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Sociología. Política, Estado.

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MAX WEBER: ECONOMA Y SOCIEDAD

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Maximilian Karl Emil Weber (Erfurt 1864- Munich 1920) economista y socilogo alemn; estudi en las Universidades Heidelberg, Berln y Gotinga formndose en una perspectiva terica neo-kantiana. Dict ctedra en diversas universidades alemanas hasta alcanzar un puesto en la de Heidelberg. En 1909 fund la Asociacin Sociolgica Alemana. Esta seleccin de textos realizada por la Ctedra de Teora Social corresponde a la publicacin pstuma realizada por Marianne Weber Economa y Sociedad.Captulo I:

l. CONCEPTOS SOCIOLGICOS FUNDAMENTALES

1. "Validez" de un ordensignifica para nosotros algo ms que una regularidad en el desarrollo de la accin social simplemente determinada por la costumbre opor una situacin de intereses. () cuando un funcionario acude todos los das a su oficina a la misma hora, tal ocurre no slo por causa de una costumbre arraigada, ni slo por causa de una situacin de intereses -que a voluntad pudiera o no aceptar-, sino tambin (por regla general) por la "validez" de un orden (reglamento de servicio), como mandato cuya transgresin no slo acarreara perjuicios, sino que (normalmente) se rechaza por el "sentimiento del deber" del propio funcionario (efectivo, sin embargo, en muy variada medida).[]

Cuando la elusin o la transgresindel sentido (como por trmino medio es entendido) de un orden se convierteen regla, entonces la validez de ese orden es muy limitada o ha dejado de subsistiren definitiva. Entre la validez y la no validez de un orden no hay para la sociologa,como existe, en razn de sus fines, para la jurisprudencia, unaalternativaabsoluta. Existen ms bien transiciones fluidas entre ambos casos y pueden valer-como se ha indicado-uno al lado de otro rdenes contradictorios, en la amplituden que alcance la probabilidad efectivade una orientacin real de la conductapor ellos.()Un orden debe llamarse:

a) Convencin: cuando su validez esta garantizada externamente por laprobabilidad de que, dentro de undeterminado crculo de hombres,una conducta discordante habr de tropezar con una (relativa) reprobacingeneral y prcticamente sensible.

b) Derecho: cuando est garantizado externamente por la probabilidadde la coaccin (fsica o psquica) ejercida por un cuadro de individuosinstituidos con la misin de obligar a la observancia de ese orden o decastigar su transgresin.

7. Los que acatan socialmente pueden atribuir validez legtima a unorden determinado.

a) en mritos de la tradicin: validez de lo que siempre existi;

b) en virtud de una creencia afectiva (emotiva especialmente): validezde lo nuevo revelado o de lo ejemplar;

e) en virtud de una creencia racional con arreglo a valores: vigencia delo que se tiene como absolutamente valioso;

d) en mritos de lo estatuido positivamente, en cuya legalidadse cree. () 8. Debe entenderse que una relacin social es de luchacuando la accinse orienta por el propsito de imponer la propia voluntad contra la resistenciade la otra u otras partes. Se denominan "pacficos" aquellos medios delucha en donde no hay una violencia fsica efectiva. La lucha "pacfica" llamase"competencia" cuando se trata de la adquisicin formalmente pacficade un poder de disposicin propio sobre probabilidades deseadas tambin porotros. Hay competencia regulada en la medida en que est orientada, en susfines y medios, por un orden determinado. A la lucha (latente) por la existenciaque, sin intenciones dirigidas contra otros, tiene lugar, sin embargo,tanto entre individuos como entre tipos de los mismos, por las probabilidadesexistentes de vida y de supervivencia, ladenominaremos "seleccin": la cuales "seleccin social" cuando se trata de probabilidades de vida de los vivientes,o "seleccin biolgica" cuando se trata de las probabilidades de supervivenciadel tipo hereditario.

1. Entre las formas de lucha existen las ms diversas transiciones sin solucinde continuidad: desde aquella sangrienta, dirigida a la aniquilacin de la vida delcontrario y desligada de toda regla, hasta el combate entre caballeros "convencionalmente"regulado (la invitacin del heraldo antes de la batalla de Fontenoy:Messieurs les Anglais, tirez les premiers) y la pugna deportiva con sus reglas; desdela competencia no sometida a regla alguna, por ejemplo, la competencia ertica por los favores de una dama, pasando por la competencia econmica regulada porel mercado, hasta llegar a la competencia estrictamente ordenada como la artsticao la "lucha electoral". La delimitacin conceptual de la lucha violenta se justifica por la peculiaridad de sus medios normales y por las consecuencias sociolgicasparticulares que, por esa razn, acarrea su presencia.

2. Toda lucha y competencia tpicas y en masa llevan a la larga, no obstantelas posibles intervenciones de la fortuna y del azar, a una "seleccin" de los queposeen en mayor medida las condiciones personales requeridas por trminomediopara triunfar en la lucha. Cules sean esas cualidades -si la fuerza fsica o laastucia sin escrpulos, si laintensidad en el rendimiento espiritual o meros pulmonesy tcnica demaggica, si la devocin por los jefes o el halago de las masas,si la originalidad creadora o la facilidad de adaptacin social, si cualidades extraordinariaso cualidades mediocres- es cosa que slo pueden decidir las condicionesde la competencia y de la lucha; entre las cuales, aparte de todas las posiblescualidades tanto individuales como de masa, hay que contar aquellos rdenes por

los que la conducta, ya sea tradicional, ya sea racional -con arreglo a fines o conarreglo a valores- se orienta en la lucha. Cada uno de ellos influye en las probabilidadesde la seleccin social. No toda seleccin social es una "lucha'' en elsentido aqu admitido. Seleccin social significa, por lo pronto, tan slo, quedeterminados tipos de conducta y, eventualmente, de cualidades personales, tienenms probabilidades de entrar en una determinada relacin social (como "amante", "marido", "diputado", "funcionario", "contratista de obras", "director general","empresario'', etc.). Con lo cual nada se dice sobre si esas probabilidades socialesse adquirieron por medio de lucha, ni si con ellas mejoran o no las probabilidadesde supervivencia biolgica del tipo en cuestin.

Slo hablaremos de "lucha" cuando se d una autntica "competencia". Segnensea la experiencia la lucha es ineludible de hecho en el sentido de "seleccin"y lo es en principio en el sentido de "seleccin biolgica". La seleccin es"eterna", porque no hay manera de imaginar medio alguno para descartarla demodo total. Un orden pacifista de rigurosa observancia slo puede eliminar ciertosmedios y determinados objetos y direcciones de lucha. Lo cual significa que otrosmedios de lucha llevan al triunfo en la competencia (abierta) o -en el caso enque se imagine a sta eliminada (lo que slo sera posible de modo terico yutpico)- en la seleccin (latente) de las probabilidades de vida y de supervivencia;y que tales medios habrn de favorecer a los que de ellos dispongan, bienpor herencia, bien por educacin. Los lmites de una eliminacin de la lucha seencuentran, empricamente, en la seleccin social y por principio en la biolgica. []

9. Llamamos comunidada una relacin social cuando y en la medidaen que la actitud en la accin social -en el caso particular, por trmino medioo en el tipo puro- se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional)de lospartcipes de constituir un todo.

Llamamos sociedada una relacin social cuando y en la medida en quela actitud en la accin social se inspira en una compensacin de intereses pormotivos racionales (de fines o de valores) o tambin en una unin de interesescon igual motivacin. La sociedad, de un modo tpico, puede especialmentedescansar (pero no nicamente) en un acuerdo o pacto racional, pordeclaracin recproca.[] 16. Podersignifica la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relacin social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad.

Por dominacindebe entenderse la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas dadas; por disciplina debe entenderse la probabilidad de encontrar obediencia para un mandato por parte de un conjunto de personas que, en virtud de actitudes arraigadas, sea pronta, simple y automtica.

La situacin de dominacin est unida a la presencia actual de alguien mandando eficazmente a otro, pero no est unida incondicionalmente ni a la existencia de un cuadro administrativo ni a la de una asociacin; por el contrario, s lo est ciertamente -por lo menos en todos los casos normales- a una de ambas. Una asociacin se llama asociacin de dominacin cuando sus miembros estn sometidos a relaciones de dominacin en virtud del orden vigente.[]

17. Una asociacin de dominacin debe llamarse asociacin polticacuando y, enla medida en que su existencia y la validez de sus ordenaciones, dentro de un mbito geogrfico determinado, estn garantizados, de un modo continuo, por la amenaza y aplicacin de la fuerza fsica por parte de su cuadro administrativo.

Por Estado debe entenderse un instituto poltico de actividad continuada, cuando y en la medida en que su cuadro administrativo mantenga con xito la pretensin al monopolio legtimo de la coaccin fsica para el mantenimiento del orden vigente. Dcese de una accin que est polticamente orientada cuando y en la medida en que tiende a influir en la direccin de una asociacin poltica; en especial a la apropiacin o expropiacin, a la nueva distribucin o atribucin de los poderes gubernamentales. ()

2. No es posible definir una asociacin poltica -incluso el "estado"- sealandolos fines de la "accin de laasociacin". Desde el cuidado de los abastecimientoshasta la proteccin del arte, no ha existido ningn fin queocasionalmenteno haya sido perseguido por las asociaciones polticas; y no ha habido ningunocomprendido entre la proteccin de la seguridad personal y la declaracin judicialdel derecho que todas esas asociaciones hayanperseguido. Slo se puede definir,por eso, el carcter poltico de una asociacin por el medio -elevado endeterminadascircunstancias al fin en s- que sin serle exclusivo es ciertamente especficoy para su esenciaindispensable: la coaccin fsica.

