Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

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MEMORIAS IN SANTASAntología de poesía escrita por mujeres

sobre la violencia política

Colección: Arte para la Transformación Global

Programa Democracia y

Transformación Global

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MEMORIAS IN SANTASAntología de poesía escrita por mujeres

sobre la violencia política

Colección: Arte para la Transformación Global

Programa Democracia y

Transformación Global

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Entre Cemento y Retamaa Modo de Introducción

Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso

Memorias in santas es una recopilación de poesía peruana escrita por mujeres inspirada en los años de conflicto armado interno que sufrió el Perú. Una parte de los poemas seleccionados fueron publicados en la segunda mitad de los años ochenta (O un cuchillo esperándome de Patricia Alba es de 1988 por ejemplo) e inicios de los noventa (Zona Dark de Montserrat Álvarez de 1991), mientras que otros datan de fines del fujimorismo en adelante (Ya nadie incendia el mundo de Victoria Guerrero, 2006, y Las hijas del terror de Rocío Silva Santisteban, 2007). En esta edición se ha considerado a poetas de distintas promociones literarias, conocidas y reconocidas no sólo por sus publicaciones, sino además por la participación activa en eventos públicos nacionales e internacionales. Son poetas cuyas trayectorias profesionales se han desarrollado esencialmente en Lima, lo cual explica por qué en la mayoría de los poemas recogidos prime el ámbito urbano. Una excepción es la poeta puneña Gloria Mendoza Borda con una destacada actividad literaria en el sur del Perú.

La ausencia de voces poéticas provenientes de las provincias, afectadas directamente por la violencia, a simple vista, puede considerarse una de las principales limitaciones de la presente selección. Sin embargo, consideramos que la focalización en Lima, como punto de partida para una recopilación más completa que deseamos hacer en un futuro próximo, tiene sentido en la medida que también, y de una manera particular, sufrió los estragos de la guerra. Si bien Lima ha sido el escenario desde donde se han ido tejiendo las versiones dominantes sobre el conflicto armado - cuyo costo mayor de vidas humanas hasta el año 1989 estaba concentrado en las localidades más pobres y excluidas del país -, simultáneamente Lima ha ido constituyéndose en la última instancia en donde se pueden hacer visibles hechos del conflicto que de otra forma jamás saldrían a la luz. Es importante destacar, por tanto, cómo en algunos de los poemas recopilados se recrean episodios acaecidos en comunidades prácticamente olvidadas del país, algunos de ellos escasamente discutidos, como son los casos de las violaciones sexuales y los enrolamientos forzados de militantes como métodos de guerra.

MEMORIAS IN SANTAS. Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

© Centro Peruano de la Mujer Flora TristánParque Hernán Velarde Nº 42, Lima, Lima. Teléfono (51) (1) 4331457 Fax:4339500www.flora.org.pe e-mail: [email protected]

Programa Democracia y Transformación GlobalJr. Daniel Olaechea 175, Jesús María, Lima. Teléfono (51) (1) 4620443www.democraciaglobal.org e-mail: [email protected]

DEMUS. Estudio para la defensa y los derechos de la mujerJirón Caracas 2624, Jesús María, Lima. Telefax (51) (1) 4638515www.demus.org.pe e-mail: [email protected]

Este libro ha sido posible gracias a los auspicios de Programa Democracia y Transformación Global, DEMUS. Estudio para la defensa y los derechos de la mujer y la Fundación Ford.

CompiladoresRoxana CrisólogoMiguel Ildefonso

Cuidado de la edición:Miguel Ildefonso

Diseño e ilustración de la carátula:Jorge Miyagui (www.jorgemiyagui.com)

Modelo de portada:Ruth Llacsahuanga

ISBN:

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-08278

Primera edición agosto 2007

1,000 ejemplares

Impreso en el Perú

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Entre Cemento y Retamaa Modo de Introducción

Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso

Memorias in santas es una recopilación de poesía peruana escrita por mujeres inspirada en los años de conflicto armado interno que sufrió el Perú. Una parte de los poemas seleccionados fueron publicados en la segunda mitad de los años ochenta (O un cuchillo esperándome de Patricia Alba es de 1988 por ejemplo) e inicios de los noventa (Zona Dark de Montserrat Álvarez de 1991), mientras que otros datan de fines del fujimorismo en adelante (Ya nadie incendia el mundo de Victoria Guerrero, 2006, y Las hijas del terror de Rocío Silva Santisteban, 2007). En esta edición se ha considerado a poetas de distintas promociones literarias, conocidas y reconocidas no sólo por sus publicaciones, sino además por la participación activa en eventos públicos nacionales e internacionales. Son poetas cuyas trayectorias profesionales se han desarrollado esencialmente en Lima, lo cual explica por qué en la mayoría de los poemas recogidos prime el ámbito urbano. Una excepción es la poeta puneña Gloria Mendoza Borda con una destacada actividad literaria en el sur del Perú.

La ausencia de voces poéticas provenientes de las provincias, afectadas directamente por la violencia, a simple vista, puede considerarse una de las principales limitaciones de la presente selección. Sin embargo, consideramos que la focalización en Lima, como punto de partida para una recopilación más completa que deseamos hacer en un futuro próximo, tiene sentido en la medida que también, y de una manera particular, sufrió los estragos de la guerra. Si bien Lima ha sido el escenario desde donde se han ido tejiendo las versiones dominantes sobre el conflicto armado - cuyo costo mayor de vidas humanas hasta el año 1989 estaba concentrado en las localidades más pobres y excluidas del país -, simultáneamente Lima ha ido constituyéndose en la última instancia en donde se pueden hacer visibles hechos del conflicto que de otra forma jamás saldrían a la luz. Es importante destacar, por tanto, cómo en algunos de los poemas recopilados se recrean episodios acaecidos en comunidades prácticamente olvidadas del país, algunos de ellos escasamente discutidos, como son los casos de las violaciones sexuales y los enrolamientos forzados de militantes como métodos de guerra.

MEMORIAS IN SANTAS. Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

© Centro Peruano de la Mujer Flora TristánParque Hernán Velarde Nº 42, Lima, Lima. Teléfono (51) (1) 4331457 Fax:4339500www.flora.org.pe e-mail: [email protected]

Programa Democracia y Transformación GlobalJr. Daniel Olaechea 175, Jesús María, Lima. Teléfono (51) (1) 4620443www.democraciaglobal.org e-mail: [email protected]

DEMUS. Estudio para la defensa y los derechos de la mujerJirón Caracas 2624, Jesús María, Lima. Telefax (51) (1) 4638515www.demus.org.pe e-mail: [email protected]

Este libro ha sido posible gracias a los auspicios de Programa Democracia y Transformación Global, DEMUS. Estudio para la defensa y los derechos de la mujer y la Fundación Ford.

CompiladoresRoxana CrisólogoMiguel Ildefonso

Cuidado de la edición:Miguel Ildefonso

Diseño e ilustración de la carátula:Jorge Miyagui (www.jorgemiyagui.com)

Modelo de portada:Ruth Llacsahuanga

ISBN:

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-08278

Primera edición agosto 2007

1,000 ejemplares

Impreso en el Perú

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publicación de esta antología se enmarca en la apuesta por transformar la historia creada en torno al conflicto armado interno vivido en el Perú, ampliándola y democratizándola por medio de la recuperación de las otras memorias, memorias marginales o invisibilizadas por ser ajenas a la historia oficial. Memorias que existen y resisten a través de las distintas manifestaciones artísticas y culturales, en este caso de la poesía escrita por mujeres, que nos permiten reconstruir una parte de nuestra historia en constante tensión entre la impunidad y el legítimo reclamo de justicia.

Memorias in santas, título con el que rotulamos este conjunto diverso de memorias profanas, y valiéndonos de una licencia poética para representar lo exactamente opuesto al concepto de “santas” o “sí santas”, hace referencia a esas voces marginales y contrahegemónicas que han de desembocar en una insurrección esperanzadora, producto de la necesidad de encontrar entendimiento, reconocimiento y justicia anhelados. Pero el hecho de recopilar poemas sobre la violencia política escritos por mujeres se debe también a otros factores. Uno de ellos es que literariamente se ha querido encasillar en una o dos temáticas a toda la poesía escrita por mujeres surgida, sobre todo, desde la década del ochenta. Si bien el erotismo fue en aquella década uno de los temas centrales, o al que puso más atención la crítica, no ocurre lo mismo en los años noventa. Es por eso que, siguiendo otro derrotero, nos interesa conocer cómo ellas, desde su subjetividad también marginal dentro de un mundo androcéntrico, haciendo uso de diversos registros poéticos, abordan los sucesos del conflicto armado interno no sólo en tanto recuerdos o pesadillas, sino como hechos concretos que coexisten entre la memoria oficial y las memorias populares.

La poesía, más que un conjunto de metáforas y hermosas palabras bien escritas, encierra la capacidad de hacer a las personas más sensibles, conscientes y críticas. No se trata, por eso mismo, de recoger poesía cívica o himnos, sino poemas que impliquen cuestionamientos y reflexiones que combatan el olvido y la injusticia. Queremos no solamente hacer ver la retama en el cemento, que Memorias in santas no sólo los afecte o conmueva estéticamente; sino también éticamente.

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Memorias in santas a través de la poesía nos revela una ciudad deteriorada política, económica, social y emocionalmente por los sucesos de la guerra. Se presenta Lima como testigo de lo que acontecía en el resto excluido del país, pero también víctima del fuego cruzado entre las fuerzas armadas, los grupos subversivos y los demás agentes armados. Desde las zonas periféricas, la capital del Perú se fue convirtiendo en escenario de asesinatos selectivos de importantes dirigentes sociales. Es el caso de María Elena Moyano, lideresa de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, asesinada por Sendero Luminoso, y que es tema del poema Las furias de Doris Moromisato. Los poemas, con distintas ópticas, reconstruyen una época en que se daban las intervenciones de las fuerzas armadas en los recintos universitarios estatales (como en Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos de Ericka Ghersi), dentro de una ciudad donde cundía el miedo a los coches bomba, o el miedo de ser detenido y considerado sospechoso. No es exagerado decir, y para parafrasear el título de uno de los poemarios de Rosina Valcárcel publicado en 1991, que la gestación de estos poemas surgió en medio del caos generado por las balaceras y los apagones que, de pronto, aterrorizaban las noches de Lima.

Luego de la publicación del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, hablar pública y directamente de ciertos episodios relacionados a la guerra interna dejó de ser un tabú. Esto explica la aparición de lo que ha empezado a denominarse literatura sobre la guerra (novelas, cuentos, relatos, poesía). No obstante, mucho antes de aquel Informe ya habían sido publicados varios poemas con esta temática que pasaron desapercibidos, que fueron ocultados por sus propias autoras o en su momento no fueron entendidos como representaciones del conflicto armado. Ello explica, por citar un caso, uno de los sentidos de interpretación en los poemas aquí publicados de Rosella di Paolo, interpretación relacionada al tema de la ausencia traumática y la espera obligada, y que ha sido corroborada por la propia autora al hablar de estos poemas y su relación con la violencia.

El Programa Democracia y Transformación Global inaugura con Memorias in santas la colección “Arte para la transformación global” como parte de su línea de trabajo y reflexión sobre arte y cultura. En esta oportunidad hemos invitado al Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y a Demus para que nos acompañen con esta iniciativa, ambas instituciones con apuestas comunes a las del presente libro. La

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publicación de esta antología se enmarca en la apuesta por transformar la historia creada en torno al conflicto armado interno vivido en el Perú, ampliándola y democratizándola por medio de la recuperación de las otras memorias, memorias marginales o invisibilizadas por ser ajenas a la historia oficial. Memorias que existen y resisten a través de las distintas manifestaciones artísticas y culturales, en este caso de la poesía escrita por mujeres, que nos permiten reconstruir una parte de nuestra historia en constante tensión entre la impunidad y el legítimo reclamo de justicia.

Memorias in santas, título con el que rotulamos este conjunto diverso de memorias profanas, y valiéndonos de una licencia poética para representar lo exactamente opuesto al concepto de “santas” o “sí santas”, hace referencia a esas voces marginales y contrahegemónicas que han de desembocar en una insurrección esperanzadora, producto de la necesidad de encontrar entendimiento, reconocimiento y justicia anhelados. Pero el hecho de recopilar poemas sobre la violencia política escritos por mujeres se debe también a otros factores. Uno de ellos es que literariamente se ha querido encasillar en una o dos temáticas a toda la poesía escrita por mujeres surgida, sobre todo, desde la década del ochenta. Si bien el erotismo fue en aquella década uno de los temas centrales, o al que puso más atención la crítica, no ocurre lo mismo en los años noventa. Es por eso que, siguiendo otro derrotero, nos interesa conocer cómo ellas, desde su subjetividad también marginal dentro de un mundo androcéntrico, haciendo uso de diversos registros poéticos, abordan los sucesos del conflicto armado interno no sólo en tanto recuerdos o pesadillas, sino como hechos concretos que coexisten entre la memoria oficial y las memorias populares.

La poesía, más que un conjunto de metáforas y hermosas palabras bien escritas, encierra la capacidad de hacer a las personas más sensibles, conscientes y críticas. No se trata, por eso mismo, de recoger poesía cívica o himnos, sino poemas que impliquen cuestionamientos y reflexiones que combatan el olvido y la injusticia. Queremos no solamente hacer ver la retama en el cemento, que Memorias in santas no sólo los afecte o conmueva estéticamente; sino también éticamente.

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Memorias in santas a través de la poesía nos revela una ciudad deteriorada política, económica, social y emocionalmente por los sucesos de la guerra. Se presenta Lima como testigo de lo que acontecía en el resto excluido del país, pero también víctima del fuego cruzado entre las fuerzas armadas, los grupos subversivos y los demás agentes armados. Desde las zonas periféricas, la capital del Perú se fue convirtiendo en escenario de asesinatos selectivos de importantes dirigentes sociales. Es el caso de María Elena Moyano, lideresa de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, asesinada por Sendero Luminoso, y que es tema del poema Las furias de Doris Moromisato. Los poemas, con distintas ópticas, reconstruyen una época en que se daban las intervenciones de las fuerzas armadas en los recintos universitarios estatales (como en Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos de Ericka Ghersi), dentro de una ciudad donde cundía el miedo a los coches bomba, o el miedo de ser detenido y considerado sospechoso. No es exagerado decir, y para parafrasear el título de uno de los poemarios de Rosina Valcárcel publicado en 1991, que la gestación de estos poemas surgió en medio del caos generado por las balaceras y los apagones que, de pronto, aterrorizaban las noches de Lima.

Luego de la publicación del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, hablar pública y directamente de ciertos episodios relacionados a la guerra interna dejó de ser un tabú. Esto explica la aparición de lo que ha empezado a denominarse literatura sobre la guerra (novelas, cuentos, relatos, poesía). No obstante, mucho antes de aquel Informe ya habían sido publicados varios poemas con esta temática que pasaron desapercibidos, que fueron ocultados por sus propias autoras o en su momento no fueron entendidos como representaciones del conflicto armado. Ello explica, por citar un caso, uno de los sentidos de interpretación en los poemas aquí publicados de Rosella di Paolo, interpretación relacionada al tema de la ausencia traumática y la espera obligada, y que ha sido corroborada por la propia autora al hablar de estos poemas y su relación con la violencia.

El Programa Democracia y Transformación Global inaugura con Memorias in santas la colección “Arte para la transformación global” como parte de su línea de trabajo y reflexión sobre arte y cultura. En esta oportunidad hemos invitado al Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y a Demus para que nos acompañen con esta iniciativa, ambas instituciones con apuestas comunes a las del presente libro. La

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Prólogo

Carmen Ollé*

No es fácil establecer una correspondencia automática entre la vida interna de los poetas y escritores —hombres y mujeres— y los conflictos sociales. La poesía no refleja de manera inmediata, cual cámara fotográfica o documental, el momento histórico, sino que lo procesa. El poeta polaco Adam Zagajewski (Ucrania 1945), sensible al Holocausto, considera que la poesía da forma a la vida interior pero también tiene que velar por la historia: “los momentos de lucidez son históricos, pero se viven en la cotidianeidad, en la vida normal, con un

1ojo abierto a la historia” .

En este sentido, los efectos del conflicto armado interno que vivió nuestro país durante los años ochenta y principios de los noventa se perciben en la poesía escrita por mujeres peruanas a través de diversas formas, en algunos casos cruda y explícita; en otros, de forma velada y misteriosa, pues nada funciona de acuerdo a una teoría mecanicista, que parece echaran en falta algunos críticos cuando demandan una literatura de la violencia.

Más que una mera imitación de la realidad —como pensaba Aristóteles—, la poesía reconstruye una imagen de dicha realidad de manera original; para ello la percepción de los acontecimientos pasa por varios filtros, semejante a un rayo refracto que brota de una realidad perniciosa que se expresa en emociones intraducibles o en imágenes enigmáticas, la mayoría de las veces a través de una simbología que nos recuerda la experiencia poética del expresionismo alemán en la primera mitad del siglo pasado, especialmente a Georg Trakl, cuya corta vida y breve pero intensa, atormentada poesía nos hablan premonitoriamente de desgracias por venir, como las dos guerras mundiales. Mostrando un paisaje melancólico y decadente, temas como

* Escritora. Entre otros libros es autora del poemario Noches de adrenalina y de las novelas ¿Por qué hacen tanto ruido?, Las dos caras del deseo y Retrato de mujer sin familia ante una copa.

1 “Adan Zagajewski/Poeta” en El País, sábado 19 de noviembre de 2005, p. 38.

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el incesto e imágenes de podredumbre (muros de lepra, uvas purpúreas, el grito de los cuervos), la simbología personal de Trakl expresa con fuerza inusitada la debacle de una época en apariencia rica y culta.

No solo es imposible imitar la realidad, ya que ésta es cambiante, sino que —como señala el filósofo Nelson Goodman— no existe un “ojo natural inocente”. De ahí que parezca una discusión inútil echarle la culpa a los artistas peruanos por su supuesta indiferencia o mutismo ante los hechos de violencia que, según el Informe Final de la Comisión

2de la Verdad y Reconciliación , arrojaron la cifra de casi 70 mil muertos, además de violaciones a mujeres de origen campesino y efectos psicológicos irreversibles en la población peruana.

La poesía que se publica en este volumen responde a una antigua pregunta que sigue vigente, formulada por el filósofo alemán Adorno después de la Segunda Guerra Mundial: ¿Es posible escribir poesía después de Auschwitz? ¿Es posible escribir poesía durante y después de un conflicto armado como el de hace veinte años en el Perú? La poesía, el arte no cesan, los/las poetas y los escritores seguirán inspirándose en la realidad, sea ésta reflejo del mal; el mal no como lo entendía Bataille desde su concepción romántico-transgresora, sino desde la idea de crímenes políticos y éticos. Algunos de los poemas en el presente libro datan de la época del conflicto armado, otros salieron a la luz años después del cese de la guerra. Los sentimientos ante el peligro y el miedo en los poemas están asociados con la noche y la soledad, aunque también con el peligro y la incertidumbre: un tajo, una cuchillada, parecen hundirse en la piel.

Por momentos, más o menos explícita, la poesía también se refiere al futuro, uno imposible, el tiempo en los relojes se ha roto o es arena pura. La metáfora es una figura literaria que elude la descripción directa para darle un vuelco interior a la representación de la realidad objetiva, las palabras se cargan de nuevos significados y revelan una realidad más sutil. Alcohol, ciénagas, decadencia, mármoles íntimos, estas palabras se combinan y asocian de manera original para impresionar al lector en un poema sobre los que van a la guerra. Los niños, dónde están, se pregunta una de las poetas antologadas, han sido sacrificados, la patria los prefiere muertos, dice.

