Micolao y Sierra 1879 Antonio de Guzman

55
VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro 1 ANTONIO DE GUZMÁN O RECUERDOS DE 1812 EN AMÉRICA (Drama heroico en un acto y en prosa) 1879

description

teatro venezolano siglo xix

Transcript of Micolao y Sierra 1879 Antonio de Guzman

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    1

    ANTONIO DE

    GUZMN

    O

    RECUERDOS DE 1812

    EN AMRICA

    (Drama heroico en un acto y en prosa)

    1879

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    2

    Al lector en la segunda edicin

    Los hroes no tienen patria! Sus virtudes pertenecen a todas las edades; a todas las plumas; a todas las conciencias.

    Cristiano y espaol Antonio de Guzmn, yo canto sus glorias con el coturno trgico, como han sido cantadas por plumas que no son peninsulares, las hazaas del Cid, las glorias de Pelayo, los triunfos de Gonzalo de Oyon, las desventuras de Don Rodrigo y las proezas de Antonio de Leiva en Pavia.

    Yo, venezolano, enaltezco sus glorias, como Emilio Segura y Marcos Zapata, espaoles, han hecho justicia a Ricaurte en San Mateo y a Sucre en Berruecos.

    Tenedlo presente, los que alardeis de un odio legendario contra la madre patria; y si un triunfo sobre las huestes republicanas os hiciere tachar mi drama de anti-americano, recordad que l fue un parntesis en la gran lucha, y que a pesar de aquel grito sublime de lealtad a la patria y a las banderas castellanas, la Amrica fue libre e independiente.

    He puesto al frente de mi obra Galera dramtica espaola, porque as est editada en la imprenta en Madrid; y como un recuerdo de gratitud a la histrica hidalgua peninsular, que generosa y noble acogi mi drama, nueve veces, sin preguntar quin era su autor; y sin llenarlo de exageradas alabanzas, que ridiculizan, lejos de enaltecer las obras de este gnero.

    Manfredo.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    3

    Personajes:

    ANTONIO DE GUZMN

    ROSA

    MIANO

    MIRANDA

    CORONEL JALOM

    VINONI

    UN OFICIAL

    VARIOS SOLDADOS

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    4

    ACTO NICO

    Escena Primera

    (Miano y Rosa)

    ROSA.-

    Y dime Miano, si es que eres espaol y an arde en tus venas la sangre de los hijos del Cid y de Pelayo, cmo es que no procuras limar los grillos a ese valiente y gallardo espaol que est encerrado en ese lbrego calabozo?

    MIANO.-

    A quin, a Guzmn?

    ROSA.-

    S; a ese hroe compatriota nuestro, que supo rechazar los galones de Coronel que le ofreciera el Generalsimo Miranda, con tal de que combatiera por la Repblica.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    5

    MIANO.-

    Valiente hombre! Mira; cuando o que le deca con esa arrogancia castellana a Miranda: Yo no servir sino al soberano cuyas banderas he jurado; y a la patria en que nac, casi se me saltaron las lgrimas, y me dieron intenciones de arrojarme a sus pies y besrselos!

    ROSA.-

    Bien; veo que no has dejado de ser espaol; pero, contstame a lo que te he preguntado Por qu no limas los grillos a ese hroe?

    MIANO.-

    Por qu? T no ests enterada mujer supuesto me haces esas reconvenciones Me crees t insensible a la voz del compatriota como a la de la humanidad?

    ROSA.-

    No por cierto; y es por eso que me extraa

    MIANO.-

    Pues algo grave debe haberme detenido para no ejercer mi caridad en este caso!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    6

    ROSA.-

    Y qu es ello?

    MIANO.-

    yeme, har cosa de seis o siete das que el caballero de Guzmn, recibi la gracia de Miranda de que le quitaran los grillos y algo ms; que le permitieran pasear por estos corredores. l acepto; y el Generalsimo, con una sonrisa de suma complacencia, dio las rdenes al efecto al valiente Jalom, que, como sabes, es el jefe de esta fortaleza. Mas ayer me llam el capitn Guzmn, y me encarg diera a Miranda el siguiente recado: El reo de Estado, Antonio de Guzmn, pide que se le remachen de nuevo los grillos y que se le cierre su bveda.

    ROSA.-

    (Admirada) Ah! Con que l mismo ha pedido?...

    MIANO.-

    S; y es por eso que los tiene puesto!

    ROSA.-

    (Con misterio y llevando aparte a Miano) Y dime; t no comprendes por qu el capitn Guzmn ha pedido todo eso?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    7

    MIANO.-

    Creo comprenderlo; pero no me atrevo a asegurarlo!

    ROSA.-

    Pues yo s! Ese hombre tiene mucho talento; y sobre todo mucho corazn! Sabes lo que pretende? Pues pretende nada menos que devolver esta fortaleza a Espaa, aun cuando para ello tenga que perder la existencia!

    MIANO.-

    Ave Mara Pursima! Y para eso pidi estar imposibilitado! Cuanto mejor no era cuando se encontraba como quien dice casi libre, que no ahora!

    ROSA.-

    Pues ah vers! Por supuesto que en caso de que mi vaticinio salga cierto, t le ayudars!

    MIANO.-

    Por supuesto! Mi ltima gota de sangre la derramar gustoso por mi Espaa y por l. Pero no creo que se exponga a una muerte casi cierta; porque su aliento y el mo, son insuficientes contra esas murallas y los cien hombres que la guardan!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    8

    ROSA.-

    Veo que lo que te sobra de valor; te falta de inteligencia!

    MIANO.-

    Mira amor mo. Si no fueras t, Conchita de plata, la que me dices esas palabras te volvera una etctera. Es decir que yo soy un bruto cuando no comprendo lo que se te ocurre a ti?

    ROSA.-

    No: yo no te he querido decir eso; pero s que no comprendes lo que a un gigante de imaginacin como es el capitn Guzmn se le puede ocurrir!

