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Marzo de 2012

3 EDITORIAL • Pascua bajo la óptica de la esperanza.

P. JENARO ESPITIA • Pascua.

P. ALVISE ZAGO • Entrevista.

P. FRANCO MOSCONE

10 EN LA ERMITA • Padre Jerónimo.

HNO. FERNANDO VALENZUELA 11 NUESTRAS OBRAS

• Celebración y compromiso. NOVICIOS SOMASCOS

• Jerónimo y el corazón de los niños y jóvenes Paisas. HNO.CARLOS ANDRÉS CHACÓN

• Seminario “Emaús”. P. JUAN PABLO VELANDIA

15 ÁGORA SOMASCA • En la escuela de San Jerónimo Emiliani.

P. ALVISE ZAGO • Jubileo somasco y aspirantes.

LUIS VICENTE PEÑA • Servir es nuestra vocación.

ANDRÉS BERNAL • Fuimos niños.

RAFAEL COLMENARES • De la mano de san Jerónimo

PABLO ANDRÉS VILLADA • Coplas: Breve paso por la vida de san Jerónimo.

TEODORO RUEDA C. • María, Señora de Guadalupe: fuerza liberadora del

Emiliani en Colombia. P. SIMÓN DE JESÚS CASTILLO

• Saludo desde Centroamérica, El Salvador. HNO. LUIS ALBERTO CALDERÓN C.

• San Jerónimo Emiliani.

35 CAMINANDO JUNTOS • Labriego párvulo.

HNO. JOSÉ H. MONTAÑA • Calendario Provincia Andina 2012.

PROVINCIA ANDINA

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P. Jenaro Espitia

DIRECTOR Y EDITOR

Hno. José Harvey Montaña

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“NOSOTROS”: “Tenemos y queremos sembrar esa gran ilusión para que este medio siga vivo. Es una invitación a todos los Somascos (religiosos y laicos) a compartir las experiencias que a diario se gestan al interior de cada una de las comunidades”.

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PASCUA BAJO LA ÓPTICA DE LA ESPERANZA

Con frecuencia miramos al pasado y hasta regresamos a él de manera nostálgica. Pero sabemos lo imprescindible que es el proyectarnos hacia el mañana. Nos inquieta el futuro y trabajamos por él. La Esperanza cristiana nos debe guiar en la dedicación por generar nuevas maneras de entender y actuar nuestro ser somascos, no solo para nosotros sino para quienes vendrán después de nosotros; en este mundo tan cambiante y, porque no decirlo, desconcertante a veces. La Pascua de Jesús sin duda estaba cargada de todo este sentimiento: ver que las cosas seguían igual, peor, que no era comprendido y que por el contrario los esfuerzos humanos se veían truncados. Pero, a pesar de todo, seguía soñando, seguía Esperando que su manera de pensarse, de actuar y su comprensión de Dios daría frutos y podría cambiar a tantos seres humanos volviéndolos disponibles, capaces de transformar las realidades que en el fondo seguirán siendo siempre las mismas: falta de Humanidad.

Cómo cambiar la realidad que nos sorprende de mil maneras, y llega a minar la esperanza con la cual Jesús vivió y actuó en su cultura, la que entendió muy bien y por eso propuso una alternativa que buscaba ante todo colocar al ser humano como centro del universo hasta llegar a decir: “Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí” (Mt 25, 40). Me pregunto como somasco del 2012, en medio de cambios tecnológicos, sociales, culturales y de todo el progreso del que ahora gozamos: ¿cuánto nos falta por crecer en humanidad, o cuán inhumanos nos podemos estar volviendo? Y aunque la mirada regresa al 1.500 es reconfortante constatar que la Pascua de Jesús da sus frutos en san Jerónimo Emiliani, este hombre, tan lleno de humanidad, de sabiduría, que supo responder con mucha altura a ese reto que la sociedad de su tiempo le planteaba, siendo ante todo un cristiano: “Si la Compañía estará con Cristo se alcanzará el objetivo; de no ser así, todo se perderá” (1 Carta 4).

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Recordemos que las orientaciones de nuestro Sexto Capítulo Provincial Andino se titularon: “Quédate con nosotros Señor…, pues se hacer tarde”. Es la insinuación de san Jerónimo a rogar a Cristo peregrino para poder entender su presencia. Que sea también nuestra petición a Jesús para que nos ayude a entender y dar soluciones a las problemáticas que vivimos. Auguro a cada uno una Pascua llena de la Paz que sólo Jesús nos puede dar y que nos capacita para dar lo mejor de nosotros mismos a los demás, en especial a quien goza de menos humanidad. Que Jesús les bendiga, María les guarde y la intercesión de san Jerónimo les anime.

P. Jenaro Espitia Prepósito provincial

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“Si la Compañía estará con Cristo se alcanzará el objetivo; de no ser así, todo

se perderá” (1 Carta 4)

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PASCUA Anuncia la Pascua quien proclama con toda su fe: CRISTO HA RESUCITADO, CRISTO VIVE, CRISTO ES NUESTRA ESPERANZA, CRISTO ES NUESTRA META, CRISTO ES NUESTRO PRESENTE Y NUESTRO FUTURO. La palabra Pascua significa pasar y hace referencia: a los Hebreos cuando pasaron de la esclavitud de Egipto a la libertad de la tierra prometida; a Cristo Jesús cuando pasó de la humillación de la muerte en la cruz a la glorificación de la resurrección; y a nosotros los cristianos cuando pasamos de la esclavitud del pecado y del maligno a la libertad de hijos de Dios. Toda nuestra vida es Pascua.

La primera Pascua fue cuando pasamos de la oscuridad del vientre de nuestra madre a la luz maravillosa de este mundo. Es Pascua cada día, cuando al despertamos, le agradecemos al Señor por regalarnos una nueva oportunidad de vida. Es Pascua cada vez que alcanzamos alguna meta y tenemos éxito en nuestra historia. Es Pascua también cuando aceptamos el sufrimiento y el fracaso con amor y abandono en las manos del Señor. La última Pascua, la más luminosa, será al final de nuestra vida, cuando pasaremos de este mundo a la eternidad y recibiremos el abrazo misericordioso de Jesús, quien nos dirá: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para

vosotros desde la creación del mundo” (Mt 25, 34). Celebra la Pascua quien en su vida diaria pasa: de la tristeza a la felicidad; de la pereza a la laboriosidad; del pecado a la gracia; del desamor al amor; de la monotonía al entusiasmo; del error a la verdad; de las tinieblas a la luz; del dolor a la alegría; de la muerte temporal a la vida eterna. Vive la Pascua quien en su vida acepta y se entrega a Cristo, lo sigue, lo ama y lo anuncia; quien hace de Cristo un proyecto para su vida y encuentra en Él su propio ideal; quien está dispuesto a perderlo y sacrificarlo todo con tal de ganar a Cristo. Cada instante de nuestra vida se convertirá en Pascua, si nos comprometemos en ser fieles discípulos de Cristo, porque, como escribe el apóstol Pablo, CRISTO ES NUESTRA PASCUA (1Co 5,7). Goza la Pascua quien la anuncia con fe, la celebra con entusiasmo, la vive como encuentro personal con Cristo y los hermanos y, con el apóstol Pablo, afirma y cree: “PARA MÍ LA VIDA ES CRISTO” (Flp 1,21).

PAZ

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ENTREVISTA El próximo 14 de marzo, se llevará a cabo uno de los acontecimientos centrales del Jubileo somasco: el recuerdo de San Jerónimo Emiliani y el comienzo de la peregrinación de las “reliquias insignes de la cárcel y de la liberación”. ¿Cómo se desarrollará esta iniciativa, qué países y qué estructuras serán involucradas?

Desafortunadamente la iniciativa prevista y deseada se suspendió a raíz de los costos vinculados al transporte y a la aseguración de las insignes reliquias solicitadas por la superintendencia de los bienes culturales. Hemos optado por utilizar la misma suma para construir una escuela profesional en África. El gesto de caridad manifestará más claramente la eficacia de la liberación de San Jerónimo desde la cárcel: nos ofrece la ocasión para liberar del malestar y de la

apertura al futuro en favor de muchos niños y jóvenes, así como lo ha sido para el Fundador. En cambio de la peregrinación, las distintas estructuras de la Congregación están invitadas a encontrar ocasiones apropiadas para presentar la espiritualidad liberadora propia del carisma.

Entre las próximas iniciativas del Jubileo ¿^para nosotros cuáles son las más significativas y por qué?

