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Mejora Tus Competencias Socioemocionales Eliminando Mandatos Tóxicos

Lorena Ladrón de Guevara Galindo

Tus pensamientos se convierten en palabras. Tus palabras se convierten en acciones.

Tus acciones se convierten en hábitos. Tus hábitos forman tu personalidad y tu carácter.

Tu carácter define tu destino.

Virginia Satir

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PREFACIO

A lo largo de la vida tú y yo hemos ido construyendo una red de creencias acerca de lo

que nos toca vivir en el día a día. Tenemos creencias sobre el dinero, sobre el amor,

sobre la salud, sobre nuestro país, sobre la vida misma.

Estas creencias son mandatos más fuertes y poderosos de lo que te imaginas,

son en realidad tus reglas del juego para vivir.

Muchas de esas creencias o mandatos los construimos en la infancia a través de

lo que papá, mamá, tus hermanos mayores, tus maestros e incluso la publicidad que

había a tu alrededor te dijeron acerca de las cosas y los eventos que rodeaban tu vida.

Si tu vida está llena de situaciones que no te agradan, si parece que todo es cuesta

arriba para ti, te invito a detenerte un momento y revisar qué mandatos o creencias

tóxicas están revoloteando tu mente.

Tu cerebro se magnetiza con los pensamientos dominantes que recreas una y otra

vez en tu mente; y estos “magnetos” van atrayendo fuerzas, personas, y circunstancias

que van de acuerdo con esos pensamientos, y terminas por ver en tu vida eso que has

estado recreando en tu mente lo quieras o no, te guste o no.

Las ideas que evocan temor atraen problemas con la misma eficacia con que los

pensamientos positivos y constructivos atraen resultados positivos. De manera que sea

cual sea el tipo de pensamiento que tengas, éste tiende a propiciar lo que es afín a su

propia naturaleza, al propio polo de frecuencia en el que vibra, sea éste negativo o

positivo.

De ahí la importancia de revisar qué mandatos habitan dentro de ti, qué mandatos

han sido tu estructura piramidal para actuar en la vida, qué opinión tienes sobre ti mismo,

qué crees merecer, qué significa para ti el éxito, la salud, la prosperidad, el amor, etc.

Porque en función de esos mandatos estarás creando tus resultados.

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Esta especie de conexión entre tus pensamientos y tus resultados en la vida, son

una especie de círculo de influencia mutua que se alimenta a sí mismo. Dicho círculo

puede—según sea el caso—ser “círculo virtuoso” o “círculo vicioso”, y puede llegar a ser

muy poderoso. Estos círculos que se forman son algo real y hacen que al pensar en

cosas negativas (aunque no las quieras) se manifiesten en ti.

Este trabajo pretende ayudarte a identificar esos pensamientos o mandatos

tóxicos que hay en tu vida y sobre todo, pretende ayudarte a eliminarlos y aprender a

construir mandatos mucho más empoderantes, te ofrece modelos de competencias

socioemocionales que te ponen al frente para conducirte al éxito docente, profesional y

personal.

Hoy más que nunca desarrollar estas competencias es indispensable.

¡La vida es hoy, no la postergues!

Deseo que este viaje te revele verdades ocultas y te muestre la verdadera

naturaleza de tu poder interior y tu capacidad para crear aquello que decidas obtener.

Lorena Ladrón de Guevara Galindo

Master PNL&DHE

Master neurohipnosis

Human Coach

Especialista en modificar patrones de lenguaje

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ANTECEDENTES DE LOS MANDATOS TÓXICOS

Si quisieras jugar dominó, boliche, fútbol o cualquier otro juego tendrías que aprender

previamente cuáles son las reglas de cada juego para poder jugarlo adecuadamente,

¿cierto? Pues con la vida pasa algo similar, la diferencia es que en la vida no hay reglas

pre-establecidas, las vas aprendiendo en el trayecto y cada quien tiene una forma

diferente de vivirla, de jugar este maravilloso juego llamado vida, dependiendo de lo que

tus propios padres aprendieron de sus padres y que ahora te trasmiten y así se van

repitiendo de generación en generación.

Muchas de esas creencias o mandatos los construimos en la infancia a través de

lo que tus abuelos, papá, mamá, hermanos mayores, maestros e incluso la publicidad

que había a tu alrededor te dijeron. No son más que frases que escuchaste centenares

de veces y que fueron construyendo literalmente órdenes para tu vida.

Si congelaras el agua que está dentro de una botella tendría su forma, pero si la

congelas dentro de una caja también adquiriría la forma de la caja, ¿verdad? Eso mismo

pasa con tus pensamientos y actitudes, se van amoldando a todo aquello que vives y

aprendes.

Tu mente y experiencias también le han ido dando forma a tu vida. Lo maravilloso

es que tú puedes modificar esas formas de pensamiento y adquirir la vida que deseas.

No te conformes con el "modelo" en que te construiste, puedes engrandecerlo tanto como

quieras.

Algunas de esas órdenes o mandatos son muy poderosos, por ejemplo: “Eres

muy listo para lograr tus deseos”. Sin duda ésa será una creencia que te ayudará a

ser exitoso y feliz en la vida porque estará sembrada en tu mente y toda tu energía y tus

acciones estarán encaminadas a cumplir con esa creencia.

Pero si por otro lado también escuchaste decir “Hay que trabajar muy duro para

ganarse la vida”, o “¿Crees que el dinero crece en los árboles?”, seguramente

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crecerás pensando que ganar dinero es difícl y de modo inconsciente harás lo posible

porque así sea.

El primero de estos ejemplos es un mandato empoderante y positivo, mientras

que los otros dos son limitantes. Sin embargo, los dos tipos son igualmente poderosos y

acabarás actuando en función de ellos.

Louise Hay dice:

“Aquello que atraemos es siempre un reflejo, ya sea de nuestras cualidades o de las creencias que profesamos respecto de las relaciones con los demás. Las cosas que a usted no le gustan de ciertas personas son las que usted mismo hace o le gustaría hacer, son lo que usted cree. No podría atraer a esas personas ni tenerlas en su vida si con su manera de ser, no fuera de algún modo el complemento de su propia vida. La única manera de cambiar a los demás es empezar por cambiarnos a nosotros.

Cambie usted sus modelos mentales y verá cómo «ellos» también actúan de otra forma. De nada sirve echar culpas. Con eso sólo dilapidamos nuestro poder. Mantenga su poder, porque sin él, no podrá hacer cambios en su vida. La víctima desvalida no puede ver cómo salir de su situación.”

Uno de los mandatos más tóxicos que aprendimos en la infancia es el de

responsabilizar a alguien más por lo que nos pasa. Entonces se continúan fortaleciendo

esos mandatos en lugar de darnos cuenta y empezar a modificar esas creencias

limitantes.

Constantemente escuchaste de tu entorno y por lo tanto lo reproducirás en tu vida

que los demás, bien sea tu maestro, el gobierno, tu pareja, tus hijos, tu jefe, etc. son los

responsables directos de por qué no has triunfado o por qué no logras tus deseos.

¡Eso es sin duda una de las creencias más erróneas que puedas tener! ¡Nadie es

responsable de los resultados de tu vida mas que tú mismo!

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Que tal si ahora, con plenitud de consciencia, eliges modificar el viejo mandato y

te atreves a instalar la nueva orden que señala que nadie es responsable de lo que te

ocurre mas que tú mismo.

Tal vez te parezca más cómodo el mandato anterior, es decir, el de responsabilizar

a los demás de tus fracasos. Pero sin duda alguna, ese mandato te pone en una posición

de desventaja absoluta frente a tu propia vida, ya que mientras lo sigas sosteniendo

nunca lograrás hacer las cosas por ti mismo y te conformarás con culpar a los demás.

Nada justifica quedarte en la lamentación culpando a otros para justificar tu

desgracia. Hay que ser valiente y atreverte a tomar las riendas de tu vida para conducirla

hacia donde quieres. El tiempo para hacerlo es hoy, poco sirve seguir en el pasado

acusando o buscando culpables, esto sólo hace que sigas siendo un niño

emocionalmente hablando.

¡Ya basta! Eres un adulto y eso por sí mismo tiene muchos privilegios

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LOS CÍRCULOS DE LA VIDA

Un círculo se forma así: supongamos que tienes una idea, mientras más piensas en esa

idea, más vibras en resonancia con la misma, y mientras más vibras en resonancia con

la misma, más piensas en la idea, así queda amarrado o establecido el círculo.

Los círculos se alimentan a sí mismos.

Cuando la idea es positiva, estamos hablando de un círculo virtuoso, y es una

situación altamente deseable, porque estás sintonizado con emociones positivas que se

alimentan a sí mismas y a su vez atraen más ideas y sentimientos de ese nivel vibratorio.

Lamentablemente al formarse un círculo vicioso, la energía negativa de la idea

original hace que vibres negativamente y mientras más vibres así, más fuerte se hace la

idea simplemente porque piensas más tiempo en ella y le das tu atención y energía.

Te recomiendo que en cuanto pienses en algo negativo, de manera inmediata

dejes de pensar en ello, y te ocupes de pensar en algo positivo. Por ejemplo, puedes

traer a tu mente un recuerdo que te haga reír o sentir feliz, una imagen de un paisaje

lindo, una emoción que sabes que te hará sentir alegre automáticamente y rompe el

círculo vicioso ¡ya!

Tu malestar emocional proviene en términos generales de las emociones tóxicas

sufridas en tu infancia.

Tus padres y los míos, seguramente con la mejor intención, nos dejaron grabadas

algunas creencias y situaciones un tanto manipuladoras donde podíamos ser muy

queridos o nos dejaban de querer de acuerdo con el comportamiento que tuviéramos; o

cuando menos eso era lo que creíamos siendo niños.

Por ejemplo, digamos que tu manera de expresar el enfado cuando eras pequeño

era llorar hasta ponerte morado. Tu madre reiteradamente te repetía "no llores" y la

agobiabas tanto con tus ataques de llanto que al final se acababa poniendo nerviosa y

te gritaba o te sacudía el polvo ligeramente, es decir, te acomodaba un par de nalgadas

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que te sacudían hasta las ideas. Entonces la conclusión que sacaste fue: "Enojarse no

está permitido y trae problemas; por lo tanto, es malo".

Esta conclusión vista desde tu inocencia se traduce en dos lecturas posteriores.

Una, que te conviertas en una persona a quien no le gusta estar enojada y

reprimas o manipules tus enojos tanto como puedas; y dos, que cuando realmente te

enfades saques todo tu potencial de niño interior herido y te enredes con las mismas

pataletas que cuando eras pequeño.

Hasta que no encauces tus enojos de forma adecuada, no te sentirás bien con

ellos y te sentirás poco aceptado cada vez que necesites expresar tu rabia y no sepas

cómo hacerlo.

Este argumento se aplica a muchas otras situaciones. Todos llevamos un gran

bagaje emocional que se ha grabado en nosotros desde nuestros primeros años de vida,

y éste es tanto positivo como negativo.

Los primeros cinco años, el niño es inocente, lleno de confianza y amor, es alegre,

divertido y dinámico, pero poco a poco va aprendiendo que hay normas. Sin embargo,

no siempre son las más propicias para desarrollar la autoestima y la autoconfianza de

esa personita. Cuando llegue a ser adulto seguirá cargando en su mochila emocional

con todas esas normas “buenas y malas”. Está claro que son indispensables en una

sociedad para vivir en armonía, si no las hubiera este mundo sería más caótico de lo que

es.

Ese no es el punto, lo que quiero recalcar es el tipo de normas y creencias con

que nos construyen o, mejor dicho, en ocasiones nos destruyen. Cuando somos niños el

código familiar en el que fuimos creciendo está lleno de creencias y reglas, algunas

positivas y adecuadas pero muchas otras negativas o mal expresadas que acaban

limitando el potencial de cada niño haciendo que se convierta en un adulto con muchas

heridas internas.

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Padres y profesores con frases del tipo: "no hay razón para llorar, te voy a dar

motivos para que llores” o "si no haces bien la tarea ya no te voy a querer”, "tú para

dibujar no sirves", "por qué no eres como tu hermano", etc. van haciendo mella en el

potencial original y el niño va debilitando su autoestima y distorsionando su

autoconcepto.

