Memoria Marzo 2011

[ LA VIDA Y EL TRABAJO DE LA UANL EN EL TIEMPO ]

c o n t e n i d oMARZO DE 2011AÑO 2 / NÚMERO 14

3 Institutos de Geología y Silviculturay Recursos Renovables

Vida Universitaria,sesenta años

12Dr. Rodrigo González Pérez

26Entrega UANL

reconocimientos

M E M O R I A

6Por Edmundo

dErbEz García

Una publicación de laUniversidad Autónoma de Nuevo León

Dr. Jesús Ancer RodríguezRector

Ing. Rogelio G. Garza RiveraSecretario General

Dr. Ubaldo Ortiz MéndezSecretario Académico

Lic. Rogelio Villarreal ElizondoSecretario de Extensión y Cultura

Dr. Celso José Garza AcuñaDirector de Publicaciones

Edmundo Derbez GarcíaDirector del Centro de Documentacióny Archivo Histórico de la UANL

Edmundo Derbez GarcíaEditor Responsable

Paula Martínez Chapa, Magda Isabel Hernández Garza (inves-tigación), Maricela Beltrán Ríos (asistente) e Ignacio González Cabello (corrección y estilo)Redacción

Alejandro Derbez GarcíaDiseño

Jesús Gerardo Dávila, Efraín Aldama VillaColaboradores

Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANLCirculación y administración

BOLETÍN DEL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN Y ARCHI-VO HISTÓRICO DE LA UANL MEMORIA UNIVERSITARIA, Año 2, Núm. 14, marzo de 2011. Fecha de publicación: 15 de marzo de 2011. Revista mensual editada y publicada por la Secretaría de Extensión y Cultura a través del Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL. Domicilio de la publicación: Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías, Alfonso Reyes 4000 norte, 2º piso, San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México, C.P. 64440. Teléfono: + 52 81 8329-4000, Ext. 6578 y 4265. Impresa por: Imprenta Universitaria, Ciudad Universitaria s/n, San Nicolás de los Garza, N. L., México, C. P. 66451. Fecha de terminación de impresión: 10 de marzo de 2011, Tiraje: 1,000 ejemplares.

Número de reserva de derechos al uso exclusivo del título Boletín del Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL Memoria Universitaria otorgada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2010-071509450100-106, de fecha 15 de julio de 2010. Número de certificado de licitud de título y contenido: 14,975, concedido ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. ISSN en trámite. Registro de marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial: en trámite.

Las opiniones y contenidos expresados en los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores.

Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número.

Impreso en MéxicoTodos los derechos reservados

® Copyright 2011

[email protected]@uanl.mx

Por Paula matínEz chaPa y maGda hErnándEz Garza

Por maGda hErnándEz Garza

Institutos de Geología y Silvicultura y Recursos

Renovables

a creación hace treinta años de los institutos de Geología y Silvicultura y Recursos Renovables –actuales facultades de Ciencias Forestales

y Ciencias de la Tierra– formaron parte de un proyecto de la máxima casa de estudios encaminado al desarrollo y descentralización de las actividades de enseñanza e investigación en ciencias aplicadas y tecnologías de los recursos forestales.

La planeación de estas áreas de estudio dio principio en el segundo semestre de 1980, durante el segundo año de rectorado del doctor Alfredo Piñeyro López. Aquella ocasión miembros de la comunidad de Linares, N. L., le solicitaron que la institución estableciera en el municipio otras dependencias universitarias aparte de la unidad de la Facultad de Contaduría Pública que ya funcionaba.

El rector, en lugar de abrir extensiones, planteó la idea de ofrecer carreras profesionales que no se impartían en el área metropolitana ni en el resto de las universidades del país o bien abrir carreras de incidencia notable en el desarrollo de

la nación como las relacionadas con los aspectos de producción y recursos naturales, entre ellas geología y silvicultura.

“Me parecieron interesantes –recordaba– porque pensé que habíamos deforestado el suelo y que era necesario que los ingresos por petróleo los regresáramos al suelo e ir recuperando las áreas deforestadas.”

Con la idea de llevar a la realidad este proyecto iniciaron trabajos de preinversión, factibilidad y desarrollo a cargo de personal capacitado, estudios enriquecidos con la aportación de expertos extranjeros en las áreas de geología y silvicultura, en este segundo caso, con un especialista en manejo de recursos forestales de la Universidad de Oxford.

De estos estudios nació un modelo que con-siste fundamentalmente en un sistema educativo donde la investigación científica fuera el núcleo del proceso enseñanza-aprendizaje por lo que antes de recibir alumnado de pregrado proponía como una nueva filosofía la necesidad de contar con el equipamiento e infraestructura: labora-torios, bibliotecas, aulas, personal docente y

L

3MEMORIA / MARZO DE 2011

Por medio de un acuerdo del Consejo Universitario fueron creados hace treinta años estos institutos en el municipio de Linares con la condicionante de establecer previamente a su oferta académica, la

infraestructura física y humana necesaria.

P o r m a G d a h E r n á n d E z G a r z a

administrativo y proyectos de investigación en proceso, implicando con esto que la terminal de los estudios fuera el doctorado.

De acuerdo con estos estudios los institutos deberían ubicarse en el municipio de Linares tomando en cuenta las recomendaciones de

INSTITUTOS DE GEOLOGÍA Y SILVICULTURA

4 MEMORIA / MARZO DE 2011

descentralización hacia las áreas de futuro desarrollo contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo de la Secretaría de Programación y Presupuesto y del Plan de los Corredores Indus-triales alrededor de Monterrey, especialmente el corredor industrial sur.

Con estos antecedentes en la sesión solemne del 23 de marzo de 1981, continuación de la sesión iniciada el 16 de marzo, el Consejo Universitario aprobó el dictamen presentado por la Comisión Académica para la creación del Instituto de Geología y del Instituto de Silvicultura y Recursos Renovables, ambas dependientes de la administra-ción central.

El acuerdo condicionaba el inicio de actividades académicas de pregrado a la implementación satisfactoria de la infraestructura docente y al acondicionamiento físico de las instalaciones necesarias para proporcionar servicios acadé-micos y de investigación.

Como el propósito era convertirse posterior-mente en facultades establecidas y constituidas legalmente, el Consejo aprobó los objetivos plan-teados para la extensión de Linares que radicaban en una estructura metodológica constituida en tres áreas o partes fundamentales:

Los nuevos institutos de la

Universidad deberían ubicarse en

el municipio de Linares tomando

en cuenta las recomendaciones de

descentralización hacia las áreas de

futuro desarrollo contempladas en

el Plan Nacional de Desarrollo.


1) Formación.2) Enseñanza e investigación.3) Servicio a la comunidad.Se aspiraba a ofrecer una amplia formación

sociocultural crítica y especialización de alta calidad para garantizar un egresado con cono-cimientos técnicos profundos y conciencia socio-técnica de las necesidades del país.

Desde el primer semestre se introduciría la metodología de investigación en praxis, la cual debía estar en relación con el servicio a la comunidad en cuanto a derivar de problemas cotidianos y urgentes de la región. Esto implicaba establecer una estrecha relación con la industria, pequeños propietarios y ejidatarios.

Las primeras actividades marcadas para el desarrollo de estas especialidades se dirigieron principalmente a formar la infraestructura material y humana para cuya cobertura de necesidades fue creada la vicerectoría el 24 de agosto de 1981.

Autorizada la Universidad para ampliar su espacio físico, adquirió el casco de la Hacienda de Guadalupe, que consta de 217 hectáreas, ubica-da en el kilómetro 8 del camino Linares-Cerro Prieto cuyo reacondicionamiento de espacio y mobiliario inició una vez aprobados los institutos,

para convertirla en la sede de las actividades académicas y de investigación.

Al mismo tiempo se emprendió la adquisición y fabricación de equipos necesarios para los laboratorios.

Por tratarse de un proyecto que aspiraba a la excelencia, es decir, a un nivel académico comparado al de países industrializados, se estableció en el verano de 1981 un convenio con la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) que ofrecía un amplio trato con las universidades de la República Federal Alemana, además de garantizar la asesoría y la evaluación del proyecto.

Mediante este convenio la UANL podía contratar y recibir en Linares a profesores y técnicos de alto nivel y asesoría para el establecimiento de relaciones académicas y de investigación con otras universidades e institutos.

Así se gestaron importantes convenios con universidades alemanas donde los potenciales profesores de las futuras facultades se formaran. Éstos eran estudiantes procedentes de carreras como ingeniería civil, ingeniería mecánica, agronomía y veterinaria.

En febrero de 1982 inició la formación docente en Linares con una etapa de preparación en idiomas de un grupo de becarios, para luego salir los primeros de ellos en julio de 1983, en el caso de Geología, a las universidades de Clausthal y Darmstadt, a proseguir sus estudios de maestría y doctorado.

También hubo de contratarse profesores alemanes con su línea de investigación propia para apoyar los programas de formación e investigación, se seleccionaron proyectos de investigación y se aceptaron estudiantes de la RFA para realizar su doctorado en Linares.

