Antología mínima de poesía de Rigoberto Paredes

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Homenaje póstumo. Rigoberto Paredes Antología mínima de su obra poética

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La siguiente antología es un homenaje póstumo al poeta hondureño Rigoberto Paredes (1948-2015).

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  • Homenaje pstumo.

    Rigoberto ParedesAntologa mnima de su obra potica

  • D.R. Guancasco EditorialColeccin: Homenajes PstumosD.R. Rigoberto Paredes

    Correo electrnico: [email protected] www.guancascoeditorial.com

    Primera edicin: Guancasco Editorial San Pedro Sula, Honduras, C.A.

    Diseo de cubierta: Guancasco EditorialIlustracin de portada: Guancasco EditorialDiseo y diagramacin de interiores: Gustavo Campos

    Consejo Editorial:Jairo Meja Rodrguez Gustavo Campos

    ISBN:

    No est permitida la reproduccin total o parcial de este li-bro, ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de nin-guna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

  • ndiceNada perdura 7

    Memoria del solo 8

    Memento 9

    Alguna vez 10

    Estacin perdida II 11

    Opus de amor 12

    Post Mortem 13

    Mridem 14

    Belleza 15

    Vuelta 16

    Cansancio 17

    Potique 19

    ARS 20

    Lengua franca 21

    Haberes de Villon 22

    Letra para un himno 24

    Catulinarias 25

    Confesin de parte 27

    Mujer desnuda 28

    Lapsus 29

  • Autocrtica 30

    Cuentas claras 31

    Martes trece 32

    Conjuro 33

    Mudanzas 34

    Risas 35

    Peor que todos 36

    El amigo poeta 37

  • Biografa

    Rigoberto Paredes (Trinidad, Santa Brbara, Honduras, 26 de abril de 1948 Tegucigalpa, Honduras, 9 de marzo de 2015). Poe-ta, ensayista y editor. Una de las voces ms representativas de la poe-sa escrita en Honduras a partir de la segunda mitad del siglo XX. Perteneci a los grupos literarios: Tauanka de Tegucigalpa y Punto Rojo de Colombia. El tesonero trabajo de Paredes es reconocido en su pas, en donde fue galardonado con el premio It-zamn de Literatura, otorgado en 1983 por la escuela Nacional de Bellas Artes y el Premio Nacional de Literatura Juan Ramn Molina (2006). Finalista en los Certmenes internacionales de poesa de Casa de Las Amricas (Cuba), EDUCA (Centroamrica) y Plural (Mxico). Ha sido co fundador de los proyectos editoriales: Editorial Guay-muras, Editores Unidos y Ediciones Librera Paradiso, as como de las revistas Alcaravn, Paradiso, Imaginaria y Galatea.

    Obras publicadas: En el Lugar de los hechos (1974); Las cosas por su nombre (1978); Materia prima (1987); Fuego lento (1989); La esta-cin perdida (2002); Obra y Gracia (2006); Segunda Mano (2011), Lengua Adversa (2012), Partituras para cello y caramba (2013), Irre-verencias y Reverencias (2014). Es coautor, junto con Roberto Armi-jo, de la Antologa Poesa contempornea de Centroamrica, publicada en Barcelona.

  • Leal a su compromiso con la poesa, particip en recitales perso-nales y colectivos, organizados, muchos de ellos, en el contexto de festivales, en Honduras, Madrid, Francia, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Estados Unidos de Amrica, Mxico, Colom-bia, Argentina, Chile, y otros pases del mundo.

    Paredes estableci relaciones entraables con los poetas de la regin centroamericana, particularmente con Roberto Armijo, como lo muestra su estancia en Pars en 1980, durante la cual prepararon la Antologa de Poesa Contempornea de Centroamrica.

    La extensa creacin de Paredes transita por temas, metforas y rit-mos que muestran su profunda identidad con la tradicin potica de Amrica Latina. El eje semntico que domina su poesa es la irona. Ironiza el amor, la muerte, el desamor, la soledad y la poesa misma.

    Texto extrado del blog Paradiso

  • Nada perdura

    De amar, de haber amadoqueda tan slo, amor, una vaga palabra,un turbado cansancio, un desaliento,como si algo, a lo lejos, se apagara.Una honda cada, un golpe secoo un quejido entre labiosquedan tan slo, amor, de haber amado.Aquel tiempo, otro tiempo,de ardor y sacro sexo,ya es ceniza.Nada perdura, amor,de amar, de haber amado.