3. Es conveniente definir el concepto de Estadoen correspondencia con elmoderno tipo del mismo -ya que en su pleno desarrollo es enteramente moderno-,pero con abstraccin de sus fines concretos y variables, tal como aqu yahora los vivimos. Caracteriza hoy formalmente al estado el ser un orden jurdicoy administrativo -cuyos preceptos pueden variarse- por el que se orienta laactividad -"accin de la asociacin"- del cuadro administrativo (a su vez reguladapor preceptos estatuidos) y el cual pretende validez no slo frente a losmiembros de la asociacin -que pertenecen a ella esencialmente por nacimiento-sinotambin respecto de toda accin ejecutada en el territorio a que se extiendela dominacin (o sea, en cuanto "instituto territorial"). Es, adems, caracterstico: el que hoy slo exista coaccin "legtima" en tanto que el orden estatal lapermita o prescriba (por ejemplo, este orden deja al padre "poder disciplinario";un resto de lo que fue en su tiempo potestad propia del seor de la casa, quedispona de la vida de hijos y esclavos). Este carcter monoplico del poder estatales una caracterstica tan esencial de la situacin actual como lo es su carcterde instituto racional y de empresa continuada.[La cuestin del Estado se retoma en apartados posteriores]III. LOS TIPOS DE DOMINACIN

l. LAS FORMAS DE LEGITIMIDAD

l. Debe entenderse por "dominacin", de acuerdo con la definicin yadada (cap. I, 16), la probabilidad deencontrar obediencia dentro de ungrupo determinado para mandatos especficos (o para toda clase de mandatos).No es, por tanto, toda especie de probabilidad de ejercer "poder" o"influjo" sobre otros hombres. En el caso concreto esta dominacin ("autoridad"),en el sentido indicado, puede descansar en los ms diversos motivosde sumisin: desde la habituacin inconsciente hasta lo que son consideracionespuramente racionales con arreglo a fines. Un determinado mnimo devoluntad de obediencia, o sea de inters (externo o interno) en obedecer, esesencial en toda relacin autntica de autoridad.No toda dominacin se sirve del medio econmico. Y todava menos tiene toda dominacin fines econmicos. Pero toda dominacin sobre unapluralidad de hombres requiere de un modo normal (no absolutamente siempre)un cuadro administrativo (ver cap. r, 12); es decir, la probabilidad, enla que se puede confiar, de que se dar una actividad,dirigida a la ejecucinde sus ordenaciones generales y mandatos concretos, por parte de un grupo dehombres cuya obediencia se espera. Este cuadro administrativo puede estarligado a la obediencia de su seor (o seores) por la costumbre, de un modo puramente afectivo, por intereses materiales o por motivos ideales (con arregloa valores). La naturaleza de estos motivos determina en gran medida el tipode dominacin. Motivos puramente materiales yracionales con arreglo a finescomo vnculo entre el imperante y su cuadro implican aqu, como en todaspartes, una relacin relativamente frgil. Por regla general se le aaden otrosmotivos: afectivos o racionales con arreglo avalores. En casos fuera de lonormal pueden stos ser los decisivos. En lo cotidiano domina la costumbrey con ella intereses materiales, utilitarios, tanto en sta como en cualquierotra relacin. Pero la costumbre y la situacin deintereses, no menos que losmotivos puramente afectivos y de valor (racionales con arreglo a valores), nopueden representar los fundamentos en que la dominacin confa. Normalmentese les aade otro factor: la creencia en la legitimidad.

De acuerdo con la experiencia ninguna dominacin se contenta voluntariamentecon tener como probabilidades de su persistencia motivos puramentemateriales, afectivos o racionales con arreglo a valores. Antes bien, todas procurandespertar y fomentar la creencia en su "legitimidad". Segn sea la clasede legitimidad pretendida esfundamentalmente diferente tanto el tipo de laobediencia, como el del cuadro administrativo destinado a garantizarla,como el carcter que toma el ejercicio de la dominacin. Y tambin sus efectos.Por eso, parece adecuado distinguir las clases de dominacin segn suspretensiones tpicas de legitimidad. Para ello es conveniente partir de relacionesmodernas y conocidas.

1. Tan slo los resultados que se obtengan pueden justificar que se haya tomadoeste punto de partida para laclasificacin y no otro. No puede ser en estoun inconveniente decisivo el que por ahora se pospongan para ser aadidas otrascaractersticas distintivas tpicas. La "legitimidad" de una dominacin tiene una importancia que no es puramente "ideal" -aunque no sea ms que por el hecho de que mantiene relaciones muy determinadas con la legitimidad de la "propiedad".

2. No toda "pretensin" convencional o jurdicamente garantizada debe llamarse "relacin de dominacin". Pues de esta suerte podra decirse que el trabajadoren el mbito de la pretensin de su salario es "seor" del patrono, ya queste a demanda del ejecutor judicial, est a su disposicin. En verdad, es formalmente slo una parte "acreedora" a la realizacin de ciertas prestaciones en undeterminado cambio de servicios. Sin embargo, el concepto de una relacin dedominacin no excluye naturalmente el que haya podido surgir por un contratoformalmente libre: as en la dominacin del patrono sobre el obrero traducida enlas instrucciones y ordenanzas de su trabajo o en la dominacin del seor sobre elvasallo que ha contrado libremente el pacto feudal. El que la obediencia pordisciplina militar sea formalmente "obligada", mientras la disciplinade taller es formalmente "voluntaria", no altera para nada el hecho de que ladisciplina de taller implica tambin sumisin a una autoridad (dominacin). Tambinla posicin delfuncionario se adquiere por contrato y es denunciable, y larelacin misma de "sbdito" puede ser aceptada y (con ciertas limitaciones) disueltavoluntariamente. La absoluta carencia de una relacin voluntaria slo seda en los esclavos. Tampoco, por otra parte, debe llamarse "dominacin" a unpoder "econmico" determinado por una situacin de monopolio; es decir, en estecaso, por la posibilidad de "dictar" a la otra parte las condiciones del negocio;su naturaleza es idntica a la de toda otra "influencia" condicionada por cualquieraotra superioridad: ertica, deportiva, dialctica, cte. Cuando un gran bancose encuentra en situacin de forzar a otros bancos a aceptar un crtel de condiciones,esto no puede llamarse, sin ms, "dominacin", mientras no surja una relacinde obedienciainmediata: o sea, que las disposiciones de la direccin de aquelbanco tengan la pretensin y la probabilidad de ser respetadas puramente en cuantotales, y sean controladas en su ejecucin. Naturalmente, aqu como en todo, latransicin es fluida: entre la simple responsabilidad por deudas y la esclavitud pordeudas existen toda suerte de gradaciones intermedias. Y la posicin de un "saln"puede llegar hasta los lmites de una situacin de poder autoritario, sin ser por esonecesariamente "dominacin". Con frecuencia no es posible en la realidad unaseparacin rigurosa, pero por eso mismo es ms imperiosa la necesidad de conceptosclaros.

3. La "legitimidad" de una dominacin debe considerarse slo como una probabilidad,la de ser tratada prcticamente como tal y mantenida en una proporcinimportante. Ni con mucho ocurre que la obediencia a una dominacin estorientada primariamente (ni siquiera siempre) por la creencia en su legitimidad.La adhesin puede fingirse por individuos y grupos enteros por razones de oportunidad,practicarse efectivamente por causa de intereses materiales propios, oaceptarse como algo irremediable en virtud de debilidades individuales y de desvalimiento.Lo cual no es decisivo para la clasificacin de una dominacin. Msbien, su propia pretensin de legitimidad, por su ndole la hace "vlida" en gradorelevante, consolida su existencia y codetermina la naturaleza del medio de dominacin.Es ms, una dominacin puede ser tan absoluta -un caso frecuente enla prctica- por razn de una comunidad ocasional deintereses entre el soberano y su cuadro (guardias personales, pretorianos, guardias "rojos" o "blancos") frentea los dominados, y encontrarse de tal modo asegurada por la impotencia militarde stos, que desdee toda pretensin de "legitimidad". Sin embargo, aun eneste caso, la clase de relacin de la legitimidad entre el soberano y su cuadro administrativoes muy distinta segn sea la clase del fundamento de la autoridad queentre ellos exista, siendo decisiva en gran medida para la estructura de la dominacin,como se mostrar ms adelante.

4. "Obediencia" significa que la accin del que obedece transcurre como si elcontenido del mandato se hubieraconvertido, por s mismo, en mxima de suconducta; y eso nicamente en mritos de la relacin formal deobediencia, sintener en cuenta la propia opinin sobre el valor o desvalor del mandato como tal. ()

2. Existen tres tipos puros de dominacin legtima. El fundamento primariode su legitimidad puede ser:

1. De carcter racional: que descansa en la creencia en la legalidad deordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados poresas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad legal).

2. De carcter tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en lasantidad de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidadde los sealados por esa tradicin para ejercer la autoridad (autoridadtradicional).

3. De carcter carismtico: que descansa en la entrega extracotidiana ala santidad, herosmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones porella creadas o reveladas (llamada) (autoridad carismtica).

En el caso de la autoridad legal se obedecen las ordenaciones impersonalesy objetivas legalmente estatuidas y las personas por ellas designadas, en mritosstas de la legalidad formal de sus disposiciones dentro del crculo desu competencia. En el caso de la autoridad tradicional se obedece a la persona del seor llamado por la tradicin yvinculado por ella (en su mbito) por motivos de piedad (pietas), en el crculo de lo que es consuetudinario. Enel caso de la autoridad carismtica se obedece al caudillo carismticamentecalificado por razones de confianza personal en la revelacin, heroicidad oejemplaridad, dentro del crculo en que la fe en su carisma tiene validez.1. La utilidad de esta divisin slo puede mostrarla el rendimiento sistemticoque con ella se busca. El concepto de "carisma" (gracia) se ha tomado de laterminologa del cristianismo primitivo. Con respecto. a la hierocracia cristiana

Rudolf S ohm ha sido el primero que en su Kirclvmrecht(derecho eclesistico)emple el concepto, aunque no laterminologa; otros (por ejemplo, Hall, EnthusiasmusundBussgewalt, "Entusiasmo y poder expiatorio") destacaron ciertas consecuenciasimportantes.