A los siete u ocho años de edad, el niño “decide” que no es seguro ser natural y

aprende un montón de mecanismos de defensa que le ayudarán a encajar en su

ambiente pero que le desconectarán con su auténtico mundo emocional creando muchas

barreras y muchos miedos.

Estas barreras sólo podrán romperse cuando el adulto tome de la mano a ese niño

interior herido y le haga sentir que su esencia, tal como es, en realidad está bien, y que

ya no necesita amoldarse a las características y normas de nadie, que puede ser libre

de creer y actuar de modo diferente al que aprendió y responsabilizarse por sus acciones

y resultados.

Un buen comienzo es tomar consciencia del lenguaje que utilizas a diario. Es

fundamental para escribir tu destino, aunque te parezca extraño o incluso exagerado.

Las palabras son poderosísimas, pueden llegar a determinar el rumbo de tu

pensamiento, de tus acciones y de tu actitud ante la vida, impactan en tu salud y por

supuesto en todas las áreas de tu vida. De modo que ve dándote cuenta de tu lenguaje

cotidiano porque refleja tus más profundas creencias y lo que tienes codificado como

reglas de vida.

El lenguaje es un espejo de tu alma, de tus más profundos miedos y anhelos, es

un entramado complejo entre tus creencias, tus emociones y tus resultados en la vida.

El mundo que describes a tráves de tus palabras es el mundo que habitas. Tus

palabras crean tu historia.

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Está comprobado que las palabras influyen para llevar una vida más duradera,

plena y feliz, o todo lo contrario, dependiendo qué palabras decidas utilizar en tu lenguaje

cotidiano.

Si tu diálogo frecuente no es empoderante, propositivo, entusiasta, esperanzador,

vital, etc., corrígelo, y sé testigo de cómo empiezan a ocurrir cambios increíbles en tu

vida con sólo modificar tu lenguaje.

¡Haz la prueba! Lo único que puedes perder son mandatos tóxicos.

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SISTEMA CARACTEROLÓGICO

Para acercarnos un poco más a descubrir las características de un niño interior lastimado

mencionaré algunos rasgos que se van formando en el desarrollo de la personalidad.

Esto no pretende ser un tratado de psicología. Es meramente enunciativo para

que reconozcas algunas características de las personalidades más frecuentes que se

forman al omitir a ese niño interior y puedas identificar si existen algunas de ellas en tu

propia personalidad. En cuyo caso, te sugiero poner manos a la obra para buscar

opciones con un especialista que te apoye para recobrar el equilibrio y rediseñar tu

personalidad.

Veamos, pues, cuáles son.

Personalidad oral

Esta personalidad abarca de las dos semanas de nacido al año y medio. El bebé está en

la cuna y llora, no hay tiempo para atenderlo, mamá y papá están muy ocupados con

otras tareas que incluso pueden ser del propio bebé. Pero en ese momento aparece el

viejo y absurdo mandato de “déjalo llorar” que se viene arrastrando desde muchas

generaciones atrás.

El bebé llora porque es el único mecanismo con el que cuenta para pedir ser

atendido en alguna necesidad física o emocional que tiene, y al no ser cubierta, crece

con inseguridad y demandando protección.

El tipo de personalidad que se construye es el de alquien que dice no necesitar de

nada ni de nadie, pero es co-dependiente, tiene lo que coloquialmente llamamos

“mamitis”, es decir, necesita estar muy cerca de su madre aún en la vida adulta, son

manipuladores y muy regaladores, necesitan tener algo en la boca constantemente,

comen o muerden algo todo el tiempo, busca por debajo del agua que lo controlen o lo

rescaten, es alguien que chupa energía de todo mundo para que lo atiendan.

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Siempre está demandando ser visto, apreciado, reconocido. Se siente

profundamente herido si no obtiene reconocimiento, pero la realidad es que no importa

cuánto lo reconozcan, siempre va a necesitar más, hasta que logre sanar a su niño

interior.

Los narcisistas

Esta etapa abarca del año y medio a los 3 años. En esta etapa hay traición de los padres,

el padre o la madre se alían con el niño y le cuentan cosas del otro padre, pero luego lo

regañan por tirar un juguete, por ejemplo. El niño no entiende esta actitud y se siente

traicionado.

Tienen en la vida adulta una imagen idealizada, su YO real está perdido,

difícilmente contactan emociones y siempre quieren tener la razón. Tienen un

desproporcionado sentido de su propia importancia, es decir, se creen superiores a todos

los demás. Están preocupados por fantasías exageradas de éxito, poder, belleza o amor

imaginarios. Se sienten especiales y exigen de manera constante admiración excesiva.

Sus actitudes generalmente son arrogantes y por lo tanto son poco empáticos con los

demás.

Una relación con una persona narcisista, por regla general es una relación tóxica

y desigual, ya que demanda atención en exceso y no está dispuesto a dar nada a cambio

o muy poco. Cuando alguien llega a ponerles límites o emitir una crítica sobre ellos, se

vuelven hostiles y defensivos.

Si no tiene una vida llena de logros constantes y reconocimiento del mundo, se

aburre, siente vacíos en su interior y de manera frecuente por no decir constante, busca

experiencias emocionales mucho más profundas que el resto de las personas.

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Los rígidos

Recibe una traición del padre entre los 3 y 7 años. Son muy rígidos en todas sus

concepciones sobre la vida, se vuelven intolerantes a veces a grados extremos, no

soportan que algo se salga de lugar, son histriónicos, todo lo quieren en orden. No

contactan fácilmente con sus emociones, sentirse vulnerables les incomoda. Exigen

perfección en los demás. La sobrecarga en todas sus actividades les permite no sentir.

¡La herida fue muy fuerte! No ven la vida como un placer, sino como un sufrir. Han

tomado el sufrimiento como una bandera.

El prototipo de la personalidad rígida confía sólo en lo que está de acuerdo con

sus creencias y minimiza o desecha cualquier información que contradiga su creencia.

Se vuelven necios. En el fondo tiene miedo a descubrir su error, a descubrir que está

equivocada, tiene miedo a perder la seguridad como líder que se considera, y un miedo

a no ser capaz para enfrentar las exigencias que conlleva un cambio cualquiera. Son

resistentes al cambio.

¿Qué tal si haces este ejercicio para ir descubriendo las características o

mensajes que tienes guardados y que seguramnte han ido formando tu personalidad?

Ponte cómodo y date la oportunidad de recordar con claridad antes de contestar las

siguientes preguntas. NO es un ejercicio que esté sometido a ninguna evaluación más

allá de la tuya, así que vale la pena ser absolutamente honesto contigo.

¡Vamos pues!

• ¿Cómo era la vida familiar en tu casa?

• ¿Te sentías querido(a) y comprendido(a)?

• ¿En qué eras distinto(a) a tus padres?

• ¿Te sentías orgulloso(a) o te daba pena que conocieran a tus padres?

• ¿Qué frases negativas te repetían tus padres sin cesar?

• ¿Te comparaban con alguien más?

• ¿Te hicieron quedar en ridículo alguna vez?

• ¿Te criticaban?

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• ¿Cómo te enfadabas entonces, hacías berrinches, gritabas, llorabas?

• ¿Podrías nombrar algunos hechos o desengaños al despertar a tu vida adulta?

¿Qué pasó después de hacer este ejercicio? ¿Descubres algo al respecto?

Puede ser que te des cuenta de que tienes un niño interior lastimado, incluso

puedes notar que a pesar de que te hayas sentido querido en tu infancia, seguramente

hubo situaciones que no fueron del todo placenteras.

Pues bien, es momento de ponerse a atender a ese niño interior que llevas dentro,

y la mejor manera de hacerlo es voltear a mirarlo, darte cuenta de que existe y está ahí

todo el tiempo.

Es tu acompañante eterno, es tu confidente, es tu amigo, ¡eres tú!

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SANANDO AL NIÑO INTERIOR

¿Sabías que dentro de la mayoría de los seres humanos hay un niño herido, que tu

personalidad es una herida de la infancia?

Pues te tengo noticias, así es el asunto, en los primeros años de tu vida y de la

mía ocurrió algo que nos marcó de manera inconsciente y que nos hace tener conductas

y emociones que muchas veces no podemos reconocer de dónde provienen.

Durante la niñez se vive lo que se llama la “continuidad cómoda”, es decir, es la

etapa que está provista en el mejor de los casos de todo lo necesario para la

sobrevivencia de un niño. Pero un día ocurre algo que marca su vida, un parteaguas, y

a esto se le llama “evento interruptor”.

Normalmente este evento interruptor está asociado a emociones dolorosas como

tristeza, enojo o miedo. Por ejemplo, alguna persona que discriminaba a los demás por

el color de piel o por su peso corporal se dirigía a ellos ofensivamente diciéndole cosas

como “gordo feo” o “negro feo” y esto marcó emocionalmente a este pequeño de una

manera negativa.

Esta personita siendo un niño resiente mucho el desprecio, y su mente interpreta:

“Cómo yo soy un “gordo feo” no merezco nada, no merezco ser querido, ni respetado” y

cuando crece, se relaciona con gente que no lo respeta, que no lo ama, aguanta malos

tratos del jefe o de casi cualquier persona de su entorno.

Decide inconscientemente aguantar todo esto por el mandato tóxico que tiene

sobre sí mismo enviado por su propio entorno—a veces incluso su propia familia—de

“gordo feo”.

Y la pregunta es: ¿Entonces qué hacemos? ¿Lo dejamos con sus mandatos

tóxicos para el resto de la vida? La respuesta es un contundente ¡NO!

Afortunadamente hay técnicas modernas como programación neurolingüísitca

(PNL), hipnosis y otras más que permiten ayudar a miles de personas con heridas de la

infancia como ésta y muchas peores.

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El punto es ayudarlos a hacer consciente la interpretación que hacen a través de

algún evento específico, así como las decisiones que toman a raíz de todo eso, y lo más

importante liberar los sentimientos dolorosos para redefinir su vida, es decir, sanar al

“niño herido” que muchos llevamos dentro.

El papel de los padres en la formación de estas personalidades es determinante,

pero no podemos dejar de lado la vital importancia del papel del maestro, quien puede

secundar estas conductas y arraigar aún más estos rasgos en la personalidad de sus

alumnos, o bien, ser un agente que pueda modificar y corregir el rumbo.

El docente es un pilar en la construcción de la personalidad de los chicos que

cruzan en sus aulas, por ello, es necesario acercarse a libros, cursos, diplomados que le

ayuden a comprender la magnitud de su impacto e influencia en la formación de la

personalidad de sus alumnos.

Sanar el propio niño interior dará la posibilidad de poder ayudar a otros. Te invito

a contactar a tu niño interior para poder llevarlo a un lugar más sano y amoroso.

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HERRAMIENTAS PARA CONTACTAR A TU NIÑO INTERIOR

• Poner música y hacer silencio interior.

• Reconocer qué estás sintiendo.

• En qué parte de tu cuerpo lo estás sintiendo.

• Coloca tu mano en ese lugar muy amorosamente.

• Guardálo en tu corazón y háblate amorosamente.

EJERCICIOS:

1. Ponte cómodo(a), escucha una música relajante y agradable para ti, permite que

tus emociones fluyan y déjate sentir; quizás por primera vez date la oportunidad

de experimentar tu propio silencio y deja que te revele sonidos, emociones,

imágenes nuevas, ponte en contacto con tu niño(a) interior y dale un abrazo.

2. Empieza a darte cuenta qué parte de cuerpo está teniendo alguna emoción o

sensación, puede ser positiva o negativa, y sea cual sea date la oportunidad de

sacarla, es decir, ponte una almohada frente a ti y libera esa emoción, como si

fuera un objeto que puedes colocar frente a ti. La intención de tu pensamiento

será suficiente. Confía en tu interior que te guiará para poder hacerlo.

Dile lo que quieras, abraza ese sentimiento, llora, grita, ríe, etc. y al final de este

ejercicio repite para ti mismo o para ti misma con una voz suave: Al contactar mi

corazón me amo y me respeto. Házlo una y otra vez hasta que sientas paz, y

guarda ese sentimiento en tu corazón.

