Ministerio de Sanidad y Consumo (2008) Prevencion de Los Problemas Derivados Del Alcohol.1...

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Prevención de los problemas derivados del alcohol

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  • Prevencin de losproblemas derivadosdel alcohol1 Conferencia de prevencin ypromocin de la salud en la prcticaclnica en EspaaMadrid 14 y 15 de junio de 2007

    SANIDAD 2008

    MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO

  • www.msc.es

    MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMOSecretara General TcnicaPaseo del Prado, 18 - 28014 MADRIDNIPO: 351-08-006-5Depsito Legal: M-15594 - 2008Imprime: Solana e Hijos, A.G.

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    DISEO GRFICO Y MAQUETACIN

    M. Rosario Bris Coello (Ministerio de Sanidad y Consumo)

  • Prevencin de losproblemas derivadosdel alcohol1 Conferencia de prevencin ypromocin de la salud en la prcticaclnica en EspaaMadrid 14 y 15 de junio de 2007

    MINISTERIODE SANIDADY CONSUMO

  • ndice

    7 1. CAPTULO I

    7 1.1. Justificacin

    8 1.2. Magnitud del problema

    8 1.2.1. Consecuencias Negativas Derivadas del Consumo de Alcohol12 1.2.2. Consecuencias Positivas Derivadas del Consumo de Alcohol: El Caso de

    la Enfermedad Isqumica del Corazn y las Enfermedades Cardiovascu-lares

    13 1.2.3. Carga de Enfermedad Asociada al Consumo de Alcohol14 1.2.4. Costes derivados de los Problemas Asociados al Consumo de Alcohol15 1.2.5. Situacin en Espaa15 1.2.5.1. Consumo de alcohol en Espaa15 1.2.5.2. Consumo per cpita18 1.2.5.3. Prevalencia de consumo en encuestas de salud28 1.2.5.4. Patrn de consumo Bing Drinking29 1.2.6. Dependencia del alcohol30 1.2.7. Costes econmicos en Espaa31 1.2.8. Mortalidad en Espaa relacionada con el consumo de alcohol

    39 2. CAPTULO II

    39 2.1. Definicin y Terminologa

    39 2.1.1. Definiciones y conceptos44 2.1.2. Trminos no recomendados46 2.1.3. Lmites de riesgo para poblaciones y circunstancias especiales47 2.1.4. Circunstancias en las que no se debera beber nada

    49 3. CAPTULO III

    49 3.1. Antecedentes y estado actual

    49 3.1.1. Organizacin Mundial de la Salud (OMS)53 3.1.2. Unin Europea55 3.1.3. Espaa

    61 4. CAPTULO IV

    61 4.1. Estrategias y mtodos en prevencin y promocin de salud.Polticas de alcohol

    61 4.1.1. Poltica de alcohol61 4.1.2. Poltica de Salud Pblica62 4.1.3. Promocin de la salud

    5PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 63 4.1.4. Estrategias preventivas64 4.1.5. Poltica impositiva y de precios66 4.1.6. Medidas que regulan la disponilidad fsica del alcohol68 4.1.6.1. Estrategias que Modifican el Contexto del Consumo70 4.1.6.2. Estrategias para Reducir la Conduccin Bajo los Efectos del

    Alcohol74 4.1.6.3. Estrategias para regular la promocin de bebidas alcohlicas76 4.1.6.4. Estrategias educativas y de persuasin79 4.1.6.5. Estrategias de prevencin indicada: intervenciones breves en los

    bebedores de riesgo

    83 5. CAPTULO V. EFICACIA, EFECTIVIDAD Y VIABILIDAD DE LAS POSIBLESINTERVENCIONES EN LA PRCTICA CLNICA

    83 5.1. Cribado del consumo de riesgo

    84 5.1.1. Mtodos para estimar el consumo de alcohol85 5.1.2. Cuestionarios de identificacin o cribado

    90 ANEXO I. AUDIT93 ANEXO II. AUDIT (C)94 ANEXO III. ALGORITMO

    95 5.2. Efectividad de las intervenciones breves

    95 5.2.1. El concepto de intervencin breve96 5.2.2. Efectividad de las intervenciones breves98 5.2.3. Intervenciones breves en otros niveles asistenciales (hospitales genera-

    les, servicios de salud laboral, urgencias, etc.)99 5.2.4. Efectividad de las intervenciones breves en diferentes subgrupos de

    poblacin99 5.2.5. Coste-Efectividad de las intervenciones breves

    100 5.2.6. Intervencin breve recomendada

    101 Algoritmo sobre la intervencin breve

    105 ANEXO IV.

    105 5.3. Interacciones del alcohol con los medicamentos

    105 5.3.1. Interacciones medicamentosas en la prctica clnica105 5.3.2. Mecanismo de produccin de interacciones entre alcohol y

    medicamentos106 5.3.3. Factores determinantes de la interaccin entre alcohol y medicamentos106 5.3.4. Principales interacciones entre alcohol y medicamentos107 5.3.5. La prevencin de las interacciones

    113 6. CAPTULO VI

    113 6.1. Consideraciones especiales sobre el tema

    119 BIBLIOGRAFA

    6 SANIDAD

  • 1. Captulo I

    1.1. Justificacin(Autor: Joan Ramn Villalb)

    Dentro del mercado, el alcohol tiene una serie de caractersticas que lo hacen muy espe-cial. Por un lado, se trata de un producto que ocupa un espacio relevante en el mercado,de curso legal, y cuyo uso est enraizado en nuestra cultura, con una fuerte presencia enla sociedad rural. Por otra parte, es responsable de un volumen importante de problemassociales y de salud, con un coste notable en sufrimiento, enfermedad y muerte evitables.Aunque la mayora de los consumidores de alcohol no sufran efectos adversos por su con-sumo, una parte que no se limita a las personas que desarrollan dependencia del alcoholson vctimas del alcohol, y esta situacin se extiende tambin a personas que no consumen(lesiones por accidentes de trfico, agresiones, etc.). Por todo ello, el alcohol es un pro-ducto peculiar, que pese a su curso legal debe ser objeto de regulacin y de intervencio-nes sanitarias.

    En el patrn actual de problemas de salud relacionados con el alcohol juega un papelcrucial el marketing agresivo de algunos operadores econmicos. ste se dirige a incremen-tar el consumo para mejorar sus cuentas de explotacin, de una forma bien distinta al com-portamiento tradicional de los productores vitivincolas. El marketing de los segmentos msagresivos de este mercado se dirige claramente a fomentar el consumo de jvenes y adoles-centes en espacios de ocio, y asociarlo a sus efectos psicoactivos y al xito social y sexual. Loscanales utilizados desbordan la clsica publicidad directa y usan estrategias innovadoras queincluyen el product placement en teleseries y el patrocinio de acontecimientos de intersjuvenil, especialmente los deportivos y musicales. Este marketing se acompaa de una estra-tegia planificada para evitar su regulacin, utilizando organizaciones pantalla en las queinvolucra a personalidades del mundo sanitario apelando a los beneficios modestos quepara algunas personas tiene el consumo de dosis bajas de alcohol.

    En la prctica clnica, los profesionales han de atender a un elevado nmero de per-sonas que sufren las consecuencias adversas del alcohol. En muchos casos, una interven-cin precoz hubiera podido evitar o al menos limitar estos problemas. En general, unaspolticas pblicas orientadas a reducir el consumo de alcohol en la poblacin plantearanbeneficios para la sociedad, aunque susciten resistencias previsibles por parte de los gru-pos de inters afectados. Para reducir el dao que hace el alcohol hace falta un esfuerzode los profesionales sanitarios, y tambin un esfuerzo social para adoptar y consolidarpolticas pblicas preventivas. Para ello es condicin previa una tarea de consenso entreprofesionales que siente las bases de este progreso. Es importante clarificar la terminolo-ga, alcanzar un consenso acerca de cmo medir y expresar las diversas dimensiones delproblema y sus tendencias, revisar la efectividad de las polticas y las intervenciones, iden-tificar obstculos y problemas, y acordar orientaciones para la prctica del profesional cl-nico. A todo ello va dirigido este documento.

    7PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 1.2. Magnitud del problema(Autores: Iaki Galn / Javier lvarez)

    En Espaa el consumo de bebidas alcohlicas est muy arraigado en los patrones culturales,utilizndose en una variedad de situaciones sociales. Las bebidas alcohlicas, particularmen-te el vino y la cerveza, son considerados productos de la agricultura y son una importantefuente de actividad econmica. Como ejemplo, en Espaa, el vino genera un negocio de 4.800millones de euros/ao lo que representa un 0,65% del Producto Interior Bruto (PIB).

    En los ltimos 30 aos se han dado pasos muy importantes en el conocimiento de losdaos que ocasiona, aunque tambin de sus potenciales beneficios, as como de los mecanis-mos que los originan. En pequeas dosis se pueden producir numerosas consecuencias nega-tivas, pero tambin el consumo de alcohol reduce el riesgo de ciertas enfermedades. Sinembargo, cuando su consumo es inadecuado, bien porque el volumen sostenido es excesivo,o se producen consumos agudos aunque se realicen de forma aislada,o se consume en peque-as cantidades en grupos o situaciones de alta vulnerabilidad (embarazadas, nios y adoles-centes, consumo de medicamentos, enfermedades, actividades que requieran mxima capaci-dad de concentracin y reaccin), se produce una amplia variedad de efectos negativos.

    1.2.1. Consecuencias negativas derivadas del consumo dealcohol

    La relacin entre el consumo de alcohol y sus consecuencias dependen del volumen dealcohol y del patrn de consumo, que van a modular los efectos a travs de mecanismosbioqumicos, de intoxicacin y dependencia1 Estos mecanismos coexisten numerosasveces. Los efectos bioqumicos, dependiendo de la cantidad de alcohol y patrn del con-sumo, pueden ser dainos o beneficiosos, y van a estar relacionados sobre todo con efec-tos crnicos a nivel individual. La intoxicacin va a estar ms relacionada con efectos agu-dos como la accidentabilidad, violencia y conflictos sociales. La dependencia, derivada deun consumo sostenido de alcohol tiene consecuencias tanto agudas como crnicas.

    De forma general los efectos van a depender de la dosis de alcohol ingerida, siendoen la mayora de las ocasiones una relacin lineal. Sin embargo, tambin se ha descrito for-mas de tipo exponencial. Situacin aparte es la relacin con la isquemia cardiaca, isque-mia cerebral y diabetes tipo II, con una forma de J, que dependiendo de la dosis pro-voca efectos beneficiosos y txicos (ser desarrollada ms adelante).

    El uso de alcohol se relaciona con un amplio rango de problemas de salud tanto fsi-cos como mentales (ms de 60 enfermedades) y sociales. A continuacin, se presenta deforma sinttica un resumen de las evidencias cientficas sobre el dao producido a nivelindividual, basadas principalmente en dos fuentes: El informe Global status report onalcohol 20042 y el documento Alcohol in Europe. A public health perspective3, que asu vez recopilan la evidencia cientfica de numerosos metaanlisis, revisiones y estudiosindividuales ms recientes.