    MIANO.-

    No; lo que es en eso te doy la razn. Es mucho hombre ese hombre. Pero variando nuestra conversacin, sabes que ya me cans el celibato?

    ROSA.-

    Pues hijo; en tus manos est el remedio; por m Pero calle! Se me pasa la hora de un encargo que tengo.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    9

    MIANO.-

    Qu encargo es ese?

    ROSA.-

    No te lo puedo decir ahora. Soy adems cantinera del Batalln, y puede que a mis pobrecitos soldados se les ocurra algo Voy Adis!

    MIANO.-

    Adis, cuerpo salao. Y cuidado con quien me seas infiel.

    ROSA.-

    Descuida! (Vase por el lado izquierdo!

    Escena Segunda

    MIANO.-

    (Solo) Un encargo? Qu ser ello? El demonio es esta chiquilla! Ayer tarde la estuve viendo hablar con el capitn Guzmn ms de una hora. l con la alegra en los ojos y ella con toda la gravedad de un general que dispone un plan de campaa. Qu significar esto! Esas sospechas de Rosa, deben tener algn fundamento; ella, aunque viva, no puede estar en

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    10

    esos golpes propios nicamente de hombres como del que se trata. En fin; ojal sea cierto porque entonces Calle! Ah viene el Generalsimo acompaado del coronel Jalom; qu vendr a buscar? Habr sospechado! Aqu est!

    Escena Tercera

    (Dichos; Miranda y el Coronel Jalom que vienen hablando)

    MIRANDA.-

    l lo ha querido! Sus motivos tendr. Yo creo que este espaol acab por volverse loco!

    JALOM.-

    As me ha parecido General!

    MIRANDA.-

    Eh!... El Alcaide!

    MIANO.-

    Presente mi General.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    11

    MIRANDA.-

    Conducid inmediatamente a mi presencia, al reo de Estado, Antonio de Guzmn!

    MIANO.-

    En seguida, mi General (Aparte) Qu es esto? (Vase)

    MIRANDA.-

    Por cierto, mi querido amigo, que siento que ese espaol sea tan adicto a sus banderas!

    JALOM.-

    Por qu mi General?

    MIRANDA.-

    Porque lo vera con placer frente al ejrcito de nuestra Repblica. Su valor, su lealtad son a toda prueba! Y cun difcil es, mi querido Coronel, encontrar esos hombres en nuestros tiempos!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    12

    Escena Cuarta

    (Dichos, Guzmn y Miranda)

    MIRANDA.-

    Silencio! Ah viene!

    GUZMN.-

    (Con dignidad y cario) General!

    MIRANDA.-

    (Tendindole una mano y con extraeza) Es cierto que habis pedido de nuevo los grillos y que os encierre!

    GUZMN.-

    (Con respeto y gravedad) S, seor, lo he pedido y el mayor servicio que me ha hecho es consentir en ello.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    13

    CORONEL.-

    Pero ya habris variado de ideas; y hoy desearas no haberlo exigido; verdad caballero de Guzmn?

    GUZMN.-

    (Sonriendo) Seor Coronel: los hombres como yo, que no tienen ms mrito, si acaso mrito puede llamarse el ser leal a su Rey y a su bandera, no se arrepienten nunca de lo que hacen!

    CORONEL.-

    Perdonad, si os he podido ofender!

    GUZMN.-

    No; vos no me habis ofendido. Natural es que todo el mundo crea, que el hombre que se encuentra con un dogal al cuello, hierros en los pies y la muerte a dos pasos, abdique de sus creencias y dignidad. Oh! Pero por desgracia o por fortuna, an existen muchos pechos castellanos, que antes que envilecerse, aprietan con los dientes la pistola que los ha de matar. S, General! Si mi patria me pidiera en holocausto de mi lealtad, que sacrificara los seres que ms amo en el mundo, mis manos, si armas no tuviera, les dara la muerte!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    14

    MIRANDA.-

    Capitn Guzmn: Eso ya no es lealtad, sino temeridad y mucho orgullo!

    GUZMN.-

    Precisamente cualidades son esas inapreciables en el sbdito que quiere cumplir con su deber. Orgullo debe sentir el soldado que prefiere la muerte antes que envilecer su bandera, y temeridad en sostenerla inclume.

    MIRANDA.-

    (Tendindole la mano) Bien, caballero, aun cuando lo que acabis de decir me hace perder la postrera esperanza, no por eso puedo ahogar un arranque de verdadero entusiasmo al palpar corazones tan leales como el vuestro.

    GUZMN.-

    (Con sinceridad) Es que nosotros nos comprendemos, General. Para aquel que sabe amar su causa con el santo cario de la veneracin, la palabra fidelidad no es vana!

    MIRANDA.-

    (Aparte) Quin que oiga a este hombre no se siente orgulloso de haber nacido en Espaa!...

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    15

    MIRANDA.- Caballero de Guzmn: si hoy la Repblica necesitase de vuestros servicios y se os propusiera el grado de General para que volaseis en su defensa, lo aceptaras? (Pausa durante la cual Guzmn no contesta) Conozco las pruebas que habis dado de fidelidad a vuestra patria. Pero examinad vuestra causa. Ese rey es hoy prisionero de Napolen: Jos Bonaparte es actualmente el rey de Espaa, y esta es la patria que os queda a vos y a vuestros hijos.

    GUZMN.-

    (Despus de un momento) Eso mismo, General, hace das me vens proponiendo; y, como siempre, os dir: Yo agradezco a Vuecencia sus favores, pero el honor de un buen soldado espaol me impide aceptarlo.

    MIRANDA.-

    Sois verdaderamente un hombre extraordinario!

    GUZMN.-

    No, General: soy un buen espaol y nada ms.

    MIRANDA.-

    Bien! Con que insists en que se os pongan los grillos y se os encierre?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    16

    GUZMN.-

    S, General; y hoy ms que nunca.