3. ¿Cómo está tu autoestima? Descríbela.

4. ¿Cuáles propósitos se han repetido año con año sin cumplirse? Descríbelos.

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NO te sientes bien aún, ¿verdad? ¡NO te preocupes! Es sólo para darte cuenta lo

que falta, dónde estás parado y lo que necesitas modificar o hacer para lograr algo

diferente.

Ahora anota lo que SÍ has logrado, ¿cómo lo lograste? ¿qué te puede servir para

alcanzar tus nuevos objetivos?

Cuando decidas ir por cualquier nuevo propósito, por cualquier sueño, repite:

¡Tengo la fuerza! ¡Tengo el poder! ¡Lo estoy logrando!

Tu mente incosciente recibe el mensaje y tu niño(a) interior vuelve a creer en él

mismo o en ella misma.

En cada meta que logras mandas la señal a tu mente de qué puedes, que es fácil,

que lo mereces, por eso es tan importante aprender a reconocerte a ti mismo, estas

señales se acaban volviendo órdenes para tu vida.

Recuperar o rediseñar tu identidad es un hábito al final del día porque alguien

durante tu infancia te lo fue inculcando o porque en algún momento de tu vida estás

decidido a buscar y rediseñar una identidad distinta que se acomode de mejor forma a lo

que anhelas en la vida.

Los seres humanos sin excepción tenemos autoesquemas. Algunos nos hacen

sentir poderosos y con una alta autoestima y otros nos pueden hacer sentir todo lo

contrario. De ahí la importancia de reconocerlos y acomodar aquellos que nos hacen

sentir menos. Recuerda que la niña buena, el simpático, la inteligente, el frío, la dura, el

altruista, la culpa, son máscaras que vamos utilizando para gestionar nuestra

participación en el mundo.

Atrévete a contactar a tu niño interior, piensa que escribir tus miedos, tus culpas,

y poner nombre a esos sentimientos, es el principio para sanar. No tengas miedo, a veces

hay que aprender a abrazar la tristeza y permitirse llorar, permitirse sentir, para poder

regresar a la vida a vivirla, a disfrutarla de verdad.

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La vida es hermosa, pero muchas personas han perdido la capacidad de

apreciarla y ven todo negro. Me gustaría hacerte algunas preguntas para que reconozcas

de qué lado te encuentras. Este mismo ejercicio puedes implementarlo en tu salón de

clases guiando a tus alumnos con amor y tolerancia:

• ¿Tienes miedo al futuro?

• ¿Te comparas con los demás constantemente?

• ¿No confías en las personas?

• ¿Te concentras más en lo malo y olvidas lo bueno que te ocurre en la vida?

• ¿Crees que la vida siempre es difícil?

• ¿Te niegas a darte cuenta que tienes estos rasgos?

Hay que salir de ese sitio lo más pronto posible, desde la infelicidad, el miedo y la

amargura sólo se consigue más de lo mismo, y en este libro irás encontrando técnicas y

reflexiones poderosas que te ayudarán a resolverlo.

Lo primero que hay que hacer es reconocer dónde están tus miedos, aceptar que

los tienes, si no partimos de ahí, será imposible resolverlos.

Evadir no es sinónimo de resolver y lamentablemente muchas personas optan por

esta alternativa, creyendo que si voltean para otro lado, los problemas desaparecerán

por arte de magia. ¡Nada más lejos de la verdad!

Sólo si miras de frente lo que atora tus emociones será posible que encuentres un

camino para resolverlo.

Quien no saca a su niño interior a reir, jugar, divertirse, socializar con los demás

porque le da pena, tiene un niño interior lastimado.

Quien vive pensando en el qué dirán tiene un niño interior profundamente

lastimado, no se siente merecedor del cariño de nadie a menos que lo aprueben, que le

digan que hace las cosas bien, es por ello que siempre está buscando la aprobación en

los demás y no en sí mismo.

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Si descubres que tu niño interior sigue siendo “la buenita o el buenito” que

aparenta no romper un plato, si sigues siendo el dulce del cuento, el obediente perfecto,

la bonita perfecta, el niño bueno, te tengo noticias, ahí hay un niño interior lastimado.

Cuando alguien no puede decir NO a los demás, está buscando la aprobación de

mamá y papá. La imagen idealizada que le damos tú y yo a los demás nos ayuda a

sobrevivir.

Son los “tengo y los debo” que tanto estorban y tu salud acaba pagando los platos

rotos cuando no se sabe decir “¡NO!”.

Otro ejemplo de niño interior lastimado es el dinero. Cuando nunca tienes dinero

hay un niño interior lastimado. Ese niño siempre escuchó o le dijeron: “no hay dinero” y

se crece con miedo, se crece creyendo que el dinero no hace buenas a las personas,

que no hay merecimiento, que hay escazes en la vida, y eso es una gran mentira.

Basta con voltear a ver la creación que te rodea; mayor abundancia es imposible.

Tu respiración, el aire, el cielo que te cubre, son absolutamente abundantes, el dinero

que hay en el mundo es absolutamente inimaginable y abundante.

¿Dónde está entonces la escasez? Sólo en los mandatos tóxicos que has

adquirido.

Entonces habrá que revisar en algún momento cuál es el área en la que tienes

problemas. ¿Trabajo? ¿Dinero? ¿Pareja? Puede que sea tu niño interior lastimado

pidiendo que lo voltees a ver.

Otro ejemplo: cuando no hay amor en tu vida muy probablemente te dijeron que

no lo merecías, que te faltaba ser más bueno, que tenías que hacer cosas para merecerte

el amor, frases como “Si no haces X cosa no te voy a querer” lastiman profundamente a

tu niño interior y las arrastras a tu vida adulta sin darte cuenta.

Si eres alguien a quien le cuesta trabajo expresar sus sentimientos y opiniones, te

puedo asegurar que en tu infancia cada vez que dabas una opinión o expresabas alguna

emoción que a los ojos de tus padres o maestros no era bien vista, te nulificaban

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diciéndote “calláte”, “es una estupidez lo que dices”, “si no sabes mejor no hables”, o “si

sigues llorando te voy a dar razones para que llores” seguida de un gesto amenazante

que sabías de sobra lo que significaba.

Y podría seguir enlistando decenas de ejemplos. Lo importante es que te des

cuenta que en aquellas áreas que no has logrado éxito en tu vida, en aquellas áreas

donde no te sientes satisfecho, hay un niño interior lastimado, sea en el amor, en el

trabajo, en el dinero, en la salud, etc.

¡Si deseas una vida mucho más plena de la que has tenido hasta ahora, es

indispensable sanarlo! Y sólo se sana si lo volteas a ver y te haces cargo de sus

emociones y necesidades que a final de cuentas son las tuyas.

Se sana con establecer y adquirir nuevas competencias emocionales en tu vida

que te permitan transitarla con mucho mayor alegría y autoestima.

Hoy tu responsabilidad es acercarte y contactar a tu niño interior para hablar con

él, para amarlo, para decirle que desde ahora tu estás a cargo de la vida, que antes no

sabías cómo hacerlo.

Es importante que te escuche hacerle la promesa de amor que le ha hecho falta

para que no vuelvan a lastimarlo nunca más.

Quizás te estés preguntando, ¿sólo hay personas con un niño interior lastimado?

¿No existe la posibilidad de tener un niño interio sano? La respuesta es simple: ¡El niño

interior sano goza de la vida!

La niña o el niño interior sanos están equilibrados y gozan de una vida plena, no

excenta de problemas claro está, pero sí con una gran inteligencia emocional que les

permite resolver y enfrentar sus vidas con alegría y decisión.

Y nuestra responsabilidad como adultos es buscar mantenerlo sano o bien

ayudarlo a sanar.

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AUTOESQUEMAS

Un autoesquema es un conjunto de creencias o ideas que tienes acerca de ti

mismo o de ti misma. Todos los autoesquemas giran al rededor de la identidad, lo que

eres, lo que yo soy lo conocemos por autoobservación o por retroalimentación de otros.

Cuando conozco lo que soy, lo catalogo como positivo o negativo y hago una

autoevaluación de forma consciente o inconsciente. La identidad, lo que soy, se va

descubriendo a través del tiempo y de las experiencias.

Es indispensable conocer tu identidad, lo que tú eres. Conócete a ti mismo sigue

siendo la invitación más cautivadora que hiciera Sócrates; y el camino para

autoconocerse es sentirse y ser aprendiz permanente de la vida.

¿Realmente te conoces? Te invito a escribir características que consideres tuyas.

Alto, chaparro, flaco, gordo, feo, guapo, inteligente, torpe, simpático, amable, etc. Ahora

por favor leélas anteponiendo la frase “Yo soy” y ahora hazlo con "Yo me siento". ¿Qué

descubres? ¿Suenan igual? Estoy segura qué no. Si, por ejemplo, apareció en tu lista de

características ser tolerante, no suena igual (e incluso puede significar cosas diferentes)

“Yo soy tolerante” que “Me siento tolerante”, ¿verdad?

Te pido que decidas y llegues a un acuerdo contigo mismo si eliges ser tolerante

o sentirte tolerante y una vez que hayas elegido esto, ponle los famosos siempre o nunca

y observa:

“Yo siempre soy tolerante” o “Yo nunca soy tolerante”. Notarás cuántos falsos

esquemas tienes que son producto de acuerdos tempranos con papá o mamá o algún

maestro porque en aquel entonces no tenías ninguna voluntad o capacidad para elegir.

¡La buena noticia es que hoy tú mandas!

Ejercicio para creer en ti

Ponte cómodo(a) para hacer un recuento visual de tu vida.

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Ve lo que sí has logrado, refuerza tu autoestima, date cuenta de tus avances, deja

de lastimarte si no lo has hecho todavía, repite que ahora cuentas con más herramientas

para lograrlo y crea una cajita mental donde guardes lo que sí quieres. Debe ser una caja

linda, con propósitos que puedas ir realizando, con propósitos medibles, con pasos de

acción muy específicos, deja de ser tu peor enemigo(a), vuélvete a ti mismo(a). ¡Cree en

ti!

NO LO INTENTES. ¡HAZLO!

Lo que intentamos se queda justo en eso, en un intento, en una aproximación.

El hacer se vuelve hábito. Haz cosas lindas y buenas para ti. Deja de intentar y

cámbialo por la determinación de hacerlo y lo conseguirás. Las células del cuerpo tienen

memoria. Haz que tus células tengan memorias de éxito, de amor, de salud, de

prosperidad, de bienestar. Sólo tú puedes hacer que se revierta ese pasado lleno de

mandatos tóxicos que nuestros padres, nuestros antepasados y nuestro entorno nos

obsequió.

NO se trata de encontrar culpables, ¡no existen! Tus padres y los míos lo hicieron

lo mejor que pudieron, en todo caso, ellos también son víctimas de víctimas y lo somos

todos si quieres verlo así. Sólo se trata de corregir y reinventar tu sistema de mandatos

o creencias para hacerlos mucho más positivos.

Si te resistes a sanar tus emociones y sigues buscando culpables seguirás

generando rabia y dolor en tu vida. Las cosas que te han ocurrido en tu vida han llegado

por algo que necesitas aprender.

Ninguna transformación es posible si no aceptas primero tus heridas emocionales.

La vida es un proceso maravilloso, una secuencia de sucesos necesarios que

aparecen y desaparecen en el espacio-tiempo. Si te resistes a esta fuerza de la vida, la

tensión se acumula dentro de ti y afecta a tu cuerpo, tu mente y tu corazón espiritual.

El poder de tu mente y tu Ser Interno generan una fuerza a la que llamamos

voluntad y eso es lo que usas cuando tratas de hacer que las cosas ocurran o no.

24

Pero si pasa algo que no nos gusta, nos resistimos a ello, el ego es experto en

crear barreras emocionales para no ver o sentir con claridad lo que está ocurriendo. Pero

piensa en esto, a eso que nos resistimos ya ocurrió, entonces, ¿de qué sirve resistirse?

Si pierdes a un amigo muy querido, es comprensible que no te guste, pero tu resistencia

interna a ese suceso durante los próximos años no va a cambiar el hecho de que

efectivamente haya partido.