    8 SANIDAD

  • Tabla 1. Efectos derivados del consumo de alcohol a nivel individual

    9PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Fuente: Anderson & Baumberg, 20063

    10 SANIDAD

  • Figura 1. Mecanismos que modulan la relacin entre el consumo de alcohol y sus efectos

    Fuente: Anderson & Baumberg, 20063

    Tabla 2. Riesgos relativos de enfermedades seleccionadas para diferentes niveles deconsumo de alcohol, segn sexo

    Fuente: Anderson & Baumberg, 20063

    11PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 1.2.2. Consecuencias positivas derivadas del consumo dealcohol: El caso de la enfermedad isqumica delcorazn y las enfermedades cardiovasculares

    Diversos estudios han sealado la relacin inversa entre la ingesta de bajas cantidades dealcohol y la enfermedad isqumica del corazn. Esta relacin se ha establecido en formade J, de tal forma que el menor riesgo de enfermedad isqumica del corazn (curvainferior de la J) se establecera entre las personas que tienen un consumo de pequeascantidades de alcohol, aumentando la morbimortalidad entre los abstemios y los consu-midores de mayores cantidades de alcohol.

    En el metaanlisis realizado por Corrao et al.4, el menor riesgo relativo de enferme-dad isqumica del corazn fue de 0,80 y la cantidad de alcohol con la que se asoci fue de20g/da. En este segundo supuesto, con un consumo entre 72 y 89 gramos/da de alcoholvolvera a obtenerse un riesgo relativo de 1. Consumos de alcohol superiores se asocia-ran a un efecto negativo sobre la enfermedad isqumica del corazn.

    Estos mismos autores estimaron en otra revisin ms reciente5 la relacin entre ladosis de alcohol y 15 enfermedades. Concluyeron que el riesgo de enfermedad hiperten-siva aumenta de forma dosis-dependiente desde las dosis mas bajas. En cuanto a otrasenfermedades cardiovasculares, se observ un riesgo relativo de 0.81 para la enfermedadisqumica del corazn y de 0.90 para la isquemia cerebral, con dosis de 25 gramos de alco-hol diario. Con un consumo de 50 gramos/da de etanol, slo se observara un posible efec-to beneficioso en relacin a la enfermedad isqumica del corazn. En la Tabla 2 se pre-sentan los riesgos relativos para diversas enfermedades segn niveles de consumo y sexo3.

    Tipo de bebida consumida. Un aspecto objeto de controversia es si el tipo de bebida influ-ye o no en este posible efecto beneficioso. Hoy en da se tiende a considerar que el posible efec-to protector del alcohol se presenta con el consumo de cualquier tipo de bebida alcohlica.

    Gnero: En varios estudios se seala el menor consumo de alcohol necesario en lamujer para obtener el mismo efecto protector que en el varn4,5,6 que podra ser debido ala distinta farmacocintica del alcohol entre hombres y mujeres7 y por una mayor suscep-tibilidad de la mujer a los efectos del alcohol tanto positivos como negativos8.

    Edad: El posible efecto protector del alcohol a nivel cardiovascular (enfermedadisqumica del corazn), no es el mismo para todas las edades. En los jvenes el riesgo demortalidad cardiovascular es muy bajo y las principales causas de muerte (accidentes detrfico, agresiones, suicidio, etc.) en esta franja de edad estn relacionados directamentecon el consumo de alcohol3.

    Se pueden generalizar los efectos positivos a todas las enfermedades cardiovasculares?

    Un aspecto que es preciso clarificar es que el posible beneficio del consumo de alco-hol se observa en relacin a la enfermedad isqumica del corazn, pero no en relacin aotros procesos como la enfermedad hipertensiva, altamente prevalente en la poblacin, lacardiomiopata alcohlica, o la taquicardia supraventicular (arritmias). Se ha descrito unposible beneficio del consumo de bajas cantidades de alcohol en relacin a la isquemiacerebral, pero no en relacin a otras patologas como la hemorragia cerebral o las varicesesofgicas (Tablas 1 y 2).

    Consecuentemente, extender el posible beneficio del consumo de alcohol de la enfer-medad isqumica del corazn al conjunto de enfermedades cardiacas, o de la enfermedadisqumica del corazn y la isquemia cerebral al conjunto de las enfermedades cardiovas-

    12 SANIDAD

  • culares, es incorrecto. Con frecuencia se generalizan estos posibles beneficios al conjuntode enfermedades cardiacas o cardiovasculares y no debera hacerse.

    Limitaciones de los estudios: Se ha sobreestimado el posible efecto beneficioso delalcohol en la enfermedad isqumica del corazn?

    La calidad de los estudios y distintos factores de confusin (consumo de tabaco, elconsumo de drogas ilegales, tipo de dieta, etc.) deben tenerse en cuenta a la hora de inter-pretar los resultados y antes de hacer ninguna recomendacin sobre las posibles ventajasdel consumo de alcohol en la proteccin cardiovascular4,9,10,11.

    Un reciente metaanlisis de 54 publicaciones9 sugiere que despus de analizar todoslos errores sistemticos realizados en dichos estudios, la proteccin cardiaca producidapor el alcohol puede haber sido sobreestimada.

    Los principales aspectos a tener en cuenta en nuestra opinin son los siguientes: El nivel de salud de la poblacin estudiada: En varios estudios cuando se conside-

    ra a los abstinentes no se especifica, si nunca han consumido alcohol, si son ex-alco-hlicos, o si han dejado de beber por la presencia de una enfermedad relacionadao no con el alcohol. Algunos autores9,12,13, han sugerido que el mayor riesgo deenfermedad o de mortalidad prematura en muchos abstinentes sera debido a queson personas que anteriormente han sido bebedoras y han dejado de beber al tenerms edad, o por tener una enfermedad relacionada o no con el alcohol, o por el usocrnico de medicacin. Cuando se han separado en algunos estudios, a ex-bebedo-res de abstinentes totales de por vida12,13 o a personas con una enfermedad pree-xistente, se ha encontrado que el posible efecto protector del alcohol es menor.Algunos estudios se han realizado en poblaciones con alto riesgo cardiovascular oen pacientes con enfermedad cardiovascular conocida14. Tambin se ha sealado11

    que las personas con mala salud seran abstinentes, evitando el alcohol pensandoque sera perjudicial para su salud, mientras que los bebedores moderados seranpersonas saludables que no tendran ningn miedo a beber alcohol.

    Factores personales y de estilo de vida: Es relativamente comn que en estos estu-dios no se tengan en cuenta ciertos factores de confusin tales como la clase social,el nivel educacional, el peso, el ejercicio, el fumar, etc.12,13,15 y sobre todo la dieta,muy importante en pases del rea mediterrnea en los que es habitual el consumode aceite de oliva, frutas y verduras frescas, as como pescado, que como es sabidoson importantes factores de proteccin de riesgo cardiovascular16.

    1.2.3. Carga de enfermedad asociada al consumo de alcohol

    El alcohol impone una fuerte carga sobre la sociedad en Europa. Desde el punto de vistade la salud el alcohol es responsable de 195.000 muertes al ao, aunque su efecto princi-palmente cardioprotector evita (retrasa) 160.000 muertes cada ao. Cuando se estudia losaos de vida perdidos y vividos con incapacidad ajustada por severidad (DALYs Disabi-lity-adjusted life years), el alcohol es responsable del 12% del total de DALYs en hom-bres y del 2% en mujeres. Ello convierte al alcohol en el tercer factor de riesgo slo pordetrs del tabaco y de la hipertensin arterial3.

    13PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Se estima que 23 millones de europeos/ao dependen del alcohol. Los jvenes sopor-tan de forma relativa una parte desproporcionada de esta carga ya que el alcohol originael 25% de la mortalidad en los varones y del 10% en las mujeres3.

    Mucho ms desconocida es la dimensin social del problema. Gran parte de los daosson sufridos por personas ajenas al propio bebedor. El consumo de alcohol es uno de losprincipales factores de riesgo de maltrato y descuido de los menores por los padres o per-sonas a su cargo; de violencia juvenil; de violencia a personas mayores; de violencia sexual;autoinflingida; colectiva; de violencia de pareja. En esta ltima, se ha discutido a menudoque el alcohol sea causa directa, basndose en la existencia de otros factores. Sin embar-go, hay suficientes evidencias que respaldan esta relacin: el consumo de alcohol afectadirectamente a las funciones cognitivas y fsicas y reduce el autocontrol; puede agravar lasdificultades econmicas, los problemas del cuidado de los hijos, la infidelidad y otros estre-sores familiares, generando tensin y conflictos conyugales e incrementar el riesgo de quese den actos violentos entre los miembros de la pareja. Por otro lado, ser vctima de la vio-lencia en una relacin puede conducir a beber alcohol como mtodo de afrontamiento17.

    Entre las estimaciones relacionadas con la dimensin social a nivel europeo, se inclui-ran 60.000 nacimientos de bajo peso, as como el 16% del maltrato o abandono infantil y5-9 millones de nios viven en familias con problemas de alcohol. Alrededor de 7 millo-nes de adultos refieren haberse involucrado en peleas cuando beban. El alcohol ocasionatambin 10.000 muertes por accidentes de trfico en personas distintas al conductor into-xicado3.

    1.2.4. Costes derivados de los problemas asociados alconsumo de alcohol

    Los costes tangibles del alcohol en Europa se han estimado en 125 billones de eurospara el ao 2003. Esta cifra equivale al 1,3% del PIB y es similar a los costes derivadosdel consumo de tabaco3. En la Figura 2 se describen los componentes de los costes tan-gibles.

    Los costes intangibles incorporan aquellos relacionados con el dolor, sufrimiento yprdida de vida derivados de los daos en salud y los problemas sociales originados por elalcohol, se estimaron en 270 billones de euros. Aunque estos costes no pueden ser aa-didos directamente a los costes tangibles, ofrecen una aproximacin ms cercana a los cos-tes totales derivados del consumo de alcohol.

    14 SANIDAD

  • Figura 2. Componentes de los costes tangibles (billones de euros) derivados del consumode alcohol en Europa, 2003

    Fuente: Anderson & Baumberg, 2006

    1.2.5. Situacin en Espaa

    1.2.5.1. Consumo de alcohol en Espaa

    La aproximacin al consumo de alcohol en una poblacin puede ser realizada de dos for-mas: analizando la disponibilidad a travs del mercado y, de forma directa, estimando indi-vidualmente el consumo a travs de encuestas de salud18.

    1.2.5.2. Consumo per cpita

    El consumo per cpita de alcohol como indicador de consumo tiene una serie de ventajas,entre las que destacan la gran disponibilidad de datos en diferentes pases, lo que permi-te realizar comparaciones internacionales, llevar a cabo estudios ecolgicos, y estudiar lar-gas series temporales.