Todas estas labores permitieron satisfacer cada una de las condiciones impuestas para el inicio de actividades académicas de pregrado.

Fuentes:Informe de actividades que rinde la Rectoría, UANL, septiembre 1983-septiembre 1984 y septiembre 1984-septiembre 1985. Universidad Autónoma de Nuevo León. “Unidad Linares. Un camino al desarrollo”, Ciencia-UANL, revista de divulgación científica y tecnológica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Vol. III, No. 1, enero-marzo de 2000.

VIDA UNIVERSITARIA


Vida Universitaria

P o r E d m u n d o d E r b E z G a r c í a

La obra de la Universidad es la obra de la cultura. Por antonomasia, por tradición, por historia la Universidad es la cultura.” Con esta reflexión el

desaparecido Patronato Universitario justificaba una de las que han sido calificadas como sus más grandes empresas: la edición del periódico pro-cultural Vida Universitaria.

Desde el 28 de marzo de 1951 varias genera-ciones de periodistas, escritores, pensadores, artistas, maestros y estudiantes le han dado continuidad al empeño de difundir la cultura que, como en su primera editorial quedaba establecido: “es axioma actualísimo en la vida de nuestro pueblo”.

La redacción del periódico, por donde han pasado personajes de gran trascendencia en la Universidad, definía su propósito cultural porque los lectores “quieren recibir impresiones de diversa índole que satisfaga su curiosidad, que les despierte una inquietud, que les haga brotar una emoción, que les descubra el aleteo

de un pensamiento bello o que les proporcionen la ocasión de vislumbrar un destello de la conciencia”.

La concepción de esta publicación se debe a la mente de un hombre de múltiples facetas, inquieto y emprendedor, don Manuel L. Barragán, que despuntó como director del periódico Excélsior en la ciudad de México.

Él fue fundador en 1950, junto a un grupo de destacados miembros de la comunidad regiomontana, del Patronato Universitario, órgano de apoyo a la Universidad con el propósito de hacerle llegar fondos morales y económicos para que la institución, tan necesitada de recursos, cumpliera su misión.

Desde el seno del Patronato, don Manuel, su vicepresidente, impulsó la creación de una publicación para llevar, como escribió semanas más tarde, “en cada una de sus páginas, a todos los ámbitos de la República, el mensaje de optimismo, de trabajo, de disciplina que habrá de propiciar –así lo esperamos– la ayuda

“

Con 60 años de historia, en las páginas de Vida Universitaria está impreso con tinta indeleble el esfuerzo de todos aquellos que lo han hecho posible, desde los antiguos oficios, hoy desaparecidos, como el de formadores y linotipistas, hasta el de reporteros, fotógrafos y prensistas. Memoria trata de recapitular en esta breve reseña sobre el origen de la gran tradición en la que está fincada su vida universitaria.

Testimonio del animado movimientoen la máxima casa de estudios


Primer ejemplar de Vida Universitaria, aparecido el 28 de marzo de 1951.

económica y moral que requiere el sostenimiento, el perfeccionamiento constante de la enseñanza superior en el norte de México”.

El primer resultado de esta idea fue el llamado Resumen Informativo Semanario del Patronato Universitario que presentaba las noticias de las actividades de los miembros de la Comisión Ejecutiva y del Consejo General.

Este boletín apareció desde la primera sesión formal de la Comisión Ejecutiva del Patronato, el 5 de febrero de 1951, bajo la responsabilidad de su secretario, licenciado Jesús C. Treviño. Mediante esta publicación el patronato cumplía su propósito de tener informada a la comunidad.

Entre los acuerdos tomados en esa reunión inaugural, fue el estudio sobre la publicación del

VIDA UNIVERSITARIA


ida Universitaria me ha pedido unas palabras para su número inicial, las que doy con gusto a través de esta

columna. Sean de antemano, felicitaciones por la empresa y aliento al generoso esfuerzo. Los universitarios confiamos ante todo en nuestro propio sentimiento de responsabilidad sobre el cual, ante todo, está edificada nuestra casa.

Sabemos que la libertad es una respiración vital de los estudios que no se produce por mecanismo automático. Ha de ser engendrada desde las entrañas por una conciencia de lucha que se propone fines, reconoce sus valores y los organiza en forma de empresa duradera y permanente. Orden intelectual y moral que de su pura armonía trasluce belleza humana, la más legítima, la mejor. Cultura y bien con verdad que no es sino una con aquellos.

Tal es la vida universitaria. Eso es lo que deseamos todos a Vida Universitaria. Por ello la saludamos con simpatía, como un compañero asociado a la aspereza de nuestra condición. ¿Qué viene desde afuera a tocar nuestra puerta? Enhorabuena. Nuestra morada está exenta de riquezas y placeres. Apenas los útiles indispensables a que no se muera el esfuerzo. Lucha tenaz, terca por no dejar caer lo que han levantado los años, lo que hicieron hacer otras generaciones. Bienes de la historia, bien público de México, al que acompaña la certeza de que no

periódico al que pretendían llamar Superación Universitaria, auspiciado por el propio patronato “para tener informados constantemente a cuantos se interesen por esta campaña, acerca de los trabajos que irá realizando el patronato”.

Se pensaba circular “entre los alumnos y profesores universitarios, entre los padres de los universitarios, entre los amigos de la Universidad y entre los ex universitarios de todo México”. Para ello se procedió a formar un directorio de todos y cada uno de los elementos referidos.

El 12 de febrero anunciaba que estaban muy adelantados los trabajos tendientes a la publicación del semanario, acordando un tiraje mínimo de 10 mil ejemplares “para que llegue a manos del mayor número posible de personas interesadas en el fomento de la cultura universitaria en el norte del país”.

La semana siguiente la Comisión Ejecutiva definió “para el órgano periodístico que va a editar, el nombre de Vida Universitaria”.

“Se desea –escribió Jesús C. Treviño– que el primer número de este periódico salga a circulación el día 28 del próximo mes de marzo y para el efecto ya se están dando los pasos necesarios tanto para lograr las colaboraciones como el patrocinio económico.”

Uno de los importantes acuerdos en la sesión ordinaria del 28 de febrero, a la que asistió el rector Raúl Rangel Frías, fue que “en Vida Universitaria colaboraran, junto con conocidos periodistas

hay arrebato posible que lo sustraiga a la posesión común.Si en cambio, se enriquece con toda buena voluntad, con

cualquier pensamiento verdadero, con cada obra del ingenio humano. Donde quiera que haya un hombre de bien, un sabio, un artista, ahí está la Universidad. La nuestra, como las otras todas.

Recibimos, pues a Vida Universitaria con alegría y esperanzas. Nos conforta sabernos menos solitarios en el empeño de abrir caminos o que no se clausuren, por lo menos, rutas juveniles.

Esta publicación puede hacer mucho bien a la Universidad. Alzar el temple de su existencia cotidiana en aulas, laboratorios, campos deportivos. Dar el santo y seña entre estudiantes para hacerse fuertes en defensa de la casa común. Allegar simpatías del exterior y con ellas, recursos morales y económicos. Enlazar voluntades, conocimientos, corazones para que una universidad, la de Nuevo León, se ofrezca al testimonio de la historia como ejemplo de lo que pueden, deben y están por tanto obligadas.

Raúl Rangel FríasRector de la Universidad de Nuevo León28 de marzo de 1951

B i e n v e n i d a

V

Jesús C. Treviño, primer director de Vida Universitaria.


profesionales, muchos de los catedráticos de cada facultad, así como un buen número de los propios universitarios correspondientes a las diversas facultades de la Universidad”.

En este caso integró un cuerpo de redacción que aprovechó la experiencia de periodistas de El Porvenir: Manuel C. Plowels González, experimentado reportero que tuvo a su cargo en los años cuarenta las fuentes universitarias y estu-diantiles de Monterrey; egresado de la Escuela de Jurisprudencia en 1947-1948, “Plowitos” era hijo de don José Manuel Plowels quien fue jefe de redacción del matutino.

Junto a ellos Alfonso Martell y los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales: Jesús Hernández Benavides del quinto año y Manuel García Galindo del cuarto año, por ser entonces la carrera más afín al periodismo.

Para cubrir la información deportiva que tuvo un espacio privilegiado en las páginas de Vida Universitaria se contó con Humberto Flores Espinosa, quien también firmara como “Fofi” Flores o “Florespi”, destacado deportista, entrenador de atletismo y natación universitario y árbitro de voleibol y basquetbol en el Círculo Mercantil.

“Y aunque al principio no figuraba en el indicador, uno de los más activos redactores fue el señor Alfonso Ramos Rivera”, recordaba Alfonso Reyes Aurrecoechea.

La parte gráfica estaba a cargo de Manuel Martínez Ita, responsable del Departamento Fotográfíco de la Universidad, el cual era equipado por el Patronato Universitario.

