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MARICHALAR RUFO, Javier: “La colección cartográfica del Untzi Museoa-Museo Naval”, Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 7, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia-San Sebastián, 2012, pp. 647-745.

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  • MARICHALAR RUFO, Javier: La coleccin cartogrfica del Untzi Museoa-Museo Naval, Itsas Memoria. Revista de Estudios Martimos del Pas Vasco, 7, Untzi Museoa-Museo Naval, Donostia-San Sebastin, 2012, pp. 647-745.

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    La coleccin cartogrfica del Untzi Museoa-Museo Naval Javier Marichalar Rufo

    Recep.: 03.11.12 BIBLID [1136-4963 (2012), 7; 647-745] Acep.: 09.11.12 Resumen El objetivo de este trabajo es el estudio, catalogacin y difusin de la coleccin cartogrfica del Untzi Museoa-Museo Naval. La coleccin est formada por 162 documentos cartogrficos (cartas nuticas, mapas, planos) datados entre los siglos XVI y XX. Partiendo de los fondos del Museo, se presenta asimismo en este trabajo un recorrido por la historia de la cartografa desde el siglo XVI tiempo crucial en la evolucin de la ciencia cartogrfica hasta el presente. Palabras claves: cartografa, cartas nuticas, mapas, planos, historia militar, Untzi Museoa-Museo Naval, Pas Vasco, mar Cantbrico, golfo de Bizkaia. Laburpena Lan honen xedea Untzi Museoak duen bilduma kartografikoa ikerketzea, katalogatzea eta zabaltzea da. Bilduma XVI. eta XX. mende bitarteko 162 agiri kartografikok osatzen dute (karta nautikoak, mapak, planoak). Halaber, Museoko dokumentuen funtsa abiapuntu hartuta, lan honetan XVI. mendetik -zientzia kartografikoaren bilakaerako garai erabakigarritik- gaur arteko kartografiaren historian zeharreko ibilbidea aurkezten da Gako-hitzak: kartografia, karta nautikoak, mapak, planoak, historia militarra, Untzi Museoa, Euskal Herria, Kantauri itsasoa, Bizkaiko golkoa.

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    1. LAS COLECCIONES CARTOGRFICAS DE GIPUZKOA El Untzi Museoa-Museo Naval es una de las distintas instituciones u organismos guipuzcoanos que cuenta entre sus fondos documentales con importantes compendios cartogrficos. Su labor como entes culturales es la de estudiar, preservar y dar conocer las caractersticas y contenidos de los mismos al pblico, objetivo, por otra parte, compartido por cualquier corporacin poseedora de una coleccin cartogrfica. El Untzi Museoa-Museo Naval donostiarra es parte integrante de la red de centros culturales pertenecientes a la Diputacin Foral de Gipuzkoa. A travs de del Departamento de Cultura, Juventud y Deporte se gestiona un importante patrimonio cultural, incluyendo fondos cartogrficos, que por cuestiones administrativas, histricas y temticas, se encuentra distribuido entre distintos archivos y museos, dispersos en la geografa provincial. Entre los primeros citaramos al Archivo General de Gipuzkoa (AGG-GAO), sito en la localidad de Tolosa, y que es el archivo histrico de las instituciones de gobierno del Territorio Histrico de Gipuzkoa: las Juntas Generales y la Diputacin Foral, en palabras de la misma Diputacin guipuzcoana. En este archivo la mayor parte de la documentacin cartogrfica se integra como anexos o ilustraciones de escritos administrativos o judiciales. El otro gran archivo gestionado por la Diputacin Foral se sita en la villa de Oati, el Archivo Histrico de Protocolos de Gipuzkoa, y ocupa la antigua sede universitaria. Con una fecha de creacin ms reciente, 1942, rene documentacin referida a protocolos notariales de los antiguos partidos notariales con centros en Donostia, Bergara y Azpeitia, y como en el caso del archivo tolosarra, se complementan con anejos cartogrficos. Descartando el Untzi Museoa-Museo Naval donostiarra, el Museo Zumalakarregi es el nico museo de la Diputacin con una importante coleccin cartogrfica. Situado en la Casa Iriarte-Erdikoa de Ormazteigi, ser el contexto histrico vasco del siglo XIX, el elemento dinamizador principal del museo. ste, recoge un magnfico fondo de mapas y planos que representan una de las ms completas colecciones cartogrficas guipuzcoanas. Se concluye la red de organismos culturales de la Diputacin de Gipuzkoa con el Koldo Mitxelena Kulturunea. La ms significativa de las bibliotecas provinciales no es ms que uno de los espacios culturales que el complejo Koldo Mitxelena pone a disposicin del pblico (sala de exposiciones Eraskutaretoa, sala Ganbara, saln de actos Areto). Ser, sin embargo, el centro bibliotecario el que oferte un excelente acopio cartogrfico. Con una relevante disparidad temtica, los mapas y planos presentes en el Koldo Mitxelena Kulturunea se enmarcan entre el siglo XVI y el momento actual. La Direccin General de Cultura administra una pgina electrnica con el ttulo lbum Siglo XIX, que muestra a cualquiera de sus potenciales usuarios, una parte de los fondos grficos (lminas, cartografa, dibujos) que con temtica vasca, se encuentran localizables en los distintos centros culturales de la Diputacin Foral de Gipuzkoa. La oferta cartogrfica en Gipuzkoa no se resume a los centros diputacionales. La red de casas de cultura y bibliotecas del Ayuntamiento de San Sebastian, con su Biblioteca Central como gestor principal, rene planos y mapas de desigual temtica y marcacin temporal. Acompaa al ayuntamiento donostiarra, los compendios presentes en bibliotecas y centro culturales de los distintos municipios de la geografa guipuzcoana. As mismo, los archivos municipales cuya titularidad residen en los ayuntamientos guipuzcoanos son valiosos fuentes de informacin para el estudio y la investigacin cartogrfica. El Archivo Municipal del Ayuntamiento de San Sebastin rene numerosos

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    planos y mapas de la ciudad, que recogen, en un gran porcentaje, vistas generales y parciales de la misma, y que acompaan a pliegos de condiciones y anexos de numerosos proyectos urbansticos planteados a lo largo de la historia reciente de la ciudad. 2. LA COLECCIN CARTOGRFICA DEL UNTZI MUSEOA-MUSEO NAVAL El conocimiento de la posicin del hombre en el espacio en el que se encuentra integrado, representa un carcter fundamental en la evolucin de ste como especie. Establecer una imagen, clara e inteligible, del entorno en el cual desarrolla su actividad, permite calibrar las posibilidades que el mismo pudiera colmar las necesidades de subsistencia. A medida que stas se presentan ms complejas, y demandantes de extensiones territoriales significativamente ms amplias, el hombre debe recurrir a un soporte fsico que pudiese recoger, a escala, estos espacios. Es el germen de la cartografa. El mapa es la ms preclara representacin descriptiva de un territorio en un soporte bidimensional. En l se vern reflejadas las percepciones intuitivas del hombre sobre su entorno, las dinmicas que se desarrollan en el mismo, y las interrelaciones que mantiene el ser humano con el territorio, en distintos marcos temporales. Aunque antecede al texto como elemento documental, y en distintos periodos histricos ha llegado alcanzar una importante naturaleza estratgica, no ha sido hasta recientes fechas cuando las colecciones cartogrficas presentes en bibliotecas, museos y otras instituciones de diverso signo, han empezado a ser valorados como documentos histricos, en el grado que realmente les corresponde. Desde entonces, se han implantado polticas de recuperacin, estudio y conservacin de la documentacin cartogrfica en aras de conocer, ntegramente, esos fondos documentales, y dar conocimiento de los mismos al pblico. El compendio cartogrfico de Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastin no ha sido ajeno a estos procesos. Las 162 hojas cartogrficas pertenecientes a esta coleccin han sido objeto de un ejercicio de catalogacin, que manteniendo las normas estndares, que para este tipo de documentacin se han establecido, nos ofrece los caracteres morfolgicos y de contenido ms sobresalientes de cada uno de ellos. El trabajo del personal de Untzi Museoa-Museo Naval ha sido determinante para el buen trmino de la catalogacin de la coleccin cartogrfica. Afortunadamente, el buen hacer de todos ellos permite ofrecer al usuario de estos fondos cartogrficos, un trabajo de alta calidad, que resaltar y ampliar en mayor medida la fascinante contemplacin de estos documentos. El Untzi Museoa viene trabajando desde sus inicios en favor de la recuperacin del patrimonio martimo en sus mltiples vertientes. Cuenta con una amplia y heterognea coleccin de estampas y manuscritos en la que se integran los fondos especficamente cartogrficos. Su coleccin cartogrfica no se limita a las cartas nuticas sino que se ha interesado tambin por aquellos mapas y planos que recogieran con mayor o menor precisin grfica los perfiles costeros del golfo de Bizkaia y el Cantbrico oriental con especial atencin al litoral vasco. La coleccin permite por tanto conocer las representaciones grficas y los topnimos de los enclaves costeros de la costa vasca y territorios prximos a travs del tiempo. En los fondos cartogrficos del Museo se encuentran tambin planos de diversas localidades costeras. La coleccin del Untzi Museoa se compone de un total de 162 hojas cartogrficas, susceptibles de ser agrupadas en distintos conjuntos, de acuerdo a la temtica que tratan, las tcnicas utilizadas en su elaboracin, los marcos temporales a los que pertenece, y en su caso, espaciales, en funcin a su descriptiva territorial.

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    El abanico temtico es singularmente amplio. Mayoritariamente se puede contemplar, planos de poblacin, vascos en un alto porcentaje, mapas generales y parciales, as como los que recogen distintos eventos blicos y polticos presentes en los ltimos cinco siglos. Al respecto, son singularmente valorables dos grabados, del seiscientos y de origen francs, que recogen el encuentro, en el ao 1659, de la diplomacia francesa de Luis XIV y la espaola de Felipe IV, en la isla de los Faisanes, en el curso del rio Bidasoa.

    Esta confluencia de las cancilleras de ambas monarquas, se enmarca en la firma del Tratado de Paz de los Pirineos, de vital importancia en el devenir de los cambios hegemnicos del continente, y que se rubricara con los esponsales del rey francs con la hija del monarca espaol. La magnificencia del evento tendr su igual reflejo en el tratamiento de ambos grabados, en una clara manifestacin del carcter estratgico de la cartografia. Este tratamiento se define por el enfatizamiento del detalle y la ornamentacin de la

    hoja, as como el importante nmero de ilustraciones menores que completan los planos. Es la resultante del grado de consideracin del hecho histrico. Ambos grabados, pertenecen a la obra de Sebastian de Pontault Trait des conquetes de Louis le Grand (vase 267UM y 1471UM, p. 689). Los restantes ejemplares se recogen en la coleccin de cartas nuticas presentes en el fondo cartogrfico. 66 planos y mapas que recogen, en su mayor parte, la totalidad del litoral cantbrico y de la costa del golfo de Bizkaia. Las cartas se reparten en un marco temporal que cubre cuatrocientos aos de representaciones marinas. Desde el Caerte Vende Lee Custen van Acason en BIscaie met heure havenem en opdoeninghe van en geberchten(v. 213UM, p. 719), del holands Lucas Ian Wagenaer, e impreso en 1583, hasta el levantamiento del Puerto de San Sebastian de 1973, por parte del Instituto Hidrogrfico de la Marina, tienen cabida las singulares percepciones y tratamientos de cada una de las escuelas cartogrficas dominantes en cada poca, la evolucin de tecnologas y tcnicas en la elaboracin de los soportes y modos de impresin, as como el fin mismo de las cartas nuticas. En estos mrgenes, se presentan un importante nmero de cartas con representaciones de pesqueras y caladeros de la zona de Gran Sol e inmediaciones, en su mayor parte cedidas y donadas por armadores y propietarios de navos, que realizaban sus actividades pesqueras en aquellos espacios marinos. Espacios tan distantes entre s como Canad, Irlanda, Italia, el Caribe, el exremo sur del continente americano, la fachada atlntica de frica, as como diversos puntos de la Micronesia, permiten a la coleccin cubrir una gran parte del orbe, evidente muestra de la riqueza cualitativa y cuantitativa de este fondo documental.