    El consumo de alcohol absoluto por persona y ao se considera un indicador vlidopara la monitorizacin del consumo de alcohol en la poblacin, debido a que se asociafuertemente a la distribucin de bebidas alcohlicas. En concreto, el consumo per cpitade alcohol absoluto est relacionado con el porcentaje de bebedores excesivos de unapoblacin, segn el modelo descrito por Ledermann19 y Rose20 en el que la distribucin sedesplaza globalmente, tambin evidenciado en Espaa21. Por ello, el seguimiento de latendencia temporal del consumo per cpita de alcohol absoluto es una herramienta tilpara predecir cambios en la proporcin de bebedores de riesgo en la poblacin.

    Segn las estimaciones ms actuales de la Oficina Regional de la OMS para Euro-pa22, Espaa es el octavo pas con mayor consumo de alcohol de toda la regin europea

    15PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • (Figura 3). La tendencia muestra cambios importantes en las ltimas dcadas, como obser-vamos en la Figura 4, en la que se presenta la evolucin de este indicador en Espaa desdeel ao 1963 hasta el ao 2003. El mximo consumo se alcanz en el ecuador de la dcadade los setenta, para disminuir posteriormente, aunque en los ltimos aos se ha estabili-zado. Esta tendencia ha coincidido con modificaciones en las preferencias de los consu-midores, que han sustituido el vino como principal bebida alcohlica por la cerveza23

    (Figura 5). Es interesante destacar que, en general, este patrn tambin se ha producidoen otros pases del Sur de Europa, sobre todo en el caso de Francia e Italia que describenlos descensos ms notables; Grecia o Portugal muestran disminuciones ms recientes y demenor magnitud (Figura 6). Por otro lado, la evolucin observada en Espaa se ha pro-ducido tambin en el contexto de la Unin Europea, lo que pudiera interpretarse comouna tendencia a la homogeneizacin de los patrones de consumo en Europa, adems dela influencia de las polticas de control sobre el consumo de alcohol llevadas a cabo.

    A nivel nacional, otro dato complementario relacionado con la disponibilidad, loofrece el panel alimentario del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentacin, en el cualse estima la cantidad de alcohol consumido a partir de la cantidad comprada en el hogary fuera del hogar, y su contribucin al total de energa de la dieta. El 11% del total delgasto alimentario se dedica al consumo de bebidas alcohlicas, de las cuales tres cuartaspartes se realiza fuera del hogar. Este consumo representa alrededor del 6% del total dela energa diaria aportada por los alimentos24.

    Figura 3. Consumo total de alcohol en pases europeos, 2003. Consumo per cpita. Litrosde alcohol puro

    Fuente: World Health Organization. Regional Office for Europe European Health for all database (HFA-DB)

    16 SANIDAD

  • Figura 4. Consumo per cpita de alcohol puro. Espaa, 1963-2003

    Fuente: World Drink Trends 2005

    Figura 5. Consumo per cpita, segn tipo de bebidas. Espaa, 1963-2003

    Fuente: World Drink Trends 2005

    17PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Figura 6. Consumo per cpita de alcohol puro. Pases mediterrneos, 1970-2003

    Fuente: World Health Organization. Regional Office for Europe European Health for all database (HFA-DB)

    1.2.5.3. Prevalencia de consumo en encuestas de salud

    Internacionalmente se admite que la mejor forma de aproximarse al patrn de consumode bebidas alcohlicas en una comunidad, as como a sus factores determinantes, esmediante la realizacin de encuestas de base poblacional. stas, nos permiten caracterizarampliamente el problema, detectando aquellos grupos de poblacin con mayor riesgo.Adems, llevadas a cabo de forma peridica, son indispensables para la evaluacin de laefectividad de las polticas de salud puestas en marcha.

    Sin embargo, a pesar de su extraordinaria utilidad, no estn exentas de ciertas limi-taciones, como son la dificultad para conseguir muestras representativas de la poblacin,o el disear instrumentos de medicin vlidos y fiables. A ello hay que unir las dificulta-des inherentes al estudio de un aspecto que, como el consumo de alcohol, est amplia-mente arraigado en nuestra sociedad. Quizs por todo ello, las estimaciones de la preva-lencia del consumo de alcohol en la poblacin procedentes de encuestas, tienden a infraes-timar los datos proporcionados por las fuentes basadas en informacin sobre producciny venta de bebidas alcohlicas25.

    1.2.5.3.1. Poblacin de 15-64 aos

    En Espaa son de gran inters los datos aportados por las Encuestas Domiciliarias sobreDrogas, dirigidas a poblacin de 15-64 aos, y realizadas por la Delegacin del Gobiernopara el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consumo. La primera se

    18 SANIDAD

  • realiz en el ao 1995, repitindose con una periodicidad bienal. Los ltimos datos publi-cados hacen referencia a la encuesta realizada en el ao 200326, aunque existen ya datospreliminares de la encuesta 2005-200627. Los principales resultados desprendidos dedichas encuestas se presentan en la Tabla 3 :

    El alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva con un consumo ms extendidoentre la poblacin espaola. De hecho en el 2003, un 76,6% de la poblacin de 15-64 aos la haba consumido alguna vez en los ltimos 12 meses, un 64,1% en losltimos 30 das, un 48,2% todas las semanas en los ltimos 12 meses y un 14,1%diariamente en el mismo perodo.

    Las prevalencias de consumo son mucho ms elevadas entre los hombres que entrelas mujeres en todos los grupos de edad.

    El porcentaje de bebedores de riesgo, entendindose por tal a consumos superio-res o iguales a los 50 cc/da (equivalente a 40 g/da) en hombres y a los 30 cc/da(equivalente a 24 g/da) en mujeres, fue del 5,3% de la poblacin (7,4% de los hom-bres y 3,1% de las mujeres).

    Un 21,2% de los encuestados en el ao 2003 se haba emborrachado durante losltimos 12 meses con diversa frecuencia. La prevalencia en hombres (29,6%) fuems del doble que en mujeres (12,7%).

    El consumo de alcohol de forma aguda como las borracheras en los ltimos 12meses, es ms frecuente en la poblacin ms joven, mientras que el consumo regu-lar, especialmente en los hombres, es superior en edades medianas.

    Estos indicadores de consumo de alcohol, tanto en hombres como en mujeres, ascomo en los diferentes grupos de edad, permanecen estables a lo largo del perodo1997-2003 (Figura 7). Los datos provisionales de la encuesta 2005-2006, corroboranesta estabilidad.

    19PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 20 SANIDAD

    Tabla

    3.

    Pre

    vale

    ncia

    de c

    onsu

    mo d

    e a

    lcohol

    en p

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    gas

    1997

    -200

    326

  • Figura 7. Prevalencia del Consumo de Alcohol en poblacin de 15 a 64 aos. Espaa,

    1993-2007

    Fuente: DGPNSD. Encuesta Domiciliaria sobre Drogas 1997-2003

    1.2.5.3.2. Poblacin escolar de 14-18 aos

    Actualmente el fenmeno del consumo y abuso de alcohol por la poblacin juvenil haadquirido unas dimensiones alarmantes en nuestra sociedad, que en gran parte se debe alcambio en el patrn de consumo. El problema radica en el hecho de que los jvenes quebeben lo hacen en cantidades muy elevadas en cortos perodos de tiempo, lo que losanglosajones definen como patrn binge drinking. Consumos que se realizan preferen-temente fuera del hogar, siendo la va pblica un entorno cada vez ms habitual, lo quetambin conlleva problemas de orden pblico. Como consecuencia, tenemos una elevadafrecuencia de episodios de embriaguez en los adolescentes, hecho que forma ya parte dela cultura juvenil de alcohol, donde se busca sus efectos psicoactivos de forma rpida.

    21PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Segn la ltima encuesta a escolares de 14-18 aos publicada28, el alcohol sigue sien-do la sustancia ms consumida entre los jvenes de 14 a 18 aos (Tablas nmeros 4 y 5 yFigura 8).

    Un 80,6% declara haber consumido alcohol alguna vez, un 79,8% durante los docemeses previos a la entrevista y un 64% durante los treinta das previos.

    Se trata de consumos localizados fundamentalmente en el fin de semana: el 69,2%de los estudiantes que consumieron en los ltimos 30 das restringieron su consu-mo al fin de semana exclusivamente.

    El 13,1% de los hombres y el 11,5% de las mujeres son clasificados como bebedo-res de riesgo, utilizando los mismos puntos de corte que en la poblacin adulta.Adems, uno de cada 3-4 jvenes se ha emborrachado en el ltimo mes.

    A pesar de ello, slo un 9% tiene la percepcin de consumir mucho o bastantealcohol, es decir, la percepcin de este tema como problema de salud es muy bajaen la poblacin estudiada, y est disminuyendo si comparamos con encuestas deaos anteriores.

    La edad de inicio al consumo de alcohol se sita en los 13,7 aos. Hombres y mujeres muestran una prevalencia similar en cuanto al consumo de

    alcohol sin tener en cuenta la cantidad. Sin embargo, los chicos realizan ingestas demayor contenido alcohlico, lo que se traduce en una mayor prevalencia de borra-cheras o de bebedores de riesgo

    Las bebidas predominantes son las de alta graduacin, consumidas preferente-mente en lugares pblicos, con amigos y durante los fines de semana (viernes,sbado y domingo). Los lugares habituales de consumo son los bares, discotecas yla calle. As, el alcohol adquiere un papel fundamental como articulador del ocio ylas relaciones sociales de los jvenes.

    Se constata una intensa asociacin entre los consumos de alcohol, tabaco y cnna-bis, de modo que el uso de cualquiera de estas sustancias implica una alta probabi-lidad de consumo de las restantes.

    Durante el perodo 1994-2002, los indicadores de frecuencia de consumo en losltimos 12 meses y 30 das disminuyeron de forma consistente en todos los gruposde edad, mientras que la prevalencia de bebedores de riesgo permaneci relativa-mente estable. Sin embargo, en la ltima encuesta del 2004 se aprecia un ligero omoderado incremento respecto a los datos del 2002, aunque es prematuro inter-pretarlo como un cambio de tendencia, que en todo caso deber confirmarse conla encuesta del 2006.

    22 SANIDAD

  • 23PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

    Tabla

    4.

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    28.

  • Figura 8. Prevalencia del Consumo de Alcohol en poblacin de 14 a 18 aos. Espaa, 1994-2004

    Fuente: DGPND. Encuesta Estatal sobre uso de drogas en enseanza secundaria

    Tabla 5. Distribucin del consumo de alcohol segn tipo de bebida (proporcin de consumi-dores sobre total muestra)

    Fuente: DGPND. Encuesta Estatal sobre uso de drogas en enseanza secundaria 200428.

    24 SANIDAD

  • 1.2.5.3.3. Poblacin escolar de 11-15 aos

    Adems de la informacin facilitada por la Encuesta Estatal sobre el uso de drogas enenseanza secundaria, el estudio Health Behaviour in School Aged Children (HBSC)29

    tambin aporta informacin sobre consumo de alcohol entre los estudiantes espaoles. Setrata de encuestas peridicas realizadas con una metodologa similar en diversos paseseuropeos, acerca de diversos factores relacionados con los estilos de vida de los escolaresde 11 a 15 aos (en Espaa se ha extendido hasta los 18 aos). Se han realizado encuestasdesde 1985, siendo la ltima de ellas la de 2006, aunque todava no se dispone de datos deesta ltima. En la encuesta de 2001-2002 participaron 32 pases y en Espaa se realizaron13552 entrevistas.