2. El que ninguno de los tres tipos ideales -que van a estudiarse en lo quesigue- acostumbre a darse "puro" en larealidad histrica, no debe impedir aqu,como en parte alguna, la fijacin conceptual en la forma ms pura posible de suconstruccin. Ms tarde habr de considerarse ( 11 ss.) la transformacin delcarisma puro al ser absorbido por lo cotidiano, y de esa manera se har mayorla conexin con las formas empricas de dominacin. Pero aun entonces tienevalidez para todo fenmeno emprico e histrico de dominacin, que nunca constituye"un libro abierto" en donde todo se declare. Y la tipologa sociolgicaofrece al trabajo histrico concreto por lo menos la ventaja, con frecuencia nadadespreciable, de poder decir en el caso particular de una forma de dominacin loque en ella hay de "carismtico", de "carisma hereditario", de "carisma institucional",de "patriarcal" ( 7), de "burocrtico" ( 4), de "estamental", etc., obien en lo que se aproxima a uno de estos tipos; y asimismo la ventaja de trabajarcon conceptos pasablemente unvocos. Pero con todo, estamos muy lejos de creerque la realidad histrica total se deje "apresar" en el esquema de conceptos quevamos a desarrollar.2. LA DOMINACIN LEGAL CON ADMINISTRACIN BUROCRTICA

Advertencia preliminar: partimos aqu intencionalmente de la forma de administracinespecficamente moderna, para poderla contrastar despus con las otras.

3. La dominacin legal descansa en la validez de las siguientes ideas,entrelazadas entre s:

1. Que todo derecho, "pactado" u "otorgado", puede ser estatuido demodo racional -racional con arreglo a fines o racional con arreglo a valores(o ambas cosas)-, con la pretensin de ser respetado, por lo menos, por losmiembros de la asociacin; y tambin regularmente por aquellas personas quedentro del mbito de poder de la asociacin (en las territoriales: dentro desu dominio territorial) realicen acciones sociales o entren en relaciones socialesdeclaradasimportantes por la asociacin.

2. Que todo derecho segn su esencia es un cosmos de reglas abstractas,por lo general estatuidas intencionalmente; que la judicatura implica la aplicacinde esas reglas al caso concreto; y que la administracin supone el cuidadoracional de los intereses previstos por las ordenaciones de la asociacin,dentro de los lmites de las normas jurdicas y segn principios sealables quetienen la aprobacin o por lo menos carecen de la desaprobacin de las ordenacionesde la asociacin.

3. Que el soberano legal tpico, la "persona puesta a la cabeza", en tantoque ordena y manda, obedece por su parte al orden impersonal por el queorienta sus disposiciones.

Lo cual vale para el soberano legal que no es "funcionario", por ejemplo:el presidente electivo de un estado.

4. Que -tal como se expresa habitualmente- el que obedece slo lo haceen cuanto miembro de la asociacin y sloobedece "al derecho".Como miembro de la unin, del municipio, de la iglesia; en el estado: ciudadano.

5. En relacin con el nmero 3 domina la idea de que los miembros de la asociacin, en tanto que obedecen al soberano, no lo hacen por atencin a su persona, sino que obedecen a aquel orden impersonal; y que slo estn obligados a la obediencia dentro de la competencia limitada, racional y objetiva, a l otorgada por dicho orden.

Las categoras fundamentales de la dominacin legal son, pues:

1. Un ejercicio continuado, sujeto a ley, de funciones, dentro de

2. una competencia, que significa:

a) un mbito de deberes y servicios objetivamente limitado en virtudde una distribucin de funciones,

b) con la atribucin de los poderes necesarios para su realizacin, y

c) con fijacin estricta de los medios coactivos eventualmente admisiblesy el supuesto previo de su aplicacin.

Una actividad establecida de esa suerte se llama "magistratura" o "autoridad"(Behorde).

"Autoridades" en este sentido existen, lo mismo que en el "estado" y la "iglesia",en las grandes explotacionesprivadas, ejrcitos y partidos. Una "magistratura"en el sentido de esta terminologa es el presidente electivo de la repblica(o el gabinete ministerial, o los "diputados por eleccin"). Estas categoras nonos interesan, sin embargo,ahora. No toda "magistratura" posee en igual sentido"poderes de mando"; pero esta separacin no interesa aqu.

A esto hay que aadir:

3. El principio de jerarqua administrativa, o sea la ordenacin de "autoridades"fijas con facultades de regulacin e inspeccin y con el derecho dequeja o apelacin ante las "autoridades" superiores por parte de las inferiores.La cuestin de si la instancia superior puede alterar con otra "ms justa" ladisposicin apelada y en qu condiciones en este caso, o si para ello ha dedelegar en el funcionario inferior, tiene muy distintas soluciones.

4. Las "reglas" segn las cuales hay que proceder pueden ser

a) tcnicas o

b) normas.

Su aplicacin exige en ambos casos, para que se logre la racionalidad, unaformacin profesional. Normalmente slo participa en el cuadro administrativode una asociacin el calificado profesionalmente para ello mediantepruebas realizadas con xito; de modo que slo el que posea esas condicionespuede ser empleado como funcionario. Los "funcionarios" forman elcuadro administrativo tpico de las asociaciones racionales, sean stas polticas,hierocrticas, econmicas (especialmente, capitalistas) o de otra clase.

5. Rige (en el caso racional) el principio de la separacin plena entre elcuadro administrativo y los medios de administracin y produccin. Los funcionarios, empleados y trabajadores al servicio de una administracin no son propietarios de los medios materiales de administracin y produccin, sinoque reciben stos en especie o dinero y estn sujetos a rendicin de cuentas.Existe el principio de la separacin completa entre el patrimonio pblico, delcargo (o de la explotacin: capital) y el patrimonio privado (hacienda individual) y entre la "oficina" y el "hogar".6. En el caso ms racional no existe apropiacin de los cargos por quienlos ejerce. Donde se da un "derecho al cargo" (como, por ejemplo, entre losjueces y actualmente en partes crecientes de la burocracia y el proletariado)no sirvegeneralmente a un fin de apropiacin por parte del funcionario, sinode aseguramiento del carcter puramente objetivo ("independiente"), slosujeto a normas, de su trabajo en el cargo.

7. Rige el principio administrativo de atenerse al expediente, aun all dondelas declaraciones orales sean de hecho la regla o estn hasta prescritas; porlo menos se fijan por escrito los considerandos, propuestas y decisiones, as,como las disposiciones y ordenanzas de toda clase. El expediente y la actividadcontinuada por el funcionario hacen que la oficina sea la mdula detoda forma moderna en la actividad de las asociaciones.

8. La dominacin legal puede adoptar formas muy distintas, de las quehablaremos luego particularmente. En lo que sigue se analizar en su significacinde tipo ideal lo que en la mayor parte de los casos es la estructurapura dedominacin del cuadro administrativo: la "burocracia".

El que se prescinda de la naturaleza tpica del dirigente, se debe a circunstanciasque luego se harn perfectamente comprensibles. Tipos muy importantes dedominacin racional pertenecen formalmente por su dirigente a otros tipos (carismtico-hereditarios: monarqua hereditaria; carismtico-plebiscitarios: presidente);otrosson materialmenteracionales en muchas de sus partes, pero se encuentranconstruidos segn una forma intermedia entre la burocracia y el carismatismo(gobiernos de gabinete); otros, por ltimo, estn conducidos (ministerios de partido)por los dirigentes (burocrticos o carismticos) de otras asociaciones (partidos). El tipo de la administracin legal y racional es susceptible de aplicacinuniversal, y es lo importante en la vida cotidiana. Pues para la vida cotidianadominacin es primariamente "administracin".

4. El tipo ms puro de dominacin legal es aquel que se ejerce pormedio de un cuadro administrativo burocrtico. Slo el dirigente de la asociacinposee su posicin de imperio, bien por apropiacin, bien por eleccino pordesignacin de su predecesor. Pero sus facultades de mando son tambin "competencias" legales. La totalidad delcuadro administrativo se compone,en el tipo ms puro, de funcionarios individuales ("monocracia" enoposicin a "colegialidad" de la que se hablar luego), los cuales1) personalmente libres, se deben slo a los deberes objetivos de su cargo,

2) en jerarqua administrativa rigurosa,

3) con competencias rigurosamente fijadas,

4) en virtud de un contrato, o sea (en principio) sobre la base de libreseleccin segn

5) calificacin profesional que fundamenta su nombramiento -en el casoms racional: por medio de ciertas pruebas o del diploma que certifica sucalificacin-;

6) son retribuidos en dinero con sueldos fijos, con derecho a pensin lasms de las veces; son revocables siempre a instancia del propio funcionarioy en ciertas circunstancias (particularmente en los establecimientos privados) pueden tambin ser revocados por parte del que manda; su retribucin est graduada primeramente en relacin con el rango jerrquico, luego segn la responsabilidad del cargo y, en general, segn el principio del "decoro estamental" (cap. IV).

7) ejercen el cargo como su nica o principal profesin,

8) tienen ante s una "carrera", o "perspectiva" de ascensos y avances por aos de ejercicio, o por servicios o por ambas cosas, segn juicio de sus superiores,

9) trabajan con completa separacin de los medios administrativos y sin apropiacin del cargo,

10) y estn sometidos a una rigurosa disciplina y vigilancia administrativa.