    MIRANDA.-

    Sea! Caballero (Saludando)

    GUZMN.-

    General (Saludando)

    Escena Quinta

    (Dichos, menos Miranda y el Coronel. Guzmn queda pensativo y maquinalmente se sienta en un banco. Miano lo contempla en silencio, se enjuaga una lgrima, toma los grillos con un movimiento de desesperacin, los contempla un instante y luego con el mayor respeto se acerca a Guzmn y le dice:)

    MIANO.-

    Capitn Guzmn: si usted me permite.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    17

    GUZMN.-

    Qu?

    MIANO.-

    (Mostrndole los grillos) Que os coloque estos malditos hierros que han de aprisionar el corazn espaol ms leal y valiente que he conocido.

    GUZMN.-

    Gracias, amigo! Bien puede usted cumplir con su deber. Qu son los grillos para el que tiene libre la facultad de pensar?

    MIANO.-

    Es cierto; pero mejor sera que tambin tuviese libre la facultad de accin.

    GUZMN.-

    (Parndose de repente y fijando la mirada en Miano, que baja la suya dominado) Es usted espaol, Miano?

    MIANO.-

    (Levantando la cabeza con orgullo) S, seor; y a honra lo tengo.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    18

    GUZMN.-

    Buen espaol?

    MIANO.-

    Buen espaol. (Con satisfaccin)

    GUZMN.-

    (Alargndole la mano) Venga esa mano. Pongo en ella mi cabeza: usted responder de ella a la justicia de Dios.

    MIANO.-

    Dgame usted lo que quiera: disponga usted de mi persona, de mis bienes, de todo lo que crea que pueda servirle. Usted ha tocado la fibra ms sensible de mi corazn; y en prueba de ello, vea usted: estos grillos que haban de aprisionar a usted los arrojo lejos de m (los tira). Y bien Capitn: abra su corazn, que habla usted con todo un hombre y buen espaol. El largo cautiverio a que he sido condenado, las privaciones y el hambre, indujronme a servir a la Repblica; desde entonces no he esquivado medios para volver a mis banderas; desde entonces pido un perdn a mi patria y a Dios (Se arrodilla) que vos me concederis gustoso; no es verdad?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    19

    GUZMN.-

    (Con solemnidad) Yo he visto a Dios en todas las manifestaciones de su grandeza. Cristiano lo he comprendido en este fervor religioso que me hace verte entre la adversidad y las cadenas. Viajero lo he visto en el ocano, sta ha sido su misericordia infinita al nufrago moribundo que luchaba en el pilago embravecido. Militar las balas me han respetado, y he acogido el ltimo aliento del camarada que al despedirse de la tierra, murmuraba el nombre de Dios en el soplo fugitivo de una vida que se extingua. Qu ms puede hacer un sacerdote? La doctrina de Jesucristo ha dicho, que ms alegra hay en el cielo, por un pecador que se arrepiente, que por cien justos que perseveran en la virtud. Miano! A nombre de la patria, yo os absuelvo y perdono! (Extiende los brazos sobre la cabeza de Miano y luego se levanta. Lo que sigue en voz baja y un poco rpida sin que por eso pierda el pblico ni una slaba) Miano, es usted valiente?

    MIANO.-

    S morir.

    GUZMN.-

    Se siente usted con nimo de ello, en el caso que fracase nuestro plan?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    20

    MIANO.-

    S, mi Capitn!

    GUZMN.-

    Pues bien; vamos a devolverle a Espaa el castillo de San Felipe. Si perdemos, para morir nacimos; y si ganamos figrese usted. Esa gloria no se puede despreciar.

    MIANO.-

    Cuente usted conmigo para todo. (Aparte) Luego Rosa tena razn. Qu hay que hacer?

    GUZMN.-

    (Ms movimientos y precisin en la escena) igame usted. La tropa que guarda el Castillo, aun cuando pasa por veterana, no lo es, ni sus oficiales y Jefes. Los artilleros dentro de poco se recogern en las bvedas. Rosa la cantinera tiene el encargo de hacerlos dormir por mucho tiempo, gracias a un narctico que ha mesclado en el aguardiente. Los dems hombres que componen la guarnicin de esta fortaleza y que estn de guardia de prevencin estn de nuestra parte.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    21

    MIANO.-

    Y bien, con qu artillera y con qu parque contamos?

    GUZMN.-

    Todo est previsto. Usted sabe que por orden del Generalsimo, las bateras con sus arcones de pertrechos y todo a punto de romper el fuego, estn preparadas. Dormidos los artilleros, no hay ms que utilizarnos de ellas.

    MIANO.-

    Y qu me toca hacer entre tanto?

    GUZMN.-

    Caer, daga en mano, sobre el centinela que vigila este terrado donde se halla el polvorn, darle muerte porque no queda otro recurso. En seguida tomar una mecha encendida, y al grito de viva Espaa! que ser la seal, se colocar usted firme y resuelto a la puerta del polvorn. Si por desgracia somos derrotados, da usted fuego a la mina, y entre humo y ceniza y envueltos en los pliegues del orgulloso pabelln espaol, moriremos con honor. (Histrico)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    22

    MIANO.-

    Bien, mi Capitn. Mas, se me ocurre una observacin. Con qu daga o arma mato al centinela, si como veis estoy desarmado?

    GUZMN.-

    Verdad es: obstculo es este y grande: qu haremos?

    MIANO.-

    Cuando se va a morir no vale la pena de reflexionar sobre el cmo sta ha de ser. El fusil del mismo centinela ser su verdugo. Pero, y vos?

    GUZMN.-

    Oh! Descuidad; yo an tengo mi espada y bandera, gracias a la bravura y decisin de Rosa.

    MIANO.-

    Ah! Pues entonces slo nos espera la gloria o la muerte!

    GUZMN.-

    S, valiente compatriota!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    23

    MIANO.-

    Pues vengan en buena hora; mi corazn, ebrio de saa y de entusiasmo henchido las espera impaciente. A qu hora es el combate?

