Memoria Imagen y Duelo María Elvira Escallon y Gonzalo Sánchez

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[60] análisis político n˚ 60, Bogotá, mayo-agosto, 2007: págs. 60-90 RESUMEN Este diálogo entre un historiador y una artista visual trata sobre memoria, imagen y duelo a partir de la obra “Desde Adentro”, fotografías y video sobre el atentado al Club el Nogal. La obra se concentra en el registro de las huellas de las personas que se encontraban en el interior del edificio la noche del atentado el 7 de febrero de 2003. Palabras clave: Memoria, fotografía, huella, imagen, duelo, víctimas. SUMMARY MEMORY, IMAGE AND SORROW. A CONVERSATION BETWEEN AN ARTIST AND A HISTORIAN This dialogue between a historian and a visual artist is about memory, image and mourning in the work “From the inside”: photography and video about the attack at El Nogal Club. The work focuses on the traces left by people who were inside the building the nigh of the bomb explosion the 7th of February 2003. Key words: Memory, photography, traces, image, mourning, victims. FECHA DE RECEPCIÓN: 10/10/2006 FECHA DE APROBACIÓN: 02/03/2007 Gonzalo Sánchez* y María Elvira Escallón** ISSN 0121-4705 * Historiador, politólogo y sociólogo colombiano. Doctor de la Escuela de Altos Estudios de Paris, autor, entre otros de los siguientes libros: Bandoleros, gamonales y campesinos: el caso de la Violencia en Colombia (coautora Donny Meertens), 1983 (Traducido al inglés como Bandits, Peasants and Politics); Guerra y política en la sociedad colombiana, El Áncora Editores, 1990 (traducido al francés como Guerre et Politique en Colombia); Guerras Memoria e Historia, Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2003. Ha sido profesor visitante en varias universidades de Estados Unidos y Europa (Universidad de Texas, Duke University, Escuela de Altos Estudios de París, Universidad de la Sorbona de París y University College de Londres). Profesor de la Universidad Nacional de Colombia en el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, Iepri. ** Nació en Londres, vive y trabaja en Bogotá. Estudió psicología y paralelamente se formó como artista en diferentes talleres y centros académicos. Su trabajo, de gran heterogeneidad formal, en el que cada proyecto sigue su camino único y preciso, se desarrolla alrededor de dos ejes temáticos: memoria y cultura y naturaleza. Sus proyectos señalan o propician situaciones donde puede observarse de cerca la convergencia de ordenes muy diversos que parecerían opuestos. Desde 1980 su trabajo ha sido incluido en múltiples eventos artísticos en Colombia. Desde el 2000 desarrolla proyectos en el exterior y su trabajo se exhibe internacionalmente. análisis político n˚ 60, Bogotá, mayo-agosto, 2007: págs. 60-90 Memoria, imagen y duelo. Conversaciones entre una artista y un historiador

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    anlisis poltico n 60, Bogot, mayo-agosto, 2007: pgs. 60-90

    R E S U M E NEste dilogo entre un historiador y una artista visual trata sobre memoria, imagen y duelo a partir de la obra Desde Adentro, fotografas y video sobre el atentado al Club el Nogal. La obra se concentra en el registro de las huellas de las personas que se encontraban en el interior del edicio la noche del atentado el 7 de febrero de 2003.Palabras clave: Memoria, fotografa, huella, imagen, duelo, vctimas.

    S U M M A R Y M E M O R Y , I M A G E A N D S O R R O W . A C O N V E R S A T I O N B E T W E E N A N A R T I S T A N D A H I S T O R I A NThis dialogue between a historian and a visual artist is about memory, image and mourning in the work From the inside: photography and video about the attack at El Nogal Club. The work focuses on the traces left by people who were inside the building the nigh of the bomb explosion the 7th of February 2003. Key words: Memory, photography, traces, image, mourning, victims.

    FECHA DE RECEPCIN: 10/10/2006 FECHA DE APROBACIN: 02/03/2007

    Gonzalo Snchez* y Mara Elvira Escalln**

    ISSN

    012

    1-47

    05* Historiador, politlogo y socilogo colombiano. Doctor de la Escuela de Altos Estudios de Paris, autor,

    entre otros de los siguientes libros: Bandoleros, gamonales y campesinos: el caso de la Violencia en

    Colombia (coautora Donny Meertens), 1983 (Traducido al ingls como Bandits, Peasants and Politics);

    Guerra y poltica en la sociedad colombiana, El ncora Editores, 1990 (traducido al francs como Guerre

    et Politique en Colombia); Guerras Memoria e Historia, Instituto Colombiano de Antropologa e Historia,

    2003. Ha sido profesor visitante en varias universidades de Estados Unidos y Europa (Universidad

    de Texas, Duke University, Escuela de Altos Estudios de Pars, Universidad de la Sorbona de Pars y

    University College de Londres). Profesor de la Universidad Nacional de Colombia en el Instituto de

    Estudios Polticos y Relaciones Internacionales, Iepri.

    ** Naci en Londres, vive y trabaja en Bogot. Estudi psicologa y paralelamente se form como artista

    en diferentes talleres y centros acadmicos. Su trabajo, de gran heterogeneidad formal, en el que cada

    proyecto sigue su camino nico y preciso, se desarrolla alrededor de dos ejes temticos: memoria y

    cultura y naturaleza. Sus proyectos sealan o propician situaciones donde puede observarse de cerca

    la convergencia de ordenes muy diversos que pareceran opuestos. Desde 1980 su trabajo ha sido

    incluido en mltiples eventos artsticos en Colombia. Desde el 2000 desarrolla proyectos en el exterior

    y su trabajo se exhibe internacionalmente.

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    Gonzalo Snchez (S). Partamos de un reconocimiento: yo soy historiador y usted es artista, ambos nos hemos ocupado de la memoria y es ese terreno comn el que nos ha llevado a esta conversacin. La crtica de arte Carmen Mara Jaramillo, que conoce su obra y haba ledo mi libro Guerras, memoria e historia, encontr que una frase de ste podra servir, si se me permite la expresin, de epgrafe de su exposicin Desde adentro, foto-grafas y video sobre el atentado al Club El Nogal. Hecho el contacto, cruzamos algunas comunicaciones. Evoco de entrada la primera, porque en ella se describe exactamente el origen y sentido de su ltima obra, Desde adentro.

    Mara Elvira Escalln (E). (E-mail de septiembre 23): Actualmente presento una expo-sicin titulada Desde adentro, compuesta por doce fotografas y un video que realic en el edicio del Club El Nogal, das despus del atentado del 7 de febrero de 2003. Yo trabajaba en esa institucin como directora cultural y tena a mi cargo el cuidado de su patrimonio artstico. Seis das despus del atentado, me enviaron a vericar el estado de dicho patrimonio. El edicio estaba como detenido en el tiempo; nadie aparte de las instituciones de rescate de vctimas haba entrado all, pues se encontraba aislado por la Fiscala.

    El resultado de ese recorrido es la exposicin titulada Desde adentro, doce fotos de gran formato (a escala real) y un video de 12 horas continuas (en tiempo real). Ha sido instalado en el espacio de lo que fuera el antiguo Teatro Olympia, prximo a desaparecer.

    Las fotografas no dan cuenta de la destruccin del edicio, no muestran escombros y tampoco muestran a las vctimas. Recogen exclusivamente las huellas de las personas que estuvieron alli esa noche.

    Me obsesionaba conservar una memoria de lo que encontraba a mi paso y reejar la atmsfera psquica de lo que all se vivi.

    Me tom la libertad de poner una cita suya que dice porque la memoria es, en un sen-tido ms profundo, una forma de resistencia a la muerte, a la desaparicin de la propia identidad, para encabezar una invitacin que dirig a los socios y a los empleados del Nogal, contndoles sobre la exposicin.

    Quisiera invitarlo a ver esta muestra, que est abierta hasta el domingo 26. Me interesa sobremanera compartir con usted este trabajo.

