Misa de Edith Stein

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Miércoles 1: San Alfonso Mª de Ligorio, obispo y doctor. MEMORIA OBLIGATORIA Color Blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de los santos pastores .Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de san Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, nacido en Nápoles en el siglo dieciocho, fundador de la congregación del Santísimo Redentor, insigne por sus conocimientos jurídicos y morales que puso al servicio de la Iglesia; quien dedicó su vida a predicar y a escribir incansablemente sobre la misericordia y la redención que nos concede Dios, además de dejarnos esa joya de libro que son Las glorias de María. Nosotros también estamos llamados, como San Alfonso María de Ligorio , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso... Colecta: Oh Dios, que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos la gracia de imitar en el celo apostólico a tu obispo san Alfonso María de Ligorio, para que podamos compartir en el cielo su misma recompensa. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con deseo sincero de acercarnos a Dios, abramos nuestro corazón en su presencia y pidámosle que escuche las oraciones que, en nombre de toda la humanidad, queremos presentarle. 1. Por la Iglesia y los cristianos; para que, movidos por el Espíritu Santo, manifestemos con nuestras vidas que Dios no se desentiende de los hombres y que es solidario, compasivo y misericordioso. Roguemos al Señor. 2. Por los jóvenes, para que la inconfundible voz de Jesús resuene en sus vidas, y así, cargando su propia cruz, le sigan ayudando a cargar las cruces de sus hermanos más pobres hasta dar la vida por ellos y por el Evangelio. Roguemos al Señor. 3. Por los que tienen que servir a nuestro mundo desde el poder y la administración de los bienes y de la justicia; para que lo hagan con sabiduría, honestidad y deseo sincero de promover la paz y la concordia. Roguemos al Señor. 4. Por los que son esclavos de la envidia, de los celos, de la soberbia y de sus pasiones desordenadas, por los que viven amargados y sin paz; para que descubran los mandatos y el amor de Dios que curan y alegran el corazón. Roguemos al Señor. 5. Por todos los que hemos sido convocados por Jesús a esta Eucaristía; para que, alimentados con su Pan y su Palabra, seamos hombres y mujeres orantes, evangélicos y entregados a Dios y a los hermanos. Roguemos al Señor. Padre infinitamente santo, que nos invitas al banquete de tu Reino, escucha nuestras oraciones y no permitas que el egoísmo nos aparte de la búsqueda constante de tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Señor Dios, que hiciste a san Alfonso María predicador y ministro fiel de estos santos misterios, concédenos, por su intercesión, la gracia de celebrarlos con frecuencia y de alabarte siempre al recibirlos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 1: San Alfonso Mª de Ligorio, obispo y doctor. MEMORIA OBLIGATORIA Color Blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de los santos pastores .Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de san Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, nacido en Nápoles en el siglo dieciocho, fundador de la congregación del Santísimo Redentor, insigne por sus conocimientos jurídicos y morales que puso al servicio de la Iglesia; quien dedicó su vida a predicar y a escribir incansablemente sobre la misericordia y la redención que nos concede Dios, además de dejarnos esa joya de libro que son Las glorias de María. Nosotros también estamos llamados, como San Alfonso María de Ligorio , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso... Colecta: Oh Dios, que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos la gracia de imitar en el celo apostólico a tu obispo san Alfonso María de Ligorio, para que podamos compartir en el cielo su misma recompensa. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con deseo sincero de acercarnos a Dios, abramos nuestro corazón en su presencia y pidámosle que escuche las oraciones que, en nombre de toda la humanidad, queremos presentarle.

1. Por la Iglesia y los cristianos; para que, movidos por el Espíritu Santo, manifestemos con nuestras vidas que Dios no se desentiende de los hombres y que es solidario, compasivo y misericordioso. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes, para que la inconfundible voz de Jesús resuene en sus vidas, y así, cargando su propia cruz, le sigan ayudando a cargar las cruces de sus hermanos más pobres hasta dar la vida por ellos y por el Evangelio. Roguemos al Señor.

3. Por los que tienen que servir a nuestro mundo desde el poder y la administración de los bienes y de la justicia; para que lo hagan con sabiduría, honestidad y deseo sincero de promover la paz y la concordia. Roguemos al Señor.

4. Por los que son esclavos de la envidia, de los celos, de la soberbia y de sus pasiones desordenadas, por los que viven amargados y sin paz; para que descubran los mandatos y el amor de Dios que curan y alegran el corazón. Roguemos al Señor.

5. Por todos los que hemos sido convocados por Jesús a esta Eucaristía; para que, alimentados con su Pan y su Palabra, seamos hombres y mujeres orantes, evangélicos y entregados a Dios y a los hermanos. Roguemos al Señor.

Padre infinitamente santo, que nos invitas al banquete de tu Reino, escucha nuestras oraciones y no permitas que el egoísmo nos aparte de la búsqueda constante de tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Señor Dios, que hiciste a san Alfonso María predicador y ministro fiel de estos santos misterios, concédenos, por su intercesión, la gracia de celebrarlos con frecuencia y de alabarte siempre al recibirlos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 2: Misa votiva de Jesucristo sumo y eterno Sacerdote Color verde. Misas votivas nº 6 bis. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a tener presente en la Eucaristía a Jesucristo como Sumo y eterno Sacerdote, recordando especialmente a aquellos a quienes Él mismo ha hecho participar de su misión, y pidiendo por ellos, para que sean santos y fieles al servicio de Cristo y de la Iglesia. Y ahora, al iniciar nuestra celebración, reconozcamos, ante todo, nuestros pecados, todo aquello que nos aleja de la voluntad de Dios. Por ello, con sinceridad y humildad, pedimos perdón ante Dios y ante los hermanos.

- Señor Jesús, sacerdote eterno. - Señor Jesús, sacerdote de la Nueva Alianza. - Señor Jesús, sacerdote, Víctima y Altar.

Colecta:: Oh Dios, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a tu Hijo único sumo y eterno Sacerdote, concede a quienes Él eligió para ministros y dispensadores de sus misterios la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios nuestro Padre que nos conceda su sabiduría para comprender la actualidad de su Evangelio, y su fortaleza para no avergonzarnos de Él en nuestra sociedad.

1. Para que la Iglesia ayude a todos los hombres a llevar una vida más humana, llamando a la conversión y presentando a Jesús como modelo y guía de nuestras relaciones con Dios y entre nosotros. Roguemos al Señor.

2. Para que el Espíritu Santo conceda a la Iglesia sacerdotes santos que la guíen con sabiduría y comprensión, manifestando a todos el amor incondicional de Dios. Roguemos al Señor.

3. Para que aumente en los poderosos de este mundo el sentido de justicia y compartan sus bienes con caridad fraterna y desprendimiento, especialmente con aquellos que carecen de lo necesario para vivir con dignidad. Roguemos al Señor.

4. Para que el Señor conceda constancia a los que son perseguidos a causa de su fe, perseverancia a los consagrados y paciencia los que sufren moral, física o psíquicamente. Roguemos al Señor.

5. Para que, por la oración, la penitencia y la renovación del misterio pascual de Jesucristo en la Eucaristía, nos unamos más íntimamente a Él, que dio su vida por nosotros, y para que hagamos lo mismo por nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Padre bueno, que en Jesucristo nos llamas a trabajar por tu Reino y nos prometes gozar eternamente de tu gloria; atiende las oraciones que te hemos presentado y concédenos vivir con alegría nuestra fe y nuestra esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor.

Poscomunión: La Eucaristía que hemos ofrecido y recibido nos dé la vida, Señor, para que, unidos a ti en caridad perpetua, demos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Viernes 3: Misa por el perdón de los pecados Color verde o morado. Misas por diversas necesidades nº 40.Lecturas de feria. Prefacio Común II. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy, en la Eucaristía, pediremos de un modo especial perdón al Señor por nuestros pecados; porque todos nosotros somos miembros de una Iglesia que es a la vez santa y necesitada de purificación. Conscientes, por tanto, de esta realidad, comenzamos la celebración de la Eucaristía poniéndonos ante la presencia de Dios, y nos sinceramos con Él en unos momentos de silencio, reconociendo nuestra pobreza y debilidad, e implorando su gracia y su perdón.

Tú, que acoges a todos. Tu, que eres el camino seguro. Tú, que eres la vida en plenitud.

Colecta: Escucha, Señor, nuestras súplicas y perdona nuestros pecados, para que recibamos juntamente tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos nuestras oraciones a Cristo, nacido de Santa María Virgen por obra del Espíritu Santo y hecho hombre para salvarnos, a favor de su Iglesia y del mundo entero.

1. Por el Papa y todos los pastores de la Iglesia; para que con su palabra y vida glorifiquen y lleven su mensaje a todos los hombres. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes, para que con generosidad y decisión, se lancen con espíritu de pobreza a seguir a Jesús que los llama. Roguemos al Señor.

3. Por nuestro mundo; para que la crisis de valores morales, la falta de seguridad y la inestabilidad se superen desde la conversión personal y la oración confiada. Roguemos al Señor.

4. Por los que comparten la cruz de Cristo por la enfermedad, la soledad o la falta de amor; para que con entera confianza se abandonen en la voluntad del Padre y experimenten su consuelo y fortaleza. Roguemos al Señor.

5. Por los que nos hemos congregado en esta Eucaristía; para que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de Jesús, descubramos aquello que nos impide confiar totalmente en Él y tener sus mismos sentimientos. Roguemos al Señor.