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    A travs de la coleccin cartogrfica del Untzi Museoa-Museo Naval, el usuario tendr una nueva imagen de los sistemas urbanos, as como los procesos que se han dado hasta alcanzar las actuales disposiciones estructurales. La cartografa urbana elevar a nuestros ojos elementos arquitectnicos que explicaran la actual disposicin callejera de nuestras ciudades y localidades. Son base fundamental para la teorizacin de las presentes ordenaciones urbanas. Podr trasladarse a la visin que los contemporneos tenan de su entorno, desde los paisajes locales, a aquellos que abarcan amplios espacios territoriales. Se nos mostrar la evolucin de los espacios administrativos y polticos, fundamentando los actuales trazados de los lmites nacionales. Son mltiples las tcnicas de impresin y dibujo que se pueden implicar en cinco siglos de elaboracin cartogrfica. Sin duda, los elementos presentes en la coleccin del Untzi Museoa-Museo Naval, recogen los principales recursos tcnicos para el traslado de un espacio geogrfico a un soporte fsico. Podemos distinguir, entre aquellos que han requerido de una impresin mecnica (grabados, litografas y otros), y aquellos elaborados a mano alzada (manuscritos). Entre las primeras, los 87 grabados representan ms de la mitad de los ejemplares cartogrficos, mientras que las escasas 13 litografas presentes en la coleccin, justifican su nmero en la inmediatez temporal de su aparicin como tcnica de imprenta (Aloys Senefelder, 1796). Los restantes documentos, hasta alcanzar un total de 34 ejemplares, se reparten entre cromolitografas (variante para la impresin en color de la litografa Godefroy, 1835), y numerosos procedimientos grficos industriales utilizados para alzamientos cartogrficos durante el siglo XX. Es obvia la mayoritaria presencia de grabados, en cuanto que sus lmites de actuacin, en el recorrido histrico de la cartografa, son los ms amplios en relacin al resto de las tcnicas de imprenta utilizadas, muy marginadas temporalmente. Los grabados de la escuela holandesa de los siglos XVI y XVII son los ms valiosos de la coleccin del Untzi Museoa-Museo Naval, tanto por su antigedad, como por los caracteres intrnsecos de esta escuela. La rica ornamentacin en los marcos y las cartelas, as como la inevitable presencia de ilustraciones menores que iluminan la hoja, convierten a los grabados holandeses en verdaderos cuadros cartogrficos. Singulares, la Hispaniae regiones nova descriptio de Sebastian Munster, editado aproximadamente en 1550 y primera recuperacin europea de la Geographica de Ptolomeo (v. 510UM, p. 711); y la Nova et exactissima descriptio nobilis provinciae Guipuscoauae in partibus Hispaniae sita de Gerard Jode (v. 3589UM, p. 666), editado en la ciudad de Amberes en el ao 1578, siendo esta la primera reproduccin exenta, y conocida, de la provincia de Gipuzkoa. De los escasos ejemplares litogrficos existentes, sobresale la Carta topogrfica de la M.N. y M.L. provincia de Guipzcoa (v. 3332UM, p. 667) de Jos Joaqun de Olazabal y Francisco de Palacios realizado en 1836. Recoge una de las primeras reproducciones de Gipuzkoa tras la divisin territorial en provincias de Javier de Burgos, en el ao 1833. De las restantes tcnicas de impresin localizables en la coleccin, llama la atencin los ejemplares cromolitografiados, con la innovadora presencia de procedimientos mecnicos para la impresin cromtica, y que obvian la necesidad de las recurrentes aguadas para la iluminacin de las hojas cartogrficas. La aparicin de este elemento cromtico en mapas y planos supone un avance cualitativo en la visualizacin de los mismos. Se ampla la capacidad informativa de la hoja, con inclusin de claves cromticas, que se suman a las clsicas claves grficas y alfanumricas para su uso como identificadores de diversos elementos del plano. Por su singularidad estructural, destaca la hoja guipuzcoana de la coleccin provincial de Francisco Boronat y Satorre, editada en la segunda mitad del siglo XIX (v. 3602UM, p. 669). A escala local, significar un callejero de San Sebastian del ao 1924 (v. 270UM, p. 679).

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    En este caso, la presencia del color se limita a testimoniar el valor esttico de la hoja. Los manuscritos, un total de 30, es el otro gran grupo de planos y mapas de la coleccin, de acuerdo al criterio de tcnica utilizada en la elaboracin de la hoja cartogrfica. Los manuscritos, o levantamientos a mano alzada, suelen venir dados en respuesta a una necesidad inmediata, o bien al requerimiento de un alto nivel del detalle y elaboracin del producto cartogrfico. En su mayor parte, al menos hasta la segunda mitad del siglo XIX, estos requerimientos parten de la oficiala castrense, necesitada de una precisin topogrfica, que no llegaban a alcanzar las tcnicas de impresin mecnicas. Los estamentos militares no requieren de un alto volumen de ejemplares, que obligase el costoso uso de una impresin mecnica, su exigencia se limitaba a la morfologa del documento ms que a la cantidad del mismo. Los niveles de elaboracin alcanzaran altas cotas cualitativas. Los diseos manuscritos no solo recogen los conocimientos topogrficos del ingeniero, sino que, igualmente, muestran el virtuosismo del mismo, en un alarde mximo del dominio de la delineacin y de las tcnicas pictricas. Un alto porcentaje de los manuscritos se contextualizan en eventos poltico-militares o proyectos castrenses con representacin de elementos arquitectnicos de naturaleza defensiva. De entre los iniciales, resear, entre otros, el compendio del ingeniero francs Berard, con levantamientos puntuales de distintas posiciones del espacio guipuzcoano, en el periodo de invasin gala de este territorio, durante la Guerra de Convencin, entre los aos 1793-1795 (v. 209UM, 210UM y 247UM, p. 693, 674 y 675). Otro ingeniero francs, Prudhomme, realiza un alzamiento parcial de la plaza donostiarra (v. 206UM, p. 674). Sin rbrica, se contextualizan en este episodio blico, un plano del Convento de los Agustinos en Hernani (v. 204 UM, p. 694), y un bello excelente ejemplar, que representa la planta del puerto y rada de la localidad costera de Guetaria (v. 201UM, p. 695) en el que se puede contemplar la posicin de las bateras dispuestas en la poblacin, y el alcance de tiro de las mismas. En otro orden, son numerosas las representaciones cenitales de poblaciones guipuzcoanas, mediante el uso de plumilla, principalmente de aquellas que tienen una consideracin altamente estratgica para los estamentos militares. As, no es infrecuente contemplar ilustraciones en planta de entramados urbanos como los de Fuenterraba (v. 249UM, 250UM, 250UM y 269UM, pp. 691 y 692) y San Sebastin (v. 247UM, 253UM, 255UM, 262UM, 264UM y 265UM, pp. 674, 675 y 676), a los que habra que aadir, por compartir temtica, ejemplares realizados por impresin mecnica, como grabados, litografas y cromolitografas. Los manuscritos menos elaborados desarrollan morfologas de trazado sencillo, con una capacidad informativa ms restringida, sujeto a las necesidades solicitadas para su levantamiento. Como ejemplo aglutinador de los distintos criterios que se han utilizado para conocer los caracteres estructurales de la coleccin cartogrfica del museo donostiarra, se puede contemplar la evolucin del tratamiento cartogrfico de la localidad portuaria de Pasajes. No faltan ejemplares de esta poblacin guipuzcoana, con una significativa presencia de documentos grficos de la misma. Estos se datan en la lnea temporal que marca la cartografa histrica moderna, que se inicia en el siglo XVI. Su condicin portuaria explica el importante nmero de hojas, y la amplia distribucin en el tiempo histrico, de la que disfruta. De los lineales ejemplares de la escuela francesa del setecientos, sobresale el grabado de uno de los grandes representantes de esta escuela, Nicolas de Fer, y su Plan de Port du Passage en Espagne () de 1694 (v. 215UM, p. 681), as como su coetneo

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    francs B. du Passage de annimo autor (v. 227UM, p. 681). La importancia del autor francs, se hace patente en su prolfica obra, y en la multiplicidad del nmero de ediciones realizadas, as como en la elevada cantidad de idiomas con las que se publicaron. El Untzi Museoa-Museo Naval posee un interesante ejemplar de inicios del siglo XVIII, con detalles no presentes en anteriores ediciones. No faltan complejas representaciones del siglo pasado, ni las realizadas entre los siglos XVII y XVIII, de las que destaca la magnfica hoja cartogrfica de Jacques Nicolas Bellin, Plan du port du Passage (v. 1489UM, p. 683). Esta pieza de la escuela francesa del setecientos, se incluye en la Petit Atlas Maritime, recuil des cartes et plan des Quatre Parties du Monde en cinq volumes de 1764, obra nutica de referencia de la poca. El plano de Bellin se puede llegar a considerar como uno de los documentos cartogrficos ms preciados de la coleccin donostiarra. El compendio pasaitarra prosigue con ejemplares del siglo XIX y XX, que permiten al usuario de la coleccin, realizar un interesante ejercicio de visualizacin del proceso evolutivo del complejo portuario de la localidad, as como del entorno fsico en el que se inscribe, y de los distintos tratamientos morfolgicos formulados en quinientos aos de representaciones cartogrficas. Por todo ello, tanto para su contemplacin como ilustraciones histricas, como para base y fuente de estudios e investigaciones, las 164 hojas de la coleccin Untzi Museoa-Museo Naval se encuentran a disposicin de los curiosos por la cartografia histrica. 3. LA HISTORIA DE LA CARTOGRAFA A TRAVS DE LOS FONDOS DEL UNTZI MUSEOA-MUSEO NAVAL La significativa coleccin cartogrfica del Untzi Museoa-Museo Naval de San Sebastin cuenta con magnficos ejemplares que representan hitos en la lnea de la historia cartogrfica. Esta coleccin contempla un marco que abarca desde el alba de la era moderna hasta fines del siglo XX. Son, por tanto, 500 aos de cartografa que exponen los cambios que se producen en la visin del entorno global por parte del hombre moderno, y el traslado de esta visin a un plano cartogrfico. Actualmente, y de manera oficiosa, se considera el ao 1901 como el lmite temporal para que un documento cartogrfico tenga la consideracin de histrico. Se tratar por tanto de realizar un seguimiento, desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX, de la ciencia cartogrfica y sus relaciones con las distintas sociedades que evolucionan en este marco temporal. Las coyunturas sociales, polticas y econmicas de cada uno de estos hitos temporales tendrn su impronta en la morfologa del documento cartogrfico. Sern, entonces, los avatares que acaecen en la historia moderna, los que provoquen la aparicin de los condicionantes que definiran el concepto cartogrfico. La contemplacin de estas imgenes nos aproxima a conocer parte del componente psicolgico de la sociedad en el transcurso de estos cuatro siglos. El devenir de esta sociedad tendr un claro reflejo en la hoja cartogrfica. La obligada modificacin de la mentalidad del hombre europeo, en un momento en el que el espacio que conoca sufra espectaculares alteraciones, supone un importante salto evolutivo sobre la perspectiva que posea el hombre sobre su posicin y papel en el entorno en el que habitaba. Las nuevas teoras cientficas, que se daban a conocer desde el siglo XVI, y el descubrimiento de nuevos mundos redimensionaban la presencia del papel del hombre en el globo terrqueo. En este prolongado periplo temporal, la naturaleza del mapa presenta variaciones en lo que respecta a su funcionalidad. Son evidentes los saltos morfolgicos que se producen a lo largo del tiempo, consecuentes al surgimiento de nuevas tecnologas y conocimientos, que modifican los caracteres externos del plano, su distribucin y la representacin del espacio en el mapa.

