INTRODUCCION

En la actualidad, muchas familias no responden al modelo “tradicional”. Se han

producido  cambios sociales que han dado lugar a nuevas formas de familia. 

Algunas familias se rompen tras un divorcio o separación y luego se

reconstruyen cuando uno o ambos progenitores adquieren nuevas parejas.

A veces, estas personas aportan hijos de relaciones anteriores o a veces,

nacen hijos de estas nuevas uniones. Estas circunstancias hacen un poco más

complejas las relaciones familiares en general.

En algunos casos, los miembros de una nueva familia pueden llevarse de

maravillas, pero otras veces surgen dificultades. Tratar de encontrar su rol

como padre o madre (además de las responsabilidades cotidianas que trae

aparejadas) también puede generar algunas confusiones o incluso conflictos

entre la nueva pareja, el ex cónyuge de su pareja, y los hijos de éstos.

Si bien no hay una fórmula infalible para crear la familia "perfecta" (cada familia

tiene su propia dinámica), es importante afrontar esta nueva situación con

paciencia y tratando de comprender los sentimientos de todos los involucrados.

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CAPITULO I:

FAMILIA RECONSTITUIDAS

1.1 Definición

Una familia reconstituida en términos breves “es una familia que nace de la

perdida”, es decir una familia que por medio del divorcio, muerte, etc. se vuelve

a crear.

Es una familia en la cual uno o ambos miembros de la actual pareja tienen uno

o varios hijos de uniones anteriores. Dentro de esta categoría entran tanto las

segundas parejas de viudos como de divorciados y de madres solteras.

Algunas razones por las cuales se vuelven a constituir una familia son:

Fallecimiento de un padre o madre, Divorcio de los padres, Madre soltera,

Padre soltero.

1.2 Diferencias entre familia Nuclear

Las familias convencionales están constituidas por dos adultos y los hijos

procreados por ellos. Las tareas maritales y parentales son exclusivas de la

pareja de los padres. Ambos padres representan legalmente a sus hijos, la

pareja comparte la custodia de los menores. La interacción familiar se limita al

número de miembros de familia.

CAPITULO II:

TIPOS DE FAMILIA

2.1 Con madrastra:

Es la que el padre vive con sus hijos y se une a otra mujer. En este caso la

imagen de la madrastra mala que no quiere a los pobres niños puede estar

presente como realidad preconcebida, sobrevolar como un fantasma temido al

inicio de esta relación, especialmente cuando los niños son huérfanos. Para

combatir esa imagen, se puede caer en la necesidad compulsiva de que la

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madrastra ame desde el primer momento a sus hijastros, provocando un

sentimiento de culpa por no poder sentir lo que siente y la incomprensión del

marido y del resto de los familiares que le exigen, muchas veces sin decirlo,

que sea como la madre de los niños a la vez que están todos convencidos de

que nunca podrá serlo, ni lo desean.

Si la madre biológica vive, el que no se quede con los niños puede deberse a

algún problema, no siendo infrecuentes el maltrato infantil, enfermedad mental

o adicción. En este caso la competencia con la madrastra y el conflicto de

lealtad en los hijos será la regla.

2.2 Con padrastro:

Es la más frecuente, ya sea por divorcio o por viudedad. La adaptación suele

ser más fácil porque el hombre, si trabaja, está menos tiempo en el hogar y

porque generalmente la madre atraviesa dos tipos de problemas, también

típicos de las familias mono parentales; el económico y de disciplina. El

padrastro puede aparecer como salvador de la familia, aunque los problemas

de lealtad en los hijos y las rivalidades si el padre biológico también vive

estarán presentes.

2.3 Con padrastro y madrastra:

Cada miembro de la pareja trae sus propios hijos a la familia, y quedan fuera

dos padres biológicos. El choque de ideologías y estilos educativos y las

“diferencias” entre hijos propios y ajenos son escollos habituales.

2.4 Con hijos comunes:

En cualquiera de los otros tipos la nueva pareja tiene un hijo. El tener ese hijo

puede estar motivado por el deseo de ser una familia nuclear “normal” o

simplemente por querer tener un hijo juntos; si en la relación anterior fracasó,

puede estar presente la fantasía de que ese hijo será diferente porque se

quieren, lo mismo que será diferente la historia de su relación.

