México: mercado laboral y ¿reactivación económica?

México: mercado laboral y

¿reactivación económica?

20 de julio de 2012 Volumen 2, N°38

La tendencia del mercado laboral en México sigue en franca pauperización. Las cifras corres-

pondientes al mes de junio señalan que si bien la tasa de desocupación es menor a la registra-

da en 2011, en realidad ello se debe a que la insuficiente creación de empleo se ha dado en

condiciones de marginalidad. Además, la comparación respecto al mes de mayo indica que la

reducción en la desocupación parece estar terminando.

Respecto a las condiciones de las personas ocupadas, puede referirse que se han presentado

importantes incrementos en la parte informal: el 29.7% de la población con una ocupación lo

hace en las redes de la informalidad, 0.8% más que hace un año. Este resultado marca que la

válvula de oxígeno para la economía mexicana sigue radicando en actividades de bajo valor

agregado y que se encuentran vinculadas con la informalidad y/o la ilegalidad. El problema de

esto último es que representan personas que poco o nada esperan del Estado mexicano, es

decir, que tienen actividades económicas y sociales al margen de las instituciones y que en el

extremo lo hacen aún atentando contra ellas.

Por otra parte la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (personas que trabajan en condi-

ciones inadecuadas, por ingresos o por el escaso tiempo de ocupación laboral), aumentó hasta

un 12.4%, 0.9% más que en junio de 2011. Sin lugar a dudas lo anterior resalta que los mexica-

nos enfrentan el dilema de sostener a sus familias en condiciones en donde las remuneracio-

nes que reciben son insuficientes para proporcionarles un nivel de bienestar satisfactorio. De

igual forma se observa que en la práctica el mercado laboral tiene una flexibilidad preocupan-

te: se contrata a personas por menos tiempo del marcado en la ley, y muy probablemente sin

dar cumplimiento a la elaboración de un contrato por escrito o al otorgamiento de las presta-

ciones adecuadas.

Esto señala que la implementación de la “Reforma Laboral” que busca formalizar dicho esque-

ma tendría un impacto mínimo sobre la economía, y las razones son muy simples. En primera

instancia las autoridades laborales son omisas ante el quebranto del actual marco legal, en

otras palabras, no existe garantía de que actuarán de una mejor manera ante una modificación

de las normas existentes. En segundo término la contratación con menores jornadas de traba-

jo, con salarios inferiores al mínimo, por destajo, vía outsourcing, entre otras, ya es una reali-

dad, por lo cual difícilmente tendría impacto la legalización de ello, o dicho de otra manera,

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solamente es avalar lo que ya se hace.

La subocupación es otro problema, representa la búsqueda que los mexicanos hacen por más de un

empleo, todo ello para asegurar un mejor nivel de vida para sus familias. Sin lugar a dudas es una

consecuencia de que, a pesar del crecimiento económico, los salarios y prestaciones van en retroce-

so. Esta situación daña a las familias, y no únicamente en la parte financiera, también representa una

afectación al tiempo que los padres y madres de familia pueden destinarle a la misma. La desintegra-

ción social es una consecuencia silenciosa de lo descrito, y permite explicar, junto con el bajo nivel

del sistema educativo a nivel básico, el por qué cada vez existe una mayor cantidad de niños y jóve-

nes que no estudian ni trabajan.

Por tanto, la disminución de la tasa de desocupación anual, o el registro de empleo en el IMSS deben

tener una lectura más profunda: estamos lejos de solventar los problemas laborales en México, el

crecimiento económico sigue dejando beneficios a una parte reducida de la población. Lo anterior es

aún más preocupante cuando se observa que poco a poco el ciclo productivo de algunos sectores

económicos se sigue debilitando, particularmente en las manufacturas vinculadas con Estados Uni-

dos. El 2013 podría tener sorpresas desagradables para quienes pronostican un buen año, particular-

mente después de un proceso electoral cada vez más cuestionado.

Fuente: INEGI


Fuente: INEGI

Fuente: INEGI


Fuente: Federal Reserve

Mercado Laboral Mexicano

Las cifras de ocupación y empleo correspondientes al mes de junio reflejan las agudas proble-

máticas a enfrentar en materia social. El mercado laboral mexicano presenta una problemática

estructural que no ha sido atendida; en este sentido, durante el mes anterior se dio un incre-

mento en la tasa de subocupación, la cual se encuentra en 9.3%, condiciones críticas de ocupa-

ción (12.4%) y ocupación en el sector informal (29.7%); situación que impacta directamente en

el bienestar de la población. Por otro lado, la precarización de las condiciones laborales tam-

bién se encuentra en el aumento marginal en junio del presente año de los trabajadores sin

pago (6.8%) en tanto que existió una reducción moderada del número de empleadores (4.7%).

Además, se exhibe un incremento considerable de la subocupación, lo cual es muestra de la

incapacidad del aparato productivo de generar empleo de calidad (bien remunerado) y que

obliga a la población a incorporarse a la informalidad bajo condiciones precarias de empleo.