Ellos, a partir de entonces, “semana a semana, de lunes a viernes, ocurren ante autoridades, miembros del patronato, catedráticos y alumnos de la Universidad en solicitud de informes acerca de los sucesos sobresalientes verificados dentro o fuera de las aulas, en el campo deportivo, en los talleres, en las reuniones en que se tratan asuntos referentes a la casa de estudios, en el Aula Magna “Fray Servando Teresa de Mier”, en fin, todo aquello que mantiene relación con el animado movimiento universitario”.

Su primer director fue Jesús C. Treviño. El profesor Reyes lo definía como un universitario distinguido que había desempeñado importantes puestos públicos, además de catedrático y director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en el

periodo de 1935 a 1943. Efectivamente, egresado en 1924 de la Escuela de Jurisprudencia, Treviño había sido en varias oportunidades procurador general de Justicia, diputado, secretario de Gobierno, magistrado del Tribunal Superior de Justicia y jefe del Departamento Jurídico del Estado.

Sus asesores eran don Federico Gómez, que había sido director de El Porvenir y en ese momento director de su vespertino El Tiempo y don Ricardo Covarrubias, destacado periodista tapatío, subdirector de El Norte y encargado de la cátedra de periodismo en el Instituto Tecnológico

Al finalizar las vacaciones de Semana Santa de 1951 la

Universidad reanudó sus labores, constatando la aparición del primer ejemplar con carácter de semanario

tamaño tabloide.

y de Estudios Superiores de Monterrey.La redacción se encontraba en las mismas

oficinas del patronato, despacho 307, tercer piso del edificio del Banco Popular de Edificaciones y Ahorros, S. A., ubicado en la esquina suroeste de las calles Padre Mier y Galeana, y la imprenta –en este caso Talleres Linotipográficos Sistemas y Servicios Técnicos, S. A.–, en Matamoros, entre Galeana y Emilio Carranza cuyos empleados manuales: formador, linotipista, cortador y dobla-dor contribuyeron también a esta iniciativa.

Al parecer la última edición del Resumen Informativo Semanario del Patronato Univer-sitario apreció con el número seis y fecha del 12 de marzo de 1951 porque una quincena después, a tres meses de la fundación del Patronato Univer-sitario, salió a la luz pública Vida Universitaria.

El miércoles 28 de marzo de 1951, dos días después de reanudadas las labores en la máxima casa de estudios tras finalizadas las vacaciones de


VIDA UNIVERSITARIA

Semana Santa, surgió el primer ejemplar con el carácter de semanario, tabloide, con ocho páginas, gratuito de esencia pro-cultural, impreso a dos tintas (negra y naranja).

“Cumpliremos –decía su editorial– con el ansia incontenible de cultura que es axioma actualísimo en la vida de nuestro pueblo y consecuentemente podremos ufanarnos de inyectar, técnicas y científicamente, esplendor y vitalidad en la inmortal y onerosa alma de México.”

Al dar a conocer el surgimiento del periódico, Armas y Letras, informaba que “el Patronato de la Universidad acaba de fundar su órgano semanal publicitario” que contenía “magnífico y alentador material de toda índole, que supone un gran interés para los universitarios nuevoleoneses radicados aquí, en la capital y en el extranjero”.

“Fue sin duda –expresa Alfonso Rangel–, el primer periódico en el país enfocado a las noticias universitarias.”

En esos primeros ejemplares se encuentran informaciones relativas a los trabajos del Patronato Universitario, las aportaciones recibi-das para el engrandecimiento de la institución, las conferencias del escritor y polígrafo Agustín Yáñez, de Daniel Cossío Villegas, del doctor Ignacio Chávez, del filósofo hispano Luis Recaséns Siches y en general de las actividades de la Escuela de Verano de ese año.

Sus secciones estaban bien definidas, noticias universitarias, editorial, artículo de fondo, selecciones poéticas, deportes universitarios y noticias culturales. Algunos de los primeros

espacios fueron: “Tópicos y promesas” con breves noticias sobre educación y cultura en México y el mundo, “La semana en el aula”, columna donde se daban a conocer las actividades realizadas en el Aula Magna “Fray Servando Teresa de Mier”; “El tiempo en Monterrey”, donde el encargado del observatorio meteorológico de la Escuela de Bachilleres, Roberto Cantú González, daba cuenta del clima.

El periodista Jorge Avendaño Inestrillas estaba a cargo de la columna “Desde México. Mundo universitario” donde informaba de actividades estudiantiles y docentes, el doctor Federico Uribe, profesor de la Universidad Labastida y profesor fundador de gramática y literatura latinas en la Facultad de Filosofía y Letras, escribía “Bibliotecas Universitarias” y poco más adelante Diódoro de los Santos Jr. apareció con el epigrama “Diodograma” y Alfonso Reyes Aurrecoechea con “Perspectivas”. También se

Alfonso Ramos Rivera, redactor; “Fofi” Flores en las reseñas deportivas y David Martell Martínez, primer jefe de redacción; abajo, Manuel Plowels y Alfredo González Treviño formaban parte del equipo de redacción.


publicó la columna de crítica y comentarios “El deporte en la vida” donde, como señala Jesús Gerardo Dávila, Humberto Flores “siempre ponía el dedo en el renglón”.

Además “Fofi” Flores abría las páginas deportivas a disposición de las personas que desearan colaborar y de los capitanes de los equipos universitarios a fin de remitir crónicas y resultados de los eventos. Así, escribieron Leopoldo Urdiales Jr., que estaba al frente del Departamento Deportivo de la Universidad; Mayo Moller, Pablo Salas “Paby” y Sergio A. González.

Las cartas que empezaron a recibirse de los lectores fueron tantas que en sus páginas abrió a partir del número 5 la sección intitulada “Buzón universitario”, ejemplar en el que lanzó un concurso de fotografía y dibujo para “fomentar la vocación por tales actividades artísticas”.

Entre los primeros que hicieron entrega de colaboraciones figuraron, con el tercer centenario

La prioridad tras su aparición fue darse a conocer y alcanzar una amplia distribución nacional y en el exterior.

de sor Juana y la muerte de Cervantes, el maestro Francisco M. Zertuche, coordinador de los cursos preparatorios de humanidades, fundador de las cátedras de lengua y literatura española en Filosofía y Letras, secretario de la Escuela de Bachilleres y catedrático de Literatura; Genaro Salinas Quiroga, director de la escuela diurna y nocturna de bachilleres; Juan González Alpuche, director de Servicios Escolares de la Universidad, y Eduardo Aguirre Pequeño, director del Instituto de Investigaciones Científicas.

También publicaron Raúl Valdés Villarreal –una serie de entregas tituladas “Reminiscencias históricas”–, el músico Héctor Montfort Rubín y el ingeniero químico Salvador Silveyra Flores.

A nivel nacional se incluyeron textos del notable académico y abogado de la UNAM, Eduardo Pallares, del ensayista, político e historiador Germán Arciniegas Angueyra y del doctor Miguel Vera.

Antes de Vida Universitaria se editaban El Universitario, una publicación aparecida el año escolar anterior que si bien gozaba de simpatías,

constituía un semanario estudiantil, y con el mismo carácter El Bachiller, órgano de la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Bachilleres, ambas fundadas y dirigidas por el joven David Odón Martell Méndez.

Además de cumplir con su importante papel promotor como difusor del quehacer cultural, científico, académico y deportivo de la institución, Vida Universitaria fue un medio para atraer recursos a la institución, como lo expuso el licenciado Raúl Rangel Frías en el artículo inaugural, “allegar simpatías del exterior y con ellas recursos morales y económicos”.

La prioridad tras su aparición fue darse a conocer y alcanzar una amplia distribución nacional y en el exterior, “lo que significaría su eficacia como órgano periodístico y su influencia desde el punto de vista publicitario”.

Con ese principio se enviaron ejemplares no sólo a maestros y estudiantes universitarios, empresas, comercios e instituciones de la localidad, sino

Una primera versión de este artículo se publicó en Vida Universitaria No.78, primera quincena de marzo de 2001, nueva época, año 5, pp. 7-9.

a bibliotecas y centros de enseñanza de todo México, “a todas la universidades y demás centros de cultura de América, lo mismo que a las de otras partes del mundo”.

En la tarea de distribución colaboraba, de manera eficaz y valiosa dada su experiencia, el personal de El Porvenir, así como la actividad del servicio de correos, que cumplía satisfacto-riamente con su misión.

Después de 23 números, es decir, al 29 de agosto de 1951, se consideró que los propósitos de darse a conocer y alcanzar una amplia distribución, se lograron. A partir de entonces tomó la dirección y gerencia el profesor Alfonso Reyes Aurrecoechea, se creó la jefatura de redacción a cargo de Martell Méndez, alumno de la naciente Facultad de Filosofía y Letras, discípulo y amigo del profesor Francisco M. Zertuche y se incorporaron como colaboradores los estudiantes Artemio Benavides, Eduardo Segovia y José Ángel Rendón.

PERFILES



RodrigoGonzález Pérez

El experimentado odontólogo fue invitado por el rector Luis E. Todd para abocarse a coordinar las actividades tendientes a la creación de la Escuela de Salud Pública con el objeto inicial de implementar una maestría en la especialidad a la que sumó poco después la carrera de nutrición que formó los primeros nutricionistas en Nuevo León.