    El modelo de consumo de alcohol entre los jvenes vara considerablemente entrepases, lo que refleja diferentes culturas en materia de bebidas alcohlicas. En Espaa, aligual que en los pases vecinos Francia y Portugal, el inicio del consumo es ms tardo y seproduce un porcentaje muy inferior de episodios de embriaguez respecto al promedioeuropeo (Figura 9).

    Figura 9. Prevalencia de consumo de alcohol en poblacin de 11 a 15 aos. Espaa y Euro-pa, 2002

    Fuente: HBSC (Health Behaviour in School Aged Children)

    25PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 1.2.5.3.4. Poblacin mayor de 64 aos

    Las personas mayores tienen ms susceptibilidad a los daos que origina el alcohol. Porun lado, su tolerancia tiende a decrecer como consecuencia de una mayor concentracinen sangre debido al menor volumen corporal de agua, especialmente a partir de los 70aos; en relacin con esto, puede estar reducida tambin la tolerancia neurolgica; porotra parte, las personas mayores toman frecuentemente medicacin, la cual puede inter-actuar con el alcohol (ver apartado de interacciones con medicamentos de este documen-to); asimismo el riesgo de cadas se incrementa en las personas mayores, riesgo queaumenta considerablemente en caso de intoxicacin.

    No es frecuente disponer de informacin sobre el consumo de alcohol en estas edades,ya que muchos de los estudios dirigidos a poblacin adulta tienden a excluir a los mayoresde 65 aos. En Espaa, la Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud, des-arrollada por el Instituto Nacional de Estadstica en 199930, nos aporta informacin de loshbitos de consumo en mayores de 65 aos. En la Figura 10 podemos observar las preva-lencias para diferentes umbrales de consumo. Basado en el recuerdo de la ingesta de alco-hol en la ltima semana, el 27,3% consumi alguna bebida alcohlica, un 18,3% en cantida-des bajas (hasta 175 cc de alcohol puro/semana), un 8,3% entre 176 y 525 cc y un 0,8% porencima de estas cantidades. Globalmente el consumo es inferior respecto a edades ms jve-nes pero las diferencias entre hombres y mujeres son mucho ms elevadas.

    Figura 10. Prevalencia de consumo de alcohol en poblacin mayor de 64 aos. Espaa, 1999

    Fuente: Instituto Nacional de Estadstica. Encuesta de Discapacidades, Deficiencias y Estado de Salud 1999

    26 SANIDAD

  • 1.2.5.3.5. Mujeres en edad frtil

    En Espaa se dispone de escasa informacin sobre los hbitos de consumo de alcoholdurante el embarazo. Quizs, la fuente de informacin ms importante proviene del Estu-dio Colaborativo Espaol de Malformaciones Congnitas (ECEMC). En este estudio,puesto en marcha en 1977 bajo el diseo de un estudio de casos y controles, puede consi-derarse que los controles (26277) representan una aproximacin muestral poblacional delas gestantes espaolas. Durante el periodo1977-2001, el 16,6% reconocieron ingerir bebi-das alcohlicas durante la gestacin. Las principales conclusiones son el descenso globaldel consumo de alcohol durante el embarazo, aunque no se aprecian grandes cambios enel consumo de cantidades elevadas31.

    De una reciente investigacin realizada en Suecia y en Espaa sobre mujeres emba-razadas y hbitos de consumo de alcohol, en colaboracin con el Ministerio de Sanidad yConsumo, se desprende la siguiente informacin:

    En trminos generales, y aunque las muestras estudiadas no sean representativasde la poblacin femenina a nivel nacional, s nos muestran la existencia de dife-rencias en las prevalencias de consumo entre las mujeres en edad frtil de Esto-colmo (con un 95,4% de consumidoras habituales) y de Madrid (71%).

    Diferencias que tambin se traducen en los consumos peligrosos o dainos detec-tados durante el ao anterior al embarazo, que se sitan en un porcentaje del 17%de las mujeres encuestadas en Estocolmo, frente al 3,3% de las mujeres encuesta-das en Madrid.

    Aunque en ambas investigaciones se detecta una reduccin muy importante en elconsumo de alcohol durante el embarazo, se mantiene un consumo regular de alco-hol en un porcentaje significativo (30% de las embarazadas en Estocolmo y 24%en Madrid), lo que nos indica la necesidad de seguir interviniendo en esta rea, sen-sibilizando y promoviendo el conocimiento de las mujeres del efecto perjudicialdel alcohol antes de que estn embarazadas y fomentado la intervencin del pro-fesional sanitario en este mbito.

    Evidentemente, el proceso de cambio de hbitos de salud es largo y complejo. En unestudio realizado en mujeres embarazadas, en 1996, en el marco del Programa de Epide-miologa Aplicada de Campo, y realizado en el rea Sanitaria V de la Comunidad deMadrid, se observ un cambio de actitud positivo en el 29% de las consumidoras habi-tuales, las cuales pasaron al grupo de abstinencia absoluta.

    Como dato ms significativo sealar que las principales variables que los autoresencontraron asociadas al abandono del consumo de alcohol durante el embarazo, y quecoinciden con otros estudios realizados en mbito internacional, fueron: ser primparas,probablemente por una mayor sensibilizacin a los posibles efectos del alcohol y otrassustancias sobre el feto; y principalmente, la cantidad de alcohol consumida con anterio-ridad al embarazo, hecho que puede reflejar ciertos niveles de adiccin que dificultanlos procesos de supresin de hbitos poco saludables.

    27PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 1.2.5.4. Patrn de consumo Binge Drinking

    Quizs uno de los cambios ms importantes en la perspectiva actual del abordaje a losproblemas relacionados con el alcohol, ha sido la incorporacin del patrn de consumoasociado al concepto de intoxicacin y las consecuencias agudas sociosanitarias que gene-ra32.

    El patrn de consumo de alcohol binge drinking se caracteriza por la ingesta degrandes cantidades de alcohol durante un breve periodo de tiempo (una sesin de bebi-da), en la que se produce algn grado de prdida de control33. Dado que su ingesta regu-lar es habitualmente moderada, no es posible detectar a la mayora de estos bebedores siconsideramos nicamente el volumen promedio. Esto explica que este grupo de riesgopermaneciese oculto hasta la incorporacin del patrn de consumo como un importan-te indicador en los estudios sobre alcohol, por lo que su investigacin es bastante msreciente que la del consumo excesivo regular, aunque su impacto sociosanitario sea muyimportante34,35.

    Las consecuencias de la ingesta masiva de alcohol se asocian principalmente a efec-tos negativos agudos, como lesiones accidentales, intoxicaciones etlicas, lesiones por vio-lencia, conductas sexuales de riesgo, problemas laborales o alteraciones cardiacas agu-das1,10,36,37. Los efectos a largo plazo, mucho menos conocidos en este patrn de consumo,se relacionan con un incremento del riesgo de mortalidad general y cardiovascular en par-ticular38,39.

    En Espaa disponemos de escasa informacin de este patrn de consumo, no dispo-niendo de datos a nivel estatal. En la Comunidad de Madrid, el SIVFRENT (Sistema deVigilancia de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles) monitoriza con basepoblacional este indicador desde 1996 tanto en adultos como en adolescentes. En la pobla-cin adulta (muestra de 2000 personas/ao de 18 a 64 aos), se define como el consumode 8 y 6 unidades de alcohol en hombres y mujeres, que teniendo en cuenta la referenciade la unidad estndar en Espaa (10 g)40 seran 80 y 60 g en una sesin de bebida; en jve-nes (muestra de 2000 escolares/ao de 4 de ESO, 15-16 aos) seran 60 g para ambossexos.

    En el 200541, un 9,9% de la poblacin adulta de 18 a 64 aos realiz un consumo exce-sivo en una misma sesin de bebida en los ltimos 30 das. La prevalencia fue casi 2 vecesms frecuente en hombres que en mujeres, incrementndose hasta un 23,6% en el grupode edad ms joven. Sin embargo, el binge drinking no es exclusivo de la poblacin juve-nil ya que tambin afecta a un 6,8% de las personas de mediana edad. Este consumo hadisminuido en hombres un 16%, mientras que ha aumentado en mujeres un 9% (Figura10).

    En escolares de 15 a 16 aos42 este tipo de consumo se eleva al 35,5%, siendo ligera-mente ms frecuente en los hombres que en las mujeres (38,8% frente al 32,1%). La ten-dencia describe desde 1997 un descenso moderado de la prevalencia de este indicador(Figura 11).

    28 SANIDAD

  • Figura 11. Prevalencia de binge drinking en poblacin de 18 a 64 aos y 15 a 16 aos.Comunidad de Madrid 1996-2005

    Fuente: SIVFRENT. Instituto de Salud Pblica. Consejera de Sanidad y Consumo. Comunidad de Madrid

    1.2.6. Dependencia del alcohol

    Realizar una aproximacin a la magnitud de la dependencia del alcohol con base pobla-cional es una tarea tremendamente compleja. El test de CAGE, aunque inicialmente esta-ba diseado para realizar cribado de dependencia alcohlica en la poblacin clnica, tam-bin ha sido utilizado en poblacin general a travs de encuestas de salud43. Su interpre-tacin abarca no slo la dependencia sino el consumo de riesgo, as como los trastornospor alcohol. La validez interna del test, midiendo dependencia, tiene una sensibilidad del67% y una especificidad del 98%44 en poblacin general (sus caractersticas en el mbitoclnico sern descritas en otro apartado de este documento).

    En la Tabla 6 se pueden observar los resultados de la utilizacin del CAGE pobla-cional y en atencin primaria (con base clnica poblacional) para describir su prevalencia.La Encuesta de Salud del Pas Vasco del 200245, el SIVFRENT 2004 en la Comunidad deMadrid39 y una encuesta de salud especfica en Castilla y Len en 200446, han incluido esta

    29PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • medicin utilizando un punto de corte de 2 o ms preguntas positivas. La frecuencia msalta se obtuvo en la Comunidad de Madrid con un 10% del total de entrevistados conCAGE positivo, seguido de Castilla y Len con un 8% y ms alejado el Pas Vasco con un3,9%.

    En atencin primaria, la Comunidad de Madrid47 y el Pas Vasco48 realizaron a media-dos de los noventa una encuesta que inclua el test de CAGE en pacientes que realizabandemanda sanitaria en atencin primaria a travs de las Redes de Mdicos Centinela. Lasestimaciones, teniendo en cuenta las diferencias de edad entre las poblaciones encuesta-das, no son muy diferentes: en el 10-15% de toda la poblacin que demand asistencia aeste nivel asistencial, se detect positivo el test de CAGE Tabla 6.