Señor Jesucristo, que en la última cena te diste como alimento y como amigo; acoge las oraciones que acabamos de presentarte y haz que viviendo de tu Pan y tu Palabra permanezcamos fieles a tu amor y a tu ofrecimiento incondicional de intimidad y salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Después de recibir con este sacramento el perdón de los pecados, te pedimos, Dios de misericordia, que por tu gracia no volvamos a pecar y que podamos servirte con sincero corazón. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Sábado 4: San Juan María Vianney. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Colecta propia.; resto de la semana XXV. Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Juan María Vianney, el santo cura de Ars, sacerdote francés de comienzos del siglo diecinueve, cuya vida de gran austeridad y profundidad interior, su admirable celo pastoral, su trabajo agotador en el ministerio de la palabra y sus largas horas de confesionario impresionaron vivamente; siendo muchas las personas que acudía a pedirle consejo espiritual. Nosotros también estamos llamados, como San Juan María Vianney , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso... Colecta: Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable a san Juan María Vianney por su celo pastoral, concédenos, por su intercesión y su ejemplo, ganar para Cristo a nuestros hermanos y alcanzar, juntamente con ellos, los premios de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, que nuevamente nos ha convocado para escuchar su voz y, antes de alimentarnos del Cuerpo y Sangre de su Hijo, supliquémosle humildemente por nuestro mundo.

1. Para que la Iglesia proclame la Palabra de Dios y sus exigencias y sea la suya una voz profética que resuene en nuestro mundo invitándolo a la conversión. Roguemos al Señor.

2. Para que las familias cristianas eduquen a sus hijos en el Evangelio de Jesucristo, fomenten en ellos el amor a los hermanos y favorezcan generosamente la vocación sacerdotal o religiosa. Roguemos al Señor.

3. Para que nuestras autoridades velen por los derechos de los ancianos abandonados, de los chicos de la calle y de los que todavía no han nacido. Roguemos al Señor.

4. Para que los que tienen en su mano la educación de la juventud, los medios de comunicación y la formación de las conciencias, promuevan el amor desinteresado y el reconocimiento de Dios como el único Señor verdadero. Roguemos al Señor.

5. Para que el Señor reciba nuestra acción de gracias por darse como alimento para nuestras vidas y ésta se transforme en un servicio generoso a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Oh Dios, fortaleza de los que en Ti esperan y Padre todopoderoso, escucha las plegarias que con fe te hemos presentado, y haz que, enmendando nuestra conducta y escuchando tu voz, vivamos siempre en el cumplimiento fiel de tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Que tu auxilio, Señor, nos acompañe siempre a los que alimentas con tus sacramentos, para que por ellos y en nuestra propia vida recibamos los frutos de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Domingo 5: DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde. Misa y lecturas del domingo. Gloria. Credo. Prefacio II de la Eucaristía. Plegaria Eucarística III. Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente nos hemos reunido en torno al altar para recibir al verdadero alimento de toda nuestra persona, que es Jesucristo, que nos da con su Palabra y con su Cuerpo y su Sangre. La participación en Cristo, el Pan de vida, nos llevará a renovarnos en la mente y en el espíritu, como nos dirá san Pablo. Pidamos, pues, al comenzar la celebración, perdón por los restos de la antigua vida de pecado que aún llevamos encima.

Tú que eres el Pan bajado del cielo Tú que tienes palabras de vida eterna Tú que nos invitas a participar de tu mesa

Gloria. Colecta: Ven, Señor, en ayuda de tus hijos, derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican y renueva y protege la obra de tus manos a favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Confesemos ahora nuestra fe, confesando la fe de toda la Iglesia. Oración de los fieles: Dejemos que el Espíritu renueve nuestra mentalidad y, vestidos de su gracia, oremos con confianza a Dios nuestro Padre que nos da el verdadero Pan del cielo.

1. Por la Iglesia, que se reúne cada domingo para celebrar la Eucaristía; para que supere la tentación de la pasividad, la rutina, el individualismo, y participe conscientemente en la celebración. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones; para que el pueblo de Dios se vea siempre acompañado por pastores santos que encarnen la misericordia y la bondad de Dios. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de todo el mundo; para que trabajen por garantizar un orden de justicia, para y convivencia, y erradiquen el hambre en toda la tierra. Roguemos al Señor.

4. Por los que son esclavos de vicio y del pecado; para que se dejen transformar por la gracia, y Cristo viva en sus corazones. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros aquí reunidos; para que Jesús, el pan de vida, sea el alimento de nuestra fe y la fuerza que nos impulse a ser solidarios, generosos y desinteresados. Roguemos al Señor.

Dios nuestro, que has confiado al hombre las riquezas inmensas de la creación, escucha las oraciones de tu Iglesia, no permitas que a ninguno de tus hijos le falte el pan de cada día, y suscita también en nuestros corazones el deseo de saciar aquella hambre de verdad que Tú mismo infundes en el corazón de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: A quienes has renovado con el pan del cielo, protégelos siempre con tu auxilio, Señor, y, ya que no cesas de reconfortarlos, haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendición solemne:

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- El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, en virtud de la sangre de la alianza eterna, para que cumpláis su voluntad, realizando en vosotros lo que es de su agrado.

- Y la bendición de Dios todopoderoso…

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Lunes 6: La Transfiguración del Señor (El Salvador). FIESTA Color blanco. Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la fiesta de la Transfiguración del Señor; aquel momento en el que, en la montaña, ante Pedro, Santiago y Juan, se mostró lleno de la gloria de Dios; manifestando así con toda grandeza que el camino de la pasión y la muerte que iba a emprender es el único camino capaz de dar vida. Iniciemos pues, con alegría, esta celebración, invocando al Señor de la gloria, que nos salva de nuestra oscuridad y de nuestro pecado.

Tú, el Hijo amado del Padre, su predilecto. Tú, el Hijo del Hombre, que has recibido poder, honor y reino. Tú, la luz que ilumina a todo hombre.

Gloria. Colecta: Oh Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los padres y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos; concede a tus siervos que, escuchando la palabra de tu Hijo, el Amado, merezcamos ser un día coherederos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Invoquemos ahora, hermanos, a Dios nuestro Padre, que al revelarnos la gloria de su Hijo amado nos muestra la esperanza a la que estamos llamados, y pidámosle que la manifieste a todos los hombres.

1. Para que Dios conceda a las Iglesias de Oriente y Occidente encontrar su gozo en el hecho de que la gloria del Señor resplandezca sobre ellas. Roguemos al Señor.

2. Para que surjan abundantes y santas vocaciones que nos enseñen a cumplir la voluntad de Dios y a amarnos unos a otros. Roguemos al Señor.

3. Para que Dios conceda a nuestros gobernantes trabajar con honestidad por la instauración de la paz, la justicia y el bien común. Roguemos al Señor.

4. Para que Dios fortalezca a los enfermos con la esperanza de que su condición humilde será transformada según el modelo de la condición gloriosa de Jesucristo. Roguemos al Señor.

5. Para que los que estamos reunidos en esta Eucaristía, al contemplar a Jesucristo glorioso, nos llenemos de su claridad y la llevemos a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Escucha nuestra oración, Dios todopoderoso y eterno, e ilumínanos con tu gracia para que vivamos siempre a la espera de la manifestación de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Poscomunión: Los celestiales alimentos que hemos recibido, Señor, nos transformen en imagen de tu Hijo, cuya claridad nos has querido manifestar en su gloriosa Transfiguración. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 7: Misa de feria Color verde. Misa de la semana XXVI. Lecturas de feria. Prefacio común II. Plegaria Eucarística II. Acto penitencial: Preparémonos en unos momentos de silencio para celebrar la Eucaristía pidiendo al Señor que derrame sobre nosotros su gracia, su perdón y su salvación.

- Tú que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. - Tú que no has sido enviado a condenar al mundo, sino a salvarlo. - Tú que eres el camino de la vida para los que creen en Ti.

Colecta: Oh Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia, derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que, deseando lo que nos prometes, consigamos los bienes del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, en cuyas manos está nuestra vida y el destino de la humanidad, y pidámosle que escuche nuestra oración a favor del mundo entero.

1. Por la Iglesia; para que como pueblo profético anuncie el Evangelio y discierna los signos de los tiempos, dando esperanza a todos los hombres. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes que son llamados al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada; para que con valentía ofrezcan su vida al Señor y se entreguen a anunciar el Evangelio a sus hermanos. Roguemos al Señor.

3. Por los jefes de los pueblos; para que fomenten la paz y el respeto a la dignidad y a la vida de todos los hombres. Roguemos al Señor.