    S. Mientras usted recurre al texto para reforzar la imagen, yo ando interrogndome sobre los lmites del texto, sobre el reconocimiento de que el texto ya no puede por s solo decir todo el dolor que hay envuelto en nuestras tragedias cotidianas y la necesidad de recurrir a la imagen y a las posibilidades mltiples del lenguaje artstico. Y la fotografa tiene all un lugar privilegiado. La recientemente fallecida Susan Sontag, en esa joya que es Ante el dolor de los dems, le atribuy incluso superioridad a la fotografa sobre la literatura, en tanto transcribe y al mismo tiempo interpreta la realidad.

    Desde luego, su obra Desde adentro se entiende mucho mejor si se tienen en cuenta sus antecedentes, en el manejo precisamente de la temporalidad y la memoria.

    E. A veces percibo que memoria es todo, porque todo es pasado, verdad? Mi hijo Sebastin cuando era chiquito un da me dijo una frase que nunca se me olvida: Mam, cuando yo digo ahora ya dej de ser ahora, no es cierto?

    S. El presente parece llevar la peor tajada en la sucesin de la temporalidad: antes estbamos muy dominados por el pasado, hoy estamos muy exigidos por el futuro. El

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    presente queda estrangulado entre el pasado y el futuro. El presente es de una volatilidad extrema.

    E. Hace tiempo hice un trabajo que alude precisamente a eso: a la volatilidad del presen-te. Se llama In memoriam. Es una disolucin: una columna drica de hielo de 300 kilos est sumergida en una urna de cristal llena de agua que la cubre totalmente. La columna se diluye durante 20 horas. Todos sus contornos geomtricos y sus proporciones ureas se pierden rpidamente y se da un proceso de cambios impredecible.

    S. No es, por as decirlo, una obra terminada, inmvil, sino una obra en la cual la ines-tabilidad es la esencia de los materiales y de los dispositivos, lo cual, supongo, plantea enormes dicultades tcnicas para la instalacin de la obra.

    E. S, se trata de un proceso en el cual los materiales en transformacin constante gene-ran tensiones muy altas, e introducen en el escenario de la exposicin una inestabilidad permanente. Pongamos por ejemplo, el hielo: aparece como blanco, porque est lleno de partculas mnimas de aire, lo que hace que en su disolucin se genere una efervescencia, como si se tratara de un ser vivo que est cambiando de estado. Pero ese hielo de 300 kilos, que aparentaba ser tan slido, era realmente muy frgil. Su manipulacin a la hora de desmoldarlo, desplazarlo, colocarlo entre la urna, requera de una gran delicadeza. Un golpecito o una mala fuerza podan quebrarlo de lado a lado, como alguna vez nos sucedi.

    Para m, era muy importante que el hielo estuviera sumergido en agua; quera ofrecer al espectador esa experiencia de un cuerpo que se diluye en su propia materia. Despus de la disolucin, el agua quedaba en la urna, y transcurrido cierto tiempo se repeta el proceso.

    S. Lo cual genera una relacin muy particular con el espectador y con la temporalidad. Antes se hacan obras para que perduraran; ahora me hablas de obras que duran 20 horas y desaparecen.

    E. S, en el carcter efmero de la columna descansa la esencia de esa obra. El sentido de ese trabajo est en esa disolucin.

    S. O sea que uno no puede volverla a ver, como dice que quiere volver a ver La Piet o una escultura clsica. Me surge entonces la pregunta: A quin se le est hablando desde

    In memoriam Instalacin 2000

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    la obra? Slo a los que la pudieron ver hoy? Y cmo se le transmite a los de maana? Cmo registrar el momento de la obra?

    E. En un principio pens que esta obra haba sido para los que la vieran; despus, para los que oyeran el cuento y se lo imaginaran.

    S. Hay una especie de renuncia a la trascendencia y a la duracin. En efecto, antao se consideraba intrnseco de la labor del artista crear para la contemplacin de los contempo-rneos, pero tambin para la posteridad. Era entonces eso tomarse demasiado en serio?

    E. Quizs es ms difcil hoy en da mantener la ccin de que las obras duran. Pero, de algn modo, todo trabajo de arte es perenne y es efmero a la vez. Es cierto que existen obras que han sido diseadas para desaar el tiempo y perdurar, y por eso son plasmadas en materiales que tienen estas propiedades. Sin embargo, hay otras que han sido concebi-das ms como procesos y acogen dentro de s mismas la dimensin tiempo; no se resisten a la impermanencia sino que por el contrario, la incluyen. Saben que desaparecern y esa desaparicin es parte de su propio cuerpo. Puede durar una fraccin de segundo, un minuto, una hora, etc. El fuego dura un da y se extingue, pero mientras dura es eterno, dijo una vez Helio Oiticica, un artista brasileo.

    La obra sigue viviendo en la imagen. Desde cuando existen las tcnicas de reproduccin, las gentes se han aproximado al arte a travs de ellas. En el Tercer Mundo todos nosotros hemos conocido el arte universal precisamente a travs de libros.

    Buena parte del arte contemporneo se documenta a travs de la fotografa, que nal-mente asume el estatus de obra; se trata de lo nico de una obra efmera que permanece para quienes no la vieron. Las obras van tomando su camino, se las arreglan para trans-portarse y mantener gran parte de su poder en los distintos medios que las difunden, o a pesar de ellos. No son inertes, saben de algn modo cmo abrirse paso; se separan del artista y encuentran circuitos donde entablan dilogos a los que su autor no tiene acceso; ellas buscan su espacio y lo encuentran en la memoria de cada persona.

    S. Da la impresin de que cada una de sus obras deriva de una experiencia particular. Cul es esa experiencia matriz en In memoriam?

    E. In memoriam tiene su origen en un sueo y eso se percibe en su materializa-cin.

    S. El trabajo del Nogal tambin fue un sueo?E. Un sueo.S. Entonces hay que preguntarle todos los das qu so para saber qu va a pasar o

    cul es la prxima obra? (risas). El sueo parece tener un lugar muy signicativo en sus vivencias y en su obra. Lo que habra de suceder en El Nogal se le anticip de alguna manera a travs de un sueo?

    E. As fue. Unos das antes tuve un sueo: fue algo muy vvido. Llegaba a una casa campesina en un lugar aislado: la casa tena un solo espacio con una cama y una mesa pequea y no haba luz. La atmsfera era densa, un aire espeso e irrespirable. No haba luz. Lo central todo el tiempo era que no haba luz. De algn modo saba que all haba ocurrido un hecho extremadamente violento. Todo haba pasado ya, no encontraba a nadie, no haba sangre, ni cadveres, ni siquiera se conoca una historia hilada. Lo que encontraba era un espacio cargado, en donde todo lo sucedido se haba depositado, es-taba suspendido all a otro nivel. En ese sueo yo tena una tarea: captar la atmsfera de ese lugar, y como no haba luz, la problemtica era cmo aportar luz a esa escena para hacerla visible sin alterarla?

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    S. Captar la atmsfera era hasta cierto punto algo abstracto en ese momento?E. No era propiamente abstracto, era ms bien invisible. Estaba en las paredes, en el

    piso, en la cama, pero la atmsfera no eran ni las paredes, ni el piso, ni la cama; era algo ms que el aire. Algo de naturaleza fsica y psquica. En esa atmsfera estaba condensado lo que haba sucedido. Mi trabajo era captar con una cmara toda esa invisibilidad, en una labor entre la del periodista y la de aquellas personas que buscan registrar el ms all.

    S. Hay entonces en ese sueo un juego de tensiones en donde las fronteras entre lo onrico y lo real pareceran diluirse?

    E. Varios sentimientos marcaban ese sueo: ansiedad de no ser capaz de realizar la ta-rea de captar esa atmsfera, y profunda tristeza por lo que haba vivido esa vctima en ese lugar. Oa mentalmente, de manera repetida, la ltima estrofa del nocturno de Silva, que alude a las noches en que encuentran las sombras de los cuerpos con las sombras de las almas. Lo que le voy a decir es muy irracional, no hay cmo justicar un sueo, pero en ese sueo la tarea de registrar tena propsitos muy denidos: primero, dar a conocer, y segundo, acompaar a quien haba vivido el hecho doloroso. Yo no tengo creencias espe-ciales acerca de espritus, ni s de espritus, ni nada de eso. Pero la idea era acompaar.