2 Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación está disponible en www.cverdad.org.pe

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Prólogo

Carmen Ollé*

No es fácil establecer una correspondencia automática entre la vida interna de los poetas y escritores —hombres y mujeres— y los conflictos sociales. La poesía no refleja de manera inmediata, cual cámara fotográfica o documental, el momento histórico, sino que lo procesa. El poeta polaco Adam Zagajewski (Ucrania 1945), sensible al Holocausto, considera que la poesía da forma a la vida interior pero también tiene que velar por la historia: “los momentos de lucidez son históricos, pero se viven en la cotidianeidad, en la vida normal, con un

1ojo abierto a la historia” .

En este sentido, los efectos del conflicto armado interno que vivió nuestro país durante los años ochenta y principios de los noventa se perciben en la poesía escrita por mujeres peruanas a través de diversas formas, en algunos casos cruda y explícita; en otros, de forma velada y misteriosa, pues nada funciona de acuerdo a una teoría mecanicista, que parece echaran en falta algunos críticos cuando demandan una literatura de la violencia.

Más que una mera imitación de la realidad —como pensaba Aristóteles—, la poesía reconstruye una imagen de dicha realidad de manera original; para ello la percepción de los acontecimientos pasa por varios filtros, semejante a un rayo refracto que brota de una realidad perniciosa que se expresa en emociones intraducibles o en imágenes enigmáticas, la mayoría de las veces a través de una simbología que nos recuerda la experiencia poética del expresionismo alemán en la primera mitad del siglo pasado, especialmente a Georg Trakl, cuya corta vida y breve pero intensa, atormentada poesía nos hablan premonitoriamente de desgracias por venir, como las dos guerras mundiales. Mostrando un paisaje melancólico y decadente, temas como

* Escritora. Entre otros libros es autora del poemario Noches de adrenalina y de las novelas ¿Por qué hacen tanto ruido?, Las dos caras del deseo y Retrato de mujer sin familia ante una copa.

1 “Adan Zagajewski/Poeta” en El País, sábado 19 de noviembre de 2005, p. 38.

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el incesto e imágenes de podredumbre (muros de lepra, uvas purpúreas, el grito de los cuervos), la simbología personal de Trakl expresa con fuerza inusitada la debacle de una época en apariencia rica y culta.

No solo es imposible imitar la realidad, ya que ésta es cambiante, sino que —como señala el filósofo Nelson Goodman— no existe un “ojo natural inocente”. De ahí que parezca una discusión inútil echarle la culpa a los artistas peruanos por su supuesta indiferencia o mutismo ante los hechos de violencia que, según el Informe Final de la Comisión

2de la Verdad y Reconciliación , arrojaron la cifra de casi 70 mil muertos, además de violaciones a mujeres de origen campesino y efectos psicológicos irreversibles en la población peruana.

La poesía que se publica en este volumen responde a una antigua pregunta que sigue vigente, formulada por el filósofo alemán Adorno después de la Segunda Guerra Mundial: ¿Es posible escribir poesía después de Auschwitz? ¿Es posible escribir poesía durante y después de un conflicto armado como el de hace veinte años en el Perú? La poesía, el arte no cesan, los/las poetas y los escritores seguirán inspirándose en la realidad, sea ésta reflejo del mal; el mal no como lo entendía Bataille desde su concepción romántico-transgresora, sino desde la idea de crímenes políticos y éticos. Algunos de los poemas en el presente libro datan de la época del conflicto armado, otros salieron a la luz años después del cese de la guerra. Los sentimientos ante el peligro y el miedo en los poemas están asociados con la noche y la soledad, aunque también con el peligro y la incertidumbre: un tajo, una cuchillada, parecen hundirse en la piel.

Por momentos, más o menos explícita, la poesía también se refiere al futuro, uno imposible, el tiempo en los relojes se ha roto o es arena pura. La metáfora es una figura literaria que elude la descripción directa para darle un vuelco interior a la representación de la realidad objetiva, las palabras se cargan de nuevos significados y revelan una realidad más sutil. Alcohol, ciénagas, decadencia, mármoles íntimos, estas palabras se combinan y asocian de manera original para impresionar al lector en un poema sobre los que van a la guerra. Los niños, dónde están, se pregunta una de las poetas antologadas, han sido sacrificados, la patria los prefiere muertos, dice.

2 Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación está disponible en www.cverdad.org.pe

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A veces basta un diente de plata en una sonrisa de mujer humilde y trabajadora, como único recuerdo del esposo, para revivir el dolor que sigue latente en medio de la pobreza. Y otra vez la metáfora, la imagen del mar como hierba mala, puertas sin aldaba para ingresar en un mundo delirante del que no hay retorno. Cómo encajar la rutina diaria en una conflagración, los pensamientos se vuelven obsesivos; las compulsiones, secretas; la vigilia parece una pesadilla. Las imágenes hablan más que las balas en el universo poético.

No todo es expresión de una voz lírica monologante en esta antología. La voz del otro/a se deja escuchar, la palabra de la mujer campesina nos habla con la voz de sus adentros para denunciar la violencia sexual, método del enemigo en la guerra para someter a las mujeres, para despojarlas de su dignidad. Es la otra cara de la poesía, la que dialoga con las lideresas populares asesinadas, con las guerrilleras muertas en combate o con los íconos de la cultura popular. Entonces escuchamos música del recuerdo, a Leonardo Favio, y la poeta reinventa la historia a través de la fusión de palabras: “Baviolada es el oxímoron, la contradicción perfecta: dos en uno: mujer violada y balada romántica, y la canción de Favio “Hoy la vi...” se transforma en odio, en asco, en basura. Incluso el arte paradigmático de Ayacucho, el retablo, está presente en un poema para narrar el odio. En este trozo de madera de naturaleza religiosa una historia dentro de otra historia cobra vida, es una historia de horror, todo crimen lo es; otra mujer, víctima de la violencia sexual, implora y evoca la muerte de su amado esposo, asesinado. Canta y danza para nosotros, también ella está muerta, la hicieron volar en pedazos.

Los textos poéticos no se están quietos, viajan por todo el país, se internan entre montañas, llegan a lugares olvidados por el Estado peruano, a los escenarios de los enfrentamientos entre el ejército y Sendero luminoso. Cuando no, deambulan temerosos por la universidad, la cual ha sido intervenida por uno y otro bando y ya no es un referente cultural sino el sitio donde el peligro es inminente. Es lo mismo, dentro o afuera, la locura nos llama. Tanto en el terreno de lo íntimo como en el mundo exterior, el mal se ha instalado. La enfermedad es el mal dentro del cuerpo, un cuerpo que ya no vive, no grita, no ama, encerrado en un hospital, el seno cercenado,

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mientras en la calle se escuchan balazos. En un contexto como ese hasta la poesía se vuelve pestilencia. La enfermedad y el mal; el deseo y la muerte; obsesionados entre sí. Y en medio del peligro, la noche nos atrae.

Sin embargo, la violencia también engendra, también es madre para las poetas. Madre Violencia no puede detenerse, escribe anhelante; en cambio, la música de una flauta “leve y fina” nos llena de paz, de sosiego.

Soledad, no solo la del ser abandonado a su destino aciago, sino soledad física, soledad entre matorrales, aunque de ahí también emana salvador el olor dulce de una retama que nace del tapial para redimirnos; es decir, siempre hay un resquicio, una vía por la que ingrese paz y sosiego. No todo está perdido entre tanta soledad y muerte. Si morbidez y miseria quedan registradas y pareciera no haber señales de salvación, una flor amarilla puede limpiar la suerte, es el vaticinio de las poetas al final de esta antología, que surge como el testimonio literario de una época oscura y sangrienta.

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A veces basta un diente de plata en una sonrisa de mujer humilde y trabajadora, como único recuerdo del esposo, para revivir el dolor que sigue latente en medio de la pobreza. Y otra vez la metáfora, la imagen del mar como hierba mala, puertas sin aldaba para ingresar en un mundo delirante del que no hay retorno. Cómo encajar la rutina diaria en una conflagración, los pensamientos se vuelven obsesivos; las compulsiones, secretas; la vigilia parece una pesadilla. Las imágenes hablan más que las balas en el universo poético.

No todo es expresión de una voz lírica monologante en esta antología. La voz del otro/a se deja escuchar, la palabra de la mujer campesina nos habla con la voz de sus adentros para denunciar la violencia sexual, método del enemigo en la guerra para someter a las mujeres, para despojarlas de su dignidad. Es la otra cara de la poesía, la que dialoga con las lideresas populares asesinadas, con las guerrilleras muertas en combate o con los íconos de la cultura popular. Entonces escuchamos música del recuerdo, a Leonardo Favio, y la poeta reinventa la historia a través de la fusión de palabras: “Baviolada es el oxímoron, la contradicción perfecta: dos en uno: mujer violada y balada romántica, y la canción de Favio “Hoy la vi...” se transforma en odio, en asco, en basura. Incluso el arte paradigmático de Ayacucho, el retablo, está presente en un poema para narrar el odio. En este trozo de madera de naturaleza religiosa una historia dentro de otra historia cobra vida, es una historia de horror, todo crimen lo es; otra mujer, víctima de la violencia sexual, implora y evoca la muerte de su amado esposo, asesinado. Canta y danza para nosotros, también ella está muerta, la hicieron volar en pedazos.

Los textos poéticos no se están quietos, viajan por todo el país, se internan entre montañas, llegan a lugares olvidados por el Estado peruano, a los escenarios de los enfrentamientos entre el ejército y Sendero luminoso. Cuando no, deambulan temerosos por la universidad, la cual ha sido intervenida por uno y otro bando y ya no es un referente cultural sino el sitio donde el peligro es inminente. Es lo mismo, dentro o afuera, la locura nos llama. Tanto en el terreno de lo íntimo como en el mundo exterior, el mal se ha instalado. La enfermedad es el mal dentro del cuerpo, un cuerpo que ya no vive, no grita, no ama, encerrado en un hospital, el seno cercenado,

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mientras en la calle se escuchan balazos. En un contexto como ese hasta la poesía se vuelve pestilencia. La enfermedad y el mal; el deseo y la muerte; obsesionados entre sí. Y en medio del peligro, la noche nos atrae.

Sin embargo, la violencia también engendra, también es madre para las poetas. Madre Violencia no puede detenerse, escribe anhelante; en cambio, la música de una flauta “leve y fina” nos llena de paz, de sosiego.

Soledad, no solo la del ser abandonado a su destino aciago, sino soledad física, soledad entre matorrales, aunque de ahí también emana salvador el olor dulce de una retama que nace del tapial para redimirnos; es decir, siempre hay un resquicio, una vía por la que ingrese paz y sosiego. No todo está perdido entre tanta soledad y muerte. Si morbidez y miseria quedan registradas y pareciera no haber señales de salvación, una flor amarilla puede limpiar la suerte, es el vaticinio de las poetas al final de esta antología, que surge como el testimonio literario de una época oscura y sangrienta.

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* Directora de DEMUS - Estudio para la Defensa y los Derechos de la Mujer.

El Ejercicio de la Memoria

María Ysabel Cedano*

DEMUS es un organismo feminista que, desde 1987, trabaja en contra de la discriminación y la violencia contra las mujeres por razones de género, étnicas y de clase, teniendo como desafío el desarrollo de la estrategia de la autonomía, la recuperación del deseo, la voluntad y la transformación. Para ello partimos de la afirmación de las libertades y los derechos sexuales y reproductivos, desde lo que queremos como mujeres, y a través de discursos y lenguajes diversos, entre ellos los del arte.

Desde mediados del año 2004, trabajamos para lograr que las mujeres, víctimas de la violencia sexual durante el conflicto armado, obtengan verdad, justicia y reparación. Luchamos por que se comprenda que la violencia sexual es un crimen de lesa humanidad. Dicha violencia fue parte de la estrategia antisubversiva que usó el terror y se coludió con un sistema que practica estos abusos antes, durante y después de los conflictos armados. Fue un mecanismo de control del deseo, de los cuerpos y de la sexualidad de las mujeres, y, en este caso, desde el Estado para causar daño individual y colectivo, así como para ganar la guerra: el cuerpo de las mujeres como botín.

Las mujeres, por tanto, debemos contar la historia política de la violencia en el país y en la región, por lo menos, de los últimos 50 años como acción contracultural y revolucionaria. Esta acción no debe ser un ejercicio académico; propongo que contemos la historia a través del arte en sus diversas manifestaciones. El ejercicio ha ser masivo además, porque la memoria es un derecho universal indivisible del derecho a ser una misma, y la verdad es un derecho universal indivisible de los derechos a elegir y a la justicia.

Esta convicción surge, como se dijo líneas arriba, gracias al noble y esforzado trabajo que mis compañeras realizan para que la

12

reparación y la justicia lleguen a las mujeres víctimas de la violencia sexual durante el conflicto armado. Dicha labor, por ejemplo, nos ha permitido conocer a las mujeres y hombres de la comunidad de Manta en Huancavelica, escuchar sus voces, sus recados, sus demandas y sus historias; así como el encuentro con mujeres guatemaltecas, chilenas, colombianas, argentinas, españolas y africanas que vienen luchando por la verdad, la justicia y la reparación en sus respectivos países y regiones.

Hemos podido constatar que la historia oficial es un discurso creado desde el poder y producto de negociaciones. Es inaceptable que no se pueda escuchar la otra historia proveniente de otras voces y formas. Se tiende a simplificar el discurso histórico hasta convertirlo en una dicotomía de buenos y malos, de defensores de la patria, de terroristas, delincuentes; es decir, de bandos. El miedo se ha apoderado de la historia, por ello no hay memoria ni verdad.

Me preguntaba cómo partir desde la experiencia de un sujeto que se sobrepone, resiste y rebela contra la violencia sexual que interrumpe y castra la capacidad de deseo y goce, mientras enfrenta al miedo, la desconfianza, la desesperanza, la angustia y el desespero como secuela de las diversas y múltiples formas de violencia. Sería la voz de un sujeto que encarna el dolor y la desolación, y, a su vez, que siente y escribe, que vive.

Contar todo lo que vivió el país durante la violencia política, integrando la razón, los sentimientos y las imágenes, implica un lenguaje que todas y todos comprendamos; un lenguaje no escrito desde el desprecio, sino desde la búsqueda, el asombro, el reconocimiento y la incertidumbre.

Agradezco a Mar, Roxana, Susana y al Programa Democracia y Transformación Global de la UNMSN, por involucrarnos en esta iniciativa que, desde mi modesto parecer, es una importante forma de contar la historia política de la violencia en el país, en este caso a través de la poesía, desde las mujeres, cada una con su voz propia y que, al incorporarse en esta antología, forman una voz colectiva que resulta a contracorriente de tiempos marcados por el olvido, la negación y la impunidad.

Page 13: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

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* Directora de DEMUS - Estudio para la Defensa y los Derechos de la Mujer.

El Ejercicio de la Memoria

María Ysabel Cedano*

DEMUS es un organismo feminista que, desde 1987, trabaja en contra de la discriminación y la violencia contra las mujeres por razones de género, étnicas y de clase, teniendo como desafío el desarrollo de la estrategia de la autonomía, la recuperación del deseo, la voluntad y la transformación. Para ello partimos de la afirmación de las libertades y los derechos sexuales y reproductivos, desde lo que queremos como mujeres, y a través de discursos y lenguajes diversos, entre ellos los del arte.

Desde mediados del año 2004, trabajamos para lograr que las mujeres, víctimas de la violencia sexual durante el conflicto armado, obtengan verdad, justicia y reparación. Luchamos por que se comprenda que la violencia sexual es un crimen de lesa humanidad. Dicha violencia fue parte de la estrategia antisubversiva que usó el terror y se coludió con un sistema que practica estos abusos antes, durante y después de los conflictos armados. Fue un mecanismo de control del deseo, de los cuerpos y de la sexualidad de las mujeres, y, en este caso, desde el Estado para causar daño individual y colectivo, así como para ganar la guerra: el cuerpo de las mujeres como botín.

Las mujeres, por tanto, debemos contar la historia política de la violencia en el país y en la región, por lo menos, de los últimos 50 años como acción contracultural y revolucionaria. Esta acción no debe ser un ejercicio académico; propongo que contemos la historia a través del arte en sus diversas manifestaciones. El ejercicio ha ser masivo además, porque la memoria es un derecho universal indivisible del derecho a ser una misma, y la verdad es un derecho universal indivisible de los derechos a elegir y a la justicia.

Esta convicción surge, como se dijo líneas arriba, gracias al noble y esforzado trabajo que mis compañeras realizan para que la

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reparación y la justicia lleguen a las mujeres víctimas de la violencia sexual durante el conflicto armado. Dicha labor, por ejemplo, nos ha permitido conocer a las mujeres y hombres de la comunidad de Manta en Huancavelica, escuchar sus voces, sus recados, sus demandas y sus historias; así como el encuentro con mujeres guatemaltecas, chilenas, colombianas, argentinas, españolas y africanas que vienen luchando por la verdad, la justicia y la reparación en sus respectivos países y regiones.

Hemos podido constatar que la historia oficial es un discurso creado desde el poder y producto de negociaciones. Es inaceptable que no se pueda escuchar la otra historia proveniente de otras voces y formas. Se tiende a simplificar el discurso histórico hasta convertirlo en una dicotomía de buenos y malos, de defensores de la patria, de terroristas, delincuentes; es decir, de bandos. El miedo se ha apoderado de la historia, por ello no hay memoria ni verdad.

Me preguntaba cómo partir desde la experiencia de un sujeto que se sobrepone, resiste y rebela contra la violencia sexual que interrumpe y castra la capacidad de deseo y goce, mientras enfrenta al miedo, la desconfianza, la desesperanza, la angustia y el desespero como secuela de las diversas y múltiples formas de violencia. Sería la voz de un sujeto que encarna el dolor y la desolación, y, a su vez, que siente y escribe, que vive.

Contar todo lo que vivió el país durante la violencia política, integrando la razón, los sentimientos y las imágenes, implica un lenguaje que todas y todos comprendamos; un lenguaje no escrito desde el desprecio, sino desde la búsqueda, el asombro, el reconocimiento y la incertidumbre.

Agradezco a Mar, Roxana, Susana y al Programa Democracia y Transformación Global de la UNMSN, por involucrarnos en esta iniciativa que, desde mi modesto parecer, es una importante forma de contar la historia política de la violencia en el país, en este caso a través de la poesía, desde las mujeres, cada una con su voz propia y que, al incorporarse en esta antología, forman una voz colectiva que resulta a contracorriente de tiempos marcados por el olvido, la negación y la impunidad.

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Patricia Alba

Se nos dice que no padecemos loQue no vemos; pero la noche y elSueño nos angustian, porque la

Sospecha es el sueño más intensoY el temor es el látigo.

Djuna Barnes

Caminar sobre las calles trepada en una gran ave nocturna.

Caminar sin dejar de sentir el tajo del temorUna vez que el tiempo alejó del ruido al ambulanteCuando sólo queda una leve brisaDetrás de una ventana de autobús que me conduciráAsí, sobre la lona,Al espacio donde la salvación se prueba a diario.

Esperaré contra la nocheContra el tiempo que corre que atraeEste peligro solitario y enfermo

Page 15: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

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Patricia Alba

Se nos dice que no padecemos loQue no vemos; pero la noche y elSueño nos angustian, porque la

Sospecha es el sueño más intensoY el temor es el látigo.

Djuna Barnes

Caminar sobre las calles trepada en una gran ave nocturna.