4. Por las mujeres explotadas, los niños que pasan hambre, los hombres que viven en el exilio; para que descubran el paso del Señor en sus vidas y el Espíritu Santo los sostenga. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, que con fe invocamos a Jesucristo; para que aumente nuestra ansia de ver su rostro y de hacer el bien a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro; escucha nuestras súplicas y plegarias, manifiéstate a los que no te conocen y concédenos ser testigos de tu amor en medio del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Poscomunión: Que esta Eucaristía, Señor, renueve nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que participemos de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte hemos anunciado y compartido. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 8: Santo Domingo de Guzmán, presbítero. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes y religiosos. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy evocamos la memoria de santo Domingo de Guzmán, quien, consciente de los problemas de la Iglesia de su tiempo, fundó la orden de predicadores, los dominicos, con la cual la Iglesia se ha visto enriquecida con comunidades de hombres y mujeres entregados al estudio y a la contemplación, a la defensa de la fe y al anuncio misionero de la Palabra de Dios. Pero sin duda, la Iglesia le agradece ese gran regalo que le ha dado al fundar esa oración sencilla que día tras día los fieles venimos rezando sin cesar, que es el santo Rosario, por medio de la cual, tantas gracias se han conseguido por intercesión de Santa María. Nosotros también estamos llamados, como Santo Domingo de Guzmán, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Te pedimos, Señor, que santo Domingo, insigne predicador de tu palabra, ayude a tu Iglesia con sus enseñanzas y sus méritos, e interceda también con bondad por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con la seguridad de que Dios es fiel y de que su Hijo intercede por nosotros, oremos a nuestro Padre del cielo.

1. Por la Iglesia y sus pastores; para que hablen al corazón del hombre y le manifieste el amor y la fidelidad de Dios que quiere salvarlos. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes, para que no tengan miedo y sigan a Jesucristo, el amigo siempre fiel, sin regatearle amor, entrega y firmeza. Roguemos al Señor.

3. Por nuestro mundo; para que el Espíritu renueve el corazón de los hombres y grabe en ellos la ley nueva, y transforme nuestra sociedad para que todos vivamos en paz entre nosotros y con Dios. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren; para que en la solidaridad y cariño de los cristianos se les manifieste el amor y la cercanía de Dios; y por los que hoy morirán, para que Él los acoja en su gloria. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que el Espíritu Santo se derrame en nuestros corazones, transforme nuestras limitaciones y ensanche nuestra capacidad de entrega y amor. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que sellaste una alianza de amor con tu pueblo en la Sangre de Jesucristo; acoge nuestras oraciones y haz que vivamos con alegría nuestra fe y esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Que tu Iglesia, Señor, reciba en plenitud la eficacia salvadora de este sacramento con el que nos has alimentado en la fiesta de santo Domingo, y el que fue gloria de la Iglesia por su predicación, sea ahora su protector desde el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 9: Santa Teresa Benedicta de la Cruz, patrona de Europa. FIESTA Color rojo. Misa propia (v. apéndice del calendario litúrgico). Gloria. Lecturas de feria. Prefacio de mártires. Plegaria Euc. III. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la fiesta de santa Teresa Benedicta de la Cruz; judía conversa, religiosa carmelita y filósofa, quien murió en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, en Polonia, durante la segunda guerra mundial, y a quien el Papa Juan Pablo II proclamó patrona de Europa. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso. Gloria. Colecta: Dios de nuestros padres, que guiaste a tu mártir santa Teresa Benedicto al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarle hasta la muerte; concédenos por su intercesión, que todos los hombres reconozcan en Cristo a su Salvador y, por medio de Él, puedan contemplarte para siempre. Él, que vive y reina. Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que en su misericordia ha hecho fuertes a los mártires en la hora del tormento, y con fe, presentémosle nuestras súplicas.

1. Para que los miembros del a Iglesia, alentados por el ejemplo de los santos mártires, vivamos con entusiasmo y entrega nuestra fe. Roguemos al Señor.

2. Para que la sangre de los mártires, semilla de nuevos cristianos, sea también abono de abundantes y santas vocaciones sacerdotales y religiosas para nuestra diócesis. Roguemos al Señor.

3. Para que los gobernantes de nuestro país sirvan a la causa de la justicia, la paz y el bien común, evitando todo tipo de barbarie y racismo. Roguemos al Señor.

4. Para que los que padecen por cualquier causa, los que son perseguidos por su fe en Jesucristo, los que son privados de sus justos derechos, experimenten, por la intercesión de los mártires, la fortaleza que necesitan para no desesperar. Roguemos al Señor.

5. Para que todos nosotros, al celebrar la gloria de los mártires de Cristo, nos decidamos a vivir nuestros compromisos con ilusión, entrega y generosidad. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que fortaleces nuestra debilidad y que nos das cuanto necesitamos para permanecer unidos a Ti; escucha nuestras oraciones y haz que, a imitación de santa Teresa Benedicta, permanezcamos fieles a tu amor frente a todo tipo de amenazas. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Concede, Padre misericordioso, que los frutos celestiales del árbol de la Cruz fortalezcan los corazones de quienes veneramos la memoria de santa Teresa Benedicta, para que unidos fielmente a Cristo en la tierra, merezcamos comer del árbol de la vida en el paraíso. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu

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continua protección. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Viernes 10: San Lorenzo, diácono y mártir. FIESTA Color rojo. Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística III. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la fiesta de san Lorenzo, diácono de la Iglesia de Roma, nacido en Huesca, y mártir de Jesucristo durante la persecución del emperador Valeriano en el siglo tercero; quien estuvo al servicio de la comunidad en la celebración de la Eucaristía y en la dedicación a los más pobres; cuyo recuerdo nos une hoy a aquel gran número de cristianos que en los primeros tiempos fueron testigos de Jesucristo hasta derramar su sangre. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso. Gloria Colecta: Oh Dios, san Lorenzo, encendido en tu amor, brilló en fidelidad a tu servicio y fue glorioso en su martirio; concédenos amar lo que él amó y practicar lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Hermanos, oremos a Dios Padre que da la fortaleza a los que se la piden y sostiene a sus hijos en la hora de la prueba y, por intercesión de san Lorenzo, pidámosle que su bendición alcance a la humanidad entera.

1. Para que todos los cristianos, imitando a san Lorenzo, se sientan libres de las ataduras de las riquezas y sepan reconocer en los pobres el tesoro más grande de la Iglesia. Roguemos al Señor.

2. Para que nunca falten ministros ordenados, sacerdotes y diáconos, que llenos de espíritu de sabiduría, sean buenos administradores de los misterios de Dios y no se limiten a anunciar el Evangelio, sino que lo escuchen también en su corazón. Roguemos al Señor.

3. Para que quienes tienen el poder en el mundo, estimulados por el testimonio cristianos, vivan al servicio de la justicia y alejen las situaciones de miseria y subdesarrollo. Roguemos al Señor.

4. Para que quienes se sienten probados o son perseguidos por el nombre de Cristo, consigan la fuerza que hizo vencer a los mártires en su combate. Roguemos al Señor.

5. Para que el testimonio de los mártires fortalezca nuestra fe y dé vigor a nuestra vida cristiana. Roguemos al Señor.

Señor, Dios todopoderoso, que socorres nuestra debilidad con el ejemplo de la fortaleza de san Lorenzo, escucha nuestra oración y haz que, participando en la pasión de tu Hijo, alcancemos la gloria de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con el don sagrado, te suplicamos, Señor, que aumente en nosotros los frutos de la salvación este humilde servicio que te ofrecemos en la festividad de san Lorenzo. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegren tus fieles porque Tú glorificas a los miembros del Cuerpo de tu Hijo; y, pues devotamente celebran la memoria de los santos, concédeles gozar un día con ellos de tu gloria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Sábado 11: Santa Clara de Asís, virgen. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Colecta propia; resto semana XXVII. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Conmemoramos hoy a santa Clara, quien, siguiendo las huellas de su paisano, san Francisco de Asís, promovió la vida contemplativa monacal, siguiendo frente a todas las adversidades aquel camino de renovación evangélica que tenía en el amor y la pobreza sus grandes bases. Nosotros también estamos llamados, como Santa Clara , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.

- Tú que nos quieres reconciliar - Tú que quieres nuestra conversión - Tú que quieres acoger a todos

Colecta: Oh Dios, que infundiste en santa Clara al amor a la pobreza, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Acudamos ahora a Dios, que no tolera la opresión de su pueblo y se compadece de sus hijos, y supliquémosle con fe por toda la Iglesia, pueblo adquirido por Él con la Sangre de Jesús.

1. Para que la Iglesia, pueblo escogido por Dios, cumpla su misión de madre y maestra de todos los hombres, y manifieste el rostro materno de Dios a los que están solos, alejados o deprimidos. Roguemos al Señor.

2. Para que los jóvenes no teman asumir compromisos para toda la vida y para que el Señor llame a muchos a su seguimiento en la vida sacerdotal, religiosa y misionera. Roguemos al Señor.

3. Para que el Señor infunda su Espíritu en nuestros gobernantes, les dé un corazón nuevo y los impulse a velar por el bien, la justicia y la paz de todos los que les han sido confiados. Roguemos al Señor.

4. Para que a los ancianos y enfermos y a todos los que sufren no les falte asistencia médica ni espiritual, y para que experimenten el cariño y comprensión de sus hermanos. Roguemos al Señor.

5. Para que a todos nosotros Jesucristo nos dé un corazón como el suyo para amar como Él amó y para anunciar con sencillez el Evangelio. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que por medio de tu Hijo Jesucristo nos revelaste el secreto de la eficacia de la oración; escucha nuestras súplicas, aumenta nuestra fe y haz que, apoyados en ella, atraigamos a todos los hombres hacia Ti, único Dios verdadero. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Concédenos, Señor todopoderoso, que de tal manera saciemos nuestra hambre y nuestra sed en estos sacramentos, que nos transformemos en lo que hemos recibido. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 14: Misa de Edith Stein

Domingo 12: DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Prefacio III de la Eucaristía. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más, nos hemos reunido junto a Jesús resucitado para celebrar la Eucaristía. Seguir a Jesús es encontrar la vida, y creer en Él es recibir un alimento que sacia de verdad. Por eso, confiando en Jesús, y creyendo que Él es el único Pan vivo que alimenta de verdad, preparémonos para celebrar la Eucaristía reconociendo nuestros pecados; pues nuestro amor está todavía demasiado lejos de su amor, y nuestra entrega está muy lejos de su entrega.