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CAPITULO III:

CARACTERISTICAS DE LA FAMILIA RECONSTITUIDAS

3.1 Relación entre los miembros de la familia reconstituida

3.1.1 Relación entre el padrastro o madrastra y los hijos

Los niños que están haciendo un duelo por el fallecimiento de uno de

sus padres o la separación o el divorcio de sus padres biológicos pueden

necesitar tiempo para sanar antes de que puedan aceptar a la nueva

pareja del progenitor.

Quizá la nueva pareja desee crear un vínculo más estrecho enseguida y

se pregunte qué está haciendo mal si su nuevo hijastro no se encariña

tan pronto como usted quisiera, pero las relaciones necesitan tiempo

para crecer.

Para aquellos cuyos padres biológicos aún están vivos, el nuevo

matrimonio de uno de ellos significa el fin de la esperanza de una

reconciliación. Incluso si han pasado varios años desde la separación,

los niños (¡y los no tan niños!) muchas veces se aferran a esa esperanza

por mucho tiempo. Para un niño, esta realidad puede ocasionar enojo,

dolor y confusión.

La relación entre la madrastra o padrastro e hijos debe estar basada en

el respeto mutuo y la disposición de comprensión y cordialidad.

La disciplina plantea generalmente algunos problemas. La autoridad de

madrastras no es aceptada por los hijastros hasta que se establece una

buena relación con ellos.

Los miembros de la nueva pareja necesitan apoyarse mutuamente en

cuanto al ejercicio de la autoridad en la casa. Al principio, el padre puede

ser el que imponga el orden. Pero en muchas ocasiones no estará

presente en la casa, por lo que es necesario que haya dado un mensaje

claro a los hijos, en el sentido de que la madrastra puede actuar como

una figura de autoridad en su reemplazo.

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Más adelante, ese ejercicio de la autoridad por la madrastra será válido

aunque el progenitor se halle en la casa. No olvides que para que la

familia funcione en este aspecto, es importante la unidad de la pareja.

Otros factores a tomar en cuenta:

La edad de los niños. A la hora de adaptarse y formar nuevas

relaciones, por lo general, cuanto más pequeños son los niños, más

fácil les resulta.

El tiempo que se conocen. Generalmente, cuanto más tiempo se

conozcan, mejor será la relación.

Cuánto tiempo salió con el padre o la madre del niño antes de

casarse. De nuevo, hay excepciones, pero normalmente si usted no

se apresura en la relación con el adulto, los hijos tendrán una

sensación positiva de que usted está en esto a largo plazo.

Cómo se lleva su pareja con su ex cónyuge. Este es un factor crítico.

Una comunicación abierta y la reducción de los conflictos entre los ex

cónyuges puede hacer una gran diferencia en la facilidad con que los

hijos aceptan un padrastro o madrastra. Para ellos es mucho más

fácil adaptarse a su nueva forma de vida cuando los adultos no

hacen comentarios negativos unos de otros.

Cuánto tiempo pasan los niños el padrastro o madrastra. Intentar

establecer un lazo afectivo con los hijastros pasando tiempo con ellos

cada quince días puede ser difícil. Recuerde anteponer las

necesidades de los niños: si ellos desean pasar más tiempo con su

madre o padre biológico, deben tener ese tiempo.

Relación entre los hermanastros

La ruptura y separación de la pareja “obliga” a los hijos a entrar en un

cambio radical no deseado (en la mayoría de los casos). Este cambio

conlleva enojo por la pérdida de alguno de los progenitores y frustración

por la imposibilidad de mantener “una familia unida”; el hecho de que los

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padres rehagan una vida marital con otra pareja y consideren la inclusión

de los hijos concebidos previamente por ambas partes se agrega como

un elemento amenazante y socialmente rechazado.

La convivencia y la rutina fija en ciertos asuntos, como compartir los

padres, compartir el espacio de su casa, compartir los juguetes, la

alteración de las reglas del hogar, la alteración en las estrategias de

crianza de los hijos, pueden tomar un sobresalto en la mente del niño,

dando lugar a una explosión que se transforma en rivalidad de

hermanastros. La situación es más difícil para los niños de la familia que

dejan su propia casa y se tienen que mudar a otra casa.