Caminar sin dejar de sentir el tajo del temorUna vez que el tiempo alejó del ruido al ambulanteCuando sólo queda una leve brisaDetrás de una ventana de autobús que me conduciráAsí, sobre la lona,Al espacio donde la salvación se prueba a diario.

Esperaré contra la nocheContra el tiempo que corre que atraeEste peligro solitario y enfermo

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Violeta Barrientos

Fiesta de los Inocentes

Los niños han sido sacrificados.

El ruido de sus madres se ahogaes penoso, fastidia.

Golpean el piso y chillan como bestias enfurecidas.

-Shh! la culpa fue de ustedes insensatas.

La patria los prefiere muertos...antes que crezcan

condenándola.

Desde el Cielo

Cuatro proyectiles impactaron en el centro histórico matando a civiles por equivocación.Una bandera blanca había manoteado nerviosamente antes del impacto'

-Claro que sí mi general.Avistamos desde el cielo señales incomprensibles....No sabíamos si eran señales de vida o de muerte.

16

Montserrat Álvarez

Los Relojes Se Han Roto

En estos días de paro armado y carestía,días de microbuses atropellados y de comensalesengullidos,cuando hay tanta cerveza por beber,en estos días, digo, en estos días,la sangre y la cerveza derramadasse suben a la frente con más sed.En estos días en los que la muertees un adorno más para la vida,las horas del futuro se han venido al presente;los relojes se han roto, o se los han robado.

Los Que Van a La Guerra

Los que van a la guerra y los que no se vanla llevan por igual dentro de sí,agitando cruelmente su cerebro

frente a la Plaza San Martín, los arcoscontra los que apoyo mi costado y fumoy la mano izquierda a la mano izquierda

son fugaces como el atardecer.Ni siquiera el alcohol triunfa del tiempo.

Él remueve las ciénagas, más bien, él las remueve,en la decadencia de los mármoles íntimos.

Él dibuja blasfemias en los cielos, él, tremendo,blasfema de la vida.

Vamos a morir todos, camaradas.

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Violeta Barrientos

Fiesta de los Inocentes

Los niños han sido sacrificados.

El ruido de sus madres se ahogaes penoso, fastidia.

Golpean el piso y chillan como bestias enfurecidas.

-Shh! la culpa fue de ustedes insensatas.

La patria los prefiere muertos...antes que crezcan

condenándola.

Desde el Cielo

Cuatro proyectiles impactaron en el centro histórico matando a civiles por equivocación.Una bandera blanca había manoteado nerviosamente antes del impacto'

-Claro que sí mi general.Avistamos desde el cielo señales incomprensibles....No sabíamos si eran señales de vida o de muerte.

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Montserrat Álvarez

Los Relojes Se Han Roto

En estos días de paro armado y carestía,días de microbuses atropellados y de comensalesengullidos,cuando hay tanta cerveza por beber,en estos días, digo, en estos días,la sangre y la cerveza derramadasse suben a la frente con más sed.En estos días en los que la muertees un adorno más para la vida,las horas del futuro se han venido al presente;los relojes se han roto, o se los han robado.

Los Que Van a La Guerra

Los que van a la guerra y los que no se vanla llevan por igual dentro de sí,agitando cruelmente su cerebro

frente a la Plaza San Martín, los arcoscontra los que apoyo mi costado y fumoy la mano izquierda a la mano izquierda

son fugaces como el atardecer.Ni siquiera el alcohol triunfa del tiempo.

Él remueve las ciénagas, más bien, él las remueve,en la decadencia de los mármoles íntimos.

Él dibuja blasfemias en los cielos, él, tremendo,blasfema de la vida.

Vamos a morir todos, camaradas.

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Grecia Cáceres

Libertades?

in memoriamla noche debe ser como esta nochesiemprenoche sin fronteras ni nombres conocidosnoches para refrescar los ojospara hundir los brazos y nadardejándose llevar por la última corrientesiemprela boca y sus besossiempre deben ser como los tuyosfrescos y pacíficosy en el fondoun sabor de peligro que se adviertedemasiado tardey en la pieluna dulce permanencia en este mundola ciudad para siempredebe ser como es ahoraextensa como una piel de loboa nuestro pasoatenuando la estridencia de las lucesacercando el perfume del silencioexplotando el oxígeno revueltooxidando los autoscon su tacto felizy liberándonoslas manos y los cuerposson ahora ya los nuestroscon forma con olor con tiempocontenidosuna piel secreta que se alarmade su propio estadouna fresca savia que destila del encuentrode los dueñosde la ciudad desérticaen medio de clamores apagadosde revoluciones sagradas de fuegos eléctricosde pupilas ávidas.

1918

Doris Bayly

nancy la mujer de los treinta obreros

a las cuatro y media de la mañanade lunes a domingonancy prende la cocinaen el campamento de choquequirao

a esa hora nadie le dice nancyqué linda sonrisa tienes cuando ellariendo sin reír muestra su bello diente de plataúnico recuerdo del esposo

el anillo descansa guardado entre las medias del cajónaunque nadie le pregunta nadaella tiene la respuesta listay una historia simple

lavando las tazas y platos después del desayunosolamente diceasí es el trabajoplata segura para mis hijosque este año acaban su primariay viven con su papá allá en lima por la molina

y antes de cargar las mulas con el chuñoy carne seca para el almuerzoque preparará como todos los días en el fogónque arde en una esquina de choquequiraoallí donde los últimos incas de la dinastía mancoresistieron a la invasión española durante cuarenta añosdice en voz alta como para todos o para nadieaquí todos somos familia felizmentey se aleja moviendo calmadamente las caderastambién felizmente fuertes.

Page 19: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Grecia Cáceres

Libertades?

in memoriamla noche debe ser como esta nochesiemprenoche sin fronteras ni nombres conocidosnoches para refrescar los ojospara hundir los brazos y nadardejándose llevar por la última corrientesiemprela boca y sus besossiempre deben ser como los tuyosfrescos y pacíficosy en el fondoun sabor de peligro que se adviertedemasiado tardey en la pieluna dulce permanencia en este mundola ciudad para siempredebe ser como es ahoraextensa como una piel de loboa nuestro pasoatenuando la estridencia de las lucesacercando el perfume del silencioexplotando el oxígeno revueltooxidando los autoscon su tacto felizy liberándonoslas manos y los cuerposson ahora ya los nuestroscon forma con olor con tiempocontenidosuna piel secreta que se alarmade su propio estadouna fresca savia que destila del encuentrode los dueñosde la ciudad desérticaen medio de clamores apagadosde revoluciones sagradas de fuegos eléctricosde pupilas ávidas.

1918

Doris Bayly

nancy la mujer de los treinta obreros

a las cuatro y media de la mañanade lunes a domingonancy prende la cocinaen el campamento de choquequirao

a esa hora nadie le dice nancyqué linda sonrisa tienes cuando ellariendo sin reír muestra su bello diente de plataúnico recuerdo del esposo

el anillo descansa guardado entre las medias del cajónaunque nadie le pregunta nadaella tiene la respuesta listay una historia simple

lavando las tazas y platos después del desayunosolamente diceasí es el trabajoplata segura para mis hijosque este año acaban su primariay viven con su papá allá en lima por la molina

y antes de cargar las mulas con el chuñoy carne seca para el almuerzoque preparará como todos los días en el fogónque arde en una esquina de choquequiraoallí donde los últimos incas de la dinastía mancoresistieron a la invasión española durante cuarenta añosdice en voz alta como para todos o para nadieaquí todos somos familia felizmentey se aleja moviendo calmadamente las caderastambién felizmente fuertes.

Page 20: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Rosella di Paolo

No Hay Retorno Río de pena soy tú mar de cobijo. Pero los mapas desplegaron su canto de sirenay te llevaron de aquí con fuerte encantamiento Te esperaron muros en blanco Puertas sin conocer aldaba alguna La vereda se tendía esperando tus pasos para saltar sobre ellos festejante Pero de la niebla leve como un navío no descendió tu cabeza solitaria nunca tus manos solitarias Voy de un lado a otro de las cosasenderezándolas suavemente hacia el delirio Río de anhelo soy tú mar de distancia.

Las Altas Distancias

Si yo escribo tu nombre en la arenay tú escribes mi nombre en la arena

pero en otra playa es que hemos descuidado las cosas

hemos dejado crecer el mar como hierba mala y habrá que arrancarlo con cuidado hasta allanar la arena de esa playa

donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo que está escribiendo el tuyo despacito.

21

Esther Castañeda Vielakamen

1980 a Rosina Valcárcel

Una malta adereza la comida barata de un fin de semanala soledad arde y asfixia como antessi te hablo de reuniones políticasno respondesfrunces los labios por el malecón la humedad y el rocío se confundeny la definición de mercancíadesaparece tras tu oreja.

Diminutamarcho gritando consignasreaparezco en la responsabilidad ineludiblede las vocales me pellizcomuerdo mis uñasdebo quebrarme para no sentir tu falta a mi costado“Amor y revolución” –dice–AMOR Y REVOLUCIÓNmeta de nuestros tiempos.

On The Road

Postes y sombrasavenida Pizarro

cada esquina muerde la nochela muerte

malolienteel aire.

20

Page 21: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Rosella di Paolo

No Hay Retorno Río de pena soy tú mar de cobijo. Pero los mapas desplegaron su canto de sirenay te llevaron de aquí con fuerte encantamiento Te esperaron muros en blanco Puertas sin conocer aldaba alguna La vereda se tendía esperando tus pasos para saltar sobre ellos festejante Pero de la niebla leve como un navío no descendió tu cabeza solitaria nunca tus manos solitarias Voy de un lado a otro de las cosasenderezándolas suavemente hacia el delirio Río de anhelo soy tú mar de distancia.

Las Altas Distancias

Si yo escribo tu nombre en la arenay tú escribes mi nombre en la arena

pero en otra playa es que hemos descuidado las cosas

hemos dejado crecer el mar como hierba mala y habrá que arrancarlo con cuidado hasta allanar la arena de esa playa

donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo que está escribiendo el tuyo despacito.

21

Esther Castañeda Vielakamen

1980 a Rosina Valcárcel

Una malta adereza la comida barata de un fin de semanala soledad arde y asfixia como antessi te hablo de reuniones políticasno respondesfrunces los labios por el malecón la humedad y el rocío se confundeny la definición de mercancíadesaparece tras tu oreja.

Diminutamarcho gritando consignasreaparezco en la responsabilidad ineludiblede las vocales me pellizcomuerdo mis uñasdebo quebrarme para no sentir tu falta a mi costado“Amor y revolución” –dice–AMOR Y REVOLUCIÓNmeta de nuestros tiempos.

On The Road

Postes y sombrasavenida Pizarro

cada esquina muerde la nochela muerte

malolienteel aire.

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Page 22: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Somos este tiempo inconstanteen que nada nos poseey lanzamos nuestras crines desnudasal ocaso.

Un insecto azul y blandome persigue / lo contemploy he perdido un cuarto de minutode mi vida.Menudo ejercicio, la rutina.Menudos los reflejos de las sombras

la torpeza de esta aguasin ningún cadáver varadoa sus orillas.

Sobre mis antiguos poemasme arrojo y lloro. 23

Mariela Dreyfus

Este Ruido No Cesa

a Rocío Silva Santisteban

Otra vez la campana.Su lento, mecánico estallido,su insólito vaivén.

¿En qué momento acechará la ola?¿En qué rincón de sombra te asaltará de nuevoesta marea ciega de gritos, insultos, maldiciones?

Lo sé. Inútil que te marches o concedas al ecode mis torpes palabras.¿Pero qué hacer si esta pendienteen la que cada entregaminuciosamente se quiebra cada día,este temor clavado entre mi sueñoo entre tu sueño que cada nocheperturbo y luego velo,esta roja manía, esta oscura dicción,es la máscara obscena que se ofrece al dolor?

Entra en mi pesadilla.En este ojo cíclope que todo lo deforma.Como un perro que aúlla en la boca de un túnelo una ventana que arroja su música sobre la noche hambrienta.

Arden en mi pupila, otra vezla inocencia convertida en cuchillo; la ternuraen asfixia; el deseo en chacal.

Sálvame. Sosiega este vacío o dulce habítalo.Despliega sigiloso tus amigables voces.

En mis ojos cerrados vibra este alarido que nombro.

22

Page 23: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Somos este tiempo inconstanteen que nada nos poseey lanzamos nuestras crines desnudasal ocaso.

Un insecto azul y blandome persigue / lo contemploy he perdido un cuarto de minutode mi vida.Menudo ejercicio, la rutina.Menudos los reflejos de las sombras

la torpeza de esta aguasin ningún cadáver varadoa sus orillas.

Sobre mis antiguos poemasme arrojo y lloro. 23

Mariela Dreyfus

Este Ruido No Cesa

a Rocío Silva Santisteban

Otra vez la campana.Su lento, mecánico estallido,su insólito vaivén.

¿En qué momento acechará la ola?¿En qué rincón de sombra te asaltará de nuevoesta marea ciega de gritos, insultos, maldiciones?

Lo sé. Inútil que te marches o concedas al ecode mis torpes palabras.¿Pero qué hacer si esta pendienteen la que cada entregaminuciosamente se quiebra cada día,este temor clavado entre mi sueñoo entre tu sueño que cada nocheperturbo y luego velo,esta roja manía, esta oscura dicción,es la máscara obscena que se ofrece al dolor?

Entra en mi pesadilla.En este ojo cíclope que todo lo deforma.Como un perro que aúlla en la boca de un túnelo una ventana que arroja su música sobre la noche hambrienta.

Arden en mi pupila, otra vezla inocencia convertida en cuchillo; la ternuraen asfixia; el deseo en chacal.

Sálvame. Sosiega este vacío o dulce habítalo.Despliega sigiloso tus amigables voces.

En mis ojos cerrados vibra este alarido que nombro.

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Page 24: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos

Y el campo volteaba la cara a la ciudad.Carlos Oquendo de Amat

Este paisaje no se acomoda a lo que yo quiero.No hablar no tocarno mirar hacia arriba.Del umbral penden VIVAScargadas de explosivos rojos y amarillos.Este silencio que ves andares en realidadmiedo,miedo de no salir del campus.Miedo de no llegar a casa,miedo a que algún desconocido me detenga, me diga los nombres de mis hermanosy los horarios de trabajo de mis padres.

“Los árboles pronto romperán sus amarrasy serán ramos de flores todos los policías”, me digomientras cierro la puerta del cuarto,pero tampoco quiero esto dentro de mi gran cuadro.Y los algarrobos lloran sangre en cada estallido del desierto de Lima.Bata, Inresa, la Comisaría y la Iglesia del Carmen de La Legua,y la lista se extiende hacia el mar,Argentinaavenida donde se encontraban los escombros de la noches rojas.

Cada vez se hizo más difícil llegar a Reynoso,el reino de los osos de La Oroya, Ayacucho y Cerro de Pasco.En la U(niversidad)la libreta electoral necesita una fotoreciente.

25

Ericka Ghersi

Pequeño

La suela de tu zapato pide chepa

de tanto bailar huayno

El microte saluda reverente

pensando en los tantos años que debes pesar

y tu vozle responde aniquiladora la solución que decidiste para tu vida

La música queimpones a los transeúntes

se hace monótona pero insistes

en que sea escuchada

Acaso extrañas tu tierrala cual queda

un poco más al norteal sural este

o esperasun hombre de buen corazón que te recojate llene de mentiras verdaderas y termines siendo

un niño-BOMBA varadoen medio de la ciudad.

24

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Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos

Y el campo volteaba la cara a la ciudad.Carlos Oquendo de Amat

Este paisaje no se acomoda a lo que yo quiero.No hablar no tocarno mirar hacia arriba.Del umbral penden VIVAScargadas de explosivos rojos y amarillos.Este silencio que ves andares en realidadmiedo,miedo de no salir del campus.Miedo de no llegar a casa,miedo a que algún desconocido me detenga, me diga los nombres de mis hermanosy los horarios de trabajo de mis padres.

“Los árboles pronto romperán sus amarrasy serán ramos de flores todos los policías”, me digomientras cierro la puerta del cuarto,pero tampoco quiero esto dentro de mi gran cuadro.Y los algarrobos lloran sangre en cada estallido del desierto de Lima.Bata, Inresa, la Comisaría y la Iglesia del Carmen de La Legua,y la lista se extiende hacia el mar,Argentinaavenida donde se encontraban los escombros de la noches rojas.

Cada vez se hizo más difícil llegar a Reynoso,el reino de los osos de La Oroya, Ayacucho y Cerro de Pasco.En la U(niversidad)la libreta electoral necesita una fotoreciente.

25

Ericka Ghersi

Pequeño

La suela de tu zapato pide chepa

de tanto bailar huayno

El microte saluda reverente

pensando en los tantos años que debes pesar

y tu vozle responde aniquiladora la solución que decidiste para tu vida

La música queimpones a los transeúntes

se hace monótona pero insistes

en que sea escuchada

Acaso extrañas tu tierrala cual queda

un poco más al norteal sural este

o esperasun hombre de buen corazón que te recojate llene de mentiras verdaderas y termines siendo

un niño-BOMBA varadoen medio de la ciudad.

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Page 26: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Victoria Guerrero

pabellón 7A/ sacrificio

una mano blanca se acercauna mano blanquísima demasiado purame inyecta su odio

yo me duermo babeo voto mi espumasobre una sábana tan blanca como la garra que me alimenta

ella espera el zarpazo finalmientras observa el goteo de su veneno

NO GRITES NO VIVAS NO AMESes su consigna

un balazo me despierta a media noche alguien arrastra una pierna por la avenida perúsu hermoso rostro lloroso de rabia alza los ojos hacia mí

me maldice por mi partida y yo bajo los párpados para no ver

soy este número que cuelga a media tarde en cualquier habitación vacíacualquier día del mes de agosto

oculto tras una cortina desgarrada/ habitación 701 A-Bun ronquido llena el silencio la blancura

estremecedora de este espacio dividido en dos

¿madre estás allí?

la mano se acerca otra vez me desnuda me jalonea me envuelve entre sábanas sudorosas

de otros cuerpos mi rastro se va perdiendo entre ellas aspiro y no siento nada sino el olor de la partida mientras los ojos del amor me dicen

QUEDATE Y SERAS FELIZesa es su consigna

27

El nuevo fotógrafo encañona a los estudiantes que se niegan al orden,entonces los sienta,y allí estáncomo en las caricaturas del coyote y el correcaminos

Explosivosmarca acme.

Los árboles pronto rompieron sus amarrasy eran ramos de flores todos los policíasencañonados frente a los jardines de la Facultad de Letras.Otro paisaje que hace a los estudiantes tiritar,contar sus pasos hacia el aulay si se portan bienllegarán a casa para la cena familiar.Dentro y fueracualquier situación llama a la locura.Si no estás con nosotros, estás con ellos,y si no estás con ambos, estaráspues

en todas partes ¡coyote!

Solo que aquí no funcionan los efectosde las caricaturas.

26

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Victoria Guerrero

pabellón 7A/ sacrificio

una mano blanca se acercauna mano blanquísima demasiado purame inyecta su odio

yo me duermo babeo voto mi espumasobre una sábana tan blanca como la garra que me alimenta

ella espera el zarpazo finalmientras observa el goteo de su veneno

NO GRITES NO VIVAS NO AMESes su consigna

un balazo me despierta a media noche alguien arrastra una pierna por la avenida perúsu hermoso rostro lloroso de rabia alza los ojos hacia mí

me maldice por mi partida y yo bajo los párpados para no ver

soy este número que cuelga a media tarde en cualquier habitación vacíacualquier día del mes de agosto

oculto tras una cortina desgarrada/ habitación 701 A-Bun ronquido llena el silencio la blancura

estremecedora de este espacio dividido en dos

¿madre estás allí?

la mano se acerca otra vez me desnuda me jalonea me envuelve entre sábanas sudorosas

de otros cuerpos mi rastro se va perdiendo entre ellas aspiro y no siento nada sino el olor de la partida mientras los ojos del amor me dicen

QUEDATE Y SERAS FELIZesa es su consigna

27

El nuevo fotógrafo encañona a los estudiantes que se niegan al orden,entonces los sienta,y allí estáncomo en las caricaturas del coyote y el correcaminos

Explosivosmarca acme.