Este orden puede, en principio, aplicarse igualmente a establecimientos econmicos, caritativos o cualesquiera otros de carcter privado que persigan fines materiales o ideales, y a asociaciones polticas o hierocrticas, lo que puede mostrarse histricamente (en aproximacin mayor o menor al tipo puro).

1. As, por ejemplo, la burocracia en las clnicas privadas es en principio de igual carcter que la de los hospitales de fundaciones u rdenes religiosas. La llamada moderna "capellanocracia": la expropiacin de los antiguos "beneficios eclesisticos", generalmente apropiados, as como el episcopado universal (como "competencia" formal universal) y la infalibilidad (como "competencia" material, slo vlida "ex cathedra", en el cargo, por tanto bajo la tpica separacin del "cargo" y la actividad "privada") son fenmenos tpicamente burocrticos. Lo mismo en las explotaciones capitalistas, y tanto ms cuanto mayores sean; no menos en el funcionamiento de los partidos (de lo que se hablar luego en particular) y tambin en el moderno ejrcito burocrtico conducido por funcionarios militares de tipo especial, llamados oficiales.

2. La dominacin burocrtica se ofrece en forma ms pura all donde rige con mayor fuerza el principio del nombramiento de los funcionarios. Una jerarqua de funcionarios electivos no existe con igual sentido que una jerarqua de funcionarios nombrados; por lo pronto la disciplina no puede nunca naturalmente alcanzar idntica severidad all donde el funcionario subordinado depende en igual forma que el superior de una eleccin y no precisamente del juicio de este ltimo (ver sobre funcionarios electivos, 14).

3. Es esencial en la moderna burocracia el contrato administrativo de nombramiento, o sea, la libre seleccin. All donde funcionarios serviles (esclavos, ministeriales) sirvan en articulacin jerrquica con competencias objetivas, o sea de manera formalmente burocrtica, hablaremos propiamente de una "burocracia patrimonial". []VIII. LAS COMUNIDADES POLTICAS

l. Naturaleza y "legitimidad" de las asociaciones polticas

Entendemos por comunidad poltica aquella cuya accin consiste en que lospartcipes se reservan la dominacinordenada de un "mbito" (no necesariamente constante en absoluto y delimitado con fijeza, pero s delimitable dealgn modo) y de la accin de los hombres situados en l de un modo permanente o slo provisional, teniendo preparada para el caso la fuerza fsica,normalmente armada. La existencia de una comunidad "poltica" en estesentido no es algo dado de una vez y para siempre. ()A causa del carcter eficaz de sus medios, la asociacin poltica se halla especficamente capacitada para confiscar en su favor todos los contenidosposibles de la accin social, no existiendo de hecho en el mundo nada que enalgn momento o en alguna parte no haya sido alguna vez objeto de la accincomunitaria de las asociaciones polticas. ()Como ocurre efectivamenteen la poca moderna, esta creencia en la "legitimidad" especfica detodas las acciones emprendidas por tal tipo de comunidad puede incrementaren tan gran medida, que slo ciertas comunidades polticas (llamadas "Estados")se consideran como nicas capacitadas para permitir o conceder unaautorizacin para que las dems comunidades en general usen "legtimamente"de la coaccin fsica. As, para el desempeo y ejercicio de este poderexiste en las comunidades polticas enteramente desarrolladas un sistema deordenaciones casusticas a las que se atribuye tal "legitimidad" especfica.Se trata del "ordenamiento jurdico", cuya creacin se atribuye hoy de unmodo exclusivo a la comunidad poltica, porque sta ha llegado, en efecto,a ejercer normalmente el monopolio consistente en dar vigor, mediante lacoaccin fsica, a tal sistema de normas. Esta preminencia del "ordenamientojurdico" garantizado por el poder poltico ha surgido y se ha desarrolladoa travs de un lento proceso, debido a que las dems comunidadesque posean poderes coactivos especiales han perdido, por efecto de los desplazamientoseconmicos y de organizacin, su poder sobre el individuo, de suerteque se han disuelto o, sometidas al yugo de las comunidadespolticas, hanvisto su poder reducido o limitado por stas. Ello es debido tambin a quehan ido brotando en las comunidades polticas nuevos intereses que ya no hanencontrado lugar para manifestarse en las asociaciones particulares, y a queslo las garantas racionalmente organizadas proporcionadas por las primerashan podido asegurar suficientemente un crculo cada vez ms amplio de intereses,especialmente de intereses econmicos. En otro lugar hemos examinadola forma en que se ha realizado y se sigue realizando todava en nuestrosdas este proceso de "estatificacin" de todas las "normas jurdicas".

IX. LA INSTITUCIN ESTATAL RACIONAL Y LOS PARTIDOS POLTICOS YPARLAMENTOSMODERNOS (SOCIOLOGA DEL ESTADO) 2. El estado racional como asociacin de dominio institucionalcon el monopolio del poder legtimo Desde el punto de vista de la consideracin sociolgica, una asociacin "poltica"y en particular un "Estado" no se pueden definir por el contenido delo que hacen. En efecto, no existe apenas tarea alguna que una asociacinpoltica no haya tomado alguna vez en sus manos, ni tampoco puede decirsede ninguna, por otra parte, que la poltica haya sido siempre exclusivamentepropia de aquellas asociaciones que se designan como polticas, y hoy comoEstados, o que fueron histricamente las precursoras del Estado moderno.Antes bien, sociolgicamente el Estado moderno slo puede definirse en ltima instancia a partir de un medio especfico que, lo mismo que a todaasociacin poltica, le es propio, a saber: el de la coaccin fsica. "TodoEstado se basa en la fuerza", dijo en su da Trotsky en Brest-Litowsk. Yesto es efectivamente as. Si slo subsistieran construcciones sociales queignoraran la coaccin como medio, el concepto de Estado hubiera desaparecido;entonces se hubiera producido lo que se designara coneste sentidoparticular del vocablo, como "anarqua". Por supuesto, la coaccin no es enmodo alguno el medio normal o nico del Estado -nada de esto- pero ssu medio especfico. En el pasado, las asociaciones ms diversas empezandopor la familia- emplearon la coaccin fsica como medio perfectamentenormal. Hoy, en cambio, habremos de decir: el Estado es aquella comunidadhumana que en el interior de un determinado territorio -el concepto del"territorio" es esencial a la definicin- reclama para s (con xito) el monopoliode la coaccin fsica legtima. Porque lo especfico de la actualidades que a las dems asociaciones o personas individuales slo se les concede elderecho de la coaccin fsica en la medida en que el Estado lo permite.Este se considera, pues, como fuente nica del "derecho" de coaccin.

La "poltica" sera, as, para nosotros aspiracin a la participacin enel poder, o a la influencia sobre la distribucin del poder, ya sea entre Estadoso, en el interior de un Estado, entre los grupos humanos que comprende,lo cual corresponde tambin esencialmente al uso lingstico. Cuandose dice de una cuestin que es una cuestin "poltica", o de un ministro o unfuncionario que es un funcionario "poltico", o de una decisin que tienecarcter "poltico", entonces se entiende siempre con ello que los interesesde la distribucin, la conservacin o eldesplazamiento del poder son determinantesde la respuesta a aquella cuestin, o condicionan aquella decisin,o determinan la esfera de actuacin del funcionario en cuestin. El que hacepoltica aspira a poder: poder, ya sea como medio al servicio de otros fines-ideales o egostas-, o poder "por el poder mismo", o sea para gozar delsentimiento de prestigio que confiere.

El Estado, lo mismo que las dems asociaciones polticas que lo han precedido,es una relacin de dominio de hombres sobre hombres basada en elmedio de la coaccin legtima (es decir: considerada legtima). As, pues,para que subsista es menester que los hombres dominados se sometan a laautoridad de los que dominan en cada caso. Cundo y por qu lo hagan, slopuede comprenderse cuando se conocen los motivos internos de justificaciny los medios externos en los que la dominacin se apoya.Motivos de justificacin interior, o sea motivos de legitimidad de unadominacin -para empezar con ellos- hay tres en principio. Primero, laautoridad del "pasado", de la costumbre consagrada por una validez inmemorialy por la actitud habitual de su observancia: es sta la dominacin"tradicional'' tal como la han ejercido el patriarca y el prncipe patrimonialde todos los tipos. Luego, la autoridad del don de gracia personal extraordinario(carisma), o sea la devocin totalmente personal y la confianza personalen revelaciones, herosmo y otras cualidades de caudillaje del individuo:dominacin "carismtica", tal como la ejercen el profeta o -en el terrenopoltico- el prncipe guerreroescogido o el conductor plebiscitado, el grandemagogo y jefe poltico de un partido Y, finalmente, la dominacin envirtud de "legalidad", o sea en virtud de la creencia en la validez de un estatutolegal y de la "competencia" objetiva fundada en reglas racionalmentecreadas, es decir: disposicin de obediencia en el cumplimiento de deberesconforme a estatuto; sta es la dominacin tal como la ejercen el moderno"servidor del Estado" y todos aquellos otros elementos investidos de poderque en este aspecto se le asemejan. Se comprende que, en realidad, condicionanel sometimiento motivos muy poderosos de miedo y esperanza: temorde la venganza de poderes mgicos o del dueo del poder, o esperanza deuna recompensa en el otro mundo o en ste, al lado de otros intereses de landole ms diversa. De ello hablaremos en seguida. Sin embargo, si se preguntapor los motivos de "legitimidad" de dicho sometimiento, entonces nosencontramos con esos tres tipos "puros". Y estas representaciones de la legitimidady su motivacin interna son para la estructura de la dominacin demuy considerable importancia. Sin duda, los tipos puros slo se encuentranraramente en la realidad. Pero no nos proponemos entrar aqu en el detallede las modificaciones, las transiciones v las combinaciones sumamente complicadasde dichos tipos puros: en efecto, esto pertenece a la esfera de losproblemas de la "teora general del Estado".Aqu nos interesa ante todo el segundo de los tipos en cuestin, o sea ladominacin en virtud de devocin de los dominados al "carisma" puramentepersonal del "caudillo". Tiene aqu sus races la idea de la vocacin en suexpresin suprema. La devocin al carisma del profeta o del caudillo en laguerra o del gran demagogo en la asamblea ( ekklesia) o el parlamento, significaque ste pasa por el conductor interiormente "llamado" de los hombres,que stos no se le someten en virtud de costumbre o estatuto, sinoporque creen en l. Sin duda, l mismo, si es algo ms que un vano y limitadoadvenedizo, vive su propia causa, "persigue su misin". Pero la devocinde su squito -de sus apstoles, sus secuaces o sus partidarios- se dirigea su persona y sus cualidades. En las dos mayores figuras delpasado, la delmago y profeta por un lado y la del prncipe guerrero escogido, del jefede banda y condotiero por el otro, el caudillaje ha aparecido en todos losterrenos y en todas las pocas histricas Sin embargo, es peculiar del Occidente:el caudillaje poltico primero en la figura del "demagogo" libre, queslo se desarroll en el terreno de la ciudad-estado, propio exclusivamentede la civilizacin occidental y ante todo mediterrnea, y luego del "jefe de

partido" parlamentario, que tambin slo creci en el mbito del Estadoconstitucional occidental.

