Marinetti y El Futurismo en España

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Marinetti y el futurismo en España Manfred Lentzen Universitát Münster El interés por Marinetti en España se produce en dos fases; la primera se inicia in- mediatamente después de la publicación del manifiesto fundacional del futurismo (1909) y la segunda se sitúa hacia finales de los años veinte. En el presente artículo nos proponemos reconstruir estas dos etapas de la discusión en torno al fundador del movimiento futurista, creyendo al mismo tiempo poder aportar algunos detalles nuevos o adicionales al conocimiento de ese tema que, sobre todo por lo que respecta a la primera fase, sigue basándose hoy sustancialmente en los estudios de Paul Ilie. 1 Ramón Gómez de la Serna es quien da a conocer a Marinetti en España y quien prepara la recepción del nuevo ideario. En 1909, el mismo año de la publicación de "Fondazione e Manifestó del Futurismo", aparece en la revista Prometeo una traduc- ción de Ramón que pone por primera vez a los lectores de la Península Ibérica en contacto con las ideas del futurismo italiano, muy especialmente con los once puntos del manifiesto. Estos pueden resumirse del siguiente modo: amor al peligro, al valor, audacia y rebelión; exaltación de la actitud agresiva, del insomnio febril, del salto mor- tal, de la bofetada y del puñetazo; belleza de la velocidad; alabanza del automóvil, más bello aun que la Victoria de Samotracia; el hombre al volante como héroe; desprecio del pasado y vivir orientado hacia el futuro; glorificación de la guerra - única higiene posible del mundo -, del militarismo y del patriotismo; desprecio de la mujer y lucha contra el feminismo; destrucción de museos, bibliotecas, academias; glorificación de las multitudes, de las revoluciones, de la vibrante llama de los ar- senales y astilleros, de las voraces estaciones de ferrocarril, de las fábricas, de los gigantescos puentes, de los barcos de vapor, de las locomotoras y aviones. La traduc- ción del manifiesto fundacional va seguida de un amplio artículo sin firma titulado "Movimiento intelectual. El futurismo" cuyo autor es sin duda el propio Ramón Gómez de la Serna (Prometeo, 2, 6: 90-96). En él se habla del futurismo como de una "proclama" decisiva para modificar la vida del hombre ["El Futurismo es una de esas proclamas maravillosas" (ibid.: 91) y de la necesidad del género literario de la proclama en la creación de una nueva realidad de cara al futuro; la proclama, sigue, es "cosa capital y purgante" (ibid.: 91)]. Siguiendo la disquisición de Marinetti, Gómez de la Serna ve en el "salto mortal" la prueba máxima de valor, prenda segura de fama y de triunfo para el hombre, medio seguro de elevarse por encima de la mediocridad general; la calma y el statu quo, por el contrario, conducen a la insignificancia: "En el sosiego, en el orden, en el estato-quo el hombre se va desmoronando, se alisa, se achata y de pronto ¡horror! se hace como todos, es decir, no es como nadie, no es nadie" (ibid.: 93). Aquello que más fascina a Ramón del futurismo es la 'libertad sin 309

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  • Marinetti y el futurismo en Espaa

    Manfred LentzenUniversitt Mnster

    El inters por Marinetti en Espaa se produce en dos fases; la primera se inicia in-mediatamente despus de la publicacin del manifiesto fundacional del futurismo(1909) y la segunda se sita hacia finales de los aos veinte. En el presente artculonos proponemos reconstruir estas dos etapas de la discusin en torno al fundador delmovimiento futurista, creyendo al mismo tiempo poder aportar algunos detallesnuevos o adicionales al conocimiento de ese tema que, sobre todo por lo que respectaa la primera fase, sigue basndose hoy sustancialmente en los estudios de Paul Ilie.1