Tú que eres alimento para los débiles Tú que eres Pan partido para dar vida al mundo Tú que vives entre nosotros y nos reúnes en el amor

Gloria. Colecta: Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo Credo: Confesemos ahora todos juntos nuestra fe en el Dios de la vida y del amor, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente a Dios, nuestro Padre, que puede dar la vida y fortalecer a los que lo invocan con fe.

1. Para que la Iglesia, reunida en asambleas locales, sepa valorar la Eucaristía. Roguemos al Señor.

2. Para que Jesucristo suscite abundantes y santas vocaciones sacerdotales que nos sirvan el Banquete del Pan vivo y de la Palabra salvadora. Roguemos al Señor.

3. Para que los que tienen en sus manos el poder económico comprendan que los bienes de la tierra son para todos los hombres, y procuren una distribución más justa. Roguemos al Señor.

4. Para que los enfermos graves no se vean privados del alimento necesario en el paso de este mundo al Padre. Roguemos al Señor.

5. Para que los que estamos aquí reunidos seamos imitadores del Señor Jesús, y realicemos en nuestra vida lo que la Eucaristía significa. Roguemos al Señor.

Señor Dios, que cada domingo nos invitas como comensales y amigos a tu mesa, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, con valentía, proclame al mundo la esperanza en la resurrección final y la confianza de participar en el banquete festivo de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

- El Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os afiance y os conserve fuertes y constantes en la fe.

Y la bendición de Dios todopoderoso...

Page 15: Misa de Edith Stein

Lunes 13: Misa de feria Color verde. Misa de la semana XXIV. Lecturas de feria. Prefacio común I. Plegaria Eucarística II. Acto penitencial: Sabiendo por la fe que el Señor Jesús está en medio de nosotros y nos preside, reconozcamos al comenzar la celebración de la Eucaristía, nuestros pecados y pidamos su misericordia y su gracia.

- Tú que eres compasivo y misericordioso. - Tú que eres rico en clemencia. - Tú que nos perdonas y salvas de todo mal.

Colecta: Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas, míranos y, para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Confiemos ahora al amor de Dios los sufrimientos y esperanzas de nuestra humanidad.

1. Para que el Papa y los que colaboran con él en el gobierno y guía de la Iglesia estén atentos a las necesidades del Pueblo de Dios y den respuesta a todos los hombres y a sus interrogantes. Roguemos al Señor.

2. Para que el Señor llame a muchos jóvenes y para que viviendo como Él vivió hagan creíble su mensaje de salvación universal. Roguemos al Señor.

3. Para que nuestros gobernantes reconozcan que la autoridad les viene de lo alto y que su misión es trabajar por la justicia y la libertad, favorecer el desarrollo y el respeto a todo hombre. Roguemos al Señor.

4. Para que se promocione la educación integral de los niños, para que no falten a los jóvenes maestros de vida, y para que todos los hombres podamos alcanzar la corona de gloria que Jesucristo nos ofrece. Roguemos al Señor.

5. Para que, alimentados con la Palabra de Jesucristo, tengamos lucidez para juzgarnos a nosotros mismos y caridad para acoger de corazón a nuestros hermanos, especialmente a aquellos que nos resultan más difíciles. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que eres el dueño del tiempo y de la eternidad, su principio y fundamento; escucha nuestras oraciones y haz que nuestras vidas sean iluminadas por la claridad del misterio pascual de tu Hijo y que vivamos como hijos de la luz. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: La acción de este sacramento, Señor, penetre en nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, no nuestro sentimiento, quien mueva nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Page 16: Misa de Edith Stein

Martes 14: San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir. MEMORIA OBLIGATORIA Color rojo. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística II.

Las Misas que se celebren por la tarde, deberán ser de la Vigilia de la Asunción.

Monición de entrada y acto penitencial: Recordamos hoy a san Maximiliano María Kolbe, sacerdote franciscano polaco; quien durante algunos años fue misionero en el Japón, y fundador de las escuelas de la Inmaculada para la educación de la juventud. A su vuelta a Polonia, durante la segunda guerra mundial, fue detenido por las fuerzas nazis, e internado en el campo de exterminio de Auschwitz; entregando allí su vida a cambio de un diezmado padre de familia condenado a muerte; por lo cual, el Papa Juan Pablo II lo consideró como un mártir. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Colecta: Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María, apóstol de la virgen Inmaculada, le llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo; concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y poder asemejarnos a tu Hijo, hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Invoquemos ahora con gratitud y con espíritu humilde a Dios Padre, que quiere alimentarnos con su Palabra y con el Pan del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

1. Para que la Iglesia encuentre el centro de su vida y la expresión de su comunión en la celebración diaria de la Eucaristía. Roguemos al Señor.

2. Para que Dios elija a muchos jóvenes para que se consagren a Él, y les dé generosidad para seguirle y decisión para anunciar el Evangelio. Roguemos al Señor.

3. Para que el Espíritu del Señor conceda a los gobernantes de los pueblos mejorar la calidad de vida de los países más pobres y para que se atienda con justicia y caridad a los ancianos y niños abandonados. Roguemos al Señor.

4. Para que la fe nos impulse a promover el desarrollo de nuestra sociedad, a fin de que a nadie le falte el pan de cada día, se transformen sus costumbres morales y se promocione la familia y sus derechos. Roguemos al Señor.

5. Para que el Señor nos ayude a los que celebramos nuestra fe en Jesucristo y nos alimentamos de su Pan y su Palabra, para que nuestra voluntad sea siempre el querer de Dios y nuestro anhelo servirlo con sencillez y confianza. Roguemos al Señor.

Padre infinitamente bueno, que eres la alegría de nuestro corazón y la esperanza de nuestra vida, deseosa de eternidad; escucha nuestras súplicas y danos un corazón de niño para que nunca nos alejemos de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, encendernos con aquel fuego de amor que recibió de este banquete san Maximiliano María. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 17: Misa de Edith Stein

Miércoles 15: La Asunción de la Virgen María. SOLEMNIDAD: blanco Misa y lecturas propias de la solemnidad (leccionario V). Gloria. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de Santa María Virgen. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy nos hemos reunido para contemplar a la Santísima Virgen María, Madre de Cristo y Madre nuestra asunta a los cielos, glorificada con Dios y compartiendo la vida nueva de su Hijo Jesucristo, como una luz de esperanza para cada uno de nosotros y para toda la humanidad. Comencemos pues, la Eucaristía, dando gracias a Dios, que ha obrado maravillas en María, y la ha llamado a compartir para siempre su vida. Por ello, alegres y esperanzados, nos ponemos en la presencia de Dios, y conscientes de nuestra pequeñez y debilidad, nos confesamos culpables de nuestros pecados, invocando la ayuda de nuestra Señora, la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros. Yo confieso... Gloria cantado. Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que en el día de hoy a querido ensalzar a la Virgen María por encima de los coros de ángeles y de santos, y pidámosle que, por su intercesión, escuche nuestras súplicas y plegarias.

1. Para que toda la Iglesia, unida a la gloriosa y santa Virgen María, Madre de Dios, proclame la grandeza del Señor y se alegre en Dios, su Salvador. Roguemos al Señor.

2. Para que los jóvenes de nuestra diócesis descubran a Dios presente en sus vidas, imiten los ejemplos de vida de santa María, y muchos de ellos se decidan a entregar su vida a Dios. Roguemos al Señor.

3. Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles de generación en generación, y todos los pueblos de la tierra feliciten a aquella en la cual Dios ha hecho obras grandes . Roguemos al Señor.

4. Para que el Señor, con las proezas de su brazo, conceda su auxilio a los ancianos y enfermos, y los difuntos alcancen el don de la vida eterna. Roguemos al Señor.

5. Para que Cristo, el rey que ha coronado a María como reina, cuando entregue la creación al Padre, nos conceda, como a María, la posesión del reino preparado desde la creación del mundo. Roguemos al Señor.

Dios y Padre nuestro, que constituiste a la Madre de tu Hijo Madre y Reina nuestra, escucha nuestra oración y haz que, ayudados por la intercesión de María, vivamos en constante actitud de servicio a nuestros hermanos mientras esperamos tu llegada en gloria y participemos un día de la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Después de recibir los sacramentos que nos salvan, te rogamos, Señor, que, por intercesión de santa María Virgen, que ha subido a los cielos, lleguemos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

Page 18: Misa de Edith Stein

– El Dios que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el

fruto bendito del seno de la Virgen María, os colme de sus bendiciones. – Que os acompañe siempre la protección de la Virgen, por quien habéis

recibido al autor de la vida. – Y a todos vosotros, reunidos hoy para celebrar con devoción esta

solemnidad de la Asunción, el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino. Amén.