La Consulta de la Congregación, (reunión anual de todos los Provinciales junto con el gobierno general) que se realizó en Colombia en el año 2009, había optado por celebrar el evento de los 500 años con una nueva fundación somasca en África. Hemos elegido Nigeria, y al momento están presentes dos pequeñas comunidades religiosas, conformadas por cohermanos

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procedentes de distintos lugares del mundo. Ciertamente se trata de la iniciativa más importante del Jubileo, sobre todo si la consideramos a la luz del viaje del Papa a Benín en el mes de noviembre anterior (2011). Además de esta iniciativa, que subraya la misión somasca, para mí la más significativa será el gesto de la nueva entrega de las Constituciones a cada cohermano el 29 de abril de 2012 en ocasión del Natalicio de la Orden, jornada en la que los primeros cohermanos emitieron, por primera vez, los votos de castidad, pobreza y obediencia.

Ese gesto, deseado por el Capítulo General de 2011, es la ocasión para reafirmar, a nivel personal y comunitario, la presencia y el significado de la espiritualidad somasca en y para la Iglesia y la sociedad.

La familia somasca tiene una historia muy larga y desde el siglo pasado, poco antes de que el fundador fuese proclamado patrono de la juventud

desamparada, se ha establecido en todo el mundo. ¿Nos puede presentar un cuadro, con unos números, de los países en los cuáles os habéis establecido y de los ámbitos en los cuáles estáis comprometidos? ¿Es posible vivir el mismo carisma y la misma inspiración en muchos países y culturas distintos?

La Congregación de los Padres Somascos tiene una característica propia y original: se trata de una Congregación antigua (canónicamente está reconocida como Orden Religiosa) cumple cinco siglos de vida, pero es moderna con relación a su difusión extra Europea. La primera fundación extra Europea arranca desde el año 1921 en El Salvador

(Centro América). A partir de esa fecha ha avanzado muy velozmente, en particular desde los años 1950 y 1960. Hoy en día está presente en todos los cinco continentes y en 21 países.

Aproximadamente se trata de un centenar de comunidades religiosas, que llevan adelante más de 400 actividades distintas, en su mayoría a favor de la juventud: orfanatos, casas-familia, escuelas de todo grado, actividades de

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tipo asistencial y médico; sin olvidar el área pastoral como parroquias, santuarios y casas de espiritualidad. El número de los religiosos, entre sacerdotes y laicos (el Fundador es un laico, no un sacerdote) somos 472 procedentes de 18 distintas nacionalidades: dentro de pocos días recibiré 3 nuevos cohermanos quienes emitirán la primera profesión en Siri Lanka, desde donde estoy contestando a la entrevista.

Considero que no sólo sea posible vivir el mismo carisma y la misma inspiración en países y culturas distintos, sino que hoy en día, en la sociedad globalizada, multiétnica y de distintas religiones, esa característica sea una auténtica señal del Evangelio y un servicio que las comunidades religiosas pueden y deben manifestar ante la sociedad civil. En el último decenio nuestras comunidades se han transformado siempre más en pluriculturales y las nuevas fundaciones que han surgido tienen todas esa característica.

Os habéis preparado al Jubileo con un trienio de camino guiados por el testamento de san Jerónimo: a partir de este recorrido ¿cuáles son los elementos surgidos más en sintonía con el contexto socio-cultural y eclesial actuales?

Nos hemos preparado al Jubileo con un trienio de formación espiritual a partir del testamento de san Jerónimo. Se trata de tres expresiones recogidas por un amigo presente en el momento de la muerte (8 de febrero de 1537). El texto es el siguiente: “Seguid el camino del Crucificado despreciando al mundo, amaos los unos a los otros, servid a los pobres”. La invitación del Fundador es muy clara: tener una fuerte espiritualidad fundamentada en “la séquela Christi” el seguimiento de Cristo, vivir el mandamiento evangélico del amor y hacerse, como Cristo, siervos de los pobres. Se trata de la espiritualidad, del testimonio de vida comunitaria y de la misión específica legada por el carisma. Volver al testamento del Fundador no significa “tradicionalismo” o sentimentalismo, mas volver “a beber en la fuente“, volver a los “orígenes” para ser verdaderamente lozanos y auténticos, así como lo fue san Jerónimo. El trienio de preparación y el presente año jubilar están generando en toda la Congregación y la familia carismática somasca (otras 4 Congregaciones femeninas y el Movimiento Laical Somasco) el gusto y la conciencia de la propia espiritualidad y misión: dones no para nosotros, sino para la Iglesia, la sociedad y en particular para la juventud “siempre más afligida por la pobreza de amor” (como nos lo ha recordado el Santo Padre en un mensaje personal enviado el pasado 20 de julio

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2011). Pienso que todo esto no es poco, antes se trata de una “verdadera ocasión de la Providencia (como la definiría san Jerónimo) después de 500 años del episodio providencial que ha originado todo.

5 Vuestra “familia” está conformada también por un movimiento laical: ¿cuál idea de “laico” habéis desarrollado, también a la luz del Concilio Vaticano II, del cual estamos celebrando el 50º aniversario.

La Congregación somasca es la única entre las del primer período del 500 a tener un Fundador laico (además se trata casi de un únicum en toda la historia del segundo milenio cristiano). Por tal motivo no hemos necesitado “desarrollar una idea de laico”, sino simplemente de proponer nuevamente el modelo del laico Jerónimo Emiliani. Cito por entero un número de nuestras Constituciones en perfecta armonía con la visión del laico, así como presentado por el Concilio Vaticano II: “En nuestra actividad de educadores, nos inspiramos constantemente en el ejemplo de san Jerónimo. Haciéndose pequeño con los pequeños, él vivió entre los niños con amor y ternura de padre, para mejor conocer, educar y ayudar a cada uno en su preparación para la vida. Como fundamento de su obra educativa puso el

conocimiento y la práctica de la doctrina cristiana e indicó el estudio y el trabajo como medios seguros y dignos para la formación integral de la persona”. Esto me parece un programa perfectamente laico y al alcance de los laicos.

p. Franco Moscone. Prepósito General

26 de febrero de 2012.

La invitación del Fundador es muy

clara: tener una fuerte espiritualidad

fundamentada en “la séquela Christi” el

seguimiento de Cristo, vivir el mandamiento

evangélico del amor y hacerse, como

Cristo, siervos de los pobres.

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PADRE JERÓNIMO ¡Oh Padre Jerónimo!, tú que estas junto a Dios, intercede para que todos los proyectos e iniciativas que tiene tu comunidad sean escuchados y lleguen a feliz término. Guía e ilumina a los religiosos somascos, para que sigan con ardua entrega y generosidad trabajando por construir tu reino, viviendo bajo tu estilo; y consérvalos para que se mantengan fieles al llamado, sirviendo al necesitado en los diferentes apostolados que realizan. Hno. Fernando Valenzuela

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CELEBRACIÓN Y COMPROMISO

El pasado ocho de febrero de 2012, celebramos a nuestro Padre, san Jerónimo Emiliani, maestro de caridad. Unos días previos a esta fiesta, iniciamos con júbilo a meditar la experiencia y la confianza de Jerónimo en Jesús benignísimo.

El día ocho de febrero, celebramos los oficios y la Eucaristía en honor a san Jerónimo junto con las Hermanas Misioneras de san Jerónimo Emiliani, para compartir y sentirnos hermanos e hijos de un solo padre. Por la tarde, toda la comunidad se reunió en la parroquia de Santa Inés para sentirnos familia y seguidores del Dulcísimo Jesús. Alrededor de las seis y treinta de la tarde, salimos en procesión hacia la capilla dedicada a nuestro Padre y Fundador. Entre cantos alegres y oraciones, recorrimos las calles principales del sector, invocando la fuerza para seguir con corazón generoso el ejemplo del Emiliani, con el propósito de transformar y purificar nuestra sociedad.

En la capilla se celebró la eucaristía solemne con la participación de todos los grupos apostólicos, donde se resaltó el amor a Jesús a ejemplo de Jerónimo Emiliani. La celebración a cargo del Noviciado Somasco Latinoamericano contó con la presencia de los tres

sacerdotes somascos quienes ejercen su labor pastoral en esta vasta parroquia.

Un momento muy significativo fue cuando un grupo numeroso de laicos y laicas pronunciaron un “SI” generoso, comprometiéndose a vivir de acuerdo al estilo de nuestro padre y protector.

El sábado diez de febrero, después de la Eucaristía, se reflexionó con los feligreses de la parroquia sobre la vida y la obra de san Jerónimo, resaltando el mayor milagro de su vida: su conversión a Dios para servir a los más pobres. El domingo siguiente se concluyó con una misa solemne muy concurrida en la parroquia Santa Inés.

Esta celebración, en el marco de los quinientos años de la liberación de san Jerónimo Emiliani, nos ha permitido reflexionar sobre la figura del padre de los huérfanos, y nos ha ofrecido unas pautas para salir al encuentro de quienes viven huérfanos y abandonados por falta de amor.

