁGENES DEL AGUA Darío Ruiz / p • 10 002 Diciembre de 2014 El Retiro, Antioquia <Al que no quiere caldo se le dan dos tazas> DISTRIBUCIÓN GRATUITA PERIÓDICO TRIMESTRAL más >>

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Page 1: Monteadentro 002 / diciembre 2014

DESARRAIGOJulián Estrada / p • 3

SALVO RUIZ, COPLEROElkin Obregón / p • 4

EL COMPUTADOR EN EL CAMPOEsteban Castañeda / p • 5

UNA MUJER PARAQUERERLANicolás Naranjo / p • 6

¡CITA TERESITA!Carlos Mario Gallego / p • 8

IMÁGENES DEL AGUADarío Ruiz / p • 10

002Diciembre de 2014El Retiro, Antioquia

<Al que no quiere caldo se le dan dos tazas>

DISTRIBUCIÓN GRATUITA PERIÓDICO TRIMESTRAL

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EDITORIAL 02

JAVIER NARANJO MORENO

JULIÁN ESTRADA OCHOA

ELKIN OBREGÓN SANÍN

NICOLÁS NARANJO BOZA

Comité Editorial

ALEJANDRA ESTRADA SIERRA

Directora, coordinadora visual.

Ilustraciones

GLORIA BERMÚDEZ BERMÚDEZ

Coordinadora

DIANA MATILDE MÚNERA HOYOS

Asistente general

LAURA BUSTAMANTE CORTÉS

NATALIA VÉLEZ ESCOBAR

Diseño, diagramación

FOTO CARÁTULA: David Estrada

El Retiro, Halloween 2013

ISSN: 2389-8747

Impreso en El Colombiano

Corporación rural Laboratorio del EspírituKm 6, vía El Retiro - La Ceja.

Vereda Pantanillo

Teléfono: (574) 5410579

www.laboratoriodelespiritu.org

[email protected]

Colombia, 2014

APOYA

ALIADOS

EL DERECHO AL DELIRIO

“ Qué tal si deliramos por un ratito, qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible”. Estas palabras de Eduardo Galeano las escuché hace unos días en un video que circula por internet. Hablaba de la utopía, del derecho que tenemos

a soñar, del derecho al delirio. Y luego pensé que en algunos el derecho a soñar se convierte en el deber de llevar a cabo esos delirios, y en cómo no basta con soñar lo imposible: hay que hacer, crear, y creer en lo que se crea.

Cuando hablamos sobre Monteadentro, nos miran como a unas locas más a menudo de lo que quisiéramos, otros nos admiran –por locas y aventadas- y echan flores, con envidia de la buena, a lo que llaman una ‘aventura quijotesca’. Unos y otros, siempre, reciben con agrado el periódico. Y a pesar de la incredulidad de algunos, nos hemos encontrado con no pocos amigos que se enamoran del proyecto y nos acompañan con ideas y soluciones: otros soñadores con ganas de hacer sueños realidad.

Los incentivos de Monteadentro son utópicos y rayan en el desvarío: quisimos que el perió-dico fuera de altísima calidad en contenido, diseño e impresión; quisimos mezclar autores re-conocidos con principiantes de las veredas, que fuera un motor que acortara la brecha entre los campesinos y la clase alta de la ciudad que esta empezando a habitar el lugar; que acortara dis-tancia entre vecinos, que despertara el amor por la región… total, un punto de encuentro que en todo sentido estimulara relaciones de igualdad y de respeto, y que a la par llevara diversión y conocimiento. Después de repartir el primer número, sentimos que la risita socarrona de los incrédulos va quedando atrás para sonreír de asombro y gratitud. Y mientras más caminamos por este camino, más parece que las barreras que lo impedían tenían mucho de imaginarias… aunque claro, apenas estamos comenzando.

En el mismo video que les mencioné arriba, comparan la utopía con el horizonte: que siem-pre está lejos, que si camino 10 pasos ella se aleja 10, y que nunca se alcanzará. Entonces, ¿para qué la utopía? La utopía sirve para caminar.

ALEJANDRA ESTRADA SIERRADirectora Monteadentro

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DESARRAIGOAntropólogo y escritor

JULIÁN ESTRADA OCHOA

E l surrealismo era patético. Es la primera vez en la vida que tomo aguardiente rodeado de marcianos, ardillas, piratas, ángeles, ma-riposas, sacerdotes, payasos, Batman, obispos, bomberos, gati-

cos y ratones. Con la desobediencia que gravita en el pensamiento del ser humano - como cometa al viento – en segundos pensé en las más monstruosas figuras, características de las pinturas de Dalí y El Bosco; por algún momento también pensé en el hacinamiento del transmi-lenio de Bogotá (en horas pico: 9 usuarios por metro cuadrado) pues el 31 de octubre a las 7 de la noche en el parque principal de El Retiro teníamos 11 niños por metro cuadrado. La hilaridad cundía por todas partes y entre gritos infantiles y una mezcla extraña de carcajada y regaño maternal, la batahola que reinaba en el parque era al final de cuentas pintoresca. En esas circunstancias,

observando el enjambre de muchachitos que no eran ni cien, ni doscientos, sino millares, por mi cabeza cavilaba el futuro que a ellos

les espera en este respetado pueblo,

y entre disfraz y disfraz, y de aguardiente en aguardiente me hice estas dos preguntas: ¿A qué se dedica hoy en día la juventud en El Reti-ro? ¿Cuál es el futuro de estos conejitos y estas princesitas? Dos cosas tengo muy claras: lo bueno que se rumbea durante los fines de semana en las 4 esquinas (zona rosa) y lo plácidas que son la riveras de La Agu-delo (parque lineal) para amanecer hablando entre amigos. Aclaremos: una cosa es salir de rumba 10 o 15 fines de semana durante un año; pero otra muy distinta es - cuando ni se estudia, ni se trabaja - tomar

trago compulsivamente los 52 fines de semana reforzando con pepas y energizantes, y todo, porque en este pueblo los jóvenes entre 17 y 23 años no tienen nada más para hacer; lo anterior es un común denomi-nador de lo que está pasando entre un número grande de parceros y por eso me atrevo a opinar lo siguiente:

La creciente delincuencia juvenil que hoy azota a Medellín, está con-formada en su gran mayoría por jóvenes desarraigados de sus pueblos de origen; desafortunadamente, de las hordas de jóvenes campesinos que año por año se radican en esa ciudad, sólo una minoría logra una estabilidad laboral y una diminuta minoría entra a la universidad… los restantes pasan a engrosar las filas del parche o combo, que finalmente termina siendo el camino expedito para vincularse en calidad de ficha fugaz de “Mototiro S.A.”

