Lucha de lneas y lucha de clases en el Campo Anti-Imperialista

La lucha de lneas es la expresin poltica de la lucha de clases en la sociedad burguesa. Mientras el capitalismo no haya sido definitivamente destruido, la concepcin de la lnea poltica define la estrategia en la lucha de clases para el triunfo de la revolucin proletaria.

Comenzaba el ao 2014 con buenos augurios, se anunciaba la celebracin de la Cumbre Ginebra 2 sobre Siria y las negociaciones de Occidente con Irn sobre su programa nuclear iban por buen camino, lo que redundaba en una reduccin de la presin de EE.UU. para sancionar a ese pas.La crisis militar en Siria haba desescalado, tras la amenaza de EE.UU. de intervenir directamente en septiembre, y que fue hbilmente sustituida por la diplomacia rusa que asesoraba a Siria por una entrega de este pas de sus armas qumicas a la Comunidad Internacional para su destruccin.La intelligentsia occidental lleg a la conclusin a lo largo del otoo de 2013 que la crisis de seguridad siria se resolvera con la participacin del Gobierno sirio y no a sus espaldas.Sin embargo, esos buenos augurios con los que comenzaba 2014 se vieron pronto empaados. La Cumbre de Ginebra 2, a la que finalmente no asisti Irn por presiones de la oposicin armada siria, se enred en la cuestin de la responsabilidad del terrorismo en Siria, cuestin que si no se resolva no se poda pasar a la siguiente que era la central de la Cumbre, es decir, cmo combatirlo. La Cumbre se diluy en un dilogo de sordos y, finalmente, se cancel.Paralelamente al escenario de Oriente Medio, en Europa del Este, la crisis poltica ucraniana, provocada a partir de sus negociaciones para establecer un acuerdo de asociacin con la Unin Europea, amenazaba con convertirse en una crisis de seguridad en Europa.Las protestas sociales y polticas en Kiev, que tenan como detonante el acuerdo de asociacin con la Unin Europea, tenan como fondo la crisis econmica del pas. Las protestas, de forma intermitente, se extendieron desde finales de noviembre de 2013 a febrero de 2014. Las protestas fueron acaparadas por el movimiento de ultra-derecha ucraniano a partir de un partido con representacin parlamentaria, Svoboda. A partir de diciembre de 2013, las protestas comenzaron a militarizarse y el escenario donde se realizaban, la plaza de Maidan, se transform en un campamento militar atrincherado donde sus componentes se organizaban en escuadrones de combate, se aprovisionaban de armas y reciban instruccin militar.El punto culminante de estas protestas, convertidas en una revolucin de color diseada desde las agencias de inteligencia occidentales, fueron las Olimpiadas de Invierno celebradas en Sochi (Rusia).Por qu las Olimpiadas de Invierno de Sochi? Porque durante esas olimpiadas, el gran aliado del poder ucraniano en esos momentos, Rusia, estara ocupado en un gran evento de carcter internacional como no se haba celebrado en el gigante euroasitico desde 1980.Tres das antes de que las Olimpiadas de Sochi se clausuraran, el viernes 21 de febrero, se firm un acuerdo de entendimiento entre el Gobierno ucraniano y la oposicin para solucionar polticamente la crisis ucraniana, con presencia de embajadores de Rusia, EE.UU. y la Unin Europea. Al da siguiente, ese acuerdo era papel mojado, la oposicin expulsaba al presidente legtimo del parlamento ucraniano y nombraba a uno nuevo, aprobaba la destitucin del presidente legal y legtimo del pas, enmendaba la Constitucin y pasaba a elegir nuevos funcionarios del Gobierno y del Estado ucranianos, deshacindose del poder judicial, adems del ejecutivo, y poniendo a otro en su lugar.El da de la clausura de los juegos de Sochi, el 23 de febrero, el presidente ucraniano estaba en paradero desconocido, una asamblea de gobernadores del Este de Ucrania no reconocan los cambios legales que haba realizado el parlamento el da anterior, y comenzaba la huida y, en algunos casos, el secuestro de parlamentarios opuestos al golpe de Estado que los neoliberales y la ultraderecha haban producido con el apoyo de Occidente.Prcticamente despus del golpe de Estado en Kiev, comenzaba la movilizacin de los ciudadanos del Este de Ucrania en contra del golpismo. La organizacin haba comenzado con anterioridad, dirigida por militantes del partido comunista y del partido de las regiones, pero tras la cada del edificio constitucional de Kiev la movilizacin de los ciudadanos del Este se produjo, en primer lugar, para defender los monumentos