Por eso se recomienda que la mejor manera de manejar una rivalidad

entre hermanastros sea permitir que en los juegos los niños se conozcan

entre sí de forma natural, sin presionarlos. Se les debe dar plena libertad

para encontrar una solución adecuada a los problemas enfrentados por

ellos durante su interacción. Los padres pueden sin embargo,

mantenerse en alerta por la conducta negativa y destructiva en

cualquiera de los niños. Es muy posible que ambos grupos de niños

fuera criado con técnicas de crianza totalmente diferente. También existe

la posibilidad de las diferentes normas seguidas por las dos familias

antes de que fueran unidos. Sin embargo, se sugiere que los padres

deben sentarse y decidir un nuevo conjunto de reglas aceptables para

ser seguido por todos los miembros de la familia. Si es posible, dichas

normas deben ser realizadas en presencia de todos los niños. 

En ocasiones, los padres tienen una tendencia a reaccionar y emitir

sentencias en favor de sus propios hijos. Esto puede ser hecho a

propósito o inconscientemente.  Se recomienda seguir un juego limpio

de la crianza de los hijos con todos los niños. A veces, un niño puede

resentir la presencia de un padrastro o madrastra en su familia y

empezar a hacer falsas acusaciones de trato injusto dado a él o ella. El

niño debe ser asegurado por tanto a los padres sobre el trato justo para

todos. Es muy importante para los padres dar castigos similares a los

niños que cometan errores similares. Además, se sugiere que, si los

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padres siguen una práctica de la distribución del trabajo doméstico entre

los niños, el mismo debe ser discutido con claridad en las primeras

etapas. Las tareas domésticas deben asignarse entre los niños para dar

una oportunidad justa para todos.

Relación entre la nueva pareja y el ex esposo(a)

Otra actitud necesaria es la disposición de relacionarse con la ex

esposa(o). Si la ex pareja no ha cerrado su propio duelo, es muy

probable que no colabore. Si bien una buena relación es casi imposible,

ambas(os) deben ser respetuosas(os) y maduras(os) por el bien de la

situación.

3.2 Límites y normas de convivencia

Con respecto a la disciplina, deben acordar que el padre que tiene la

custodia es el principal responsable del control y disciplina de los niños. No

obstante, deben quedar claros los roles de el papá y la mamá de la casa.

En algunos casos, los sentimientos de culpa pueden hacer que padres y/o

madres sean permisivos; la instauración de límites y normas aunque puede

llegar a ser complicada, es importante que se acuerde. Las reglas deben

ser claras y explicitas, ser similares para todos los hijos e hijas. Todos los

miembros del hogar y quienes pasan tiempo o viven a diario en éste, deben

conocerlas y aplicarlas. 

Finalmente, no es un secreto que en cualquier modelo de familia el

establecimiento de límites para un adolescente es todo un reto, a esto se le

suma el hecho que  un adolescente no acepta ni reconoce como autoridad

a nadie y mucho menos a una persona que no  identifica como su padre o

madre. Es útil aclarar quién tiene la responsabilidad educativa y el ejercicio

de autoridad. Es importante que los niños entiendan que esa familia tiene

una estructura sólida, donde hay alguien cumpliendo el papel de padre y de

madre y a ellos se les debe respetar. Un consejo práctico es la creación de

una lista de normas del hogar,  donde se  acuerde respetar a cada uno de

los miembros de la familia.

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3.3 Crianza de los hijos

A continuación, mencionamos algunos consejos elaborados a partir del estudio

de los patrones de familias ensambladas exitosas.

Fórmense expectativas realistas de una relación padrastro/madrastra-

hijastro. No esperen que los hijastros sientan amor instantáneamente.

Puedes esperar conductas respetuosas, y tu cónyuge debería ayudarte

a hacer hincapié en ello, pero no puedes esperar que un niño sienta por

ti el mismo cariño que siente por un padre con el que ha compartido

muchos años. A cambio, trata a tu hijastro con respeto: reconoce sus

sentimientos, preocupaciones y deseos. Esa conducta suele hacer que

el padrastro o madrastra reciba un trato respetuoso.

Habla con tu cónyuge sobre el rol que tendrás. El padrastro o la

madrastra a veces se sienten obligados a intervenir como “salvadores”

del padre o de la madre que ha tenido un problema con el niño, y

asumen el mando para imponer orden y disciplina y, por lo general, el

padre o madre apoya la intervención.