Los Novicios Somascos

Bucaramanga, Colombia 12 de Febrero del 2012

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JERÓNIMO EN EL CORAZÓN DE LOS

NIÑOS Y JÓVENES PAISAS

Es gracia de Dios, permitir a nuestro padre Jerónimo volver al encuentro del Padre. La noche del 27 de septiembre de 1511, este hombre con su futuro entorpecido y ego-centrista, en una oscura torre del castillo de Qüero, siente como su proyecto de vida es trocado; me imagino su tristeza por la derrota de su ejército, además la fragilidad al verse solo y encadenado. Creo que en una situación culmen y de éxtasis cómo esta, a cualquier ser humano sólo le quedan dos caminos: el primero desfallecer y esperar la muerte y el segundo afianzar su esperanza en una realidad para él poco experimentada. En consecuencia, podemos afirmar que la opción de Jerónimo es la segunda: permite que su corazón se abra al recuerdo y por tanto a

la escucha de las palabras de su madre, que no se cansaba de encomendar su hijo a la protección de la Madre de Dios. Por tanto, cansado, agotado, con hambre y lastimado por las cadenas que le sujetan, recuerda esta particular pero devota y fiel enseñanza, la cual irá acompañada de un propósito reversible de vida. Su oración es escuchada por María y ella, como mediadora de nuestro Padre celestial, permite que Jerónimo recobre su libertad y empiece una retroalimentación y por tanto trasformación de vida; siempre acompañado por la Madre de la gracia de Treviso.

Después de esta

experiencia trascendental

de vida, Jerónimo sale de sí y centra su mirada en la realidad de su entorno:

pobreza, hambruna, orfandad. Consecuencia de la terrible peste que azotaba todo el

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territorio Veneciano, a lo cual Jerónimo respondería no sólo con todos sus bienes materiales sino en completa donación de vida, tanto así que, en la noche entre el 7 y el 8 de febrero de 1537, en una pequeña y humilde pieza prestada por uno de los aldeanos de Somasca, deja esta realidad para entrar en la realidad del buen Dios a quien por medio de María había prometido servir hasta la muerte.

La experiencia de la comunidad de Villa San Jerónimo, en comunión con las niñas del hogar Margarita, orientado por las hermanas Oblatas de la Mater Orphanorum, quienes nos acompañaron en la novena y fiesta de san Jerónimo Emiliani, estuvo enmarcada por las anteriores premisas. Además la novena y la solemnidad ayudaron a que nuestros niños, niñas y jóvenes sintieran a Jerónimo muy cercano; pues, al principio, muchos no entendían el porqué celebrar la muerte, tan temida por nuestra realidad humana; pero al trascurrir los nueve días, comprendimos que es un encuentro definitivo, un estar cara a cara con el Padre Dios quien acrecentó una

vocación que nació en una oscura torre y se fortaleció con la ayuda de las manos de María. Finalmente queremos compartir con ustedes algunos momentos de la novena y la fiesta vivida entre la oración, el compartir y la alegría.

Hno. Carlos Andrés Chacón.

Jornada recreativa: 8 de febrero.

Actividad recreativa: 8 de febrero

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SEMINARIO “EMAÚS” Emaús es el nombre que hemos querido adoptar para la nueva casa del Postulantado Somasco en Tunja (Antigua Villa Somaca). Este nombre, hace referencia al proceso que el Señor Resucitado vivió junto a dos de sus discípulos a quienes se les reveló mientras caminaban. Este es el fondo que tenemos, en la comunidad de Tunja, al adoptar este nombre: que el Señor se revele a nuestros formandos, mientras caminan con Jesús a su lado; al igual que estos discípulos, ellos vivirán experiencias de sepulcro, de soledad, de abatimiento, pero será el mismo Señor, quien renovará el ardor en sus corazones. Este año, nuestro grupo de aspirantes-postulantes, está compuesto por cinco jóvenes: Heider Alejandro, de primer año de filosofía; Diógenes Alexander y Henry Alexander, de segundo año de filosofía; Julio Andrés, de tercer año de filosofía y Alberto Chacón, quien está haciendo una experiencia de discernimiento y pastoral. Para el proceso de formación de estos jóvenes, se han adoptado las líneas emanadas por Aparecida en cuatro dimensiones: humano - comunitaria, intelectual, espiritual y pastoral.

Alguien diría: “son pocos”, a lo que otro respondió: “pero son cinco”. En el plano de la pastoral vocacional y formación inicial, los números realmente no cuentan. Nuestra tarea es continuar pidiendo al Dueño de la mies que mande obreros a su mies y que conserve, en su nombre, a cuantos ha llamado, porque como ha dicho el Señor: “Nadie viene a mí si mi Padre no lo atrae”. Sigamos orando por nuestras vocaciones, con la conciencia de que cada religioso somasco es un promotor vocacional, porque es un testimonio vivo del Resucitado que sigue llamando a su seguimiento.

p. Juan Pablo Velandia

De derecha a izquierda: Alexander, Henry, Alejandro, Alberto, Andrés, Responsables: p. Juan Pablo y p. Heider.

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EN LA ESCUELA DE

SAN JERONIMO EMILIANI La oración y en particular la oración ante Jesús crucificado Jesús oraba. Lo recuerda el Evangelio: “Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar” (Mt 14,23). “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario, donde se puso a orar” (Mc 1,35). Jesús invita orar: “Es preciso orar siempre sin desfallecer” (Lc 18,1). Y en el huerto de Getsemaní, se dirige a los Apóstoles, a quienes encontró dormidos, y los invita: “Velad y orad para no caer en la tentación” (Mt 26,41). También el apóstol Pablo, escribiendo a los Romanos, los invita a “ser perseverantes en la oración” (Rm 12,12). Nuestro querido Padre Jerónimo escribe: “Rogad a Cristo peregrino diciéndole: ¡Quédate con nosotros, Señor, pues se hace tarde! (1C 5).

Para la historia de nuestra Congregación, la ermita de Somasca quedará como una piedra millar sobre la cual cada uno de nosotros puede construir su vida. En la ermita san Jerónimo, frente a una cruz de madera, se retiraba a orar por largas horas y a flagelarse. Allí Jerónimo, como nuevo Moisés sobre el monte, ora por los suyos que están en la lucha y en la batalla de la vida y les asegura “alzo mis brazos en oración todo lo que puedo” (1C 4). Por eso les propone y nos propone “que sean asiduos en la oración ante el Crucificado, rogándole que les quiera abrir los ojos de su ceguera y suplicándole misericordia” (6 C 6). En el momento de su paso de esta vida a la eternidad, querrá que sus ojos se centren en la Cruz bermeja que él mismo traza frente a su cama. El Anónimo nos recuerda que Jerónimo “con frecuencia lloraba arrodillado ante el Crucifijo, oraba que le fuese su Salvador y no su Juez” (An5,2).

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Recordemos que la devoción, para Jerónimo, es uno de los pilares de la obra. Por eso nuestras Constituciones nos invitan: “Deseosos de vivir únicamente para Dios y fieles al ejemplo de nuestro Fundador, organizamos nuestra vida de tal modo que, al ardor de las obras, le unimos una intensa vida de oración” (CCRR 43). Un auténtico apostolado exige una auténtica vida de intimidad con el Señor, porque “separados de mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5), afirma Jesús. En nuestra vida de consagración nos identificamos como verdaderos Somascos si sabremos doblar las rodillas, como san Jerónimo, ante Jesús Crucificado. Características del apostolado de san Jerónimo: caridad y servicio Para comprender bien las características del apostolado de san Jerónimo, es bueno confrontarlas a la luz de las enseñanzas y de los ejemplos de Jesús en el Evangelio. Dice Jesús: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). “Si yo, el Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros” (Jn 13,14). Estas palabras de Jesús nos permiten comprender y llevar a la práctica el primer número de nuestras Constituciones: “Mediante el ejercicio

de toda clase de obras de misericordia, nuestro ardoroso Padre se propuso, así mismo y a sus compañeros, un estilo de vida tal que manifestase su propia entrega a Cristo en el servicio a los pobres. Por eso, en los primeros tiempos, el pueblo llamó “a los discípulos de Jerónimo padres de las obras de los pobres” (CCRR 1). A grandes rasgos recordemos unas actividades apostólicas de san Jerónimo, las cuales revelan su caridad y disponibilidad para servir. La vinculación al Oratorio del Divino Amor, donde Jerónimo aprende a servir y a amar. La atención y el servicio a los enfermos en el Hospital del Bersaglio en Venecia. El encuentro con los pobres a raíz de la carestía del año 1528. Ante el espectáculo horroroso de los muertos a causa del hambre y ante la indiferencia e insensibilidad del gobierno, Jerónimo en pocos días gastó el dinero que disponía, vendiendo los vestidos, las alfombras y los demás enseres de la casa, todo lo invirtió “en esta piadosa y santa empresa” (An7,5). Sació, vistió y hospedó al mayor número posible de pobres, vagando incluso de noche, con el propósito de asistir a los enfermos y de enterrar a los cadáveres abandonados por las calles. Fecha clave en la vida de san Jerónimo es el 6 de febrero de 1531, cuando ante el notario rinde cuentas de su administración, cede los inmuebles a su sobrino Juan Alvise, deja la larga y

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amplia toga negra y los elegantes calzados, y habiéndose revestido con un paño tosco de color amarillento, zapatos viejos y una capa corta, sale de su casa para nunca jamás regresar. Su vocación como educador de los niños huérfanos. Jerónimo no es un educador que observa desde afuera, separado de la vida de los niños, más bien es un educador que vive con los niños, conoce sus cualidades, sus talentos, comparte su trabajo, su historia, sus sufrimientos. Quiere para ellos una formación integral religiosa, humana, intelectual y social. Quiere que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos. Su programa: “Vivir y morir con estos hermanos míos” (An 12,5) lo dice todo.