Los árboles pronto rompieron sus amarrasy eran ramos de flores todos los policíasencañonados frente a los jardines de la Facultad de Letras.Otro paisaje que hace a los estudiantes tiritar,contar sus pasos hacia el aulay si se portan bienllegarán a casa para la cena familiar.Dentro y fueracualquier situación llama a la locura.Si no estás con nosotros, estás con ellos,y si no estás con ambos, estaráspues

en todas partes ¡coyote!

Solo que aquí no funcionan los efectosde las caricaturas.

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Fiesta/2004

(hospital del empleado)

desnuda en una camilla de hospital mi madre se tiende del lado opuesto del seno cercenado un anillo de matrimonio es lo único que lleva sobre su cuerpo igual que yo

yo sigo caminando voy hacia el centro del centro¯eso fue lo que me dijeron¯eso fue lo que quise creer

también

lejos a miles de kilómetros de mi propio centrosobre el seno que chorrea leche blanquísimano queda sino un vacío una cicatriz para acariciar con nostalgiay los labios de una recién nacida que succionan un pezón sin piedad

una enfermera me despierta entre sueños y me pone una bata semi-blanca ESTOY MUERTA ENTONCESpero todavía siento el crujido de las hojas del otoño bajo mis zapatosyo voy hacia el paradero de autobuses siguiendo un camino de sangre el dolor que nutre la herida abierta de mi madrees el centro que todavía me alimenta

veinte días en un cuarto compartido de hospitalel enorme ventanal ilumina el débil brazo derecho y la oscuraLima se abisma sobre mi cabeza todas las mañanas extranjeras

la gente se levanta para trabajar yo intento regresar subiendo a un autobús cuyo paradero desconozco quiero llegar a casa y cerrar los ojos y

hundirme salvajemente bajo el vientre de mi madre

hasta perdermehasta enterrarme en él

29

y sus ojos quedan entreabiertos tras los barrotes de una celda

pero yo corro huyo de una prisión para adentrarme en otratodo me conduce hacia un lugar de perfección�eso fue lo que me prometieron

tirada en una habitación pálidamente higiénicainfinitas manos se acercan y exploran una cicatriz

(la maloliente costra del nacimiento le llaman)

iluminan mi cuerpo con una luz tan pura como sus manos

¿será ésta la luz blanca siempre añorada?¿la luz de la felicidad? ¿el rayo que se disolverá en siete colores de fuego y ahuyentará el mal?�o es sólo un ejercicio más de toda esta retórica

estiro los brazos y me entrego me adormezco en medio de una fiesta enceguecedorahasta que mi cuerpo revienta convertido ya en un alegre surtidor que baña el mundo

un fuego esplendoroso me obliga a levantarme

alguien incendia su cuerpo en medio de la noche un poeta se agita en llamas de su propia orfandad su casa es un gran desaguadero de sueños y sombras

pero

YA NADIE INCENDIA EL MUNDO NI SIQUIERA TÚ

nuestros pálidos cuerpos todos presas ardientes de celadores o incendiarios celebran su festivo sacrificio juvenil

la poesía escupe por todos lados su necia pestilenciay no queda nada sino tirarla a un tacho de basurao coger la maldita mano blanca y torcerle el cuello

y no quedan sino tus ojos que bañan el mundoy un cuerpo tras una cortina desgarrada cuyo amor aun desconozco

28

Page 29: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Fiesta/2004

(hospital del empleado)

desnuda en una camilla de hospital mi madre se tiende del lado opuesto del seno cercenado un anillo de matrimonio es lo único que lleva sobre su cuerpo igual que yo

yo sigo caminando voy hacia el centro del centro¯eso fue lo que me dijeron¯eso fue lo que quise creer

también

lejos a miles de kilómetros de mi propio centrosobre el seno que chorrea leche blanquísimano queda sino un vacío una cicatriz para acariciar con nostalgiay los labios de una recién nacida que succionan un pezón sin piedad

una enfermera me despierta entre sueños y me pone una bata semi-blanca ESTOY MUERTA ENTONCESpero todavía siento el crujido de las hojas del otoño bajo mis zapatosyo voy hacia el paradero de autobuses siguiendo un camino de sangre el dolor que nutre la herida abierta de mi madrees el centro que todavía me alimenta

veinte días en un cuarto compartido de hospitalel enorme ventanal ilumina el débil brazo derecho y la oscuraLima se abisma sobre mi cabeza todas las mañanas extranjeras

la gente se levanta para trabajar yo intento regresar subiendo a un autobús cuyo paradero desconozco quiero llegar a casa y cerrar los ojos y

hundirme salvajemente bajo el vientre de mi madre

hasta perdermehasta enterrarme en él

29

y sus ojos quedan entreabiertos tras los barrotes de una celda

pero yo corro huyo de una prisión para adentrarme en otratodo me conduce hacia un lugar de perfección�eso fue lo que me prometieron

tirada en una habitación pálidamente higiénicainfinitas manos se acercan y exploran una cicatriz

(la maloliente costra del nacimiento le llaman)

iluminan mi cuerpo con una luz tan pura como sus manos

¿será ésta la luz blanca siempre añorada?¿la luz de la felicidad? ¿el rayo que se disolverá en siete colores de fuego y ahuyentará el mal?�o es sólo un ejercicio más de toda esta retórica

estiro los brazos y me entrego me adormezco en medio de una fiesta enceguecedorahasta que mi cuerpo revienta convertido ya en un alegre surtidor que baña el mundo

un fuego esplendoroso me obliga a levantarme

alguien incendia su cuerpo en medio de la noche un poeta se agita en llamas de su propia orfandad su casa es un gran desaguadero de sueños y sombras

pero

YA NADIE INCENDIA EL MUNDO NI SIQUIERA TÚ

nuestros pálidos cuerpos todos presas ardientes de celadores o incendiarios celebran su festivo sacrificio juvenil

la poesía escupe por todos lados su necia pestilenciay no queda nada sino tirarla a un tacho de basurao coger la maldita mano blanca y torcerle el cuello

y no quedan sino tus ojos que bañan el mundoy un cuerpo tras una cortina desgarrada cuyo amor aun desconozco

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Page 30: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Luisa Fernanda Lindo

1993

En la madrugada un estruendo nos despertó. Las ventanas explotaron. Vidrio esparcido. Bajé a buscar a la abuela. Dormía. Era sorda. Mamama, levántate, algo está pasando. Si esto es el fin del mundo... pensaba. Mamá me dijo, no andes descalza. Preferí no escucharla. Corrí a la puerta. Salí a la calle. Los vecinos en pijamas, yo

un camisón puesto, el cielo violeta.

¡Es el fin del mundoooo! –gritó la abuela. Tenía trece años, era virgen, yno creía en dios. Corrí a ponerme un pantalón. Volví a la calle. Todos mirábamos el cielo purpúreo. La tierra seguía temblando. El humo se apoderaba de mis pulmones, casi no podía respirar. ¿Mamá, es el fin del mundo? preguntaba mi hermanoarrastrando una mochila llena de soldaditos de plomo.Mamá arrodillada en el suelo, diciendo:Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.Las sirenas de la policía, las balas sueltas en el aire.Gritos.Mamá de pie abrazada a mi abuela.Mi hermano de pie abrazado a mi madre.Toma uno.No puedo mantenerme de pie, y mis brazosno me bastan para abrazarme.Toma dos.Corrí a la esquina de casa, cincuenta metros,

no había más esquina,mis pies ensangrentados.Fuera de foco.

31

yo me interno en su costrame hundome hundome hundo

me pierdo en la enfermedad como en un sueñorasgo su materia negruzcahasta ver mi sangre correr

tal vez siempre haya estado muerta observando cuán bella era la noche negra iluminada por EL MIEDOo cuán dulce era existir a través de un poli exigiéndote papeles

las enfermeras me desnudan bañan a mi madre sobre una cama sudorosa la bata amanece sucia por una infección nocturna

yo me despierto y la casa está vacía (todos están en el hospital)y yo estoy cada vez más lejos del centro y del porvenir¯del que me hablaron madrepertenezco a una GENERACIÓN MUERTAque todavía sueña con el festín del amanecer e b r i

a bajo tu hermoso pezón ardiente

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Page 31: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Luisa Fernanda Lindo

1993

En la madrugada un estruendo nos despertó. Las ventanas explotaron. Vidrio esparcido. Bajé a buscar a la abuela. Dormía. Era sorda. Mamama, levántate, algo está pasando. Si esto es el fin del mundo... pensaba. Mamá me dijo, no andes descalza. Preferí no escucharla. Corrí a la puerta. Salí a la calle. Los vecinos en pijamas, yo

un camisón puesto, el cielo violeta.

¡Es el fin del mundoooo! –gritó la abuela. Tenía trece años, era virgen, yno creía en dios. Corrí a ponerme un pantalón. Volví a la calle. Todos mirábamos el cielo purpúreo. La tierra seguía temblando. El humo se apoderaba de mis pulmones, casi no podía respirar. ¿Mamá, es el fin del mundo? preguntaba mi hermanoarrastrando una mochila llena de soldaditos de plomo.Mamá arrodillada en el suelo, diciendo:Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.Las sirenas de la policía, las balas sueltas en el aire.Gritos.Mamá de pie abrazada a mi abuela.Mi hermano de pie abrazado a mi madre.Toma uno.No puedo mantenerme de pie, y mis brazosno me bastan para abrazarme.Toma dos.Corrí a la esquina de casa, cincuenta metros,

no había más esquina,mis pies ensangrentados.Fuera de foco.

31

yo me interno en su costrame hundome hundome hundo

me pierdo en la enfermedad como en un sueñorasgo su materia negruzcahasta ver mi sangre correr

tal vez siempre haya estado muerta observando cuán bella era la noche negra iluminada por EL MIEDOo cuán dulce era existir a través de un poli exigiéndote papeles

las enfermeras me desnudan bañan a mi madre sobre una cama sudorosa la bata amanece sucia por una infección nocturna

yo me despierto y la casa está vacía (todos están en el hospital)y yo estoy cada vez más lejos del centro y del porvenir¯del que me hablaron madrepertenezco a una GENERACIÓN MUERTAque todavía sueña con el festín del amanecer e b r i

a bajo tu hermoso pezón ardiente

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Page 32: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Paso 8:Si un desconocido toca a su puerta,no lo atienda.Llame a la policía.Paso 9:Si se siente observado por extraños,llame a la policía.Paso 10:Ponga rejas en su casa.Paso 11:Ponga rejas en su ventana.Paso 12:Compre trabas y alarmas para su auto.Paso 13:Coloque cercos eléctricos.Paso 14:Recuerde: vivimos en una ciudad segura.Paso 15:No hable con extraños.Paso 16:No dé sus datos personales.Paso 17:No deje a sus niños solos.Paso 18:No deje que sus niños jueguen en las calles.Paso 19:No salga.Paso 20:Ante todo mantenga la calma.

33

Pasos Para Una Democracia

Paso 1:Tome cinta adhesiva y cruce su ventana,con una gran equis de punta a punta.Paso 2:Compre velas, fósforos y mantenga la puerta cerrada con llave.En lo posible no salga de casa.Paso 3:Si viaja en colectivo, trate siempre de cambiarsu itinerario de regreso a casa.Si viaja en auto, no se detenga.Paso 4:Esté atento a si alguien sospechoso lo sigue.Camine siempre mirando a los costados, y un poco hacia atrás.Si siente la presencia de un desconocido,acérquese a cualquier puerta y haga como si tocara el timbre.Paso 5:No ande distraído con su bolso en el hombro, crúceselo.Siempre crúceselo, recuerde: crúceselo.Paso 6:Verifique su auto antes de subirse a él,de preferencia tenga un espejo para registrarque no contenga elementos extrañosadheridos en la parte inferior.Paso 7:Si encuentra un paquete sospechosoen la calle, no se acerque.Llame a la policía

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Page 33: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Paso 8:Si un desconocido toca a su puerta,no lo atienda.Llame a la policía.Paso 9:Si se siente observado por extraños,llame a la policía.Paso 10:Ponga rejas en su casa.Paso 11:Ponga rejas en su ventana.Paso 12:Compre trabas y alarmas para su auto.Paso 13:Coloque cercos eléctricos.Paso 14:Recuerde: vivimos en una ciudad segura.Paso 15:No hable con extraños.Paso 16:No dé sus datos personales.Paso 17:No deje a sus niños solos.Paso 18:No deje que sus niños jueguen en las calles.Paso 19:No salga.Paso 20:Ante todo mantenga la calma.

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Pasos Para Una Democracia

Paso 1:Tome cinta adhesiva y cruce su ventana,con una gran equis de punta a punta.Paso 2:Compre velas, fósforos y mantenga la puerta cerrada con llave.En lo posible no salga de casa.Paso 3:Si viaja en colectivo, trate siempre de cambiarsu itinerario de regreso a casa.Si viaja en auto, no se detenga.Paso 4:Esté atento a si alguien sospechoso lo sigue.Camine siempre mirando a los costados, y un poco hacia atrás.Si siente la presencia de un desconocido,acérquese a cualquier puerta y haga como si tocara el timbre.Paso 5:No ande distraído con su bolso en el hombro, crúceselo.Siempre crúceselo, recuerde: crúceselo.Paso 6:Verifique su auto antes de subirse a él,de preferencia tenga un espejo para registrarque no contenga elementos extrañosadheridos en la parte inferior.Paso 7:Si encuentra un paquete sospechosoen la calle, no se acerque.Llame a la policía

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Page 34: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Gloria Mendoza Borda

Mucho Tiempo Después Querido Mao Zedong

Rita Puma no aparece en muchos documentos como la máxima figura femenina de la Sublevación del 23, todo por falta de investigación y estudio,

los cargos contra ella son muy claros. Fue acusada de ser agitadora, propagandista, organizadora de los campesinos de Moho, sobre todo de ser

una revolucionaria y haberse enfrentado valientemente… Julio Mendoza Díaz

Hace tiempo que abrigo el ideal de sobrepasar las nubesy heme aquí subiendo las montañas Ching-Kang.

Mao Zedong

Mi querido poeta Mao Zedongen otro tiempome vestí como túdi una lecturade poesíaen Cuzcotu verde olivose prendióde mis añosde adolescentecolgué un cuadro con tu rostroen mi cabecera

mucho tiempo despuésquerido Mao Zedongno pensaba escribirteen esta nueva ficticiaRevolución Cultural

un enjambre de abejassalidasde los panalesnos condenaronnos empapelaron

35

Isabel Matta Bazán

Miedo

La injusticia ha hecho su fortín en mi casay la mentira ha marchitado todas mis flores.He visto muchas lenguas colgadas al sol.No miento cuando digo que mi boca tiene miedo,que todas las puertas y llaves son mi refugio.¿Dónde guarda un corazón que grita tanto silencio?

Sombras de Ciudad

Hoy te volví a ver con un aire provinciano(como la primera vez).

En tus ojos se reflejaba el Amazonasy su cielo de puntos delirantes

(que tanto extrañas).

Los ambulantes, el frío limeño,los asaltos a mano armada,

el desempleo,la viveza criolla,

todos los detalles que ensombrecen a la ciudady a la mirada del hombre llegado de provincia

(que cuartean poco a poco su alma)habían desaparecido.

El amor los ajustició, los colgó de un palo.Mi amor, tu amor, nuestro amor.

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Page 35: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Gloria Mendoza Borda

Mucho Tiempo Después Querido Mao Zedong

Rita Puma no aparece en muchos documentos como la máxima figura femenina de la Sublevación del 23, todo por falta de investigación y estudio,

los cargos contra ella son muy claros. Fue acusada de ser agitadora, propagandista, organizadora de los campesinos de Moho, sobre todo de ser

una revolucionaria y haberse enfrentado valientemente… Julio Mendoza Díaz

Hace tiempo que abrigo el ideal de sobrepasar las nubesy heme aquí subiendo las montañas Ching-Kang.

Mao Zedong

Mi querido poeta Mao Zedongen otro tiempome vestí como túdi una lecturade poesíaen Cuzcotu verde olivose prendióde mis añosde adolescentecolgué un cuadro con tu rostroen mi cabecera

mucho tiempo despuésquerido Mao Zedongno pensaba escribirteen esta nueva ficticiaRevolución Cultural

un enjambre de abejassalidasde los panalesnos condenaronnos empapelaron

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Isabel Matta Bazán

Miedo

La injusticia ha hecho su fortín en mi casay la mentira ha marchitado todas mis flores.He visto muchas lenguas colgadas al sol.No miento cuando digo que mi boca tiene miedo,que todas las puertas y llaves son mi refugio.¿Dónde guarda un corazón que grita tanto silencio?

Sombras de Ciudad

Hoy te volví a ver con un aire provinciano(como la primera vez).

En tus ojos se reflejaba el Amazonasy su cielo de puntos delirantes

(que tanto extrañas).

Los ambulantes, el frío limeño,los asaltos a mano armada,

el desempleo,la viveza criolla,

todos los detalles que ensombrecen a la ciudady a la mirada del hombre llegado de provincia

(que cuartean poco a poco su alma)habían desaparecido.

El amor los ajustició, los colgó de un palo.Mi amor, tu amor, nuestro amor.