Page 19: Misa de Edith Stein

Jueves 16: Misa votiva de la Sagrada Eucaristía Color verde. Misas votivas nº 3-a. Lecturas de feria. Prefacio II de la Eucaristía. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: En nuestra peregrinación terrena hacia la Jerusalén celestial, Dios nos alimenta y sostiene nuestra esperanza con la Eucaristía, el nuevo y auténtico maná de los tiempos mesiánicos, del cual el antiguo era sólo figura y profecía. Agradezcamos, pues, a Dios el don de este sacramento admirable, y para recibirlo dignamente, comencemos la celebración de los sagrados misterios pidiendo perdón por nuestros pecados.

- Tú, pan vivo bajado del cielo. - Tú, vino nuevo que alegra el corazón. - Tú, banquete de vida inagotable.

Colecta: Señor, que por el misterio pascual de tu Hijo realizaste la redención de los hombres, concédenos avanzar por el camino de la salvación a quienes, celebrando los sacramentos, proclamamos con fe la muerte y resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo. Oración de los fieles: Confiando en la cercanía y en el amor del Señor, que es fiel y escucha nuestras oraciones cuando, desde nuestra necesidad, le invocamos con fe, le presentamos ahora nuestras súplicas confiadas.

1. Para que el Papa y todos los que comparten con él la responsabilidad del gobierno de la Iglesia, prediquen el Evangelio con sabiduría y caridad y salgan al encuentro de los que buscan el bien y la verdad. Roguemos al Señor.

2. Para que Jesús, que llamó a los que quiso, renueve su llamada poniendo en los jóvenes el deseo de seguirlo más de cerca. Roguemos al Señor.

3. Para que la justicia y la verdad, que provienen de Dios, sean instauradas en el mundo y todos los pueblos gocen de la paz y los frutos de la tierra. Roguemos al Señor.

4. Para que nuestra humanidad, herida por el egoísmo y el pecado, sea purificada por la gracia redentora de Cristo. Roguemos al Señor.

5. Para que cuantos celebramos a Jesucristo no permanezcamos insensibles ante el sufrimiento de nuestros hermanos y, con nuestra entrega y ayuda, los aliviemos y llevemos a Dios. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que estás siempre dispuesto a perdonar a tus hijos que repetidas veces abandonan la casa paterna; mira compadecido nuestra pobreza, atiende nuestras súplicas y haz que podamos presentarte la ofrenda de nuestras vidas habiendo hecho realidad en ellas el perdón, la reconciliación y el amor sincero a nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te rogamos, Señor, que nos santifique nuestra participación en esta Eucaristía, para que, en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, se estreche cada vez más la fraternidad universal de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 20: Misa de Edith Stein

Viernes 17: Misa votiva de la Preciosísima Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo Color verde. Misas votivas nº 5. Lecturas de feria. Prefacio I de la pasión. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: La sangre de nuestro Señor Jesucristo, derramada en la cruz por nosotros, ha sido el precio que Dios ha pagado para rescatarnos de nuestra antigua condición de esclavos del pecado. Esta afirmación, repetida en las escrituras, nos hace ver el valor inmenso que nuestra persona tiene a los ojos de Dios, y el aspecto, doloroso y sacrificial, por parte de Cristo, de nuestra salvación. Conscientes de que con nuestra forma de vida no correspondemos a ese amor que el ha demostrado que nos tiene, comencemos la Eucaristía pidiendo perdón por nuestros pecados.

- Tú que extendiste tus brazos en la cruz para reconciliarnos a todos. - Tú que te entregaste a la muerte por nosotros, pecadores. - Tú que nos has justificado al precio de tu sangre

Colecta: Oh Dios, que has redimido a todos los hombres con la Sangre preciosa de tu Hijo unigénito, conserva en nosotros la acción de tu misericordia para que, celebrando siempre el misterio de nuestra salvación, podamos conseguir sus frutos eternos. Por Nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con toda confianza oremos a Dios, que por medio de la Sangre de su Hijo selló su alianza eterna con su pueblo.

1. Para que el Señor proteja a su Iglesia, haga fecunda su misión en medio del mundo y le conceda la unidad en la libertad, el pluralismo y la apertura. Roguemos al Señor.

2. Para que, fascinados por Jesucristo, el Hijo de Dios y Redentor verdadero, los jóvenes se empeñen en la apasionante aventura del Reino, viviendo como Él vivió. Roguemos al Señor.

3. Para que Jesucristo libere al mundo del azote de la guerra, restaure la paz en los corazones y cure las heridas del odio y del egoísmo. Roguemos al Señor.

4. Para que la misericordia y el perdón de Dios abrace a los pecadores, a los que hacen el mal o retienen el salario de sus obreros, para que convertidos al Evangelio sean testigos del Reino de los cielos. Roguemos al Señor.

5. Para que la ley nueva del amor, infundida por el Espíritu Santo en nuestros corazones, nos dé fuerzas para encarnar en nuestras vidas lo que celebramos en la fe. Roguemos al Señor.

Escucha nuestras oraciones, Señor, renueva a tu Iglesia en el amor, recréala con tu Espíritu y concédenos estrenar cada día con ilusión la eterna novedad de tu amor ilimitado y fiel. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con estos sacramentos, te rogamos, Señor, que nos purifiques con la Sangre de Cristo, fuente de agua viva que salta hasta la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 21: Misa de Edith Stein

Sábado 18: Misa de Santa María, esclava del Señor Color verde. Misas de la Virgen María nº 22. Lecturas de feria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Como sábado que es, honramos a la Virgen María, y hoy lo haremos venerándola como Reina de la Paz; y nos ponemos en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía. Él nos ha reunido aquí como hijos suyos y nos dará, una vez más, la Palabra de vida y el Pan de Salvación. Reconozcamos ante Él que somos culpables y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras faltas y que nos llene del don de su Espíritu Santo, el mismo Espíritu que fecundó las entrañas virginales de Santa María.

Yo confieso... Colecta: Oh Dios, que para redimirnos misericordiosamente has hecho humilde esclava tuya a la Virgen María, Madre de Cristo y asociada a Él, concédenos servirte como ella y dedicarnos por entero a la salvación de los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Invoquemos ahora con confianza al Señor, dueño de la vida, para que haga que todos los que habitamos esta tierra vivamos como hermanos y nos respetemos mutuamente.

1. Para que el Señor guarde a su Iglesia y la conduzca por los caminos de la verdad, haciendo testigos de su amor a todos los hombres. Roguemos al Señor.

2. Para que el Señor envíe a su Iglesia nuevas vocaciones que sean capaces de consagrarse a Él y a su servicio, y de promover una nueva y renovada evangelización. Roguemos al Señor.

3. Para que la gracia, que es fermento de comunión y de paz, congregue a todos los hombres de buena voluntad en torno a Cristo, el verdadero Dios y Señor. Roguemos al Señor.

4. Para que el Señor se apiade de los enfermos y agonizantes, alivie sus dolores, les dé su paz y les abra un día las puertas de su Reino. Roguemos al Señor.

5. Para que la intercesión de María nos alcance vivir en todo momento la verdad del Evangelio con fidelidad, alegría y entrega. Roguemos al Señor.

Dios y Padre bueno, acuérdate de tu misericordia, no tengas en cuenta nuestros pecados, escucha nuestras súplicas y concédenos un corazón y un espíritu nuevo para amarte cada día con amor nuevo, puro y generoso. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con esta Eucaristía te pedimos, Señor, Dios nuestro, que, imitando siempre a la Virgen María, nos dediquemos al servicio de la Iglesia y experimentemos la alegría de esta entrega. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 22: Misa de Edith Stein

Domingo 19: DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Prefacio I de la Eucaristía. Plegaria Eucarística III. Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente, como cada domingo, nos reunimos como pueblo de Dios. Nos reunimos en nombre del Señor resucitado para escuchar su palabra y, así, dejarnos convertir y saber qué es lo que Él quiere de nosotros. Y nos reunimos para celebrar el banquete del Reino, para compartir la verdadera comida y la verdadera bebida. Dispongamos, pues, nuestros corazones para que esto sea así, y pidamos, al comenzar la celebración de la Eucaristía, que la misericordia de Dios nos ayude.

Tú que eres alimento para los débiles Tú que eres Pan partido para dar vida al mundo Tú que vives entre nosotros y nos reúnes en el amor

Gloria Colecta: Oh Dios, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Como miembros de la Iglesia, reunida en el nombre del Señor, confesemos ahora nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Oración de los fieles: Sabiendo que los que buscan al Señor no carecen de nada, oremos con toda confianza a Dios nuestro Padre, que nos invita al banquete eterno de su reino.

1. Por la Iglesia, reunida en asambleas locales; para que el banquete de la Eucaristía, que celebramos, no sea motivo de escándalo, sino llamada atrayente para todos. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones al servicio de nuestra diócesis; para que nunca falten en nuestras parroquias cristianos que se comprometan a hacer el bien, a ayudar a los débiles y consolar a los tristes. Roguemos al Señor.

3. Por los organismos e instituciones cuyo fin es aliviar el hambre y la pobreza; para que logren su cometido, y así haya justicia y paz en todo el mundo. Roguemos al Señor.

4. Por todos los que se excusan de participar en la mesa del Señor por cualquier motivo; para que sepan comprender y valorar el don que Cristo ha hecho de su propia vida por todos. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, aquí reunidos; para que sepamos compartir nuestro pan de cada día con los más necesitados. Roguemos al Señor.

Señor Dios, que cada domingo nos invitas como comensales y amigos a tu mesa, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, con valentía, proclame al mundo la esperanza en la resurrección final y la confianza de participar en el banquete festivo de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

- El Dios todopoderoso aleje de vosotros toda adversidad, y os conceda la abundancia de sus bendiciones.