    GUZMN.-

    Son las 4 a las 5, hora en que mis compaeros de infortunio, Garmendia e Istueta, habrn acabado de limar sus ligaduras y los artilleros dormirn.

    MIANO.-

    Corriente. Con que viva Espaa; y guerra, exterminio y triunfo.

    GUZMN.-

    S; triunfar o morir!

    MIANO.-

    Entonces, hasta las cuatro, Capitn. Yo voy a explorar el terreno.

    GUZMN.-

    Deme usted antes un abrazo, valiente amigo.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    24

    MIANO.-

    Ah! Me honra usted demasiado, Capitn.

    GUZMN.-

    (Se abrazan) Adis a las cuatro

    MIANO.-

    O viva Espaa o muerte. (Mutis foro izquierdo)

    Escena VI

    (Guzmn, solo)

    GUZMN.-

    S; dentro de una hora se habr fijado mi suerte. De qu sirve la vida cuando no se puede ostentar con toda la gloria y esplendor que uno quisiera? Espaa! mi querida Espaa: quizs creers que la inaccin ha embargado mi bravura y que consiento ver humillada nuestra bandera? Oh! no, mil veces no! Sombras venerandas del Cid, Pelayo y de Gonzalo, no tendris por qu reconvenirme. S que al nacer, mi patria me impuso la obligacin de defenderla y de morir por ella. Adhesin y lealtad jur a mis reyes; pues bien: reyes y patria, ambos quedaris satisfechos de mi conducta. Tu bandera hecha jirones cubrir mi cuerpo en el combate; mi

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    25

    postrer suspiro ser para bendecirte y lamentar el haber sido demasiado pequeo para no cubrirla de la gloria con que en Lepanto y en Argel te supieron cubrir aquellos hroes; mas no ser por falta de energa y decisin, sino porque mi fatal estrella me lo impida. (Pausa) Estar soando? Ser que el ciego y acendrado amor que profeso a mi Espaa me har creer realizable esta empresa? Me habr engaado? Y bien si es as, que esto es un acaloramiento de mi abrasado espritu, cul ser mi fin?... morir? Enhorabuena; qu menos se puede perder en lucha tan arriesgada? Mil vidas que tuviera, mil vidas sacrificara gozoso por ver ondear de nuevo en estas almenas mi pabelln nacional. (Transicin) Y mi esposa?, y mis hijos? Soy yo acaso ducho de mi vida? No privo, al privarme de la existencia, a mi esposa, del padre de sus hijos? Correr a una muerte cierta no es lo mismo que suicidarse? No es el suicida considerado como un cobarde y condenado por nuestra santa religin? (Transicin) Ah precisamente est el herosmo, en sacrificar la vida por una causa. Mis hijos quedarn sin padre, mi esposa sin esposo; pero el mundo los mirar con respeto y veneracin, porque su padre supo cubrir con honra su agona! S; yo no ser un suicida; el suicida atenta a sus das sin defenderse; yo encontrar la muerte lidiando por mi patria. El nuevo sol quiz cuando alumbre mi cadver, prestar en ese instante ms luz a tus divinos ojos, esposa ma, y ms candor al rostro de mis hijos. Oh, Dios mo! Que no m abandone el valor! Apartad de mi mente, recuerdos que enervis mi voluntad! Brille en mi sien, el deseo del triunfo y de la gloria. Huid de m, recuerdos que me atormentis. Dejadme cumplir el sagrado deber de ser leal. (Transicin) Y si acaso mi excesiva lealtad labrase la muerte a mi idolatrado hijo; si en venganza mis enemigos le diesen muerte, oh! puede servir de obstculo para que yo retroceda en mi empresa?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    26

    No! Acaso por mis venas no corre la misma sangre espaola que circulaba por las venas de Guzmn el bueno? En Tarifa, dio l armas a sus enemigos para que asesinaran a su hijo. Quin puede, pues, impedirme a m que haga lo mismo?... S; vengan los tormentos, los suplicios; mi muerte y la de mis hijos vengan, que muerte, tormentos y suplicios no han de detenerme en la carrera que me he trazado. (Cae sentado en el banco como abatido por las ideas que le atormentan)

    Escena VII

    (Dichos y Rosa, a poco Miano)

    ROSA.-

    (Entrando) Capitn!

    GUZMN.-

    Quin llama?

    ROSA.-

    Soy yo!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    27

    GUZMN.-

    Ah! Valiente Rosa. Qu sucede? Fiel a tu palabra habrs cumplido tu promesa.

    ROSA.-

    Como la cumple quien siente arder en sus venas la sangre de los valientes.

    GUZMN.-

    Bien.

    ROSA.-

    La guarnicin, gracias al narctico, est en estos momentos en el segundo sueo. Vena, mi Capitn a recibir rdenes. Hay algo ms qu hacer?

    GUZMN.-

    Esperar la seal y caer sobre el que se resista a gritar Viva Espaa!

    ROSA.-

    (Con entusiasmo) Entendido! Pero an me ocurre algo ms que a usted se le ha pasado, sin duda por lo mucho que tiene en qu pensar.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    28

    GUZMN.-

    Y qu es ello?

    ROSA.-

    Surtir de armas a nuestros infelices compatriotas.

    GUZMN.-

    Es verdad. Pero, y cmo

    ROSA.-

    Los artilleros no estn rendidos? No gastan ellos machetes? Para qu le sirven si duermen? Mejor le servirn a los que velan.

    GUZMN.-

    Sublime corazn. Vuela en busca de ese auxilio inesperado. Pero cuidado, mucho sigilo y discrecin.

    ROSA.-

    Eso ocurre de mi cuenta. (Mutis)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    29

    GUZMN.-

    Dios te gue, criatura generosa. Mas, quin se acerca? Ah! es Miano.

    MIANO.-

    (Entrando) Seor! Vengo a suplicar a usted que se deje poner los grillos por un momento.

    GUZMN.-

    (Admirado) Y eso por qu?