    Ramn Gmez de la Serna es quien da a conocer a Marinetti en Espaa y quienprepara la recepcin del nuevo ideario. En 1909, el mismo ao de la publicacin de"Fondazione e Manifest del Futurismo", aparece en la revista Prometeo una traduc-cin de Ramn que pone por primera vez a los lectores de la Pennsula Ibrica encontacto con las ideas del futurismo italiano, muy especialmente con los once puntosdel manifiesto. Estos pueden resumirse del siguiente modo: amor al peligro, al valor,audacia y rebelin; exaltacin de la actitud agresiva, del insomnio febril, del salto mor-tal, de la bofetada y del puetazo; belleza de la velocidad; alabanza del automvil,ms bello aun que la Victoria de Samotracia; el hombre al volante como hroe;desprecio del pasado y vivir orientado hacia el futuro; glorificacin de la guerra -nica higiene posible del mundo -, del militarismo y del patriotismo; desprecio de lamujer y lucha contra el feminismo; destruccin de museos, bibliotecas, academias;glorificacin de las multitudes, de las revoluciones, de la vibrante llama de los ar-senales y astilleros, de las voraces estaciones de ferrocarril, de las fbricas, de losgigantescos puentes, de los barcos de vapor, de las locomotoras y aviones. La traduc-cin del manifiesto fundacional va seguida de un amplio artculo sin firma titulado"Movimiento intelectual. El futurismo" cuyo autor es sin duda el propio RamnGmez de la Serna (Prometeo, 2, 6: 90-96). En l se habla del futurismo como de una"proclama" decisiva para modificar la vida del hombre ["El Futurismo es una de esasproclamas maravillosas" (ibid.: 91) y de la necesidad del gnero literario de laproclama en la creacin de una nueva realidad de cara al futuro; la proclama, sigue,es "cosa capital y purgante" (ibid.: 91)]. Siguiendo la disquisicin de Marinetti, Gmezde la Serna ve en el "salto mortal" la prueba mxima de valor, prenda segura de famay de triunfo para el hombre, medio seguro de elevarse por encima de la mediocridadgeneral; la calma y el statu quo, por el contrario, conducen a la insignificancia: "En elsosiego, en el orden, en el estato-quo el hombre se va desmoronando, se alisa, seachata y de pronto horror! se hace como todos, es decir, no es como nadie, no esnadie" (ibid.: 93). Aquello que ms fascina a Ramn del futurismo es la 'libertad sin

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    dogmas" basada en el "esfuerzo", el "denuedo" y la "entereza" (ibid.: 95). No obstante,no merecen su aprobacin la misoginia y las "palabras artificiales, gruesas, pocoorgnicas, poco mamferas", como "poesa, cantaremos, poemas" (ibid.: 96) por sercaractersticas del "passatismo" que hay que combatir.

    En el ao 1910 aparece, tambin en la revista Prometeo, el manifiesto espaol deMarinetti "Proclama futurista a los Espaoles", tambin en traduccin de RamnGmez de la Serna (Prometeo, 3, 20 (1910): 519-531).4 En la primera parte del textose hace responsables de la prdida de la hegemona de Espaa sobre todo a las"mujeres" y a los "frailes". Se hace un llamamiento al pueblo espaol para que dejetras s el pasado mstico y se vuelva hacia el grandioso espectculo de la "electricidad","nica y divina madre de la humamdad futura, la Electricidad con su busto palpitantede plata viva, la Electricidad de los mil brazos o de las mil alas fulgurantes y violen-tas" (ibid.: 522). El smbolo por antonomasia del "passatismo" espaol es, a juicio deMarinetti, la catedral, que se derrumbar sepultando bajo sus ruinas el seculardominio clerical; las "inmundicias clericales" sern barridas bajo el signo de la libertady destrozados los "grotescos reclinatorios" (ibid.: 525). La segunda parte del manifiesto(que lleva el ttulo de "Conclusiones futuristas sobre Espaa") insiste en el tenor an-ticlerical, pero destaca ante todo la importancia del progreso de la agricultura y de laindustria en el logro de una renovacin del pas con visin de futuro. La tarea que in-cumbe a los polticos, escritores y artistas es descrita por Marinetti en un programa deocho puntos que puede resumirse en los siguientes trminos: Mayor "orgullonacional", defensa de la "dignidad" y "libertad" del individuo; exaltacin del "herosmo"de la ciencia; fomento de la "idea del militarismo" en pro de la proteccin del pueblo;vinculacin de la "dea del ejrcito poderoso y de la guerra posible" con la "idea delproletariado libre industrial y comerciante"; realce de las cualidades caractersticas dela "raza", como, por ejemplo, la "aficin al peligro y a la lucha", el "valor temerario", la"inspiracin artstica"; la lucha contra la "tirana del amor" y por ende aprobacin delamor libre; finalmente, aniquilacin del "arcasmo", del culto al pasado (ibid.: 528 s.).Marinetti cierra su proclama haciendo un llamamiento contra los "sacerdotes", los"toreros" y los "caciques", exponentes de la tradicin, condenando el turismo y exigien-do en su lugar la construccin de "grandes puertos comerciales, ciudades industriosasy campias fertilizadas" (ibid: 530 s.). El manifiesto espaol aparece precedido de unbreve prlogo, que Ramn Gmez de la Serna firma con el seudnimo de Tristn, in-teresante sobre todo por consistir, en consonancia con la manera futurista, en unasucesin de interjecciones de significado concorde con las ideas del movimiento.Citemos a ttulo ilustrativo, entre otros muchos, los sintagmas: "Futurismo! Insurrec-cin! Algarada! Festejo con msica Wagneriana! [...] Violencia sideral! [...] An-tiuniversitarismo! [...] Iconoclastia! [...] Voz, fuerza, volt, ms que verbo! [...]Saludable espectculo de aerdromo y de pista desorbitada! [...] Gran galop sobrelas viejas ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todos los palios y sobre laprocesin grrula y grotesca! [...] Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!"(ibid.: 517 s.)5