Tu resistencia por mucho que la ejerzas no afecta en absoluto a la realidad de la

situación. En realidad, a lo que te resistes es a la experiencia que te toca vivir, te resites

a que ese evento te afecte por dentro. Sabes que te va a producir impresiones

emocionales que duelen y prefieres evadirlas, aunque debo decirte que con ello no se

resuelven.

Este evento te afecta a nivel energético, toca tus reservas de energía emocional

y mental creando emociones que te impactan. Puedes agotarte luchando con la

experiencia, pero finalmente verás que esta resistencia es un tremendo desperdicio de

energía. Generalmente te resistes a una de estas dos cosas: algo que ya ha ocurrido o

algo que aún no ha ocurrido pero que temes que ocurra.

Estás en una lucha dentro de ti, resistiéndote a las impresiones del pasado o a los

pensamientos sobre el futuro.

Piensa en toda la energía que desperdicias resistiéndote a situaciones que ya han

ocurrido o peor aún, a las que podrían ocurrir y que sólo existen en tu imaginación porque

no sabes si realmente se presentarán en el futuro.

Sufrir, vivir con resentimiento, enojado, victimizándote, no son opciones para ser

feliz y mucho menos para tener un niño interior sano.

Las respuestas para eliminar estas formas de vivir se encuentran en tu interior,

pero cuando te sumerges en estos estados de ánimo es imposible que las encuentres.

Es como vivir con un velo que distorsiona lo que ves.

Moverte de ese lugar en el que te colocas te ayudará a disfrutar la vida realmente.

25

Te mereces vivir en plenitud. ¡Eres el mejor diseño que se haya creado jamás! No

te permitas seguir viviendo en espacios de emociones que puedes eliminar logrando así

una real transformación.

La manera que tengas de manejar la energía tiene un efecto importante en tu vida.

Si ejerces tu voluntad contra la energía de un evento que ya sucedió, es como si trataras

de detener las oleadas causadas por una hoja que ha caído en un lago tranquilo.

Cuando te resistes, la energía no tiene a dónde ir, se queda atascada en tu mente

y en tu cuerpo y te afecta seriamente de muchas formas, incluyendo el hecho de

enfermarte. Por eso es sustantivo aprender a fluir con la vida y con las cosas que ocurren,

aceptarlas y abrazarlas. Si te opones a lo que ya ocurrió, la tensión te acompañará y

estarás abriendo más la herida que ya se produjo.

El amor es el flujo que más relaja los canales de energía de tu mente y de tu

cuerpo, no en vano se dice que la única práctica necesaria para vivir en total armonía es

amar, amar y amar.

26

CÓMO PASAR DE PERSONA TÓXICA A NUTRITIVA

¿Te has fijado que los pensamientos no son fijos? En todo caso son reiterativos, así que

está en ti la decisión de permitir que se instalen o se alejen.

Busca quedarte con aquellos que ofrezcan opciones positivas y empoderantes y

desecha los que te den como "sugerencia" la imposibilidad de tener o lograr lo que

quieres. Recuerda que esos mandatos tóxicos se pueden modificar.

De acuerdo con Programación Neurolingüística (PNL), el primer paso para lograr

cualquier cambio es darse cuenta de que la actitud actual no te funciona y que puedes

ahuyentar a personas o situaciones importantes para ti si continúas alimentando tus

mandatos tóxicos, dañándote en primer lugar a ti mismo.

El segundo paso es querer cambiar. Si de verdad estás descontento contigo

mismo, con tus conductas limitantes y te sientes aislado por lo que dices y haces,

seguramente querrás cambiar eso. Aquí voy a enumerar varias cosas que puedes hacer

para lograr un cambio eficaz y rápido.

Pasos para lograr un cambio

1. Piensa en ti como ese niño pequeño o niña pequeña que no podía hacer nada

para evitar ser programado(a) con decenas de mandatos tóxicos. Mira su

fragilidad, siente su invalidez emocional, y dile: “No te preocupes más, ahora

yo estoy a cargo y te acepto tal como eres, eres suficiente como eres para

merecer lo mejor de esta vida, te acepto, te valoro, te reconozco y está bien

para mí que seas como eres. Te amo.” ¡Abrázalo muy fuerte y guárdalo en tu

corazón!

2. Piensa en tu personalidad, en tus conductas y busca qué recursos necesitas

para cambiar. Esto sólo tú lo sabes. Quizá lo que necesitas es el recurso de

la paciencia, la tolerancia, la relajación, etc.

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3. Busca en tu fuero interno qué te puede ayudar a cambiar, qué te ayudaría para

alejar esos mandatos tóxicos por otros mucho más positivos.

4. Respira profundo y deja que tu mente te ayude a seleccionar la mejor opción.

Una vez que tengas el recurso que necesitas tener a la mano, piensa en

alguna escena de tu vida actual y ve cómo funcionarías con el recurso en

acción. Te ves actuando con tu recurso y también ves la reacción de los que

te rodean.

Si estás satisfecho con esto, fantástico. Si no, busca otro recurso y repite alguna

escena hasta que te sientas satisfecho con lo que ves, sientes y piensas.

Otra cosa que puedes hacer es darte cuenta de tu mapa (tu ser interno). Éste está

conformado por todo lo que has acumulado en tu vida en cuanto a experiencias, hábitos,

educación, valores, sentimientos, aprendizajes, etc., y justamente eso es lo que

proyectas en tu vida.

Si en tu vida tuviste mucho sufrimiento y malos tratos, seguramente tu

comportamiento será el de alguien que está a la defensiva y que toma distancia de las

personas. Esta conducta puede haber sido útil en esa época de tu vida cuando

necesitabas protegerte. Pero si hoy en día tu vida es diferente, tu conducta podría serlo

también. “Tu pasado no tiene que ver con tu futuro” es una de las presuposiciones

empoderantes que nos ofrece PNL. ¡Utilizála!

Tú ya tienes el control y puedes optar por responder de otra manera. Tus miedos

y mis miedos son la parte de nuestro ser que necesitan ser amados, envíales amor para

sanarlos.

Visualiza por unos momentos lo que forma parte de tu mapa, piensa en conductas

que ya no deseas. Una vez que sepas lo que no quieres, sustituye esas conductas por

conductas que sí deseas. Imagina cómo serás tú con esta nueva conducta.

28

En tu mente pasa una película donde te veas funcionando como quieres. Ve todos

los detalles, ¿qué dices?, ¿cómo te ves?, y, sobre todo, ¿cómo te sientes actuando de

esa manera? También date cuenta cómo responden los demás a tu nueva forma de ser.

¿Es agradable esto para ti?

Trata de poner esto en práctica todas las veces que puedas hasta que se convierta

en una programación y verás que resulta más fácil de lo que piensas.

Una actitud extraordinaria que puedes instalar en tu ser interno es aprender a

reírte más. Deja de tomar todo tan en serio y suelta un chiste de vez en cuando. Habrás

logrado un cambio radical en tu interior cuando logres reírte de ti mismo y de tu forma

negativa de ser.

Sé más flexible contigo mismo y con los demás. Aprende a hacer las cosas de

otra manera, en otro orden. Desayuna algo diferente de vez en cuando, cambia de

paseos, no vayas siempre al mismo lugar, aprende a decir las cosas de otro modo. Hay

muchas formas y caminos para llegar al lugar de trabajo. ¿Cuántas has intentado? Date

la oportunidad de conocer otras formas de hacer las cosas y ver qué pasa. Nada se

pierde y se puede ganar mucho.

Otro ejercicio que va a ayudarte mucho es sitúar constantemente tu mente en el

aquí y el ahora haciéndote consciente de tus acciones.

Por ejemplo: ¿Estás aquí? ¿Realmente estás ahora aquí contigo mismo,

conmigo? ¿Te das cuenta de tu respiración, de la temperatura que tu cuerpo tiene ahora,

del sentimiento que te acompaña? O, ¿estás leyendo este libro pensando en la cena que

vas a preparar al rato, en tus deudas, en el próximo lunes y en todo lo que tienes que

hacer?

Lamentablemente así vivimos la mayoría del tiempo, desfasados por completo,

viviendo tiempos inexistentes ya sean pasados o futuros. El único tiempo real,

contundente y verdadero que es el ahora, lo dejas ir recordando momentos terribles del

pasado o soñando en magníficos momentos que el futuro traerá o, peor aún, teniendo

un miedo casi paralizante por un futuro incierto.

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Tú y yo hemos oído montones de veces que el presente es un regalo. Pero de

tanto repetirlo parece que ha perdido sentido, o cuando menos el sentido real, el sentido

perfecto que tiene, pero te tengo noticias: NO hay otro tiempo más que el ahora.

El pasado bueno o malo se fue irremediablemente, y el futuro aún cuando lo

proyectes como esperanzador, no ha llegado. Quiero preguntarte: ¿cuándo es futuro

para ti, mañana, la próxima semana, o en el 2030?

Déjame te digo algo, cuando llegues a ese tiempo se llamará hoy, se llamará

ahora.

Acaba de una vez con la ilusión del tiempo. Vivimos de forma compulsiva mediante

el recuerdo o la anticipación. Esto lo único que produce es una preocupación interminable

por el pasado y el futuro y una falta de disposición a honrar y reconocer el momento

presente y permitir que simplemente sea, que suceda.

Cuanto más te enfoques en el tiempo, bien sea pasado o futuro, más pierdes el

ahora. El presente es eterno, es todo lo que hay, es más, es lo único que hay, es el

espacio perfecto y sublime en el que se despliega tu vida, el único factor constante.

La vida es ahora, justo ahora, no ha habido nunca en tu vida un momento, un

tiempo, un día o una noche que no fuera ahora, ni lo habrá jamás.

Nada ocurrió en el pasado, mientras ocurría se llamaba ahora y nada ocurrirá en

el futuro, entonces se llamará ahora.

Te das cuenta cómo el usar la conjugación de verbos en tiempo pasado y futuro

es sólo una trampa de la mente, es sólo una forma de haberlo aprendido. Sin embargo,

creo que valdría la pena desaprender.

Vive ahora. Inequívocamente el momento presente es lo único que tienes. Lo

demás es una trampa de la mente. No lo racionalices. Esto no puede entenderse

mentalmente con los procesos de análisis a los que estás acostumbrado.

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¿Vives en el pasado o sufres con el futuro? Te invito a que cambies tu lugar de

residencia al HOY. Y si tienes que hacer visitas breves al pasado o al futuro que sea sólo

para entender momentos prácticos de tu vida y si lo haces al futuro que sea para

visualizar aquello que deseas y vivirlo tan nítidamente, tan intensamente que se vuelva

un sentimiento de ahora que estás generando desde el alma, que cubra tu piel y abarque

tus sentidos, y entonces de cualquier forma estarás reproduciendo cosas hermosas en

tu aquí y en tu ahora.

Haz que tus viajes al pasado y al futuro sean breves, no juzgues ni analices lo que

observas, contempla el pensamiento, siente la emoción, observa tu reacción. Entonces

sentirás algo más poderoso que cualquiera de las cosas que observaste y será tu

presencia misma, observadora, silenciosa y podrás detenerte y conocer tus estructuras

mentales, es decir, lo que te hizo hacer o decir aquello que ahora observas.

Esto que te comparto de ninguna manera reduce tu capacidad de usar el tiempo

pasado o futuro cuando tienes que referirte a él por una causa específica. Vamos

aprendiendo juntos a usar el tiempo en los aspectos más prácticos de tu vida y de la mía,

es decir, el tiempo del reloj. Pero regresemos a la conciencia del presente cuando esos

asuntos prácticos y reales estén resueltos y así no estaremos acumulando tiempos

mentales que son esos tiempos que nos ocupan del pasado y la continua imaginación

sobre el futuro.

Pregúntate esto: ¿Estás constantemente tratando de llegar a un lugar distinto de

donde estás? ¿Crees que si tienes más cosas te sentirás realizado? ¿Esperas que un

hombre o una mujer le de sentido a tu vida? Sí estás en eso, tu sendero de vida deja de

ser una aventura fascinante y la reduces a una necesidad obsesiva de llegar, de alcanzar,

de tener.