Antes de su muerte, imitando el ejemplo de Jesús, lava los pies a los huérfanos, enseñándonos a reconocer el rostro del Señor en cada uno de ellos. Comparte el trabajo con los campesinos y los instruye en las verdades de la fe. Las instituciones que funda en las diversas ciudades donde los obispos reclaman su presencia: Venecia, Verona, Brescia, Bérgamo, Pavía, Como, Milán, Somasca revelan su carisma de servicio a los más necesitados. El amor a la Iglesia que se manifiesta en la obediencia a los obispos, en la colaboración que les presta por medio de las obras que ellos le confían, en la oración ferviente por la reforma de la Iglesia, en las misiones populares entre los campesinos. Continuará… PAZ

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“Si yo, el Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros” (Jn 13,14).

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JUBILEO SOMASCO Y ASPIRANTES

Para mí el Jubileo Somasco es un estímulo y un compromiso a pertenecer a la obra redentora de muchos niños y jóvenes, que necesitan de nuestro apoyo para enfrentar la vida. En este Jubileo recodamos lo que san Jerónimo hizo, y que nos dejó como herencia; por eso, estamos llamados a hacer nuestro su programa “vivir y morir con ellos” (los niños). El compromiso, en este año jubilar, es descubrir mejor y apreciar nuestra vocación somasca, imitando los ejemplos de nuestro Padre Jerónimo. En el proceso del Aspirantado somasco, he tenido la oportunidad de conocer y entrar en otro mundo, o sea, en otro estilo de vida muy diferente del que viven otros jóvenes. Nada raro lo que vivo, ni es cosa de otro mundo, sencillamente he aprendido un estilo de vida: amar es servir. Cuando Dios llama, es para que le sirvamos con amor en la tarea que Él nos encomienda, en nuestro caso el servicio a

los niños y a los jóvenes, particularmente a los desamparados. El Jubileo, que estamos celebrando, es un estímulo para todos nosotros, quienes, a ejemplo de san Jerónimo, nos comprometemos en irradiar el amor de Dios en los hermanos que sufren. Yo le doy gracias al Señor por haberme llamado a desarrollar esta obra magnífica de ser padres y madres a la vez de quienes necesitan que les brindemos “amor”. Que Dios bendiga la labor de los Padres Somascos y nos conceda a todos la gracia de servirle con AMOR.

Luis Vicente Peña Aspirante

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SERVIR ES NUESTRA VOCACIÓN

“El mundo ha de ser despreciado

con buen juicio”. S. Jerónimo Emiliani.

Durante más de dos años estoy compartiendo la experiencia de vida somasca, siguiendo los pasos de san Jerónimo Emiliani, su fundador, con el propósito de llegar a encontrarme con el amado y buen Jesús. Me parece una vida completamente excepcional y un don muy particular que Dios regala a su amada Iglesia por medio de su Santo Espíritu. Agradezco inmensamente a Dios, que, en su infinita misericordia, considera como hecho a sí mismo la entrega y el servicio a los más débiles y pequeños.

En estos últimos años, ha disminuido la respuesta que los jóvenes dan al llamado divino, que susurra en su corazón. Sin embargo nuestra esperanza está en las manos de Dios. La opción de vida, que se nos ha presentado a los jóvenes en formación, exige mucho esfuerzo, entrega y trabajo; es una opción que, sin duda, tomamos como un reto a superar, y que, aunque a

veces se torne difícil, con la gracia y la voluntad de Dios se puede superar.

Todo ser humano busca la felicidad como vocación primera, y nosotros no somos la excepción, aunque hayamos hecho una opción distinta al resto de los jóvenes de nuestra edad. Ortega y Gasset diría “más que hijos de nuestros padres somos hijos de nuestro tiempo”. Pareciera que el factor tiempo impregnara en nuestra esencia pensamientos y sentimientos comunes, así como sucedió en la Edad Media, cuando los sacerdotes llevaban una vida austera y de penitencia.

Nuestra historia actual está marcada por el desarrollo científico y tecnológico; los ideales más comunes están basados en el deseo por la riqueza y el facilismo: este es el curso que sigue toda la gente. Intentar ir en contra de la corriente de un rio en crecida es lo más difícil y peligroso que un individuo pueda pensar e intentar, y que a veces le puede costar la vida, como a aquellos pobrecillos salmones

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que, luego de ir hasta el océano, retornan por el caudal de un rio y de repente, en una pequeña catarata, un feroz oso los atrapa para su almuerzo. El pequeño animal, llevado por su instinto, buscaba conservar su especie, y le costó la vida. Por el contrario, para el oso, que representa la sociedad de un mundo que da vueltas sin control, dominado por el hedonismo, el facilismo y el individualismo, le sirvió de alimento.

La opción por la pobreza, la austeridad, la castidad, el desprendimiento de su ser y de otros y otras tantas exigencias del camino de cruz sólo es posible llevarlos a cabo por el amor. Se trata de ese amor que todo lo espera, todo lo tolera, todo lo da y que proviene de tan inexplicable fuente divina que empapa los corazones de unos cuantos, haciéndonos ver ante el mundo como unos locos, carentes de razón, o, como lo diría Freud “unos frustrados sexuales, seres patológicos con insuficiencias”. En fin llámenos como quieran, lo que importa es que en nuestro corazón hemos escuchado el llamado del Maestro Divino y que nuestra forma de pensar y actuar sólo tiene explicación cuando se mira desde una perspectiva evangélica y de fe.

El servicio es nuestra vocación. El sacerdote es el siervo de los siervos, el esclavo de los esclavos; es el que lava los pies a sus hermanos, el que pone la mesa, el que renuncia a su vida para que Cristo habite en él. Eso se comprende desde el Evangelio, el ejemplo y las enseñanzas

del Divino Maestro. Hay que mostrar al mundo que nuestra opción de vida es de almas animadas por grandes ideales, quienes van en contra de los principios y de los criterios de las masas contrarios al

Evangelio. Vivir sin ideales es

vivir sin futuro, así como lo afirma Jesús: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? (Mt 16, 26). Si a un pez no lo sacaran del agua, nunca sabría que vive en el agua. Si no experimentamos el sufrimiento, nunca sabremos que es la gloria. El Señor nos pide que le entreguemos nuestra frágil vida a cambio de una existencia eterna llena de gloria y armonía. Nuestra generosidad a la hora de entregar nuestra vida al Señor, es muy poco en comparación con lo mucho que recibimos y recibiremos de Él.

Andrés Bernal

Postulante Somasco

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FUIMOS NIÑOS

Fuimos niños. Ciertamente lo fuimos. Niños que corrían, jugaban, sonreían; niños

que hacían esto y lo otro. Fuimos niños, justamente como cualquier otro y paradójicamente como ninguno. Fuimos aquellos niños sin hogar, ni elecciones especiales en la vida; niños de madera, madera que cae al río esperando ser llevada a mejor sitio, sin pensar en el mejor puerto para arribar. Niños solos a la deriva, macilentos, grises y sin ilusiones, quizá tristes imitaciones de jumentos sin padre, madre o familia. Fuimos niños. Acaso sin un quién o un dónde para pasar una soledad y una noche de lluvia; aquí donde las riquezas son para pocos y los lamentos para muchos; cuando el sol sale para todos y la lluvia y el fango nos enfrentan agarrándonos a todos por igual, en noches en que las lágrimas de Dios fluyen por nuestra infinita apatía para con el otro.

Fuimos niños y la gracia divina nos sonrió y no fue poca. La gracia en un hogar, un alimento, una cama decente, una mano amiga y un don que a muchos les hace falta y que quizá jamás conocerán. Fuimos de esos pequeños que, ahora de grandes, quizá por la mera flojera del qué dirán o por el simple hecho del ya no más, recibimos una sonrisa y una noche sin lamentos, una educación privilegiada y un empuje a mejor lugar.