    El conocimiento de la obra de Marinetti y del futurismo en Espaa habra querelacionarlo tambin con la bsqueda en el pas de una identidad y destino nuevos

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    despus del desastre de 1898. Ni la generacin del 98 ni el Modernismo se hallan encondiciones de ofrecer ningn tipo de solucin a los problemas y transformaciones delmomento, derivados del progreso tcnico y cientfico - la civilizacin de masas, la vidaurbana, la industrializacin, la rapidez de comunicaciones (coches, aviones). De estemodo surge el inters por las nuevas corrientes vanguardistas europeas que, haciafinales de la segunda dcada, desembocarn en singular mezcolanza en el movimientoultrasta sobre todo. Los numerosos artculos aparecidos en las revistas espaolas deprincipios de siglo dan testimonio de esa bsqueda de nuevos caminos. As, ennoviembre de 1908, Andrs Gonzlez Blanco publica en Prometeo su "Llamamiento alos intelectuales" (Ilie 1969: 17 ss.) en el que dice que hay que embriagar a la multi-tud, pero no con vino, sino con la "virtud", la "ciencia" o la "poesa"; pues slo una"embriaguez espiritual" har posible olvidar la fea realidad. El autor apela sobre todoa la responsabilidad de los literatos; stos no han de mantenerse "al margen de lavida" sino que su deber es sacudir e inflamar de nuevo el aletargado intelecto delpueblo. De manera similar se expresa Silverio Lanza en su artculo "Arte Joven"(agosto de 1909; Ilie 1969: 31 ss.). Segn l, el arte consiste en alcanzar la "felicidadhumana" con la ayuda de la ciencia. Sobremanera interesante es el trabajo "Futuris-mo", de Gabriel Alomar, publicado en 1907 (septiembre y noviembre) en la revistaRenacimiento, el cual anticipa el concepto de 'futurismo', dndole no obstante un sen-tido un poco distinto al de Marinetti. Para Alomar, el reconocimiento de los valorespositivos del pasado es premisa indispensable para la conquista del futuro; slo la con-ciencia de la tradicin permite la "visin proftica de los tiempos nuevos" (Ilie 1969:45). Los 'futuristas' son para l aquellos que partiendo de la "tradicin de la luz" co-rren veloces al encuentro del futuro empujados por el mpetu creador; son las "almasselectas", "poetas", "creadores" (ibid.: 46s). Adems, observamos en Alomar unaespecie de actitud postromntica sin la cual, segn l, no es posible la conquista delfuturo. "Seamos, pues, sentimentales, no ya intelectuales - dice - y mejor todava,seamos espirituales, hiperpsquicos ..." (ibid.: 60). El reconocimiento de la tradicin yel anti-intelectualismo son ideas que no se avienen con las de Marinetti. El futurismode Alomar propone para la superacin de los problemas de la poca un camino algodistinto del del italiano.

    El manifiesto fundacional de Marinetti que - como ha quedado indicado - apareceen traduccin castellana en 1909, es objeto un ao ms tarde de un artculo de crticapublicado en la revista Nuestro tiempo (marzo de 1910) y titulado "El futurismo (unanueva escuela literaria)", debido a la pluma del ya citado Andrs Gonzlez Blanco(Ilie 1969: 81-95). En l, su autor parece estar interesado sobre todo por las im-plicaciones literarias del movimiento futurista; la tcnica del "verso libero" le mereceuna aprobacin total, y tiene palabras encomisticas sobre todo para Gian PietroLucini por sus teoras y aplicacin prctica de este principio potico, y tambin paraEnrico Cavacchioli, seguidor de esa tcnica. A continuacin, Andrs Gonzlez Blancopasa a ocuparse de los once artculos del manifiesto de Marinetti, que reproduce entraduccin espaola. Si bien se muestra completamente de acuerdo con el programade "exaltacin de las fuerzas humanas", con el "canto a la lucha del hombre con lospoderes inconscientes y a su triunfo final sobre la naturaleza" y con la exaltacin de la