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    El concepto racionalista del mundo griego ser retomado en el siglo XVI aplicndose a cualquier cuestin cientfica. La herencia griega ser imprescindible para explicar la evolucin cartogrfica en este periodo. Norman J.W. Thrower asigna tres funciones a la ciencia cartogrfica. Como herramienta para el conocimiento de los hechos espaciales, receptor de la informacin geogrfica, y como una herramienta de investigacin fundamental que permite una compresin de las distribuciones y relaciones geogrficas, que, de otra manera no conoceramos o lo haramos de una forma muy imperfecta1. La evolucin del plano cartogrfico contempla una singularidad evidente, la presencia de una dicotoma en la morfologa del plano que recoge variables expositivos o materiales y variables cientficos. La excepcionalidad surge en aquellos ejemplares en las que estas alcanzan un alto grado de excelencia. En la mayor parte de los casos, una de estas variables oscurece a la otra. Si marcsemos una lnea del tiempo para la historia cartogrfica, se podra observar como los valores expositivos alcanzan una mayor presencia, al iniciarse la aplicacin cientfica en los preceptos de la ciencia cartogrfica. En el transcurso de este tiempo, y con la apertura a nuevos conocimientos y medios tcnicos, la variable cientfica se posiciona como valor fundamental en el espacio cartogrfico, en detrimento del concepto expositivo o material que pierde su posicin, y que conlleva, por tanto, a una redefinicin de las funcionalidades cartogrficas. 3.1. Orgenes de la cartografa moderna Finalizado el periodo medieval en Europa, y con el Renacimiento como base para un nuevo modelo de pensamiento en el continente, la ciencia cartogrfica se asienta como tal con firmes pilares. Aun manteniendo cierta resistencia a abandonar los modelos cartogrficos del periodo anterior, esta resistencia declinar ante una serie de sucesos que acaecen en este tiempo: los nuevos estudios realizados sobre la obra Geographica de Ptolomeo, la aparicin de la imprenta, y las nuevas rutas ultramarinas abiertas por las coronas ibricas. Hasta 1440 no se realizaran las traducciones latinas de la obra del gegrafo heleno. En su estudio se puede comprobar la superioridad de la obra ptolemaica sobre lo realizado hasta la fecha. Obviando aquellos errores localizables en el mapa de Ptolomeo, su obra supondra un peso especfico de importancia en la nueva cartografa, con un uso recurrente de la imprenta para la edicin de sus trabajos. Esta herramienta revolucionaria presentara una resultante bivalente, la de reducir los costes de edicin, y la de, y quizs la ms significativa, obtener la capacidad de producir copias idnticas, aumentando de esta manera la calidad de las hojas cartogrficas, aspecto este imposible de alcanzar con la tcnica manuscrita2. Los descubrimientos de nuevas tierras supone el tercer pilar de la cartografa moderna. En una breve franja de tiempo, las tierras conocidas se expanden 180 sobre lo que hasta entonces se tena conocimiento. Sern aquellas naciones quienes inicien las nuevas exploraciones extracontinentales, los que generen una cartografa, que por su alta calidad, y por ser las nicas disponibles, tengan su debida consideracin por el resto de los estados europeos. Llegada la confirmacin que los nuevos espacios descubiertos pertenecen a un continente que hasta entonces no se tena conocimiento, estos estados buscarn sus opciones sobre el nuevo territorio con la base de la cartografa existente. La necesidad de prescindir de esa dependencia, implicara la necesidad de crear una cartografa propia, nacional, ya que el celo espaol y portugus por la distribucin de su produccin cartogrfica, ms all de sus fronteras, impeda el acceso a esta desde el exterior. La obra

    1 THROWER, Norman J.W.: Mapas y civilizacin. Historia de la cartografa en su contexto cultural y social, Ediciones del Serbal, Barcelona, 2002. 2 En realidad, las primeras ediciones cartogrficas realizadas mediante el uso de la imprenta presentaban ciertas deficiencias, por el uso de la madera para el soporte del grabado, siendo sustituida, inicialmente, por el cobre, como materia prima para la tcnica del grabado.

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    portulana del piloto espaol Juan de la Cosa ser la referencia inicial para la produccin europea, aunque la inclinacin mayoritaria de los nuevos autores sera la de ir abandonando la tcnica manuscrita para optar por el grabado3. El trabajo de Martin Waldseemller (1470-1520) estara influenciado por los escritos presentes en el Novus Orbis de Americo Vespucci. El sacerdote-cartgrafo alemn se inclin por elaborar mapas de grandes dimensiones, compuestos por distintas hojas superpuestas entre s. La fuerte influencia que la obra de Vespucci ejerci en la cartografa de Waldseemller, condicion a bautizar con el nombre del descubridor de origen italiano, las tierras recin descubiertas4. 3.2. Gerard Mercator y la escuela holandesa en el siglo XVI y XVII Mientras la corona espaola impulsaba la actividad colonizadora en tierras americanas, no olvidaba sus herencias territoriales en Europa, frutos de las polticas matrimoniales de los Reyes Catlicos y la casa de los Habsburgo. Resultado de stas, sera la posesin de una serie de enclaves y territorios repartidos por el viejo continente. Sin duda, los ms preciados de los mismos seran los localizados en los Pases Bajos. Durante al menos 150 aos, Holanda sera el escenario de continuas contiendas militares, en las que se implicaran las mayores potencias europeas. En este inestable marco poltico tendra cabida un importante impulso econmico y artstico en los Pases Bajos. La ciencia cartogrfica ser uno de los principales beneficiarios de este impulso, situando a la escuela holandesa como la ms avanzada del continente, que no abandonar hasta mediados del siglo XVII. A pesar de que mantenan la tradicin manuscrita de las escuelas espaola y portuguesa, la produccin cartogrfica holandesa se inclinara hacia la tcnica del grabado y su mxima explotacin. La industria holandesa inundara Europa con su produccin cartogrfica, apreciada por su bajo coste y su alta calidad, de tal manera que prcticamente monopolizaran el mercado continental. Los beneficios no se hicieron esperar, y el resultante fue el establecimiento de una provechosa industria, con una alta competitividad, y con msterdam como centro europeo de la cartografa. La consideracin que sobre esta industria se tena en la sociedad holandesa era mxima, tanto que para sta, era una manifestacin del pujante poder econmico de las Provincias Unidas. Se puede afirmar que la escuela holandesa debe su apogeo a un nombre: Gerard Kremer o Gerard Mercator. Conocido universalmente por la versin latinizada de su nombre, Gerard Mercator (1512-1594) nace en la ciudad de Amberes, sexto hijo de una familia modesta, cuya cabeza era partidario de la corona espaola y que influy, necesariamente para que gran parte del trabajo de Mercator estuviera destinado a las monarquas de Carlos V y Felipe II. A pesar de este posicionamiento, Mercator tendra el respeto y la consideracin de cartgrafos compatriotas que no mantenan la misma sintona poltica. La vida de Mercator abarcara la prctica totalidad del siglo XVI, periodo de grandes transformaciones en todos los mbitos de la poltica social, econmica y religiosa. Sera el siglo en el que gracias a los nuevos descubrimientos geogrficos, naciese la necesidad de un redimensionamiento del espacio conocido, del establecimiento de un debate sobre, hasta

    3 Los primeros grabados con representacin de las tierras americanas se realizaron en la ciudad de Florencia, alrededor del ao 1506, siendo sus autores Giovanni Contarini y el grabador Francisco Roselli. Las diferencias con la obra de Juan de la Cosa no se cea, nicamente, en la eleccin de la tcnica utilizada, sino que inclua la presencia de un sistema de paralelos y meridianos, ya presente en la obra ptolemaica, y en el uso de una proyeccin cartogrfica, para que la representacin de un nuevo mundo fuese rigurosamente factible. 4 En ediciones posteriores, Martin Waldseemller quiso rectificar este hecho, eliminando el nombre de Americo sobre el nuevo continente. Sin embargo, la rpida reproduccin de la primera edicin del mapa en el resto de Europa, impidi que se alcanzase esa rectificacin.

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    el momento, la indiscutible cuestin de la religiosidad, as como la inclusin de nuevas proyecciones econmicas y del renacimiento del conocimiento cientfico. Esta situacin no era ajena al trabajo de Mercator. En diversos momentos de su vida fue acusado de hereja y tratado como reo en diversas prisiones eclesisticas. Sin embargo, ello no fue obstculo para continuar con su obra. La metodologa de su trabajo se basaba en el estudio pormenorizado de los autores clsicos, y en el fanatismo por las ciencias geogrficas y matemticas. Con el tiempo, empez a cuestionarse las teoras clsicas, al tiempo que acceda a los escritos de Coprnico, Gemma Frisius, Petrus Aprianus y otros autores coetneos. La realidad aristotlica se quedaba sin argumentos para explicar las nuevas realidades cientficas, mientras que Ptolomeo sobreviva gracias a parte de su argumentacin terica, y especialmente por la aplicacin de una proyeccin necesaria para el traslado de un espacio terrestre a una superficie plana. Tras iniciarse en la produccin de globos terrqueos y celestes basados en los postulados copernicanos, Mercator tuvo la oportunidad de cumplir la peticin de una importante clientela demandante de sus productos cartogrficos. Sus primeras publicaciones recogan Tierra Santa y otros emplazamientos bblicos. Ejemplos estos de un trabajo de sntesis, clculo y asimilacin, premisas que mantendra en posteriores obras, estas representaciones de Tierra Santa seran mapas referencia entre los estudiosos bblicos. Tras afianzar una importante clientela, en la que se inclua la corte imperial, su ambicin profesional le determin a ampliar la superficie terrestre a cartografiar. Inici el diseo de un atlas universal distribuido en varios volmenes, el Atlas Sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica mundi et fabricati figura. Mantiene una lnea continuista en la concepcin geogrfica de Ptolomeo, subsanando aquellos errores presentes en la obra clsica. Lamentablemente, no alcanza a concluir su obra en vida, debiendo esperar al ao posterior a su fallecimiento para disponer de su trabajo final, gracias a la accin de hijo Rumold. Dos aspectos novedosos presentan este compendio cartogrfico: la implantacin de un sistema de proyeccin cartogrfica, resuelto con una red de paralelos y meridianos perpendiculares entre s, y que revolucionara los sistemas de localizacin; y el primer uso del trmino Atlas como denominacin a un conjunto de mapas y planos. Tras su fallecimiento, sus descendientes continuaron con su obra, hasta que finalmente, en el ao 1604 el editor Jadocus Hondius adquiri las planchas creadas por Mercator. Con ellas reeditara la obra del genial gegrafo, ampliada y parcialmente corregida, en 1606 (v. 246UM, 236UM, 240UM, pp. 696 y 711), con posteriores ediciones en francs, holands y alemn. De esta manera, Hondius liga su apellido al de Mercator, y crea de esta manera una interesada marca comercial. Tendra que hacer valer su trabajo frente al Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius (1527-1598) coetneo y amigo personal de Mercator, que publicara en 1570 el primer compendio de mapas moderno, con un xito tal, que se vio obligado a realizar reediciones de manera casi inmediata. Frente a ello, Hondius vara las dimensiones del formato, reduciendo los costes, e incorporando nuevas hojas cartogrficas, alcanzando una mayor funcionalidad y una amplia aceptacin popular. Esta edicin sera conocida como Atlas Minor y se reeditara hasta el ao 1738. A partir del ao 1628, y con el deceso de Jadocus Hondius, en 1612, sus herederos se asociaran con Jan Janzsson o Johannes Janssonius (1588-1664), aportando ste una importante contribucin en las futuras ediciones, incluyndose con los nombres de Mercator y Hondius en las siguientes publicaciones (v. 224UM, 509UM, pp. 710 y 711). Petrus Bertius o Peter Beers (1565-1629) es partcipe de la industria cartogrfica holandesa. Imparte, inicialmente, magisterio en matemticas, y trabaja como bibliotecario en la ciudad de Linden. Sus inicios cartogrficos son prometedores, llamando la atencin de la corte parisina de Luis XIII, siendo nombrado cosmgrafo real, y en la que permanecera hasta su