- Que Él os dé un corazón tan dócil a su palabra, que encuentre su gozo en los dones eternos.

Page 23: Misa de Edith Stein

- Así, siguiendo el camino del bien, avancéis por la senda de los mandatos divinos y lleguéis a ser coherederos del reino de los santos.

Y la bendición de Dios todopoderoso...

Page 24: Misa de Edith Stein

Lunes 20: San Bernardo, abad. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes y religiosos. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Bernardo, abad del monasterio del Císter, en Francia, y doctor de la Iglesia, considerado como el segundo fundador de la orden del Císter, que gracias a su carisma sobrevivió y se propagó rápidamente. Nosotros también estamos llamados, como San Bernardo , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Señor, Dios nuestro, tú hiciste del abad san Bernardo inflamado en el celo de tu casa, una lámpara ardiente y luminosa en medio de tu Iglesia; concédenos, por su intercesión, participar de su ferviente espíritu y caminar siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Deseosos de vivir la invitación que el Señor nos hace a amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, y de amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos, supliquémosle que nos dé su Espíritu y escuche cuanto con fe le pedimos para nosotros y para el mundo entero.

1. Para que la Iglesia predique a lo largo y ancho de la tierra las riquezas insondables de Jesucristo y transmita a cada corazón su gracia salvadora. Roguemos al Señor.

2. Para que los sacerdotes y religiosos trabajen incansablemente en la pastoral vocacional por hacer nuevos discípulos de Cristo y para que Él haga fecunda la pesca de las redes echadas en su nombre. Roguemos al Señor.

3. Para que los que son depositarios del poder temporal sean promotores del orden y la paz y no olviden que Dios es el único Señor de la historia. Roguemos al Señor.

4. Para que los que han recibido mucho sepan compartir, y los que han recibido poco confíen en la providencia de Dios y reciban de Él y de sus hermanos lo que necesitan para vivir con dignidad. Roguemos al Señor.

5. Para nosotros mismos, y los que han dejado este mundo y en vida se alimentaron del Cuerpo y la Sangre de Jesús, cantemos eternamente las alabanzas del Señor y le demos gracias invocando su nombre. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos llamas a vivir en la plenitud del amor y que nos das tu Espíritu santificador para buscarte con sincero corazón; compadécete de tu Iglesia, atiende nuestras oraciones y haz que, amándote a Ti sobre todas las cosas, te sirvamos generosamente en nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: El alimento que hemos recibido, Señor, produzca en nosotros su fruto, para que, instruidos por la doctrina de san Bernardo y confortados por su ejemplo, nos dejemos arrebatar por el amor de tu Palabra hecha carne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Page 25: Misa de Edith Stein

Martes 21: San Pío X, Papa. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de los santos pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de san Pío X, a quien el señor puso al frente de su Iglesia como sucesor del apóstol Pedro tras haber sido párroco, obispo de Mantua y Patriarca de Venecia; y que fue ante todo y sobre todo un pastor que buscó la renovación interior de la Iglesia, promoviendo la lectura atenta y piadosa de la Sagrada Escritura, la participación activa y consciente en la liturgia, la comunión frecuente y la acción responsable de los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia. Nosotros también estamos llamados, como San Pío décimo , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Señor, Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al papa san Pío décimo de sabiduría divina y fortaleza apostólica; concédenos que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios Padre, que nos llama a poseer su Reino, y que manifiesta su poder en la debilidad y la pobreza.

1. Por la Iglesia, familia de Dios; para que, vivificada por el Espíritu Santo, viva la comunión de la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes de nuestras comunidades parroquiales; para que descubran el apasionante camino del Evangelio y consagren su vida al Señor. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros gobernantes y políticos; para que con justicia y honestidad sirvan a la causa de la paz y del bien común. Roguemos al Señor.

4. Por las familias; para que sean hogares donde se cultive el amor y las relaciones interpersonales, donde se transmita la fe y los valores del Evangelio, donde se viva el amor a la vida y el respeto a los demás. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que renovados por el amor de Cristo, que se nos da en alimento, seamos fermento de vida evangélica y testigos del amor de Dios, en la gran familia humana. Roguemos al Señor.

Señor Dios, mira compadecido nuestras súplicas y haz que nuestros corazones se abran a tu verdad para buscarte sólo a Ti, y heredar un día tu vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Al celebrar la fiesta del papa san Pío, te rogamos, Señor, Dios nuestro, que por la eficacia de la mesa celestial seamos constantes en la fe y vivamos concordes en tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 26: Misa de Edith Stein

Miércoles 22: Santa María Virgen, Reina. MEMORIA OBLIGATORIA Color verde. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio III de Santa María Virgen. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Pasados siete días de la solemnidad de la Asunción de María a los cielos, veneramos hoy la memoria de la Madre de Jesucristo y Madre nuestra como Reina y Señora de cielos y tierra, glorificada junto a su Hijo, e intercediendo por todos nosotros ante Él. Pongámonos, pues, en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía. Él nos ha reunido aquí como hijos suyos y nos dará, una vez más, la Palabra de vida y el Pan de Salvación. Reconozcamos ante Él que somos culpables y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras faltas y que nos llene del don de su Espíritu Santo, el mismo Espíritu que fecundó las entrañas virginales de Santa María. Yo confieso… Colecta: Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Hijo, concédenos que, sostenidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Reconociendo nuestra pobreza, presentemos nuestras intenciones a Dios Padre, a quien le seducen la pobreza y la humildad.

1. Por la Iglesia; para que evangelice al mundo teniendo una clara conciencia de las necesidades de los hombres de hoy y de la verdad que Jesucristo quiere transmitirles en las actuales circunstancias. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes; para que vivan como hijos de la luz, promuevan la pureza y vivan el amor verdadero, y no tengan miedo de seguir a Cristo radicalmente. Roguemos al Señor.

3. Por los responsables del gobierno en nuestra patria y en todo el mundo; para que la paz que viene de Dios los estimule a procurarla entre los pueblos fomentando la justicia, la cooperación internacional y el respeto a la dignidad de todo hombre. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren a causa del desamor y la violencia, la enfermedad o el vicio, la infidelidad o la traición; para que Jesucristo se les manifieste como consuelo, les dé su paz y los ayude a no desesperar, pues encontrarán hermanos que les ayuden y comprendan. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, discípulos del Señor y testigos de su amor; para que, alimentados con su Cuerpo y con su Sangre, demos testimonio de su verdad, obremos con transparencia y lealtad y tengamos como norma hacer el bien a cuantos lo necesitan. Roguemos al Señor.

Oh Dios, Tú eres grande y muy digno de alabanza, grande es tu poder y tu sabiduría no tiene medida; escucha las oraciones de tus criaturas y haz que desde nuestra pequeñez te alabemos en nombre de toda la creación con espíritu humilde y corazón confiado. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Después de recibir este sacramento celestial, te suplicamos humildemente, Señor, que cuantos hemos celebrado la memoria de santa María Virgen merezcamos participar en el banquete eterno. Por Jesucristo nuestro Señor.

Page 27: Misa de Edith Stein

Jueves 23: Misa por las vocaciones a las sagradas órdenes Color verde. Misas por diversas necesidades nº 9. Lecturas de feria. Plegaria Eucarística V/A. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a pedir la Eucaristía de un modo muy especial por las vocaciones sacerdotales. Es una gran necesidad de la Iglesia, y de un modo especial, de nuestra Iglesia particular, que necesita muchos sacerdotes para llevar a cabo la nueva evangelización de nuestro pueblo. Dispongámonos, por tanto, al comenzar estos sagrados misterios, a recibir el amor de Dios abriendo nuestros corazones para que los renueve, reconociendo con humildad que somos pecadores.

Tú que nos llamas a seguirte Tú que nunca abandonas a tu rebaño Tú que estás presente en tu Iglesia

Colecta: Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el Espíritu de piedad y de fortaleza, que suscite dignos ministros de tu altar y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Acudamos al Dios santo y justo que nos congrega alrededor de su mesa, nos colma de su gracia y nos da un corazón nuevo, y presentémosle nuestras plegarias.

1. Por la Iglesia; para que el Espíritu Santo la santifique constantemente y haga que todos encuentren en ella a Jesucristo y tengan sus mismos sentimientos. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que el Señor no desoiga la urgente oración de su Iglesia que necesita obreros que trabajen en su viña y para que sean muchos y santos los que lo sigan por el ministerio sacerdotal, la vida consagrada o misionera. Roguemos al Señor.