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    "vida moderna" y del "industrialismo dominador" (ibid.: 87), condena la idea de unadestruccin de los museos, bibliotecas y academias, as como la idea de un repudiototal de los valores del pasado. Segn Gonzlez Blanco, slo una relacin armnicaentre "vivir" y "estudiar" puede asegurar el futuro del hombre (ibid.: 92 ss.), "porque -dice - de sobra sabemos todos por experiencia ntima que el pasado nos encanta,como nos encanta el porvenir [...] a su modo" (ibid.: 94). Tales ideas son ciertamentemuy afnes a las expresadas por Gabriel Alomar. Cabe pensar que la actitud intran-sigente de los futuristas frente a la tradicin, frente al pasado, podra haber sido unade las causas de la moderada resonancia que el movimiento tuvo en Espaa. Citemosfinalmente una voz de julio de 1920: En un breve artculo titulado "Afirmacionesfuturistas", publicado en Espaa el 10 de julio de 1920 (Ilie 1969: 97-101; Brihuega1979: 264-269), Mauricio Bacarisse llama especialmente la atencin sobre los valorestranscendentales y ticos del futurismo, si bien no dice exactamente qu es lo quehay que entender por ellos. No hay que olvidar que una vez terminada la PrimeraGuerra Mundial, los futuristas se hacen notar de manera preferente por sus accionese iniciativas polticas en el marco del movimiento fascista. Es que cabra interpretaresta circunstancia como el punto de partida hacia una renovacin del hombre?

    Hasta aqu hemos reproducido la historia del movimiento en torno a Marinettidesde 1909 hasta 1920. Habr que preguntarse si las ideas futuristas han ejercidoalgn tipo de influencia, por ejemplo, sobre la poesa espaola. En la respuesta a talpregunta habr de tenerse presente que el Ultrasmo absorbe elementos de las distin-tas corrientes vanguardistas, entre ellos tambin los del futurismo. La reaccin frenteal Modernismo post-rubeniano lleva a buscar formas y contenidos nuevos ms en con-sonancia con el espritu de la poca, dominado por el progreso tcnico y cientfico.El futurismo resulta fascinante no slo por el culto a la velocidad y a la mquina, sinotambin por la idea de las "palabras liberadas" y por la efectista ordenacin tipogrficade los textos, adoptada en parte tambin por los poetas espaoles. Es futurista, porejemplo, una poesa de Guillermo de Torre del ao 1919, en la que exalta en versoslibres la fuerza dinmica y la velocidad del coche. Los versos finales dicen: "En laembriaguez dinmica / el auto siembra / una estela / de clulas aladas" (Foard 1975:78). Pueden calificarse tambin de futuristas algunas de las poesas recogidas bajo elepgrafe de Ultramodemismo en la gran Antologa de la poesa espaola ehispanoamericana (1882-1932) de Federico de Ons (1934). La serie de textos "Pom-pas fnebres" (1923) de Antonio Espina destaca por su tipografa (Ons 1934: 1049ss.); la exclamacin "Jams te olvidar, esposo mo!" queda realzada por un marcogrfico. Poesas tales como 'Tertulia", de Francisco Vighi, y "Qu lstima! ..." (1920),de Len Felipe son ejemplos tanto de tcnica del "verso libero" como del principio delas palabras dejadas intuitivamente en libertad (Ons 1934: 1053 s. y 1057 s.). Latcnica de las "parole n liberta" lleva a una creciente verticalizacin del texto, en elque abundan versos de una sola palabra. Vighi y Len Felipe imitan ah segura-mente modelos futuristas que a su vez, en ese punto, siguen La fontana malata dePalazzeschi.

    La segunda fase del inters por Marinetti en Espaa se inicia hacia finales de iosaos veinte y se recoge casi totalmente en la revista La Gaceta Literaria, editada por