    MIANO.-

    Porque el Generalsimo acaba de entrar y desea hablar a usted y si os viese sin ellos podra sospechar

    GUZMN.-

    Ah! es verdad. Pngalos usted, querido amigo, y Dios quiera que sea esta la ltima vez.

    MIANO.-

    (Colocndoselo) As lo espero, mi Capitn.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    30

    Escena VIII

    (Dichos y Miranda. ste entra en el momento de haberle puesto Miano los grillos)

    MIRANDA.-

    Capitn Guzmn, extraaris que vuelva donde vos casi al mismo momento de dejaros.

    GUZMN.-

    S por cierto!

    MIRANDA.-

    Es que necesito hablaros un largo rato, sobre asuntos que espero harn variar vuestro modo de pensar.

    GUZMN.-

    (Sonrindose) Lo dudo.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    31

    MIRANDA.-

    (Reparando en los grillos de Guzmn) Cmo! No he dado rdenes para que cuando el caballero de Guzmn no se encuentre en su calabozo, se le quiten los grillos? Sargento Miano, quitdselo y despejad.

    MIANO.-

    Al momento mi General. (Lo hace y se va)

    GUZMN.-

    (Tendindole una mano a Miranda) Gracias.

    Escena IX

    (Guzmn y Miranda histrico)

    MIRANDA.-

    Sentaos, Capitn Guzmn, y hablemos como dos buenos amigos.

    GUZMN.-

    Me honris de un modo

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    32

    MIRANDA.-

    Excusemos cumplidos y vamos al asunto.

    GUZMN.-

    Vos diris.

    MIRANDA.-

    Yo no s por qu causa misteriosa soy impulsado a estimaros no como un valiente, sino como a un hermano. Veces mil me he hecho esta pregunta y otras tantas no me la he podido contestar. Permitid que os abra hoy mi corazn con toda la franqueza de un rudo soldado y toda la lealtad de un buen amigo.

    GUZMN.-

    Decid.

    MIRANDA.-

    (Con solemnidad) Nunca, ni cuando estuve en Valmi, en medio de sus encarnizados combates, mi corazn supo lo que era retroceder en sus planes. Mas hoy, al veros, al considerar la grandeza del alma que encerris, mi corazn late con violencia al comprender la suerte que os espera si persists en vuestra temeridad. (Movimiento de Guzmn)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    33

    Esperad; voy a explicarme. Mientras que os hallis bajo la guarda del valiente Jalom, Jefe de este Castillo, nadie osar atentar impunemente contra vuestros das, pero quien quita que maana o pasado, las circunstancias obliguen a que ese soldado magnnimo pase a otra plaza y quedis vos y vuestros compaeros a merced de algn Jefe sanguinario, que crea cubrirse de gloria mandandoos a asesinar? No pensis que entonces vuestra muerte no tendra nada de gloriosa, y s mucho de ignorada?

    GUZMN.-

    (Con sentimiento) Verdad! Oh! Si tal supiera, creo que con mis manos abrira mi pecho en dos. Morir sin pelear! Morir como un perro! oh! No prosigis, General, porque slo la idea de creer que morira sin luchar me desespera!

    MIRANDA.-

    Pues bien. Todo tiene remedio. Olvidad vuestras rancias creencias. Abros a los nuevos horizontes que la libertad viene presentando. El hombre debe ser libre!

    GUZMN.-

    Y acaso yo lo soy? Creis que porque sirvo a Espaa no comprendo toda la importancia de vuestras creencias? Oh! S, General, Y he ah por

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    34

    qu no condeno vuestras justas aspiraciones. Porque la palabra independencia no me martiriza, porque creo que toda Nacin debe ser libre e independiente. La usurpacin por derecho de conquista, siempre la he considerado como un abuso de la fuerza.

    MIRANDA.-

    Pues entonces, cmo es que teniendo tan avanzadas ideas no abdicis de esos escrpulos y adoptis esta Repblica como vuestra patria natal? La gloria, las distinciones, los grados os esperan en este frtil suelo, y quin sabe si allende los mares tendris por recompensa a vuestra lealtad, la ingratitud y el olvido. Recordad la historia. Qu premio merecieron Cristbal Coln, Hernn Corts, Vasco Nez de Balboa?... Unos cadena, otros muerte ignorada!

    GUZMN.-

    Oh! S, tenis razn. Todos esos hroes que dieron brillo a Espaa, no merecieron recompensa de sus monarcas, mas no culpis a sus reyes; echad la culpa a aquella poca. Y aun suponiendo que la ingratitud sea innata en los reyes espaoles, me excusa eso de cumplir mi deber? No, General; mayor mrito tiene para m aquel que cumple con su deber, sin esperar recompensa, que el que trabaja por alcanzar un premio; y para corroborar mi dicho, os dir: Si cumpliendo aqu con el sentimiento de lealtad que cada da se dilata ms en mi pecho, obtuviera en mi suelo por galardn, la muerte en patbulo afrentoso, y por ser desleal a mis banderas,

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    35

    vosotros me elevaris a la primera magistratura de la Repblica, no dudara en aceptar el patbulo. (Movimiento de Miranda) Os extraan mis palabras? Las tomis como un delirio de mi acalorada mente? Mas, no lo juzguis as. Quien adora la libertad, debe para saber ser libre, saber ser hombre, y para ser hombre, cumplir lo que jura o morir.

    MIRANDA.-

    Pero es que vuestra lealtad no os impide reconocer un error. Aquel que reconociendo el abismo en que va a caer si da un paso hacia delante, retrocede, se le puede considerar como cobarde? No, verdad? Entonces por qu os creis deshonrado, si poseyendo como poseis, pensamientos tan elevados con respecto de libertad y de Repblica, no abjuris de vuestras creencias? Por qu hoy que la fatalidad poltica ha hecho que Napolen ocupe el trono, no arrojis de s esas ideas de adhesin a la causa que lo avasalla todo por la fuerza y no por la razn? Habis por ventura jurado fidelidad a Napolen?