FUNDADOR DE SALUD PúBLICA Y NUTRICIÓN

Por Paula martínEz chaPa y maGda hErnándEz Garza

En dónde y cuándo nació?Yo nací en un pueblo minero en Coahuila, Nueva Rosita, soy el tercer hijo de una familia de tres; mi padre fue odontólogo

también, era de Villaldama, Nuevo León; lo mandaron a la zona carbonífera a hacer el servicio social y ahí se quedó. Se casó con mi madre que era de ahí del pueblo. El hecho de que mi padre fuera odontólogo, yo a los seis años andaba en el consultorio y como era en el pueblo, él tenía que hacer toda la parte artesanal de la odontología: los puentes, las placas. Yo desde niño andaba cortando y puliendo oro, vaciando yeso, haciendo figuritas; eso era lo que me atraía independiente que la profesión de origen es muy artesanal, muy artística.

En los cincuenta pudo venirse a Nuevo León. Ya para ese entonces mis hermanas y yo nos tuvimos que venir a Monterrey porque en Nueva Rosita no teníamos más que secundaria, que era muy buen nivel. Yo llego a Monterrey en 1952 a un internado no porque hubiera inseguridad ni mucho menos sino siempre la idea de las madres de los pueblos de que mandan a sus hijos a la ciudad: “cuiden a mi hijo”. Me metieron al [Instituto] Laurens, ahí terminé la prepa.

Originalmente pensaba ser técnico dental, quería estudiar, quería tener una formación universitaria para formar técnicos dentales por el hecho de que mi padre había sido odontólogo y no había más que en la ciudad de Chicago en Estados Unidos. Pero se viene el primero de los cambios del dólar

¿

PERFILES


les agarraba la cabecita, los recargaba en la pared y le sacaba la muela; agarrabas práctica, hacíamos, no sé, ochenta o cien extracciones en el día y en la noche nos atendían los alcaldes y las maestras con baile, la cena, era muy divertido. ¿Cuánto duraba la jornada?Sábado y domingo, salíamos sábado en la mañana, recorríamos Doctor Arroyo, Galeana, Mier y Noriega; también todos los municipios del norte estaban muy lejos y ahí nos quedábamos. ¿Alguna anécdota que recuerde?Muchas anécdotas. Era un pachangón. Íbamos en cuatro o cinco camionetas o jeeps, cruzar de Mier y Noriega a Doctor Arroyo en la sierra, caminando entre caminos de piedra. Te divertías en todo, era la juventud.¿Cuándo termina la carrera?Terminé odontología en 1959, en aquellos años era de cuatro años y medio; la generación nuestra votó para que la siguiente generación fuera de cinco años completa y hasta la fecha sigue siendo así.¿Después de terminar su carrera con qué continuó?Continúa el servicio social. Había muchas partes dónde hacerlo, pero la única área donde se pagaba el servicio social era en la Penitenciaria del Estado, el actual Topo Chico. Entonces conseguí a través de las relaciones con el ingeniero Noé G. Elizondo que me mandaran hacer mi servicio social de pasante ahí. Estaba el capitán Castro de director; yo entraba con coche y salía con coche, el capitán se preocupaba mucho por cuidarme, gracias a Dios no pasó nada. Eran seis meses de servicio social y a mí me tocó quedarme año y medio, bastante bien porque hacías mucha práctica. De las anécdotas famosas había uno de ellos [un interno] que tenía incrustado un brillantito en uno de los centrales, entonces la atracción era que todos querían que les pusiera un brillante, pusimos muchas mugres de esas, fue muy divertido.¿Dónde comienza a trabajar? Bien, termino y nunca solicité ni demandé entrar al Seguro Social que era de los activos que tenías al salir, claro que siempre fui un renegado de la seguridad social; ¿por qué estudiar diecisiete años de tu vida para entrar a la seguridad social donde cubrías exclusivamente el sacar, tapar y limpiar muelas? Se me hacía muy largo y muy costoso formarte para ese tipo de recursos. Siempre fui muy inquieto y logré primero entrar al campo de

que me tocó vivir en una Semana Santa de 1953 o 1954 de $8.50 a $12.50, entonces la American Smelting, compañía de la que ya tenía la beca para irme a Chicago, me la bajó 50%. Total, si mi padre es dentista me voy a Monterrey y me hago dentista.

Había aquí unos muchachos de apellido Herrera que tenían un laboratorio, en aquellos años y sigue siendo, el negocio de la tecnología en la odontología son los mecánicos. Me decían estos muchachos Herrera: “quédate aquí gordito”, yo llegué aquí a los 15 años y estaba entonces gordito, “aquí quédate trabajando, te mandamos a Chicago y en cuatro o cinco años más terminas la formación que tú quieras”. “No”, dije, “a los 15 años este gordito ganando dinero para los 17 ya no me hacen salir”. Dije: “No, déjame me voy a meter a estudiar odontología” y así fue en 1954.¿Cómo era el ambiente con sus compañeros?Era precioso; en aquellos años nuestra facultad estaba en 15 de Mayo, entre Zuazua y Doctor Coss, frente a Sears, un edificio muy bonito a una cuadra del Palacio de Gobierno. Éramos diecinueve. Todo mundo nos conocíamos. Entre maestros y estudiantes había una convivencia, una relación muy afectuosa.¿Maestros que recuerde? Mi compadre Efraín Cavazos que acaba de jubilarse, el doctor Manuel F. Campuzano Navarro que fue director muchos años, el doctor Miguel Rossani Garetto, que fue de los maestros más consentidores con nosotros, de los mejores maes-tros porque no eran tan académicos, eran más enfocados a la realidad, se integraban contigo.

Cuando Raúl Rangel Frías fue gobernador y el ingeniero Noé G. Elizondo, su secretario privado, formamos o constituimos un grupo de universita-rios, todos estudiantes de las distintas carreras de la Universidad, con un tinte académico, de práctica y de labor social muy importante para nosotros y políticamente de proyección para Rangel y para Noé. Recorrimos los 51 municipios de Nuevo León, salíamos cada fin de semana: médicos, abogados, ingenieros, arquitectos y nosotros los odontólogos que los representábamos Miguel García Cantú y yo, que fuimos compañeros toda la carrera, nos hicimos amigos y encabezamos las brigadas odontológicas.

Sacábamos instrumental de la facultad, utilizábamos anestésicos, recuerdo que a los niños


la enseñanza con el doctor Campuzano, que era el director de la Facultad de Odontología. En 1960 yo entré como docente a la facultad con el maestro Alfredo Escobar, que era maestro radiólogo, y con él estuve por cinco años.

Los primeros cinco años fueron Rayos X porque si me nombraron, ahí me metieron, ahí me aguanté.

Luego daba clases a las siete de la mañana por muchos años de Introducción a la odontología. La primera cosa que les decía era: “Miren muchachos, viene aquí conmigo a un curso, a una clase de la que yo estoy en contra porque yo no quiero meterlos, no los quiero introducir a la odontología, lo que quiero es sacarlos para que sean odontólogos. El que la pase y la sepa tiene que ser muy bueno. El que venga 75 u 80 minutos de nalga aquí, no los quiero para nada. Ustedes también tienen que mostrar interés y yo debo entretenerlos con algo para que vengan, yo no les paso lista, aquí viene el que quiera, yo no pongo calificaciones”. Siempre fui enemigo acérrimo de los campos de batalla numéricos de calificaciones. ¿Cuál es la diferencia entre el 80 y el 100?, ¿o entre el 80 y el 70? La parte más álgida, la parte

“A los niños les agarraba la cabecita, los recargaba en la pared

y le sacaba la muela; agarrabas práctica, hacíamos, no sé, ochenta

o cien extracciones en el día.”

más difícil de la enseñaza es la evaluación.La situación de ser maestro era realmente hono-

rífica, era curricular, era de orgullo; entonces venías a enseñar y el estudiante venía a aprender. Me acuerdo que cuando conocí al doctor Carlos Canseco ganaba doce pesos por quincena o al mes. Me decía: “Manda el cheque a la biblioteca”. Can-seco no los dejaba entrar descalzos y si las mucha-chas venían despeinadas o con chicles y cosas de esas y los güercos sin corbata, para afuera.

Yo me divertí en Odontología los 31 años que estuve. Cuando ponía a leer a los muchachos que

Acto de apertura de la licenciatura en nutrición en 1976 con la presencia del doctor Emilio Cruz Aubry, director y fundador de la Escuela de la Nutrición de la Secretaría de Salubridad y Asistencia.