3. Por nuestro mundo; para que avance por el camino de la paz, la concordia y el entendimiento, y todos trabajemos hasta que impere la justicia que Cristo nos mereció con el precio de su Sangre redentora. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren el horror de la guerra, el miedo y la angustia, el hambre y la desesperación; para que la esperanza en los cielos nuevos y en la tierra nueva los sostenga y para que se vean libres de sus sufrimientos. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros mismos; para que, siguiendo con fidelidad a Cristo y dándole lo que somos y tenemos, aparezcamos irreprochables ante el Padre y gocemos eternamente de su felicidad. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos creaste a tu imagen y semejanza y nos llamas a conocerte y amarte; escucha nuestras plegarias y danos tu sabiduría para disfrutar de tu verdad y de tu Espíritu para vivir en ella. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados a tu mesa, Señor, te rogamos que, por este sacramento de amor, germinen las semillas que generosamente esparciste en el campo de tu Iglesia, para que sean cada vez más numerosos los que elijan el camino de servirte en los hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Viernes 24: San Bartolomé, apóstol. FIESTA: rojo Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Prefacio I apóstoles. Canon romano.. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la fiesta del apóstol san Bartolomé, uno de aquellos Doce hombres a quienes el Señor eligió para que estuvieran con Él, y a quienes después envió a predicar el Evangelio por todo el mundo conocido; el cual recibió, de boca del mismo Cristo, la alabanza de ser un hombre honrado y un israelita sin engaño ni doblez. Con gozo, reafirmemos hoy nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles, la fe que también nosotros estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía reconociendo que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, que a menudo cometemos fallos en la vida y que nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear. Por eso, con humildad y sencillez, pedimos perdón a Dios por nuestros pecados.

Tú que fortaleces a tu Iglesia con el testimonio de los apóstoles. Tú que por medio de los apóstoles nos has hecho llegar tu Buena Noticia. Tú que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los que te

siguen. Gloria. Colecta: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, apóstol, se entregó sinceramente a tu Hijo y concédenos, por sus ruegos, que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Fundamentados en la fe de los apóstoles y de los mártires, oremos a Dios nuestro Padre por la intercesión del apóstol san Bartolomé.

1. Por la Santa Iglesia de Dios; para que, con la fuerza del Espíritu, la fe que fue plantada por los apóstoles germine, arraigue y crezca en todas las comunidades cristianas. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones; para que Dios llame a muchos a confesar con su vida que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y a seguirlo con la entrega total de su persona. Roguemos al Señor.

3. Por los que tienen poder de decisión en la marcha de la sociedad; para que no ahorren esfuerzos por hacerla cada vez más justa, fraterna y solidaria. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren tentaciones o abatimiento; para que, al escuchar el anuncio evangélico transmitido por los apóstoles, vean renacer en su espíritu la alegría cristiana. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que edificados sobre el cimiento de los apóstoles, vivamos como conciudadanos santos y como miembros de la familia de Dios. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, nuestra oración y derrama sobre nosotros la abundancia de tus dones, para que, fortalecidos por las enseñanzas apostólicas y ayudados por la intercesión de san Bartolomé, no dudemos nunca de que recibiremos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: En la fiesta de tu apóstol san Bartolomé hemos recibido, Señor, la prenda de la eterna salvación; te pedimos que sea para nosotros auxilio de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Sábado 25: San José de Calasanz, presbítero Color blanco. Colecta propia; resto semana XXX. Lecturas de feria. Prefacio de los santos Pastores . Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Recordamos hoy a san José de Calasanz, sacerdote aragonés, fundador de las escuelas pías para la educación de la juventud necesitada; pasando gran parte de su vida en Roma, donde reclutó a los primeros miembros de su congregación, conocida como los escolapios, poniendo así en marcha sus primeras escuelas en las barriadas más pobres de la ciudad eterna; escuelas que se han ido extendiendo por todo el mundo, llegando a nuestros días, y prestando un gran servicio a la Iglesia y a la sociedad. Nosotros también estamos llamados, como San José de Calasanz, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Colecta: Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a san José de Calasanz, con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Antes de presentar el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, supliquemos al Padre que acepte nuestras vida y oraciones y las del mundo entero.

1. Para que la Iglesia, presente en todo el mundo, sea dispensadora de la gracia de Dios que todo lo renueva, purifica y santifica. Roguemos al Señor.

2. Para que, con prontitud y docilidad, los jóvenes escuchen la llamada del Señor y lo sigan, superando las resistencias, tentaciones y dificultades que les ofrece nuestra sociedad. Roguemos al Señor.

3. Para que los pueblos trabajen por desterrar la miseria, el desempleo, la ignorancia, la indiferencia y la discriminación de las personas a causa de su raza, religión o condición social. Roguemos al Señor.

4. Para que las familias sean hogares donde se transmita la vivencia profunda del Evangelio, se respete la vida y se acoja al Señor que las visita para fortalecerlas en el amor, la fidelidad y la concordia. Roguemos al Señor.

5. Para que esta Eucaristía alimente nuestra fe, sostenga nuestra esperanza y haga que nuestra caridad esté siempre encendida por el fuego de su Espíritu Santo. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo, bendícelo con tu mano generosa, y haz que viviendo de tu misericordia avancemos por caminos de caridad y reconciliación, contigo y con nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Lleva a su término en nosotros, Señor, lo que significan estos sacramentos, para que un día poseamos plenamente cuanto celebramos ahora en estos ritos sagrados. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Domingo 26: DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Prefacio dominical I. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más nos hemos reunido para escuchar la palabra de Jesús, para darle gracias, y para pedirle que esta palabra suya ilumine y alimente cada día nuestra vida. Pero sabemos que somos pecadores, y que, si nuestra conciencia nos acusa, mayor es el amor de Dios, su perdón, y su anuncio de vida. Por eso, comenzamos la celebración de la Eucaristía reconociéndonos pecadores ante Dios y ante los hermanos.

Tú que eres el camino que nos conduce al Padre Tú que enviaste el Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo Tú que nos devuelves la alegría de la salvación

Gloria. Colecta: Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo : Como Pedro y como los apóstoles, manifestamos ahora nosotros nuestra fe en Jesús, el Hijo de Dios, que nos enseña el camino hacia el Reino. Oración de los fieles: Oremos ahora confiadamente, y unidos en la misma fe, a Dios nuestro Padre, que está siempre cerca de los atribulados.

1. Por la Iglesia; para que sea siempre fiel a su Señor en las vicisitudes de la historia. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que siempre haya en nuestra diócesis el número suficiente de sacerdotes que anuncien la Buena Noticia de Jesús. Roguemos al Señor.

3. Por los que han recibido la misión de gobernar; para que actúen siempre según el corazón de Cristo, y no según intereses partidistas. Roguemos al Señor.

4. Por los matrimonios; para que el respeto, el amor y la unidad sean una realidad en las parejas. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, aquí reunidos, y por los que confían en nuestras oraciones; para que Dios se haga presente en nuestras vidas y nos transforme según su querer. Roguemos al Señor.

Señor Dios, que por medio de Cristo, el Verbo eterno, nos has hecho descubrir tu amor, escucha nuestras oraciones e ilumina a tus fieles con la luz del Espíritu Santo, para que nada nos aleje de Cristo, el único que tiene palabras de vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te pedimos, Señor, que lleves en nosotros a su plenitud la obra salvadora de tu misericordia; condúcenos a perfección tan alta y mantennos en ella de tal forma que en todo sepamos agradarte. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

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- Jesucristo, el Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha dado el consuelo de una gran esperanza, os afiance internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.

Y la bendición de Dios todopoderoso…

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Lunes 27: Santa Mónica. MEMORIA OBLIGATORIA Colecta propia, resto de la semana V. Lecturas de feria. Prefacio II de los santos. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de santa Mónica, mujer sencilla y humilde, madre de san Agustín, el gran pensador, la cual, a fuerza de oraciones y lágrimas alcanzó la conversión de su marido y de su hijo. Nosotros también estamos llamados, como Santa Mónica , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica que impetraban la conversión de su hijo Agustín; concédenos, por intercesión de madre e hijo, llorar nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Celebrando nuestra fe en Dios, que abre las puertas del Reino de los cielos a todo ser humano, supliquémosle confiadamente.

1. Para que el Señor conceda al Papa N., a nuestro Obispo N., y a todos los sacerdotes y religiosos de nuestra diócesis corresponder con fidelidad, santidad de vida y gratitud al ministerio que Él mismo les ha confiado. Roguemos al Señor.

2. Para que los jóvenes se abran al mensaje del Evangelio, descubran la inconfundible voz del Maestro que los llama a su seguimiento para extender el Reino de los cielos y lo sigan. Roguemos al Señor.

3. Para que toda la humanidad goce de paz, justicia y amor, para que cesen los odios y rencores, las divisiones y sectarismos, y para que el Reino de Dios sea una realidad entre todos los hombres. Roguemos al Señor.

4. Para que los que sufren la muerte o el alejamiento de sus seres queridos experimenten el consuelo del Señor, y para que Él fortalezca a los que se ven tentados, dé esperanza a los agonizantes y la vida eterna a todos los difuntos. Roguemos al Señor.

5. Para que Jesús nos conceda vivir en el amor y el servicio a los hermanos. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que nos llamas a vivir con sencillez y humildad y que sales a nuestro encuentro con tu gracia, muéstranos tu bondad; escucha nuestras oraciones y concédenos buscar tu voluntad y vivirla sin ostentación ni vanidades. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Oh Dios, que has querido hacernos partícipes de un mismo Pan y de un mismo Cáliz, concédenos vivir tan unidos en Cristo, que fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 28: San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Agustín, el gran obispo de Hipona, en el norte de África, en la primera mitad del siglo quinto; quien, convertido a la fe en Cristo, tras largos años de búsqueda, recibió el Bautismo, y se dedicó al estudio y a la oración, mereciendo el título de Padre de la Iglesia por la profundidad de su doctrina y la solidez de su fe; pues sus reflexiones teológicas, las confesiones personales, los comentarios homiléticos y sus catequesis, recogidas en su vasta obra literaria, han influido poderosamente en la fe de la Iglesia a lo largo del correr de los siglos. Nosotros también estamos llamados, como San Agustín, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.