    GUZMN.-

    No! Y nunca se la jurara! Pero a mi patria s he jurado fidelidad. Y ya que no puedo ser fiel a mi rey, a lo menos lo ser a mi suelo. Decidle a la madre que fija todo su cario en un hijo, que se desprenda de l y que ame nicamente a un expsito que le presentis: quitad al mar el flujo y reflujo, al sol su luz, a las flores sus aromas, a la fuente su murmullo, a la selva su

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    36

    potico encanto, al mundo su concierto universal; y quizs entonces podris conseguir que yo renuncie a ser espaol.

    MIRANDA.-

    (Levantndose) Oh! Por Dios, que no cre nunca encontrar hombre de tanta firmeza y tan patriota como vos. Es decir, Capitn Guzmn, que ni mi amistad, ni mis ofertas os harn variar de modo de pensar? Es decir que ciego en vuestro orgullo, despreciis fortuna, la gloria y el porvenir que os ofrezco? Decidme, Capitn Guzmn, por ltima vez: qu os hara cambiar de resolucin?

    GUZMN.-

    (Con sencillez y aplomo) La muerte nicamente, General.

    MIRANDA.-

    (Un poco contrariado) Est bien. Y si yo resentido por la poca influencia que tengo para con vos, os pusiera en el caso de elegir, entre vuestro cambio de ideas o la muerte de vuestro hijo, qu hicierais?

    GUZMN.-

    (Idem) Sacrificar a mi hijo!

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    37

    MIRANDA.-

    (Horrorizado) Oh! Y ser eso verdad! No, no puedo convencerme de ello; lo probar. Pues bien: veinte minutos os doy para que lo pensis. Si en el trmino de ese tiempo no decids acogeros a nuestras banderas, dos campanadas os advertir que vuestro hijo ha dejado de existir.

    GUZMN.-

    (Aparte) Este hombre me est haciendo apurar hasta las heces la copa del sufrimiento.

    MIRANDA.-

    (Aparte) Pobre amigo! Cunto hago por conseguir que nos pertenezcan su bravura y lealtad! Y bien, Capitn, qu decs?

    GUZMN.-

    (Con calma y resignacin) Lo que os he dicho ya. Haced pedazos a mi hijo; l, con los sentimientos de lealtad y de herosmo que le he inculcado, sabr morir bendicindome. l sabe que para un soldado, todas las torturas son preferibles que la deshonra.

    MIRANDA.-

    (Aparte) Tienes razn. (Alto) Hasta dentro de veinte minutos, Capitn.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    38

    GUZMN.-

    (Con calma) Hasta entonces, General.

    Escena X

    (Guzmn, solo)

    GUZMN.-

    Oh! Dios mo! Ser posible tanta atrocidad? Ser capaz Miranda de cumplir lo que acaba de decirme? Acaso l no es padre tambin? No se pondr l en mi caso, no comprender los dolores porque debe pasar el hombre a quien se le coloque en esta alternativa? S, sosigate, corazn. Miranda es bueno, honrado y pundonoroso militar, incapaz de cometer semejante felona! S; s No quiero convencerme de semejante atrocidad! Y si me engao? Y si ciego por el orgullo nacional hiciera a mi hijo vctima de su rencor? Oh! no s lo que por m pasa! Quiero ser leal, pero la voz de mi hijo resuena hasta en el fondo de mi corazn. (Delirio) Me parece ver ya su ensangrentada cabeza decirme: filicida, qu le contestars a mi madre cuando te pregunte por m?, qu le dirs para mitigar su dolor? El haber sido leal acaso le volver al hijo de sus entraas? Oh, Dios mo! Mi cerebro vacila; todo mi ser pierde el aplomo y energa que es menester en tales casos! Hijo mo, hijo adorado, no, no

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    39

    consentir que mueras por mi causa; tu vida slo Dios, slo el Ser Supremo tiene derecho a ella. Yo ir donde Miranda, le rogar no cebe en ti su enojo, y en ltimo caso abjurar de mis creencias. Estar al servicio de la Repblica y (Transicin) Pero qu estoy diciendo?... yo estoy loco! abdicar de mis juramentos!... oh! nunca, nunca! Caiga el hacha sobre el inocente cuello de mi hijo Muera de dolor mi adorada esposa pero slvese el honor castellano. (Se oyen tres campanadas, con intervalos de un segundo de otra cae de rodillas) Ah! Dios Soberano! (Con desesperacin) Es decir que ese tigre deca verdad? Es decir que las pasiones llegan hasta el extremo de asesinar a un infeliz nio? Hijo mo, tu padre te ha sacrificado, tu padre ha sido tu verdugo! Maldi no, no perdnale, qu harto desdichado en este momento Mas, qu oigo? Ese ruido; vendrn a anunciarme la fatal nueva?... Quin sois? (Delirando) Qu queris? Por qu me buscis? Apartad! Mi hijo es mi hijo! Es mi adorado hijo!... (Con ternura y como si tuviera a su hijo entre sus brazos) Qu plido ests! Has sufrido mucho por mi prisin, verdad? Lo comprendo. Y tu madre? Llora mucho tambin? Infeliz! Pronto se consolar, porque soy ya libre, ya los grillos no me aprisionan! Ven, hijo mo, salgamos de este maldito castillo, donde tantas lgrimas he derramado. Espaa ya est a salvo. No ves la bandera de mi patria que se ostenta en este momento? Ven, ven, salgamos. (Va por el foro a tiempo que sale Miano)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    40

    Escena XI

    (Dichos, Miano con mucha precisin y a media voz bajando con Guzmn al proscenio)

    MIANO.-

    Capitn, igame usted.

    GUZMN.-

    Quin? ah! (Volviendo en s) todo ha sido una pesadilla. Dgame usted, Miano, (Con dolor y duda) esas campanadas que acaban de orse, qu significan?

    MIANO.-

    Lo de siempre, relevo de las guardias.