Dejas de mirar los paisajes perfectos que el cielo nos regala cada tarde, dejas de

recorrer el velo misterioso que cada mañana nos ofrece al despertar, dejas de

enamorarte del perfume de las flores, de deleitarte con la risa de los niños, dejas de

interesarte por el milagro de la vida y, ¿sabes?, creo fervientemente que en medio de

esta locura de prisas, de ofensas y gritos entre unos y otros, de niños lastimados, que en

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medio del ejercicio del poder desmesurado, de la guerra, del hambre, del frío, sigue

habiendo la bendita libertad de vivir aquí y ahora.

Para estar constantemente en el ahora y entrenar a tu mente, aunque parezca

simple y hasta absurdo, puedes describir tus acciones de forma muy consciente: estoy

manejando, estoy escribiendo, estoy comiendo, etc. y te irás dando cuenta del

interminable número de veces que están tu mente y tú viviendo en otro espacio de tiempo

menos en el ahora que es el tiempo donde ocurre la vida.

Disfruta tu aquí, tu ahora, la prisa no te lleva más que a un futuro que obvio no ha

llegado, y no sólo eso, sino que lo hace generándote tensión y estrés.

Haz todo lo que tengas que hacer con el exquisito sabor del ahora, verás la

diferencia.

La prisa y la ansiedad son exceso de futuro. ¡Vive ahora que no hay otro tiempo!

¡Ocúpate todos los días de llenarlo de ahoras felices!

El resultado será que disfrutarás más de la vida, las personas se acercarán más

a ti. Te habrás convertido en una persona nutritiva que aporta algo a su vida y eso es

agradable para los demás. Y lo más importante es que habrás empezado un proceso

dentro de ti de cambio continuo para mejorar y sentirte a gusto eliminando para siempre

mandatos tóxicos de tu vida.

Otra característica infalible de las personas que aún no han sanado a su niño

interior es el autosabotaje; esa especie de consejero inconsciente que te impide lograr lo

que deseas.

El autosabotaje es esa voz interior que siempre acaba por arruinar lo que quieres,

ya sea un ascenso en el trabajo, un coche nuevo, una relación de pareja, iniciar un

ahorro, un viaje largamente deseado, etc.

Es ese niño interior lastimado que dice: “NO, no te lo mereces, no puedes tener

dinero, acuérdate que papá decía que el dinero envilece a las personas”, “no tengas

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ascensos en el trabajo, eso provoca envidias y la gente se vuelve mala contigo”, “¿para

qué te compras ese coche?, lo único que vas a conseguir es endeudarte”, etc.

Como resultado de estos autosabotajes internos, el día que tienes dinero extra lo

pierdes o te lo pide prestado algún familiar por una emergencia; el tan anhelado y

merecido ascenso que has trabajado por años se ve esfumado porque llega alguien

recomendado y no hay más remedio que darle tu puesto, o peor aún, justo antes de

tomar posesión te enfermas; el coche que por fin pudiste comprar con mucho esfuerzo

lo chocas, te lo roban, etc.

Si deseas poner un alto a esos autosabotajes inconscientes y atreverte de una

vez a ser lo que quieres ser, te invito a poner en práctica las siguientes acciones.

CÓMO RECONOCER AUTOSABOTAJES INTERNOS

Tenemos decenas de conversaciones internas y no estamos conscientes de muchas de

ellas, pero justo por eso es importante guardar silencio y darte la oportunidad de

escucharte.

La honestidad contigo es la base de tu propia conciencia.

Qué tal si hoy te decides a escuchar tus propias conversaciones. No te mientas ni

te ocultes nada y toma el riesgo de expresarlas como quieras. Puede ser que lo hagas

escribiendo, cantando, hablando con alguien, etc. Tú eliges, pero recuerda sobre todo

NO engañarte.

Cuando haces un análisis detallado y honesto de tus fracasos (aunque yo prefiero

llamarlos aprendizajes) seguramente te das cuenta de que no has logrado tus sueños

producto de los mandatos tóxicos que has ido acumulando.

El miedo es el primer gran personaje del autosabotaje. El miedo de entregarte al

logro de tus metas es tu falsa creencia de que probablemente no puedas alcanzar tus

33

objetivos. No quieres cometer errores frente a tu familia o tu entorno, así que

simplemente prefieres no comprometerte.

Sabemos que un barco está mucho más seguro en el muelle que en el mar. Pero

los barcos se construyen para sortear las olas y brincar tormentas, no sólo para cuando

el mar está en calma o tranquilamente anclado a la orilla.

Tú seguramente, igual que yo, nos sentiríamos más seguros sin tormentas, pero

fuimos creados para un propósito y estamos aquí por una razón. Nuestro compromiso es

hacer que ese propósito valga la pena.

Otro elemento del autosabotaje es una autoimagen pobre.

Las personas con una pobre autoimagen no pueden imaginarse alcanzando

aquello que internamente desearían lograr. El miedo y una pobre autoimagen están tan

entretejidos que es difícil separar el uno de la otra, pero no imposible. La Dra. Joyce

Brothers afirma que la autoimagen tiene una influencia directa sobre la ropa que vistes,

la forma en que luces, la profesión que abrazas, la pareja que eliges, los hábitos que

adquieres, tu conducta moral y las metas que te propones alcanzar.

Esto me parece que es una fuerte motivación para hacer algo sobre la imagen que

tenemos de nosotros mismos. ¿No lo crees?

Los pasos que puedes dar para dejar de autosabotearte y alcanzar tus objetivos

son muy específicos y te permitirán eliminar las excusas para no tener un programa de

metas. Muy pocos intentaríamos hacer un viaje sin instrucciones ni mapas, ¿cierto? Pero

por desgracia no venimos equipados con instrucciones específicas sobre cómo conducir

en las autopistas de la vida; hay que irlas aprendiendo.

No es de sorprender que la mayoría de las personas lleguen al final del viaje sólo

con una fracción de lo que la vida les podía ofrecer.

Por eso te sugiero estas diez acciones para evitar el autosabotaje. Además, al

llevar a cabo estas prácticas irás rompiendo con viejos patrones tóxicos y paradigmas

limitantes que tal vez ni cuenta te hayas dado que están ahí boicoteando tu éxito, tu

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prosperidad, tus sueños, tu vida misma y al mismo tiempo estarás instalando

competencias emocionales nuevas y poderosas para ti.

ACCIONES PARA EVITAR EL AUTOSABOTAJE E INSTALAR COMPETENCIAS

SOCIOEMOCIONALES

1. El primer punto es observar tu comportamiento y aceptar que te estás auto-

saboteando. Lo vas a saber cuando veas que constantemente hablas mal de

ti mismo, te menosprecias, te repites frases que te denigran en lugar de

ponerte en una posición de poder.

2. Reconocer y explorar tus pensamientos, hábitos, actitudes, emociones y sobre

todo tus miedos, para entender cómo pueden estar influyendo en tu conducta.

3. Revisa con frecuencia tu autoestima y ve si ésta puede ser la causa de tu

conducta. Haz el ejercicio siguiente.

Escribe lo primero que te venga a la mente sin pensar ni analizar las afirmaciones

que enlisto a continuación, después habrá tiempo para analizar lo que has

contestado y descubrir qué es lo que te lleva a auto-sabotearte.

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Me da miedo___________________________________________________.

Me preocupa___________________________________________________.

Si logro mis metas_______________________________________________.

Si tengo éxito, lo más seguro es que_________________________________.

Si mi vida cambiara yo____________________________________________.

El éxito provoca_________________________________________________.

Creo que si logro lo que deseo_____________________________________.

4. Ahora trabaja en mejorar tu autoestima y en descubrir qué es lo que

verdaderamente deseas, cuáles son tus necesidades reales. Atiende tus

emociones, tus deseos, pónte en primer lugar; eso no es egoismo, es

elemental sentido común, si no te llenas tú primero no tendrás nada que ofrecer

a los demás.

Date la oportunidad de consentirte y además hacerlo de manera cotidiana.

Imagino que estarás pensando: “¿a qué hora?, no tengo tiempo de nada”, pero

justo eso, no tener tiempo para ti, es falta de autoestima.

Es imprescindible que diaramente hagas una cita contigo mismo para regalarte

un momento de bienestar.

La preocupación, el enojo y el resentimiento drenan tu energía y tu tiempo.

Sus efectos son indeseables, incluyen estrés, tensión, amargura, producen

insomnio y pérdida de tiempo.

¿Qué pasaría si en lugar de rendirte a la preocupación te detuvieras y pidieras

ayuda y serenaras tu mente? Seguramente esos efectos podrían detener

rápidamente toda la tensión acumulada y traerte energía positiva.

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Empezar hoy es ganarle un día a la tristeza y al desánimo, es colocarte en el

polo opuesto y vivir desde la alegría y el bienestar.

Por ejemplo: diez minutos para tomarte un café sin pensar en nada más que

en ti, diez minutos para escuchar la música que te gusta sin interrupciones,

diez minutos en una llamada telefónica con alguien a quien quieres, diez

minutos para meter los pies en agua tibia y relajarte, etc.

Te recuerdo que el día tiene 24 horas y si no puedes regalarte diez minutos

para ti, algo anda mal con tu autoestima y hay que atenderla de manera

urgente. Nadie va a regalarte esos diez minutos. Hay que buscarlos de manera

consciente y decidida.

5. Identifica el autosabotaje. De acuerdo con las causas que identificaste,

descubre cuáles son las frases que piensas de manera constante y mantienen

el autosabotaje y cámbialas por pensamientos positivos que te acerquen a lo

que quieres lograr.

6. Analiza cuáles son las ganancias secundarias que obtienes cuando te auto-

saboteas.

Sé que te estarás preguntando ¿qué es una ganancia secundaria? Es aquella

ganancia que recibes aún de situaciones no deseadas o poco favorables, es

el resultado que estás buscando de manera consciente o inconsciente al llevar

a cabo cualquier acción aún cuando manifiestes tu deseo de solucionar un

problema (depresión, ansiedad, problemas económicos, etc.) una parte de tu

interior consciente o inconscientemente no quiere que tal cosa suceda ya que

“gracias” a ese problema estás obteniendo algún “beneficio”.

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Por ejemplo: enfermarse constantemente, estar deprimido, no resolver una

situación económica de años, puede ser que la ganacia secundaria sea ganar

la atención de quienes tienes alrededor. Es como recibir un premio psicológico.

Entender en dónde están esas ganancias secundarias y soltarlas es un duelo,

un mega duelo, pero vale la pena transitarlo. El precio de hacerte cargo de tu

vida sin victimizaciones es alto, pero su recompensa es mayor, mucho mayor.

7. No te castigues o regañes porque no sirve de nada.

Abraza a tu niño(a) interior y dile que están aprendiendo nuevas formas de

hacer las cosas.

Enfócate en hacer más actividades que son de valor para ti, que te acercan a

tus sueños.

Toma nuevas decisiones, aprende otras cosas que te empoderen y te hagan

ser una mejor versión de ti mismo.

8. Mejora tu pensamiento.

Imagina que escuchas a la persona que más amas expresarse con

pensamientos negativos sobre ella misma o que la invalidan constantemente.

Piensa qué le dirías a esa persona especial para ayudarla y usa esas frases

para ti mismo/a.

Haz menos de lo que te resta energía o te desvía del camino de tus metas.

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9. Ponte metas pequeñas y trabaja en ellas para obtenerlas, te irán generando

autoconfianza. Recuerda que con objetivos claros y un plan para alcanzarlos,

hay muchas posibilidades de que logres eso que has soñado y que te mereces.

Evalúa de modo constante si lo que estás haciendo te acerca o te aleja de tus

deseos.

10. ¡Prémiate cada vez que lo logres! Aprende a reconocerte a ti mismo. Más

adelante podrás tener más fuerza y coraje para plantearte metas mucho más

alentadoras y poderosas.

Recuerda que digan lo que digan, pensar en positivo estimula el entusiasmo y

potencia tu energía para sortear aquello que la vida te presente disfrazado de

conflictos o problemas.

Y quizás una de las cosas más importantes para lograr tus sueños, es hacerte

cargo de tu vida, eres absolutamente responsable por lo que eres, dices,

piensas, sientes y haces porque eso te convierte en lo que eres y serás de

aquí en adelante.