Determinen los roles paterno y materno principales y secundarios. La

crianza de los hijos a menudo implica tener poder disciplinario. El

padrastro o la madrastra debe esperar un tiempo hasta tenerlo,

especialmente con los niños más grandes y los adolescentes. El padre o

la madre biológica deberá ser quien principalmente imponga disciplina

en los primeros años del desarrollo de una familia ensamblada. Cuando

el padre o la madre biológico y su pareja están presentes, es mejor que

el progenitor biológico administre la disciplina hasta que el niño esté

preparado para aceptar que el padrastro o la madrastra lo haga.

Aprendan acerca del desarrollo infantil. Si no eres padre o madre

biológico o si tus hijos son más pequeños que los de tu cónyuge,

investiga sobre el desarrollo infantil. Tener expectativas realistas en

cuanto a la conducta de los niños es un importante punto de partida a la

hora de tratar con ellos. No justifica conductas inapropiadas, pero a

menudo brinda cierta comprensión de lo que podría estar pasando y de

cuáles son las capacidades del niño. Esta información podría ayudarlos

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a determinar qué asuntos están relacionados con la familia ensamblada

y cuáles están relacionados con el desarrollo del niño.

Desarrollen las relaciones en la familia una por una. En los primeros

años de la familia ensamblada, el padrastro o la madrastra debería

centrarse en establecer una relación con cada uno de los hijastros por

separado.

Tengan empatía. Aunque puede ser normal sentirse a la defensiva, es

importante intentar ponerse en el lugar del otro: tener empatía. Adultos y

niños en familias ensambladas deberían intentar tener empatía con los

sentimientos y las situaciones del otro. La empatía puede ayudar mucho

a atenuar conflictos y lograr acuerdos.

Acepten que un niño puede ser parte de dos hogares. Para evitar

conflictos de lealtad en los niños, es importante que tú y tu cónyuge no

hablen mal del otro padre o madre. En tanto no exista amenaza de daño

físico ni mental, el niño deberá pasar tiempo con el padre o la madre no

conviviente y deberá contar con el apoyo de ustedes para esa relación.

3.4 Nacimiento del nuevo hijo

Mis hijos, tus hijos, nuestros hijos

No tiene que ser fácil cuando te divorcias, vuelves a casarte y teniendo hijos

de un matrimonio anterior, llega un bebé concebido por la nueva pareja. Sin

duda uno debe preguntarse qué sienten los hijos, la pareja actual y el padre

o la madre de los otros niños.

Según expertos en familias reconstituidas, como Suzie Hayman, los

niños deben enterarse del embarazo lo antes posible. Solo después

habrá que comunicárselo al resto de la familia o a las otras personas

que vayan a verse afectadas por la llegada del bebé. Como antes lo

sepan los otros hijos más integrados se sentirán y menos

probabilidades habrá de que se produzcan respuestas negativas.

El nacimiento de un nuevo hijo modificará la dinámica de la familia

reconstituida, ya que alterará el estatus de los niños y las alianzas

existentes entre ellos.

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El orden del nacimiento, es decir, la posición de un niño dentro de

una familia, puede tener un efecto considerable sobre sus

sentimientos o relaciones.

El nuevo bebé puede tender un puente entre los hijastros y su

padrastro o madrastra, que pasarán a estar unidos por un vínculo

tangible. Esto puede contribuir a que pase de ser un intruso del que

desconfiar a convertirse en un auténtico miembro de la familia.

Tener un bebé dentro de una familia reconstituida puede crear un

vínculo entre los hermanastros también. No obstante existe la

posibilidad de que pueda desencadenar sentimientos de rechazo,

celos y dolor.

Lo más probable es que el niño también tenga muchas ganas de

demostrar su afecto y de conectar con el bebé. A continuación te

damos algunos consejos sobre cómo ayudar al niño a aceptar al

bebé, e incluso disfrutar con él.