No quiero ser apocalíptico, en El Retiro no existe desarraigo, pero si en este municipio no se inicia cuanto antes, por parte del gobierno municipal, una política a largo plazo que asegure una “amable y pro-metedora convivencia” para la juventud guarceña, este delicioso vivi-dero se nos convertirá en menos de dos lustros en un infierno… y no nos sorprendamos, si algunos de aquellos muchachitos que el viernes 31 estaban disfrazados de payasos o cuervitos, en un futuro no muy lejano, utilizaran sus máscaras para hacer auténticas maldades.

Nota 1: Hoy en Antioquia, de sus 125 municipios, sólo 35 gozan de la suerte que les otorga su

ubicación geográfica (9 del Valle de Aburrá y 26 ubicados a menos de una hora y media de viaje en

transporte público desde Medellín). Dicha ubicación le permite a sus jóvenes trabajar y /o estudiar en

Medellín, sin abandonar ni sus pueblos, ni sus familias. El Retiro es uno de ellos.

Nota 2: En la próxima edición explicaremos en qué consiste y cómo se logra una “amable y prometedora convivencia”.

|David Estrada Larrañeta. El Retiro, Halloween. 2013|

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C omo tantas cosas buenas y malas, la trova nos vino de España, y se extendió por toda Latinoamérica, adoptando diversas formas. Algunos de esos versos conservaron de algún modo sus letras

hispánicas; pero, como es natural, surgieron otros, miles, nacidos del ingenio popular, a veces picarescos, a veces amorosos, no pocas veces filosóficos. Todo un acervo cultural, que sigue ahí, desafiando modas. Antes que este párrafo se vuelva discurso, lo dejamos ahí, como un pre-texto para traer a esta página la vera efigie de Salvo Ruiz, el último juglar.

Así al menos lo llamó Arturo Escobar Uribe, en un libro del mismo título, que recoge su vida y sus hazañas, y que es hoy una joya para coleccionistas. Nació Salvo Ruiz en Concordia —1878—, en el seno de una típica familia campesina. Tuvo pocos estudios, cursados en una escuelita de su vereda. A ese respecto, él mismo dijo alguna vez:

Si sin ir a los colegioslos copleros me respetan,

¡qué tal que hubiera estudiaodonde fueron los poetas!

Fue minero del Zancudo, labrador, recogedor de tabaco, entre otros muchos oficios; pero siempre fue trovero. Cito a Escobar Uribe: “Deam-bula de pueblo en pueblo en el suroeste antioqueño, en donde hay fies-tas patrias o regocijos públicos; se le vio por veredas, estancias, fondas camineras, campamentos de mineros, bodegas, etc. (…), caminante empedernido y parrandero impenitente, con su tiple a la bandolera, listo a correrse sus vidrios y a jugarse en duelo de trovas, con quien quiera hacerle coteja, su buen nombre de invencible trovador”.

Nunca salió de Antioquia, y murió en Medellín, octogenario, en la más rotunda pobreza, como suelen morir nuestros cantores. Por for-tuna, se conserva un buen número de sus coplas. El espacio sólo me permite consignar dos; la ya citada, y ésta, entre otras muchas, de ex-traña belleza:

No quisiera recordarlos tiempos que ya se han ido:

ser para después no ser,era mejor no haber sido.

Las trovas de Salvo, ya queda dicho, lo hicieron famoso. Y tanto, que sus proezas reales se enriquecieron con la leyenda, como sucede siempre con los héroes. Y legendario es sin duda su supuesto diálogo trovístico con “Ñito” Restrepo, venido de quién sabe cuáles siglos re-motos, pero unido ya para siempre —“también la verdad se inventa”— a la figura de nuestro trovero.

(Paréntesis oportuno: Antonio José Restrepo, “Ñito”, paisano de Salvo, fue un notable escritor, polígrafo, político, diplomático y folclorista, quien no desdeñaba empinar el codo y rasgar el tiple. Escribió El cancionero an-tioqueño, libro fundamental para el estudio de nuestro coplerío).

Se dice, pues, que en algún encuentro de trovas Ñito cantó así:

Escúcheme Salvo Ruiz,que le voy a preguntar:

¿Cómo pariendo la Virgendoncella pudo quedar?

Y (se dice) que Salvo respondió:

Óigame doctor Restrepo,que le voy a contestar:

Tire una piedra en el agua,se abre y se vuelve a cerrar…

Así pariendo la Virgendoncella pudo quedar.

Versos de inmensa belleza, envidia de teólogos, que andaban por ahí, anónimos y espléndidos, en busca de autor. Y que el pueblo, agradecido, regaló a Salvo Ruiz. Nunca poeta alguno recibió mayor homenaje.

P.D. Se me queda en el tintero el famoso encuentro de “Ñito” con

los Pombales. Quede para la próxima, si Monteadentro me deja.

ELKIN OBREGÓN SANÍN

SALVO RUIZ, COPLERO

| Ilustración: Elkin Obregón Sanín.|

Caricaturista y escritor

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E l relato que se presenta a continuación es la conversación entre una madre y un hijo que charlan sobre la llegada de un nuevo miembro a la familia: el computador.

Doña Lucía: Pero mijo, ¿usted pa´ que cree que pueda servir este aparatejo acá? No más para hacer reblujo en la sala.

Miguel: Pero ma, mirá que este computador que me gané en el co-legio fue por buen estudiante; y creo que ahora voy a ser más aplicado porque con esto puedo consultar muchas tareas y aprender más.

Doña Lucía: Y entonces ¿Qué vamos a hacer con todo ese poco de libros y enciclopedias en los que consultás los trabajos?