    Tabla 6. Estimaciones del test de CAGE positivo* en encuestas de base poblacional y aten-cin primaria

    *2 o ms preguntas positivas

    1.2.7. Costes econmicos en Espaa

    Los escasos estudios sobre el coste de los problemas derivados del consumo de alcohol ennuestro mbito geogrfico, cifran su impacto econmico en alrededor de 3.800 millones deeuros/ao, con datos correspondientes a 199649. Este valor est calculado a partir de loscostes directos (1400 millones de euros) e indirectos por absentismo laboral y reduccinde la eficiencia (2.400 millones de euros), pero no estn incluidos los costes derivados dela atencin de consultas externas hospitalarias, las indemnizaciones por muerte e invali-dez a causa de accidentes, los costes del sndrome alcohlico fetal, el de los aos poten-ciales de vida perdidos, as como los aos potenciales de vida productiva perdidos. Por ello,el impacto econmico real debera superar esta cifra ampliamente.

    30 SANIDAD

  • 1.2.8. Mortalidad en Espaa relacionada con el consumode alcohol

    Cuantificar la mortalidad provocada por el consumo de alcohol es una tarea que presen-ta grandes dificultades. Existen diferencias muy notables en los mtodos de estudio, lacuantificacin de los riesgos no est tan consensuada como por ejemplo en el caso deltabaco y todava existe controversia sobre la incorporacin o no de la fraccin protectoraasociada a consumos bajos de alcohol.

    Recientemente los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de los Esta-dos Unidos han revisado la metodologa para el clculo de la mortalidad relacionada conel alcohol50,51 que estaba basada hasta el momento en estudios de series de casos. Para elclculo de las defunciones atribuibles se ha utilizado la metodologa del National Centrefor Chronic Disease Prevention and Health Promotion mediante el software Alcohol-related disease impact system (ARDI)52, que utiliza las fracciones atribuibles para cadauna de las patologas especficas relacionadas con el alcohol. Para las enfermedades quepor definicin se deben al alcohol la fraccin atribuible es 1, para las defunciones por cau-sas externas, cirrosis heptica inespecfica y varices esofgicas las fracciones atribuiblesvienen dadas por estimaciones directas de series de casos, y para el resto de las patolog-as se calculan a travs de los riesgos relativos. El metaanlisis de Corrao53 proporciona losriesgos relativos del cncer de prstata, isquemia cerebral y la hemorragia cerebral, y losestudios de cuantificacin de la morbilidad y mortalidad causada por sustancias de abusode English54 los del resto de las enfermedades crnicas y cnceres.

    Siguiendo la metodologa propuesta por los CDC, en el ao 2005 el Ministerio deSanidad y Consumo, a travs del Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Univer-sidad de Valladolid55, ha realizado un estudio de la mortalidad atribuible al consumo dealcohol en Espaa, as como de la mortalidad prematura, para el perodo 1999-2004. Elestudio se inicia en el ao 1999 porque es en ese ao cuando se produce en Espaa uncambio en la codificacin de la mortalidad, realizndose de acuerdo a la 10. revisin dela Clasificacin Estadstica Internacional de Enfermedades y Problemas relacionados conla Salud. Los resultados que se presentan a continuacin corresponden a la estimacin delas fracciones atribuibles teniendo en cuenta niveles de consumo medios y altos (1,9 o msunidades estndar de bebida/da para hombres y mujeres en las causas en las que se utili-za los riesgos relativos del metaanlisis de Corrao; 3,1 y 1,6 o ms unidades estndar/daen hombres y mujeres respectivamente, para los riesgos relativos adaptados de English).

    Tal y como se presenta en la Tabla 7, el nmero de muertes relacionadas con el con-sumo de alcohol en el 2004 fue de 8391, lo que supone un 2,3% del total de muertes acae-cidas en ese ao y una tasa de 19,4 fallecidos por cien mil habitantes. El nmero de defun-ciones es mayor en la poblacin masculina, con una razn hombre/mujer de 3 a 1. Estaproporcin atribuible es inferior a las estimadas en otros estudios realizados en Espaapreviamente56,57,58,59, debido a la incorporacin de la nueva metodologa de anlisis y aldescenso gradual de las muertes atribuibles (Figura 12).

    31PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Figura 12. Mortalidad atribuible al consumo de alcohol, segn sexo. Espaa, 1999-2004

    Fuente: Ochoa et al, 2006

    Cuando se analiza la mortalidad relacionada con el consumo de alcohol diferencian-do entre causas agudas y crnicas, puede observarse que tienen mayor peso las causas cr-nicas que las agudas: Las causas crnicas representan aproximadamente el 60% y las cau-sas agudas el 40%. En ambos casos la relacin hombre/mujer es aproximadamente de 3 a1 (Figura 13).

    Figura 13. Mortalidad atribuible al consumo de alcohol por causas agudas y crnicas, segnsexo. Espaa, 2004

    Fuente: Ochoa et al, 2006

    32 SANIDAD

  • En la Figura 14 se presenta el peso de los diferentes grupos de enfermedades en elconjunto de la mortalidad relacionada con el alcohol. Como puede observarse, las enfer-medades digestivas es el grupo que contribuye con el mayor nmero de fallecimientos. Lasegunda y tercera causa corresponden a los accidentes intencionales y no intencionales.

    Figura 14. Mortalidad atribuible al consumo de alcohol por grupos de causas. Espaa, 2004

    Fuente: Ochoa et al, 2006

    El anlisis de la mortalidad prematura -aos de vida potencialmente perdidos hastalos 70 aos-, muestra que la media de aos de vida potencialmente perdidos en el 2004 fuede 22,6, con una tendencia ligeramente descendente desde 1999 (Figura 15). A diferenciade la mortalidad general, el impacto de las causas agudas sobre este indicador es sensi-blemente mayor, contribuyendo con el 68% de toda la mortalidad prematura (Figura 16).

    Figura 15. Mortalidad prematura atribuible al consumo de alcohol, segn sexo. Espaa,1999-2004

    Fuente: Ochoa et al, 2006

    33PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Figura 16. Mortalidad prematura atribuible al consumo de alcohol por causas agudas ycrnicas, segn sexo. Espaa, 2004

    Fuente: Ochoa et al, 2006.

    Tabla 7. Causas de mortalidad relacionadas con el alcohol. Fracciones atribuibles y morta-lidad debida al alcohol, segn sexo. Espaa, 2004

    34 SANIDAD

  • 35PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 36 SANIDAD

    * Las fracciones atribuibles varan por rango de edad

    Fuente: Ochoa et al, 200653

  • Puntos clave

    El consumo de alcohol se asocia negativamente con ms de 60 enfermedades tantode tipo fsico como mental, as como con numerosos problemas sociales, que afectana personas ajenas al propio bebedor y tienen en la violencia una clara repercusin..Muchos de estos efectos se producen incluso a dosis muy bajas, por lo que en la actua-lidad no hay una dosis de consumo que sea segura o que produzca un efecto benefi-cioso neto sobre la salud a nivel poblacional.

    La informacin disponible a nivel estatal sobre el consumo de alcohol y los proble-mas derivados, es insuficiente. Faltan datos sobre el patrn de consumo, dependenciay conductas de riesgo, as como sus consecuencias principalmente de tipo agudo.

    Espaa se sita a la cabeza de consumo de alcohol en Europa. Despus de alcanzarun mximo durante la segunda mitad de los aos setenta, descendi posteriormentepara estabilizarse en los ltimos aos. En la poblacin adolescente puede haber uncambio de tendencia muy reciente con un incremento del consumo, que habr queconfirmar en un futuro.

    Recomendaciones

    1. Sera conveniente la realizacin de una encuesta nacional sobre alcohol, que estima-ra con base poblacional los principales indicadores relacionados con el consumo sos-tenido, patrn de consumo, dependencia, conductas de riesgo y problemas asociados;as como un estudio que evale de forma actual el impacto econmico que genera.

    2. Complementariamente sera recomendable realizar un mayor esfuerzo por homoge-neizar la medicin de los indicadores e integrar la informacin disponible, aprove-chando mejor las bases de datos existentes.

    3. Consideramos conveniente tambin la estimacin de la dependencia de consumo dealcohol en poblacin clnica con base poblacional. Para ello, se podra utilizar laestructura de las Redes de Mdicos Centinela de las Comunidades Autnomas.

    4. La Organizacin Mundial de la Salud lanz el mensaje ALCOHOL:CUANTOMENOS MEJOR. Con este mensaje se pretende transmitir la idea de que no exis-te un lmite estricto en relacin al nivel de consumo de alcohol a partir del cual steempieza a ser perjudicial para la salud, pero que en cualquier circunstancia cuantamenos cantidad de alcohol se consuma mejor. En nuestra opinin este es el mensajeque los profesionales sanitarios debemos transmitir tanto a la poblacin generalcomo a nuestros pacientes.

    37PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • 2. Captulo II

    2.1. Definicin y Terminologa(Autores: Alicia Rodrguez-Martos y Beatriz Rosn)

    2.1.1. Definiciones y conceptos

    Existe una amplia variedad de trminos para describir el consumo de alcohol y sus con-secuencias. Algunos de stos no tienen una definicin claramente establecida, aunque suuso se haya ido implantando por rutina. En este borrador se revisan de forma crtica yresumida los trminos aceptados por la OMS60,61 y su adaptacin a la prctica clnica. Asi-mismo, sealaremos aquellos trminos que conviene abandonar por ser confusos e inclu-so peyorativos. La clasificacin diagnstica y la descripcin de los patrones es importantetanto para determinar la gravedad del riesgo o trastorno y su pronstico, como para defi-nir el tratamiento apropiado62.

    Alcohol: en este contexto, se refiere al etanol (C2H5OH) y por extensin a todas lasbebidas que lo contienen60. En Espaa, se considera bebida alcohlica toda aquella quetiene 1,2 grados de alcohol o ms. Esta es la definicin que se usa con fines impositivos.De ah que sea legal denominar como bebidas sin a las que tienen un contenido infe-rior. Por supuesto, los pacientes alcohlicos no deben beberlas porque a ellos cualquiercantidad de etanol puede provocarles una recada.

    La Unidad de Bebida Estndar (UBE) ha sido evitada en los estudios epidemiolgi-cos internacionales, dada la variabilidad en gramos de alcohol en diferentes pases (EnEEUU y Canad se acerca a los 14 g, en Europa y Australia est en torno a los 10 g y enel Reino Unido se le asigna un valor de 8 g). La cuantificacin en forma de UBEs se mues-tra sin embargo muy til en la prctica clnica, permitiendo una cuantificacin rpida yfcil del consumo y su conversin en gramos de alcohol puro.

    El valor de la UBE en Espaa63 se establece en 10 g de alcohol y equivale a una: 1 copa de de vino o cava (100ml) 1 cerveza (250 ml), copa de licor (25 ml). La cuantificacin del consumo en UBEs facilita el trabajo asistencial y sera actual-

    mente el mtodo de referencia.

    Niveles y categoras de consumo

    El informe El Alcohol en Europa64, como la literatura cientfica en general, suelenreferirse a niveles de consumo en gramos de alcohol (no en ml, dado que el peso espec-fico del etanol es 0,8, que es el contenido en peso que hay en un volumen de 1 ml).