    S. Cunto tiempo antes del atentado al Nogal fue este sueo?E. Unos das antes, seis o siete das antes. Cuando despus del atentado entr al edicio

    del Nogal, inmediatamente reconoc esa atmsfera. Era la misma, idntica atmsfera de la casa del sueo, no haba aire en el aire, la oscuridad Fue entonces cuando entend que ese sueo me haba hablado del Nogal.

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 70 x 104 cm 2003

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    S. Con ese antecedente del sueo, ir al Nogal despus del atentado era una necesidad, pero al mismo tiempo una inmensa responsabilidad. Usted, que de alguna manera lo haba visto todo antes que todos, ahora tena que (re)contarlo, registrarlo, como lo haba hecho en el sueo. Entra al edicio para descifrar el sueo?

    E. No, yo nunca me volv a acordar del sueo. Ni con las imgenes de la TV, ni estando como estaba, tan cerca de la tragedia. Fue cuando entr al edicio que reconoc esa at-msfera y entend que ya haba estado all en el sueo; tambin entend lo que tena que hacer, pues haba caminado por anticipado esos espacios.

    S. Le piden entrar, o solicita ir?E. Creo que nunca hubiera solicitado ir. Me llam la gerente del Club y me dijo: Hoy

    hay que entrar a ver cmo est el patrimonio. Y mientras hago ese recorrido es que se articula todo, la experiencia directa con el material del sueo Sal de all a pedirle permiso para tomar las fotos.

    S. Es decir, no sale a contar lo visto sino a buscar la forma de registrarlo. La palabra no es suciente.

    E. Realmente no haba palabras. Desde pequea he tenido varias crisis de conanza en la palabra: tena pocas en que hablaba muy poquito, pues no crea en la capacidad de la palabra para comunicar lo que sucede, y menos an lo que se siente.

    S. Entonces, en ese escepticismo, cul es el sustituto de la palabra?E. El silencio (risa).S. O la imagen?E. Si, pero ms tarde. Me acuerdo del da en que pens con palabras por primera vez.

    Recuerdo el temor que me produjo eso... Sent que era algo as como una trasgresin.S. Hablar?E. Pensar hablando. Yo saba hablar a los cuatro aos, pedir las cosas, pero no me hablaba

    a m misma; eso uno no lo hace a los cuatro aos, creo, sino que es un proceso en el que primero uno le habla a los dems y recibe el lenguaje de los dems. Pero hay un da que resuelves, no s por qu, hablarte a ti mismo, y ese da t haces de ti dos personas, una que habla y otra que oye; y ese da tambin empieza uno a construir un mundo completo, contenido en palabras. Ese mundo se va distanciando, distanciando de las cosas, de ese otro mundo que siempre est all, y cada vez menos vemos.

    S. Esa tensin entre la palabra y la imagen es la que se le vuelve a poner de maniesto tras ese primer viaje a las tinieblas del Club?

    E. Recuerdo que cuando sala no poda decir mayor cosa; haba una imposibilidad de hacer entrar en palabras la naturaleza de lo que haba visto all. Miles de cosas que se sienten y no se sabe despus cmo nombrarlas.

    Todo viene de la infancia, de no creer que en una palabra estuviera contenida una cosa. Me pareca increble que la gente, en masa, se hubiera ido conformado con lo que las palabras podan decir y no se molestaran con la inmensa franja de lo que no se estaba diciendo. Durante aos como nia me obsesion la idea de que nunca sabemos en realidad lo que las otras personas estn sintiendo. Yo me la pasaba preguntndo-me en ese entonces, cmo saber que cuando se habla de una sensacin fsica o de un sentimiento, estamos hablando realmente de lo mismo, si solo contamos con palabras. Esa, hoy da, sigue siendo la misma pregunta: Cmo transmitir una vivencia?, cmo acceder a la vivencia del otro?, cmo no quedar aislado, posedo por la inmensidad de la experiencia?

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    S. Y es de esa desconanza y ese temor original por la palabra que descubre la fuerza de la imagen?

    E. Poco a poco encontr que quedaba el camino del gesto y de la imagen. Me encanta-ban los libros con ilustraciones. Eran para m, objetos mgicos. Un poco despus empec a hacer colecciones de imgenes de la naturaleza; guardaba fotos e ilustraciones de plantas, y de animales que salan en los libros de ciencias naturales y en las revistas. Tambin guar-daba las hojas de los rboles de la cuadra y trataba de ordenarlas por colores, haciendo una escala tonal como las de los lpices Prismacolor, pero nunca lo lograba pues cada vez que abra los cajones donde tena mi coleccin escondida para revisar el orden que haba obtenido, encontraba que los colores haban cambiado a medida que el tiempo pasaba. Cmo detener el color de cada hoja? Slo la pintura, el dibujo, o la fotografa en ese entonces inaccesible a un nio podan hacer eso.

    S. En la presentacin de la exposicin Otras miradas, donde se incluye parte de este trabajo, Carmen Mara Jaramillo seala cmo no fue por azar que sinti la necesidad de registrar lo que quedaba en El Nogal: el tema de los escombros, las ruinas, tena ante-cedentes en su obra (El reino de este mundo, In vitro), y cmo esa preocupacin se haba metido de alguna manera a su taller, a su sitio de trabajo. Aqu las ruinas no son un simple objeto de reexin; son una experiencia vivida. Hubiera podido estar en ese mismo sitio, y en esa medida, usted es tambin una sobreviviente, que se siente obligada a registrar, a contar, el trauma de los otros.

    E. No lo haba visto as. Debo pensar ms en ello.S. Por qu elige esas huellas en vez de fotograar el espacio arquitectnico en disolu-

    cin, tema que le es tan cercano?E. Bueno, eso es importante. Despus de entrar por primera vez al edicio, fui y con-

    segu pelcula. Jams en la vida se me ocurri conseguir luces profesionales ni cmaras de negativo de gran formato; llev mi 35 mm y el trpode. Hubo algo de planeacin. Sin embargo, cuando entraba al edicio, la capacidad organizativa me abandonaba, el impacto emocional generado por lo que vea era tan fuerte que no poda mantener una conducta coherente. La verdad es que ya enfrentado a esos hechos, uno no piensa ms.

    S. La dej perturbada el ingreso?E. Muy perturbada. Cuando entr por primera vez a ese espacio, fue como haber llegado a

    otra realidad. Una caverna en las profundidades de la tierra. Hoy, acordndome, me falta el aire. Los pisos de abajo del edicio tienen muy poca ventanera, no haba luz elctrica desde el atentado. bamos con cascos: me acompaaban dos personas de seguridad, llevbamos lmparas porttiles y su luz me pareca muy dbil, slo alcanzaba a mostrarnos pequeas porciones de lo que nos rodeaba. Lentamente se avanzaba, pues el camino estaba lleno de escombros. La pesada atmsfera que lo envolva a uno era casi irrespirable.

    La atmsfera estaba colmada de cosas, de emociones y presencias no reconocibles. A cada respiracin, uno senta el paso de esa atmsfera por todo el sistema respiratorio hasta los pulmones; a cada respiracin entraba al torrente sanguneo, llegaba a los rganos, se haca parte de mi. Tomar ese registro fotogrco implic un proceso psicolgico de ir adquiriendo una proximidad con los hechos, y otro fsico, pues esa informacin tambin se proces a travs de mi propio cuerpo.

    S. El espacio se apoder de usted?E. S, literalmente. Senta que andbamos al borde de un enorme abismo cuyos lmites

    no vea, pero cuya proximidad poda intuir. Las luces de las lmparas dejaron ver unas ex-

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    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 70 x 104 cm 2003

    Sin ttulo. De la serieDesde adentro Fotografa color 70 x 104 cm 2003

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    traas inscripciones sobre los muros; me parecieron signos de un lenguaje desconocido. A medida que avanzbamos, encontraba diferentes supercies marcadas con esos signos El intervalo de tiempo que me tom interpretar la naturaleza y el origen de esas seales fue para m de extremo temor. De pronto comprend que la profunda oscuridad del ambiente no slo estaba causada por la falta de ventanas, sino por la presencia de una capa tupida de holln generada por el incendio que lo cubra todo. Entonces comprend tambin que los signos de ese lenguaje extrao eran realmente las huellas y los gestos de las personas que haban estado all esa noche, tratando a tientas de salir del edicio en la oscuridad.