Miguel: Tranquila mami que no los vamos a abandonar ni a botar, ellos nos han servido pa´ mucho y nos seguirán sirviendo cuando el com-putador no funcione y lo estén arreglando, o cuando no haya luz por acá.

Doña Lucía: Umm. Veo que por lo menos no vas a dejar los libritos.

Miguel: Así es. Y lo mejor es que si hacemos poner internet en la casa como los vecinos de la otra finca, podemos consultar muchas cosas que no podamos encontrar en los libros y comunicarnos con otras perso-nas que hace tiempo no vemos como el tío Orlando, que está desde hace tantos años fuera de acá.

Doña Lucía: Oiga mijo, y ya que vos podés consultar de todo un poquitico ¿Será que ahí podemos ver cómo hacer un arrocito con pollo bien rico diferente al que hacemos para conocer nuevas recetas?

Miguel: Por supuesto. Además podemos encontrar otro tipo de recetas pa´ saber aprovechar de otras formas los tipos de alimentos que cultivamos. Como por ejemplo: cocinar unos frijolitos bien ricos echándole más cosas de las que usted les echa.

Doña Lucía: Uy, pero eso se oye muy delicioso. Y oiste Miguel, ¿qué hay de bueno ahí para tu hermanito Gerónimo que mirá, apenas tiene cuatro añitos y ya no se entretiene con los jugueticos que tu papá le compró en el pueblo?

Miguel: En el computador eso es lo que sobra. Hay un montón de juegos, como pintar paisajes, que él puede jugar y por ahí derecho aprender sin ningún problema, y además aprende a manejar el compu-tador muy muy rápido.

EL COMPUTADOREN EL CAMPO

Doña Lucía: Mijito, este computador como que nos va a traer mu-chos beneficios.

Miguel: Bastantes, mami. Y aparte de lo que nos puede servir a no-sotros tres, mi papá también lo puede usar para llevar la contabilidad de la producción de las vaquitas o de los cultivos que hay acá en la finca, para que al final de mes sepa lo que se ha hecho.

Doña Lucía: Miguel, ¿y será qué no nos quedaremos siempre pe-gados de esa pantalla, como adictos?

Miguel: Desde que sepamos darle un buen uso a este computador, tranquila que no nos tenemos de que preocupar. Porque lo más impor-tante es que nosotros sabemos que solo lo vamos a utilizar para hacer las cosas más sencillas y rápidas; y, por supuesto, para aprender.

SALVO RUIZ, COPLERO

ESTEBAN CASTAÑEDA ROMÁNIntegrante del semillero de periodismo

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A gripina Montes del Valle fue hija de padres originarios de El Peñol (Antio-quia). Su padre Francisco Montes tra-

bajó en Salamina (Caldas) donde nació Agri-pina en 1844. En 1851 la familia retornó a El Peñol, y luego a Salamina, donde vivió en la vereda “Los mangos”. Estudió con una maestra querida por la alumna, Sara Restrepo. Desde muy temprano creó poemas dignos de cual-quier antología como “A Julio Arboleda”, el cual le mereció una cálida respuesta del poe-ta, político y militar. En Manizales contrajo matrimonio con Miguel María del Valle, en 1865. Vivió un tiempo en Medellín y después en Manizales donde, en 1870, fundó el Cole-gio de la Concepción. En 1875 se la incluyó en la Antología “Poetisas americanas (Ramillete poético del bello sexo hispanoamericano)” com-pilada por José Domingo Cortés. Vivió en la capital caldense hasta 1880, año en el cual se estableció en Bogotá. Quedó viuda en 1886 y fue nombrada Directora de la Escuela Normal

UNA MUJER PARAQUERERLA

del Magdalena en Santa Marta. En 1910 se en-contraba en la capital de Colombia, y murió en Anolaima (Cundinamarca) en 1915. Publicó en los periódicos antioqueños “El Condor” (así sin tilde) y “El Oasis”. También en otros perió-dicos, como “Mujer”. En 1872 fue premiado en Chile su poema “A la América del Sur”. En 1881 fue premiado en Bogotá su canto “Al trabajo”. Reunió sus poemas en “Poesías” (con prólogo de Rafael Pombo) en 1883. El poema “Al Tequen-dama” se incluyó en el libro “Parnaso colombia-no” recopilado por Julio Añez en 1886-1887. La elogiaron los críticos españoles Juan Vale-ra y Marcelino Menéndez y Pelayo. En 1895 se la incluyó en la “Bibliografía colombiana” de Isi-doro Laverde Amaya, y figura también en una antología de poesía publicada en Europa por don Emiliano Isaza. Sobre ella escribieron elo-giosamente los críticos colombianos Antonio Gómez Restrepo y Javier Arango Ferrer. Hoy es recordada, cuando se la tiene en cuenta, sobre todo por “Al Tequendama” y como expo-

nente de la poesía romántica entre nosotros, pero se la tiene olvidada; injustamente, pues sus obras son tesoros de nuestro pasado cul-tural. No en vano se la ha llegado a llamar “la Gabriela Mistral del siglo XIX”. ¡Qué tal! Desde sus orígenes en el campo lograr tanto y, como mujer, luchando contra un medio en general machista.

A veces firmaba con pseudónimo, como ‘Azucena del Valle’ o ‘Porcia’. Fue madre y maestra y participó en acciones comunita-rias. Por ejemplo, el poema “A Bolívar” fue incluido en “Romancero colombiano [Homena-je a la memoria de Simón Bolívar en su primer centenario]” en 1883. En 1910 colaboró en las celebraciones del Centenario de la Inde-pendencia de la Nación, en Bogotá, con un poema en homenaje a la heroína Policarpa Salavarrieta, y otro llamado “El último pijao” (el mejor de los suyos según la autora), sobre un jefe guerrero indígena en sus luchas y vic-torias contra los españoles. Hay muchos más.

En fin… es una de las poetas más especiales de que se tenga noticia entre nosotros, por ser sobre todo... mujer. Y se formó en pueblos como Salamina y El Peñol. Llegó muy lejos sin proponérselo, ¿saben cómo? siendo genuina, siendo ella.