    39PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Sin embargo, ltimamente la OMS prefiere clasificar los consumos por categoras65,especialmente para estudios epidemiolgicos, ordenadas segn el nivel de consumo al da,diferenciada segn el sexo y considerando los abstemios como una categora aparte.

    Clasificacin, tomada de Anderson & Baumberg (5).

    Abstemio

    En un sentido puro, abstemio es quien nunca ha consumido ni consume alcohol. Aefectos epidemiolgicos, se consideran abstemias actuales aquellas personas que no hanconsumido alcohol en los ltimos 12 meses. Esto puede no coincidir con la auto-descrip-cin como abstemio61. As, en nuestro medio, alguien que beba espordicamente en acon-tecimientos sociales puede definirse a s mismo como abstemio cuando, en realidad, es unbebedor espordico.

    Desde el punto de vista clnico, el paciente dependiente del alcohol que no bebe debe-ra catalogarse como abstinente o con una dependencia en remisin.

    Consumo de riesgo

    Es una pauta de consumo de alcohol que aumenta el riesgo de consecuencias nocivaspara el bebedor y para terceros. Este concepto, que suele referirse a consecuencias para lasalud, aunque algunos incluiran consecuencias sociales, no est recogido en ningnmanual de clasificacin de enfermedades (CIE o DSM) porque no se refiere a ningunadolencia existente. Sin embargo, tiene relevancia desde el punto de vista de la salud pbli-ca y es empleado por la OMS60.

    El riesgo 0 no existe, sino que progresa en funcin del nivel de consumo y todava nose ha llegado a consensuar un dintel de validez y aceptacin universal (las diferencias sonmenores y especialmente consistentes en considerar que los dinteles cuantitativos pro-puestos como igual o ms de o ms de). Sin embargo, suele cuantificarse como con-sumo de riesgo65,66,67,68,69 la ingestin media habitual de:

    > 20-24 g /d, en la mujer (>170 g/ semana), y de> 40 g /d, en el hombre (>280 g/ semana)Es importante registrar el consumo por das y por semanas, dado que, en el caso de

    un bebedor intermitente, un total semanal bajo puede coexistir con una cantidad de ries-go, en los das u ocasiones en que consume.

    40 SANIDAD

  • Teniendo en cuenta estos 3 parmetros, en Europa, se considera consumo de riesgola ingestin de:

    En mujeres y personas mayores de 65 aos

    >2 -2,5 UBEs al da, 17 UBEs por semana o 4 UBEs o ms por ocasin de consumo con-centrado

    En varones

    >4 UBEs al da, 28 UBEs por semana o 6 UBEs o ms por ocasin de consumo con-centrado.

    La gua clnica norteamericana70 considera consumo de riesgo 5 (70 g) o ms consu-miciones /da o 15 (210 g) o ms a la semana, en el caso de los varones, y de 3 (42 g) o msal da o bien 8 (112 g) o ms por semana, en las mujeres.

    Por lo que respecta al consumo concentrado, aunque cualquier frecuencia se estimade riesgo71, ste se incrementa cuanto ms regulares son estos picos de consumo.

    Debemos destacar que estos lmites no se aplican a nios, adolescentes, mujeres emba-razadas, personas que toman medicacin que interacciona con el alcohol, personas que desa-rrollan actividades que requieran concentracin, habilidad o coordinacin (ej., conduccin) ocon comorbilidades que puedan verse afectadas por el consumo de alcohol (diabetes, hepati-tis C, etc.). Para todos estos grupos la recomendacin es la abstinencia72. Ver ms adelante.

    Dado que el dao producido es en general directamente proporcional al nivel de con-sumo, podra establecerse una gradacin de riesgos paralela a las categoras de consumoantes citadas, donde los niveles I, II, y III de consumo se corresponderan respectivamen-te con niveles de riesgo bajo, medio y alto. Cuando se habla simplemente de consumidorde riesgo, sin ms etiquetas, nos estamos refiriendo al nivel II de consumo y de riesgomedio (> 20-24 g /d en la mujer y > 40 g /d, en el hombre), el que adems definira el cri-terio o umbral para una intervencin73,74.

    Dependencia del alcohol

    Conjunto de manifestaciones fisiolgicas, de conducta y cognitivas que se desarrollantras el consumo repetido de la sustancia y que tpicamente incluyen un fuerte deseo deconsumir, dificultad en controlar el uso (se consume ms o durante ms tiempo del dese-ado o existen intentos infructuosos de abandonar la sustancia), persistencia en el consu-mo a pesar de consecuencias negativas, reduccin o abandono de actividades sociales, ocu-pacionales o recreativas para consumir o como consecuencia del consumo, aumento de latolerancia, aparicin de sntomas de abstinencia o consumo para evitar los sntomas.

    Trastorno por alcohol

    El trmino engloba la intoxicacin aguda, el consumo perjudicial, la dependencia, elsndrome de abstinencia, el sndrome de abstinencia con delirium, el trastorno psictico yel sndrome amnsico60.

    41PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Intoxicacin

    Se puede definir como un estado de alteracin funcional psicolgica y psicomotora,de duracin ms o menos breve, secundario a la presencia de alcohol en el organismo60.

    Intoxicacin no es sinnimo de binge drinking, aunque este ltimo suela implicar un cier-to nivel de intoxicacin.

    Binge drinking

    Se trata de un patrn de consumo para el cual no existe an ni un trmino ni unadefinicin nica y consensuada, pero que se ha relacionado con dao secundario en dife-rentes estudios epidemiolgicos. Uno de los objetivos de esta conferencia ser consensuaruna definicin para esta forma de consumo. De ah que se aporte la informacin disponi-ble, a partir de la cual se proponen una denominacin y una definicin del concepto comobase para su ulterior discusin.

    En la literatura anglosajona, donde esta pauta es habitual, se habla sobre todo debinge drinking, que significa atracn de bebida, aunque tambin se usa el trmino episo-dic heavy drinking o consumo excesivo episdico; aunque heavy se traducira por abun-dante, indicando un gran consumo, la traduccin coloquial sera excesivo o abusivo,siendo cualquiera de los adjetivos citados ambiguos por naturaleza y no recomendables.

    Podramos proponer una nomenclatura espaola, que tuviera en cuenta los aspectosms destacados de las definiciones propuestas, que se comentan a continuacin.

    Entre las alternativas, estaran: atracn, consumo excesivo episdico, consumo agudoepisdico, consumo agudo concentrado o episodios de consumo intensivo. A nuestro jui-cio, la propuesta ms adecuada sera la ltima, al ser la que mejor reflejara el conceptohabitualmente aceptado de consumo intensivo en poco espacio de tiempo y su carcterepisdico, como opuesto al regular.

    La definicin cuantitativa del binge es la consumicin de un determinado nmero deconsumiciones (5 o ms en el mbito norteamericano; 6 o ms en Europa), en funcin delvalor en gramos de la consumicin. Sea cual fuere el valor de sta, el binge se definiracomo la ingestin de al menos 60 g de alcohol (6 UBEs, en Espaa) en una ocasin de con-sumo75. Los britnicos se refieren a una cantidad doble del lmite diario recomendado porel Departamento de Salud (3-4 unidades al da para el hombre y 2-3, para las mujeres =64 g, en el hombre y 48, en la mujer)76.

    En cuanto a la definicin de ocasin de consumo, tampoco existe unanimidad.Suele referirse a pocas horas (en general un par), pero puede incluir hasta un da com-pleto77. Cuando se consume de forma sostenida, podra hablarse de una sucesin de bin-ges o binges encadenados.

    Lo ms importante sera la concentracin del consumo en un corto perodo de tiem-po que lleva al sujeto a un grado variable de intoxicacin. El NIAA78 considera que unbinge es un consumo de alcohol que deriva en una alcoholemia de 0,8 g /l o superior y esti-ma inadecuados criterios meramente cuantitativos que ignoren esta concentracin delconsumo, aunque se estima que ste se obtiene con una ingestin de 4/5 o ms consumi-ciones, segn se trate de la mujer o el hombre, en dos horas79. El Eurobarmetro definelos binges como beber hasta la intoxicacin, que estiman debe tener lugar con 2,8 l de cer-veza, 1 botella de vino (72 g) o 5 tragos de licor en una sola ocasin de consumo64.

    42 SANIDAD

  • Teniendo en cuenta que la alcoholemia alcanzada depende de los gramos ingeridos,el gnero, los kilos de peso y de estar o no en ayunas, para alcanzar una alcoholemia de0,8 g/l se necesitara ingerir entre 40 y 60 g, en el caso de un varn de 70 kilos. Dado queel coeficiente de etiloxidacin es de 0,10-0,15 g/l/h, se necesitan entre una y dos horas paraeliminar una UBE; por tanto, el consumo unos de 5 g por hora no sera acumulativo, peros un consumo superior: por ej., consumir 2 UBEs (1 cubata), genera una alcoholemia de0,41 g/ l; al cabo de 1 hora, habr descendido a 0,30 aproximadamente. Una nueva inges-ta de 2 UBEs representar alcanzar los 0.71 g/l. Si el individuo bebe 2 UBEs ms al cabode otra hora, alcanzar una alcoholemia de 1,1; para mantener una alcoholemia alcanza-da de 0,8, habra que ir reiterando las consumiciones a razn de 1 UBE por hora. Unaalcoholemia de 0,8 se correspondera con una intoxicacin clnica ligera (excitacin oeuforia, pequeos trastornos motores).

    La persona alcoholizada que pasa el da embriagada no sera un binge drinker; encambio, s lo sera quien incurre en episodios de gran consumo concentrado en pocashoras, ya se trate de personas que no beban entre los episodios o de bebedores habitualesde menor o mayor cantidad de alcohol, que incurren peridicamente en episodios deingesta abundante y concentrada. El carcter episdico de tales consumos no debe con-fundirse con el patrn de bebedor compulsivo episdico o dipsmano (psilon, en la tipo-loga de Jellinek,80, con frecuencia acompaado de comorbilidad psiquitrica.

    Otro aspecto a tener en cuenta es la frecuencia de estos episodios, habindose pro-puesto los dinteles de 100 g en una sola ocasin de consumo 2 o ms veces al mes, para elvarn, y 65 g o ms en una sola ocasin, dos o ms veces al mes, para la mujer66. Aunqueel riesgo se incrementa cuanto ms frecuentes son, Babor et al estiman que una frecuen-cia de una o ms veces al ao (menos de una vez al mes, equivalente a una puntuacinde 1 en el tem 3 del AUDIT) ya debe ser considerada como un riesgo, subsidiario de con-sejo71.

    Para el Reino Unido, binge drinking es ingerir 8 (64 g) o ms unidades, en el caso delhombre y seis (48 g) o ms, en el caso de la mujer, al menos una vez por semana81, apun-tando su Departamento de Salud que cualquier episodio de consumo intensivo, debeseguirse de 48 horas de abstinencia.

    Basndonos en los datos anteriormente expuestos y dado que no existe en la actualidadevidencia cientfica que apoye el uso de una u otra definicin, proponemos la siguientedenominacin y definicin de binge drinking para discutir en el grupo de expertos.