PERFILES

eran de primer año de facultad dejaban los charcos de manteca en el estrado, otro error por qué hacen las aulas y les ponen estrado, por qué el maestro tiene que estar arriba del alumno, la enseñanza en aula debe de una carrera donde el maestro es el que organiza o dirige, tiene el mismo nivel del estudiante y es una carrera pareja porque a lo mejor el estudiante puede llegar primero que el maestro a encontrar la verdad si se pone a estudiar y lo lógico es que el alumno supere al maestro.A mí me encantaba la ortodoncia. Al final de mi carrera yo hice mi tesis, en aquellos años teníamos que hacerla y la hice en el área de ortodoncia con la doctora Estela Barrera que fue una magnifica ortodoncista, la primera que llegó a Monterrey. Total, ya era docente, empiezo a relacionarme, a contactarme con algunas áreas, principalmente con la Organización Panamericana de la Salud, luego, en una forma fortuita me tocó tener magníficas amistades, relacionarse con gente como el doctor Héctor Acuña Monteverde, primer mexicano que llegó a ser director de la Organi-zación Panamericana de la Salud.

Luego me nace también dentro de la enseñanza el gusanito de la salud pública pero vuelvo a

chocar contra las instituciones como siempre porque la única escuela que existía en México era la de la Secretaría de Salubridad cuyo enfoque era tecnológico cuando mi inclinación siempre fue académica universitaria. No me entusiasmaba irme a la escuela de México porque su mérito más importante era que se titulaban mínimo uno o dos estudiantes por año y el atractivo mayor era que los maestros eran durísimos, durísimos. Dije: como que eso no es muy atractivo y no porque tuviera miedo a la enseñanza o a los caracteres de los maestros, no coincidía con ese sistema.

Jorge Treviño de la Garza, íntimo amigo, se fue en 1963 o 1964 a México a estudiar la maestría, afortunadamente fue de los que regresaron, entonces yo aprovechaba todo lo que él estaba estudiando, cada que venía me entregaba sobres, me dejaba cosas. En 1965 cuando Jorge termina se viene a la facultad, abre el Departamento de Odontología Social basado en el curso de maestría y me fui con él. Entonces en 1965 empezamos el área de salud pública en odontología como docentes. Me enfoqué por ese camino, metimos la materia en los diez semestres, me dejaron el primer grupo pero había siete u ocho grupos de

El gobernador Pedro G. Zorrilla Martínez descubre la placa alusiva a la inauguración de las instalaciones de la Escuela de Salud Pública en febrero de 1977. Lo acompañan el rector Luis E. Todd Pérez, su director Rodrigo González Pérez y Héctor Acuña Monteverde, director de la OPS.

“Se hicieron investigaciones para comprobar y justificar con

estadísticas. Yo siempre inquieto, siempre con mis dudas, diciendo

por qué, por qué.”


primer ingreso, un volumen muy considerable de estudiantes.

Dentro de esa área conseguimos, con Procter and Gamble, a través de la doctora Estela Barrera, hacer algunas investigaciones. Prácticamente la entrada de Crest y de todos los productos de Procter ayudó mucho a la facultad con becarios, con recursos económicos; se hicieron investigaciones para comprobar y justificar con estadísticas, bueno, son investigaciones de hace cuarenta años, no teníamos tecnología pero sí la honestidad y la decencia para hacer las cosas. Yo siempre inquieto, siempre con mis dudas, diciendo por qué, por qué; estábamos probando una pasta, que el fabricante nos la mandara, que la utilizara el niño y estábamos haciendo la encuesta; lo que hicimos, lo que se publicó, eso se hizo bien.

En 1968 conseguimos las primeras becas Jorge Treviño y yo para salir de México, para hacer un análisis de la enseñanza en la odontología y la manejamos a través de la Organización Pana-mericana de la Salud. Nos autorizaron nueve o doce semanas, pero desechamos, principalmente yo me opuse a ir tres semanas a Estados Unidos porque teníamos inquietud de visitar países con menos recursos que en México y que sabíamos por informaciones impresas que estaban haciendo la formación de la enseñanza de la odontología con mayor productividad y calidad que nosotros.

Ya habíamos estado en la Universidad de Houston que ya tenía el sistema por televisión, por circuito cerrado, el estudiante llegaba a un panel, a un tablero le apretaba ahí y ya obtenía el tema, las materias y los cursos. El presupuesto de la Universidad de Houston era el presupuesto del estado de Nuevo León. ¿Qué voy a aprender? No, entonces nos fuimos Jorge Treviño y yo a Colombia, a Venezuela, a Brasil, a otras partes, ocho o nueve semanas al grado de que la Organización Panamericana de la Salud, como hicimos una buena labor el grupo de consultores que andábamos, nos publicó una revista específicamente para la trasformación del modelo de enseñanza de la odontología en América. ¿Por qué? Porque comprobamos que el área de mayor impacto clínico que teníamos en los currículos tradicionales era la operatoria dental, es decir, tapar muela y en Colombia, por ejemplo, lo hacían las chicas dos años después que terminaban la secundaria y eran operatoristas de

fábula, restituían toda la parte fisiológica, la parte artística y la parte artesanal, maravilloso.

Nos tocó en nuestra facultad en 1968 hacer la primera modificación curricular, cambiar programas, en la enseñaza original (que era anual) dábamos tres años de anatomía. Por ejemplo: qué necesidad tiene el odontólogo de saber todo el sistema nervioso, todo el sistema cerebral o todo el sistema óseo, con que sepa dónde está la cabeza y que en la cabeza está la boca y en la boca están los dientes.

Entonces quitamos a nuestro estudiante tres años de atiborrarle anatomía, podías aprender lo mismo haciendo diez cosas que haciéndolas mil veces, discusiones que me tocaron en muchas reuniones nacionales de directores. El director de Veracruz se jactaba de que sus muchachos hacían 15 placas totales cada uno el último año de la carrera. Levanto la mano y le digo: “hermano, ¿y cuántos alumnos tienes?” “Ponle que son poquitos: son 20.” “¿Y 15 placas totales cada uno?” “Sí”. “Pues a trescientos veracruzanos dales mi pésame”. “¿Por qué?” “Porque van a desgraciar

a trescientos cada año, si tienen dos o tres dientes a fuerzas se los van a quitar para ponerles placas.” El número para mí nunca fue medida de aprendizaje porque si haces mal las cosas o te enseñaron hacer mal las cosas, con una, con diez o con cien sigues haciendo mal las cosas, entonces todas esas experiencias y vivencias que tuvimos fue como pudimos llegar a transformar algunas cosas, no todo lo que hubiéramos querido.¿Usted se relacionó con el doctor Carlos Canseco en el área de Salud Pública?En 1971 llega el licenciado Luis M. Farias,


PERFILES

senador de la República a sustituir al gobernador Eduardo A. Elizondo, y cuando llega llama a su íntimo amigo, al doctor Carlos Canseco. Lo manda la Secretaría de Salud a México para ver cómo se manejaban los servicios coordinados. Cuando regresa del curso, mi amigo el doctor Nacho Mijares, oftamólogo, y el doctor Carlos Sáenz, otro médico de Los Herreras, Nuevo León, eran muy amigos de Canseco, me invitaron y nos fuimos al aeropuerto a esperar a Canseco. Estábamos los tres, ya me lo presentan, total, fue lunes yo ya estaba trabajando con el doctor Canseco en Salubridad. Llegué a lograr hacer una magnifica amistad con el doctor Canseco hasta su muerte. ¿Participó con él en el primer curso de posgrado de Salud Pública?Enfocados a lo mejor con algún futuro, en 1971 analizamos Canseco y yo: “¿cómo ves si abrimos un curso de Salud Pública pero aquí en Nuevo León?” Como en aquella época la Universidad estaba embroncada, estaba Héctor Ulises Leal Flores, la izquierda y los populistas, balazos en el Hospital Universitario, pero trabajaba preciosa-mente bien un Consejo Superior de Salud que creó el licenciado Farías siendo gobernador, ahí

hice todo el estudio económico y le comprobé que en lugar de mandar un becario a la ciudad de México al igual que Jorge Treviño que ya había regresado, con ese mismo dinero podíamos becar a 14 gentes aquí en Monterrey. Entonces ya le abrimos la compuerta a la UDEM porque le dijimos: “Te vamos a pagar 14, ¿qué pero le pones? Si entran cuatro, cinco o dos más ya es negocio y es para ti porque nosotros queremos el respaldo académico. Lo que yo siempre discutí era el papel de una maestría con nivel académico, no un diploma que es lo que da la Secretaría de Salubridad y lo sigue dando, están preparando recursos para ellos, pero en las universidades no es posible.¿Cómo se involucra en la creación de la Facultad de Salud Pública?En 1973 termina el licenciado Farías y entra el licenciado Pedro Zorrilla Martínez, era tamaulipeco igual que Canseco, a los tres meses nos corrió. Decía Canseco: “oye, tú vente, al que corrió fue a mí”. Total, mi plaza se comisionó y luego ¿qué voy a hacer? La Oca era un centro de atracción de trabajo para todos los médicos que llegaban. Con el doctor González Quijano quien inició la atención de salud para el personal

“Me abres una escuela de eso que a ti te gusta porque creo que necesitamos ya las universidades empezar a pensar en salud pública.”

estaba Canseco como jefe de los Servicios de Salud del Estado, el Seguro Social, el ISSSTE, los hospitales privados, las clínicas, ahí estaba todo el equipo de salud. Nos reuníamos regularmente una vez al mes.

