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La séptima edición del Día de Ricardo T o r m o vino marcada por la lluvia que no dejó de caer sobre el circuito de

Cheste. A pesar de ello los 120 participan­tes salieron a la pista con lógica prudencia, superada por algunos pilotos que rápida­mente fueron advertidos en carne propia de lo duro del asfalto. Si por algo destacó especialmente el campeón de Canals en su trayectoria deportiva fue la habilidad para pilotar bajo la lluvia y para exprimir los m o ­tores de las pequeñas tazas de café. Así que el mensaje enviado a los participantes era bastante claro: este año toca agua. Nunca había ocurr ido en las seis anteriores edicio­nes pero era cuestión de estadística.

La situación económica, la coincidencia de la jomada electoral y las inclemencias del t i empo condicionaron el número de inscritos, aunque la presencia de un fuerte contingente francés (especialmente de los Coyotes y de los sidecares) animó la lista. Las tandas en memoria de T o r m o recorda­ron su segundo mundial, conseguido ahora hace 30 años, frente a la escuadra Kreidler con sólo Angel Carmona, su amigo de la infancia Salvador Carsí y dos viejas Bultacos sacadas bajo mano de las desmanteladas instalaciones de la fábrica española. Car-sí recordó muchas anécdotas sobre aquel Mundial, la victoria en Assen bajo la lluvia (cómo no), la manta con la que cubrían la mo to constantemente para esconder unos inexistentes secretos) y aquella pancarta de recibimiento con el lema "Ricardo.Carmona y Carsí ¡visca la mare que vos ha parit!", po-

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pular frase de honor entre los aficionados valencianos.

Destacar la participación del Bultaco Classic Team con Juan Bulto a la cabeza, ocho unidades de TSS y un protopipo para las 24 horas de Montjuíc; una MF francesa, con el propulsor boxer de Citroen Visa; y sobre todo la segunda edición del encuen­t ro de motos diseñadas por Antonio Cobas: Siroko, JJ-Cobas con pedigrí, y dos Kobas (con K) entre otras. Todo un box para ellas aunque algunas participaron de forma acti­va. Que el mundo de las clásicas de compe­tición es dinámico lo demostró la presen­tación del chasis Macat, refabricación de un chasis artesanal de los 80 ahora convertido en un proyecto industrial. 25 años después, con diseño en Cad-Cam y maquinaria ac­tual están dispuestos a ofrecer monocas-cos para motos de 50, 80 y 125, además de soporte para motores de Yamaha RD y Crono 350. Los chasis son reproducciones del que ganó varias carreras del territorial valenciano. Y justamente la sorpresa vino de la mano de las motos valencianas. Se con­vocó a sus propietarios en una zona espe­cial. Hasta 22 unidades vimos en el circuito, demostrando a los incrédulos la realidad industrial de esta comunidad en los 50 y 60. Aficionados de Alicante (con el moto club Torrellano al frente), Valencia y Alzi-ra entre otros trajeron las BJR, Elig, Setter, MHR, Romar (única unidad fabricada),Villof, Diemme, SB y alguna más sacada de las ca­tacumbas. La cita se convirtió en un punto de encuentro para los participantes, que además completaron una vuelta al circuito de Gran Premio. • MdA

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