  • Rigoberto Paredes

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    Memoria del solo

    En qu ajeno paraso abandonaronmi humeante corazn, quemado vivo,las mujeres que am?Bajo qu cielo raso se desnudany muestran victoriosas el reino que perd?Yo, en cambio, nada guardo: ni dicha ni rencor.Una a una me dieron la gloria mereciday derrotado fui con sus mejores armas.El amor es la nica batallaque se libra en igualdad de condiciones.Yo no pude escudarme, devolver las palabrascon la misma osada, y los ms leves golpesme alcanzaron de lleno a la altura del pecho.Dado ahora a morir en cama extraa(orgulloso de m, en paz conmigo)cierta gloria atesoro, ciertos nombrescomo el viejo guerrero que alivia sus heridas.

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    Memento

    Vencido,te relames en los labiosun incierto dulzor,los viejos sinsabores de otros cuerpos.Nada tuyo queda, nada de cuanto disteha vuelto salvo ni recompensado.El amor es as: gloriosa prdidade prendas y batallas,o, a veces, solamente un injusto recuerdo,cierto invicto deseoque juraste guardar ms all de la muerte.

  • Rigoberto Paredes

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    Alguna vez

    Alguna vezun cuerpo se tendi a nuestro ladoy se abri, sin prudencia,como una madrugada.Le dimos cuanto quiso:piel,entraas,el lujo del amor,las ms hondas palabras.Una mirada, un hlito, una brizna le dimos.Alguna vezun cuerpo se tendi a nuestro ladoy nos dejvacos.

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    Estacin perdida II

    Cuanto amdoy a cambio de la estacin perdida.Con paciente avaricia yo he guardadodones, heridas, dichas, infortunios,vanas prendas que el tiempo ha vuelto bellas.Ah estn,bajo palabras puestasante el lmpido augur de la memoria.El mundo en torno ha sido montono, aparente,slo un confuso limbo de lejanas presencias,una noria atascada, un spero cansancio.Pero am,colmando fui de amor pechos y labiosy nada ms que cuanto am queda.Mas la vida vendrcuando en m resplandezca la estacin perdida.

  • Rigoberto Paredes

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    Opus de amor(en cuatro movimientos)

    ConviteUna mujer no bastapara dar de vivir al solitario.Un solo cuerpo no, una mujer no basta.El solitario aguardaen su lecho de rosasa ms de un corazn.Una sola no bastapara dar de vivir al solitario.Su cabeza se aqueja bajo sbanascomo animal rendido,y los ojos del solitario no ven de lejos.Acrquense las que quieran,todas.

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    Post Mortem

    No aplacar con lgrimaslo que arde en la punta de mi lengua.De ms est llorarpor quien vivi en la holganza,dando palos a cambio de abrazos y de querencia.Ahora, en esta hora de la verdad,en que tus pompasse estrenan en lo duro y pelado de la tierra,todo cuanto luciste, ufano y altanero,pesa ms sobre ticomo una losa a imagen y medida de tus restos.Qu otra suerte esperabaquien en vida olvid, a su debido tiempo,que tambin el poder y sus deidadespasto son de gusanos, hlito de la nada?Un spero hierbajo se abre paso por dentro,te hiende la cabeza, el pecho, los muones:es el estrago tenaz de la venganza,su lenta mordedura, la soga del rencor,nicas prendasque ostenta la oquedad de tu memoria.

  • Rigoberto Paredes

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    Mridem

    Ahora soy, por fin, lo que no he sido.Al tiempo, augur del desdichado,nada debo, nada de m.Lo que tengo, o tendr,pertenece a la certeza del olvido,o a ti , desconocida, incansable poesa.Si escrib, si no escribo, si escribir,qu significa todo eso?Ah, qu hermoso es este oficio del silencio.

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    Belleza

    Quin eres t, belleza,incierta, impura belleza.Qu buscas dentro de m, belleza.O solo quieres que te nombre , belleza,como a una recin nacida, belleza,impostora de ti, de m, belleza.Digo, quines seremos t y yo, belleza,Cuando, de aqu a maana, belleza,no seas t, poesa, mi nica belleza.

  • Rigoberto Paredes

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    Vuelta

    Maana volver.Maana, dije, sin mirar tu rostro,sin mirarnos de frente.Pero vindote, vindonoscomo antes nos mirbamos.A ciegas llegar,como un Odiseo tejido y destejidopor el desamor, esa llagaincurable de tu corazn.Llegar, falsa Penlope,Circe de los amigosque Edilberto vio convertidos en cerdos,lestrigona de este viejo caballo de Troya.Argos me espera.