de la poca sovitica que haban sido objeto de los ataques de los ultras de Maidan.A continuacin, esa movilizacin se organiz para exigir la autodeterminacin de las provincias del Este. La Pennsula de Crimea, que haba previsto un referndum para finales de mayo, paralelo a las elecciones presidenciales que haba decidido el parlamento de Kiev, lo adelant a finales de abril. Antes de que terminara febrero, Crimea se militariz, aparecieron soldados vestidos de verde (sin insignias) controlando el aeropuerto y los edificios administrativos, tambin aparecieron unidades de autodefensa populares, pero estas no visibilizaban la disciplina castrense de los soldados de verde. Los cosacos tambin hicieron notar su presencia, apoyando en muchas ocasiones a los soldados de verde.A nivel internacional, se plante la cuestin de la legitimidad del referndum crimeo. El nuevo poder fascista de Kiev se opuso (aunque sus polticos tuvieron libertad para ir a Crimea y arengar a la poblacin contra la secesin y el peligro ruso), EE.UU. y la Unin Europea tambin se opusieron. Rusia dijo respetar el derecho de autodeterminacin del pueblo ucraniano y a decidir sobre su futuro, lo dijeron los parlamentarios rusos, lo dijo el Partido Comunista ruso y el ucraniano.Sin embargo, el Partido Comunista griego estuvo en desacuerdo con sus homlogos ruso y ucraniano. De entrada, deca que no era ni legal ni legtimo el referndum de autodeterminacin de una parte del pas, a pesar del golpe de Estado que se haba producido y del terror fascista que amenazaba a los habitantes de Crimea, adems deca que era un mal ejemplo para el resto de provincias del Este del pas, rusfilas o pro-rusas, y que poda introducir a Ucrania en un escenario (de guerra) balcnico.El debate de fondo al estatus poltico y legal de Ucrania, el Partido Comunista griego lo abordaba como un enfrentamiento entre dos imperialismos, el norteamericano-occidental y el ruso. Sin embargo, sus colegas rusos y ucranianos tenan una visin algo distinta: Si bien haba un enfrentamiento de capitalismos, ellos preferan estar del lado ruso, ellos preferan contribuir al forjamiento de la Unin Aduanera del espacio postsovitico, frente a la Unin Europea, porque era el ms respetuoso con la industria de Rusia y de Ucrania, y con el porvenir y bienestar de sus conciudadanos. La lucha entre dos imperialismos para los comunistas rusos y ucranianos era, en realidad, la lucha del pueblo ucraniano para no caer engullido y expoliado por el imperialismo capitalista occidental, y en esa lucha queran contar con la solidaridad de todos los pueblos de la antigua URSS, especialmente del ruso.En torno a la crisis de seguridad que se desat en Ucrania entre Oriente y Occidente, haba variaciones en torno a los argumentos de los Partidos Comunistas griego, ruso y ucraniano del lado prorruso. Borotva, por ejemplo, una organizacin comunista que comenz a destacar, desconfiaba, como el Partido Comunista griego, de las intenciones de los Estados y de los capitalismos ruso y ucraniano, y deca que la lucha deba ser, en primer lugar, antifascista, para derivar, luego, en una revolucin socialista. Los nacionalistas pan-rusos, por otro lado, planteaban la rusificacin del territorio junto con la nacionalizacin de la industria, en ltimo trmino se podra derribar al Gobierno de Kiev por medios militares. Los polticos pro-rusos ms moderados, en cambio, queran seguir el camino de Crimea (integrarse en Rusia) negociando con Kiev.Conforme la crisis ucraniana se ha profundizado, se ha alejado la posibilidad de federalizar el pas, planteada a su comienzo. La crisis econmica ucraniana tambin se ha agudizado, el pas se est endeudando hasta lmites insoportables, y vive del gas ruso a expensas de la Unin Europea, ya no lo recibe directamente de Rusia.La situacin poltica y econmica ucraniana es insostenible (y, an as, firma acuerdos con la Unin Europea que lo pintan todo de color de rosa), por no hablar de la crisis social, de derechos humanos, y de seguridad tanto del pas en su conjunto como de sus provincias).Para nosotros, una cuestin que no est sujeta a discusin es que el Gobierno de Kiev debe irse, por las buenas o por las malas, por mtodos pacficos mejor que por violentos, el Gobierno ucraniano no puede estar en manos de golpistas que han hecho una Constitucin y unas leyes a su medida, que firman acuerdos internacionales que violentan la soberana de su pas, que reprimen de forma terrorfica y terrorista a su