Niños, no todos, que no pensamos en otros niños que necesitan de algo igual. Y fuimos niños que, junto a los Somascos, crecimos y nos hicimos hombres, para mostrar el legado paciente y positivo de San Jerónimo, para los

niños que vendrán y que Dios quiera en el futuro sean los últimos en sufrir, pues las cosas deben mejorar.

Autor: Rafael Colmenares Herrera Estudiante de Licenciatura en Informática

Y Tecnología (UPTC Tunja) Interno desde 1998 hasta 2002

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DE LA MANO DE SAN JERÓNIMO Desde que he sido hijo de san Jerónimo, he admirado su gallardía. ¡Cómo un hombre con tanto poder y milicia resultó siendo un soldado de Dios! Un ser entregado al Señor en cuerpo y alma por esta humanidad que necesita a gritos la mano de un servidor como lo fue Jerónimo. He encontrado admiración profunda por este ser; enamorado por su filosofía: el amor por los huérfanos abandonados y el amor a DIOS. Su lema “Vivir y morir con ellos” me demuestra a una persona completa espiritualmente, que no fue egoísta y que dejó su legado a nuevas generaciones para continuar su labor de extender la MANO A LOS DEMAS. Gracias padre Jerónimo por hacerme un instrumento útil, servicial y por emprender tu mismo camino de formar a la juventud desorientada, reanimando su estilo de vida; por eso te admiró con devoción y amor. Nuestro padre Jerónimo fortaleció en mí y mis compañeros principios éticos y morales herramientas suficientes para poder orientar nuestro proyecto de vida con devoción y trabajo. Hoy por hoy,

agradecemos con gratitud infinita a nuestro padre Jerónimo por ser nuestro guía y orientador, al ver los buenos resultados. Jerónimo tocó nuestros corazones, y damos fe que él estuvo presente en nuestro duro caminar; su presencia espiritual fortaleció nuestras debilidades.

Pablo Villada Educador de Villa San Jerónimo

Jerónimo tocó nuestros corazones, y damos fe

que él estuvo presente en nuestro duro caminar

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COPLAS: BREVE PASO POR LA VIDA DE SAN JERONIMO*

* Coplas elaboradas con motivo del retiro Espiritual de los docentes de esta Institución, durante los días 2, 3 y 4 de Marzo de 2012, en la Ciudad de San Gil.

1 Buenas noches tengan todos aquí, les vengo a cantar en este precioso espacio que Dios nos quiso brindar. A todos los compañeros un saludo muy cordial y que todos disfrutemos el retiro espiritual. 2 Ahora para continuar, un favor quiero pedir a todos los asistentes que se encuentran junto a mí: “Ponerse todos de pie una mano al corazón y todos toditos todos vamos a hacer esta oración”. 3 Con la bendición de Dios ahora podemos seguir con esta pequeña historia que aquí, les quiero decir.

Con el Jubileo Somasco Hay mucho para contar; Es una historia muy digna Es muy digna de imitar. 4 San Jerónimo Emiliani nuestro santo protector un legado nos dejó con justicia y con amor. Aprendió a querer aquel que enfermo estaba a su lado le daba techo y comida y alivio a los contagiados. 5 A este santo protector, vida dura le tocó: desde muy pequeña edad perdió su progenitor. De joven fue militar de Castelnuovo de Qüero la ciudad que defendía con aquel mayor esmero. 6

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San Jerónimo Emiliani noble patricio italiano defendió a toda costa su castillo veneciano; pero la fuerza enemiga superior en cantidad muy pronto lo derrotó y se tomó a la ciudad 7 Muy pronto fue detenido con grillos y encadenado; la soledad de la cárcel su mente le ha cambiado. Las palabras de Jesús quiso ahora él recordar “Para qué se gana el mundo sin vida pa’ quien amar”. 8 Un mes duro su prisión creyendo su fin cercano pronto a su mente llegó un pensamiento lejano; propuso ofrecer su vida aquel más necesitado, rezó a la Virgen María pa’ que fuera liberado. 9 Un 27 de septiembre algo bello sucedió pues la virgen MADONNA de la cárcel lo sacó; con grillos y con cadenas frente a los guardias pasó y estos signos de tortura en Treviso los dejó. 10 En el silencio de la cárcel Jerónimo allí encontró a un Dios misericordioso

por medio de la oración,

que es el camino más puro y también de intercesión que pronto a este patricio hizo cambiar su corazón. 11 Siendo fiel a su promesa del enfermo se ocupó de todos los que la peste pronto su vida quitó. Muy pronto vendió sus bienes para compartir con todos cuidaba y brindaba abrigo y pan al abandonado. 12 Curaba muchos enfermos como si fuera un galeno; con caridad y oración Dios le brindaba su premio. Muchos milagros él hizo que su fama incrementó y todos los que a él llegaban siempre un consejo les dio.

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13 Este noble veneciano su comunidad fundó llamados padres SOMASCOS y en todo el mundo dejo. Pe-ero aquí en Colombia hay Lugares especiales donde todos se congregan a retiros espirituales. 14 San Jerónimo Emiliani murió un 8 de febrero contagiado de la peste a quien él le curaba primero. Con mucha paciencia y paz soportó la enfermedad y Dios le quiso premiar dándole la santidad. 15 Estimados compañeros como ustedes pueden ver es una historia muy triste pero es feliz a la vez. Este noble veneciano nos dejó una gran lección así que por donde vayan llévenla en el corazón. 16 No podía terminar sin antes agradecer a todos los sacerdotes que aquí hicieron florecer. La semillita Emiliani por todo el mundo florece estemos toditos todos dispuestos por si se ofrece. 17 Ahora quiero saludar a todos los sacerdotes

que Dios nos quiso dejar para compartir sus dotes. Juan Pablo Velandia es el duro de pastoral y el padre Ricardo es de la misión rectoral. 18 Un saludo especial afectuoso y cariñoso también yo quisiera dar en este lugar hermoso al padre Esteban Gorlini quien hoy nos recibe aquí. Agradecidos estamos empezando aquí por mí. 19 Mis queridos compañeros de esta bella institución honrados todos estemos de nuestra noble labor. Con caridad y trabajo con mucha meditación pero no se olviden nunca de tener la devoción. 20 Ya con esta me despido les quiero pedir perdón si me demoré un poquito cantándoles esta canción. Quiero grabar en su mente con mucho gusto y amor, pero lo que más yo quiero es que quede en su corazón.

Teodoro Rueda C. Docente Área de Electricidad

Institución Educativa San Jerónimo Emiliani de Tunja.

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MARÍA, SEÑORA DE GUADALUPE: FUERZA LIBERADORA DEL

EMILIANI EN COLOMBIA

Decían algunos

guadalupanos ¡ESTAMOS DE JUBILEO! ¿ES VERDAD…? En la tarde del 7 de febrero del 2012, al llegar, desde la prehistórica Zetaquira somasca, una reliquia, un huesito

perceptible, un signo y símbolo del liberado san Jerónimo a esta casa, donde se encarnó su espíritu, haciéndose uno más, en estas tierras ANDINAS de Colombia y Latinoamérica. Dejó la vieja Europa, la pasta y el buen vino, y asumió, la ruana, la papa, el agua de panela, el machete, el poncho y el carriel. Sus huérfanos ya no eran de pantalón corto, rubios y blancos sino “el Gamín, un ser olvidado” de los años 70 y 80. Niños aventureros, fuera del hogar, huraños, desafiantes, de miradas arrogantes y altivas, no eran mendigos ni mendigaban, no vivían de la caridad pública, rebuscaban, ¿ladrones? no, sólo sustraían cosas para completar el sustento logrado por donaciones y pequeños trabajos, harapientos, amantes de la calle, lugar para el trabajo, el descanso y la diversión, se dopaban con gasolina y dieron origen a los industrializados alucinógenos. Los gamines, chistosos y libres fueron una protesta, engendraron una cultura urbana y los hay en todas las clases sociales. En la visita del Papa Pablo VI, apenas se estrenaba la radio y la TV, los capturaron y escondieron para que los visitantes de la Santa

Roma, no viera las miserias y los abusos en los derechos humanos en Colombia1. Tiempos en que se consolidaban las guerrillas y se mal gastaban miles de billones de dólares en la carrera de la conquista de la luna por Apolo Once, entre Rusia y Estados Unidos. América Latina ni se oía, apenas vertía sangre de sus venas por sus deudas y explotación sin control de sus recursos. Eran noticias que yo escuchaba de niño. Tiempos aquellos para gritar justicia y liberación. Mientras “recojo mis pasos” dicen por ahí, en esta casa somasca del Barrio Rionegro, vine a conocer la imponente escultura de la mujer mestiza, “mujer vestida de sol… Madre del verdadero Dios por quien se vive”2. Aquí permanece, firme e inmóvil, con sus manos juntas y cerradas en oración, esperando, que los somascos, sus “pequeños Juan Dieguitos” sigan ROMPIENDO los eslabones de la cadena del Emiliani y CONSTRUYAN LA LIBERACION desde el lugarcito del Huérfano vulnerado, altar del Dios vivo. A veces, cuando la contemplo, mira de reojo a san Jerónimo con sus niños y hasta nos invita a

1 GUTIERREZ, José, “Gamín”, Lito ediciones Olimpia, México, 1972. 2 Historia de la Virgen de Guadalupe. Internet.

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sonreír de satisfacción por las incontables “liberaciones” de sus hijos, empezando por “Hirma y Jaime García”3, acogidos y abrazados por los de “La Compañía”… ¡Qué decir de los números niños boyacenses del popular y afamado Colegio Emiliani de Tunja y del Centro San Jerónimo! y más tarde “la niña Chitota” que alegraba el corazón y era el signo sagrado de la misión y tarea liberadora de “Ciudad Norte”. ¿Cómo no recordar al Negrito James, al Chuquí, al Chinga, las Sacoleras e infractores de Pasto?... ¿Qué decir de los inocentes asesinados en Medellín – Rionegro: Jorge, Martín, Elger, el Buche entre otros? Mártires, con Juvencio crs, de la violencia de este mundo. “También nosotros somos Huérfanos” dijo un habitante del barrio La Granja de Tunja.