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    fallecimiento. Su primera obra, Tabularum geographicum contractarum libri septum (v. 219UM, p. 697) est tomado del Caert-Thresoor de Barent Langenes que se edit en Middleburgh (Inglaterra) en 1598. Obra, que como en el caso del Atlas Minor de Hondius, se present en formato reducido, en un intento de rivalizar las ediciones cartogrficas de Ortelius. Los mapas de Bertius seran inicialmente editados por Jadocus Hondius y Pieter van der Keere hasta alcanzar la tercera edicin de 1616, momento a partir del cual seran sucedidos por el heredero de Hondius y Salomon Rogiers. La exitosa edicin del Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius no pasara desapercibida para los distintos editores holandeses, tras el deceso de su autor. Sera Willem Janszoon Blaeu (1571-1638) quien adquirira las planchas originales. Con ellas, mantendra el trabajo original de Ortelius durante las siguientes dcadas, a travs de sus descendientes. Las distintas ediciones veran modificadas sus cabeceras, manteniendo el titulo original de Theatrum Orbis Terrarum, sive Atlas Novus (v. 241UM, p. 712), para incluir, finalmente, los ms cercanos Atlas Minor y Atlas Novus (v. 244UM, 220UM, 239UM, pp. 697 y 698). El trabajo de Blaeu tendra continuidad en la persona de su hijo Joan o Goan (1596-1673), que completara en 1665 el conocido como Atlas Maior, una obra de 11 volmenes, que recoge un total de 544 mapas. El imaginario de autores holandeses se completan con nombres como los de Pieter Goos (1616-1675), cartgrafo especializado en la representacin de espacios marinos y costeros, que reunira en su obra fundamental Zee-Atlas (v. 504UM, p. 719), trabajo revolucionario conocido por su condicin como libro piloto para la navegacin. La obra de Lucas Janszoon Waghenaer (1534-1608) ofrece resultados tan espectaculares como los de sus coetneos. Precede a Pieter Goos en la reproduccin de costas, especialmente las localizadas en el norte y el oeste del continente europeo (v. 213UM, p. 719). Su ttulo Spiegel der Zeeraer es considerado el primer atlas marino (1584), y an constando singulares errores, obtiene una importante difusin, editndose en cinco idiomas en el ao 1592. A diferencia de la mayora de los autores holandeses, no se dispone de referencias de Iohannes van Loon (1611-1686). Su obra ms significativa Klaer-Lichtende Noort-Star Oste Zee-Atlas (v. 518UM, p. 705), no permite realizar una relacin precisa de su historia editorial. Inicialmente, se data en el ao 1661 como la fecha de su primera edicin, sospechando que el ao 1668 determinara el fin de esta impresin cartogrfica. Son atlas con 34 hojas en cada ejemplar. Lamentablemente, el reducido nmero de ejemplares supervivientes impide establecer la metodologa de trabajo de este particular autor. Sebastian Munster (1488-1552) representa el inicio de la escuela cartogrfica holandesa. A pesar de contemplar una actitud multidisciplinar, en su trabajo como cosmgrafo remiti su labor a los postulados de Ptolomeo. Su Cosmographia de Ptolomeo (v. 510UM, p. 710) se ilustra con grabados de alta calidad, que desde la primera edicin de 1544 se volvera a publicar en distintos idiomas. Los resultados presentaran una significativa riqueza ornamental, con un tratamiento original de los conjuntos de edificaciones en las representaciones urbanas. msterdam representaba el centro europeo de la ciencia cartogrfica. Sin embargo, existan otros focos donde se fomentaba la competitividad en la industria cartogrfica residente en esta ciudad. El principal de ellos se localizara en la ciudad de Amberes. La ciudad belga se decantaba con la poltica del imperio. Durante el siglo XVI y XVII sera base del ejrcito imperial en sus incursiones contra los rebeldes holandeses. Ciudad floreciente desde el periodo medieval, en ella se estableceran autores que rivalizaran con los establecimientos de msterdam. Esta rivalidad no supona ningn impedimento para que la ciudad belga suministrase parte del trabajo, que posteriormente se editara en msterdam, reconocimiento tcito de la calidad de los mismos.

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    Ejemplo de esta situacin, es el caso de Joris o George Hoefnagel (1542-1602). En realidad la labor de Hoefnagel trataba la cuestin artstica de la obra cartogrfica. Especialmente dotado para el trabajo con el grabado, aport ilustraciones para el Theatrum orbis terrarum (v. 225UM, p.666) de Abraham Ortelius y en el Civitates orbis terrarum de Braun. Ajeno a Hoefnagel, se encuentra la labor de Gerard de Jode (1509-1591). Ejerci como cartgrafo, editor e impresor en Amberes. En vano, su trabajo intent competir con la obra de Ortelius y Mercator, y a pesar de realizar continuas mejoras en el mismo, nunca lleg a rivalizar con estos. Su obra Speculum orbis terrarum (v. 3589UM, p..) no alcanzaba la calidad que presentaban el Theatrum orbis terrarum de Ortelius y el Atlas sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica mundi et fabricato figura de Mercator. Su fallecimiento impidi la finalizacin de una serie de nuevas planchas para futuras ediciones. Su hijo Cornelius reeditara, nuevas ediciones, sin mucho xito, con el material terminado por su progenitor. 3.3. La escuela francesa y la cartografa cientfica Los trabajos de Galileo Galilei marcan un punto de inflexin en el espritu cientfico de la Europa del siglo XVII. Se reconoce una nueva conciencia y actitud hacia el tratamiento de la ciencia. La presencia de Francia como mxima potencia en el continente marca una nueva poltica academicista patrocinada por Luis XIII y Luis XIV, a mayor gloria de la nacin. Las nuevas corrientes nacionalistas que se instalan en cada una de las cortes europeas, no se reflejan exclusivamente en la potencia de sus ejrcitos, sino que igualmente las artes y las ciencias empiezan a ser consideradas como elementos integrantes de las polticas de estado. Francia cristalizar este inters con la creacin de la Acadmie Royale des Sciences en el ao 1666, bajo la mano protectora del primer ministro Jean Baptiste Colbert. La promocin de los estudios cientficos alcanz la ciencia cartogrfica, en especial por el espectacular avance del conocimiento geogrfico. Los derroteros del uso cartogrfico se ampliaran a partir de los planteados en el siglo XVI y primera mitad del siglo XVII. La cartografa se presenta como una nueva herramienta econmica para provecho del estado. Norman J.W. Thrower divide la nueva cartografa en cinco distintos campos, () cartografia catastral, la itineraria, la temtica, la hidrogrfica y la topogrfica. La coleccin del Untzi Museoa-Museo Naval, que recoge ejemplares de este periodo, abarca, en su mayor parte, los dos ltimos campos. La cartografia costera es vital para conformar una visin completa de la nocin de estado que se primaba en las cortes europeas. Francia con su amplia franja litoral realiz un levantamiento de la misma, en colaboracin con el Observatorio Astronmico de Pars. El resultado de este complejo proceso se recopilara en la obra Le Neptune franais, ou Atlas nouveau des cartes marines en el ao 1693 (v. 266UM, 217UM, p. 705 y 721). El absoluto apoyo del estado, y el respaldo de la comunidad cientfica francesa, otorga a la cartografa hidrogrfica de este pas un importante avance en la morfologa de las cartas nuticas, con un alto contraste con los ejemplares ingleses, sujetos casi exclusivamente a la iniciativa privada. Poltica sta, que se ver prontamente rectificada, con la paulatina presencia de Inglaterra como nueva potencia hegemnica. El reconocimiento de la existencia de nuevas tierras localizables ms all de los lmites hasta entonces admitidos, exacerba un creciente inters geogrfico por estos nuevos espacios, en el que no es ajeno el inters poltico, dndose los primeros pasos de la colonizacin decimonnica. La cartografa nutica tendr en este periodo su edad de oro, multiplicndose su produccin, e introducindose novedosos elementos tericos y tecnolgicos.