    S. Supongo tambin que ese momento debe haberle planteado profundas reexiones sobre su mltiple condicin de vctima virtual, de sobreviviente y de testigo que necesita contar.

    E. Comprenderlo y percibir la intensidad de las emociones guardadas en esos gestos, la condicin de vulnerabilidad de esas personas, fue una experiencia muy dolorosa. Pienso que en ese momento se sell como una especie de acuerdo inconsciente con ellos. Supe que tena que guardar una memoria de lo que vea. Era como un deber hacerlo. Tena que llevar esa voz, transmitir el mensaje que habamos encontrado all depositado en las supercies de las paredes, las puertas, los ascensores.

    Este registro, Desde adentro, quizs sea la manera nica posible que vi de acom-paarlos, de estar presente.

    S. En ese escenario cargado de emociones, de intensidades de oscuridad y destruccin, cmo orientarse?

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 2003

    carlosResaltado

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    E. Yo tena un horizonte inicial, la bsqueda del patrimonio artstico del Club, pero en ese recorrido me encuentro que a cada paso se desplegaban territorios insospechados. Era muy difcil saber sobre qu centrarse.

    Es que presenciar la transformacin de un espacio habitualmente consagrado a la re-creacin, al cuidado del cuerpo, en muchos lugares lujoso, convertido en este escenario, es una experiencia muy fuerte. Pinsese por ejemplo en el gimnasio: todas esas pesas y mquinas cuya referencia inmediata es el cuerpo humano, completamente carbonizadas... Canchas de bolos sembradas y parcialmente tapadas por escombros gigantescos; los pisos de mrmol habitualmente impecables, ahora tapizados por una capa espesa de cenizas. Haba zonas donde el velo negro del holln haba pasado sobre los objetos, eliminando su brillo, robndose sus diferencias, reducindolos a todos a una misma supercie oscura y aterciopelada, semejante a la que cubre las alas de las mariposas nocturnas. Podra seguir citando muchos ejemplos. Es difcil imaginar la disonancia emocional que se crea al ver juntos elementos que hablan al mismo tiempo de rdenes tan distantes como el lujo y la ruina, el placer y la angustia.

    Me impresion ver el estado de ciertos muebles que quedaron desarticulados por la explosin, el mueble que siempre nos habla de las personas y de su postura; el estado in-descriptible de las plantas y las ores quemadas en los oreros, ese testimonio silencioso de otros seres vivos. Aunque todas esas alteraciones de los espacios y de los objetos aludan al ser humano, lo que hablaba directamente de lo que les haba pasado a las personas esa noche, eran sus huellas. Entonces en ellas resolv centrarme.

    S. En qu momento se desplaza la atencin de los escombros a las huellas? Insisto, no es el edicio el que le llama la atencin.

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 94 x 140 cm 2003

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    E. S me la llama y poderosamente, pero decido dejarlo de lado. Al hueco de siete pisos de profundidad creado por la onda explosiva que se vea desde el restaurante principal y que no poda ser ms impactante, le tom slo una foto. El video est lmado al pie de ese hueco, uno de sus bordes alcanza a asomar en la imagen, pero no se centra en l. Las fotos se centran en huellas dejadas por las personas y las huellas de los objetos faltantes.

    S. Y as est haciendo alusin no slo a ese objeto ausente, sino a todos los otros objetos faltantes.

    E. S. Cuando paso por un corredor y encuentro marcada sobre la pared ennegrecida por el humo la silueta casi fantasmagrica de una mesa que ya no est, quizs no est echando de menos especcamente esa mesa Estoy visualizando una ausencia y esa ausencia hace resonar muchas otras.

    S. En el caso de las huellas de personas, son huellas en un punto lmite, umbral entre la vida y la muerte: unas pueden ser el rastro de alguien que no logr salir, otras pueden ser el primer rastro de su regreso a la vida. Se ubica en ese umbral y tal vez es eso lo que hace tan interpelador ese registro.

    E. Como persona que llega al escenario de los hechos despus de que todo se ha con-sumado y que puede ver ese espacio cuando nada ha sido tocado an, siento una inmensa tristeza. Las huellas actuaron como el vehculo que me transport hasta los momentos

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 2003

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    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 70 x 104 cm 2003

    que ellos vivieron. Yo llego tarde, todo el mundo llega tarde a hacer ese registro; nunca vamos a poder estar en el momento mismo de los hechos. Lo que nos puede dar acceso a esos momentos no son las perforaciones de siete pisos, ni los carros carbonizados en el parquedero, ni el estado del gimnasio, sino las huellas de las personas y de los objetos ms cotidianos.

    S. Huella, insisto, que nos transporta al momento lmite entre vida y muerte.E. Es en ese borde donde esta obra quiere situarse y situar al observador, y donde me

    parece que de hecho lo sita. En verdad, como usted seala, Desde adentro da cuenta de un territorio, situado entre la existencia y la inexistencia, la realidad, por el que nal-mente todos, de un modo u otro, transitaremos. Se concentra en ese borde que encontr plagado de marcas de desplazamiento. En la gran mayora de estas fotografas se insina un acceso, un portal, la puerta, la escalera, el ascensor, una zona que conduce a otros espacios que no vemos. Muchas personas que entraron a la exposicin me decan que les pareca or lo que estaba pasando all adentro del edicio.

    S. Efectivamente, no pretende narrar, no pretende reconstruir, no pretende impresio-nar Hubiera podido fotograar cosas mucho ms impactantes, o no? Preere llegarle al pblico a travs de huellas, de algo casi incapturable que es una atmsfera.

    E. Quera proporcionar una mnima muestra, un mnimo acercamiento a lo que ellos llegaron a vivir.

    S. Un esfuerzo por simbolizar y hacer tolerable lo intolerable?

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    E. Realmente el esfuerzo est centrado en captar y guardar una memoria de lo que vea. Con ello, quizs se logre un documento con el cual se objetiva y se pone fuera de s mismo una experiencia extrema difcil de tolerar. Una visitante a la exposicin me dijo que este documento le haba permitido acercarse por primera vez a lo que sucedi all, pues lo del Nogal haba sido como un hierro candente que no haba por donde agarrar. Esa frase resume muchas cosas clave.

    S. Las paredes y los espacios fotograados fueron sometidos a algn tipo de tratamiento previo?

    E. Absolutamente a ninguno. Registr lo que encontr, como lo encontr. La mayor parte de las fotografas son tomas frontales de muros, puertas, ascensores, que muestran las huellas tal como las encontr. Estn tomadas desde una distancia cercana determinada por lo que se alcanzaba a visualizar con las lamparitas de mano que llevbamos para guiarnos. La intervencin ma es la eleccin de la toma y la decisin de ampliarla a tamao real.

    S. Cmo fue entonces, dadas las circunstancias, el proceso tcnico de las tomas foto-grcas?

    E. Como le cont, era difcil mantener los controles de la razn en esa situacin. No cumpl con los procedimientos habituales de cualquier fotografa. Por ejemplo, no hice lo que en el lenguaje tcnico se llama braqueteo: generalmente, y ms en condiciones de luz tan difciles, se elige una toma y en seguida se realizan varios disparos con el diafragma ms abierto, o ms cerrado, para contar con un registro amplio, con diferentes exposi-ciones. No lo hice... Casi todas las imgenes son negativos nicos... No se cmo funcion. Por otro lado, las condiciones de iluminacin eran muy precarias; las luces porttiles que llevbamos para ver el camino, unas veces eran barras de nen, otras eran halgenas... Ello impact el color de algunas fotos.

    Para m era esencial mostrar esa oscuridad que recordaba, y para ello contaba con el referente nico de mi propia memoria sobre esos recorridos. Las imgenes se ajustaron poco a poco a ese recuerdo.

    Todos sabemos que las fotografas pueden llegar a ser tan ajenas y distantes de los objetos que registran. Recuerdo ahora la descripcin de Roland Barthes en La camara lucida al tratar de reencontrar angustiosamente a su madre ya muerta entre las muchas fotografas que tena de ella y en las que solo lograba reconocerla fragmentariamente pues estas dejaban escapar su ser y por lo tanto dejaban escapar su totalidad. En el caso del Nogal, no se como, pero s que la atmsfera qued registrada en estas fotos.