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Page 36: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

habla del destierrode la hipocresíano al descaroBartilina Sisaheroína aymarasi vierasestas nuevas contiendas

y la otray la otra soy yomiradmehablo en nombre de Rita Pumafabulosa revolucionaria andiname descubro sin temormi nombre es Isadora Tipula Quispeme cambio de lentespara que las frutas de diosas bajadasde la memoriade los pueblosme pongan la medalla santísimareflejadaen Sarita Coloniala marginalsímbolo enigmáticoy con un espejo lagode fondo

importa que se reafirme el nombre de Edith lagosimporta que se reafirmeel nombre de Micaela Bastidasimporta que se reafirmeel nombre de Bartolina Sisaimporta que se reafirmeel nombre de Rita Pumal a s l e g e n d a r i a sl a s l e g e n d a r i a sl a s l e g e n d a r i a s

37

pero no pudieron juzgarnossomos la banda de las cuatroa lo Chiang Chinglas santas de la historialas amordazadasen la mielde los dedoslas aniquiladaslas míticaslas gitanasdesde el fondo del dolorla poderosaChiang Chingnos sonríeactriz y políticaacompaña nuestra vorágineinternacional/ Premio Nobel/ famosano lectora/ fabuladora/ ilustrecon una inspiración a borbotoneslejos de las moscascerca de los grillosque reclamanun nuevo cantoun inventoun inventooh sagradas diosaslejos del origen primitivo

una de las cuatrotoma el nombre de Edith Lagosnos habla de Dora Oyaguela joven desaparecidaen tiempos de dictadurala otra tiene el corajede hablar en la voz de Micaelasobre Rosalía de Castroo su madre actrizy la otraes la que lleva el nombre de Bartolina Sisa

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habla del destierrode la hipocresíano al descaroBartilina Sisaheroína aymarasi vierasestas nuevas contiendas

y la otray la otra soy yomiradmehablo en nombre de Rita Pumafabulosa revolucionaria andiname descubro sin temormi nombre es Isadora Tipula Quispeme cambio de lentespara que las frutas de diosas bajadasde la memoriade los pueblosme pongan la medalla santísimareflejadaen Sarita Coloniala marginalsímbolo enigmáticoy con un espejo lagode fondo

importa que se reafirme el nombre de Edith lagosimporta que se reafirmeel nombre de Micaela Bastidasimporta que se reafirmeel nombre de Bartolina Sisaimporta que se reafirmeel nombre de Rita Pumal a s l e g e n d a r i a sl a s l e g e n d a r i a sl a s l e g e n d a r i a s

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pero no pudieron juzgarnossomos la banda de las cuatroa lo Chiang Chinglas santas de la historialas amordazadasen la mielde los dedoslas aniquiladaslas míticaslas gitanasdesde el fondo del dolorla poderosaChiang Chingnos sonríeactriz y políticaacompaña nuestra vorágineinternacional/ Premio Nobel/ famosano lectora/ fabuladora/ ilustrecon una inspiración a borbotoneslejos de las moscascerca de los grillosque reclamanun nuevo cantoun inventoun inventooh sagradas diosaslejos del origen primitivo

una de las cuatrotoma el nombre de Edith Lagosnos habla de Dora Oyaguela joven desaparecidaen tiempos de dictadurala otra tiene el corajede hablar en la voz de Micaelasobre Rosalía de Castroo su madre actrizy la otraes la que lleva el nombre de Bartolina Sisa

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Page 38: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

somos cuatro las de la bandadejemos crecer cien palabras terminemos con la fantasíade cuenta cuentos modernosque la posmodernidad abrió puentes en los ríosde una nueva inteligenciay una nueva historia se construirásin nombres como lo quería Borgesentonces se borrarán los nombresentonces se borrarán personalismossin repertorio tradicionalsin incendiosestallará el globoy sus parcelaspareceremos desfloradoshuérfanosflorecidosen la copa de los árbolesjunto a los pájaros

quedará una literatura poderosa con santas y con santossin santas y sin santoscon guayabas y repolloscon lechugas y duraznoscon cerdos y sin cerdoscon uvas y sin uvas.

*MAO

39

las que cambiaron la historia de las mujeresen las montañascomo Tanialas que no claudicaronlas que no hicieron panfletode la palabracomo la pasionariacomo Frida Kahlo

compañeroscompañerasdel panalde mala fede buena felos recibimoscon un texao florecidoen la mañana azulno importan los mensajes que nos envíanla mano derecha osa silenciarcon ojos piadososen el clamor de los pobresde mundo adentroprendamos el fogónque la paz de trinchera turquesanos aguardavamos a cantarla verdadera victoriade contar nuevas historiasen la lecturay en la creación permanentedejar florecer cien flores*dejar florecer cien texaosdejar florecer cien kantutasbrindemos a la mamapachala luna con nosotrasla luna

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somos cuatro las de la bandadejemos crecer cien palabras terminemos con la fantasíade cuenta cuentos modernosque la posmodernidad abrió puentes en los ríosde una nueva inteligenciay una nueva historia se construirásin nombres como lo quería Borgesentonces se borrarán los nombresentonces se borrarán personalismossin repertorio tradicionalsin incendiosestallará el globoy sus parcelaspareceremos desfloradoshuérfanosflorecidosen la copa de los árbolesjunto a los pájaros

quedará una literatura poderosa con santas y con santossin santas y sin santoscon guayabas y repolloscon lechugas y duraznoscon cerdos y sin cerdoscon uvas y sin uvas.

*MAO

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las que cambiaron la historia de las mujeresen las montañascomo Tanialas que no claudicaronlas que no hicieron panfletode la palabracomo la pasionariacomo Frida Kahlo

compañeroscompañerasdel panalde mala fede buena felos recibimoscon un texao florecidoen la mañana azulno importan los mensajes que nos envíanla mano derecha osa silenciarcon ojos piadososen el clamor de los pobresde mundo adentroprendamos el fogónque la paz de trinchera turquesanos aguardavamos a cantarla verdadera victoriade contar nuevas historiasen la lecturay en la creación permanentedejar florecer cien flores*dejar florecer cien texaosdejar florecer cien kantutasbrindemos a la mamapachala luna con nosotrasla luna

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Page 40: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

de la tardenadie vinovomitan su venenonadie los viojamás estuvieron en Accomarcallorael vientrede la madre tierra.

II

En las inmensas fosas de Accomarcaellosanónimos acribilladoseternosexpectanteshambrientostodavía se confundencon el fogóncon la lunacon la brisa de las alturasy la lluvia

y aún sus nombresse enciendenen cada retamade solitarios caseríosSantusa/ Añuco/ Marcelino"naranjitay pinta pintita"

en Accomarcamuchos años despuésun enjambre de huesos perforadosbocas abiertas en forma de gritolamento de niñosdesde abajo de la tierrasecas hojasarrastradas por el vientonos recuerdanque Ayacuchoes una herida abierta.

41

Muchos Años Después Accomarca

(14 de agosto de 1985

69 campesinos muertos entre ellos 23 niños)

a Rosina Valcárcel porque sus sueños y su luchason también míos

I

Desde el ríoun rumor de sombras y batraciossigilosamentedesembocanentre secretos caminospuentecillos de piedrapapales a flor de vida

estallael silencio desgarradorperplejas las montañascontemplancon sus ojos de ave solemneque todo lo ve que todo lo sabepero debe callar

ni los acertijos de la cocaavizoranla hecatombepuntapiés en las puertasacompasados por carajos"!asamblea!"asombrados campesinosson reunidosen una chozados granadasadentrola choza es una antorchalos batraciosse pierdenen la estela

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Page 41: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

de la tardenadie vinovomitan su venenonadie los viojamás estuvieron en Accomarcallorael vientrede la madre tierra.

II

En las inmensas fosas de Accomarcaellosanónimos acribilladoseternosexpectanteshambrientostodavía se confundencon el fogóncon la lunacon la brisa de las alturasy la lluvia

y aún sus nombresse enciendenen cada retamade solitarios caseríosSantusa/ Añuco/ Marcelino"naranjitay pinta pintita"

en Accomarcamuchos años despuésun enjambre de huesos perforadosbocas abiertas en forma de gritolamento de niñosdesde abajo de la tierrasecas hojasarrastradas por el vientonos recuerdanque Ayacuchoes una herida abierta.

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Muchos Años Después Accomarca

(14 de agosto de 1985

69 campesinos muertos entre ellos 23 niños)

a Rosina Valcárcel porque sus sueños y su luchason también míos

I

Desde el ríoun rumor de sombras y batraciossigilosamentedesembocanentre secretos caminospuentecillos de piedrapapales a flor de vida

estallael silencio desgarradorperplejas las montañascontemplancon sus ojos de ave solemneque todo lo ve que todo lo sabepero debe callar

ni los acertijos de la cocaavizoranla hecatombepuntapiés en las puertasacompasados por carajos"!asamblea!"asombrados campesinosson reunidosen una chozados granadasadentrola choza es una antorchalos batraciosse pierdenen la estela

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Page 42: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

atrevidos faroles que iluminaron con su cienciasiglos tenebrosos obscurecidos por el temor y la

envidiacabelleras y labios en la hogueraintentando volverlas invisibles y de humo…

Miro por la ventana y llegan hasta mí sus maltratadas pielesel eco de sus gritos como un mordisco en la memoria,mi corazón se estremece y me devuelve a mi propiocuerpo, recipiente plagado de nubesme devuelve a mi habitación donde cada mañanaGabriela Mistral me dice al oído: “TodasÍbamos a ser reinas…”, y llora junto a míCuando abrimos los diarios y volvemos a descubrir

la mentira;me devuelve a mi celda donde también encuentro el

universo.

Pero tu muerte me arrodilla otra vez.Hay penas que no se reconcilian con el calendarioque no quieren negociar con las palabras,penas como furias, imposibles de domar¿existe acaso alguna palabra que pueda doblegar

las furias?Valientes y frágiles, todas escribimos las historiascomo espadas de carne y hueso

como flores abiertas mirando hacia el solcomo tú, María Elena.

A ti te mataron porque nunca predicaste sobrela blancura de la calsino construir con la arena castillos de igualdades.A ti te mató el oscuro corazón de la envidiaEse mismo turbio corazón que despedaza en cada época

toda fe, todo amorsobre ti se descargó su iraporque organizaste piedras, pensamientos, huracanes.

A ti te mataron porque domaste la arena,esa misma arena que ahora cubre tu sepulcrocomo un inmenso cielo gris suspendido para siempre

sobre tu mirada.

43

Doris Moromisato

Las Furias

a María Elena Moyano, asesinada en Villa El Salvadorel 15 de febrero de 1992

Prohibida de posar sus ojos sobre libro algunoSor Juana halló el universo en un metro cuadrado de su

celday al amanecer las campanas cada parteexplicaba a las asombradas noviciasel misterio de los astros flotando alrededor de los

conventosel titilar de las estrellas en el enorme cielodel desfalleciente siglo diecisiete,intuitiva y gloriosa, sumaba y restabael manso rumor de la sangresobre el polvo acumulado de su celda.

A las mujeres incas emancipadoras, sin embargo,les arrancaron la vida

de cuajopor abandonar sus quehaceres anhelando fundar

naciones.Siento en mis mejillas sus pies sangrantesbajando desde el Cusco, encadenadas cubiertasde escupitajos,muriendo una tras otraen la larga caminata hacia la costa.

Mujeres excelsas arden sobre mis pupilascuerpos y almas devorados por las lenguas de fuegomiembros tras miembro, pétalo tras pétalopor leer árboles y descifrar

hojasplumasespinas

turbulencias en una vasija llena de aguamales y temores en los ojos tristes y enormes de los

sapos

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Page 43: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

atrevidos faroles que iluminaron con su cienciasiglos tenebrosos obscurecidos por el temor y la

envidiacabelleras y labios en la hogueraintentando volverlas invisibles y de humo…

Miro por la ventana y llegan hasta mí sus maltratadas pielesel eco de sus gritos como un mordisco en la memoria,mi corazón se estremece y me devuelve a mi propiocuerpo, recipiente plagado de nubesme devuelve a mi habitación donde cada mañanaGabriela Mistral me dice al oído: “TodasÍbamos a ser reinas…”, y llora junto a míCuando abrimos los diarios y volvemos a descubrir

la mentira;me devuelve a mi celda donde también encuentro el

universo.

Pero tu muerte me arrodilla otra vez.Hay penas que no se reconcilian con el calendarioque no quieren negociar con las palabras,penas como furias, imposibles de domar¿existe acaso alguna palabra que pueda doblegar

las furias?Valientes y frágiles, todas escribimos las historiascomo espadas de carne y hueso

como flores abiertas mirando hacia el solcomo tú, María Elena.

A ti te mataron porque nunca predicaste sobrela blancura de la calsino construir con la arena castillos de igualdades.A ti te mató el oscuro corazón de la envidiaEse mismo turbio corazón que despedaza en cada época

toda fe, todo amorsobre ti se descargó su iraporque organizaste piedras, pensamientos, huracanes.

A ti te mataron porque domaste la arena,esa misma arena que ahora cubre tu sepulcrocomo un inmenso cielo gris suspendido para siempre

sobre tu mirada.

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Doris Moromisato

Las Furias

a María Elena Moyano, asesinada en Villa El Salvadorel 15 de febrero de 1992

Prohibida de posar sus ojos sobre libro algunoSor Juana halló el universo en un metro cuadrado de su

celday al amanecer las campanas cada parteexplicaba a las asombradas noviciasel misterio de los astros flotando alrededor de los

conventosel titilar de las estrellas en el enorme cielodel desfalleciente siglo diecisiete,intuitiva y gloriosa, sumaba y restabael manso rumor de la sangresobre el polvo acumulado de su celda.

A las mujeres incas emancipadoras, sin embargo,les arrancaron la vida

de cuajopor abandonar sus quehaceres anhelando fundar

naciones.Siento en mis mejillas sus pies sangrantesbajando desde el Cusco, encadenadas cubiertasde escupitajos,muriendo una tras otraen la larga caminata hacia la costa.

Mujeres excelsas arden sobre mis pupilascuerpos y almas devorados por las lenguas de fuegomiembros tras miembro, pétalo tras pétalopor leer árboles y descifrar

hojasplumasespinas

turbulencias en una vasija llena de aguamales y temores en los ojos tristes y enormes de los

sapos

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Page 44: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

verdes, como a mis terneritos y a los granos quesembramos.Yo los amé y los amamantécon este mi corazóncon esta mi cabezay mis pechos. Yo quiero contarte, quiero queescuches la verdad de misadentros: fue una madrugada de oscuro invierno; desperté con los balazos que arrancómis ojos, con un gran dolor allíallí abajo.Yo hija de Tránsito yEulogioquiero contarte:

Esa madrugada me ataron y uno a uno entró, agujereó

cada vez más mi cuerpo.Fueron degollados, desplumadosmis animalitos. Mi hijo y mi Rupertoagonizaron enmis brazos.

Escribirás¿escucharás usté esto?

45

Carolina O. Fernández

Escenario 1

¿Escribirás usté esto?

Atemos los cabos: del desierto brota el aire,el fuego, un pozo de agua, la calandria y él

ÉlFue padre y madre de tres niñas,un buey y una calandria. A las 4 de todas lasmadrugadas se desperezaba lentamente, alzaba los hombros, guardaba un puñado de hojas de coca en su pequeña bolsa colorida.Arrojaba la sumisión todos los días,aprendió a no temer las amenazas.Había que demoler las viejas palabrasdisfrazadas con nuevos ropajes,había que demoler las falsas virtudeshabía que aprender del viejo y el mar.

Un día, después de apaciguar sualma con los oscuros ojos de María,mientras dormían con un equipaje listo para navegar en el mar de la ciudad, viejas palabras embistieron con sus armas,incendiaron la choza, a las tres niñasal buey y la calandria.

Ella

Me llamo Eulogia. Soyde Accomarca,un pueblo hecho cenizas.¿Me amaron? ¿Preguntas?Sí, me amaron como a las hojas

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verdes, como a mis terneritos y a los granos quesembramos.Yo los amé y los amamantécon este mi corazóncon esta mi cabezay mis pechos. Yo quiero contarte, quiero queescuches la verdad de misadentros: fue una madrugada de oscuro invierno; desperté con los balazos que arrancómis ojos, con un gran dolor allíallí abajo.Yo hija de Tránsito yEulogioquiero contarte:

Esa madrugada me ataron y uno a uno entró, agujereó

cada vez más mi cuerpo.Fueron degollados, desplumadosmis animalitos. Mi hijo y mi Rupertoagonizaron enmis brazos.

Escribirás¿escucharás usté esto?

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Carolina O. Fernández

Escenario 1

¿Escribirás usté esto?

Atemos los cabos: del desierto brota el aire,el fuego, un pozo de agua, la calandria y él

ÉlFue padre y madre de tres niñas,un buey y una calandria. A las 4 de todas lasmadrugadas se desperezaba lentamente, alzaba los hombros, guardaba un puñado de hojas de coca en su pequeña bolsa colorida.Arrojaba la sumisión todos los días,aprendió a no temer las amenazas.Había que demoler las viejas palabrasdisfrazadas con nuevos ropajes,había que demoler las falsas virtudeshabía que aprender del viejo y el mar.

Un día, después de apaciguar sualma con los oscuros ojos de María,mientras dormían con un equipaje listo para navegar en el mar de la ciudad, viejas palabras embistieron con sus armas,incendiaron la choza, a las tres niñasal buey y la calandria.

Ella

Me llamo Eulogia. Soyde Accomarca,un pueblo hecho cenizas.¿Me amaron? ¿Preguntas?Sí, me amaron como a las hojas

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Page 46: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Hoy la muerte te toca y te ha cantado porque has caído también en la misma plaza junto al amanecer y donde Cayetano se recostó en un charco de sangre.La muerte te ha tocado y se ha recostado aquí (señala el vientre del espectador, lo toca como si hubiera algo dentro) se ha coronado en tu estómago junto al miedo y al error, se ha sentado junto al hambre y se ha puesto a comer de ti, oh hermano. (Camina alrededor del espectador como una errante)Has caído…Has caído en la misma plaza en la que yo volé en pedazos, y me hice lluvia sobre los que temían conmigo. Lo único que pude llevarme en la memoria fue el rostro de Cayetano. (Danza alrededor de la silla) Lo he esperado tanto tiempo entre estas paredes que son mi amor y mi corazón. Este es el destierro, esta es la espera, este es mi cuerpo tendido y tú has venido a devorarlo porque la muerte me abrazó con hambre y me dejó para conducir a los otros al llanto de los que los aman. (Se recuesta sobre las piernas del espectador)Has venido porque crees que alguien te espera, pero no soy yo la que te abrazará cuando abras los ojos y encuentres cuencas vacías. Anda que te están velando. ¿No escuchas el llanto de las mujeres y los hombres que te amaron? Anda hermano que nos abrazaremos pronto, en una muerte distinta cuando Cayetano se siente en esta silla y detenga mi mano. (Busca en todo momento la salida para el invitado sentado en la silla mientras lo conduce. Desesperada)¿Acaso me amará? ¿Tú crees que podrá amarme? ¿Crees que deje que lo llame Cayetano y bese las cuencas vacías de sus ojos? ¿Crees que será como en mi recuerdo el muerto más bello de la plaza y bajo el sol? El nunca me vio. Sus ojos estaban cerrados ya. Yo caminaba de la mano de mi madre entre los caídos como si fuéramos dos muertas más. Los veíamos sin verlos. Eran como piezas cubiertas de papel periódico, y rodeadas del llanto agudo de las mujeres. (Pausa. Apoya la cabeza sobre las piernas del invitado) Mi madre y yo íbamos a comprar el pan de la mañana y ahí estaban ellos. Era como si los hubieran puesto para que ella y yo los

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Cecilia Podestá

La Canción de Cayetano

(obra personalizada) La escena transcurre dentro de una habitación que se asemeja a un

retablo ayacuchano completamente negro por dentro y por fuera de tres por tres metros en el interior, y en el que las paredes están cubiertas enteramente por clavos oxidados, incrustados sobre los muros. Dentro: una mujer. Usa un vestido blanco, sucio con incrustaciones de clavos oxidados también. El público debe entrar de uno en uno por la puerta principal del retablo y salir por una interior. Al centro: una silla de ruedas, lugar en el que el espectador se sentará. Cuando cada persona entre, la mujer los conduce a sentarse en la silla de ruedas y empieza cantándoles.

dónde andas Cayetano que te busco en la miseria

en mi dolor. yo te busco en esta plaza

en mi amor. asesinos asesinos

dónde guardan su dolor. Cayetano

Cayetanodónde entierran tu corazón.

asesinos asesinos

dónde guardan esta canción (Lo conduce lentamente por toda la habitación, casi chocando con las

puntas de los clavos)Esta no es la barca de Caronte que ha de llevarte ni estos los ojos en los que has de poner monedas para ir, no es tampoco tu rostro ni tu cuerpo el del hombre y quién, ¿quién es el hombre? Cayetano se llama. (Encara al espectador)