CAPITULO IV:

CICLO VITAL DE LAS FAMILIAS RECONSTITUIDAS

4.1 Proceso del Ciclo Vital de las Familias Reconstituidas

Familia dentro del ciclo vital

La familia convencional recorre un proceso de desarrollo y cambio a lo largo del

tiempo, que se puede describir en términos de etapas o fases que plantean

demandas específicas que implican unas tareas evolutivas determinadas.  Es

el Ciclo Vital de la Familia cuyas etapas    formación, expansión, consolidación,

apertura, fase post-parental y disolución, se caracterizan por sucesos que

deben ser resueltos satisfactoriamente para que el desarrollo progrese sin

alteraciones.  Sin embargo, en la familia reconstituida no ocurre esta

secuencia, la familia tiene que “saltarse fases” y asumir muchos cambios en un

corto período de tiempo, al menos más corto que lo habitual en las familias

convencionales. Esto en muchas ocasiones genera conflictos y crisis, pues no

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se ha contado con la preparación adecuada para asumir los retos que imponen

ciertas etapas del ciclo. Por ejemplo: no contar con el tiempo necesario para

adaptarse a una nueva pareja, asumir al inicio del matrimonio unos hijos

adolescentes, etc. 

Por lo tanto se debe entender que la familia reconstituida no es como una

familia convencional,  sus miembros deben adaptarse a esta situación y

reconstruir  su historia. Cuando los hijos son  pequeños la adaptación es más

fácil. Si los hijos son adolescentes es más complicado debido a las diferentes

etapas de desarrollo. Sin embargo la simpatía nacerá de una relación amena

para ambas partes; se necesita de tiempo, no aparece instantáneamente,

requiere paciencia y una buena actitud.

4.1.1 Estadios del ciclo vital de las familias reconstituidas

La familia recorre un proceso de desarrollo en el cual se presentan etapas o

fases marcadas por acontecimientos importantes de la vida. Existen una serie

de acontecimientos denominados normativos que marcan el paso de una etapa

a otra del ciclo vital.

Papernow (1993) propuso 7 estadios en los que se desarrollan las principales

tareas que realizan las familias reconstituidas.

ESTADIOS TEMPRANOS

Fantasía

Se sostienen expectativas irreales acerca de su desenvolvimiento, los

adultos suponen el surgimiento de sentimientos afectitos positivos entre

sus hijos y las nuevas personas que llegan a su vida, o imaginan que las

familias reconstituidas son como las primeras uniones pero sin errores.

En este estadio surgen mitos comunes en los hijos tales como “el

padrastro o madrastra malvados”, de igual forma se crean falsas ideas

acerca de sus hermanastros. Como se entiende en este estadio se crean

expectativas que en su mayoría pueden no acercarse a la realidad en la

que se encuentran y es a partir de este punto que se crearan las bases

de la dinámica de la recién reconstituida familia.

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Inmersión

Aquí se generan problemas de ajuste y de rechazo explícitos. Se crean

subgrupos dentro de la propia familia por parte de los hijos, los cuales

empujan a los padres a elegir un bando, lo cual crea conflictos entre

cónyuges ya que se encuentran en la encrucijada de mantener estables

las relaciones interpersonales tanto con la pareja como con los hijos.

Conciencia

Es el punto donde se llega a tener conciencia de los problemas

existentes, se da el rechazo de las fantasías iniciales y la aceptación de

los propios sentimientos de decepción, de pérdida o de exclusión.

ESTADIOS INTERMEDIOS

Movilización y Acción

En la movilización se tratan de desarrollar acuerdos que sean

satisfactorios para todos. Se tienen que flexibilizar ciertas tradiciones

familiares así como incorporar otras nuevas con el fin de fomentar un

mejor clima de adhesión familiar. La fase de acción se traduce en la forma

en que se reconstruyen las distintas relaciones implicadas: la relación de

pareja, entre el progenitor y entre los hijos e hijas, entre estos y la nueva

pareja de alguno, o de ambos, de los padres.

ESTADIOS FINALES

Contacto y Resolución

En el estadio del contacto es cuando se desarrolla un acercamiento que

lleva a un compromiso entre miembros que hasta algunos estadios

pasados se encontraban en conflicto. Por tanto la resolución que se

obtiene es un funcionamiento coordinado por parte de cada miembro de la

nueva familia nuclear.

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4.2 Prejuicios Sociales

4.3 Los mitos

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CAPITULO V:

INTERVENCION TERAPÉUTICA

5.1 Enfoque estructural

El tipo de realidad familiar, cuanto menos, peculiar y hace que los problemas

puedan ser potencialmente más serios y desde luego más complicados.

Los objetivos son:

Facilitar el paso de la cultura familiar anterior a la nueva etapa de familia

reconstituida.