Y en el campo está una de las claves para eso…

Literato y músico

| Agripina Montes del Valle.|

LOS INVASORES

ELKINOBREGÓN

NICOLÁS NARANJO BOZA

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CARRIZALES

LOS SALADOS

NORMANDÍA

EL CARMEN

PUENTE PELÁEZ

LA HONDITA LA HONDA

SANTA ELENA EL PORTENTO

DON DIEGO

RIONEGRO

LA CEJA

MONTEBELLO

CALDAS

ENVIGADO

EL CHUSCAL

EL BARCINO

LA LUZ

NAZARETH TABACAL

PANTANILLO

LEJOS DEL NIDO

LA AMAPOLA

N

PANTALIO

LOS MEDIOS

A dos horas del casco urbano del municipio de El Re-tiro se encuentra la vereda Los Medios, puesta entre grandes montañas llenas de vida, de historias y de

gente amable.

Para conocer un poco más de esta vereda, nos cono-cimos con don Gustavo Villegas, un viejo campesino que creció allí y aprendió a amar tanto su tierra que hoy en día, teniendo la oportunidad de vivir en otro lugar más “có-modo”, prefiere seguir su existencia en la tierra que lo vio nacer y que como él dice: lo verá morir.

Nos cuenta don Gustavo que la vereda Los Medios fue llamada así porque está ubicada justo en la mitad del cami-no que comunica el municipio de Montebello con El Retiro. Hace algunas décadas, era una zona donde los campesinos labraban la tierra y tenían una gran cantidad y variedad de cultivos, como plátano, tomate, frijol, papa y yuca, aunque los cultivos más grandes eran el café y la caña.

La producción de la panela era una de las fuentes de in-greso más importantes de la vereda, y brindaba un aporte significativo a los campesinos; había un trapiche casi por cada familia y en las temporadas de cosecha trabajaban en la molienda.

Los caminos fueron surcados por los campesinos en su diario caminar, la escuela quedaba en Nazareth, una vere-da cercana, pero la mayoría de los estudiantes no termi-naban la primaria por el deber del trabajo. Las fechas más especiales y alegres eran los diciembres, donde según don Gustavo “eran los días que más poquito se comía”, tiraban pólvora toda la noche y los pequeños esperaban ansiosos el regalo del niño Dios, y seguro el último regalo de mu-chos fue como el de don Gustavo: ¡una empanada!

En este lugar lleno de tranquilidad también se experi-mentaron días de tormento, cuando la violencia y la gue-rra de esos días, tocó este territorio y lo dejó marcado.

Hoy los caminos son anchos para que los carros puedan transitar, la gente ha preferido ir a vivir a otros lugares, los trapiches se oxidaron por dejar de funcionar, el café, el frijol, el plátano fueron cambiados por cultivos de pino, y algunas personas que tienen dinero compran su tranquili-dad en estos terrenos.

Sin embargo, los habitantes de esta zona se mantienen unidos buscando nuevas rutas y oportunidades para su bienestar y felicidad.

LOS MEDIOS

| Agripina Montes del Valle.|

Integrantes del semillero de periodismo

SEBASTIÁN GARCÍA GALLEGO SANTIAGO RENDÓN ECHEVERRI

Los caminos fueron surcados por los campesinos en su diario caminar...Hoy los caminos son anchos para que los carros puedan transitar

|Cortesía de Don Gustavo Villegas y su señora,Virgelina Villegas de Villegas.|

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LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA 08

¡CITA TERESITA!

No se coge el fundillo con las dos manos, y me perdona la expresión.

¡Por fin!...Ve Orfa: tintico para el señor y a mí me traés… ¿Qué me trajeras?... Traeme un pocillaíto de leche tibia y un merengue.

Si estoy hablando mucho, bien pueda páreme joven, que es que yo casi no tengo con quien hablar porque vivo aquí sola con Orfa, y esa no modula.

Yo conocí a Tomás Carrasquilla estando muy pipiola. Yo tendría es-casos 12 años cuando estalló la Guerra de los mil días y él se volvió de Medellín para acá, para Santodomingo. El y Pacho Rendón, Francisco de Paula Rendón, que también era escritor y los dos eran uña y mugre.

Ambos solteros tirando a solterones y muy buenos mozos, bien em-perejilados, con sus bigotazos bien peinados, cari pulidos, ojos marru-lleros, risueños…Eran enteramente dos láminas de hombres...

CARLOS MARIO GALLEGO

¿ Me pregunta usted por Tomás Carrasquilla y Pacho Rendón? ¡Ni me miente a ese par de muérganos!

¿Que por qué?... Ay, joven, no se figura usted lo que fueron ese par de asquerosos, cuál más burletero y empalagoso.

¿Que por qué les tengo inquina?…Porque por culpa de ese par de llenadores fue que se enloqueció mi prima Teresita.

¿Quiere que le cuente? Pero antes, ¿qué le provoca? Tengo claro frío con leche y blanquiao, o tinto, pero de aguapanela… ¿Le gusta el tinto en aguapanela?

¡Orfa! ¡Orfa! ¡Orfa! …Ay, esta muchacha es sorda como una tapia… ¡Orfa! ¡Orfa!, esta es mucha entelerida… Es que hoy en día es muy fregado topar sirvienta buena, es más fácil pañar un relámpago de la cola… ¡Y esta Orfa es un táparo!...

Cronista y caricaturista

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LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA 09

Pero para recocheros y pone sebo no había quién les pusiera la pata.

Ellos no faltaban en las vísperas de cuanto bautizo, confirmación o casorio se celebraba por estos lados. Los veía usted visitando en-fermos o haciendo las delicias en los velorios con sus cuentos de espantos y deshacida de pasos… Mejor dicho: este par no se perdían voliada de jíquera. Si hasta se chuparon un montón de leguas en bestia con tal de ir a so-periar cuando el obispo estuvo en Yolombó.

Porque tenían tiempo: Tomás no hacía nada y Pacho era el ayudante. De modo que culequiaban todo el santo día por el pueblo: donde fulanita que les contaba que peranita le estaba haciendo un vestido a zutanita y des-pués a tomar el algo donde peranita para que les contara el motivo del estrén de zutanita…En fin.

Por la tarde se aplastaban en el kiosko del parque a tomarse los anisados con la disculpa del frío, porque ¡qué garganticas eran Tomás y Pacho, agua Dios misericordia!... Bogaban como machos asoliados.