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    Ernesto Gimnez Caballero. A principios de 1928, el fundador del futurismoemprende un viaje a la Pennsula Ibrica. El penoso viaje en coche de Barcelona aMadrid le inspira un texto futurista extraordinariamente interesante que lleva el ttulode "Spagna veloce e toro futurista", la primera parte del cual aparece traducida al cas-tellano en La Gaceta Literaria en agosto de 1928 bajo el ttulo de "Contra el vientoadusto, comandante de las fuerzas del pasado", dedicada a los amigos ErnestoGimnez Caballero, Guillermo de Torre y Ramn Gmez de la Serna. La totalidaddel "testo creativo", en el que son fcilmente reconocibles tanto las caractersticas del"paroliberismo" como elementos de la "criture automatique" surrealista, se com-pone de cuatro partes cuyo contenido retoma ideas del manifiesto sobre Espaa. Siantes la vieja catedral era el smbolo del 'passatismo', lo es ahora el inclemente vientode la Meseta que obstaculiza la rpida marcha del coche; el "Vento Burbero" seopone al progreso tcnico. Las tres primeras partes representan la incesante lucha delviento contra la "velocit" moderna. Es ya de entrada muy ilustrativa la descripcindel "antico vento", al que se aplican numerosos atributos de la tradicin espaola:"L'antico Vento Burbero col suo ventre nutrito d'una macerie di conventi mulini avento e cittadelle rabe palloneggia nella sua altissima tonaca di bronzo ero a pieghetonanti. II suo lungo cappello da prete felpato e fioccuto di nuvole s'impenna per for-mare col funreo nasone un becco aperto che forbicia il tremante infinito". Por elcontrario, el coche representa el "peso", la "luce", la "liberta"; ser el que triunfarsobre los "fantasmi del passato" e "il tetro Nulla Infinito" (Marinetti 1968: 930, 932,944). Frente al Vento Burbero, "geomtrico amante deirEscurial", se halla el "dinamis-mo plstico d'un aeroplano che vola sul cubismo deU'Escurial" (1968: 946); los produc-tos de la tcnica moderna y su dinmica arrinconarn los testimonios de la culturapretrita, y la luz de la electricidad impedir para siempre que el holln de las pirascatlicas vuelva a ennegrecer el horizonte espaol (1968: 947). La cuarta parte, "IItoro lott contro simboli accaniti", es la descripcin de una corrida (1968: 948 ss.); eltoro acapara toda la simpata de Marinetti; la fuerza que atribuye al animal es extraor-dinaria ("Cosa mi rimproveri? - dice en tono de broma - La strapotenza del pugnalecon cui fecondo le giovenche quando faccio la caricatura alie montagne? Vuoi checostruisca una chiesuola boschiva colla volta della mia groppa? Contemplami invecenella lotta: ho la forza d'un terremoto"), y estara en condiciones de liberar al pas yal pueblo de las cadenas del pasado. Pero al fin, el toro es abatido por el lidiador, ymuere tristemente en la "immobilit" y una "angoscia torturante" (1968: 960). El textode "Spagna veloce e toro futurista" viene a expresar de este modo que Espaa no seha sacudido an ni mucho menos el 'passatismo', aunque la fuerza del toro quizs bas-tara para hacerlo.

    No obstante, aquello que a finales de los aos veinte interesa a los espaoles, y muyparticularmente a Gimnez Caballero, de la personalidad de Marinetti, no es cierta-mente el ideario de los manifiestos en ltimo trmino abstracto (aunque reapareceligeramente variado en nuevos textos futuristas), sino sus opiniones polticas, de lasque se piensa - con diferencias de matiz - que podran servir de modelo para Espaa.Sobre este punto conviene recordar que entre 1919 y 1920, Marinetti dio impulso a al-gunas iniciativas polticas importantes encaminadas a reforzar el movimiento fascista.

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    Esta es la poca de mayor coincidencia entre futurismo y fascismo. Se fundan envarias ciudades los "fasci politici futuristi", y Marinetti participa en numerosos actosfascistas y colabora en la consolidacin del movimiento. Llega incluso a pensar que elfascismo debe su existencia al futurismo. Su entusiasmo por el Duce le lleva a veren Mussolini al deseado "interprete" de la patria, al "condottiero" invicto. Noobstante, en 1920, las diferencias de opinin llevan a Marinetti y a algunos otros co-rreligionarios a salirse de los "Fasci di Combattimento", si bien en 1923/24 vuelven aingresar. La publicacin de Futurismo e Fascismo (1924), volumen que recoge escritosde carcter poltico, es la exteriorizacin de ese retorno. Con todo, en los aos quesiguen, Marinetti ve como dentro del movimiento se le va marginando. Su propensinal individualismo anrquico es observada con escepticismo y considerada incom-patible con el establecimiento por parte del partido de un rgido sistema dictatorial.Su eleccin en la recin creada Accademia d'Italia (1929) ms que una muestra de suinfluencia poltica fue un simple formalismo.