Sin embargo, esos polticos de "profesin", en el sentido ms estricto delvocablo, no son en absoluto las solas figuras decisivas en el lenguaje de lalucha poltica por -el poder. Decisiva es, antes bien, la clase de los mediosauxiliares de que disponen. La cuestin: cmo hacen los poderes polticamente:te dominantes para mantenerse en su dominio? se aplica a toda modalidadde dominacin poltica en cualquiera de sus formas, o sea tanto a latradicional corno a la legal y la carismtica.Toda empresa de dominio que requiere una administracin continua necesitapor una parte la actitud deobediencia,en la actuacin humana conrespecto a aquellos que se dan por portadores del poder legtimo y, por otraparte, por medio de dicha obediencia, la disposicin de aquellos elementosmateriales eventualmente necesarios para el empleo fsico de la coaccin, esdecir: el cuerpo administrativo personal y los medios materiales de administracin.

El cuerpo administrativo, que representa externamente a la empresa polticade dominio lo mismo que a cualquier otra, no se halla ligado a la obedienciafrente al detentador del poder por aquella sola representacin de lalegitimidad de que hablbamos hace un momento, sino adems por otrosdos medios que apelan directamente al inters personal: retribucin materialy honor social. Los feudos de los vasallos, las prebendas de los funcionarios:patrimoniales y el sueldo de los modernos servidores del Estado -el honorde la nobleza, los privilegios de clase y el honor delfuncionario- constituyenla paga, y el temor de perderla constituye el fundamento ltimo y decisivode la solidaridad del cuerpo de la administracin con el soberano. Estose aplica asimismo al caudillaje carismtico, a saber: honor militar y botnpara el squito guerrero, y los spoi1s, o sean la explotacin de los sbditospor el monopolio de los cargos, beneficios polticamente condicionados yprimas a la vanidad, para el squito demaggico.

Para el mantenimiento de todo dominio por la fuerza se necesitan ademsdeterminados elementos materiales externos, exactamente lo mismo queen la empresa econmica. Todos los ordenamientos estatales se pueden clasificar

en dos grupos, segn que se funden en el principio de que las personasque constituyen el cuerpo con cuya obediencia el soberano ha de contar, yasean funcionarios o lo que fueren, poseen en propiedad los medios de administracin,

ya se trate de dinero, edificios, material blico, lotes de automviles,caballos o lo que sea, o que, por el contrario, el cuerpo administrativo est"separado" de los medios de administracin, en el sentido en que actualmente el empleado y el proletario estn "separados", en la empresa capitalista,de los medios materiales de produccin. O sea, pues,segn que elsoberano tenga organizada la administracin por cuenta propia y la hagafuncionar por medio de servidores, empleados, favoritos o personas de confianzaque no son propietarios, esto es, poseedores por derecho propio de losmedios materiales de la empresa, sino que es el seor el que en el ejerciciode los mismos los dirige, o que ocurra lo contrario. Esta diferencia se encuentrapor doquiera en todas las organizaciones administrativas del pasado. ()

El desarrollo de ste [el Estado moderno] se inicia por doquiera a partir del momento en quese empieza a expropiar por parte del prncipe a aquellos portadores de poderadministrativo que figuran a su lado: aquellos poseedores en propiedad demedios de administracin, de guerra, de finanzas y de bienes polticamenteutilizables de toda clase. El proceso conjunto forma un paralelo completocon el desarrollo de la empresa capitalista, con su expropiacin paulatina delos productores independientes. Al final vemos que, efectivamente, en elEstado moderno concurre en una sola cima la disposicin de la totalidadde los medios polticos de explotacin, y que ya ni un solo funcionario espersonalmente propietario del dinero que gasta o de los edificios, depsitos,utensilios y mquinas de guerra de que dispone. En el "Estado" actual, pues-y esto constituye un rasgo esencial del concepto-, la "separacin" delcuerpo administrativo, o sea de los funcionarios y los trabajadores administrativos,de los medios materiales deadministracin, se ha llevado a cabopor completo...

Desde el punto de vista de nuestra consideracin importa, pues, destacarlo puramente conceptual en el sentido de que el Estado moderno es unaasociacin de dominio de tipo institucional, que en el interior de un territorio

ha tratado con xito de monopolizar la coaccin fsica legtima comoinstrumento de dominio, y rene a dicho objeto los medios materiales deexplotacin en manos de sus directores pero habiendo expropiado para elloa todos losfuncionarios de clase autnomos, que anteriormente disponande aqullos por derecho propio, y colocndose a s mismo, en lugar de ellos,en la cima suprema. 3. La empresa estatal de dominio como administracin.Direccin poltica y burocracia

En el Estado moderno, el verdadero dominio, que no consiste ni en losdiscursos parlamentarios ni en lasproclamas de monarcas sino en el manejodiario de la administracin, se encuentra necesariamente en manos de laburocracia, tanto militar como civil. Porque tambin el oficial modernosuperior dirige las batallas desde su despacho (Bureau). Lo mismo queel llamado progreso hacia el capitalismo a partir de la Edad Media constituyela escalaunvoca de la modernizacin de la economa, as constituye tambinel progreso hacia el funcionario burocrtico, basado en el empleo, ensueldo, pensin y ascenso, en la preparacin profesional y la divisin deltrabajo, encompetencias fijas, en el formalismo documental y en la subordinaciny la superioridad jerrquica, la escala igualmente unvoca de lamodernizacin del Estado, tanto del monrquico como del democrtico. Ases, en todo caso, cuando el Estado no es un pequeo cantn de administracinpor turno, sino un gran Estado de masas. La democracia elimina laadministracin en la misma medida que el Estado absoluto y en favor defuncionariosempleados por medio de honoratiores, ya sean stos feudales,patrimoniales o patricios, o actan en virtud de otros ttulos honorficos ohereditarios. Funcionarios a sueldo deciden acerca de las necesidades y lasquejas de cada da. En el aspecto que a tal efecto es decisivo, el titular deldominio militar, o sea el oficial, no se distingue del funcionario administrativoburgus. En efecto, tambin el ejrcito moderno de masas es unejrcito burocrtico, y el oficial es una categora especial de funcionario, encontraste con el noble, el condottiere, el cabecilla o los hroes homricos. Lafuerza efectiva del ejrcito descansa en la disciplina. Y, en la administracinmunicipal, el avance del burocratismo se produce en condiciones slo ligeramentemodificadas. Y cuanto mayor es el municipio ocuanto ms inevitablemente se va despojando, en virtud .de la formacin de asociaciones defines especficos condicionadas tcnica oeconmicamente, de sus rasgos autctonosorgnicos locales, tanto ms rpido es aquel avance. Lo mismo que enla Iglesia tampoco fue, por ejemplo, el tan cacareado dogma de la infalibilidad,sino el episcopado universal el queelabor la conclusin, importante desdeel punto de vista del principio, de 1870. Ese fue, en efecto, el que cre la"capellanocracia" y, en contraste con la Edad Media, convirti al obispo yal cura en simples funcionarios del poder curial central. Y lo mismo cabedecir de las grandes empresas privadas de la actualidad, tanto ms cuantomayores son. Los empleados privados aumentan, segn lo indican las estadsticas,ms rpidamente que los obreros yconstituye un error suponer queel trabajo intelectual de la oficina se distinga en lo ms mnimo de aqueldel despacho estatal.