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Hoy la muerte te toca y te ha cantado porque has caído también en la misma plaza junto al amanecer y donde Cayetano se recostó en un charco de sangre.La muerte te ha tocado y se ha recostado aquí (señala el vientre del espectador, lo toca como si hubiera algo dentro) se ha coronado en tu estómago junto al miedo y al error, se ha sentado junto al hambre y se ha puesto a comer de ti, oh hermano. (Camina alrededor del espectador como una errante)Has caído…Has caído en la misma plaza en la que yo volé en pedazos, y me hice lluvia sobre los que temían conmigo. Lo único que pude llevarme en la memoria fue el rostro de Cayetano. (Danza alrededor de la silla) Lo he esperado tanto tiempo entre estas paredes que son mi amor y mi corazón. Este es el destierro, esta es la espera, este es mi cuerpo tendido y tú has venido a devorarlo porque la muerte me abrazó con hambre y me dejó para conducir a los otros al llanto de los que los aman. (Se recuesta sobre las piernas del espectador)Has venido porque crees que alguien te espera, pero no soy yo la que te abrazará cuando abras los ojos y encuentres cuencas vacías. Anda que te están velando. ¿No escuchas el llanto de las mujeres y los hombres que te amaron? Anda hermano que nos abrazaremos pronto, en una muerte distinta cuando Cayetano se siente en esta silla y detenga mi mano. (Busca en todo momento la salida para el invitado sentado en la silla mientras lo conduce. Desesperada)¿Acaso me amará? ¿Tú crees que podrá amarme? ¿Crees que deje que lo llame Cayetano y bese las cuencas vacías de sus ojos? ¿Crees que será como en mi recuerdo el muerto más bello de la plaza y bajo el sol? El nunca me vio. Sus ojos estaban cerrados ya. Yo caminaba de la mano de mi madre entre los caídos como si fuéramos dos muertas más. Los veíamos sin verlos. Eran como piezas cubiertas de papel periódico, y rodeadas del llanto agudo de las mujeres. (Pausa. Apoya la cabeza sobre las piernas del invitado) Mi madre y yo íbamos a comprar el pan de la mañana y ahí estaban ellos. Era como si los hubieran puesto para que ella y yo los

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Cecilia Podestá

La Canción de Cayetano

(obra personalizada) La escena transcurre dentro de una habitación que se asemeja a un

retablo ayacuchano completamente negro por dentro y por fuera de tres por tres metros en el interior, y en el que las paredes están cubiertas enteramente por clavos oxidados, incrustados sobre los muros. Dentro: una mujer. Usa un vestido blanco, sucio con incrustaciones de clavos oxidados también. El público debe entrar de uno en uno por la puerta principal del retablo y salir por una interior. Al centro: una silla de ruedas, lugar en el que el espectador se sentará. Cuando cada persona entre, la mujer los conduce a sentarse en la silla de ruedas y empieza cantándoles.

dónde andas Cayetano que te busco en la miseria

en mi dolor. yo te busco en esta plaza

en mi amor. asesinos asesinos

dónde guardan su dolor. Cayetano

Cayetanodónde entierran tu corazón.

asesinos asesinos

dónde guardan esta canción (Lo conduce lentamente por toda la habitación, casi chocando con las

puntas de los clavos)Esta no es la barca de Caronte que ha de llevarte ni estos los ojos en los que has de poner monedas para ir, no es tampoco tu rostro ni tu cuerpo el del hombre y quién, ¿quién es el hombre? Cayetano se llama. (Encara al espectador)

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Mi cuerpo se hizo grande para que otros lo tocaran. Mi cuerpo fue encerrado, mi cuerpo fue torturado porque no sabía nada. Mi cuerpo fue violado y yo tenía miedo que me pateara el vientre un niño con botas de militar… Y cantaba solamente, le cantaba a él, le cantaba a Cayetano.(Canta)Donde andas Cayetano que te busco con la muerte en las manos. Mi cuerpo había crecido pero… ¿Para qué? Yo tenía catorce años cuando me llevaron, quizá la edad que él tenía cuando lo vi. (Se reincorpora)Mi cuerpo había crecido pero él no me esperó. Me llevaron a la plaza, me dijeron que me iban a soltar. El llanto agudo de las mujeres por sus muertos se había convertido en el mío también. Lloraba porque sabía que me iban a matar, porque veía a los otros, algunos caídos ya, y ninguno era Cayetano. Entonces volé por los aires, en pedazos, me hice lluvia y dibujé hilos de sangre sobre las bancas de la plaza… como tú. Hermano, todos los que caen en esa plaza no saben que han muerto hasta que vienen aquí a que los conduzca al llanto de sus familiares. Anda, anda que te están velando, anda que otro muerto te espera, no soy yo la que te abrazara, no tengo tampoco una canción para ti. Sólo tengo la espera, el rostro de Cayetano, la espera, la amarga espera del que nunca va a llegar. ¿Se habrá ido con otros que lo esperaban también? (Busca una vez más la puerta interior)Anda que escucho el llanto de tu mujer y de tus hijos. Ándate, que no eres Cayetano, ve que la muerte te ha abrazado con hambre. Te han matado hermano mío, te han disparado hasta abrirte el estómago y te han quitado todo. Sólo te queda el llanto de los que te aman. Anda a escucharlo y guárdalo como la canción que cantarás cuando estés solo. Guarda un pedazo de mi corazón y recuerda mi canto y esta última morada, la morada del alma, la morada de la espera, la casa vacía. (Canta)Cayetano, Cayetano, otro hermano ha caído en el horror, ahora lo sabe y se arrastra a su entierro a su dolor.(La mujer lleva al invitado a la segunda puerta y hace como si lo echara, como si fuera un despojo, un cuerpo muerto. En la pared de la siguiente habitación por la que sale el invitado, se ve la proyección de una fosa común)

49

ignorásemos. Yo tenía cinco años y quería que él despertara. Pensaba que podría hacerlo. Era simple: levantarse e ir. El periódico se había zafado de su cara, entonces lo vi, era bello, apenas un muchachito. Lo amé. Fue la primera vez que amé a un hombre, fue la primera vez que quise que un hombre me tocara. Me imaginaba en su abrazo y rozándole la cara. (Lo toca, le habla arrodillada hacia él) Era bello, y quería que despertara para llevarme, para estar conmigo. Pero yo era una niña, ¿cómo podría amarme? (Se desespera nuevamente, buscando echarlo)El amor sólo lo había visto entre la gente grande. yo… yo tendría que crecer entonces y él, esperarme. Sólo así podríamos estar juntos ¿no? Yo jugaba a ponerle nombres a los muertos de la plaza cuando los veía, a él lo llamé Cayetano. Todos los muertos de la plaza tenían un nombre, todos eran míos aunque mi madre no me permitiera tocarlos y me enseñara a ignorarlos, a voltear la vista, pero Cayetano me cogió tan fuerte y no me dejó ir nunca, me abrazó sin tocarme y sin hablarme me pidió que me tendiera a su lado pero mi madre me arrastraba de la mano y no podía hacerlo, me llevaba como un bulto y había neblina y caía el sol y Cayetano no despertaba y yo era muy chica, no podría amarme nunca. Él tendría que esperar a que yo creciera. ¿Cuánto tiempo tendría que pasar? ¿En cuanto tiempo se crece? ¿Cuánto demora el cuerpo en ser grande? Yo quería casarme con él, pero tendría que esperar y esperar y esperar ¿Y si me dejaba? ¿Y si Cayetano me dejaba? ¿Si mi amor me dejaba? Entonces me detuve, detuve a mi madre y lo señalé, tenía que preguntarle. Ella tendría que darme permiso. Ella hablaría con mi padre y entonces ambos tendrían que aceptar. Me detuve y lo señalé. (Deja de mover la silla y recorre toda la habitación pegando su cuerpo a los clavos)Le dije: ¿mamá, cuando crezca me puedo casar con él? Me dijo: camina, a los muertos no les gusta que los molesten. y me llevó, como si fuera Caronte y mi brazo, el remo de su barca. ¿Me llevaba a casa? Yo me quedé en la plaza para siempre. Mi corazón quedó regado ahí como la pólvora. Yo crecí. Mi cuerpo se hizo grande pero él no estaba. (Se encoge en el piso, en posición fetal)

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Mi cuerpo se hizo grande para que otros lo tocaran. Mi cuerpo fue encerrado, mi cuerpo fue torturado porque no sabía nada. Mi cuerpo fue violado y yo tenía miedo que me pateara el vientre un niño con botas de militar… Y cantaba solamente, le cantaba a él, le cantaba a Cayetano.(Canta)Donde andas Cayetano que te busco con la muerte en las manos. Mi cuerpo había crecido pero… ¿Para qué? Yo tenía catorce años cuando me llevaron, quizá la edad que él tenía cuando lo vi. (Se reincorpora)Mi cuerpo había crecido pero él no me esperó. Me llevaron a la plaza, me dijeron que me iban a soltar. El llanto agudo de las mujeres por sus muertos se había convertido en el mío también. Lloraba porque sabía que me iban a matar, porque veía a los otros, algunos caídos ya, y ninguno era Cayetano. Entonces volé por los aires, en pedazos, me hice lluvia y dibujé hilos de sangre sobre las bancas de la plaza… como tú. Hermano, todos los que caen en esa plaza no saben que han muerto hasta que vienen aquí a que los conduzca al llanto de sus familiares. Anda, anda que te están velando, anda que otro muerto te espera, no soy yo la que te abrazara, no tengo tampoco una canción para ti. Sólo tengo la espera, el rostro de Cayetano, la espera, la amarga espera del que nunca va a llegar. ¿Se habrá ido con otros que lo esperaban también? (Busca una vez más la puerta interior)Anda que escucho el llanto de tu mujer y de tus hijos. Ándate, que no eres Cayetano, ve que la muerte te ha abrazado con hambre. Te han matado hermano mío, te han disparado hasta abrirte el estómago y te han quitado todo. Sólo te queda el llanto de los que te aman. Anda a escucharlo y guárdalo como la canción que cantarás cuando estés solo. Guarda un pedazo de mi corazón y recuerda mi canto y esta última morada, la morada del alma, la morada de la espera, la casa vacía. (Canta)Cayetano, Cayetano, otro hermano ha caído en el horror, ahora lo sabe y se arrastra a su entierro a su dolor.(La mujer lleva al invitado a la segunda puerta y hace como si lo echara, como si fuera un despojo, un cuerpo muerto. En la pared de la siguiente habitación por la que sale el invitado, se ve la proyección de una fosa común)

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ignorásemos. Yo tenía cinco años y quería que él despertara. Pensaba que podría hacerlo. Era simple: levantarse e ir. El periódico se había zafado de su cara, entonces lo vi, era bello, apenas un muchachito. Lo amé. Fue la primera vez que amé a un hombre, fue la primera vez que quise que un hombre me tocara. Me imaginaba en su abrazo y rozándole la cara. (Lo toca, le habla arrodillada hacia él) Era bello, y quería que despertara para llevarme, para estar conmigo. Pero yo era una niña, ¿cómo podría amarme? (Se desespera nuevamente, buscando echarlo)El amor sólo lo había visto entre la gente grande. yo… yo tendría que crecer entonces y él, esperarme. Sólo así podríamos estar juntos ¿no? Yo jugaba a ponerle nombres a los muertos de la plaza cuando los veía, a él lo llamé Cayetano. Todos los muertos de la plaza tenían un nombre, todos eran míos aunque mi madre no me permitiera tocarlos y me enseñara a ignorarlos, a voltear la vista, pero Cayetano me cogió tan fuerte y no me dejó ir nunca, me abrazó sin tocarme y sin hablarme me pidió que me tendiera a su lado pero mi madre me arrastraba de la mano y no podía hacerlo, me llevaba como un bulto y había neblina y caía el sol y Cayetano no despertaba y yo era muy chica, no podría amarme nunca. Él tendría que esperar a que yo creciera. ¿Cuánto tiempo tendría que pasar? ¿En cuanto tiempo se crece? ¿Cuánto demora el cuerpo en ser grande? Yo quería casarme con él, pero tendría que esperar y esperar y esperar ¿Y si me dejaba? ¿Y si Cayetano me dejaba? ¿Si mi amor me dejaba? Entonces me detuve, detuve a mi madre y lo señalé, tenía que preguntarle. Ella tendría que darme permiso. Ella hablaría con mi padre y entonces ambos tendrían que aceptar. Me detuve y lo señalé. (Deja de mover la silla y recorre toda la habitación pegando su cuerpo a los clavos)Le dije: ¿mamá, cuando crezca me puedo casar con él? Me dijo: camina, a los muertos no les gusta que los molesten. y me llevó, como si fuera Caronte y mi brazo, el remo de su barca. ¿Me llevaba a casa? Yo me quedé en la plaza para siempre. Mi corazón quedó regado ahí como la pólvora. Yo crecí. Mi cuerpo se hizo grande pero él no estaba. (Se encoge en el piso, en posición fetal)

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esta es una fiesta como una ciudad populosa estoy sentada sola la gran señora se ha vuelto como viuda(si apareciera una mancha blanca sobre su pielque luciera ligeramente hundida sobre su piely esta mancha se extendiera sobre las paredes de su casay por la ropa de cama y su ropa y el rostro de su hijoempezarían a desaparecer partes de su cuerpoel pelo de su hijo perdería el colorla casa que tanto reparó: añicos7 días puestos en observaciónUsted y familia en un terreno inmundo -no sé no lo conozco no veo)

El eunuco jefe de los hombres políticos quiere que me acostumbrea estointermediaria neocolonial semi feudal capitalismo deformadoEl eunuco jefe de los hombres armados quiere que me acostumbrea nuestros enemigos hechos cabeza a los aborrecidos prosperandoElla ha desvanecido maravillosamente sus inmundicias en sus faldasAvenidas de agua sobre mi cabeza -yo dije: Muerto soyTú que has visto todo mi color quebrántalos debajo de los cielos-"ya ve hermana ni usted ni yo valemos nada para ellos".

Su maldiciónpara ellostú has visto todas sus maquinacionestodas sus venganzas todos sus pensamientos contra míSu sentarse y su levantarse mirayo soy su canción

51

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod

Amalia / Foto-poema de Amor Lumpen

(Fragmento)

Madre violencia

tú haces grandes cosas que nosotros no entendemosy aunque todos oyen tu vozno pueden detenerte En el disco suena una sirenao es en realidadquien no tenga una delgada oscura y húmeda espalda no

sabe quées el Perú

-y no ha perdido nada-he oído tu voz en los edificios a medio construirhe llegado hasta ti santificada por múltiples penuriasy tú le has dado caramelos a mi boca podrida(Oye creo que a la perra le gusta hornearse -ja -ja me he dado cuenta quecuando el vecino prende un troncho ella pega la nariza la puerta y comienza a rasguñar a gemir)

estoy tratandode introducirlo todo por mis poros una flor una pared una rejael pasado es como creer que efectivamente esta libélulame está anunciando carta y el futuroes como la llamada de esta mañana dentro de tres años

En finhuelo a sangre y huelo a polvo(Se apaga la luz: pensar y sentir)

se oye una melodía tocada por una flautaes una música leve y finaque habla de hierba de árboles de horizontesLa música sugestiva de esas reuniones con Srs.Perfumados y Sras. Escotadas

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Page 51: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

esta es una fiesta como una ciudad populosa estoy sentada sola la gran señora se ha vuelto como viuda(si apareciera una mancha blanca sobre su pielque luciera ligeramente hundida sobre su piely esta mancha se extendiera sobre las paredes de su casay por la ropa de cama y su ropa y el rostro de su hijoempezarían a desaparecer partes de su cuerpoel pelo de su hijo perdería el colorla casa que tanto reparó: añicos7 días puestos en observaciónUsted y familia en un terreno inmundo -no sé no lo conozco no veo)

El eunuco jefe de los hombres políticos quiere que me acostumbrea estointermediaria neocolonial semi feudal capitalismo deformadoEl eunuco jefe de los hombres armados quiere que me acostumbrea nuestros enemigos hechos cabeza a los aborrecidos prosperandoElla ha desvanecido maravillosamente sus inmundicias en sus faldasAvenidas de agua sobre mi cabeza -yo dije: Muerto soyTú que has visto todo mi color quebrántalos debajo de los cielos-"ya ve hermana ni usted ni yo valemos nada para ellos".

Su maldiciónpara ellostú has visto todas sus maquinacionestodas sus venganzas todos sus pensamientos contra míSu sentarse y su levantarse mirayo soy su canción

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Dalmacia Ruiz Rosas Samohod

Amalia / Foto-poema de Amor Lumpen

(Fragmento)

Madre violencia

tú haces grandes cosas que nosotros no entendemosy aunque todos oyen tu vozno pueden detenerte En el disco suena una sirenao es en realidadquien no tenga una delgada oscura y húmeda espalda no

sabe quées el Perú

-y no ha perdido nada-he oído tu voz en los edificios a medio construirhe llegado hasta ti santificada por múltiples penuriasy tú le has dado caramelos a mi boca podrida(Oye creo que a la perra le gusta hornearse -ja -ja me he dado cuenta quecuando el vecino prende un troncho ella pega la nariza la puerta y comienza a rasguñar a gemir)

estoy tratandode introducirlo todo por mis poros una flor una pared una rejael pasado es como creer que efectivamente esta libélulame está anunciando carta y el futuroes como la llamada de esta mañana dentro de tres años

En finhuelo a sangre y huelo a polvo(Se apaga la luz: pensar y sentir)

se oye una melodía tocada por una flautaes una música leve y finaque habla de hierba de árboles de horizontesLa música sugestiva de esas reuniones con Srs.Perfumados y Sras. Escotadas

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Page 52: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

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BRUJA POP

(poema gótico)

No me cierres así

/ una espina / en el costadoel sucio músculose desgarraen los alrededoressobre poblados cementerios / se abrenal público / ahora que paseopor este completo y tranquilo jardínsoy peligrosa? / el amor es peligrosopara tide una tumba rota / sale una zorraen este puebloes diciembre / 14 de 1666con una estaca / clavada en el corazóncon el mismo mazo con el que le rompíel cráneomi cuerpo será cubierto con cal viva300 policíaslo arrojarán con sus sablesa una fosa abiertaen el cruce de caminosbailo / amo a mi gato y lloro cuando piensoen los besos dados a un cuerpo / ligerocomo el pájaro de helio / incinerado en elefímero deseo / de los profundos defectos

el más extraño amor es el que se siente con furia de dolor

y trapos viejos en un país vacío y repulsivo voraz de hablar gritando y atropelladamente Caen bombas y tiros y Alguien cor-re con armas en las manos.Así sacándonos de los automóviles Golpeando nuestras cabe-zas hasta sentir el ruido de los huesos bajo las cadenasmientras engullimos sándwich mostros para vomitar cada uno su espectro y decimos.-Qué lugar tranquilo sin la violencia de la urbeque se desliza por el sendero al campo santo.- y siento frío y asco y una terrible soledad ante mi merienda que la torna hiel y pena

vete a la miseria concha de ti misma hija de ti mismano dan ganas de olvidarlo todo por un plato de comida fachada lujosa de alegres tiroriros PAISAJES DESCONOCIDOS de sufrir y hacer llorar quedito mi corazón como una bestia del Perúy estallará todo y se pondrá al revés comenzando de nuevo y nada ha de pasar Todo tranquilo vagancia antropofágica es que mi ciudad es sólo la soledad en los parques de los vagosy los adictos preguntas para una flor en medio del concreto Para esta extraña flor con aroma de pez días Explosión de los recuerdos de cómo traté de conquistar la libertad en la destrucción de mis mejores deseos

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BRUJA POP

(poema gótico)

No me cierres así

/ una espina / en el costadoel sucio músculose desgarraen los alrededoressobre poblados cementerios / se abrenal público / ahora que paseopor este completo y tranquilo jardínsoy peligrosa? / el amor es peligrosopara tide una tumba rota / sale una zorraen este puebloes diciembre / 14 de 1666con una estaca / clavada en el corazóncon el mismo mazo con el que le rompíel cráneomi cuerpo será cubierto con cal viva300 policíaslo arrojarán con sus sablesa una fosa abiertaen el cruce de caminosbailo / amo a mi gato y lloro cuando piensoen los besos dados a un cuerpo / ligerocomo el pájaro de helio / incinerado en elefímero deseo / de los profundos defectos

el más extraño amor es el que se siente con furia de dolor

y trapos viejos en un país vacío y repulsivo voraz de hablar gritando y atropelladamente Caen bombas y tiros y Alguien cor-re con armas en las manos.Así sacándonos de los automóviles Golpeando nuestras cabe-zas hasta sentir el ruido de los huesos bajo las cadenasmientras engullimos sándwich mostros para vomitar cada uno su espectro y decimos.-Qué lugar tranquilo sin la violencia de la urbeque se desliza por el sendero al campo santo.- y siento frío y asco y una terrible soledad ante mi merienda que la torna hiel y pena

vete a la miseria concha de ti misma hija de ti mismano dan ganas de olvidarlo todo por un plato de comida fachada lujosa de alegres tiroriros PAISAJES DESCONOCIDOS de sufrir y hacer llorar quedito mi corazón como una bestia del Perúy estallará todo y se pondrá al revés comenzando de nuevo y nada ha de pasar Todo tranquilo vagancia antropofágica es que mi ciudad es sólo la soledad en los parques de los vagosy los adictos preguntas para una flor en medio del concreto Para esta extraña flor con aroma de pez días Explosión de los recuerdos de cómo traté de conquistar la libertad en la destrucción de mis mejores deseos

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Page 54: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

como los cuerpos vencidosrecorriendo solos

las laderas del infiernoNo hubo mirada compasiva

No hubo testigos No hubo ideales

No hubo No hubo

H u b o Locura

Ceguera Pasiones

FuroresOdio pardo

hambre hambre

hambredehorror.