Tú que eres la fuente de agua viva Tú que eres la luz que ilumina en las tinieblas Tú que eres la auténtica sabiduría escondida

Colecta: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la verdadera sabiduría, y te busquemos como creador del amor supremo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con espíritu de fe y con filial confianza presentemos nuestras intenciones a Dios Padre, que nos invita a dialogar con Él y que quiere revelarse tal cual es para que vivamos en su amor.

1. Por la Iglesia: el Papa, los Obispos y los fieles cristianos; para que unidos por el amor demos testimonio de Jesucristo ante el mundo. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones; para que los jóvenes se dejen fascinar por Jesucristo y no teman consagrarse a Él en la vida religiosa, el ministerio sacerdotal o el compromiso misionero. Roguemos al Señor.

3. Por los países que sufren el flagelo de la guerra, el hambre y la falta de libertad; para que se acelere la llegada de la paz y no dejen de confiar en la fuerza salvadora de Dios que vela por sus vidas y les promete su Reino de justicia y paz. Roguemos al Señor.

4. Por los inmigrantes, por los que sufren el exilio o el destierro de sus países, por los que no tienen casa, pan ni escuela; para que encuentren en los cristianos ayuda, cercanía y amistad. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros y por los que se alimentan diariamente del Cuerpo y Sangre de Jesús; para que seamos en nuestro pensar y actuar testigos de la fe, la esperanza y el amor que Él nos enseñó. Roguemos al Señor.

Señor Dios todopoderoso y eterno, que nos llamas a la vida eterna y nos invitas a velar y a orar mientras aguardamos la llegada de tu Reino; acoge bondadoso nuestras oraciones para que amándote a Ti, único Dios verdadero, hagamos que tu nombre sea conocido y alabado. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te rogamos. Señor, que nos santifique la participación en la mesa de Cristo para que, hechos miembros suyos, seamos lo que recibimos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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Miércoles 29: El martirio de San Juan Bautista. MEMORIA OBLIGATORIA Color rojo. Misa y lecturas propias (leccionario V). Prefacio propio. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy conmemoramos en la celebración de la Eucaristía el martirio de san Juan Bautista, quien, tras haber anunciado la llegada del Mesías y llamar al pueblo a preparar sus caminos, denunciando las opresiones e injusticias, murió por fidelidad a Dios a manos de la arbitrariedad de Herodes, siendo para todos los cristianos un ejemplo en el camino de seguimiento de Jesús. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso… Colecta: Señor, Dios nuestro, tú has querido que san Juan Bautista fuese el Precursor de tu Hijo en su nacimiento y su muerte; concédenos, por su intercesión, que así como él murió mártir de la verdad y la justicia, luchemos nosotros valerosamente por la confesión de nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con plena confianza oremos a nuestro Padre Dios y, ya que Él es el único Dios verdadero, pidámosle que escuche lo que le pedimos para nuestro mundo cansado, dolorido y angustiado.

1. Para que la Iglesia transmita con ilusión y entusiasmo el mensaje de salvación y vida que ha recibido de Jesús Salvador. Roguemos al Señor.

2. Para que María, la Mujer Nueva, la Virgen fiel, la Madre de Jesús, anime a los sacerdotes y religiosos en su vocación y dé valor a los jóvenes que son llamados para seguir a su Hijo. Roguemos al Señor.

3. Para que el amor de Dios suscite en nuestras vidas y en las de todos los gobernantes y hombres del mundo un deseo continuo por construir una sociedad más fraterna y un mundo cada vez más habitable. Roguemos al Señor.

4. Para que el hombre, haciendo uso de su libertad, promueva una vida más fraterna y solidaria y contribuya al progreso de la sociedad, respetando a sus hermanos y cuidando los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

5. Para que al celebrar esta Eucaristía, llenos el Espíritu de Jesús resucitado, vivamos alabándolo con nuestras vidas. Roguemos al Señor.

Señor y Padre nuestro, atiende compasivo las oraciones que desde nuestra pequeñez te hemos presentado y haz que nos dejemos evangelizar por la palabra de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Poscomunión: Al celebrar el martirio de san Juan Bautista, concédenos, Señor, admirar lo que significan los sacramentos salvadores que hemos recibido y, más aún, gozar de su acción en nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 30: Misa de feria Color verde. Misa de la semana XXXI. Lecturas de feria. Prefacio común V. Plegaria Eucarística II. Acto penitencial: Reunidos en la mesa del Señor, dispongámonos a celebrar la Eucaristía, sacramento de la comunión con Jesús y los hermanos, poniéndonos en la presencia de Cristo, que es el Redentor que perdona nuestros pecados y nos da un corazón bueno y humilde, pidiéndole que tenga misericordia de nosotros.

- Tú que amas a los sencillos. - Tú que conoces al Padre y nos lo revelas. - Tú que alivias a los cansados y agobiados.

Colecta: Dios de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos al Padre, que nos llama a participar de su vida por medio de Jesucristo, nuestra oración y pidámosle que sea Él nuestro Rey y nuestro garante, el Pastor de nuestras vidas.

1. Para que la Iglesia, a través de cada uno de sus pastores, sea cercana y comprensiva con los hombres de nuestro tiempo, con sus inquietudes y angustias, y como madre dé respuesta a sus interrogantes acogiéndolos como el mismo Jesús. Roguemos al Señor.

2. Para que quienes se preparan para los sacramentos del Orden y del Matrimonio y a la profesión religiosa, aviven su deseo de amar hasta las últimas consecuencias la misión que el Señor les quiere encomendar, y siempre hay quienes quieran seguir el mismo camino. Roguemos al Señor.

3. Para que los gobernantes de todo el mundo promuevan una vida más fraterna y solidaria, y contribuyan al progreso de la sociedad, respetando a sus hermanos y cuidando los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

4. Para que los enfermos y cuantos sufren a causa del egoísmo y el desamor de sus hermanos, los que padecen la soledad o los horrores de la guerra, encuentren una mano amiga que los ayude a mantener la esperanza, a creer en el amor de Dios y a permanecer unidos a Cristo paciente. Roguemos al Señor.

5. Para que quienes nos hemos dado cita para celebrar nuestra fe, vivamos con ilusión y alegría nuestro encuentro personal con Jesucristo en la escucha de su Palabra y en la fracción del Pan. Roguemos al Señor.

Dios y Padre nuestro, la prueba de que somos hijos tuyos es que enviaste el Espíritu de tu Hijo a nuestros corazones para que nos haga llamarte Abba; escucha nuestras súplicas filiales y concédenos vivir según este Espíritu y no ahogar nunca el fuego de su amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder, para que, alimentados con estos sacramentos, tu gracia nos disponga a recibir las promesas con que los enriqueces. Por Jesucristo nuestro Señor.

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31. San Ramón Nonato, presbítero Color blanco. Colecta del común de pastores (religiosos); resto semana XXXII. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes y religiosos . Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Veneramos hoy la memoria de san Ramón Nonato, quien, después de ingresar en la orden de la Merced, se dedicó a la remisión de los cautivos, llegando a quedarse como rehén cuando faltaba el dinero. La tradición cuenta que, en el momento de morir, a falta de sacerdote mientras iba de camino a Roma, a recibir el capelo cardenalicio, el mismo Cristo le administró el viático, premiando así su gran amor a la Eucaristía. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, reconozcamos en silencio nuestros pecados, y pidamos al Señor que tenga piedad de nosotros y que convierta nuestro corazón, para que, como san Ramón Nonato, sepamos amarle de verdad. Yo confieso... Colecta: Oh Dios, que has hecho admirable el celo de tu confesor san Ramón Nonato en la liberación de los fieles del poder de los paganos; concédenos por su intercesión que, libres de los lazos del pecado, obremos con libertad de espíritu lo que te es grato. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Sabiendo que la fuerza de Dios triunfa sobre nuestra debilidad, acudamos al Señor y pidámosle que mire con misericordia los sufrimientos, anhelos y esperanzas de todos los hombres.

1. Por el Papa N., los Obispos, los presbíteros y diáconos; para que sean incansables en la proclamación del Evangelio y muestren a todos los caminos de la salvación. Roguemos al Señor.

2. Por los que son llamados a seguir más de cerca a Jesús; para que como María experimenten la fuerza del Espíritu, y dejándolo todo le sigan. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de todos los pueblos; para que ejerzan su autoridad como un servicio, y contribuyan a la justa distribución de los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren sin fe, los que son marginados por su pobreza, los que están desesperados, los refugiados, encuentren a Dios a través de la presencia cercana y amiga de los cristianos. Roguemos al Señor.

5. Por los que celebramos a Jesús, nuestro Redentor: para que con espíritu de fe acojamos su Palabra y seamos portadores de consuelo, alegría y esperanza para cuantos nos rodean. Roguemos al Señor.

Dios Padre todopoderoso, que revelaste tu poder en el anonadamiento voluntario y en la resurrección gloriosa de tu Hijo; mira nuestras oraciones y concédenos lo que con fe te hemos pedido, para que cuando Él vuelva, nos halle preparados para el momento definitivo. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con esta Eucaristía, te hacemos presente, Señor, nuestra acción de gracias, implorando de tu misericordia que el Espíritu Santo mantenga siempre vivo el amor a la verdad en quienes han recibido la fuerza de lo alto. Por Jesucristo, nuestro Señor.