Antes bien, ambos son esencialmente homogneos. Desde el punto devista de la sociologa, el Estadomoderno es una "empresa" con el mismottulo que una fbrica: en esto consiste precisamente su rasgo histrico especfico.Y se halla asimismo condicionada de modo homogneo, en sta yen aqul, la relacin de poder en el interior de la empresa. As como la independenciarelativa del artesano, del pequeo industrial domestico, delcampesinocon tierra propia, del comanditario, del noble y del vasallo se fundabaen que eran propietarios ellos mismos de los utensilios, las existencias, losmedios monetarios o las armas con que ejercan sus respectivas. Funcioneseconmicas, polticas, o militares y de los que durante dicho ejercicio vivan,as descansa tambin la dependencia jerrquica del obrero, del empleadode escritorio, del empleado tcnico, del asistente acadmico de institutoy del funcionario estatal y el soldado, exactamente del mismo modo, en elhecho de que los utensilios, existencias y medios pecuniarios indispensablespara la empresa y su existencia econmica estn concentrados bajo la facultadde disposicin del empresario, en un caso, y del soberano poltico en elotro. . . Ese fundamento econmico decisivo, o sea la "separacin" del trabajadorde los medios materiales del trabajo -de los medios de produccinen la economa, de los medios blicos en el ejrcito, de los medios materialesadministrativos en la administracin pblica, y de los medios monetariosen todos ellos, de los medios de investigacin en el instituto universitarioy en el laboratorio-es comn, como tal fundamento decisivo, tanto a laempresa poltico-militar estatal moderna como a la economa capitalista privada.En ambos casos, la disposicin de dichos medios est en manos deaquel poder al que el aparato de la burocracia (jueces, funcionarios, oficiales,capataces, empleados, suboficiales, etc.) obedece o a cuya llamada atiende;aquel aparato igualmente caracterstico de todas aquellas formaciones y cuyaexistencia y funcin estn ligadas indisolublemente, tanto como causa cuantocomo efecto, a aquella "concentracin de los medios materiales de explotacin"o, lo que es ms, cuya forma constituye. "Socializacin" crecientesignifica hoy, inexorablemente, burocratizacin creciente. ()

La exposicin se orienta en adelante hacia el reclutamiento de los cuerposadministrativos en la formacin del Estado racional. En el curso delproceso poltico de expropiacin (vase el prrafo anterior) que tuvo lugarcon xito mayor o menor en todos los pases del mundo, surgieron, al servicioinicialmente del prncipe, las primeras categoras de "polticos profesionales"en otro sentido, esto es, en el sentido de individuos que no se proponan serseores ellos mismos, como los caudillos carismticos, sino que entraban alservicio de seores polticos. Se ponan en esta lucha a disposicin del prncipey hacan de la atencin de su poltica un modo de vida por una parte,y un ideal de vida por la otra. Una vez ms, slo en Occidente encontramosesta clase de polticos profesionales al servicio tambin de otros poderes, allado del servicio del prncipe. Sin embargo, en el pasado dichos polticos sedesarrollaron tambin aqu, en la lucha del prncipe contra los estamentos,al servicio del primero.Llamaremos "estamentos" a los poseedores por derecho propio de mediosmilitares, o de medios materialesimportantes para la administracin, o de poderesde dominio personales. Gran parte de ellos estaban muy lejos de dedicarsu vida total o parcialmente, o aun ms que ocasionalmente, al servicio dela poltica. Aprovechaban, antes bien, su poder seorial en inters de laobtencin de rentas, o inclusive directamente de beneficios, y slo actuabanpolticamente, al servicio de la asociacin poltica, cuando el seor o suspropios compaeros de estamento se lopedan especialmente. ()

Frente a esto se sita ahora el desarrollo del funcionarismo moderno enun cuerpo de trabajadores intelectualesaltamente calificados y capacitadosprofesionalmente por medio de un prolongado entrenamiento especializado,con un honor de cuerpo altamente desarrollado en inters de la integridad,sin el cual gravitara sobre nosotros el peligro de una terrible corrupcino de una mediocridad vulgar, que amenazara al propio tiempo el funcionamientopuramente tcnico del aparato estatal, cuya importancia, mayormentecon una socializacin creciente, ha idoaumentando sin cesar y seguir hacindolo.La administracin de tipo diletante por polticos de presa, quesegn el resultado de la eleccin presidencial dejaba cesantes en los EstadosUnidos a centenares de miles de funcionarios, hasta los carteros, y no conocaal funcionario profesional de por vida, hace ya mucho que ha sido quebrantadapor medio de la Civil ServiceReform. Determinan esa evolucinlas necesidades puramente tcnicas, ineludibles, de la administracin. EnEuropa, el funcionarismo profesional basado en la divisin del trabajo hasurgido gradualmente de una evolucin de medio milenio. Empezaron conello las ciudades y las signorieitalianas, y entre las monarquas los Estadosconquistadores de los normandos. El paso decisivo se efectu en las finanzas de los prncipes. En las reformas administrativas del emperador Maximiliano1 puede apreciarse cun difcilmente -inclusive bajo la presin de lanecesidad extrema y del dominio turco- lograran los funcionarios en eseterreno, que es el que menos soportaba el diletantismo del soberano, queentonces era todava ante todo un seor feudal, desposeer al prncipe. Eldesarrollo de la tcnica militar requera el oficial especializado, y el afinamientodel proceso jurdico el jurista cultivado. En esos tres terrenos elfuncionarismo profesional triunf definitivamente, en los Estados ms avanzados,en el siglo XVI. Con ello habase iniciado al propio tiempo, con elascenso del absolutismo del prncipe frente a los estamentos, la dimisinpaulatina de su dominio independiente en favor de los funcionarios profesionales, que haban empezado por hacer posible su victoria sobre aqullos.

Simultneamente con el ascenso del funcionarismo de formacin profesionaltuvo lugar asimismo -aunque entransiciones mucho menos perceptibles-el desarrollo del "jefe poltico". Desde siempre y en todas parteshaba habido tales consejeros realmente eficaces de los prncipes. En el Oriente, la necesidad de descargar en lo posible al sultn de la responsabilidadpersonal por el xito del gobierno haba creado la figura del "Gran Visir".En el Occidente, bajo la influencia ante todo de los informes de la embajadaveneciana en tiempos de Carlos V -la poca de Maquiavelo-, que se leanen los crculos diplomticos con pasin, la diplomacia se convirti primero enun arte deliberadamente cultivado, cuyos adeptos, de formacin humanistapor lo regular, se trataban mutuamente como una capa cultivada de iniciados,de modo anlogo a los estadistas humanistas chinos de ltimos tiemposde los Estados parciales. Lanecesidad de una direccin formalmente unitariade la poltica conjunta, inclusive la interior, por medio de un estadistadominante slo surgi definitiva e imperativamente con el desarrollo constitucional.Hasta ah haba sin duda habido siempre semejantes personalidadesindividuales como consejeros o, mejor dicho -ms concretamente-,como guas de los prncipes. Pero la organizacin de las autoridades habaseguido de momento, aun en los Estados msavanzados, otros caminos. Sehaban formado autoridades administrativas supremas colegiadas. En teora,y en grado paulatinamente decreciente tambin de hecho, dichos cuerpos sereunan .bajo la presidencia del prncipe, queformulaba la decisin. Pormedio de ese sistema colegiado, que daba lugar a informes, contra-informesy votosmotivados de la mayora y la minora, y rodendose adems de personasde su confianza -el "gabinete"- por cuyamediacin pronunciabasus decisiones sobre los acuerdos del consejo de Estado -o como quiere que se llamara la autoridad suprema-, el prncipe, que cada vez quedabams relegado a la posicin de un diletante, trataba de sustraerse al pesoinevitablemente creciente de la formacin profesional de los funcionariosy de conservar la direccin suprema en sus manos: esta lucha latente entreel funcionarismo profesional y la autocracia se daba en todas partes. Lasituacinslo cambi frente a los Parlamentos y a las aspiraciones al poderde los jefes de los partidos. Condiciones muy diversas condujeron con todoal mismo resultado externo, aunque sin duda con algunas diferencias. Dondequiera que las dinastas retuvieronen sus manos un poder efectivo -como, porejemplo, en Alemania- los intereses del prncipe se hallaban en adelantesolidariamente enlazados con los del funcionarismo contra el Parlamento ysus ambiciones de poder. Los funcionarios tenan inters en que tambin lospuestos directivos, los ministerios, se proveyeran de sus filas, convirtindoseas en oportunidad de ascenso para ellos mismos. Y el monarca por su parteestaba interesado en poder nombrar los ministros, a su criterio, tambinde entre las filas de los funcionarios que le eran devotos. Por lo tanto, ambaspartes tenan inters en que la direccin poltica se enfrentara al Parlamentounidad y compacta, o sea que el sistema colegiado se remplazara por un jefede gabinete unitario. Por otra parte, el monarcanecesitaba adems, aunqueslo fuera para sustraerse formalmente a la lucha y los ataques de los partidos,de una persona individual responsable que le cubriera, es decir: de unapersona que respondiera ante el Parlamento, se le enfrentara y negociaracon el mismo. Todos estos intereses actuaban aqu en el mismo sentido: enel sentido de un ministro funcionario individualmente rector. Y con mayorfuerza todava actuaba en el sentido de la unificacin eldesarrollo del poderdel Parlamento all donde, como en Inglaterra, ste iba ganando ventajafrente al monarca. Aqu se desarroll el "gabinete", con el jefe unitario delParlamento a la cabeza, el leader, como comit del poder oficialmenteignorado por las leyes, pero en realidad polticamente decisivo, o sea delpartido que contaba en cada caso con la mayora. En efecto, como tales,las corporaciones colegiadas oficiales no eran rganos del poderefectivamentedominante, el partido, y no podan ser por tanto el exponente del verdaderogobierno. Antes bien, el partido dominante necesitaba, para afirmar supoder en el interior y poder practicar una poltica exterior deenvergadura,un rgano combativo, compuesto exclusivamente de sus hombres realmenterepresentativos y queactuara confidencialmente, y esto es, precisamente, elgabinete; en tanto que de cara al pblico -y en especial de cara al pblicoparlamentario- necesitaba un gua responsable para todas las decisiones:el jefe de gabinete. Este sistema ingls fue adoptado luego en el Continenteen forma de los ministerios parlamentarios, y slo en Estados Unidos y las

democracias influidas desde all se le enfrent un sistema totalmente heterogneo,que pona a la cabeza del aparato de funcionarios designado por l aljefe del partido vencedor, designado por eleccin popular directa, ligndoloslo ala aprobacin del Parlamento en materia de presupuesto y legislacin.