Y claro, ya copetones armaban unas tertu-lias lo más amenas y hasta instructivas. Porque, todo hay que decirlo, Tomás y Pacho leían como unos condenados… Hasta en latín. Y cuando decían a pontificar sobre una tal Proserpina no sé qué, dejaban a todos boquiabiertos.

Pero tenían un defecto muy maluco: a todo el mundo le ponían sobrenombre. No le miento joven: en Santodomingo no había cristiano sin apodo puesto por Tomás y Pacho.

Precisamente por un sobrenombre que le pusieron esos dos fue que mi prima Teresita se enloqueció. Es que le pusieron el peor. Tan horrible que la pobre Teresita se encerró en su pieza a los veinticinco años y la sacaron ya vie-ja, a velarla en la sala.

¿El apodo? Espere. Mi prima, pobrecita, era más bien feíta: cumbambona y tenía un bisojo… No era que fuera bizca, era un bisojo, que para mí, para mí, hasta le lucía… Pero es-tos vergajos de Tomás y Pacho le inventaron el embuste que San Antonio, el que da novio, se hacía negar cuando ella lo invocaba. Qué pecao, eso la atormentaba y entonces la pobre Tere po-nía el mayor empeño en ser agradable y servi-cial y hacer brillar su belleza interior…

Y ella creía que tapaba su cara expresándo-se bien, diciendo esas palabras raras y bonitas

que decían Tomás y Pacho, y que ella dañaba en su boca campirana. De modo que Tere sa-lía con cosas como: ¡Eh, ave, es que Tomás y Pacho sí tienen una lengua muy vespertina!, por decir viperina… ¡Y con ese repletorio que se mandan!, por decir repertorio…Y estos ver-gajos le daban cuerda y la surtían de palabras nuevas para que la pobre sonsa las volviera ba-rrabasada.

Y una noche, en la pachanga víspera del matrimonio de una de las Bermúdez, estaban Tomás y Pacho y, claro, mi prima Teresita, que con el primer savajón empezó a meter la cu-charada y las patas.

No se supo qué pasó esa noche, pero al otro día Teresita estaba encerrada en su pieza, em-perrada chillando y amenazando con ahorcar-se si Pacho y Tomás la ponían como la habían puesto.

-Pero explique mija qué pasó- le rogó su papá don Cleto, mi tío político, al que fueron a buscar al corte.

-Que yo dije una cosa mal dicha y ellos dije-ron que me iban a poner así… ¡buuú!

-¿Y qué sobrenombre te piensan poner? –le preguntó la mamá, mi tía Belarmina, y la res-puesta era más llanto y Tere abrió la ventana para que la viéramos ponerse la soga al cuello, que ya había amarrado de una viga.

-¡Virgen santísima Teresita, eso ni charlan-do… es pecao mortal! –y me mandaron a la ca-rrerita que buscara a Tomás y Pacho antes de que regaran el sobrenombre.

En sus casas no estaban, que habían ma-drugado a desenguayabar. Corrí al café de don Lalo: que no hacía nada se habían tomado de a totumada de guarapo, que tal vez estarían donde las cadavides desayunando.

-Don Lalo, ¿no le dijeron cómo pusieron a Teresita, la hija de don Cleto?

-¿Cómo así que cómo la pusieron?

Salí en pitada para donde las cadavides: que ya habían salido. Fui a la biblioteca y es-taba cerrada tan temprano. Entonces me volví para la casa y encontré al padre Celestino con-fesando a Teresita por entre la chambrana de la ventanita de su pieza.

Después de confesarla, el cura tomó cacao con arepa de mote y quesito.

-Ni en la confesión me quiso decir cómo la iban a poner-contó el padre Celestino.

Mi tío Cleto bregaba a pedirle la soga.

-Preste mija que con esa soga es que ma-niamos para ordeñar… Preste, no sea bobita, ¿quién se ha muerto en Santodomingo por un sobrenombre? A ver, ¿se han muerto Pateloro, Culoeloza, Casperrata, Carecuajo, El podrido? Y cuando a don Lisandro, que es tan bravo, le dicen Sangreyuca, ¿qué hace?... Se ríe, y parte sin novedad… Con tal que no se ponga brava mija. Acuérdese que mientras más le choque, más le dicen… No ve que su prima dice que ellos no han regado nada.

Pero Teresita que no y que no y se subió al taburete y se amarró la soga y que le perdona-ran todo lo malo.

Y mi tío Cleto me dijo: ¡Vuele mija busque ese par!

Y búsquelos y búsquelos y pregunte que si ellos dijeron cómo iban a poner a Teresita y nadie sabía y todos quedaban intrigados…Hasta que los encontré y ellos que qué, que ellos no se acordaban de nada, que cuál era la pendejada de Teresita…Y llegué con ellos a la casa de Tere y casi no podemos entrar por el arrume de noveleros.

El padre Celestino le insistía: Vea mija que los ahorcados no tienen derecho a misa de di-funtos y quedan penando.

Entonces Pacho y Tomás la convencieron de que no se acordaban de nada y Tere entregó la soga y salió sonándose los mocos y abrazos y cacao para todos.

-Ve ole Teresita, –le preguntó Tomás sin ninguna malicia-…¿cómo te íbamos a poner?

Y la bruta de Tere dijo.

El primero que soltó la carcajada fue el padre Celestino.

Pero tenían un defecto muy maluco: a todo el mundo le ponían sobrenombre. No le miento joven: en

Santodomingo no había cristiano sin apodo puesto

por Tomás y Pacho.

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IMÁGENESDELAGUA

Ese paisaje austero, esas corrientes cristalinas,

desaparecieron cuando se construyó la represa.