    Ampli las fotos a tamao real. Un ladrillo mide en la foto lo que mide un ladrillo. Carmen Mara Jaramillo interpreta esto como un recurso para implicar el cuerpo del observador, y creo que as es.

    S. En todo este relato encuentro algo que me parece extraordinariamente interesante: la relacin acontecimiento-huella, en paralelo con la relacin sueo-realidad. Ambas relaciones pareceran estar atravesadas por eso que llama la misin de captar lo invisible y proyectarlo. Pero, adems, estas obras son tan importantes para la gente del Nogal porque le prestan a quienes vivieron la catstrofe o perdieron en ella a un ser querido, un medio para elaborar su propio duelo.

    E. Creo que s... Una persona que visit la exposicin me dijo: Esta exposicin es como un gran ritual; todos nosotros venimos ac a cumplir con una cuota, la cuota de compartir este dolor con quienes lo vivieron y as poder acompaarlos. Es una manera de que sepan que nosotros no los hemos abandonado.

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    S. Es muy importante en estos casos prestar atencin a un concepto amplio de vctima, no slo en el momento de la tragedia sino en el proceso posterior de rehabilitacin fsica y psicolgica.

    E. Eso tiende a olvidarse. De alguna manera no slo los que estaban en el edicio fueron victimas de ese atentado. Todos los que pertenecan a esa comunidad fueron vctimas de ese atentado. Se perdi la vida de muchos empleados, de muchos socios, de varios visitantes, muchsimas personas quedaron heridas severamente y an lo estn de una u otra manera. As como sucede con la naturaleza, al devastarla nos estamos devastando; poco a poco uno puede ir entendiendo cmo cuando se inige dao a alguien, se le hace a todos.

    S. En todo caso cuando regresa al escenario de los hechos pas de ser vctima virtual a convertirse en heraldo, en testigo que necesita contar.

    E. Fue muy difcil tomar la decisin de mostrar las fotos del Nogal. Tema que la gente pudiera malinterpretarlas. Pero ese temor estaba contrarrestado por una sensacin ntida de tengo que hacerlo porque yo lo vi. No mostrar este registro equivaldra a abandonarlos; sera como decir a m no me importa lo que veo. A los pocos das del atentado tena el re-gistro completo; mand sacar slo unos contactos fotogrcos. Me daba cuenta de que deba esperar a encontrar un momento y un lugar adecuados, y eso fue un ao y medio despus.

    S. Al cabo de muchas vacilaciones decidi mostrar la obra, pero al mismo tiempo man-tiene la determinacin de no venderla. Aqu hay un cruce de intereses. Por un lado, est el valor del trabajo profesional del artista; por el otro, el inters del pblico por acceder a un producto que al n y al cabo es un producto para el mercado, y por ltimo est el inters, yo dira casi la necesidad, de algunas de las vctimas o de sus sobrevivientes de tener a travs de su obra la memoria congelada de los seres queridos que se fueron. Cmo se resuelven estas tensiones, o cmo las afronta si es que no se pueden resolver? Me gustara extender esta reexin sobre la relacin obra-vctima a sus otros trabajos, dado que ge-neralmente estn ubicados en escenarios donde prcticamente no hay quin se interese por recoger la memoria, salv usted.

    E. Me ha sorprendido sobremanera encontrar que mucha gente quisiera adquirir estas fotografas. No me imaginaba que las personas soportaran convivir con estas imgenes tan fuertes. Pero he llegado a comprender tambin que para los sobrevivientes las fotos son de alguna manera una prueba que da fe de que todo eso existi y de que ellos pudieron atravesarlo. Por otro lado, hay socios que ven estas fotos como un documento de lo que aconteci a su comunidad. Sin embargo, no estn a la venta. Slo las puede adquirir una institucin como un museo. He pensado que quizs la mejor manera como pueden cir-cular estas imgenes es a travs de un libro.

    S. Las fotografas son para esa comunidad una herramienta para elaborar su prdida.E. Poco a poco me he dado cuenta de que son muchas cosas: son memoria, son testi-

    monio, son homenaje. Las fotos son algo que te dice que lo que sucedi no fue un sueo, o ms bien una pesadilla. Cmo se dice cuando alguien es capaz de cruzar el inerno y logra salir al otro lado y sacar una piedrita, cmo se llama esa piedrita?

    S. La evidencia, una prueba visualizable!E. Eso. Tambin son eso para algunos.S. Al sustraer las fotografas del mercado, parecera que se quisiera evitar toda situacin

    de privilegio frente a las fotos. A n y al cabo el dolor ms all de la muerte no individualiza, no tiene jerarquas, no distingue. En el dolor de la muerte nos encontramos como iguales. En ese mismo orden de ideas, las fotos tampoco pueden tener dueo, no se las vende.

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    E. Me preocupaba la idea de ver estas fotografas convertidas en elementos decorati-vos en la sala de una casa. Me preocupaba pensar que se convirtieran las huellas de estas personas en un simple objeto esttico. Preero que las tenga un museo o una institucin que se ocupe de la memoria. Y aqu s tengo que darle todo el crdito al director de la Galera Alcuadrado que crey en la importancia de mostrar al pblico este documento y realiz un montaje tan exigente en el Teatro Olympia, en una modalidad tan poco lu-crativa para ellos.

    S. Me impresion verla acompaar a todos los visitantes a ver la obra. Es poco usual que el artista sea quien dedique horas, das y semanas a mostrar su obra. Hay en ello como un afn suyo de compartir? Sabemos la importancia que tiene para los sobrevivientes contar. Para alguien que pudo ser vctima y se salv, contar, compartir, exorcizar los fantasmas es una necesidad irreprimible.

    E. Entiendo que las reacciones ante este tipo de hechos pueden ser muy diversas. Cada persona es distinta; unos tienen la necesidad imperativa de contar muchas veces lo que les ha ocurrido, otros muestran una renuencia total a tocar el tema, que a veces dura aos; otros nalmente pueden hablar cuando hay algo que lo propicia. Pens mucho en los sobrevivientes, en los familiares de las vctimas, en los socios y empleados del Nogal. Quise estar presente en el Olympia y casi todo el tiempo y lo hice, lo cual como usted seala es muy inusual, porque generalmente se monta una exposicin y de algn modo uno se aleja de ella y slo asiste para asuntos puntuales. Pero esta vez me preocupaba pensar que ellos iban a visitar una exposicin de tanta carga emocional estando solos. Quera estar presente

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    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 70 x 110 cm 2003

    por si queran hablar con alguien que hubiera estado tambin cerca de los hechos.S. Me parece importante constatar que en su obra el artista no es profeta sino heraldo.

    No cuenta su verdad, cuenta verdades que se le imponen, que le encomiendan otrosE. Pues en parte es as. Uno pone un nfasis, uno elige una mirada A veces encuentra

    que las cosas ya estn hechas, lo nico que hay que hacer es registrarlas y estar atento al hacerlo, para no distorsionarlas.

    S. Sus espacios son espacios vacos, pero al mismo tiempo con una presencia-ausencia muy fuerte de sus potenciales habitantes. Cmo piensa esa relacin entre los espacios y sus moradores, o mejor, cmo estn los moradores en sus espacios vacos? La exposicin se hace en el Olympia, un espacio que est a punto de desaparecer como teatro para con-vertirse en centro de ocinas.

    E. El Olympia fue el primer escenario de presentacin de Desde adentro y cuando dicha exposicin se termina, el Olympia se despide para siempre como teatro, como lugar de exposicin

    S. Los moradores del Club estn presentes all en las huellas. Las fotografas son un documento para ser ledo de mltiples maneras. Por eso es tan importante conocer las lecturas, tambin plurales, de las vctimas.

    E. Fue con base en esa sugerencia suya, Gonzalo, que empec a recoger de un modo ms sistemtico las impresiones de los visitantes y posteriormente sus testimonios.

