Marco Teórico¿Que son las Adicciones Tecnológicas?

Son conductas adictivas (sin sustancia), por lo que se entran dentro del grupo de lo que

se denominan adicciones psicológicas o no químicas.

Pueden ser activas (videojuegos, internet) o pasivas (televisión).

Para los especialistas, detrás de estas adicciones, además de un origen social

(costumbres) y biológico (neurotransmisores), sobre los que se está investigando, podría

haber un problema de desatención familiar; opinan que si las familias ejerciesen la

función contenedora que deben tener, esto no ocurriría.

Se ha investigado el cerebro humano para buscar un origen biológico que condicione

dichas adicciones. Según estudios, los jóvenes se hacen adictos a una tecnología o a un

comportamiento porque, al final, se convierte en algo biológico y que está relacionado

con varios elementos: la dopamina (que está relacionada con los circuitos de

recompensa), la noradrenalina (relacionada con la excitación) y las endorfinas (también

conocidas como hormonas de la felicidad).

¿Qué Síntomas muestran los Jóvenes cuando empiezan a una adicción

tecnológica?

Actualmente existen diversos métodos o síntomas para detectar a quienes sufren de este

tipo de adicciones entre ellas tenemos los siguientes ejemplos:

Colgados del teléfono móvil o internet,

enganchados a los chats o al Messenger,

pegados a la video consola; son algunas de las características que distinguen a

los niños y adolescentes de nuestro tiempo y que, a simple vista, podrían pasar

por meras herramientas que les distraen y entretienen. Sin embargo, cuando esas

aficiones se convierten en adicción, es cuando comienzan a surgir los problemas.

Respecto a los motivos que mueven al adolescente a conectarse a la red, se ha venido

observando que giran en torno a la posibilidad de estar en contacto y vincularse con su

grupo de iguales superando la distancia física, así como expresar y hablar de temas que

desde la relación cara a cara les sería difícil o imposible de realizar. El efecto

desinhibidor del anonimato y la ausencia de contacto visual le permite expresar alguna

necesidad o emoción desagradable o, en otras ocasiones, ser honesto, abierto y expresar

emociones sobre asuntos personales que no podrían ser fácilmente discutidos frente a

frente. El adolescente se encuentra en un mundo diferente, sin las limitaciones del

mundo "real", un lugar donde se oculta la vergüenza y surgen las intimidades de su

mundo interno.

Las nuevas tecnologías pueden tener un gran potencial educativo y comunicativo pero

su uso inadecuado o abusivo puede acarrear importantes consecuencias negativas para

jóvenes y adultos. Las personas afectadas por esta “adicción sin sustancia química”, se

caracterizan por mostrar una incapacidad de controlar su uso. Los recursos tecnológicos

se convierten en un fin y no en un medio, dando lugar a la aparición de importantes

consecuencias negativas que interfieren en la vida diaria. Aislamiento social,

dificultades para mantener el puesto de trabajo, bajo rendimiento escolar, relaciones

sociales insatisfactorias son algunas de estas posibles consecuencias negativas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que 1 de cada 4 personas

sufre algún trastorno de conducta relacionado con adicciones sin sustancias.

El adolescente es más vulnerable al poder adictivo de las nuevas tecnologías debido a:

La posibilidad de hacerse visible ante los demás a través de la red, como ya

mencionamos anteriormente a través de las redes sociales muchas personas en

general pueden expresar sus sentimientos sin sentirse avergonzadas mediante sus

respectivas cuentas, ya que al no tener que mostrarse en persona, resulta más

fácil mostrar ese lado de nuestra personalidad que no es tan aceptada por la

sociedad.

Permitir localizar a personas y estar conectados con los amigos, ya sea por

estudios, trabajo o cualquier otro motivo existe la distancia física entre las

personas que se mantiene una relación X, es por ello que el ser humano cada vez

va desarrollando nuevas técnicas de comunicación ya sea por vía telefónica o

web mediante un video conferencia.

Mandar mensajes públicos y privados, fortaleciendo la identidad individual y de

grupo, actualmente el desarrollo tecnológico, en cuanto a telefonía en los

últimos años ha sido tan grande, que cada vez los dispositivos celulares van

asemejándose a las actuales computadoras facilitando así la comunicación y

entretenimiento y para ello se desarrollan diferentes aplicaciones móviles;

mismas que facilitan y economizan la comunicación entre las personas.