DARÍO RUIZ GÓMEZ

E l camión subía despacio por la delgada cinta de la carretera de Las Palmas y pron-to nos envolvía la neblina; en el espacio

interior del camión, se escuchaba el sonido del agua de los manantiales cayendo por un lecho rocoso y verde, que se convertía en la banda sonora que anunciaba la montaña y lo hacía a través de aquel sonido primigenio. Después, a determinados trechos del recorrido, apare-cían los arroyos festoneados de arrayanes, de encenillos desperdigados entre los flancos de la montaña, emergiendo de los apretados bos-quecillos. Ese paisaje austero, esas corrientes cristalinas, desaparecieron cuando se constru-yó la represa. Fue el comienzo de una rápida y demoledora transformación de aquel paisaje tan bellamente descrito por Eduardo Peláez en su novela de memorias familiares. René Char, el gran poeta, nos recuerda que el paisa-je es más importante que el pan, porque aquel nunca podrá recuperarse, y su ausencia deja-rá en nuestra alma un callado y eterno dolor. Pero el llamado progreso, recordemos, carece, precisamente, de alma.

El agua como elemento necesario; no sólo como la necesidad biológica de beberla para no morir de sed, sino como la presencia de imágenes que se transforman con el paso de los días en un depósito de recuerdos necesa-rios para enfrentar la presencia inevitable de la muerte. ¿Hay acaso algo más terrible que ver morir un río, una quebrada? ¿Existe la Carta de los Derechos de los ríos y quebradas, de los manantiales, a no ser convertidos en aguas negras? Las ciudades y pueblos que se han construido cerca de una corriente de agua convierten ésta en determinante fundamen-tal de su estructura urbana, por la necesidad de la presencia de esas poéticas del agua. Pero la modernidad tecnológica ha producido seres que caminan y se casan, firman cheques, pero están vacíos por dentro. ¿A quién le interesó conservar las aguas del río Medellín? ¿Quién

|Gabriel Carvajal Pérez, Aérea represa La Fe. En construcción 1972, terminada 1974. Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto. |

Urbanista y escritor

puede ver, tranquilamente, el espectáculo de esas aguas negras, pestilentes? ¿A dónde se fueron los tranquilos suribios, los apacibles sauces que ayudarían hoy a descontaminar un aire tóxico?

Urbanizar el campo fue la gran revolución cultural en Inglaterra desde finales del siglo XVIII; plantear la distribución equilibrada de los bosques, de las lagunas, rescatar la llamada

maleza como definidora del nuevo jardín, je-rarquizar las vías terrestres, construir exclusas, puentes, bajo un concepto estético renovador y necesario para la contemplación de caminantes y viajeros, o sea incorporar a la vida la necesidad espiritual del agua que fluye, del agua sonora de la lluvia, racionalizar su utilización. ¿Dónde si no en esos paisajes construidos como nece-sidad de belleza surgió la gran poesía lírica in-glesa, pintores como Constable y Turner? Pero nuestros llamados urbanizadores agreden es-

tos valores, destruyen los manantiales, desco-nocen los valores de una espacialidad que nos una al paisaje. ¿Hay algo más triste que ver cómo se contaminan las aguas del río Rione-gro y se desconocen los valores paisajísticos de su recorrido? ¿Cómo mueren los manantiales a manos de presuntos arquitectos que igno-ran sus valores visuales en sus “proyectos”? La ignorancia es agresiva al respecto, pero es necesario activar nuestra voluntad cívica de seres civilizados para impedir que este expo-lio continúe con impunidad total, recordando las normas universales que protegen el paisa-je, que defienden el agua más allá de la sim-ple necesidad física, porque hace parte de un patrimonio invaluable sin el cual en adelante nuestra vida será más desgraciada.

El Embalse La Fé está localizado en el oriente antioqueño, en el municipio de El Retiro. Obra realizada por Empresas Públicas de Medellín y puesta en funcio-namiento en el año 1974 para abastecer acueductos y generar electricidad. El em-balse recibe por gravedad las aguas de las quebradas Las Palmas, Potreros, La Miel y Espíritu Santo, y por bombeo la de los ríos Buey, Piedras y Pantanillo.

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B anCO2 es un proyecto creado por Cornare y operado por la Cor-poración Másbosques, que ofrece un salario a los campesinos del Oriente Antioqueño para la conservación de sus bosques.

Ahora, en lugar de recurrir a talar

diariamente los árboles de su propiedad, para venderlos por unos cuantos pesos y poder sobrevivir, ellos pueden mejorar su calidad de vida siendo guardianes de los

recursos naturales.

La conservación del bosque genera el equilibrio de los ecosistemas; y de allí, la posibilidad de obtener servicios ecosistémicos, por los cua-les, personas naturales y empresas están dispuestas a pagar, ya que permiten la sostenibilidad de la vida humana y demás especies de fau-na y flora que habitan el planeta.

Los Servicios Ecosistémicos, son los beneficios que directa o indi-rectamente obtenemos de los ecosistemas para subsistir: el agua, los alimentos, la captación de CO2 y neutralización de desechos tóxicos, la formación y almacenamiento de materia orgánica; el ciclo de nutrien-tes, la regulación de los suelos, entre otros.

¿Cómo funciona?BanCO2 contacta a empresas y personas naturales que deseen com-

pensar su huella de carbono (medida de la contaminación generada por el hombre) con pagos a las personas poseedoras de bosques y zonas de interés ecosistémico asociadas al proyecto. Para recibir el pago, el “guardián” se compromete a no destruir los bosques ni permitir que otros lo hagan, restaurar la tierra, y capacitarse a través del proyecto para hacer buen uso de los suelos.

BANCO2, EQUILIBRIO ENTRE EL HOMBRE Y EL MEDIO AMBIENTE

DIANA GIL Y MÓNICA DUQUEAntropóloga BanCO2 / Comunicadora BanCO2

CORNARE - Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare El Santuario

¿Por qué conservar los bosques?A pesar de que Colombia cubre solo un 0.7% de la superficie del pla-

neta, es hogar de el 10% de las plantas y animales que habitan la tierra, según las cifras arrojadas por la ONG World Wildlife Fund - WWF. Sin embargo, la ONU reporta que nuestro país pierde 2.000 Km2 de bosque nativo cada año; afectando a la biodiversidad y a las comunidades que lo habitan, que son en un 70% indígenas, campesinas y afrodescendientes.

Al conservar los bosques, se fortalecen los ecosistemas y los recur-sos naturales, se asegura la sostenibilidad de la biodiversidad, así como una mejor calidad de vida para las comunidades que los habitan.