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    Se realizan distintas expediciones que parten desde Europa, principalmente, hacia frica, Asia y las tierras no conocidas de Oceana. Hasta este momento, excepto el espacio septentrional del continente, Amrica haba sido extensamente cartografiada, trasladndose el foco cartogrfico hacia los espacios citados. Los datos obtenidos de estas expediciones se tratan en las academias y su resultante se reflejara en la edicin de excelsos atlas. Louis Renard (1678-1746) publicara en msterdam, abandon Francia por su condicin de hugonote, el Atlas de Navegation et du Commerce; Ren Bougard editara la Petit flambeau de la mer, manual nutico que albergaba un total de 67 cartas nuticas y cuya utilizacin pedaggica en las escuelas marinas se prolongara hasta mediados del siglo XIX, y Jean Nicols Bellin (1703-1772), inspector del Departamento de la Marina y autoridad en el Dpt des Cartes et Plans de la Marine, con su obra Hidrographie Franoise: Recuil des cartes marines gnerales et particulares (v. 523UM, p. 722) y Le Petit Atlas Maritime recuil de Cartes et plans des Quatre Parties du Monde (v. 226UM, 1489UM, 243UM, pp. 691, 683 y 672) y la reediccion corregida de 1759 del Neptune Franaise de Pierre Mortier (v. 217UM, p. 721). A ello, se aaden los trabajos de los exploradores Lois-Anttoine de Bouganville (1729-1811) y Jean-Franois de Galaup, conde de La Perousse (1741-1788), que enriqueceran el patrimonio cartogrfico del Service Hidrographique de la Marine. El ejemplo de Francia, ser observado por el resto de las potencias europeas que aplicaran la metodologa cartogrfica gala, con pequeas variantes, como suya propia, obteniendo resultados comparables con aquellos que se editaban en Francia. Gran Bretaa, que hasta mediados del siglo se haba mantenido atrasada, realizar un notable avance, gracias a la iniciativa de la Royal Society de Londres y las expediciones de James Cook por Oceana. Holanda, con sus recientes posesiones en el Extremo Oriente (Java, Nueva Guinea,), mantiene su histrica industria cartogrfica con importantes trabajos nuticos, que recogen gran parte de la metodologa cartogrfica de principios del siglo XVII. Isaac de Graaf edita, en siete volmenes, un atlas nutico para la recin fundada Unin holandesa de las Indias Orientales, que aglutinara bsicamente la produccin cartogrfica holandesa. Espaa se suma a este espritu explorador, y dirige su atencin al Ocano Pacfico donde mantiene bases territoriales (Filipinas, Islas Carolinas,), destacndose los viajes cientficos de Juan Jos Prez Hernndez y Gonzalo Lpez de Haro a travs del Pacfico Oriental, pero especialmente la dirigida por Alejandro Malaspina (1754-1809). Los resultados cartogrficos de sta fueron espectaculares, completndose un amplio espacio del Pacfico Central, con un levantamiento de unas 60 nuevas cartas nuticas, que sin embargo, por una nefasta poltica gubernamental, slo se reuniran 34 en un Atlas. La exploracin del Pacfico no restara el estudio cartogrfico de otros teatros marinos. Compaero de Toms Lpez en sus estudios sobre tcnicas de grabado en Pars, Juan de la Cruz Cano y Olmedilla (1752-1792) particip en distintas expediciones que recorrieron el cono sur americano, levantando planos y cartas nuticas de las tierras localizadas en estas latitudes. Su obra, considerada como la de mayor calidad del territorio sudamericano, est representada por la Carta de las costas de la provincia de Buenos Aires, Plano de Belgrado, Semlin y contornos y Mapa del Estrecho de Magallanes (v. 681UM, p. 740). Vicente Tofio San Miguel (1732-1795) es el mximo exponente de la produccin cartogrfica nutica en Espaa. Aunque sus levantamientos se restringen a la pennsula y a territorios circundantes, la calidad de sus cartas nuticas superara a cualquier ejemplar cartogrfico contemporneo. Sera referencia para los organismos cartogrficos del resto de los estados europeos, que se preocuparan en publicaciones ediciones propias de la obra de Tofio (v. 524UM, 237UM, 3192UM, 3870UM, pp. 7047, 673 y 683). La obra ms importante del autor, el Atlas hidrogrfico de las costas de Espaa en el ocano Atlntico, la costa de Portugal, parte de la de frica y las Islas Canarias, Terceras y de Cabo Verde (v. 260UM, p. 706) y Atlas Martimo de Espaa y sus derroteros (v. 237UM, 3192UM, pp. 673 y 683)

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    servirn como referencia y base de futuros levantamientos nuticos, que se prolongaran hasta finales del siglo XIX. Entre los siglos XVII y XVIII se puede considerar a Francia como una potencia preeminentemente continental, pero discutiblemente martima. Pareja a esta situacin, es su consideracin como foco prioritario del estudio y produccin cartogrfica. Los desarrollos de esta ciencia se basan en los avances metodolgicos, en la aparicin de nuevas tecnologas e instrumentos ligados a la cartografia, pero tambin con una constante supervisin gubernamental, que a travs de la Acadmie Royale, le otorgaba una consideracin estratgica, posicionndola bajo proteccin estatal. Estos avances metodolgicos desarrollados por la escuela francesa seran vistos por el resto de las naciones como modelos adaptables para sus escuelas cartogrficas. Paradjicamente, el padre de la cartografia topogrfica francesa sera el italiano Giovanni Domenico, conocido posteriormente como Jean-Dominique Cassini (1625-1712), que aceptando la invitacin de la Acadmie Royale de Pars, realizara un planisferio terrestre a escala inusualmente reducida, instalndolo en Observatorio de Pars. Este se convertira en destino obligatorio para un gran nmero de cartgrafos europeos. Desde el siglo XVI ya exista un inters por la representacin cartogrfica de los territorios nacionales. Se germinaba la consolidacin de los estados-nacin y era necesario un documento acreditativo de los lmites de los mismos, y ello convierte a la ciencia cartogrfica en una necesidad estratgica. Se multiplican las representaciones territoriales que abarcaban estos lmites nacionales. Sin embargo, Cassini inicia el primer levantamiento topogrfico de Francia, plausible por la utilizacin de mejores tcnicas, as como de una instrumentacin ms perfeccionada y una aplicacin de criterios ms rigurosos. Su experiencia en la localizacin astronmica le permite la determinacin de la longitud geogrfica de una forma exacta, mejorando de este modo la localizacin de diferentes territorios. Sin embargo, fue necesario establecer expediciones a diferentes puntos del planeta, para confirmar los postulados de Isaac Newton sobre el achatamiento del globo y su implicacin en el clculo del grado de latitud. Confirmadas las teorizaciones de Newton, se proceder al levantamiento topogrfico de Francia. El testigo de la obra de Cassini sera tomado por un importante nmero de cartgrafos franceses, que extenderan la obra del cartgrafo de origen italiano hasta el periodo revolucionario de 1789. Cartgrafos como Jean Baptiste Nolin (1657-1708) (v. 261UM, p. 713), Nicols de Fer (1646-1720), cuya obra abarca un importante nmero de ttulos como Cartes et descriptions generales et particulares pour lntelligence des affaires du temps, au sujet de la Succesion de la Couronne du Espagne: en Europe, en Asie et Amerique (v. 3594UM, p. 714), Les forces de lEurope ou description des principales villes: avec leurs fortifications desinnes par les meilleurs (v. 228UM, 229UM, pp. 682), Table des forces de lEurope, avec un introduction a la fortification, compose de 194 plans de villes le plus considerables du monde, (v. 230UM, p. 672) e Introduction a la fortification (v. 235UM, p. 690); M. Roussel (v. 3596UM, p. 715), Sebastian de Pontault Bealieu (1612-1674), de oficio grabador, (v. 267UM, 1471UM, pp. 689), y los insignes Robert de Vaugondy (1688-1766) y su hijo Didier Robert de Vaugondy (1723-1786), que participan en la correccin de las coordenadas geogrficas de numerosas hojas cartogrficas, gracias a los resultados obtenidos en este campo (v. 520UM, p. 715), manteniendo y ampliando la cartografa francesa moderna, que haba puesto sus bases en los trabajos Nicols Sanson dAbbeville (1600-1667) y en los ya citados de Jean Dominique Cassini. En la medida que el arte de la guerra evolucionaba de manera tan precipitada, se generaran efectos profundos y duraderos sobre la cartografia. La necesidad de sta como herramienta para los desarrollos blicos condicion la consolidacin de la figura del

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    ingeniero-topgrafo militar. La evolucin de los ejrcitos modernos, amplindose en nmero y tornndose en complejidad en cuanto a sus estructuras se refiere, obliga al mximo desarrollo de este cuerpo militar con el absoluto beneplcito de los estados mayores. Era indispensable asegurarse una informacin grfica, no slo del espacio fsico donde se desarrollasen las acciones blicas, sino igualmente de los nuevos elementos fortificados que se haban instalado en los planos urbanos europeos, revolucionando los sistemas defensivos de la ciudad. La febril actividad constructora de los nuevos sistemas defensivos urbanos, eleva la posicin del ingeniero, que se ve obligado al desempeo de funciones cartogrficas y, en mltiples ocasiones, implicndose en proyectos que distaban del mero levantamiento de planos urbanos. La actividad cartogrfica se multiplicaba en periodos de enfrentamientos blicos por las exigencias de los estamentos militares, centrndose principalmente en la renovacin y actualizacin del material grfico existente de los espacios y fortificaciones que serviran como teatros de distintas acciones militares (v. 250UM/251UM/269UM/256UM, p. 692 y 700). Ejemplo de ello son los trabajos del ingeniero francs Berard (209UM/210UM/247UM, p. 693, 674 y 675), en el periodo de la Guerra de Convencin (1793-1795). La metodologa francesa no tardara en ser imitada por el resto del continente, obtenindose excelentes obras de alta calidad. Sus autores se trasladaran frecuentemente a la capital francesa para obtener los conocimientos necesarios, en la mayor parte de las ocasiones bajo patrocinio gubernamental. El cartgrafo espaol Toms Lpez de Vargas (1730-1802) se trasladara a Pars para trabajar bajo la supervisin del cartgrafo francs Juan Bautista Bourgignon dAnville, hasta adquirir los conocimientos deseados y volver a Madrid, donde finalmente ejercera (v. 238UM, 259UM, p. 702). Toms Lpez monopoliza la produccin cartogrfica espaola de la segunda mitad del siglo XVIII, de tal manera que los editores europeos apenas encuentran material alguno ajeno al cartgrafo madrileo, debiendo trabajar con sus reproducciones, como fuente obligada para sus productos cartogrficos con reproducciones de la corona espaola. La coleccin del Untzi Museoa-Museo Naval posee, entre sus fondos, la hoja Provinciarum Guipuscoae, Alavae et Biscaye (v. 3330UM, p. 702), una edicin, en francs, del ao 1800, que recoge los tres territorios histricos, y que se basa en la informacin aportada por Toms Lpez, tal como se contempla en el documento francs. En semejante situacin, se encontrara, el ya citado, Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, que acompaara a Toms Lpez en este viaje de formacin. De la escuela cartogrfica espaola destacan autores como Manuel Salvador Carmona (1734-1820), que igualmente viajara con Toms Lpez en su periplo parisino, aunque su labor se especializara en la tcnica del grabado. Sus trabajos se incluiran en obras generales como las de Vicente Tofio (v. 260UM, p. 706). Eduardo Malo de Luque, seudnimo de Pedro Francisco Jimnez de Gngora y Lujan, duque de Almodvar del Ro (1727-1794), diplomtico y enciclopedista, incluy en su obra interrumpida Historia poltica de los establecimientos ultramarinos de las naciones europeas una cartografia relevante sobre distintos espacios americanos (v. 4354UM, p. 740), ilustrativos de las teoras del autor sobre la influencia de la colonizacin espaola en las civilizaciones precolombinas. Luis de Grian y Beza (v. 254UM, p. 692) y Felipe Bauz y Caas (1764-1834) completan los representantes de una excelente escuela cartogrfica espaola, que tendra su continuidad durante el siglo XIX. Holanda continua con su industria cartogrfica en este periodo, gracias a la herencia recibida de la etapa anterior, y que sera recogida por cartgrafos como Frederick de Witt (1630-1706), que mantiene una posicin transitoria entre la escuela tradicional y la nueva cartografia francesa, y cuya obra (v. 214UM, p. 720) sera reutilizada por otros autores como Pieter Mortier; Iohannes van Keulen (1654-1715) (v. 546UM, p. 721), y principalmente Pieter van der Aa (1659-1733) con su obra Beschryving van Spajen en Portugel; waar in, op het naauwkeurigfte, al net geene, dat zoo ten opzigate (v. 222UM, p. 699), que tendra en su edicin francesa de 1774 el significativo ttulo en espaol de Delicias de Espaa y Portugal.