El desarrollo de la poltica en "empresa", que requera una preparacinen la lucha por el poder y en los mtodos de la misma, tales como el sistemamoderno de los partidos los ha ido desarrollando, impona ahora la separacinde los funcionarios pblicos en dos categoras, no sin duda totalmente,pero s claramente distintas: la de los funcionarios profesionales por una partey la de los funcionarios "polticos" por la otra. Los funcionarios "polticos"en el sentido propio del vocablo se distinguen por lo regular externamentepor el hecho de que se les puede transferir y despedir, o por lo menos "ponera disposicin", en cualquier momento, como es el caso de los prefectosfranceses y de losfuncionarios de igual clase de otros pases, en contrastecon la "independencia" de los funcionarios judiciales. En Inglaterra pertenecena dicha clase aquellos funcionarios que por convencin fija dejan suscargos al cambiar lamayora parlamentaria o tambin el gabinete. Se cuentanen particular entre ellos aquellos cuya competencia abarca la atencinde la "administracin interior" en general, siendo el elemento "poltico" dela misma la tarea, ante todo, del mantenimiento del orden en el pas, o seade las relaciones de dominio existentes. En Prusia, despus del decreto dePuttkamer(1822) esos funcionarios tenan el deber, so pena de medidas disciplinarias,de "representar la poltica del gobierno", y se los utilizaba, lo mismoque a los prefectos en Francia, como aparato oficial para influir en laselecciones.

Sin duda, la mayora de los funcionarios "polticos" compartan la cualidadde todos los dems, de acuerdo con el sistema alemn y en contrastecon el de otros pases, en el sentido de que tambin la obtencin dedichos cargos iba ligada a un estudio acadmico, a pruebas profesionales y aun determinado servicio preparatorio. Este distintivo especfico del funcionarismoprofesional moderno slo les falta en Alemania a los jefes del aparatopoltico, o sea a los ministros. Ya bajo el rgimen anterior a 1918 podauno ser ministro prusiano de enseanza sin haber asistido a un instituto deenseanza superior, en tanto que en principio slo se poda ser consejerodictaminador sobre la base de las pruebas prescritas. Por supuesto, el jefe dedepartamento y consejero dictaminador -por ejemplo, bajo Althoff en elMinisterio de Enseanza- estaba infinitamente mejor informado acercade los problemas propiamente tcnicos del ramo que su superior. Y la situacinera la misma en Inglaterra. De ah que aqul fuera, en todos los asuntoscorrientes, el ms competente. No era esto absurdo en s mismo. En efecto,el ministro era el representante de laconstelacin poltica que ocupaba elpoder haba, pues, de representar los criterios polticos de la misma y de aplicarlosa las propuestas de los funcionarios profesionales que le estaban subordinados,dictndoles en su caso las directivas de carcter poltico.

La situacin es totalmente anloga en la empresa econmica privada: el"soberano" propiamente dicho, la asamblea de accionistas, influye tan pocosobre la direccin de la empresa corno un "pueblo" regido por funcionariosprofesionales, y las personas de quienes depende la poltica de aqulla, el"consejo de administracin" dominado por los bancos, slo dan las directivaseconmicas y eligen a los administradores, sin estar en condiciones dedirigir tcnicamente la empresa ellos mismos ...

El verdadero funcionario -y esto es decisivo para la apreciacin del rgimendel Imperio alemn antes de 1918-, de acuerdo con su propia profesin,no ha de hacer poltica, sino que ha de "administrar" y, ante todo, demodo imparcial; y esto es as tambin, al menos oficialmente, por lo que serefiere a los llamados funcionarios administrativos "polticos", en la medidaen que no se plantee la "razn de Estado", es decir: en la medida en que no estn afectados los intereses vitales del orden dominante. El funcionarioha de ejercer su cargo sine ira et studio, "sin clera ni prejuicio". No hade hacer, pues, precisamente aquello que el poltico, tanto el jefe corno susquito, han de hacer siempre y necesariamente, esto es, luchar. Porque elpartidarismo, la lucha y la pasin -ira et studium- constituyen el elementodel poltico. Y ms que de nadie, del jefe poltico. La actuacin de ste semueve en efecto bajo un principio de responsabilidad muy distinto, y aundirectamente opuesto, de aquel del funcionario. El honor del funcionarioest en su capacidad para, cuando pese a sus representaciones el superiorjerrquico persiste en una orden que a aqul le parece errnea, ejecutarlabajo la responsabilidad del mandante con la misma escrupulosidad que sicorrespondiera a su propia conviccin. Sin esta disciplina, moral en el sentidoms alto del vocablo, y sin esta abnegacin, todo el aparato se vendraabajo.

Y el honor del jefe poltico, o sea del estadista dirigente, est, en cambio,precisamente en asumir con carcter exclusivo suyo la responsabilidad de todolo que hace, responsabilidad que no puede ni debe declinar o descargar enotros. Precisamente los tipos de funcionarios de moral elevada suelen sermalos polticos, sobre todo en el concepto poltico de la palabra "irresponsable", tales como hemos encontrado siempre, en Alemania, en posicionesdirectivas. Esto es lo que designamos como "burocracia".En la administracin de las asociaciones de masas, el funcionarismo deempleo fijo y preparacin especializada forma siempre el nmero del aparato,y su "disciplina" constituye unsupuesto imprescindible del xito. Y aunen mayor grado con el volumen creciente de la asociacin, complicacincreciente de sus tareas y, ante todo, dependencia creciente de su existencia(ya se trate de luchas por el poder en el mercado, en la liza electoral o en el campo de batalla) Lo mismo que los italianos, y despus de ellos losingleses, crearon la organizacin econmica capitalista moderna, as crearonen su da los bizantinos, y despus de ellos los italianos, los Estados territorialesde la poca absolutista, los franceses la centralizacin revolucionariafrancesa yfinalmente, superndolos a todos, los alemanes la organizacinburocrtica profesional, racional y especializada de todas las asociacioneshumanas de dominio, desde la fbrica hasta el ejrcito y el Estado, con verdaderovirtuosismo y no dejndose aventajar provisionalmente y en parte porotras naciones, ante todo por los norteamericanos, sino en la tcnica de la organizacinde los partidos. Y la Guerra Mundial signific ante toda la extensintriunfal de esta forma de vida al mundo entero, movimiento ya iniciadodesde, antes. En efecto, universidades, escuelas superiores tcnicas y comerciales,escuelas industriales, academias militares, escuelas especializadas detodas las clases imaginables(escuelas de periodismo) y, adems: el examenprofesional como supuesto de todos los cargos oficiales pblicos de retribucininteresante y ante todo "asegurada"; el diploma de examen como basede todas las aspiraciones a alguna posicin social (el connubio y el comerciosocial con los crculos que se consideran como "la sociedad"); el sueldo conderecho a pensin, seguro y "conforme a la posicin" y, en lo posible, lamejora y el ascenso por antigedad, todo esto constitua ya desde antes la "exigenciadel da", sustentada por el inters en la asistencia a las escuelas superioresjuntamente con el afn de prebendas de sus alumnos, tanto en el Estadocomo fuera del mismo. Aqu slo nos tocaexaminar las consecuenciasen relacin con la vida poltica. Porque este hecho escueto de la burocratizacinuniversal se oculta en verdad tambin detrs de aquello que de modoeufemstico se designa como "socialismo del futuro", detrs de la consignade la "organizacin", de la "economa cooperativista" y, de modo general,detrs de todas lasexpresiones anlogas del presente. En efecto, stas significansiempre en su resultado (aunque a veces se propongan precisamentelo contrario) creacin de burocracia. Sin duda, la burocracia no es ni conmucho la nica forma moderna de organizacin, como la fbrica no es tampocola nica forma de empresa industrial. Pero ambas son, con todo, lasque imprimen su sello a la poca presente y al futuro previsible. El futuroes de la burocratizacin ...La burocracia se caracteriza frente a otros vehculos histricos del ordende vida racional moderno por suinevitabilidad mucho mayor. No existeejemplo histrico conocido alguno de que all donde se entroniz porcompleto-en China, Egipto y en forma no tan consecuente en el Imperioromano decadente y en Bizancio- volviera a desaparecer, como no sea conel hundimiento total de la civilizacin conjunta que la sustentaba. Y sinembargo, stas no eran todava ms que formas sumamente irracionales deburocracia, o sea "burocracias patrimoniales". Laburocracia moderna se distingueante todo de esos ejemplos anteriores por una cualidad que refuerzasu carcter deinevitable de modo considerablemente ms definitivo que elde aquellas otras, a saber: por la especializacin y lapreparacin profesionalesracionales. El antiguo mandarn chino no era un funcionario profesional,antes, por elcontrario, era un gentleman cultivado literaria y humansticamente.Los funcionarios egipcio, romano-decadente y bizantino eran ya muchoms burcratas en el sentido nuestro. Pero las tareas estatales que tenana su cargo eraninfinitamente simples y modestas en comparacin con lasmodernas, y su actuacin se hallaba ligada en parte tradicional y en partepatriarcalmente, o sea, en todo caso, irracionalmente. El funcionario antiguoera un puroemprico, lo mismo que el artesano del pasado. El moderno, encambio, tiene cada da -y en forma cada vez ms inevitable- mayor preparacinprofesional y especializacin en concordancia con la tcnica racionalde la vidamoderna. Todas las burocracias de la tierra siguen el mismo camino.El antiguo funcionario norteamericano de patrocinio partidista, por ejemplo,era sin duda un "conocedor" experto del lugar de la lucha electoral y dela "prctica" correspondiente, pero no era en modo alguno un profesionalde formacin especializada. Es en ello, y no en la democracia como tal, en loque se fundaba la corrupcin all imperante, la cual es tan ajena al funcionarioprofesional universitario del "civil service", que slo ahora empieza aformarse all, como a la burocracia inglesa moderna, que de modo progresivose va introduciendo en el lugar del "self-govemment" por honoratiores("gentlemen").Pero all donde el funcionario profesional preparado llega a dominar, su poder es sencillamente inquebrantable, porque entonces toda la organizacindel abastecimiento vital ms elemental se halla cortada por el patrnde sus servicios. Puede concebirse tericamente una eliminacin cada vezms extensa del capitalismo privado, aunque esto no constituya en modoalguno una empresa tan nimia como suelen soarlo algunos que no lo conocen.