¡Compensa tu huella de carbono!Si quieres compensar tu huella de carbono pagando a una familia

campesina por cuidar los bosques, ingresa a www.banco2.com y haz click en Compensa tu huella.

“La paz es agua potable en todos los pueblos y agua pura en todos los manantiales. No hay paz con los ríos envenenados, con los bosques

talados y con los niños enfermos por el agua que beben” Fragmento de La Oración por la Paz de William Ospina

Para más información:www.banco2.comFacebook: BanCO2 www.facebook.com/banco2Twitter: @ban_co2 twitter.com/ban_co2SoundCloud: BanCO2 soundcloud.com/banco2Youtube: BanCO2 www.youtube.com/elbanco2

|Familias beneficiarias de BanCo2. Cortesía BanCO2 |

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LIMPIAR EL AGUAP ara limpiar superficies y objetos sucios

utilizamos jabón y agua. Pero, ¿qué usamos para limpiar el agua? ¿jabón?

En realidad, el jabón es un contaminante, por lo que parte del tratamiento de limpieza del agua se hace en lechos filtrantes o de arena, que retienen los sólidos que van al agua y la clarifican.

Los filtros de arena se han usado por mu-chísimo tiempo por su sencillez y buen rendi-miento. Aún hoy se utiliza dentro del proceso de potabilización de las ciudades.

¿Cómo lo hago?Con el clavo, perfora la botella a 1 cm. de

la base. En ese huequito, poner unos 2 cm. del pitillo. Entre más delgadito, mejor.

Llena la botella con capas de grava, arena y antracita, de unos 2 cm. cada una. En la boca de la botella, fijar la media velada, o una reji-lla, con pegante. ¡Listo el filtro!

Al hacer pasar agua sucia por el filtro, len-tamente, las partículas quedarán retenidas en la grava… El agua quedará clarificada, pero no lista para ser bebida. El filtro retiene las par-tículas, pero no elimina los microorganismos responsables de las enfermedades.

PARQUE EXPLORA

El agua cristalina, no necesariamente es potable.

¿Qué necesito?• Botella de plástico

• Dos vasos

• Arenas y gravas de diferentes tamaños

• Carbón (antracita)

• Pitillo

• Media velada vieja

• Pegante, clavo y tijeras

Yo soy un probe nego sin choza

q’a la posada voy a dormí

d’una sinola rica y dichosa

y me manteno de mi serví.

Jesú mi niño, Jesú mi amito

Dile a tu madre y a ño José

q’aquí le traigo yo un corderito

con la gallina para lo tré.

Yo soy la nega mas viejá el barrio

nuay en la villa mejol de yo:

baro la casa, limpio lo patio

cuido lo niño y hago la ro.

Jesú mi niño, Jesú mi amito

¿Si no lo viera quien lo había a cré?

q’aquí le traigo youn coldelito

pol yo y Antoni ques mi mujé.

El probe nego sin choza es un villancico que se cantó en Abejorral a comienzos del siglo XX.

Fue recuperado por Nicolás Naranjo de la tradición de su familia Naranjo Mesa, pues se lo enseñó su abue-lo paterno Alfredo Naranjo Villegas.

Obras transcritas por Rubén Darío Peláez Yepes, músico folklorista, cantante e intérprete de instru-mentos de cuerda.

Ro ro mi niño, duélmeten calma,

duelme mi niño, duelme mi amó.

No llores niño, niño del alma,

no llores niño, ro ro ro ro.

Yo tengo niño unos chiquitos

Que tú los quiere como yo a ti:

Ellos te mandan uno besito

Y dicen quieren por ti viví.

Siñó Josepe, Siñá María

ángeles santos decí pol qué

pol qué es q’llola la cliatulita

pol qué es que llola ¿pol qué pol qué?

A güen niño, si tu quisieras

vení con ellos hoy a jugá;

y al son alegle de su pandela

todos cantalan a tu beldad.

Somo neguito niño del alma

pelo mu blanco de colazón.

Y si lo rico gozan de calma

Ma vale niño tu santo amó.

Que gocen ellos con sus riquezas

que sián felice con su placé.

Harnos tú rico con tu pobreza

y siamo tuyo por siempleamén.

EL PROBE NEGRO SIN CHOZA

1cm PITILLOHUECO

REJILLA

GRAVA

ARENA

ANTRACITA

AGUASUCIA

AGUALIMPIA

1.

2.

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EL CIELO DE DICIEMBREPLANETARIO DE MEDELLÍN

E n una noche despejada podemos ver más de 3.000 es-trellas. ¡Cuántas posibilidades para encontrar figuras! Desde hace miles de años hemos puesto en el cielo

nuestras costumbres y creencias. Nosotros heredamos el cielo de los griegos y los romanos. Descubramos una cons-telación de nuestro cielo en esta época del año.

En diciembre se ve un grupo de estrellas que algunos llaman los “reyes magos”| 1. Pertenecen a la constelación de Orión, el cazador. En estos días, cuando el Sol se acues-ta por el Occidente, él estará saliendo por el Oriente. A medianoche estará sobre nuestras cabezas.

Orión será nuestro guía para conocer otras constelacio-nes vecinas y sus principales estrellas. El cazador, aparte de las muy conocidas estrellas del cinturón, tiene dos muy especiales y brillantes. La primera es “Betelgeuse”, sobre el hombro de Orión un poco hacia el Norte. Si la miramos con detenimiento, veremos una tonalidad rojiza. La otra es “Rigel”, a los pies de Orión (hacia el Sur), con una apa-riencia blanco-azulada.

ORIÓN-CONSTELACIÓN-

REYES MAGOS

N

Betelgeuse-estrella-

CAN MAYOR-CONSTELACIÓN-

-CONSTELACIÓN-

Tauro

Sirio-estrella-

Rigel-estrella-

Aldebarán-estrella-

1

2

3

Castor-estrella-

ORIÓN-CONSTELACIÓN-

CAN MAYOR-CONSTELACIÓN-

-CONSTELACIÓN-TAURO

GÉMINIS-CONSTELACIÓN-

CAN MENOR-CONSTELACIÓN-

Pollux-estrella-

Proción-estrella-

Sirio-estrella-

Rigel-estrella-

Betelgeuse-estrella-

Aldebarán-estrella-

N

4

5

Con el dibujo hacia el cielo señalando el norte, tomemos el cinturón y sigamos una línea hacia el Oriente: encontra-remos una estrella muy brillante, Sirio, en la constelación del Can Mayor|2. Si hacemos lo mismo en el otro sentido, veremos una estrella brillante y rojiza, llamada Aldebarán, en la constelación de Tauro o el Toro |3.