..........

.....

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..... ,,,,,,,,,,.....

............................

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55

Milagros Salcedo

Murmullos : 69 000

Sombras bosquejadas por la Ausencia

Voces sordas desde trincheras heladasPasos Cuerpos Distorsiones

Gritos invisibles inaudibles

perdidos en la brumaRostros diluidos

Tus reencuentrosfueron peor que tu distancia:brotes de horror

locura furia ciega

MurmullosSusurros de un silencio tortuoso

pálido circundante férreo

que nadie oyó sino tus sombras

que nadie vio sino brazos perdidos en el desvarío

MurmullosRestos de voces imposiblesRestos de llantos desorbitadosRestos de aullidos desoladosSonidos dispares desperdigados

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.................... ..........

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como los cuerpos vencidosrecorriendo solos

las laderas del infiernoNo hubo mirada compasiva

No hubo testigos No hubo ideales

No hubo No hubo

H u b o Locura

Ceguera Pasiones

FuroresOdio pardo

hambre hambre

hambredehorror.

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Milagros Salcedo

Murmullos : 69 000

Sombras bosquejadas por la Ausencia

Voces sordas desde trincheras heladasPasos Cuerpos Distorsiones

Gritos invisibles inaudibles

perdidos en la brumaRostros diluidos

Tus reencuentrosfueron peor que tu distancia:brotes de horror

locura furia ciega

MurmullosSusurros de un silencio tortuoso

pálido circundante férreo

que nadie oyó sino tus sombras

que nadie vio sino brazos perdidos en el desvarío

MurmullosRestos de voces imposiblesRestos de llantos desorbitadosRestos de aullidos desoladosSonidos dispares desperdigados

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Page 56: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Desaparecidas

¿Has visto el cadáver?¿rozaron tus dedos su piel de mandarina? ¿recogiste su ropita?¿santiguaste sus cicatrices?

¿intentaste lo imposiblebesarla, besarla para que vuelva a la vida?

qué afortunada eresay, Mamacha de los Dolores,siete veces atravesada por el mismo sufrimientoqué suerte tienes

saber que no existesepultar la duda

no como yo que deambulo con este sombrerovamos por acá, a la oficina, luego p'allá, a la prefectura y a la comisaría,diciendo no, que no, que no, diciendoque son mentiras y puritas mentiras

mi pequeña una mentirami viento mi frente mi vientre puras mentiras.

57

Rocío Silva Santisteban

Chunniqwasi(¿qué hay dentro de las casas?)

para Natalia y Sandro

Una sombra renegrida. Restos de alas. Desechos. La marca de un hachazo cortando desde lo alto un cráneo vivo. Llanto de viejos y llanto de niños. Un olor a abandono y a sobaco.

El rastro de una metralla. Hormigas trituradas bajo una bota negra.Gusanos blancos, arrastrándose por los muros, lamiendo los restos. Vestigios. Lamentos.

A veces el olor dulce de una retama que nace del tapial. Un rumor de gases concentrados debajo de la tierra. Matorrales y hormigas gigantes. Soledad.

Pirkas regadas por ambos lados del camino. Las huellas del fogón donde la mujer humeó su sombrero al encender la leña donde preparaba chochoca y decía, alalai, y seguía moviendo la cuchara de palo.

Sangre negra, dura, pegoteada al barro, salpicadapor aquí y por allá.El río lamiendo las piedras.Huellas de botas corriendo a la vera del camino mientras pasa uno detrás de otroel convoy de la guerra.

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Desaparecidas

¿Has visto el cadáver?¿rozaron tus dedos su piel de mandarina? ¿recogiste su ropita?¿santiguaste sus cicatrices?

¿intentaste lo imposiblebesarla, besarla para que vuelva a la vida?

qué afortunada eresay, Mamacha de los Dolores,siete veces atravesada por el mismo sufrimientoqué suerte tienes

saber que no existesepultar la duda

no como yo que deambulo con este sombrerovamos por acá, a la oficina, luego p'allá, a la prefectura y a la comisaría,diciendo no, que no, que no, diciendoque son mentiras y puritas mentiras

mi pequeña una mentirami viento mi frente mi vientre puras mentiras.

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Rocío Silva Santisteban

Chunniqwasi(¿qué hay dentro de las casas?)

para Natalia y Sandro

Una sombra renegrida. Restos de alas. Desechos. La marca de un hachazo cortando desde lo alto un cráneo vivo. Llanto de viejos y llanto de niños. Un olor a abandono y a sobaco.

El rastro de una metralla. Hormigas trituradas bajo una bota negra.Gusanos blancos, arrastrándose por los muros, lamiendo los restos. Vestigios. Lamentos.

A veces el olor dulce de una retama que nace del tapial. Un rumor de gases concentrados debajo de la tierra. Matorrales y hormigas gigantes. Soledad.

Pirkas regadas por ambos lados del camino. Las huellas del fogón donde la mujer humeó su sombrero al encender la leña donde preparaba chochoca y decía, alalai, y seguía moviendo la cuchara de palo.

Sangre negra, dura, pegoteada al barro, salpicadapor aquí y por allá.El río lamiendo las piedras.Huellas de botas corriendo a la vera del camino mientras pasa uno detrás de otroel convoy de la guerra.

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entonces pasaron uno por uno, dos, tresno más, por favor, no, no, déjenme morircuatro cinco seisya no, Dios, ya no, ya nosieteestaba completamente muerta, muerta, muerta, ocho

fuiste mía un verano

ocho, fueron ocho, y todos descargabanaquí en mis... aquí mismo

perra, ladraladra y muérdemequé ricoqué asco

solamente un verano

pero el olor lo tengo aquízumba en mi cabeza como rastrillo de metralla

qué asco

yo no olvido la playa ni aquel viejo café

nunca jamás, esos ojossu huella me vuelve loca

ni tu voz ni tus pasosse alejarán de mí.

BAvioLADA

Hoy la vi, fue casualidadestaba en el bar, me miró al pasaryo le sonreí y le quise hablarme pidió que no

no, no, suéltame, déjame en pazestás borracho

¿quién eres tú para hablarme así, perra?

que otra vez será, que otra vez serátierno amanecer, sé que nunca más

aquí el que manda soy yo

como olvidar su pelo, como olvidar su aroma

como olvidar ese olor que sube por mi cuerpouna babosa, pegajoso, leche agriacerveza y vómito negro, rencor y cólera

si aún navega en sus labios el sabor de mi boca

sus pelos en mi boca, la arcada al fondo de mi gargantay esa otra boca, la pistola

abre la boca mierda

entre mis piernas, saliéndose y metiéndose,¡por qué no me matas de una vez!

cada chica que pase con un libro en la manome traerá tu nombre como aquel verano

¿su nombre?, ¿para qué?era mayor o teniente o no sé quéporque ordenaba, les dijo, háganlo rápidocomo yo y no se ensucien demasiado

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entonces pasaron uno por uno, dos, tresno más, por favor, no, no, déjenme morircuatro cinco seisya no, Dios, ya no, ya nosieteestaba completamente muerta, muerta, muerta, ocho

fuiste mía un verano

ocho, fueron ocho, y todos descargabanaquí en mis... aquí mismo

perra, ladraladra y muérdemequé ricoqué asco

solamente un verano

pero el olor lo tengo aquízumba en mi cabeza como rastrillo de metralla

qué asco

yo no olvido la playa ni aquel viejo café

nunca jamás, esos ojossu huella me vuelve loca

ni tu voz ni tus pasosse alejarán de mí.

BAvioLADA

Hoy la vi, fue casualidadestaba en el bar, me miró al pasaryo le sonreí y le quise hablarme pidió que no

no, no, suéltame, déjame en pazestás borracho

¿quién eres tú para hablarme así, perra?

que otra vez será, que otra vez serátierno amanecer, sé que nunca más

aquí el que manda soy yo

como olvidar su pelo, como olvidar su aroma

como olvidar ese olor que sube por mi cuerpouna babosa, pegajoso, leche agriacerveza y vómito negro, rencor y cólera

si aún navega en sus labios el sabor de mi boca

sus pelos en mi boca, la arcada al fondo de mi gargantay esa otra boca, la pistola

abre la boca mierda

entre mis piernas, saliéndose y metiéndose,¡por qué no me matas de una vez!

cada chica que pase con un libro en la manome traerá tu nombre como aquel verano

¿su nombre?, ¿para qué?era mayor o teniente o no sé quéporque ordenaba, les dijo, háganlo rápidocomo yo y no se ensucien demasiado

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Wawita palomitapedacito de mi corazónese fue nuestro pueblocolor de luz olor de aguaahora esta arena negra que nada sabe de nosotrosregaré con mi agüita saladalos capullos que crecen de tus brazos

Nada hemos hecho señorsólo un techo pido para que mi hijo pueda cubrirse del solpara que la pesadillahasta esta tierra negrano lo siga.

6160

Mary Soto

Nada Hemos Hecho

Cogí a mi hijo señor y dije a ese viento que atravesó mi carano me asustes taita que nada te estoy haciendocorrimos por la quebrada asustados de tanto ruidomi wawa lloraba en mi pechono sé si de susto o de hambre

Cogí señor a mi hijo y por la ladera me fui temblandolo que allí quedaba era de miedo y tenía la boca enmudecidalo que más me dolía era el estómagopero lo apreté fuerte y le dije al viento taita déjame pasarque yo nada te estoy haciendo

Corrí lejos por el agua y por las piedraspor las piedras y los matorralesespinas en mis piessudor en mi frentemi wawita llorando todo el tiempo

No sé si volveré algún día taita le dije al vientono sé si subiré otra vez por los eucaliptosahora sólo humoahora sólo muerte

Cogí a mi hijo señory ahora esta arena que se mete por los ojosnada he hecho yosólo salir corriendosin mirar para atrás porque daba miedo

Taita viento tú lo sabesahora mi pueblo no tiene nombrela chicha no fermentay hasta el polvo ha perdido el camino de regresosólo dos cruces quedan tiradas en la acequia

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Wawita palomitapedacito de mi corazónese fue nuestro pueblocolor de luz olor de aguaahora esta arena negra que nada sabe de nosotrosregaré con mi agüita saladalos capullos que crecen de tus brazos

Nada hemos hecho señorsólo un techo pido para que mi hijo pueda cubrirse del solpara que la pesadillahasta esta tierra negrano lo siga.

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Mary Soto

Nada Hemos Hecho

Cogí a mi hijo señor y dije a ese viento que atravesó mi carano me asustes taita que nada te estoy haciendocorrimos por la quebrada asustados de tanto ruidomi wawa lloraba en mi pechono sé si de susto o de hambre

Cogí señor a mi hijo y por la ladera me fui temblandolo que allí quedaba era de miedo y tenía la boca enmudecidalo que más me dolía era el estómagopero lo apreté fuerte y le dije al viento taita déjame pasarque yo nada te estoy haciendo

Corrí lejos por el agua y por las piedraspor las piedras y los matorralesespinas en mis piessudor en mi frentemi wawita llorando todo el tiempo

No sé si volveré algún día taita le dije al vientono sé si subiré otra vez por los eucaliptosahora sólo humoahora sólo muerte

Cogí a mi hijo señory ahora esta arena que se mete por los ojosnada he hecho yosólo salir corriendosin mirar para atrás porque daba miedo

Taita viento tú lo sabesahora mi pueblo no tiene nombrela chicha no fermentay hasta el polvo ha perdido el camino de regresosólo dos cruces quedan tiradas en la acequia

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Reloj de Arena

El reloj que ayer alumbró hoy nos devoraCae la Amazonía en crepúsculos plateadosY mi cuerpo solitario como una balsaLa mañana no tiene el resplandorDe tus ojos cerca al MayoAquel río rodeado de palmerasDonde desembocaronA 426 metros de altura

¿Para quién me visto en el portal?¿A quién espero loca como los pájaros?El reloj de arena advierte la prisa del vientoNecio corazón esperas una inútil señalAmarilla flor que limpie la suerte

En la calle: odio y violenciaMorbidez y miseriaLa sombra negra como la muerteRecorre las plazas / MataY desaparece

La letanía se repiteEl relincho azulSimple karabanaEl café de racumínY tu nombre es perseguido

6362

Rosina Valcárcel

Nací En Un País Cuya Historia Fustiga

(a Timoteo Atoche)

Nací en un país cuya historia fustigaentre sueños de pólvora y libertad Cien cerros amontonados de muertosAndinos, mestizos, amazónicosPálidos, afrodescendientesLos claros ojos indefensoslos bellos cuerpos firmesaplastados como animalesen las cárceles sin luz

¿Lurigancho y El Frontón?¿Junio e invierno? La lúgubre capital escupidanuestro corazón deshechoun inmenso río con olor de retamascubiertas de sangre y fuego

Un yaraví a lo lejosdos danzantes de tijerasuna canción popularpiedra y acerola hoz y el martillo y esta carta diminuta ardiendo.

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Reloj de Arena

El reloj que ayer alumbró hoy nos devoraCae la Amazonía en crepúsculos plateadosY mi cuerpo solitario como una balsaLa mañana no tiene el resplandorDe tus ojos cerca al MayoAquel río rodeado de palmerasDonde desembocaronA 426 metros de altura

¿Para quién me visto en el portal?¿A quién espero loca como los pájaros?El reloj de arena advierte la prisa del vientoNecio corazón esperas una inútil señalAmarilla flor que limpie la suerte

En la calle: odio y violenciaMorbidez y miseriaLa sombra negra como la muerteRecorre las plazas / MataY desaparece

La letanía se repiteEl relincho azulSimple karabanaEl café de racumínY tu nombre es perseguido

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Rosina Valcárcel

Nací En Un País Cuya Historia Fustiga

(a Timoteo Atoche)

Nací en un país cuya historia fustigaentre sueños de pólvora y libertad Cien cerros amontonados de muertosAndinos, mestizos, amazónicosPálidos, afrodescendientesLos claros ojos indefensoslos bellos cuerpos firmesaplastados como animalesen las cárceles sin luz

¿Lurigancho y El Frontón?¿Junio e invierno? La lúgubre capital escupidanuestro corazón deshechoun inmenso río con olor de retamascubiertas de sangre y fuego

Un yaraví a lo lejosdos danzantes de tijerasuna canción popularpiedra y acerola hoz y el martillo y esta carta diminuta ardiendo.

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Sobre las Poetas

Patricia Alba (Lima, 1960). Publicó el poemario O un cuchillo esperándome (1988).

Montserrat Álvarez (Zaragoza, España, 1969). Premio de poesía en los Juegos Florales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Premio Poeta Joven del Perú. Estudió filosofía en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en la Universidad Católica de Asunción, Paraguay, y en el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF), Asunción. Ha publicado: Zona Dark, Doce esbozos haitianos y un cuento andino, Espero mi turno, El Poema del Vampiro, Underground, Alta suciedad y la antología poética Nerópolis.

Violeta Barrientos Silva (Lima, 1963). Publicó Elíxir (1991), El innombrable cuerpo del deseo (1992), El jardín de las delicias (1999) y Tragic/Comic (2003) en el Perú y en Francia. Además es abogada en el área de derechos humanos y derechos de las mujeres. Actualmente se dedica a la investigación y al activismo por los derechos a la sexualidad. Enseña en el postgrado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabaja en varios proyectos internacionales.

Doris Bayly (Lima). Periodista y poeta. Publicó los libros Retrete para huérfanos (Filadelfia, 1996) y Chico de mi barrio (Lima, 1998). Trabaja en la revista Somos del diario El Comercio.

Grecia Cáceres (Lima, 1968). Escritora residente en París. Estudió lingüística y literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Publicó el libro de poesía De las causas y los principios Venenos/Embelesos, en 1992, y las novelas La espera posible, en 1998, y La vida violeta (2003). Su novela Atardecer, 2005, ha sido traducida al francés con el título Fin d'après-midi. Publicó en el 2006 su segundo poemario En brazos de la carne.

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Sobre las Poetas

Patricia Alba (Lima, 1960). Publicó el poemario O un cuchillo esperándome (1988).

Montserrat Álvarez (Zaragoza, España, 1969). Premio de poesía en los Juegos Florales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Premio Poeta Joven del Perú. Estudió filosofía en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en la Universidad Católica de Asunción, Paraguay, y en el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF), Asunción. Ha publicado: Zona Dark, Doce esbozos haitianos y un cuento andino, Espero mi turno, El Poema del Vampiro, Underground, Alta suciedad y la antología poética Nerópolis.

Violeta Barrientos Silva (Lima, 1963). Publicó Elíxir (1991), El innombrable cuerpo del deseo (1992), El jardín de las delicias (1999) y Tragic/Comic (2003) en el Perú y en Francia. Además es abogada en el área de derechos humanos y derechos de las mujeres. Actualmente se dedica a la investigación y al activismo por los derechos a la sexualidad. Enseña en el postgrado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabaja en varios proyectos internacionales.

Doris Bayly (Lima). Periodista y poeta. Publicó los libros Retrete para huérfanos (Filadelfia, 1996) y Chico de mi barrio (Lima, 1998). Trabaja en la revista Somos del diario El Comercio.

Grecia Cáceres (Lima, 1968). Escritora residente en París. Estudió lingüística y literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Publicó el libro de poesía De las causas y los principios Venenos/Embelesos, en 1992, y las novelas La espera posible, en 1998, y La vida violeta (2003). Su novela Atardecer, 2005, ha sido traducida al francés con el título Fin d'après-midi. Publicó en el 2006 su segundo poemario En brazos de la carne.