    Pero en Espaa, Gimnez Caballero ve en Marinetti una cabeza poltica importantey un revolucionario proftico. A partir de 1928, Gec se inclina cada vez ms hacia unnacionalismo de cuo italiano (Foard 1975: 71 ss.); su buen conocimiento de las ideaspolticas del fundador del futurismo no habr sido ajeno a esta actitud. El nmero 28(15 de febrero de 1928) de La Gaceta Literaria est dedicado casi exclusivamente atemas italianos. Entre ellos hay una entrevista muy ilustrativa de Gimnez Caballero aMarinetti, que a la sazn se halla en Madrid ("Conversacin con Marinetti", 1980, I:173). En ella, Gec identifica del todo a su amigo italiano, cuya "ininterrumpida juven-tud" admira, con "Italia, violencia, porvenir". En su opinin, Italia ha llegado a conver-tirse en uno de los pases ms poderosos de Europa gracias a una poltica origina!, esdecir, naturalmente fascista: "Sali un pas latino con ms fuerza que uno germnico.Sali una poltica original y sin prstamos nrdicos" (ibid). La entrevista termina entono ditirmbico: "Marinetti! Te saludamos con la eterna admiracin espaola ante loque se mueve, grita, se desenfrena y revoluciona. A ti, cuyo enlace en Espaa era ste:Unamuno, Baroja, Ramn, De Torre. Antipasatistas, vulcanizadores. Te saludamoscon la conviccin galileica frente al escepticismo: 'e pur si muove' (ibid). En elmismo nmero aparece tambin una colaboracin de Guillermo de Torre sobreMarinetti con el ttulo de "Efigie de Marinetti". Su autor no va tan lejos comoGimnez Caballero en su valoracin del italiano, si bien no deja de destacar su sig-nificado moral y poltico manifiesto de modo especial en la exaltacin del orgullonacional, el patriotismo, anticlericalismo y militarismo. As escribe sobre el futurismo,entre otras cosas: "Trat de ejercer, no solamente una influencia literaria y esttica -como los dems movimientos similares -, sino tambin un influjo moral y poltico,mediante una exaltacin de los valores nacionales: el orgullo, el patriotismo, el an-ticlericalismo, el militarismo, el afn blico, etc." (ibid.).

    Por lo que a Gec se refiere, se puede comprobar en l una identificacin cada vezms fuerte con el ideario nacionalista-fascista. Su serie de artculos titulada "La etapaitaliana", aparecida en La Gaceta Literaria, en agosto/setiembre de 1928, nos propor-ciona elocuentes datos al respecto. Tales artculos son como un informe de su viaje aItalia en el mismo ao.20 El segundo de ellos (15 de agosto de 1928) es de especial

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    inters, pues en l Gimnez Caballero se manifiesta sobre la esencia del fascismo.Con motivo de una visita a Roma, en el curso de la cual se encontr, entre otros, conGentile, Malaparte, Bontempelli y Marinetti, califica a Roma de "madre" por an-tonomasia ("Encontraba en Roma el olor a madre que nunca haba olido en mi cul-tura ..."); el negro de las camisas le parece "el negro ecumnico, catlico, expansivo..."; pero para Espaa exige la combinacin de "negro" y "rubio", de Roma y Berln, deVaticano y Alemania. No ve que el modelo de fascismo italiano sea tranferible sinms a Espaa en todas sus facetas, pues la ntima esencia de su pas est determinadapor el "catolicismo conquistador y democrtico". Y este espritu "democrtico" es elque exige una orientacin "popular" del fascismo, una idea que ms tarde, en la ter-cera parte (I9 de setiembre de 1928), queda formulada en los siguientes trminos: "Siel fascismo es aristrquico por su estructura de partido, y monrquico por su repre-sentacin del poder ejecutivo, es en el fondo archidemocrtico: el pueblo mismo. Ar-chidemocrtico? No: popular. La palabra democracia huele a burguesa, a ciudad, acosa mediocre. Mientras popular es lo del campo, lo de la taberna, y el mercado, y laplaza, y la fiesta. Popular no es el hombre como obrero, ni como ciudadano, ni comofuncionario. Sino simplemente como hombre elemental. Como campesino. Comohombre eterno (1980,1: 260). Si bien es cierto que el ideario de Gec queda marcadopor su relacin con Marinetti, tambin es cierto que lo que resulta del pasaje ltima-mente citado apenas tiene nada en comn con las ideas selectivas y elitistas delitaliano.