Entonces tuvimos que platicar con la UDEM porque nuestra Universidad estaba emproble-mada, no podíamos abrir un curso a voluntad y la UDEM nos abrió las puertas. Acababa de empezar la Facultad de Medicina, entonces a ellos les interesaba. Varios médicos que trabajaban con nosotros en Salubridad eran los directores y eran los maestros en la UDEM. Total, hicimos el equipo. Yo coordiné el comité para hacer el curriculum de esa maestría y Canseco se encargó junto con Jorge Jiménez Cantú, que era el secretario de Salubridad con Echeverría a nivel nacional, de convencerlo de que nos becara. Le

bancario, fue otro campo de trabajo y tuve la oportunidad de convivir con Luis E. Todd y Roberto Moreira, mis dos grandes amigos que conservamos dicha amistad hasta la fecha.

Cuando se nombra a Luis Todd rector de la Universidad ya no teníamos chamba en Salubridad. Me voy a platicar con Moreira, me dice: “vete a ver a Luis al octavo piso para que lo ayudes”. Ya llego con él y me dice: “Vámonos”. Bajamos por el elevador privado, nos subimos a su coche. “¿A dónde vas?” “Voy a casa del gobernador”. “Espérate, si me acaba de correr antier apenas, cómo que me llevas a casa del gobernador?” “Tengo dos cosas para ti”, me dice, “o te vienes aquí conmigo a hacer lo que haces con Canseco o me abres una escuela de eso que a ti te gusta porque creo que necesitamos ya las universidades empezar a pensar en salud pública.


alumnos, independientemente que nos permitie-ron empezar en Odontología.

El grupo de amigos que habíamos diseñado los programas todos coincidíamos en ello. La situa-ción fue primero abrir la compuerta de la inscrip-ción, debíamos ofrecer una alternativa nueva dentro de las áreas de formación universitaria y que tuviéramos demanda y luego dar mucha difusión al hecho de que a nivel público hubiera la idea de lo que queríamos hacer. Yo no justifico la salud pública como tampoco justifico la materia de administración como tal en forma aislada.

La autorización en el Consejo Universitario, las broncas iban a estar de a peso porque todo el área médica, todos eran mis amigos pero todos querían ganar la maestría. Medicina quería llevársela para ellos, Odontología, ya estábamos aquí, aquí déjala. Y yo seguía terco y Luis Todd seguía terco en que debíamos abrir una institución.

Luis Todd tuvo que empezar a crear institucio-nes, así nació Organización Deportiva con Cayeta-no Garza. Teníamos que ir nivelando las escuelas dominadas por la izquierda en donde teníamos que estar metiendo en cada institución director, representante maestro y representante alumno para ir compensando a la izquierda hasta que llegamos a superarla a nivel de Consejo Universi-

El miércoles te espero”. Él consultaba aquí enfrente, en un edificio de laboratorios frente a la facultad. “Ahí te espero el miércoles en la tarde.” Le di vueltas y le di vueltas; era muy distinta la situación de la Secretaría con Canseco, la amistad, la edad… sobregiraba yo, vamos a chocar. “Mira, mejor déjame tranquilo y te hago una escuelita”, me dice, “¿te parece?” “Lo que tú me decías.”

En 1973 terminamos la maestría, terminamos la chamba y terminamos todo. Ya nos habíamos titu-lado además siguiendo los cánones académicos universitarios. Si la UDEM nos firmaba como nos firmó nuestros títulos, ahora sí. Cuando Luis Todd me ofrece la situación de que le haga una escuelita de esas, ya teníamos respaldo. Y así empecé con esto.

Empecé llamando algunos amigos que sabía que tenían la maestría en salud pública, Jorge Treviño de la Garza en 1965 llega con maestría en Salud Pública. Invito gente a que me apoye y me ayude en la elaboración del programa académico, en la constitución de una facultad, originalmente hablamos de escuela conscientes en que mientras no tuviéramos el nivel más bajo: de una licencia-tura no podíamos constituirnos en facultad. Había que darle toda la estructura, que fuera una direc-ción con personal administrativo con docente con

Consultores y expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), organismo que brindó constante asesoría en las actividades de planeación de la carrera de Nutrición.

tario. Entonces no era crear la maestría, era crear la escuela.

Las discusiones en el Consejo se ponían muy interesantes. Hubo un ingeniero que paró a los de la izquierda cuando les dijo: “yo de eso de salud pública no entiendo mucho pero si lo que el doctor Rodrigo nos está proponiendo es lo que hacen los veterinarios con las gallinas que les llevan control y que saben a que hora duermen y cuántos huevos ponen, o sea, un control de la salud del pollo y éste es el control de la salud pública, pues yo creo que debe autorizarse”. Y así fue como convenció a mucha gente: “Tiene razón, que la abran”.

Además, hubo un convenio internacional en el régimen de Echeverría firmado en Chile que se comprometieron todos los países que en diez años habrían cursos, escuelas, clínicas de salud pública. En ese convenio que firma México, a través de Jorge Jiménez Cantú, el único renglón que México cubre de ese compromiso decenal internacional, lo viene cubriendo la Universidad porque fue donde abrimos la carrera o el curso de

salud pública, logramos adelantarnos.¿Cuando comienza a formar el grupo de maestros para la Facultad de Salud Pública?Nos integramos en 1973 y hasta 1974 nos autorizaron el proyecto.1 Dos años trabajamos en Odontología con ese mismo equipo de gentes de los cuales invité, que muchos de ellos viven todavía y que conservamos dicha amistad. ¿Y las clases dónde comienzan?Las oficinas que teníamos Jorge Treviño y yo en el segundo piso de la facultad se las quité a Miguel García Cantú, le dije: “Te voy a ocupar otra aula para clases nada más en la tarde”. “Sí”, dijo, “no hay problema”. Y así empezamos. Se formalizó la situación, me dio Luis Todd nombramiento de coordinador por un año. El primer presupuesto que autorizó el Consejo fue en octubre de 1974: 30 mil pesos, era una cosa simbólica y la otra era hacer elecciones, había que apegarse a la Ley Orgánica. ¿Y elecciones con quién? Con los maestros que habíamos nombrado y al primer grupo de alumnos que teníamos, a ellos los hice que votaran, todo era


PERFILES

El doctor González Pérez conformó la planta docente de nutrición con técnicas en nutrición de otras partes del país, pasantes y profesionistas.

en un aula. Hicimos la elección, entonces ya me senté tres años, me reelegí otros tres años.¿Luego a dónde se cambiaron?Luego que ya no cabíamos le dije a Miguel García Cantú: “Préstame un terrenito”, y me dijo: “Sí, ahí a un lado”. Yo también fui de los que integré la construcción prefabricadas en la Universidad con Luis Todd, en 45 días me terminaron el área administrativa, baños, dos aulas y otra área para biblioteca. En 45 días ya estábamos trabajando.2

En esos tejabanes trabajamos unos dos o tres años. Entonces de ahí brincamos a este terreno, este terreno lo manejé a través de Rectoría y lo solicitamos a la directiva de Medicina porque esta área de salud fue una donación que hizo Gonzalitos a la Facultad de Medicina, entonces había que solicitar a la junta directiva de Medicina la donación de terrenos para poder construir solicitamos siete mil metros cuadrados.

Ya con el terreno donado yo siempre me opuse a que fuera el CAPSE el que nos construyera porque teníamos el ejemplo de Psicología, el tipo de aula, el tipo de construcción de ladrillo, me opuse y me opuse y luego tuvimos que pelear con Psicología porque aquí tenían un campo de futbol soccer. Dos o tres días duramos peleando día y noche, las chicas y chicos de Psicología se ponían alrededor de la maquinaria y la maquinaria no podía trabajar ni podía moverse o se sentaban en las palas cinco o seis chicas de Psicología. A los dos días vino el director y me dijo: “No, ya paz, me dijo el rector que va hacer el campo pero del otro lado”. Ya con eso empezamos el primer ciclo de aulas, dos o tres aulas que hicimos y de ahí se fue consiguiendo más hasta las condiciones de esta actualidad.

Cuando traje al rector Todd la primera vez dijo: “Oye”. Fue la primera facultad climatizada. Imagínate: salones prefabricados con los calorcitos nuestros de aquí, pero era piso de cemento, cortinas con dos niveles de cortinas que oscurecía el aula, proyectabas, con climas las tres aulas, diseñamos el mobiliario, fue cuando hicimos las primeras mesas.¿Cómo nace la licenciatura en Nutrición?El Consejo Universitario en 1974 me autoriza, condicionado a dos años, el compromiso de crear una licenciatura.3 Aquí el problema era crear algo dentro del campo de la salud que no existiera y que fuera atractivo y en ese vagabundear dentro

de la Organización Panamericana de la Salud yo ya veía que en Guatemala, en todo Centroamérica, había un instituto de nutrición, en Venezuela ya trabajaba nutrición y dije: ¿y en México?