El problema se acentúa al observar que no es atribuible a la falta de educación de los mexica-

nos, sino a las propias características del mercado laboral del país, ya que la mayor parte de la

desocupación es de aquellas personas con niveles más altos de estudio, en tanto que ésta es

muy reducida en el caso contrario.


Un análisis de la desocupación a nivel estatal permite observar un escenario heterogéneo: estados

como Chihuahua, Baja California, Distrito Federal, Durango y Nuevo León son los mayormente afec-

tados. En contrasentido Chiapas, Guerrero, Campeche, Yucatán y Oaxaca exhiben menores tasas.

Dicha situación es contradictoria con las condiciones sociales de estas últimas entidades federativas

que poseen los niveles más elevados de pobreza; una explicación para ello recae en la migración

existente a las regiones más industrializadas del país en búsqueda de mayores oportunidades labo-

rales.

Fuertemente relacionado con el panorama laboral anteriormente descrito, se encuentra la actividad

económica mexicana. Esta misma, empieza a mostrar señales de debilidad como consecuencia del

escenario internacional y de las problemáticas estructurales que no han sido atendidas. La incipien-

te evolución económica de los Estados Unidos aunado a la incertidumbre del contexto internacional,

imposibilitan un mayor crecimiento económico para México y por lo tanto un mercado laboral que

no se recuperará en el corto plazo.

Actividad Económica

La actividad industrial de Estados Unidos presenta un comportamiento heterogéneo en muchos de

sus rubros. Los ciclos económicos presentan un claro agotamiento de la economía norteamericana,

principalmente, en los rubros de maquinaria y equipo eléctrico, maquinaria y equipo de cómputo y

manufacturas. Sectores que se encuentran fuertemente vinculados con la economía mexicana, co-



mo el automotriz presentan señales de agotamiento lo cual condiciona de manera aún más impor-

tante la evolución de México.

En este contexto, pese a que las tasas de crecimiento de los sectores más importantes norteameri-

canos son positivas, éstas no necesariamente se han traducido en un mayor impulso a la actividad

económica mexicana. Además existe un crecimiento marginal que se ha visto limitado por el mo-

desto comportamiento del mercado interno estadounidense y las problemáticas laborales ante las

cuales se enfrenta el vecino país.

Referente a la producción industrial mexicana todos los ciclos, salvo minería, se encuentran a la

baja. Se aprecia un menor dinamismo con respecto al año previo (4.0%) aspecto principalmente

ocasionado por la el incipiente comportamiento del rubro de electricidad y manufacturas (2.5% y

4.9%, respectivamente).

La producción manufacturera por estado, solamente ocho entidades federativas poseen una ten-

dencia al alza en tanto que once se encuentran estancadas y trece exhiben una tendencia decre-

ciente. En este sentido, nueve de las trece principales entidades económicas del país se encuentran

estancadas o a la baja: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Esta-

do de México, Michoacán, Nuevo León y Querétaro.

Fuente: INEGI


Una problemática del incipiente dinamismo económico exhibido en los últimos años es su re-

percusión sobre el bienestar de la población. Pobreza, precariedad laboral, violencia, entre

otros, forman parte del escenario con el que día a día conviven millones de mexicanos. Una

piedra angular en dicho contexto ha sido la evolución de los precios en el último periodo; en el

cual se aprecia un incremento en los mismo, aspecto que ha afectado de manera importante

el segmento de los alimentos.

Se observan presiones inflacionarias provenientes del componente no subyacente, el cual re-

gistró un alza del 7.3% (4% más que el año previo).

Desde 2010, el incremento en los precios sobre los alimentos ha sido considerable, situación

que agudiza la problemática de pobreza alimentaria a la cual se enfrentan 21.2 millones de

mexicanos. Alimentos básicos, como el frijol presenta alzas en sus precios del 54.7%, en tanto

Fuente: INEGI


Fuente: INEGI

Fuente: INEGI

que para el caso de la carne de res y el maíz el aumento corresponde a dos dígitos (18.5% y

15.3% respectivamente). Dicha situación, aunado a la falta de crecimiento limitan las posibi-


Fuente: INEGI

lidades de desarrollo del país e impactan directamente sobre la población más vulnerable, profun-

dizando aún más las problemáticas a enfrentar.

El escenario descrito de insuficiente creación de empleo, baja calidad en las condiciones laborales,

así como la exigua actividad económica, representan limitantes que condicionan las perspectivas

económicas para el resto del año. Otro aspecto fundamental es el escenario de incertidumbre in-

ternacional, el cual se ve reflejado en la volatilidad del tipo de cambio. En este sentido, existe una

tendencia al alza en el mismo, situación que manifiesta la inseguridad de los mercados sobre la

estabilidad macroeconómica mundial.

Lo expuesto anteriormente vislumbra lejana la posibilidad de incrementar los niveles de desarrollo

socioeconómico y contar con un mejor bienestar para los mexicanos de manera inmediata, por lo

cual demanda la consecución de estrategias de desarrollo de largo plazo congruentes con las nece-

sidades del país.

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