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    En Italia, destaca la figura de Giacomo Cantelli da Vignola (1643-1695) con su trabajo Atlas Mercurio Geografico, overo Guida in tutte le parti del Mundo (v. 221UM, p. 699), mientras que Inglaterra se integra en la cartografia continental, en consonancia al papel poltico que ir obteniendo durante el siglo XVIII. Richard William Seale (1703-1762) ser su principal valedor cartogrfico (v. 517UM, p.722). 3.4. La cartografa postrevolucionaria. El nuevo concepto de la Cartografa Hasta la derrota napolenica en 1815, la cartografa mantena la tipologa que la caracterizaba desde el periodo de la Ilustracin. A partir de este hito, la ciencia cartogrfica empieza a reinventarse, para iniciar una serie de procesos que la conformara en la ciencia tal actualmente se la conoce. En el periodo de las guerras napolenicas, las demostraciones de que el modelo cartogrfico del siglo XVIII era insuficiente para satisfacer las nuevas circunstancias econmicas, sociales y polticas que la Revolucin Industrial estaba generando, eran visiblemente evidentes. Tras 1815, la ciencia cartogrfica mantena su condicin de estratgica, poltica que en el transcurrir del siglo XIX ira perdiendo tal consideracin. Hasta entonces, la produccin cartogrfica se mantiene en manos de los estamentos militares. La cartografia es una herramienta de seguridad nacional, una fuente de informacin privilegiada, y por tanto un elemento de poder. Los mapas topogrficos nacionales son la respuesta a esa poltica. Es herramienta indispensable para establecer nuevas propuestas de organizacin territorial, a cualquier escala, econmica e incluso social. Los levantamientos topogrficos representan una descripcin fiel del territorio, hasta donde las tcnicas contemporneas lo permiten, desde el cual se puede conocer los recursos del territorio, y, con ello, establecer cargas impositivas que se enmarcaban en las nuevas reformas fiscales y de hacienda que se realizaban en toda Europa. Francesc Nadal y Luis Arteaga5 aseveran que los mapas nacionales los levantamientos topogrficos junto al catastro y a la estadstica, ocupar un lugar relevante en la retrica poltica del ochocientos. Es una nueva cartografa sin nombres. Las grandes firmas del pasado desaparecen, con alguna excepcin, dando paso a una maquinaria burocrtica que dirigir los modelos cartogrficos, de acuerdo a las necesidades inmediatas del Estado. Para ello, se consolidan los cuerpos de ingenieros-gegrafos que se haban creado en las ltimas dcadas de la centuria ilustrada. Los levantamientos topogrficos se sucedern en todo el continente, en el que cada nacin fijar unas caractersticas propias de los mismos de acuerdo a sus pretensiones, y a su configuracin territorial y fsica. Con la generacin de los levantamientos topogrficos se abre la posibilidad de implicar nuevas ciencias en la representacin cartogrfica, y con ello la cartografa temtica. Destacan el uso del suelo y la geologa como aquellas ciencias que mayor provecho realizarn de la carta topogrfica. stas se prodigan inicialmente en Gran Bretaa (John Cary, 1815), trasladndose al continente, al tiempo que los preceptos de la Revolucin Industrial se iban instalando en suelo continental. En el transcurso de los aos siguientes, se realizaran las primeras representaciones que implicaran a las ciencias econmicas y sociales. Esta revolucin en el concepto cartogrfico, se ver acompaado por una evolucin morfolgica de la hoja cartogrfica y con la aparicin de una nueva simbologa explicativa, que responde a las necesidades de las modernas representaciones. Los trabajos y los descubrimientos del gegrafo alemn Alexander von Humboldt se encuentran ntimamente asociados a la cartografia temtica. Sus representaciones ligadas a la geografa fsica, qumica, botnica, pero especialmente a la climatologa revolucionan el

    5 NADAL, Francesc y URTEAGA, Luis: Cartografa y Estado: los mapas topogrficos nacionales y la estadstica territorial en el siglo XIX. Proyecto PB87-0462005-02.CICYT.

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    panorama cartogrfico europeo. En sus representaciones grficas, Humboldt incluye lneas isotrmicas (lneas de igual temperatura), inaugurando una nueva metodologa en el aporte de una informacin conceptual a travs de la simbologa. La representacin del relieve se sistematiza definitivamente con la paulatina implantacin de las curvas de nivel. Su uso ofrece una lectura de la altitud, e igualmente el clculo de las pendientes del terreno. Se intensifica la integracin de nuevas simbologas, especialmente los denominados crculos de proporcionalidad y lneas de flujo. Aparentemente, cualquier cuestin es factible de ser cartografiado, avanzando, de esta manera, los actuales Sistemas de Informacin Geogrfica (SIG). Cuestiones mdicosanitarias, de seguridad pblica o de carcter social tienen su oportunidad cartogrfica. La cartografia del siglo XIX va a sacudirse definitivamente su patronazgo militar que mantena desde mediados del siglo XVII. Las iniciativas privadas (v. 3334UM, p. 670) se suceden a medida que aumenta la demanda de este producto, por un pblico que posea mayores posibilidades de acceso. Los diccionarios enciclopdicos se presentan como respuesta a esta demanda. La cartografa incluida en ellos se presenta como una herramienta auxiliar para ilustrar los conceptos que se encuentras en los mismos. La cartografia representada es muy diversa, en cuanto a la generalidad temtica que se desarrollan en sus textos. Destacan en Espaa, por su amplia distribucin, el Diccionario geogrfico-estadstico-histrico de Espaa y sus posesiones de Ultramar (v. 268UM, 3333UM, p. 668) de Pascual Madoz, donde se manifiesta la gran labor cartogrfica realizada por Francisco Coello (1828-1898), uno de los grandes gegrafos y cartgrafos del novecientos, y fundador de algunas de las ms importantes sociedades geogrficas. Como se ha citado, en los casos cartogrficos incluidos en este tipo de publicaciones se denota una merma en la calidad del producto al adjudicar una naturaleza ilustrativa al mismo. Coello obvia esta actitud, e introduce nuevas innovaciones, reglamentando las variables planimtricas en el diseo de planos urbanos. La validez de su trabajo se prolongar hasta las primeras dcadas del siguiente siglo. Por su singularidad y sus caracteres nicos es necesario nombrar la obra de Francisco Boronat y Satorre, Espaa Geogrfica-Histrica ilustrada (v. 3602UM, p. 669), que manteniendo el concepto enciclopdico de estos diccionarios, presenta una configuracin ilustrada de la hoja muy peculiar, y muy al gusto de la demanda de la poca. Ser en este periodo cuando se inicie una revolucin en los sistemas de transporte, con la implantacin del ferrocarril y los nuevos avances en los medios martimos. Las ventajas, y popularidad, tras su resistencia inicial, del medio terrestre, predisponen a su amplio desarrollo territorial. ste ser parte esencial de una poltica nacional en una bsqueda de un mayor dinamismo econmico y social, y una vertebracin territorial. Esta prioridad adjudicada supone un semiabandono de la red viaria de caminos y carreteras, reflejndose en una cartografa contempornea, donde la representacin ferroviaria destaca de manera sobresaliente sobre la caminera (v. 3331UM, 3228UM, p. 670 y 669). Paralelamente a la evolucin de las redes de ferrocarril, se gestiona el desarrollo de las lneas marinas, particularmente a partir de la incorporacin del motor de vapor como parte del sistema propulsor de las embarcaciones. Gran Bretaa, como primera potencia ultramarina y lder del desarrollo de la Revolucin Industrial, acapara la produccin de la cartografa nutica, centralizndola a travs de la Hydrographic Office de la Royal Navy. La posicin britnica en este modelo cartogrfico es absoluta, tal como se demuestra en la alineacin del meridiano de Greenwich como longitud capital. Desde el siglo XVIII, ya se fijan modelos estandarizados para la representacin de las lneas costeras, y que serviran como base a las que se realizasen en los siglos siguientes. Los precedentes del siglo XVIII (v. 516UM, p. 723) desembocan en una produccin masiva en los periodos ulteriores, donde se multiplica la informacin aportada. En la centuria

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    decimonnica se establecen los parmetros necesarios para el conocimiento nutico de un espacio determinado, de manera que las posibles actualizaciones que se llegasen a aplicar, se realizasen sobre una base ya obtenida (v. 257UM, 527UM, 1552UM, pp.727, 730 y 739). Las cartas marinas recogen distintas escalas en funcin de las necesidades de navegacin, bien de cabotaje (v. 1490UM, 685UM, pp. 678 y 736), bien ocenico (v. 3565UM, 3564UM, 686UM, 3697UM, pp. 724, 725, 736 y 735). Son importantes aportes de informacin, principalmente de caracteres fsicos (sondas, veriles, calidad y descripcin de los fondos, lneas de costa,) y de navegacin (derrotas, enfilaciones). Para ello, se realiz un intenso trabajo en la exploracin marina, tanto ocenica como costera, que se desarroll en la segunda mitad del siglo XIX, y que tanto mejor el transporte martimo, suponiendo importantes transformaciones en el tratamiento de estas hojas cartogrficas. 3.5. Eplogo En este sencillo seguimiento de la cartografia histrica, se ha intentado demostrar, como se cita al inicio del documento, el avance paralelo de la ciencia cartogrfica con los cambios culturales, sociales y cientficos que han ido sucedindose en las sociedades desde el siglo XVI. Desde entonces, la cartografia ha pasado por periodos traumticos en lo que se refiere a su naturaleza como ciencia exenta, durante aquellas fases en las que se evidenciaba una convergencia real con la ciencia geogrfica y que la supeditaba y subordinaba a sta. Esta situacin, no se ha podido superar netamente hasta reciente fechas, cuando se ha optado por imprimir un carcter multidisciplinar a la cartografa. A pesar de que morfolgicamente no se trate de ciencia que muestre cambios significativos en su evolucin, sino que sta se ha desarrollado de una manera paulatina, ha tenido consideracin por el cambio y se ha mantenido al corriente del progreso filosfico, artstico, cientfico y tecnolgico. La sucesiva aparicin de la fotografa area y de satlite supone una fuerte carga competitiva para la cartografa, que no reduce el compromiso con aquellas cuestiones implicadas en la representacin de los fenmenos geogrficos. 4. BIBLIOGRAFA BUISSERET, David: La revolucin cartogrfica en Europa, 1400-1800. La representacin de los nuevos mundos en la Europa del Renacimiento, Paids, Barcelona, 2003. HARLEY, J.B.: La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografa, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2001. LPEZ ARROYO, Manuel: Astronoma y cartografa de los siglos XVIII y XIX, Instituto Geografico Nacional, Madrid, 1987. LPEZ GMEZ, Antonio y MANSO Porto, Carmen: Cartografia del siglo XVIII. Toms Lpez en la Real Academia de la Historia, Real Academia de la Historia, Departamento de cartografa y artes grficas, Madrid, 2006. NADAL, Francesc y URTEAGA, Luis: Cartografa y Estado: los mapas topogrficos nacionales y la estadstica territorial en el siglo XIX. Proyecto PB87-0462005-02.CICYT. SERVICIO GEOGRFICO DEL EJRCITO: Cinco siglos de cartografa militar espaola, SGE, Madrid, 1982. TAYLOR, Andrew: El mundo de Gerard Mercator. El cartgrafo que revolucion la geografa, Editorial Juventud, Barcelona, 2007.

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    THROWER, Norman J.W.: Mapas y civilizacin. Historia de la cartografa en su contexto cultural y social, Ediciones del Serbal, Barcelona, 2002. VZQUEZ MAURE, Francisco: Cartografa de la Pennsula: siglos XVI a XVIII, en Historia de la cartografa espaola, Real Academia de las Ciencias Exactas, Fsicas y Naturales, Madrid, 1982.