Casi todos los especialistas de Monterrey, de México han pasado por el Instituto Nacional de la Nutrición en México, entonces el director, el maestro Salvador Zubirán, un viejito bien lindo, pero al fin médico, me ponía yo en la tardes a discutir con él, sobre un programa o un currículo, primero la creación del término: ¿qué hace falta en el nivel de salud? La nutrición. El maestro me decía: “doctor, usted quiere preparar charlatanes”.


“Yo ya veía que en Guatemala,

en todo Centroamérica, había un

instituto de nutrición, en Venezuela

ya trabajaba nutrición y dije: ¿y en

México?”

“No, maestro, acuérdese que estamos en una universidad pública, que yo deba abrir la compuer-ta, abrir el abanico a las autoridades nuestras un área de formación, pero autónoma que sea auto financiable no dependiente y usted quiere que le forme un personal para los médicos. No, maestro, yo quiero alguien que pueda poner un letrero: “nutriólogo”, que abra la compuerta y que le puedan caer pacientes, directo”. Total, seguía discutiendo con Zubirán hasta que decía: “No, maestro, para médico no, hay me voy solito”.

Mi formación odontológica fue la que me dio ese panorama y no esa mentalidad absorbente, posesiva del médico que se considera el ombligo del mundo. Yo tenía discusiones muy fuertes con el doctor Luis Peregrina Pellón, director de la Escuela de Salud Pública de México. ¿Cómo enfrentó la situación de conformar el plantel docente?Con el mismo grupo original [que había participado en la apertura de la maestría] pero con más


PERFILES

ciencias básicas. Maricela Leal de Guajardo daba todo lo de las ciencias básicas, el doctor Óscar Sepúlveda Gómez toda la epidemiológica de salud y yo daba administración de servicio de alimentación: agarré un libro de la OPS de admi-nistración de servicios.

Me tuve que traer a una técnica en nutrición, me di a la tarea de cambiar la plaza porque trabajaba en el Seguro Social en México, que se la adjudicaran a Monterrey, y Emilio Cruz, que era el director de la Escuela de Nutrición de Salubridad de México, me mandó y me prestó una pasante, una chiquilla de Veracruz. ¿Cuál era el enfoque de la carrera?Le dimos un enfoque mucho más social. Por algo teníamos que empezar, entonces era recorrer los ejidos, recorrer las comunidades nuestras. Las primeras generaciones las sacábamos, nos hicimos de un camioncito, las mandábamos a Doctor Arroyo y las pobres chicas se subían en caballos y en burros en los ejidos para conocer y buscar güerquitos panzones panzones para ver qué tienen, por qué están así de panzones y qué están comiendo. Fíjate: ya veías venir la obesidad desde entonces y ahora tenemos los primeros lugares de gordura. Empezaron a correr los tetramestres, estaba Felipe Zambrano Páez de alcalde en San Pedro, hablé con él y ahí puse las primeras 20 o 25 estufas pues teníamos que hacer un laboratorio de técnicas culinarias.

Al principio cuando iniciamos en los tejabancitos de aquí de las Mitras me llegó gente a inscribirse pero eran amas de casa todas, les dije: “No, señoras, aquí ni va a ser guardería ni tampoco les vamos a dar clases de cocina, aquí es para formarse en una carrera nueva”.¿La carrera adoptó el plan tetramestral?Fue la única escuela que trabajamos por tres años con sistema tetramestral, lo que ahorita todas las universidades privadas trabajan. Nosotros traba-jábamos tres tetramestres al año de 15 semanas cada uno, eran 45 semanas al año, dejábamos una semana libre cada tetramestre y las cuatro semanas que por ley tienes que dar de vacaciones: Semana Santa y Navidad, y en esas 15 semanas tenías que hacer evaluaciones, pero no las tradicionales. Pero ¿qué pasó con la Universidad? Dejé yo la dirección, empezó la presión, regresaron a semestres.


¿Cuando termina su cargo como director continúa en la facultad?Yo terminé la dirección, entra el doctor Óscar Sepúlveda, yo paso como jefe de Estudios Superiores y me quedé en la administración hasta 1991 en que me jubilé. Como ex director era parte de la estructura política y presidía la junta eleccionaria, entonces tenía que checar que los maestros y los estudiantes emitieran sus votos. Yo me desligué de la Universidad, de la escuela, mi forma de ser así es. Hay que saber divorciarte de las cosas, terminar y ya, pero hay gente que no lo hace, no tiene la madurez de desligarse de algo que considera suyo, deja el campo, ya lo viviste, lo creaste, lo gozaste. ¿Cuáles considera que fueron sus logros en la facultad? Primero la iniciación, después echarla andar y dejarla tranquila. He visitado muchas escuelas aquí en México y fuera y no existe una sola facultad de nutrición que tenga el equipamiento y el nivel académico, científico y técnico de la nuestra, creo que ahora sí cubrimos todas las áreas formativas, culturales y científicas para estar más que satisfechos en lo personal por la capacidad de trabajo y organización, situación que fue diseñada desde que inicié. Todo esto me tocó vivirlo, lo disfruté, pude opinar, pude hacer algunos cambios, hay satisfacciones. ¿Qué es para usted decir Universidad Autónoma de Nuevo León?Para mí es mi alma mater, es mi campo de acción, es una de las instituciones educativas a nivel nacional reconocida y claro vivida por mí con todas sus ventajas que ofrece y ahora ya es una señora universidad que nos han tocado muy buenas autoridades, que se ha transformado, que hemos vivido altas y bajas pero como traen ahora el programa siempre hemos podido superar las cosas y nunca nos hemos detenido, siempre ha crecido y siempre ha estado superándose hasta el día.

La Facultad de Salud Pública fue aprobado el 7 de agosto de 1974 por el Consejo Universitario sólo para el área médica.La construcción de estas aulas prefabricadas se autorizó en junio de 1976.El proyecto de la licenciatura en nutrición fue aprobada el 28 de julio de 1976.

1.

2.

3.

Notas


EFEMÉRIDES

Reciben al presidente Abelardo L. RodríguezUNIVERSITARIOS fORMAN VALLA Y DESfILE

8 DE MARZO. Los estudiantes universitarios participaron en la recepción del presidente de la República, Abelardo L. Rodríguez, con una valla a lo largo de la calle de Morelos y un desfile llevando a vanguardia a la Banda de Guerra del Colegio Civil, el estandarte de la Universidad con su Guardia de Honor y enseguida por orden las facultades de Derecho, Medicina, Farmacia e Ingeniería y las escuelas Normal, Bachilleres, “Pablo Livas” y “Álvaro Obregón” con su respectivo estandarte marchando de cuatro en fondo. En su visita el mandatario recorrió la Ciudad Militar, el Hospital “José Eleuterio González” que se construye en la calzada Francisco I. Madero y la Escuela Presidente General Calles en la misma arteria.

Tercera Ley Orgánica de la UANLNUEVA LEY ESTABLECE ASAMBLEA POPULAR

26 DE MARZO. Se promulga la Tercera Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Nuevo León por decreto 45 de la LIX Legislatura del Estado, la cual establece la Asamblea Popular de Gobierno Universitario como la máxima autoridad para designar al rector y a los directores de facultades y escuelas. Ésta se integra con representantes obreros, campesinos, empleados, sindicales y de los medios de comunicación, así como del Patronato Universitario, Patronato Pro Laboratorios y Talleres, alumnos y maestros de la Universidad.

1/marzo/1954. El rector Raúl Rangel Frías presentó al presidente Adolfo Ruiz Cortines, de visita en Monterrey, los estudios sobre la futura Ciudad Universitaria y le solicitó la aprobación de esta obra nacional dentro del programa de obras públicas de la Federación. Podría ser una realidad mediante el reconocimiento oficial de un adeudo de los Ferrocarriles Nacionales de México por seis millones de pesos a cambio de unas 150 hectáreas de terreno que dicha empresa adquirió en la Ciudad Militar.

5/marzo/1943 . Homenaje al poeta español Federico García Lorca realizado por la Comisión Pro Cultura de la Escuela de Bachilleres Nocturna, encabezada por el doctor Óscar Decanini en colaboración con el Gobierno del Estado y la dirección del plantel. En la velada participaron Daniel Mir, el coronel e ingeniero San Juan, el poeta Pedro Garfías, quien declamó algunas de sus composiciones, y Armando Arteaga Santoyo, gobernador interino del estado.

28/marzo/1996. El rector Reyes S. Tamez Guerra presenta solicitud al Consejo Universitario para modificar el organigrama de la administración central con la creación de tres secretarías: la Académica, integrada por las coordinaciones de facultades y preparatorias; la Administrativa, encargada de recursos humanos, nominas, presupuesto en conjunto con el tesorero, contralor y auditor que son funcionarios de la Comisión de Hacienda; y la de Extensión y Cultura para impulsar este rubro.

29/marzo/1985 . Para establecer lineamientos y normas a este nivel, el Consejo Universitario aprobó el Modelo de Desarrollo del Posgrado en la UANL, el Reglamento General de Estudios de Posgrado, el Reglamento de Exámenes de Estudios de Posgrado y el Reglamento de Tesis de Estudios de Posgrado.