    S. Cmo se lleg a esta determinacin de hacer esa primera exposicin en el Olympia?

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    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 70 x 110 cm 2003

    E. No quera mostrar estas fotos en una galera de arte convencional; tampoco poda hacerlo en un saln de artistas; entonces haba que encontrar un espacio diferente. La Galera Alcuadrado es una galera nmade que busca cada vez una locacin diferente de acuerdo con la exposicin que va a realizar. Durante meses buscamos conjuntamente un espacio apropiado. No era empresa fcil; el espacio tena que brindarle contencin al espectador y, a la vez, darle resonancia a la obra. Adems, la exposicin deba tener un carcter muy respetuoso con los dolientes.

    S. Sobre todo cuando esta decisin estaba precedida de esos mltiples temores ya men-cionados: a no ser comprendida por las vctimas; a que se pensara que se quera negociar con el dolor ajeno; a ser percibida como simple intrusa, y quizs a que se viera en la obra una pura voluntad estetizante de un momento ante todo trgico.

    E. Pese a todos esos temores iniciales, se hizo. Haba otra idea importante: realizar un evento para la ciudad en un lugar accesible al pblico en general, y as fue.

    El antiguo Olympia proporcion el espacio adecuado para ver este trabajo. El teatro estaba situado, como dijo un visitante, en el borde de la desaparicin. La carga dra-mtica de un teatro vaco es muy grande. Ubiqu las fotos y el video en el mezanine, especie de gran balcn desde donde se podan ver y sentir las enormes reas vacas destinadas al pblico y a la imagen, la pantalla gigante. Las dimensiones del Olympia evocaron en muchos asistentes el edicio del Nogal. A la vez, permitan algo que era muy importante para m: manejar el vaco, sin que la exposicin quedara perdida o neutralizada en l.

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    En cuanto a la voluntad estetizante que menciona: algunas personas encuentran estas imgenes a la vez terribles y bellas. Yo no las puedo ver bellas; pueden tener un cierto or-den, eso si. Quizs la belleza que algunos perciben deriva del claroscuro que les conere el humo comparten atributos con el dibujo, que pueden reforzarse al registrarse en supercies bidimensionales. Pero esa supuesta belleza nunca est enmascarando el conte-nido del trabajo, ni anula la carga de su signicado. Personas que entraron a la exposicin sin saber de qu se trataba, perciban que ese documento daba cuenta de algo terrible.

    S hay una construccin: uno est seleccionando un punto de vista, arrancando un frag-mento de un caos que lo hara invisible; le est dando presencia. Como dice Susan Sontag: Fotograar es encuadrar y encuadrar es excluir. Eso hace posible que cada huella se vea y se sienta sin recurrir a amplicarla ni un milmetro. Obliga al espectador a aproximarse a una distancia determinada a un hecho. No hay panormicas, tampoco hay close ups. Quien lo mira puede identicar ese trazo como el gesto de una persona.

    S. Cmo lo vieron las personas vinculadas al Nogal? Me imagino que fue un momento de catarsis, de evocacin de sus propias experiencias y de los relatos de otros.

    E. As fue. Los socios y empleados se conmovieron mucho. Recordaron sus experiencias, me contaron muchas cosas a veces durante horas.

    S. En sus obras hay poca corporeidad; por ejemplo en la del Nogal y tambin en otras. En El reino de este mundo, las cosas no existen con una forma y una materia claramente denidas. Las cosas existen como escombros, escombros en proceso de transformacin a nuevos objetos. Si se mira en conjunto su obra, se puede decir que hay una concepcin

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 94 x 140 cm 2003

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    o mirada muy particular del tiempo y del espacio (o de la materia, de los cuerpos) que convergen. La volatilidad del presente se encuentra con la evanescencia de los cuerpos, de los volmenes y de los espacios. Es lo que se percibe en El reino de este mundo. Y volvemos a esta constante de su obra, la disolucin. La nica certeza de nuestra contem-poraneidad es el cambio. Como el ttulo del libro de Marshall Berman, Todo lo slido se desvanece en el aire, parecera ser su lema.

    E. En general, no procedo a hacer trabajos guiada por conceptos predeterminados. Al mismo tiempo que se puede encontrar un proceso de disolucin en algunos trabajos, hay un esfuerzo por guardar las huellas de esa disolucin. Despus del atentado, ped dos veces en El Nogal que guardramos un pedazo del espacio tal como haba quedado; quera hacer algo semejante a lo que fue la obra In vitro (1997) en la que sealo el estado de abandono del edicio de la antigua Estacin de la Sabana que se haba adaptado, limpiado y arreglado para el Saln de Artes Visuales del 97, un saln sobre el tema de la memoria. En esa ocasin, me opuse a que se adaptara un corredor entero del edicio; lo conserv tal como estaba con sus ocho aos de abandono encima, y lo que hice fue poner un grueso vidrio de piso a techo, cerrando el acceso a ese corredor, guardando as ese estado de las cosas. El vidrio interrumpa el recorrido del espectador que no poda pasar, pero s poda observar el estado del edicio como en una inmensa vitrina.

    Quise hacer algo semejante en El Nogal. Les ped que me dejaran aislar y proteger del proceso de reconstruccin un rea mnima, aunque fueran dos metros cuadrados, guardarla y mantenerla tal cual, sin moverla ni tocarla, y despus, cuando todo el edicio estuviera restaurado y arreglado, poder tenerla como memoria muy precisa de su propio pasado, all incrustado, en el corazn mismo del edicio. Pero en ese momento resultaba muy difcil para ellos escuchar una propuesta como sta. Dicilsimo, cuando todo era caos, pensar en proteger esta destruccin para seguirla viendo ms tarde. No me pusieron cuidado. Por otro lado, tuvieron que transformar mucho el edicio y cambiarlo para que los espacios donde sucedieron las cosas ms duras no siguieran asociados a la tragedia. Cmo guardar entonces un pedazo? Yo lo lamento mucho.

    S. Y estoy seguro que a la larga lo van a lamentar ellos tambin.E. S que, de habrseme dado esa oportunidad, hubiera encerrado entre cuatro vidrios

    esa zona preservada de la labor de remocin y reconstruccin, como una columna de piso a techo. Imagnesela: una columna de cristal que hubiera guardado el estado de las cosas, tal como quedaron, sin tocar nada. No se pudo guardar eso

    S. Lstima que no hubieran recogido la idea. Se imagina la contundencia de ese lu-gar de memoria? Extrao que ellos, en El Nogal, no hubieran captado las dimensiones de la propuesta, sobre todo en un contexto como el de hoy, tan afanoso de conservar los rastros de la memoria herida.

    E. Creo que perciban la importancia de la idea, pero tambin hay que entender. Era muy difcil hacerlo a nivel psicolgico, y ms an implementarlo a nivel prctico ya que debido al alto grado de destruccin del edicio, tuvieron que quitar placa de no s cuntos pisos, y sin piso y sin techo, cmo guardar un espacio como el que estoy describiendo?

    S. Es que en este pas a veces no hay el necesario respeto por el pasado del dolor ajeno.

    E. Hay que reconocer tambin que El Nogal facilit hacer este registro. Despus lo present en su propia galera de arte en febrero de 2005, cuando se cumplieron dos aos del atentado. No es usual en este pas que las instituciones hagan estas cosas. Todo

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    Fotografa de archivo 2003

    Fotografa de archivo 2003

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    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Fotografa color 93 x 140 cm 2003

    lo contrario, borran las huellas de este tipo de hechos que desaparecen de la supercie de manera radical el caso de todos conocido del Palacio de Justicia. Uno se pregunta: Qu hay hoy da en ese lugar que aluda a lo que all sucedi? Aunque fuera un sitio que invitara al silencio en memoria de los que perdieron all la vida. El edicio fue totalmente borrado; no se sabe si se requera tcnicamente tal remocin, o si ms bien lo que queran era eliminar informacin y de paso retirar ese escenario de la memoria de todos nosotros. Si eso sucede de modo tan masivo con un caso tan importante, qu ser de esos cientos de casos remotos, que no suceden frente a los ojos de todos?