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    5. CATLOGO DE LA COLECCIN CARTOGRFICA DEL UNTZI MUSEOA-MUSEO NAVAL CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas generales. [1578] [3589UM]

    Nova et exactissima descriptio nobilis provinciae Guipuscouae in partibus Hispaniae sita [Material cartogrfico]. / [Gerard de Jode]. - Escala sin determinar. Unidades de distancia sin determinar [= 8,3 cm.]. - [Amberes : Gerard de Jode, 1578]. 1 mapa: grab., 35,4 x 25,7 cm. en hoja de 45 x 30 cm. - En: Speculum orbis terrarum de Gerard de Jode. - Cartela ornamentada con elementos estilsticos clsicos. - Rosa de 16 vientos con flecha insertada sealando el norte geogrfico. - Relieve por montes en perfil. - Representacin de embarcacin velera. - Comps cartogrfico en margen inferior derecha. - Nota con el nmero de la lmina perteneciente al Atlas. - Red de hidrografa y poblaciones

    GIPUZKOA, TOLEDO y CADIZ. Mapas generales. [1584] [225UM01]

    Carpetaniae partis descr. 1584; Vardusorum, sive Gvipvscoae regionis typvs; Sinus Gaditanus, nunc Baia de Cadiz [Material cartogrfico]. / hanc insulam perlustrabat, et sua manu depingebat Georgius Hoefnaglius Antverpian. Belga. - Escala a- [1:250.000]. 5 millarium [= 11 cm.] -b- [300.000]. 8 leucarum Hispanicarum [= 11 cm.] y c- [1:100.000]. Longitudo unius milliaris Hispanici siue leucae [= 7 cm.]. - [Amsterdam : Abr. Orteli., 1584]. 3 mapas: grab., col., -a- 17 x 24 cm., -b- 17 x 23 cm., y c- 23 x 47 cm. - Se public en el Theatrum orbis terrarum Abraham Orteli en 1584. Hay una edicin inglesa de 1606 sin colorear. - Cartelas ornamentadas con elementos estilsticos clsicos con decoracin a base de mscaras de teatro griego y motivos florales. - La representacin de Cdiz se inscribe en una semiesfera con las pechinas decoradas profusamente con motivos faunsticos y florales, as como dos representaciones de los trabajos de Hrcules. Embarcaciones veleras en el interior del plano. - En la representacin de Cdiz crculo graduado con los 4 puntos cardinales. - Relieve por montes en perfil. - Representacin de embarcacin velera. - Red de hidrografa y poblaciones. - Coloreado en aguadas.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas generales. 1770. [245UM]

    Mapa de la M.N. y M.L. provincia de Guipzcoa : construido sobre la memorias de los naturales, y sobre el Mapa de la Costa manuscrito levantado por los ingenieros [Material cartogrfico] / Toms Lpez. Escala [ca. 1:212.000]. 5 Leguas de una hora de camino de 20 al grado [= 13 cm]. Se hallar este Mapa con las obras del Autor en Madrid, en la calle de las Carretas entrando por la Plazuela del Angel : Por el Gegrafo D. Toms Lpez. Pensionista de S.M., de la Academia de S. Fernando, Ao de 1770. 1 mapa: grab., col., 37,6 x 38,5 cm. en hoja de 38,7 x 40,2 cm. - Cartela en estilo neoclsico con remate formado por yunque y mazas. - Otras escalas grficas: - 6 Leguas castellanas de 5000 varas de 26 al grado. [=11,9 cm.] - Leyenda alfanumrica para la localizacin e identificacin de distintos conventos de acuerdo a la orden religiosa que los regenta. - Leyenda grfica para la localizacin e identificacin de distintos emplazamientos presentes en la hoja. - Coordenada longitudal tomada por el meridiano de la Isla de Hierro. - Mrgenes graduados cada 1. - Relieve por sombreado y montes en perfil. - Coloreado en aguadas.

    GIPUZKOA. Mapas generales. 1836. [3332UM]

    Carta topogrfica de la M.N. y M.L. provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico]. / por Dn. Jos Joaqun de Olazabal y Dn. Francisco de Palacios, litografiada pr. J.B. Tenlieres. - Escala [1:100.000]. Leguas de 20 al grado o de 20.000 pies Castellanos [= 16,5 cm.] Bayona (Francia): Imprta. Litografca. de Lamaignere, 1836. 1 mapa: lit., 65,5 x 51,5 cm. en hoja de 66,5 x 53,5 cm. - Ttulo en cartela buclica con representacin de personajes, utillaje y productos identificativos de la provincia. - Remate de la cartela con el escudo tradicional de la provincia. - Nota dedicatoria a la provincia por parte de los autores. - Sello indicando los propietarios de los derechos de la hoja mediante sus iniciales O[lazabal] y P[alacios]. - Leyenda grfica y alfabtica para la identificacin y localizacin de distintas poblaciones, segn su tipologa establecida, edificios singulares, minas, caminera y lmites administrativos, as como eventos blicos pertenecientes a las guerras carlistas. - Nota indicativa de la presencia de numeracin junto a las lneas de rodadura, sealando los cuartos de legua de la distancia recorrida. - Cuadro estadstico sobre la poblacin, miembros y conventos religiosos, caminera y economa provincial. - Relieve por normales y sombreado. - Coordenada longitudinal tomada mediante el meridiano de Cdiz. - Mrgenes graduados cada 2. - Poblaciones, caminera, obras de paso e hidrografa.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas generales. 1848. [268UM]

    Guipzcoa [Material cartogrfico] / por el Teniente Coronel Capitn de Ingenieros D. Francisco Coello ; auxiliado por D. Pascual Madoz, Autor de las notas Estadsticas e Histricas ; grabado en Madrid bajo la direccin de D. Juan Noguera . - Escala [ca. 1:200.000]. 5 leguas legales de 20.000 pies [= 13,7 cm]. - Madrid : [s.n.], 1848. 1 mapa: grab., col. ; 71 x 98 cm. en hoja de 83,5 x 104 cm. - En: Diccionario geogrfico-estadstico-histrico de Espaa y sus posesiones de Ultramar... [Texto impreso] / Pascual Madoz. Madrid : [s.n.], 1845-1850. - En los mrgenes laterales informacin general, histrica, administrativa, sociales y otras. - Inserta los siguientes planos y mapas: 1. San Sebastin. - 1:20.000. - 13 x 19 cm. 2. Guetaria. - 1:10.000. - 13 x 10 cm. 3. Oate. - 1:10.000. - 13 x 9 cm. 4. Territorio de los rios Urumea y Vidasoa que comprende las poblaciones de Alza, Los Pasages, Lezo, Rentera, Oyarzun, Irun y Fuenterrabia. - 1:50.000. - 23 x 37 cm. 5. Valle del ro Urola entre las Villas de Azcoitia y Azpeitia. - 1:50.000. - 7 x 19 cm. 6. Contornos de Tolosa. - 1:50.000. - 14 x 18 cm. 7. Vergara. - 1:20.000. - 13 x 9 cm. 8. Tolosa. - 1:10.000. - 13 x 9 cm. - Leyenda grfica y cromtica para la identificacin de las distintas poblaciones de acuerdo a su categorizacin, as como edificios, sitios, elementos hidrogrficos y lmites administrativos. - Leyenda alfabtica para la identificacin y localizacin de accidentes geogrficos y morfologas fluviales, acompaada de una nota aclaratoria sobre las claves de sta. - Leyenda alfanumrica para la identificacin y localizacin de emplazamientos en planos menores. - Mrgenes graduados cada 1. - Relacin de los meridianos ms usuales con sus correspondientes coordenadas geogrficas. - Otras escalas grficas: - 5 millas martimas; tres de ellas forman la legua de 20 al grado que tiene 19.961,52 pies [= 13,7 cm.]. - 4 leguas de 17 al grado de 22 613,16 pies llamadas antes de Camino Real. [= 12,7 cm.]. - Representacin de las escalas grficas particulares en los planos menores presentes en la hoja. - Relieve por sombreado. - Coordenada longitudinal tomada a partir del Meridiano de Madrid. - Indicacin de los cuatro puntos cardinales en el marco de la hoja. - Sondas de profundidad en alguno de los planos menores. - Nota en la esquina inferior derecha: Las cartas que no tengan este sello se consideraran falsas. - En el margen superior: Diccionario Geogrfico- Estadstico-Histrico. Atlas de Espaa y sus posesiones de Ultramar.

    GIPUZKOA. Mapas generales. 1848. [3333UM]

    Guipzcoa [Material cartogrfico] / por el Teniente Coronel Capitn de Ingenieros D. Francisco Coello ; auxiliado por D. Pascual Madoz, Autor de las notas Estadsticas e Histricas ; grabado en Madrid bajo la direccin de D. Juan Noguera . - Escala [ca. 1:200.000]. 5 leguas legales de 20.000 pies [= 13,5 cm]. - Madrid : [s.n.], 1848. 1 mapa: grab., col. ; 71 x 98 cm. en hoja de 81 x 107 cm. - En: Diccionario geogrfico-estadstico-histrico de Espaa y sus posesiones de Ultramar... [Texto impreso] / Pascual Madoz. Madrid : [s.n.], 1845-1850. - En los mrgenes laterales informacin general, histrica, administrativa, sociales y otras. - Inserta los siguientes planos y mapas: 1. San Sebastin. - 1:20.000. - 13 x 19 cm. 2. Guetaria. - 1:10.000. - 13 x 10 cm. 3. Oate. - 1:10.000. - 13 x 9 cm. 4. Territorio de los rios Urumea y Vidasoa que comprende las poblaciones de Alza, Los Pasages, Lezo, Rentera, Oyarzun, Irun y Fuenterrabia. - 1:50.000. - 23 x 37 cm. 5. Valle del ro Urola entre las Villas de Azcoitia y Azpeitia. - 1:50.000. - 7 x 19 cm. 6. Contornos de Tolosa. - 1:50.000. - 14 x 18 cm. 7. Vergara. - 1:20.000. - 13 x 9 cm. 8. Tolosa. - 1:10.000. - 13 x 9 cm. - Leyenda grfica y cromtica para la identificacin de las distintas poblaciones de acuerdo a su categorizacin, as como edificios, sitios, elementos hidrogrficos y lmites administrativos. - Leyenda alfabtica para la identificacin y localizacin de accidentes geogrficos y morfologas fluviales, acompaada de una nota aclaratoria sobre las claves de sta. - Leyenda alfanumrica para la identificacin y localizacin de emplazamientos en planos menores. - Mrgenes graduados cada 1. - Relacin de los meridianos ms usuales con sus correspondientes coordenadas geogrficas. - Otras escalas grficas: - 5 millas martimas; tres de ellas forman la legua de 20 al grado que tiene 19.961,52 pies [=13,5 cm.]. - 4 leguas de 17 al grado de 22 613,16 pies llamadas antes de Camino Real. [=12,5 cm.]. - Representacin de las escalas grficas particulares empleadas para los planos menores presentes en la hoja. - Relieve por sombreado. - Coordenada longitudinal tomada a partir del Meridiano de Madrid. - Indicacin de los cuatro puntos cardinales en el marco de la hoja. - Sondas de profundidad en alguno de los planos menores. - Nota en la esquina inferior derecha: Las cartas que no tengan este sello se consideraran falsas. - En el margen superior: Diccionario Geogrfico- Estadstico-Histrico. Atlas de Espaa y sus posesiones de Ultramar.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas generales. [1850-1900?] [3602UM]

    Provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico] . / [Manuel] Vierge g. Escala sin determinar. 5 leguas [= 7 cm]. Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, Cost. Sta. Teresa, 3, [1850-1900?] 1 mapa: cromolitografa; col. 45,5 x 62,5 cm. en hoja de 54,2 x 70 cm. -En: "Espaa Geogrfica-Histrica ilustrada. - Madrid : Cromo Lit. de Fco. Boronat y Satorre, [1850-1899]". Es la hoja n 41. - Cartela ornamentada con el escudo provincial, acompaada con personajes ataviados con trajes tpicos y representacin de figuras alegricas. Dedicatoria a Dn. Fermn de la Lasala y Collado. - Completas reseas geogrficas e histricas en ambos mrgenes del mapa. - Vista parcial de la ciudad de San Sebastin. - Mrgenes graduados del mapa cada 5. - Leyenda grfica para la identificacin y localizacin de las poblaciones, segn su categora, as como lmites administrativos y vas de comunicacin. - Indicaciones sobre la leyenda sobre las representaciones del alcance de los faros y de las unidades usadas para las medidas de los sondeos de profundidad y de las elevaciones geogrficas representadas en el mapa. - Otras escalas grficas: - 25 kilmetros [= 6,5 cm.] - Coloreada la provincia por partidos judiciales. - Poblaciones, lneas de comunicacin, hidrografa y limites administrativos.