    Trmino propuesto: episodios de consumo intensivo de alcohol.

    Concepto: barajamos los criterios de cantidad, duracin y frecuencia.

    Consumo de 60 o ms gramos (6 UBEs), en varones, y de 40 o ms gramos (4 UBEs),en mujeres, concentrado en una sesin de consumo (habitualmente 4-6 h.), durante laque se mantiene un cierto nivel de intoxicacin (alcoholemia no inferior a 0,8).

    43PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Consumo problemtico

    Se refiere en general a aquel consumo que deriva en problemas individuales o colec-tivos, de salud o sociales. En ocasiones se ha asimilado a un estadio precoz de la depen-dencia alcohlica, mientras que otros autores lo identifican con el consumo perjudicialexcluyendo los casos de dependencia. Por esa ambigedad de significados, no es reco-mendable usar este trmino ni el de bebedor problema, que deberan sustituirse porconceptos admitidos en los manuales de clasificacin internacional (CIE o DSM), en elcaso de los trastornos por uso. La OMS61 recomienda referirse a los problemas derivadoscomo problemas relacionados con el alcohol.

    Problemas relacionados con el alcohol

    Son todos aquellos problemas que pueden relacionarse con el alcohol, sin que nece-sariamente exista causalidad. Puede referirse a un individuo o a una sociedad.A nivel indi-vidual, puede ser sinnimo de discapacidades relacionadas con el alcohol61.

    Consumo perjudicial de alcohol

    Patrn de consumo que causa dao a la salud. El dao puede ser fsico (p ej. cirrosisheptica) o mental (depresin asociada al consumo). De acuerdo con la definicin delCIE-1060; excluye daos sociales. Tambin se ha asociado a un patrn de consumo regularelevado (ms de 40 g/ en la mujer y ms de 60 g/ en el hombre, Rehm et al., 2004), quecoincide con el nivel II de las categoras de consumo.

    Consumo controlado

    Suele referirse al consumo que evita la intoxicacin, y se usa sobre todo para referir-se a una persona que ha tenido problemas con el alcohol e intenta mantener un uso con-trolado61.

    2.1.2. Trminos no recomendados

    En el lenguaje coloquial y a menudo tambin en el terreno profesional, se empleanuna serie de trminos que deberan evitarse por imprecisos y confusos y carentes de unadefinicin especfica.

    Alcoholismo

    Es un trmino de larga tradicin y con un matiz estigmatizante, en general equiparableal sndrome de dependencia alcohlica. Se recomienda utilizar el trmino dependencia.

    44 SANIDAD

  • Abuso

    Trmino muy utilizado pero impreciso. En la clasificacin DSMIV-TR82 queda comouna categora residual, mal definida y discutible, casi homologable a la dependenciapatrn desadaptado de consumo indicado por un uso continuado a pesar de los proble-mas persistentes recurrentes sociales, ocupacionales, psicolgicos o fsicos, causados o exa-cerbados por el consumo de la sustancia.

    La OMS no recoge este trmino en la CIE-1060, que desaconseja por ambiguo. En sulugar, prefiere usar consumo de riesgo o consumo perjudicial, segn existan o no daos61.

    Consumo excesivo de alcohol

    Categora que no aparece para otras drogas y que la OMS desaconseja. Este trmi-no, heavy drinking en ingls, suele referirse a una pauta de consumo que excede un estn-dar de consumo aceptado. Debera sustituirse por consumo de riesgo61.

    Consumo moderado

    Trmino inexacto que pretende oponerse al de consumo excesivo. Sera mejor hablarde consumo de riesgo bajo61.

    Consumo prudente

    Trmino sujeto a mltiples interpretaciones sociales y culturales y que no existecomo concepto especfico, aunque muchas guas de educacin sobre alcohol lo empleanpara referirse a aquel consumo que, de mantenerse as, no es probable que genere pro-blemas. Podra homologarse a consumo de riesgo bajo. Este consumo suele referirse alconsumo de no ms de 2 consumiciones al da, intercalando al menos 2 das sin alcohol enla semana = unos 100 g por semana. Las personas que se notan los efectos del alcoholcon 1-2 bebidas, deberan beber menos. La intoxicacin debera evitarse en cualquiercaso71. Teniendo en cuenta el balance entre el riesgo de enfermedades y lesiones atribui-bles al alcohol y el riesgo vascular disminuido en ciertos casos, se estima que el nivel deconsumo de menor riesgo estara prximo a cero en las mujeres menores de 65 aos ysera menor a 5 g /d en las mujeres de 65 aos o ms. En los hombres, el mnimo riesgoestara en torno a los 5 g al da en la edad media de la vida e inferior a 10 g al da a los 65o ms aos. En edades muy avanzadas, el menor riesgo se acercara de nuevo a las ceroconsumiciones5.

    Por gneros, la mujer no debera pasar de 1 o mximo 2 consumiciones en un da y elhombre de 2 o mximo 3.

    Consumo social

    Consumo en compaa, opuesto al consumo en solitario. A menudo se confunde conconsumo prudente, moderado o responsable.

    45PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Consumo responsable

    Este concepto no existe ni en la OMS ni en ningn glosario o lxico reconocido porinstituciones sanitarias. Suele usarlo la industria para referirse al consumo moderado y sinconsecuencias. Es absurdo hablar de consumo responsable de sustancias adictivas, ponien-do dicha capacidad adictiva a prueba el ejercicio de la responsabilidad.

    2.1.3. Lmites de riesgo para poblaciones y circunstanciasespeciales

    Jvenes menores de 18 aos

    Dado que el sistema nervioso, en especial el cerebro, se sigue desarrollando hasta almenos los 18 aos, no es aconsejable ningn tipo de consumo alcohlico antes de dichaedad, cuando puede haberse alcanzado la madurez orgnica y emocional.

    Probablemente ese es el motivo por el que no suelen describirse niveles de riesgoespecficos para jvenes y de que no se encuentren directrices sobre el consumo de alco-hol referidas a menores. Las encuestas a ellos referidas emplean los mismos parmetrosdescritos para los adultos o prximos a ellos.

    Sin embargo, s que existen revisiones sobre la distinta sensibilidad de los cuestiona-rios diagnsticos en esta franja de edad (con rendimiento habitualmente mejor del cues-tionario AUDIT frente a otros), y acerca de los patrones de los criterios DSM-IV de abusoy dependencia83. En los adolescentes, los problemas mdicos y el sndrome de abstinenciaestn menos presentes; en cambio, parece ser que el inicio de la tolerancia durante la ado-lescencia es un fenmeno evolutivo normal. En ellos, apareceran primero la tolerancia, elbeber ms de lo que se pretenda y el tiempo empleado en obtener, consumir o recupe-rarse de los efectos del alcohol.

    Las pautas de consumo de los adolescentes suelen tener una menor duracin e incor-poran episodios de consumo elevado y concentrado.

    En cualquier caso, el consumo por parte de menores es una realidad, favorecida hastaahora por la tradicin e incluso el marco legal. Ello no obsta para realizar un esfuerzo edu-cativo directo e indirecto (a travs de la familia, los educadores y los sanitarios) y de pre-vencin de la oferta a travs de un nuevo marco legal (18 aos como edad legal para com-prar y consumir), que prime la abstinencia e insista sobre todo en los riesgos del consumoconcentrado, el ms nocivo para los adolescentes, porque puede interrumpir procesosclave del desarrollo cerebral, que pueden comportar alteraciones cognitivas; describin-dose incluso lesiones cerebrales persistentes y alteraciones anatmicas en adolescentesque empezaron a consumir precozmente. Por otra parte, la exposicin prematura al alco-hol incrementa el riesgo de desarrollar dependencia, que se multiplicara por cuatro enquienes comienzan a beber antes de los 15 aos, frente a los que lo hicieron a los 2084. Ladependencia aparece antes en los bebedores precoces (en los 10 aos subsiguientes yantes de los 25 aos de edad), que tienen asimismo mayor probabilidad de presentar unadependencia recidivante85.

    46 SANIDAD

  • Cabe sealar que incluso por encima de la edad legal de consumo, en la poblacinjoven (hasta los 35 aos), el riesgo derivado del consumo progresa de forma lineal, sin nin-gn efecto protector. De ah que en los adultos jvenes la consigna que debe prevalecer,incluso en los bebedores, debe ser: alcohol, cuanto menos, mejor.

    Personas mayores de 65 aos

    El menor contenido en agua de las personas mayores, junto con sus variaciones depeso y metabolismo, hacen recomendable un consumo menor de alcohol en esta etapa dela vida, habindose recomendado78 por ese motivo reducir el consumo de los varonessanos, de 65 aos o ms, a 1 consumicin al da y no sobrepasar las 3 consumiciones (42 g)al da ni las 7 (98 g) a la semana, el mismo lmite que se recomienda para las mujeres engeneral. Asimismo, el punto de corte del AUDIT para el cribado de personas de la terce-ra edad debera ser inferior al de los adultos en general86.

    Personas con elevada tolerancia innata al alcohol

    Entre los factores hereditarios para el desarrollo de la dependencia alcohlica, cuen-tan diferencias metablicas y neuroqumicas que condicionan una tolerancia aumentadaal etanol. De ah que una persona con elevada tolerancia innata, especialmente si tieneantecedentes de dependencia alcohlica, debe ser advertida de su especial y aparente-mente paradjica vulnerabilidad al alcohol, cuyo consumo conviene minimice.

    2.1.4. Circunstancias en las que no se debera beber nada86

    Embarazo y lactancia. Manejo de vehculos o maquinaria peligrosa. Pacientes con patologa mdica o medicacin subsidiaria de abstinencia. Pacientes con antecedentes o presencia de una grave enfermedad mental. Pacientes con antecedentes de dependencia alcohlica u otra drogadiccin. Personas que no pueden detener o controlar su ingestin de alcohol.

    47PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Puntos clave

    Una bebida estndar (1 vaso de vino un quinto de cerveza media copa de licor)contiene, en Espaa, 10 gramos de alcohol puro. Esta medida estndar est, sinembargo, sujeta a variaciones de volumen y graduacin, por lo que constituye ms uninstrumento para facilitar el clculo que una medicin rigurosa.

    El nivel 0 de riesgo no existe. A nivel poblacional, cuanto menos alcohol, mejor. Aunque no existe un umbral de riesgo unnimemente aceptado y se estima que el

    riesgo se incrementa paralelamente al consumo, se ha consensuado como nivel deriesgo que merece intervencin el consumo de >20 g/da, en la mujer y de >40 g/da,en el hombre (>140 y >280 gramos por semana, respectivamente).

    Se ha consensuado una nueva categora diagnstica.

    Recomendaciones

    1. Es importante asumir una terminologa comn en la que se recojan conceptos for-malmente aceptados por la OMS. Se propone al MSC traducir el glosario de defini-ciones de la OMS para su difusin posterior.

    2. Tener siempre en cuenta poblaciones y circunstancias especiales, en que no son vli-dos las categoras de consumo segn los niveles de riesgo citados para poblacinadulta sana.