    La artista Doris Salcedo hizo una intervencin escultrica muy signicativa sobre la fachada oriental del nuevo edicio del Palacio de Justicia dejando descolgar, una a una, ms de 250 sillas amarradas por cuerdas desde el techo, que pendieron durante horas el da 6 de noviembre de 2002, cuando se cumplieron 17 aos de este episodio. Doris Salcedo ha dedicado su trabajo a realizar una reexin sobre el horror experimentado por la vctima que ha atestiguado un hecho violento; en muchos de sus trabajos yuxta-pone piezas de mobiliario proveniente de vctimas, utilizando materiales muy frgiles y orgnicos como cabello o pedazos de tela de su vestuario, por ejemplo, guiada siempre por la introyeccin de la experiencia de la vctima con quien establece una relacin de gran intimidad. Es uno de los trabajos ms estremecedores que uno puede encontrar en el arte contemporneo.

    S. Hablando de otro tpico de su obra, quisiera que reexionramos ms detenidamente sobre el manejo de los recursos tcnicos y la materia trabajada. El tiempo es un elemento subyacente a sus proyectos estticos y que los atraviesa todos, pero con una caracterstica

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    El reino de este mundo Fotografa de la instalacin 94 x 140 cm 2000

    muy signicativa: es un tiempo que no discurre de manera indenida, sino que hay una nitud de los objetos que se estn deshaciendo, hay una nitud de la vida y del tiempo mismo. El video transcurre en un tiempo limitado: dura doce horas.

    E. Bueno, viendo los trabajos en perspectiva, se pueden identicar unos ejes temticos y formales que parece podran articular proyectos aparentemente inconexos. Realmente los trabajos que hago siempre derivan de una experiencia directa; no busco una cohe-rencia con los anteriores. Sin embargo, es diciente el hecho de que uno elija cierto tipo de situaciones entre las que vive, y no otras. Pero cada proyecto le va mostrando a uno el camino. Nunca escojo un tema con premeditacin creyendo que puede ser interesante. De algn modo ste se me presenta y poco a poco se despliega.

    S. Pero vuelvo al punto: el nfasis que se pone no es en que los objetos duran, sino en que se acaban: escombros, ruinas, huellas, esos son los elementos de su trabajo.

    E. As es. En un principio pens eso mismo, que estaba aludiendo a lo que se termina, pero el trabajo El reino de este mundo me permiti revaluar esa idea. Ms que materia, veo procesos; la mirada est concentrada sobre el momento en que se produce un trn-sito, y coexisten varios rdenes; en este caso, el orden de lo que est dejando de ser y el orden de lo que est empezando a ser. Entonces, muchos trabajos no todos sealan, propician o cultivan situaciones que nos permiten observar la coexistencia de rdenes cualitativamente muy diversos e incluso opuestos, en una gran proximidad. Esas zonas son como unas bisagras o vrtices.

    En El reino de este mundo eleg trabajar con un material terminal, que se considera un desecho, como son los escombros. Aglutinndolos con cemento form un mdulo constructivo un bloque con el cual quera levantar un muro. Qu sucede? Que al acer-

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    El reino de este mundo Fotografa de la instalacin 94 x 140 cm 2000

    El reino de este mundo: La casa de Fanny Fotografa de la instalacin 94 x 140 cm 2000

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    carme a este paisaje de una demolicin urbana, un mar de escombros de varias manzanas de extensin, empiezo a darme cuenta de que de este caos parecen emerger espontnea-mente distintos ordenamientos.

    Uno de ellos, el ms importante, es la mujer que encuentro all mismo dedicada a limpiar ladrillo a punta de cincel y mazo, durante meses. Limpiar ladrillo es retirar de los ladrillos de la demolicin todo vestigio de la construccin anterior, el cemento, el paete. Despus los utiliz como el material para construccin de su propia casa. Mi trabajo El reino de este mundo, es slo un ordenamiento ms de los muchos posibles.

    S. Lo que aparece en un momento como escombro se resiste a desaparecer. El escom-bro en s mismo alude al desvanecimiento de un orden preexistente, ya desaparecido; sin embargo, en s mismo, se resiste a desaparecer y se transforma en una vida nueva.

    E. En un orden nuevo, ms que en una vida nuevaS. Toda una versin esttica de la famosa ley de la qumica de Lavoisier, segn la cual

    la masa y la materia no se destruyen, slo se transforman.E. Aunque uno se valga de la materia para hacer los trabajos, ello no quiere decir que

    stos sean una reexin sobre la materia exclusivamente. Un trabajo reciente llamado Nuevas oras, realic una serie de tallas elaboradas en ramas y troncos de rboles nati-vos, en cuya madera se modelan elementos pertenecientes a la cultura. Los rboles a su vez seguirn procesando estas intervenciones. La talla no es el punto nal del proceso. En el momento en que se inicia una intervencin se est abriendo un camino, y el trabajo contempla el seguimiento y registro de lo que suceda a partir de ese momento.

    S. Pero esta idea de proceso no es aplicable al caso de las fotos de El Nogal. De hecho, en El Nogal la relacin con el tiempo y con la materia es mucho ms radical que en In Memoriam y que en El reino de este mundo e In vitro. No hay cuerpo, no hay volu-men, hay cenizas

    E. Exacto. Los trabajos que he hecho podran dividirse en dos tipos: los que se constru-yen y los que se encuentran y se registran; es decir, en los ltimos se realiza una mnima intervencin que los seala. A esta categora pertenecera por ejemplo esta obra Desde adentro. No supone un proceso. Es un registro de seales y es un documento realizado en una condicin de gran proximidad emocional con la comunidad afectada, pues era parte de ella.

    S. Las huellas hubieran podido desaparecer, pero fueron tomadas en el momento en que todava eran registro de lo que haba ocurrido.

    E. Exactamente, y eso es algo muy importante. En el momento en que el edicio se abriera a la circulacin por parte de trabajadores, socios, obreros, etc., esas huellas y trazos iban a empezar a alterarse o desaparecer. Crame que me toc armarme de mucho valor para hacer ese registro con la velocidad requerida. Pude encontrarlo todo sin que nadie lo hubiera tocado; incluso, creo, sin que nadie ms lo hubiera visto.

    S. Quisiera volver a ese papel del error y del azar en su obra. Cmo ha racionalizado el papel del error que es tan importante en su obra?

    Tengo una imagen creada por el error de un computador. La llam Shiva y hace parte de El reino de este mundo. En la cosmogona hind hay dioses que se dedican a construir el mundo, otros a mantener este orden y otros a destruirlo. Shiva es el dios que se encarga de destruir peridicamente la creacin. En India, las danzas consagradas al dios Shiva se realizan dando giros sobre una sola pierna; caerse es parte de la danza, una gura de la misma y no un error.

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    Memoria, imagen y duelo. Conversaciones entre una artista y un historiador Gonzalo Snchez y Mara Elvira Escalln

    anlisis poltico n 60, Bogot, mayo-agosto, 2007: pgs. 60-90

    In vitro Fotografa de la Instalacin Estacin de la Sabana 1997

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    adaMemoria, imagen y duelo. Conversaciones entre una artista y un historiador Gonzalo Snchez y Mara Elvira Escalln

    anlisis poltico n 60, Bogot, mayo-agosto, 2007: pgs. 60-90

    Sin ttulo. De la serie Nuevas oras Fotografa color 80 x 120 cm 2003

    S. Esta imagen creada por el error del computador aparece como un sentido no bus-cado. Veo una relacin profunda entre azar y orden. Las cosas estn dispuestas en un orden determinado, de repente entran en proceso de desestructuracin total y despus, de repente tambin, sin que se sepa bien cmo, a travs de ese juego del azar, pueden entrar en un nuevo orden. En ltimas, azar y orden no son incompatibles, pueden ser momentos del orden, no son dos opuestos.

    E. Eso es muy interesante. Uno se va dando cuenta poco a poco de que no puede con-trolar el curso de las obras; uno puede incidir sobre ciertos aspectos, pero hay que dejar (y ms le vale a uno hacerlo, porque si no se le va a imponer de todos modos), hay que dejar un espacio para que el azar entre y haga su parte. Eso lo entend con In Memoriam (la columna de hielo). Entend que lo que tena que dejar entrar en ese trabajo era el error. Uno siempre est marginando el error de los procesos artsticos; ejercemos como una especie de operacin de limpieza mediante la cual tratamos de sacar de la escena algo que puede ser interpretado como un fracaso.