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Luisa Fernanda Lindo (Lima, 1979). Escritora y actriz. Colaboró con diversas revistas peruanas y argentinas. Como dramaturga escribió las obras Deimos (Lima, 1998) y Sueño en la ciudad (Lima, 1999). Coordinó los proyectos Extravío Letal -artes y letras- (Buenos Aires, 2002-2004) y Ciclo mE! (Buenos Aires, 2004). Fue editora de Pistilo publicación independiente de poesía (2004 - 2005). Ha publicado Manténgase fuera del alcance de los niños (Color Pastel, 2006) y POSTIZAS (Lima, 2007). luisalindo.blogspot.com

Isabel Matta Bazán (Lima 1971). Comunicadora social egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y diplomada en Salud Pública en la Universidad Ricardo Palma. Trabajó como redactora y reportera gráfica en el Suplemento Dominical del diario El Comercio. Asimismo en la Agencia ANDINA de Noticias y Canal N. El 2005 ganó el primer lugar en el concurso de poesía Eros en la Región Puno. Tiene publicado los poemarios Soledad nuestra y Reina moribunda.

Gloria Mendoza Borda (Puno, 1948). Estudió letras en la Univer-sidad San Antonio Abad de Cusco y educación en la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Perteneció al grupo Carlos Oquendo de Amat, de Puno. Es autora de los siguientes libros de poesía: Wilayar (Cusco, 1971), Los grillos tomaron tu cimbre (Cusco, 1972), Lugares que tus ojos ignoran (Estados Unidos, 1985), El legendario lobo (Lima, 1997), La danza de las balsas (Lima, 1998), Dulce naranja dulce luna (Lima, 2001). Actualmente es profesora en la Escuela Superior de Arte Carlos Baca Flor, de Arequipa.

Doris Moromisato (Chambala, 1962). Graduada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como poeta ha publicado los libros Morada donde la luna perdió su palidez (Lima, 1988), Chambala era un camino (Lima, 1999) y Diario de la mujer es ponja (Lima, 2004). Desde hace trece años edita la plaqueta ecologista de antología poética Poetas por la naturaleza. Actualmente trabaja para la Cámara Peruana del Libro como Directora Cultural de las Ferias de Libros.

Esther Castañeda Vielakamen (Lima). Profesora principal del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Publicó el libro Elixir, entre otros.

Rosella di Paolo (Lima, 1960). Estudió literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha ejercido el periodismo y se dedica actualmente a la docencia. Ha publicado Prueba de galera (Lima, 1985), Continuidad de los cuadros (Lima, 1988), Piel alzada (Lima, 1993) y Tablillas de San Lázaro (Lima, 2001).

Mariela Dreyfus (Lima, 1960). Es autora de los libros Memorias de Electra (Lima,1984), Placer fantasma (1993; Premio de Poesía Asociación Peruano-Japonesa, 1992), Ónix (2001) y Pez (2005). Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima) y en Columbia (Nueva York), donde se doctoró en Literatura Latinoamericana. Fundadora y disidente del Movimiento Kloaka (1982-84). Actualmente es profesora de Poesía y Traducción Literaria en la Maestría de Escritura Creativa en Español del New York University (NYU). Ericka Ghersi (Lima, 1972). Estudió Ciencias de la Comunicación y Cine. Tiene una Maestría en Literatura Española (Ohio). Publicó los libros Zenobia y el Anciano (Lima, 1994), Contra la Ausencia (Lima, 2002) e Ithaca. (Florida, 2006). Actualmente cursa estudios de doctorado en la especialidad de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Florida en la que también imparte clases de español.

Victoria Guerrero (Lima, 1971). Poeta e investigadora. Ha publicado los poemarios De este reino, Cisnes estrangulados, El mar, ese oscuro porvenir y en el 2005 Ya nadie incendia el mundo. Sus poemas han sido recogidos en antologías nacionales y extranjeras. Es fundadora y directora de la revista de política y cultura Intermezzo Tropical. Tri/bulaciones del Sujeto Des/centrado Latinoamericano. Obtuvo el segundo puesto en la categoría Poesía de los Juegos Florales de la Universidad Católica en 1992. Actualmente vive en Boston (Estados Unidos) donde escribe su tesis.

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Luisa Fernanda Lindo (Lima, 1979). Escritora y actriz. Colaboró con diversas revistas peruanas y argentinas. Como dramaturga escribió las obras Deimos (Lima, 1998) y Sueño en la ciudad (Lima, 1999). Coordinó los proyectos Extravío Letal -artes y letras- (Buenos Aires, 2002-2004) y Ciclo mE! (Buenos Aires, 2004). Fue editora de Pistilo publicación independiente de poesía (2004 - 2005). Ha publicado Manténgase fuera del alcance de los niños (Color Pastel, 2006) y POSTIZAS (Lima, 2007). luisalindo.blogspot.com

Isabel Matta Bazán (Lima 1971). Comunicadora social egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y diplomada en Salud Pública en la Universidad Ricardo Palma. Trabajó como redactora y reportera gráfica en el Suplemento Dominical del diario El Comercio. Asimismo en la Agencia ANDINA de Noticias y Canal N. El 2005 ganó el primer lugar en el concurso de poesía Eros en la Región Puno. Tiene publicado los poemarios Soledad nuestra y Reina moribunda.

Gloria Mendoza Borda (Puno, 1948). Estudió letras en la Univer-sidad San Antonio Abad de Cusco y educación en la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Perteneció al grupo Carlos Oquendo de Amat, de Puno. Es autora de los siguientes libros de poesía: Wilayar (Cusco, 1971), Los grillos tomaron tu cimbre (Cusco, 1972), Lugares que tus ojos ignoran (Estados Unidos, 1985), El legendario lobo (Lima, 1997), La danza de las balsas (Lima, 1998), Dulce naranja dulce luna (Lima, 2001). Actualmente es profesora en la Escuela Superior de Arte Carlos Baca Flor, de Arequipa.

Doris Moromisato (Chambala, 1962). Graduada en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como poeta ha publicado los libros Morada donde la luna perdió su palidez (Lima, 1988), Chambala era un camino (Lima, 1999) y Diario de la mujer es ponja (Lima, 2004). Desde hace trece años edita la plaqueta ecologista de antología poética Poetas por la naturaleza. Actualmente trabaja para la Cámara Peruana del Libro como Directora Cultural de las Ferias de Libros.

Esther Castañeda Vielakamen (Lima). Profesora principal del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Publicó el libro Elixir, entre otros.

Rosella di Paolo (Lima, 1960). Estudió literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha ejercido el periodismo y se dedica actualmente a la docencia. Ha publicado Prueba de galera (Lima, 1985), Continuidad de los cuadros (Lima, 1988), Piel alzada (Lima, 1993) y Tablillas de San Lázaro (Lima, 2001).

Mariela Dreyfus (Lima, 1960). Es autora de los libros Memorias de Electra (Lima,1984), Placer fantasma (1993; Premio de Poesía Asociación Peruano-Japonesa, 1992), Ónix (2001) y Pez (2005). Estudió literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima) y en Columbia (Nueva York), donde se doctoró en Literatura Latinoamericana. Fundadora y disidente del Movimiento Kloaka (1982-84). Actualmente es profesora de Poesía y Traducción Literaria en la Maestría de Escritura Creativa en Español del New York University (NYU). Ericka Ghersi (Lima, 1972). Estudió Ciencias de la Comunicación y Cine. Tiene una Maestría en Literatura Española (Ohio). Publicó los libros Zenobia y el Anciano (Lima, 1994), Contra la Ausencia (Lima, 2002) e Ithaca. (Florida, 2006). Actualmente cursa estudios de doctorado en la especialidad de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Florida en la que también imparte clases de español.

Victoria Guerrero (Lima, 1971). Poeta e investigadora. Ha publicado los poemarios De este reino, Cisnes estrangulados, El mar, ese oscuro porvenir y en el 2005 Ya nadie incendia el mundo. Sus poemas han sido recogidos en antologías nacionales y extranjeras. Es fundadora y directora de la revista de política y cultura Intermezzo Tropical. Tri/bulaciones del Sujeto Des/centrado Latinoamericano. Obtuvo el segundo puesto en la categoría Poesía de los Juegos Florales de la Universidad Católica en 1992. Actualmente vive en Boston (Estados Unidos) donde escribe su tesis.

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Carolina O. Fernández (Lima). Poeta y profesora en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Autora de los poemarios Cuando la luna crece, Una vela encendida en el desierto y Un gato negro me hace un guiño así como de libros de ensayos sobre cultura y discurso de poder.

Cecilia Podestá (Ayacucho, 1981). Ha publicado los poemarios Fotografías Escritas, (Premio Dedo Crítico de Poesía 2002), y La primera anunciación (Lima, 2006); también la pieza teatral Las Mujeres de la Caja (Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos- 2003). Estrenó las obras teatrales Las Mujeres de la Caja y Placebo, bajo su dirección escénica, y La Repisa de los Juguetes Vacíos (dirección de Sara Joffré). Dirige Tranvías Editores. [email protected]

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod (Lima, 1957). Es poeta, periodista, fotógrafa y productora de rock. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los poemarios Secuestro en el jardín de las rosas (Lima, 1998), Baile (Lima, 2000) y Conjuntos de objetos encontrados [detestables sentimientos de jóvenes ingeniosos] (Lima, 2006). Integró el grupo poético La Sagrada Familia (1977), el movimiento Hora Zero (1980) y fue aliada principal del movimiento Kloaka (1982-1984). Tiene dos libros inéditos: Palacio de justicia y Peligro de los labios rojos de pronta aparición.

Milagros Salcedo Laguna (Lima, 1970). Ex miembro del grupo de poesía Neón. Publicó Personal: Parte I (Chiclayo, 1991) y Colectiva Neón ( La Tortuga Ecuestre,1991). Es profesora de francés, con Maestría en Ciencias de la Educación (La Sorbona – París V) y una especialización en Sicopedagogía (Angers). Ha venido participando en performances y en experiencias de teatro de la calle y danza contemporánea tanto en Lima como en Francia donde reside desde 1998.

Rocío Silva Santisteban (Lima). Poeta, crítica y narradora. Estudió Derecho y Ciencias Políticas. Es diplomada en Estudios de Género y Magíster en Literatura Peruana. Cursó el Doctorado de Literatura

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Hispanoamericana en Boston University. Ha ganado el Premio Copé de Plata en 1986 y el Concurso Nacional de Guiones 1995. Entre sus obras publicadas se encuentran los poemarios: Asuntos circunstanciales, Ese oficio no me gusta, Mariposa negra, Condenado amor, Turbulencia y el libro de cuentos Me perturbas. Su último poemario, Las hijas del terror, obtuvo en COPE de Plata de Poesía (2006). Mary Soto (Lima, 1959, pero creció en Canta, un hermoso pueblo andino ubicado a tres horas de la capital). En 1982 integró el movimiento poético Kloaka, y a inicios de la década del 90 fundó el Comité Killka. Se desempeña como periodista y ejerce la crítica de arte en la especialidad de teatro en diversos medios de comunicación social, además de la docencia en literatura, combinando estas actividades con una intensa militancia política. Ha publicado los poemarios Limpios de tiempo (Arteidea Editores, 1998) y Ayataki de mi quebranto. Actualmente es directora de la revista Cambio y secretaria de organización del Gremio de Escritores del Perú.

Rosina Valcárcel Carnero (Lima, 1947). Poeta, periodista, antropóloga y feminista. Directora de la revista Kachkaniraqmi. Recibió el Premio "José María Arguedas", APJP, 1974. Publicó los poemarios Sendas del bosque (1966), Navíos (1975), Una mujer canta en medio del caos (1991), Loca como las aves (1995) y Paseo de sonámbula (2001). También publicó los libros de crónicas Diario de talismanes y Aprendiz de maga. Y en ensayos: Universitarios y prejuicio étnico; y Mitos, dominación y resistencia andina. Ejerció la docencia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Coopera con instituciones y grupos que defienden a las minorías étnicas, los derechos humanos y de la mujer.

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Carolina O. Fernández (Lima). Poeta y profesora en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Autora de los poemarios Cuando la luna crece, Una vela encendida en el desierto y Un gato negro me hace un guiño así como de libros de ensayos sobre cultura y discurso de poder.

Cecilia Podestá (Ayacucho, 1981). Ha publicado los poemarios Fotografías Escritas, (Premio Dedo Crítico de Poesía 2002), y La primera anunciación (Lima, 2006); también la pieza teatral Las Mujeres de la Caja (Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos- 2003). Estrenó las obras teatrales Las Mujeres de la Caja y Placebo, bajo su dirección escénica, y La Repisa de los Juguetes Vacíos (dirección de Sara Joffré). Dirige Tranvías Editores. [email protected]

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod (Lima, 1957). Es poeta, periodista, fotógrafa y productora de rock. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los poemarios Secuestro en el jardín de las rosas (Lima, 1998), Baile (Lima, 2000) y Conjuntos de objetos encontrados [detestables sentimientos de jóvenes ingeniosos] (Lima, 2006). Integró el grupo poético La Sagrada Familia (1977), el movimiento Hora Zero (1980) y fue aliada principal del movimiento Kloaka (1982-1984). Tiene dos libros inéditos: Palacio de justicia y Peligro de los labios rojos de pronta aparición.

Milagros Salcedo Laguna (Lima, 1970). Ex miembro del grupo de poesía Neón. Publicó Personal: Parte I (Chiclayo, 1991) y Colectiva Neón ( La Tortuga Ecuestre,1991). Es profesora de francés, con Maestría en Ciencias de la Educación (La Sorbona – París V) y una especialización en Sicopedagogía (Angers). Ha venido participando en performances y en experiencias de teatro de la calle y danza contemporánea tanto en Lima como en Francia donde reside desde 1998.

Rocío Silva Santisteban (Lima). Poeta, crítica y narradora. Estudió Derecho y Ciencias Políticas. Es diplomada en Estudios de Género y Magíster en Literatura Peruana. Cursó el Doctorado de Literatura

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Hispanoamericana en Boston University. Ha ganado el Premio Copé de Plata en 1986 y el Concurso Nacional de Guiones 1995. Entre sus obras publicadas se encuentran los poemarios: Asuntos circunstanciales, Ese oficio no me gusta, Mariposa negra, Condenado amor, Turbulencia y el libro de cuentos Me perturbas. Su último poemario, Las hijas del terror, obtuvo en COPE de Plata de Poesía (2006). Mary Soto (Lima, 1959, pero creció en Canta, un hermoso pueblo andino ubicado a tres horas de la capital). En 1982 integró el movimiento poético Kloaka, y a inicios de la década del 90 fundó el Comité Killka. Se desempeña como periodista y ejerce la crítica de arte en la especialidad de teatro en diversos medios de comunicación social, además de la docencia en literatura, combinando estas actividades con una intensa militancia política. Ha publicado los poemarios Limpios de tiempo (Arteidea Editores, 1998) y Ayataki de mi quebranto. Actualmente es directora de la revista Cambio y secretaria de organización del Gremio de Escritores del Perú.

Rosina Valcárcel Carnero (Lima, 1947). Poeta, periodista, antropóloga y feminista. Directora de la revista Kachkaniraqmi. Recibió el Premio "José María Arguedas", APJP, 1974. Publicó los poemarios Sendas del bosque (1966), Navíos (1975), Una mujer canta en medio del caos (1991), Loca como las aves (1995) y Paseo de sonámbula (2001). También publicó los libros de crónicas Diario de talismanes y Aprendiz de maga. Y en ensayos: Universitarios y prejuicio étnico; y Mitos, dominación y resistencia andina. Ejerció la docencia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Coopera con instituciones y grupos que defienden a las minorías étnicas, los derechos humanos y de la mujer.

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Índice

Entre Cemento y Retamaa Modo de IntroducciónRoxana Crisólogo y Miguel Ildefonso.

Prólogo. Carmen Ollé.

El Ejercicio de la Memoria. María Ysabel Cedano.

Patricia Alba. Caminar Sobre las Calles.

Montserrat Álvarez. Los Relojes Se Han Roto. Los Que Van A La Guerra.

Violeta Barrientos. Fiesta de los Inocentes. Desde el Cielo.

Doris Bayly. Nancy la mujer de los treinta obreros.

Grecia Cáceres. Libertades?

Esther Castañeda Vielakamen. 1980. On The Road.

Rosella di Paolo. No Hay Retorno. Las Altas Distancias.

Mariela Dreyfus. Este Ruido no Cesa. Somos este tiempo inconstante.

Ericka Ghersi. Pequeño. Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos.

Victoria Guerrero. Pabellón 7A/Sacrificio. Fiesta/2004 (hospital del empleado).

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8

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Page 71: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Índice

Entre Cemento y Retamaa Modo de IntroducciónRoxana Crisólogo y Miguel Ildefonso.

Prólogo. Carmen Ollé.

El Ejercicio de la Memoria. María Ysabel Cedano.

Patricia Alba. Caminar Sobre las Calles.

Montserrat Álvarez. Los Relojes Se Han Roto. Los Que Van A La Guerra.

Violeta Barrientos. Fiesta de los Inocentes. Desde el Cielo.

Doris Bayly. Nancy la mujer de los treinta obreros.

Grecia Cáceres. Libertades?

Esther Castañeda Vielakamen. 1980. On The Road.

Rosella di Paolo. No Hay Retorno. Las Altas Distancias.

Mariela Dreyfus. Este Ruido no Cesa. Somos este tiempo inconstante.

Ericka Ghersi. Pequeño. Mil Novecientos Noventa y Dos: Universidad San Marcos.

Victoria Guerrero. Pabellón 7A/Sacrificio. Fiesta/2004 (hospital del empleado).

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Page 72: Memorias In Santas : Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política.

Luisa Fernanda Lindo. 1993. Pasos Para Una Democracia.

Isabel Matta Bazán. Miedo. Sombras de Ciudad.

Gloria Mendoza Borda.Mucho Tiempo Después Querido Mao Zedong.

Muchos Años Después Accomarca.

Doris Moromisato. Las Furias.

Carolina O. Fernández. Escenario 1.

Cecilia Podestá. La Canción de Cayetano.

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod.Amalia / Foto-poema de Amor Lumpen.El más extraño amor…BRUJA POP (poema gótico).

Milagros Salcedo. Murmullos : 69 000.

Rocío Silva Santisteban.Chunniqwasi (¿qué hay dentro de las casas?).Desaparecidas.

BAvioLADA.

Mary Soto. Nada Hemos Hecho.

Rosina Valcárcel. Nací En Un País Cuya Historia Fustiga. Reloj de Arena.

Sobre las poetas

31

34

35

42

44

46

50

54

56

60

62

65

El diseño, diagramación e impresiónestuvo a cargo de:

Editora Impresora AmarilysAv. 6 de Agosto 930, Lima 11 - Perú

Teléfonos: 330-7122, [email protected]

[email protected]

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Luisa Fernanda Lindo. 1993. Pasos Para Una Democracia.

Isabel Matta Bazán. Miedo. Sombras de Ciudad.

Gloria Mendoza Borda.Mucho Tiempo Después Querido Mao Zedong.

Muchos Años Después Accomarca.

Doris Moromisato. Las Furias.

Carolina O. Fernández. Escenario 1.

Cecilia Podestá. La Canción de Cayetano.

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod.Amalia / Foto-poema de Amor Lumpen.El más extraño amor…BRUJA POP (poema gótico).

Milagros Salcedo. Murmullos : 69 000.

Rocío Silva Santisteban.Chunniqwasi (¿qué hay dentro de las casas?).Desaparecidas.

BAvioLADA.

Mary Soto. Nada Hemos Hecho.

Rosina Valcárcel. Nací En Un País Cuya Historia Fustiga. Reloj de Arena.

Sobre las poetas

31

34

35

42

44

46

50

54

56

60

62

65

El diseño, diagramación e impresiónestuvo a cargo de:

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Teléfonos: 330-7122, [email protected]

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