Deja de inventar excusas o a culpar a los demás. Hoy tu estás a cargo de ti y

de tu vida.

PLAN DE ACCIÓN PARA CERRAR CÍCLOS DE MANDATOS TÓXICOS

¿Qué es un ciclo? Es cierto período temporal que una vez finalizado, vuelve a empezar.

Es una sucesión de eventos que inician y concluyen sin problema ninguno. De hecho, se

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dan de manera natural: un período de gestación, el nacimiento y la muerte, el día y la

noche, es un sinfín de ciclos naturales que se abren y se cierran para dar paso a otros y

no parece haber experiencias nocivas ni de atadura alguna. El sol no se niega a darle

paso a la noche, los nueve meses de gestación no se aferran a convertirse en años. Pero

para el ser humano no parece ser tan simple, no sabemos, y muchas veces no queremos

aprender a cerrar ciclos.

La naturaleza tiene ciclos; los árboles sueltan sus hojas en otoño porque saben

que la primavera les traerá hojas nuevas. Existe una especie de confianza absoluta y no

se aferran a dejar caer sus hojas a sabiendas de que vendrán nuevas y más bellas.

¿Pero cómo saber que un ciclo está terminando en la vida personal de cada uno

de nosotros? Hay muchos detonadores positivos que nos recuerdan que estamos

terminando un ciclo, la escena mental y emocional de una cuenta regresiva, 10, 9, 8…

que te acerca a una meta anhelada, que te dice que por fin lo lograste. Un cambio de

ciudad, la culminación de una carrera universitaria, la boda de tus sueños, el punto final

de un libro que estás escribiendo.

Pero hay también otros tipos de detonadores que pueden ser menos aparentes y

que sin embargo nos traen diferentes sentimientos y recuerdos. La mente es una

poderosa computadora, ya lo sabes, y relaciona las imágenes, los sonidos, los olores,

las sensaciones y los sabores, con sentimientos, pensamientos y recuerdos. A veces, el

incidente más pequeño e inofensivo puede detonar algún recuerdo, aunque no

necesariamente agradable.

Quizá no comprendes por qué de pronto te sientes atemorizado, deprimido y

ansioso, el porqué de la baja autoestima, la necesidad de controlar, la necesidad de

aprobación. Sin embargo, las respuestas están dentro de ti y de mí, si algo detona

recuerdos dolorosos puedes regresar al presente cuidándote: reconociendo tus

sentimientos, trabajando paso a paso para alcanzar tus deseos y haciendo afirmaciones

positivas que te empoderen.

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Ten presente siempre que tú y yo podemos actuar diferente para sentirnos mejor.

No estamos excentos de haber cometido errores, quizás sigas atado a relaciones y

recuerdos que siguen lastimándote y que no has podido dejar atrás. Tal vez has dejado

hermosos proyectos inconclusos y actividades “a medias”, o has dado tu palabra y no las

has cumplido.

De más está decir que actuando así, perdemos el poder y la confianza en nosotros

mismos, afectamos nuestra salud, tranquilidad, paz, autoestima, etc. y dañamos o

alejamos a las personas que nos interesan y queremos.

Además, la energía creadora que hay dentro de ti y de mí para alcanzar

prosperidad, abundancia, amor, salud y sueños se diluye, se estanca, no puede generar

más y mejores cosas, pero la buena noticia es que estás a tiempo de enderezar el

camino, de corregir el rumbo.

La lectura de este libro puede ser un buen momento para hacer revisiones, para

reflexionar sobre los nuevos rumbos que deseas tomar, sobre lo que se quedó pendiente

y sobre lo que deseas que venga.

Será momento de tener presente que estamos vivos por los ciclos, la vida es soltar

y recoger, es circular, con cada respiración nacemos y morimos y al presente hay que

llegar limpios. Nuestros electrocardiogramas son picos, cuidado cuando estén en línea

recta porque entonces ya no habrá nada que hacer.

Es una buena oportunidad para cerrar círculos pendientes, para pedir perdón, para

dejar atrás agravios, para pedir otra oportunidad, para empezar de nuevo. El rencor es

el pegamento para estar anclado al pasado. Deja de usarlo, es altamente tóxico. Al final

hay mucho estrés, se genera mucho dolor.

No te preocupes ni te obsesiones en cómo cerrar círculos pendientes. Sólo ve

haciéndolo, no pienses que tienes que controlarlo, no lo acoses ni te enredes tratando

de descubrir cómo y cuándo te encontrará esa oportunidad de cerrar para empezar de

nuevo. Te encontrará, te lo aseguro si con humildad pides perdón, reconoces tus errores

y sobre todo estás dispuestos a actuar distinto.

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¡Esa es la humildad de la grandeza!

Ríndete ante tu Poder Superior cómo lo entiendas; Dios, Universo, etc. y después

tranquilízate.

Confía en ti mismo y con tu mejor voluntad aprende a escucharte.

Ese es el principio del camino para que llegue lo bueno que deseas, hay que cerrar

círculos para que se puedan abrir otros. El cerrar ciclos está asociado con muerte y eso

da miedo, pero en realidad son la puerta que se abre para dar comienzo a lo nuevo.

Es una excusa para no cerrar círculos decir:

• Es que no quiere hablar conmigo.

• Ya se murió.

• No tengo tiempo ahora, después.

• No estoy preparado.

• No vale la pena.

• De qué va a servir.

• Ya no es momento.

• Va a ser peor.

La salud, la alegría, las relaciones, las soluciones, el trabajo que quieres, el

cambio que deseas, la oportunidad que sueñas llegará a ti de forma natural, sencilla.

Llegará de diferentes maneras si decides actuar en consecuencia, si dejas espacio para

que llegue lo nuevo, si desocupas tu mente y tu alma de recuerdos que te limitan y

entorpecen.

La respuesta que buscas, la dirección y el dinero llegarán, también llegarán las

ideas, la energía y la creatividad que necesitas. La ruta se abrirá ante ti. ¡Confía en eso!

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¡Ya lo tienes! ¡Está en su lugar! Llegarás a ello o llegará a ti, sólo tienes que

limpiar el espacio para que haya lugar, en un armario lleno no cabe nada más. Hay que

vaciar tu armario emocional.

Si cuando pasen esas oportunidades que has buscado te encuentran lleno de

miedo, de rencor, de odio, no habrá cupo. Por eso hoy es el momento de cerrar, de

limpiar, de abrir espacios para que cuando venga caminando hacia ti todo lo que has

deseado, te encuentre con las manos y el corazón abierto para recibirlo.

Es hora de preguntarte: ¿Qué has hecho con tus duelos? ¿Has dejado ciclos

abiertos? ¿Has precipitado el cierre de alguna relación o situación en tu vida? ¿Has dicho

adiós para evadir sentimientos o compromisos? ¿Hacia dónde voy a ir cuando cierre

ciclos? ¿A qué le quiero dar la bienvenida?

Cuando cierres un círculo hay que hacerlo con gratitud y amor. ¡Gracias a todo lo

que fue, gracias a todo lo bueno que viene! Hay que agradecer el aprendizaje que se

haya tenido con las parejas, con los trabajos, con el dinero, con la familia, con los amigos,

y cerrar círculos. Y si sientes que tu corazón está roto, tienes que oír mucho más tu

propio latido que el silencio de la ausencia que te duele.

Pregúntate: ¿Qué aprendí? ¿En qué persona me convertí? Y resalta los aspectos

más positivos de cada persona o pareja con la que tengas que cerrar un círculo. Seguro

los tiene, por algo estuviste ahí.

Recuerda que con los puños cerrados no se puede acariciar a nadie, y terminas

por clavarte las uñas a ti mismo. No se puede cerrar un ciclo mientras haya odio, dolor,

deseos de venganza, estrategias para dañar al otro, resentimiento, etc., y hay que

reconocer que todo esto ocurre por una sola cosa: ¡Querer tener razón!

¡Elige ser feliz en lugar de querer tener razón! Te aseguro que te sentirás más

libre y empoderado que nunca antes.

43

MÁS RAZONES PARA CERRAR CÍRCULOS

¿Sabes qué otro tipo de conductas se pueden apoderar de ti si no cierras tus círculos?

Te voy a dar algunas características y comportamientos que tienen las personas que

dejan ciclos abiertos. Si te identificas con alguno, pon manos a la obra y cierra de una

buena vez esos círculos que sólo traen limitaciones y dolor:

No van al aeropuerto a despedir a alguien porque duele.

Antes de divorciarse o separarse de alguien ya tienen otra pareja porque no saben

estar consigo mismos; la soledad les aterra.

No se divorcian.

No se casan.

Se quedan en una relación, aunque la relación ya se haya muerto.

Se resisten a la experiencia de pérdida y a la necesidad de cambiar.

Botan todo y no rescatan nada de la experiencia y la catalogan como un punto

negativo en sus vidas, pero no hacen nada por remediarlo.

Permiten que los maltraten física y emocionalmente.

Y con estas conductas siguen creando más mandatos tóxicos sólo por el miedo a

enfrentar un cierre, por temor a decidir sobre sus propias vidas.

Hay momentos en los que hay que tomar decisiones. Pero si no lo haces también

estás decidiendo. La diferencia está en que cuando tú decides revisando pros y contras

eres tú quién está a cargo. Si te paralizas por miedo, por indecisión o cualquier otra

razón, estás a la deriva y puede pasar todo, menos lo que deseas. Ahí estarán decidiendo

otros y si por evitar un problema no tomas una decisión, ya estás teniendo dos.

¡Decide! Y ten presente que cuando lo hagas todas las demás opciones que había

dejaron de existir cuando menos por el momento, de otro modo sólo le seguirás dando

vueltas al asunto.

44

Además, no te inquietes, salvo morirse todo tiene posibilidades de ser modificado.

Si resulta que la decisión que tomaste no fue la mejor, se llama aprendizaje y

seguramente serás capáz de resolver de mejor manera en las siguientes oportunidades.

Para cerrar círculos de mandatos tóxicos hay que seguir algunas acciones.

Te pongo algunas muestras para ayudarte a tomar las riendas de tu vida y

decidirte a cerrar esos círculos de mandatos tóxicos que te dañan la vida.

Has conciencia de la manera como te tratas y piensa cómo deseas ser tratado

o apoyado.

Identifica el momento justo en que se disparan tus emociones.

Hay que auto-sustentarse (identifica tus expectativas y necesidades no

satisfechas)

Escribe tu historia incluyendo tus fantasmas, tus creencias y tus miedos.

Capitaliza el cómo NO se hacen las cosas que te hayan salido mal y rescata

lo que sí fue útil.

Escribe los buenos recuerdos validando lo que sí funcionó. Lo que nos hace

sufrir es ver esos recuerdos como objetos muertos y no como señales de lo

que valida nuestra vida y que celebra lo vivido. Lo que nos apega a un cíclo

terminado o por terminar es pensar que podemos perder lo vivido y eso no se

pierde jamás.

45

PREGUNTAS PODEROSAS PARA CERRAR UN CICLO

¿Qué significó esta persona o esa situación para mí?

¿Para qué me sirvió esta relación o situación?

¿Qué nuevas decisiones son necesarias para no recaer en las mismas fallas?

¿Qué aprendí sobre mí y sobre la relación o situación que viví?

¿Qué decido recordar de la relación o situación y cómo elijo recordarla?

¿Desde dónde la quiero recordar, desde la víctima o desde la persona adulta

y equilibrada que quiero ser?

Determino mi forma de duelo y lo llevo a cabo.

¿Con quién cuento para sentirme apoyado? ¿Qué actividad realizaré? ¿Qué

tiempo me tomaré para procesar este cierre?

Haz una carta de despedida.

Hay que agradecer los errores cometidos porque gracias a ellos me doy cuenta

de: (escríbelos)

Usa una palabra poderosa y emite un sonido que lo represente, por ejemplo:

¡LIBERTAD! ¡PAZ!

46

LOS PILARES PARA DISEÑAR TU FUTURO

¡La única manera de predecir el futuro es creándolo! ¡No te quedes sin crear el tuyo!

Ya has descubierto mandatos a los que habías sido leal sin saberlo, ahora lo

importante es modificarlos para generar la libertad emocional que deseas y construir la

vida que mereces.