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    Cansancio

    Ya no quiero, no puedodar ms de lo que tengo.Mi corazn boquea como un pezen el fondo de una nasa abandonada.As me veo ante m mismo:animal sudoroso, azorado,viejo poeta, marchito en sus laureles.De nada me valimeter mis manos en todas las hoguerasen nombre del amor,vieja causa perdida.De nada, haber credoen la palabra dadapor ms que haya nacido de unos labiosdulcemente posados en los mos. El tiempo es cruel y juez severo,Justa o injustamente cruel.Conozco toda altura y toda bajeza,sus vacilantes mscarasque el tiempo, con el tiempo,va poniendo en su lugar preciso.Yo he visto rodar glorias,cabezas bien o mal alzadasen la plana pblicapara honra y prez de fieles

  • Rigoberto Paredes

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    o de incautos.Yo he mirado la verdad, su temible fijeza,su mano limpia, amenazantecontra quien no se rindaa su reino impenetrable, ciego.Y simples cosas,extraas, entraables pertenenciasno mas, he visto,y de esto y ms dara feante propios y extraoscomo un viajero prdigoque vuelve inesperadamente.Reconozco, al pavesiano modo,que es difcil vivere.Y yo he vivido y he visto y he credo.Y todo esto cansa, cansa, cansa.Y yo, yo estoy cansado.

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    Potique

    Lo adjetivo, Huidobro, es lo que mata,as como la rosa florecida en tu poema.Y el poema no es llave;Cerrojo, cerradura, s,de la nica puerta que lleva a la poesa.Crea, cree que creas,poeta, ciudadano del olvido;crea viejas palabras y psalas por nuevasal mando de tu bculo pontificial, bicfalo.Y alce su mano, ante ti, de dios pequeoel que viniere de otro mundoa decir lo mismo, ya sabido.Pequeo Dios?, si acaso t, Vicente,Pese a tu pecado de originalidad.

  • Rigoberto Paredes

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    ARS

    Muerdo mi lengua para que ms sangrey la vuelvo a morder para que cante.Mi lengua larga y doble, como todaslas lenguas enemigas, sotto voce. Muerdo mi lengua y sangra y la maldigoporque no es vino lo que de ella brota.Puro veneno trago. Dolorosotarugo que mastico y me atraganta.Lengua adversa sin ms: vilipendiada,viperina y procaz y tabernaria.Lengua de m, como si nada, luenga.Esta es mi obra, digo, parto de estos montes,fatua palabra sobre palabra fatuanacidas de mi lengua pattica, potica, y ars!

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    Lengua franca

    Cuando te digo amore, cara ma,es amor lo que digo, francamente;y vos decime mon amourcuando te bese all, au dla,o como se diga en papiamentoo en una lengua muerta.Cmo se dir amor en una lengua muerta?Love, not war,me deca una veterana desalmadacuando, ipso facto, me pasaba por sus armas.Amore, amoris,te dira un ladino de Verona.Y yo te digo amor, sin pelos en la lengua,hagamos ese amor que ms nos gusta.

  • Rigoberto Paredes

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    Haberes de Villon

    Todo lo que sme lo leg Francois Villon,el villano de Angers,hijo de Guillaume, peor que l,y de madre desaparecida.Francois, mitre y pote,le dispens a Regnier cuatro perros hambrientosy al seor de Griny, media docena ms,y un pato a la Cholet, por casquivana.Y a m, sin que conste en relacin alguna,me mand en pago por un puo de morrallaseso que cubre entrepiernas y pecheras de Las Carmelitas.A cambio, de mi parte,acomod a los pies de la virgen de los inocentes,beso mediante,su reputado florete de salteador de alcobas y veredas.Villon, villano amigo,ya le entregu a Louvieroslas cscaras de huevo que dijiste.Y ms y muchas cscarasa tus damas de antao, Thais y Elosa;y cscaras, ms cscarasa estas mas de hogao:

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    pocas de ver, unao ninguna.

  • Rigoberto Paredes

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    Letra para un himno

    De algo que bien pudiera llegar a ser un pas,de un pas que no puede ser, todava,estoy hablando.Falta mucho, todolo que un pas quiere tener:un nombre, un nombre propio de pas;tierras, mares y cielos del pas;muertos, vivos por un pas;fama de buen vecino, a pesar del pas;belleza, poetas y animalitosa salvo en su pas.Un pas que no duela sin querer.Un pas que no duela.Otro pas.Un pas que no puede ser, todava,es mi pas.

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    Catulinarias

    2No quiero, Lesbia, que me quierascomo otras me quisieron.No sufras tanto, no vale la pena;pues que duele ese amor,como el tuyo, no correspondido.