Santa María de

Guadalupe, sigue

actuando con “fuerza

liberadora del

Emiliani” en los laicos y

fieles peregrinos de esta parroquia, quienes recibieron con devoto afecto y enternecedora admiración la reliquia ósea del Padre de los huérfanos. Por largos minutos, entre la duda, la veracidad y silencio contemplamos la obra de Dios hecha en sus Santos. La curiosidad y el misterio no faltaban: fotos de distintos ángulos indicaban un hecho novedoso. Todo estaba listo, música y canto, oración, muchas confesiones, adornos y bellísimas flores, donadas por algunos grupos parroquiales, resaltaban la escultura de San Jerónimo, sus niños, cadena y huesito en espera del gran día 8 de febrero, para ganar la “carita feliz” indulgencia del Jubileo somasco, en la participativa celebración Eucarística de unas 300 personas con la misión extensoras de la

3 Hijo de los Padres Somascos. Registro civil de Jaime.

somasquicidad para liberar a tantos “Encadenados” de esta Pacha Mama. La catequista, señorita Beatriz, Clarita, Carmen, Elda, Teresa, Patricia, coros, acólitos, la familia Salcedo, los García y Pedroza etc. etc. se mesclaban con los peregrinos en el canto de la alegría y gloria. ¡Cuántos ruegos, recibió Jerónimo, por nosotros, y por la Provincia Andina! ¡Cuántas gracias y alabanzas por los deseos cumplidos! ¡Cuántas exigencias y compromisos, me imagino, pidieron estos hermanas y hermanos guadalupanos, que como Jerónimos, quieren ver en la Provincia Andina, “un Lugarcito que renueve el pueblo cristiano en el aquel estado de santidad del tiempo de los Apóstoles”! Ojalá, que este Jubileo: “Rompiste mis cadenas” nos deje recuerdos y acciones significativas de perdón, de fraternidad visible y que “la Mujer vestida de sol” con su Fuerza liberadora, nos haga soñar, nos saque como a Jerónimo por en medio de los fríos muros y adormecidos soldados del “No hay quien ni cómo” y de la infravaloración comparativa de “ser colombianos brutos y atrasados” hacia la aventura, al reto, a la Misión… Líbranos de las cadenas de la poquedad, del estancamiento que impiden propuestas y visiones de futuro. Que el Espíritu Liberador de San Jerónimo siga donando vitalidad, a quienes trabaja en nuestras instituciones educativas, al ICBF, a otras fundaciones y entidades, a muchas familias, entre las cuales, a mi cuñada Martha, su esposo Saúl e hijos por ser un rinconcito somasco de Padres de huérfanos. Estos, han sido rayitos de mi oración y sentimientos mientras la reliquia peregrina quería subir al Paraíso.

P. Simón de Jesús Castillo

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SALUDO DESDE CENTROAMERICA, EL SALVADOR

Desde las tierras de Centroamérica envío un saludo muy especial a toda la Comunidad Somasca de la Provincia Andina: religiosos y laicos, quienes comparten nuestro carisma. Esto lo enfatizo para que sepan, nuestros amigos, que Dios derramó sobre san Jerónimo su gracia y le dio un carisma maravilloso, que nuestro Santo transmitió a los miembros de la Compañía de los Siervos de los Pobres, llamada ahora “Orden de los Clérigos Regulares Somascos”. A lo largo de quinientos años de historia, este carisma se ha manifestado sobre tantos niños y jóvenes desamparados y también sobre las personas vinculadas a nuestra Congregación, en todo el mundo.

Que en este año Jubilar todos podamos alcanzar muchos dones y gracias de Dios por intercesión de nuestro Padre Jerónimo.

Desde El Salvador, un abrazo fraternal en Cristo les envía el Hno. Luis Alberto Calderón.

“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger

sus frutos” (Thomas Carlyle)

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Jerónimo Emiliani, ha conocido el corazón alegre y sufrido de muchos niños y jóvenes, y el de usted no es la excepción ¿Para usted, quién es san Jerónimo Emiliani y qué admiras de su vida? Para mí, san Jerónimo Emiliani, es el vivo testimonio de la esperanza; su ejemplo me ha enseñado que existe el perdón y el arrepentimiento; de él he aprendido, que la fe es la fuerza más grande del universo, y que, cuando se está arrepentido de corazón, Dios y la Virgen María intercederán por nosotros, aun en las adversidades. Ángelo Pinto, exalumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo Emiliani es todo un santo; fue una persona que prefirió dejar las armas y su riqueza a un lado, para ayudar a los jóvenes y niños que estaban sufriendo del conflicto en Italia... Él decidió tomar este camino cuando estaba preso en un castillo; y, de repente, acordándose de las oraciones que le había enseñado su mamá, se le apareció la

Virgen quien lo ayudó a salir de la cárcel y desde ahí decidió llevar una vida cerca de Dios, ayudando a los jóvenes. David Ortiz, exalumno del Emiliani (Tunja) Admiro de san Jerónimo, que, a pesar de ser un hombre muy orgulloso, renunció a todo por entregarse a la juventud desamparada, y luchó por ella hasta la muerte. Nunca perdió la fe en la Virgen María y Jesús; esto lo ayudó bastante para continuar con su labor y poder dejar una gran herencia a la comunidad de los Padres Somascos: ayudar a jóvenes huérfanos y desamparados. Gracias a él somos lo que somos. Víctor Camargo, exalumno del Emiliani (Tunja) Yo admiro en san Jerónimo Emiliani su pasión por los pobres, en especial por los

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niños, para quienes siempre quiso lo mejor. Era igual con todos, trataba que tuvieran una buena educación, y que aprendieran a defenderse en la vida. Lo que más me gustó: que vivió y murió con ellos. Vendió todas sus pertenencias para poder hacer feliz a los niños pobres y huérfanos. Ronny Santana, exalumno del Emiliani (Tunja) San Jerónimo Emiliani fue una gran persona; siempre luchó por los jóvenes a pesar de todas las adversidades; y esto me enseñó que siempre hay que luchar por las personas que necesitan, sin preferencias. Juan Pablo Montes, exalumno de Villa San Jerónimo (Rionegro- Antioquia). San Jerónimo Emiliani es uno de los pocos hombres que se entregó por completo a la juventud desamparada; admiro su entrega. Julio Sáchica, exalumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). Admiro en san Jerónimo Emiliani la lucha constante por los niños, niñas y adolescentes; me enseñó que hay que luchar por las cosas que queremos, aunque en ocasiones los caminos de la vida son pesados. John Jairo Pérez, exalumno Centro San Jerónimo Miani (Bogotá).

Admiro en san Jerónimo Emiliani que, a pesar de ser rico, poderoso, en medio de su derrota supo recapacitar de sus errores; y para enmendar todo lo malo, se hizo cargo de los más necesitados, desprendiéndose de sus riquezas, y entregando su vida a los niños huérfanos y a quienes más lo necesitaban. Efrén Bermúdez, exalumno de Villa San Jerónimo (Rionegro-Antioquia). San Jerónimo Emiliani, más que un hombre, fue un ideal: hizo un cambio para servir a la humanidad y la forma de ser de

todo el mundo; empezó por los niños, considerándolos como el futuro de un mundo mejor. Que ayudar al prójimo sea el ideal de todos. Pablo Antonio López, exalumno del Centro san Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo Emiliani es la

muestra del amor de Dios para con nosotros los jóvenes. Creo que san Jerónimo Emiliani hizo la labor más grande que alguien puede hacer con la juventud: orientación, afecto y capacitación. Cuando una obra es buena se multiplica sin problemas. Admiro en san Jerónimo E. que, a pesar de muchos obstáculos, siguió adelante con su causa, no le importaron esas voces que, a veces, llegan para desviarnos del camino. Aprecio el haberse entregado en cuerpo y alma por esta linda labor. Fernando Molina, alumno del Centro San Jerónimo (Bogotá).