    GUZMN.-

    Ah! respira corazn que an hay tiempo. Qu vena usted a decirme?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    41

    MIANO.-

    Que el momento se aproxima. Vaya usted en busca de su espada y de los compaeros. Aqu esperar para lanzar el grito que nos ha de llevar a la gloria o la muerte.

    GUZMN.-

    S, s. Espreme usted. Ha dado usted ya muerte al centinela?

    MIANO.-

    An no; pero no tardar en hacerlo.

    GUZMN.-

    Oh! espreme usted; luego que salga, lcese usted a esa puerta y cumpla con lo que le he ordenado. (Vase)

    Escena XII

    (Miano y a poco Vinoni)

    MIANO.-

    Capitn Guzmn, descuidad; si sois valiente, yo tambin s morir como el len sin rendirse.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    42

    VINONI.-

    (Entrando) Benditas contingencias de la guerra. Heme aqu, jefe accidental de este castillo, a pesar de mis charreteras de Capitn. El Generalsimo ha marchado al teatro principal de los sucesos, y el valiente Jalom desempea actualmente una comisin del servicio digna de su espada. (Reparando en Miano) Ah sois vos Miano! Despejad! (Con ademn insistente)

    MIANO.-

    (Aparte) Hombre! Bonita espada tiene este oficial, precisamente la que me hara falta!

    VINONI.-

    No habis odo, Miano?

    MIANO.-

    S, mi Jefe, pero es que estaba pensando aqu qu s yo locuras Que si yo fuera oficial, me gustara tener una espada as como la vuestra. Vea usted.- Yo oficial No s cmo podra suceder eso

    VINONI.-

    Hombre, no. En tiempo de guerra nada ms natural que ascender

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    43

    MIANO.-

    S es verdad; pero caramba! Es que esa vuestra espada me ha llamado la atencin

    VINONI.-

    Oh! Esta es magnfica. (Sacndola) Hoja toledana.

    MIANO.-

    (Cogindola) A ver, a ver (Blandindola) Efectivamente es hoja de Toledo (Riendo) Hombre, y lo que se me ocurre a m.

    VINONI.-

    Qu?

    MIANO.-

    Nada! Pinchar a usted (Amagndole y estrechndole hasta la puerta del calabozo, la cual, con el golpe de Vanoni, se abre. ste debe defenderse con la vaina de la espada, sin que de ninguna manera caiga en ridculo. Miano se aprovecha de esta casualidad y le encierra, en seguida baja al terrado, y se le ve subir a la plataforma donde se supone el centinela que guarda el polvorn)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    44

    VINONI.-

    Vamos camarada no juguis

    MIANO.-

    No: es que no estoy jugando.

    VINONI.-

    Cmo!

    MIANO.-

    As (Sigue pinchndole) ah! Bendita casualidad me habis ahorrado una muerte! (Cierra) Ahora al centinela.

    (Pausa durante la cual se oyen ruidos de armas en los calabozos, un grito en el foro, a este grito sale Miano y se coloca en la puerta; aparece Rosa con pabelln espaol en la mano y una espada en la otra, en lo alto del torren frente al pblico. Guzmn sale con sus compatriotas con espada y bandera en mano y corren hacia el fondo al grito de viva Espaa; se oyen varias descargas de fusilera, dentro. La voz de Rosa mandando; Miano firme en su puesto y observando en todas direcciones; tan pronto como Guzmn y sus compaeros salgan de la escena, se oyen caonazos. Soldados venezolanos salen por distintas direcciones. Toques lejanos de

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    45

    cornetas tocando a las armas. Confusin general, voceros de viva Espaa y de viva la Repblica. Todo esto hasta la salida de Guzmn)

    GUZMN.-

    (A sus compaeros) Vamos compaeros, valor y decisin.- Viva Espaa!

    TODOS.-

    Viva!!

    GUZMN.-

    A lidiar!

    TODOS.-

    A lidiar! (Vanse. Empieza el caonazo, etc.)

    ROSA.-

    (En el torren) Por aqu valientes!, as: firmes! fuego! antes morir que desmayar!

    MIANO.-

    (En su puesto) Bien, Rosa, bien.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    46

    UN OFICIAL.-

    (Con varios soldados) Ah! traicin! Mas, ved. La centinela nos ha vendido. Justo es que pague su felona. A ella valientes soldados, fuego!

    MIANO.-

    (Con voz terrible y aterradora) Alto, seor oficial! Si uno solo de vuestros soldados hace fuego a Rosa nuestro fin ser igual, ved esta mecha, aqu el polvorn, hacis fuego y tambin lo hago y perecemos todos. Combatid, mas no matis a traicin.

    OFICIAL.-

    Oh! S, tenis razn! A luchar muchachos. A subir a las almenas, que perezcan esos traidores. nimo, Jalom est ya avisado; no os las cornetas que piden refuerzos. Oh gloria sin medida. Vedle atravesar a nado el canal. Con l vendrn mil valientes. Al torren.

    SOLDADOS.-

    Al torren. (Desaparecen)

    (A lo lejos y con el pabelln tricolor en una mano, se ve a Jalom luchando con las olas)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    47

    ROSA.-

    (Desde arriba) S; venid os espero! Aunque mujer, mi corazn no se amedrenta con los temores de una batalla. (Pausa) (Ruido de armas, toques de clarn, can, ayes y lamentos por algunos segundos)

    MIANO.-

    Bien, bien! Cmo se baten, parecen leones Nuestra causa va triunfante Qu veo los artilleros forcejean con nuestros compatriotas a brazo partido No hay duda; estos venezolanos son valientes. Oh! gloria sin medida! Las tropas que venan han sido rechazadas. (Grito general dentro de Viva Espaa!)

    Escena ltima

    (Entran Guzmn, Rosa, Miano y dems compaeros por el foro. Jalom con el traje en desorden y la espada rota, acompaado de oficiales y tropas por la puerta segunda izquierda)

    GUZMN.-

    Venid valientes espaoles. Venid; que puedan mis ojos contemplar vuestros bravos pechos.