Si vamos desde Rigel hasta Betelgeuse, llegaremos a un par de estrellas brillantes en la constelación de Géminis, los Gemelos. La más brillante es Pollux y la otra, Castor |4.

En los hombros de Orión encontraremos una estrella muy brillante, Proción, que está en la constelación del Can Menor |5.

Hay que reencontrarnos con ese paisaje perdido en los afanes de nuestra rutina. A partir de una constelación podemos conocer sus vecinas y así descubrir el cielo. Pre-guntemos a nuestros padres o abuelos qué constelaciones conocen, qué saben de la noche estrellada.

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L os periódicos comunitarios -también llamados medios alternati-vos- se han convertido hoy en importantes aliados de los procesos sociales de desarrollo de grupos que buscan el mejoramiento de

sus condiciones de vida en sentido amplio. Conservación de los recur-sos naturales, fortalecimiento de la democracia y acceso a la educación, son algunos de los asuntos que más atención demandan por parte de las comunidades. No podría ser de otra manera: la supervivencia misma se encuentra comprometida si no se cuidan aquellos recursos de los que la vida depende: el aire, el agua, la biodiversidad, la democracia no son posibles si no se fortalecen la convivencia pacífica, el respeto, la igualdad y dignidad de todos, la participación; no se logra disfrutar de una vida plena si no se desarrollan las capacidades que cada quien tiene.

El logro de todos o algunos de estos objetivos es lo que inspira el trabajo de tantos líderes comunitarios, actores sociales locales que convocan a sus pares, estimulan su autoestima y valoración de los pro-pios recursos, apoyan sus iniciativas, construyen alianzas y se compro-meten a trabajar de manera conjunta por el logro de fines comunes. Elemento fundamental para adelantar esa tarea y alcanzar estos pro-pósitos es la organización de la comunidad. Para ello la información y el conocimiento son, entre otras condiciones, de capital importancia; su acceso depende de la calidad y pertinencia de la educación y de la comunicación.

MONTEADENTRO, UNA VENTANA AL MUNDO RURAL

BEATRIZ RESTREPO GALLEGO

| Campesino de El Retiro leyendo Monteadentro. Foto Alejandra Estrada.|

La ruralidad ha estado marginada de los procesos modernizadores de la economía y la sociedad en todo el territorio nacional.

Esta falencia es la cuenta de cobro que en los últimos años la violencia, las migraciones, el riesgo ambiental y el empobrecimiento

le vienen cobrando al país.

En este momento, muchos factores se han juntado para anunciar que se avecinan cambios positivos para el medio rural y que, por tan-to, las comunidades campesinas deben prepararse para cualificar sus demandas, desarrollar sus mejores capacidades y trabajar activamente mediante la organización. De ello depende que la población rural de-muestre que ella es, efectivamente, guardiana de la riqueza natural, garante de la seguridad alimentaria, depositaria de tradiciones iden-titarias, moradora de un territorio en el que quiere permanecer, cui-dándolo. Un medio de comunicación como Monteadentro, es un im-portante aliado e impulsor de un proyecto de este tipo que, en últimas, lo que busca es reivindicar la dignidad de los pobladores del campo y afirmar su derecho a llevar una vida plena en el medio rural.

Filósofa

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Respetada señora Pastora, quiero consultarle una cosa que me tiene muy aburrido: es que tengo en mi huertica una plaga de caracoles que se comen

todo lo que siembro. Acaban con las coles, con las zanahorias que empiezan a brotar, con las lechugas, mejor dicho con todo. ¿Cómo hago para controlar esa plaga?, a veces me voy por las noches que es cuando salen y los quito de

las matas uno por uno y después los echo en la ceniza del fogón pero la verdad es que no alcanzo, y no puedo salir todas las noches. Deme una ayudita doña

Pastora a ver cómo hago. Mi dios le ha de pagar su atención para mi caso

Atentamente,Manuel, habitante de Lejos del Nido.

D ebe tener en cuenta que muchos caracoles nativos no deben ser capturados ni destruidos ya que cumplen con funciones ecológi-cas importantes para el planeta; mientras que hay otros de gran

peligro para el ser humano, como el caracol gigante africano. Por esto, lo primero que hay que hacer es identificar la especie del caracol con la ayuda de la UMATA más cercana.

El caracol que invade su huerta, según la foto que envió, es el hélix aspersa, también conocido como escargot: por ser originario de Euro-pa no tiene en Colombia depredadores naturales que lo controlen y se convierte en plaga fácilmente.

Muchas veces la plaga de este caracol es transitoria y se da en épo-cas lluviosas; así que una opción es esperar a que cambie el clima para ver si el caracol desaparece por sí mismo.

DOÑA PASTORAPregúntele lo que quiera que ella es una biblia

Si esto no sucede, hay varias cosas que se pueden hacer:

Una, es la recolección manual del caracol y los huevos. Debe hacer-se en lugares húmedos y sombríos: cerca de las piedras, la hojarasca, la basura, troncos y ramas; como algunos caracoles pueden ser portadores de parásitos, se recomienda usar guantes para capturarlos.

Una trampa muy efectiva consiste en enterrar vasos plásticos a ni-vel de la tierra, llenarlos con cerveza que actúa como cebo y allí quedan atrapados. También puede colocar tablas y cáscaras de naranja en el suelo, porque los caracoles las usan como refugio.

Es importante crear condiciones adversas para el caracol disminu-yendo la humedad del sitio y eliminando las malezas.

Espero que mis consejos le sean de gran ayuda y que pronto estos nuevos habitantes del jardín disminuyan lo suficiente.

Querido Manuel

Los invitamos a difundir sus productos o servicios aquí, a suscribirse, darnos sus opiniones,

cuestionamientos, sugerencias, quejas…

Mejor dicho: ocúpenos con lo que quiera que estamos atentos a sus requerimientos.

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