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Admiro y aprecio la vida de san Jerónimo Emiliani por la dedicación constante a los huérfanos y su ayuda a los mismos de forma desinteresada. Germán Lopez, exalumno del Emiliani (Tunja). Un sueño con san Jerónimo Emiliani. Soñé que yo me encontraba con un niño pequeño, quien estaba triste por no tener papá y mamá; pero no se sentía solo porque estaba esperando a Jerónimo Emiliani, pues sabía que lo iba ayudar. Fue una experiencia única e indescriptible, porque el 8 de febrero, yo le recé a san Jerónimo Emiliani y él me escuchó y eso son pruebas de que él está conmigo y me quiere ayudar. Heiner Espinel, alumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo Emiliani, aparte de ser el padre de los huérfanos, los enfermos y el fundador de la comunidad de los padres Somascos, es la bondad de Dios en la tierra. Admiro en él cómo aprovechó la oportunidad que Dios le dio de seguir viviendo, y cómo respondió con gratitud: entregando su vida por todos los huérfanos y los enfermos. Julián Taborda, exalumno de Villa san Jerónimo (Rionegro - Antioquia) Para mí san Jerónimo Emiliani, es un ser que logró dar todo a quienes más lo necesitaban, para hacer la voluntad del

Padre y seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. Él es un claro ejemplo que quiero seguir. Lo que más me llama la atención es que no sólo ayudó a los niños, sino que también les enseñó un oficio con el cual se pudieran defender en la vida, por eso, me encanta la frase “vivir y morir con ellos”. Fercho Rodríguez Estupiñán, exalumno del Emiliani (Tunja). De san Jerónimo Emiliani valoro que siempre acogió y colaboró sin discriminación a los más desamparados; me enseñó que, para obtener lo que se quiere, hay que tener fe. Aprecio y admiro como él, a pesar de su rebeldía,

logró lo que se propuso: cambiar de vida para servir a los últimos. Dejó una labor grande, que hay que continuar: ayudar a quienes más lo necesitan, de manera especial los huérfanos. Pedro Vélez, exalumno Centro San Jerónimo (Bogotá)

San Jerónimo Emiliani es un gran hombre, que, con su vida y sus obras por la juventud y los huérfanos, dejó un legado que perdura por 500 años, lo cual es muy hermoso, pues, hay gente que sigue su carisma (la comunidad Somasca). Su legado es ayudar a la juventud desamparada, con problemas de falta de afecto, ¿Cómo? creando espacios de integración. Para mí, san Jerónimo es un ejemplo a seguir, porque a él no le

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importaba enfermarse de la peste; él visitaba enfermos y en las noches enterraba a los muertos. Admiro el respeto por su madre, quien le enseñó que, cuando necesitara ayuda, se la pidiera a María Madre de Dios; por tanto, lo que más aprecio es ese amor, devoción y confianza que él tenía a la Virgen. Gerardo García, (Bucaramanga). San Jerónimo, fue una persona guerrera, tuvo un corazón tan grande que dejó todo por los más necesitados; él es la fuente de la vida que mi Dios mandó a este mundo para la juventud desamparada. Sé que sufrió mucho por los jóvenes, pero esa era su inmensa felicidad, el poder estar haciendo lo que más le gustaba: ayudar y proteger a los jóvenes. En cuanto al trabajo con los muchachos, puedo decir que, hoy en día, los padres y los hermanos somascos sienten esa misma alegría por verlos crecer y esa tristeza por verlos involucrados en mañas y vicios. Pero, lo que más admiro de san Jerónimo Emiliani, es el cariño; y lo más hermoso es que haya sido el fundador de los Somascos: pues hoy en día, ellos son su reemplazo. Fue una buena obra la que hizo por la juventud desamparada. Harrison Gómez, alumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá) San Jerónimo Emiliani es nuestro padre y es el fundador de un gran hogar, que da campo a jóvenes, para pensar en su

futuro, y, más que eso, para ayudar a fortalecer sus talentos, de manera que aprendan a salir adelante y a ayudar a los demás. Admiro su capacidad de comprensión, y el corazón tan grande que tuvo para ayudar a tanta gente. Anderson Bedoya, exalumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia)

Admiro en san Jerónimo Emiliani lo que logró hacer por lo jóvenes más necesitados: les brindó un hogar con la oportunidad valiosa para salir adelante. Jhon López, exalumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). Jerónimo Emiliani fue un fiel

y humilde servidor de Dios y María; por medio de él pudimos tener un hogar y una formación, tanto espiritual, como moral. Admiro de su vida el desprendimiento, pues dio sus riquezas y dejó todo por los más desamparados. Félix Eduardo Díaz, exalumno del Centro san Jerónimo Miani (Bogotá). Recuerdo a san Jerónimo Emiliani como el fundador de los Somascos; dedicó gran parte de su vida al cuidado de los más necesitados, desde las viudas, los enfermos y los desamparados, hasta los más indefensos: los niños, guiado siempre por Dios y la santísima Virgen María, la madre de los huérfanos. Su ejemplo lo continúan otras personas en su nombre, quienes ayudan a los más necesitados. Lo que más admiro de él, fue su voluntad

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para cambiar su modo y estilo de vida, y seguir el camino que Dios le preparó; aprecio como se despojó de todo lo que tenía, cómo se dedicó sin ningún interés y cómo nunca se negó a cuidar de las personas que se encontraban desamparadas. En sus caminos tuvo siempre como guía a Dios y a la Santísima Virgen; lo admiro y aprecio, por su valentía, entrega y compromiso con los más necesitados. Jeison Echavarría, exalumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). San Jerónimo Emiliani es el segundo mejor pedagogo del mundo; admiro su humildad y nobleza hacia los jóvenes. Abel Herrera, exalumno del Emiliani (Tunja). San Jerónimo Emiliani es alguien que se dio cuenta que la vida no es sencilla, pero aun así tiene sus momentos de triunfos. Eduardo Jimenez, alumno, del Centro San Jerónimo Miani). Yo admiro en san Jerónimo Emiliani su corazón tan grande, pero, ante todo, que nunca se olvidó de la mamá ni de Dios. Además, él fue un guerrero y, después de su conversión, tuvo claro lo que quería, cosa que muchos no lo sabemos. William Moreno, exalumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo Emiliani, fue el fundador de los Somascos… y admiro todo lo que hizo desinteresadamente por los demás.

Brian Rojas, alumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo ha sido un personaje muy bueno y el fundador de los padres Somascos. Estos son una familia para los que se proponen surgir en la vida; su institución es un centro de apoyo para muchos que lo necesitan. Heider Martínez Benavides, exalumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). Lo que más admiro de mi Padre Jerónimo es su valor, su gran corazón y su interés por nosotros los niños, demostrado en los padres y hermanos de la comunidad de Villa. Jerónimo es un hombre con fuerza de voluntad, porque tuvo un cambio grande de vida, lo cual implica una gran valentía. Doy gracias a Dios por los Padres Somascos, pues a ellos se debe

que muchos jóvenes estén fuera del peligro constante de las calles, las malas compañías, la drogadicción y los otros muchos problemas de la sociedad. Gracias, Padre Jerónimo y Padres Somascos

por todo el amor, paciencia y comprensión sobre nosotros los niños. Juan David Castañeda Rojas, alumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). La vida de san Jerónimo me ha ayudado a esmerarme por algo; a salir adelante en mi proyecto de vida; me ha fortalecido en la relación con los otros. Este año, en la novena, he conocido a un Jerónimo

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Emiliani, que fortaleció su cercanía con Dios a través de la ayuda a los más necesitados. Creo que en realidad lo que él pide que yo haga, a pesar de mi corta edad es: reconocer el sufrimiento que hay a mí alrededor para ayudar a los que lo necesiten. Federico Vargas, alumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). De san Jerónimo Emiliani aprecio todo, pero lo que más admiro es la solidaridad. Miguel Ángel Urrutia, alumno del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá). San Jerónimo Emiliani es un guerrero; a quien Dios escogió para reunir todos los niños necesitados para que tuvieran una mejor vida. Carlos Andrés Sánchez, exalumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). Para mi Jerónimo Emiliani fue y seguirá siendo uno de los santos más grandes de la historia del mundo; ya que fue uno de los que incentivó a niños y jóvenes, no solo a seguir a Jesús y a Dios, sino que, además de enseñarles la Palabra, los ayudaba incondicionalmente en sus necesidades. Wilmer Romero Castro, Parroquia de Guadalupe (Bogotá). Admiro en san Jerónimo Emiliani su labor y empeño misericordioso por la vida de los huérfanos.