    GIPUZKOA. Mapas generales. 1864. [3228UM]

    Plano topogrfico de la M.N. y M.L. Provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico] . Escala sin determinar. Leguas de 20.000 pies castellanos [= 11,5 cm]. - [S.l.: s.n.], 1864. 1 mapa: grab.; 40,7 x 50 cm. en hoja de 46,5 x 56,2 cm. - Leyenda grfica para identificacin y localizacin de poblaciones segn su categorizacin, lneas de comunicacin, hidrografa, edificios singulares y lmites administrativos. Aade nota explicativa sobre la actual explotacin de algunas de las carreteras representadas. - Cuadrcula con disposicin de las estaciones de FF.CC, en su lnea Madrid-Irn, con las poblaciones, puntos kilomtricos, diferencias horarias y tarifas del billete. - Cuadro estadstico de las poblaciones guipuzcoanas con su nmero de habitantes. - Mrgenes graduados cada 1. - Cotas de las alturas de las principales elevaciones de la provincia. - Caminera, hidrografa, lmites administrativos y poblaciones.

  • Javier Marichalar

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas parciales. [189-] [3334UM]

    Carta geogrfica de una parte de la provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico]. Escala [1:100.000]. - [Madrid ]: Lit. de J.M. Mateu.C. de Recoletos, 4. [189-]. 1 mapa: lit.; 19,5 x 29 cm. en hoja de 32,5 x 45,5 cm. - En: Cuaderno 5 - Estudios de conjunto, hoja 5. - Relieve por sombreado. - Mrgenes graduados cada 1. - Coordenada longitudinal por el Meridiano de Madrid. - Autgrafo annimo. - Lnea de comunicacin, poblaciones, e hidrografa.

    GIPUZKOA. Mapas generales. 1901. [3331UM]

    Guipzcoa [Material cartogrfico] : 1901 / J. Soler G; J. Paluzie D. Escala sin determinar. Kilmetros [=15 cm.] Barcelona: Alberto Martin Editor, 1901. 1 mapa: cromolitografa; col., 32 x 42,3 cm. en hoja de 38,5 x 51 cm. - Sobre el ttulo, antiguo escudo provincial con remate de corona real. - Doble margen graduado. El interior por coordenadas geogrficas con fragmentaciones cada 5. El margen exterior, diferencia horaria tomada respecto a la posicin del meridiano de Greenwich. Este margen se grada cada 5. - Leyenda grfica para la localizacin e identificacin de localidades segn su categora, lmites administrativos, vas de comunicacin y autoridades eclesisticas. - Posicin mediante coordenadas geogrficas de la ciudad de San Sebastin. - Anotacin manuscrita con datos sobre la superficie, poblacin total y nmero de ayuntamientos de la provincia. - Relieve por normales. - Indicacin de las elevaciones. - Divisin cromtica de los partidos judiciales.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA GIPUZKOA. Mapas generales. [195/6-] [4786UM]

    Fisonoma de Guipzcoa [Material cartogrfico] : Agricultura : Industria : Turismo / Banco de Vizcaya. Seccin de Estudios Econmicos. Escala sin determinar. Bilbao: Artes Grficas Grijelmo, S.A. [195/6-]. 1 mapa: reproduccin grfica industrial; 54,5 x 40,5 cm. en hoja de 55,5 x 41,5 cm. - Ttulo en banda, igual que la indicacin del Banco de Vizcaya. - Escudo ornamental de la provincia de Guipzcoa sobre el ttulo. - Leyenda en banda con claves grficas para la localizacin e identificacin de lneas de transporte terrestre, hidrografa y orografa. - Rosa de 16 vientos con remate en flor de lis sealando el norte geogrfico. - Relieve por sombreado. - Imgenes ilustrativas de actividades econmicas y sociales de diversas zonas de la provincia, de edificios singulares de localidades, as como imaginera religiosa.

  • Javier Marichalar

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA / SAN SEBASTIN SAN SEBASTIN. Planos de poblacin. 1719. [230UM]

    Les environs de St. Sebastien. [Material cartogrfico] / [Nicolas de Fer]. Escala sin determinar. 1200 toises [= 16 cm.]. A Paris: Chez le Sr. de Fer dans lIsle du Palais sur le Quay de lorloge a la Sphere Royale. 1719. 1 mapa: grab., 23,9 x 28,5 cm. en hoja de 28 x 39,5 cm. - En: Table des forces de l'Europe, avec un Introduction a la fortification, compos de 194 plans des villes les plus considerables du monde, augment de onze plans depius l'anne 1720 jusqu 1723 [Texto impreso] / Nicolas de Fer; Sbastien Le Prestre de Vauban. A Paris. Chez I.F. Benar ... 1723 - Rosa de ocho vientos con el norte geogrfico en remate de flor de lis. - Relieve por sombreado. - Representacin de obras de paso, caminera e hidrografa,

    SAN SEBASTIN. Planos de poblacin. [1764]. [243UM]

    Plan de St. Sebastien [Material cartogrfico] / [Jacques Nicolas Bellin]. Escala [ca. 1:11.510]. Deux cents T`(oises) [= 3,6 cm]. [A Paris : chez M. Bellin, 1764]. 1 plano: grab., col., 21,6 x 17,3 cm. en hoja de 30,7 x 23,6 cm. - Pertenece a la obra Le Petit Atlas Maritime, Recueil de Cartes et Plans des Quatre Parties du Monde en Cinq Volumes [Material cartogrfico] / par le S. Bellin Ingenieur de la Marine 1764. - Flecha con remate en flor de lis sealando el norte geogrfico el margen derecho del plano. - Sondeos de profundidad indicados en la baha de la ciudad. - Relieve por sombreado. - Coloreado en aguadas.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA / SAN SEBASTIN SAN SEBASTIN. Carta nutica. 1788. [237UM]

    Plano de la Plaza y Puerto de San Sebastian capital de la Provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico] : Situado el Castillo de la Mota en la Latd. N. 43. 19'. 30". y Longitd. de 4. 18'. 00". Oriental de Cadiz / Levantado por el Brigadier de la Real Armada Don Vicente Tofio de San Miguel ; Joaquin Ballester lo grab. - Escala [ca. 1:4.800]. 1/2 milla Maritima dividida en Decimos y Centesimos [= 19,4 cm]. - [Madrid] : [Direccin de Hidrografa] : Ao 1788. 1 carta nutica: grab. ; 42,6 x 58, 5 cm. - Leyenda en cartela con indicadores alfabticos que hacen referencia a la naturaleza del lecho marino. Sondeos de profundidad de brazas de 2 varas castellanas. - Leyenda numrica para la localizacin e identificacin de distintos emplazamientos presentes en la hoja. - Relieve por sombreado y normales. - Orientado con media lis sealando el norte el margen inferior del plano. - Aadidos en lpiz delineando una posible creacin de un puerto principal en la zona de Ondarreta y una ampliacin del puerto existente. - Entelado en 12 cuarterones.

    SAN SEBASTIN. Carta nutica. 1788. [3870UM]

    Plano de la Plaza y Puerto de San Sebastian capital de la Provincia de Guipzcoa [Material cartogrfico] : Situado el Castillo de la Mota en la Latd. N. 43. 19'. 30". y Longitd. de 4. 18'. 00". Oriental de Cdiz / Levantado por el Brigadier de la Real Armada Don Vicente Tofio de San Miguel ; Joaquin Ballester lo grab. - Escala [ca. 1:4.800]. 1/2 milla Martima dividida en Decimos y Centsimos [= 19,4 cm]. - [Madrid] : [Direccin de Hidrografa] : Ao 1788. 1 carta nutica: grab. ; 42,7 x 58, 3 cm. en hoja de 49 x 61,5 cm. - En: Atlas Martimo de Espaa y sus derroteros. - Leyenda en cartela con indicadores alfabticos que hacen referencia a la naturaleza del lecho marino. Sondeos de profundidad de brazas de 2 varas castellanas. - Leyenda numrica para la localizacin e identificacin de distintos emplazamientos presentes en la hoja. - Relieve por sombreado y normales. - Orientado con media lis sealando el norte el margen inferior del plano.

  • Javier Marichalar

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA / SAN SEBASTIN SAN SEBASTIN. Mapas parciales. 1794 [205UM]

    Mgne. Oriamendy [Material cartogrfico]. - Escala sin determinar. - Espagne: [s.n.], 1794. 1 mapa: ms., col., 19,2 x 29,5 cm. - Relieve por normales y sombreado. - Caminera, poblaciones y fortificaciones. - Plumilla negra y coloreado en aguadas. SAN SEBASTIN. Mapas parciales. 1794 [206UM]

    Brouillon de camp retranch projett pour couvrir la place de St Sebastien [Material cartogrfico] / Signt Prudhomme. - Escala sin determinar. - [S.l.: s.n.], 1794. 1 mapa: ms., col., 36,3 x 47,6 cm. en hoja de 37 x 38,7 cm. - Relieve por normales y sombreado. - Caminera y fortificaciones. - Plumilla negra.

    SAN SEBASTIN. Planos de poblacin. 1794 [210UM]

    Plan du camp retrauche de S Sebastien, arrete sau nous directeur des fortificationes [Material cartogrfico] / Berard. - Escala sin determinar. 200 toises [= 10,7 cm]. - [S.l.: s.n.], 1794. 1 mapa: ms., col., 32 x 66 cm. en hoja de 32,6 x 67,8 cm. -Fecha descrita con el nuevo calendario revolucionario francs. - Nota con el aprobado general del documento: approuve le general en chef Moncey. -Nota con la cuantificacin en toises de obras realizadas. - Relieve en normales y sombreado. -Caminera e hidrografa. - Coloreado en aguadas. SAN SEBASTIN. Fortificaciones. 1794 [262UM]

    Camp retranch de St. Sebastien [Material cartogrfico]. - Escala sin determinar. 400 toises [= 8 cm]. - [S.l.: s.n.], 1794. 1 mapa: ms., col., 15,7 x 22,5 cm. en hoja de 16,7 x 23,1 cm. - Clculo de un centroide a partir de los vrtices de los baluartes ms distantes. - Denominacin de algunos de los baluartes. - Plumilla roja y negra.

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    CATLOGO CARTOGRFICO / GIPUZKOA / SAN SEBASTIN SAN SEBASTIN. Fortificaciones. 1794 [265UM]

    Souterreins de la batterie del Mirador cotts C.D.E [Material cartogrfico]. - Escala sin determinar. - St. Sebastien?: [s.n.], 1794. 1 mapa: ms., col., 19,9 x 28,3 cm. en hoja de 20,5 x 29,8 cm. -Toises y pies como medidas usadas para el clculo de las distancias de los recintos. - Coloreado en aguadas y plumilla negra. SAN SEBASTIN. Fortificaci