    3. Recoger, como nueva categora diagnstica los episodios de consumo intensivo.

    48 SANIDAD

  • 3. Captulo III

    3.1. Antecedentes y estado actual:(mbito internacional, estatal, autonmico y otros)(Autor: Vicenta Lizarbe)

    3.1.1. Organizacin Mundial de la Salud (OMS)

    En las ltimas dcadas la OMS ha ocupado una posicin preferente para tomar la iniciativay liderar el desarrollo de una poltica mundial sobre alcohol, consistente en una serie deestrategias que sirvan de gua a las medidas tanto internacionales como nacionales que selleven a cabo para le reduccin de los problemas relacionados con el consumo de alcohol.

    As, en 1975, la vigsimo octava Asamblea Mundial de la Salud adopt una resolu-cin relacionada bsicamente con los niveles de consumo de alcohol y sus implicacionespara la salud. Dicha resolucin se bas parcialmente en un informe cuyo principal argu-mento fue que los cambios en el consumo global de bebidas alcohlicas repercuten sobrela salud de las personas en cualquier sociedad y que pueden emplearse medidas de con-trol para limitar el consumo de alcohol; de ah que el control de la disponibilidad de bebi-das alcohlicas pase a ser una cuestin de salud pblica87.

    A mediados de la dcada de 1980, el Comit Regional para Europa acept 38 metasde Salud para Todos para el Ao 2000 para la Regin Europea de la OMS. Una de esasmetas aconsejaba lograr una reduccin significativa en el consumo de alcohol (Metas desalud para todos, 1985).

    En 1992 la Oficina Regional para Europa fue la primera Oficina Regional de la OMSen llevar a cabo la iniciativa de lanzar un Plan de actuacin de mbito regional sobre elalcohol, aprobndose el primer PLAN EUROPEO DE ACTUACIN SOBRE ALCO-HOL, (1992-1999) por el Comit Regional para Europa de la OMS. Este plan fue conce-bido como un conjunto positivo de directrices para los Estados Miembros, con el objetivoltimo de crear un movimiento europeo que respalde las actuaciones realizadas en losmbitos local, nacional e internacional, y reduzca los riesgos para la salud y los problemassociales que ocasiona el consumo de alcohol88.

    Para garantizar un rpido impacto del Plan, la Oficina Regional para Europa de laOMS, propone el desarrollo de polticas saludables que consideren o reconsideren losaspectos legislativos sobre poltica en materia de alcohol, la intervencin comunitaria y eldesarrollo de iniciativas en proyectos actualmente en marcha (ciudades saludables, escue-las promotoras de salud) y el refuerzo de la actividad en los sistemas sanitarios y de asis-tencia social, especialmente en la atencin primaria de salud.

    Destacar que en el transcurso de este primer PEAA han tenido lugar cinco encuen-tros de representantes nacionales (Viena, Berna, Roma, Madrid y Varsovia) y una Confe-rencia Europea Ministerial sobre Salud, Sociedad y Alcohol (Pars 1995)89.

    49PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • En 1995, la Conferencia Europea sobre Salud, Sociedad y Alcohol celebrada en Parsratific la Carta Europea sobre el Alcohol. La Carta dotaba a los pases de principios ti-cos y objetivos para desarrollar polticas y programas globales sobre el alcohol y cont conel respaldo de todos los Estados Miembro de la Regin Europea. Constituye sin duda unhecho histrico sin precedentes, en el que se marca un punto de inflexin en el desarrollode polticas de salud relacionadas con el alcohol en el mbito de la Regin Europea.

    La investigacin y los ejemplos de xito en diversos pases demuestran que puedenlograrse considerables beneficios sanitarios y econmicos en la Regin Europea, si lasdiez estrategias siguientes para la accin sobre al alcohol se llevan a cabo:

    1. Informar sobre las consecuencias del consumo de alcohol en la salud, la familia yla sociedad, y sobre que medidas son eficaces para prevenir o minimizar el dao,creando amplios programas educativos que comiencen desde la primera infancia.

    2. Promover entornos pblicos, privados y laborales protegidos de accidentes, vio-lencias y otras consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol.

    3. Establecer y hacer cumplir leyes que disuadan eficazmente de conducir bajo losefectos del alcohol.

    4. Promover la salud controlando la disponibilidad, por ejemplo para la gentejoven, e influyendo en el precio de las bebidas alcohlicas, por ejemplo median-te impuestos.

    5. Aplicar controles estrictos, reconociendo las limitaciones y prohibiciones exis-tentes en algunos pases, sobre la publicidad directa e indirecta de bebidas alco-hlicas y garantizar que no haya formas de publicidad especficamente dirigidasa los jvenes, por ejemplo asociando el alcohol a acontecimientos deportivos.

    6. Asegurar el acceso a servicios de tratamiento y rehabilitacin eficaces, que cuen-ten con personal adecuadamente formado, para las personas con un consumo dealcohol peligroso o daino y para los miembros de sus familias.

    7. Fomentar el conocimiento de las responsabilidades ticas y legales de las perso-nas implicadas en la comercializacin o el servicio de bebidas alcohlicas, asegu-rar el control estricto de la seguridad de los productos, y llevar a cabo medidasapropiadas contra su produccin y venta ilcita.

    8. Potenciar la capacidad de la sociedad para dar respuesta a los problemas rela-cionados con el alcohol mediante la formacin de profesionales de diferentes sec-tores como la sanidad, el bienestar social, la educacin y el judicial, adems defortalecer el desarrollo y liderazgo de la comunidad.

    9. Apoyar a las organizaciones no gubernamentales y a los movimientos de autoa-yuda que promuevan estilos de vida saludables y en concreto los destinados aprevenir o reducir los daos asociados al alcohol.

    10. Formular programas amplios sobre el alcohol en los Estados Miembros, tenien-do en cuenta la Carta Europea sobre el Alcohol. Especificar objetivos claros eindicadores de resultados, controlar los progresos y asegurar una actualizacinperidica de los programas basada en la evaluacin90.

    En la quincuagsimo octava Sesin del Comit Regional para Europa que tuvo lugaren 1998 se adopt un marco renovado de poltica de salud para todos. En l se fijan 21metas, la nmero 12 establece que antes de 2015, los efectos adversos del consumo de sus-tancias adictivas como el tabaco, el alcohol y las drogas psicoactivas deberan reducirsesignificativamente en todos los Estados Miembros.

    50 SANIDAD

  • En 1999 fue aprobado el Segundo Plan Europeo de Actuacin sobre Alcohol (2000-2005).

    Los objetivos globales del PEAA consisten en:

    generar una mayor conciencia de la necesidad de proveer educacin y de construirpolticas de salud pblica dirigidas a la prevencin del dao ocasionado por el con-sumo de alcohol.

    reducir el riesgo de los problemas relacionados con el alcohol que se pueden pro-ducir en diferentes ambientes como el hogar, el lugar de trabajo, la comunidad y elentorno de la bebida.

    reducir tanto la extensin como la gravedad del dao relacionado con el alcohol,es decir, los casos de muerte, accidentes, violencia, maltrato a menores, y crisis fami-liares.

    ofrecer un tratamiento accesible y eficaz a las personas que realizan un consumopeligroso y nocivo de alcohol, as como a aquellas con una clara dependencia delalcohol.

    ofrecer una mayor proteccin frente a las presiones que llevan a los nios y a losjvenes a beber, y que tambin soportan las personas que eligen no beber91.

    En el contexto de este segundo Plan, tuvo lugar en Estocolmo (febrero, 2001) unasegunda Conferencia Ministerial sobre Alcohol y Jvenes, en la que se aprob la lla-mada Declaracin de Estocolmo. En esta Declaracin sobre Jvenes y Alcohol se recogendiez objetivos para reducir tanto el consumo de alcohol de los jvenes como los daosderivados del mismo, para lo cual se proponen medidas eficaces de poltica de alcohol encuatro amplias reas: proveer proteccin, promover la educacin, reducir el dao y apo-yar ambientes saludables.

    Los diez objetivos contemplados para que sean alcanzados en el ao 2006 son lossiguientes:

    1. Reducir sustancialmente el nmero de jvenes que comienzan a consumir alco-hol;

    2. Retrasar la edad de inicio al consumo en los jvenes;3. Reducir sustancialmente el hecho y la frecuencia de consumos de alto riesgo

    entre los jvenes, especialmente adolescentes y adultos jvenes;4. Desarrollar alternativas significativas al alcohol y al uso de drogas y acrecentar

    la formacin para los que trabajan con los jvenes;5. Incrementar la participacin de los jvenes en las polticas relacionadas con su

    salud, especialmente las relacionadas con el alcohol;6. Incrementar la educacin de los jvenes sobre alcohol;7. Reducir las presiones a beber en la gente joven, especialmente en relacin con

    las promociones de alcohol, patrocinio y disponibilidad;8. Apoyar acciones contra la venta ilegal de alcohol;9. Incrementar el acceso al consejo sanitario y a los servicios de salud, especial-

    mente para los jvenes con problemas de alcohol y/o padres o miembros fami-liares dependientes del alcohol;

    10. Reducir sustancialmente los indicadores del dao atribuible al alcohol, especial-mente accidentes, asaltos y violencias, y en particular los experimentados por losjvenes

    51PREVENCIN DE LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL ALCOHOL

  • Para la consecucin de estos objetivos, la Declaracin de Estocolmo propone elfomento de un conjunto de medidas eficaces de polticas de alcohol en cuatro ampliasreas:

    1. Proveer Proteccin: Intensificando las medidas dirigidas a proteger a nios y ado-lescentes de la promocin y esponsorizacin del alcohol. Asegurando que losfabricantes no destinen los productos de alcohol a nios y adolescentes. Contro-lando la disponibilidad del alcohol con medidas dirigidas a su accesibilidad, edadmnima y medidas econmicas, incluyendo precios, que influyan en el consumo dealcohol por menores y proporcionando proteccin y apoyo a chicos y adolescen-tes cuyos padres y miembros de su familia son dependientes del alcohol o tienenproblemas relacionados con el mismo.

    2. Promover la educacin: Incrementando la concienciacin sobre los efectos delalcohol en particular entre la gente joven. Desarrollando programas de educacinsanitaria que incluyan temas sobre el alcohol en marcos tales como la escuela,organizaciones juveniles y comunidades locales. Estos programas deberan permi-tir que los padres, profesores, grupos de iguales, y lderes juveniles ayuden a losjvenes a un entrenamiento en habilidades de vida dirigido a resistir la presinsocial y la gestin del riesgo.

    3. Apoyar ambientes: Creando oportunidades y fomentando y favoreciendo alterna-tivas a la cultura de beber. Asimismo, debe fomentarse el papel de la familia enpromover la salud y el bienestar de los jvenes, y asegurar que las escuelas y otrasinstituciones educativas sean ambientes libres de alcohol.

    4. Y finalmente, recomienda promover medidas de reduccin del dao: Promoviendoprogramas de formacin a los responsables de servir alcohol, promulgando nor-mas que prohban la venta de alcohol a menores y a personas intoxicadas. Y refor-zando todas las act