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    48

    JALOM.-

    Capitn Guzmn, os habis valido de una traicin. Slo as pueden ser vencidos los valientes venezolanos comandados por m. Mientras tanto, ved como la causa de la libertad se conduce con sus opresores. Vuestro hijo vive!

    GUZMN.-

    Mi hijo vive! Mi hijo no ha muerto!

    JALOM.-

    Nos suponas capaces de semejante vileza.

    GUZMN.-

    Oh, no. Siempre os he credo valientes y humanitarios. Por lo dems, nuestro reproche sarcstico no me hiere. Si inspirado en la traicin os hubiera hecho creer que mis ideas de adhesin a mi rey y a mi patria se haban modificado aceptando los favores de la causa republicana, tendrais entonces razn; pero por el contrario, franco y sin doblez os expres mis sentimientos. Mi deseo de ser aherrojado debi hacroslo comprender; al preso le es permitido ambicionar su libertad y todos los medios de que se valga le son lcitos

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    49

    JALOM.-

    Basta! Disponed de nosotros; somos vuestros prisioneros; sois dueo de disponer de nuestra suerte.

    VARIOS.-

    (Lanzndose sobre ellos) Mueran!

    GUZMN.-

    (Interponindose) Atrs! Queris manchar nuestra victoria con una vileza! Podis salir con vuestros valientes. En el campo de batalla nos encontraremos. Aqu somos amigos; all contrarios, que sostendremos con la espada una idea y una patria.

    JALOM.-

    Gracias, Capitn Guzmn. Ea, camaradas!, al campo; y que Dios ayude a nuestra santa causa.

    TODOS.-

    Al campo! (Vanse)

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    50

    MIANO.-

    Ahora, mi Capitn, permitidme que de libertad a un preso que tengo en ese calabozo.

    GUZMN.-

    A quin?

    MIANO.-

    A Vinoni.

    GUZMN.-

    Vinoni! Y por qu est preso?

    MIANO.-

    Porque necesitando su espada se la quit y lo encerr para que no descubriese nuestro plan. (Abriendo la puerta) Ea! Salid, amigo Vanoni.

    VINONI.-

    (Saliendo) Ah! Os habis valido de una traicin para desarmarme; mas, no importa, en el campo nos encontraremos y vuestra sangre ser la satisfaccin que os pida. Acudiris?

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    51

    MIANO.-

    Y lo habis dudado? Esperadme!

    VINONI.-

    Bien; os espero. (Mutis)

    GUZMN.-

    Ahora, camaradas: Un viva a Espaa!

    TODOS.-

    Viva Espaa!

    ROSA.-

    Viva Antonio de Guzmn, nuestro valiente Capitn!

    GUZMN.-

    Gracias, amigos mos! Yo os juro no descansar hasta no ver libre este suelo de los valientes enemigos de la madre patria Y t (Mirando la bandera y casi sublimndose gradualmente):

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    52

    Qu me resta en el encono

    Del patritico ardimiento?

    Cumplir hoy el juramento

    De morir fiel a mi trono!

    Jams del clarn el tono

    Que aciago vibra la suerte

    La voz ahogar del fuerte

    Aun en la hora postrera;

    Y envuelto en esta bandera

    Har gloriosa mi muerte!

    Sacro pendn! A mis manos!

    Y has que me den tus leones

    El fuego de las acciones

    De mis nclitos hermanos;

    Los soberbios castellanos

    Jams doblaron la frente

    Bajo el simoiin ardiente

    Que al frica sopla el can:

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    53

    Y llevas de gente en gente

    Glorias del Cid y Guzmn!

    Un lampo en tus franjas brilla

    Que imita el fuego del sol,

    En donde el pueblo espaol

    Tembl quizs la cuchilla

    Con que al musulmn humilla

    En los campos de Granada;

    En la triste retirada

    Precipitaste a Boabdil,

    Cuando rodaba al Genil,

    Lgrima desesperada.

    Cuando en el mar de Lepanto

    Te izaron en alta entena

    Huy la gente agarena

    Entre desorden y llanto

    Fuiste smbolo de espanto

    A la invasin extranjera

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    54

    Y jams otra bandera

    De sangre flot en la ola

    Como en mar, mente y pradera.

    Flot la ensea espaola.

    Fuiste la brjula cierta

    Que tras atlante iracundo

    Abri a Coln de este mundo

    La desconocida puerta. (Con desconsuelo)

    Si maana suerte incierta

    A nuestros triunfos engaa

    Si en Venezuela te empaa

    Humo de fugaz victoria

    Renacers a la gloria,

    Al grito de viva Espaa!...

    Vibre ardiente y soberano

    Ese grito al mundo entero

    Y en una mano el acero

  • VICENTE MICOLAO Y SIERRA (Manfredo) Biblioteca Virtual de Dramaturgia Venezolana Tintateatro

    55

    Y tu fijo en la otra mano;

    Este leal veterano

    Ser fuerza que sucumba:

    No desmentir de Otumba

    La herencia de Hernn Corts! (Muy marcado)

    Me hallarn muerto a tus pies;

    Y t cubrirs mi tumba!!

    (Guzmn queda dominando la situacin en todo el centro de la escena, casi cubierto con la bandera; los soldados de la primera fila con una rodilla en tierra; los de la segunda de pie y el arma presentada; los de la tercera vueltos de espalda, en actitud de defensa y apuntando a las murallas derecha, izquierda y foro. Los torreones del fondo caen convertidos en escudos espaoles. Sobre el muro del torren la Centinela de pie; el pelo suelto, en la izquierda la bandera y en la diestra la espada en actitud de mando; diez o doce soldados alrededor de ella casi arrastrndose y en acecho; al fondo el mar, oscuro al caer los torreones, iluminado con luz de aurora despus, en cuyo momento se ve atravesar a Jalom remando en un bote. Ruido de armas, griteras y ayes se oyen fuera.- La orquesta tocar una marcha triunfal hasta la cada del teln que cae pausadamente)

    Fin del Drama.