SUCEDIÓ EN MARZO 1934

1971


Jaime G. de la Garza Salazar. Un relato histórico de la oncología médica en México

B I B L I O G R A F Í A U N I V E R S I T A R I A

L E C T U R A R E C O M E N D A D A

Del jardín de don Alfonso. Selección de textos de Alfonso Reyes por Alfredo Gracia Vicente

Paula JuárEz SánchEz (comPiladora)Etm, 2011

El Dr. Jaime de la Garza, uno de los precursores y pioneros de la oncología médica en toda América

Latina, narra en este libro las dificultades y obstáculos con los que se enfrentó en un principio tanto por recursos como por el escepticismo de sus colegas para emplear la quimioterapia. Esta obra se

convierte así en un relato claro de la más joven de las especialidades médicas en el campo del cáncer que

ha tenido que abrirse camino y desarrollar estrategias terapéuticas efectivas.

15.6x23 cmISBN: 978-607-7817-12-3

uanl, 2010EdicionES dEl FEStival alFonSino

Para honrar el centenario del natalicio de Alfonso Reyes, don Alfredo Gracia Vicente hizo una selección del vasto mosaico de poemas de don Alfonso Reyes para que las nuevas generaciones conozcan la obra de este prolífico escritor mexicano. Este libro contiene un pequeño apartado de versos para niños, el cual hace entendible y fácil la obra de este escritor.

17.3x23 cm

Memoria. Premio Internacional Alfonso Reyes. Recipiendario 2010. Mario Vargas

Llosa

marzo dE 2011

Tres décadas después de fundando el Premio Internacional Alfonso Reyes en la ciudad de México, desde 2003 la UANL recibe a los recipiendarios para

inscribir su nombre en la Capilla Alfonsina. Esta ocasión, para conmemorar la visita del galardonado de 2010, uno de los más grandes autores de nuestro tiempo: el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, se edita esta memoria para dejar constancia de que

ahora es “un habitante más de esta casa”.

15.7x26 cm


H I S T O R I A D E L P R E S E N T E9 de marzo

igoberta Menchú Tum participó en el ciclo de conferencias “La historia de las mujeres por el derecho a la inclusión” organizado por la Secretaría de Extensión y Cultura, a través del Centro de Información de Historia Regional, donde el rector

Jesús Ancer Rodríguez le hizo entrega del Premio Flama, Vida y Mujer en el área de Vinculación Internacional por su incansable labor a favor del respeto de los derechos humanos, en especial de los campesinos e indígenas de su país. Menchú, quien tiene el sueño de abrir la Universidad Maya en Guatemala, propuso al rector crear en alianza un programa de educación superior en contexto multicultural con la participación de los indígenas. La misión educativa es importante por ser una forma de salvación, dijo la Premio Nobel de la Paz 1992, “educar de muchas maneras es lo que debemos hacer frente a la crisis”. “No vengo a decir nuevas cosas porque la situación de los pueblos indígenas es muy antigua, lo que podemos hacer es replantear la situación”, dijo previo a su conferencia “La lucha por los derechos de los indígenas” en el Aula Magna “Fray Servando Teresa de Mier” del Colegio Civil Centro Cultural Universitario.

R

Los premios nobel de la paz Rigoberta Menchú y de literatura Mario Vargas Llosa recibieron reconocimientos en la máxima casa de estudios por su labor.

Recibe Rigoberta Menchú Premio Flama, Vida y Mujer

2011

Galardona Uanl a mexicanas brillantes

inco mujeres mexicanas fueron galardonadas por la UANL con el Premio Flama, Vida y Mujer en el

marco del Día Internacional de la Mujer en el Aula Magna “Fray Servando Teresa de Mier” del Colegio Civil Centro Cultural Universitario. Este año correspondió a Teresa Vicencio Álvarez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes en el ámbito Gubernamental; Cintia Angulo de Leseigneur, presidenta y directora general del Grupo ALSTOM en Desarrollo Empresarial; Marinela Servitje de Lerdo de Tejada, directora general del Papalote Museo del Niño, presidenta del Instituto de Fomento e Investigación Educativa A. C. y del Consejo Nacional de Compromiso Social por la Educación en Asistencia Social; Rocío Ortiz López, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina en Docencia e Investigación y la artista plástica Martha Chapa Benavides en Vinculación Inter-nacional.

El rector Jesús Ancer Rodríguez dijo que ellas mantienen día a día encendida la llama de la mujer audaz y comprometida con su comunidad en construir un México y un mundo mejor. (Esperanza Armendáriz)

8 de marzo

Universitarios por la paz iles de estudiantes, profesores y autoridades de la máxima casa de estudios atendieron la convocatoria de Unidos por la paz, movimiento de estudiantes de la UANL, ITESM,

UDEM y UR para formar con cientos de rosas blancas una paloma de la paz en la explanada de Ciudad Universitaria. Este acto cobró dimensiones diferentes ya que fue un homenaje a una víctima más de la violencia: Raúl Javier Villarreal Martínez, estudiante del primer semestre de la Facultad de Arquitectura, jugador del equipo Pegasos de futbol americano y egresados de la Preparatoria No. 22, quien perdió la vida el 10 de marzo en un fuego cruzado.

11 de marzo

C

M


omo parte de su estancia en el país el escritor Mario Vargas Llosa estuvo en la UANL para la recepción del Premio Internacional Alfonso Reyes concedido por su “excelencia de obra, labor humanística e impacto de su

quehacer en el tejido social de su país y el mundo”.El escritor desveló la placa con su nombre en conmemoración

a la obtención del premio en uno de los muros interiores de la Biblioteca Universitaria Capilla Alfonsina que resguarda el acervo bibliográfico del “Regiomontano Universal”.

“Que esta placa que hoy se desvela con el nombre de este hermano peruano –señaló el rector Jesús Áncer Rodríguez–, sea el símbolo para la apuesta por la civilización y su irrenunciable vocación por la libertad.” Añadió que su obra ofrece estímulos para mirar la vida con inteligencia, amor e incluso humor.

Al ofrecer unas palabras de agradecimiento destacó a Alfonso Reyes como un escritor al cual admiró desde que leyó Visión de Anáhuac siendo estudiante de secundaria y al que ha tratado de imitar como modelo.

Destacó la bondad en la obra de Reyes, algo que no se encuentra en ninguna literatura universal porque era un hombre que gozaba con el talento ajeno y estimulaba extraordinariamente a los jóvenes.

De la Universidad se trasladó al Palacio de Gobierno para recibir el premio consistente en 600 mil pesos y diploma “por su fructífera trayectoria en el mundo de las letras y aporte humanístico”. “Leer a Alfonso Reyes es una experiencia exaltante”, dijo ahí.

10 de marzo

C

L

recibe varGas llosa premio internacional alfonso reyes

eqUipan clínica de operatoria dentala Facultad de Odontología inauguró equipo de alta tecnología en la Clínica de Operatoria Dental 4 y la remodelación del auditorio de Educación Continua. El primero cuenta con 29

unidades dentales nuevas obtenidas con apoyos del PIFI y recursos propios, donde 630 alumnos ofrecen 14 mil 500 tratamientos a siete mil 200 pacientes. El segundo, con aportaciones de la Rectoría a través de la Fundación UANL, se reinauguró con una conferencia vía Internet en la que el catedrático Sergio Nakagoshi Cepeda, presentó su examen doctoral en la Universidad de Granada, España. (Esperanza Armendáriz)

9 de febrero

14 de febreroRamiro Luna SalinasDesde estudiante fue nombrado en 1957 entrenador de los equipos de futbol soccer y bajo su dirección se integraron conjuntos de diferentes categorías que compitieron en la liga de la ciudad, logrando el subcampeonato de tercera fuerza y juvenil. Participó en Juegos Deportivos Nacionales. Egresado de Ingeniería Civil en 1963, además de maestro de Inglés y Matemáticas en las preparatorias 1 y 3, así como en la facultad donde impartió por varios años Mecánica analítica, siguió de 1963 a 1967 al frente de la selección de futbol de Nuevo León con la que logró el campeonato de la Liga Interestatal del Noreste de Primera Fuerza en 1966.

25 de marzoOswaldo V. Lozano LlanesEgresado de la Facultad de Ciencias Químicas. Como pasante trabajó en la empresa fabricación de Máquinas, S. A. Profesor de Química inorgánica (metales) en la Facultad de Ciencias Químicas, de Conoci-miento y fabricación de materiales en la Facultad de Ingeniería Civil, materia de la que fue autor en 1948 del libro de texto usado por más de veinte años para la enseñanza. En los cursos de recuperación académica para los alumnos de Bachilleres, impartió Física. Como maestro decano fue director interino de la Facultad de Ingeniería Civil en diversas ocasiones (1958, 1969, 1971) Asistió al Congreso Interamericano sobre Tecnología de Materiales.

Obituario

Memoria Marzo 2011

Documents

Transcript of Memoria Marzo 2011