Santiago Velázquez, alumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). La vida de san Jerónimo Emiliani es admirable, porque fue capaz de salir victorioso con los niños huérfanos; y cada día nos ayuda a salir adelante. Julián Zapata, alumno de Villa San Jerónimo (Rionegro - Antioquia). Para mí, san Jerónimo Emiliani es el ejemplo de hombre luchador, y sobre todo muy humano, igual que todos nosotros; de su historia admiro sus esfuerzos y el cambio de vida. Fabián Macías, Educador del Centro San Jerónimo Miani (Bogotá).

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LABRIEGO PÁRVULO

¡NO! El p. José Francisco Patiño, “no es un símbolo tranquilo

y callado de la vida humana, sin nombre y sin historia”, ¡NO lo es!

Así como todo artista quiere hacer de su pintura una gran obra; de igual forma, quiero pintar la efigie de Pachito (como cariñosamente lo llamaban sus amigos y seres cercanos), en el libro de los gratos recuerdos de nuestra valuada Congregación. Mi pincel es la historia, y las pinturas quienes los conocieron. Faltan sinónimos en la escritura para plasmar las cualidades con las que fue dotado el p. Francisco Patiño; aún así traigo al papel algunos equivalentes del “Padre Pacho”: ecléctico por naturaleza, previsor, circunspecto, afanoso trabajador, creativo, labriego párvulo, padre, profesor, amigo, tío, hermano, servidor y cura. Estas son muchas de sus

destrezas con las que fue recreado por el Creador y con las que se recreaba para el servicio del Señor. La comunidad de los Padres Somascos goza de alto honor del recuerdo de su grata amistad, desde1970, cuando él en Zetaquira conoció la humilde comunidad, en la que se consagró y luego se ordenó el 12 de diciembre de 1981(en Rendón Boyacá, tierra que lo vio nacer y crecer), al servicio de Dios Padre a través de los más necesitados. Con la confianza absoluta en su Creador, más de una vez profirió: Cito ad litteram, “Con la ayuda de Dios las cosas siempre van bien”. En cuanto a su vocación con humildad y candor se refería: “Dios llama en diferentes momentos y de diversas maneras… es un plan misterioso pero estupendo de Dios sobre mí”. Asiduo y constante en la oración y el estudio, cavilaba sobre diversos

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pensamientos: sociales, políticos, culturales, económicos, teológicos, filosóficos y pedagógicos. Se manifestaba siempre en contra de los bélicos pensamientos de las guerras; rechazó sin vacilación todo lo que iba en contra de la vida. Así, como Jerónimo Emiliani, misionaba catequizando a los campesinos. El padre Francisco, como todo un hoplita, se armaba de entusiasmo para las hazañas misioneras (por tierras boyacenses, santandereanas y los llanos orientales); en ellas, dejaba la marca de su visita: una cruz (signo del amor de Dios a la humanidad), en la que tallaba la fecha de la misión y el nombre de la comunidad. Hace 23 años en la mañana del 5 de junio de 1989, la muerte le robó un ser especial a la dulce vida. Fue triste esta pequeña morada humana, pues la familia Somasca y la familia Patiño, vivieron la pérdida de un gran religioso Somasco y de un magno hombre: Pachito, fiel y humilde servidor, quien hoy perdura en la memoria de cuantos lo conocieron por su trabajo y vocación. “Paz en su tumba”.

En su nombre agradecemos, el arduo e incansable trabajo por las vocaciones y por la Comunidad Somasca. Encomendemos su intercesión por los jóvenes en formación; jóvenes que han

acogido la llamada del Señor en la familia Somasca. Son muchas las anécdotas escritas en el libro de los recuerdos de los religiosos que lo conocieron; entre ellas se recalca y se reconoce “el entusiasmo en el servicio al Señor y a sus hermanos”. Que su vida ejemplar, sea los rieles, de quienes recorremos, los caminos del Señor. Concluyo la obra

resumiendo su firme y perseverante trabajo con esta ultima pincelada: “Ad angusta per angusta (a resultados grandes por vías pequeñas)”, es decir, no se llega al triunfo sin vencer mil dificultades.

Hno. José H. Montaña crs

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CALENDARIO

PROVICIA ANDINA 2012

“Seguid a Cristo Crucificado”

MAYO 2 -15 Pinchote PEREGRINACIÓN ESTATUA DE SAN JERÓNIMO. 3 Cumpleaños p. Rafael Antonio Gómez. 12 Formación Laicos Somascos (Laicos de San Jerónimo y Bogotá). 5 El ecónomo local presenta el movimiento económico del mes anterior y el superior

realice el arqueo de caja. 10 Cumpleaños p. Pedro Arturo Cárdenas. 15 Cumpleaños p. José Luis Madero. 16-30 16 AL 30 JUNIO Bucaramanga PEREGRINACIÓN ESTATUA DE SAN

JERÓNIMO. 16 Cumpleaños p. John de Jesús Jiménez. 19 Cumpleaños p. Ricardo Poveda. 25 Consejo Provincial (Tunja). 26 Reunión administrativa de Laicos somascos (Laicos de San Jerónimo y Bogotá). 30 Cumpleaños p. Simón de Jesús Castillo. JUNIO 1 Cumpleaños p. Ángelo Bertoletti. Aniversario Ordenación Presbiteral p. Víctor Ariel

(2010). 5 El ecónomo local presenta el movimiento económico del mes anterior y el superior

realice el arqueo de caja. Aniversario de fallecimiento del p. Francisco Patiño (1989). Aniversario Ordenación Presbiteral p. Ramiro Moncada (2010).

7 Cumpleaños p. Simón Jogendra Mahish. 9 Encuentro Nacional de Laicos. Aniversario Profesión Solemne p. Juan Pablo

Velandia (2004). 15 Aniversario Profesión Solemne p. Carlos Valbuena (2007). 24-29 24 al 29 retiros Bucaramanga. 26 Aniversario Ordenación Presbiteral p. Carlos Valbuena (2010). 30 Consejo Provincial (Bucaramanga). 30 Reunión administrativa de Laicos somascos (Laicos de San Jerónimo y Bogotá).

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JULIO 2-6 Mundialito en Villa san Jerónimo. 2-30 Tablazo PEREGRINACIÓN ESTATUA DE SAN JERÓNIMO. 5 El ecónomo local presenta el movimiento económico del mes anterior y el superior

realice el arqueo de caja. Aniversario Ordenación Presbiteral p. Simón de J. Castillo (1986).

6 Aniversario Profesión Solemne p. José L. Madero (1997). 11 Aniversario Profesión Solemne p. Ramiro Moncada (2009). 12 Cumpleaños p. Hermelindo Ariza. 13-15 Aniversario Ordenación Presbiteral pp. Gil Ariza, Luis Carreño (2002). 14 Formación Laicos Somascos (Laicos de San Jerónimo y Bogotá). Cumpleaños p.

José Saúl Cano. 15 Cumpleaños p. Umberto Stefano Gorlini. 18 Cumpleaños Hno. Segundo Leonel Monsalve. 19 Aniversario de fallecimiento del Hno. Valentino Pastrello (2001). 20 Ecónomo local presente la relación trimestral al capítulo de la casa. Consejo

Provincial. Ecónomo provincial presenta relación al consejo provincial sobre la administración. (Pinchote). Aniversario Profesión Solemne p. Hermelindo Ariza (2002). Aniversario Ordenación Presbiteral p. John Jiménez (2007).

21 Encuentro de los familiares de los religiosos en Bucaramanga. 22 Aniversario Profesión Solemne p. John Jiménez (2006). 28 Reunión administrativa de Laicos somascos (Laicos de San Jerónimo y Bogotá).

Regresó a la casa del Padre. El 21 de febrero de 2012 en Somasca Italia, regresó a la casa del Padre nuestro cohermano Giuseppe Ronchetti, a la edad de 66 años. ¡Que el Señor le conceda el descanso eterno!

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BIENVENIDOS

El 15 de marzo de 2012 llegan procedentes de Italia el p. Mario Ronchetti (consejero general) y el señor Luigi Vismara. Les deseamos una feliz estadía en tierras colombianas y ecuatorianas.

PEREGRINACIÓN DE LAS RELIQUIAS DE SAN JERÓNIMO

EMILIANI El 8 de febrero inició la peregrinación de las reliquias de san Jerónimo Emiliani en la Parroquia de Nuestra señora Guadalupe de Bogotá. El 1 de marzo fueron recibidas en la Parroquia de san Pedro Julián Eymard de Ciudad Bolívar de Bogotá. A partir del 9 de abril llegarán al Centro Juvenil Emiliani de Tunja.

La presencia de las reliquias de nuestro padre san Jerónimo Emiliani ciertamente serán fuente de muchas bendiciones y fortalecimiento en nuestras labores en bien de la juventud.

“Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia” (Hermann Hesse)

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