Aunque no es propiamente una receta de cocina porque se sabe que cada

persona tenemos un particular modo de vivir y recrear la vida, estos pasos son

fundamentales para iniciar el camino de la reconstrucción emocional y para sanar los

mandatros tóxicos que te han acompañado hasta ahora.

Sólo piensa en esto, hay muchas personas en la vida que tienen la vida que

desean, tienen lo que anhela su corazón, tienen una vida sensacional. Entonces la

pregunta es, ¿por qué ese alguien no puedes ser tú?

El Perdón

“¿Cómo saber si tengo que perdonar?” Ésta es una pregunta que me hacen muchas

veces en las sesiones particulares del consultorio. Y eso del perdón no es un asunto

menor, y no siempre podemos o queremos perdonar. Pero resulta indispensable hacerlo,

de otro modo andamos por el mundo cargando equipajes muy pesados en nombre del

orgullo que más bien se vuelven torpeza.

Para saber si debes perdonar o no, lo primero que te invito a hacer es a observar

cómo está tu salud, tus finanzas, tus relaciones, tu familia e hijos, tu trabajo, tu nivel de

satisfacción por la vida.

Si alguno de estos aspectos está fatal, de verdad hay que echarse un clavadito a

tu corazón y a tu mente para revisar.

Toma un tiempo para ti y resuelve este pequeño cuestionario. Como nadie te lo

va a revisar, sé todo lo honesto que puedas para tener realmente una respuesta válida.

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La honestidad en la respuesta es importante para tu sanación si de verdad es lo que

deseas.

Califica del 1 al 10 cómo te sientes con estas preguntas. Dices con frecuencia:

1. "Nunca lo/la perdonaré"

2. "Lo que me hicieron fue imperdonable"

3. "Arruinaron mi vida"

4. "Lo hicieron a propósito"

5. "Yo era muy pequeña o pequeño y me hirieron mucho"

6. "Ellos tienen que disculparse primero"

7. "Sólo los débiles perdonan"

8. "Estoy en lo correcto; ellos están equivocados" (Aunque estés sufriendo)

9. "Todo esto es por culpa de ______________________"

10. "No tengo que perdonar a nadie"

Si tus respuestas son del siete para abajo probablemente haya una necesidad

importante de perdonar. ¿De verdad no tienes que perdonar a nadie? ¿Ni a ti? El perdón

es un área difícil para algunos de nosotros. Y todos necesitamos trabajar en algún

momento con el perdón.

Si has identificado que estás listo para dar este paso de sanación importantísimo

en la vida, si deseas más salud, amor, trabajo, satisfacción, buenas relaciones, te invito

a soltar aquello que te haya lastimado, es el primer paso para tu recuperación.

Seguramente estarás preguntándote; ¿Cómo lo suelto?

No se trata de olvidar, no se trata de minimizar lo que te hayan hecho. Se trata de

que pongas en el lugar adecuado ese evento y me parece que el lugar adecuado es

aprender de la experiencia para no repetirla, reconocer lo bueno que te dejó, recuperar

tu autoestima y dejar ir lo que te duele. Todo eso sólo puede repercutir en tu bienestar.

¡Créemelo!

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¿Sabes por qué te digo esto? Porque no importa el problema que cada persona

tiene. Sea mala salud, falta de dinero, relaciones insatisfactorias, depresión, soledad,

creatividad reprimida; en el fondo de cada situación dolorosa, de cada fracaso, de cada

sueño frustrado, de cada enfermedad, está la necesidad de que esa persona se ame a

sí misma, la necesidad de sanar su vida. Y nadie puede estar sano en ningún área de su

vida si carga con resentimientos, odios y rencores.

Cuando te amas, cuando te aceptas y te apruebas exactamente tal y como eres,

entonces todo funciona en tu vida, todo se acomoda a tu favor. Es como si ocurrieran

pequeños milagros en todas partes.

Amarte como eres no te exime de la posibilidad de rediseñarte para ser mejor.

Simplemente te coloca en un lugar de aceptación, sin juicios, sin dolor, para empezar de

nuevo.

Por eso hay que sanar todo evento, relación, situación, dolor, resentimientos,

enojo, críticas, rechazo, abandono, insatisfacción; para que puedas crear un espacio de

seguridad, confianza, merecimiento y aceptación en tu vida.

Entonces, y sólo entonces, podrás crear relaciones más afectuosas, atraer un

mejor empleo, más riqueza, una salud perfecta, alegría, disfrute y sobre todo amor por ti

misma, por ti mismo.

¿Traes atravesado a alguien a quien no puedes perdonar? Imagínalo en tu mente,

imagínala en tu mente. Dile lo que quieras sin reserva, pégale si quieres, acuérdate que

sólo en tu imaginación, ¿ok? Y cuando hayas sacado todo tu enojo, entonces ponlo tan

chiquito como puedas para que quepa en tu mano y sóplale como si fuera un suave

algodón que el viento se va a llevar lejos y déjalo ir.

Repite esto tantas veces como sea necesario para que estés en paz. La

satisfacción será enorme.

Hay que identificar que te atora, la historia que te cuentas, los significados que le

das a lo que has vivido.

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Hay que repetirse: ¡La victoria está cerca!

Este cuento que voy a compartirte se llama “Tiempo de reparar”, y es una bella

lección para señalar que siempre hay tiempo para corregir y sanar aquello que te ha

lastimado tanto.

Tiempo de reparar

Cuentan que hace muchos, muchos años un sabio llevó sus zapatos a arreglar con un

zapatero. Estaba oscureciendo y el zapatero trabajaba a la luz de una pequeña vela que

estaba a punto de apagarse.

El sabio lamentó que el zapatero tuviera que trabajar en esas condiciones, y le

ofreció traer sus zapatos al día siguiente. Pero el zapatero le dijo: siéntese caballero,

mientras arda la vela, hay tiempo para poder reparar.

El sabio escuchó sus palabras, se sentó a esperar mientras repetía una y otra vez

la lección que le había dado aquel humilde zapatero: “Mientras arda la vela hay tiempo

para reparar”.

Este cuento me pareció una hermosa metáfora para mostrarnos que nunca es tarde si

se trata de reparar. Pero, ¿qué significa para ti reparar? Piénsalo, pero no tardes mucho

en iniciar el camino que te lleve a reparar. ¡Estás a tiempo!

La Apreciación

Cada uno de nosotros tiene una llama interior que mantiene nuestra fuerza vital.

Todas las decisiones que tomamos día con día o avivan esta fuerza, la fortalecen,

hacen que nuestra llama arda con más fuerza, o bien la reducen y apagan nuestra llama

interna disminuyendo su poder.

50

Cuando nuestra llama interior arde, nos sentimos fuertes, poderosos y seguros.

Tenemos la fuerza y el valor para hablar con sinceridad, y la humildad y claridad para

ofrecer o pedir lo que necesitamos. Una llama saludable inunda nuestra mente de visión

e inspiración, y nos da energía para visualizar nuestros sueños e ir tras ellos.

Una llama fuerte nos impulsa hacia estados de conciencia más elevados, donde

residen la autoestima y la libertad emocional para ser, para amar, para vivir y dejar

solamente de sobrevivir.

Cuando tu llama es pequeña, eres vulnerable, frágil y débil; tienes miedo, te

preocupas y tienes dudas, no te sientes merecedor o merecerdora del amor y de

felicidad, sientes miedo por no tener mucho que dar, generas culpas, buscas a otros para

que alimenten tu fuego porque no has sabido avivar tu propia llama.

Tu misión es proteger esta llama, consciente de que es tu fuerza vital, tu espíritu

y lo que mantiene tu propia divinidad. Es apreciarte a ti mismo, es recordar que eres esa

luz perfecta que, aunque muchos vientos hayan querido apagar, sigues ardiendo, sigues

con vida. Aprende a apreciar todo lo bueno que sí hay en tu vida, a dar gracias por lo

que tienes y por lo que no tienes, pero tampoco quisieras tener.

El agradecimento y aprecio es la puerta que abre tu abundancia en todos los

sentidos. Aceptar quién eres y aceptar lo que quieres ser.

Eres el universo mismo viviendo dentro de ti, si te enfocas en eso puedes generar

nuevos resultados en tu vida, desde el corazón puedes crearlo todo.

Decídete a soltar el pasado y a tomar responsabilidad de tu presente. En tu

pasado quizás no pudiste intervenir, pero hoy eres el dueño de tu vida. Deja de ser

víctima y reconoce desde el fondo de tu corazón que todo fue parte de un plan perfecto

para tu evolución. Deja de sobrevivir y vive la experiencia de un hoy renovado con

certezas diferentes.

Te dejo una lista de las cosas que te apagan y otra de las que encienden tu luz.

¡Tú eliges con cuál quieres vivir!

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Decisiones que apagan tu luz, energía o llama interna

Estar con personas que te critican o no pueden ver tu grandeza

El “debería…”.

El “tengo que…”

Supuestas obligaciones

Intentar conseguir la aprobación de los demás

Evitar la comunicación

Mentirte

Llegar tarde

Compararte con los demás

Juzgarte

Juzgar a los demás

No dedicar tiempo para disfrutar de lo que tienes

Buscar que sean los demás los que te aporten felicidad

Vivir con miedo

Negarte el éxito

Derrochar tu poder

Desatender tus más profundos anhelos

Malgastar el tiempo

No aceptar los cumplidos

Intentar ser otra persona

No establecer barreras potentes

Negar el amor a tu familia

Negar tu propio reconocimiento

Desoír tu voz

Tener relaciones que te desgasten

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Decisiones que harán crecer tu luz, energía o llama interna

Sentir empatía hacia los demás

Pasar tiempo con las personas que amas

Reconocer que has hecho algo bien

Descansar

Divertirte

Jugar

Hacer ejercicio

Comer bien y sano

Gastar el dinero con sabiduría

Planificar el futuro

Estar con personas que te inspiran

Dedicar tiempo a cultivarte

Apreciarte

Ser sincero contigo mismo y con los demás

Cumplir tu palabra

Ser compasivo

Tener una relación estrecha con las personas que amas

Hacer obras de caridad

Decir a los demás cuánto te importan

Hacer lo que te gusta

Perseguir tus sueños

Tomar decisiones que guarden relación con tu meta

Bailar cinco minutos diarios

Perdonar

Responsabilizarte

Buscar lo bueno

Hacer lo correcto

Estar con tus hijos o personas amadas

53

Cuidar de tu pareja

Escuchar a los demás desde el corazón

Recibir el amor de los demás

Permitir que los demás te ayuden

Crear un sistema de apoyo que tenga fuerza

Decir lo que deseas

Decir no

Elige cada día cuando menos tres de estas opciones y ponlas en práctica, verás

cambios radicales en tu vida.

SOLTANDO TU PASADO PARA DISEÑAR TU FUTURO

Los apegos, el ego y el ser

Muchas personas tienen la costumbre de acumular cosas, personas, emociones, etc.

Las guardan por una necesidad de pertenencia. Pero muchas veces en la vida eso

genera tener apegos. Es esa parte que se concentra en creer que necesita tener decenas

de bienes y cosas materiales para ser alguien importante en la vida. Pero los apegos

generan miedos, frenos, decidia, lealtades ajenas, incapacidad de acción, etc.

Es importante aprender a vivir sin apegos. A vivir desde el amor verdadero, el

amor libre de la necesidad de aceptación, vivir desde la libertad. Muchas veces estos

apegos se dan por miedo a lo nuevo o lo desconocido, los apegos generan zonas de

confort.

Vivir sin apegos permite aceptar las cosas como son y ser capaces de explorar

todas tus potencialidades. Hay que recordar que, si no vacias los cajones del corazón y

de la mente de aquello que no quieres, no llegará lo que realmente deseas y las

situaciones tóxicas que vives seguirán haciéndote daño.

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Cuando guardas apegos vives enojado, estás irritable y fácilmente pierdes el

control y la paciencia con facilidad. Pero recuerda que aquello que te enoja o te

molesta de los otros, es un reflejo de ti mismo que no te has atrevido a mirar y trabajar

para eliminarlo.