    9Pobres cenizasque una vez ardieronpor un hombre.Pobres de las que todava,como Dido, me aman.

    4Me dijeronque dijiste que me amabas.No les cre.No creo que t hablesmal de ma mis espaldas.

    5Te vi, Lesbia, en las termas,

  • Rigoberto Paredes

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    hmeda te vi, desatinada y limpia.Por qu no ests ascuando llego a tu cama?

    7Hombre soy, Lesbia,y tengo mis urgencias.Razones, pues, me sobranque tus platnicas ganas no conocen. Contigoo con las otras,urgentementepreciso ser fiel conmigo mismo.

    10Te llevar a Palaciopara que te envidiencortesanas y avenidos palaciegos.Vaya, dirn,qu hace esa entre nosotros.As murmurarn las cortesanas, Lesbia.Esas,amo y seor yo de todas ellas.

    12Cayo Valerio, me dijiste, te amo.Y me qued callado.Cllate t y calla tus mentiras,cara Lesbia.Yo no te amo, ni amar a ninguna.Amar es cosa poca,dura menos que un bostezo en tu cama.

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    Confesin de parte

    Yo no voy a morir de amor.Ya no.Aquella vez que deb hacerlo, sal huyendo,huyendo en pos del olvido, esa traicin a s mismoque anida en el corazn de los enamorados.Slo una vez se puede morir de amor.Morir, sin ms, como los hroes:no importa cundo, ni cmo, ni dnde.Simple y sencillamente morira manos de quien nos ha jurado amor eternoy morir sin saber la verdad.Morir a cambio de nadao de algn recuerdo, esa falsa pasin,honra y prez de los que amaron.Yo no voy a morir de amor.Yo, el ms triste y odioso entre los cobardes.

  • Rigoberto Paredes

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    Mujer desnuda

    Anoche vi a una mujer desnuda.Por vez primeraporque uno siempre ve por vez primeraa una mujer desnuda.Una mujer desnudaes siempre esa mujer desconocida.La mujer desnuda que vino es la misma mujerni aquella noche es la misma noche.Esta mujer desnuda nunca es iguala la mujer desnudade aquella noche.Tan slo estaba as, como en silencio,porque su desnudez hablaba por s sola.Pero esa mujer gritaba auxilio, auxilio,desesperadamente corra,corra cada vez ms cerca de m,y yo, desnudo, la vea como quien vepor vez primera a una mujer desnuda.

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    Lapsus

    Repetir en voz alta unas palabras.Amor quise decir cuando escrib tu nombre.Olvido dije cuando amor deca.Tonta de ti y tonto quien dice estas palabras.Daro te dara unas profanas prosas Neruda esa cursi cancin desesperada.Lo fro de la nocherecuerda que ests lejos.El fro y este Claro de luna, de Beethoven.Nada quiero sin ti;Perdn, quise decir olvido, amor, esas palabras.

  • Rigoberto Paredes

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    Autocrtica

    Obra & Graciame gusta ms que Fuego Lento.Materia Primala prefiero a mi media naranja,Barricada.Las cosas por su Nombre,francamente dira: ms o menos.En el Lugar de los Hechos,ay, ese dislate de alcoba bogotaname tiene sin cuidado.Y La Estacin Perdida,escrita fue tan a destiempoque ms parece una romanzade Romagnesi, il sommo. Segunda Mano, libro de segundahecho pasar como libro de primera?Y ahoraLengua Adversapara dar de leer a adversos y conversosy me dejen dormir, scula seculrum, en mis laureles canos.

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    Cuentas claras

    Un verso dejo,sdico,satrico,y etlicoal enemigo y, si acaso, a la enemigade mi vida y obra.A ver, cuntos enemigos tengo?Uno que otro o ninguno;por gracia de los dioses, ya perd la cuentao por desgracia ma, no me doy ni cuenta.Hay poetas que se pasan la vidaganndose enemigoscomo en una lotera literaria.Yo, por mi parte,versos dejo, muchos y diversospara que ajusteny que den contentoa las adversas lenguasy a esos tristes tahres de la gloria ajena.

  • Rigoberto Paredes

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    Martes trece

    Un da como hoy muri mi padre.Este da, a mis siete de edad,me enviaron a la escuelaen castigo porque ba a Lingstica, mi gata..Otro da como este cumpl quince aosy me rob una novia entrada en los catorce.Recin cumplidos los dieciocho,recib tremenda carceleadapor apedrear la estatua del general Caras.Un da como hoy rondaba yo los veintey publiqu mi libro, primero, de poemas,que en brevsimo tiempopasto fue de la chanza y del olvido.A mis cuarenta, ese da, ese dame cas con la nica muchacha de veren La Plazuela.Ese da, qu da, no toqu madera!