    Creo que en trminos generales se puede decir que a finales de los aos veinte elMarinetti "poltico" haba quedado prcticamente archivado - lo que no significa queno se le siguiera admirando. En este sentido resultan elocuentes, por ejemplo, las ob-servaciones que Jos Daz Fernndez hace en su importante libro El nuevo romanticis-mo (1930), el cual representa un paso decisivo en el camino que de la poesa puritano-estetizante de los aos veinte va hacia la literatura comprometida de los treinta. Laopinin de Marinetti de que el futurismo es el origen del fascismo es rebatida porDaz Fernndez, para quien el ascenso del fascismo presupone la decadencia delfuturismo. Su tesis la expone en los siguientes trminos: "El advenimiento del fascis-mo supone la decadencia del futurismo, hasta tal punto, que Marinetti, el incendiariode Museos, el Erostrato moderno, el furioso denostador del pasadismo, acepta eseretorno a la Roma antigua que Mussolini propugna un da y otro para mantener lacohesin de sus milicias, y se reconcilia con el imperialismo (Brihuega 1982: 273).Su condicin de miembro de la Academia ha convertido al propio Marinetti en ad-ministrador de los museos que precisamente l quera destruir. De este modo se leniega al futurismo el significado poltico - sin que por ello deje de valorarse su impor-tancia cultural, sobre todo literaria.

    Considerando globalmente las dos fases de la incidencia de Marinetti en Espaa,podremos resumir que la primera se sita sobre todo en el marco del debate en tornoa las ideas vanguardistas y se centra en la discusin de los primeros manifiestos; lasegunda, por el contrario, tiene marcado carcter poltico y est determinada por lagnesis de la ideologa de Ernesto Gimnez Caballero.

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    NOTAS

    1 Vase Paul Ilie (1964: 201-211), y la coleccin de textos editada por l (1969). Una versin msamplia del presente artculo y dos textos inditos han sido publicados en Archiv fr das Studium derunieren Sprachen und LJteraturen, 224 (1987): 67-82.

    2 Acerca de Marinetti en la obra de Ramn Gmez de la Serna vase Ronald Daus (1971: especial-mente 83 ss.).

    3 Prometeo, 2,6 (1909): 65-73; el manifiesto fundacional de Marinetti es de febrero 1909.4 Reproducido otra vez por Paul Ilie (1969: 73 ss.). La versin italiana es de junio de 1910; aparece

    publicada una vez bajo el ttulo de "Contra la Spagna passatista" y otra vez, con algunasmodificaciones estilsticas, bajo el ttulo de "Proclama futurista agli Spagnuoli"; ambas versiones se hal-lan en F.T. Marinetti (1968: 34 ss. y 233 ss.). El ttulo de "Contra la Spagna passatista" es una variantealusiva a "Contra Venezia passatista" (27.4.1910).

    5 La introduccin de Ramn Gmez de la Serna aparece reproducida en Jaime Brihuega (1979: 89 s.).6 Ilie (1969: 18 y 22 s.). "Precisamente nuestro triunfo estar en apagar las voces tumultuosas y sucias

    de las vendedoras del mercado con nuestra palabra persuasiva y encender en las inteligencias dor-midas y obtusas la luz que en nosotros se ha hecho llama interior, que nos devora."

    7 La versin catalana aparece ya en 1905 en Barcelona.

    8 Por ejemplo dice: "El futurismo, aun cuando pierda todos los prestigios que ha alcanzado despus detenaces y heroicas luchas, tendr siempre un hondo, recndito y transcendental valor tico. Aunquelo pierda todo en lo futuro, no naufragar la moral" (Ilie 1969:101).

    9 Acerca de las corrientes vanguardistas a principios de siglo vase especialmente Guillermo de Torre(1925); una refundicin de la obra aparece en Madrid (1965). Sobre el ultrasmo vase preferente-mente Gloria Videla (1971).

    10 De la coleccin Hlices (publicada en 1923); citado en Douglas W. Foard (1975: 78).11 A ttulo de ejemplo damos los siguientes versos de Len Felipe tomados de Qu lstima! ...: "Qu /

    lstima / que yo no tenga / una patria.' / Me da igual / Francia / que / Espaa / y / que Alemania / y /que Italia" (Ons 1934:1058).

    12 En no. 39 del 1.8.1928 (Reprint 1980,1: 243).13 El texto completo aparece impreso en 1931 en Miln bajo el ttulo de "Spagna veloce e toro futurista"

    en F.T. Marinetti (1968: 923-960). Sobre el origen de la obra observa Marinetti: "Come ogni operamia, il poema parolibero 'Spagna veloce e toro futurista' nato spontaneamente senza preconcettiteorici. I suoi ritmi furono dettati dalla velocit che, senza affanno, sverginava giorno e notte tutte lepudiche selvagge e arcigne solitudini della Sierra" (vase F.T. Marinetti 1968: CXXIII).