propia poblacin y que, en definitiva, han puesto al frente del pas a una panda de asesinos y ladrones.Cualquier acuerdo con el Gobierno de facto de Kiev que no contemple la vuelta a la situacin poltica del pas previa al golpe de Estado es intil e inservible.Pero este verano tambin ocurri otro hecho que nos llam la atencin sobre lo que pasa en el Campo Anti-Imperialista: la carta del ex-ministro venezolano Jorge Giordani.En paralelo al inicio de la crisis de seguridad en Ucrania, apareci el fenmeno de las guarimbas o barricadas en Venezuela. Desde el principio vimos el paralelismo y denunciamos que se gestaba una revolucin de color en Venezuela. El Gobierno de Venezuela reencauz con xito la crisis por la va del dilogo poltico con la oposicin, a diferencia de lo que pas en Ucrania, donde ese dilogo no evit el recrudecimiento de la oposicin militarizada y, finalmente, el golpe de Estado.Sin embargo, la carta del exministro Giordani en junio desechaba el pas del todo va bien en Venezuela. Luego, las crticas del Presidente-Obrero Nicols Maduro a los crticos como agentes de la pequea-burguesa todava empaaba ms el debate sobre las fallas de la Revolucin Bolivariana que, de haberlas hecho otra persona, no le hubiramos dado ms importancia y hasta puede que le hubiramos dado la razn al Presidente-Obrero Nicols Maduro.Las crticas de Giordani nos revelan una lucha de clases y de lneas en torno a la Revolucin Bolivariana que, en vida del Presidente-Comandante Hugo Chvez, era ms solapada o, en todo caso, ms ocultada por la gigantesca personalidad del Presidente Chvez: la pelea entre los que quieren conciliar ms, con los poderes fcticos internacionales, y los que no quieren conciliar nada, entre aquellos que ponen el nfasis en la distribucin y los que lo ponen en la produccin, entre los que quieren construir el poder obrero y los que creen que sin la burguesa nacionalista no se puede caminar.Las razones que expone Giordani en su carta son de peso y nos llevaran a abordar la situacin interna del pas, baste decir que en esta discusin nosotros nos ponemos del lado de los crticos que, sin faltar al respeto a los presidentes Hugo Chvez y Nicols Maduro y a la obra de la Revolucin, proponen profundizarla siendo fieles a sus postulados nacionalistas, socialistas y anti-imperialistas de partida. Un repaso a la actualidad del campo anti-imperialista de este ao no puede cerrarse sin volver a la regin del mundo con la que empezbamos: a Oriente Medio.A finales de junio se desataba una ofensiva militar en el Norte de Irak que tena, fundamentalmente, dos frentes, uno sirio-irak y otro jordano-irak, a la cabeza del primero se situaban yihadistas sectarios, a la cabeza del segundo sufes de tendencia baasista.Este frente de guerra se complic con una quinta columna interna al rgimen de Irak que conspiraba para desestabilizar al pas, esta quinta columna estaba compuesta por funcionarios corruptos y kurdos autonomistas. Esta quinta columna haba dado apoyo a los yihadistas sirios para que actuaran en Irak, luego se declaraban vctimas de la ofensiva pero tambin del Gobierno de Bagdad.La ofensiva del Norte de Irak se justificaba a s misma polticamente de varias maneras. Entre ellas: Decan que el Gobierno de Bagdad era corrupto, represor y sectario. Decan que Irak era vctima del expansionismo de Irn.Pero el presunto frente anti-bagdad, anti-iran y anti-chiita pronto se sub-dividi en tres partidos o frentes bien diferenciados: el kurdo quera caminar a su independencia completa de Irak, el yihadistas quera formar su propio Estado entre Siria e Irak, y el suf-baasista, que todava aspiraba a reunificar el pas y devolverlo a la poca de Saddam Hussein.Contra el frente yihadista sirio-irak se han organizado dos coaliciones internacionales diferentes: por un lado Siria, Irak, Irn y Rusia llevan mucho tiempo colaborando a diversos niveles para acabar con la amenaza yihadista establecida al Norte de Siria e Irn; por otro lado, EE.UU. ha preparado una coalicin regional que cuenta con sus tradicionales aliados (las petromonarquas). Se da la circunstancia de que EE.UU. en este caso como en otros, acta a la vez como pirmano y como bombero. EE.UU., y sus aliados en Oriente Medio, entregan armas a los rebeldes islamistas, los entrenan y los asesoran, pero luego se ofrecen para combatirlos cuando una de las facciones rebeldes se muestra demasiado poderosa y no les conviene.La Cumbre Ginebra 2 fracas, entre otras cosas, porque