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    Conjuro

    Poesa,no me dejes decirlo que despus yo tengaque borrar, arrepentido.Que nunca ponga en bocade metal indeleblelo que el ms leve vientodispersar podra a ras de pgina.Que pueda yo nombrartesin esa amarga tinta del remordimiento,dura, vieja condena de poetas penantes.Y hazme rer, poesa, de mi mismo y de ti,de todo cuanto luzca recato y compostura.Slvame de las frentes lustrosas y altaneras,y descredo vulvemedel que a tu puerta tocadesesperadamente, luntico de s, poesa,candorosa divisa de los faltos de ti.Canta, poesa, canta, en mi pecho gritay por tu gracia vulvase mi verboinvicto puo y letra invicta ante el espanto;no aullante, no inocente, nunca en fuga.En tu nombre, poesa,has de verme resistir por la herida.

  • Rigoberto Paredes

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    Mudanzas

    Qu se pierde cuando pierdes el trenque tanto esperasteen la estacin equivocada.Si acaso, ese ramo de lilas que llevabasa la tumba de tu madre.Maana ser otra lila, bella durmiente,la que habrs de lucir en tu chalina roja.Y temprano vendr a despertartepara juntos cortar florecillas de abril.Hace tiempo lloraste por un muertoy no olvido esa vez.Quin se muere cuando uno muere?Mejor canta, seora, canta,yo alumbrar tu voz con mi sonaja maya.Ahora que no ves, que duermes da y nochey no hablas, no oyes,conmigo, madre ma, escucha,el silencio escucha y su msica insepulta.Y cante yo, te cante tu ngelde Jeric, la cananea.

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    Risas

    Por objeto de risa te tomaronsin saber vos por quy en tus narices burla y agraviorepartan los pendejosmientras te sealaban como a bicho insano.Y de tal manera se doblaban,las manos tamboreando en sus barrigascomo orangutanes en celo,que de bruces caan sin cesar de reir.Distinguida es la risa en boca de algn locoprestigiosa se vuelve, sin parcuando razn nos da de vivir como nos d la gana.Qu diera el tristepor salvar esa cada a carcajadas.Y el condenado a muerteen quin hallar podra una sonrisa en fugacomo la del diablillo Achsbajo el ojo en volandas del cabalista Bhr.Risas hay muchas,unas de buena y otras de mala leche,la del tonto, la del clown, la del locola risa del dormido y la del trasnochado.Muchas, muchas,pero ningunacomo la risa chillona de una calavera.

  • Rigoberto Paredes

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    Peor que todos

    Yo traicion ese sacro lugar que me fuera fijado,pero gan, yo el peor de todos,yo, vencedor de tirios y troyanosque juntaron poder y maledicencia en contra ma.Impo fui esas veces como los dioses del maly di a beber pcimas letales al sedientoy sobras de vieja hiena a quien peda bocado.Cobardes todos, que puertas al campo levantaronpara dejarme a solas, a m solo, ciego de amor,vuelto un dementeabandonado en las orillas del ro de Herclito.Lejos, apartado ahora de ese tiempo de matanzas,veo empozada la sangre en los ojos de mis muertosy crece mi dolor, crece por ellos.Quin, por qu querran serpeor que yo,el infame, el maligno, el peor que todos?

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    El amigo poeta

    El amigo poetalleg a Paradiso a preguntar por m.Me dej en buenas manosun ramo de sus versosfrescos y olorosos a ese mar donde vive;destellos de ira eran con nombres y apellidosde este pas confuso, ambiguo hasta en sus alcobas.Viaje de ida y vuelta el mismo dafue como siempre el suyoy manera no hay de apartarlo ms tiempodel ojo al Cristo de Zoila.Quien no lo vio esa vezno lo ver por largos meses,porque el amigo poetacuida de pacientes y sirenas, seres muy dadosa morirse de amor en las madrugadas.Yo fui a verlo un domingoa bordo de un tractor del poeta Quesaday all estaba el nacido en Coyoles Central,cantando, a voz en cuello, Oh sole mobajo aquel solazo de abrilque haca reverberar la piel de las ceibeas.Tiempo sin vernos, aos, lo suficiente, digo,para que la amistad se vuelvallama imborrable, prendida en la memoria.

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    Libro digitalizado y no comerciable.

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