Pero, aun suponiendo que se lograra alguna vez, ello no significaraprcticamente en modo alguno, con todo, una ruptura de la acerada estructuradel moderno trabajo industrial, sino que significara, por el contrario,que ahora se burocratizara tambin la direccin de las empresas estatificadaso confiadas a una forma cualquiera de "economa colectiva". Las formasde vida de los empleados y trabajadores de las administraciones estatalesde las minas y los ferrocarriles prusianos no son en absoluto sensiblementedistintas de aquellas de las grandes empresas capitalistas privadas. Pero sson, en cambio, menos libres, porque toda lucha por el poder con una burocraciaestatal es intil, y porque no se puede apelar all a instancia algunainteresada en principio contra ella y su poder, como es posible, en cambio, frente a la economa privada. Esta seria toda la diferencia. Una vez eliminadoel capitalismo privado, laburocracia estatal dominara ella sola. Lasburocracias privada y pblica, que ahora trabajan una al lado de la otra y,por lo menos posiblemente, una contra otra, mantenindose, pues, hasta ciertopunto mutuamente en jaque, se fundiran en una jerarqua nica; a la manera,por ejemplo, del Egipto antiguo, slo que en forma incomparablemente ms racional y, por tanto, menos evitable.Una mquina inerte es espritu coagulado. Y slo el serlo le da el poderde forzar a los individuos a servirla y de determinar el curso cotidiano de susvidas de trabajo de modo tan dominante como es efectivamente el caso enla fbrica. Es espritu coagulado asimismo aquella mquina viva que representala organizacin burocrtica con suespecializacin del trabajo profesionalaprendido, su delimitacin de las competencias, sus reglamentos y susrelacionesde obediencia jerrquicamente graduados. En unin con la mquinamuerta, la vivatrabaja en forjar elmolde de aquella servidumbre del futuroa la que tal vez los hombres se vean algn da obligados a someterseimpotentes,como los fellahs del antiguo Estado egipcio, si una administracinbuena desde el punto de vistapuramente tcnico -y esto significa una administraciny un aprovisionamiento racionales por medio defuncionariosllegaa representar para ellos el valor supremo y nico que haya de decidiracerca de la forma de direccin de sus asuntos. Porque esto lo hace la burocraciaincomparablemente mejor que cualquier otra estructura del poder.Y aquel molde, que nuestros literatos loan con candor, completado por lavinculacin del individuo a la empresa (inicios de ello en las llamadas "institucionesde asistencia social"), a la clase (mediante solidez creciente de laarticulacin de posesin) y aun tal vez algn da en el futuro a la profesin(por medio de la satisfaccin "litrgica" de lasnecesidades estatales, es decir:de la asignacin de cargas estatales a asociaciones articuladas por profesiones),sera tanto ms irrompible si luego en el terreno social, por ejemplo, comoen los Estados feudales del pasado, unaorganizacin en "estamentos" de losdominados se integrara a la burocracia o, en realidad, se le subordinara. Iraapareciendo, entonces, una articulacin social "orgnica", esto es, egipciooriental,slo que, en contraste con sta, tan estrictamente racional como lo esuna mquina. Quin se atrevera a negar que algo por el estilo figuraentrelasposibilidades del futuro? Supongamos por un momento que precisamentedicha posibilidad constituye el destinoineludible, quin no sonreira en talcaso ante el temor de que la evolucin poltica y social puedan conducirnosen el futuro a un "individualismo", una "democracia" u otra cosa por el estiloexcesivos, y de que la "verdadera libertad" slo brillar cuando la "anarqua"actual de nuestra produccin econmica y la agitacin partidista de losParlamentos se hayan eliminado en beneficio del "orden social" y de la"articulacin orgnica" o, en otras palabras, del pacifismo de la impotenciasocial bajo las alas del nico poder realmente inevitable: la burocracia en elEstado y la economa?

En presencia del hecho bsico del progreso incontenible de la burocratizacin,la cuestin acerca de las formas polticas de la organizacin futura slopuede plantearse en los siguientes trminos:1) Cmo es posible en presencia de la prepotencia de esa tendencia haciala burocratizacin salvar todava algn resto de libertad de movimiento"individual" en algn sentido? Porque a fin de cuentas constituye un burdoautoengao creer que sin dichas conquistas de la poca de los "derechos delhombre" podramos -aun el ms conservador entre nosotros- ni siquiera vivir.

2) Cmo puede darse alguna garanta, en presencia del carcter cadada ms imprescindible del funcionarismo estatal -y del poder creciente delmismo que de ello resulta-, de que existen fuerzas capaces de contener dentrode lmites razonables, controlndola, la enorme prepotencia de dicha capa,cuya importancia va aumentando de da en da? Acaso la democracia sloser tambin posible en ese sentido limitado?

3) Una tercera cuestin, y aun la ms importante de todas, resulta de laconsideracin de lo que la burocracia norealiza como tal. Es fcil comprobar,en efecto, que su capacidad de realizacin, tanto en el terreno de laempresa poltico-estatal pblica como en el de la economa privada, presentalmites fijos. El espritu rector, o sea el empresario" aqu y el "poltico" all,es algo distinto del "funcionario". No necesariamente desde el punto de vista

de la forma, pero s en cuanto al contenido. Tambin el empresario estsentado ante su "bur". Tambin el jefemilitar. Este es un oficial y, eneste aspecto, no se distingue formalmente de los dems oficiales. Y si eldirectorgeneral de una gran empresa es un funcionario al servicio de unasociedad annima, entonces tampoco l se distingue en principio en cuantoa su estatuto jurdico de los dems funcionarios. Y lo propio ocurre en elterreno de la vidaestatal con el jefe poltico. En efecto, formalmente el PrimerMinistro es un funcionario a sueldo con derecho a pensin. La circunstanciade que conforme a todas las constituciones de la Tierra se le puedadespedir en todo momento y l pueda renunciar, distingue externamente suposicin de servicio frente a la de la mayora de losfuncionarios, pero node todos ellos. Mucho ms sorprendente, en cambio, es el hecho de que a l-y a l slo- no se le exija una calificacin de formacin profesional comoocurre con los dems funcionarios. Y esto indica que, conforme al sentidode su posicin, l es con todo, distinto de los dems funcionarios, en formaanloga a como el empresario y el director general lo son en el marco de laeconoma privada. O mejor dicho: que ha de ser otra cosa. Y as es, efectivamente.Cuando un hombre rector es un "funcionario" conforme al sentidode su actuacin, o sea un individuo acostumbrado a realizar su trabajo honradamentey con sentido del deber conforme a reglamento y mandato, entonces,por muy activo que sea, no se le puede emplear ni a la cabeza de unaempresa de la economa privada ni a la delEstado.

La diferencia slo reside en parte en la clase de actuacin esperada.En el detalle se espera por lo regular del"funcionario" lo mismo que del"director", y aun a menudo en conjunto, independencia de decisin y capacidadde organizacin en virtud de ideas propias. Y no digamos ya que la ideasegn la cual el funcionario se agota en laactuacin subalterna cotidiana yslo el director realiza las tareas especiales "interesantes" que requieren capacidadintelectual es errnea y se concibe nicamente en un pas que no tienenocin alguna de la forma cmo se llevan acabo sus asuntos y de cules seanlas funciones de sus funcionarios. La diferencia reside en la ndole de laresponsabilidad de uno y otro, y a partir de sta se determina tambin sinduda alguna en gran parte la clase de las exigencias que se ponen a la peculiaridadde cada uno de ellos. Un funcionario -digmoslo una vez ms- que recibe una orden en su opinin equivocada, puede -y debe- formularreparos. Pero si el superior jerrquico la mantiene a pesar de ello, entoncesel deber del funcionario, y no slo su deber sino tambin su honradez, estnen ejecutarla como si correspondiera a su conviccin, mostrando con elloque su sentido del deber inherente al cargo est por encima de su amorpropio. Que la instancia superior de la que recibe un mandato imperativo sea una "autoridad", o una "corporacin" o una "asamblea", esto es indiferente. As lo requiere, en efecto, el espritu del cargo. A menudo habr de recurrir a compromisos, esto es, habr de sacrificar lo menos importante a lo ms importante. Pero si no tiene el valor de decirle a su seor, sea ste el monarca o el pueblo: o se me da ahora tal o cual instruccin o renuncio, entonces no es ms que un "pegote", como ha calificado Bismarck a ese tipo de funcionario, y no un jefe. El funcionario ha de estar "por encima de los partidos", lo que en realidad significa fuera de la lucha por el poder propio, y la responsabilidad personal, derivada de dicho poder en relacin con su causa, constituye el elemento vital tanto del poltico como del empresario. Economa y Sociedad, Fondo de Cultura Econmica, Argentina [1922] 1992.

Seores los Ingleses, tirad primero.

Frase de transicin del editor. Lo que sigue esta tomado de PolitikalsBeruf("La poltica como profesin") (vase ms adelante p. 1072, nota 7 de Economa y Sociedad).

Reproducido de PolitikalsBeruf ("La poltica como profesin"), pp. 10-15, 16-26 (PolitischeSchriften-"Obras polticas"-, pp. '102-1 S).

1914-1918

Escrito en el ao 1917

Es decir: como hombre. [E.]

Reproducido de ParlamentalsRegierung ("El Parlamento como gobierno"), pp. 25 enPolitischeSchriften("Obras polticas"), pp. 14854. [E.]