    S. Pero en este caso el error y el fracaso son parte del orden.E. As es, si uno as lo plantea, del mismo modo como caerse puede ser parte de la

    danza de Shiva.S. Y cmo se maniesta en el proceso de elaboracin de sus obras esta nueva perspec-

    tiva?E. Mire, en el caso de la columna de hielo, me tom ms de un ao haciendo toda clase

    de estimados: calculando cul deba ser el espesor de los vidrios para resistir la presin del agua, fabriqu a escala todos los elementos y realic varios pilotos del proceso completo; en n, no ahorr ningn esfuerzo. Sent que todo estaba bajo control. Faltando dos das para la Bienal del Museo de Arte Moderno, donde este trabajo se iba a presentar, hice el montaje de la obra para la foto del catlogo y empec a llenar la urna de agua con la columna, esta vez a escala real.

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    Memoria, imagen y duelo. Conversaciones entre una artista y un historiador Gonzalo Snchez y Mara Elvira Escalln

    anlisis poltico n 60, Bogot, mayo-agosto, 2007: pgs. 60-90

    S. Y qu pas?E. Pas que la urna cedi, se curvaron las paredes de vidrio, y empezaron a regarse

    estrepitosamente los trescientos litros de agua y el museo a inundarse. S que suena muy cmico ahora, pero era una tragedia en su momento. Entend que pese a mi determina-cin, no haba podido controlar el proceso en su totalidad; ya era muy tarde para buscar otras soluciones. Realmente llegu a pensar que lo que me iba a tocar hacer era aceptar y consignar la imposibilidad de hacer la obra: poner la urna vaca, el molde, y en alguna de las paredes del espacio que me asignaron, contar la historia. Pero antes opt por tratar de reforzar la estructura de la urna con ngulos metlicos, y no s si fue por suerte, pero no se volvi a explotar.

    Sin embargo, senta todo el tiempo la amenaza, el temor de que el episodio se repitie-ra. Tena que tolerar ese estado de inestabilidad y de tensin tan altas. As que pens que un componente esencial de esa obra era someterse a la materia, humildemente, a lo que pudiera pasar.

    S. En otros trminos, no hay una obra claramente pregurada. La obra es una bsqueda que puede quedar eventualmente inconclusa.

    E. Lo que yo creo es que uno no puede controlar los procesos en su totalidad para que sean lo que uno quiere que sean, pues ellos tienen sus propias dinmicas. Uno no tiene dentro de su poder doblarlas de manera permanente.

    S. Pero desde luego en esa bsqueda tambin hay encuentros graticantes.E. Uno de los ms importantes fue el encuentro con Fanny esa organizadora del caos,

    que le cont que encontr limpiando ladrillo. La encontr por azar, hablamos y poco a poco nos volvimos amigas, y tuve la oportunidad de conocer y seguir su labor. Al mismo tiempo hacamos las dos nuestro trabajo a partir de la misma materia. La historia de esta construccin y las fotos de su casa son parte de esa instalacin; as convinimos. De manera que en la sala de exhibicin se presentaron ambos trabajos, uno frente al otro.

    S. Pasando a otro de los recursos tcnicos en su obra sobre El Nogal, por qu es im-portante hacer el registro sonoro, si ya se tenan las huellas, el registro tctil?

    E. En un principio se recogen las huellas, y unas semanas ms tarde se toma el video, la toma ja de este muro durante 12 horas continuas. El video no es slo un registro sonoro.

    S. Est bien. Adentrndonos en el sentido del video, que es uno de los componentes principales de la obra, qu es lo se lma all?

    E. La cmara de video se situ ja frente a una pared por un lapso de doce horas. La imagen que registro es la silueta de una mesa que qued estampada sobre ese muro por el incendio; encima se ve un marco carbonizado que contena un espejo. Slo transcurre el tiempo. Ese marco sin espejo muchas veces ha sido interpretado por los espectadores como una ventana a una gran oscuridad, como el paso hacia otra dimensin.

    S. Lo que el artista quiso decir es una cosa y otra cosa lo que la gente ve.E. Lo que otras personas ven tambin es parte del cuerpo de la obra.S. El video es una invitacin al observador a experimentar por su cuenta las vivencias

    de la artista en este viaje al fondo de la tragedia.E. Creo que ms que esto, fue una reaccin a los tiempos que manejan los medios

    informativos. Estando situada en el corazn de la tragedia, las cpsulas noticiosas que en pocos segundos nos cuentan lo que sucede resultan abrumadoramente distantes. No estoy diciendo que en cambio un registro de doce horas continuas sea muy cercano, pero s representa el intento de algo distinto. Una catstrofe de tales magnitudes, que marca de

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    anlisis poltico n 60, Bogot, mayo-agosto, 2007: pgs. 60-90

    Sin ttulo. De la serie Desde adentro Video 12 horas de duracin Proyeccin a tamao real 2003

    5:40 am 10:30 am

    12:30 m 3:30 pm

    5:00 pm 6:40 pm

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    Memoria, imagen y duelo. Conversaciones entre una artista y un historiador Gonzalo Snchez y Mara Elvira Escalln

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    un modo tan profundo la vida de tantas personas, a veces para siempre, no puede ser conocida slo por transmisiones de dos o tres segundos.

    S. Por qu eligi, entre tantos, ese ngulo especco para la elaboracin del video?E. Eleg ese lugar para el video por las huellas de los muebles faltantes y porque en-

    traba luz natural; eso me permita trabajar sin acudir a iluminacin articial y grabar un da entero. Quera grabar una jornada, de sol a sol. El sonido, junto con la luz, tiene la capacidad de irle contando a uno que el da va pasando: al amanecer se oyen los pajaritos, despus los primeros buses de la sptima, el trco se va haciendo ms pesado cada vez. Se oye la ciudad alrededor de este punto detenido. La imagen est casi inmvil, y es el sonido el que se encarga de traer el movimiento mandando tal cantidad de seales que es casi disonante con la quietud casi total de la imagen.

    S. Me impresion mucho esa combinacin de imagen, sonido y movimiento. Tuve la sensacin como de estar encerrado en un sitio sacro, y como si oyera en el exterior la circulacin del mundo, ese mundo del afuera que no se conecta con este interior, que est viviendo su profunda soledad. El ruido de lo externo est resaltado por este silencio ntimo. Podramos decir que es el sonido el que pone en evidencia la exterioridad.

    E. Creo que lo ha dicho con ms claridad que yo. Creo que usted identica muy bien lo que pasa all, el registro simultneo de dos tiempos: de un tiempo objetivo ex-terior y el tiempo subjetivo de quienes viven esa tragedia, y para los cuales el tiempo pasa tan lentamente como a veces sabe pasar. Se contrastan dramticamente esas dos dimensiones.

    S. Uno alcanza a detectar que el semforo se puso en verde. Es un tiempo real irritante, los carros pitan, no registran lo que est sucediendo all adentro, es chocante, tiene una fuerza terrible.

    E. En el video se siente la presencia de un semforo distante que marca un ritmo que te hace sentir los tres minutos de tiempo real desde all adentro. Es un parmetro real, contndonos cundo todos los carros frenan, cundo esperan, cundo arrancan, la ciudad que sigue su marcha frente a esa escena interior, casi inmvil, interrumpida slo por los movimientos muy leves y ocasionales de una cuerda que la atraviesa de arriba abajo

    S. Cuando uno vive una situacin de duelo es como si todo se paralizara, como si el tiempo se detuviera.

    E. Hubo gente que vio el video y me dijo que le haba recordado esta sensacin que uno tiene cuando ha muerto un ser querido; ese sentimiento de extraeza de constatar que todo sigue andando, el sol sigue saliendo, los carros siguen en la sptima y uno se pregunta por qu toda la realidad no se detuvo al mismo tiempo.

    S. Permtame concluir esta entrevistas con la siguiente reexin. Yo creo que de lo que se trata en suma en esta serie Desde adentro es del tema del equilibrio en la conjugacin de tres elementos bsicos: la necesidad de memoria, la voluntad de presentacin del evento desgarrador, y la exigencia de dignidad de las vctimas. Para unos esta obra ser la ms elaborada evocacin de sus muertos; para otros, un signo de resurreccin.