    14 Marinetti (1968: 928). La traduccin espaola dice: "El Antiguo Viento Adusto, con su vientrenutrido de una escombrera de conventos, molinos de viento y atarazanas rabes, pelotea en sualtsima tnica de bronce negro con pliegues tenantes. Su largo bonete de cura afelpado y flecoso denubes, se empea en formar con el funreo narign un pico abierto que tijeretea el trmulo infinito"(vase La Gaceta Literaria, 39,1.8.1928; Reprint 1980,1:243).

    15 Marinetti (1968: 952). La simpata por el toro se expresa ya en el prlogo ("Testamento di Negro II,toro di Andalusia") de "Spagna veloce e toro futurista". Por ejemplo, Marinetti pone en boca del toroNegro II las palabras: "Ho nei polmoni 1'implacabile fuoco futurista della Spagna! Sto liberndolo dalmi garrese aperto. Gi vampa trionfalmente sull'Arena! Salutatelo con un fragore tempestoso di nac-chere tamburi sonagli eliche e sirene, o spettatori golosi di morte!" (1968: 926).

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  • Marinettiy el futurismo en Espaa16 As, por ejemplo, en la introduccin de "Futurismo e Fascismo" (1924) Marinetti opina: "D Fascismo

    nato dall'Interventismo e dal Futurismo si nutr di principi futuris. II Fascismo contiene e conterrsempre quel blocco di patriottismo ottimista orgoglioso violento prepotente e guemero che noifuturisti, primi fra i primi, predicammo alie folie italiane. Percid sosteniamo strenuamente il Fasci-smo, salda garanzia di vittoria imperiale nella certa, forse prossima, conflagrazione genrale. II Fasci-smo opera politicamente, do nell'ambito della nostra sacra penisola che esige impone limita vieta"(1968:432).

    17 As en un artculo de "II Poplo d'Italia": "Vedendo quest'Uomo, credetti ancor pi tenacementenelTItalia. Gli lessi in volto il suo destino, cos legato a quello della Patria grande in cui credemmosempre; ma che non aveva ancora il suo interprete. Ora questo interprete c'era. E c'era il Condot-tiero. Come dubitare pi della vittoria?" (Marinetti 1968: 447).

    18 Sobre la importancia poltica de Marinetti vase Adrin Lyttelton (1982:587 ss.).19 En el mismo nmero se publica en lengua italiana la poesa de Marinetti "Macchina rica".20 Tres artculos se publican en La Gaceta Literaria: no. 39, 1.8.1928 (Reprint 1980, I: 246); no. 40,

    15.8.1928 (Reprint 1980,1: 252); no. 41,1.9.1928 (Reprint 1980,1: 260). Estos artculos se integran enel libro de Gimnez Caballero Circuito imperial, que aparece a principios de 1929; vase Douglas W.Foard (1975:106).

    21 Gec dice, por ejemplo: "El fascismo es una frmula absolutamente de Italia y para Italia. Como elbolchevismo lo ha sido de Rusia y para Rusia. Como lo fue el liberalismo para Francia e Inglaterra. Yel industrialismo burgus y militarista para Alemania. Y el catolicismo conquistador y democrticopara Espaa" (artculo del 15.8.1928; Reprint 1980,1: 252).

    22 Un breve extracto del libro de Jos Daz Fernndez se encuentra en la coleccin de textos de JaimeBrihuega (1982: 271-275).

    23 "El futurismo es la tendencia ms seria y ms fecunda de cuantas figuran en el ndice de la nuevaliteratura. Le caracterizaba un mpetu destructor, imprescindible en toda obra de avanzada artstica.Daba entrada por primera vez en la lrica a elementos que haban estado hasta entoncesdesahuciados de la literatura y que respondan a exigencias de una nueva sensibilidad. Fue el futuris-mo el que cre las metforas maquinistas, las imgenes simultneas, el dinamismo Unco, y ese en-tusiasta desplazamiento del poeta hacia temas multitudinarios. [...] Yo creo que el futurismo tuvo unperfil poderoso precisamente porque era neo-romntico y vena a deshacer con gesto duro lasespumas irisadas del modernismo" ( Daz Fernndez, en Brihuega 1982: 274). Ahora bien, la cuestinde si el futurismo contiene elementos neo-romnticos queda por resolver.

    BIBLIOGRAFABrihuega, Jaime

    1979 Manifiestos, proclamas, panfletos y textos doctrinales (Las vanguardias artsticas en Espaa:1910-1931). Madrid.

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