Ir creando el sentido de pertenencia a una nueva familia

Asentar la nueva relación de pareja, después de un divorcio, separación,

muerte o etapa de soltería.

Mantener las relaciones anteriores entre progenitor ausente e hijos/as

(en los casos que sea posible).

Desarrollar las nuevas relaciones entre padrastros-hijastros y

hermanastros.

Fomentar relaciones fluidas y cooperativas entre familias biológicas y

reconstituidas.

En el caso de familia reconstituida con padrastro, reafirmar la capacidad

de la madre de gobernar a sus hijos, sin ser “rescatada” por su nuevo

marido.

Ayudar a los hijos a tener y expresar la diferente gama de sentimientos

que les provocan los padres biológicos y los padrastros.

Ventajas de las familias reconstituidas

Después de tantos problemas, es bueno señalar los aspectos positivos,

pues si no podríamos caer en una visión catastrófica de estas familias

que nos lleve a pensar que son altamente problemáticas.

Se puede resaltar como positivo, en las familias reconstituidas la

flexibilidad, creatividad y tolerancia hacen de la familia un lugar rico de

intercambio y experimentación de nuevas formar de relacionarse, y el

ejercicio de roles menos enquistados que los tradicionales. El

experimentar que las relaciones no son eternas ni ideales, les da una

actitud más tolerante hacia la vida.

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CONCLUSIONES

Si bien después de una separación legal la idea de volver a reconstruir la

vida amorosa es una situación casi impensable, actualmente muchas

mujeres (y también hombres) se ven superadas por el deseo, y no tanto

por las dudas, en iniciar una segunda búsqueda de la felicidad eterna.

Las familias ensambladas se forman de manera distinta y suelen ser

más complejas que las que se forman por primera vez, es importante

que un padrastro o madrastra y su cónyuge estudien detenidamente y

planeen sus interacciones con los hijos basándose en modelos de

familias ensambladas exitosas más que en familias formadas por

primera vez.

El concepto de ciclo vital como una secuencia de etapas es debatible

completamente en lo referente a las familias reconstituidas, ya que,

fácilmente estas pueden empezar por un estadio de hijos adolescentes

sin necesidad de haber atravesado por estadios anteriores

(conformación de la pareja, hijos en edad escolar).

Es importante la comunicación adecuada que se tiene que dar a los hijos

cuando se reconstruye una familia otra vez, para anticiparlo y

demostrarle siempre el amor que le tiene los padres, para evitar

confusiones.

Coincidimos con el autor en que para que el tratamiento de la familia

reconstituida no fracase, es imprescindible tener en cuenta que no

estamos ante una familia convencional con problemas derivados del

ciclo vital o el conflicto intergeneracional, sino que es una familia con

características distintas y por lo tanto sus miembros han de tener otros

roles.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Manual del matrimonio saludable. Claves para un matrimonio exitoso.

Escrito y compilado por Dra. Francesca Adler-Baeder, Educadora

familiar certificada Directora, Centro de Niñez, Juventud y Familia,

Departamento de Desarrollo Humano y Estudios para la Familia,

Universidad de Auburn, Especialista de extensión, Servicio de Extensión

Cooperativo de Alabama.

http://www.isabelsalama.com/familias_reconstituidas.htm

http://www.webdehogar.com/familia/08020550.htm

http://www.emagister.com/curso-trabajo-infantil-familia/tipos-familia

ANDOLFI.M. (1985) “Terapia familiar” Buenos Aires. Paidos.

ACKERMANS y COLBS. (1990) "Historias de familias". Ed. Nueva

Visión. B. Aires.

BOWLBY. J. (1986) "Vínculos afectivos, Formación desarrollo y

perdida". Madrid.

BUSTOS, D. (1985) "Nuevos Rumbos en Psicoterapia Psicodramática".

La Plata, ed.

Anexos

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ETAPAS DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA SEGÚN LA OMS

Organización Mundial de la Salud, enmarca este ciclo como se muestra en la

siguiente tabla:

Etapas Desde Hasta

Formación Matrimonio Nacimiento del primer

hijo

Extensión Nacimiento del primer

hijo

Independencia de uno

de los hijos

Contracción Independencia de uno

de los hijos

Muerte del primer

cónyuge

Disolución Muerte del primer

cónyuge

Muerte del segundo

cónyuge

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