EE.UU. volvi a apoyar militarmente a los rebeldes sirios (que sean sirios es un decir, en realidad la nacionalidad siria se diluye por la aparicin de muchos extranjeros y por el control que de su lucha ejercen Turqua, Arabia Saud y Catar) en medio de las negociaciones. Hoy, la coalicin a la que no dudamos en calificar anti-imperialista de Oriente Medio (Siria, Irak, Irn y Rusia) se enfrenta a la amenaza de que EE.UU. y sus aliados regionales acten directamente en Oriente Medio sin pedir permiso a los respectivos pases soberanos en los que lo hagan.Creo que hay pocas dudas de que lo que hemos expuesto hasta aqu es el escenario de una guerra mundial entre pases soberanos y libres, que quieren decidir sobre su propio futuro, y pases colonizados a diferentes niveles por EE.UU. y el capitalismo imperialista y que tienen poca o ninguna capacidad para resistir a sus rdenes y obedecerles.Esta guerra mundial se desarrolla a un nivel medio, templado, pero en cualquier momento existe la amenaza de que se recaliente y pase a un nivel alto o clido, hasta el punto de que nos coloque de nuevo enfrente del peligro de una guerra nuclear.Los anlisis marxistas no se ponen de acuerdo a la hora de ubicar esta guerra mundial en el marco de la lucha de clases: Unos dicen que es una nueva guerra entre capitalistas e imperialistas y que, por tanto, las luchas populares deben estar al margen de ellas. Otros dicen que las luchas populares deben aprovecharse de este enfrentamiento entre capitalistas e imperialistas pero que, a la larga, deben independizarse de l. Por ltimo, estamos aquellos que decimos con claridad que este enfrentamiento no es un enfrentamiento entre imperialistas sino entre imperialismo y anti-imperialismo, y el hecho de que existan pases capitalistas en el campo anti-imperialista no pueden hacernos dejar de ver que el movimiento general de los pases que integran el campo anti-imperialista es hacia la democratizacin y la socializacin, un movimiento que puede ser a veces ms lento y a veces ms rpido pero que, en todo caso, depende del enfrentamiento y correlacin de fuerzas entre el campo imperialista y el anti-imperialista. Es verdad que en el resumen de la actualidad anti-imperialista de 2014 no hemos tocado la guerra de la Franja de Gaza (de comienzos de julio de 2014 hasta finales de agosto de ese ao), tampoco he tocado el proceso de paz en Colombia, la amenaza yihadista en el frica subsahariana, la irrupcin del bola en frica Occidental (una crisis imperialista?, s), la querella territorial entre Vietnam y China, la instrumentalizacin de Japn por parte de EE.UU. para sus planes imperialistas en el Sudeste asitico, el golpe de Estado en Tailandia, etc.Es verdad, de todo esto no hemos hablado, hemos hablado de las crisis que, a nuestro juicio, son claves para entender la crisis del sistema geo-poltico capitalista e imperialista y cules son los elementos que se pueden aprovechar para ampliar el campo anti-imperialista y profundizar en la democracia y el socialismo.El mundo bipolar, a juicio de quien suscribe este escrito, muri en 1991 sino antes, volver a l, aparte de contraproducente, es innecesario y gratuito. Si queremos que la paz, el socialismo y lo que venga despus crezcan y se amplen en el mundo, debemos trabajar a nivel internacional en las coordenadas que nos dio el movimiento socio-poltico de oposicin a la guerra de Irak, en las coordenadas de la reivindicacin de la segunda independencia (de una independencia real) de Amrica Latina, y en las coordenadas del renacimiento econmico y social de los pueblos eslavos y euroasiticos. Todo esto se debe hacer, desde luego, sin renunciar a las identidades de partida, polticas, sociales y nacionales, pero sabiendo trabajar juntos, sin ofrecer soluciones milagrosas, sabiendo que la nica solucin proviene de la cooperacin duradera y sostenida en el tiempo.Chvez vive y la lucha sigue! Que nadie separe a los ucranianos de sus hermanos rusos!, Corea reunificada y socialista!, Siria libre de injerencias, Irak libre de sectarismos, Palestina libre del sionismo!, que vuelva a ondear la bandera verde de Gadhafi en Libia y que el recuerdo de Nelson Mandela se pase por toda frica!, que la intolerancia, la discriminacin y el racismo sean finalmente desterrados de todo el mundo y que los pueblos puedan elegir libremente su propio futuro!(Que as sea)

Benito Garca Pedraza (miembro de la plataforma No a la Guerra Imperialista de Madrid, Estado Espaol)