Permitir crear un mundo de fantasía, crear una identidad personal ideal; las

consolas de video juegos actuales permiten crear un personaje exclusivo que

identifique a cada jugador conocido como “AVATAR”. Dicho avatar es

utilizado para caracterizar al jugador de este modo permitiéndole al usuario de

determinado juego de video hacer y experimentar lo que no puede en el mundo

real, viviendo así su “mundo perfecto” a su propia manera, sin embargo, este

hecho puede resultar perjudicial ya que se muestran varios casos en los que los

usuarios de dichos juegos empiezan a confundir la realidad con la ficción,

llegando al punto de creer que lo que su avatar hace en el juego lo afecta en el

mundo real.

Internet permite a los adolescentes estar en contacto con su grupo de iguales sin

estar físicamente juntos.

El anonimato y la ausencia de contacto visual en la red facilita al adolescente

expresarse y hablar de temas que cara a cara les resultaría imposible de realizar,

o a su vez poder modificar su apariencia mediante softwares dedicados al diseño

e ilustración de fotografías, por ejemplo, Photoshop; o aplicaciones móviles tales

como retrica o B612. Dichas aplicaciones permiten hacer ciertas modificaciones

a un autorretrato, en caso de señoritas hacer más “bellas” o en el caso de los

caballeros engrosar su cuerpo y parecer atletas.

Consecuencias de la adicción a la tecnología

De una manera alarmante está creciendo el número de personas en todo el mundo que se

convierten en auténticos adictos a la tecnología, ya sea la del móvil, el ordenador o la tablet.

Una problemática que requiere tomar cartas en el asunto, recibiendo la asistencia pertinente a

nivel psicológico, ya que trae consigo una serie de consecuencias nefastas para el enfermo.

SÍNDROME DE FOMO

Uno de los trastornos que ha surgido a raíz del avance y uso constante del teléfono

móvil es el llamado síndrome de FOMO. Bajo esa denominación podemos decir que se

encuentra la obsesión de estar en todo momento conectado y al día de lo que sucede en

las redes sociales o en el WhatsApp. Y es que las personas que lo sufren consideran que

si no hacen eso estarán aisladas y marginadas dentro de su entorno.  Asimismo,

podemos destacar otra serie interesante de datos de interés:

Se trata de un miedo social a estar solo, a ser excluido.

Si toma gran repercusión es porque el ser humano necesita sentirse parte de un

todo. De esta manera aumenta su autoestima.

Facebook y WhatsApp se han convertido en las aplicaciones que generan más

este síndrome.

AISLAMIENTO SOCIAL

De la misma manera, no hay que olvidar que la adicción a las tecnologías está trayendo

consigo que muchas personas se aíslen de forma voluntaria. Y es que no sólo reducen

sus salidas con amigos o familiares, sino que, además, cuando están con estos, no paran

de usar el móvil para consultar las redes sociales o “wasapear”.

SÍNDROME DE LA VIBRACIÓN FANTASMA

Bajo este singular nombre se encuentra otro trastorno que ha experimentado un

elevadísimo porcentaje de la población actual. ¿En qué consiste?:

Fundamentalmente en tener la sensación de que el móvil está sonando, ha

recibido un mensaje o se encuentra vibrando, cuando en realidad no es así.

La persona, por tanto, no duda en abrir su bolso o mochila, así como en meter la

mano en su bolsillo para sacar el teléfono y mirarlo.

TECNOESTRÉS

Otra de las consecuencias más nefastas que han traído consigo las tecnologías es el

llamado tecnoestrés. Numerosos son los ciudadanos de todo el mundo que sufren este,

que se puede manifestar a través de distintos males:

Darle mayor prioridad a las comunicaciones que se establecen a través del

ordenador o el móvil, que, a las reales, cara a cara.

Necesidad imperiosa de comprar todos los últimos dispositivos tecnológicos que

se pongan a la venta.

Hacer uso a la vez de la tablet, el smartphone o el ordenador, por ejemplo.

SLEEP-TEXTING

Uno de los trastornos más singulares de cuantos se sufren por culpa de la adicción a las

tecnologías es este llamado sleep-texting. ¿En qué consiste? Básicamente en que la

persona estando en una fase del sueño determinada y teniendo el móvil al lado,

establece conversaciones con otras sin ser consciente. Sólo descubre lo que ha hecho al

día siguiente cuando mira su terminal.

Algunas de las consecuencias que provocan este tipo de adicción entre la sociedad

son:

Pérdida de memoria.

Impaciencia e irritación.

Dificultades de comunicación verbal y personal.

Ansiedad ante el fallo de un aparato tecnológico.

Cambios de carácter.

Incapacidad de concentración y gran déficit de atención.

Por tanto, la tecnología emergente y su transcendencia no tienen ningún propósito ni eficacia sino se utilizan de manera responsable.