Ese “darnos cuenta” nos lleva a un entendimiento más profundo de nosotros

mismos; nos está diciendo en que áreas debemos trabajar más. Dicen por ahí, “lo que te

choca te checa”. El enojo desmedido o rencor contra otros es regularmente la

incapacidad de soltar las cosas. Y ese veneno que está dentro de ti, envenena tu

pensamiento y tu alma. Al soltar los apegos dejas de lado la necesidad de pedir y surge

inevitablemente la emoción de dar. Te vuelves capaz de dar a los demás sin miedo a no

recibir lo mismo. Al dar desde el amor y el desapego no necesitas recompensas externas;

das desde un espacio genuino de amor.

En las relaciones de pareja y con la familia soltar esos apegos permiten mirar las

cosas y las situaciones como son. Sin velos te puedes dar cuenta que las cosas no son

buenas ni malas, simplemente son.

Los apegos nos limitan a no poder dar amor porque al darlo la sensación es que

nos vaciamos, el ego no nos deja ver que al dar amor estamos contribuyendo a la vida

de las personas y de nuestro entorno para hacerlo mejor, al desapegarnos dejamos atrás

las excusas y pretextos, nos enfocamos en el beneficio y la gratitud de brindarnos a los

demás.

Al tener apegos vivimos desde el ego y no estamos presentes, la vida se vuelve

una vida no vivida. En el momento que decidimos dejar los apegos y empezar a vivir

desde la base de la abundancia del estado presente, podemos soltar apegos y cambiar

nuestra visión. Vivir en el aquí y el ahora hace más clara nuestra visión porque estamos

mirando dentro del corazón.

Carl Jung decía: "Aquel que mira afuera, sueña; quien mira en su interior,

despierta”.

55

Para poder soltar los apegos es necesario conocerlos y entenderlos. Quien no ha

pasado a través del ojo de sus lados oscuros y se ha visto al espejo del miedo y del ego

no los ha superado nunca.

Los apegos son en muchas ocasiones actitudes que creemos correctas, sin

darnos cuenta de que nos hacen daño y vienen desde el origen de nuestras creencias

de vida y nuestro pasado. Pero al enfrentar al espejo nos volvemos capaces de darnos

cuenta de que no somos lo que hemos vivido, que eso no nos define. Somos lo que de

manera consciente o inconsciente elegimos ser y es por eso que desde el ego solemos

creer que tenemos el control de nosotros mismos.

Sin embargo, un desconocido puede fácilmente, al decirnos algo, lo que sea que

toque esas fibras sensibles, tocar en nosotros ese algo de lo que no teníamos ni la menor

idea o nos negábamos a ver y cambiar nuestras creencias y hasta nuestra forma de ver

las cosas. Pero cuando somos capaces de ver todas nuestras aristas sin miedo,

aceptando nuestros lados y ángulos, nos volvemos capaces de cambiarlos y la

transformación se vuelve posible.

Al vivir con apegos ignoramos la mayor parte de lo que realmente somos, porque

actuamos desde la necesidad del ego de justificar y llamar la atención, vivimos desde el

miedo y somos reactivos. Lo que creemos que es real de verdad es una ilusión que sólo

ocurre en nuestro principio de realidad. Para alcanzar el éxito y la plenitud verdaderos

que es la extensión del estado de felicidad desde su esencia, debemos poder decir a

nuestra voz interior “¡ALTO!” y tomar el control consciente de cada uno de nuestros actos.

Sólo así cuando hacemos las cosas desde un estado despierto es que podemos alcanzar

la máxima versión de nosotros mismos, y ser real y verdaderamente felices.

¿Tienes algún sueño en puerta que quieres alcanzar?

Habrá mil voces internas que te digan que no puedes. Y de las voces externas

mejor ni hablamos. Pero si te atreves a silenciarlas con la fuerza de tu corazón latiendo

mas fuerte que esas voces, no habrá sueño que se te resista.

56

Para empezar a lograrlo recuerda que hay que decretar ese sueño o lo que

deseas, en tiempo presente, como si ya lo tuvieras, en la mente inconsciente y en la

mente unviersal sólo existe el hoy.

Es importante pedirte que dejes de vigilar a cada momento si ya se está realizando

tu decreto, eso sólo lo retrasa. Estar viviglando es una forma de enviar un mensaje de

duda.

Decreta, mantén tus estados de ánimo en la más alta frecuencia que te sea

posible, es decir, vibra con emociones positivas, emociones de certeza, de alegía, de

confianza, etc., y las oportunidades se alinearán para ayudarte a conseguirlo.

Nos han enseñado a dudar, a creer que soñar es un error. ¿Qué pasaría si

supieras que no hay errores? ¿Buscarías hacer tus cosas con más ánimo? ¿Con menos

miedo? ¿Irías por tus sueños sin problema? Pues qué te parece si empiezas por

imaginar que no hay errores. Eso es un juicio humano. Busca la divinidad que hay en ti

y comprende que lo mejor que puede pasar, pasará. Enfoca tu energía en eso y ve por

lo que deseas con todo el ánimo por delante.

Cuantas veces te han dicho, o tu mismo te has repetido, un día de estos voy a

lograr lo que deseo, un día de estoy voy a tener suerte, un día de estos se me va a

presentar la oportunidad que he estado deseando. ¡Hoy puede ser ese día! ¿Por qué

no?

¿Cuál es tu futuro ideal?

Meditación con una puerta a la que entro para reinventarme

El poder de reinventarme está en mí. YO SOY.

¿Qué forma de ser quiero mostrar a partir de ahora?

Colócate de pie muy erguido(a), siente tu propia fuerza y reconoce que es la

postura de YO SOY (enlista lo que quieres ser)

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Di en voz alta: querido pasado gracias porque me guiaste, me contuviste; en algún

momento de mi vida me sirvió ese pasado. Gracias futuro porque estoy listo o lista para:

(enlista lo que deseas ver en tu vida).

¡La vida se vive para adelante; gracias por darte la oportunidad de continuar libre

de mandatos tóxicos!

Crea estas nuevas competencias en tu vida y atrévete a disfrutarla y a ser alguien

que sume en lugar de restar, que incluya en lugar de marginar, que ame en lugar de

odiar, que perdone en lugar de castigar.

¡La vida se encargará de compensarte con el privilegio enorme de sentirte y

saberte feliz para hacer la diferencia en este mundo!

¡RENOVARSE O MORIR!

Todos nos enfrentamos en la vida a problemas y obstáculos frente a los cuales muchas

veces nos quedamos paralizados.

Es como si nos invadiera una profunda convicción de que el problema es imposible

de resolver o, sencillamente, que no tenemos el talento o la capacidad necesarios para

encontrarle una solución.

Reinventarse es la clave, pero ¿cómo hacerlo?

Como decía Albert Einstein, “ningún problema importante puede ser resuelto

desde el mismo nivel de pensamiento que lo generó”. Por eso hay que explorar algunos

pensamientos nuevos para poder salir del bache en el que estés.

Esto tiene especial relevancia cuando estás en situaciones difíciles donde estás

sometido a mucha presión.

Cuando emociones como el miedo o la desesperanza se apoderan de ti, se

produce un auténtico “secuestro cerebral”, y no importa lo inteligente que seas; tu

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inteligencia y la mía en esos momentos brillará por su ausencia, se siente como si se

hubiera ido no sólo de vacaciones sino como si nunca hubiera existido.

Y eso por supuesto hace complicada la solución a la mayor parte de los

problemas. Pero no es la dificultad del problema, sino la sensación de pequeñez lo que

complica las cosas en el momento de hacerle frente.

Por eso, la verdadera capacidad para resolver problemas es decirle a tu cerebro

que es necesario que encuentre una alternativa de solución eficiente.

Yo empezaría por sugerirte si realmente quieres reinventarte y encontrar

soluciones, que te enfoques en lo que quieres y no en lo que temes.

Debajo de muchos de tus miedos más profundos, no existe una incapacidad real

para enfrentarte a ellos, sino la convicción de que eres incapaz, y eso justamente es lo

que te paraliza y hace que sea imposible encontrar la solución.

Tu mente es como un gran mapa del tesoro, en el que de forma más o menos

oculta, se encuentran tus grandes luces y también tus más oscuras sombras.

Si le entras a buscar ese tesoro, tu vida experimentará una transformación positiva

en todos los sentidos y encontrarás de mejor forma las soluciones que tanto has buscado

o que en este momento te preocupan. Vas a encontrar nuevas rutas, nuevas formas que

encajen de manera perfecta con lo que necesitas y deseas, pero no puedes seguir

haciendo lo mismo que no te ha dado ningún resultado o cuando menos no el que

quieres.

Sin embargo, me gustaría invitarte a verlo desde otra perspectiva. ¿Son las

oportunidades que ves las únicas que realmente existen? ¿Serías capaz de imaginarte

las cosas que podrías descubrir en ti, en los otros y en el mundo si pudieras ir más allá

de lo que tus filtros te permiten ver?

Muchas veces lo más valioso está oculto a nuestros ojos. Acercarte a buscar

soluciones con un espíritu abierto puede ayudarte a descubrir mucho más para darte la

oportunidad de renovarte día con día.

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Atrévete a soltar esas viejas creencias y cambia tus mandatos tóxicos por el arma

más poderosa que se ha inventado, el arma que lo combate todo, el arma que vive en tu

corazón y que desde esa trinchera puede transformar al mundo y convertirlo en un lugar

que valga la pena ser vivido por ti y por mi. ¡El amor!

¡Bienvenido a tu nuevo TÚ! Recuerda, el que tiene un porqué encuentra el cómo.

60

BIBLIOGRAFÍA

Eckhart Tolle. El poder del ahora. Editorial Grijalvo

Donald Lofland. Elimina los virus mentales con PNL. Editorial Urano

P.D.Ouspensky. Psicología de la posible evolución del hombre. Ediciones Coyoacán

R. Bandler & John Lavalle. Ingeniería de la persuasión. Editorial Kahos

61

ÍNDICE

PREFACIO ................................................................................................................................ 2

ANTECEDENTES DE LOS MANDATOS TÓXICOS ............................................................... 4

LOS CÍRCULOS DE LA VIDA .................................................................................................. 7

SISTEMA CARACTEROLÓGICO .......................................................................................... 11

PERSONALIDAD ORAL ............................................................................................................. 11

LOS NARCISISTAS .................................................................................................................. 12

LOS RÍGIDOS ......................................................................................................................... 13

SANANDO AL NIÑO INTERIOR ............................................................................................ 15

HERRAMIENTAS PARA CONTACTAR A TU NIÑO INTERIOR .......................................... 17

AUTOESQUEMAS .................................................................................................................. 22

EJERCICIO PARA CREER EN TI ................................................................................................ 22

CÓMO PASAR DE PERSONA TÓXICA A NUTRITIVA ........................................................ 26

PASOS PARA LOGRAR UN CAMBIO ........................................................................................... 26

CÓMO RECONOCER AUTOSABOTAJES INTERNOS ........................................................ 32

ACCIONES PARA EVITAR EL AUTOSABOTAJE E INSTALAR COMPETENCIAS

SOCIOEMOCIONALES .................................................................................................. 34

PLAN DE ACCIÓN PARA CERRAR CÍCLOS DE MANDATOS TÓXICOS ......................... 38

MÁS RAZONES PARA CERRAR CÍRCULOS ...................................................................... 43

PREGUNTAS PODEROSAS PARA CERRAR UN CICLO ................................................... 45

LOS PILARES PARA DISEÑAR TU FUTURO ...................................................................... 46

EL PERDÓN ........................................................................................................................... 46

Tiempo de reparar ........................................................................................................... 49

LA APRECIACIÓN ................................................................................................................... 49

Decisiones que apagan tu luz, energía o llama interna .................................................. 51

Decisiones que harán crecer tu luz, energía o llama interna ......................................... 52

SOLTANDO TU PASADO PARA DISEÑAR TU FUTURO ................................................... 53

62

LOS APEGOS, EL EGO Y EL SER ............................................................................................... 53

MEDITACIÓN CON UNA PUERTA A LA QUE ENTRO PARA REINVENTARME .................................... 56

¡RENOVARSE O MORIR! ....................................................................................................... 57

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 60

ÍNDICE ..................................................................................................................................... 61